Negocios universales
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Negocios universales
! Negocios universales ! de Carlos Redondo Relatos de Carlos Redondo: Negocios Universales www.facebook.com/charles.round ! Negocios universales ! ! Cuando el Hombre Más Rico del Mundo descubrió que el Universo se expandía de manera infinita sintió un gran entusiasmo. No podía desperdiciar la oportunidad de especular con un negocio tan seguro en el tiempo y el espacio. Así que comenzó a invertir en el sistema solar. ! Primero compró, a un precio ridículo, los derechos de propiedad del resto de planetas. Con sus lunas incluidas. Después se apropió de los títulos de todas las galaxias conocidas creando, a la velocidad de la luz, una compleja estructura económica en torno a la materia que compone el Universo. ! Utilizaba los meteoritos como operaciones de alto riesgo y los agujeros negros como singularidades fiscales que ocultaban y blanqueaban tanto activos tóxicos como capitales evadidos en otras galaxias donde los impuestos eran demasiado elevados. Amén de una regularización muy exigente. Debido a su poderosísima influencia en los mercados de valores, los inversores vieron en el Cosmos la nueva fuente de especulación. Las bolsas del mundo entero bullían con la euforia que los dividendos de los otros sistemas solares ofrecían. El "valor oro" quedó obsoleto y el "valor constelación" fue el marcador de referencia en todas las transacciones monetarias. ! Aunque las personas más acomodadas no sólo compraban cuerpos celestes por mera especulación. Muchos lo hacían por el simple placer de poseer un título certificante de que aquellos puntitos brillantes y casi indiscernibles en la bóveda celeste eran de su propiedad. Huelga decir que el precio de tales astros variaba de modo abismal. Mientras que un cometa o una insignificante luna en una galaxia diminuta costaba unos pocos cientos de dólares, el valor de una superestrella podría La cueva del erizo www.lacuevadelerizo.com @lacuevadelerizo !2 Relatos de Carlos Redondo: Negocios Universales www.facebook.com/charles.round alcanzar varios millones. Todo dependía de la visibilidad y brillantez con la cual se viese desde la Tierra. Las más resplandecientes, esas que podían apreciarse desde el centro de una metrópoli hiperluminosa, fueron adquiridas por extravagantes billonarios. Personajes hastiados de tener placas conmemorativas en universidades a las que donaban su dinero y calles honorarias en los centros de las grandes ciudades. Necesitaban que sus nombres quedasen inmortalizados en los mapas astronómicos para que las generaciones venideras supieran que existieron. Aunque nadie sabrá en realidad quiénes fueron ni les interesará. ! Así, la constelación antiguamente conocida como Orión, pasó a ser oficialmente denominada la "Constelación de Spitzmann"; en honor al multimillonario judío que la adquirió. O el "Cinturón de Asteroides" que ahora es el "Cinturón de los Creamies"; como los exitosos caramelos rellenos de chocolate que tanto gustan a niños y adultos del mundo entero. ! De ésta manera, los grandes capitales compraban al Hombre Más Rico del Mundo todas las galaxias, estrellas y satélites a un precio muy superior al que éste los había adquirido. La promesa era que la Humanidad estaba a las puertas de una "Conquista del Espacio", lo cual abría un amplio abanico para nuevas industrias. Había que construir naves para viajar fuera del planeta, se debía comenzar a instalar estaciones de servicio espaciales para que las aeronaves repostaran combustible, descansasen y pudieran comprar todas las cosas que necesitaran en sus desplazamientos por el tiempo y el espacio. También debían construir nuevas ciudades, con edificios, oficinas y hospitales en los objetos celestes colonizados. Todas las industrias florecieron hasta un punto jamás visto en la historia del planeta Tierra. No sólo desapareció el desempleo sino que hubo un grave déficit de humanos para producir todo lo necesario en la futura conquista espacial. ! De ésta manera, el Hombre Más Rico del Mundo se hizo mucho más rico de lo que ya era. Poseía acciones sobre todos los cúmulos de estrellas, supernovas, nebulosas, cinturones de asteroides y agujeros negros supermasivos. Lo cual le convertía literalmente en el dueño del 73% de la materia existente en el Universo. La cueva del erizo www.lacuevadelerizo.com @lacuevadelerizo !3 Relatos de Carlos Redondo: Negocios Universales www.facebook.com/charles.round Su poder era una energía tan oscura que, según estimaciones oficiales, controlaba tres de cada cuatro átomos. Y, de acuerdo a las malas lenguas de Wall Street, ganaba un billón de dólares al minuto. ! Sin embargo, tan vasta posesión parecía ser insuficiente porque el Hombre Más Rico del Mundo deseaba ser más rico aún. Ordenó construir una mansión en medio del desierto. Allí, con un cielo nocturno totalmente despejado podía contemplar, en un radiante esplendor, todo lo que le pertenecía. Al comienzo se sentía impresionado al elevar el rostro y contemplar la inmensidad del Cosmos, la viveza de las tintineantes estrellas y la luminosa polvareda de la Vía Láctea. Pero rápidamente, la sorpresa se desvanecía entre fantasías sobre los billones de trillones, sino más, de dólares que toda aquella energía generaba mientras se almacenaba en sus agujeros negros; muy lejos de las agencias tributarias terrícolas. Mientras examinaba aquella vastedad daba vueltas en su cabeza a cómo seguir haciendo negocios. Al día siguiente, contrató como asesores a los astrofísicos más reputados del momento para conocer la verdadera naturaleza del Cosmos y saber qué figuras celestes eran más ventajosas para la inversión. Los expertos en física coincidieron en un hecho que nunca gusta a los ricos: No podían ofrecerle datos concretos ni respuestas certeras porque ignoraban la realidad de la materia. Únicamente les quedaba proponerle los diferentes modelos teóricos que explicarían la naturaleza del Universo. Desde su creación, su tamaño, la energía contenida en éste o las singularidades hasta los posibles destinos del Universo y las leyes por las cuales, supuestamente, se rige todo lo que percibimos. ! Pero el Hombre Más Rico del Mundo no quería escuchar nada que no fueran cifras seguras para especular. Preguntó si podía existir algo más allá de lo percibido por todos los telescopios más potentes y las computadoras más modernas. Le respondieron que cabía la posibilidad, matizando que ni estaba probada y seguramente sería imposible de comprobar jamás, de que existiesen infinitos Universos Paralelos. Universos con sus propias leyes físicas ubicados en dimensiones paralelas. Aquello sobreexcitó la imaginación del Hombre Más Rico del Mundo que, al escuchar las palabras "Infinitos" y "Paralelos", imaginó cifras kilométricas en sus cuentas corrientes. ! La cueva del erizo www.lacuevadelerizo.com @lacuevadelerizo !4 Relatos de Carlos Redondo: Negocios Universales www.facebook.com/charles.round Así pues, creó un mercado de derivados multidimensionales. Una complejísima estructura financiera de altísimo riesgo especulativo donde se compraban galaxias que todavía no se habían descubierto con capitales que físicamente no existían. Lo cual, terminó convirtiéndose en una macro-estafa piramidal de dimensiones universales. Como los especuladores no ofrecían ninguna garantía de que lo que estuviesen vendiendo fuera real, terminaron asignando a inversores particulares subproductos que eran activos tóxicos de otros productos de alto riesgo que ya habían sufrido varios ciclos de transformaciones en compras y ventas. Es decir, que los pequeños ahorradores adquirían algo que estaba, literalmente, situado a años-luz de lo que imaginaban. ! Cuando uno de los mayores fondos de inversión en Universos Paralelos cayó inesperadamente en la bancarrota, las bolsas del Mundo entero temblaron. Eso provocó un efecto dominó que tumbó a millones de empresas en todo el planeta. En cuestión de pocos meses, el desempleo mundial aumentó hasta niveles nunca imaginados anteriormente. La mitad de la Humanidad cayó en la pobreza más absoluta y los conflictos sociales afloraron en todos los rincones del globo. Especialmente cuando comenzaron a filtrarse entre la "prensa libre" algunos datos esclarecedores sobre las dudosas actividades de los brokers cósmicos. El escándalo se extendió como la pólvora entre una opinión pública que se indignaba más y más con cada nueva información. ! El asunto llegó incluso a los Tribunales Internacionales pero el caso no tuvo más remedio que ser archivado cuando los abogados del Hombre Más Rico del Mundo y sus poderosos socios lograron convencer a la fiscalía de que no existían figuras legales que regulasen la compra-venta de dimensiones paralelas. También se filtró que el infinito poder del Hombre Más Rico del Mundo había comprado a los fiscales. El miedo hacia él era evidente a todas las esferas. Lo cual aumentó la indignación entre ciertos sectores de la sociedad. Sin embargo, éstos se encontraban cada vez más segmentados y la desidia entre la ciudadanía era tal que fueron incapaces de aglutinar fuerza alguna. Y aunque la economía mundial quedó estancada, la gente seguía más preocupada en encontrar algo que llevarse a la boca que en hacer revoluciones para recuperar la dignidad universal. ! La cueva del erizo www.lacuevadelerizo.com @lacuevadelerizo !5 Relatos de Carlos Redondo: Negocios Universales www.facebook.com/charles.round Así, el Hombre Más Rico del Mundo y sus amigos billonarios dejaron de invertir en la economía para dedicarse a recoger los dividendos que sus propiedades les generaban. De esta manera, lograron quedarse con casi todo el dinero que no podían ganar sus antiguos trabajadores. Aumentó la brecha social haciendo que los ricos fuesen mucho más ricos y los pobres mucho más pobres. Hubo determinados movimientos, a los que se sumó algún que otro político solitario e independiente, que nacieron con la finalidad de exigir una repartición más equitativa de las riquezas del Universo entre todos los seres humanos. Estos colectivos, con el apoyo de casi toda la intelectualidad, alegaban que en el Universo hay materia y energía suficiente para proveer de una calidad de vida digna a todos los seres humanos. Inclusive a los seres inteligentes que pudieran existir en otros planetas. Y que el negar ese derecho a un solo individuo era un crimen moral. ! El Hombre Más Rico del Mundo y los billonarios no sólo hacían caso omiso a tales peticiones sino que aprovechaban sus constantes apariciones ante los medios de comunicación para burlarse de ellos. Decían que esas ideas eran utópicas e inviables. Que el Sistema en que vivían era justo. El más mínimo cambio resultaría nocivo y terrible para la economía. Ideas que, de tanto repetirse en la televisión, terminaron siendo asimiladas por casi toda la población. Especialmente aquellos empobrecidos tras el estallido de lo que los especialistas denominaban ya la "burbuja intergaláctica". ! Pasaron los años y la economía volvió a reactivarse. Los grandes capitales empezaron a invertir de nuevo. Los bancos volvieron a conceder créditos y los emprendedores regresaron a la innovación. Los sectores que habían quedado paralizados florecían otra vez. Una parte importante de los eternos desempleados volvieron a encontrar trabajo y la gente comenzó a gastar todo su dinero. El Hombre Más Rico del Mundo y sus amigos billonarios estaban muy satisfechos de que el Universo generase de nuevo unas magníficas cuentas de resultados. Aunque cualquier cantidad terminaba por parecerles insuficiente, sonreían con los millones de dólares que ganaban al minuto. La euforia regresaba a los cuarteles generales de las grandes compañías mundiales. El futuro prometía brillante y con una riqueza muy superior a todas las estrellas que había en el cielo. ! La cueva del erizo www.lacuevadelerizo.com @lacuevadelerizo !6 Relatos de Carlos Redondo: Negocios Universales www.facebook.com/charles.round Sin embargo, otra crisis más grave e invisible se cernía sobre ellos. La expansión del Cosmos había llegado a su máximo posible y la materia estaba empezando a contraerse. Ni empresarios, ni políticos, ni periodistas, ni expertos y, menos aún, la gente corriente pudieron detectar que el Universo estaba replegándose sobre sí mismo. La Tierra vivía una fase de producción y consumo inaudita en su Historia. Los seres humanos se endeudaban alegremente y las élites continuaban gastando fortunas en caprichos. Todos creyeron que las cosas iban perfectamente y que la crisis económica era una pesadilla ya superada. Ignoraban que una auténtica recesión a todos los niveles estaba a punto de engullirles. Y ésta, prometía arruinar definitivamente cualquier negocio. Incluso el del Hombre Más Rico del Mundo. 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