Evaluación primer trimestre: unidades 1-4
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Evaluación primer trimestre: unidades 1-4
0S1LLMF(C)_(TRAMA 2010) 1T 16/3/10 07:27 Página 180 EVALUACIÓN DE COMPETENCIAS Evaluación primer trimestre: unidades 1-4 EVALUACIÓN DE COMPETENCIAS Apendicitis En la cena, de postre, había compota de ciruela. Aquellos frutos pequeños y amarillentos eran tan deliciosos que no podía parar de comer. Sin embargo, puse sumo cuidado en sacar los huesos. Con la cuchara, cogí cuatro ciruelas que quedaban en el fondo de la taza e inmediatamente me las llevé a la boca. Allí se deshicieron al momento: los huesos, duros, permanecieron sobre mi lengua. Lentamente, los puse en el plato que había en la mesa. Pero advertí que solo había tres. «¡Qué extraño!», pensé, «juraría haberme metido cuatro ciruelas en la boca… ¡No me habré tragado uno de los huesos sin darme cuenta! No, imposible; lo habría notado, seguro. Quizás una de las ciruelas no tenía hueso…». Pero, al tomarme el café, recapacité: «¿Es posible que hubiese una ciruela sin hueso?». Aquella noche no pegué ojo; llegué a la conclusión de que seguramente me había tragado el maldito hueso que faltaba. Pensaba con inquietud que aquel hueso podría provocarme una indigestión e incluso causarme la muerte, pues bajaría a los intestinos, se alojaría allí y produciría una funesta infección llamada apendicitis. Ante mis ojos aparecían las imágenes espantosas de los cirujanos, como si fueran carniceros elegantes, con sus largas y blancas camisas, los frascos de cloroformo, los bisturíes brillantes y las mesas de quirófano. De repente, sentí un dolor punzante en la ingle izquierda. ¡Caray, qué pronto! Necesitaba tranquilizarme. Intentaba dormir diciéndome que era víctima de mi imaginación. Al día siguiente noté que se me había hinchado el vientre. El dolor en la ingle izquierda era tan agudo que no me atreví a tocarla. A la hora de desayunar, no tuve apetito. Salí a la calle. Pero pensé que el caminar me sería perjudicial. Tomé un coche. Me bajé en Sirkeci y me dirigí a la consulta de un amigo médico, para estar seguro del origen de mi dolor. «¡Oh, qué maravilloso sería poder llevar ahora mi apéndice en una cajita, dentro del bolsillo!», me decía. Mientras caminaba, pensativo, me fijé casualmente en el restaurante ante el que pasaba. ¡Vaya! El cirujano estaba allí dentro, sentado en una mesa, charlando con un hombre moreno y comiendo un gran plato de cerezas. Entré enseguida, me acerqué a la mesa y le dije: —Le necesito urgentemente, doctor. Al verme sonrió: —Siéntese, pero antes espere a que termine de comerme esto; después saldremos juntos. 180 Lengua castellana y Literatura 1.º ESO Me senté. El médico comía sin dejar de explicarle al hombre que estaba a su lado algo concerniente al aceite de oliva. En aquel momento me di cuenta de que no había ningún hueso de cereza en la mesa. «¡Qué raro!» Miré debajo de la mesa, pero tampoco encontré ninguno. Observé detenidamente al médico: aunque se comía las cerezas a puñados, no se sacaba ningún hueso de la boca. Así se acabó todo el plato de cerezas. «¡Debía de haber más de un kilo!», calculé. El color rojizo de sus mejillas, la viveza de sus ojos redondos, atenuaban hasta cierto punto su espantosa fealdad. Tenía la cabeza pequeña y alargada, la frente estrecha y la boca desmesurada. El médico permaneció un rato mirando fijamente el plato vacío, en el que solo quedaban los rabillos de las cerezas. Se recostó sobre el respaldo de la silla. Yo observaba su barriga abultada. «¡Caramba!» En aquella barriga debía de haber por lo menos medio kilo de huesos. Le pregunté: —Doctor, ¿qué ha pasado con los huesos? —¡Oh, mon cher! ¡Me los he tragado! Y añadió, con una amplia sonrisa que le iluminaba todo el rostro, al tiempo que mostraba lo mejor que podía sus dientes torcidos: —Si les quito los huesos a las cerezas, no percibo ningún sabor, pues estoy acostumbrado a comerlas así desde mi niñez. —Bueno, pero ¿no teme usted que le provoquen una apendicitis? —Estimado amigo: esa es una teoría falsa. Unos simples huesos de cereza no pueden provocar una apendicitis. Antes se creía tal cosa, pero ahora está demostrado que lo que produce la infección del apéndice no tiene nada que ver con los huesos de cereza ni con cosas similares. Pero mi dolor en la ingle contradecía su teoría, expuesta con tanta precisión. Debía explicárselo al médico. Me levanté enseguida, pero… «¡Qué extraño!» De repente, dejó de dolerme la ingle izquierda y también la cabeza. Tampoco me apretaba ya el cinturón. Recuperé casi al instante el apetito. Y haciendo caso omiso del médico, que me esperaba, llamé al camarero: —¡Oye, Espiro! ¡Tráeme también a mí un plato de cerezas! Ömer SEYFFETIN Cuentos turcos de ayer, Hiperión MATERIAL FOTOCOPIABLE / © Oxford University Press España, S. A. 0S1LLMF(C)_(TRAMA 2010) 16/3/10 1T 07:27 Página 181 EVALUACIÓN DE COMPETENCIAS Evaluación primer trimestre: unidades 1-4 LECTURA Y APROXIMACIÓN AL TEXTO Preguntas: 1. ¿Cuántas ciruelas encontró el protagonista del texto en el fondo de la taza? ¿Cuántos huesos vio después en el plato? 2. ¿Qué tomó el personaje después de las ciruelas? 3. ¿Qué cantidad de cerezas se comió el médico del relato? EVALUACIÓN DE COMPETENCIAS 4. ¿Por qué comía las cerezas con hueso este personaje? COMPRENSIÓN DEL TEXTO Preguntas: 1. Señala la viñeta que mejor representa el rostro del médico del texto. 2. Cita al menos dos síntomas que el protagonista relacione con la apendicitis. 3. Subraya el adjetivo más adecuado a la personalidad del protagonista del relato. a) Celíaco: quien padece una enfermedad relacionada con el vientre y con el intestino. b) Maníaco: quien padece una manía. c) Hipocondríaco: quien se preocupa de manera constante y angustiosa por la salud. d) Cardíaco: quien está enfermo del corazón. MATERIAL FOTOCOPIABLE / © Oxford University Press España, S. A. Lengua castellana y Literatura 1.º ESO 181 0S1LLMF(C)_(TRAMA 2010) 16/3/10 1T 07:27 Página 182 EVALUACIÓN DE COMPETENCIAS Evaluación primer trimestre: unidades 1-4 USO DEL LENGUAJE Preguntas: 1. ¿En qué persona cuenta la historia el narrador del texto? 2. Lee el segundo párrafo del relato y extrae los sustantivos relacionados con la profesión médica. 3. A partir del ejemplo, indica el significado de las siguientes enfermedades. EVALUACIÓN DE COMPETENCIAS Ejemplo: apendicitis inflamación del apéndice. a) Otitis inflamación de d) Miocarditis b) Meningitis e) Amigdalitis c) Faringitis f) Rinitis VALORACIÓN CRÍTICA Preguntas: 1. ¿Qué personaje del texto resulta más interesante? Para contestar, ten en cuenta la forma en que aparece caracterizado y su relación con otros personajes. Resulta más interesante el «enfermo» / médico, porque 2. Completa la afirmación del recuadro con tu opinión sobre el desenlace del relato. Para ello, relaciona esa parte de la historia con el desarrollo anterior de la acción. El desenlace me parece , porque 3. ¿Cómo valorarías la historia del texto? Elige una respuesta de cada opción y justifícala. a) Interesante / sin interés porque b) Amena / aburrida porque 182 Lengua castellana y Literatura 1.º ESO MATERIAL FOTOCOPIABLE / © Oxford University Press España, S. A.