Epidemiología, factores etiológicos y modelos asistenciales
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Epidemiología, factores etiológicos y modelos asistenciales
Profesor: Luís Alfonzo Bello Dpto. Medicina Clínica Área de Psiquiatría EPIDEMIOLOGÍA, FACTORES ETIOLÓGICOS Y MODELOS ASISTENCIALES EN PATOLOGÍA DUAL 0 Profesor: Luís Alfonzo Bello Dpto. Medicina Clínica Área de Psiquiatría Contenidos de la Unidad 1. EL CONCEPTO DE PATOLOGÍA DUAL ................................................................................................... 2 2. ASPECTOS EPIDEMIOLÓGICOS DE LA PATOLOGÍA DUAL .................................................................... 7 3. FACTORES ETIOLÓGICOS ................................................................................................................... 12 4. DIAGNÓSTICO EN PATOLOGÍA DUAL................................................................................................. 13 5. TIPOS DE PATOLOGÍA DUAL .............................................................................................................. 15 6. LA ASISTENCIA EN EL TRATAMIENTO DE LA PATOLOGÍA DUAL ........................................................ 16 7. ATENCIÓN A POBLACIONES DE PACIENTES DUALES CON “NECESIDADES ESPECIALES” ................... 23 8. BIBLIOGRAFÍA .................................................................................................................................... 26 1 Profesor: Luís Alfonzo Bello Dpto. Medicina Clínica Área de Psiquiatría El uso de sustancias psicoactivas y sus consecuencias adversas, especialmente la dependencia y otras complicaciones caracterizadas por alteraciones mentales y de la conducta, ha sido objeto de preocupación e intensos debates. Particularmente en lo que respecta a si debe ser considerada una entidad nosológica independiente o si por el contrario, este consumo es sintomático de un trastorno mental subyacente. A ciencia cierta, lo que es evidente para todos aquellos que trabajan en el tema de adicciones, es la frecuente asociación entre uso de sustancias psicoactivas y manifestaciones conductuales propias de trastornos mentales, que constituyen un reto para el éxito de las intervenciones terapéuticas que se implementan. 1. EL CONCEPTO DE PATOLOGÍA DUAL El uso de sustancias psicoactivas y sus consecuencias adversas, especialmente la dependencia y otras complicaciones caracterizadas por alteraciones mentales y de la conducta, ha sido objeto de preocupación e intensos debates. Particularmente en lo que respecta a si debe ser considerada una entidad nosológica independiente o si por el contrario, este consumo es sintomático de un trastorno mental subyacente. A ciencia cierta, lo que es evidente para todos aquellos que trabajan en el tema de adicciones, es la frecuente asociación entre uso de sustancias psicoactivas y manifestaciones conductuales propias de trastornos mentales, que constituyen un reto para el éxito de las intervenciones terapéuticas que se implementan. 2 Profesor: Luís Alfonzo Bello Dpto. Medicina Clínica Área de Psiquiatría Los trastornos mentales y por uso de sustancias se presentan clínicamente mostrando un amplio espectro de patrones de asociación, la cual va a variar según el tipo de trastorno asociado, el tipo de sustancia involucrada y su patrón de consumo, la gravedad de los síntomas, el curso más o menos crónico, la discapacidad resultante y el grado en el que están comprometidas las funciones en diversas áreas. A la co-existencia de un trastorno por uso de sustancias, ya sea uso nocivo o dependencia y manifestaciones clínicas propias de otros trastornos mentales y de la conducta, suficientes para fundamentar este como un segundo diagnóstico, se le ha llamado de diversas maneras: “doble diagnóstico”, “comorbilidad psiquiátrica” o “patología dual”. “Diagnóstico dual” es un término amplio, que indica la presencia simultánea de dos trastornos médicos independientes y que ha sido recientemente popularizado para describir la “coexistencia de un trastorno mental y un trastorno por uso de drogas”. “Trastorno dual” se refiere a la coexistencia de dos trastornos independientes (que interactúan). En este curso usaremos el término “Patología Dual”, la cual tomando en consideración la explicación multifactorial del problema, resulta más apropiada para referirnos a esta combinación, cuya importancia para la práctica clínica reside en que plantea necesidades de tratamiento que son significativamente distintas a las que se derivan del uso problemático de sustancias o de los trastornos mentales, cuando se presentan independientemente. 3 Profesor: Luís Alfonzo Bello Dpto. Medicina Clínica Área de Psiquiatría Una Nota sobre Terminología (ASAM PPC-2R, 2001) Los campos de las adicciones y de la salud mental no han llegado a un consenso todavía acerca de la terminología para describir aquellos individuos que están experimentando simultáneamente trastornos adictivos y de salud mental. Los términos actualmente en uso incluyen “diagnóstico dual”, “trastornos duales”, “enfermos mentales químicamente adictos” (MICA), “adictos químicos mentalmente enfermos” (CAMI), “enfermos mentales abusadores de substancias” (MISA), “enfermos mentales químicamente dependientes” (MICD), “trastornos concurrentes”, ¨trastornos coexistentes”, “trastornos comórbidos” e “individuos con sintomatología psiquiátrica y de abuso de sustancias concurrente” (ICOPSS). Claramente este asunto requiere mayor discusión y construcción de consenso. En el interin, la PPC-2R ha adoptado el término “Trastornos mentales y relacionados con uso de sustancias concurrentes” en los títulos formales para permanecer consistente con el Manual Diagnostico y Estadístico de Trastornos Mentales de la Asociación Psiquiátrica Americana (1994). A través del texto, no obstante, el término “diagnóstico dual” es usado para simplificar y porque parece tener la más amplia aceptación nacionalmente. (Los autores reconocen que “diagnóstico dual” es un término inexacto y presenta fallas al ubicar poblaciones distintas a aquellas que tienen un trastorno mental y un trastorno por uso de sustancias- como aquellas con un trastorno adictivo que coexiste con un trastorno biomédico o del desarrollo- pero las ventajas de la simplicidad y amplia aceptación, se pensó que compensaban estos déficits. Esta decisión será objeto de revisión en futuras ediciones del PPC). 4 Profesor: Luís Alfonzo Bello Dpto. Medicina Clínica Área de Psiquiatría La asociación entre los trastornos por uso de sustancias psicoactivas y otros trastornos mentales y de la conducta. La combinación entre el uso nocivo o la dependencia por uso de sustancias y otros trastornos mentales, como la depresión o la esquizofrenia, puede plantearse de diversas maneras, que resumimos en el siguiente esquema: El uso de sustancias puede ser la causa de trastornos mentales o de manifestaciones clínicas que los imitan. Un trastorno mental puede ser originado o agravado por el uso de sustancias. El uso de sustancias puede enmascarar síntomas de trastornos mentales. Las manifestaciones clínicas del síndrome de abstinencia a sustancias psicoactivas pueden incluir o imitar síntomas de trastornos mentales. Los trastornos por uso de sustancias y otros trastornos mentales pueden coexistir de manera independiente. Los trastornos mentales pueden imitar las manifestaciones clínicas de los trastornos por uso de sustancias. Esta variabilidad producto del entrecruzamiento de ambas entidades nosológicas, representa un desafío para el clínico evaluador, quien en el corto plazo puede confundir las manifestaciones clínicas de un trastorno mental coexistente al momento de hacer el diagnostico, o también en el mediano y largo plazo, como una pobre o incompleta recuperación de un trastorno por uso de sustancias. La confusión puede ser un factor de entorpecimiento de la evolución del cuadro clínico y de su respuesta a las intervenciones, mermando su capacidad y motivación para enrolarse en un tratamiento y para su permanencia en el mismo (Landry y cols, 1991; Lehman y cols., 1989). La coexistencia de trastornos mentales y por uso de sustancias no es aleatoria necesariamente. Existen elementos que explican esta asociación y que se han señalado al respecto: 5 Profesor: Luís Alfonzo Bello Dpto. Medicina Clínica Área de Psiquiatría La base biológica común o subyacente, que puede tener una influencia hereditaria La similitud de las manifestaciones clínicas, que incluyen la dificultad para el control de la conducta y la labilidad emocional El curso crónico y recidivante, que implican un manejo con aproximación de largo plazo La tendencia a negar los trastornos y sus implicaciones, cuyo reconocimiento puede generar sentimientos de desesperanza, fracaso o vergüenza. El impacto negativo sobre la familia y allegados. El estigma y la marginación asociada. La naturaleza de la relación entre las enfermedades mentales y los problemas de drogas parece ser muy compleja y es probable que la explicación de su asociación en la patología dual responda a múltiples factores. Se han esgrimido algunas hipótesis que tratan de explicar la existencia de la patología dual: Vulnerabilidad Genética. Plantea que la patología dual es la expresión de factores y sustratos cerebrales comunes, basados en una probable predisposición (diátesis) genética, que actúa como precipitante de ambos cuadros psicopatológicos. Vulnerabilidad adquirida (Neuroadaptación). Como resultado de la adaptación de las vías cerebrales del estrés y de la recompensa, sometidas a los efectos del estrés crónico, que se traduce en una mayor vulnerabilidad para ambos trastornos. Automedicación. Las sustancias y sus efectos psicotrópicos se utilizan para hacer frente al sufrimiento emocional, lo que se denomina «automedicación». Ejemplo de esta hipótesis es la posible tendencia de los sujetos con baja actividad dopaminérgica en el córtex prefrontal, y por tanto con tendencia a la anhedonia, 6 Profesor: Luís Alfonzo Bello Dpto. Medicina Clínica Área de Psiquiatría apatía, disforia y comorbilidad psiquiátrica diversa, a buscar sustancias que contrarresten esta tendencia orientándola hacia la euforia. Neurotoxicidad. Por el efecto neurotóxico que tienen las sustancias de abuso sobre la estructura y el funcionamiento del sistema nervioso central, produciendo alteraciones neurobiológicas que incrementan la vulnerabilidad para sufrir trastornos mentales. Multifactorialidad 1. Como producto de una interacción compleja entre factores genéticos y del medio ambiente, en la que intervienen fenotipos influenciados genéticamente: bajo nivel de respuesta a la sustancia, impulsividad y síndromes ansioso-depresivos 2. 2. ASPECTOS EPIDEMIOLÓGICOS DE LA PATOLOGÍA DUAL Las dificultades antes mencionadas para la detección y el diagnóstico definitivo de la combinación entre ambos tipos de trastornos, dificultan el análisis definitivo de su importancia epidemiológica. Sin embargo, la información disponible sugiere un marcado impacto de esta asociación como fenómeno de salud colectivo. 1 La Sociedad Española de Patología Dual (SEPD) se pronuncia por el concepto de “patología dual”, describiendo el problema como resultado de una especial vulnerabilidad genética y biológica, que se expresa a manera de trastornos mentales y cuyas alteraciones que pueden aliviarse a través del consumo de drogas, el cual es experimentado de forma más placentera que el resto de las personas e induce a una especie de “automedicación” que predispone al abuso y a la dependencia. 2 Los únicos endofenotipos identificados hasta este momento en el campo del uso de sustancias están relacionados a otros trastornos, como es el caso del trastorno por déficit de atención y el trastorno de conducta. 7 Profesor: Luís Alfonzo Bello Dpto. Medicina Clínica Área de Psiquiatría La prevalencia de vida de la patología dual para población general se calcula en un 3%-4%, lo cual es una cifra bastante elevada y que se incrementa de manera significativa cuando se hace la misma estimación para la población diagnosticada con trastornos mentales. Se estima que la tercera parte de las personas que son diagnosticadas con un trastorno mental, van a presentar en algún momento de su evolución clínica un trastorno asociado por uso de sustancias psicoactivas, ya sea uso nocivo o dependencia duplicando la probabilidad de ocurrencia que se observa en la población sin diagnóstico de trastorno mental (Regier y cols, 1990). Entre el 40% y el 60% de los enfermos mentales que reciben tratamiento tienen asociado un trastorno por abuso o dependencia de sustancias. Por otra parte, más del 50% de las personas usuarias de sustancias psicoactivas, presentan manifestaciones clínicas suficientes para cumplir con los criterios de diagnóstico de trastorno mental de algún tipo. Ahora bien, estas manifestaciones clínicas no necesariamente corresponden a un trastorno mental independiente y pudieran ser el resultado del uso de sustancias (Regier y cols., 1990; Ross y cols., 1988). Si miramos la situación tomando como referencia la población en tratamiento para trastornos por uso de sustancias (uso nocivo o dependencia), encontramos que entre el 50% y el 60% de los pacientes tratados, tienen asociado otro trastorno mental. La alta frecuencia de esta combinación muestra como la patología dual, lejos de ser un patrón atípico de la población clínica de los servicios de tratamiento de problemas de drogas o de salud mental, apunta a convertirse en el perfil característico más frecuente en los usuarios de estos servicios (Pérez Gálvez, 2011). En la Tabla 1 se observan las odds ratios registradas en el Epidemiological Catchment Area Study (Regier et al., 1990), referentes al riesgo de presentar una adicción al alcohol u otras drogas a lo largo de la vida, en pacientes con determinadas patologías psiquiátricas. En términos generales, este riesgo es sensiblemente superior al registrado entre la población 8 Profesor: Luís Alfonzo Bello Dpto. Medicina Clínica Área de Psiquiatría general. Determinadas patologías -como la esquizofrenia o el trastorno bipolar-, llegan a presentar un riesgo hasta ocho veces superior al de la población general. De igual modo, algunas enfermedades con alta representación en la sociedad -como el trastorno de pánico, obsesivo-compulsivo o la depresión- triplican la probabilidad de aparición de una adicción al alcohol u otras drogas. Tabla 1: Prevalencia vida de trastornos por uso de sustancias en enfermos psiquiátricos. Fuente: Epidemiological Catchment Area Study (Regier et al., 1990). Cualquier abuso o dependencia a sustancias Cualquier abuso o dependencia al alcohol Cualquier abuso o dependencia a otras drogas OR OR OR 2,6 1,9 4,7 Trastorno Bipolar 6,6 5,1 8,3 Depresión Mayor 1,9 1,3 3,8 Distimia Cualquier trastorno afectivo 2,4 1,7 3,9 Cualquier trastorno de ansiedad 1,7 1,5 2,5 Trastorno Obsesivo-Compulsivo 2,5 2,1 3,7 Fobias 1,6 1,4 2,2 Trastorno de Pánico 2,9 2,6 3,2 4,6 3,3 6,2 Esquizofrenia En sentido inverso, la población drogodependiente también registra prevalencias más elevadas de otras enfermedades psiquiátricas. Los resultados obtenidos en la National Epidemiologic Survey on Alcohol and Related Conditions (NESARC; Grant et al., 2006a) indican que entre los alcohólicos la probabilidad de haber presentado otra enfermedad psiquiátrica en los últimos doce meses llega a triplicarse; por su parte, en la población adicta a otras drogas este riesgo puede ser hasta siete veces superior al que se observa en la población general (Tabla 2). 9 Profesor: Luís Alfonzo Bello Dpto. Medicina Clínica Área de Psiquiatría Tabla 2: Prevalencia-año de trastornos psiquiátricos en población adicta a sustancias. Fuente: National Epidemiologic Survey on Alcohol and Related Conditions (Grant et al., 2006a) Cualquier abuso o dependencia a sustancias Cualquier abuso o dependencia al alcohol Cualquier abuso o dependencia a otras drogas OR OR OR 2,8 2,6 4,9 Depresión Mayor 2,5 2,3 4,2 Distimia 2,2 1,7 5,3 Manía 3,9 3,5 7,4 Hipomanía 3,6 3,5 4,1 1,9 1,7 2,8 Trastorno de Pánico con agorafobia 3,1 2,5 6,0 Trastorno de Pánico sin agorafobia 2,1 2,0 3,4 Fobia social 1,9 1,7 3,0 Fobia específica 1,6 1,6 2,3 Trastorno por Ansiedad Generalizada 2,3 1,9 4,6 Cualquier trastorno afectivo Cualquier trastorno de ansiedad Este reciente estudio fue realizado en una extensa muestra de 43.093 sujetos, constituyendo la encuesta de comorbilidad más amplia realizada hasta la fecha. Los resultados obtenidos indican que el 27.6% de los alcohólicos -así como el 55.02% de los adictos a otras sustanciashabían padecido un trastorno afectivo en los últimos doce meses. De igual modo, cualquier tipo de trastorno de ansiedad estuvo presente en el 23.6% de los dependientes al alcohol y el 43.02% de los adictos a otras drogas. 10 Profesor: Luís Alfonzo Bello Dpto. Medicina Clínica Área de Psiquiatría Es preciso hacer mención a la relación existente entre los trastornos por uso de sustancias y otros dos tipos de patologías psiquiátricas que no suelen incluirse en los grandes estudios epidemiológicos: el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y los Trastornos de la Conducta Alimentaria. Un 20%-40% de los adultos con TDAH presentan un TUS a lo largo de su vida, cifra que se sitúa en el 17% en el caso de la anorexia nerviosa restrictiva y alcanza el 46% en la bulimia. La importancia de ambas radica en su aparición en edad infanto-juvenil, permitiendo realizar una adecuada prevención indicada a los sujetos de riesgo. En este sentido cabe recordar la conclusión de Kendall y Kessler (2002), autores que consideran que hasta un 50% de la dependencia a drogas en adultos podría ser prevenido por un precoz y efectivo tratamiento de los trastornos mentales en niños y adolescentes. En relación a los trastornos de personalidad, los adictos a drogas distintas al alcohol presentan una elevada comorbilidad que alcanza el 69.5% según los datos obtenidos en la NESARC (Grant et al., 2006b). Esta cifra es sensiblemente inferior entre los alcohólicos, si bien más elevada que en la población general: 39.5% frente al 14.8%. Las cifras son ligeramente superiores a las obtenidas por Verheul (2001), quien registra una comorbilidad para todo tipo de sustancias del 56.5%. En cualquier caso, la presencia de un trastorno de la personalidad es también mayoritaria entre la población adicta a sustancias, siendo los más prevalentes los de tipo antisocial, límite, paranoide y obsesivo. Tabla 3: Comorbilidad con trastornos de personalidad en población dependiente a drogas (Verheul, 2001). Tipo Prevalencia Tipo Prevalencia Paranoide 10,8% Narcisista 9,5% Esquizoide 3,8% Antisocial 27,0% Esquizotípico 4,6% Dependiente 8,1% Límite 18,4% Por Evitación 18,4% Histriónico 11,9% Obsesivo-Compulsivo 6,2% 11 Profesor: Luís Alfonzo Bello Dpto. Medicina Clínica Área de Psiquiatría Un último aspecto que debe ser resaltado, en relación a la epidemiología de la patología dual, es el hecho de que se observe mayor prevalencia entre las mujeres adictas a sustancias. Este hallazgo ha sido replicado en las distintas macroencuestas realizadas hasta la fecha. Como ejemplos, el Epidemiologic Catchment Area Study (ECA) registró una prevalencia de comorbilidad psiquiátrica del 44% entre los varones y del 65% en las mujeres drogodependientes. Una década más tarde –años 90-, la National Comorbidity Survey (NCS) ofreció resultados similares aunque algo más elevados, con un 57% de hombres con patología dual entre los adictos a sustancias y un 72% de las mujeres. Estos resultados orientan, por otra parte, hacia una evidente tendencia al alza de las prevalencias de patología dual en los últimos años. En sus documentos de consenso, la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD), recomienda que tomando en consideración las altas prevalencias de patología dual, todos los programas dirigidos a atender individuos con enfermedad mental grave, deberían estar organizados como programas de patología dual, ya que esta característica clínica es la norma, más que la excepción en este tipo de población. 3. FACTORES ETIOLÓGICOS El consumo de sustancias y las enfermedades psiquiátricas se interrelacionan entre si, generando alteraciones en ambos sentidos. Como ejemplos, el uso de drogas puede ayudar a disminuir la sintomatología del trastorno psiquiátrico así como los efectos secundarios de la medicación. Igualmente, ambas patologías pueden producir cambios biológicos que influyan en la evolución de la enfermedad. Determinadas razones que justifiquen el consumo de drogas pueden ser más características de este tipo de enfermos –por ejemplo, la automedicación- mientras otras son compartidas con la mayor parte de los consumidores de sustancias, independientemente de la presencia 12 Profesor: Luís Alfonzo Bello Dpto. Medicina Clínica Área de Psiquiatría o ausencia de otra patología psiquiátrica. Es común que exista más de un factor etiológico, coincidiendo alguno de tipo general con otro más específico de la enfermedad mental. Entre estos factores etiológicos podemos citar, en orden a su mayor representatividad, a los siguientes: a) Mejorar la socialización: es un factor común a toda la población que, sin embargo, puede aparecer de forma más intensa en los enfermos psiquiátricos por cuanto entre éstos son más evidentes los déficits en las habilidades de relación interpersonal. b) Automedicación: se trata de uno de los motivos más extendidos, procedente de la hipótesis propuesta por Khantzian (1985, 1997). Según esta teoría, la elección de una droga determinada estaría dirigida a disminuir los síntomas de la patología psiquiátrica primaria o disminuir los efectos secundarios del tratamiento. c) Incrementar el placer: corresponde a un modelo etiológico hedonista, basado en la búsqueda de placer y que justificaría las características reforzadoras de la sustancia. d) Hábito o costumbre: propio de sustancias con un extenso consumo, como el alcohol, el tabaco e, incluso, el cánnabis. Las costumbres sociales y la presión de los iguales incrementarían el riesgo de consumo. 4. DIAGNÓSTICO EN PATOLOGÍA DUAL El primer tropiezo en la definición diagnóstica de la patología dual, tiene que ver con la dificultad prevaleciente entre los profesionales del área de salud general y de la opinión pública en cuanto a distinguir entre el uso “no patológico de sustancias”, que no implican necesariamente la existencia de enfermedad y el “uso problemático”, con consecuencias adversas, ya sea entendido como uso nocivo o dependencia. 13 Profesor: Luís Alfonzo Bello Dpto. Medicina Clínica Área de Psiquiatría El trabajo de identificación clínica de los trastornos por uso de sustancias se ve interferido por una serie de valoraciones sociales negativas, que acompañan frecuentemente a esta conducta, así como a la ocurrencia de complicaciones cotidianas en el entorno social, familiar, académico, legal, laboral, etc., de la persona que usa sustancias y de trastornos de la conducta que pueden estar asociados. Para un correcto abordaje de la situación, es necesario diferenciar clínicamente el uso, uso nocivo y la dependencia, en base a criterios estandarizados, ya que en el caso de la patología dual, esta diferencia es crucial. En la evidencia, el trastorno por dependencia de sustancias se asocia más frecuentemente a otros trastornos mentales, que el uso nocivo. Esta diferencia de asociación, parece estar relacionada con el hecho de que “los factores sociales son los determinantes para el contacto inicial de la población con las sustancias de abuso, pero son factores individuales, genéticos, de personalidad y otros trastornos mentales los determinantes para la aparición de la conducta adictiva que, cuando aparece, suele instalarse rápidamente, sin necesidad del paso de muchos años o la repetición de ciclos de intoxicación-abstinencia” (SEPD). A pesar del avance en materia de construcción de criterios diagnósticos estandarizados confiables, en el campo de los trastornos de la conducta, sigue habiendo dificultades para delimitar algunos cuadros clínicos, entre ellos la patología dual, que sigue siendo subdiagnosticada y objeto de controversia por algunos profesionales del campo. Dadas sus particulares características, la patología dual, más que una combinación de dos o más trastornos simultáneos, en ocasiones se comporta como una enfermedad distinta, para cuyo abordaje es necesario disponer de herramientas clínicas particulares, que rebasan la suma de los conocimientos y habilidades necesarios para atender la dependencia de sustancias o los trastornos mentales por separado. 14 Profesor: Luís Alfonzo Bello Dpto. Medicina Clínica Área de Psiquiatría 5. TIPOS DE PATOLOGÍA DUAL Una forma práctica de diferenciar los tipos de patología dual, consiste en separarlos según el trastorno que se exprese primariamente, el trastorno mental, el uso de sustancias o cuando se manifiestan como patologías de curso independiente (CONACE, Chile). Tipo 1: Trastorno Psiquiátrico Primario. El trastorno mental se inicia claramente antes que el consumo regular de la sustancia. El uso de la sustancia puede haber sido previo al comienzo del trastorno mental, pero no cumple criterios para uso nocivo o dependencia. Tipo 2: Trastorno Primario por Consumo de Sustancias. El trastorno por uso de sustancias existe claramente antes que el comienzo del trastorno mental. Las manifestaciones clínicas del trastorno mental están presentes solo durante las fases activas del abuso de sustancias o dentro de las cuatro primeras semanas de abstinencia. Tipo 3: Trastornos Duales Primarios. Para los cuales pueden darse las siguientes variedades: a) Ambos Trastornos están presentes, pero nunca coinciden en comienzo y en curso. b) Ambos Trastornos son crónicos y severos con comienzos distintos y cursos sobrepuestos. c) El trastorno mental se inicia claramente antes que el trastorno por uso de sustancias, pero ambos tienen cursos independientes, tales que ninguno parece afectar consistentemente el curso del otro. d) El trastorno por consumo de sustancias se inicia claramente antes que el trastorno mental, pero ambos tienen cursos independientes, por lo que ninguno 15 Profesor: Luís Alfonzo Bello Dpto. Medicina Clínica Área de Psiquiatría parece afectar consistentemente el curso del otro. Nota: La presencia de ciertas comorbilidades que se superponen y se potencian como causa y efecto, ha originado el concepto de Patologías Co-mórbidas Circulares. Como ejemplo, tenemos la comorbilidad entre Depresión y Uso de Sustancias, donde se superponen factores reactivos asociados a las pérdidas por el consumo, factores exógenos neurobiológicos aportados por la sustancia psicoactiva, con aspectos caracterológicos, estructurales y endógenos del cuadro depresivo. Un elemento de utilidad en el proceso de diagnóstico, lo constituye la determinación del carácter primario o secundario de los trastornos asociados. Esta diferenciación se expone en el Tema 2 de la asignatura. 6. LA ASISTENCIA EN EL TRATAMIENTO DE LA PATOLOGÍA DUAL La prestación de servicios en la red asistencial se ve particularmente complicada como resultado de las demandas de atención derivadas de la patología dual. Entre otras circunstancias podemos destacar: Incremento en la utilización de los servicios de urgencia. Incremento en la tasa de admisiones hospitalarias. Incremento en la derivación de pacientes duales hacia servicios de atención no apropiados. Acceso dificultoso a los dispositivos de la red asistencial. A este obstáculo para el acceso a servicios de atención apropiados para responder a las necesidades de los pacientes duales, se le ha dado el nombre de “el síndrome de la puerta 16 Profesor: Luís Alfonzo Bello Dpto. Medicina Clínica Área de Psiquiatría equivocada”, para ilustrar la dificultad que confrontan dichos pacientes para recibir el tratamiento que mejor responda a sus necesidades producto de la combinación de ambos trastornos. Los pacientes duales topan con requisitos de admisión que los excluyen, tanto de la red de salud mental, como de los servicios especializados en el tratamiento de la dependencia de drogas, lo cual constituye un respuesta paradójica de los sistemas de atención en salud tradicionales, a un cuadro clínico, que por su complejidad resulta prioritario para la asistencia. La mayor demanda de servicios por parte de los pacientes duales resulta como consecuencia de una evolución tórpida, con un curso clínico en el que son frecuentes las recaídas, tanto del consumo de sustancias, como de las manifestaciones del trastorno mental asociado. Muchas veces, estas recaídas son el resultado del abandono o cumplimiento irregular de la medicación o de una muy débil ligazón con el tratamiento en su conjunto, pero también se observa, aun en los casos en los que existe un adecuado apego las recomendaciones terapéuticas, una mala respuesta al tratamiento. Otras complicaciones frecuentes en la evolución clínica de los pacientes duales es la conducta violenta, la transgresión de normas legales y la tendencia autoagresiva, que puede llegar al suicidio. Como resultado de estas circunstancias descritas, la adaptación de estos pacientes a su entorno familiar y social es muy difícil, con mayores grados de disfunción familiar, experimentando con frecuencia situaciones de frustración y marginación social, que ensombrecen su pronóstico. Durante las últimas décadas, la investigación en neurociencias ha aportado evidencias que han arrojado luz sobre la naturaleza de los trastornos mentales y por uso de sustancias, al tiempo que su relevancia como problema de salud pública, se ha incrementado. Como resultado de ello, dada la creciente presión que estos problemas ejercen sobre los sistemas de salud, se está prestando mayor atención a las estrategias de abordaje, tanto de 17 Profesor: Luís Alfonzo Bello Dpto. Medicina Clínica Área de Psiquiatría trastornos mentales, como por uso de sustancias y en añadidura a la co-ocurrencia de ambos, en una combinación que desde el punto de vista clínico, diagnóstico y tratamiento, es más que la “suma de las partes”. En el manejo de los pacientes con trastornos mentales o uso de sustancias psicoactivas, dada la frecuente asociación señalada, es necesario prestar atención a la potencial combinación de ambos cuadros, insistiendo en realizar un diagnóstico más preciso e integral, en el que se caracterice el trastorno motivador de la consulta y se descarte la eventual presencia del otro trastorno acompañante. Esta aproximación debe prestar especial interés a la evaluación del compromiso bio-psico-social, de la situación familiar y de su nivel de integración social, que son elementos cruciales en el tratamiento y el pronóstico del cuadro clínico. La ausencia de una evaluación exhaustiva, integrando todos los aspectos relevantes, reduce la posibilidad de elaborar una propuesta de abordaje, traducida en un plan de tratamiento, que responda fielmente a las necesidades del paciente, sobre todo si es un paciente dual, mermando con ello la posibilidad de lograr buenos resultados en la estabilización del cuadro clínico, el tratamiento y en proceso de recuperación a mediano y largo plazo. La principal dificultad en el manejo de la patología dual, estriba en la realización de un diagnóstico acertado, con base en criterios estandarizados, que respondan a fundamentos científicos y usando para ello instrumentos objetivos de valoración. Sin embargo, la ausencia de reconocimiento universal de esta asociación de trastornos, como entidad clínica, hace que la intervención se fundamente aun en el consenso de los clínicos, quienes le han otorgado su reconocimiento y vienen acumulando experiencia al respecto. Desde el punto de vista de la oferta de servicios de atención, existe también un obstáculo mayor, consistente en la separación –estructural o funcional- entre los sistemas de salud mental y de tratamiento para los problemas por uso de sustancias psicoactivas. Ambos sistemas funcionan como dos redes paralelas desde donde se ofrece atención para las personas con dependencia o trastorno mental, según sea el caso, con criterios de admisión 18 Profesor: Luís Alfonzo Bello Dpto. Medicina Clínica Área de Psiquiatría que hace que se excluyan mutuamente. Esta situación suele dejan por fuera, sin acceso a la atención, a los pacientes con mayores y más graves necesidades, los pacientes duales. Como principio general, el abordaje de la patología dual debe estar referido a un marco de buenas prácticas, con base en la evidencia, respetando las diferentes etapas del proceso, la participación de los miembros del equipo de tratamiento de acuerdo con sus competencias y la ubicación del paciente en los distintos dispositivos de atención en las redes asistenciales de captación, referencia y resolución en los distintos niveles, de acuerdo a la complejidad de los problemas a ser abordados. Hay algunos condicionantes que merecen ser resaltados, por la importancia que revisten para el mejor abordaje de los pacientes: Barreras de acceso a los servicios de atención. El acceso a tratamiento para las personas con patología dual suele estar interferido, tanto por las dificultades inherentes a su condición clínica o como resultado de la intervención de factores externos, especialmente lo referente a la existencia de conflictos, limitaciones y contradicciones entre los distintos enfoques filosóficos sobre el tratamiento, tanto en los sistemas de atención en salud mental, como en el campo del tratamiento para el uso problemático de sustancias. Mal manejo de las manifestaciones clínicas. Cuando un paciente en tratamiento para problemas por uso de sustancias presenta síntomas referidos a otros trastornos mentales, los mismos suelen: o No ser identificados. o Identificados pero interpretados erróneamente como un efecto tóxico o un comportamiento “acting-out”. o Identificados adecuadamente y referidos a un programa de salud mental. 19 Profesor: Luís Alfonzo Bello Dpto. Medicina Clínica Área de Psiquiatría NOTA: Situación análoga a la que ocurre con los pacientes en tratamiento en un programa de salud mental que presentan síntomas de un trastorno por uso de sustancias. Tratamiento inadecuado. El diagnóstico erróneo, el rechazo, la falla en el reconocimiento o la derivación automática de los pacientes con patología dual puede resultar en tratamiento inadecuado, quedando el paciente “entre las grietas” de los sistemas de tratamiento. Deficiencias de los sistemas de atención. El sistema de tratamiento en sí mismo puede bloquear los esfuerzos de algunas personas para conseguir tratamiento oportuno, apropiado e integral, al abordar sólo aspectos aislados de su problema global, a menos que el tratamiento sea coordinado entre los distintos servicios, incluyendo los de tratamiento para problemas de drogas, salud mental, programas sociales y de salud en general (SAMHSA, 1994). Al momento de diseñar un plan de tratamiento para pacientes con patología dual, es importante tener en consideración que: El consumo de sustancias puede ser un síntoma de un trastorno mental subyacente (Automedicación). Los tratamientos integrados para pacientes duales muestran mayor eficacia que los de tipo secuencial o paralelo. Es necesario incorporar el enfoque de género al tratamiento. El tratamiento debe servir para aportar seguridad al paciente, dada la alta prevalencia de Trastorno de Estrés Post Traumático en pacientes duales. 20 Profesor: Luís Alfonzo Bello Dpto. Medicina Clínica Área de Psiquiatría La alianza terapéutica tiene un papel fundamental, en el enganche y mantenimiento del tratamiento, pero es importante evitar la excesiva dependencia del paciente respecto al terapeuta. En este tipo de pacientes el nivel de confrontación debe ser bajo, enfocando la aproximación terapéutica hacia elementos motivadores del cambio. Dado el marcado impacto de la patología dual en el funcionamiento social, es necesario incorporar un componente fuerte de soporte social al tratamiento. En la medida de lo posible, deben Incorporarse intervenciones específicas para cada patología en el diseño del plan de tratamiento. En los casos de patología dual con enfermedad mental severa, es necesario: o Determinar criterios de inclusión, lo cual implica elevada dedicación y consumo de recursos. o Priorizar el concepto/diagnóstico de Uso Nocivo. o Insistir en el desarrollo de habilidades sociales, que faciliten la integración del paciente en la red social. o Fomentar rol activo de los pares en el tratamiento. El éxito del tratamiento para la patología dual descansa en varios aspectos críticos, algunos de los cuales dependen del tratamiento y otros del paciente. Tienen especial relevancia: a) Compromiso con el tratamiento. Se refiere al proceso de iniciar y mantener la participación del paciente en el tratamiento e incluye todas aquellas intervenciones que tienen por objetivo facilitar el contacto y la entrada del 21 Profesor: Luís Alfonzo Bello Dpto. Medicina Clínica Área de Psiquiatría paciente al programa de tratamiento, las cuales dependen de las características del cuadro clínico. b) Continuidad del tratamiento. Se refiere a la articulación entre los diferentes componentes del tratamiento y a su continuidad en el tiempo c) Integralidad. Un programa para atender patología dual debe incluir un “continuum” de atención, que incluya no solo los componentes de salud mental y tratamiento de uso de sustancias, sino también una serie de intervenciones “colaborativas” integradas, que contribuyan a (1) comprometer al paciente en el tratamiento, (2) atender diferentes grados de severidad y discapacidad, (3) atender diferentes grados de motivación y cumplimiento con el tratamiento y (4) apoyar las distintas fases del tratamiento. En relación con logros de objetivos a ser fomentados en el paciente dual a través de la intervención terapéutica, destacamos: Aceptación de que padece una enfermedad mental. Admitir el impacto que tiene el uso de sustancias en la evolución y el control (o descontrol) de su enfermedad mental (Conciencia de consumo perjudicial). Identificar lo que es “normal” en cuanto a sus pensamientos, conductas y sentimiento, y lo que no lo es. Diferenciar entre uso de medicación como tratamiento y uso de sustancias. Modificar las respuestas negativas del paciente, familia y comunidad, ante los síntomas que acompañan la enfermedad. Evitar la colocación y permanencia del paciente en el rol de víctima. 22 Profesor: Luís Alfonzo Bello Dpto. Medicina Clínica Área de Psiquiatría Manejar adecuadamente las recaídas, así como la reaparición de los síntomas psiquiátricos. Confrontar las ideas suicidas y autodescalificadoras. 7. ATENCIÓN A POBLACIONES DE PACIENTES DUALES CON “NECESIDADES ESPECIALES” Sin lugar a dudas, en el tratamiento de la patología dual, como en el de cualquier otro tipo de patología, debe prevalecer el abordaje de las particularidades de los casos y de las necesidades de tratamiento que se derivan de condiciones especiales que afectan a determinados grupos de población. La patología dual parece afectar con particular fuerza a algunas poblaciones, especialmente aquellas con alta vulnerabilidad social, como es el caso de la que se encuentra en “situación de calle”, así como también al grupo vinculado con problemas de justicia criminal. En varios estudios reportados se observan significativas diferencias en cuanto a género y patología dual. La presencia de al menos otro trastorno psiquiátrico en sujetos que tienen trastorno por uso de drogas, es más frecuente entre la población femenina. Con respecto al enfoque de género en el tratamiento de la patología dual, se admite que cada género presenta una problemática que le es propia y claramente definida, por lo que se precisa de enfoques específicos que respondan a sus necesidades particulares. Es necesario facilitar la libertad de expresión de la mujer en grupos donde se traten sus problemas específicos (Coughey et al., 1998). Se obtienen mejores resultados cuando se realizan tratamientos diferenciados para mujeres, que en programas de tratamiento mixtos (Dahlgren y Willander, 1989). Las mujeres muestran preferencia por aquellos programas de 23 Profesor: Luís Alfonzo Bello Dpto. Medicina Clínica Área de Psiquiatría tratamiento exclusivos para ellas (Kauffman et al., 1995), en los cuales le es posible discutir abiertamente sobre temas específicos (tales como las relaciones conyugales, hijos, etc.). En una revisión de meta-análisis, sobre la eficacia de 33 programas de tratamiento del abuso de sustancias para mujeres (Orwin et al., 2001) y en un examen de 38 estudios (Ashley et al., 2003), se observó que se obtienen mejores resultados entre las mujeres atendidas en programas de tratamiento previstos exclusivamente para ellas. En general, se reporta que los programas de tratamiento sensibles a las cuestiones de género, muestran mejores resultados en cuanto a la captación de mujeres dependientes del alcohol (favoreciendo el acceso a los mismos, de mujeres que de otro modo no hubieran buscado ayuda), obteniendo también, tasas de culminación de tratamiento más elevadas (Copeland & Hall, 1992; Trulsson, 2000). Otra importante diferencia observada en relación con el comportamiento de distintos grupos, está relacionada con los trastornos mentales y del comportamiento más frecuentemente asociados, los cuales discrepan mucho en las distintas etapas evolutivas. En la etapa infanto-juvenil, los diagnósticos asociados más frecuentes son: Trastorno por Déficit de Atención, Trastorno oposicionista desafiante y Trastorno de aprendizaje (en niños). Trastorno depresivo, Trastorno de conducta, Trastorno por ansiedad, Trastorno alimentario y Trastorno del desarrollo de la personalidad (en adolescentes). Si tomamos a la población infanto-juvenil con mayor nivel de daño, los trastornos psiquiátricos asociados son el Daño orgánico cerebral y el Retraso Mental. En la Edad Adulta: Todos los anteriores. 24 Profesor: Luís Alfonzo Bello Dpto. Medicina Clínica Área de Psiquiatría Psicosis (esquizofrenia, Psicosis orgánicas, post-parto, etc.). Trastorno Antisocial de la Personalidad. Otros trastornos de la personalidad. En adultos mayores: Todos los anteriores. Síndromes orgánicos. Esto pone de manifiesto un desafío mayor al tener que desarrollar para cada una de estas poblaciones, programas específicos dirigidos a atender con propiedad sus necesidades, que sin duda serán materia de trabajo en un futuro cercano para los especialistas en el tema. Dentro de la población general de personas con patología dual, las necesidades de los subgrupos específicos pueden ser mejor satisfechas a través de programas especialmente adaptados o desarrollados. Esto incluye trastornos como el bipolar o grupos con requerimientos muy particulares (mujeres, indigentes, procesados y penados en el sistema judicial), ocurriendo que ambas categorías con frecuencia se sobreponen. 25 Profesor: Luís Alfonzo Bello Dpto. Medicina Clínica Área de Psiquiatría 8. BIBLIOGRAFÍA American Society of Addiction Medicine. ASAM Patient Placement Criteria for the Treatment of Substance Related Disorders, 2nd Edition – Revised (ASAM PPC-2R). ASAM: 2001. Ashley OS, Marsden ME, Brady TM. Effectiveness of substance abuse treatment programming for women: a review. Am J Drug Alcohol Abuse. 2003;29(1):19-53. Review. Asociación Española de Patología Dual. Estudio epidemiológico para determinar la prevalencia, diagnóstico y actitud terapéutica de la patología dual en la Comunidad de Madrid. Madrid; 2008. Copeland J, Hall W. 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