Genocidio de Ruanda: Ocurrió en 100 días
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Genocidio de Ruanda: Ocurrió en 100 días
Genocidio de Ruanda: Ocurrió en 100 días. 800.000 personas fueron asesinadas. Actualmente los asesinos conviven con las víctimas. 1994, el 75% de los tutsis (minorías) fueron aniquilados. También hutus de tendencias políticas moderadas. La mayoría de responsables fueron hutus, quienes se hicieron con el poder político. Violaciones, mutilaciones… Los crímenes fueron tremendamente rápidos. Hace varios siglos Ruanda fue ocupada por tres grupos: pigmeos twa (1%), hutus (mayoritarios, pastores) y tutsis (agricultores). La riqueza de la agricultura en la época precolonial hicieron que los tutsis llegaran al poder político. Las fronteras entre hutus y tutsis no estaban bien definidas. Un hutu próspero podía pasar a ser un tutsi mediante un ritual. Los europeos que llegaron a África en el XIX difuminaron también esta diferenciación. En 1916 Ruanda se convirtió en protectorado de Bélgica. Desarrollaron el catolicismo, el francés como idioma oficial y la denominada “ciencia racial”. Los tutsis tenían la nariz chata y A los hutus se les negó la participación en el Gobierno, la educación superior y se les sometió a trabajos forzados. Habían tarjetas identificativas para determinar En los años 50 la élite de los tutsi reclamó la independencia de Ruanda, pero el resentimiento acumulado de los hutus hacia el establecimiento de los tutsis y el apoyo que recibía de los belgas llegó a su límite. Se identificaba colonialismo con los tutsis. Entre 1959-1960 la tensión estalló y dio lugar a una revolución. Los belgas convocaron elecciones, y ganaron por mayoría aplastante los hutus. Se desencadenó una reacción violenta para los tutsis. Sucedieron las primeras masacres. Los tutsis escaparon del país, hacia los países vecinos. Murieron más de 20.000 tutsis en esta década. En 1962 Bélgica concedió la independencia a la Ruanda de los hutus. Los tutsis ahora eran minoría y eran perseguidos. En 1973, un golpe de estado hizo que el general hutu Juvénal Habyarimana tomara el poder del gobierno. Dio garantías de seguridad a los tutsis que quedaban. Cesaron los ataques masivos. Se les dio participación en las instituciones sociales y políticas del país. Los tutsis establecieron en Uganda la RPF (Frente Patriótico Ruandés), un ejército. Uno de los líderes era Paul Kagame. En las escuelas primarias instauraron el odio en las mentes maleables de los nichos, marcando las diferencias entre tutsis y hutus. “Que se levanten los hutus. Que se levanten los tutsis”. En los 80’, la hambruna y la crisis económica devastaron el país. Por la superpoblación, el presidente Juvénal Habyarimana hizo que se cerraran las fronteras del país para los tutsis exiliados que querían volver. 700.000 refugiados en los países vecinos. La RPF invade Ruanda, estallando la guerra civil. La lucha fue brutal por ambas partes. Juvénal Habyarimana perdió todo su apoyo. La mayoría de hutus estaban divididos políticamente. Quien estuviese en el poder trataría de consolidar la idea de un enemigo común en el centro político de los hutus. Aumentó el odio de los hutus a los tutsis, de forma generalizada. Se creó una campaá de odio dirigida, que dio paso a amenazas. Se extendió el miedo. En 1992, Léon Mugesera un dirigente político de alto cargo envió una advertencia hostil a los tutsis: “Las personas deben cuidar de sí mismas y exterminar a la escoria. Consideradlo como la única verdad. Si permites que una serpiente viva contigo, tú serás el exterminado.” La radio RTLM, extremista, se convirtió en voz de un odio intenso. La voz de la radio era casi como la de Dios porque solo disponían de este medio de comunicación. Era muy popular. Se deshumanizó al enemigo (serpiente, cucaracha…). La milicia Interahanve (“los que atacan juntos), que habían recibido instrucción militar por el gobierno para combatir la RPF intervino. En agosto de 1993, Juvénal Habyarimana firmó el acuerdo de Arussa, un tratado de paz que establecía el reparto de poderes con los tutsis. La ONU envió una fuerza de paz encabezada por el teniente general Roméo Alain Dellaire, para arbitrar en el conflicto. A finales de 1993, se importaron cantidades ingentes de machetes y municiones y se confeccionó una lista negra en las comunidades locales de hutus y tutsis moderados. Boutros Boutros-Ghali, secretario de la ONU, impidió a Dellaire que usara la fuerza, salvo en defensa propia. La noche del 6 de abril de 1994, el avión en el que viajaban Juvénal Habyarimana y el presidente de Burundi fue derribado en las inmediaciones del aeropuerto de Kigali (Ruanda). Radio RTLM acusó del atentado a los tutsis. Se puso en marcha la “solución final”: exterminarlos a todos. En 1994, vivían en Ruanda alrededor de un millón de tutsis y siete millones de hutus. Los hutus moderados fueron los primeros objetivos. Los soldados del gobierno mataron al primer ministro Agathe Uwilingiyimana, junto con diez fuerzas de paz belgas enviadas para protegerle. Estalló la brutal persecución. La mayoría de tutsis buscaban refugio en grupos. Dellaire pidió más refuerzos a sus superiores. Les aseguró que con solo 250 tropas más detendría la masacre en cuestión de semanas. Pero ya tenían Yugoslavia, no querían otra misión difícil en Ruanda. El 21 de abril, en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, se rechazó la petición de Dellaire y se redujeron las tropas de paz en un 90%. El 17 de mayo, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, decidió enviar 550 tropas a Ruanda. EE.UU paralizó el despliegue: “no hay un paln operativo y puede debilitar el apoyo y la opinión de la ONU”. Ante la duda de la financiación de la operación, ésta se retrasó durante meses. A mediados de mayo se estimaron 500.000 defunciones, mientras la ONU definía el concepto de genocidio, porque el Convenio de 1948 establece que está obligado a intervenir en el caso que lo fuera. Ante la negativa del apoyo internacional, el RPF intervino, haciéndose con el control de prácticamente toda la zona norte y oriental de Ruanda. Los crímenes se sucedieron en el resto del país. Francia envió 250 tropas a Ruanda, para frenar el avance de la RPF, pero también para rescatar a los responsables al tiempo que detenían las masacres. El 4 de julio la RPF invadió Kigali. Los hutus se dirigieron hacia el oeste, a Los franceses establecieron una zona segura entre hutus y tutsis. En las semanas siguientes, la RPF se hizo con el control de casi toda Ruanda, declarándose vencedora. Fueron acusados de crímenes de venganza contra los hutus. Por temor a represalias, cerca de un millón de hutus, soldados del estado y la Interahanwe huyeron del Estado en julio, la mayoría en Tanzania y Zaire. Faltaban medicamentos y alimentos. Estalló el cólera. Murieron más de 30.000 personas en unas semanas. Acudió la ONU en auxilio. El sistema judicial de Ruanda no estaba preparado para tantos criminales, así que se dispuso un sistema más tradicional denominado “gacaca”. Un ciudadano sensato, presidiendo una reunión en la ladera de una montaña. Un jurado compuesto por 9 personas participó en los juicios. La mayoría de las penas fueron trabajos comunitarios. Se abolieron las tarjetas de identidad étnica de los colonizadores. Paul Kagame, líder de la RPF fue el primer presidente tras el genocidio. Los líderes del genocidio fueron juzgados en Arusa, Tanzania.