Priapismo en el Servicio de Urología del Hospital Nacional Hipólito
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Priapismo en el Servicio de Urología del Hospital Nacional Hipólito
IEDAD P OC S A IEDAD P OC A S 2004;XIV:115-119 julio-diciembre UANA D ER ROLOGÍ EU ARTÍCULO ORIGINAL R. Lamadrid, N. Avilés, G. Tam Pow-Sang,RC. Porro,PT.ERUANA Manyari,DEM.U Aragón, J. Fernandini EVISTA ROLOGÍA ROLOGÍ EU UANA D ER Priapismo en el Servicio de Urología del Hospital Nacional Hipólito Unanue R. LAMADRID, N. AVILÉS, G. TAM POW-SANG, C. PORRO, T. MANYARI, M. ARAGÓN, J. FERNANDINI Hospital Nacional Hipólito Unanue-Servicio de Urología RESUMEN Objetivos: Presentar la experiencia de manejo del priapismo; intentando comprobar su etiología, alteración en la gasometría, tratamiento y evolución, en el servicio de Urología del Hospital Nacional Hipólito Unanue (HNHU). Método: Estudio retrospectivo de las historias clínicas de pacientes con priapismo (9 casos), revisando los tratamientos farmacológico y/o quirúrgico en el servicio de Urología del HNHU, de 1981 a 2001. Resultados: Se evalúo 9 episodios de priapismo, todos de bajo flujo, en pacientes de 21 a 60 años. El periodo de erección no deseada varió entre las 4 y 50 horas. De los 9 casos, las etiologías más asociadas fueron la medicamentosa y la idiopática (44,4% cada una). Se eligió tratamiento médico con etilefrina en 6 casos, con respuesta favorable en 4 casos. Los otros 3 pacientes recibieron tratamiento quirúrgico con buena respuesta de detumescencia. En los pacientes que recibieron tratamiento médico se observó discreta alteración en la erección, pero no en el orgasmo; mientras que en los que recibieron tratamiento quirúrgico, uno (33,3%) tuvo alteración tanto en la erección como en el orgasmo. Palabras clave: Priapismo; Tratamiento médico y quirúrgico; Disfunción eréctil. ABSTRACT INTRODUCCIÓN Objectives: To present our experience in priapism management in the Urology Service at the Hipólito Unanue Hopital from 1981 to 2001. Methods: We reviewed the clinical charts of 9 patients with priapism treated in our service since 1981 to 2001. We recorded blood gasometry, medical and surgical treatment chosen and the outcome. Results: The age was between 21 to 60 years old, and the period of priapism varied from 4 to 50 hours.All of priapism were of low flow. 44,44% was caused for pharmacologic drugs; same situation for idiophatic cause. We decided to treat with ethylephrine in 6 cases, 4 of them with good reults. We choose surgical treatment in 3 cases with good results. Detumescent mild erectile disfunction and no eyaculatory disfunction were observed in the patient who received medical treatment. In those who received surgical treatment only one had erectile disfunction and eyaculatory disturbances. Key words: Priapism; Erectile disfunction. La palabra priapismo deriva de Priapos, dios de la masculinidad y fertilidad, que es representado usualmente con un sobredimensionado y erecto phallus(22). En el priapismo, la erección persistente afecta por definición sólo a los cuerpos cavernosos, no así al cuerpo esponjoso ni al glande(21,3). Correspondencia: R. Lamadrid Hospital Nacional Hipólito Unanue, Servicio de Urología Se define al priapismo como una tumescencia persistente, dolorosa y anormal que puede presentarse sin relación a la estimulación sexual y que permanece aun después de la masturbación o la relación sexual(1). Ante la presencia de isquemia y de un metabolismo acidótico de los cuerpos cavernosos por más de 6 horas, se produce un daño irreversible de su musculatura lisa, con posterior desarrollo de fibrosis en la zona afectada, que puede causar la aparición de una disfunción eréctil(39). El éxito de la terapia es poco probable después de las 24 a 48 horas de evolución del cuadro. La frecuencia de impotencia, independiente de la fisiopatología del priapismo, entre las 24 y 48 horas es de un 59%; y en los cuadros de más de 7 días, de un 78%(7). 115 A IEDAD P OC ROLOGÍ EU UANA D ER Priapismo en el Servicio de Urología del Hospital Nacional Hipólito Unanue S La etiología del priapismo se debe principalmente a la inyección de drogas vasoactivas en el cuerpo cavernoso del pene. Otras causas menos frecuentes son la anemia de células falciformes, leucemia aguda, traumatismos pélvicos y perineales, infección(10), infiltración neoplásica, ingesta de alcohol, ingesta de psicofármacos (fenotiazinas y trazodona), antihipertensivos (prazosín y guanetidina)(22). Ciertas disfunciones neurológicas, como la esclerosis múltiple, tabes dorsal y traumatismos cerebrales, también pueden influir. La forma idiopática, según algunos autores, se debe a fármacos que no han sido debidamente investigados en la anamnesis(15). Existen dos tipos diferenciados de priapismo: de alto flujo, llamado arterial o no isquémico, y de bajo flujo, venoso o isquémico. El de alto flujo es el menos frecuente y suele estar causado por un traumatismo perineal, pélvico o peneano, que incluso puede haber ocurrido hace días. Se produce una fístula arteriocavernosa que suele ser la causa del priapismo. El drenaje venoso es normal pero el aumento constante del aflujo arterial impide la detumescencia. No suele ser doloroso e incluso la rigidez puede no ser completa. En principio, no es peligroso ya que no se produce isquemia de los tejidos eréctiles. La gasometría del aspirado cavernoso muestra cifras normales de presión parcial de O2 (pO2) y presión parcial de CO2 (pCO2). El tratamiento consiste en la embolización de la fístula o en su ligadura quirúrgica, con buen resultado inmediato y pronóstico favorable(45). El priapismo de bajo flujo o isquémico es más frecuente y es debido a cualquiera de las causas de priapismo, a excepción de los traumatismos locales. En este caso se produce una auténtica obstrucción del drenaje venoso cavernoso, ya sea en forma mecánica o funcional. La isquemia es la regla: produce dolor intenso y puede causar disfunción eréctil irreversible. En la gasometría se encuentra hipoxia e hipercapnea. Es una auténtica urgencia que debe ser tratada de inmediato con alfa-adrenérgicos(22). El objetivo del presente estudio es reflejar nuestra experiencia en el manejo del priapismo en el servicio de Urología del Hospital Nacional Hipólito Unanue, de 1981 a 2001. MATERIAL Y METODOS Revisión retrospectiva con revisión de los expedientes clínicos a través de ficha de recolección de datos de todos los pacientes con diagnóstico de priapismo (9 casos), tratados farmacológicamente y/o quirúrgicamente en el servicio de urología del Hospital Nacional Hipólito Unanue, Minsa, Lima, entre enero 1981 y enero 2001. Una vez obtenida la muestra se procedió a su tabulación y análisis estadístico. 116 Tabla 1. Distribución de la serie, según etiología asociada Etiología N (%) • Hematológica – Leucemia mielobástica crónica 1 11,1 • Medicamentos y drogas – Inyección de drogas vasoactivas (PGE1) – Psicofármaco (fenotiacina) – Anestesia (epidural) • Idiopática 2 1 1 4 22,2 11,1 11,1 44,4 Total 9 100,0 RESULTADOS La etiología fue idiopática en 4 casos (44,4%) y secundaria en 5 (55,6%). La alteración hemodinámica metabólica fue de bajo flujo en el 100% de los casos. Entre las causas secundarias, la inyección de drogas vasoactivas (PGE1) fue la más encontrada (22,2%). Tabla 1. La gasometría realizada mostró los siguientes rangos de valores: pH, 6,84 a 7,28; pO2, 10,2 a 39,7; pCO2, 66,3 a 96,7; bicarbonato (HCO3), 15,1 a 25,9; saturación de O2, 2,7 a 60,1. Tabla 2. El tratamiento farmacológico intracavernoso se empleó en 6 pacientes, en 4 se usó etilefrina y en 2, epinefrina diluida. El tratamiento quirúrgico de primera intención se practicó en 3 pacientes utilizando el shunt cavernoesponjoso (técnica de El-Ghorab). Con el tratamiento farmacológico se logró detumescencia en 4 casos (66,7%); con la terapia quirúrgica, 3 (100%). Tabla 3. Como complicaciones tardías, a las 12 semanas, en los casos tratados con fármacos intracavernosos hubo inca- Tabla 2. Distribución de gasometría de los 9 episodios de priapismo Casos • • • • • • • • • Caso 1 Caso 2 Caso 3 Caso 4 Caso 5 Caso 6 Caso 7 Caso 8 Caso 9 pH PO2 PCO2 HCO3 Sat O2 – – 7,049 – 7,19 7,17 7,02 6,845 7,285 – – 10,5 – 26,2 22,4 10,2 22,7 39,7 – – 95,6 – 62,5 72,5 96,7 89,7 66,3 – –≠ 25,6 – 23,7 19,9 16,2 15,1 25,9 – – 5,6 – 33,1 24,1 2,7 12,3 60,1 IEDAD P OC ROLOGÍ EU UANA D ER A R. Lamadrid, N. Avilés, G. Tam Pow-Sang, C. Porro, T. Manyari, M. Aragón, J. Fernandini S Tabla 3. Distribución de la serie por tratamiento aplicado y respuesta Tratamiento N (%) Respuesta (%) Detumescencia Persistencia de tumescencia • Farmacológico 6 100 4 (66,7) *2 (33,3) • Quirúrgico (técnica El-Ghorab) 3 100 3 (100,0) 0 (0,0) • Farmacológico + quirúrgico *2 100 2 (100,0) 0 (0,0) * Requirieron además tratamiento quirúrgico. pacidad para una erección firme en el 25%, pero todos conservaron el orgasmo; en los tratados quirúrgicamente de primera intención, incapacidad para la erección firme y el orgasmo en el 33,3%; en los que recibieron tratamiento combinado, incapacidad para la erección firme y alteración del orgasmo en el 100%. Tabla 4. DISCUSIÓN El mecanismo de la erección ha sido descrito por Lue y Tanagho(28). La adecuada estimulación neurológica en una zona con adecuada anatomía arterial y venosa, que es mediada por diversos agentes vasoactivos, produce relajación de las musculaturas arteriolar y del espacio lacunar(22). Esto permite un rápido incremento de sangre que expande los vasos lacunares, que comprime las venas emisarias y disminuye el flujo venoso de salida. Si esto continúa más de 6 horas ocurre priapismo. El dolor durante el priapismo es un indicador de isquemia de los tejidos, generalmente empieza después de la erección plena y empeora con la progresión de la isquemia en el tiempo. Por eso, el proceso debe ser revertido lo más antes posible(21,7). Tabla 4. Relación de la serie entre tratamiento aplicado y complicaciones tardías Tratamiento • Farmacológico N (%) Erección N R A • Farmacológico *+ quirúrgico Orgasmo N R A 4 100 3 1 0 4 0 0 3 100 2 1 0 2 1 0 2 100 0 1 1 0 1 1 N: normal R: reducido A: ausente Según el tiempo transcurrido de enfermedad, el 77,3% de los pacientes de nuestro estudio acudió al hospital antes de las 24 horas de iniciado el cuadro de priapismo, lo que probablemente motivó que a la mayoría se le aplicara tratamiento médico de inicio. Otros investigadores obtuvieron cifras de mayor tiempo de evolución. Fuentes (1989; Rev Med Dom) reportó 11 casos que acudieron al hospital con un tiempo de enfermedad de 72 horas y Aghaji (2000, BJU), entre los 7 y 10 días. El European Alprostadil Study Group, en 1988(16), presentó 848 pacientes tratados, de los que 8 (0,9%) tuvieron un tiempo de evolución mayor de 7 horas. El 55,5% de los casos de nuestro estudio fue de causa secundaria. Portillo (1998; Arch Esp Urol) encontró un 61% de causa idiopática. La etiología secundaria más frecuente en nuestra serie fue la medicamentosa (44,44%): 2 casos por inyección intracavernosa de drogas vasoactivas; 1 por psicofármaco (fenotiacina) y 1 por postanestesia epidural. Asimismo, se encontró un caso asociado a leucemia mieloblástica crónica. Las causas más comunes de priapismo son la anemia de células falciformes y la idiopática. Otras causas posibles son la excitación sexual prolongada, la terapia anticoagulante, la leucemia, la diabetes mellitus y la infiltración de tumor sólido de pene5. El priapismo también se ha asociado a nutrición parenteral total (solución lipídica al 20%) y al uso de medicamentos antidepresivos (trazadona). Tabla 5. Distribución de la serie según esquema de tratamiento • Quirúrgico (Técnica El-ghorab) En la revisión de las Historias clínicas del servicio de Urología del HNHU, de los últimos 20 años (1981-2001), se encontró 9 casos de priapismo. El rango de edad encontrado fue de 21 a 60 años (media, 33,8 años) y el grupo etario más afectado fue el de la tercera década (44,4%). Las cifras reportadas al respecto son muy variadas. Aghaji (2000, BJU), en su estudio de 35 adultos nigerianos, encontró un rango de 20 a 54 años y una edad promedio de 35 años. En nuestra serie no hubo ningún caso de priapismo en niños. Tratamiento N (%) • Tratamiento farmacológico – Etilefrina (I) – Epinefrina diluida (I) 6 4 2 66,7 44,4 22,2 • Tratamiento quirúrgico – Shunt cavernoso esponjoso (Técnica El-Ghorab) 3 33,3 3 33,3 Total 9 100,0 (I): Intracavernoso. 117 A IEDAD P OC ROLOGÍ EU UANA D ER Priapismo en el Servicio de Urología del Hospital Nacional Hipólito Unanue S Arias y Reátegui2 encontró 6 pacientes de causa medicamentosa, que remitieron inmediatamente con etilefrina intracavernosa. Porst (1996)(43) encontró una incidencia de priapismo con PGE1 de 0,35% y con papaverina más fentolamina, de 6%. Para Guzmán(15), la incidencia con PGE1 es 4,30%. Con respecto a las alteraciones hemodinámicas, los 9 casos fueron de bajo flujo. En 6 de los 9 casos hubo reporte de gasometría (perfil venoso con hipoxia, hipercapnea y alteración del pH). No hemos tenido ningún caso de priapismo arterial o no isquémico. En nuestra serie se aplicó tratamiento farmacológico (etilefrina intracavernosa) en 6 casos (44,44%) y tratamiento quirúrgico (técnica El-Ghorab), en 3 casos (33,34%). Lue y McAninch (1988) y El Lue y col. (1986)(28) recomendaron la aplicación intracavernosa de un agonista alfaadrenérgico en todos los casos de priapismo no isquémico y con un tiempo menor de 24 horas de duración. Entre los fármacos más utilizados están la fenilefrina, etilefrina, metoxamina, adrenalina y noradrenalina(21). De Holl (1996) utiliza azul de metileno intracavernoso, debido a su acción de inhibidor al guanilatociclasa. La adrenalina y noradrenalina son efectivas pero tienen efectos beta-adrenérgicos peligrosos. La droga más utilizada es la etilefrina, que tiene acción alfa-1-adrenérgico y leve efecto beta-adrenérgico. La etilefrina se utiliza 5 mg, intracavernoso, y puede ser repetida solo una vez entre los 5 y 10 minutos. Cuando falla la medicación alfa-adrenérgica, se empleará diversas técnicas quirúrgicas, como las de Winter, Ebbehoj y El Ghorab, para crear una fístula cavernoesponjosa(41). En nuestra serie, en 4 de 6 casos (66,7%) el tratamiento farmacológico logró detumescencia peneana; en los 2 en que persistió la erección no deseada se realizó tratamiento quirúrgico (técnica El Ghorab), con éxito, a pesar de tener más de 24 horas de evolución de enfermedad. Llama la atención la serie de Ochoa y col (1987)(39), en la que de 67 casos de priapismo, sólo 3 casos se resolvieron con tratamiento médico y en 64 casos hubo que practicar algún tipo de tratamiento quirúrgico. Fuentes (1992, Rev Med Dom), en su serie estudiada, no tuvo respuesta satisfactoria con el tratamiento médico empleado, por lo que fue necesaria la cirugía(21). Arias y Reátegui (1993, Rev Per Urol) reportan que el tratamiento médico (etilefrina intracavernosa) logró detumescencia peneana en sus 6 casos(2). En nuestra serie se encontró incapacidad en la erección postratamiento médico en el 25% y postcirugía, en el 33%. La disfunción eréctil se relacionó en todos los casos con un tiempo de enfermedad mayor de 24 horas. 118 La meta del tratamiento es lograr la detumescencia peneana y preservar la potencia. El éxito depende principalmente del tiempo de duración del priapismo. Macaluso y Sullivan (1985) reportaron impotencia sólo en 1 caso (17%) de los 7 casos de priapismo en adultos que recibieron tratamiento médico y en 3 casos (20%) de los 15 pacientes quirúrgicamente manejados. Bertram y col (1985) reportaron mantenimiento de la potencia sólo en 6 (34%) de 26 pacientes(5). Nelson e Invierno (1977) preservaron la potencia sexual en el 50% de 48 pacientes a los que realizaron aspiración más irrigación en los cuerpos cavernoso y tratamiento quirúrgico. Darwish y col (1974) reportaron 48% de preservación de la potencia en 22 pacientes postratamiento(36). CONCLUSIONES La inyección intracavernosa de drogas vasoactivas para el tratamiento de la disfunción eréctil es la principal causa de priapismo como se ha comprobado en nuestra casuística. El tratamiento debe ser establecido según el tipo de priapismo. La etilefrina, vía intracavernosa, es el tratamiento médico de elección. Las complicaciones tardías del tratamiento, en especial la cirugía, son la pérdida de erección y la alteración del orgasmo. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. Allona A. Priapismo inducido por drogas vasoactivas. Arch Esp Urol 1996; 49: 277. Arias J, Reátegui R. Tratamiento no quirúrgico del priapismo. Rev Per Urol 1993; 65:78. Anderssen KE, Holmquis F, Wagner G. Pharmacology of drugs used for treatment of erectile dysfunction and priapism. Int J Impotence Res 1991; 3:155. Broderick G, Harkaway R. Pharmacologic erection: time-dependent changes in the corporal environment. Int J Impot Res 1994; 6: 9. 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