LA DOBLE CONTAMINACIÓN EN EL LIBRO POPOL VUH
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LA DOBLE CONTAMINACIÓN EN EL LIBRO POPOL VUH
UNIVERSIDADE FEDERAL DA PARAÍBA CENTRO DE CIÊNCIAS HUMANAS, LETRAS E ARTES DEPARTAMENTO DE LETRAS ESTRANGEIRAS MODERNAS CURSO DE LETRAS – ESPANHOL LA DOBLE CONTAMINACIÓN EN EL LIBRO POPOL VUH: la imposición versus la resistencia JOAQUIM LOPES VIEIRA Orientador: Prof. Dr. Juan Ignacio Jurado-Centurión López João Pessoa, DEZEMBRO/2011 JOAQUIM LOPES VIEIRA LA DOBLE CONTAMINACIÓN EN EL LIBRO POPOL VUH: la imposición versus la resistencia Monografia apresentada ao Curso de Licenciatura em Letras da Universidade Federal da Paraíba como requisito para a obtenção do título de Licenciado em Letras – Espanhol. Orientador: Prof. Dr. Juan Ignacio Jurado-Centurión López João Pessoa, DEZEMBRO/2011 Catalogação da Publicação na Fonte. Universidade Federal da Paraíba. Biblioteca Setorial do Centro de Ciências Humanas, Letras e Artes (CCHLA). Vieira, Joaquim Lopes La doble contaminación en el Libro Popol Vuh: la imposición versus la resistência. / Joaquim Lopes Vieira. - João Pessoa, 2011. 55 f. : il. Monografia (Graduação em Letras) – Universidade Federal da Paraíba Centro de Ciências Humanas, Letras e Artes. Orientador: Prof. Dr. Juan Ignacio Jurado-Centurión López 1. Literatura. 2. Cultura pré-colombiana. 3. Estudos culturais. I. Título. BSE-CCHLA CDU 821.134.2(7/8) A mi familia, a mis amigos y amigas, y a mis profesores, por el incentivo que me han ofrecido AGRADECIMIENTOS A mi tutor Profesor Juan Ignacio Jurado-Centurión López que mucho me ha ayudado en el momento de las dificultades encontradas en la academia, el que me incentivó a continuar los estudios literarios y reavivó mi gusto por la literatura. Su manera de pensar me ha provocado admiración por su gran conocimiento, el cual me sirvió de mucho para comprender el mundo a través de una nueva visión. A él le ofrezco mi respeto, mi admiración y mi idolatría por mostrar que es un profesor que sabe enseñar con énfasis en la evolución intelectual del alumno y en el progreso académico. A mi profesora Maria Luiza que fue la persona que me inspiró a comenzar este trabajo científico a través de sus clases. Sus consejos me ayudaron mucho en la resolución de cuestiones respecto al curso y a las asignaturas que me han provocado mucho estrés y estaba presente en los momentos de dificultades en los primeros periodos del curso. Supo criticar de manera positiva, estas críticas fueron responsables por mi progreso intelectual. A ella le debo mi admiración, respeto y mi eterna gratitud. A la profesora María Hortensia por haber conquistado a todos los alumnos con su método de enseñanza y su manera de ver la lengua española en su funcionalidad y aplicabilidad. Mis sinceros agradecimientos por su esfuerzo el de siempre producir clases que motiven y estimulen al alumno, por su consideración con mi desempeño lingüístico. Igual que a los otros discentes, sin excluir ninguno de ellos, que les daba atención y consideraba sus esfuerzos. A ella le ofrezco mis aplausos. A la profesora Andrea Ponte por su contribución en el desempeño intelectual y crítico, la cual apareció en un momento en que estaba desmotivado. A ella le dedico también mi gratitud por la ayuda ofrecida y por su dedicación durante el desarrollo del curso. A la profesora Ana Berenice por su cariño y motivación en los primeros periodos. Ella fue la persona que nos guió y aconsejó, mientras éramos alumnos principiantes, sobre los desafíos que como alumnos, pasaríamos a lo largo del curso de Letras – Español. A ella le agradezco y le expreso mi admiración y cariño. Mi sincero agradecimiento a la profesora María del Pilar Roca que contribuyó con su evaluación y metodología. Sus aplicaciones relacionadas a las autoevaluaciones me ayudaron en el proceso de aprendizaje. Expreso de manera especial mi gratitud a las profesoras Betânia Passos, Maura Dourado por haber dejado su legado sapiencial que me ayudó a reflexionar sobre los medios de producción científica; y a las profesoras Sandra Luna y Genilda Azeredo, la cuales empezaron en el curso con las bases del análisis literario y definieron los conceptos de Literatura. A la profesora Liane Schneider por sus clases introductorias del estudio de la traducción y de la mujer dentro de la Literatura. Otro agradecimiento especial dedico a la profesora Rosilma Diniz que me ayudó con su simpatía, apoyo técnico e incentivo académico para la realización de esta monografía. A mis padres por haber creído en mi esfuerzo y ayudado a sobrevivir aunque lejos de mi casa. Por haberme auxiliado en la búsqueda por mi sueño de lograr una profesión, por más que sepa que es una profesión difícil. A mi tía Maria do Socorro por los consejos que me ha ofrecido, por su compañía y ayuda en el momento en que llegué por primera vez en esta Universidad. A mis amigas de curso (Josineide, Maria José, Erika Zoraia, Dayene Moreira, Dayanna Lins, Elizabete Monteiro, Monykue Monteiro, Josilane, Jailsa, Ana Paula, Emanuela, Elaine, Christiane, Edilane Ferreira (a ésta por aconsejarme sobre algunos problemas), Josivânia, Clis, Liliane, Monya, Isabela, Luana Lucena e Keila Jansen) que creyeron en mi esfuerzo. A mi amigo Paulo Vicente por haberme acogido y ayudado en mi adaptación en el ambiente universitario y por medio de él conocí varios rincones y un poco del sistema de la Universidad. A mi amigo Valdeci Clementino porque me ayudó con su esperanza y fe, además de inspirarme con su ejemplo de vida. A mi nuevo amigo Adriano Borges de Nova Lima, Minas Gerais, que por más que esté lejos, por medio virtual me trajo ayuda con apoyo moral, sicológico y los estudios lingüísticos. A él le debo mi cariño y admiración. A mi amigo Michel Alves debido a haberme apoyado en mis decisiones más complejas, por el apoyo moral y sicológico, y por el sentido crítico y discursivo, y a mi amigo Ramísio Vieira por su cordialidad y ejemplo de estudiante dedicado. A las asistentes sociales de COAPE – Coordenação de Assistência e Promoção Estudantil – que además me incentivaron a seguir con el curso y expandirlo hacia la maestría. Respeto aún a este sector de la Pró-reitoria, expreso en este apartado de la monografía; mi agradecimiento a la Profª Wilca y al Prof. Cleber. A la ex-coordinadora, la profesora Lúcia del Curso de Letras por el hecho de, dócilmente, haberme auxiliado en las opciones e informado de las ventajas del referido curso, y a los nuevos coordinadores, especialmente, al funcionario Sergio. A Jesucristo, Nuestro Señor, por su ayuda y protección divina en los momentos de grandes angustias y soledad. Gracias por alumbrarme y haber hecho grandes maravillas tales como permitirme que aprobara en la selectividad de la UFPB, conocer a personas maravillosas, ganar una beca y muchas de las innumerables cosas que ocurrieron durante este inolvidable periodo de mi vida. “Todo pasa y todo queda Pero lo nuestro es pasar, Pasar haciendo caminos, Caminos sobre el mar, (…) Caminante, son tus huellas El camino y nada más; Caminante, no hay camino, Se hace camino al andar. Al andar se hace camino Y al volver atrás. Se ve la senda que nunca Se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino Sino estelas en la mar…” (Cantares, Antonio Machado, 1875-1939) RESUMEN El choque cultural, que significó el encuentro de los protagonistas de lo que a partir del empecinado proyecto de un navegante genovés, en el espacio geográfico que vendría a ser denominado desde entonces Nuevo Mundo, tuvo como consecuencias directas la represión y la consiguiente destrucción de los valores esenciales de las principales culturas precolombinas. Bajo la visión tradicional, esta cultura hegemónica relegaría las otras a una posición subalterna. Rompiendo con esta visión “oficial” de la historia, algunos autores como José Miguel Oviedo y Federico Navarrete nos brindan ideas que sirven de apoyo teórico para explicar el efecto de doble contaminación en los textos indígenas. Notablemente, se puede verificar esta influencia bipolar, una cristiana y otra maya, a través de las semejanzas entre la Biblia y el Libro Sagrado de este pueblo indígena, el Popol Vuh. A partir de los estudios, principalmente, de estos dos escritores mencionados se observa que hubo una resistencia de los primeros habitantes de Nueva España frente a los primeros navegantes. La cultura que parecía ser inferior se adaptó a las condiciones de la cultura invasora dominante para escapar de la persecución y de los castigos. La habilidad de sobrevivir de la civilización resistente y los recursos de la superior, tales como la escritura o religión, promovieron la preservación de las tradiciones antiguas, y uno de estos fue el ya citado Popol Vuh. Semejanzas como éstas que tradicionalmente no son comentadas por los historiadores deja al mundo una cuestión abierta: no se deben subestimar las culturas inferiores -, que sirven de apoyo a los estudios culturales e investigaciones de alumnos de literatura. Palabras-claves: literatura; culturas precolombinas; estudios culturales; RESUMO O impacto cultural, que significou o encontro dos protagonistas a partir do obstinado plano de um navegante genovês, no espaço geográfico que viria a ser denominado desde então Novo Mundo, teve como consequências diretas a repressão e a conseguinte destruição dos valores essenciais das principais culturas pré-colombianas. Sob a visão tradicional, esta cultura hegemônica relegaria as outras a uma posição subalterna. Rompendo com esta visão “oficial” da história, alguns autores como José Miguel Oviedo y Federico Navarrete nos oferecem ideias que servem de apoio teórico para explicar o efeito de dupla contaminação nos textos indígenas. Notavelmente, pode-se verificar esta influência bipolar, uma cristã e outra maia, através das semelhanças entre a Bíblia e o Livro Sagrado deste povo indígena, o Popol Vuh. A partir dos estudos, principalmente, destes dois escritores mencionados observa-se que houve uma resistência dos primeiros habitantes da Nova Espanha frente aos primeiros navegantes. A cultura que parecia ser inferior adaptou-se às condições da cultura invasora dominante para escapar da perseguição e dos castigos. A habilidade de sobreviver da civilização resistente e os recursos da superior, tais como a escrita ou religião, promoveram a preservação das tradições antigas, e um destes foi o já citado Popol Vuh. Semelhanças como estas que tradicionalmente não são comentadas pelos historiadores deixa ao mundo uma questão aberta: não se deve subestimar as culturas inferiores -, que servem de apoio aos estudos culturais e investigações de alunos de literatura. Palavras-chaves: literatura; culturas precolombinas; estudios culturales; LISTA DE ILUSTRACIONES FOTO1 El tlacuilo haciendo sus dibujos 36 FOTO 2 Primera Misa de Hispano-América 40 SUMARIO INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………….. ..12 CAPÍTULO I - CONTEXTUALIZACIÓN DE LA RELIGIÓN CRISTIANA Y LA MAYA……………………………………………………………………………………..14 1.1 - La religión cristiana………………………………………………………………...14 1.2 - La religión maya…………………………………………………………................17 CAPÍTULO II - CULTURAS DIFERENTES, CREENCIAS CASI IGUALES……..19 CAPÍTULO III: LITERATURA Y RELIGIÓN……………………………………….23 CAPÍTULO IV: EL PROCESO DE TRANSPOSICIÓN DE LOS TEXTOS RELIGIOSOS Y LITERARIOS DE LOS MAYAS POR LOS EUROPEOS………..29 CAPÍTULO V: LA SOBREVIVENCIA DE UNA CULTURA O DE UNA POBLACIÓN……………………………………………………………………………..33 5.1 – La aculturación……………………………………………………………………..33 5.1.1 – Medios promovedores de la aculturación………………………………………….35 5.2 – Dos versiones de la historia………………………………………………………...37 5.3 – Adaptación de los textos como medio de sobrevivencia………………….............39 5.3.1 – Doble contaminación sobre el Popol Vuh…………………………………………41 CONSIDERACIONES FINALES………………………………………………………46 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS………………………………………………….49 APÉNDICES……………………………………………………………………………...52 APÉNDICE A: Semejanzas entre la Biblia y el Popol vuh……………………...........53 APÉNDICE B: Tabla de los nombres de los libros mayas……………………............54 12 INTRODUCCIÓN: Las supuestas semejanzas entre el libro de los quichés, el Popol Vuh, y la Biblia cristiana provocaron nuestra inquietud sobre el porqué de existir tales similitudes. Estudiamos, por eso, el proceso de transculturación que se produjo con la llegada de la cultura europea, puesto que es una manera de explicarlas a partir de las posibles influencias de la cultura occidental y de las tradiciones de los quichés 1. Fue en la asignatura de Literatura Hispanoamericana I en la que surgió la idea de estudiar el porqué de las obras Popol Vuh y la Biblia presentar una posible semejanza entre hechos que narran el proceso de formación del mundo y del hombre. La motivación para la producción de este trabajo científico parte también de la necesidad de expresar y defender que el conocimiento que tienen los indígenas, que, aún no es, a nuestro modo de ver, suficientemente, valorizado en los estudios literarios, y tampoco los historiadores dan la debida importancia a la autonomía de las civilizaciones precolombinas. Se pretende dejar, con las limitaciones de este trabajo académico, la ansiedad de la continuación de futuros estudios respecto a este tema que tanto la historia oculta como la muestra de manera superficial. Más allá de estas semejanzas, sostenemos la hipótesis de que hubo una doble “contaminación”2 en el Popol Vuh, por el hecho de tener al mismo tiempo elementos de la cultura y religión de los pueblos quichés y elementos de la religión cristiana, es decir, una influencia de dentro – caracterizada por la creencia y valores culturales de los quichés – y otra de fuera – o sea, los rasgos del cristianismo. Y para eso nos basamos principalmente en José Miguel Oviedo, para argumentar este choque cultural; en Serge Gruzinski para defender la imposición cristiana; y en Federico Navarrete para corroborar la idea de que los indios adaptaron los textos para sobrevivir y conservar sus creencias y valores. Además con este estudio, mostraremos que tales semejanzas, referentes a la creencia humana, se verifican en las dos culturas como una manera de expresar lo que Mircea Eliade llama “experiencia religiosa”3, es decir, son similitudes comunes a casi todas las civilizaciones. 1 Quichés es la denominación de una de las familias de los mayas. 2 Término adoptado por el escritor Antonio Cornejo Polar, en la obra O Condor Voa y por Gruzinski, en su obra La colonización de lo imaginario. 3 Término de Mircea Eliade, en su obra Lo sagrado y lo profano. 13 Nuestro objetivo así es verificar si es posible confirmar la idea, como ya observamos, de que no solo el texto fue creado bajo la influencia de la acción de los religiosos cristianos a través de las enseñanzas de éstos últimos, sino también con la intención de perpetuar sus creencias y ser aceptados dentro de la nueva sociedad que los españoles estaban implantando, como argumenta Federico Navarrete. Además, por el hecho de existir, por parte de algunos religiosos como el franciscano Fray Diego de Landa, que en un acto que podría ser considerado dentro del marco de la ambivalencia promulgada por los actuales estudios culturales, tuvieron la preocupación de preservar el legado histórico del pueblo maya. Buscaremos también mostrar evidencias de la resistencia de la creencia maya en los textos producidos por un grupo de descendientes que fue alfabetizado en castellano o en latín, la lengua cristiana, por estos religiosos. Creaciones literarias, como por ejemplo, el Popol Vuh que es la base de nuestros estudios. Consideramos que la “conversión” fue un medio de escapar de la masacre de los invasores españoles. Por esta razón es factible pensar que en un principio ésta fue el modo de sobrevivir más conveniente y al mismo tiempo de conservar sus creencias y sus historias, pues incluso con la invasión y la represión de los invasores españoles existió una preservación de sus creencias ancestrales. Algunas de ellas presentes hasta hoy en las comunidades remanecientes mayas. Este trabajo de investigación no solo va a ser una base para los futuros estudios sobre las culturas precolombinas sino también servirá de elemento atractivo de atención para los alumnos o peritos en el área de la literatura hispanoamericana colonial. Y aún podemos con este trabajo hacer que los estudios literarios sobre la cultura maya ganen importancia para los estudiantes de literatura en general. 14 CAPÍTULO I - CONTEXTUALIZACIÓN DE LA RELIGIÓN CRISTIANA Y LA MAYA En este capítulo, estudiamos los rasgos de las dos religiones: maya y cristiana, que sirven de base para nuestra investigación como medio de fornecer informaciones que son relevantes para entender que existe una semejanza entre ellas, y demostrar que los indígenas mayas tuvieron una supuesta “contaminación” de la cultura occidental a la hora de redactar los textos indígenas. 1.1 - La religión cristiana Antes de empezar nuestro estudio sobre cómo sucedió la contaminación del Popol Vuh, por la religión cristiana, haremos una semblanza de los aspectos principales de la religión cristiana en el intento de facilitar el entendimiento de esta influencia de una religión sobre la otra. Es importante conocer el camino paralelo que llevaron la conquista espiritual y la militar para que podamos entender el proceso de catequización de los indígenas y sus consecuencias. Sabemos que el cristianismo viene de la creencia de que Jesucristo, que era un galileo considerado hijo de Dios, predicaba a los pueblos de la Judea, de Samaria, de Galilea y de otras regiones la salvación del alma a través de la fe, de la bondad, y de la abstinencia y arrepentimiento de los pecados, que fue una religión que se propagó con la enseñanza evangélica de los discípulos de Jesucristo. Basado en los estudios de Conde respecto a la religiosidad en España, en el siglo XI se produjeron las reformas monásticas que fueron provocadas por la reforma gregoriana4 que apareció para solucionar el problema económico de la vida social de los monasterios, pues el trabajo que los monjes hacían para sostener su comunidad monástica estaba 4 A reforma gregoriana viene de un movimiento que tiene como autor el papa Gregorio VII con el objetivo de dar libertad a la iglesia para que salga del control feudal. 15 intentando moralizar la iglesia, es lo que acontecía, por ejemplo, en España en esta época, con la posterior reforma cisneriana. Sobre la religión cristiana entre los siglos VII hasta el XII, de acuerdo con Amaral (2008), la vida de los monjes cristianos, los llamados cleros regulares, era solitaria, dedicada a la oración y a la predicación del evangelio, e incluso vivían en el campo mientras que las autoridades religiosas como los obispos y el papa, los llamados cleros seculares, vivían en sitios privilegiados y tenían poder sobre estos pequeños predicadores que representaban la autoridad “moral y espiritual”. La iglesia intentaba preservar la humildad y la Santa Fe, habiendo una gran diferencia entre sus miembros, como se advierte en este fragmento: Acordamos nosotros, otra vez, que muchos monjes tuvieron encargos eclesiásticos, como presbíteros y obispos. Las autoridades de estos, cuando son predicadores, directores morales y espirituales, sentirían no solo por la población sino por los clérigos y monjes que estarían de la misma manera bajo sus auspicios (op. cit., p. 124) 5 [traducción nuestra]. Esta información es relevante para entender cómo es la relación del clero franciscano con las otras órdenes que vinieron en las naves de los europeos, pues estos religiosos fueron los responsables por la catequización de los indígenas. Aunque no tuvieran malas intenciones, esta educación religiosa fue utilizada por los conquistadores militares para la dominación. López, en sus estudios sobre los franciscanos, defiende que […] las escuelas formadoras franciscanas tenían entre sus objetivos la formación de un grupo diferenciado que pudiera, a lo largo del tiempo, servir de intermediario entre los dos grupos españoles e indígenas, y, ante la falta de españoles para volver los diversos encargos que requería la nueva sociedad, como sustitutos para tal deficiencia (LÓPEZ, 2011, p. 101). [traducción nuestra]6 Se pretende dejar claro que los franciscanos contribuyeron para la conquista militar, una vez que la catequización surgió como medio de propagación de la religión cristiana 5 Lembremo-nos, uma vez mais, que muitos monges estiveram investidos de cargos eclesiais, como presbíteros e bispos. A autoridades destes, enquanto predicadores, diretores moral e espiritual, se fariam sentir não só pela população, mas pelos clérigos e monges que estariam da mesma forma sob seus auspícios (AMARAL, 2008, 124). La traducción de este fragmento es de nuestra total responsabilidad. 6 “[...] as escolas formadoras franciscanas tinham entre seus objetivos a formação de um grupo diferenciado que pudesse, com o tempo, servir como intermediador entre os dos grupos espanhóis e indígenas, e, diante da falta de espanhóis para cobrir os diversos cargos que requeria a nova sociedade, como substitutos para tal deficiência” (LÓPEZ, 2011, p. 101). La traducción de este fragmento es de nuestra total responsabilidad. 16 cristiana y enseñar los dogmas religiosos que permitían la aproximación entre los frailes y los naturales, los que se convirtieron en fieles, por eso la Iglesia cristiana ganó más poder. Los libros que tenían conocimientos científicos, y también personas que eran acusadas de ser hechiceras (os), por haber sido sorprendidas en alguna acción considerada en la época un acto pagano7, todo eso tenía un carácter de herético. Y antes mismo de esta imposición inquisidora, ya se veía el cambio del poder de la Iglesia Romana por medio del movimiento de territorialización 8 de los estados cristianos. Con esta pequeña semblanza sobre la religión cristiana, podemos entender de donde viene toda la cultura de los franciscanos, los que vinieron en las naves de los conquistadores del Nuevo Mundo para catequizar a los indígenas quichés, puesto que la figura del religioso en las colonias resultó en un hecho muy importante para la “pacificación” de los territorios. El hecho de enseñarles la Santa Fe, porque no tenían un Dios único y verdadero, así como creían los cristianos, formó parte de los argumentos que defendían que los indígenas eran bárbaros e ignorantes, sin embargo esta forma de justificar tenía un vínculo con la intención de la iglesia de Roma: la de ganar más fieles y con eso renta y tierras en el proceso de colonización, pues la “iglesia restringía de un modo singular su territorio” (GRUZINSKI, 1995, p.187). Esta idea de dominación religiosa podemos identificarla en el fragmento de la obra de Serge Gruzinski llamada La colonización de lo imaginario, que indaga sobre las consecuencias provocadas en la sociedades indígenas de México delante del impacto provocado por el choque cultural: Detrás de los golpes anteriores se leen sin dificultad algunas de las consecuencias y los límites de la evangelización. Reprimiendo las formas más evidentes de los cultos autóctonos, la Iglesia asestó, como hemos visto, un golpe severo al monopolio de la idolatría, a la dominación simbólica indiscutible que ejercía […] (op.cit., p. 178). 7 “Sin duda alguna una de las páginas más vergonzosas de la historia de la humanidad fue la denominada caza de brujas que estalló con singular fuerza entre los siglos XVI y XVII. La locura colectiva provocada por aquella fue causa de la muerte de centenares de miles de víctimas inocentes, sobre todo en las zonas rurales, donde la ignorancia alimentaba todo tipo de supersticiones…” (Disponible en <http://www.congreso.gob.pe/museo/temas/brujas.htm. Entrado en 15 de noviembre de 2011, a las 19h00min15s). 8 Término utilizado por Conde. 17 Como notamos en esta cita, la aceptación de los indios a las ideas y las enseñanzas cristianas no fue pacífica, del mismo modo el propio proceso de dominación no lo fue tampoco. Al tratar de esta palabra: dominación junto con su adjetivo simbólica, nos remite a la función controladora que tenía la iglesia, a través también de la realización de milagros que funcionaban como una manera de persuadir a los indígenas, por eso el autor Gruzinski menciona la expresión colonización de lo imaginario, debido a la imposición de la creencia cristiana sobre sus mentes. 1.2 - La religión maya En la perspectiva de explicar las influencias que hubo en la cultura de los mayas, es importante que se conozca cómo se constituyó su religión en la que los dioses son zoomorfos o en formas de algún elemento de la naturaleza. El medio natural es el punto clave para entender el doble influjo: tanto desde fuera (la cultura occidental), como también desde dentro (la creencia maya), como veremos en el capítulo V. Así como ya advertimos, nuestro centro de atención, el Popol Vuh es el libro que expone las creencias mayas, específicamente de la familia de los quichés. Por esta razón, lo utilizaremos como corpus debido también a la presencia de rasgos de la religión cristiana implícitos en esta obra. De acuerdo con lo que se escribió en este libro, los quichés creían que el universo y las criaturas de la Tierra se formaron a través de la fuerza de las palabras de los dioses conocidos como los creadores y los formadores llamados Tepeu y Gucumatz. Existen los dioses que crearon los hombres que se llaman Xmucane y Xpiyacoc; y los que formaron el cielo reciben el nombre de Corazón del Cielo, son ellos: Caculha Huracán (que significa rayo de una pierna), Chipi Caculha (rayo pequeño) y Raxa Caculha (rayo hermoso). Toda esa creencia encuentra un paralelo con la Historia de los Mexicanos pues los mismos dioses Tepeu y Gucumatz, por ejemplo, tienen una semejanza con Quetzalcóatl, por ser una entidad divina azteca que junto con otros dioses, tal como Tezcatlipoca, decidieron que sería necesaria la existencia de los hombres (GRAULICH, 1990). Esta denominación de los náhuatl proviene de la mezcla de quetzal, que significa plumas verdes, y coatl, el nombre dado al ofidio. Este dios forma parte del mito de la serpiente 18 emplumada constituido por la creencia de que este dios todo adornado de plumas verdes vendría a su territorio, leyenda esta, según algunos historiadores, que coincide con la llegada de Hernán Cortés. Los mayas creían en la existencia de un submundo, el Xibalba, definido en el Popol Vuh como un lugar gobernado por los señores jefes llamados Hun came y Ucub came, y por los señores que les acompañaban, éstos encargados de dispersar el miedo y las enfermedades de la superficie de la Tierra. Esta religión, la maya, como ya observamos, presenta muchas de estas creencias antiguas que están hasta hoy en la comunidad de los pueblos latinos americanos, una de ellas es la celebración a los muertos (op. cit.), así como se nota en el fragmento abajo, que viene de la creencia de que los muertos pueden volver de su mundo para ayudarles o verles de lejos, y es por eso que se tiene la costumbre de llevar flores a la sepultura de los difuntos. Una tradición desde nuestro punto de vista de la historia de los hechos heroicos de los hermanos gemelos del Popol Vuh llamados Hunahpu y Xbalanque, los que vencieron la muerte con sus hechizos. “En marzo, ante la proximidad de la primavera, las primeras flores hacen su aparición y era normal que se ofreciese la primicia de las mismas a los dioses. En el año 682 o en el año ritual, era en tlaxochimaco, pero incluso en el siglo XVI, se ofrecían las flores en marzo, como hemos visto en el estudio de tozoztontli” (op.cit., p. 410). Otra de las creencias más conocidas representa el mito del nahua el cual es un animal que acompaña al individuo y le protege, que es una leyenda parecida con una de los cristianos, el mito del ángel de la guardia. De la misma manera que necesitamos hablar un poco de la religión cristiana sobre los inicios, del mismo modo es importante contextualizar la religión maya considerando que es el centro de nuestro trabajo. Para que se entienda que las dos tienen características en común, como el hecho de la idolatría, asunto que veremos en el próximo capítulo y cómo influyó una sobre la otra. 19 CAPÍTULO II - CULTURAS DIFERENTES, CREENCIAS CASI IGUALES Cuando los europeos llegaron al Nuevo Mundo encontraron personas de una cultura diferente. Al entrar en el continente, percibieron también que tenían una religión diferente de la cristiana, pero esa diferencia incentivó a los navegantes europeos, que vinieron a este continente, a poner en práctica la idea de enseñar su cultura y su religión, ya que consideraban estos últimos bárbaros. Estos pueblos, en especial, los mayas, creían en las fuerzas de la naturaleza, hasta el punto de considerarlas acción de los dioses para ayudarles o perjudicarles. Mientras que los europeos tenían fe en un único Dios, omnipresente y omnisciente, formado por una trinidad: el Padre (que es Dios), el Hijo (Jesucristo) y el Espíritu Santo. En su libro, Rudolf Otto se esfuerza por reconocer los caracteres de esta experiencia terrorífica e irracional. Descubre el sentimiento de espanto ante lo sagrado, ante ese mysterium tremendum, ante esa maiestas que emana una aplastante superioridad de poderío; descubre el temor religioso ante el mysterium fascinans, donde se despliega la plenitud perfecta del ser (ELIADE, 1981, p. 7). Según Mircea Eliade (1981), en su libro Lo sagrado y lo profano, se da entonces una diferencia de creencias, pues lo sagrado puede ser diferente para cada cultura. En la introducción de su obra, menciona el libro de Rudolf Otto titulado Das Heilige con la intención de defender que lo sagrado se genera del miedo de todo que fascina. Por medio de este punto de vista, se puede decir que lo que es sagrado para una cultura puede ser profano para otra, debido a lo que Eliade llama de “experiencia religiosa”. […] Los modos de ser sagrado y profano dependen de las diferentes posiciones que el hombre ha conquistado en el Cosmos; interesan por igual al filósofo que al hombre indagador ávido de conocer las dimensiones posibles de la existencia humana (op. cit., p. 9). Tomemos como ejemplo la desnudez de los indígenas, que para los europeos representaba una profanación a la religión cristiana, sin embargo para los naturales mayas, y en este caso hablando de manera general para todos los nativos, se puede inferir que para ellos el cuerpo era sagrado. Podemos entender tal idea, a partir de lo que defiende Eliade 20 (op. cit.) respecto al cuerpo para la cultura de los hindúes. Para estos pueblos orientales el cuerpo representaba la casa, el propio cosmos, por eso el autor utiliza la expresión “cuerpocasa-cosmos” (p. 61). El pensamiento religioso indio ha utilizado copiosamente esta equiparación tradicional: casa-Cosmos-cuerpo humano, y se comprende por qué: el cuerpo, como el Cosmos, es, en última instancia, una «situación», un sistema de condicionamientos que se asume (op. cit.). De igual modo, entendemos que el indígena también considera su cuerpo sagrado ya que es a través de él que realiza sus actividades diarias, en general se mueve y se comunica, y con el que alaba a sus dioses. Sin embargo, hay también semejanzas, pues, por ejemplo, ocurre idolatría en la iglesia católica cuando se alaban las imágenes de santos. Esto también ocurre en la religión maya, y de acuerdo con el Popol Vuh, se ve este caso en el tiempo en que los primeros hombres se dividieron en castas, específicamente, los quichés, cuando partieron de la ciudad de Tulanzú. En este periodo comenzaron a dejar de realizar alabanzas de sus antiguos dioses, tales como Tepeu y Gucumatz (creadores de la tierra), Xpiyacoc y Xmucane (creadores del hombre), y los ídolos que los sustituyeron, como por ejemplo, Tohil, se transformaron en piedra, cuyo momento es descrito en el Popol Vuh en el que aparece por primera vez el sentido de la palabra idolatría. Para explicar cómo surgió esta necesidad de ambas culturas, o mejor, de la humanidad entera, creer en algo o en alguna identidad suprema, podemos tener como base la obra, ya citada, de Mircea Iliade en el esfuerzo de entender esta creencia: en la introducción de su obra, utiliza Rudolf Otto como referencia para decir que lo sagrado se acerca el “sentimiento de espanto”, “el temor religioso”, así como relata él. Luego, se puede constatar, por medio de sus palabras, que el miedo es lo que provoca la necesidad de creer en una divinidad, en el caso de los primeros hombres quichés tenían el miedo de quedarse sin fuego, por ejemplo, por eso alababan al dios Tohil 9. Como medio de dominación, este sentimiento de miedo fue explotado por los españoles conquistadores y por los religiosos que estaban juntos con ellos con la intención de facilitar la conquista de los naturales. 9 Tohil es el ídolo de los pueblos quichés que les daba el fuego. 21 La huida de los dioses y la muerte de los jefes habían dejado al indígena en una soledad tan completa como difícil de imaginar para un hombre moderno. El catolicismo le hace reanudar sus lazos con el mundo y el trasmundo. Devuelve sentido a su presencia en la tierra, alimenta sus esperanzas y justifica su vida y su muerte (PAZ, 1998, p. 42). [bastardillas nuestras] Este fragmento de Octavio Paz, respecto a la invasión de los españoles en la civilización azteca (náhuatl), revela cómo fue la dominación de los indígenas y cómo la muerte era el motivo para generar el miedo, causado por el choque cultural que transforma el modo de vivir. Este choque cultural también se originó del hecho de que para que los religiosos empezaran la enseñanza del evangelio se necesitaba que los indígenas entendieran lo que era el pecado, pues esta idea para los nativos era diferente de la concepción de los cristianos, así como argumenta Dourado en el fragmento siguiente, quien llega a afirmar que el concepto de pecado en esta civilización indígena no existía. […] Conceptos como pecado tentación no figuran obviamente en la ideología que el texto refleja. El mal, por otra parte, fue entendido seguramente por los mayas en el sentido de rotura del orden natural de cosas tal y como reinaba en la sociedad y en el medio geográfico en que vivían… En ninguno de esos dioses o demonios indígenas del manuscrito quiché hallamos las más leve huella de las nociones que el cristianismo desarrolló en relación con Satanás (véase esta corriente de pensamiento, por ejemplo, en Giovanni Papini 1989; Seignolle 1990). (DOURADO, 153). En este sentido podemos también verificar que añadir el concepto de pecado dio oportunidad para que los religiosos pudieran empezar su política de salvación, es decir, para poner en práctica sus conocimientos sobre el evangelio, que tiene una función de disciplinar caracterizada por la el hecho de evitar que no haya o se realice el pecado. Este acto de disciplina genera una forma de opresión a los naturales cuando éstos no entienden o no obedecen a los enseñamientos. Max Weber explica esta idea en el fragmento que sigue: […] la propagación del sufrimiento sólo podría reemplazarse con otro problema más irracional todavía, el problema del origen del pecado, que, conforme a las enseñanzas de profetas y sacerdotes, debe dar razón del sufrimiento como un castigo o un instrumento disciplinario (WEBER, 1999, p. 86). 22 Este autor, al diferenciar las religiones en categorías, tales como la salvación y la fraternidad, define como las religiones de salvación de la siguiente manera: […]Todas las religiones de salvación se han concentrado únicamente en el contenido, no en la forma, de las cosas y conductas pertinentes para la salvación. Las religiones de salvación han subestimado la forma como algo contingente, como algo mundano y que aparta del contenido (WEBER, 1999, p. 70). Esta cita de Weber está relacionada con lo que estábamos comentando sobre la cultura indígena de no saber el concepto de pecado, puesto que la religión de salvación como observamos, se concentra en el contenido, es decir, no da importancia a los aspectos de niveles estructurales, como, por ejemplo, la función de los sacrificios humanos a los dioses – que fueron considerados por los cleros como algo pecaminoso– en la sociedad indígena. En realidad, se entiende que es de la esencia del ser humano que exista un ser sobrenatural para que se crea en él, con el propósito de ganar confianza para continuar viviendo delante de las dificultades y que es común que haya entre varias diferencias sociales algunos rasgos comunes que no se explica su origen. 23 CAPÍTULO III: LITERATURA Y RELIGIÓN Según Antonio Candido, autor brasileño contemporáneo, la literatura es un conjunto de textos producidos que se componen de un contenido sociocultural, el cual cumple la función de expresar el deseo de la sociedad y de su cultura, pues en la literatura está inmersa la expresión de una costumbre, de un estilo y sobre todo de una época. Llamaré de literatura, de manera más amplia posible, a todas las creaciones de aspecto poético, ficcional o dramático en todos los niveles de una sociedad, todos los tipos de cultura, desde lo que llamamos folklore, leyenda, chiste, hasta las formas más complejas y difíciles de la producción escrita de las grandes civilizaciones (CANDIDO, 2004, p. 174)10. [traducción nuestra] Si pensamos al respecto del propósito de la literatura, en general, y de la religión podemos acercarlas desde el punto de vista de sus consecuencias a la sociedad, es decir, la literatura, conforme la necesidad del pueblo, promueve el registro y la preservación de la cultura y su divulgación sirve para enseñar. A partir de esa reflexión, la religión carga en sí una cultura y una creencia, y sirve además como instrumento de control y enseñanza de dogmas, y utiliza para expresarse la literatura. Por medio de la idea de Max Weber sobre las sectas religiosas, podemos añadir que la religión tiene un valor social, pues, por ejemplo, este autor relata que las sectas contribuyeron en el sistema capital con su “ética profesional” (WEBER, 1999, p. 107). Los textos indígenas son considerados dentro del marco de la literatura porque están inmersos en una complejidad venida de la cultura maya, que hasta hoy es considerada complicada por los historiadores debido a su escrita de difícil comprensión. Sin embargo se debe llevar en cuenta que, antes de la venida de los navegantes europeos, existían solamente los códices11 (de los que hablaremos en el capítulo siguiente) que describían la vida de los indios, la historia y, en general, su cultura. Según Oviedo, los textos de carácter histórico y las crónicas cosmogónicas son la característica esencial de la literatura maya. Una literatura que tiene como objetivo 10 Chamarei de literatura, de maneira mais ampla possível, todas as criações de toque poético, ficcional ou dramático em todos os níveis de uma sociedade, todos os tipos de cultura, desde o que chamamos folclore, lenda, chiste até as formas complexas e difíceis das grandes civilizações (CANDIDO, 2004, p. 174). La traducción de este fragmento es de nuestra total responsabilidad. 11 Textos de características pictográficas e ideográficas. 24 “explicar sus orígenes mediante fábulas, mitos y símbolos, y de dejar el registro de su historia como una civilización fundadora de un estricto orden social, político y religioso” (op.cit., 1995, p. 50) León-Portilla (1996) argumenta, en su libro El destino de la palabra, que a la hora de tratar los “Orígenes y formas de transmisión de las producciones literarias” (p. 251), los textos de carácter religioso tienen una tendencia a la compilación, no solo estos textos como también los que rescatan las tradiciones antiguas, es decir, tienen como función sostener la cultura de la sociedad existente en la época, “una función fijadora” (OVIEDO, 1995) por tener al mismo tiempo un eje centrado en la educación cultural y preservación del folklore. […] la pervivencia de esas literaturas que, fijadas en la memoria de las generaciones (subrayado nuestro), fueron atesoradas por los pueblos indígenas como una expresión de algo entrañable y precioso, a lo que no podían renunciar: eran la esencia viva de sus respectivas culturas, lo fundamental de su experiencia histórica (OVIEDO, 1995, p. 34). Sin embargo, sabemos que son textos de carácter también político, es decir, se buscaba a través de los cuales convencer al pueblo sobre sus creencias. Éstos eran en su mayoría orales para facilitar la divulgación, y, como ya observamos, tal estrategia funcionaba como instrumento de control social, pues, si nos basamos en Eliade (1981), en su idea de lo sagrado, debemos tener en cuenta que los seres humanos necesitan creer en algún hecho o entidad, y como consecuencia tener su propia experiencia religiosa (subrayado del autor). A través de la argumentación de Martin Lienhard sobre la función represora de la política de la escritura indígena podemos entender el propósito de la literatura en los momentos iniciales de la colonia, época en que fue redactada la primera versión del Popol Vuh: Con más o menos rapidez, según los lugares, los indios o algunos de sus representantes habían adoptado la escritura alfabética para ciertas necesidades “diplomáticas” o de política interior; más adecuada a la expectativa de los interlocutores europeos, ella prometía mayores beneficios en el marco de las acciones reivindicativas (LIENHARD, 1990, p. 79). 25 Por otro lado, Bhabha defiende la traducción como un proceso de creación de otros valores culturales, cuando él mismo utiliza la palabra abertura, se genera la implicación de un cambio político y cultural, a través del poder de la escritura. Pensamos, entonces, ¿qué cambios son éstos? Podemos afirmar que son originados de la mezcla de creencias y valores de la sociedad occidental y de la civilización indígena. Las bases de la certidumbre evangélica son contradichas no por la simple afirmación de una tradición cultural antagónica. El proceso de traducción es la abertura de otro lugar político y cultural contencioso en el corazón de la representación colonial (BHABHA, 1994, p. 54). Respecto a la creación literaria para entenderla se debe utilizar como apoyo teórico la concepción de “Tercer Espacio de la anunciación” de Homi Bhabha, o sea, “las condiciones generales del lenguaje y la implicación específica de la emisión en una estrategia performativa e institucional de la que no puede ser consciente "en sí misma" (op.cit., 57). Ésta es una idea que nos remite al aspecto político y social, pues lo que se expresa sobre tal “estrategia perfomativa” está centrada en la forma de imponer orden a través de los actos performativos, que podemos observar en el fragmento de la carta de Cristóbal Colón de 12 de octubre de 1492: Señor, porque sé que habreis placer de la gran victoria que Nuestro Señor me ha dado en mi viage, vos escribo esta, por la cual sabreis como en 33 días pasé a las Indias, con la armada que los Ilustrísimos Rey e Reina nuestros señores me dieron yo fallé muy muchas Islas pobladas con gene sin número, y dellas todas he tomado posesión por sus altezas un pregón y bandera real extendida, y fue contradicho. A la primera que yo fallé puse nombre San Salvador, a conmemoración de su Alta Magestal, el cual maravillosamente todo esto ha dado: los indios la llaman Guanahani. A la segunda puse nombre la Isla de Santa María de Concepción: a la tercera Fernandina: a la cuarta la Isabela: a la quinta isla Juana, é asi a cada una nombre nuevo (Carta de Colón, anunciando el descubrimiento del Nuevo Mundo. Disponible en: http://www.ensayistas.org/antologia/XV/colon/) Además, podemos entender también este tercer espacio como el medio que se forma del encuentro de las dos culturas, pues ambas tienen el poder del discurso. La diferencia es que una es subordinada a la otra. En el sentido de la diversidad cultural, podemos pensar en la idea del “hibridismo” corroborada por el mismo autor, pues la diversidad cultural se desprende de la forma de 26 difusión de la cultura, eso se permite a través de la acción evangelizadora de los frailes franciscanos y de las producciones hechas por los indígenas. Una de las estrategias de educar que estos “Servidores de Dios” utilizaban fue la conversación incentivada por las representaciones teatrales las que contribuyó en las áreas artísticas. El proyecto evangelizador emprendido por los misioneros, vinculado tanto al proceso de dominio político y cultural de España en América como a la recuperación de la lengua y la cultura prehispánicas, abarcó los más diversos métodos destinados a la conversión y a la instrucción religiosa y cultural de los naturales, tales como la música, la pintura, la danza y, sobre todo, las obras dramáticas que, organizadas por los frailes, eran representadas por los indígenas en su propia lengua (VARÓN, 1999, p. 29). Como instrumento de facilitar la comunicación entre las partes, cabe aquí mencionar, que fue importante también la figura de los tlacuilos12 (nombre nahuatl13), los portadores de la palabra, que son “escribas-pintores”14 encargados de registrar el conocimiento transmitido a su pueblo. El tlacuilo, según Lienhard, “es un secretario encargado de transcribir la memoria de la colectividad” (1990, 76). Para que los indígenas entendieran la lengua de los conquistadores, se necesitaba un traductor que escribiera en la lengua nativa, y de eso viene su importancia para la transmisión del teatro franciscano. Para agilizar la evangelización de los indios, los misioneros franciscanos, jesuitas, etc., echaron mano, en todas las partes, de una fórmula que permitía, a sus ojos, hacer participar activamente a sus protegidos en su propia conversión: el teatro catequístico (op. cit., p. 72). León-Portilla en su obra El destino de la palabra, al referirse a las diferencias entre los géneros cuicatl, revela esta relación que hay entre el área artística y la literatura. Muestra por ejemplo que los cuicatl – composiciones poéticas – son “acompañados por la música” y por la “danza” (LEÓN-PORTILLA, 1996, p. 309) Lienhard (1990) defiende que es importante la actuación del escribano en el sistema de la metrópolis debido a la función “jurídica o testimonial” (p. 31) que contiene la escritura. De manera general, podemos decir a través de la idea de este escritor que los 12 Expresión citada por Juan José Batalla Rosado en la obra El estilo artístico del Tlacuilo en el Libro Indígena de Códice de Tributos de Coyoacán, disponible en el sitio <http://www.americanistas.es/biblo/textos/10/10-02.pdf. 13 Denominación posterior a los aztecas. 14 Expresión utilizado por Jacques Soustelle (1977, p. 229), para denominar a los tlacuilos, llamados también tlacuiloani. 27 textos de esta característica tenían un propósito: el control sobre los conquistados por medio de acuerdos para evitar “conflictos entre los conquistadores y los conquistados” (p. 32) - es lo que el autor llama “fetichismo de la escritura” (op. cit) -, una forma de poder y equilibrio. Según el pensamiento de Max Weber: Hay una estrecha relación entre la religiosidad mágica y la esfera estética. Desde su origen, la religión ha sido una fuente inagotable de ocasiones para la creación artística, por una parte, y para la estilización por medio de la tradición, por la otra. Esto lo manifiestan una gran variedad de objetos y procesos: ídolos, iconos y otros objetos religiosos; la estereotipación de formas mágicamente probadas, la cual es una primera aproximación en la superación del naturalismo por medio de la fijación de un "estilo"; la música como vía de éxtasis, exorcismo o magia (1999, 69-70). Por medio de este fragmento, notamos que el arte y la religión también están juntas, pues los elementos religiosos, como por ejemplo las imágenes y la música, atribuyen un carácter artístico que viene de una habilidad del artista para crear sus obras. Con esta idea de “creación artística” es posible establecer un vínculo con las formas de enseñanza y el aprendizaje del evangelio. La religión tiene otro aspecto: el reglamentario, el representa el control moralizante de la Iglesia Romana, pero, hay otra característica que podemos evidenciar, a través de las palabras de Max Weber, al hablar de ella, según el carácter fraternal religioso, que se constituye de la contraposición de la religión a los principios sociales y culturales. La religión de fraternidad ha estado siempre en antagonismo con las órdenes y valores mundanos y este antagonismo se ha agudizado tanto más cuanto más firmemente se han puesto en práctica sus exigencias. En general, la ruptura se ha profundizado al progresar la racionalidad y sublimación de los valores mundanos, en términos de su propia legalidad. Y esto es lo que aquí nos importa (WEBER, 1999, p. 57). Podemos establecer una relación de este pensamiento de Weber con la idea de Lienhard en el fragmento abajo, podemos establecer ésta de la siguiente manera: el concepto de racionalidad defendido por Weber, que, en nuestra visión, se explica como una manera de imponer el conocimiento. Asociamos de esta manera con las estrategias que utilizaron los religiosos para catequizar al indígena. 28 Para agilizar la evangelización de los indios, los misioneros franciscanos, jesuitas, etc., echaron mano, en todas las partes, de una fórmula que permitía, a sus ojos, hacer participar activamente a sus protegidos en su propia conversión: el teatro catequístico. Esta fórmula no sólo involucraba directamente a los indios en tanto que actores – y no meros receptores – de historias edificantes, sino que preparaba el bautizo que solía constituir el desenlace de tales rituales (LIENHARD, 1990, p. 72). La relación entre la religión y las artes es posible que se realice por el hecho de que las técnicas utilizadas, tales como la dramaturgia, para convertir a los pueblos nativos, representan un tipo de racionalismo. La relación que hay entre la literatura y la religión se produce por medio de este tipo de racionalismo puesto que la razón es utilizada con el objetivo de tanto expresar el conocimiento de la cultura, y el dominio sobre las áreas del saber cómo divulgar el deseo de continuar la sobrevivencia de la identidad social. De manera general, se verifica que los textos religiosos son notablemente literarios. Podemos afirmar eso debido a la fuerza de expresión, al estilo y a la estética utilizada para crear tales géneros, que dependiendo de qué tipo de mayas encontramos textos en forma de poesía y de prosa, el fragmento abajo, sacado de los poemas de los Textos Tzotziles, es un ejemplo de la literatura maya de Chiapas. Misericordia Señor, nueve juncias, nueve konkon, nueve tilil, nueve kos, nueve palmas, nueve cruz de tecolúmate, nueve jilon de tecolúmate, Señor, están listas las lindas plantas delante de tus divino ojos, Señor. Dame tu perdón, tu licencia, Señor para que sea recibido mi humilde incienso, mi humilde humo, Señor (SODI M., 1983 [1964], p. 82) 29 CAPÍTULO IV: EL PROCESO DE TRANSPOSICIÓN DE LOS TEXTOS RELIGIOSOS Y LITERARIOS DE LOS MAYAS POR LOS EUROPEOS El gran conocimiento que tenían los indígenas en algunas áreas del saber, tales como medicina, jurídica, política, etc. (vide apéndice B), no era ni podría ser considerado relevante por los primeros conquistadores debido a la dificultad que tenían éstos a la hora de entender a los primeros. Los textos producidos por ellos, llamados códices, no tenían una escrita como la occidental. Como ya observamos, eran de varias áreas, tales como la religión, la astronomía, la medicina, la justicia y la literatura. Y por esa razón no podemos acusarlos de bárbaros, así como los consideraban los europeos, pues también, además de ser individuos de un conocimiento elevado, también tenían una organización social, que en algunos casos podía rivalizar con la de los invasores. Un ejemplo de esto lo tenemos en Garza: […] los sacerdotes consignan en sus códices todos los acontecimientos, registrando antes que nada la fecha, y llegaban un cómputo sistemático del tiempo, para saber cuándo retornaría el katún. Al acercarse el fin del ciclo, consultaban sus libros, pues lo ahí registrado constituía el futuro que esperaba a la comunidad, y daban a conocer al pueblo las profecías (GARZA, 1992, p xxiii). Según esta autora, se enseñaba la escritura a los gobernantes y a los sacerdotes, cuyos religiosos mayas detenían en su poder los códices que eran leídos a toda la población y a las clases populares indígenas. Así estos últimos también podían tener acceso a los textos a través de la oralidad, pero eso no ocurrió con la escritura, conforme se nota en la citación abajo. De este modo, los mayas organizaron su literatura de tal manera que su cultura resultó el rescate de las tradiciones de sus ancestrales, y de ahí viene la importancia de los textos no solo para la historia sino también para otras áreas. El conocimiento de la escritura no estaba al alcance de todos los estratos sociales del pueblo maya; más bien, era monopolio del grupo sacerdotal, que en el período Clásico (300-900 d.C.) tuvo también el poder político; en el período Posclássico (900-1500 d.C.) la escritura era enseñada no sólo a los que habrían de ostentar cargos sacerdotales, sino también a los gobernantes, y quizás a todos los nobles, pero siguieron siendo los sacerdotes quienes realizaron y manejaron los códices. Esto no significa 30 que el pueblo permaneciera completamente ajeno al contenido de ellos, pues eran dados a conocer en las festividades religiosas, en las cuales los sacerdotes hacían una transmisión oral, apoyándose en los códices, que tal vez era más rica que los datos escritos; asimismo, en estas ceremonias se llevaban a cabo representaciones dramatizadas de los mitos, los propios ritos y la historia, materias fundamentales de los textos escritos (GARZA, 1992, p. ix). La educación como ya pudimos identificar en el capítulo anterior, después de la llegada de los europeos, pasó a las manos de los religiosos, pero, por medio de esta cita, notamos que antes de este choque cultural la instrucción estaba bajo la responsabilidad de los sacerdotes, lo que definitivamente acaba con la idea de que los indígenas eran bárbaros. Sobre los códices Garza continúa: […] eran para los mayas algo más que el medio de conservar sus conocimientos y sus tradiciones; eran el símbolo de todo lo sagrado y digno de respecto, la clave para comprender el espacio y el tiempo y para situarse en ellos, la norma de vida y el principio de identidad de su ser comunitario (op. cit., p. x). Sobre los textos escritos de la cultura maya, esta autora también comenta en su prólogo el valor social y político que tiene la escritura, la cual es representada como un instrumento transformador de la sociedad y como una manera de hacer que la cultura sobreviviese: Como consecuencia de diversos cambios socio-políticos ocurridos en el período Posclásico, que llevaron a los mayas a una decadencia cultural en el último momento de esa época, a la llegada de los españoles ya no se realizaban inscripciones en piedra y en estuco, pero todavía se elaboraban códices, y, según los cronistas españoles del siglo XVI, éstos eran muy numerosos. O sea, que el conocimiento de la escritura permanecía vivo, a pesar de la decadencia. Sin embargo, sólo conservamos tres códices mayas: el Dresde, el Páris (o Peresiano) y el Madrid (o Trocortesiano), que ningún maya puede ya leer […] (op. cit., p. x). Los mayas tuvieron que aceptar la lengua de los españoles, y de acuerdo con la autora mencionada, los que no querían abandonar su cultura, escribieron en su lengua utilizando los símbolos gráficos que ya habían aprendido con la enseñanza del latín y del castellano. Sus libros relataban sus ritos y sus historias que eran contadas en público, además de haber sido rescatadas las tradiciones escritas a través de sus propios códices. 31 Sin embargo, los textos pictográficos escritos por los “autóctonos”15 eran adaptados por los religiosos españoles. Éstos estudiaron el habla maya y también crearon símbolos para codificar los sonidos de estos indígenas, por no existir en la lengua latina y tampoco en la castellana, con el objetivo de facilitar la enseñanza del evangelio a los indígenas. En algunas de estas lenguas se escriben los libros indígenas coloniales, lo cual pudo lograrse gracias a la extraordinaria labor de los primeros misioneros españoles; éstos, por necesidades de la evangelización, adaptaron los caracteres latinos para representar los sonidos de las lenguas mayanses, e inventaron símbolos especiales para glotalizar consonantes, que existen en español, como CH’, la DZ y P’. Además de representación gráfica, que surgió después de no pocas dificultades, los frailes españoles estudiaron y ordenaron los diversos elementos del lenguaje, elaborando un buen número de gramáticas y vocabularios (op. cit., p. X-XIII) Solo aparecieron los textos escritos en quiché después que llegaron los europeos bajo la responsabilidad de los franciscanos de enseñar latín y castellano a los indígenas de Guatemala, por ejemplo. Como medio de estudiar la cultura maya, los españoles tradujeron algunos de los textos escritos y orales hechos por los indígenas, tal como supuestamente hizo el indígena quiché Diego Reynoso, según redacta el cronista Oviedo, al comentar sobre la obra Historia del origen de los indios de esta provincia de Guatemala (1857), de autoría de Fray Francisco Ximénez: Aunque algunos lo atribuyen a un indio quiché llamado Diego Reynoso, parece más razonable considerarlo sólo un copista entre muchos otros pertenecientes a la alta clase sacerdotal maya, sabios que heredaron los secretos de su antigua cultura (OVIEDO, 1995, p. 52). La primera persona que tradujo, por ejemplo, el Popol Vuh al castellano, según Adrián Recinos (1953), fue Fray Francisco Ximénez16 el cual produjo en el siglo XVIII un libro llamado Historia de la Provincia de Chiapas y Guatemala en seis volúmenes. Sin embargo, antes ya existían textos traducidos a otras lenguas. De este modo, por medio de lo que se estudió en este capítulo, verificamos que hay la pose de los textos mayas por los europeos, pero veremos en el capítulo siguiente la 15 16 Término utilizado por Lienhard. Religioso dominicano de la ciudad de Chiapas, en Guatemala. Según Santa María (2002, p.8), fue quien transcribió el libro Popol Vuh al castellano, y que quedó conocido por su obra Historia del origen de los indios quichés y por Historia de la creación del cielo y de la tierra. 32 cultura indígena no desapareció, al contrario continuó viva, a través de estas adaptaciones, la cuales fueron traducidas a lo largo de los siglos siguientes, cuyos traductores siguieron el ejemplo de fraile Francisco Ximénez, religioso de la ciudad conocida hoy como Chichicastenango. 33 CAPÍTULO V: LA SOBREVIVENCIA DE UNA CULTURA O DE UNA POBLACIÓN La conquista provocó graves consecuencias para las civilizaciones indígenas. Aunque con estas dificultades, para que su conocimiento sobreviviera éstas resistieron a la cultura europea, específicamente, a la de España. Las consecuencias resultaron en la heterogeneidad cultural, es decir, se mezclaron las dos culturas: la cultura de los invasores y la de los indios. Podemos notar a través del estudio de este capítulo que lo que hubo fue una contaminación bipolar, o sea, las creencias y valores de una cultura pasaron a la otra. Como afirma Uslar Pietri: “[…] El hecho comienza cuando se hace evidente que los españoles venidos a la nueva tierra no podían continuar dentro del mundo al que pertenecían antes de venir y que los indígenas tampoco podrán, nunca más, ser los mismos que eran antes” (PIETRI, 1992, p. 70). 5.1 – La aculturación El proceso de aculturación17, es decir, la imposición cultural de los españoles a los mayas no fue pacífica había una gran represión sobre las costumbres y creencias, o sea, las alabanzas a los dioses, las imágenes indígenas, etc., eran prohibidas sistemáticamente. La adhesión más o menos sincera de los estratos dirigentes a la sociedad de los vencedores, el papel activo de los indios de Iglesia, la desaparición del aparato de los antiguos cultos sustituido por instituciones cristianas, la explotación colonial en las formas más diversas, más brutales y, para colmo, el colosal abatimiento demográfico trastornaron la existencia cotidiana de los indígenas en general (GRUZINSKI, 1995, p.149) Según Gruzinski, la Conquista tenía un enfoque multidireccional pues afectó las dos culturas en cuestión (la indígena – la que tuvo un impacto mayor por sufrir a las 17 Palabra utilizada por Serge Gruzinski en su obra La colonización de lo imaginario, en el capítulo titulado La idolatría colonial. 34 consecuencias de los invasores –, y la de los conquistadores – la que lucró económicamente) en todas las áreas. Es evidente que las sociedades se enfrentaron no solo en el plano religioso, político y económico, sino también y de una manera más global en el terreno de sus enfoques respectivos de la realidad (op.cit., 1995, p. 153). Además de toda la represión psicológica y brutal, los indígenas sufrieron con las enfermedades, es decir, tuvieron un doble impacto: la fuerza agresiva de la conquista militar y posteriormente provocada por el trabajo esclavo y las enfermedades traídas por los occidentales. La destrucción que tratamos aquí tiene dos aspectos: una destrucción que provocó la muerte física de los indígenas y otra la destrucción espiritual. Cuetos (1996) defiende que la dominación de los españoles transformó la cultura indígena mesoamericana de manera muy perversa desde estas dos perspectivas. Respecto a la destrucción física: La violencia o brutalidad de los españoles, tanto en la conquista como en la colonización, ha sido – desde Las Casas – unos de los argumentos más repetidos como explicación del fenómeno, siendo la base de las conocidas teorías homicídicas y del genocidio. Sin duda la conquista fue extremadamente violenta y ocasionó una gran mortandad, aunque no hasta el punto de provocar una contradicción tan profunda y duradera en unos pueblos ya de antiguo acostumbrados a guerrear entre sí (CUETOS, 1996, p. 45). [bastardilla del autor] Y finalmente, sobre el destrozo espiritual, Cuetos: “El impacto psicológico causado en los indios por su derrota y dominación (con la consiguiente anulación de todo su sistema de vida y creencias) es un factor muy importante aunque muy difícil de evaluar” (op. cit.). [bastardilla del autor] Se puede añadir, a partir de lo que se entiende a través de las ideas expuestas, que la destrucción ocurrió no solo en el aspecto espiritual y material – los castigos, destrozo de templos y otros –, como también en el sentido etnográfico y epistémico. En la Carta del Obispo Zúmarraga de 7 de diciembre de 1530 (LÓPEZ, 2011), hay evidencias de cómo se sucedió esta conquista. El fragmento abajo retrata porque el miedo y las supersticiones de los indios fueron importantes para la dominación. Podemos decir que, a partir de lo expresado en esta epístola, se creía que sería una tarea fácil la conquista 35 por el hecho de estos factores mencionados facilitarían el control y la conversión de los indígenas al cristianismo. En eso, Señor, las supersticiones de los indios nos han ayudado mucho. Sin embargo, en otras cosas que hemos emprendido, no; porque además de estar muy ceñidos a ellas, son tan hipócritas como los fariseos. Muchos de nuestros aparentes con versos, incluso aquellos que dicen ser devotos creyentes de la Fe Cristiana, todavía viven con un temor supersticioso hacia sus viejos demonios. Ellos piensan que son muy prudentes al conservar cierta reverencia hacia Huichilobos y toda la demás horda; así, ellos lo explican con toda solemnidad, pueden evitar toda posibilidad de que esos demonios celosos tomen venganza por haber sido suplantados (op. cit., 2011, p. 310). Los mayas que sobrevivieron al impacto de la conquista de los españoles tuvieron que convertirse a la religión cristiana. De manera que tuvieron que cambiar sus creencias y modos, adaptando sus costumbres a las de los invasores. Podemos verificar este choque cultural en este fragmento de Octavio Paz: Una parte del pueblo azteca desfallece y busca al invasor. La otra, sin esperanza de salvación, traicionada por todos, escoge la muerte. Ante la sola presencia de los españoles se produce una escisión en la sociedad azteca, que corresponde al dualismo de sus dioses, de su sistema religioso y de sus castas superiores (PAZ, 1998, p. 39). 5.1.1 – Medios promovedores de la aculturación Así como ya observamos en el capítulo anterior respecto a la escritura, es importante retomar la función de los tlacuilos, pues, como ya observamos anteriormente, un grupo específico de indígenas se encargaron de aprender, según Garza (1992, p. xiii), los signos fonéticos y gráficos del latín para escribir los textos que tenían contenidos: religioso, histórico, médico, astronómico, cuyos conocimientos fueron enseñados por sus ancestrales. 36 Foto1: El tlacuilo haciendo sus dibujos: el constructor del conocimiento de las civilizaciones indígenas Fuente: www.toltecayotl.org Este individuo que manejaba la escritura era relevante para la comunicación entre los mesoamericanos y los europeos, además de ser un instrumento jurídico-político por establecer entre las dos partes una relación de poder. Esta función controladora que tenían estos tipos de escribanos evitó que la destrucción se arrastrara, e incluso representó una forma de contraponerse frente al dominio de la escritura de los occidentales. Un ejemplo de esto es, según Lienhard (1990), el “simple acto de enunciar el texto del requerimiento18” (op. cit., p. 30). [bastardilla del autor] “[…] expresa sin ambages19 la función político-religiosa que se otorgó, en los momentos inaugurales de la conquista de América, al discurso escrito” (op. cit., p. 31). El trabajo del tlacuilo fue importante principalmente para la transposición cultural, una vez que la transcripción de los relatos hecha por estos escribanos llegaban a las manos de los religiosos cristianos, la evaluaban con el fin de verificar, dentro de lo posible, la existencia de posibles herejías, pues los textos escritos tenían que obedecer a las leyes cristianas. Su habilidad para escribir posibilitó que los indígenas no fueran “perseguidos” o “castigados”, cómo describe Federico Navarrete (2011): “En fin, se trató de un proceso dialógico en que los indígenas supieron escuchar a los españoles, y en que éstos también supieron atender las razones de los primeros” (op. cit., p. 17). 18 Documento oficial de carácter jurídico, político y religioso que daba poder a los invasores de tomar las tierras, si los indígenas no obedeciesen a este acto enunciativo. 19 Según el DRAE (Diccionario de la Real Academia), significa rodeos de palabras o circunloquios. 37 5.2 – Dos versiones de la historia La enseñanza de la cultura europea a los quichés por los españoles, en la que existen las escuelas europeas formadoras donde se enseña filosofía, latín, teología, fue una estrategia utilizada por los religiosos para facilitar la conversión de los indígenas. Esto podemos afirmarlo desde la perspectiva de los occidentales, pero ¿este proceso de conversión ocurrió de modo fácil y sin obstáculos? De hecho, fue difícil, pues los indígenas tenían sus costumbres. Muchas veces para que pudieran creer en los religiosos, éstos predicaban los milagros y las clarividencias que tenían los propios indios, como medio de convencer a estos nativos de que el Dios cristiano era poderoso y piadoso. Por convincentes que sean, los venerables tienden entre los indios y lo sobrenatural la barrera de cuerpo y de su presencia. Para abolir esa distancia, era preciso que los indios tuvieran la experiencia subjetiva de lo maravilloso cristiano. Ésta fue tan precoz como el aprendizaje de la lectura e de la escritura. Testificada desde las primeras décadas de la evangelización, la visión indígena fue recibida con circunspección por los evangelizadores franciscanos que, al correr el decenio de 1530, no por ello dejaron de conceder que “muchos indios neófitos tuvieron revelaciones y visiones numerosas y diversas” (GRUZINSKI, 1995, p. 191). Pese a toda esta forma de ilusión que los religiosos realizaban para convencer a los indígenas, éstos hacían maniobras para impedir el desaparecimiento de sus creencias a partir de acciones clandestinas de mercaderes y de otros estratos sociales. Abandonados por los medios dirigentes indígenas convertidos al cristianismo, conservados a veces por notables del campo, el saber y la práctica idolátricos tal vez hayan sido recogidos y conservados en parte por las capas más modernas de la población, plebeyos, vencedores ambulantes, curanderos y comadronas (op. cit., p. 162). Los indígenas eran contagiados por los religiosos franciscanos, los cuales seguían las reglas establecidas en la Bula Papal, la Sublimis Dei. Ésta fue redactada por el Papa Paulo III con el intento de explicar los motivos para la prohibición de la esclavitud de los indios. Medida que no impidió la posibilidad el maltrato y apropiación de sus tierras, bajo el pretexto de enseñar el evangelio a los autóctonos que eran considerados animales sin conocimientos de la fe cristiana: 38 […] el enemigo del género humano… discurrió un medio hasta ahora inaudito para impedir que la palabra de Dios fuese predicada á las gentes y que éstas se salvasen, cual fué el de excitar á ciertos satélites suyos, quienes deseando saciar su codicia maltratan como á los brutos animales que les sirven, á los Indios occidentales y meridionales y á otros pueblos de que en estos tiempos hemos tenido noticia, bajo el pretexto de que no son participantes de la fe católica. Nos, pues, que aunque indignos, hacemos sobre la tierra las veces del mismo nuestro Señor y que procuramos con todo empeño volver al redil á las ovejas á Nos confiadas que están fuera de él, atendiendo á que los indios como verdaderos hombres no sólo son capaces de la fe Cristiana sino que, según sabemos, acuden con presteza á recibirla… (LEVILLIER, 1919, p. 53-54). Sobre la elección de la orden religiosa más humilde y no otra de más privilegio argumenta López: La opción de Cortés por miembros de Órdenes mendicantes, por un clero regular y no un secular, tuvo como propósito cumplir dos objetivos. Por un lado, poner obstáculos a la llegada de un clero secular, formado por cardenales, arzobispos, obispos y sacerdotes que, siguiendo el ejemplo practicado en la península, en poco tiempo estarían más preocupados con su propio bien que con el amparo a los indígenas… (LÓPEZ, 2011, p. 97). [traducción nuestra]20 Sin embargo, pese a toda la sumisión de los indígenas a los españoles, éstos últimos también recibieron influencia de la población aborigen, el autor Homi Bhabha (1990, p. 54) defiende que “el signo indígena” impulsó una fuerza sobre la “autoridad divina” y “en la práctica misma de la dominación”. El resultado de esto fue una hibridización21, o sea, el conquistador sufrió la interferencia cultural del conquistado provocando una diferencia cultural22, el mestizaje. Lo que era auténticamente español o europeo ya estaba mezclado formando nuevas capas. 20 A escolha de Cortês por membros de Ordens mendicantes por um clero regular e não secular, teve como propósito cumprir dois objetivos. Por um lado, obstaculizar a chegada de um clero secular, formados por cardeais, arcebispos, bispos e sacerdotes que, seguindo o exemplo praticado na península, em pouco tempo estariam mais preocupados com seu próprio bem de que com o amparo aos indígenas (LÓPEZ, 2011, p. 97). La traducción de este fragmento es de nuestra total responsabilidad. 21 Proceso donde se mezcla los valores culturales, en este caso los valores de las dos culturas: la cultura de los indígenas y la de los invasores -, lo que genera la llamada “ambivalencia” (BHABHA, 1994, p. 83), defendida por Homi Bhabha, es decir, surge una doble entidad 22 “La violación de un límite de espacio significante, que permite, al nivel mismo del discurso, una contradivisión de objetos, usos, sentidos, espacios y propiedades” (BHABHA, 1994, p. 82). [bastardillas del autor] 39 5.3 – Adaptación de los textos como medio de sobrevivencia Los indígenas, sean ellos quichés o de otra familia maya o náhuatl, tenían que convertirse y aceptar las condiciones de la religión cristiana para evitar mayores sufrimientos. La conversión era, por lo tanto, una especie de refugio. Esta idea aparece de forma explícita en el texto titulado Cómo ser indígena, humano y cristiano de Federico Navarrete (2001), quién expresa el sentido represor de la “negación” (p. 17), es decir, si uno de los indios negara su fidelidad a la religión o a las costumbres de los europeos era castigado y sufría persecución. La justificativa de la llegada de los religiosos y de los hombres a mando del virrey23, se basa, según el mismo autor (op. cit.) a través del “mito cristiano” (énfasis del autor), en la idea de que los indios habían estado en poder del demonio, y por ser también hijos de Dios – idea que posibilita la enseñanza del evangelio a todos los hombres. Así como podemos notar en la Bula Papal Sublimis Dei, ya comentada en la sección anterior. Según Morán, las consecuencias de la conquista, en este caso de la reconquista de la península ocupada por los árabes, no fueron la causa para la divulgación del evangelio sino para la victoria de la creencia religiosa: En un primer momento, concretamente el 10 de junio de 1452, Nicolás V, enfoca la conquista no como un medio de evangelización, sino como un instrumento para el triunfo de la fe, en el sentido de que los éxitos de armas cristianas acrecentarían el brillo del cristianismo (MORÁN, 1988, p. 283). 23 Según el DRAE (Diccionario de la Real Academia Española), Virrey es “Título con que se designó a quien se encargaba de representar, en uno de los territorios de la corona, la persona del rey ejerciendo plenamente las prerrogativas regias”. 40 Foto 2: Primera Misa de Hispano-América: Una forma de mostrar el poder de la religión Fuente: http://www.cruzadadelrosario.org.ar/revista/0510/civilizadora.htm Por todo ese impulso de los cristianos, la adaptación de los textos mayas representó un modo encontrado por los indios con el fin de sobrevivir. Fue una necesidad para dar continuación no solo a la comunidad que había sobrevivido a la conquista militar sino también para preservar de manera implícita la cultura nativa que había restado. Estas adaptaciones tomaron formas distintas y siguieron24 estrategias diversas según el autor o el pueblo. También tomaron en cuenta las reacciones que provocaba entre su público cristiano, afirmando algunos argumentos, desechando otros que resultaban ineficaces o contraproducentes, adoptando nuevas ideas y argumentos de otros autores indígenas o europeos (NAVARRETE, 2001, p.17-18). Por lo que vemos aquí, no solo hubo una adaptación por parte de los indios como también se produjo una aceptación de parte de la cultura nativa por los europeos, es decir, existieron dos fuerzas una de carácter endógeno y exógeno, y eso, de acuerdo con Uslar Pietri, dejaron profunda huella en las dos culturas. La primera acepción del Nuevo Mundo es la que le dan quienes difunden la nueva por Europa. Es un mundo nuevo y desconocido para los europeos. Más tarde, y cada vez más acentuadamente, va a comenzar a parecer un nuevo mundo en sí, caracterizado por una situación distinta. El hecho comienza cuando se hace evidente que los españoles venidos a la nueva tierra no podían continuar dentro del mundo al que pertenecían 24 En el original se escribe siguió. 41 antes de venir y que los indígenas tampoco podrán, nunca más, ser los mismos que eran antes (PIETRI, 1992, p. 70). Sobre esta base común se erigirán textos como el Popol Vuh que será analizado en las próximas páginas. 5.3.1 – Doble contaminación sobre el Popol Vuh Nos basamos en el Popol Vuh por ser la obra que tiene los dos tipos de influencia: la influencia de los cristianos, y la de los indígenas –, y que nos permite ver por medio de la resistencia de la cultura maya que no se puede comprobar la hipótesis de la existencia de una sola contaminación cultural. Este libro muestra un contenido diversificado: parte de él son relatos cosmogónicos, rasgos de la organización social maya, la división de los dioses y aspectos geográficos, históricos, religiosos y otros. Garza (1992) sobre esta obra relata en su Prólogo que Los comentarios reales a veces se expresan alegóricamente, haciendo intervenir en ellos a los dioses protectores de las tribus, y al mismo tiempo que se relatan las peregrinaciones, la fundación de ciudades, las guerras y las sucesiones, se explica en forma mítica el origen el fuego, de la cultura y de los rituales (op. cit. p. xlix). Una prueba de la contaminación occidental son las probables semejanzas (vide apéndice A) entre el Popol Vuh y la Biblia, un ejemplo explícito de esta similitud es la parte que corresponde al origen del mundo, pues según el Popol Vuh estaba todo en silencio, oscuro y con la simple palabra de los dioses Formadores y Criadores se formó la tierra. Así como notamos en este fragmento: […] Y solo con ser dicho y mandado se formó la tierra: apenas lo dijeron cuando fue formada. Parece que se hizo por milagro, porque al modo de una nave se levantaron los cerros sobre el agua y cosa maravillosa fue ver cómo se levantaron las montañas y llanuras y al mismo tiempo se criaron los cipreses y los pinos (Anónimo, 2002, p. 54). Vemos abajo como está en la Biblia, en el Génesis 1:1-3: 42 En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz Dentro de esta obra se encuentra la resistencia de los mayas ante el dogma cristiano. Esta manera de ir en contra de la fe cristiana no ocurrió de manera visible pues este libro fue escrito en una estética, es decir, los tlacuilos– que se encargaban de la redacción – escribían, como se nota en la lectura del Popol Vuh, en sentido artístico. Debemos tener en cuenta que el Popol Vuh pese a que encontramos aspectos similares al libro cristiano tiene más características de la cultura quiché que, por ejemplo, en la obra Chilam Balam, en el cual la posible contaminación cristiana es de mayor intensidad, como vemos en el fragmento abajo del capítulo titulado Libro del principio de los itzaes. “Dios el verbo, Dios Hijo, y Dios Espíritu Santo, son el Dios de toda la tierra. Ellos crearon la Piedra Preciosa que se desprendió de la tempestad, con el velo de la gracia. El Verbo en su nombre: Josus tin gracia” (BOLIO, 1992, p. 252). Sin embargo, escogimos el Popol Vuh porque nos ofrece otro aspecto importante que es el hecho de presentar la influencia que viene de esta cultura, es decir, así como habla Oviedo, hay un impulso que sale del interior de las obras que corresponde al deseo de sobrevivir, cuyos indígenas “crearon dentro, pero en contra, del sistema que teóricamente debía borrar de su memoria esas imágenes” (OVIEDO, 1995, p.35). En esta cita se ve que se encuentran rasgos de cristianismo tal como la descripción de la Santa Trinidad. Lo que el Chilam balam difiere del Popol vuh es que éste último no se vuelca solo a la religión, por tener diversas otras áreas del conocimiento, como ya observamos al inicio de este capítulo. La riqueza cultural e histórica del Libro del consejo como también se conoce por Popol Vuh permite ser la obra de gran importancia para entender la cultura maya y por representar el texto literario de estos nativos, que contiene rasgos de casi todas las áreas del conocimiento de esta civilización. Algunos autores, tales como el editor de una de las versiones del Popol Vuh Carmelo Sáenz de Santa María y Mercedes de la Garza argumentan que las semejanzas entre la 43 biblia son dudosas, y por eso son consideradas como supuestas similitudes, por ser difícil hacer una comparación entre el Popol Vuh y la Biblia. Santa María (vide Anónimo, 2002), pone en su edición comentarios en fragmentos del Popol Vuh que pueden tener una conexión con la Biblia, un ejemplo está en este fragmento del capítulo XIV el que se refiere al nacimiento del sol y el cual hace mención a la llegada de los tres reyes que alabaron a Jesucristo cuando éste nació: “Y solo aquestos tres traían incienso y copal (esto sin duda alude al nacimiento de Cristo: a la adoración de los reyes, y a los dones que ofrecieron)” (ANÓNIMO, 2002, p.115) [bastardilla del autor]. Se nota aquí por medio de la expresión sin duda que el autor tiene plena convicción de que se puede hacer una comparación entre las dos obras. Al contrario de Santa María (editor del libro Popol Vuh), Dourado argumenta, como muestra la cita que sigue, que no fue una influencia de la religión cristiana, sino que se puede inferir una interferencia de una religión sobre las obras, con eso se puede decir que los religiosos tuvieron acceso a los códices indígenas. Ximénez no encontró otra manera de expresar tal hecho que abajo el concepto “redentor”. Esa clase de asimilaciones es de doble dirección, una vez tipificado el suceso los propios nativos podían pasar a utilizar la palabra castellana sino por los clérigos. En todo no hay influencia cristiana sino un descarado reduccionismo filológico que en el lado de los evangelizadores a veces tenía objetivos interesados (DOURADO, 2000, p. 157). Hay otros autores que también establecen una relación entre el Popol Vuh y la Biblia es el caso de Alejandro Serrano Caldera, que en su texto La recuperación del Paraíso intenta hacer una analogía de rasgos cristianos respecto al pecado, es el caso de lo que hace con la figura de Xquic: asocia la desobediencia de esta joven por haber comido del fruto prohibido con el pecado original. Ambos nacieron de una doncella: Ixquic, fecundada por la saliva de Hun Huanahpú cuya cabeza convertida en jícaro, fruto del árbol del mismo nombre, escupió sobre la palma de la mano de Ixquic al ir ésta a tomar el fruto. En la creación del hombre y la mujer vemos la madera, la arcilla y la voluntad divina; diluvios, castigos, frutos prohibidos, fecundación sin sexo, semidioses que nacen de mujer virgen, lucha contra el pecado, muerte y castigo y el sentimiento de culpa devorando las entrañas del ser humano al que se la ha dado la libertad con límites, el instinto y la conciencia, la pasión y la razón, elementos constitutivos de su propio drama, instrumentos de tortura de su desgarrado corazón (Disponible en <http://www.cecies.org/articulo.asp?id=92). 44 De una manera o de otra, el Popol Vuh carga una gran característica particular de la sociedad maya, pues presenta valores religiosos, políticos, sociales, etc., y por eso revela la autenticidad de los mayas, pese a que tenga rasgos cristianos que, como ya observamos, puede ser derivados de la interferencia de los religiosos o por los propios indígenas que lo escribieron, idea resaltada por Oviedo en lo que dice sobre la doble influencia la de dentro (de los mayas), e inferimos con eso que haya una de fuera (de los cristianos religiosos). Los rasgos particulares de la cultura maya están presentes en este libro. Características como la inteligencia y la destreza son las que se perciben en el desarrollo del texto. Esto puede ser visto en el siguiente fragmento: […] y llamando luego Xbalanque a todos los animales, al pizote, al puerco, a todos, chicos y grandes, a todos los señaló a cada uno su género de comida; todos se fueron a tomar posesión de su comida, unos tomaron la podredumbre; otros las piedras; otros, comida, unos tomaron la podredumbre; otros la piedras; otros, yerbas; otros tierras; y otros y otras cosas diferentes. A lo último vino tortuga, dando vueltas a un lado y otro para andar, y, tomando la tortuga, se labró de ella la cabeza de Hunahpu y salió muy perfecta, haciéndole boca y ojos. Esto fue hecho con mucha sabiduría, porque lo dispuso el corazón del cielo con muchos sabios que de allí vinieron; y hablo la cabeza, y, estando todo acabado, se la pusieron a Hunahpu… (ANÓNIMO, 2002, 95-96). De una manera general son rasgos que los indios mayas aportaban y utilizaban para sobrevivir ante una cultura invasora de tecnología avanzada en comparación a la suya. Sin embargo, no se disminuye la capacidad de los indígenas de promover un conocimiento también elevado, pese a que la tecnología occidental de la época del siglo XVI se centraba en la producción de armas bélicas de destrucción devastadora. Engañar a los occidentales fue su medio de escapar de la ambición de los españoles que vinieron a dominarlos. Ser un “pícaro” caracterizó el aspecto más notable en las maniobras utilizadas por los indios en su sobrevivencia. Una evidencia del uso de esta destreza es lo que se dice en la carta de Zúmarraga de 7 de noviembre de 1530. Al mismo tiempo, para nuestra mayor pena y afrentamiento, nos, supimos que numerosos ídolos verdaderos, o sea las antiguas estatuas no las falsas, habían sido escondidas a los ojos de nuestros frailes. ¿Y dónde supondríais vos, Señor, que las escondieron? Ellos las escondieron en los cimientos de nuestros santuarios, de nuestras capillas y de otros monumentos Cristianos, ¡que fueron construidos por trabajadores indios! Esos hipócritas salvajes escondieron sus impías imágenes en esos lugares 45 santos, creyendo que nunca se descubrían. Y peor todavía, creían que podrían adorar allí a esas monstruosidades, mientras aparentaban rendir homenaje a la Cruz, o a la Virgen o a cualquier santo que estuviera visible representado allí (LÓPEZ, 2011, p. 311). Todas estas formas de vivir revelan que una cultura aunque sea de menor valor tecnológico y pueda ser inferior frente a la otra dominante, puede desviar o escapar del poder de la otra de más gran poder destructivo y de mayor conocimiento científico. A través de esta ideia, notamos que no se subestima una cultura por ésta ser aparentemente inferior, pues ella puede demostrar un avanzo en técnicas no tiene que la cultura de mayor desarrollo. 46 CONSIDERACIONES FINALES: En este estudio, notamos que la habilidad y el instinto de sobrevivencia de los indígenas nos posibilitó defender nuestra hipótesis: la de haber una doble “contaminación” sobre los textos mayas tanto por parte de la cultura cristiana, que fue más impulsora y evidente, como de la autóctona, la cual se fija en la divulgación clandestina de sus creencias. Vemos la hierofanía, es decir, la creencia y la revelación de lo sagrado, como una característica aprovechada por religiosos españoles como medio de facilitar la conversión, la que posibilitó la contaminación de los textos y de la cultura maya. De igual modo como pensamos, la evangelización fue una forma de ayudar y justificar la conquista, y esa idea de justificativa la identificamos en el texto de Borges Morán (1999) estudiado en este trabajo. Y con base en los estudios del cronista José Miguel de Oviedo, defendemos que se produjo una contaminación venida de los dos lados: una interferencia de dentro del sistema, representada por los indígenas que tenían el conocimiento que serviría a los conquistadores; y una de fuera la influencia de la iglesia romana. Los indígenas utilizaron sus mañas para adaptar las obras y también las costumbres para seguir viviendo. A través de Federico Navarrete podemos demostrar que esa adaptación fue una necesidad de ellos de una doble sobrevivencia: la sobrevivencia de la cultura y la sobrevivencia de las poblaciones. A partir de estos dos últimos autores, analizamos el Popol Vuh y corroboramos la idea de que hay una fuerza de resistencia que parte de dentro de la cultura maya aunque sea implícito pero existe, y otra de fuera que es la que se evidencia explícitamente y no conocen los historiadores, es decir, evidenciamos así la doble contaminación. Esta influencia bipolar es algo que advertimos que se generó de la adaptación textual por parte de los tlacuilos para evitar que su cultura sucumbiese, y, al mismo tiempo, producto de la interferencia de los cristianos con el fin de rechazar los posibles casos de herejías. Pese a que existen ideas como la de Dourado, la posibilidad de los indígenas de haber tenido que sobresalirse a través de su inteligencia para sobrevivir es pertinente. La concepción de Dourado se centra en el hecho de que las semejanzas que hay entre el Popol 47 Vuh y la Biblia sean producto de rasgos comunes a otras culturas o episodios locales, sírvanos como ejemplo el caso del diluvio relatado en el Popol Vuh, que según este autor ocurrió debido a la incidencia de grandes inundaciones, algo muy común en la península de Yucatán. Puede ser que hayan ocurrido diluvios en esta región, sin embargo no se rechaza la idea de que los indígenas adaptaron los textos como un medio de escapar de las persecuciones y de los castigos, tal como lo explica Navarrete en su texto Cómo ser indígena, humano y cristiano: el dilema del siglo XVI. En este sentido nuestra hipótesis de existir una contaminación no se rechaza. De esta manera, aconteció la resistencia indígena que fue marcada por un proceso de negociación, término éste defendido por Mathew Restall: Y desconocían el punto de vista de los indígenas que quedó indistinta de la división entre conquista y colonización, mirando ambas como un mismo e interminable proceso de negociación, y de igual modo, juzgando detectar formas y conceptos conocidos, a la vez, a los nativos (RESTALL, 2006, p. 145). [traducción nuestra]25 Como resultado de este trabajo científico podemos, pese a que Dourado argumentó que las similitudes que hay entre el texto quiché, el Popol Vuh, y la Biblia cristiana son coincidencias, afirmar que existe una doble contaminación entre las dos obras mencionadas, pues ya la probamos considerando los argumentos de Navarrete – a través de la existencia de una adaptación para la sobrevivencia de una cultura y de una población defendida por Oviedo – con su concepción de impulso de dentro del sistema invasor; mediante las reflexiones de Gruzinski – con la idea de influencia cristiana; y finalmente con Morán – con su idea de la evangelización como justificativa para la conquista. Este confronto con los diferentes autores nos permite defender la posición del indio dentro de todo este sistema injusto y represor, considerando que ni todo el sistema estaba trabajando en contra de los indígenas porque si no existirían los frailes defensores de los nativos, tal vez, como defendía Bartolomé de las Casas, todo se hubiera perdido. Además, a partir de esta monografía dejamos aquí nuestras observaciones sobre la cultura maya, una increíble fuente de conocimiento que aún tiene mucho que ofrecer a la 25 “E desconheciam o ponto de vista dos indígenas que tornava indistinta a divisão entre colônia e colonização, enxergando ambas como um mesmo e interminável processo de negociação e, paralelamente, julgando detectar formato e conceitos familiares, por sua vez, aos nativos” (RESTALL, 2006, p. 145). La traducción de este fragmento es de total responsabilidad nuestra. 48 sociedad contemporánea por su discernimiento y su capacidad de sorprender a los estudiosos actuales de diferentes campos del saber. Cabe aquí una última reflexión de carácter personal: si realmente, como un día vaticinaron los sabios mayas, el 2012 es el inicio de una nueva era, será el momento de considerar que si nunca tuvimos la certeza de este fin es porque nunca dimos la debida importancia a la voz que, desde el pasado, nos avisaba de nuestro fatal destino y no nos importamos cuando, como un previo aviso, los brazos de la tierra comenzaron a agitarse y nuestro mundo espiritual comenzó a resquebrajarse. 49 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS: AMARAL, Ronaldo. Os monges e a cristianização do campo na antiguidade tardia hispânica. A leitura e a propagação de um mundo escatológico a partir do texto bíblico. En: SÆCULUM – Revista de História [18]; João Pessoa, jan/ jun. 2008. 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Disponible en www.4shared.com. 52 APÉNDICES 53 APÉNDICE A: Semejanzas entre la Biblia y el Popol vuh ALGUNAS SEMEJANZAS ENTRES LAS OBRAS: BIBLIA E POPOL VUH EN LA BIBLIA EN EL POPOL VUH El mundo se formó a través de la palabra El mundo también se formó a través de la (el verbo) palabra (el verbo) Creación de hombre de carne (que surge Creación de hombre de carne (tercer hombre del polvo) creado, pero el primero era de barro) Hubo un diluvio Hubo también un diluvio En comienzo de la formación todo estaba Lo mismo sucedió. inmerso en aguas, el silencio y en oscuridad. Paraíso Representa Paxil Infierno Representa Xibalba Satanás Representa Ucub Came y Hun Came Arcángel Gabriel y Uriel26 Representa Hunahpú y Ixbalanqué 27 Eva Representa Xquic (hija de unos de los señores del submundo) Se crea la mujer de la espalda del hombre. Lo mismo ocurre. Eva come una fruta. Xquic come también un fruta (un jícaro28 en forma de calavera, para ser más exacto, la que habla con ella y le pide para comerla) El discurso persuasivo de Hun Hunahpú Parece al discurso del Satanás transformado en serpiente. El castigo29 Que también se presenta en el Popol Vuh. 26 apud Alejandro Serrano Caldera <http://www.cecies.org/articulo.asp?id=92. en su texto La recuperación del Paraíso. Disponible en 27 Comparación hecha por Carmelo Sáenz de Santa María, en la versión del Popol Vuh de la editora Historia, en la ciudad de Madrid, año 1989. 28 29 El jícaro es Hun hunahpú, padre de los héroes gemelos Hunahpú y Xbalanqué, transformado este fruta. apud Alejandro Serrano Caldera <http://www.cecies.org/articulo.asp?id=92. en su texto La recuperación del Paraíso. Disponible en 54 APÉNDICE B: Tabla de los nombres de los libros mayas30 ALGUNOS LIBROS DE LOS MAYAS TEXTOS EN YUCATECO Libros de Chilam Balam31 Procedencia: Península de Yucatán; Contenido: Textos religiosos (mitos, profecías y rituales); textos cronológicos; textos astronómicos; textos históricos; textos literarios. Cantares de Dzitbalché Procedencia: Dzitbalché Contenido: Cantos rituales; ceremonia de Año Nuevo; oraciones; Códices de Calkini (o llamado de Chilam Procedencia: Yucatán Balam de Calkini o Crónica de Calkini) Contenido: trata del territorio, de los linajes de Canules y de la conquista española. Códice Pérez Procedencia: Maní, Ticul, Sotuta y otras partes de Yucatán Contenido: Algunos libros de Chilam Balam, algunos documentos de regiones de su procedencia, y algunas crónicas. Trata de la conquista española, de calendarios cristianos y mayas, almanaques y profecías. Libros del Judío Procedencia: Yucatán Contenido: Textos medicinales ALGUNOS TEXTOS EN QUICHE Popol Vuh Procedencia: Guatemala Santa Cruz del Quiché, Contenido: relatos cosmogónicos; origen de las ciudades mayas; guerras; política; religión; vida social; rituales; Rabinal Achí Procedencia: San Pablo de Rabinal, 30 Según el Prólogo de Mercedes de la Garza, de la obra Literatura Maya (p. xiii). 31 Según Mercedes de la Garza, Chilam significa el que es boca y balam tiene el significado de jaguar o brujo. 55 Guatemala Contenido: ritual de sacrificio de un guerrero; Títulos de los Señores de Totonicapán Procedencia: Totonicapán, Guatemala Contenido: Historia de los pueblos quichés TEXTOS EN CAKCHIQUEL Anales de los cakchiqueles Procedencia: Sololá, Guatemala Contenido: relata el origen desde el origen del hombre hasta del linaje de Xahil; declaraciones testimoniales por indios conversos. Historias de los Xpantzay. Trasunto de los Procedencia: Tecpán, Guatemala títulos de tierras de Tecpán, Guatemala Contenido: documentos sobre el derecho de las tierras de los indios; el origen del grupo Xpantzay; participación de los cakchiqueles en las actividades de los quichés. TEXTOS INDÍGENAS EN ESPAÑOL Papel del origen de los señores o Título Procedencia: Zapotitlán, Guatemala Zapotitlán Contenido: Genealogía e historia de los reyes de Utatlán; geografía de Zapotitlán Relación de los caciques y principales del Procedencia: Atitlán, Guatemala pueblo de Atitlán o Relación Tzutuhil Contenido: trata de la organización política y social de los tzutuhiles.