La erección del copatrocinio de san José en la diócesis de Münster
Transcripción
La erección del copatrocinio de san José en la diócesis de Münster
LA ERECCION DEL COPATROCINIO DE SAN JOSE EN LA DIOCESIS DE MÜNSTER POR EL OBISPO CHRISTOPH BERNHARD VON GALEN Y SU INFLUJO EN LA DEVOCION POPULAR AL SANTO GERMAN ROVIRA TARAZONA Con preferencia se aclara el patrocinio universal de San José sobre la Iglesia acentuando su carácter de protector de la Sagrada Familia. «Perso nas de grave autoridad nos dicen que cada ciudad, cada imperio, tiene su ángel de la guarda... ¿Qué guardián, qué patrón va a darle Dios a Su Iglesia, que es mucho más importante que los imperios, que es mucho más preciosa que las esferas celestes? Le dará el mismo que fue protector del Niño Jesús y de María» 1 • De hecho Pío IX, con la autoridad de Supremo Maestro que l e corres ponde, aunque en este acto debe hablarse de Magisterio Ordinario, san cionaba esta explicación al proclamar a San José Patrono Universal de la Iglesia. La fe de los príncipes, reyes y emperadores católicos, que buscaron en la época del barroco la seguridad de sus reinos poniéndolos bajo el pa trocinio de San: José, venía a ser bien llamada una vez más por el magiste rio eclesiástico. Pío IX mismo accedió gustosamente al apremio de los Padres del Con cilio al proclamar este patrocinio el 8 de diciembre de 1870, en un mo mento en que la Iglesia y los Estados Pontificios realmente andaban necei C. SAUVÉ, jesús íntimo, Barcelona, 1928, p. 37 1 -citado en A. ROYO MARÍN, La Virgen María, Madrid, 1968, pp. 435 ss .; cfr también J. IBÁÑEZ, F. MENDOZA, La Madre del Redentor, Madrid, 1980, pp. 250 ss. , que cita además el discurso de Pío XI en el con sistorio del 19-III-1928, donde se acentuó lo mismo; O. PFDLF, Die Verehrung des hl. }o seph in der Geschichte, en «Stimmen aus Maria-Laach>, vol. 38, Friburgo, 1980, pp. 137 s. , y, entre otros, también M . BAUERLE, }oseph-Predigten, Wiesbaden, 1927, pp. 106 s . , así como]. MüLLER, Der Heilige }oseph, Innsbruck/Leipzig, 1937, pp. 205 ss. 293 GERMAN ROBIRA TARAZONA sitados de toda ayuda; la razón subrayada por el papa es que «Dios Todo poderoso confió a este dignísimo Patriarca Su Hijo y la Virgen Inmacula da» 2 . León XIII, en su encíclica «Quarnquam pluries», volvió a recordar estos argumentos para fomentar la búsqueda personal de la protección del Santo Patriarca por parte de los fieles, inculcándoles además que implora sen su socorro para con la Santa Iglesia, tan necesitada de ayuda 3 • En las líneas que siguen vamos a recordar cómo esta fe d e los pontífi ces es la tradicional que , en los momentos de la Reforma Católica en el Imperio Germánico , movió. a los responsables de la paz y la libertad de la Iglesia y de la salud espiritual de sus súbditos a consagrar sus pueblos y diócesis a San José . El patrocinio de San José en los reinos y principados del Imperio Apenas llegado al poder Fernando II de Austria hubo de enfrentarse con la sublevación de los protestantes en Bohemia, que había de desenca denar la guerra de los Treinta Años. El emperador recibió de su amigo de juventud, el archiduque de Baviera, Maximiliano , no tan sólo la ayuda militar tan necesaria para sofocar la rebelión sino que éste consiguió ade más del papa Pablo V el inconmensurable apoyo espiritual del general de los carmelitas descalzos, el padre Domingo de Jesús María 4 • Fue este piadoso devoto d e San José quien incitó al emperador a en frentarse el 12 de noviembre de 1620 con los insurrectos en las laderas de la «Montaña Blanca» (Weisen Berg), junto a Praga . Indeciso el consejo de guerra de Fernando II por si ése fuera el mejor momento para el ataque , el padre Domingo mostró a los generales las imágenes de la Virgen y San José , a quienes los calvinistas habían quitado los ojos; con la protección de estas celestiales personas la verdad no dejaría de vencer. El agradecimiento de los dos príncipes abrió las puertas a la labor apostólica, más intensa , de los carmelitas en Austria y Baviera 5• En 1622 2 Cfr ASS VI {1870), 193 s . 3 C fr ASS XXII {1889-90), 66-69. 4 Cfr) . SEITZ, Deutschlands Antetl an der Verehrung des hl. ]oseph, Fribourg, 1912, p. 12 . 5 Cfr M . HEIMBUCHER, Die Orden und Kongregationen der katholischen Kirche, Pa derborn, 1934, II, pp. 69 y 72 , así como G. SCHREIBER, Deutschland und Spanien, Düs seldorf, 1936, pp. 2 50 ss . 294 LA ERECCION DEL COP ATROCINIO DE SAN JOSE EN LA DIOCESIS DE MÜNSTER ... Fernando II fundó el convento y la iglesia de San José en Viena; en 1624 los introdujo en Praga, y en 1635 se fundaba su convento en Ratisbona. El archiduque, nombrado príncipe elector después de la victoria de Bohe mia, tampoco quedó atrás en sus esfuerzos para favorecer a esta Orden. Ya en 1631 los llamó a Munich, poniendo su propio palacio a disposición de los carmelitas para que residieran en él hasta que se acabase. de cons truir el convento . Junto a los conventos surgieron muy pronto, promovi das también por los príncipes, las cofradías de San José, que fueron ins trumento muy. eficaz para difundir la devoción en el pueblo 6 • E l agradecimiento y l a devoción d e los Habsburgo austríacos emulaba con la de sus parientes españoles e incluso lograron, lo que no les fue po: sible a los reyes de España 7, proclamarlo Patrono de sus reinos y, por últi mo, de todo el Imperio . El 11 de abril de 1655 Fernando III hizo que los estamentos austríacos proclamasen a su hijo Leopoldo como heredero del trono, pero aprovechó este acto real para proclamar a San José, después de haber obtenido el consentimiento del arzobispo de Praga y del Conse jo de Bohemia, Patrono de ese reino con el título de «Mantenedor de la paz». Fue el primer reino que se consagraba al Santo Patriarca. Pronto siguió Baviera el mismo ejemplo . El príncipe elector Fernando María, educado en esta devoción por su madre María Ana, la hermana del emperador Fernando III, proclam6 :a San José «Patrono de- toda Baviera» el 4 de mayo de 1664. Pero fue Lepoldo I, quien con su confianza hacia el gran Santo y con sus esfuerzos por ensalzar su devoción y culto, se ha convertido en el para digma de la razón, por eso señalada al principio, de los bienes que siguen del patrocinio de San José. En todas las guerras que tuvo que llevar a cabo en defensa de su reino y de la libertad de la Iglesia se confió al Santo Pa triarca, a quien mostraba constantemente su agradecimiento, fundando templos y conventos dedicados a San José y erigiendo estatuas o regalán dolas por todas las ciudades o lugares a donde acudía 8 • 6 Cfr G. SCHREIBER, op. cit. , pp . 250/465. Como es sabido Carlos II no logró poder proclamar este patrocinio en España al no lograr superar la resistencia de los partidarios de Santiago. Cfr E. L. LLORENS, Die Frage des Landespatronats in Spanien, en cSpanische Forschungen>, vol. 3 . Ya Quevedo había temido que la veneración de Santa Teresa de Jesús «desplazase a Santiago>, cfr E. GoT HEIN , Staat und Gesellschaft des Zeitalters der Gegenreformation, en «Die Kultur der Ge genwart>, vol. 2 . s C fr O. PFÜLF, op. cit. , pp . 193 ss.,, y J. SEITZ, op. cit., pp. 1 5 ss. 1 295 GERMAN ROBIRA TARAZONA Ante el ataque de los turcos y otros peligros para Austria pidió a Cle mente X poder consagrar su reino patrimonial, la Austria origen de la di nastía de los Habsburgo, al «Padre nutricio de Cristo>. Obtenida la venia pontificia consagró Austria a San José el 12 de mayo de 1675 en la iglesia de los carmelitas de Viena. Con la máxima solemnidad y en procesión, en la que participó toda la población, se trasladó a esa iglesia y unió a la fór mula de consagración la fervorosa petición para que Dios por amor a Su padre nutricio en la tierra le concediera un heredero; quiso formular su plegaria con las palabras de Raquel a jacob: cDa mihi !iberos> (Gen 30, 1) y que al final fue escuchada por Dios, concibiendo aJosé (Gen 30,22-24). Leopoldo, atendido en su ruego, bautizó a su heredero con el nombre de José, como recordando la oración del }uuiguo Testamento por él utiliza da; de nuevo por primera vez en la historia entraba en las genealogías reales el nombre de José. Posteriormente también recibieron las princesas nacidas más tarde sobrenombre de Josefina. En la consagración de todo el Imperio a San José también volvieron a intervenir los carmelitas. El padre José de la Cruz fue enviado a Roma a gestionar el permiso papal. Por fin pudo satisfacer su deseo Leopoldo y el 28 de mayo de 1676 el Sacro Imperio Romano Alemán quedó bajo el pa trocinio perpetuo de San José; la fiesta del Santo Patrono pasó a ser día de precepto en Austria. Es lógico que estas iniciativas del emperador animaran a los obispos a actuar de modo semejante en sus diócesis. En Würzburg se proclamó la fiesta de San José, protector de la diócesis, como fiesta de precepto en un solemne acto en la iglesia de los carmelitas, al que asistió el obispo, Pedro Felipe de Dernbach y el delegado imperial, conde de Ottingen 9. No se le 9 Cfr J. SEITZ, op. cit., p. 16; L. A. VEI T l. LENHART, Kirche und Volksfrommigkeit im Zeitalter des &rocks, Friburg, 1956, p. afirman que el emperador Fernando 111 había , convencido al arzobispo de Maguncia, Qamian Hartard von der Leyen, para que consagra se el arzobispado con todos sus sufragáneos a San José. Si esto es así tuvo que ser antes de 165 7 , en que murió el emperador; pero desde 1647 regía la diócesis de MagunciaJohann Philipp von Schonborn en unión personal con la de Würzburg, que la regía desde 1642 . Seitz dice que en Würzburg se erigió la fiesta de SanJosé como día de precepto en 1677. Esto e s l o m ás probable, pues Schonborn, aunque e s importante pieza e n l a restauración del culto católico en Würzburg, Mainz y Worms, en donde también fue obispo desde 1663, sus intereses no se movieron tanto en el campo de las devociones populares y gustó del diálogo con los protestantes, con una cierta tendencia a lo que después se llamará fe broniamismo (cfr L. A. VEIT, Die Kirche im Zeitalter des lndividualismus, enJ. P. KIRSCH (ed.), Kirchengenschichte, IV/l, Friburgo, 1931, pp. 28 ss.). De todas formas tampoco puede excluirse que Schonborn siguiese el ejemplo de su buen amigo, desde los tiempos de estudio en Maguncia, Christoph Bernhard von Galen, con el que colaboró afectuosa- 296 LA ERECCION DEL COPATROCINIO DE SAN JOSE EN LA DIOCESIS DE MÜNSTER... nombró propiamente patrono de la diócesis, quizás porque ya el reino es taba consagrado al santo. Por la misma época -sin que podamos verificar la fecha exactamente- el obispo de Augsburgo, Juan Cristóbal de Frey berg, consagró sus diócesis a San José; es posible, incluso, que esa consa gración ya se hubiese hecho mucho antes siguiendo el ejemplo del obispo príncipe de Münster 10• Ratisbona, en la que los carmelitas ya residían por favor del archiduque desde 1635, con el deseo expreso del príncipe de fundar cofradías de San José y fomentar la devoción al santo, también fue consagrada como diócesis al mismo en esos años 11• El arzobispo de Colo nia, Maximiliano Enrique, obispo también a la par de Lieja y Hildesheim, proclamó a San José Patrono de todas sus diócesis el 1 3 de febrero de 1676. En este caso y como lo confirman las palabras mismas del arzobispo al ordenar este patrocinio, el príncipe elector quiso, con este acto, dar sa tisfacción a los deseos de Leopoldo I; como descendiente de la Casa de Baviera, sin embargo, es lógico que él también cobijase la misma devo ción personal a San José que la de :sus progenitores 12 • La influencia de los carmelitas en Colonia es, con todo, más antigua que la de los mismos en Austria y Baviera. La devoción a San José incluso había echado raíces antes de que éstos se asentasen en la diócesis, como lo prueba, por ejemplo, la denominación de José en el bautismo de los mu chachos, lo que ya aparece circunstancialmente varios siglos antes 13 • Otra Die t1identinische Reform im Bistum Münster unter Fürstbischof Christopher Bernhard 11. Galen 1550 bis 1678, en cWestfalia Sacra» 6 , Müns mente (cfr M. BECKER-HUBERTI, ter, 1978, p. 24; cfr también 307 y 3 1 2 ) . 1 0 C fr J . SEITZ, op. cit. , p . 1 6 . En Augsburg e s más posible e l influjo del emperador, pero probablemente el de Leopoldo I. 1 1 Cfr O. PFÜLF, op. cit. , p. 295. Sobre la labor de los carmelitas en la difusión del culto a San José, cfr A. BRUNNER, Kirche tmd Kloster St. ]oseph der Unbeschuhten Kar meliten in Regensburg, Ratisbona, 1930. i 2 Cfr A. STEFFENS, Der h. ]oseph zweiter Schutzpatron des Erzbistums Ko/n, en cPastoralblatt> 5 /1905, pp . 1 s . , col. 1 29-132. 1 3 Es posible que en el pueblo no pasasen desapercibidas las enseñanzas de Rupert von Deutz y mucho menos en quienes tuvieron que leer sus obras en Colonia. Como algo desacostumbrado es el nombre que se dio a sí mismo Hermann, premonstatense en Stein feld , que después de la cboda mística> con la Virgen se denominó Hermann Joseph . Este autor de diversas obras perdidas , probablemente un Comentario al Cantar de los Cantares y de quien nos ha quedado el himno más antiguo al Corazón de Jesús: Summi regis cor aveto, pudo haber llegado a este pensamiento, que amaga en Rupen (cfr H. HüMMELER, Hermann ]oseph von Steinfeld, en cHelden und Heilige>, Bonn, 1954, pp . 180 ss. , aun que se equivoca en la fecha de su muerte, que no fue en 1226 sino en 1 24 1 , según F. Do YÉ, Heilige und Selige 1, Leipzig, 1929, p. 502 , y W. DEINHARDT, LThK, IV, Friburgo , 193 2 , col. 987 ; sobre la teología de SanJosé en Rupert von Deutz , cfr J . SEITZ, Die Vereh rung des hl. ]oseph in ihrer geschichtlicben Entwicklung bis zum Konzil von Trient dar- 297 GERMAN ROBIRA TARAZONA muestra de la veneración es la memoria de la fiesta del 1 5 de enero para 1 5 1 5 y 1 521 ; la 19 de marzo ya la San José, ya nombrada en los martirologios colonienses de misa con formulario propio para la fiesta de San José el encontramos en el misal de 1625, aunque no fuese todavía obligatoria para los sacerdotes 14• La diócesis de Lieja, por otra parte, unida personalmente a la de Colo nia, quedaba bajo el gobierno territorial de Isabel Clara Eugenia, gran devota de San José y de Teresa de Jesús, con lo que coincidían no sólo los deseos del pastor con los de la gobernadora sino que también el pueblo estaba bien dispuesto a estos signos de devoción colectiva 15 • El copatrocinio en Münster Cabe el honor al obispo de Münster, Cristóbal Bernardo de Galen, haber sido el primer príncipe en el territorio alemán que consagró su país al Santo Patriarca y el primer obispo que confió a sus diocesanos al patro cinio de San José. Con autorización pontificia 16 del antiguo amigo de von Galen y correligionario en las gestiones diplomáticas de la paz de Westfa lia Fabio Chigi y desde 165 5 Alejandro VII 17, el devoto papa de la Inmaculada que renovó las sentencias de Sixto IV a este respecto 1 8 , acce dió con gusto a la solicitud del reformador de Münster . Pro bablemente 19 gestellt, Friburgo , 1908 , pp . 129 ss . ; Rupert fue también un teólogo de los Angeles Cus todios -cfr F. HOLBOCK, Vereint mit den Engeln und Heiligen, Stein , 1984 , pp . 203 ss.- y a pesar ·de no expresarse con exactitud sobre la naturaleza de los mismos es pieza fundamental para la doctrina de los mismos y la devoción que también triunfa en el ba rroco; pero en el texto volveremos sobre esto. 1 4 Cfr O. PFüLF, ap. cit. , pp . 160 s . 1 5 D e Lieja convendrá recordar que Rupert von Deutz era monje e n esa ciudad, e n la que padeció persecuciones y fue calumniado precisamente por sus escritos ; no puede, pues, no presuponerse una influencia en estos primeros brotes de devoción josefina ya en el siglo XII (cfr A. MANSER, LThK IX, col. 15 s. 1 5 siehe oben. 1 6 Cfr H. BóRSTING, Geschichte des Bistums Miinster, Bilefeld , 195 1 , p. 1 1 1 ; A. SCH RóER, Die Karrespandenz des Miinsterer Fiirstbischafs Chri.staph Bemhard van Gafen mit dem Heiligen Stuhl, Münster, 1972 , in Westfalia Sacra III, p. 316, y A. HüSING, Fiirt sbischaf Christpah van Gafen, Paderborn, 1887, p. 84 . 1 7 Cfr p.e. A. SCHRóER, Die geistliche Tiitigkeit Gafens, en P. BERGHAUS (ed.), Bam men Berend I Das Fiirstbistum Miinster unter Bischaf Christaph Bemhard van Gafen, Katalog Landesmuseum Münster, pp. 133 s. 18 DS 2 . 0 1 5 SS. 1 9 Un documento con el que pueda fijarse exactamente la fecha no he podido encon trarlo . A. HüSING, como ya queda indicado, op. cit. , p. 84, lo afirma categóricamente y 298 LA ERECCION DEL COPATROCINIO DE SAN JOSE EN LA DIOCESIS DE MÜNSTER. . . el 17 de marzo de 1662 se proclamaba a San José copatrono de la diócesis de Münster y· de los otros territorios· que pertenecían al principado20• Pero a pesar de esta primacía en la consagración ésta llegaba en el año 13 del gobierno de von Galen21• Bien es cieno que en el sínodo de otoño de 1652 se había inculcado a los «superiores de las órdenes, a los pastores y predicadores» inculcar a los fieles la veneración de «la Virgen María, los Angeles Custodios, San José y San Ludgerus», este último como apóstol y primer obispo y patrón de la diócesis22; pero cuando el vicario general en la biografía del vicario general de von Galen (cfr Joanne AB ALPEN, De vita et rebus Christophori Bernardi, Coesfeldiae, Typis Andreae Herm: Wemmeieri I MDCXCIV, p. 560) leemos: «Parem Sanctis Josepho & Ludgero decernit culturo. Opportune h<><; anno ( 1662) in Dominicam quadragenarij jejunij quartam Laetare dicitur, incidebat celebritas Josephina. Divum hunc quod in extremo agone piorum opitulatorem testaretur commu nis fidelium consensus; & ipse agnosceret ejusdem maritis plurimum deberi reductae nu per, firmataeque pacis fructum; post Sponsam ejus Deiparam ac reliquas, uti suum popu lus festorum dierum numero gravaretur, vel suo sic opifices aut operarii privarentur quaes tu, ex Dioecesano multosecularum usu, authoritate Pontificali edicit, ut hac ipsa imposte rum Dominica S. Josephi eodem, quo Paulinam ante ordinaverat, ritu ac liberalitate, eademque in Basilica celebraretur>. J. S EIT Z, op. cit. , p. 14. M. BAUERLE, ]oseph Predigten mit einer Abhandlung, en «Th. Predigten und Vonrage>, Heft 2 5 , Wiesbaden, 1927, p. 1 5 , hierra con la mejor voluntad, queriendo ver en la paz de Westfalia una con secuencia de las consagraciones a Sanjosé de la5 diócesis de Colonia y Münster, 1648, el tercer domingo de cuaresma de ese año e indica que von Galen se puso de acuerdo para eso con el arzobispo de Colonia; baste recordar que von Galen en 1648 todavía no era obispo, aunque llevaba en Münster las gestiones para la paz en nombre del obispo de Co lonia, que en unión personal era también obispo de Münster; es aquí, como ya queda dicho, donde trabó amistad con Fabio Chigi. O. PFÜLF, op. cit. , también afirma el mismo año, p. 295 , y M. BECKER-HUBERTI, Die tridentiniscl?e Reform im Bistum Miinster unter Fiirstbischof Chnstoph Bernhard 11. Gafen, 1650-1678, Münster, 1978, p. 297, recoge la opinión de Hüsing a quien cita como testimonio de su afirmación , al igual que H. BóRS· UNG, Geschichte des Bistums Miinster, Bielefeld, 195 1 , p. 1 1 1 . . 20 Von Galen era además de obispo de Münster y administrador del monasterio exen to de Corvey, pastor responsable para la salud espiritual de los fieles en la diócesis de Os nabrück, que a causa de la «sucessio alternativa> precisamente en 1662 pasaba a manos de los protestantes. 21 Von Galen fue elegido obispo de Münster el 14 de noviembre de 1650, aunque hubo turbulencias después de esta elección, promovidas por Malinckrodt, a su vez candi dato para la sucesión de Fernando de Baviera, que nunca recibió la ordenación sacerdotal. Aquí intervino el nuncio, el amigo de von Galen, Fabio Chigi, que ordenó al obispo de Osnabrücke a tomarle a von Galen la «professio fidei> y gestionó en Roma el reconoci miento de la elección del Capítulo. Inocencio X confirmó a von Galen el 22-V-165 1 . El 1 7 -IX-165 1 fue ordenado de obispo; poco antes le había ordenado el obispo auxiliar de Münster, Juan Sternenberg, de diácono y sacerdote (cfr A. SCHRÓER, op. cit., Die Ko"es pondenz. . . , pp. 1 5 3 s.; F. HEERS, Die Wahl Chn'stoph Bernhards 11on Gafen zum Fiirt sbischof 11on Münster, en «Beitrage für die Geschichte Niedersachsens und Westfalens> 1908/1 5 , Hildesheim, 1908; J. VON A.LPEN (J. AD A.LPEN), op. cit. , p. 48. 22 Cfr M. BECKER-HUBERTI, op. cit., pp. 291 s. 299 GERMAN ROBIRA TARAZONA quiso ordenar la celebración de la fiesta cin choro>, para que se celebrase al año siguiente cin foro>, la Bula de Urbano VIII, que permitía celebrar esa fiesta «tam in choro, quam in foro»·, todavía no se había publicado en Münster. El tema debió tratarse en el sínodo de otoño de 1658, pero una promulgación de. este tipo no aparece y lo más probable es que se hiciese en el año 1662, al proclamarse el copatrocinio23• Considerando las cosas según los datos de que disponemos no pode mos encontrar la causa inmediata que dio lugar a la proclamación del co patrocinio. Por una parte no cabe duda, como todavía debemos analizar, que von Galen era un buen devoto de San José, que desaba se difundiese esta devoción entre sus diocesanos., sobre todo como «patrono de los mori bundos>. El mismo volvió a insistir y a ordenar en los sínodos de cuaresma de 1654 y otoño de 165 5 lo que ya se ha indicado para 165224• De otro lado von Galen buscaba el apoyo de kopoldo 1 para sus planes de refor ma y la defensa de sus territorios; no sería acusarle de falta de rectitud de intención si al consagrar su principado a San José también hubiese queri do mostrar al emperador -«de pasada.»- que él era en todo de su misma opinión2 5• Ya durante su campaña contra Holanda y a pesar de necesitar de bue nos recursos militares contra los que él llamaba «los turcos del notte» refi riéndose a los calvinistas, ante el peligro para Austria por el ataque de los turcos, envió al emperador una ayuda muy generosa de tropas que se tras ladaron a Hungría el 9 de mayo de 166126• En 1662 von Galen andaba muy preocupado con los enclaves de la diócesis de Münster en la de Osnabrück, que con la regla de la «alternati va sucessio» acababa de pasar al protestante Ernst August von Braunschweig-Lüneburg, al morir el cardenal Wartemberg ( t 1-XII23 Ebd. pp. 260 s. la noticia la tenemos por una carta del entonces vicario general Va gedes al Capítulo catedralicio (cfr Bistums Ardiiv Münster, Generalvikariat 1 (en adelante BAM-GV) A 10, fols. 107 s . 24 Cfr Spicilegium Ecclesiasticum, Tomus XII: Statuta Provincialia & Synodalia, Tit . XV, p. 88, en donde habla de la veneracion de San José, cqui patronus est singularis agonizantum>. En M . BECKER-HUBERTI, op. cit., queda un poco confuso, dónde se en cuentran estos documentos (cfr p . e . , pp. 260 , notas 2 7 5 y 2 7 7 ; p. 292, notas 72 y 73); él sitúa el Título XV en la página 86, sin indicarnos si se refiere al BAM-GV o bien al Spici legium . En éste el Título XV comienza en 1a página 87 y en el BAM no encontré esta dis tribución por títulos. la confusión aumenta cuando Becker cita HS 1655 (Herbstsynode) y una vez puntualiza Título 1, pp . 86 s . , y en la nota que sigue cita HS 1655 , Título XIV, ebd. 2 5 Cfr A. ScHRóER, Die Ko"espondenz... , op. cit., 8 7 ff. 26 lbd . 300 LA ERECCION DEL COPATROCINIO DE SAN JOSE EN LA DIOC.:ESIS DE MÜNSTER... 166 1)2 7• Podemos, pues, suponer las dos cosas: 1) von Galen quiso con fiar sus cuitas al protector de la Sagrada Familia, a quien en las disposicio nes del sínodo de la cuaresma de 1662 se le llama «padre nutritio> del Sal vador, mientras que en las recomendaciones de los sínodos señalados an teriormente siempre aparece como cpatronum agonizantium>28• En las or denaciones del sínodo cuaresmal de 1666 vuelve a nombrársele «nutri tium Christi>29• Al mismo tiempo 2) es posible que von Galen, al ver las gestiones que Leopoldo llevaba con la Santa Sede para conseguir del papa constantes nuevos privilegios en la veneración de San José en sus reinos, también pudiese demostrarle su adhesión por ese camino, tan de acuerdo con sus propias convicciones. Los hechos, con todo, que cuentan como escalones en la proclamación del patrocinio, podemos reducirlos a tres fechas o documentos: el 16 de febrero de 1666 ordena el obispo que la fiesta de San José, que ese año coincidfa con el domingo Laetare, se celebre «in choro» y en los oficios di vinos sin que se traslade; luego se ordena que se celebre la dominica lae tare como fiesta de San José mientras no se ordene lo contrario30• Si anali zamos el texto no existe contradicción. Efectivamente, el 19 de marzo de 1662 era el cuarto domingo de cuaresma31 y von Galen hace que sea cele brada siemore la fiesta litúrgica («in choro officiisque divinis sine transla tione>) el dÍa 19, como ya quedaba dispuesto en la citada bula de Urbano VIII; el pueblo deberá celebrarla d domingo laetare. La disposición cua dra perfectamente con los intereses de un pastor y un gobernante: el pas tor cuida de que se rece al patrono de la diócesis, el gobernante no ve po sible aumentar el número de dfas festivos, lo que implica pérdidas econó micas también para el erario público y por eso dispone que el pueblo ce lebre la fiesta en domingo31• El documento con la ordenación o proclamación del · copatrocinio no se encuentra en los archivos pero la determinante afirmación de Hüsing no puede ponerse en duda con ningún argumento y de hecho en el smo21 Cfr A. ScHROER, op. cit. , pp. 13 1 ss. 2s CTr Spicilegium, op. cit., pp. 1 30 by 135; en los cStatuta Synodalia> 1, BAM-GV, p. 125 ( 142). Ver fotocopia documento que se adjunta. 29 Statuta .. . , BAM-GV, p. 173. 30 BAM-GV, p. 1 24 (142), op. cit. 3 1 CfrJ. AB A.LPEN, op. cit., p . 560. La cronología está verificada también por H. GRO TEFEND, Zeitrechnung des deutschen Mittelalters und der Neuzeit, 2 tomos, editado de nuevo según la edición de Hannover, 1891-98, en Halen, 1970, tomo 1, pp. 1 80 s. Véase fotocopia que se adjunta. 301 GERMAN ROBIRA TARAZONA do cuaresmal de 1662, celebrado el 17 de marzo , ya se habla de ese patrocinio 3 2 • La proclamación , pues, debió llevarse a cabo entre el 16 de febrero y el 17 de marzo de ese año . Por último, si que remo s considerar las disposiciones del sínodo cuares mal como el último peldaño , cabe subrayar que entre las resoluciones del mismo se insistió en que el pueblo celebrase la fiesta de San José en la «dominica laetare», encomendándose a su patrocinio , ya que la invoca ción de este santo hará que «el tránsito de esta vida a la eterna sea feliz» 33• De nuevo podemos recalcar lo dicho anteriormente . La preocupación del pastor es la salud espiritual de los fieles y su eterna salvación . Von Ga len sabe que sobre esto le pedirá Dios cuenta 34 • El piadoso gobernante , por otra parte , se pone con esta consagración personalmente y al reino , que él representa , lo coloca bajo la protección ·de este poderoso intercesor 35 • Veamos cómo se conjuntan ambas posturas en la persona de Cristóbal Bernardo de Galen . 32 Cfr BAM-GV, IV Bistum Verwaltung A-168. Aquí se adjuntan en fotocopia las dos diferentes versiones del Specilegium en donde se habla de la celebración de la fiesta. Aquí vuelve a haber una pequeña confusión , ya que las hojas están incluidas en documentos con fechas diferentes, el uno concluye con fecha 17-III-1662 (la más probable), p. 130 b, el otro en p . 135 con fecha del 19 de marzo mismo. Cabe la posibilidad que la segunda fe cha no se refiera directamente al día del sínodo sino a la de la redacción de la copia; con todo no es probable que esa copia se escribiese un domingo. 33 Cfr BAM-GV, p. 125 (142). 34 Si algo tenía claro von Galen era la responsabilidad de su acción pastoral. Cfr E. MARQUARDT, Christoph Bernhard von Galen, Münster, 195 1 , p . 74 f. ; A. HüsING, op. cit., pp. III y VI, donde nos transmite el juicio de Inocencio X sobre la labor de von Galen en la reforma católica de acuerdo con el tridentino. Sobre las reformas y el celo de von Ga len, cfr también W. KOHL, Die Durchsetzung der tndentinischen Reformen im Domkapi tel zu Münster, en R. BAUMER (ed . ) , Reformatio Ecclesiae, Paderborn, 1980, pp. 729-747, y A. SCHRóER, Christoph von Gafen und aíe katholische Reform im Bistum Münster, Münster, 1974. 35 En general puede decirse que sus fundaciones y dones a iglesias y conventos, cuan do eran personales, tendían a fomentar la honra de María, la Santa Cruz y San José; otras , como procesiones y actos de culto, que él subvencionaba, trataban de restaurar el culto de los patronos y santos de la diócesis (cfr p.e. , M. BECKER-HUBERTI , op. cit., p. 315). En la versión alemana de la obra ya citada de ) . AB ALPEN, Leben und Thaten Christoph von Gafen, Bichofs und Fürsten von Münster, Administrators von Corvey f Genommen aus dem La.teinischen des Herrn Johann von Alpen f Münster, 1790 f Bei Friedrich Christian Theissing, que es más bien un resumen , se citan parte de estas donaciones en honor de San José, pp. 100, 103 , 327 y 363 . 302 LA ERECCION DEL COPA TROCINIO DE SAN JOSE EN LA DIOCESIS DE MÜNSTER . . . La piedad josefina de von Galen Si ya ha sido una aventura el atreverse a la pregunta sobre cuál pudo ser la intención de von Galen al consagrar la diócesis y principado de Münster a San José , con el peligro incluso de un juicio temerario , el inves tigar sobre su devoción personal es todavía más arriesgado . Sobre la educación del joven Cristóbal Bernardo , nacido el 12 de octu bre de 1606 , aunque nos consta que no fue instruido en la fe católica de niño 36; de todos modos Dios le concedió pronto la gracia de la fe y le pre paró para que ya con trece años, el 8 de octubre de 1619, recibiese la tonsura 37 • Hasta 1622, durante la reclusión procesual de su padre , estudió en los jesuitas y habitó en sus llamados «contubernium» tanto en Magun cia> como en Colonia durante sus estudios, haciendo con ellos «vita com munis>. En Lovaina fue , sin embargo , muy probablemente , escolar de las lecciones de uno de los críticos más acerbos de los jesuitas : Cornelio Janse nius, aunque por entonces todavía no había sido condenado al jansenis mo . De Lovaina pasó a Bourges y 1esmvo en Francia en contacto con círcu los anejos al cardenal Richelieu , en los que tuvo referencias de San Fran cisco de Sales y sus escritos y probablemente trató , aunque esporádica mente , a San Vicente de Paúl 38 • Si hacemos la excepción de Cornelio Jan- 36 Los padres de von Galen no eran católicos cuando nació Cristóbal Bernardo. El pa dre se convirtió al catolicismo, probablemente, cuando esperaba en la cárcel el largo proce so por haber matado en duelo en 1607, un año después del nacimiento de Cristóbal Ber nardo, a Gerhard von Morrien zu Nordkirchen, como consecuencia de una disputa al cele brarse Cortes en Münster, estando ambos bajo el influjo del alcohol (cfr J. JANSSEN (ed . ), Die Münsterischen Chronichen 11on Roche//, Stevermann und Corfey, vol. III, Münster, 1856, p. 336. La madre debió convertirse más tarde, cuando Cristóbal Bernardo ya debía ser canónigo en Münster, como parece deducirse del proceso de información a Roma oca sionado por el conflicto con Malinckrodt (cfr A. SCHRÓER, Die Ko"espondenz. . . , op. cit. , p. l, y del mismo, Christoph BERNHARD . . , op. ct"t. , p. 8). 37 M . Becker-Huberti se apoya en M. GEISBERG, Die Mitglieder des Münsterischen Domkapitels 1553-1811, en «Westfaliches Familien-Archiv>, III, Münster, 1922, p. 36, para mostrar que no se trataba de una canonjía, como afirman J. VON ALPEN, op. cit. , p. 2 1 ; A. H üSING, op. cit. , p. 3, y K. TüKKING, Geschichte des Stifts Münster unter Christoph Bemhard 11on Galen, Münster, ll865 , p. 3. El joven von Galen, sin embargo, recibió por esta época una prebenda del capítulo catedralicio, sin que se pueda especificar de qué tipo, pero que le permitía su residencia en el Colegio Paulinum de los jesuitas. A. BRAND, Geschichte des Fürstbistums Münster, Münster, 1925, p. 194, afirma que ya era canónigo a los 7 años; ciertamente un error. 38 Cfr H. ÜTIENJANN (ed. ) Fürstbischof Christoph Bemhard 11on Galen und das Nie derstift Münster / Ausstellungskatalog des Museumsdorfes Cloppenburg, pp. 12 y 29 s. ; E. MARQURADT, op. cit., pp. 1 1 ss. Es probable que en Maguncia conociese al ya citado obispo de Würzburg, SchOnborn (cfr no1ta 10)., con quien le unió una auténtica amistad, . 303 GERMAN ROBIRA TARAZONA senius, el joven, todos los otros educadores, maestros y ejemplos de virtu des para el joven escolar y teólogo� pudieron influir en su vida de piedad y echar la semilla de su devoción josefina 39. Tücking afirma que de los jesuitas recibió los influjos más fuenes y duraderos en su vida y en sus esfuerzos para la reforma del clero y fonale cimiento de la fe y la piedad en el pueblo, la ayuda más celosa y eficaz40• Su confesor, el padre jesuita José Korler, no solamente fue su consejero espiritual sino también político; este buen padre debió ser por ello tan odiado por los enemigos de von Galen que Schücking dice que en el capí tulo de la catedral había canónicos que opinaban «hacer mucho tiempo que debía haberse ahorcado al padre José», como el vulgo le llamaba41• Por otras órdenes, como los franciscanos observantes, también tuvo una predilección· especial .. Von Galen no era gran panidario de órdenes mendicantes, sobre todo si se acumulaban en una determinada región; pensaba que las colectas no podían «alimentar> a muchos y que éstas po drían ocasionar rencillas entre ellos; es posible que también pensase aquí, aunque su manera de pensar fuese muy diferen.te y que por aquel entonces también estu diaba en aquella ciudad. A. SCHRÓER, op. cit., (Die Ko"espondenz . . . ), p. 190, piensa que Jansenius incluso pudo haber influido en la severidad de vida de von Galen (sobre esto cfr F. C. 'fHEISSING, op. cit. , la traducción resumida de la obra de v. Alpen, pp. 3 54363 , todo un capitulo dedicado a la vida interior del obispo). El que von Galen cuidase de no recibir nunca solo a una mujer, como se acentúa en la biografía y se toma de ejemplo para una posible influencia jansenista, se debe ª' las calumnias de concubinato y de tener hijos naturales de Mallinckrodt, contra las que tuvo que defenderse en el proceso de infor mación al ser elegido obispo y de las que se probó no tener ningún fundamento; von Ga len mismo juró en aquella ocasión no haber tenido nunca trato carnal con una mujer (cfr F. HEER.s, Die Wahl Christoph BemharrJs 11on Ga/en zum Fiirstbischof 11on Münster, en cBeitrage für die Geschichte Niedersachsens und Westfalens> XV, Hildesheim, 1908, pp. 54 ss., asi como A . Sc Hó ER, Die Ko"espondenz . . . , op. cit. , pp. 1 52 s.). Von Galen mismo, como también lo muestra SCHRÓER, op. cit., pp. 166, 198 y 260, condenó repeti damente el jansenismo. 39 No es fácil determinar quién llevó más adelante la devoción de SanJosé en Alema nia, como trataremos después. O. PFOLF, S.)., op. cit., pp . 289 s. , acentúa lógicamente, aunque con fundamento, el mérito de los jesuitas a este respecto. Pero si tuvo contacto con Francisco de Sales y supo de Teresa deJesús, lo que es obligado, también éstos debie ron dejar huellas en los cauces de su piedad josefina. Schrodl acentúa la gran influencia de estos dos últimos santos en la difusión de esta piedad josefina en Alemania·(cfr enJ. HER GENRóTHER, Wetzer u ndWelte'sKirchenlexikon, V, col. 793 ; también vol.IV, col. 1 8261836, voz: Franz von Sales, y voz: Teresia, die hl., vol. XI, col. 1.348-1.361, Friburgo, 1886, 1889 y 1890; también en H . )EDIN (ed.), Handbuch der Kirchengeschichte, IV, Fri burgo, 1967, se acentúan estas influencias. 4o Cfr K. TüCKING, op. cit. , p. 305 . A. HüSIN G, en el articulo von Galen del arriba citado Lexikon, vol. V, col. 14 acentúa esta influencia. 4t Cfr L.. E. L. ScHüCK.ING, Christoph Bemhard von Ga/en Ei'n Charak.terbild des &rocks, Emsdetten, 1940, p. 3. - 304 LA ERECCION DEL COPATROCINIO DE SAN JOSE EN LA DIOCESIS DE MÜNSTER . . . como buen administrador , que el mejor recolector eran ·los impuestos y von Galen con guerras, un potente ejército , fomento de la enseñanza, constructor de conventos, iglesias y capillas, siempre anduvo escaso de di nero : tacaño para ciertas cosas y despilfarrador para otras 42. Esto conviene tenerlo en cuenta , pues si favoreció a los franciscanos y subvencionó su convento e iglesia en Rheine, después que convirtieron su escuela de latín en un gimnasio público para los jóvenes de esa ciudad a petición del obispo , es posible que von Galen hiciese eso por conocer su apostolado en pro de la devoción a San José. Los franciscanos habían lle gado a Rheine dos décadas antes pero todavía no habían conseguido cons truir su convento , aun teniendo desde hacía años la autorización del príncipe-obispo antecesor de von Galen4·'. Este puso la primera piedra del convento después de haber consagrado la iglesia de los padres el 23 de no viembre de 1660, dedicada a San .José lo mismo que el altar mayor44 ; la primera piedra había sido bendecida por él mismo dos años y medio an tes , el 29 de marzo de 1658. La rapidez de la construcción muestra que no regateó en medios económicos para conseguir rápidamente este «mo numento» de la diócesis a SanJosé. Realmente para honrar a SanJosé fue , si se puede expresar así, «poco económico» , aunque sería mejor acentuar su generosidad para con el culto en general y para el de San José en par ticular. El mismo año 1662 en que consagraba la diócesis al copatrocinio de San José ordenaba , en acciones de gracias por haberse recuperado la ciu dad de Rheine , procesiones en honor de San José , junto también a otras en veneración de San Pablo y San Ludgero4 5 • Al año siguiente , en 1663, se puso la primera piedra para las icapiUas de San José , San Ludgero y San Máximo , cumpliendo así la promesa hecha para recuperar la ciudad de Münster , que se había sublevado , considerando el Consejo de la ciudad 42 Cfr A. HUSING, op. cit., col. 16. Sobre su generosidad, cfr también A. HüSING en su citada historia, pp . 88 ss. L. A. VEIT, Die Kirche im Zeitalter des Individualismus, en J. P. KIRSCH, Kirchengeschichte, IV/l, Friburgo, 193 1 , p. 272, cita al mismo von Galen: «Me esfuerzo para que las fundaciones de órdenes mendicantes no tropiecen entre sí y so brecarguen a los fieles exigiéndoles sus hmosnas»; también E. Marquardt, op. cit., pp . 1 5 SS. 43 Cfr A. FüHRER, Geschichte der Stadt Rheine, Rheine, 1927, pp . 183 s. 4 4 Cfr BAM-GV, Rheine St. Dionys A-81. Sobre el acta de es.e acto y la consagración de los altares se adjunta fotocopias de esos folios. 45 Cfr J. )ANSSEN, op. cit., pp . 261 s.; F. c. THEISSING, op. cit., p. 100, y E. VON SCHAUMBURG, Fürst-Bischof Bemhard von Gafen und die Stadt Münster, Münster, 1853, p. 187. 305 GERMAN ROBIRA TARAZONA ser ésta dependiente directamente del emperador y no del principe obispo 46 • Toda su vida mostró su acción de gracias con la Providencia y sus santos intercesores , ordenando procesiones, con una fuerte dotación para los estipendios a dar a los clérigos que debían participar en ellos o donando estatuas, para las que buscaba los mejores orfebres cuando eran de plata o escultores excelentes. Entre estas procesiones, altares, estatuas, ornamentos y vasos sagrados que regaló o dotó , San José ocupa, junto a la Virgen María , San Pablo y San Ludgero , una posición en cabeza; en el testamento suyo no solamente dispuso que se le enterrase en la capilla de San José , iniciada como queda dicho en 1663 pero que se acabó de cons truir en el año de su muerte , sino que hizo construir para ella una estatua de plata y la dotó con grandes estipendios 47 • Hasta 1821 las pocas iglesias dedicadas a San José en la diócesis de Münster y los territorios unidos a la misma se construyeron o dedicaron al santo , en su mayor parte durante el episcopado de von Galen : además del copatrocinio de la catedral y la capilla antes mencionada , das Kinderhaus en Münster mismo ( 1673); Rheine , como también queda dicho (1660 y del monasterio 1662), Warendorf (1670), Cloppenburg (1668), y el con vento de los franciscanos de Vechta, una fundación de los de Rheine , convirtieron el antiguo convento de Marienthal en convento de San José , aunque el convento ya se había empezado a rehabitar hacia 164048 • Unos muy pocos conventos e iglesias más se dedicaron a San José en la diócesis de Münster en los siglos XVIII y XIX, mientras que al final del XIX y a principios del siglo XX se le dedicaron alrededor de 40 iglesias, capillas y conventos 49 • No puede , pues, minusvalorarse la importancia de la devo- 46 Cfr]. ALPEN, op. cit., p . 593; F. C. THEISSING, op. cit. , p . 103; A. HüSING, op. . Cit., p . 83 SS. 47 Cfr A. SCHRÓER, Der Hohe Dom zu Münster, Münster, 1947, dice que hay que considerarlo como al «mayor mecenas> de la catedral, subrayando sobre todo el valor de esa capilla y la estatua de plata de San José , pp. 17 / 3 1 ss. ; también A. HüSING, op. cit., pp. 84 s. , que señala el 26-V- 1663 como la fecha de colocación de la primera piedra de las capillas y cita unos recibos del dinero pagado al orfebre y platero de esta estatua el 16-XI1677 y 7-IX- 1678; dos días después moría von Galen , el 9-IX- 1678, en Ahaus y sus restos mortales fueron trasladados a Münster para ser enterrados en la susodicha capilla de San José. Esta capilla estaba tan bien dotada, que d obispo de Münster Federico Christianus quiso tratar de dar a los beneficios de esta capilla una distribución más amplia (cfr BAM GV Münster-Dom A 79) . Sobre las innumerables donaciones de von Galen véase un elen co incompleto en M. BECKER-HUBERTI, op. cit'., pp. 3 1 3-328. 48 Cfr H .. BóRSTING, Handbuch des Bistums Münster, Münster, 1946, 2, vol . I, pp. 161, 2 56, 274 y 406; en II, pp. 900, 916 s. 49 Cfr H. BóRSTING, op. cit., II, pp . 937, 94 1, 943 . Este elevado número se debe a la 306 LA ERECCION DEL COPA TROCINIO DE SAN JOSE EN LA DIOCESIS DE MÜNSTER ... ción personal de von Galen a San José si tratamos de comprobar la difu sión del culto a este santo en la diócesis de Münster en el siglo XVII. Como últimos botones de muestra de la devoción a San José del obis po , que no dejó de ser observaba por sus sacerdotes, vale la pena citar el escrito de alabanza de los jesuitas de Coesfeld y Meppen con motivo de su elección y en el que se le llama «Virga Aaronis» y se le compara con el Pa triarca José del antiguo testamento , así como el «carmen honorarium» del párroco de Lastrup en sus bodas de oro sacerdotales y que va dedicado al obispo con los anagramas MRA + IHS + IOES ; este párroco , Johannes Gu demann , había sido calumniado hacía años ante el obispo y en este «car men» se subraya la inocencia del sacerdote y la magnificencia del obispo , comparado de nuevo con el José de Egipto 50• La devoción popular· a San José Como dice Seitz , no disponemos de suficientes datos para poder com probar con exactitud hasta qué punto este esfuerzo de las órdenes religio sas, de los pastores y de los gobernantes llevaba al pueblo hacia el fin perseguido 51• Si atendemos, por ejemplo , a los nombres de pila dados a los mucha chos podemos comprobar que en Colonia esta denominación comienza antes que en Münster , aunque en ambos sitios en el siglo XVII todavía están poco extendidos . Si comprobamos los libros de matrículas de Cplo nia, a donde también acudían los clérigos de Münster, vemos que en Coindustralización del sur de la diócesis, la cuenca del Ruhr, con la creación de gran número de nuevas parroquias y nuevos conventos, pero es un coeficiente de gran evidencia del im pacto de la promulgación del patrocinio por parte de Pío IX en un momento en que los católicos de Alemania sentían la opresión de la Kulturkampf. 5o El manuscrito de ese panegírico de los jesuitas lo encontramos en el Landesmuseum Münster, codificado con el Nr. 128; el de Johannes Gudemann en BAM-GV, Bischofe I, A 9. Quizás convenga recordar que la tipología del Patriarca del Antiguo Testamento, del vicerrey de Egipto , como allí se le llama, quizás se encuentra por primera vez en San Ber nardo y luego en el Mariale, que se atribuyó a San Alberto Magno (cfrJ. SEITZ, Die vereh rung ... , op. cit. , p . 1 33); esto me parece interesante al volverla a encontar aquí, aunque ya Teresa de Jesús también se había hecho eco indirectamente de ese título de patriarca (cfr A. BAUMGARTNER, Die hl. Theresia von }esus (zu ihrem Centenarium), en c:Stimmen aus Maria-Laach>, vol . 2 3 , Friburgo , 1882, en donde dice que una de c:las palmas más be llas de su gloria> es la de haber colaborado tan eficazmente a fa extensión del culto a San José. 51 Cfr J. SEITZ, op. cit. , pp. 279 ss. 307 GERMAN ROBIRA TARA.ZONA lonia ya se matriculaban alumnos con este nombre, aunque muy pocos: 1 en 1 5 72, 1 en 1656, 8 de 1672 a 1694 procedentes todos de la ciudad de Colonia misma. Si tomamos a modo de comparación la ciudad de Müns ter encontramos por primera vez un Josef Anton Aldenkirchen en 1705, junto a otro de Coesfeld, donde von Galen pasó la mayor parte de los años de su gobierno. Aventurándonos un poco podríamos decir que estos alumnos, nacidos poco después de la muerte de von Galen, son los pri meros indicios de que la devoción lleva poco a poco a la · denominación y al patrocinio de los niños 5 2 • No puede extrañarnos que en el sur de Ale mania y, sobre todo, en Austria, el nombre de José para niños y mucha chas se extendiese más rápidamente. Pero aquí probablemente tuvo más influencia el hecho de que el emperador y las princesas llevasen este nom bre a la devoción popular a San José. El número de agregados a las hermandades de San José es, sin duda, más sintomático que la comprobación por nombres de pila. Ya ha queda do indicado cómo en el sur de Alemania y en Austria estas cofradías van unidas a los conventos de los carmelitas y su apostolado es sumamente eficaz 53 • En Colonia el príncipe elector, que consagró la diócesis al Santo Patriarca, también siguió el ejemplo de sus parientes bávaros y se aprove chó de otras tradiciones de agrupaciones artesanas bajo el patrocinio de San José, escogido ya en época anterior 54 • 52 Cfr H. KEUSSEN-Philipp NOITBROCK I Manfred GROTEN-Manfred HUISKES, Die Matrikel der Universitiit Koln, VII volúmenes, empezados a publicar por Hermann Keus se, en cPublikationen der Gesellschaft für Rheinische Geschichte> VIII, Bonn, 1928 ss. , véase, p .e . , vol. V , pp. 25 1 , 386 y 78 1 , en VI, p . 332, y en VII, p . 985 . También puede comprobarse una evolución semejante consultando jANSSEN-LEHMANN, Der Weltklerus in den Kolner Erzbistums-Protokollen 1661-1 825, 3 vol. , Colonia, 193 5 / 36; J. TORSY, Der Regularklerus in den Kolner Bistums-Protokollen 1111, Siegburg, 1 985 , en «Studien zur Kolner Kirchengeschichte>, vol. 1 8 / 19, y en ). TORSY, Die Weihehandlungen der Kolner Weihbischofe 1661-1840, Düsseldorf, 1969, en «Studien . . . >, vol. 10. Naturalmente que un análisis de los libros parroquiales también hubiera podido ayudar a hacer más sólida la tesis de este desarrollo o paso de la devoción a la denominación; debo confesar, sin embar go, que la brevedad del tiempo y la necesidad de estudiar bibliograffa sobre el tema aquí tratado me ha impedido llevar a cabo este trabajo que hubiera exigido meses enteros de búsqueda en el archivo diocesano, encontrartdo sólo una parte de esa documentación , de la que mucha -toda la que no se encontraba ya antes de la guerra en Münster- se ha perdido. 53 Cfr ). SEITZ, Deutschlands . . . , op. cit. , pp . 12 ss. 54 Estos patronatos ya aparecen en el siglo XVI, en el que San José además de Patrón de la buena muene ya empieza a ser venerado por los carpinteros y también por los cons tructores de carros, según la noticia en San Justino; Luego va pasando a ser patrono de los padres de familia, niños, etc. , cfr J. SEITZ, Die Verehrung, op. cit. , p. 282 ; D. H. KERLER, Die Patronate der Heiligen, reedición de la de Ulm 1 905 en Hildesheim, 1 968, y Max VON 308 LA ERECCION DEL COPATROCINIO DE SAN JOSE EN LA DIOCESIS DE MÜNSTER. . . Cuando en el año 1658 el vicario general quiso intensificar la predica ción sobre San José, como también ha quedado dicho, el obispo von Ga len pensó en la fundación de Hermandades de San José de la Buena Muene -«pro foelici morte>- y encomendó a los jesuitas y dominicos que se preocupasen de difundirlas, aconsejándoles recogiesen los estatutos de una cofradía con este título instituida hacía poco tiempo en Aquisgrán 55• Se puede incluso decir que en las etapas de la reforma del clero y la restauración del culto a los santos en el pueblo, largo tiempo so metido a la influencia protestante, la creación de hermandades fue, sobre todo a partir de . 1658, como una de las decisiones del sínodo 56, uno de los instrumentos más eficaces; las de San josé como patrono de los agonizan tes favoreció la piedad hacia estos misterios, indudablemente revalorados en la reforma católica y, en general, muy vivos en el barroco 57• En la ima ginería también empezó a difundirse el tipo del San José agonizante en tre )esús y María 58• También el ane podría ser un barómetro para medir el ambiente jose fino en la vida cotidiana de los católicos en el siglo XVII. Por desgracia nos han quedado muy pocas imágenes o cuadros de hogares piadosos en aquella época; en la diócesis de Münster de este tipo de imágenes de San José apenas se encuentra algo. En d ane barroco de las iglesias natural mente que este tipo iconográfico cada vez se extiende más, aunque la cús pide es alcanzada más bien ya avanzado el siglo XVIII 59• El esfuerzo de GELEN, Der hl. joseph Vorbild rler christlichen StiJnrle und Patron der katholischen Kir che, Mainz (Maguncia) , 1887 2 • 55 Cfr M. BECKER-HUBERTI , op. cit. , pp. 1 5 5 y 297. 56 Ebd. Cfr sobre las reformas llevadas a cabo por von Galen, la ya citada obra de W. KOHL y L. KEll.ER , Die Gegenreformation in Westfalen und am Niede"hein, 111, Leipzig, 1895 . 57 Cfr G. SCHNÜRER, Katholische Kirche und Kultur in der &rockzeit, Paderborn, 193 7 , p . e . , pp . 101 ss. y 187 ss . ; G; SCHREIBER, op. cit. , pp. 357 ss. 58 H . SAMSON, Die Heili'gen als Kirchenpatron, Paderborn , 1892 , p . 246, que afirma que se le representa así, sobre todo, en las iglesias y capillas de los carmelitas y agustinos . Quizás valga la pena comentar ahora que von Galen, cuando residía en Münster , gustaba de vivir y de celebrar la Santa Misa en el convento de los Hermanos de vida común de la devotio moderna (Fraterherren) , aunque no nos conste con exactitud que ahí hubiese una tal imagen o cuadro. 59 Cfr G. SCHNÜRER, op. cit. , p. 708; L A. VEIT-L. LEHNHART, op. cit. , p. 72, y K. KDNSTLE, Ikonographie der Heili'gen, Friburgo, 1926, pp. 366 ss. En general, se puede decir que el tipo bizantino del San José viejo es sustituido en el barroco por el hombre jo ven con el Niño Jesús en sus brazos . También es cierto , como afirma Künstle , que en esto se advierte la influencia de Santa Teresa y en concreto la plasmación de la imagen de San José descrita por la santa en la pintura de Herrera y Murillo . En la capilla de Spindelhof en 309 UERMAN ROBIRA TARAZONA von Galen para mover la devoción de los fieles por la contemplación esté tica de bellas imágenes de San José ya ha quedado insinuado . El mismo también tuvo muy probablemente una imagen de San José que le acom pañaba en sus viajes, campañas béhcas y visitaciones; quizás fuese esa imagen una de San José que acompañaba a las reliquias de San Máximo , cuando éstas fueron trasladadas de Coesfeld a Münster 60 • El tipo de ima gen que se difundió en estampas es, según Künstle , aquellos que están en relación con la figura de San José padre nutricio de Jesús, tal y como lo presentaba Santa Teresa 6 1 • Mucho más importante me parece , sin embargo , el tipo de oraciones que el pueblo empezó a rezar en honor de San José o para encomendarse a su intercesión . Seitz afirma 62 que ya en el siglo XV se empezó a difun dir en el pueblo la devoción de los siete dolores y gozos de San José ; debo confesar que en los devocionales que he podido consultar nunca encontré esta devoción 63 • Sí debió estar más difundido el oficio parvo de San José tal y como lo encontramos en el Coeleste Palmetum de Guillermo Nakateno 64 • La primera edición de este devocionario 65 ya contenía este oficio y von Galen la debió conocer, pues se editó en 1662 en la célebre Ratisbona se encuentra un cuadro que por su composición, expresión y colores recuerda (uno se siente tentado a decir: reproduce) lo que Murillo llamaba la «Trinidad de la tierra> acompañada por la del cielo. 60 Cfr A. HüSING , op. cit. , p. 88. 6 1 Cfr K. KDNsTI..E , nota 59. 62 J. SEITZ, op. cit. , Die Verehrung . . , p . 280. 63 No voy a afirmar rotundamente que tampoco después es muy conocida esta qevo ción en Alemania, pues me he concentrado a buscar en devocionarios del siglo que trato o inmediatamente anteriores. En un librito de Oraciones y devociones a San José, editado en Munich en 1 9 1 9, sí se encuentra, pero se ve que es una traducción . Naturalmente que también se encuentra en la traducción alemana de la Preces et pia opera indulgentiis dita ta, Roma, 1938, que se publicó en Ratisbona con el nombre de Ablassbuch, Ratisbona, . 1952 3 • 64 Aunque sólo pude consultar la edición de Amberes de 180 1 , K. KüPPERS, Wilhelm Nakatenus, S. l. 1617-1682, en «Archivum Historicum Societatis Jesu:., vol . XLVIII, Roma, 1979, confirma la constancia del contenido en todas las ediciones. La obra se editó primero en lengua alemana con el título Himmlisch Palm-Gartlein y se tradujo inmediata mente al latín. 6 5 Cfr K. KüPPERS, Das Himmlisch Palm- Giirtlein des Wilhelms Nakatenus S} (16171682) - Untersuchungen über Inhalt und Verbreitung eines katholischen Gebetsbuches der Barockzeit-, Ratisbona, 198 1 , en «Studien zur Pastoralliturgie>, vol. 4 . Sobre el ori gen de este oficio poco se dice en esta obra, mientras las antífonas y oraciones también se encuentran en otros oficios (cfr ]; SEITZ, op. cit. , Die Verehrung . , pp. 349-373 , donde trae una selección muy completa de textos de oficios de diferentes órdenes y regiones, así . . como un cuadro que muestra las coincidencias). El himno de Nakatenus (en la obra de Küppers, pp. 281.ss. ; en el devocionario, pp. 233-23 5 ) parece original .suyo. 310 LA ERECCION DEL COPATROCINIO DE SAN JOSE EN LA DIOCESIS DE MÜNSTER ... imprenta Guilelmis Friessen de Colonia , que editaba obras de todo el mundo . En este devocionario se encuentran , junto al ya citado oficio de San José y las letanías del santo , cinco oraciones , que pueden ser caracte rISticas para delinear las conturas de esta devoción y las razones por las que se aconseja al pueblo a recurrir a él : la primera oración es con la que se elige su patrocinio , poniéndose bajo su protección ; luego viene una pi diendo alguna gracia y de acción de gracias por su ayuda, seguida de otra implorando de nuevo su compañía protectora ( comitum impetremus) , y otra pidiendo su intercesión ; este apartado del devocionario termina invo cándolo como patrono de la buena muerte (felici morte impetranda) 66 • Las referencias a este santo no son , sin embargo , muy generales en los libros de oraciones . En el librito Porta caeli67 , un devocionario que se usa ba entre los candidatos al sacerdocio en Colonia, no hay ninguna referen cia a San José . Tampoco en el Manuale continens Breve Psaltenºum BMV68 , o en la Litanaia Sanctorum, que publicó Johannes Stalenus 69 con invocaciones de santos venerados por las parroquias del Bajo Rin , tampo co aparece ninguna invocación a San José ; este librito es interesante porque Stalenus también lo publicó en el dialecto de esa zona, en aquella época prácticamente igual al holandés del siglo XVII 70 • El mismo Stalenus . en su apología de las peregrinaciones , romerías , veneración de imágenes y reliquias , Peregn·nus ad loca sancta orthodoxus et pius demonstratus 7 1 , tampoco lo menciona.. En las Pii hominis catholici. . . 72 66 Cfr Coeleste Palmetum, pp . 238 s. 67 Coloniae , 1 6 1 6 . Este librito se encuentra en la biblioteca del santuario de Kevelaer , que perteneció a los oratorianos . 68 Coloniae , 16 1 5 . También en Kevelaer . Ambos libritos pertenecían a Johannes Sta lenus, el primer párroco que desde Rees hizo una peregrinación al santuario y posterior mente entró en el Oratorio de Kevelaer. Sobre esto Cfr G. ROVIRA , Die Schnft zur Vertei digung der Wallfahrten von johannes Stalenus, manuscrito que se publicará en las Actas del IX Congreso Internacional de Mariología de Malta en 1983 . 69 Staleno escribió esta obra para sus feligreses y otros párrocos en una zona de extre ma influencia calvinista. La edición en el dialecto de la Baja Renania ya lleva la apología de esas letanías , una controversia con los calvinistas que tanto le criticaban y ofendían el culto católico . La obra se titula Bewijs van de aenroepinge ende voorbiddinge der Engden ende heylighen in den heme/, Rees B. Jan Abst, probablemente 1634. La Litania Sancto rum se publicó en Colonia, 1634 y el Apologeticus pro Litania Sanctorum también en Co lonia, 163 5 . 10 Kevelaer pertenecía entonces a Colonia territorialmente pero quedaba dentro de la jurisdicción de Roermond. · La población era la misma que la de Venlo y la actual Holanda de ese distrito. n Coloniae , apud Iodocum Kallovivm, Anno M . DC .XXXXIX. Esta apología la escri bió inmediatamente después de la decisión del smodo de la diócesis de Roermond, que re- 31 1 GERMAN ROBIRA TARAZONA no se le dedica ninguna devoción particular, de modo diferente a como procede con otros santos de devoción dpica en el barroco: Santa Ana, Ma ría Magdalena, etc. De repente casi se podría decir, al final de las letanías lauretanas y antes del himno «Ave maris stella», a continuación de otra oración a los Angeles Custodios, se invoca al Esposo de la Beatísima Virgen. Si analizamos los libros de meditación de la época, empezando por uno de los que más difusión alcanzó en el siglo XVII y cuyo primer tomo en latín se publicó en 161 1 en Colonia, me refiero a las Meditaciones de Luis de la Puente 73 , vemos que no son muy abundantes y explícitas las consideraciones sobre San)osé; en concreto de la Puente casi se podría de cir que ni de paso lo cita. Aludir aquí a la obra de Luis Blosius conviene hacerlo, aunque esa figura señera de la espiritualidad benedictina sea del siglo XVI, porque su obra alcanzó difusión y se leía en todo el mundo en el siglo XVII 74 , pero se puede decir lo mismo que de la obra de De la conocía los milagros y el carácter sobrenatural de los sucesos ocurridos en Kevelaer en el año 1642 . El sínodo tuvo lugar en 1648 . Stalenus esperó paciente a la publicación de su li bro , probablemente ya redactado antes como contestación a los ataques de los calvinistas y, más en concreto, contra los predicantes de Wesel y, de modo especial , contra el de Sonsbeck. Por esta ciudad pasaban las peregrinaciones que venían de la margen derecha del Rin, como Rees. Ya en 1642 , poco después de haberse colocado la imagen de Luxem burgo , que se había aparecido a un matrimonio ordenándoles que se colocase donde toda vía se venera, Stalenus debió ir personalmente al lugar y enseguida acudió allí en peregri nación con su parroquia. El libro, dedicado , pues, a defender la piedad de los católicos contra el panfleto del susodicho predicante de Sonsbeck, un tal Bomhof, que había latini zado su nombre al revés , según la moda del tipo (Stalenus se ríe del modo ridículo como lo ha hecho), Fommobeus , trata. de los milagros, peregrinaciones, culto a las imágenes , et cétera, sin citar ninguna vez a San José, aunque habla del culto a otros santos. 72 La invocación es el versículo: Ora pro nobis Beatissime Joseph, ut digne . . . , al que sigue la oración pidiendo a Dios que interceda el Esposo de la Beatísima Virgen . Se publi có, aunque no pueda decirse , si por primera vez , en 1 75 3 Oaurini, Typis Gregorii Joan, Streibig, priv. Reg. Episc & Civil. Typogr. 1 7 5 3 ) y probablemente el autor también era húngaro, ya que las letanías terminan con la invocación «Regina Hungariae>. El libro, sin embargo, recoge oraciones antiguas ya tradicionales entre los fieles, como dice el autor en la dedicatoria y que él las reunió primeramente en un manuscrito. Si lo cito aquí es a modo de ejemplo, pues no podemos decir que se usase también en la diócesis de Münster, aunque se encuentra tanto en la biblioteca del seminario de Essen como en la diocesana de Münster. 73 La edición completa de 6 tomos se publicó en Colonia entre 16 1 1 y 1613. En este caso y si se considera que sólo hasta 1622 por Gregorio XV y más en concreto por Urba no VIII en 1642, la fiesta de San José no había sido erigida por los romanos pontífices, es explicable que de la Puente no quisiese introducir «innovaciones>. 74 Mueno en 1 566 ya aparecieron sus obras completas en Lovaina en 1 568 y en 1625 ya habían alcanzado 8 ediciones. En gran parte de los conventos españoles de los benedic tinos sus obras ya se leían en el siglo XVI; San Ignacio de Loyola ordenó que los novicios 312 LA ERECCION L>EL COPATROCINIO L>E SAN JOSE EN LA DIOCESIS DE MÜNSTER . . . Puente. No vamos a citar más, nombrando solamente el Libro dorado o de oro de las virtudes, de Federico Spee (Guldenes Tugend-Buch), por que de nuevo su importancia para la devoción popular es más directa que los que se redactaban en latín; Spee además no solamente tuvo mucha in fluencia en Schonborn, a quien movió a acabar en su diócesis con los pro cesos de brujas, sino también en von Galen. Bien es verdad que no es po sible determinar si este influjo -manifiesto por otra parte ante la actitud de von Galen ante los procesos de brujería-, por medio de los escritos de Spee o a través del amigo de von Galen y obispo de Würzburg, von Schonborn. Pero lo que aquí nos interesa es la influencia que el leído y apreciado libro Guldenes Tugend-buch pudo haber tenido influencia en el fomento de la devoción a San José, lo que tenemos que negar ya que no se le presenta directamente como prototipo de virtudes o de una vir tud en particular 7"> . Al analizar los devocionales ya he insinuado cómo los escritos en len gua vulgar, lógicamente , podían tener mayor poder de persuasión por lo que se refiere al pueblo cristiano que los escritos en latín. Ciertamente que tampoco se puede exagerar extraordinariamente esta mayor eficacia pastoral. No era la mayoría los que sabían leer y quienes sabían leer con relativa amplitud también sabían latín. Con todo y aunque no supiesen leer todos los fieles piadosos, éstos en casa, en las veladas y los días festi vos se hacían leer por alguno de los miembros de la familia pasajes de ta les libros. Baste como ejemplo la conversión de San Ignacio, que si vale este hablar a lo humano, sin conocer los caminos de la Divina Providende su Compañía leyesen a Blosius , lo mismo que lo recomendaba después San Francisco de Sales. Carlos V y Felipe II no solamente conocían sus obras sino que también rezaban las oraciones contenidas en algunas de ellas ( cfr prólogo de R. Roben a la edición en «Licht vom Llcht>, VIII, Einsiedeln, 1948 , pp . 9 s.). 75 Das Buch se titulaba cEn Guldenes Tugend-Buch d as ist I Werck und Übung der dreyen Tugenden des Glaubens, Hoffnung und Llebe>, Fridericum Spee, Collen 1649. Spee dedica el miércoles en las devociones que señala para la práctica del amor -Ubung der Llebe- a las ánimas del purgatorio. L. A. VEIT, op. cit. , Kirche und Volksfrommig keit, p. 14 1 , afirma que ya en el siglo XVII, lo mismo que el martes estaba dedicado a San Antonio de Padua, el miércoles era el día de San José. El Coeleste Palmetum, ya citado antes -cfr nota 64-, tampoco confirma esta rotunda afirmación ; en el libro de Nakateno el miércoles de la primera semana está dedicado a los Angeles Custodios y el de la segunda semana a San Ignacio, San Francisco Javier y Santos de la Compañía; a San José se le dedi ca el sábado de la segunda semana, mientras que el de la primera está dedicado a la Vir gen Santísima. Es posible que en otros lugares , incluso en muchos se rezase el miércoles a SanJosé; por lo que se puede comprobar, sin embargo, no parece posible afirmar que en el siglo XVII el miércoles fuese el cdía elle San José>. •.. 313 UERMAN ROBIRA TARAZONA cia , quizás no se hubiera realizado si los libros en el castillo solariego de Loyola sólo fueran en latín . Por otra parte los devocionarios, tanto en latín como en lengua ver nácula , siempre servían a los predicadores para su labor pastoral y las ac ciones paralitúrgicas o rezos comunes con el pueblo . Ya he indicado esto al hablar de los libros de Stalenus. Muy significativos son naturalmente aquellos libros de devoción escritos a mano por algún fiel , no sabemos si laicos o sacerdotes , en los que se recogen oraciones y devociones que al es critor le gustaban de repetir ; claro está que estos libros eran muy persona les, pero también cabe suponer que quien los escribía era persona excep cionalmente piadosa . Uno de éstos se halla en el archivo de Osnabrück mientras que otro está en el seminario de Essen . Ninguno de ellos es de la época que trato , que se encuentra , sin embargo , precisamente en el medio: el primero , a juzgar por el dialecto en el que está escrito , los filó� logos lo datan hacia principios del siglo XVI en la zona de la Westfalia occidental 76; el otro está datado dos veces, 1 7 70 y 1 780 , quizás las fechas en que lo comenzó y acabó 77• Curioso es que en el primero sí se encuen tra una oración a San José en el ciclo de oraciones a los santos: una oración al final de los santos, encabezados por Pedro y antes de él San Miguel y los Angeles Custodios, después de San Liborio y antes de las santas, enca bezadas por Santa Gertrudis, que da el título al manuscrito 78 • En el se gundo no aparece San José para nada a pesar del impulso que la devoción a San José recibió en el barroco , sobre todo en el siglo XVIII, ya comenza da en la segunda mitad del siglo XVI . De todas formas esto también se podría explicar con el comienzo de otra época, precisamente en los años de redacción de este segundo manuscrito , en la que la piedad pretende ser más «racional»79 • No se puede , pues, sacar muchas conclusiones de dos 76 Cfr en Bistumsarchiv-Osnabrück, Handschriftenabteilung, Gertrudenberg Nr. 5 . 77 El libro se encuentra, sin más detalles de catálogo, en la biblioteca del Seminario de Essen y lleva el título Gebetbuch, handgeschrieben mit selbst zusammengestellten Gebe ten, Litaney 11on heiligen Ludgero und Andacl;t und Gebete zum heiligen Ludgero. El li bro debió penenecer probabilísimamente a un clérigo del monasterio de San Ludgero en Werden , un distrito del actual Essen, en donde está enterrado San Ludgero y en donde se encontraba el libro, que luego pasó a la actual parroquia después de la secularización . Aunque se diga cselbst zusammengestellt> las oraciones están cogidas de otros libros, aun que puede haber . algunas originales. 78 CTr Genrudenberg Nr. 5 , folio 283 s. Véase también la fotocopia aqui adjunta. 79 Cfr.la introducción de L. A. VEIT a su libro Kirche und VolksfrOmmigkeit, op. cit. , pp . 1 ss. , con las otras referencias que ahi se hacen. 314 LA ERECCION DEL COPATROCINIO DE SAN JOSE EN LA DIOCESIS DE MÜNSTER... libritos aislados sin la posibilidad de analizar muchos de este tipo y en la época que tratamos para poder atreverse a una afirmación . Por lo que se refiere -imponante también para la labor de los predi cadores en la difusión del culto a San José- a los libros homiléticos , tene mos que reconocer que con éstos tampoco hay .mucho material como para poder afirmar taxativamente una edad de oro en la devoción a San José durante la segunda mitad del siglo XVII. La biblioteca de los oratorianos en Kevelaer poseía -y , en parte , to davía la posee hoy- una colección valiosísima de las obras homiléticas junto a muchas otras teológicas, que se leían en aquella época. Proceden tes de Bélgica 80 trajeron probablemente consigo lo mejor de lo que se pu blicaba en Amberes y adquirieron la mayor parte de lo que se publicaba entonces en Alemania ; sus contactos personales con los jesuitas debieron ser, por lo menos al principio , continuos e intensos 81 , lo que también ex plica la abundancia de literatura jesuítica en esta biblioteca. Posterior mente , cuando el Oratorio de Kevelaer decayó a causa de las luchas janse nistas en el convento mismo , aquellas obras incluso pudieron servirles para la controversia con ellos , como antes habían reunido las principales obras calvinistas para la defensa de la verdad en aquel territorio tan en peligro de ser sometido por la fuerza a esta herejía 82 • Si analizamos estas obras homiléticas llegamos a la conclusión antes indicada : los autores de sermones y libros de meditación hablan tan sólo en pane , casi podría decirse incluso esporádicamente , de San José . No podemos citar aquí todas las obras, pero tres autores pueden servirnos de 80 El monasterio fue fundado ya en 1646 por el obispo de Roermond con la autoriza ción del arzobispo de Mecheln, de donde procedían también los oratorianos, miembros del Oratorio que el cardenal Pedro de Berulle había fundado en París en 16 1 1 . Sobre esto y la peregrinación a Kevelaer, cfr E. BRóKER, 250 jahre Fu(3prozession Bocholt-Kevelaer, Bocholt, 1983 . Sobre Kevelaer y todo lo que se refiere a la aparición, santuario y peregri naciones, cfr también Beschreibung von Kevelaer, Roermond, 1 792 , que se encuentra en la biblioteca de Kevelaer. Ya en 1649, al mismo tiempo que la obra de STALENUS , Peregri nus ad loca sancta (efe nota 7 1 ) apareció otra de Theod : Caes, Can: ende Priester tot Cleve, titulada Eene schoone maniere om devotelyck naer Kevelaer te gaen, groetaende aldaer die heylige maghet Maria; verciert met veele godt11ruchtige Oefseningen, Hove van Geldetlant, 1649 y en la que ya se habla del Oratorio. 8 1 En 165 1 apareció una obra del jesuita Adrián POIRTERS, Het Pelgrimken van Keve laer, publicada en Roermond y que se considera uno de los libritos más delicados en la li teratura de esas obras para peregrinos en el barroco . 82 Muchas de las obras también debían de proceder de la biblioteca particular de Sta lenus que él donó al oratorio , en donde él entró posteriormente . Sobre esto, cfr G. ROVI RA, según nota 68 . . . . 315 GERMAN ROBIRA TARAZONA muestra para ver cómo se habla de San José en los sermones publicados. En el tomo «de Sanctis>, el tercero de Concionum R. P. Ioannis Osorii So cietatis ]esu 8 3 , se habla de San José en dos sermones, ambos con el tema Mateo 2 , 1 : cCum esset desponsata . . . >, sin que sea ninguno de los dos un panegírico del santo; semejante podemos decir de las Deliciae Pastorum et Praedicatorum hoc est Sermones ]oannem ]unium Aveugle 84 : en el Sermo LXIII, pro festo S. Josephi, se trata «de luxuria spirituali quali quae est superbia». Un auténtico panegírico debe denominarse con justi cia el de Pablo Segneri en sus Panegynci sacri 8 5 , en donde, con la expre sión de San Jerónimo, sé muestra que San José era justo por comnium vir tutum perfectam possesionem». Insisto de nuevo en· lo ya indicado sobre los devocionarios en ladn, que en el caso de las colecciones homiléticas todavía es más evidente: so bre la devoción del pueblo a San José sólo se puede deducir de ahí si la catequesis a este respecto era abundante o, quizás en algunos casos, si ha bía funciones devotas en las iglesias para honrar al santo. Con los textos de que disponemos no puede emitirse ningún juicio definitivo, pero no parece que San José ocupase un puesto central en la predicación y cate quesis. En la catequesis todavía tiene más importancia el teatro de misterios, callejero y popular, en el que la figma de San José aparece sobre todo en las representaciones de la Navidad. En las versiones alemanas, en donde también San José, según el modelo francés e inglés, está cortado de acuer do con las leyendas de los apócrifos, d santo es tratado con poca reveren cia e incluso actúa como el bufón de la pieza 86 • Naturalmente que esto no 83 Aunque está editada -me refiero al volumen en Kevelaer- en Monasterii West phaliae , Anno M DC XXII, la obra debió imprimirse como copia o por orden del P. Diego Perea del Convento de San Francisco en Madrid , del que hay una recomendación en caste llano. Sobre los sermones citados, cfr pp . 106- 120 y 1 2 1 - 1 3 8 . 84 Editada e n Moguntiae , 1668, efe pp . 1 1 6- 1 2 8 . 85 H e consultado l a segunda edición , hecha e n Diligae Anno M . DCC. XXV, cfr 480507 . Entre las que no hablan de San José se encuentran los libros de Didaci de la Vega; el Mora/e chretienne, París, 1686; la Piae Meditati'ones in Quindecim Mysteria Rosan"i BVM Dominae nostrae, de Gaspar Loar, S . ). Moguntiae, M D IIC, que la cito porque el miér coles lo dedica a la meditación del juicio: Mecurii : de tremendo iudicio; en los Stimuli Virtutum dolescentiae christianae dicati Guilie/m; BaldesanQ, Coloniae , M D XCV, sólo se dice de paso en el libro U, cap . XI de Castitates , que SanJosé hizo voto de castidad, y por último cierro con Abrahami Bzovn, OP , Thesaurus laudum, Colonia.e Agrippinae, 1620, que .nada dice de San José en sus múltiples sermones. 86 Sobre este tema cfr J . LEBEAU, L 'exemple de joseph dtlns le theatre allemand au 16' siicle, en c:Salvator Mundi>, Nieuwkoop, 1977; también U. LOVAtO , S. Giuseppe ne/la 3 16 LA ERECCION DEL COPATROCINllO DE SAN JOSE EN LA DIOCESIS DE MÜNSTER . . . puede generalizarse, pero la popularización de las escenas navideñas hace que el influjo posible de la liturgia en estas representaciones sea cada vez menor, cediendo el paso al realismo humorista; todavía en el siglo XVIII predomina en Alemania este tipo de caracterización de San José 87 • Si· este papel de San José no encuentra repulsa en el pueblo, ni los predicadores critican con severidad esta figura escenográfica, sólo caben dos posibilida des: San José no es santo de gran devoción en el pueblo callejero, aunque entre las personas más cultas y piadosas cada vez se le honre más, o el ca riño a San José hace caso omiso de estas jocosidades de mal gusto, que se mantienen como todavía hoy se cantan villancicos en los que San José no es la figura más señera 88 • poesia latina e in Dante, donde de paso habla del teatro alemán, citando a Huizinga y Stramare, entre otros y en su traducción italiana, el artículo se halla en cAtti del primo simposio internationale; San Giuseppe nei primi quindici secoli della Chiesa», Roma, 1 97 1 , pp. 381 s . 87 Cfr J . SEITZ, Die Verehrung . . . , op. cit. , pp . 290 s . , así como L . A. VEIT-L. LEN HART, op. cit. , pp. 70 s. Veit cita a B. DUHR, Geschichte der ]esuiten in den LiJndem deutscher Zunge vom 16. bis 18. Jahrhunden, 4 volúmenes, Friburg, 1907- 192 8 , donde en el vol. 11, pp. 675 ss. , afirma que en Munich se celebró uno de aquellos cdramas jesuí ticos>, un misterio, con el título Patrocinium divi ]osephi y que existen datos de otra re presentación en Solothurn en el año 1648; la de Munich tuvo lugar, según Duhr, el 7 de octubre de 1636. Por desgracia no he podido encontrar el libreto de ese drama. De todas formas lo que en el sur de Alemania podía ser más corriente no puede referirse a la dióce sis de Münster. 88 Es curioso que este trato tan excesivamente «familiar> se compaginase con el patro cinio de San José sobre cla buena fama>, que en el sur de Alemania era bastante antiguo: en un Misal de Passau, editado o mejor dicho impreso en 1 509 se encuentra un formulario para una cMisa de Sancto Josepho contra infamiam malorum hominum>, que ya existía en otro misal de Padua copiado en �l siglo XIV (cfr A. FRANZ, Beitriige zur Geschichte der Messe im Deutschen en MitteltJ/ter, en cDer Katholik> 79 ( 1 899), 1, p. 242 -así lo cita VEIT, en la obra indicada en la nota anterior, p. 292-. Adolph FRANZ publicó en 1902 su obra Die Messe im Deutsche Mittelalter, Friburgo, 1902 y cita allí la colecta de esa Misa: cOmnipotens sempiterne Deus, qui beatum Ioseph verum testem perpetuae virginitatis Genetricis tue sancte Marie ah omni suspicione inique infamie perfidorum animis (Franz opina que ahí se trata de una errata de imprenta y corrige : chominum>) illorum custodisti, presta nobid per merita ipsius ah omni falsa opinione et imfamia securos permanendo consistere>, p. 2 1 7 . Los misales indicados se •encuentran en: el del siglo XIV, Biblioteca de los Agustinos en San Florián , Alta Austria, con d número 39 1 , probablemente la página; el del siglo XVI se encontraba en la Biblioteca del Estado en Berlín . Por lo que se refiere a la repulsa de estas irreverencias con el santo debe advenirse que los controversistas Johannes Eck y Geiler von Kaisersberg sí se opusieron siguiendo el tono de Jean Gerson . 317 GERMAN ROBIRA TARAZONA Posible proceso de la difusión del culto y devoción a San José en la diócesis de Münster en el siglo XVII Como ya ha quedado dicho , von Galen es el primer obispo de Müns ter, procedente de la misma diócesis , que después de un período de unión personal de la diócesis de Münster a la de Colonia emprende con todo ímpetu la reforma católica de la diócesis s9 . La diócesis , con los destrozos de las guerras , la todavía no olvidada ex periencia de los anabaptistas y un clero necesitado de la reforma, hay que recristianizarla de raíz 9° . El pueblo más bien tiende a la superstición que a prácticas piadosas 9 1 . La acción de von Galen no podía influir , por tanto e inmediatamente, en el pueblo . Con todo sí puede y debe hablarse de un período de transición y las órdenes le apoyaron y secundaron sus esfuerzos 92 . De lo expuesto cabe deducir que la insistencia con que a partir de 1652 el obispo, apoyándose en los sínodos diocesanos de otoño y cuares ma, hacía propagar la devoción a San José como patrono de la buena muerte , debió conseguir sus efectos ; las órdenes le secundaron aquí con toda seguridad . Hay que tener en cuenta que en Westfalia, antes natural mente del cataclismo de las innovaciones protestantes , el i.o.flujo de la «devotio moderna», también en la piedad popular , fue muy profundo 93 • La casa de los «Hermanos de vida común», como ya queda dicho , donde se hospedaba von Galen con frecuencia durante sus estancias en Münster, 89 Cfr W. KOHL en H. ÜTIENJANN, op . cit. , p. 1 2 . P. BERGHAUS, op. cit. , p . 14, acentúa lo mismo que Kohl: sus esfuerzos en la reforma católica hicieron de Münster y de la entonces diócesis una de las regiones más católicas de Alemania. 90 Sobre los intentos del protestantismo y la tiranía de los anabaptistas, cfr p .e. , A. BRAND, op. cit. , pp . 1 1 3 ss. 9 1 Cfr p.e. , ). STIGLMAYR, Untem'cht und Erziehung, en ). SCHEUBER, Kirche und Re formation, Bonn, 1917, pp. 3 7 1 s. Antes de la guerra de los Treinta Años ya había empe zado, después de la derrota del arzobispo-príncipe de Colonia Gebhard Truchsetz , criado en el protestantismo , la reforma católica, con la apertura de diferentes colegios de los je suitas; en Münster mismo en 1 588 (cfr J. JANSSEN, Geschz'chte des deutschen Volkes, vol. V, Friburgo, 1893, p. 226). 92 Su labor principal fue, además de la enseñanza y catequesis del pueblo en general, la acción del clero regular en la reforma del clero secular. Von Galen tuvo que luchar no sólo contra la ignorancia del clero, incluso de los canónigos , sino sobre todo contra las ma , las costumbres y el concubinato (cfr M. BECKER-HUBERTI , op. cit. , pp. 282 ss. y 188 ss. 93 Cfr H. N. JANOWSKI (ed.), Geert GROOTE , Thomas van Kempen und die Devotio Moderna, Olten, 1978, pp. 26 s. Sobre este movimiento en general y su difusión en Ale mania, cfr también E. ISERLOH, Die Devotio Moderna, en H. }EDIN (ed . ), Handbuch der Kirchengeschichte, III / 2 , Friburgo , 1968 , pp . 5 16-538. 31 8 LA ERECCION DEL COPATROCINIO DE SAN JOSE EN LA DIOCESIS DE MÜNSTER . . . era una de las primeras que los discípulos de Geert Groote , con la ayuda del vicario catedralicio Enrique von Ahaus, abrieron en Alemania 94 • En su tendencia a una piedad práctica que ayude al cristiano a vencer sus di ficultades para alcanzar superar la prueba del juicio final , el pensamiento de la buena muerte es central 95 • La difusión . de este patrocinio de San José era sembrado , pues, en tierra propicia. El copatrocinio de la diócesis, por el contrario , no parece que tuviese mayores influencias en esa devoción ; el hecho mismo de celebrarse la fies ta en el domingo laetarae no favorecía que se prestase una mayor atención a la fiesta; única consecuencia pudo ser que la predicación en ese día uniese la insistencia sobre la necesidad de confesarse para el cumplimien to pascual al pensamiento de una buena confesión a la hora de la muerte , que llevase a algunas consideraciones sobre San José a este respecto . Lo del copatrocinio más bien parece un acto de piedad personal del obispo , en esto muy semejante a sus correligionarios báravos y austríacos en sus luchas contra los enemigos del imperio y del catolicismo . Ambos supues tos son especulativos, pero el segundo está mucho más fundamentado . Los otros patrocinios de San José , sobre todo en el campo de la educa ción, familia y oficios manuales, se impusieron , probabilísimamente mu cho más tarde , aunque el de patrono de los carreteros, apoyándose en la tradición de San Justino , más bien parece indicar reminiscencias medievales 96 • Resumiendo quizás pueda decirse : von Galen pone sus esfuerzos de reforma católica bajo la intercesión de los santos y entre éstos San José es una figura central ; el clero regular favorece los empeños de von Galen y es 94 Cfr K. LóFFLER, Heinnch van Ahaus und die Brüder vam gemeinsamen Leben, en «HistorischesJahrbuch der Gürresgesellschaft», XXX: / 1909, pp . 762-798 . Sobre la estancia de von Galen en la casa de los hermanos en Münster , cfr nota 58, según E. MARQUARDT, ap . cit. , pp. 45 s . 95 La influencia del pensamiento de la muerte viene probablemente de los cartujos; no podemos olvidar que Groote cambió de vida por influjo de Enrique Eger von Kalkar, prior entonces de la cartuja Monnikhuizen. Sobre el influjo de la cartuja en la «devotio moderna>, cfr W. BAIER, Untersuchungen zu den Passianbetrachtungen in der Vita Chns ti des Ludalf van Sachsen, vol . I , en «Analecta Cartusiana>, Salzburg, 1977, pp . 19 s. Sobre la presencia de este pensamiento en la argumentación de las obras de este movi miento no hace falta decir mucho si se tiene en consideración la Imitatio Chnsti de Tomás DE KEMPIS y ya tenemos presente la importancia de esta idea en Jan van Ruysbroeck (cfr J. KucKHOFF, jahannes van Ruysbroeck, Munich , 1938, pp . 265 ss. ) . La realidad de las gue rras, las pestes y la inseguridad constante ante el peligro del hambre explica también el temor, terror ante la muerte (cfr ). )ANSSEN , Geúchichte . . . , ap. cit. , vol. VIII, p . 3 19). 96 Cfr nota 54. 319 GERMAN ROBIRA TARAZONA probablemente devoto de San José. La influencia de éste en el clero secu lar es diversa: los educados por los jesuitas o con un trato directo con fran ciscanos, capuchinos, agustinos, etc., también se debieron dejar influen ciar a este respecto y debieron venerar a San José con más o menos inten sidad; aquí los esfuerzos de von Galen debieron tener buena acogida. Se mejante podrá decirse de la clase noble y la culta si no se oponían a von Galen, como ocurría con la burguesía de la ciudad de Münster. El pueblo mismo debió tardar algo más en identificarse con la piedad josefina. En el siglo siguiente la semilla ya empezó a mostrar sus frutos mientras que en el siglo XIX bien · se puede hablar de una explosión en el culto de San José en la diócesis de Münster, sobre todo en la segunda mitad del mis mo, cuando la opresión prusiana protestante de la provincia de Westfalia une a los católicos mucho más a Roma 97 • Von Galen, el correlegionario de Fabio Chigi en las gestiones para la paz de Westfalia, el amigo de Alejandro VII, el reformador fiel a Roma, aunque no recibiese siempre el apoyo que él esperaba 98 , unió su diócesis al papado y la puso bajo la protección de San José. El lo consideró su alia do en todas sus luchas bélicas, jurídicas y teológicas; a su pueblo quiso darles sobre todo el abogado de la buena muerte. Pienso que es aquí donde se muestra la mayor responsabilidad del pastor, que no descuidó nada para el mejor desarrollo de la vida espiritual de sus fieles, su deseo era la salvación eterna de todas las almas que Dios quiso encomendarle. 97 M e parece interesante subrayar aquí cómo l a crítica protestante desencadenada, cuando Pío IX erigió a San José como Patrón de la Iglesia (dr p .e . , articulo ]oseph, jesu Pjlegevater, en «Realenencyklopadie für protestantische Theologie und Kirche>, vol. IX , Leipzig, 190 1 , pp . 361-365), olvidaba que esta devoción a San José fue precisamente im pulsada por quienes los protestantes siempre saludaron como los «teólogos de la reforma>: Ruperto de Deutz , Pedro d' Ailly, Juan Gerson . 320