corticoideoterapia
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Separata Julio/2003 11/23/04 1:29 PM Page 1 CORTICOIDEOTERAPIA Dr. Oscar D. Bruno Profesor Titular de Medicina y Asociado de Endocrinología Jefe de la División Endocrinología, Hospital de Clínicas Facultad de Medicina, Universidad de Buenos Aires Dr. Oscar D. Bruno 1 Separata Julio/2003 11/23/04 1:29 PM Page 2 CORTICOIDEOTERAPIA 2 INTRODUCCION HISTORIA La finalidad de esta revisión es la de proporcionar al lector un enfoque actualizado de nociones fisiológicas, fisiopatológicas y clínicas que le permitan un abordaje razonado y prudente del empleo de los glucocorticoides (GC) en medicina. Es bien conocido que el uso de estos esteroides hormonales como agentes terapéuticos puede ser de gran beneficio, o producir mucho daño. Por otra parte, a veces se exageran o restringen indebidamente sus indicaciones al no ponderarse de manera adecuada sus devastadores efectos deletéreos o contrariamente, por desconocer su maravilloso potencial terapéutico. Se tratará entonces de analizar las bases racionales indispensables para que el médico, actuando con sabiduría, no incurra en ninguno de aquellos dos extremos y pueda obtener el máximo beneficio posible para sus pacientes. Luego de una breve introducción histórica, se analizarán conceptos pertinentes sobre estructura química, regulación endógena de la secreción de cortisol y farmacología de los GC, se considerarán los signos de exceso glucocorticoideo y como minimizarlos y finalmente, se abordarán los problemas relacionados con la supresión crónica del eje hipotálamo-hipófiso-adrenal (HHA) y con la suspensión de una terapia esteroidea prolongada. La primera caracterización química de sustancias aisladas de la corteza adrenal fue descripta por Masson et al. en 1936 (1,2) quienes aislaron el llamado compuesto E (cortisona). Ya desde 1925, Hench había notado que en pacientes con artritis reumatoidea era muy común el hallazgo de astenia, debilidad muscular e hipotensión arterial sugiriendo participación suprarrenal en la enfermedad. También este autor postuló la existencia de una presunta sustancia antirreumática X, que sería deficitaria en pacientes con artritis reumatoidea y que se produciría en forma aumentada durante el embarazo y en la ictericia, lo que explicaría la mejoría clínica que estos pacientes experimentaban en esas situaciones. El primer estudio clínico sobre tres pacientes se realizó en 1941 empleando el extracto de corteza adrenal de Kendall llamado "cortina", pero fue totalmente negativo. Dr. Oscar D. Bruno La investigación sobre la química y efecto de las hormonas corticoadrenales se vió fuertemente estimulada en 1941 por el rumor que los pilotos de la Luftwaffe alemana eran capaces de volar a más de 40.000 pies (13.000 metros) de altitud porque recibían inyecciones de extractos de corteza adrenal convirtiendo al tema de algún modo en un problema militar y de seguridad (3). Así, para 1943 ya se había dilucidado la estructura de 28 esteroides derivados de la corteza adrenal (4). En los años siguientes continuaron los trabajos y para 1948 se pudo sintetizar una cantidad suficiente de compuesto E para su Separata Julio/2003 11/23/04 1:29 PM Page 3 CORTICOIDEOTERAPIA Figura 1: Estructura del cortisol y de los glucocorticoides más comunes. En el esquema del cortisol, los 21 átomos de carbono están representados por números y los 4 anillos por letras. Las flechas denotan los sitios de diferencias estructurales más marcadas con el cortisol. Dr. Oscar D. Bruno 3 Separata Julio/2003 11/23/04 1:29 PM Page 4 CORTICOIDEOTERAPIA uso terapéutico en la artritis reumatoidea (5). En 1950, las acciones básicas y efectos colaterales de la cortisona y el ACTH habían sido muy bien descriptos (6) y desde entonces el desarrollo y conocimiento sobre el uso clínico de los glucocorticoides no han cesado de expandirse. QUIMICA Y FISIOLOGIA DE LOS GLUCOCORTICOIDES Estructura Los glucocorticoides son moléculas de 21 átomos de carbono derivados de la estructura básica fundamental del ciclo-pentano-perhidrofenantreno. Todas las hormonas esteroides son sintetizadas en el organismo a partir del colesterol y tienen una configuración estructural de cuatro anillos interconectados (A, B, C y D). Tres de ellos tienen 6 átomos de carbono cada uno y el último, solamente 5. Los glucocorticoides endógenos tienen grupos cetona en el carbono 3º y en el 20º, están insaturados (doble ligadura) entre el 4to y el 5to en el anillo A y poseen una cadena lateral 17-β-CO-CH2OH. Los grupos 11-β-hidroxilo y 17-α-hidroxilo son fundamentales para la expresión de la actividad hormonal; de ellos, el 11-βhidroxilo parece ser necesario para la unión al receptor celular. En la figura 1 se puede observar la estructura básica glucocorticoidea y las diferencias entre los principales compuestos naturales y sintéticos habitualmente empleados en medicina. La hidrocortisona (cortisol) 4 Dr. Oscar D. Bruno es el principal glucocorticoide circulante producido por la corteza adrenal en el ser humano. Una de las características más asombrosa de los glucocorticoides es que cambios mínimos de estructura pueden resultar en importantes diferencias en su potencia y duración de acción. Tanto la cortisona (compuesto E) como la prednisona son 11-ceto-compuestos desprovistos de acción biológica como tales, aunque sí la tienen al ser transformados "in vivo" a los 11-hidroxicompuestos cortisol y prednisolona, respectivamente. La adición de una doble ligadura entre los carbonos 1 y 2 del anillo A del cortisol produce prednisolona que tiene 4 veces más actividad glucocorticoidea que el cortisol y sólo un poco menos de actividad mineralocorticoidea (MC). Si a ello se le agrega una 6-α-metilación se obtiene 6-α-metilprednisolona que tiene aún más actividad GC que la prednisolona pero bastante menos efecto MC. La fluoración incrementa significativamente la potencia GC, a la par que disminuye el efecto MC. La combinación de una 9-αfluoración con 16-α-hidroxilación resulta en un compuesto, triamcinolona, con mucho más efecto antiinflamatorio que el de la prednisolona, pero que no induce retención de sodio. La dexametasona es aún más potente y se emplea como tal o como fosfato sódico o acetato. La betametasona se diferencia de la precedente por la orientación del grupo metilo en posición 16, que se halla en posición beta en lugar de alfa. La doble fluoración de la prednisolona en posiciones 6 y 9 origina compues- 11/23/04 1:29 PM Page 5 CORTICOIDEOTERAPIA Cortisol plasmático (µg/100ml) Separata Julio/2003 horas Figura 2: Ritmo circadiano o nictemeral. Se representan las variaciones en la concentración plasmática de cortisol de un sujeto normal sobre muestras obtenidas cada 20 minutos durante 24 horas. Puede apreciarse el mayor número y amplitud de los episodios secretorios en las últimas horas nocturnas y primeras matutinas, y el fenómeno inverso con bajas concentraciones de cortisol en horas vespertinas y primera etapa de las nocturnas (basado en el estudio de Weitzman et al., ref. 7) STRESS Físico Psíquico RITMO CIRCADIANO BASAL CRH ACTH RETROCONTROL NEGATIVO CORTISOL Figura 3: Esquema del sistema de regulación del eje HHA. El texto sombreado representa los tres mecanismos básicos. Las Líneas llenas representan estimulación y las punteadas inhibición. Dr. Oscar D. Bruno 5 Separata Julio/2003 11/23/04 1:29 PM Page 6 CORTICOIDEOTERAPIA tos empleados sobre todo localmente como la flumetasona, halcinonida y clobetasol, de uso dermatológico o la beclometasona empleada como dipropionato en aerosol para procesos bronquiales. Otros corticoides de síntesis como el deflazacort, tendrían menor efecto hiperglucemiante y osteopenizante. En síntesis, en dosis antiinflamatorias equipotentes los derivados sintéticos del cortisol presentan la ventaja de inducir escasa retención de sodio, aunque otros efectos indeseables de exceso glucocorticoideo no han podido ser totalmente eliminados. Regulación de la secreción de cortisol El cortisol o hidrocortisona es el producto final fisiológico secretado por la corteza adrenal humana. Su producción diaria oscila alrededor de los 15mg en un sujeto adulto en circunstancias basales, pudiendo llegar a ser tan alta como 200-300 mg en situación de “stress” importante. La biosíntesis esteroidea se encuentra regulada por la adrenocorticotrofina (ACTH) hipofisiaria y ésta, a su turno, se encuentra bajo dependencia de la hormona hipotalámica liberadora de corticotrofina ("corticotropin releasing hormone"; CRH). En circunstancias normales, el ACTH es liberado por la adenohipófisis en forma pulsátil. Aunque el nivel plasmá- Figura 4: Esquema de la biosíntesis de cortisol en la adrenal humana. 6 Dr. Oscar D. Bruno Separata Julio/2003 11/23/04 1:29 PM Page 7 CORTICOIDEOTERAPIA tico de esta hormona varía de un minuto al otro es, en promedio, bastante más alto en las primeras horas del día que durante la noche, lo que configura una variación o ritmo nictemeral o circadiano (7) (figura 2). Todo estímulo agresivo o “stress” originado a nivel suprahipotalámico lleva a un incremento en la secreción hipotalámica de CRH y tal vez de otros péptidos como la arginina-vasopresina que vehiculizados a través del sistema porta hipotálamo-pituitario, provocan la descarga de ACTH. Los dos mecanismos descriptos para control de la secreción de ACTH están modulados por el sistema de retrocontrol ("feedback") negativo, que el cortisol liberado ejerce sobre la liberación y síntesis de CRH a nivel hipotalámico y de ACTH a nivel pituitario, aunque el último parece ser preponderante (figura 3). La acción esteroidogénica de ACTH puede ser antagonizada a nivel de sus receptores por moléculas de una familia de péptidos denominada “corticostatinas-defensinas” descriptos en diversos tejidos animales y humanos, cuyo rol es modulador del eje HHA e inmunodepresor por sus propiedades inhibitorias de la producción de citokinas (8, 9). Biosíntesis del cortisol Los esteroides suprarrenales son sintetizados a partir del colesterol siguiendo pasos biosintéticos complejos bajo control enzimático, delineados en la figura 4. Si bien la adrenal puede sintetizar colesterol a partir del acetato, utiliza principalmente el colesterol de la dieta transportado por las lipoproteínas plasmáticas de baja densidad (LDL). Los ésteres de co- lesterol son almacenados en gotas lipídicas bajo control de una esterasa y de una sintetasa. El ACTH estimula la esterasa e inhibe la sintetasa, llevando al aumento de la disponibilidad de colesterol libre necesario para la biosíntesis esteroidea. Las enzimas esteroidogénicas intervinientes forman parte del grupo de oxidasas conocido como citocromo P450 (que significa Pigmento 450, porque absorbe luz a 450 nm cuando es reducida). Citocromo P450 es un nombre genérico que abarca un amplio número de enzimas oxidativas, todas ellas con aproximadamente 500 aminoácidos y un grupo heme. La mayor parte de las enzimas de este grupo (poco menos de 200 en total) se encuentran en el hígado, donde metabolizan innumerables toxinas endógenas y exógenas, drogas, etc. En la esteroidogénesis adrenal intervienen sólo cuatro enzimas: 1) P450scc (scc: "side chain cleavage") que se halla en las mitocondrias y produce la apertura de la cadena lateral del colesterol (antes llamada 20,22 desmolasa), 2) P450c11, también mitocondrial que media las actividades 11-hidroxilasa, 18-hidroxilasa y 18-metil oxidasa, 3) P450c17 ubicada en el retículo endoplásmico, media la actividad 17-hidroxilasa y 17,20-lyasa y finalmente 4) P450c21 también situada en el retículo endoplásmico que actúa sobre la 21 hidroxilación, tanto de gluco como de mineralocorticoides. La 3ßOH-esteroide deshidrogenasa, no perteneciente al grupo P450, interviene en el paso de pregnenolona a progesterona o de 17-α-OH-pregnenolona a 17-α-OHprogesterona, ambas vías alternativas en la síntesis de cortisol. Dr. Oscar D. Bruno 7 Separata Julio/2003 11/23/04 1:29 PM Page 8 CORTICOIDEOTERAPIA Transporte del cortisol en sangre Luego de su liberación, el cortisol circula en el plasma en una concentración de 5 a 25 µg/dl (138 a 690 nmol/L), hallándose en dos estados físicos diferentes: libre y unido en forma reversible a proteínas. La fracción libre, alrededor de 10% del total, difunde pasivamente fuera del compartimiento vascular y a través de la membrana hacia el interior de la célula para iniciar la acción hormonal. La fracción unida es transportada en el plasma humano por una glicoproteina llamada transcortina o CBG ("corticosteroid binding globulin") que liga poco más del 80% del cortisol total y que tiene también afinidad por la progesterona; una porción mucho menor de la fracción unida lo está con la albúmina y sólo ésta es capaz de difundir al líquido extracelular que baña los tejidos. La fracción unida se encuentra en equilibrio con la fracción libre, pasando rápidamente a este último estado físico cuando es necesario para la acción hormonal. La CBG plasmática es una cadena peptídica única, sintetizada y segregada por el hepatocito, tiene un peso molecular de 52000, contiene 18 % de carbohidratos en 5 cadenas y una vida media plasmática de 5 días. Su concentración se ve aumentada por los estrógenos, el embarazo, la hepatitis crónica activa y disMEMBRANA CELULAR H CITOPLASMA HSP 90 HSP 90 NUCLEO ADN H Traslocación al núcleo H RECEPTOR Proteínas ERH H ARN polimerasa Respuesta Biológica Glucocorticoidea ARNm Síntesis de Proteínas Específicas Figura 5: Esquema de la acción de los glucocorticoides a nivel celular. H: Hormona; HSP-90: "Heat shock protein-90" (ver texto); ADN: Acido desoxirribonucleico; ERH: Elemento de respuesta hormonal del gen glucocorticoideo; ARNm: Acido ribonucleico mensajero (modificado de Baxter y Forsham, ref. 10). 8 Dr. Oscar D. Bruno Separata Julio/2003 11/23/04 1:29 PM Page 9 CORTICOIDEOTERAPIA minuida en presencia de un exceso de corticoides endógenos (sindrome de Cushing) o exogénos (terapia corticoidea crónica). La CBG constituye entonces el principal reservorio de cortisol en el plasma y sus cambios producen variaciones aparentes del cortisol circulante, aunque la acción biológica no varíe, ya que depende de la fracción libre. Los análogos sintéticos del cortisol no se unen a la CBG y sólo lo hacen laxamente a la albúmina, por lo que difunden a los tejidos en forma mucho más completa que el cortisol. Mecanismo de acción Para ejercer su acción biológica, el cortisol debe unirse a su receptor específico que se dimeriza. En realidad, el receptor se encuentra en el citoplasma en un complejo multiproteico con proteínas (inmunofilinas, calreticulina, otras) de alto peso molecular (90 Kd) denominadas “heat shock” ("heat shock protein": HSP-90) que impiden su traslocación al núcleo a menos que se una al cortisol, lo que provoca su disociación del complejo y exposición de zonas de la molécula con afinidad para el ADN. El receptor liga a la hormona con alto grado de afinidad y especificidad formando un complejo hormonareceptor (HR) que, a su turno, es capaz de unirse con alto grado de afinidad y especificidad con la región o elemento de respuesta a la hormona (ERH) de los genes que regula; esta unión altamente específica al ADN induce la activación de la síntesis de ARN mensajero catalizada por el aparato de transcripción (10) (figura 5); finalmente, el ARN mensajero codifica la síntesis de enzimas u otras proteínas que producen el efecto hormonal. Existen receptores específicos para el cortisol pero también puede ser ligado por receptores mineralocorticoideos, ya que ambos presentan similaridades estructurales en sus dominios de unión hormonal y también en los de unión al ADN. Esto explica la acción de retención de sodio o mineralocorticoidea del cortisol aunque la misma se ve limitada a nivel del nefrón distal por la acción de la enzima 11-β hidroxiesteroide dehidrogenasa tipo II que inactiva al cortisol, transformándolo en cortisona mediante sustitución del hidroxilo en posición 11-β por una cetona (ver figura 1). Entre los tejidos que poseen receptores específicos para el cortisol se encuentran: cerebro, fibroblastos, corazón, intestino, hígado, riñón, pulmón, retina, tejidos linfoideos, estómago, testículo, músculo liso y estriado. Otros tejidos no los tienen o los expresan en baja cantidad como la vejiga, vesículas seminales, próstata, útero, algunos fibroblastos y células linfoideas resistentes a la acción glucocorticoidea. Se ha descripto la existencia de numerosas variantes polimórficas o isoformas del receptor glucocorticoideo, que expresarían diferentes grados de sensibilidad a la acción hormonal (11). El mecanismo de acción que se acaba de detallar consiste en la activación de un factor de transcripción (receptor citosólico) por su ligando (cortisol) y su traslocación al núcleo para inducir una respuesta genómica lo que insume un tiempo prolongado (horas). En los últi- Dr. Oscar D. Bruno 9 Separata Julio/2003 11/23/04 1:29 PM Page 10 CORTICOIDEOTERAPIA Tabla 1 - Principales efectos biológicos del cortisol • Incremento de la gluconeogénesis • Disminución de la síntesis y aumento del catabolismo proteico • Aumento de la lipólisis • Inhibición de los linfocitos T • Disminución de la migración celular a sitios de inflamación • Supresión de interleukinas, linfoquinas y prostaglandinas • Disminución de la secreción de LH-RH, STH, LH y FSH • Retención de sodio (acción mineralocorticoidea) mos años se ha profundizado en el conocimiento de otro mecanismo de acción denominado no-genómico, que se ejercería a través de receptores de membrana de manera específica (en minutos) o inespecífica (en segundos), y que se aprovecha en el empleo de tratamientos en pulsos con altas dosis de GC (12). Metabolismo de los glucocorticoides Luego de ejercer su efecto metabólico, el cortisol es catabolizado en su mayor parte en el hígado derivando en la formación de compuestos desprovistos de acción biológica que son glucurono o sulfoconjugados y eliminados por el riñon bajo la forma de 17-hidroxicorticoides (17-OHCS). Una pequeña parte es 5-α-reducida y eliminada como dihidro y tetrahidrocortisol. Finalmente, una mínima fracción de cortisol biológicamente activo es filtrado por el glomérulo y eliminado por orina en una cantidad no mayor de 100 µg en las 24 10 Dr. Oscar D. Bruno horas; aunque en forma redundante, se llama a esta fracción "cortisol libre urinario" y coloquialmente lo conocemos por su sigla, "CLU". Su medición constituye un excelente parámetro de estimación del estado de la secreción endógena de cortisol. Acciones biológicas del cortisol En la Tabla 1 se resumen las principales acciones biológicas del cortisol. El término glucocorticoide tiene su origen en el efecto que estos esteroides ejercen aumentando la producción hepática de glucosa por estímulo de la gluconeogénesis con depresión simultánea de la síntesis proteica. Los glucocorticoides inhiben la incorporación de aminoácidos en las proteínas y ello aumenta los aminoácidos libres plasmáticos induciendo un incremento de sustrato para la gluconeogénesis hepática; puede existir asimismo aumento de la secreción de glucagon, que aumenta la liberación hepática de glucosa. Separata Julio/2003 11/23/04 1:29 PM Page 11 CORTICOIDEOTERAPIA Los glucocorticoides tienen acción lipolítica y antilipogénica contrarrestadas en el organismo por la insulina que es por el contrario, lipogénica y antilipolítica. La razón de la redistribución de la grasa en personas sometidas a exceso de glucocorticoides no es completamente conocida, pero puede ser debida a mayor respuesta a la insulina en regiones donde se deposita grasa (cuello, tronco, abdomen) y mayor sensibilidad a los esteroides en áreas donde se pierde grasa (extremidades). Los glucocorticoides inhiben la síntesis proteica, au- mentan su catabolismo y producen balance nitrogenado negativo. Hay disminución en el contenido proteico del músculo, hueso y tejido linfoide. Si bien en grandes cantidades los GC son capaces de inducir supresión de la respuesta inflamatoria e inmune, no es tan claro en que medida intervienen fisiológicamente en la modulación del sistema inmunológico. En exceso, son inhibidores de la respuesta a los antígenos, de la función de los linfocitos T, de la migración celular a los sitios de inflamación y también de la síntesis de CRH Citoquinas (IL-1, IL-2, TNF) ACTH Mediadores de inflamación (eicosanoides, PAF, serotonina) Cortisol Tejidos blanco Efecto estimulador Efecto inhibidor (modificado de Chrousos GP y Gold PW; ref. 15). Figura 6: Interacción entre el eje HHA y el sistema inmune. La activación del mecanismo de "stress" lleva a la supresión del sistema inmune vía inhibición por el cortisol del tráfico y función de las células inmunes. Por su parte, el sistema inmune activa el eje HHA mediante estimulación de la neurona CRH por citoquinas, y mediadores de inflamación. Dr. Oscar D. Bruno 11 Separata Julio/2003 11/23/04 1:29 PM Page 12 CORTICOIDEOTERAPIA mediadores celulares de la respuesta inflamatoria tales como las interleukinas, linfoquinas, activador del plasminógeno, prostaglandinas y otros eicosanoides. En general no interfieren con la producción de anticuerpos, pero son capaces de destruir algunas poblaciones linfocíticas e inducen disminución en la cantidad de linfocitos, monocitos y células eosinófilas en sangre. Todos estos efectos de los glucocorticoides sobre el sistema inmunológico son transitorios, no permanentes (13). En el organismo entero no es posible aislar totalmente los efectos biológicos directos del cortisol de los que se producen indirectamente, a través de la interacción del eje HHA con otros sistemas integrados de control y con diversos ejes hormonales. Al respecto, es importante analizar esta interacción por una parte con el sistema inmunológico y por otra con los ejes somatotropo, gonadotropo y tireotropo. β-endorfina LH-RH CRH LH, FSH ACTH Testosterona Estradiol Cortisol Tejidos blanco Efecto estimulador Efecto inhibidor (modificado de Chrousos GP y Gold PW; ref. 15). Figura 7: Interacción entre el eje HHA y el eje gonadotropo. La activación del mecanismo de "stress" lleva a la inhibición del sistema reproductivo mediante inhibición directa o indirecta de la neurona LH-RH por CRH, ACTH y glucocorticoides; además, los GC inhiben la secreción de gonadotrofinas y de hormonas gonadales y antagonizan los efectos de éstas sobre los tejidos. 12 Dr. Oscar D. Bruno Separata Julio/2003 11/23/04 1:29 PM Page 13 CORTICOIDEOTERAPIA Se ha demostrado que las interleukinas, en especial IL-1, y otras moléculas como el EGF ("epidermal growth factor"), TNF ("tumor necrosis factor") y PAF ("platelet activation factor") tienen un potente efecto liberador de CRH en cultivos de hipotálamo de rata. En los últimos años se ha delineado la existencia de una regulación recíproca e integrada del eje hipotálamo-hipófisoadrenal con el sistema inmunológico: STS GH-RH GH ante la activación del mecanismo de “stress” se produce aumento de cortisol que inhibe el tráfico y función de las células del sistema inmune; la producción de citoquinas y mediadores de la inflamación disminuye, al igual que su acción a nivel de los tejidos blanco. Recíprocamente, el sistema inmune puede activar el mecanismo de “stress” por estimulación, a través de linfoquinas y mediadores de la inflamación, de CRH STS TRH ACTH TSH Cortisol T4 IGF-1 T3 Tejidos blanco Tejidos blanco Efecto estimulador Efecto inhibidor (modificado de Chrousos GP y Gold PW; ref. 15). Figura 8: Interacción entre el eje HHA con los ejes somatotropo y tireotropo. La activación del mecanismo de "stress" lleva a la secreción de GH por activación de la somatostatina inducida por CRH, por acción directa del cortisol sobre la misma y por antagonismo periférico de GC con IGF-1. Similarmente, se produce inhibición del eje tireotropo por inhibición de TSH mediada por SMS y por acción directa de los GC sobre TSH y sobre la conversión de T4 a T3. Dr. Oscar D. Bruno 13 Separata Julio/2003 11/23/04 1:29 PM Page 14 CORTICOIDEOTERAPIA mecanismo ya que en circunstancias de “stress” hay supresión de la secreción de somatotrofina (STH) y resistencia de los tejidos blanco a la acción de esta hormona y de la somatomedina C (SMC) también conocida como IGF-1 (“insulin growth factor-1”). Esto se produce porque el aumento de CRH se acompaña de incremento de somatostatina (SMS) hipotalámica que inhibe la secreción pituitaria de somatotrofina y por acción directa del cortisol a nivel tisular antagonizando el efecto de STH Y SMC. De igual modo, la activación del eje HHA induce supresión de la secreción de TSH vía aumento de SMS, efecto reforzado directamente por el cortisol aumentado que también produce una disminución de la deiodación periférica de T4 a T3 (figura 8). la neurona productora de CRH y tal vez directamente, de la hipófisis y la corteza adrenal. De este modo, pareciera existir un sistema de “feedback” pleno entre el mecanismo de “stress” del eje HHA y la respuesta inmunológica e inflamatoria (14) (figura 6). En lo referente a la interacción con otros sistemas hormonales (15), la activación del mecanismo de “stress” del eje HHA lleva en primer término a la inhibición del eje reproductivo. Ello se debe a la supresión de la neurona de LHRH producida por CRH y cortisol y a la supresión de la secreción de LH y FSH directamente inducida por el cortisol, el que también actúa inhibitoriamente sobre la gónada (figura 7). También el eje somatotropo se ve afectado por dicho Tabla 2 - Clasificación de los glucocorticoides habituales según su duración de acción y potencia relativas Basado en el trabajo de Harter et al. (17) Duración de acción Corta: Cortisol Cortisona Prednisona Prednisolona Metilprednisolona Potencia Relativa GC MC Equivalencia en mg 1,0 0,8 4 4 5 1,0 0,8 0,5 0,5 0 20 25 5 5 4 Intermedia: Triamcinolona 5 0 4 Prolongada: Dexametasona Betametasona 25 30 0 0 0,75 0,60 Corta: 8-12 hs; Intermedia: 12-36 hs; Prolongada: 36-72 hs 14 Dr. Oscar D. Bruno Separata Julio/2003 11/23/04 1:29 PM Page 15 CORTICOIDEOTERAPIA Farmacología de los glucocorticoides La vida media o tiempo medio de desaparición (T1/2) del cortisol en sangre es del orden de 80 a 115 minutos. Para otros glucocorticoides el T 1/2 varía desde 30 minutos para la cortisona hasta 110-210 para la dexametasona o 200 para la betametasona, con valores intermedios para otros esteroides. No existe correlación entre T 1/2 y potencia glucocorticoidea. Por ejemplo, la prednisolona y la dexametasona tienen T 1/2 comparables pero la última es netamente más potente. De igual manera, no existe relación precisa entre T 1/2 y duración de acción. Esta puede más bien ser función de la dosis o cantidad del esteroide administrado y, por otra parte, los diversos efectos del corticoide pueden durar diferentemente como se observó en un estudio sobre pacientes con asma crónico del adulto en quienes una única dosis de 40 mg de prednisolona produjo respuestas de diferente duración, dependiendo del parámetro de función respiratoria que se midiera (16). Los glucocorticoides fueron clasificados por Harter (17) como de acción corta, intermedia y larga. Este autor estudió la duración de uno de sus efectos: la cantidad de tiempo durante el que el ACTH permanece suprimido por administración de dosis únicas de diferentes corticoides. Se empleó como parámetro el tiempo de recuperación de la respuesta esteroidea a la administración de metopirona. Los de corta duración se caracterizan por la recuperación de la secreción de ACTH luego de 8-12 horas, los de acción intermedia son supresores durante 12-36 horas y los de acción prolongada perduran en su efecto más de 48 horas, por lo general. En la Tabla 2 figuran los glucocorticoides de uso común, categorizados según su duración de acción, potencia glucocorticoidea y potencia mineralocorticoidea relativas. Obsérvese que al cortisol se le asigna el valor 1 como “standard de referencia” en relación a la cantidad de 20 mg; esta cantidad equivale a la secreción endógena diaria antes referida (aproximadamente 15 mg) pues se considera que al administrarse por boca, una parte no se absorbe ya que se pierde por el intestino. Las cantidades de los otros GC sintéticos que figuran en la Tabla 2 son aproximadamente equivalentes a la secreción endógena de cortisol. Sin embargo, esta conocida clasificación debe ser interpretada con prudencia, ya que el estudio de Harter fue realizado en un sólo sujeto y no toma en cuenta las probables variaciones individuales ni la posibilidad de diferente duración para otras acciones biológicas. Como el estudio se efectuó empleando dosis de corticoides con acción antiinflamatoria comparable, ello sugiere que la duración de supresión sobre la secreción de ACTH es independiente de dicha acción. Las escasas diferencias de T 1/2 entre los diferentes glucocorticoides contrastan con las marcadas diferencias que se observan entre ellos cuando se trata de la duración de acción y potencia biológica. Asimismo, la duración de supresión de ACTH excede el T 1/2 amplia- Dr. Oscar D. Bruno 15 Separata Julio/2003 11/23/04 1:29 PM Page 16 CORTICOIDEOTERAPIA Tabla 3 - Situaciones clínicas en que se emplean GC a dosis en rango fisiológico • Enfermedad de Addison • Insuficiencia anterohipofisaria • Etapa final de la suspensión de tratamiento GC crónico • Luego de exéresis de tumor adrenal productor de cortisol (síndrome de Cushing) • Luego de cirugía pituitaria por adenoma corticotropo (enfermedad de Cushing) • Tratamiento del síndrome hiperandrogénico (poliquistosis ovárica) • Tratamiento de la Hiperplasia Adrenal congénita (bloqueo C-21 hidroxilasa) mente, denotando la persistencia del efecto biológico mucho más tiempo que lo esperable si el efecto fuera función de la concentración plasmática. Este hecho puede explicarse por la persistencia del efecto intracelular del corticoide, más allá de su desaparición del plasma. El hígado desempeña un papel importante para la acción biológica de algunos corticoides ya que la misma está directamente vinculada a la presencia de un hidroxilo en C11 y el hepatocito es capaz de efectuar esta hidroxilación. Ello es imprescindible para que algunos compuestos 11-cetónicos como la cortisona y la prednisona sean hidroxilados en el carbono 11 y transformados en cortisol (hidrocortisona) y prednisolona, respectivamente. La cortisona por ejemplo, es ineficaz para el tratamiento tópico de afecciones dermatológicas; todos los esteroides para uso local o tópico son compuestos 11-hidroxilados. 16 Dr. Oscar D. Bruno Uso terapéutico de los glucocorticoides El cortisol y sus análogos sintéticos son poderosos agentes terapéuticos útiles en una amplia gama de situaciones clínicas en medicina. Es conveniente enfocar su uso según dos modalidades de dosificación que implican estrategias y objetivos diferentes: a) en dosis fisiológicas o, b) en dosis farmacológicas. a) En dosis fisiológicas: Esta situación corresponde al empleo de cualquiera de los GC en cantidades diarias que no superen el rango equivalente a la secreción normal de cortisol endógeno (ver Tabla 2); ella reconoce cinco indicaciones fundamentales que son: a) la enfermedad de Addison, b) la insuficiencia pituitaria, c) luego de la ablación de un tumor adrenal productor de cortisol o de la remo- Separata Julio/2003 11/23/04 1:29 PM Page 17 CORTICOIDEOTERAPIA ción selectiva de un adenoma pituitario causante de enfermedad de Cushing (en que la hipófisis normal ha sido sometida a supresión crónica por el exceso de cortisol endógeno), d) el cese de un tratamiento con dosis farmacológicas de glucocorticoides sintéticos y, e) como tratamiento del síndrome hiperandrogénico habitual y de la hiperplasia adrenal congénita (Tabla 3). Una descripción clínica de dichos trastornos rebasa los límites de esta monografía pero es de importancia recalcar algunos aspectos que son útiles para su comprensión. En las tres primeras, se emplean dosis de mantenimiento de cortisol (hidrocortisona) por boca, en dosis equivalentes o inferiores a la propia secreción endógena de esta hormona, pero nunca superiores a la misma. En segundo término, es necesario recordar que la enfermedad de Addison produce un grave déficit no sólo glucocorticoideo sino también mineralocorticoideo, ya que la corteza adrenal está comprometida en su totalidad por el proceso patológico (tuberculosis, adrenalitis autoinmune, etc.); esto no ocurre en las otras tres situaciones en las que la secreción de aldosterona, aunque ligeramente disminuida, se mantiene casi normal bajo la regulación del sistema renina-angiotensina. En tercer lugar, la supresión de un tratamiento farmacológico crónico con GC de síntesis incluirá una fase final de administración de baja dosis del preparado (en equivalencia de la secreción endógena) y/o su cambio a dosis de reemplazo de cortisol, antes de su suspensión definitiva; esto constituye una situación semejante a la in- suficiencia pituitaria (vide infra) y en ambas, al igual que en las otras mencionadas, ante una situación de “stress” importante el tratamiento es similar al de una crisis addisoniana. La dosis habitual de sustitución en la enfermedad de Addison es de 30 mg de hidrocortisona diarios distribuidos en una toma matinal de 20 mg al levantarse y una vespertina (17-18 hs) de 10 mg; habitualmente, es necesario agregar un derivado 9-α-fluorado, la fluorhidrocortisona que tiene un potente efecto de retención de sodio en dosis de 0.05 a 0.2 mg/día, en una toma matinal. Un efecto similar podría lograrse incrementando la dosis de hidrocortisona más allá de 60-70 mg/día pero esto se acompaña de signos cushingoides y otras alteraciones que contraindican este proceder. Se debe proveer al paciente de una identificación donde conste el diagnóstico y conducta a seguir ante una emergencia. La dosis de hidrocortisona debe duplicarse si existe algún proceso febril o doloroso de importancia y/o pasar a la vía parenteral si existieran vómitos o un estado nauseoso marcado. En caso de “stress” mayor (politraumatismo, cirugía, descompensación por falta de medicación o vómitos profusos) debe siempre emplearse la vía endovenosa colocando una inyección de 100 mg de hidrocortisona en forma rápida e instalando una perfusión de solución salina con este glucocorticoide, hasta completar 300 mg en las primeras 24 hs; las dosis se van reduciendo luego progresivamente, hasta llegar a la de mantenimiento. Dr. Oscar D. Bruno 17 Separata Julio/2003 11/23/04 1:29 PM Page 18 CORTICOIDEOTERAPIA En la insuficiencia pituitaria, la dosis sustitutiva necesaria de hidrocortisona es, en la inmensa mayoría de los casos menor que en el caso anterior bastando 20 mg diarios distribuidos en dos tomas, mañana y tarde; las normas preventivas y pautas anti-“stress” son similares a las de la enfermedad de Addison. La opoterapia sustitutiva se combina con aquella necesaria para suplir la insuficiencia tiroidea o gonadal con l-tiroxina (T4) por boca, estrógenos orales o transdérmicos y testosterona oral o inyectable, respectivamente. Hoy en día, se considera la posibilidad de tratamiento con somatotrofina recombinante en aquellos casos en los que se pueda probar fehacientemente su utilidad. La situación de cese de tratamiento corticoideo crónico o el postoperatorio luego de ablación de un tumor adrenal o pituitario causal de sindrome de Cushing son fisiopatológicamente similares a una insuficiencia pituitaria, por causa del bloqueo del eje HHA, variando el manejo clínico según la severidad y duración del mismo, como se verá más adelante. Por último, el hiperandrogenismo o síndrome hiperandrogénico (hirsutismo, acné, trastornos de ciclo menstrual y aumento de andrógenos séricos) constituye una indicación “farmacológica” de empleo de dosis “fisiológicas” de GC de síntesis. Se aprovecha aquí la noción sobre ritmo circadiano, administrando el GC en una sola dosis por la noche para reducir la fase principal de actividad nocturna del eje HHA, 18 Dr. Oscar D. Bruno induciendo una caída de los andrógenos adrenales hipófiso-dependientes. En esta situación clínica, observable con frecuencia en adolescentes y mujeres jóvenes, es común encontrar recelo ante la indicación de GC por parte de pacientes y familiares, dados sus conocidos efectos colaterales con el empleo de altas dosis. Es entonces función del médico disipar estos temores con una explicación simple, razonada sobre bases fisiológicas, que las pacientes puedan entender. b) En dosis farmacológicas: La terapia glucocorticoidea crónica ha sido empleada en diversas situaciones en que sus efectos anti-inflamatorios, inmunosupresores o ambos se han demostrado útiles para controlar las manifestaciones de enfermedades diversas. La lista es muy amplia e incluye colagenopatías, en particular el lupus eritematoso sistémico y la artritis reumatoidea, profilaxis y tratamiento de rechazo en transplante de órganos, asma severo, enfermedades alérgicas o por hipersensibilidad, sindrome nefrótico idiopático del niño, sarcoidosis, oftalmopatía endocrina, uveitis, tiroiditis subaguda de De Quervain y una amplia gama de enfermedades dermatológicas. En algunas situaciones clínicas (pénfigo, fenómeno de rechazo de transplante renal, colitis ulcerosa, angeitis, púrpura trombocitopénica idiopática, oftalmopatía de Graves, etc).se ha empleado la administración de megadosis en pulsos, para aprovechar los efectos extra-genómicos previamente aludidos Separata Julio/2003 11/23/04 1:29 PM Page 19 CORTICOIDEOTERAPIA En muchas de las enfermedades citadas en el parágrafo precedente, procesos inflamatorios agudos y crónicos juegan un papel predominante en la fisiopatología del trastorno. Tal como fue ya detallado al describir las acciones de los GC, la respuesta inflamatoria es compleja e involucra diversos tipos de células, mediadores, enzimas y respuesta vascular, en tanto el cortisol actúa modificando el desarrollo y perpetuación de la respuesta inflamatoria, por varios mecanismos. Un punto esencial a tener en cuenta es que los extraordinarios efectos antiinflamatorios e inmunosupresores de los GC se pueden obtener sólo en dosis altas, mayores que el equivalente de la secreción endógena de cortisol y mantenidas durante un tiempo prolongado. En estas condiciones, la terapia corticoidea se acompaña, en mayor o menor grado, de dos tipos de efectos indeseables: 1) desarrollo de signos de hipercorticismo o sindrome de Cushing y 2) desarrollo de supresión crónica del eje hipotálamo-hipófisoadrenal. 1) Hipercorticismo iatrógeno: difiere del sindrome de Cushing natural o espontáneo en algunos aspectos que han sido sintetizados en la Tabla 4. La obesidad, signos psiquiátricos y trastornos de la cicatrización son aproximadamente iguales en ambos tipos. Algunas de las diferencias anotadas pueden deberse a que, mientras la administración exógena de GC ocasiona supresión de ACTH pituitario, en la mayoría de los casos de sindrome de Tabla 4 - Principales efectos secundarios de los glucorticoides • Obesidad centrípeta, diabetes, hiperlipemia • Osteoporosis, miopatía, necrosis ósea aséptica* • Atrofia y estrías cutáneas, trastornos de cicatrización, paniculitis* • Hirsutismo, acné, irregularidad menstrual, impotencia • Glaucoma*, catarata posterior subcapsular* • Trastornos psiquiátricos, hipertensión intracraneana benigna* • Hipertensión arterial, edemas, hipokalemia • Ulcus péptico, gastritis, pancreatitis* • Inmunosupresión: infecciones bacterianas, virales, fúngicas • Detención del crecimiento y desarrollo • Supresión del eje HHA: hipocorticotropismo secundario * Virtualmente únicos en el hipercorticismo iatrógeno Dr. Oscar D. Bruno 19 Separata Julio/2003 11/23/04 1:29 PM Page 20 CORTICOIDEOTERAPIA Cushing espontáneo existe por el contrario hipersecreción de ACTH ya que 80 % del total son causados por un adenoma pituitario (enfermedad de Cushing) o por secreción ectópica de ACTH; no más de 20 % son originados en un tumor adrenal con secreción autónoma de cortisol y bloqueo de la secreción de ACTH. Ello explica la mayor frecuencia con que signos como hirsutismo, acné e irregularidad menstrual se observan en el hipercorticismo natural, debido a la hipersecreción asociada de andrógenos adrenales. De manera similar, la hipertensión arterial es más frecuente en la forma natural debido a incremento en la producción de mineralocorticoides o simplemente al efecto mineralocorticoideo del exceso de cortisol que es menor o del que están desprovistos los corticoides sintéticos. Por otra parte, cierto número de efectos secundarios de los GC han sido observados únicamente o preferentemente tras uso prolongado de altas dosis de preparados sintéticos, tal como ocurre con la catarata posterior subcapsular, la necrosis aséptica de la cabeza femoral y la hipertensión intracraneana benigna ("pseudotumor cerebrii"). Los GC producen osteoporosis a través de diferentes mecanismos: a) existe deficiencia de aporte de calcio por disminución de su absorción intestinal, de la de vitamina D, y también de la reabsorción tubular renal de este mineral, b) los GC estimulan la actividad de los osteoclastos lo que, junto a un incremento de PTH secundario al déficit cálcico, incrementan la resorción ósea y c) hay también reducción de la osteogénesis por caída de la pro- 20 Dr. Oscar D. Bruno liferación de osteoblastos e inhibición de la síntesis proteica y del efecto estimulante de hormonas gonadales (testosterona, estradiol) y de andrógenos adrenales, que están disminuidos. Algunos glucocorticoides de síntesis como el deflazacort han sido propuestos como menos osteopenizantes a dosis antiinflamatorias equivalentes a las de otros esteroides, aunque está propiedad ha sido controvertida (18, 19). Mención aparte merecen dos situaciones en que la corticoideoterapia puede ser particularmente perjudicial: en la niñez y durante el embarazo. El uso de corticoides en el niño puede acompañarse de inhibición del crecimiento y de la maduración ósea y somática en general (20) dados sus conocidos efectos sobre la secreción de somatotrofina y su antagonismo periférico con la acción de ésta y de la somatomedina C, descriptos anteriormente. El embarazo no es frecuente durante tratamiento farmacológico con corticoides por los efectos deletéreos que estos ejercen sobre el eje hipotálamo-hipófisoovárico. Sin embargo, cuando se debe controlar la corticoideoterapia en una mujer embarazada debe tenerse presente la mayor probabilidad de desarrollo de diabetes, hipertensión y retardo del desarrollo fetal (21); asimismo, existe mayor frecuencia de abortos espontáneos y partos prematuros. En ambas situaciones, niñez y embarazo, se deben observar al máximo los principios para la administración de GC con un aceptable riesgo de efectos colaterales que serán esbozados más adelante. Separata Julio/2003 11/23/04 1:29 PM Page 21 CORTICOIDEOTERAPIA Como corolario de este apartado, cabe señalar que un hecho de observación corriente es que diferentes pacientes desarrollan signos de hipercorticismo medicamentoso de diferente magnitud ante igual dosis y tipo de glucocorticoide empleado. Esto puede ser debido a probables diferencias individuales en la metabolización del esteroide administrado tales como: vida media plasmática, proporción de esteroide ligado y libre circulante o a diferencias de afinidad y capacidad del receptor GC vinculados a diferentes variantes polimórficas normales, como fuera señalado previamente. La vía de administración y tipo de corticoide influye considerablemente en el desarrollo de efectos secundarios como es dable observar con el uso tópico o por inhalación con los que dichos efectos suelen ser de mucho menor importancia. Sin embargo, ellos no están ausentes y dependen en gran medida de la sobreestimación de la cantidad a administrar o excesiva prodigalidad o profusión del uso tópico o de la frecuencia de las inhalaciones. Se ha descripto desarrollo de signos clínicos cushingoides o de hiperglucemia y glucosuria en casos aislados pero lo más importante es la posible reducción en la velocidad de crecimiento en niños tratados con corticoides inhalados que guarda relación con el grado de supresión del eje HHA (22-25). En algunos casos con signos netos de hipercorticismo por administración reiterada crónica de gotas nasales con vasoconstrictores asociados a GC el antecedente puede pasar desapercibido, por no considerar el paciente que dichas gotas sean medicamentos, a me- nos que la anamnesis sea orientada específicamente. 2) Supresión crónica del eje hipotálamo-hipófiso-adrenal: esta noción es bien conocida y se explica por la inhibición que los GC ejercen sobre la síntesis y liberación de CRH y ACTH, a través del mecanismo de “feedback” o retrocontrol. El problema más importante es saber cuanto tiempo de tratamiento, que tipo de GC y que dosis son necesarios para el desarrollo de supresión significativa y duración de la misma luego de suspendida la administración esteroidea. Estas no han sido ni son preguntas de fácil respuesta. En primer término, es importante señalar que dosis de reemplazo (fisiológicas) de GC no producen supresión del eje HHA, siempre y cuando sean administradas por la mañana temprano, mimetizando la variación circadiana. Por el contrario, dosis similares administradas en horario vespertino pueden producir caída de los niveles de cortisol plasmático al día siguiente. Esta noción es útil cuando se emplean bajas dosis nocturnas (a las 23-24 hs) de GC como tratamiento del sindrome hiperandrogénico para el que empleamos 16-α-metilprednisolona a razón de 4 mg/día o betametasona 0.3 mg/día, en dosis decrecientes, mantenidas hasta 1-2 años. En estas condiciones no existe desarrollo de signos de hipercorticismo ni osteopenia pero sí cierto grado de supresión del eje HHA que se recupera rápidamente luego de suspensión del tratamiento (24). El “stress” asociado con procedimientos Dr. Oscar D. Bruno 21 Separata Julio/2003 11/23/04 1:29 PM Page 22 CORTICOIDEOTERAPIA quirúrgicos o anestesia no debe ser motivo particular de preocupación en pacientes que fueron sometidos a este género de tratamiento. Al respecto, Danowski et al. (27) estudiaron 117 pacientes con sindrome hiperandrogénico que habían recibido 2.5-20.0 mg de hidrocortisona, 2-4 mg de triamcinolona, 0.75 mg de dexametasona o 5 mg de prednisona diarios por períodos de 1 a 72 meses. Luego de suspender el tratamiento dichas pacientes experimentaron 80 episodios de embarazo, cirugía, enfermedades agudas o procedimientos diagnósticos agresivos sin necesitar suplementos de glucocorticoides ni desarrollar signos sugestivos de insuficiencia suprarrenal. Naturalmente, el tiempo en que la supresión se desarrolla y el que tarda en recuperarse dependen de la dosis, tipo y duración de la administración del glucocorticoide. Un estudio en 4 pacientes demostró una disminución de la reactividad adrenal tanto a la inyección de ACTH como a la administración de metopirona tan pronto como 3 días después de haber recibido 100 mg/día de cortisol (28), aunque otras publicaciones muestran resultados discordantes, no hallándose respuestas anormales a la metopirona antes de por lo menos 15 meses de tratamiento (29). Sin embargo es muy difícil comparar diferentes estudios a causa de la diversidad de preparaciones, dosis y tiempo de administración. ¿Cómo se puede evaluar la función del eje hipotálamo-hipófiso-adrenal en un paciente que ha recibido glucocorticoi- 22 Dr. Oscar D. Bruno des?. Esta es una pregunta que los médicos se hacen a menudo a fin de dar un alta definitiva o frente a una situación de “stress” que pueda precipitar una crisis addisoniana. Se ha comprobado que existe buena correlación entre la respuesta máxima que sigue a la inyección e.v. de 250 microgramos (0.25 mg) de ACTH sintético (β-1-24 cosyntropin) con la concentración máxima de cortisol que puede observarse en el curso de la inducción anestésica o de cirugía. Así, este test podría predecir correctamente la necesidad o no de dar un tratamiento glucocorticoideo de cobertura en pacientes con antecedentes de tratamiento GC previo y que deben ser sometidos a cirugía: un incremento mayor de 7 µg/dl a los 60' con respecto a una concentración basal normal de cortisol, o que supere la cifra absoluta de 20 µg/dl, puede considerarse como compatible con una reserva corticoadrenal normal. Aunque el test de hipoglucemia insulínica es útil para evaluar la respuesta al “stress”, es también más agresivo y no exento de riesgos por lo que no debe ser empleado habitualmente. Se ha propuesto en los últimos años un test con dosis mínimas de ACTH sintético (1 microgramo) para evaluar la respuesta cortisólica en caso de sospecha de insuficiencia adrenal secundaria, que permitiría detectar grados menores de falla glandular (30). Sin embargo, en la mayoría de los casos el hallazgo de cifras basales normales de cortisol plasmático y urinarios junto a una evaluación clínica que demuestre normalidad y sensación de bienestar del paciente, suelen ser suficiente prueba de normalización de Separata Julio/2003 11/23/04 1:29 PM Page 23 CORTICOIDEOTERAPIA la función adrenal luego de supresión de tratamiento GC crónico. Por otra parte, como existen casos bien documentados de crisis addisoniana en pacientes que habían sido tratados con GC, es necesario prevenir esta complicación. Hemos visto que los datos clínicos de que se dispone no permiten identificar con certeza, según la duración de la corticoterapia previa, qué pacientes estarán predispuestos a desarrollar signos de insuficiencia y hasta estados de shock al ser sometidos a cirugía o hallarse cursando enfermedades importantes. Este plazo puede ser bastante corto. Se acepta que si una persona ha recibido dosis de GC equivalentes a 20-30 mg de prednisona por períodos mayores de 1 semana, puede tener supresión del eje HHA. Si la dosis es menor, ligeramente por encima del equivalente de la secreción endógena de cortisol, pero administrada por la mañana, puede existir supresión significativa luego de aproximadamente 1 mes. ¿Cómo actuar ante la duda? Se pueden hacer dos cosas: estudiarlos previamente con un test de ACTH o bien asumir que son pacientes expuestos a crisis addisoniana e indi- car tratamiento de cobertura con hidrocortisona parenteral en dosis útiles (50 a 300 mg en 24 hs, según la situación clínica). Esta última conducta es la más apropiada ante una emergencia. ¿Qué puede acontecer a una persona tratada crónicamente con dosis suprafisiológicas de GC al intentar reducir o suprimir el tratamiento?. Al conjunto de signos y síntomas que pueden aparecer en dicha situación se le conoce como "sindrome de deprivación esteroidea". Ellos son variados e incluyen, astenia, anorexia, náuseas, vómitos, mialgias, cefaleas, descamación de la piel, etc. (Tabla 5). Los signos pueden agruparse expresando principalmente un cuadro digestivo y un cuadro de intensa depresión psicofísica y revierten rápidamente al restituir o incrementar nuevamente la dosis de glucocorticoides. Es de interés señalar que muchos de los signos pueden presentarse en coincidencia con niveles plasmáticos normales de glucocorticoides y en pacientes que evidencian capacidad normal de respuesta del eje HHA (31). Por lo tanto, su desarrollo no depende de la desaparición o disminución acentuada Tabla 5 - Manifestaciones del síndrome de deprivación de glucocorticoides • Astenia, depresión, cefaleas • Anorexia, náuseas, vómitos, adelgazamiento • Fiebre, mialgias, artralgias • Piel seca con intensa descamación • Eritema nodoso • Mareos, hipotensión ortostática Dr. Oscar D. Bruno 23 Separata Julio/2003 11/23/04 1:29 PM Page 24 CORTICOIDEOTERAPIA de GC de la circulación, lo que no tiene aún una explicación adecuada. ¿En que tiempo se recupera el eje HHA luego de supresión de un tratamiento esteroideo?. Este tiempo es variable y nuevamente depende de la dosis, tipo, tiempo y modo de administración del preparado glucocorticoideo. Existen pocos estudios que hayan tratado de definir dicho tiempo. De ellos, el de Graber es uno de los más interesantes (32). Este autor investigó 8 pacientes en recuperación luego de cirugía por tumores adrenales causantes de sindrome de Cushing y 6 pacientes luego de suspensión de tratamiento GC, administrado por lapsos de 1-10 años. En todos ellos midieron los niveles de ACTH y de 17-hidroxicorticosteroides (metabolitos de cortisol) plasmáticos así como la respuesta de éstos últimos a la inyección de ACTH exógena, en forma repetida durante varios meses. De este estudio surge un patrón de re- cuperación que evoluciona en cuatro estadios más o menos bien definidos (Tabla 6): en el primero existen signos de deprivación esteroidea, concentraciones subnormales de ACTH y 17-OHCS basales y estimulados por ACTH exógena; en el segundo, se asiste a una recuperación de las concentraciones normales, y hasta supranormales, de ACTH plasmática, mientras el resto de los parámetros permanece deprimido; en el tercer estadio, gracias a la secreción de coticotropina endógena se mantienen valores basales normales de 17-OHCS, pero la corteza adrenal no es capaz de responder adicionalmente a un estímulo mayor con ACTH exógena; finalmente, en la última fase todos los parámetros recuperan su normalidad. Aunque este estudio no autoriza a extrapolar a todos los pacientes dichos lapsos, ilustra magníficamente sobre la secuencia y modo de recuperación del eje HHA previamente suprimido. Tabla 6 - Etapas en la recuperación de supresión del eje hipotálamo-hipófiso-adrenal por exceso glucocorticoideo. Basado en el trabajo de Graber et al. (32). Etapas 24 I (1 mes) II (2-5 meses) Corticoides en plasma u/orina ↓ ↓ Normales Normales Respuesta al ACTH ↓ ↓ ↓ Normal ACTH en plasma ↓ Normal o ↑ Normal o ↑ Normal Dr. Oscar D. Bruno III IV (5-9 meses) (>9 meses) Separata Julio/2003 11/23/04 1:29 PM Page 25 CORTICOIDEOTERAPIA ¿Qué estrategias pueden emplearse para reducir la incidencia de efectos colaterales y de supresión crónica del eje HHA por la terapia esteroidea?. Ya se ha visto que la administración matutina de corticoides disminuye el efecto supresor sobre el hipotálamo e hipófisis, al mimetizar de algún modo con esta forma de administración el ritmo nictemeral endógeno. Esta noción se emplea habitualmente en tratamientos crónicos con dosis farmacológicas de GC para reducir el efecto supresor sobre el eje HHA, aunque no disminuye el desarrollo de signos cushingoides. Otra conducta que puede adoptarse para minimizar la repercusión indeseable del tratamiento con GC es conocida como "terapia glucocorticoidea en días alternos". Se basa en haber observado la reducción de signos colaterales cuando, en lugar de administrar dosis cotidianas, la suma de dosis correspondiente a dos días es administrada en una vez, cada 48 horas. Esto disminuye la incidencia de facies cushingoide, depósito de grasa supraclavicular, obesidad, apetito excesivo, fragilidad vascular, trastornos de crecimiento en niños, intolerancia glucídica, susceptibilidad a las infecciones, etc. (33). También con esta modalidad de tratamiento existe una disminución neta de los efectos supresores sobre el eje HHA, en lo que coinciden diferentes autores que investigaron la respuesta a diferentes estímulos como ACTH, metopirona o hipoglucemia insulínica (34, 35). Sin embargo, aún con este sistema de administración puede haber supresión del eje HHA si el glucocorticoide admi- nistrado es de acción prolongada como la dexametasona (36). La terapia glucocorticoidea en días alternos ha sido empleada con éxito en una amplia gama de enfermedades tales como: artritis reumatoidea, pénfigo vulgar, sarcoidosis, sindrome nefrótico, nefritis lúpica, etc. La terapia glucocorticoidea en días alternos tiene sentido sólo si el tratamiento planteado va a ser de larga duración. En la fase inicial de tratamiento, o si el mismo va a ser corto aunque en altas dosis, es mejor recurrir a la administración cotidiana en dosis fraccionadas o en única dosis, según la situación. Si una vez logrado el control inicial de la situación que motivó la indicación de GC se decide mantener el tratamiento, es aconsejable pasar a la administración en días alternos toda vez que sea posible. No existe un plan óptimo de conversión del tratamiento. Esta deberá ser gradual y ajustada a la tolerancia individual realizándose mediante modificaciones de 25% de la dosis por períodos variables (de pocos días a semanas). La cantidad que se reduce un día se adiciona al otro, progresivamente, hasta concluir administrando la dosis total de 48 hs en un sólo día. En el curso de esta conversión pueden presentarse problemas tales como que el paciente se sienta muy decaído o presente signos de deprivación esteroidea el día de menor dosis o de suspensión de la misma; esto sucede sobre todo si el intento de cambio ha sido muy brusco y puede manejarse regresando durante algunos días al esquema previo, para luego intentar la Dr. Oscar D. Bruno 25 Separata Julio/2003 11/23/04 1:29 PM Page 26 CORTICOIDEOTERAPIA conversión más lentamente. Un esquema de conversión a partir de una dosis diaria de 40 mg de prednisona sería, p.ej.: 40/30, 50/20, 60/10. 70/5, 80/0, con intervalos de días a semanas; luego, podría intentarse una reducción de la dosis total. Otro problema que puede acaecer es el rebrote de signos de la enfermedad de base en el día "sin-corticoides", lo que puede ser muchas veces controlado empleando medicación complementaria como antiinflamatorios no-esteroideos en la artritis reumatoidea o sulfasalazina en la colitis ulcerosa. ¿Cómo suspender totalmente un tratamiento glucocorticoideo crónico?. Esta es una situación que suele provocar dudas, temores, ansiedad y aprehensión tanto en pacientes como en sus médicos. Ello es debido a los riesgos eventuales de tal suspensión: crisis addisoniana, sindrome de deprivación esteroidea o rebrote de la enfermedad de base. La comprensión, prevención y manejo de estas situaciones ha quedado delineada en los apartados precedentes. Cabe añadir aquí que no existen recetas especiales para lograr la suspensión definitiva del tratamiento esteroideo crónico en forma segura y sin riesgos para el paciente, pero esto puede ciertamente lograrse en casi todos los casos a condición de tener paciencia, ser progresivo en las modificaciones y mantener un excelente y comprensivo contacto médico-paciente. No hay modo de acelerar el proceso de recuperación del eje hipotálamo-hipófiso-adrenal y sólo el tiempo y el mantenimiento de dosis de GC bajas, dentro del rango de lo fisiológico, permitirán la recuperación gradual de la secreción endógena de cortisol. Los tratamientos de estimulación con ACTH para recuperar la atrofia suprarrenal son contraproducentes, pues es imposible ajustar la dosis de ACTH a rangos fisiológicos y lo que se induce es una estimulación excesiva en la producción de cortisol que mantiene el freno sobre el CRH hipotalámico y el ACTH pituitario, impidiendo la recuperación definitiva del eje. Se ha señalado la importancia de un excelente contacto médico-paciente para resolver exitosamente la situación que analizamos. En efecto, es habitual Tabla 7 - Recomendaciones para el empleo de glucocorticoides. Modificado de Thorn el al. (37). 1) Estime cuan seria es la enfermedad a tratar y si existen alternativas terapéuticas 2) Defina tipo de GC a utilizar, dosis y duración prevista del tratamiento 3) Considere la presencia de contraindicaciones: diabetes, osteoporosis, hipertensión arterial, trastornos psiquiátricos, tuberculosis, ulcus péptico, etc. 4) Cambie, desde que sea posible, a una terapia en dosis única matinal y en días alternados. 26 Dr. Oscar D. Bruno Separata Julio/2003 11/23/04 1:29 PM Page 27 CORTICOIDEOTERAPIA la presencia de un estado de dependencia psicológica del uso de los corticoides, con temor a la suspensión definitiva de los mismos. Los GC inducen por una parte un estado de euforia y por otra, efectos perjudiciales que se traducen por signos tales como astenia y debilidad muscular. Los pacientes tienden a tratar de mejorar esta última con aumentos de dosis que inducen una sensación transitoria de bienestar a costa de la agravación y perpetuación del cuadro. Suele ser extremadamente difícil, a veces imposible, romper este círculo vicioso mediante la mera indicación de la reducción de dosis si ésta no se acompaña de una explicación amplia y clara, en términos comprensibles para el paciente, no solamente de los efectos perjudiciales sino de la fisiopatología del trastorno y del modo en que se logrará la recuperación. Esta explicación debe ser continente y asegurar al paciente de que nada grave le acaecerá por la reducción y suspensión y que, por el contrario, su situación mejorará notablemente. Un modo habitual de mantener la seguridad del paciente y su familia es el contacto telefónico y visitas frecuentes al inicio del plan de reducción; ante toda situación de mayor temor y exigencia por parte del paciente se puede incrementar la dosis transitoriamente, volviendo luego a reducirla al cabo de algunos días. Una medida útil es el reemplazo de los GC que reciba el paciente por compuestos naturales de acción corta como la hidrocortisona, que permiten acelerar la recuperación. Cuando se llega a dosis de mantenimiento por debajo de 30 mg diarios de este preparado ya no existen riesgos por exceso esteroideo. En todos los casos, los pacientes deberán recibir cobertura anti”stress”, si fuera necesario. Recomendaciones antes de iniciar farmacoterapia glucocorticoidea: Dados los múltiples inconvenientes que puede generar el uso de un tratamiento farmacológico con GC, el médico deberá realizarse cierto número de preguntas, antes de iniciar el mismo. Ellas han sido resumidas en la Tabla 7. Una vez iniciado el tratamiento, ciertas medidas pueden ayudar a minimizar los efectos negativos. Entre ellas merece citarse: la eliminación de la dieta de los glúcidos de absorción rápida y el reparto proporcional de los hidrocarbonados en las comidas para contrarrestar el efecto diabetógeno de los GC, la administración de suplementos de calcio, vitamina D, dieta rica en proteinas y, adicionalmente, el control de todo estado hipogonadal inducido por GC para disminuir su efecto osteopenizante. SUMARIO Como resumen de esta monografía, se ha sintetizado en los puntos siguientes los principales aspectos o nociones que los médicos deberíamos tener presentes para el logro de un uso prudente y juicioso de la terapia esteroidea: 1) La hidrocortisona o cortisol es el glucocorticoide natural producido por la Dr. Oscar D. Bruno 27 Separata Julio/2003 11/23/04 1:29 PM Page 28 CORTICOIDEOTERAPIA corteza adrenal humana. Diversas sustituciones en su molécula inducen cambios en su acción biológica, en general un aumento de su acción inmunosupresora y antiinflamatoria, con reducción de su acción mineralocorticoidea. 2) No existe correlación entre vida media plasmática de un GC y vida media biológica o duración de acción. Asimismo, estos parámetros son variables en diferentes sujetos. 3) Los GC aumentan el catabolismo proteico, estimulan la gluconeogénesis y son diabetógenos, inducen lipólisis y redistribución de la grasa, son antiinflamatorios e inmunosupresores en dosis farmacológicas. Interaccionan con el sistema inmunológico bajo la forma de un sistema de “feedback”. Son capaces de inducir supresión no sólo del eje HHA sino del somatotropo, gonadotropo y tireotropo. 4) El sindrome de Cushing iatrógeno difiere en algunos aspectos del natural y presenta algunas complicaciones que le son propias como la necrosis ósea aséptica, catarata posterior subcapsular y "pseudotumor cerebrii". Las diferencias individuales en el desarrollo de efectos secundarios son probablemente debidas a variaciones en el metabolismo de los GC. 5) No se puede establecer con certeza el tiempo y dosis mínimas necesarias para producir supresión del eje HHA con diferentes GC. Dosis mayores al equivalente de la secreción fisiológica endógena de cortisol mantenidas más allá de 1-3 semanas podrían producirla 28 Dr. Oscar D. Bruno y los pacientes necesitarán tratamiento de cobertura si se ven sometidos a situaciones de “stress”. 6) La administración en dosis única matinal y la terapia GC en días alternos son medidas útiles para disminuir los efectos secundarios, pero no se deben utilizar en la fase inicial del tratamiento sino cuando se han logrado resultados, hay estabilización de la enfermedad de base y se planea una continuación a largo plazo. 7) Un cuadro de insuficiencia adrenal aguda puede desarrollarse si se suspende bruscamente un tratamiento crónico, pero es una rara eventualidad. Más frecuente es observar el sindrome de deprivación esteroidea, que se desarrolla al disminuir progresivamente la dosis de GC y que no guarda correlación con el nivel de corticoides circulante. 8) La recuperación del eje HHA luego de terapia GC crónica puede insumir más de 1 año y comienza por la restitución funcional del hipotálamo y la hipófisis, siguiendo luego las adrenales. Un tratamiento de "estímulo" con ACTH es innecesario y contraproducente. Se debe reducir gradualmente la dosis del GC en función de la respuesta clínica. Es fundamental un buen contacto médico-paciente. Separata Julio/2003 11/23/04 1:29 PM Page 29 CORTICOIDEOTERAPIA REFERENCIAS 1) Mason HL, Myers CS, Kendall EC. The chemistry of crystalline substances isolated from the suprarenal gland. J Biol Chem, 114: 613, 1936. 2) Mason HL, Myers CS, Kendall EC. Chemical studies of the suprarenal cortex. II. 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