dıas se puedan presentar las oportunidades suficientes

Transcripción

dıas se puedan presentar las oportunidades suficientes
Ide@s CONCYTEG 10(118): Abril, 2015
ISSN: 2007-2716
Jóvenes, derechos humanos y polı́ticas públicas
dı́as se puedan presentar las oportunidades suficientes en educación, empleo, vivienda y los servicios
de salud -entre otras-, que les permitan a los jóvenes alcanzar niveles de bienestar mı́nimos aceptables
para contribuir al desarrollo de nuestro paı́s.
La escasa atención que se ha prestado al papel estratégico que los jóvenes pueden representar para
cualquier sociedad, se caracteriza por su heterogeneidad –por razones geográficas, origen social y
económico, género y otras variables– que apenas ha empezado a ser motivo de estudio y reflexión. En
este sentido, deben destacarse las investigaciones que se han desarrollado en el Instituto Mexicano de
la Juventud, mismas que han mostrado aspectos sobre el mundo juvenil que antes era poco conocido
(Cordera y Victoria, sin fecha).
La juventud actual está pagando las consecuencias de la falta de diseño e implementación de polı́ticas
sociales por parte del Estado, donde las pocas que se han establecido se caracterizan por la segregación,
la discriminación, la marginación y el desencanto por el paı́s en general y por sus instituciones en
particular.
La economı́a de México se enfrenta hoy al reto de poder generar empleos que permitan incorporar
de manera oportuna a amplios sectores de la población, principalmente a los jóvenes. No obstante lo
anterior, el panorama que se observa no resulta nada alentador.
Desde 1995 del pasado siglo XX, se han puesto en marcha diversos programas gubernamentales que
de una manera u otra, han pretendido reducir la problemática descrita en renglones anteriores. Entre
algunas de esas estrategias se tiene por un lado, el caso del Programa de Atención a Zonas Marginales
(PAZM) y por otra parte, el Programa de Becas para Trabajadores (PROBECAT). La experiencia
sobre el comportamiento y desarrollo de estos programas ha permitido observar que es evidente que
la capacitación por sı́ sola, no es capaz de enfrentar el problema del desempleo, por ejemplo (Piec,
2001).
En la actualidad, algunos factores como la ausencia de posiciones de trabajo, la caı́da del poder adquisitivo, la reciente devaluación del peso frente al dólar, la crisis económica, las implicaciones de
carácter globalizador -entre otros-, han llevado a que la población recurra a diferentes estrategias de
sobrevivencia -la mayorı́a de ellas en el sector informal de la economı́a-.
Para la población del sector rural la situación resulta aun peor, ya que existen menos fuentes de trabajo.
Se observa que las acciones del Estado han sido insuficientes para combatir la pobreza extrema, aún
cuando existen muchos programas de tono social que depositados en los gobiernos municipales, más
bien se han convertido en estrategias polı́ticas en tiempos electorales, lo que ha hecho que estos fondos
se conviertan en el botı́n para ganar los votos -sin importar el partido polı́tico de que se trate-.
Por otro lado y continuando con la descripción de la problemática referida en renglones anteriores, se
observa que la disminución en los ingresos familiares ha obligado a los miembros de las familias, a
recurrir al mercado de trabajo a edades más tempranas, con sueldos muy bajos y horarios que limitan
la posibilidad de estudiar en los jóvenes.
Como lo menciona Piec (2001), “las polı́ticas públicas deberı́an tomar a los jóvenes en una doble
perspectiva: como destinatarios de servicios y como actores estratégicos del desarrollo, que protagonizan la modernización económica, social y polı́tica de sus paı́ses”. Por lo anterior, este autor propone
diversos criterios básicos para un enfoque alternativo en polı́ticas de juventud:
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