La misa diaria, del 10 al 15 de agosto
Transcripción
La misa diaria, del 10 al 15 de agosto
LUNES DE LA XIX SEMANA Canto ¡Qué alegría cuando me dijeron: "Vamos a la casa del Señor"! Ya están pisando nuestro pies tus umbrales, Jerusalén. Jerusalén está fundada como ciudad bien compacta. Allá suben las tribus, las tribus del Señor. PRIMERA LECTURA Circuncidad vuestro corazón. Amaréis al forastero, porque forasteros fuisteis Lectura del libro del Deuteronomio 10, 12-22 Habló Moisés al pueblo y dijo: Ahora Israel ¿qué es lo que te exige el Señor tu Dios? Que temas al Señor tu Dios, que sigas sus caminos y le ames, que sirvas al Señor tu Dios con todo el corazón y con toda el alma, que guardes los preceptos del Señor tu Dios y los mandatos que yo te mando hoy, para tu bien. Cierto: del Señor son los cielos, hasta el último cielo, tierra y todo cuanto la habita, con todo, sólo de vuestros padres se enamoró el Señor, los amó, y de su descendencia os escogió a vosotros entre todos los pueblos, como sucede hoy. Circuncidad vuestro corazón, no endurezcáis vuestra cerviz: que el Señor vuestro Dios es Dios de dioses y Señor de señores, Dios grande, fuerte y terrible, no es parcial ni acepta soborno, hace justicia al huérfano y a la viuda, ama al forastero, dándole pan y vestido. Amaréis al forastero, porque forasteros fuisteis en Egipto. Temerás al Señor tu Dios, le servirás, te pegarás a él, en su nombre jurarás. El será tu orgullo, él será tu Dios, pues él hizo a tu favor las terribles hazañas que tus ojos han visto. Setenta eran tus padres cuando bajaron a Egipto, y ahora el Señor tu Dios te ha hecho numeroso como las estrellas del cielo. Salmo responsorial Sal 147, 12-13. 14-15. 19-20 Glorifica al Señor, Jerusalén. Glorifica al Señor, Jerusalén, alaba a tu Dios, Sión: que ha reforzado los cerrojos de tus puertas, y ha bendecido a tus hijos dentro de ti. Ha puesto paz en tus fronteras, te sacia con flor de harina; él envía su mensaje a la tierra, y su palabra corre veloz. Anuncia su palabra a Jacob, sus decretos y mandatos a Israel; con ninguna nación obró así ni les dio a conocer sus mandatos. EVANGELIO Lo matarán, pero resucitará. Los hijos están exentos de impuestos. Lectura del santo Evangelio según San Mateo 17, 21-26 En aquel tiempo, mientras Jesús y los discípulos recorrían juntos la Galilea, les dijo Jesús: Al Hijo del Hombre lo van a entregar en manos de los hombres, lo matarán, pero resucitará al tercer día. Ellos se pusieron muy tristes. Cuando llegaron a Cafarnaún, los que cobraban el impuesto de las dos dracmas se acercaron a Pedro y le preguntaron: ¿Vuestro Maestro no paga las dos dracmas? Contestó: Sí. Cuando llegó a casa, Jesús se adelantó a preguntarle: ¿Qué te parece, Simón? Los reyes del mundo, ¿a quién le cobran impuestos y tasas, a sus hijos o a los extraños? Contestó: A los extraños. Jesús le dijo: Entonces, los hijos están exentos. Sin embargo, para no darles mal ejemplo, ve al lago, echa el anzuelo, coge el primer pez que pique, ábrele la boca y encontrarás una moneda de plata. Cógela y págales por mí y por ti. Oración de los fieles Cristo resucitado, presente en medio de nosotros, mira nuestro mundo y escucha nuestra oración: AYÚDANOS A SER GENEROSOS. Libra a tu Iglesia, Señor, de hacerse centro de sí misma, de buscar su imagen en lo que es y en lo que hace, de fundamentar su presencia en el mundo en cualquier tipo de poder... Libra al mundo, Señor, de la extorsión de los poderosos, de la insolidaridad de los satisfechos, de la apatía de todos ante el sufrimiento ajeno... Líbranos, Señor, de hacer prevalecer las mediaciones materiales, los templos de piedra, sobre los templos de carne. Haznos ricos de ti, Señor, para que podamos se pobres contigo, teniendo tu misma mirada sobre el mundo. P. J. N. S. Ofertorio Como el ciervo que a las fuentes de agua fresca va veloz, los anhelos de mi alma van en pos de ti, Señor. Señor, ven a nuestras almas, que por ti suspiran, ¡ven, Señor! Del Señor, Dios de los cielos tiene sed mi corazón. ¿Cuándo al fin, podrá este siervo ver tu rostro, gran Señor? Comunión Una espiga dorada por el sol, un racimo que corta el viñador, se convierten ahora en pan y vino de amor, en el cuerpo y la sangre del Señor. Comulgamos la misma comunión, somos trigo del mismo sembrador, un molino, la vida nos tritura con dolor, Dios nos hace eucaristía en el amor. Como granos que han hecho el mismo pan, no se pueden ya nunca separar; como gotas de agua que se funden en el mar, los cristianos un cuerpo formarán. En la mesa de Dios se sentarán, como hijos su pan comulgarán; una misma esperanza caminando cantarán, en la vida como hermanos se amaran. Oración Señor, haz que acoja, en lo limitado de cada día, tu gracia, tu palabra, tu voluntad, como un regalo espléndido para poder vivir. Abre mis ojos, y hazme sensible a las necesidades de las personas que caminan junto a mí cansados, agotados, tristes, enfermos, rotos... No me dejes caer en la tentación de quedar bien, de buscar la eficacia, de justificar mis actitudes, de acumular méritos engañosos para ti. Guía mis pasos por tus sendas, aunque me resista. Gáname la partida, no hagas caso a mis protestas. Dame lo que necesito, aunque no te lo pida. Canto final Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre: Jesús MARTES DE LA XIX SEMANA Canto Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben. El Señor tenga piedad y nos bendiga, ilumine su rostro sobre nosotros: conozca la tierra tus caminos, todos los pueblos tu salvación. PRIMERA LECTURA Sé fuerte y valiente, Josué, porque tú has de introducir al pueblo en la tierra Lectura del libro del Deuteronomio 31, 1-8 Moisés dijo estas palabras a los israelitas: He cumplido ya ciento veinte años, y me encuentro impedido; además el Señor me ha dicho: "No pasarás ese Jordán". El Señor tu Dios pasará delante de ti. El destruirá delante de ti esos pueblos, para que te apoderes de ellos. Josué pasará delante de ti, como ha dicho el Señor. Señor los tratará como a los reyes amorreos Sijón y Og, y como a sus tierras, que arrasó. Cuando el Señor os los entregue, haréis con ellos lo que yo os he ordenado. ¡Sed fuertes y valientes, no temáis, no os acobardéis ante ellos ! , que el Señor tu Dios avanza a tu lado, te dejará ni te abandonará. Después Moisés llamó a Josué, y le dijo en presencia de todo Israel: Sé fuerte y valiente, porque tú has de introducir a este pueblo en la tierra que el Señor tu Dios prometió dar a tus padres; y tú les repartirás la heredad. El Señor avanzará ante ti. El estará contigo: no te dejará ni te abandonará. No temas ni te acobardes. Salmo responsorial Dt 32, 34a. 7. 8. 9 y 12 La porción del Señor fue su pueblo. Voy a proclamar el nombre del Señor: dad gloria a nuestro Dios. Acuérdate de los días remotos, considera las edades pretéritas, pregunta a tu padre y te lo contará, a tus ancianos y te lo dirán. Cuando el Altísimo daba a cada pueblo su heredad, y distribuía a los hijos de Adán, trazando las fronteras de las naciones, según el número de los hijos de Dios. La porción del Señor fue su pueblo, Jacob fue el lote de su heredad. El Señor solo los condujo, no hubo dioses extraños con él. EVANGELIO Cuidado con despreciar a uno de estos pequeñitos Lectura del santo Evangelio según San Mateo 18, 1-5. 10. 12-14 En aquel tiempo, se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron: ¿Quién es el más importante en el Reino de los Cielos? El llamó a un niño, lo puso en medio, y dijo: Os digo que, si no volvéis a ser como niños, no entraréis en el Reino de los Cielos. Por lo tanto, el que se haga pequeño como este niño, ése es el más grande en el Reino de los Cielos. El que acoge a un niño como éste en mi nombre, me acoge a mí. Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, porque os digo que sus ángeles están viendo siempre en el cielo el rostro de mi Padre celestial. ¿Qué os parece? Suponed que un hombre tiene cien ovejas: si una se le pierde, ¿no deja las noventa y nueve y va en busca de la perdida? Y si la encuentra, os aseguro que se alegra más por ella que por las noventa y nueve que no se habían extraviado. Lo mismo vuestro Padre del cielo: no quiere que se pierda ni uno de estos pequeños. Oración de los fieles Para que la Iglesia enseñe con coherencia que Jesús es el salvador de todos, y que Dios quiere que su presencia llene nuestras vidas. Para que los gobernantes ejerzan su autoridad como un servicio, y contribuyan a la justa distribución de los bienes de la tierra. Para que Jesucristo que asumíó un cuerpo como el nuestro fortalezca a los enfermos, y se haga presente en la vida de todos los que sufren. Para que al celebrar esta eucaristía, llenos del Espíritu de Jesús resucitado, vivamos alabándolo con nuestras vidas. Ofertorio Cerca de ti, Señor, yo quiero estar; tu grande eterno amor quiero gozar. Llena mi pobre ser, limpia mi corazón; hazme tu rostro ver, dame tu amor. Comunión ¡Oh Dios! Tú mereces un himno en Sión. Tú que afianzas los montes con tu fuerza, ceñido de poder; tú que reprimes el estruendo del mar, el estruendo de las olas y el tumulto de los pueblos. Tú cuidas de la tierra, la riegas y la enriqueces sin medida; la acequia de Dios va llena de agua, preparas los trigales. Rezuman los pastos del páramo, y las colinas se orlan de alegría; las praderas se cubren de rebaños, y los valles se visten de mieses, que aclaman y cantan. Oración Como busca la cierva corrientes de agua, así mi alma te busca a ti, Dios mío; tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿cuándo llegaré a ver el rostro de Dios? Salmo- 41 Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo, mi alma tiene sed de ti, mi carne tiene ansia de ti, como tierra reseca, agostada, sin agua... Tu gracia vale más que la vida. Salmo 62 Mi alma se consume y anhela los atrios del Señor, mi corazón y mi carne se estremecen de gozo por el Dios vivo... Dichosos los que viven en tu casa alabándote siempre. Vale más un día en tus atrios que mil en mi casa, y prefiero el umbral de la casa de Dios a vivir con los malvados. Salmo 83 Extiendo mis brazos hacia ti: tengo sed de ti como tierra reseca. Escúchame enseguida, Señor, que me falta el aliento. No me escondas tu rostro... Hazme escuchar tu gracia ya que confío en ti. Indícame el camino que he de seguir, pues levanto mi alma a ti Salmo 142 Canto final Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre: Jesús MIÉRCOLES DE LA XIX SEMANA Canto Abre mis labios, Señor, para poderte alabar, abre mi corazón para poderte adorar. PRIMERA LECTURA Murió Moisés, como había dicho el Señor, y ya no surgió otro profeta como él Lectura del libro del Deuteronomio 34, 1-12 En aquellos días, Moisés subió de la estepa de Moab al monte Nebo, a la cima del Fasga, que mira a Jericó; y el Señor le mostró toda la tierra: Galaad hasta Dan, el territorio de Neftalí, de Efraín y de Manasés, el de Judá hasta el mar occidental, el Negueb y la comarca del valle de Jericó (la ciudad de las palmeras) hasta Soar; y le dijo: Esta es la tierra que prometí a Abrahán, a Isaac y a Jacob, diciéndoles: "Se la daré a tu descendencia". Te la he hecho ver con tus propios ojos, pero no entrarás en el1a. Y allí murió Moisés, siervo del Señor, en Moab, como había dicho el Señor. Lo enterraron en el valle de Moab, frente a Bet Fegor; y hasta el día de hoy nadie ha conocido el lugar de su tumba. Moisés murió a la edad de ciento veinte años: no había perdido vista ni había decaído su vigor. Los israelitas lloraron a Moisés en la estepa de Moab treinta días hasta que terminó el tiempo del duelo por Moisés. Josué hijo de Nun estaba lleno del espíritu de sabiduría, porque Moisés le había impuesto las manos, los israelitas le obedecieron e hicieron lo que el Señor había mandado a Moisés. Pero ya no surgió en Israel otro profeta como Moisés, con quien el Señor trataba cara a cara; ni semejante a él en los signos y prodigios que el Señor le envió a hacer en Egipto contra el Faraón, su corte y su país; ni en la mano poderosa, en los terribles portentos que obró Moisés en presencia de todo Israel. Salmo responsorial Sal 65, 1-3a. 5 y 8. 16-17 Bendito sea Dios, que nos ha devuelto la vida. Aclama al Señor, tierra entera, tocad en honor de su nombre, cantad himnos a su gloria; decid a Dios: "Qué temibles son tus obras". Venid a ver las obras de Dios, sus temibles proezas en favor de los hombres. Bendecid, pueblos, a nuestro Dios, haced resonar sus alabanzas. Fieles de Dios, venid a escuchar, os contaré lo que ha hecho conmigo: a él gritó mi boca, y lo ensalzó mi lengua. EVANGELIO Si te hace caso, has salvado a tu hermano Lectura del santo Evangelio según San Mateo 18, 15-20 En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Si tu hermano peca, repréndelo a solas entre los dos. Si te hace caso, has salvado a tu hermano. Si no te hace caso, llama a otro o a otros dos, para que todo el asunto quede confirmado por boca de dos o tres testigos. Si no les hace caso, díselo a la comunidad, y si no hace caso ni siquiera a la comunidad, considéralo como un pagano o un publicano. Os aseguro que todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo. Os aseguro, además, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre del cielo. Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. Oración de los fieles Padre nuestro, te pedimos que nos hagas ver nuestras desviaciones y los caminos equivocados que a veces tomamos: AYÚDANOS, SEÑOR. Que todos los miembros de la comunidad cristiana, seamos receptivos a las correcciones mutuas que podamos hacernos. Que las familias sepan practicar la corrección entre sus miembros, de forma que se ayuden a crecer como personas humanas y cristianas. Que en nuestra nación se consoliden las instituciones correctoras de las desviaciones, sobre todo de las que tienen peores consecuencias para los más desfavorecidos. Que la comunidad internacional de los pueblos encuentre instrumentos de corrección de las prepotencias e injusticias que los pueblos poderosos ejercen sobre los pequeños y pobres. Señor, haznos volver siempre al camino del bien. Ofertorio Mi alma glorifica al Señor mi Dios, gózase mi espíritu en mi salvador. Él es mi alegría, es mi plenitud, Él es todo para mí. Comunión Como el Padre me amó yo os he amado, permaneced en mi amor, permaneced en mi amor. Si guardáis mis palabras y como hermanos os amáis, compartiréis con alegría el don de la fraternidad. Si os ponéis en camino, sirviendo siempre la verdad, fruto daréis en abundancia, mi amor se manifestará. Oración Si se pierde mi hermano, si se pierde el vecino, si se pierde el compañero. si se pierde el amigo.... o el enemigo, ¿qué he de hacer, Dios mío? Lo llamaré y le diré: mi corazón está roto por tu amor. Y ganaré al hermano. Y ganaré con él la vida. Si cierra su mirada a mi ternura, juntaré la ternura de dos más y que la fuerza del amor ahogue su resistencia. Y ganaremos al hermano. Y ganaremos con él la vida. Si el fuego no puede con el frío del invierno, juntaré docenas y docenas de hogares calientes. Y ganaremos al hermano. Y ganaremos con él la vida. Y si el torrente no doblega el tronco podrido, lo envolveré con mi ropa, lo cubriré con la lluvia de mi diario pensamiento. Porque si gano a mi hermano, con él conquisto la vida. ¡Bendito sea Dios, que nos hace fuertes para salvar y ser salvados, para curar y ser curados, para amar al hermano y ser por él amados! Canto final Miles de ermitas pequeñitas, cobijan tu imagen, Señora, campanas que el Ángelus rezan, paisajes que cantan y lloran. Mas sé que prefieres y añoras la ermita de mi corazón, temblores de paz en el alma, el eco de una oración. Ave, María, Ave, María, Ave, María, Ave, María. JUEVES DE LA XIX SEMANA Canto Vengo ante ti, mi Señor, reconociendo mi culpa, con la fe puesta en tu amor que tú me das como a un hijo. Te abro mi corazón y te ofrezco mi miseria, despojado de mis cosas quiero llenarme de ti. Que tu Espíritu, Señor, abrase todo mi ser, hazme dócil a tu voz, transforma mi vida entera. PRIMERA LECTURA El Arca de la Alianza del Señor va a pasar el Jordán delante de vosotros Lectura del libro de Josué 3, 7-10a. 11. 13-17 En aquellos días, el Señor dijo a Josué: Hoy empezaré a engrandecerte ante todo Israel, para que vean que estoy contigo como estuve con Moisés. Tú ordena a los sacerdotes portadores del Arca de la Alianza que cuando lleguen a la orilla, se detengan en el Jordán. Josué dijo a los israelitas: Acercaos aquí a escuchar las palabras del Señor vuestro Dios. Así conoceréis que un Dios vivo está en medio de vosotros, y que va a expulsar ante vosotros a los cananeos. Mirad, el Arca de la Alianza del Dueño de toda la tierra va a pasar el Jordán delante de vosotros. Y cuando los pies de los sacerdotes que llevan el Arca de la Alianza del Dueño de toda la tierra pise el Jordán, la corriente del Jordán se cortará: el agua que viene de arriba se detendrá formando un embalse. Cuando la gente levantó el campamento para pasar el Jordán, los sacerdotes que llevaban el Arca de la Alianza caminaron delante de la gente. Y al llegar al Jordán, en cuanto mojaron los pies en el agua el Jordán va hasta los bordes todo el tiempo de la siega, el agua que venía de arriba se detuvo (creció formando un embalse que llegaba muy lejos, hasta Adam, un pueblo cerca de Sartán) , y el agua que bajaba al mar del desierto, el Mar Muerto, se cortó del todo. La gente pasó frente a Jericó. Los sacerdotes que llevaban el Arca de la Alianza del Señor estaban quietos en el cauce seco, firmes en medio del Jordán, mientras Israel iba pasando por el cauce seco, hasta que acabaron de pasar todos. Salmo responsorial Sal 113 A, 1-2. 3-4. 5-6. Cuando Israel salió de Egipto, los hijos de Jacob, de un pueblo balbuciente, Judá fue su santuario, Israel fue su dominio. El mar, al verlos, huyó, el Jordán se echó atrás; los montes saltaron como carneros, las colinas, como corderos. ¿Qué te pasa, mar, que huyes, a ti, Jordán, que te echas atrás? ¿y a vosotros, montes, que saltáis como carneros, colinas, que saltáis como corderos? . EVANGELIO No te digo que perdones hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete Lectura del santo Evangelio según San Mateo 18, 21-19, 1 En aquel tiempo, acercándose Pedro a Jesús le preguntó: Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces? Jesús le contesta: No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Y les propuso esta parábola: Se parece el Reino de los Cielos a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus empleados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así. El empleado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo: Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo. El Señor tuvo lástima de aquel empleado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda. Pero al salir, el empleado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios, y, agarrándolo, lo estrangulaba diciendo: Págame lo que me debes. El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré. Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía. Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo: ¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo pediste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti? Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda. Lo mismo hará con vosotros mi Padre del cielo, si cada cual no perdona de corazón a su hermano. Cuando acabó Jesús estos discursos, partió de Galilea y vino a la región de Judea, al otro lado del Jordán. Oración de los fieles Oremos a Dios, rico en misericordia, a quien vemos todopoderoso precisamente por su capacidad inagotable de perdonarnos. HAZNOS COMPASIVOS COMO TÚ ERES COMPASIVO. Para que la Iglesia sea ella misma sacramento de reconciliación que destaque por su práctica de acogida y comprensión, sobre todo para aquellas situaciones que tienen difícil salida humana. Para que desaparezcan los rencores, represalias y violencias entre los pueblos y entre las personas. Para que se encuentren fórmulas eficaces y generosas de condonar la deuda externa de los países del Tercer Mundo. Para que creamos en el perdón como fuente de humanidad para cada uno de nosotros. Gracias, Padre, porque tu amor y tu perdón no tienen fin. Gracias por todos los seres que son capaces de perdonar. Gracias por el perdón que otros nos han dado y gracias por el perdón que hemos dado. Todo ha sido fruto de tu gracia. GRACIAS, SEÑOR. Ofertorio Haz de mí, Señor, un instrumento de tu paz. Donde haya odio que yo ponga el amor. Donde haya ofensa que yo ponga el perdón. Comunión Aunque yo dominara las lenguas arcanas y el lenguaje del cielo supiera expresar, solamente sería una hueca campana si me falta el amor. Si me falta el amor, no me sirve de nada, si me falta el amor, nada soy. (bis) Aunque todos mis bienes dejase a los pobres, y mi cuerpo en el fuego quisiera inmolar, todo aquello sería una inútil hazaña si me falta el amor. Aunque yo desvelase los grandes misterios, y mi fe las montañas pudieran mover, no tendría valor, ni me sirve de nada si me falta el amor. Oración Ante ti, Señor, somos todos deudores insolventes. Pero, dado que tú nos has perdonado gratuitamente, otórganos la gracia de poder perdonar plenamente de corazón. Concédeme, Señor, el don de ser artesano de tu reconciliación, el don de ser habitado por tu misericordia y tu perdón, el don de ser capaz de dar el primer paso cuando alguien tenga algo contra mí. En lugar de lamentar la división entre las personas, permíteme ir a su encuentro y escucharlos. En lugar de denunciar el rechazo que son objeto los inmigrantes, hazme capaz de acogerlos y ser amigo de ellos. En lugar de enojarme al ver que se margina a los divorciados, haz que les abra mis puertas y las de mi comunidad. Entonces, Señor, tú harás de mi vida una chispa de tu perdón, capaz de propagar el fuego del misterio de la reconciliación universal. Canto final De colores, de colores se visten los campos en la primavera, de colores, de colores son los pajarillos que vienen de fuera. De colores, de colores es el arco iris que vemos lucir, y por eso los grandes amores de muchos colores me gustan a mí. Siete dones, siete dones infunde el Espíritu a sus seguidores, siete gracias, siete gracias que siempre reparte el Dios de los pobres; Demos gracias, demos gracias a Dios nuestro padre que nos da la paz, y contentos y alegres cantemos unidos nosotros en fraternidad. Jubilosos, jubilosos vivamos en gracia puesto que se puede, saciaremos, saciaremos la sed ardorosa del Rey que no muere. Jubilosos, jubilosos llevemos a Cristo un alma y mil más, difundiendo la luz que ilumina la gracia divina del gran ideal. De colores, de colores brillantes y finos se viste la aurora, de colores, de colores son los mil reflejos que el sol atesora. De colores, de colores se viste el diamante que vemos lucir, y por eso los grandes amores de muchos colores me gustan a mí. VIERNES XIX SEMANA Canto El amor es la palabra limpia que hace vivir, es el fruto de la tierra buena y es sufrir; es decirle al hermano pobre sólo no estás, no dejes que pase tu tiempo sin más. El amor es nuestro canto a la vida que se da, y que espera un amanecer en la verdad. PRIMERA LECTURA Tomé a vuestro padre del otro lado del río; os saqué de Egipto; os di una tierra Lectura del libro de Josué 24, 1-13 En aquellos días, Josué reunió todas las tribus de Israel en Siquén y llamó a los ancianos, a los jefes, a los jueces y a los magistrados para que se presentasen ante Dios. Josué dijo a todo el pueblo: -Así dice el Señor Dios de Israel: "Al otro lado del río Éufrates vivieron antaño vuestros padres: Téraj, padre de Abrahán y de Najor, sirviendo a otros dioses. Tomé a Abrahán vuestro padre del otro lado del río, lo conduje por todo el país de Canaán y multipliqué su descendencia, dándole a Isaac. A Isaac le di Jacob y Esaú. A Esaú le di en propiedad la montaña de Seir, mientras que Jacob y sus hijos bajaron a Egipto. Envié a Moisés y Aarón para castigar a Egipto con los portentos que hice, y después os saqué de allí. Saqué de Egipto a vuestros padres, y llegasteis al mar. Los egipcios persiguieron a vuestros padres con caballería y carros hasta el Mar Rojo; pero gritaron al Señor, y él puso una nube oscura entre vosotros y los egipcios; después desplomó sobre ellos el mar, anegándolos. Vuestros ojos vieron lo que hice en Egipto. Después vivisteis en el desierto muchos años. Os llevé al país de los amorreos que vivían en Transjordania: os atacaron, y os los entregué. Tomasteis posesión de sus tierras, y yo los exterminé ante vosotros. Entonces Balac hijo de Sipor, rey de Moab, atacó a Israel; mandó llamar a Balaán hijo de Beor, para que os maldijera; pero yo no quise oír a Balaán, que no tuvo más remedio que bendeciros, y os libré de sus manos. Pasasteis el Jordán y llegasteis a Jericó. Los jefes de Jericó, los amorreos, fereceos, cananeos, hititas, guirgaseos, heveos y jebuseos os atacaron, pero yo os los entregué; mandé pánico ante vosotros, y expulsasteis a los dos reyes amorreos, no con vuestra espada ni con vuestro arco. Y os di una tierra por la que no habíais sudado, ciudades que no habíais construido y en las que ahora vivís, viñedos y olivares que no habíais plantado y de los que ahora coméis. Salmo responsorial Sal 135, 1. 3. 16. 18. 21. 22. 24 Dad gracias al Señor, porque es bueno, . Porque es eterna su misericordia. Dad gracias al Dios de los dioses. Dad gracias al Señor de los señores. Porque es eterna su misericordia. Guió por el desierto a su pueblo. El hirió a reyes famosos. Dio muerte a reyes poderosos. Porque es eterna su misericordia. Les dio su tierra en heredad. En heredad a Israel, su siervo. Y nos libró de nuestros opresores. Porque es eterna su misericordia. EVANGELIO Por lo tercos que sois os permitió Moisés divorciaros de vuestras mujeres; pero al principio no era así Lectura del santo Evangelio según San Mateo 19, 3-12 En aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos fariseos y le preguntaron para ponerlo a prueba: ¿Es lícito a uno despedir a su mujer por cualquier motivo? El les respondió: ¿No habéis leído que el Creador en el principio los creó hombre y mujer, y dijo: "Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne" ? De modo que ya no son dos sino una sola carne. Pues lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre. Ellos insistieron: ¿Y por qué mandó Moisés darle acta de repudio y divorciarse? El le contestó: Por lo tercos que sois os permitió Moisés divorciaros de vuestras mujeres; pero al principio no era así. Ahora os digo yo que si uno se divorcia de su mujer, y no hablo de prostitución, y se casa con otra comete adulterio. Los discípulos le replicaron: Si esa es la situación del hombre con la mujer, no trae cuenta casarse. Pero él les dijo: No todos pueden con eso, sólo los que han recibido ese don. Hay eunucos que salieron así del vientre de su madre, a otros los hicieron los hombres, y hay quienes se hacen eunucos por el Reino de los Cielos. El que pueda con esto, que lo haga. Oración de los fieles Señor Dios nuestro, danos la gracia de discernir todo lo que mueve y conmueve nuestra vida para que en todo descubramos tu voluntad salvadora AVIVA EN NOSOTROS EL FUEGO DE TU AMOR Por la Iglesia para que acierte a dar el cauce más apropiado a los problemas matrimoniales que tiene nuestra sociedad. Por nuestras autoridades civiles: para que, en lo que de ellas depende, creen un ámbito social y cultural que ayude a la vida de las parejas. Por los hogares sin amor, por los que sufren enfermedades, por los que buscan casa, por los esposos separados por su trabajo Para que nos dés a todos nosotros un nuevo impulso misionero encaminado a mejorar la vida matrimonial y a cuidar a las parejas que pasan dificultades o han llegado a la separación. Te damos gracias, Señor, por el inmenso cúmulo de amor que has hecho fructificar en tantas parejas, porque ellas son un reflejo de tu amor fiel hasta la muerte, que nos mostró tu Hijo Jesucristo. Amén. Ofertorio "El mirar de Dios es amar, el mirar de Dios es amar, el mirar de Dios es amar". "Mil gracias derramando pasó por estos sotos con presura, y, yéndolos mirando con sola su figura, vestidos los dejó de su hermosura." Comunión Aunque yo dominara las lenguas arcanas y el lenguaje del cielo supiera expresar, solamente sería una hueca campana si me falta el amor. Si me falta el amor, no me sirve de nada, si me falta el amor, nada soy. (bis) Aunque todos mis bienes dejase a los pobres, y mi cuerpo en el fuego quisiera inmolar, todo aquello sería una inútil hazaña si me falta el amor. Aunque yo desvelase los grandes misterios, y mi fe las montañas pudieran mover, no tendría valor, ni me sirve de nada si me falta el amor. Oración Que nuestra casa no huela a cerrado, siempre abierta y en uso, con calor, dispuesta para el servicio y no replegada sobre sí misma. Un hogar que enseñe solidaridad y fraternidad, que no eduque en el egoísmo, sino en búsqueda responsable de una sociedad más justa. Queremos que sea nuestra casa, un lugar de creación y no de repetición, que estimule la sensibilidad y la capacidad de admiración. Un centro de referencia liberador y no opresor, donde la alegría sea moneda de cambio, y la fe y el amor no sean una costumbre, sino algo siempre nuevo, que nos impulse a vivir la vida y no meramente a soportarla. Algo, donde se experimente el amor y el quererse, el encuentro y la relación personal, el compartir y el vivir en común penas y alegrías. El descubrir al otro y el ayudarse, el dialogar y el darse confianza, el pasear con gusto, y, en definitiva, el vivir la vida con calidad. Canto final (Canto de Rut) Donde vayas tú, yo iré, donde vivas tú, yo viviré, Tus amigos serán mis amigos, y tu Dios será mi Dios. Cuando mueras tú, yo moriré, y tendrá mi cuerpo reposo junto al tuyo, estaremos muy juntos para siempre, nuestro amor será ofrenda de nuestra vida. Eres, amor en mi vida, la mitad de mi destino, la mitad de mi esperanza, la mitad de mi camino. Juntos seremos tú y yo, dos mitades que se funden, dos mitades de un amor que por siempre ya nos une. Ya somos la misma carne, ya somos la misma vida, tendremos las mismas penas y las mismas alegrías. Será tuyo mi camino, tu senda será la mía, tu suerte será mi suerte, tus heridas mis heridas. Ya somos la misma tierra, ya somos la misma espiga, será de los dos el trigo que amanezca en nuestra orilla. Y juntos haremos surco, y juntos seremos lluvia, tus frutos serán mis frutos, tus semillas, mis semillas. SÁBADO XIX SEMANA Canto Libertador de Nazaret, ven junto a mí, ven junto a mí. Libertador de Nazaret, ¿qué puedo hacer sin ti? Yo sé que eres camino, que eres la vida y la verdad, yo sé que el que te sigue, sabe a dónde va. Quiero vivir tu vida, seguir tus huellas, tener tu luz, quiero beber tu cáliz, quiero llevar tu cruz. PRIMERA LECTURA Elegid hoy a quién queréis servir Lectura del libro de Josué 24, 14-29 En aquellos días, Josué continuó hablando al pueblo: Pues bien: Temed al Señor; servidle con toda sinceridad; quitad de en medio los dioses a los que sirvieron vuestros padres al otro lado del río y en Egipto; y servid al Señor. Y si os resulta duro servir al Señor, elegid hoy a quién queréis servir: a los dioses que sirvieron vuestros padres al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuyo país habitáis; que yo y mi casa serviremos al Señor. El pueblo respondió: ¡Lejos de nosotros abandonar al Señor para ir a servir a otros dioses! Porque el Señor nuestro Dios es quien nos sacó, a nosotros y a nuestros padres, de la esclavitud dé Egipto; quien hizo ante nuestros ojos aquellos grandes prodigios y nos guardó en todo nuestro peregrinar y entre todos los pueblos que atravesamos. El Señor expulsó ante nosotros a los pueblos amorreos que habitaban el país. También nosotros serviremos al Señor; ¡es nuestro Dios! Y Josué dijo al pueblo: No lograréis servir al Señor, porque es un Dios santo, un Dios celoso. No perdonará vuestros delitos ni vuestros pecados Si abandonáis al Señor y servís a dioses extranjeros, se volverá contra vosotros y, después de haberos tratado bien, os maltratará y os aniquilará. El pueblo le respondió: ¡No! Serviremos al Señor. Josué insistió: Sois testigos contra vosotros mismos de que habéis elegido servir al Señor. Respondieron: ¡Somos testigos! Pues bien, quitad de en medio los dioses extranjeros que conserváis, y poneos de parte del Señor Dios de Israel. El pueblo respondió: Serviremos al Señor nuestro Dios y le obedeceremos! Aquel día Josué selló el pacto con el pueblo, y les dio leyes y mandatos en Siquén. Escribió las cláusulas en el Libro de la Ley de Dios, cogió una gran piedra, y la erigió allí, bajo la encina del santuario del Señor, y dijo a todo el pueblo: Mirad esta piedra, que será testigo contra vosotros, porque ha oído todo lo que el Señor nos ha dicho. Será testigo contra vosotros, para que no podáis renegar de vuestro Dios. Luego despidió al pueblo, cada cual a su heredad. Algún tiempo después murió Josué hijo de Nun, siervo del Señor, a la edad de ciento diez años. Salmo responsorial Sal 15, 1-2a y 5. 7-8. 11. Tú eres, Señor, mi heredad. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti. Yo digo al Señor: "Tú eres mi bien". El Señor es el lote de mi heredad y mi cáliz, mi suerte está en tu mano. Bendeciré al Señor que me aconseja, hasta de noche me instruye internamente. Tengo siempre presente al Señor, con él a mi derecha no vacilaré. Me enseñarás el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia, de alegría perpetua a tu derecha. EVANGELIO No impidáis a los niños acercarse a mí; de los que son como ellos es el Reino de los Cielos Lectura del santo Evangelio según San Mateo 19, 13-15 En aquel tiempo, le presentaron unos niños a Jesús para que les impusiera las manos y rezara por ellos, pero los discípulos les regañaban. Jesús dijo: Dejadlos, no impidáis a los niños acercarse a mí; de los que son como ellos es el Reino de los Cielos. Les impuso las manos y se marchó de allí. Oración de los fieles A ti, Señor Jesús, a quien los santos Inocentes de Belén confesaron, dando su vida por ti, te invocamos, diciendo: Tú que los hiciste dignos de participar en tu victoria, ayuda a tu Iglesia a perseverar en la lucha contra el mal. Tú que invitas a los niños- los primeros en el reino- a acercarse a ti, concédenos también a nosotros las actitudes requeridas de sencillez y disponibilidad. Tú que en tu infancia sufriste la persecución de Herodes y el destierro en Egipto, protege a los niños que sufren por el hambre, la guerra o la injusticia de los mayores. Te lo pedimos a ti, Señor Jesús, que asumiste la condición de niño desvalido y vives por los siglos de los siglos. Amén. Ofertorio Danos un corazón grande para amar. Danos un corazón fuerte para luchar. Hombres nuevos, creadores de la historia, constructores de nueva humanidad. Hombres nuevos que viven la existencia como riesgo de un largo caminar. Comunión Aunque yo dominara las lenguas arcanas y el lenguaje del cielo supiera expresar, solamente sería una hueca campana si me falta el amor. Si me falta el amor, no me sirve de nada, si me falta el amor, nada soy. (bis) Aunque todos mis bienes dejase a los pobres, y mi cuerpo en el fuego quisiera inmolar, todo aquello sería una inútil hazaña si me falta el amor. Aunque yo desvelase los grandes misterios, y mi fe las montañas pudieran mover, no tendría valor, ni me sirve de nada si me falta el amor. Oración Voy a escuchar lo que dice el Señor: "Dios anuncia la paz a su pueblo y a sus amigos." La salvación está ya cerca de sus fieles, y la gloria habitará en nuestra tierra. La misericordia y la fidelidad se encuentran, la justicia y la paz se besan; la fidelidad brota de la tierra, y la justicia mira desde el cielo. El Señor nos dará la lluvia, y nuestra tierra dará su fruto. La justicia marchará ante él, la salvación seguirá sus pasos. Enviados para renovar los gestos y las Palabras de Cristo. Canto final Mientras recorres la vida, tú nunca solo estás, contigo por el camino Santa María va. Ven con nosotros al caminar Santa María, ven. Ven con nosotros al caminar Santa María, ven. Aunque te digan algunos que nada puede cambiar, lucha por un mundo nuevo, lucha por la verdad.