la pérdida osea en la de rodilla y su manejo tanto en la implantación
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la pérdida osea en la de rodilla y su manejo tanto en la implantación
LA PÉRDIDA OSEA EN LA DE RODILLA Y SU MANEJO TANTO EN LA IMPLANTACIÓN PRIMARIA COMO EN LA PROTÉTICA DE REVISIÓN Dr. Oscar Hevia y Vaca* RESUMEN SUMMARY Esta revisión trata un problema que se ve cada vez con mayor frecuencia en nuestro medio, ya que tanto como han aumentado el número de prótesis de rodilla que se implantan, también ha pasado bastante tiempo desde la implantación de nuestras primeras prótesis, con el consecuente desgaste natural de los materiales empleados. This revision, is about a problem which is becoming more and more frequent in our land, not only because of the number of knee prosthetic implantations, but also due to the amount of time that passed since the first replacements took place, with the subsequent wear of the implant materials. Se trata de revisar en lo posible todos los factores involucrados en la pérdida de hueso y en su tratamiento. It is about the revision of all possible factors involved in the loss of bone and its treatment. Palabras Claves: La pérdida ósea. Key words: The bone loss. INTRODUCCIÓN conforme aumenta la población que se somete a artroplastías de reemplazo y también cuando el material del aparato protésico, ha llegado al límite de su vida útil. Desde Enero de 1991, cuando implantamos la primera prótesis total de rodilla, advertimos que en nuestro medio, la mayor parte de las personas acuden a cirugía, no solo cuando el dolor se torna insoportable, sino cuando también la deformidad se ha instaurado o aumentó considerablemente y la función lesa y pérdida muscular, hacen que la implantación de una endoprótesis sea extremadamente difícil, pues el cirujano, no solo tiene que confrontarse con el mal alineamiento del miembro, sino también debe prestar cuidadoso manejo a pérdidas óseas, tanto en fémur como en la tibia, que necesitan la restauración de la cinemática natural y el restablecimiento de una base de soporte satisfactoria. ¿EN QUÉ CONDICIONES SE PIERDE HUESO? Antes de entrar en detalles de cómo encarar la pérdida de hueso, tenemos que saber cómo se produce esta. En las enfermedades autoinmunes la pérdida de hueso, está decretada por el curso y la severidad de la enfermedad (Fig.1). Igualmente, el seguimiento estricto del paciente que se ha beneficiado con una prótesis, se hace muy difícil cuando todo va aparentemente bien y la detección de un aflojamiento temprano, se torna en un acto de suerte y la regla es prácticamente un defecto donde la lesión osteolítica ha sido tan agresiva que el segmento metafisario del hueso se ha debilitado y se ha producido una fractura o esta es inminente. Para ambos casos, deseamos compartir nuestra experiencia, en un problema que va en aumento, * Traumatólogo - Calacoto calle 21 N° 8226 • La Paz - Bolivia [email protected] Revista Boliviana de Ortopedia y Traumatología En los trastornos postraumáticos la pérdida ósea, estará determinada por la extensión y gravedad de la lesión y en cierto grado por el tratamiento (Fig.2). Volumen 17 Nº 1 Septiembre 2007 61 Esta pérdida mecánica, era considerable en las prótesis de bisagra (que eran las que se implantaban en los albores de la protética de rodilla, en el centro donde me especialicé en Alemania) y que además estaban cargadas de un índice muy alto de fallos por ser constreñidas; y la artrodesis que se efectuaba ante el fracaso, terminaba en un desnivel enorme con respecto a la extremidad contralateral. Igualmente en los tumores la destrucción ósea depende de la estirpe y localización del tumor (Fig.3). Otra causa de fallo protético por pérdida mecánica, constituyen los micromovimientos que ocurren en la interfase prótesis-hueso. Son los responsables de la pérdida aséptica del implante que se observa sobre todo bajo la bandeja tibial de las prótesis no cementadas, al no permitir el crecimiento óseo dentro del componente. El blindaje contra la sobrecarga sobre todo a nivel tibial, provoca aflojamientos por fracaso compresivo del soporte trabecular. Se forma cartílago bajo la placa tibial, lo que indica reparación de daño óseo. Este tejido cartilaginoso, sustenta una cubierta de hueso, que ha sufrido remodelado masivo y no es viable para crecer dentro de la prótesis, ni prestar soporte mecánico adecuado. En lo que se refiere a la pérdida de hueso que se produce tras la implantación de una prótesis total de rodilla, la causa más frecuente constituye obviamente la pérdida mecánica, que significa la resección que se efectúa durante la operación (Fig4). La osteolisis, (Lisis: Descomposición de una sustancia por rotura de sus enlaces químicos). Explica que a partir de partículas de desgaste, se produce una inflamación peri protésica, con pérdida secundaria de hueso. En este proceso están imbricados los factores cito químicos de la inflamación, como la estimulación de macrófagos y la subsiguiente secreción de Prostaglandinas, Factor de Necrosis Tumoral, Interleukinas, etc. Las partículas no solo causan erosión ósea sino pérdida focal y lineal de hueso. (Fig. 5) (Fig.4) 62 Volumen 17 Nº 1 Septiembre 2007 Revista Boliviana de Ortopedia y Traumatología Existen varios tipos de desgaste que llevan a la producción de partículas. Como desgaste se puede definir a la pérdida de material de superficies sólidas como resultado de la acción mecánica. El corolario es la pérdida de adhesión cohesiva dentro del material produciendo su fractura y eliminación de un fragmento. Cuando entre dos superficies que tienen contacto, la fuerza de atracción de uno de los materiales, excede la del otro, se produce un desgaste adhesivo. Este tipo de desgaste, sería la causa predominante de deterioro del polietileno del componente tibial. Si asperezas de un material blando carcomen fragmentos de un material duro, el desgaste ocurre por abrasión. Si se interpone una sustancia entre 2 superficies de contacto, se produce un desgaste de tercer cuerpo. Finalmente si la carga cíclica es repetida, el desgaste es por fatiga (Fig.6). También se produce osteolisis, cuando el metal liso adyacente al hueso, se expone a escombros de desgaste del implante. Esto se ve en implantes no cementados, que no están completamente revestidos de una capa porosa. Primero se forma una capa fibrosa en la interfase del implante liso y del hueso, luego se coleccionan escombros en este tejido fibroso, que llevan a la formación de un granuloma. El proceso osteolítico, tiene lugar en áreas, donde el componente y el hueso no están unidos por cemento o por penetración de hueso y en los sitios donde el hueso esponjoso no está cubierto por el componente. No hay que perder de vista a las infecciones como culpables de pérdida de hueso. Los Tumores, según su localización y estirpe celular, producirán pérdidas óseas. Finalmente la osteonecrosis, una forma rara pero dramática de pérdida de hueso, en su forma espontánea puede semejar una lesión meniscal y puede llevar a problemas clínicos y médico legales. La ON en la rótula, es generalmente secundaria a una lesión, que puede ser iatrogénica, por dejar a la patella sin aporte vascular. Resumiendo: se pierde hueso en la rodilla • En las enfermedades reumáticas • En los accidentes. • En la cirugía (por iatrogenia). • Por mala técnica en la implantación que lleva a Osteolisis. Hay dos tipos de defecto óseo que son consecuencia de la acumulación de partículas de escombro en el hueso periprotésico adyacente a un implante estable. Cuando los componentes han sido fijados rígidamente, como sucede en las prótesis constreñidas, la lesión se demarca produciendo un borde de hueso esclerótico alrededor y parece estar contenida por una barrera de neo formación ósea. Esta es la denominada Osteolisis Focal. Sin embargo a veces se desarrollan lesiones agresivas que impiden que la capacidad del hueso anfitrión contenga el fenómeno de migración de escombros, produciéndose una Osteolisis Expansiva que puede comprometer la integridad del hueso cortical adyacente. Revista Boliviana de Ortopedia y Traumatología • En las Infecciones. • En los tumores. • En la Osteonecrosis. ¿CÓMO SE CLASIFICAN LOS DEFECTOS OSEOS? Existen varias clasificaciones. Cuando tenemos en cuenta que se va a necesitar un injerto, los defectos son: • CONTENIDOS, es decir que el material a injertar, cabe enteramente en el hueso huésped. • NO CONTENIDOS, cuando el material a injertar debe ser anclado mecánicamente. Volumen 17 Nº 1 Septiembre 2007 63 Los defectos óseos producen deficiencias en el hueso que comprometen total o parcialmente su funcionalidad. Estos pueden ser: • Cavitarios, que no comprometen la integridad mecánica del hueso y pueden asentarse tanto en el tejido cortical como en el esponjoso (Fig.7) y problema, seleccionando una opción específica de tratamiento. Se aplica independientemente al Fémur (F) o a la Tibia (T). Existen marcas para la clasificación de los defectos: Por un lado, están los epicóndilos femorales, los cóndilos femorales posteriores y la rótula en relación a la línea articular. Por el otro, la cabeza peroneal y la tuberosidad tibial anterior. Así los defectos se pueden clasificar en: • Defectos Tipo I. Donde se observan defectos menores y el hueso metafisario está intacto. • En los Defectos del Tipo II, hay pérdida de hueso esponjoso en la metáfisis. La pérdida puede afectar uno de los cóndilos del fémur o de la tibia (IIa) o estar en ambos cóndillos o platillos (IIb). • Los Defectos del Tipo III, muestran compromiso del segmento metafisario. La pérdida de hueso acarrea una falla funcional del mismo y está asociada a daños ligamentarios o rotulianos adicionales. • Segmentarios, donde la cortical de apoyo del hueso está afectada y existe compromiso severo de la integridad mecánica (Fig.8). Estos 3 tipos, corresponden a la clasificación intraoperatoria, donde el hueso intacto, no necesita implantes provistos de vástago, el hueso lesionado, si debe ser manejado con aumentos y vástago y el hueso deficiente, que necesita aloinjertos, aumentos e implantes con vástago. Debemos considerar brevísimamente a los injertos. Se conoce como Autoinjerto al que es movido de una parte a otra del mismo individuo, también se llama Autólogo o Autógeno. Este y el isoinjerto, no presentan inmunogenicidad, todos los siguientes si lo hacen. El Aloinjerto, es el transferido entre dos individuos genéticamente diferentes de la misma especie. El Xenoinjerto, es el tejido de una especie, implantado a un miembro de otra especie diferente. Existen gradaciones y diferencias en la localización. Lo importante, es que dan una idea de lo que se puede esperar dentro de la cirugía. La clasificación radiográfica de los defectos, nos permite pensar en una solución estructural del 64 Volumen 17 Nº 1 Septiembre 2007 El Isoinjerto, será isogénico si se implanta de un gemelo monocigótico a otro. Será ortotópico si es anatómicamente apropiado, si no lo es se llama heterotópico. Puede ser fresco o preservado. Revista Boliviana de Ortopedia y Traumatología Su función puede ser mecánica por ejemplo en el caso de un injerto masivo femoral o biológica, si se desea proveer una matriz alogénica desmineralizada, con función osteoinductora. Los métodos de preparación, de conservación y manipulación afectan las propiedades del injerto. Las células vivas y sus productos, son las que activan el tejido huésped mediante factores bioactivos de la matriz. La capacidad de mantener el crecimiento del tejido depende de la respuesta de las células a las señales. La incorporación es compleja y depende del entorno del injerto. Su secuencia es: • Hemorragia • Inflamación • Revascularización • Sustitución y • Remodelación La incorporación es la habilidad del tejido transplantado de funcionar tan bien como el tejido original, manteniendo la integridad mecánica y la función, durante y después de la incorporación. defectos. La integración se produce entre los seis meses y un año. El autoinjerto de Hueso Cortical no vascularizado, provee apoyo estructural, es ligeramente osteogénico y revasculariza lentamente, es un hueso que persiste como débil, durante años o grandes porciones de el pueden persistir muertas, por largo tiempo. El autoinjerto de Hueso Cortical vascularizado, si es estable, cicatriza rápido y funciona independientemente de la cama huésped. Debe tener apoyo por fijación interna o externa. Sufre hipertrofia temprana y luego remodelación de acuerdo a la ley de Wolf (del estímulo local). La Matriz Osea Alogénica desmineralizada, revasculariza rápido, no provee apoyo estructural y en cuanto a su propiedad osteoinductiva, es moderada. Se reabsorbe con el tiempo y es remplazada por hueso. El hueso Alogénico Molido, es preparado en chips de 0,5 a 3 mm. de diámetro, hasta 1 cm. de espesor. Prestan apoyo osteoconductivo. El apoyo mecánico es escaso (Fig.9). Las funciones de los injertos son: Osteogénesis, que consiste en la formación de hueso sin indicar el origen celular, la Osteoinducción, es el reclutamiento de células mesenquemáticas que se vuelven primero cartílago y después hueso, con la intervención de proteínas morfogenéticas, factores de transformación de crecimiento, interleukinas y otros factores complicados de inducción que influencian la diferenciación de células mesenquimáticas en células formadoras de hueso. La Osteoconducción, es el proceso tridimensional de penetración de capilares neoformados, tejido perivascular y células osteoprogenitoras de la cama huésped hacia la estructura del injerto. Está determinada por la estructura del injerto, el aporte vascular del tejido blando y el ambiente mecánico además de las estructuras que lo rodean. Existen varios tipos de injertos y de acuerdo a ello el huésped presenta una respuesta. El Hueso Esponjoso transplantado autógenamente, es osteogénico, fácilmente revascularizable y se integra rápidamente. No provee soporte estructural, pero produce e induce a formación de hueso y estabiliza Revista Boliviana de Ortopedia y Traumatología Fig.9 El Aloinjerto Córticoesponjoso, provee apoyo estructural. Su índice de fractura es alto (16 a 50%). Si es masivo, como un fémur proximal p.ej. soporta Volumen 17 Nº 1 Septiembre 2007 65 el microtrauma de fatiga, mientras la carga cíclica produce lesiones que el tiempo no puede reparar, llevando al fallo de la matriz ósea. Los materiales sintéticos, que aportan matrices osteoconductivas como las cerámicas coralinas, los implantes de fosfato tricálcico, el colágeno, los polímeros ácidos polilácticos y poliglicólicos, etc., sólo merecen mención. La terapia genética, nos ofrece al presente, proteínas morfogenéticas recombinantes de hueso y otros factores de neoformación ósea. Existen también elementos osteoconductores y ahora que es posible clonar y secuenciar los genes será más fácil tener acceso a estos materiales a precios razonables, para rellenar defectos con técnicas mínimamente invasivas. Hace un par de años, un cultivo de cartílago autólogo, costaba alrededor de $US 8.000, un injerto masivo de fémur $US 15.000. Los precios han bajado algo, pero siguen siendo prohibitivos para nuestro medio. Por último, los avances en las técnicas de ingeniería para la obtención de ligamentos, cartílago, meniscos y para la reparación de nervios periféricos, van junto con los avances en la microcirugía y en la cirugía artroscópica y están relacionados con otros avances ligados al cultivo de células y al desarrollo de nuevos biomateriales. Hoy por hoy, se pueden obtener células madre a partir de células de la piel, sin tener que recurrir a embriones humanos para su cosecha. Este hallazgo, abre una gama infinita de posibilidades. Habiendo revisado la etiología y la clasificación de las fallas de hueso y los principios de los injertos, veremos: EL MANEJO DE LA PÉRDIDA OSEA EN LA PRÓTESIS PRIMARIA DE RODILLA. NUESTRO MÉTODO Desde las primeras implantaciones de prótesis, hemos visto una serie muy extensa de deficiencias que son comunes a la carga asimétrica excesiva particularmente en rodillas con mal alineamiento del eje. El colapso se produce lógicamente a nivel del platillo tibial en el lado compresivo de la carga, con hundimiento y aumento de la deformidad. Tratándose la mayor parte de las veces, de defectos cavitarios centrales contenidos del platillo tibial, hemos llevado a cabo una cuidadosa planificación preoperatoria, restableciendo en una viñeta el eje mecánico de la articulación en 0°. Las primeras prótesis que 66 Volumen 17 Nº 1 Septiembre 2007 implantábamos, requerían una laboriosa técnica para preservar la eminencia intercondílica y pese a ser tan demandantes intraoperativamente, en el tiempo mostraron que eran capaces de aceptar hasta pequeñas fallas en la técnica, sin aflojarse. Tenemos algunas, que llevan 15 años implantadas, sin mostrar aflojamiento franco. Los elementos de polietileno empero, deberán ser cambiados en no muy largo tiempo.(Fig.10) La premisa consiste en sacar tan poco hueso como sea necesario y dejar tanto como se pueda. En muy raras ocasiones, hemos tenido que liberar al semimembranoso para corregir un varo y es aconsejable comprobar repetitivamente con la prótesis de prueba la corrección que se desea alcanzar, para no extraer hueso en exceso. Nos cuidamos siempre de liberaciones extensas y preferimos siempre el uso de una prótesis de menor tamaño a la siguiente más grande, porque esto significa menor pérdida de hueso. En los defectos tibiales, no hemos usado cemento ni tornillos, sino injerto autólogo, proveniente del cóndilo femoral. Para ello y bajo el simple razonamiento de que el cóndilo que hizo la lesión es el que la reparará, es que después de su obtención de los cortes con la guía standard, lo despojamos de su capa cartilaginosa. En el momento de preparar la tibia, tenemos también mucho cuidado en retirar con cureta el área esclerótica subcondral del defecto. Si se encuentran lesiones quísticas, deben ser cureteadas y se rellenan con hueso esponjoso. Al fragmento de cóndilo sin cartílago que es una semiesfera de hueso esponjoso, le damos la forma del defecto tibial, lo cual se consigue sin mayor dificultad con el uso de gubias, el injerto debe ser comprimido contra el defecto, con suaves golpes de martillo sobre la prótesis de prueba tibial o algún elemento metálico plano, para permitir su compactación y anclado en el defecto sin producir fracturas. El modelado del injerto y el asiento impermeable sobre el defecto preparado, son los Revista Boliviana de Ortopedia y Traumatología pasos más importantes en el acto de rellenar defectos contenidos en el plateau tibial. Esto nos evitará la penetración de cemento en la interfase injerto - defecto. Una vez llenado el defecto, se procede a la implantación de la prótesis, poniendo especial énfasis en el retiro del cemento sobrante que extruye por efecto de la presión que se efectúa al fijar ambos componentes. En el momento de encementar el lado tibial, debe usarse el PMMA en forma austera. Yo lo hago, aplicando una capa muy fina sobre el componente tibial con una espátula, para impedir y no me canso de enfatizar, la temible intrusión de cemento en la interfase injerto - tibia, que nos invalidaría el deseado proceso de revascularización e integración posteriores. MANEJO DE LA PÉRDIDA OSEA EN LAS PRÓTESIS DE REVISIÓN Aquí el problema se dificulta, porque no solamente tenemos la falla estructural del órgano. Los elementos de cosecha de injerto, que debieron descartarse en la cirugía primaria, están ausentes. El costo y la obtención de cuñas para rellenar los defectos, hacen que esta cirugía esté vedada para gran parte de la población y aún para aquellos que ya hicieron el esfuerzo de costearse una prótesis. El riesgo de una fractura periprotésica cuando se realiza el retiro del implante o cuando este sale adherido a una gran porción de hueso metafisario y la catastrófica avulsión del ligamento rotuliano o su ruptura, los problemas de partes blandas, la corrección de la alineación y otras dificultades más hacen que este tipo de cirugías deban ser tomadas muy en serio. Aquí la premisa es: si piensas que podrás extraer el implante fácilmente porque parece flojo, ruégale a Dios que así sea. Si no, ruégale que lo puedas extraer primero sin gran pérdida de hueso y si tienes que perder algo, que no se fracture el mismo. Los factores a restaurar, fuera del fallo del hueso, son varios. Antes bastaba que un paciente volviera a caminar sin dolor después de recibir una prótesis. La limitación de movimiento, la dificultad para subir y bajar gradas y otra serie de dificultades, se tomaban con gusto, con tal de liberarse del dolor. Ahora en una revisión, se espera que no solo sea esta la meta que se busca, sino que el paciente retome un rango de movilidad adecuado, que le permita encarar las actividades diarias, sin ayuda de bastones ni muletas. Revista Boliviana de Ortopedia y Traumatología Esto es sólo posible, corrigiendo la línea articular y restaurando el tamaño del miembro, lo que proporciona la tensión adecuada de los ligamentos colaterales, a lo largo de un arco de movimiento lo más cercano posible a lo normal. Fig.11 El manejo de la pérdida ósea se puede encarar mediante prótesis hechas a medida, que no siempre se adaptan al paciente y que además son excesivamente caras. Los aumentos modulares, también lo son y es muy difícil conseguirlos, muchos son fabricados a medida y en el tiempo pueden presentar intranquilidad en el medio, con el consecuente aflojamiento o dislocación. Otra técnica consiste en el refuerzo del cemento, mediante tornillos o malla de alambre, que también llevan al aflojamiento temprano por el aumento de material en la zona. Los aloinjertos en este caso, son impredecibles. El uso de cemento como única opción para igualar deficiencias, no es recomendable en situaciones cuando la columna de cemento va por encima de los 5 mm. de altura y envuelve más de la mitad de cualquiera de los platillos de la meseta tibial. ¿Qué hacer entonces frente al hecho de que la metáfisis está vencida y presenta a estas alturas un stock óseo disminuido? El planteamiento del problema aborda la necesidad de dejar a esta estructura sin carga axial ni de torsión, o por lo menos aliviarla. La solución, consiste en transferir la carga de la cama esponjosa al reborde cortical, mediante un componente con una base de metal y un vástago. Serios estudios, han demostrado que un vástago de 70 mm. soporta alrededor del 30% de la carga total. (Fig.12). Volumen 17 Nº 1 Septiembre 2007 67 que se solucionó a la semana, con la llegada del mismo. Esto no quiere decir que ningún implante, haya sido revisado o removido por algún otro colega o en algún otro centro. Fig.12 Las especificaciones técnicas de cada implante, la posibilidad de usar aumentos tanto femorales como tibiales, los componentes de polietileno de diferente espesor, el factor de rotación a baja fricción con amortiguación, el poder variar dentro de la cirugía y estar en condiciones de decidir usar un modelo constreñido o uno standard, un modelo con diferentes longitudes de vástago que no limite las opciones de anclaje y muchas otras variantes; deben ser consideradas seria y sistemáticamente, antes de intentar la aventura de cambiar una prótesis floja o reparar un hueso insuficiente, pues es la prótesis que tiene que adaptarse al paciente y no el paciente a la prótesis. Generalmente, yo cemento todos los componentes con una sola dosis de PMMA, pero se necesita máxima concentración y cooperación del equipo. Importante es que antes de colocar la superficie articular de polietileno se debe hacer estricta limpieza de fragmentos de cemento o de hueso, que puedan haber quedado sobre la cápsula o en la canaleta posterior. RESULTADOS Hasta ahora, con las técnicas que hemos descrito líneas arriba, solo hemos tenido que revisar un implante y esto porque el importador se olvidó incluir el inserto de polietileno en su pedido a la compañía matriz, lo 68 Volumen 17 Nº 1 Septiembre 2007 Pese a no estar aconsejado el uso de aloinjertos en las personas de edad, no hemos encontrado por el momento otra alternativa que garantice la biocompatibilidad y la bioadaptabilidad del injerto autólogo, para restaurar los defectos contenidos de la tibia o el fémur, en las prótesis primarias. BIBLIOGRAFÍA 1. American Association of Tissue Banks: Standards for Tissue Banking. McLean, VA, American Association of Tissue Banks, 1966. 2. 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