Dolor muscular. - Clínica Dental Padrós
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Dolor muscular. - Clínica Dental Padrós
Dolor muscular. Dr. Eduardo Padrós Serrat Los mecanismos que pueden provocar dolor por al teraciones en los músculos esqueléticos todavía no se conocen bien. Cuando un músculo normal pade ce una isquemia o provoca una demanda excesiva de metabolitos, puede apa recer do lor. Por otro lado, la alteración de los reflejos simpáticos y miotácticos puede producir cambios tanto en el aporte como en el tono muscular. Además, este ú ltimo se ve sin du da influenciado por el estado emocional y psíquico. El síntoma más frecuente referido por los pacientes que padecen trastornos de los músculos masticato rios y faciales es e l dolor muscular o mialgia, que puede ser de intensidades muy diversas. Normalmente, la mialgia se debe a un aumento en la actividad muscular. Aunque, como hemos dicho, el origen del dolor muscular aún es discutido, algu nos trabajos sugieren que se debe a la vasoconstric ción de las arterias que nutren los músculos y a la acumulación de productos de degeneración metabó lica de los tejidos musculares. Sustancias como la bradicinina y las prostaglandinas se han asociado con la aparición de dolor muscular. Algunos autores han identificado una serie de esta dios en la patología muscular, que dan lugar a una serie de cuadros clínicos que forman parte de las di ferentes formas de presentación de la mialgia en la región maxilofacial: Mioespasmo. El mioespasmo representa el primer estadio de cual quier patología muscular, y es perfectamente aplica ble al área maxilofacial. Constituye una respuesta a un entorno fisiológico alterado y a un estímulo neu rológico excesivo. Normalmente acontece de forma inconsciente, y se considera muy sensible a la pal pación, provocando movimientos mandibulares asincrónicos e irregulares. Durante la contracción muscular isométrica, el paciente puede experimen tar fibrilación. La falta de coordinación en la función articular causa, a menudo, que el paciente se muer da las mejillas, los labios o la lengua durante la mas ticación. A veces los pacientes con mioespasmo re fieren fatiga tras un período largo de masticación. El tratamiento debe ir encaminado a eliminar el es tímulo neural excesivo de las fibras aferentes (de es tructuras periodontales, temporomandibu lares , mus culares o tenclinosas). En estos casos se indica pre ferentemente la utilización de tranquilizantes, rela jantes musculares, antidepresivos, y terapia psicofi siológica, ayudada por la utilización de determina dos aparatos ortodóncicos que alteren la relación oclusal. Contractura muscular. Cuando hay una disminución episódica en la apor tación sanguínea , se puede producir una contrac ción muscular excesiva que comporta la aparición de un tipo de mialgia espontáneo que aumenta con el frío. Hasta cierto punto, la contracción mejorará con la utilización de calor local y masaje superficia l. Los pacientes que padecen este problema también experimentaron hipomovilidad de las articulaciones temporomandibulares y una apertura limitada de la boca. Esta hipomovilidad no se resuelve con técni cas de estimulación convencionales ni con la fatiga muscular (de hecho estas técnicas pueden agravar el cuadro). La palpación muscular revela una con sistencia muy firme. En estos casos, la masticación y el habla normales pueden causar fatiga significati va. El tratamiento de estos pacientes debe ir encamina do a aumentar la irrigación del músculo y disminuir la acidosis muscular. Se indican, en consecuencia, técnicas de rehabilitación miofuncional, farmacote rapia de soporte, técnicas de electroterapia (como el TENS) y aparatos ortopédicos para inducir la rela jación muscular, acompañado por la utilización de calor local en casa por parte del propio paciente. Dolor facial Miositis. La conS[ficción vascular intensifica la falta de oxígeno cau sada por la contracción muscular. Esto produce la apari ción de un fenómeno inflamatorio (figura 1). A la palpación, se describe como un área de masa muscu lar más grande de lo norma l. Esta masa puede contene r nódulos de tamaño variable muy dolorosos a la palpación. Si se aplica presión sobre ellos en dirección paralela a las fibras de la musculatura, parecen disolverse, pero aparen tan ser más prominentes si la palpación es perpendicular a la fibra muscular. El do lo r no se localiza con exactitud, y a ume nta con los movimientos. La miositis es más fre cuente en pacientes jóve nes. El tratamie nto debería inclu ir analgésicos, como el para cetamol, antiinflamatorios, desca nso, y la utilización de calor local, además de técnicas más específicas como la aplicación de ultrasonidos. Fibrositis. Miofibrosis. Cuando se da un episodio de miositis, el tejido muscular intenta reparar el daño tisu lar provocado. La capacidad para hacerlo bien dependerá de su densidad fibrosa. El paciente con miofibrosis tie ne aumento de la masa mus cu lar o incluso presencia de nódulos. Aunque es un cua dro que cursa sin dolor, puede existir limitación funcional a la apertura. Puede ha ber hipotonicidad muscular y atro fia muscular. La miofibrosis aparece frecue ntemente como respuesta a la inyección de anestesia local en procedimientos odan toestomatológicos. El tratamiento debe ir orientado a desnaturalizar las fibras colágenas del tejido fibroso. La ap licación de calor local en profundidad puede fun cio nar, además de la utilización de ul[fasonidos y ejercicios activos de los músculos invo lucrados. Todo ello puede minimizar los efectos de la miofibrosis. La utilización de aparatos y férulas removibles apropiados puede ser efectiva para controlar la función normal de los músculos durante la masticación. Espasticidad. Distensión muscular. Acontece al forzar de repente un müsculo del sistema es tomatognático. Puede cursar con rotura de las fibras mus culares. Es entonces cuando se produce un espasmo mus cu lar protector en los músculos masticato rios . Es un pro ceso re la cionado muchas veces con tratamientos que requie re n abrir la boca mucho tiempo (exodoncias, endo doncias, utilización de laringoscopios, intubación quirúr gica, etc ...), lesiones causadas por inyecciones, cambios externos en la temperatura corporal, y la menopausia (los desequilibrios hormonales predispone n a la distensió n muscular excesiva con movimie ntos extremos de la man díbula). Se caracteriza por áreas hipersensibles localizadas e n la fascia, a nivel de las inserciones musculares. El pa ciente siente dolor al mover la mandíbula, que no desapa rece al aplicar calor. El tra tamie nto debe incluir mucho reposo, y no la estimu lació n con técnicas de terapia miofuncio nal como otros de los cuadros descritos. En ocasiones se indica la fijaci ón intermax ilar durante 7 días utilizando elásticos. La fijación, en combinación con relajantes musculares, puede reducir el dolor. Inmediatamente después, hay que funcionalizar la musculatura para fortalecerla y evita r la aparición de adherencias. Tendonitis. Es una lesió n inflamatoria de los te ndo nes. Su sintoma tología es similar a la de la contracción muscular, pero con dolor más localizado. Hay una limitación a la apertura, que no conllevará fatiga mu scu lar. Para tratarla, al igual que en el caso de los demás procesos con dolor, se indica dieta blanda, calor local, y la utilización de analgésicos como el paracetamol, asociado o no a codeína, y antiin flama torios. Fibromialgia. Invo lucra tanto a las fib ras musculares como al tejido co nectivo. Los cuatro primeros estadios descritos (el mioespasmo, la contracción muscular, la miositis y la fibros itis) están orde nados en relación con el grado de disfun ción. La conduc ción , irrigación y metabolismo de las células musc . (fibras musculares) determinan el grado de disfunció los primeros cuatro estadios hay una relación directa con la musculatura, pero en los últimos cinco estadios las le sio nes influyen al tejido muscular indirectamente a través de l tejido conectivo de los tejidos intersticiales. Relación con la fibra muscular: • mioespasmo • contractura. Relación con el tejido conectivo intersticial: • miositis • fibrositis • miofibrosis , • .espasticidad • te ndo nitis . ·distensió n muscular • fibromialgia. Diagnóstico muscular. Pa ra poder evaluar el problema muscular q ue presenta el paciente, se pueden utilizar técnicas como la electromiografía de superficie, pero sin duda la más utilizada y descrita por más autores es la palpación de los músculos de la masticación. Sin embargo, es muy difícil saber exactamente cuánta presión aplicar a los mús culos, para determinar si hayo no hay disfunción. Rocabado sugiere, para es tablecer una presión "basal", palpar el músculo interóseo del índice y pulgar de la mano del paciente. Se debería apretar el músculo entre los dedos del clínico, y producir una presión gradual, moderada, hasta que el paciente note incomodidad o dolor. Ésa es la fuerza que debemos aplicar al evaluar los mús culos masticatorios. El propósito de la palpación muscular es buscar dolor local o irradiado, áreas de miositis o fibrositis, variaciones en el volumen muscular, edema, diferencias en la temperatura superficial cutánea, puntos "gatillo" (que provocan dolor a distancia, a través de determinadas vías neurológicas), adhesiones fibrosas u ~ ·ras alteraciones en el sistema muscular. La palpación debe llevarse a cabo icando presión de forma paralela o perpendicular a las fibras musculares, para percibir cualquier cambio en las regiones intermusculares o en la fibra muscular en sí. Primero se deberían palpar las estructuras anteriores de la cabeza y el cuello antes de palpar las estmcturas posteriores de la espina cervical. Los músculos más importantes que deben palparse son: - Músculo temporal Puede palparse extra o intraoralmente. Extraoralmente, este músculo en forma de abanico puede palparse bilateralmente a nivel de la fosa temporal. Pueden palparse las tres partes del músculo: las fibras anteriores (verticales), medias (oblicuas) y posteriores (horizontales). Se palpan las fibras desde la fosa tem poral hasta el proceso coronoideo de la mandíbula. Este proceso puede pal parse extraoralmente colocando el índice bajo el arco zigomático a medida que el paciente abre su boca. Dolor facial La porció n profunda del masetero puede palparse intrao ralmente o extraoralmente. Si el paciente abre su boca , e l clínico puede palpar el masete ro profundo e ntre sus de dos índice y pulgar en la porción del mú sculo cercana a los molares del paciente (figura 3). - Músculo pterigoideo lateral o externo Este músculo es muy difícil de palpar. En genera l su pal pación no es más que regional, ya que se sue le alcanzar sólo la parte inferior de este músculo. Se puede palpar es te músculo insertando el dedo en el borde externo de los molares superiores (figura 4) . Luego se desliza el dedo ha cia arriba todo 10 que se puede. En este punto el profesio nal puede mover su dedo en dirección posterior-superior para palpar la fascia muscular; la parte anterior del múscu lo pterigoideo medial (externo) cubre las fibras del _ goideo lateral. Para palpar este músculo, hay que ap presión mínima, ya que éste es muy sensible. Figura 2. Palpación de la porción superficial de l músculo masetero. Músculo pterigoideo medial o interno Para llegar a él extername nte, el clínico palpa el masetero medial a nivel del ángulo mandibular (figura 5). Este mús culo también puede palparse intraoralmente . - Músculo estilobioideo Este músculo se palpa por de bajo del ángulo de la mandí bula, en dirección hacia el hu eso hioides, en la zona late ral de la espina cervical anterior. Para diferenciarlo de la porción posterior del músculo digástrico, hay que recordar que el estilohioideo no se puede contraer para ayudar a su palpación, ya que no está conectado directame nte con la mandíbula. - Músculo digástrico Figura 3. Palpación de la po rción profunda del músculo masetero. El vientre posterior del digástrico se suele palpar por .rle>, trás del ángulo de la mandíbula, oponiendo una liger sistencia a la ape rtura mandibular. Si el clínico desliz dedo desde el proceso mastoideo hacia la zona lateral del hueso hioides mientras resiste a la depresión mandibular, podrá palpar la porción anterior del músculo digástrico en la fosa digástrica. Este músculo también es palpable a nivel del suelo de la boca. Es difícil d istinguir si estamos palpando rea lmente el di gástrico o el pte rigoideo inte rno. - - Músculo masetero Con el paciente mordiendo ligeramente, el músculo puede palparse por debajo del arco zigomático y hacia el ángulo inferior de la mandíbula. Durante este proceso, el clínico encontrará variaciones en la tensión muscular y los límites del bo rde anterior de la paIte superficial del masetero (fi gura 2), desde e l arco zigomático al ángu lo de la mandí bula. La hipertrofia de este múscul o caus ada por actividad parafuncional se suele palpar externamente a nivel del ángulo de la mandíbula. El borde anterior y pos terior del masetero puede palparse utilizando e l dedo ín dice y el pulgar a medida que el paciente ocluye con sua vidad. Músculo suprabioideo Se junta con e l milo hioid eo en el suelo de la boca para ayudar a la deglución. Pu ede palparse extraora lmente a nivel de la curvanlra de la mandíbula, y el sue lo de la bo ca, Intraora lmente, tanto e l suprahioideo, el milohioideo como el genihioideo pueden palparse, ya qu e van desde la porción anterior del hioides hacia el cuerpo mandibular. - Músculo infrabioideo Para palpar la actividad del músculo infrahioideo, se pue de colocar el dedo lateralmente al cartílago, mientras que el paciente flexiona ligeramente su cabeza hasta estar a 15 grados del movimiento cervical anterior. La flexión de la cabeza puede resistirse ligeramente para producir una contracción muscular isométrica del músculo infrahioideo, que es un músculo accesoIio de la flexión cervical. - Músculo largo del cuello Éste es un mú sculo que mantiene la posición sobre las vértebras cervicales y hasta el hueso hioides en la zona anterior. Este músculo puede tratarse para reducir espas mos musculares, puntos gatillo, o la reacción inflamatoria local. Para palparlo, se coloca el dedo entre e l músculo esternocleidomastoideo y e l cartílago tiroides hasta que se siente un stop óseo. Un movimiento ligero del cartílago hacia la zona lateral puede ayudar a la palpación. La sen sibilidad a esta palpación debe correlacionarse con otros signos clínicos, ya que no siempre es indicativa de patolo ''1 muscular de ningún tipo . - Músculo esternocleidomastoideo El esternocleidomastoideo cada vez se relaciona más con problemas de dolor facial. Su contracción excesiva puede dar lugar a dolor por el fenómeno de puntos gatillo, o ser indicativo de dolor referido a partir de musculatura facial. Se puede palpar usando el pulgar)' el índice siguiendo la dirección de los vientres musculares uni o bilateralmente. Se debe palpar con mucha suavid ad porque también es un músculo especialmente sensible. - Figura 4. Palpació n del múscul o pterigoideo externo. Otras estructuras cefdlicas óseas y musculares _-"parte de los músculos mencionados, en determinados procesos dolorosos puede ayudar al diagnóstico la palpa ción de otras estructuras tanto musculares como óseas o fibrosas: estas estructuras pueden incluir • el propio hu eso hioides • el cartílago tiroideo • el anillo cricoideo " el tubérculo carotídeo el plexo braqu ial • la región cervical posterior • los músculos de los labios y las mejillas (orbicularis oris interno y externo, buccinador) • los músculos de la lengua (elevador del dorso de la lengua, elevador de la punta de la lengua, protrusores de la lengua, retracto res de la lengua, desv iadores laterales de la lengua). • eva luación de los movimientos mandibulares propiamente dichos. Figura 5. Palpación del músculo pterigoideo interno. Evaluación de las actividades funcionales de la región maxilofacial (patrón de deglución, posición al hablar, posición de la lengua, respiración oral, hábitos parafuncionales, dinámica mandibular, ...) Bibliografía Rocabado M, Iglarsh ZA. Musc~t!oskeletal approach to maxillofacial pain. New York 1991 , J. B. Lippincott Compan)'. Peñarrocha M. Dolor orofacial, etiología, diagnóstico y tratamiento. Barcelona 1997, Masson Ed. Bascones A, Manso F]. Dolor orofacial: Diagnóstico y tratamiento. Madrid 1997, Ediciones Avances. jankelson RR. Neuromuscular dental diagnosis and treatmen/. St. Louis 1990, Ishiyaku EuroAmerica , Inc. Publishers.