ENTONACIONES PAUSAS
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ENTONACIONES PAUSAS
CAPÍTULO OCTAVO diversos aspectos del arte de hablar en escena, que he aprendido con la experiencia. ¡Quiero ayudarles con sus nuevos estudios sobre "las leyes de la elocución"! "Se han escrito muchos libros magníficos sobre estas leyes y sobre las palabras. Estúdienlos con atención. El más adecuado para las necesidades de los actores es el de Volkonski, sobre La palabra expresiva. Estaré recurriendo a él continuamente. En estas lecciones introductorias me propongo citarlo y tomar ejemplos de él. ----------.-----------.n actor debe conocer su lengua en todos ~-] etalles. ¿Qué v.alor tienen to...das las sutilezas. de la moción, si s~ expresan con una elocJ,lCiÓJL!leficiente? ENTONACIONES y Uii-mu~ PAUSAS /----r::= AL LLEGAR HOY,encontramos en el auditorio del teatro de la escuela un gran aviso con e$.t~.¡Ralab.ras:_".E~ _~!~_Il.e.n--e,~c;ellª~:.~~~~umbl'~dTortsov no-~felicitó \ por llegar a una nueva fase de nuestro trabajo: I -En nuestra última lección les expliqué que los \actores deben adquirir el sentido de las vocales y las ~~n.~~na~~~~~~-!assílabas, de penetrarlas. ¡---------"ffoy vamo~~mino, considerando palabras y frases enteras. No esperen que les dé una conferencia sobre el tema: éste es trabajo de un especialista. Lo único que les diré es lo referente a t priñTel'lnllnrCIi-délieto~r un instruñientO desafinado. En este campo de la elocución, necesitamos ciencia, pero también tenemos que ser inteligentes y cautos para adquirirla. De nada sirve llenarse la cabeza con un caudal de ideas nuevas y lanzarse al escenario para explotarlas, antes de haber aprendido las reglas más elementales. Un estudiante que proceda así corre el riesgo de olvidar sus conocimientos, o de concebirlos como exclusivos. La ciencia sólo puede servir al arte cuando ambas se apoyan y complementan recíprocamente. Tortsov reflexionó un moment.~~go prosiguió: MuClla5veces~·-aecir e se presenta en escena necesita ejercitarse como si fuera la primera vez, tanto para ver, como para caminar, moverse, intercomunicarse con los demás y sobre tod~ para hablar. ---------------------- ''Una gran mayoría de la gente suele usar formas deficientes y vulgares de hablar en la vida ordinaria, pero no son conscientes de ello, porque están acostumbrados a oírlo en sí mismos y en los demás, y no me atrevo a decir ,que uS~fi!~~l'._s~a~ __ ~_lla~J.t~~p_~i~n a es regla. Por eso,)antes oe empezar a trabajar en su elocu(Ción normal, es indispensable que se den clara cuenta de las deficiencias en su modo de hablar, para que \1 que~ puedan acabar, de una vez por todas~ con el hábit -muy generalizado entre los actores- de usar su habl diaria incorrecta como excusa por su estilo desaliñad , e ablar en el escenarior----"Las patabfiiS y e1rrÍodode pronunciarlas se revean mucho más en la es~ena-qu.e-.eILLa-Y· ·naria rila:-Inayoría de los teatros se exige a los actores que repitan el texto con un mínimo de decencia; pero aun esto se hace en forma remisa y rutinaria. "Hay muchas razones para que esto suceda. La ri es u - en a vIdacorrienLe se dice lo queseest obligado a decir, o lo que se quiere expresar por algú otivo, para lograr algo, por necesidad, o incluso par ejecutar una acción verbal real, fructuosa, o con una finalidad precisa ;ráiñbtél'ftlega-tT-S~aS tan te frecuenctaqueá-un cuando la persona charla sin poner mucha atención a las palabras, éstas se usen por alguna razón, por ejemplo, para pasar el tiempo, para distraer, etcét~.r~-=_ ¡._--J"Pero en el esce-narlo es e es amo ( dando vida al texto elaborado por otra persona, el autor, muchas vec.es.s.et.rata.d.e..un parl.am.ento que discreEa ml,1chode nuestr-ª~Ln~g~sj<!.adesLº~.s_~_Q§_.personal~. · "Por añadidura, en la vida ordinaria hablamos (le cosas que vemos en la realidad, o que tenemos en mente, cosas que tienen existencia real,-_En ~am_~ioje \e'scéna ten«:fmós'-qlIé-ná1>Tar de cosas que no vemos, qu \no sentimos, en las que no pensamos por cuenta propia, ~ino sólo en la-E~rsona i_ffi-ªgi!1.l!!,ia del papel que repre .• ~!!!!lmQ~·-:-~-L . --~---lEnTavida diaria sabemos escud'ia'í'; pof(ru~ ~~sª.c:>_!1_ecesita.inos.-oír algo. En el escen.:.~T_Lo, en la mayoría de los casos, no haéemos niás que pretender escuchar con atención. No sentimos ninguna necesidad práctica de penetrar en los pensamientos yenlas pala- . Fa.s __ º~nuestros colegas ~~tuantes. Ten-emos ciue for- . zarnos a s~,ntirla?Y es~v-~ole~~!l\-4~~~~~~ en \sobreactuaclOn, rutma y chche~;~ Li ¡ '----------_ .... _- . - --....- .--- 139 - ~;-~~~n~ncias la~-tables, que tienden a matar las reacciones humanas pa.lpitanteso Las líneas, tan repetidas en los ensayos y en numerosas representacio~es~e vuelv~~~~J~~~o. - El con~o de texto se evapora y no deja más que una vibración mecánica. Para ganarse el derecho a estar en escena, el actor tiene que hacer algo. Uno de los recursos usados para llenar los espacios en blanco de su papel es emprender una repetición automática de sus líneas _. "El resultadO-eIee~es-lia.bituarse a un habla mecánica, a una pronunciación irreflexiva y de perico de líneas aprendidas de memoria, sin interés por su contenido esencial. Cuanto más se da rienda suelta a este hábito, tanto más diestra se vuelve la memoria mecánica, y tanto más pertinaz se hace el hábito de semejante parloteo. A esto se debe el que veamos avanzar la práctica de un estilo de elocución teatral deliberadamente ereotipado. -----En la vida ordinaria también tropezamos con ( expresiones mecánicas; por ejemplo: "¿Cómo está us\ ted?" ''Yo bien, gracias.!l.I._~sted?" .." diós ¡que (Jevaya bien!"f-..-, - --."lJe5jiregunto: ¿eñ-ql.tépiensa una persona cuando dice esta clase de palabras' tomáticas? No establece ./relación alguna, ni con la idea i c,on el sentimiento l 'esencialmente encerr..a...d ..o ....e.n._~l.la .. _.~ ...c ...i.ll.amente~~ n [ D1entel~7::;:o:~tay"sas0t:t.0.s.e.il1tere§~ .-"Otro tanlO~sucede en la escuela. Mientras un alumno recita algo que ha aprendido por rutina, muchas veces tiene la mente puesta en sus asuntos personales y en la calificación que le dará el maestro. Pues bien, los ~tores están expuestos a adquirir esta misma clase de'Bábito. "Para actores de ese_iª~~L!Q.f5_J?.entimi~n!c:>s.y las ideas de- un.p.apeLs.on_bijastI:Q.~..•.. -Al principio;~ en la primera lectura de su parte, las palabras suyas y de los demás, que dialogan con el os, paJ;e~~~J~teresantes, ,nu.e.ya~.-TieneJLc_t~~abor. ero-despues de haberlasi '.Oídovapulear en los ensayos, pierden su sentido profun.do. No existen en el corazón, o siquiera en la conciencia e los actores, sino sólo en los múscUlos. d...e l.a lengua~ ) Para entonces, al actor le importa ya bien poco si la!! ' ~!!!E'asson suyaª_()d~algúnotro col~o uiírcoque1e preocupa es ir adelanfe~"no 'quedarse a medio camino. "¡Qué absurdo resulta ver a un actor en escena que, sin oír siquiera lo que se le dice o se le pregunta, sin permitir que acabe de comunicársele una idea, tal vez muy importante, se precipita a interrumpir a su interlocutor! Hasta puede suceder que la palabra clave del diálogo se pase por alto en tal forma que no llegue al público, y el sentido de la respuesta se pierda por completo. El interlocutor no tiene realmente motivo para responder. "En esos casos de nada sirve pedir que se repita la pregunta, porque, por principio de cuentas, el primer actor ni siquiera ha entendido lo que estaba preguntando. Todas estas falsificaciones son apéndices de ese modo de actuar convencional y momificado, que impide creer en las líneas mal pronunciadas y en su contenido letras aisladas de sílabas, murmurándolas o declamándolas sin más objeto que el de lucir la voz y provocar la admiración de sus oyentes, haciéndoles cosquillas en los tímpanos . 'p. vitaljp~--;~~;~;;-t~, la sit~~~ió~-~~~~~~; '~~;nd'olos ctores dan conscientemente un giro incorrecto a su parlamento. Todos sabemos que muchos de ellos usan us líneas como vehículo para hacer alarde de atributos ocales, de dicción, de estilo recitativo, o de la técnica on que emiten la v01I~areIliciónndesemejant-esres coñ el arte no aventaja en nada a la del vendedor de instrumentos musicales, que ostentosamente hace la demostración de su equipo mediante una ejecución pirotécnica, sin el menor intento de transmitir el mensaje del compositor, y sólo con el propósito de vender el instrumento. "Los actores hacen otro tanto, cuando se entregan a cadencias calculadas y a efectos técnicos, acentuando Hoy Tortsov comenzó haciendo una pregunta: ¿a qué nos referimos cuando hablamos de subtexto (, ue e se ocu erge en as pa a ras efectivas de un papel teatral? \¡ La respuesta n~~ la d~oen estos ~érminos: ,. -Et' la expreSlOn íntIma y manifiesta de un ser \ humano encarnada en un papel, que fluye sin cesar bajo \ ; las palabras del texto, dándoles vida y razón de ser. El \ subtexto es toda una red de innumerables y variados \ trazos internos, dentro de una obra y de una parte; I entretejidos de mágicas condiciones, de circunstancias I dadas, de toda clase de ficciones de la imaginación, de i movimientos íntimos, de objetos de atención, de verda- i des grandes y pequeñas y de la creencia en ellas, de ! adaptaciones, ajustes y otros elementos semejantes. El subtexto es el que nos haFe decir las palabras. qu~ , I I ! 1=-!~~1lJ:'~j -------'-.~ .. ''Todos estos elementbs entretejidos intencionalmente son como los hilos sueltos de un cable, que se deslizan a lo largo de toda la trama y llevan al fin al objetivo supremo y definitivo. "La arteria vital de la acción en una pieza teatral o incluso en una parte, no logra su existencia sino cuando nuestros sentimientos llegan a ponerse en contacto con esa "corriente subterránea" del subtexto. Éste se revela no sólo a través de movimientos físicos, sino también mediante la enunciacióI!.r§~ actúa no sólo con elctrEfrpo~slnólaíííbréñcon-ersoñido y con las palabras. "El subtexto, en relación con la elocución, equivale a lo que 1~~ma~~~~_liJínea-e6ndu(ltoia,-'cuan~0 hablamos de la aCCIOno J -'--'-----...' "Huelga decir que una palabra por separado, privada de contenido, no es más que un nombre, aire que vibra. Si esa es toda la materia prima del texto de un personaje, no es otra cosa que una sucesión hueca de sonidos inconsistentes. __-J~lo;coñ~ideren Iápalabra ·''"aiñ"~r''.Para r-ún extranjero es una rara combinación de letras. Es un sonido vacío, porque carece de todas las connotaciones que acicatean el corazón. ¡Ah!, pero si los sentimientos y la imaginación dan vida a esa oquedad sonora, y se adopta una actitud muy diferente, la palabra se vuelve significativa. Los sonidos "yo te amo" adquieren la virtud de inflamar la pasión de un hombre y de cambiar el derrotero de su vida entera. "La palabra "¡marchen!", si va coloreada internamente de emociones patrióticas, es capaz de conducir regimientos íntegros a una muerte segura. Las palabras más sencillas, vehículos de ideas complejas, influyen nada menos que en nuestra perspectiva entera del universo. ¡Por algo la palabra se ha convertido ~la ,. exp:r~sió.Jl~ del ensamiento humano" "Una palabra es capaz de estimu ar os cmco sentidos del hombre y de la mujer. Basta recordar el título de una pieza de música, el nombre de un pintor, de. un platillo favorito, del perfume predilecto ... y se evocan las imágenes visuales y auditivas, gustatorias, olfativas o táctiles que la palabra sugiere. "La palabra es capaz de revivir también sensaciones dolorosas. En la obra Mi vida en el arte, el relato de un dolor de muelas, lo provocó efectivamente en una pers~I.lª.C@~Jo-est~ba oyendo~_ ._ Y'No deberían usarse jamás· en escen; palabras siD? (ahna o sin sentimiento. Las palabras no pueden divor- ! L... I eiarse ni de las ideas ni de la acción. En medio de la ,escena, el papel de la palabra es despertar toda clase de \sentimientos, deseos, ideas, imágenes internas, sensaI ciones visuales, auditivas y de todo género en el actor, en los que alternan con él y, mediante uno y otros, en el ( auditorio entero. "Esto hace pensar que la palabra hablada, el texto \ de u?a obra teatra.1 no.tiene valor en sí y por sí: lo adqu~ere i graCIas al contemdo mterno del subtexto y lo que este \encierra. Aquí está involucrada una realidad, que tendel\mosa.oIYid~rc.\l_ªIl~O aR~Eecemosen esce::k "Hay también propeñSiOrnr' olvid que el argumento impreso de la obra no es un trabajo acabado sino cuando aparece representado en el escenario por los actores y cuando cobra vida gracias a emociones auténticamente humanas. Es lo que decimos de una partitura musical: no es realmente una sinfonía sino cuando la ejecuta la orquesta de músicos en un concierto; alguien ... actores o músicos, infunden la vida de sus propios sentimientos en el subtexto de una pieza escrita, para transmitirlos a un auditorio, en ese momento se desbordan los manantiales del espíritu, se libera la íntima esencia, el motivo real que inspiró la composición del drama, del poema, de la partitura. "El verdadero propósito de cualquier creación de esta índole reside en el subtexto en que se apoya. Sin él, las palabras no tienen excusa para pronunciarse en el escenario. Al expresarlas, las palabras brotan del autor mismo, pero el subtexto emana del actor. Si esto no fuera así, el público no haría el esfuerzo de acudir al teatro: se quedaría en casa leyendo los papeles impreso~ J'Lo~rto es que sólo en el tablado puede revelarse un drama en toda la plenitud de su significado. Sólo una buena representación permite sentir el verdadero espíritu que anima una pieza teatral y su subtexto. Son los actores los que lo crean de nuevo y lo transmiten, cada vez que presentan la obra. I j 145 ----...j "En manos del actor está combinar la música de sus sentimientos con el texto de su papel, y aprender a .cantarlos al enunciar las palabras. Cuando oímos la melodía de un alma viva, entonces, y sólo entonces' !logramos captar plenamente el valor y la belleza de las líneas_y_de.Ja. riqR~~ltJi'JIC~~r.~~!'l en ella~---'-"Gracias al trabajo que usteoesñan hecho hasta ahora en esta escuela, conocen bien el contenido íntimo de un papel con su acción progresiva, que conduce al objetivo supremo. Saben también que estas líneas crean un estado interior en el que el actor vive su parte, y son conscientes de los recursos psicotécnicos con que cuentan, cuando ese estado no se produee de manera espontánea. "Todo este proceso tiene el mismo valor y es igualmente necesario cuando se trata de la palabra hablada~ ' ~Nube ... guerra ... buitre ... lilas.{; / Entre una palabra y otra hubo un largo intervalo, . mientras los labios de Tortsov iban desgraná.nd&la~ tonos exentos de todapasión//'--------.... ·-.Á.i{f~~-comon~s i'nici6~enla lección de hoy. ·-¿Qué sucede en su irifefiór,ciÚÚléIOabsorben estos sonidos? Consideren la palabra "nube" ... ¿en qdé . les hace pensar ... q1,lésienten <Lvislumbran cuI!llc:loJ:O . L la pronuncio? .' / . ---En mi mente surgió una gran mancha de humo en un cJ.aJ"ocielo de verano. ......-----. __ . J ~Khora hagan esta pr~eba: ¿cuál es su r~~pue8tal a las palabras "¡vamos a la estación!", cuando resuena~ -en sus oídos? . l. ) Yo me vi saliendo de casa, tomando un taxi, reear Irr.iend.o d.e.term..ina..d.as.. c.all.e.s..' atravesando avenidas llej en poco tiempo a la estación del ferrocarril. Be retrat6yeneIoy;i~iendo a lol~rgo deUn an e, .mbio la imaginación de Sonya la llevó sin tardanza a climas meridionales a disfrutar de bellos lugares turísticos. Después que cada uno describió a Tortsov sus imá enes mentales, su comentario fue: -¡ s evidente que no bien habiañ-acabado d-e--8-an~ de mi boca las dos o tres palabras, cuando ustedes Y~.j rJ.t_~a_~~ecuta_do lª_ª~ci~~~ en ellas~' esmero han puesto en describirme t - ~~ ~ Crase l~ evocar en su mente' ¡Con qué escrupu~loso cuidado han manejado sonidos y entonaciones, han s~leccionado sus colores para pintarnos un cuadro que 60S permitiera ver su imagen personal con nuestros . (propios ojos! ¡Menudo interés tenían en dar a sus frases; todaJª-1ilimi!\1d ~a~!>le! }-'. / .. "Por otro lado, qué iñtei-és tan grande el aétodos ustedes por transmitir el cuadro como reproducción auténtica del original del concepto interior evocado por un viaje' agi~ario a_ullll esta~ión f~.!!:oviaria. '_"_ Si siempre logran seguir ese m~ceso nc)'niiar¡n pleno escenario, y pronuncian sus palabras con esa rga de afecto, con esa fuerza de penetración en su significado ~e.encial.!in() J;-ªrdarán enJ!_~!:.~nc:l.!!~_ac~res!/ Tortsov hizo una larga pausa y volvió a repeurIi palabra "nube" de muchos modos diferentes, para preguntarnos de qué clase de nube estaba hablando. Fuimos bastante acertados en nuestras conjeturas. ¿Cómo logró transmitir la imagen de la nube? ¿Lo hizo a base de intimación, de expresión facial, de actitud personal hacia el objeto trazado, fueron sus ojos en busca de formas no existentes en el cielo raso delsal6n? -Lo hice con todos esos recursos. Pregúntenle a la naturaleza y a la intuición, o a quien ustedes quieran, cómo transmiten sus visiones a los demás. No tengo el menor interés ... más aú.n, temo ser demasiado explícito t gando en un campo en el que no me siento competente. Por eso, no intento adentrarme en el funcionamiento de nuestro subconsciente. Contentémonos con aprender a explotar ; nuestra naturaleza espiritual y orgánica, para provecho de nuestra labor creativa. Reconozcamos al factor vocal una parte, tanto para la sensibilidad como para la respuesta a nuestras exigencias, de modo que nos ayude a comunicar nuestros má~ íntimos conceptos y sentimientos, la imagen impresa en la pupila de nuestra mente, y todo lo demás que adquiere vida en nuestro interior. "Con ayuaa de las-pa abras, no es difícil transmiir a otros cuadros completos, más o menos concretos, de "buitres", "lilas", "nubes", etcétera. Infinitamente \más difícil es transmitir mediante palabras conceptos ¡abstractos, como "la justicia", "el derecho". Sería muy ¡interesante investigar el proceso interior que se desen~~!!_~Lcualldo ~E!"ºnun~_!!.-~ª-tas alabras .. Yo empécé a pensar en las dos pala ras a tratar de adentrarme en los sentimientos que me provocaban. Al principio me sentí confuso, no pude decidir cuál quería que fuera mi punto de partida. Mi mente trataba de razonar sobre el tema sugerido por los vocablos, para concentrarse en él y penetrar más a fondo en su significado esencial. Tuve la impresión de algo grande, importante, ligero, noble. Pero todos estos epítetos reclamaban a su vez una definición. Luego recordé varias frases "de fórmula", relativas a las palabras justicia" y "derecho". Pero una fórmula árida ni me satisfacía ni me movía a nada. Ligeras emociones relampagueaba n en mi interior, pero luego se desvanecían. Trataba de aferrarlas, pero en vano. Era necesario ir en busca de algo más tangible, de alguna forma en la que pudiera enmarcarse la abstracción. Al llegar a esta conclusión mi imaginación fue la primer~ en responder y en comenzar a pintarme imágenes visuales. Sin embargo) ¿cómo_.~-;; posible representar la !Justicia o el derecho? ¿Mediante un símbolo, una alego\ría, un emblema? Mi memoria recorrió todos los méto(dos más trillados de personificar las ideas del derecho la justicia. . Vi la figura de la mujer con la balanza y un libro abierto con las leyes escritas, y un dedo señalando un párrafo ... Pero esto no satisfizo ni a mi mente ni a mis sentimientos. Luego, mi imaginación se apresuró a proI ponerme una nueva interpretación visual: una vida ,basada en principios de justicia y del derecho. Este \concepto se me antojaba más propicio que la pura a ',tracción, para revestirlo de términos __ ~~teP.al~s. Las .Jideassobre-tavraarealsoñmasconcretas, más accesibles, más palpables ..Pueden verse y, después de verlas, es posible sentirlas. Hay más probabilidades de que lo muevan a uno, de que lo conduzcan espontáneamente a la sensación de la experiencia íntima. Recordé un incidente de mi propia vida, afín a lo que la imaginación me había representado, y mis sentimientos sobre el sentido de la justicia quedaron más satis~os. ~ C~'PortsoveI procesaae-m¡;-~bserva-:ciones, él hizo esta deducción: -La naturaleza ha dispuesto las cosas de suerte que, cuando estamos en una comunicación verbal con los demás, primero vemos la palabra en la retina del ojo ~e la mente, y luego hablamos de lo que acabamos de /\rer. Si estamos escuchando a otros, primero damos ,entrada por el oído a lo que ellos dicen, y luego trazamos I ¡elcuadro mental de lo que hemos escuchado. /. , "Oír e~ ver lo que se ha hablado; ha~lar es dibujar :lmagenes vlsuales.;-:------------------~ un actór, la palabra no es sólo un sonido, sino la evocación deimágenes. Por eso;CUandOestás-~ í~medíOdeurnnrercamDfóvertjare-n-;fes~~~..mc.ura--) .ha-blar,n-o-tanto-alofdo;-ecmw-al.o.iQ:.J P' ..... 'lbrt8ov comenzó hoy pidiendo a Paul que recitara algo~\ Como éste no sabía nada de memoria, el director le dijo: -Sube al escenario y di una frase, inventa una pequeña historia, algo así como esto: "Acabo de estar con Iván Ivanovich. Se halla en un estado lamentable~ Su esposa lo ha abandonado. Yo me sentí obligado a ir a ver a Pedro Petrovich, para decirle lo sucedido y ~j)liearlequeme-a-yudara a ca}!!1aral obre hombre." . • "'G..') . ( Paul pronuncIó ~as frases, pero la impres·' . j nos hizo no fue satisfactoria. Entonces Tortsov explicó: I -No creo una sola palabra de todo lo que dijiste, y no pude sentir lo que querías transmitirme con pala.,. bras que no eran tuyas ... ¿pero, cómo podrías decirla ' con sinceridad, sin un fondo de circunstancias imagin rias? Primero debiste trazar un cuadro mental de ésta El problema es que ni sabes ahora, ni estás viendo c la mente lo que sugieren las palabras que te dije. Tien 8 que imaginar una base que las sustente, para tene. motivo de decirlas. Además, debes tratar de pintarte un i cuadro definido de lo..que la imaginación te su,,g¡era .. ..Jrbi~n "_.. ..., -_.--.-..... . . ----------~ ~'-~sigues llenar ese vaC:!~será factible que las palabras de otra persona se vuelvan tuyas, que sean exacta~ente las. que tú necesitas. Entonces ~ I~vanovlch, aband~>nadopo!:_s..~ esposa ... quién es Ped~_~~t~()vich, có.~«>. ..'V~~,.en~~cllill.~s_~u re1aCi6·n-~. En otras paIaliras, estos dos seres imaginarios se convertirán e!1.J»ersonasreales para ti. _ /----fA propósitO.-;.hó-OTvidesrepasar mentalment-;e "departamento, la disposición de las habitaciones el moi bil.iario, los pequeños objetos esparcidos por l~ casa. ( PrImero harás el viaje a la vivienda de Iván Ivanovich 1, y luego a la de Pedro. De ésta volverás al lugar donde '--se.t~JlaJnaba para narrar tu historia./----------../ ! " -~.__ . ,.- - 149 "''En -;ií~;erin, debes ver las calles que rec-:;~};¡\ . e.ntrada de. las casas que visitas. En pocas palabras: 1 tIenes que Inventar toda una película de cuadros inte- j ~ lf~extoacti~~ escenas y circUiiStaIréías, y que sea el trasfondo de la tragedia doméstica de Iván, el sostén de las palabras que deberás pronunciar, para que su significado pueda efectivamente representarse. . .... _ ,. sas imágenes internas' c~~arán un -;d'O'dei a~lmo que a su vez te provocará a ti sentimien os ( pro undos. 1ü sabes que la vida se encarga de suminis\! trar,te todo eS,tofuera del es~ena~io. Pero cuando estás )en el, eres tu, el actor, qUIen tIene que fabricar las, (ci~---·----·_-----------=:J ,,''Esto no¿e hace en obsequio al realismo a la naturalidad, sino.J?or<¡l!enuestra naturaleza cre~tiva, nuestro subconsciente, lo necesita. En atención a ellos ~ebemos disponer de alguna vefiláct, aunque no sea más que la verdad de la Ímaginación,-e-n la que esa natural.eza y ese subconsciente ueden creer ... pueden vivir ... ~~a..Y~()_s_~s os acsíml , au repl I las frases y, a mi r cOñereCtos muchOInás reales . S~~ovlioesráDa-áiíííS-atI5tech-~su.eJe~uclon_yexpli~~.9.u~~----unto-~ if_<t'!.~_guisjera.J!:.ansmitirle las imág~nes m;ñtales dtf su interior y que~--sfri--eso,sus'-enunciaaos-ñopoaían hacerse de modo que la persona que lo escuchara creyera en su carácter real e inevitable. / ~ar&:.-ily~cl.~:r:: __ a Paul,TodsoY ..m.a.1!cl-ºa Macl@a la ~~~!~~~:~e..~.J::aqu~a.c.~\lar_a como.p~.nt9fº.~al,y!1 él le_dijo: -.~IDPéñate en..Jl.uael()bjetode tu a1eñción nosOto ~y.entíe.naa.eTª.ig!!Jº~ado·de~JUsp¡ralira5;81ñQ..que, .mitmtras.la.estás--hahl~.!1_a~_~Jla..l~_I!1_~}én vea,' en el ~ro de_.8.U P~OP!~~Jlt.~,!O mis~~._~_.tú esIªivieñdO:--~~ Paul calculó que ho"era capaz de lograrsemejante efecto. -No tienes que devanarte los sesos para esto -lo animó 'lbrtsov-, no ~s barreras a tu ~ura--._- leza ... simplemente haz lo que se te pide. El resultad no es lo que ahora-----nosTnteresa.Lo importante es qu' avances hacia un objetivo y trates de conseguirlo: qu busques el modo de actuar sobre María o, para ser má preciso, el modo de trat;? ~fluir en ella~ en 8 visión interna.!-9.Y~ es--Io::-qwLpm:sjgyes en estecas particütaf:Lo que cuenta ahora es tu propia actIv íiiteríor.- -----.- ...-.,..~- ,...----~ Paul procedió a describir lo que sentía, al hacer e \ experimento.~¡ -Voy a explicarles los momentos característico~i' ex erimentados en mis entimient -nos dijo-o An'J tes de ~r comUDlcar a go a aría, tuve que poner' cierto orden en el material que quería transmitirle. Tuve que sondear las profundidades del significado esencial de lo que me proponía decir, recordar los hechos, las circunstancias dadas que debía reproducir. Tuve que hacer ante todo una representación visual de todos estos elementos en mi propia mente. Una vez hecho esto, había que traducirlo en términos de expre-' sión física. Todo parecía hallarse en estado de fermentación y movimiento, ajustándose recíprocamente,. hasta encontrar el ángulo adecuado para lograr el objetivo: mi mente, mis sentimientos, mi imaginación, la versatilidad de los recursos, la fisonomía entera, la expresión de los ojos, de las manos, de todo el cuerpo ... Era como hacer la afinación de una gran orquesta. Empecé a observarme con esmero. ''Todo esto prueba falta de acción. Además, si te concentraras realmente en lograr que tus palabras llegaran hasta ella, no las habrías recitado como un soliloquio, sin mirarla, sin adaptarte a ella ~xactamente como acabas de hacerlo-; habría habido momentos de espera, para percibir el efecto de tus palabras. Estas pausas son esenciales para tu interlocutora, porque le permiten absorber el subtexto de tus imágenes mentales. Es imposible asimilarlas todas de un golpe. _ "El proceso es gradual y fragmentario. 1ü transmites ... aguardas; tu compañera absorbe lo que le has comunicadd~ Luego, tú continúas ... haces otra pausa, y así sucesivainente. No necesito decirte que al hacer esto, tienes que tener en mente el todo íntegro de lo que te propones transmitir. Para ti, como autor del subtex- : , to, esto es claro automáticamente; pero para tu interlo-I \ cutora todo es nuevo, tiene j~-ºesc!f.!.a~lQ..Y~~orb~rl0.l ~ Esto requiere tiemp~no dejaste margen para esto, y en consecuen~ste conjunto de errores dio por resultado un monólogo de los que oímos constantemente en el teatro, en lugar de una conversación con otro ser vivo y sensible. _' ~ fíii~I,T()rts~~ consiguió que Paul hiciera lo que : le había pedido: lograr que María oyera y sintiera lo I que él tenía en la mente. María y todos nosotros comprendimos, y hasta cierto punto sentimos, esa capa subyacel!te e!!...9.uese a.E9Y-~alabras: su sub- j-- ! _te~~-- -¿A observarte ...? ¿A ti mismo ...? -interrumpió Tortsov-. ¿No a María? Se ve claro que no te importaba mucho el que ella te entendiera o no, el que sintiera el sustrato de las palabras que hablabas ... ¡que viera con tus ojos todo lo que sucedía en la vida de Iván Ivanovich! ¿No crees que esto significa que, si bien estabas comunicándole las palabras, todavía te faltaba el impulso natural para hacerla ver las imágenes de tu mente? -------_._----.-..._ _-, . I "-- ---._,...... Paul estaba realmente emocionado. Insistía en afirmar que ese día, por vez primera, había experimentado intelectual y emocionalmente el significado práctico de transmitir a otros su subtexto imaginario. i -Ahora sabes lo que es crear esa corriente ilustrativa que fluye sin cesar por debajo de las líneas escritas de un argumento de teatro -dijo Tortsov, co~o-} remate de la lecció~'-'-"" - ! 1, Durante todo el trayecto de regreso a casa, Paul me hablór de lo que había vivido hoy, al hacer la representación de' Iván Ivanovich. Era evidente que lo que más lo habí.J impresionado era el hecho de que, al hacer experimentarl! a otra persona lo que se había fraguado en su mente, ':1 descubría que las trilladas palabras que Tortsov le habíaI propuesto se convertían, de un modo imperceptible, en el mensaje que él necesitaba para sus propósitos persona,.', les. ji "Como ves, si no narras el hecho de que la esposa de Ivanovich lo ha abandonado, no hay historia -me explicó Paul-' . Si no hay historia, no queda nada en que basar un subtexto ilustrativo. No se necesita que tú' forjes por iniciativa tuya una imagen mental de aconte.' cimiento alguno, ni que la transmitas a nadie. En cam· bio, el hecho clave del triste suceso en la vida de Iván , es algo que no puedes transmitir emitiendo rayos, ha. ciendo gestos, o con una expresión facial. ¡Lo que nece· sitas es decirlo! ' "Fue entonces cuando pude apreciar en toda su realidad las palabras que se habían acuñado para mí. Sentí verdadero amor por ellas, como si hubieran sido mías. Me aferré a ellas con fruición, pude paladearlas, ponderar cada uno de los sonidos que producían, rega. larme con su entonación. No hubo ya motivo para que hiciera correr la cinta de un reportaje mecánico, como vehículo o técnica vocal. Pronuncié la frase con el pro. pósito consciente de lograr que mi interlocutora captara' la importancia de lo que le estaba diciendo. "¿Sabes qué fue lo más maravilloso de todo? ~i· guió diciéndome con el mismo tono de lirismo artísti· co- ... ¡que, tan pronto como las palabras se volvieron mías, me sentí perfectamente a gusto en el escenario! ¿De dónde pudo surgir en forma tan repentina, esa sensación de serenidad y de dominio? "¡Fue maravilloso sentir el señorío de mí mismo, y conquistar el derecho a no precipitarme ya hacer esperar a los demás! ''Fui sembrando en la conciencia de mi "objeto" una palabra tras otra, y transmitiéndole, mediante ellas, una connotación luminosa tras otra ... "1ü, mejor que nadie, puedes apreciar las consecuencias y el significado de la placidez y el dominio que experimenté hoy, porque tú sabes bien la sensación de temor que nos domina a ambos, cuando tenemos que hacer pausas en el escenario. De hecho, no fueron verdaderas pausas porque, aun en medio del silencio, no cesé un instante de mantenerme activo. Paul me infundió un gran entusiasmo con su rela· to. Fui con él a su casa y me quedé a cenar. Durante la cena su tío, que a fuer de viejo actor se interesa mucho en el progreso de su sobrino, quiso averiguar qué clase de trabajo habíamos hecho en la clase de hoy. Paul le dijo lo que acababa de explicarme. Su tío lo escuchó, se sonrió, asintió con la cabeza y, a cada nueva experiencia de Paul, comentó con entusias-¡Exacto, así es! En determinado momento, tuvo una reacción repentina y exclamó: -¡Ahí es' as dado al clavo! contagiar a tu interlocutora ... ! í, contagiara-Ti persona'en'Ia----quetu ,. a enCl n se ha concentrado ... insinuarte en su espíritu, para c~probar que tú mismo estás más contagiado aún. Y, si tú te has contagiado, todos los demás se contagiarán en grado aún mayor. En esas condiciones, las palabras que pronuncies serán más incitantes que nunca. "¡La acción real, productiva. con un propósito. es el factor más importante en la creatividad. y por lo mismo en la elocución! ''Hablar es actuar. La acción nos señala un objetivo: infundir en los demás lo que intuimos en nuestro 155\ \ interior. Lo que importa no es que tu interlocutor ve lo que tu imaginación te representa; de eso se encargar su subconsciente. Lo que tienes obligación de hacer infundirle tu intuición -que es algo más profundo' Luego, el saberte obligado a ello será lo que te impuls, ' a actuar. \ "Aparecer ante un público respetable y repeti \ como disco unas cuantas líneas y retirarte, es una cos,,~ ¡Otra, muy distinta por cierto, es actuar! Lo primero \ una declamación "teatral"; lo segundo es artístico y I . l humano. _. ~.i '-..""-_. -~_-__-_... ... _.----_.-_~,-- _---- O Tortsov comenzó la clase de hoy diciéndonos lo siguiente::: -Ustedes saben que cuando consideramos deter: minado fenómeno, nos representamos algún objeto, o recordamos experiencias de la vida real o imaginaria, todo esto no sólo nos hace reaccionar con sentimientos, sino también nos reproduce la vivencia como una película que pasara ante los ojos de la mente. "Pero, al tener estas experiencias, es necesario que ese panorama mental que se dibuja, tenga relación exclusivamente con la vida del personaje que se representa, no con los rasgos personales del actor. La razó~ es obvia: el efecto logrado en el escenario será una anomalía, a menos que la vida del actor sea análoga a la de.!.p.~.!"~~~-~··----·-····'----_,,, ,,,,,_~'_ "Por eso, cuando aparecemos en escena, nuestra preocupación primaria debe ser reflejar siempre en esa intuición de que hemos hablado, los rasgos afines a la personalidad del papel que estamos representando. Esta corriente interior de imágenes, nutrida por toda clase de elementos de ficción y de circunstancias precisas, es !----~J I . . . t o no so'1o lo que da VIda a un pape l', y SIrve d e CImIen para la acción del personaje, sino hasta para sus ambiciones, ideas y sentimientos, y lo que es más, ayuda al actor ~ concentrar la atención en la vida interior de su personaje. Es un valioso auxiliar para actores de mente e~~~~n~--~au:~:- ~o~-;~-;a -orden;;~-u! ideas, y continuó: -La última vez trabajamos con un breve monólogo en el que intervenían Iyá!!Jvanovich )T.EeterPe.trovich. ~amos-afioraq~~ todas fas-líneas de todas as escenas de una obra entera se preparan -como debe !¡ser- de un modo semejante al que empleamos para ese Ibreve parlamento, apuntalado con hipótesis y lujo de l.rcunstanCias. En ese caso, to~o el te~t~ d~ la pieza teatral irá apoyado en la corrIente dmamIca de un ubtexto de imágenes, como película cinematográfica ¡proyectada momento a momento en la pantalla de nues~ ~ra intuición, para servirnos de guía mientras hablamos iy actuamos en el escenario. "Concéntrense en este esfuerzo previo y describan la intuición que he mencionado con las líneas de su papel cada vez que lo representen. Que lo que ustedes dicen transmita todas esas imágenes, no sólo palabras huecas. "¿En qué radica el secreto de este método que les estoy proponiendo? Es simple y evidente. Para poder expresar e~ significado esencial de un texto, hay que penetrar si fondo en él, y sentirlo profundamente. Esto no siempre es posible, pero siempre es difícil, ante todo porque uno de los elementos primordiales del subtexto es el recuerdo de las emociones experimentadas, que es un factor sumamente huidizo, caprichoso, volátil yevasivo; pero además, porque se necesita un poder de concentración muy disciplinado, para enfocarse hacia el sentido oculto en las palabras. T"'-_ .. __ _--_ '-'-_~ I -._--'--. __ . __ \\ \ . \ I "Por favor hagan caso omiso de los sentimientos concentren la atención en las imágenes de la intuición~¡. Estúdienlas con el máximo cuidado y descríbanlas con la máxima integridad, penetración y viveza de que sean' cap~c:es ----- "Al entrar luego en acción y pronunciar las pala. bras, no para ustedes ... ni siquiera para el público ... , sino sólo para la persona de su interlocutor, el método dará por resultado una fuerza y una estabilidad mucho! mayores. El proponerse como objetivo reduplicar la in·n tuición de uno en las facultades mentales del que está ' con nosotros en la escena, exige una ejecución del papel en toda su plenitud. Ese designio interno estimula la voluntad y el espíritu creador del actor, junto con las demás fuerzas internas. "Siempre me pregunto: ¿por qué privarnos de esta privilegiada fª~ultad de nuestra ria visual? na ._f'--------··------.·.-.- Ve.z ...-rm.. presá~esta ~uce8I6n--deimágenes, a las que tene·. mos tan fácil acceso, nuestra tarea de mantenernos en la línea del subtexto a lo largo de la acción, se reduce _ ~ ot~_b!!!R~~~;---"Por otro lado, es un hecho que el ir describiendo . lo que vemos es el modo de provocar las sensaciones concomitantes, almacenadas en la memoria de lasemociones, y que nos son tan necesarias para vivir nuestro papel· /"'-----/'Quiero decir que estas imágenes prese;}tes a a ( mente hacen pensar y sentir el subtexto del papel que. ~~sentamos!---·----·_····· -..--..// r-----·· '-"- ... - ..._._.--_._-- .-~---- ''Eñ"'reafldad no hablq.de un método nuevo. Es algo" parecido ar que emplea~s"Pára perfeccionar nuestros movimientos y la acción histriónica. En estos últi os casos nos dirigtamósh;ci;};-acción ma e, más física, en busca de ayuda para desencadenar los recuerdos de emociones efímeras y crear la línea que llamamos . ininterrumpida, del papel,..--- ------~ "Ahora vamos a recurrir al mismo método; por la_ misma raz~'V8íii05a1íú~~~r'liC1fnea ininterrumpida e nuestras imágenes intuitivas, para transmitirla con alabras. ------.-----------------~-----_ ... ntes, las acciones externas erl:l.!1eLªlicienteJlara nuestros sentjJ!l.i..~º-l?JañOra~ras imágenes de nuesra Intuición son el aliciente de nuestros sentimientos, . para manejar las palabras y el discurso. ¡---------j " ../"DeJe-n-quEfesta-película--int€rñaesté pasando con frecuencia ante la mirada de la mente, y hagan como el r;;~~~¡~~~~:::r~::~~~~~::::c~:~d:i:~i:~rspec?\ "Haciendo esta revisión, siempre serán conscien- \ tes de lo que tienen que decir en pleno escenario, y es \ muy posible que cada vez que la repitan y hablen de \ ella, se den el lujo de hacerlo con ciertas variantes. Todo esto es bueno; lo inesperado y la improvisación son el mejor estfl!!ulo para la fuerza creadora.)--"--"'Adquii-ír esteñifbito exige un trabajo prolongado !y sistemático. Hay días en que la atención no tiene la !,solideznecesaria, y la línea del subtexto amenaza ruptura. En esas ocasiones recurran sin tardanza a los objetos concretos de su intuición, con la misma pronti~ud con que se aferrarían a un salvavidas en momentos ~e peligro. ! "Esto pone de relieve una ventaja más del método. Como todos sabemos, es fácil que las líneas de un papel ~.edesgasten de tal)to usarlas. En cambio, las imágenes ,fisuales de que h)"'mosestado hablando se fortalecen y ~e amplían con la repetición frecuente. . ' ( "La imaginación no descansa, contInuamente esta ,añadiendo nuevos matices y detalles, para revitalizar y completar la película cinematográfica mental. Por eso, \la reiterada proyección de esas imágenes nO'p_ued~L~~r :sino benéfica y enriquecedora. ~ _.. --------- ----~ ) ':90n esto, ustedes conocen ya no sólo el arte de crear, sino también -erm-~e -;;~ar la armonía ilustradI! de un su6text():Má'~;6'~;son poseedores delsecrel'o . Jie est~U!tétodo pslco-f~~nrco:--··_· En la siguiente lección Tortsov se introdujo haciéndonos esta observación: -Una función de la palabra hablada, en el escenario, es comunicarse con el interlocutor mediante un subtexto ilustrado de nuestra parte, o revisarlo en la pantalla de nuestra intuición. ''Veamos si esta función del discurso se desempeña como conviene. Se dio vuelta hacia Vasya y le dijo: -Sube al proscenio y di lo que quieras. -Te 'uro querida que no pue' seguir viviendo ...M' prom'tiste 'tar a mi lado y d'sipar la tinieolayl's nubes qu'ens'mbrecen mi v'da 'ando tú t'as ido..." El pobre Vasya pronunciaba las palabras a empellones, como de costumbre, haciendo paradas incomprensibles, y haciendo de la prosa el conocido galimatías, y de la poesía una carrera desbocada. Tortsov lo interrumpió para advertirle: . -Hasta aquí no he entendido una sola palabra, y seguiré sin entender si te empeñas en hacer de tus frases un montón de carne molida. En todo lo que has dicho no hay motivo alguno para pensar en el más remoto subtexto ... Es más, ¡ni siquiera"hay un verdadero texto! Se oye que algo se te desprende de la lengua en forma arbitraria, sin relación con tu voluntad o tu conciencia ... me atrevo a decir que sin relación a nada que no sea el aire que escapa de los pulmones. i "Antes que nada, pongamos algo de orden en las palabras de tu monólogo, ordenándolas en grupos apropiados. Sólo así podremos distinguir cómo se relaciona una con otra, y cuáles son las partes de la cláusula integral. "Dividir el parlamento en partes es señalar las paradas oportunas o pausas lógicas. ''Tú sabes bien que esas pausas tienen una doble función, al parecer opuesta: UNIR las palabras en grupos (es decir, actuar como medidas del discurso), y DIVIDIR los grupos, separando uno de otro. "¿Te das cuenta de que lo que depende de la posición de una pausa es nada menos que el destino de un ser humano ... su vida misma? Piensa en esta frase: "Perdón imposible enviar a Siberia." ¿Cómo interpretar esta sucesión de palabras, sin saber dónde debe ir la pausa necesaria? Si ésta se coloca en el lugar debido, el sentido de la frase se aclara: lo que tú estás queriendo decir es: "Perdón; imposible enviar a Siberia"; o bien: "Perdón imposible; enviar a Siberia." ¡Vaya diferencia! La primera es una sentencia de misericordia; la segunda una orden de exilio. "Ahora, volvamos a tu monólogo. Repítelo, con las pausas oportunas, para que podamos entenderte. Vasya dividió sus enunciados en grupos de palabras, con la ayuda de Tortsov, y empezó a repetir todo el parlamento. Sin embargo, apenas había llegado a la segund~ pausa, cuando Tortsov lo interrumpió. -ICuando dos pausas son lógicas, hay que enunciar el texto en forma unificada, hasta donde sea posible ... casi como una sola palabra; no debe fragmentarse y recitarse como lo estás haciendo. "...Claro ... también hay excepciones ... Hay casos en que una pausa resulta indispensable, aun en medio de un grupo de palabras indivisible. Pero para éstos hay también reglas de las que nos ocuparemos más adelante. -¡Ya las conocemos! -objetó Grisha-. SabemOS; leer, observando los signos de puntuación. Si no 1 ' molesta, me atrevo a decir que es algo que aprendem desde la escuela elemental. , -Si lo aprendiste, ¿por qué no hablas con la deh· • da corrección? -redarguyó Tortsov-. Más aún, me, atrevo a decir yo, ¿por qué no aplicas las normas d ' buen hablar con absoluto rigor, cuando estás en el esce-: nario? "Sería bueno que usaras un libro y un lápiz co más frecuencia, para leer dividiendo el texto como conf viene ... ponderando las porciones del texto en los oídos,·' en los ojos y en las manos. ~, Tortsov hizo una pausa, como para darnos tiemp~ de reflexionar lo que acababa de decir, y luego prosi"", guió: -Cuando sabes aplicar medidas a la lectura, eno:. cuentras en ellas una ventaja más: resultan una valiosal' ayuda para lograr la vivencia de sentirte a ti mism~,; dentro del papel que estás representando. "La división en medidas y la lectura de un texto de acuerdo con ellas nos obliga a analizar las frases y a penetrar en su profundo significado. Si nO'nos tomamos esta molestia, no podemos saber cómo pronunciarlas. "La costumbre de hablar en medidas da gracia y agilidad a la forma de elocución y hace ésta más inteligible y profunda en cuanto a contenido, porque obliga al actor a fijar la mente en el sentido esencial de lo que está diciendo durante la actuación. ~ "Mientras no se logre esto, de nada sirve tratar de cumplir con una de las funciones principales de las palabras, que es transmitir el subtexto ilustrado del monólogo ... Puedo decirte que ni siquiera puede hacerse el trabajo preparatorio de crear ese subtexto. "Lo primero que hay que hacer con la elocución o con las palabras es precisamente dividirlas en porciones, imponerles medidas, para que las pausas lógicas estén en el lugar que les corresponde. El primero a quien Tortsov llamó hoy para practicar el recitado fui yo. Me dio a elegir el texto, y optó por un pasaje de Otelo: Lo mismo que a la mar del Ponto, Cuya helada corriente, cuyo impulsivo curso Jamás acepta bajamar refluente, sino se lanza A la Propóntide y al Helesponto, As( mis propósitos cruentos, con impetuoso ~vance, No retrocederán a la resaca del amor hum~lde, Hasta que una venganza idónea y suficiente Haya sido capaz de devorarlos. I No hay un solo punto en todo el pasaje, y es tan largo, que tuve que darme prisa para llegar al fi~al. ~e parecía que era preciso recitarlo. sin interr';lpclón, SIn detenerme ni siquiera para respIrar. Es eVIdente que eso no fue posible. Por eso, no me sorprendió el comprobar que apenas había rozado las medidas de que hablaba Tortsov, el sentir que me faltaba el aire necesario para seguir hablando, y el llegar al final ruborizado por la tensión. Tortsov me advirtió: -Para evitar que se repita lo que acaba de sucederte, sugiero que ante todo te propong~s aprovechar la pausjllógica. Divide el rec.itado en med.ldas p~esto que, coInÓhas visto, no es pOSIblepronunclarlo SIn tregua, de principio a fin. Siguiendo su sabio consejo, intercalé las pausas en la estrofa en esta forma: Lo mismo que a la mar del Ponto,! Cuya helada corriente, cuyo impulsi~o curso! Jamás acepta bajamar refluente,! smo se lanza A la Propóntide y al Helesponto,! Así mis propósitos cruentos, con impetuoso avance,,· No retrocederán a la resaca del amor humilde,/ Hasta que una venganza idónea y suficiente Haya sido capaz de devorarlos. -No está mal como ejercicio -aprobó Tortsov. Luego, bajo su dirección, me dediqué a repetir es largo párrafo una y otra vez, respetando las pausas qu yo mismo me había señalado. Él convino en que así er más fácil escuchar y entender el recitado. -Lo único lamentable -corrigió Tortsov- es qu~ aún no lo sentimos. El obstáculo principal para ello eres tú. Tienes tanta prisa que no te das tiempo de profun,: dizar en lo que estás diciendo; no logras examinar yr sentir el sustrato en que se apoyan las palabras. Mien-· tras no llegues a esto, no podrás hacer más de lo que haces. Por eso, tu primera providencia debe ser prescin,é dir de tu prisa. • -Me encantaría, pero ... ¿cómo? -Voy a enseñarte una forma de hacerlo ... Tortsov se quedó pensativo un momento y luego comenzó a decirme: -Tienes que aprender a recitar el discurso de Otelo con sus pausas y medidas lógicas. Por lo pronto recítamelo de acuerdo con los signos de puntuación. -¿Qué ...? ¿No es lo mismo? -En parte ... No es más que la mitad. Los signos de puntuación exigen entonaciones vocales especiales. El punto, la coma, los signos de admiración y de interrogación, y todo lo demás tienen connotaciones pro- ' pias. Sin la entonación propia no cumplen su función. Quítale al punto ese bajar la voz que da al periodo su rotundez final, y el público no sabrá que la frase ha terminado y que no sigue nada. Quítale al signo de interrogación su tono fonético típico, y el auditorio no se dará cuenta de que le están preguntando algo, o qué clase de respuesta se espera de él. I I "En cada una de estas entonaciones se produce determinado efecto en los que escuchan, que los impulsa a hacer algo. El símbolo fonético de la interrogación exige una respuesta; el de admiración espera comprensión, protesta o aprobación. Dos puntos provocan u~a concentración de atención hacia lo que va a seguIr, etcétera. "No cabe duda de que en todos estos signos gramaticales hay gran fuerza de expresión. Sus cualidades intrínsecas son las que te ayudan a evitar la precipitación. Por eso estoy insistiendo en ellos ahora. Vamos a ver ... repite el discurso de Otelo con todos los signos de puntuación, bien matizados con sus características intrínsecas. Cuando comencé a recitar el monólogo sentí como si estuviera hablando una lengua extranjera. Antes de decidirme a pronunciar una sola palabra, sentí el impulso de ponderar bien, conjeturar, ocultar todo lo que me producía duda ... ¡El resultado fue que no pude avanzar un paso! -Esto te demuestra que no conoces la naturaleza de tu propio idioma, y en especial la índole de los signos de puntuación. Si dominaras ambas cosa.s, t,e habría sido muy fácil cumplir con la tarea que te aSIgne. "Ten presente lo que acaba de pasarte. Que te sirva de acicate para comprender la necesidad de estudiar a conciencia las leyes de la elocución. "Aprimera vista, los signos de puntuación son por ahora una bJrrera para tu discurso. Vamos a procurar que se conv(ertan en una ayuda. "No tenemos tiempo de analizar todos y cada uno. Vamos a trabajar con uno solo. Si la demostración logra convencerte de lo que trato de decirte, tú harás tus propios experimentos con los demás. "Repito: no me propongo ser tu maestro en esto ... al menos por ahora. Lo único que quiero es convencerte de que necesitas estudiar las leyes del buen hablar. "Para experimentar, vamos a usar la coma, porqu prácticamente es el único signo de puntuación que i ' ,terviene en el pasaje que elegiste de Otelo.~ "¿Recuerdas lo que instintivamente quisiste hace' cada vez que llegabas adonde debía haber una coma ... "Ante todo querías hacer una pausa. Pero tambié sentías una especie de necesidad de elevar un poco el! tono de la última sílaba inmediatamente antes de la: coma, aunque sin acentuarla, y dejándola como en sus;' penso por un instante. "Esa leve elevación hace ascender al sonido ... algo así como quien cambia un libro de un estante inferior .', otro superior. Esa línea melódica ascendente pued«t¡ adoptar toda clase de giros y virar hacia todas las alturas imaginables: a intervalos de tercias, de octavas, de quintas ... puede subir en Un salto repentino, o gra'1 dualmente, etcétera." "Lo notable de las propiedades de la coma es una cualidad que me atrevo a llamar milagrosa. Su curva; parecida al gesto de quien levanta una mano en señal de advertencia, logra que los oyentes aguarden con paciencia el final de la frase inconclusa. ¿Captas la importancia de este efecto, sobre todo con una' persona nerviosa como tú, o con un tipo espasmódico como Vasya? Si te convences de que después de esa curvatura . ascendente de la coma tienes al auditorio tranquilamente pendiente de la conclusión de algo que has iniciado, verás que no hay razón de precipitarte. Esta persuasión te dará serenidad también a ti, y te hará deleitarte con la coma y con lo que representa. "Todo lo que necesitas es engolfarte en la fruición de quien, al narrar una larga historia o recitar un párrafo prolongado como el que escogiste, levanta la pauta fonética con el auxilio de una coma, y descansa confiado, sabiendo que no hay peligro de que nadie lo interrumpa ni quiera festinarlo. "Este recurso de pasar a otros la responsabilidad de la acción, te garantiza la paz interior mientras aguardas confiado, porque las pausas se vuelven una necesidad para la persona con la que hablas, que es la misma que poco antes parecía exigirte precipitación. ¿Les parece que tengo razón? Al dejar la frase en suspenso, con el giro natural de una tonalidad que se eleva formulando la pregunta, Tortsov se detuvo, como me había dicho, con fruición, esperando nuestra respuesta. Nosotros pos esforzamos por decir algo, pero no supimos qué. El se mantenía sereno, porque el retraso en el ritmo del diálogo era provocado por nosotros, no por él. Durante esa larga pausa, Tortsov comenzó a reír, y nos explicó la razón del fenómeno. -Hace poco estaba explicándole a una sirvienta dónde convenía colgar la llave de la puerta de entrada, y le dije: "Anoche, cuando entré y vi la llave en la cerradura ..." Mi voz se quedó en la nota alta, porque se me olvidó lo que quería decirle. Me quedé callado y subí a mi estudio. Transcurrieron cinco minutos. Oí que alguien llamaba a la puerta. La sirvienta asomó la cabeza, con la puerta de mi estudio entreabierta. Llevaba la curiosidad retratada en la mirada, y yo podía leerle la pregunta impresa en toda la expresión del rostro: "...cuando entré y vi la llave en la cerradura ... y luego, ¿qué?", me preguntó al fin. "Aunque parezca mentira, ahí tienen la inflexión ascendente de una coma, capaz de conservar su efecto durante un lapso de cinco minutos, para luego exigir el descenso final hasta el punto final de la frase completa. Es un género de exigencia que no~abe de obstáculos. En una recapitulación de lo eStudiado en esa lección, Tortsov me vaticinó que no tardaría en dejar de temer las pausas, porque había aprendido el secreto de poner a los demás en actitud de paciente espera. Comprendí que cuando al fin logre pasar ese lindero, cuando aprenda a aprovechar los intervalos para dar mayor claridad y expresión a mi modo de hablar, para dar mayor realce y fuerza a mi comunicación con los demás, entonces no habrá peligro de que tema pe derme en las pausas ... ¡al contrario! Me complacerán tal grado, que el peligro será que caiga en el extremo d abusar de ellas. Tortsov se veía hoy de muy buen humor cuando llegó 111 la clase, pero ... de repente, sin motivo alguno, con vozi, serena, pero de una firmeza insólita, nos advirtió:"; -¡Si no están dispuestos a prestar toda su atención a nuestras lecciones, me niego a trabajar con ustedes! l Nos quedamos estupefactos. Nos volvimos a vernos unos a otros, con un signo de interrogación en Id mirada, y pensando en el mejor modo de explicarle que· sus clases eran de sumo interés para nosotros. Pero antes que nadie pudiera despegar los labios~ él dejó escapar una alegre carcajada. -¿Se dan cuenta del buen humor que me traigo?' -preguntó-o La razón es que acabo de leer en el periódico la crónica del éxito arrollador de uno de mis discípulos predilectos. Mi regocijo fue suficiente, aunque no lo crean, para dar a mi voz una entonación destinada a transmitir un mensaje definido, firme, irrevocable .. ¡En i un instante me convertí, a los ojos de ustedes, en un viejo pedagogo severo, colérico, impredecible! "Hay algunas entonaciones de voz muy definidas, basadas en la naturaleza misma; incluso tienen nombre propio. Por ejemplo, la que acabo de usar se llama cuello de cisne, o periodo de doble flexión. Hay primero una inflexión ascendente, hasta el punto máximo, donde la coma coincide con la pausa lógica. Luego, después de cierto giro, se produce un alto, antes que la voz se , desplome hasta el fondo. Podría representarse mente en esta forma: gráfica- Ese fue el diagrama que Tortsov nos presentó en una hoja de papel. Luego nos explicó: -Ésta es una inflexión ineludible. Existen muchos otros modelos fonéticos para toda una frase, pero desplome hasta el fondo. Podría representarse mente en esta forma: los demás, entonces no habrá peligro de que tema p derme en las pausas ... ¡al contrario! Me complacerán tal grado, que el peligro será que caiga en el extremo abusar de ellas. 1brtsov se veía hoy de muy buen humor cuando llegó la clase, pero ... de repente, sin motivo alguno, con vo' serena, pero de una firmeza insólita, nos advirtió: -¡Si no están dispuestos a prestar toda su atencióli a nuestra$ lecciones, me niego a trabajar con ustedes! ' Nos quedamos estupefactos. Nos volvimos a ver •. nos unos a otros, con un signo de interrogación en mirada, y pensando en el mejor modo de explicarle que' sus clases eran de sumo interés para nosotros. Pero antes que nadie pudiera despegar los labios, él dejó escapar una alegre carcajada.' -¿Se dan cuenta del buen humor que me traigo? -preguntó-o La razón es que acabo de leer en el periódico la crónica del éxito arrollador de uno de mis discípulos predilectos. Mi regocijo fue suficiente, aunque no lo crean, para dar a mi voz una entonación destinada a' transmitir un mensaje definido, firme, irrevocable .. ¡En un instante me convertí, a los ojos de ustedes, en un viejo pedagogo severo, colérico, impredecible! "Hay algunas entonaciones de voz muy definidas, basadas en la naturaleza misma; incluso tienen nombre propio. Por ejemplo, la que acabo de usar se llama cuello de cisne, o periodo de doble flexión. Hay primero una inflexión ascendente, hasta el punto máximo, donde la coma coincide con la pausa lógica. Luego, después de cierto giro, se produce un alto, antes que la voz se gráfica- 1«. Ese fue el diagrama que Tortsov nos presentó en una hoja de papel. Luego nos explicó:. . -Ésta es una inflexión ineludIble. EXIsten muchos otros modelos fonéticos para toda una frase, pero no me propongo demostrárselos ahora, porque no tema de nuestra clase. Me limito a mencionarlos. . "Los actores deben tenerlos bien conocidos, en~ otras cosas por razones como la siguiente: cuando'· actor está en el escenario, es frecuente que por vergüe za o por otros motivos la amplitud de su escala vocal restrinja y sus moldes fonéticos se deformen. "Como ejemplo tienen actores rusos que prope den a hablar en una clave de tono menor, al revés de 1 latinos, que prefieren el tono mayor. Esa característi se acentúa cuando están en el escenario. Mientras u actor francés, por ejemplo, inyecta en la palabra clav de una exclamación jubilosa un alto timbre sonoro, e ruso distribuye sus intervalos en otra forma, y si pued termina en un apagado bemol. . "Otro caso: el francés pondrá vida en una entona ción alargando una frase hasta el límite máximo de 1 . amplitud de su escala vocal. En cambio, el ruso s . mantendrá unas dos o tres notas por debajo de es$, grado. < "El actor francés dejará caer la voz al máximo' antes de un punto. El ruso se permitirá recortar varias notas de las más bajas, lo que debilitará el tono defini-r tivo del punto. "La comisión de una ratería de este género en canciones Colclóricas pasa Cácilmente inadvertida ... ¡Ah!, pero que no la practique el actor ruso con un Moliere o un Goldoni, porque si lo hace, introducirá subrepticiamente su tono menor nada menos que en los dominios de una vibrante tonalidad mayor. Si el subconsciente no acude en su ayuda, muy contra su voluntad el actor constatará que su entonación resulta de una variedad muy pobre. "¿Cómo puede remediarse este deCecto? La gente que no se da cuenta de los modelos ineludibles, exigidos por determinada Crase, o creados directamente por la naturaleza de cierta palabra, tiene que enfrentarse a un problema insoluble. En cambio, los que conocen bien I ¡ estos modelos encuentran sin dificultad la entonación correcta, partiendo de lo que llamaríamos la línea fonética o gráfica externa, y llegando hasta los más profundos fundamentos de los modelos y de los intervalos vocálicos. "En estos casos, les aconsejo que amplíen la escala de su elocución, partiendo del exterior, mientras apoyan sólidamente los intervalos incrementados del sonido de su entonación en una justificación interna. "Esto les ayudará a acercarse a la realidad que están buscando. Si tienen la sensibilidad necesaria, lo reconocerán sin dificultad. "...No necesito decirles que se requiere un temperamento muy definido para crear una base sólida para una escala vocal más amplia con intervalos mayores en la entonación. "Por cierto ... ¡qué bueno que sea así! Se desarrollará, si sus sentimientos responden con viveza a las entonaciones que les sugiere el medio que los rodea. "Por eso, cuando noten que la entonación no ~os satisface, empiecen por ensayar un modelo de SOnIdo externo, búsquenle una base definida, y de ahí pasen a un sentimiento que convenga, con toda naturalidad. Tortsov no había terminado aún de halilar cuando su impertinente secretaria entró al salón y lo sacó de la clase. Dijo que volvería en unos cuantos minutos. Su ausencia nos dio una especie de intermedio, durante el cual Grisha se dedicó a defender sus acostumbradas objeciones. A él le molestaban los métodos forzados. En su opinión, destruyen la creatividad del actor, porque lo obligan a usar determinadas inflexiones. Rakhmanov nos demostró claramente que lo que Grisha llamaba "forzado" no es sino parte del lenguaje más natural. Luego, con mucha finura agregó que para él cumplir con las obligaciones de la naturaleza es la expresión de la máxima libertad; en cambio, lo que sí le parece "forzado" son las inflexiones nada naturales del estilo declamatorio convencional, que Grisha defiende con tanto encono. Como prueba de lo que estaba dicié donos, Rakhmanov mencionó el nombre de la actriz un pequeño pueblo, cuyo encanto consistía precisame te en su anárquica elocución. -Bueno ... es su estilo -apremió Grisha-. Si 1 forzaran a aprender las leyes del buen hablar, sencilla mente dejaría de existir. '.' -¡Pluguiera a Dios que así fuese! -redarguy6 Rakhmanov. Si la actriz a la que defiendes necesit., hablar en forma incorrecta, porque lo pide el libreto de un personaje, que lo haga enhorabuena; yo será el pri.\ mero en aplaudirle. Pero si no es únicamente por ese, motivo, su actuación será un fracaso, no un triunfo. "Coquetear con una forma de elocución deficiente i es casi perverso y sin duda alguna de mal gusto. Dile ~e mi parte que será mucho más adorable si hace exactamente lo mismo, hablando en el tono debido. Este último modo de actuar será el único que de veras haga llegar hasta el público todos sus encantos, por la senci .• lla razón de que no tropezarán con la barrera de una elocución corriente y hasta vulgar. Con evidente enfado, Grisha volvió a objetar: -Primero se nos dice que no debemos hablar como lo hacemos en la vida ordinaria; luego, que hay que hablar según cierta ley o determinado orden ... Si me perdonan, yo me atrevería a decir que lo que se necesita es que nos digan, de una vez por todas, lo que nos va a hacer falta en el escenario. ¿Debemos pensar que es preciso hablar de un modo diferente del que usamos en la vida diaria? ¿Hay que usar una elocución especial? ¿Eso es de lo que se trata? -¡Sí, sí, eso es precisamente de lo que se trata! -completó Rakhmanov-. Hay que hablar, no como lo hacemos en la vida diaria, sino de una manera especial. En el escenario no se nos permite usar el estilo ordinario y sin pulir, que se acostumbra en la vida diaria. La inoportuna secretaria de Tortsov volvió a interrumpirnos. Entró para avisar que ese día no volvería el director. Por eso, en vez de la clase regular, Rakhmanov organizó una sesión de ensayo. J En la lección que tuvimos hoy Tortsov me hizo repetir una y otra vez el discurso de Otelo, procurando dar los sesgos apropiados a la voz, en cada coma. . Al principio, estas inflexiones resultaron demas~ado formales sin vida. De repente, una de ellas me hiZO experiment~r una sensación de realidad, de vitalidad. Tuve la clara impresión de que me invadía una onda de calor humano, de que me situaba en una atmósfera muy conocida. Esto me animó mucho, y paso a paso fui haciendo acopio de valor para buscar giros vocales a las líneas ~e Otelo' unos fueron exitosos y otros no. Unas entonacIones s'e elevaban como en alas sonoras majestuosas, otras apenas se desprendían de la tierra. Lo cierto .es que cada vez que acertaba a dar con el modelo apropiado, se me despertaban nuevas y variadas emociones .. Comprendí por experiencia que ahí es,do.nde resIde la auténtica y espontánea fuente de la tecmca de un habla natural. La conclusión clara y firme a la que llegué, con gran satisfacción mía, fue descubrir que}a palabra externa, gracias a la entonación adecuada, I~fluye en las emociones, en los recuerdos, en los sentimientos del actor. Así fue como aprendí a tomar la decisión de sostener las pausas después del giro del ángulo, en cada coma. Eso me daría tiempo no sólo de sondear la pro~ fundidad del significado de lo que se producí~ e~ mi interior, sino también de experimentar el sentimiento en toda su plenitud. Pero ... surgió un contratiempo. Estaba tan abso, to en mis sentimientos, en mis conceptos, en mis inten~ tos, que olvidé el texto a la mitad del recitado. ' memoria me dejó extraviado y tuve que parar. Esto noi molestó en absoluto a Tortsov. ¡Estaba extático! \~; -¡Eso es ... precisamente eso es! -exclamó COIl", júbilo-o Yo no hice más que un vaticinio, y tú te lanzaste resuelto a explorar las ricas posibilidades de la ' pausas. Más aún, supiste transformar en pausas psicoJ,¡ lógicas muchas que eran puramente lógicas. Esto es unll auténtico triunfo, con tal que la pausa psicológica nq, usurpe la función de la lógica, sino se limite a darlé~ realce. Porque, has de saber que aquélla siempre debe" servir para acentuar el propósito de ésta. Si eso n~j: sucede, Kostya, esta clase de contratiempo es ineluo:'; dible. "Entenderás mejor por qué te aconsejo tener esta precaución, cuando te haya explicado la naturaleza propia de estas dos clases de pausas. La lógica, por un proceso mecánico, da forma a las medidas, a frases enteras del texto, y de esa manera contribuye a hacerlas inteligibles. La psicológica, por su parte, infunde vida a los conceptos, a las frases, a las medidas mismas. Sirve de vehículo para transmitir el contenido del subtexto en que se apoyan las palabras. Puede decirse que' un párrafo sin la pausa lógica no es comprensible; pero, sin la pausa psicológica, es un parlamento muerto. "Me atrevo a decir más: la pausa lógica es pasiva, formal, inerte; la psicológica está grávida de una vida exuberante, llena de actividad y rica en contenido intrínseco. La pausa lógica está al servicio de nuestro cerebro; la psicológica, al del corazón. . "En una ocasión un gran actor dijo: "Que tu discurso sea sobrio, y tu silencio elocuente." ¡Qué profundo pensamiento! Sí... el silencio es un medio de comunicación de la máxima importancia. Tú acabas de comprobarIo, Kostya: no pudiste abstenerte de usar para tus fines esa maravillosa pausa que habla por sí misma. Suplen al sonido de la palabra los ojos, la expresión del rostro, la emisión de ondas, casi imperceptibles, de movimientos sugestivos ... Todos estos recursos y muchos más, conscientes y subconscientes, que son espléndidos medios de comunión humana. "Sin exageración podemos decir que estos recursos imprimen vida a las palabras. Suelen influir en ellas con gran intensidad, les dan un toque de fineza, y son más irresistibles en una atmósfera de silencio que en la sonoridad de las palabras pronunciadas. La conversación sin palabras se convierte en un diálogo no men~ interesante, sustancioso y convincente, que el que se entabla a base de la palabra hablada. "La pausa suele transmitir ese sutil aspecto del subtexto que brota, no sólo de nuestro ego consciente, sino del subconsciente, y que no se presta fácilmente a una expresión tangible. Todas estas experiencias y sus manifestaciones son de un valor inapreciable para nuestro arte, como bien sabes. "¿Captas el nivel de exaltación de la pausa psicológica? No está sujeta a ninguna ley... ¡más bien hay que decir que todas las leyes de la elocución están sujetas a ella! ''La pausa psicológica se planta con audacia en lugares donde una pausa lógica o gramatical parecería imposible ... Voy a darte un ejemplo. Supongamos que nuestra compañía sale a un viaje al extranjero. Vamos a llevar a todos nuestros actores estudiantes, con excepción de dos. "~Quiénes son?" -pregunta excitado Kostya a Paul. Este le contesta: "Yo y... (en este punto crítico, Paul hace una pausa psicológica, para amortiguar el golpe, o bien, para atizar el impulso de la O') In dO19naclOn ...¡y... t'I" u. ''Es cosa bien sabida que la conjunción "y" no tolera una pausa inmediatamente después. Pero la pausa psicológica no para mientes en romper semejante regla, y se da el lujo de dejar un silencioso vacío, ilegal por todos conceptos. Como si fuera poco, la pausa psicoo lógica tiene el derecho de remplazar a una pausa lógic. sin destruirla. "A la pausa lógica no se le deja más que un lap~; breve, más o menos definido. ¡Ah!pero, si ese lapso se ex,.r tiende, la pausa más lógica que quiera pensarse se trans~! forma luego en una pausa psicológica activa, de duración;: indefinida. A esta última no le preocupa el tiempo ... Di+i ríamos que se abstrae de él. Dura todo lo que necesita· para lograr el propósito de una u otra acción. Su blanco es el superobjetivo y la línea continua de la acción en el drama, por eso cautiva el interés del auditorio. "Hay casos en que escenas enteras están esculpi. das sobre el molde de pausas psicológicas. A veces las· llamamos pausas del papel estelar. "Pero ... ¡cuidado! La pausa psicológica debe prot~. gerse con todo cuidado del peligro de arrastrarla sin provecho; este proceso se desencadena en el momento en que no infunde ya ninguna vida en la acción. Antes que eso suceda, es preciso que el autor se percate de que la pausa debe ceder el paso a la palabra hablada. "Es una lástima que la pausa psicológica se desvanezca en una simple espera, porque en esas condiciones no puede evitarse un absurdo artístico, el de buscar la pausa por la pausa misma. Esto es tanto como hacer un agujero inútil en la tela inconsútil de lo que debía haber sido una obra de arte. "Eso justamente fue lo que te sucedió hoy, Kostya; por eso me apresuré a explicarte el motivo de tu falla, para que sepas evitarla en el futuro. Sustituye las pausas lógicas con las psicológicas todo lo que quieras, pero no las arrastres como un recurso inservible. "Aprovecho para indicarles que hay todavía otra clase de pausa en la elocución. En el canto se la conoce con un nombre alemán: la Luftpause; es la pausa para respirar, la pausa que busca el aire. De hecho es la más corta de todas, apenas suficiente para una rápida y breve inhalación. No dura más que un parpadeo. A veces no llega a constituir ni siquiera una interrupción. Su verdadero efecto es como la prolongación de un segundo en el compás del canto o de la letra; es tan ágil que deja intacto el fluir del sonido. "En el habla ordinaria, sobre todo en el habla rápida, la luftpause se aprovecha para dar un ímpetu adicional a ciertas palabras. "En fin, me han oído hablar prácticamente de todas las pausas relacionadas con la elocución en escena. Por otro lado, conocen bien las condiciones generales en que deben usarse. Tengan presente que la pausa es un elemento importante, un auténtico amplificador del matiz artístico de nuestra técnica del buen hablar. I I I -Para empezar quiero recordarles que en nuestra clase anterior hicimos descubrimientos importantes acerca de las pausas. Antes de analizar ese elemento, consideramos otro aspecto importante de la elocución, que son las entonaciones ... Así comenzó Tortsov exabrupto la clase de hoy. Luego continuó: -De las entonaciones volvimos a hablar, en relación con el sentido de los signos de puntuación; pero ... no piensen que el tema está agotado. Puede ser para ustedes una ayuda aún mayor en el problema fundamental del modo de hablar, que es la formulación en palabras del subtexto de su papel. "En realidad, en la comunión oral que establecen con los demás al actuar, ustedes están enarbolando dos amplificadores: la entonación y la pausa. ¡Esto no es poco decir! Con estas dos inapreciables herramientas pueden hacer maravillas, sin tener que recurrir siquie- ra a la palabra hablada ... Con tal que manejen bien s sonidos. Al llegar a este punto de su exposición, fue inte sante ver a Tortsov arrellanarse cómodamente en u. sillón, deslizando las manos bajo los muslos, para ado tar una pose deliberada y empezar a recitar en tono mu' cálido, primero una pieza en prosa y luego unos versos': Hablaba en un idioma incomprensible, pero nadi podía negar que era vibrante. Pronunciaba palabra que no entendíamos, pero con un giro y un fuego tr mendoso Oíamos su voz elevarse a notables alturas, en: una especie de invectiva, para luego desplomarse a un.' profundidad impensada, para acabar en silencio total', dejando que sus ojos suplieran lo que no se había expresado en palabras. ., Lo impresionante es que Tortsov hacía todo esto, con gran fuerza interior, sin necesidad de gritar. Algu.,. nos de sus arrebatos eran impetuosos y sonoros, bien acabados, de un diseño artístico impecable; otras frases eran apenas perceptibles, pero aun así, nadie dejaba de sentirlas impregnadas de sentimientos experimentados en lo más recóndito del ser. En un momento de éstos casi le rodaron las lágrimas y tuvo que manejar con gran maestría una pausa muy expresiva, para volver a ser señor de sus emociones. De pronto, se produjo un inesperado giro en su interior. Su voz recobró su vigor y de nuevo nos sorprendió con una lozanía de juventud. Este rapto se amortiguó en un instante, y Tortsov regresó a un tono de abstracción y silencio que casi nos hizo olvidar el júbilo anterior. ' Toda esta rica e inesperada escena culminó con un interludio de silenciosa emotividad, que no dudo en calificar de magnífico. No menos pasmoso fue enterarnos de que los versos, la prosa y aun el lenguaje mismo con que nos los transmitió fueron invento suyo. -¡Ahí tienen! -concluyó-. He estado hablando en un lenguaje ininteligible para ustedes, y sin embar- ! go, me escucharon con la mayor atención. Estuve sentado sin hacer el mínimo movimiento, y a pesar de eso ustedes no pudieron quitarme los ojos de encima. Guardé silencio, y ustedes hicieron un gran esfuerzo por penetrar en el significado de mi mutismo. Nadie me proporcionó un subtexto; yo elaboré mis propios conceptos, mis imágenes, mis ideas y sentimientos para ponerlos como sustrato de los sonidos ... "Creo poder decir con todo derecho, que todo lo que me vino a la mente fue un fundamento genuino para esas voces extrañas. No necesito explicarles que el vínculo entre una cosa y otra fue muy genérico e insustancial, y es evidente que la impresión producida con todo esto fue del mismo género. "¿Se preguntan cómo logré todo esto? Por un lado manejando a mi talante los sonidos; por otro, con entonaciones y pausas. Pero ... díganme: ¿no es esto de hecho el equivalente a 10 que sucede cuando disfrutamos con lecturas y declamaciones de actores extranjeros? O, ¿se atreverían a decirme que no producen efectos y estados de ánimo profundos, que no excitan las emociones ...? "Sin embargo, no entendemos una sola de las palabras que pronuncian en el escenario ... "Permítanme aducir otro ejemplo. Hace poco un amigo mío estaba extasiado con la lectura de un actor en cierto recital. -¿Qué fue lo que leyó? -le pregunté. -¡Qué más da! -fue su respuesta-. No entendí sus palabras. "A todas luces, ese actor fue capaz de impresionar a mi amigo con algo que no fueron sus palabras ... "¿En qué consiste este secreto? ''Voy a decírselo: radica en el hecho de que al que escucha le afectan no sólo los pensamientos, las impresiones, las imágenes vinculadas a las palabras, sino también los matices tonales en que van envueltas, las entonaciones y los silencios, que dan cuerpo a 10 que las palabras ni siquiera pueden expresar. "Recuérdenlo: las entonaciones y las pausas seen la virtud de producir un profundo efecto emocio' en el auditorio. La prueba la tienen en la recitación acabo de ofrecerles, en un lenguaje incomprensible. Hoy re~etí el discurso de Otelo una vez más, y Torts comento: -Lo que dices es ya audible y también inteligi ble ... además nos afecta a los que te escuchamos ..., pe ., no en un grado bastante alto. te En un esfuerzo por profundizar el efecto emocid't nal, imprimí volumen, por así decirlo, a mi declamacióJ y, de acuerdo con la vieja tradición teatral, me entregu3!' al recurso de la pasión, sin finalidad ulterior. Como erd de esperarse, el resultado fue que me dejé llevar de la t~ns~ón y la precipitación, y destrocé toda proporción: rltmlca. Tortsov me redujo al orden inmediatamente con una sonora palmada: -¿Quieres decirme qué estás haciendo? ¡Te ha ; bastado un plumazo teatral para hacer borrones todo tu trabajo anterior! ¡Has hecho trizas todo el sentido toda la lógica de tus palabras! ' -Mi intención era hacerlas más vivas, más vigorosas -protesté, tratando inútilmente de defenderme. -¿Cómo ...? ¿No has entendido aún que la fuerza r~~ica en la lógica, en la coherencia de lo que estás , dICIendo? ¡Lo que tú has logrado es hacerla añicos! ''Dime ... ¿Nunca has oído, en el escenario o fuera de él, un habla enteramente sencilla, desprovista de cualquier énfasis vocálico, sin crescendos ni decrescendos, sin intervalos tonales de ampliaciones artificiales, y sin modelos fonéticos complicados? "Y, sin embargo, no obstante la ausencia de todos estos medios para acentuar la elocución, ésta produce una impresión irresistible, aun desprovista de todo, gracias a la exposición clara y convincente del pensamiento, a la organización de palabras y frases en hupos bien estructurados, y a su pronunciación bien c~trolada. "A eso me refiero ahora al decirte que, para lograr el efecto vigoroso que buscas, lo primero que tienes que hacer es aprender a hablar con lógica, en forma coherente, con los intervalos adecuados. Después de esta rectificación de Tortsov volví a recitar las líneas en la forma anterior. Resultaron tan nítidas como antes, pero no menos secas. Sentí que había caído en un círculo vicioso al que no le veía salida. Tortsov pareció adivinar el predicamento en que me hallaba, porque en tono comprensivo me advirtió: -Tal vez estás dándote cuenta de que es un tanto prematuro a estas alturas proponerte lograr un efecto profundo. Eso debe ser fruto de la combinación de muchos elementos y circunstancias. Lo que debemos hacer, en primer lugar, es concentrar en éstos nuestra atención. Más desorientado que antes, le pregunté: -¿En cuáles ...? ¿Cómo...? Sin inmutarse, y como pensando en voz alta, me explicó: -Cada actor tiene un concepto propio del efecto que se propone lograr con su modo de hablar. Unos tratan de encontrarlo en la tensión con que se expresan. Los verás apretar los puños y respirar afanosamente; se mantienen anclados a un sitio, tal vez por temor de distraerse, y ahí se estremecen de la cabeza a los pies. Según ellos, todo esto les ayuda a impresionar al público. Con ese sistema, la voz sale a presión tal como estás oyendo la mía: en una línea horizontal. "En nuestro caló teatral, a este sonido a presión con miras a lograr volumen, se le llama "actuar a alta tensión". La ~e~dad es que no engendra volumen; lo qu hace es multlphcar los gritos y causar ronquera, dent de una escala vocal muy reducida. "Haz la prueba ... Usa unas cuantas notas ... mu pocas, en intervalos de segundas y terceras, y con to la fuerza de que seas capaz pronuncia esta frase: "¡N puedo tolerarlo más!" .) ~e pus~ a hacer lo que el director me sugería. N los primeros mtentos, protestó sin tardanza: -¡Es muy poco... fuerte ... más fuerte!} Repetí la frase, esforzando la voz todo lo que pude¡;., -¡Más fuerte, más fuerte! -me urgió Tortsov- ..• pero sin ampliar tu escala. .; . Traté .de hacer lo que me ordenaba, pero la tensión1 física en mi organismo entero me produjo un espasmo~' La garganta se me cerró, mi escala se redujo a terce~ ras ... ¡y aun así no logré mayor volumen! Entonces Tortsov me dijo con velada ironía: -¡Eso es, Kostya, grita ... grita! Después comentó: -Ahí tienes el resultado de tu táctica personal de "alta tensión": emitir un sonido en línea horizontal a consecuencia de la presión. ' ~Haz ahora otro experimento. Éste es opuesto al anter~or. ~u?lta todos los músculos de tu aparato de fonaclón; hbera~e de cualquier clase de presión. Olvídate de hacerle elJuego a las pasiones, ni siquiera pienses en e! v?lumen ... -hizo una pausa, para darme tiempo a. aSImIlar todas estas indicaciones, y agregó-: ahora dlme ... simplemente dime a mí esa misma frase con toda serenidad, pero con la escala de sonidos má; amplia de que seas capaz, y con claras inflexiones. Piensa en circunstancias imaginarias que podrían acicatear tus emociones. Lo primero que me vino a la mente fue que si yo fuese un maestro, y alguien como Grisha fuera mi discípulo, que parecía ufanarse de llegar tarde a clase esa frase sería lo primero que le diría para poner un h~sta aquí a semejante incuria. Apoyado en ese estado de ánimo, me fue muy fácil dar vida a la frase y ampliar mi escala vocal con la mayor naturalidad. . -¿Percibes cuánto más efectiva fue tu elocución esta vez? Y... que conste que gritaste, pero sin todos los dolores de parto de las veces anteriores ... ¿No es cierto? "Ahora vas a tratar de decirme las mismas palabras con una escala aún mayor ... no sólo de una quinta, como acabas de hacerlo, sino de toda una octava. Para satisfacer esta vez a Tortsov tuve que inventar una nueva motivación ficticia en que apoyar la frase. Me imaginé que Grisha llegaba tarde a clase una vez más, sin importarle mis órdenes categóricas, mis manifiestos reproches, mis advertencias, mis invectivas ... Peor aún, esta vez el retraso era no de media hora, sino de una hora entera. Yo había agotado todos mis recursos. Era preciso que diera un paso más, el paso supremo, el definitivo. -¡No puedo tolerarlo más! ~xclamé, arrancándome la frase de las entrañas. No fue en voz muy alta, porque me contuve, pensando que mis emociones no habían llegado a un punto culminante. -¡Eso es! -c~ Tortsov con regocijo-. ¿Lo ves? Salió con fuerza, no a gritos, y sin ninguna tensión. Eso es lo que el movimiento del sonido ascendente y descendente en dirección vertical es capaz de hacer. Y, como ves, esto lo logra sin ese alto voltaje de la línea horizontal, que experimentaste en tu primer intento. "Aprende la lección. Cuando necesites potencia, modela tu voz y sus inflexiones sobre una línea fonética rica en variaciones de arriba abajo, tal como se usa un gis para hacer toda clase de dibujos en un pizarrón. "Que tus modelos no sean los actores que creen hacer derroche de fuerza cuando no saben más que gritar. Los gritos no son potencia ... simplemente es ruido y vociferación. "Lo que es fuerte o no fuerte es lo que en música llamamos (orte y piano. Pero, tú sabes, lo que se conoce como (orte, no es de por sí "fuerte"; técnicamente (o es lo que no es piano. Una breve pausa y Tortsov completó: -Y, por supuesto, a la inversa: lo que consider mos piano no es "suave" de por sí; simplemente es lo ql no es (orte. El director paseó la mirada por todos nosotros después de un breve silencio expectante preguntó, ap rentando sorpresa: ,) -¿Cómo ...? ¿Nadie va a preguntarme a qué m;' refiero cuando hablo de un (orte que no es "fuerte" y un piano que no es "suave" ...? Yo se los voy a decir. L que estoy diciendo es que no existe algo que sea u medida absoluta para ninguno de los dos matices. N pueden pesarse, ni existe regla para marcar su dimea sión. "Forte es un concepto relativo ... Interrumpió la frase, y dirigiéndose a mí de nuev explicó: -'Iü, Kostya, empezaste el parlamento de Otel en voz baja. Si en la línea siguiente hubieras emplead un tono ligeramente más intenso, ya no estarías ha~ blando en el piano de la primera. Si la siguiente línea hubiera sido un poco más intensa, sería aún meno;;' piano, y así sucesivamente, hasta que llegaras al (orte.l "Al aumentar tu volumen por grados, acabarías por llegar al último estadio de intensidad, que no puededescribirse más que como (orte (ortissimo. "En esa escala de sonidos, del piano pianissimo al (orte (ortissimo es donde encontramos toda la gama degrados de intensidad. Ahora bien, cuando usas la vo~ de esta manera, tienes que hacer un cálculo muy preciso y estar muy seguro de tu medida; de lo contrario cae. rías fácilmente en la exageración. ' . "Hay cantantes sin criterio que se creen muy pers· plcaces porque producen contrastes repentinos entre tonos muy intensos y muy suaves. Cantan las primeras palabras de una serenata de Tchaikowsky con un (orte (ortissimo, y la frase siguiente con unpiano pianissimo, casi imperceptible. Luego al llegar a las palabras sobre el "cautivador tono de las guitarras" empiezan de nuevo a gritar, y prosiguen con un inesperado piano pianissimo cuando llegan al ruego "desciende hasta mí, amor mío..." ¿Pueden ustedes pensar en algo más insulso y de peor gusto que estos contrastes catastróficos? "Y, para que no crean que esto es privativo de la música, les advierto que sucede lo mismo en el teatro. A gritos y alaridos les siguen susurros en medio de una escena trágica, unos y otros sin la menor relación con el significado esencial de las palabras pronunciadas ... o, me atrevo a decir, ¡sin la menor relación con el sentido común! "En cambio, hay cantantes y actores, por ventura dotados de voces mucho más débiles y de un temperamento apenas artístico, pero que saben usar el (orte y elpiano con tan buen tino, que multiplican por diez el efecto ilusorio de talentos que en realidad casi no tienen. ''Esta clase de cantantes y actores son capaces de hacerse de una gran fama como poseedores de recursos vocales poco comunes. La verdad es que ellos saben muy bien que la técnica y el arte son ios-que les dan el renombre. "Por cierto ... si se habla de los gritos como tales, les aviso que apenas tienen cabida en el escenario. Difícilmente habrá un caso en que su verdadero efecto sea poco más que ensordecer a los que ni entienden el arte dramático. "Por eso, cuando sientan necesidad de imprimir potencia a su parlamento, olvídense del volumen y concéntrense en las inflexiones ascendentes y descenden· tes, y en esas maravillosas pausas. "Créanme, no usen una voz que raye en el grito, si no es sólo por breves instantes, cuando estén muy seguros de que el sentido de la pieza teatral la exige en el cierre de determinadas líneas. Y aun esto, no se lo permitan sino al final de algún soliloquio, de una esce· na, de todo un drama, después de haber agotado tod . los métodos y variantes de las entonaciones: el desa Hoprogresivo, paso .apaso, la gradación lógica y cons~. cutiva, y toda clase de líneas y modelos fonéticos. "Cuando le preguntaron a Tommaso Salvini có era posible que a su edad tuviera aún la fuerza pa . gritar con tanta intensidad en el desempeño de det minado papel, protestó: "Perdón, yo no grito; la griterí la hacen ustedes por mí. Yome limito a abrir la bocat" Mi deber consiste en elevar mi función a su pun . culminante, y luego dejar que el auditorio prorrump en gritos, si siente la necesidad de hacerlo." \\ Tortsov hizo una pausa, evidentemente para rené~ xionar, y añadió: -Sí... claro ... no ignoro que hay casos excepcion(h les en el teatro, en los que hay necesidad de hablar con' voz fuerte. Por ejemplo, en las escenas multitudinarias, o cuando se habla con un fondo musical, con una voz que. canta en la distancia, o en medio de otros efectos de sonido. "Sin embargo, aun en ese caso, nunca hay que olvidar que todo sigue siendo efecto de una gradación relativa de sonidos, y que siempre será cierto que sostener la intensidad de la voz en una de esas notas limítrofes de la escala vocal, de un modo u otro resultará molesto para el público. "¿Cuál es nuestra conclusión final de todos estos diversos aspectos del volumen del sonido en un parlamento? Que es evidente que el volumen que se busca no ha de procurarse en el uso de la voz en "alta tensión", , ni en la intensidad o en los gritos, sino en la elevación y el descenso de la voz, manejando con habilidad las entonaciones. Por otro lado, el volumen debe buscarse también en la expansión gradual de la gama del piano al (orte, yen la relación recíproca entre ambos. CAPÍTULO NOVENO EL SECRETO DEL ! ACENTO: LA PALABRA EXPRESIVA SONYA,sube por favor al tablado y din?s algo. Con esta orden exabrupto comenzoTortsov la clase de hoy. La aludida obedeció y comenzó a hablar: -Un individuo admirable ... -¡No, no, no... un momento! -la interrumpióluego el director. Estás acentuando todas las palabras ~n la misma forma. Los acentos no son un producto sm valor que pueda dilapidarse. Son una vali.osa ayuda para la frase, y si los colocas donde no deben Ir, con toda seguridad la deformas.