Una costumbre es una acción repetida, o sea un hábito. La razón
Transcripción
Una costumbre es una acción repetida, o sea un hábito. La razón
22º ORD. (B-4) ¿Pudiera nuestro vapor correr a un ferrocarril? Una costumbre es una acción repetida, o sea un hábito. La razón detrás de la costumbre es la tradición. Al pasar nuestras tradiciones a nuestros hijos, les decimos las razones por tener nuestras costumbres, que nos distingue de otras culturas. El Día del Trabajador es costumbre de EEUU de honrar al trabajador dándoles un día de descanso. Les agradecemos el ayuda que dan para florezca la nación. Sin ellos, la nación moriría. El elevar su honor y dignidad levanta la nuestra. Un muchas formas, lo que oímos en Deuteronomio, “Esta gran nación es verdaderamente sabia e inteligente,” se aplica a los EEUU. Es realmente una nación sabia e inteligente cuando y si se preocupa del bien estar de todos los que trabajan y sus familias. El profeta Mica nos llama a “actuar justamente, amar tiernamente, y caminar humildemente con nuestro Dios.” Muchos trabajadores no se aparentan en color, idioma, o tradiciones al típico americano. Pero, traicionamos a este día de fiesta si no honramos a todo trabajador. Tristemente actuamos como muchos pueblos en la biblia. Jesús dijo: “Este pueblo me sirve con sus labios, pero desobedecen el mandato de Dios y se apega a la tradición humana,” (Mc 7:6b-8) y “lo que sale de dentro es lo que ensucia.” (Mc 7:15) Moisés los llamó “tercos.” Decimos que honramos al trabajador, pero nuestros corazones y mentes muestran que no actuamos justamente, o amamos tiernamente, o caminamos humildemente con nuestro Dios. Por eso quisiera elevar al que gana los sueldos mínimos en San José. Jacki, madre soltera con hija de 3 años, vende cosas en el estadio de beisbol. Gana $8/hora o sea, $1280/mes. No puede rentar su propio lugar y paga $300/mes por un cuarto en la casa de su amiga. De lo que sobra paga por guardería, gas, aseguranza, comida y ropa. Cuando lo alcanza, va al Sagrado Corazón. Nos cuenta que $2 más la hora ayudará mucho. 1 Los que trabajan por sueldo mínimo hacen los trabajos que nadie quiere hacer, pero que son necesarios: meseros, hospitales, recogedores, hoteles, mantenimiento, y cuidadores de los terrenos. ¿Cómo pudiera un soltero, más una familia como la de Jacki, sobrevivir con $1280 al mes? ¿Cómo podemos mirarnos en el espejo y no actuar? Ahora, se necesita 212 grados para hervir agua, no 211. Agua hervida produce vapor, y ese vapor puede marchar a un ferrocarril. Es ese grado extra que logra moverlo. (Adaptado y traducido de Simple Truths) Hay que pensar en lo que es necesario para vivir. No es lo mismo para un soltero que una familia. Dado que el pro-medio de renta es $1800/mes, y comida $600, celulares $150, coche, a seguranza, y otros costos, un sueldo viviente es $21,000/año. Equivale a $10/hora. Gente quiere lucir, no sólo sobrevivir. Dependen en buenos ciudadanos como nosotros a ser su voz, y hablar por ellos. Estoy aquí para hablar por ellos. Venga Nov., buenos ciudadanos ejercerán su derecho a votar, un derecho que nuestros fundadores murieron y arriesgaron todo para proveer. ¡Qué triste que en Santa Clara sólo 2 de 3 que pudieran votar, están registrados! ¡Qué triste que gente de color como nosotros no tendemos a votar! Nos han hecho pensar que nuestro voto no cuenta. ¡Mentiras! Ese voto es como ese grado de temperatura. Los dos pueden lograr un cambio. Uno puede hacer marchar a un ferrocarril, y el otro puede hacer marchar a un gobierno y pueblo llamado a cumplir con la Declaración de Independencia que dice: “Tomamos por hecho estas verdades: que somos todos creados iguales con derechos inalienable dados por Dios: la vida, la libertad, y el perseguir la felicidad.” Dr. Martin Lutero King, Jr. lo llamó el credo de la nación. Los sindicatos laborales han sido asaltados en el país. Arizona quiere deportar a todo trabajador que no se blanco; Pennsylvania ha 2 pasado una ley que restringe de votar a gente de color, de edad mayor, a los pobres. 750,000 elegibles para votar no van a poder votar por esa ley, y Pennsylvania no está sola en ello. Esta decadencia se llama resbalo académico. Es decir, que se nos olvida en el ahora lo que aprendimos en el pasado. Éramos universales. Nos preocupábamos del bien estar de todos. ¡Ya no! ¿Qué podemos hacer para regresar a lo de antes? Podemos comprometernos votar por gente y leyes que benefician a todos y no sólo a los ricos. Hay que registrarnos para votar y luego hay que votar. Si no nos registramos y luego votamos, ¡qué falta de respeto mostramos a los que lucharon y murieron para que tener este derecho, y un des-respeto a los que están muriendo hoy día por tener este derecho. No perdamos la oportunidad de ayudar. Votemos nuestra conciencia y estudiemos las leyes propuestas para que sepamos por qué votar por lo que beneficiará al trabajador con sueldo mínimo. Que mostremos con el voto que actuamos justamente, amamos tiernamente, y andamos con orgullo y humildad con nuestro Dios. Hay que elegir: una acción es con Dios; la otra no. ¿Somos cuidadores de nuestros hermanos? Si sí, estamos con Dios. Si no, no. Dios se alegra de vernos elegir sabiamente e inteligentemente como nos piden las Escrituras hoy. Que elijemos el camino de Dios al celebrar a nuestros trabajadores con gratitud. 3