Observaciones escritas de Mons. Vicente Zazpe en
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Observaciones escritas de Mons. Vicente Zazpe en
Observaciones escritas de Mons. Vicente Zazpe en pos Congregación General CII del 15 de octubre de 1964, sobre el esquema de la vida y ministerio de los sacerdotes, en ASSCOVS Volumen III Parte IV páginas 661-662. Traducción del latín de la Lic. Alejandra Bolo. Observaciones escritas de Mons. Vicente Zazpe en pos Congregación General CII del 15 de octubre de 1964, sobre el esquema de la vida y ministerio de los sacerdotes, en ASSCOVS Volumen III Parte IV páginas 661-662. Excelentísimo P. D. VICENTE FAUSTINO ZAZPE Obispo de Rafaela El esquema no agrada. En el Concilio, pueden solamente presentarse asuntos dignos y el esquema actual ciertamente no es digno del Concilio, ni de la materia de que se trata: la vida sacerdotal. 1. Carece de conexión con el esquema central de todo el Concilio: Sobre la Iglesia, y con el esquema del decreto sobre la función pastoral de los obispos, por lo cual aparece sin fundamento teológico. 2. El texto del esquema parece ignorar la riqueza bíblico-teológica, la cual ciertamente en los últimos años ha llegado a una verdadera madurez. 3. El esquema no considera las nuevas formas de vida sacerdotal, que son consecuencia de las exigencias pastorales del mundo de hoy. Hoy de ningún modo puede hablarse sólo del párroco, del vicario cooperador o del capellán del hospital. En la Iglesia de hoy hay – por así decir – nuevas figuras sacerdotales, que no se conocían en los años pasados, v.g.: los sacerdotes que trabajan en el ámbito de los medios de comunicación, a saber, cine, radio, televisión; otros, entre los obreros; por cierto llegaron a los lugares mismos del trabajo; otros viven su sacerdocio bajo condiciones de persecución religiosa, etc. Todas estas formas de vida sacerdotal y aquellas que la evolución de este nuevo mundo creará, exigen no algunas normas morales, sino una plena visión teológica del sacerdocio. El sacerdocio es participación ontológica del sacerdocio de Cristo, que es eterno, único, sin sucesores. Esta participación, que se hace por vía sacramental, es plenitud en el obispo, que la recibe en el contexto del colegio episcopal y desciende del obispo al presbítero que recibe el sacerdocio en el contexto de la Iglesia diocesana. Porque es participación del sacerdocio de Cristo –como Rey, Profeta y Sacerdote– el sacerdocio es mediación que conduce, mediación que ilumina, mediación que santifica. Pero mediación entre Dios y los hombres, exige una profundísima intimidad con Dios y una profundísima intimidad con los hombres; i.e., experiencia personal sobre Dios y conocimiento vivencial del mundo de este tiempo. Porque el sacerdocio se recibe en el contexto de la Iglesia local, la vida entera sacerdotal recibe el signo de este contexto: espiritualidad comunitaria y vida pastoral, comunitaria. No hay espiritualidad sacerdotal sin relación al obispo padre de la familia 1 Observaciones escritas de Mons. Vicente Zazpe en pos Congregación General CII del 15 de octubre de 1964, sobre el esquema de la vida y ministerio de los sacerdotes, en ASSCOVS Volumen III Parte IV páginas 661-662. Traducción del latín de la Lic. Alejandra Bolo. diocesana; no hay espiritualidad sacerdotal sin relación con los otros sacerdotes, en la vivencia –por así decir– fraternal del presbiterio; no hay espiritualidad sacerdotal sin relación amical con los fieles; no hay espiritualidad sacerdotal sin relación con el mundo de hoy, animando, iluminando, promoviendo. Fe, esperanza, caridad, obediencia, castidad, pobreza del sacerdocio tienen lineamientos verticales que se unen a Dios, pero también lineamientos horizontales que se unen a la comunidad en la cual recibe el sacerdocio y por la cual vivirá su sacerdocio. Por lo tanto propongo: 1) que se redacte un nuevo esquema; 2) apuntalado en una sólida consideración teológica del sacerdocio; 3) en conexión con los esquemas sobre la Iglesia y sobre la función pastoral de los obispos. Síntesis El esquema no le agrada. Considera que en el Concilio, pueden solamente presentarse asuntos dignos y el esquema actual ciertamente no es digno del Concilio, ni de la materia de que se trata: la vida sacerdotal. Por lo tanto propone: 1) que se redacte un nuevo esquema; 2) apuntalado en una sólida consideración teológica del sacerdocio; 3) en conexión con los esquemas sobre la Iglesia y sobre la función pastoral de los obispos. 2