Prosas profanas y otros poemas (1896).
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Prosas profanas y otros poemas (1896).
v'^'l ^ i PROSAS PROFANAS y OTROS POEMAS i- ")• ^^""^zzf^^^^yx^. PALABRAS LÍMINARES PALABRAS LIMINARES DESPUÉS de kzu\., después de Los Raros, voces insinuantes, buena y mala intención, entusiasmo sonoro y envidia sub- terránea -todo bella cosecfja—, solici- taron lo que, en conciencia^ no he creído fructuoso ni oportuno: un manifiesto. Ni fructuoso ni oportuno: Por la absoluta falta de elevación mental de a) mayoría pensante de nuestro continente, en impera el universal la la cual personaje clasificado por f^emy de Gourmont con el nombre de Celui-qui-necomprend-pas, Celui-qui-ne comprend pas es, entre nosotros, profesor, académico correspondiente de la Real Academia Española, periodista, abogado, poeta, rastaquouer, 7 RUBÉN Porque b) la DARÍO obra colectiva de los nuevos de América es aún vana^ estando muchos de los mejores talentos en el limbo de un completo desconoci- miento del mismo Arte a que se consagran. c) Poique proclamando, como proclamo, una tética acrática, la es- imposición de un modelo o de*un código implicaría una contradicción. Yo no tengo literatura ^ ^ mía' ^ — como festado una magistral autoridad— rumbo de los demás: mi , lo ha mani- para marcar literatura es mía en el mí—; quien siga servilmente mis huellas perderá su tesoro personal librea. un y, paje o esclavo, no podrá ocultar sello o Wagner a Augusta Holmés, su discípula, día: "lo primero, a m/". Gran Yo he no imitar a y dijo sobre todo, decir. dicho, en la antífonas, nadie, misa rosa de mi juventud mis , mis secuencias, mis profanas prosas—-. Tiempo y menos fatigas de alma y corazón hecho falta, para, como un buen monje me han artífice, hacer mis mayúsculas dignas de cada página del breviario. (A través de los fuegos divinos de las vidrieras toriadas, me río del viento his- que sopla afuera, del mal que pasa.) Tocad, campanas de oro, campanas de plata, tocad todos los días que 8 brillan los ojos llamándome a la de fuego, y las rosas fiesta en de las bo- . P I? PROFANAS o S A S Mi órgano cas sangran delicias únicas. es un viejo clavicordio pompadour^ ai son del cuai danzaron sus gavotas alegres abuelos; y el perfume de tu pecho es mi perfume^ eterno incensario de carne, Varona mortal, flor de Hombre in- mi costilla. soy. ¿Hay en mi sangre alguna gota de sangre de África o de indio chorotega o nagrandano? Pudiera ^ a despecho de mis manos de marqués; mas he ser, aquí que veréis en mis versos princesas, reyes, cosas imperiales, visiones de países le/anos o imposibles; ¡qué queréis/ yo detesto la vida me tocó nacer; y a un podré saludarle en ¡oh. me el y el tiempo en que presidente de República no idioma en que te cantaría a ti, Halagaban de cuya corte— oro, seda, mármol— acuerdo en sueños. . (Si hay poesía en nuestra América, ella está en las cosas viejas: en Palenke y Utatlán en el indio legen, dario, y en tezuma de crata Wah Buenos i el inca sensual la silla y fino, Whitman.) Aires; Cosmópolis. y mañana! y en el gian Moc- de oro. Lo demás es tuyo, demó- " RUBÉN DARÍO El abuelo español de barba blanca de retratos serie ilustres: "Este, me me señala una dice, es el gran don Miguel de Cervantes Saavedra, genio y manco; éste es Lope de Vega, éste Garcilaso, éste Quintana. " Vo le pregunto por el noble Giacián, por Teresa Santa, por el bravo Góngora dos, y el don Francisco de Que vedo y más fuerte Villegas. de la to- Después exclamo: ¡Shalíespeare! ¡Dante! ¡Hugo...! (y en mi interior: / Luego círoslo: Verlaine. al ..!) despedirme—: "Abuelo, preciso es de- mi esposa es de mi mi tierra; querida, de París. (D ¿ y la cuestión métrica? Como además de verso, ideal. La cada palabra La música gritería la ¿Y el ritmo? tiene una alma, hay en cada armonía verbal, una melodía es sólo de la idea, de trescientas ocas no muchas veces. te impedirá, sil- vano, tocar tu encantadora flauta, con tal de que tu amigo do él el ruiseñor esté contento no esté paia escucharte, para los habitantes de 10 de tu melodía. Cuancierra los ojos tu reino inteiior. y toca ¡Oh, pueblo P o S A S f? PROFANAS de desnudas ninfas, de rosadas reinas, de amorosas diosas! Cae a fus pies una rosa, otra rosa, oirá rosa. ¡Y besos- y la primera ley, creador: crear. Cuando una musa ocho en te dé un hijo, Bufe el eunuco. queden las otras cinta, R. D. 11 ERA UN AIRE SUAVE. JL-rRA un aire suave, de pausados giros; El hada Harmonía ritmaba sus vuelos. E iban frases vagas y tenues suspiros Entre los sollozos de los violoncelos. .15 RUBÉN Sobre DARÍO la terraza, junio a los ramajes, Diríase un trémolo de liras eolias Cuando Sobre acariciaban los sedosos trajes, el tallo erguidas, las blancas magnolias. La marquesa Eulalia risas y desvíos Daba a un tiempo mismo para dos rivales: El vizconde rubio de los desafíos Y el abate joven de los madrigales. Cerca, coronado con hojas de vina, Reía en su máscara Término barbudo, y, como un efebo que fuese una niña, Mostraba una Diana su mármol desnudo. y bajo un boscaje del Sobre rico zócalo al Con un candelabro Volaba 16 el amor modo de palestra, jonia, prendido en la diestra Mercurio de Juan de Bolonia. P ¡? PROFANAS o S A 3 La orquesta perlaba sus mágicas notas; Un coro de sones alados se oía; Galantes pavanas fugaces gavotas. Cantaban los dulces violines de Hungría. Al oir las quejas de sus caballeros Ríe, ríe, ríe, la divina Eulalia, Pues son su tesoro las flechas de Eros, El cinto de Cipria, la rueca de Onfalia. ¡Ay de quien sus mieles y frases recoja! ¡Ay de quien del canto de su amor se Con sus La divina Eulalia, ríe, ríe, ríe. Tiene azules ojos, es maligna y bella; Cuando mira vierte viva luz extraña; Se asoma a sus húmedas pupilas de El alma del rubio cristal de 2 fíe! ojos lindos y su boca roja, estrella Champaña. 17 RUBÉN Es noche de DARÍO ficsía, y el baile de trajes Ostenta su gloria de triunfos mundanos. La divina Una flor Eulalia, vestida de encajes, destroza con sus tersas manos. El teclado armónico de su risa fina A la alegre música de un pájaro iguala. Con los staccali de una bailarina Y las locas fugas de una colegiala. ¡Amoroso pájaro que Bajo el Que desdenes rudos Bajo el lanza bajo el ala, ala aleve del leve abanico! Cuando y y trinos exhala ala a veces ocultando el pico; a media noche sus notas arranque en arpegios áureos gima Filomela, el ebúrneo cisne, sobre Como 18 el quieto estanque, blanca góndola imprima su estela, P ¡^ P o S A S í? La marquesa alegre llegará Boscaje que cubre Donde han de la al O r A* N A S boscaje, amable glorieta estrecharla los brazos de un paje, que siendo su paje será su poeta. Al Que compás de un canto de en la brisa errante junto a ios rivales, La divina Eulalia, ¿Fué acaso en la la artista de Italia orquesta deslíe, divina Eulalia, ríe, ríe, ríe. el tiempo del rey Luis de Francia, Sol con corte de astros, en campos de azur. Cuando los alcázares llenó de fragancia La regia y pomposa rosa Pompadour? ¿Fué cuando Con dedos Y la bella de los compases Sobre el su falda cogía de ninfa, bailando el el minué, ritmo seguía tacón rojo, lindo y leve el pie? 19 Q U DARÍO N E B ¿O cuando pastoras de floridos valles Ornaban con cintas sus albos corderos, y oían, divinas Tirsis de Versalles, Las declaraciones de sus caballeros? ¿Fué en ese buen tiempo de duques pastores, De amantes princesas y tiernos galanes, Cuando entre sonrisas y perlas y flores Iban las casacas de los chambelanes? ¿Fué acaso en Yo el tiempo y el el Norte o en día y Pero sé que Eulalia el el Mediodía? país ignoro; ríe todavía, ¡Y es cruel y eterna su risa de oro! 1893. • 20 DIVAGACIÓN DIVAGACIÓN V,lENES? me llega aquí, pues que suspiras, Un soplo de las mágicas fragancias Que hicieran los delirios de las liras En las Grecias, las Romas y las Franelas. 23 U Q E B DARÍO N ¡Suspira así! Revuelen las abejas Al olor de la olímpica ambrosía, En los perfumes que en el aire dejas; y el dios de piedra se despierte y ría. y La dios de piedra se despierte y cante el gloria de los iirsos florecientes En el De rojos labios y nevados dientes; En gesto el ritual gesto de ritual la bacante que en las hermosas Ninfalias guía a la divina hoguera, Hoguera que hace llamear En las y pues amas Lleve De manchadas el tu reir, y La barba de 24 pieles de pantera. reir, ríe, son de los y la brisa líricos cristales haga temblar los las rosas Términos la risa joviales. P ¡? PROFANAS o S Á 3 Mira hacia Blanquear el y después de lado del boscaje, mira el muslo de la marfil de Diana, Virgen, la Hetaira Diosa, su blanca, rosa y rubia hermana. Pasa en busca de Adonis; sus aromas Deleitan a las rosas y los nardos; Sigúela una pareja de palomas y hay tras ella una fuga de leopardos. ¿Te gusta amar en griego? yo las fiestas Galantes busco, en donde se recuerde, AI suave son de rítmicas orquestas, La tierra de la luz y el mirlo verde. 25 RUBÉN DARÍO (Los abates refieren aventuras A marquesas. Soñolientos las rubias Filósofos defienden las ternuras Del amor, con sutiles argumentos, Mientras que surge de la verde grama, En la mano el acanto de Corinto, Una ninfa a quien puso un epigrama Beaumarchais, sobre Amo más que La Grecia de la la el mármol de su plinto. Grecia de los griegos Francia, porque en Francia, Al eco de las Risas y los Juegos, Su más dulce licor Venus escancia. Demuestran más encantos y Coronadas de Las diosas de Clodión que Unas cantan f6 perfidias flores y desnudas. las de Fidias; francés, otras son mudas. P ¡^ Vcrlainc es más que Sócrates; Houssaye supera En Ha PROFANAS o S Á S París reinan el al viejo Amor perdido su imperio el y Arscnio Anacreontc. y el Genio. dios bifronte. Monsieur Prudhomme y Homais no saben nada. Hay Chiprés, Pafos, Tempes y Amaíuntes, Donde el amor de mi madrina, un hada, Tus frescos labios a los míos juntes.) Sones de bandolín. El rojo vino Conduce un Del bandolín, y Serás la ¿Amas los sones un amor florentino? paje rojo. reina en los decamerones. (Un coro de poetas y pintores Cuenta historias picantes. Con maligna Sonrisa alegre aprueban los señores. Clclia enrojece, una dueña se signa. f7 RUBÉN ¿O DARÍO un amor alemán?— que no han sentido Jamás los alemanes—: celeste la Grcíchen; claro de luna; el aria; el nido Dei ruiseñor; y en una roca agreste, La luz de nieve que del cielo llega y baña a una hermosura que suspira La queja vaga que a Loreley en y sobre la el noche entrega la lengua de agua azul la lira. el caballero Lohengrín; y su cisne, cual si fuese Un cincelado témpano viajero, Con su cuello enarcado en forma de y A del divino Enrique Heine un canto, la orilla del Rhin; y del divino Wolfang y de 28 S. la la larga cabellera, uva teutona el el manto; blanco vino. P ¡? O PROFANAS o 3 A S amor lleno de sol, amor de España, Amor lleno de púrpuras y oros; Amor que da el clavel, la flor extraña Regada con de los toros; la sangrre amor flor de gitanas, flor que Amor de sangre y luz, recela pasiones locas; Flor que trasciende a clavo y a canela, Roja cual las heridas y las bocas. ¿Los amores exóticos acaso...? Como rosa Me deleitan de Oriente me seda, oro, fascinas: ^ la el el raso. ^"'^ Gautier adoraba a las princesas chinas. ¡Oh, bello amor de mil genuflexiones; j Torres de kaolín, pies imposibles, / 2f RUBÉN Tazas de y té, DARÍO tortugas y dragones, verdes arrozales apacibles! Ámame De en chino, en Li-Tai-Pe. Yo el sonoro chino igualaré a los sabios Poetas que interpretan el destino; Madrigalizaré junto a tus labios. Diré que eres Que Que más que bella el tesoro del cielo es el tesoro que vela la la luna; menos rico importuna Caricia de Marfil de tu abanico. e Ámame, japonesa, japonesa Antigua, que no sepa de naciones Occidentales; Con 30 tal una princesa las pupilas llenas de visiones, P PI^OFANAS o S A S I? Que aún ignorase en la sagrada En su labrado camarín de plata, Ornado La Y par de crisantemo y loto, al civilización O En Kioto, de Yamag^ata. con amor hindú que alza sus llamas la visión suprema de los mitos, hace temblar en misteriosas bramas La iniciación de los En Sus tanto mueven ritos, tigres y panteras hierros, y en los fuertes elefantes Sueñan con Lo8 sagrados ideales bayaderas rajahs, constelados de brillantes. O negra, negra como En su Jerusalem el la que canta rey hermoso. Negra que haga brotar bajo su planta La rosa y la cicuta del reposo... 31 RUBÉN Amor, en Amor que A fin, A R que todo diga y cante, encante y deje sorprendida la serpiente Que D de ojos de diamante está enroscada al árbol de la vida. Ámame así, fatal cosmopolita, Universal, inmensa, única, sola y todas; misteriosa y erudita: Ámame mar Sé mi y nube, espuma y ola. reina de Saba, mi tesoro; Descansa en mis palacios solitarios. Duerme. Yo encenderé los incensarios. Y junto a mi unicornio cuerno de oro, Tendrán rosas y miel tus dromedarios. Tigre Hotel, Diciembre 1894, 93 ¡ O SONATINA La princesa está triste... ¿qué tendrá la princesa? Los suspiros se escapan de su boca de fresa, Que ha el perdido La princesa Está mudo Y la risa, que ha perdido está pálida en su silla de oro, el teclado de su clave sonoro; en un vaso olvidada se desmaya una 3 color. flor. 35 U Q El jardín puebla Parlanchína, y la DARÍO N E B el triunfo de los vestido de rojo piruetea La princesa no ríe, la libélula bufón. el princesa no siente; La princesa persigue por La pavos reales. dueña dice cosas banales, el, cielo vaga de una vaga de Oriente ilusión. ¿Piensa acaso en el príncipe de Golconda o de China, O en el que ha detenido su carroza argentina Para ver de sus ojos O en O en O en la dulzura de luz, el rey de las Islas de las rosas fragantes, el que es soberano de los claros diamantes, el dueño orgulloso de las perlas de Ormuz? ¡Ay! la pobre princesa de la boca de rosa, Quiere ser golondrina, quiere ser mariposa. Tener alas Ir al ligeras, bajo el cielo volar, sol por la escala luminosa de un rayo, 'Saludar a los lirios con los versos de Mayo, O perderse en 54 el viento sobre el trueno del mar. P Ya no Ni el PROFANAS o S Á S I? quiere el palacio, ni la rueca de plata, halcón encantado, ni el Ni los cisnes unánimes en y el bufón escarlata. lago de azur. están tristes las flores por la flor de la corte; Los jazmines de Oriente, De Occidente los las dalias y las nelumbos del Norte, rosas del Sur. ¡Pobrecita princesa de los ojos azules! Está presa en sus oros, está presa en sus En la jaula de mármol del palacio tules, real; El palacio soberbio que vigilan los guardas, Que custodian cien negros con sus cien alabardas, Un lebrel que no duerme y un dragón colosal. ¡Oh, quién fuera hipsipila que dejó (La princesa está triste. La princesa la crisálida! está pálida) ¡Oh, visión adorada de oro, rosa y marfil! ¡Quien volara a la tierra donde un príncipe (La princesa está pálida. La princesa está Más brillante que el alba, existe triste) más hermoso que Abril! ^35 3^^ RUBÉN Calla^ calla, princesa, En En El RIO D - dice el hada madrina- caballo con alas, hacia acá se encamina, el cinto la feliz espada y en la mano el azor, caballero que te adora sin verte, y que llega de lejos, vencedor de la Muerte, A encenderte los labios con su beso de amor! d6 BLASÓN 57 BLASÓN Para la condesa de Peralta. Cl olímpico cisne de nieve Con el Lustra ágata rosa del pico el que abre Y ala eucarísíica y breve al sol como un casto abanico. En la del asa de un ánfora griega forma de un brazo de Es su Cándido Como cuello, lira que inspira prora ideal que navega. 99 Q U B B DARÍO N Es el cisne, de estirpe sagrada, Cuyo beso, por campos de seda, Ascendió hasta De las dulces colinas de Leda. Blanco rey de Su cima rosada la la victorid ilumina fuente Castalia el Vinci fué su barón en Danubio; Italia; Lohengrín es su príncipe rubio. Su blancura es hermana del lino, Dci botón de los blancos rosales y del albo toisón diamantino De los tiernos corderos pascuales. Rimador de ideal florilegio Es de armiño su y es Que 40 el al lírico manto, mágico pájaro regio morir rima el alma en un canto P I^ o S A S Pl?OFÁNAS El alado aristócrata muestra Liscs albos en campo de azur, Y ha sentido en sus plumas la diestra De amable y la gentil Pompadour. Boga y boga en el lago sonoro Donde el sueño a los tristes espera, Donde aguarda una góndola de oro A la novia de Luis de Baviera. Dad, Condesa, a los cisnes cariño, Dioses son de un país halagüeño, Y hechos son de perfume, de armiño, De luz alba, de seda y de sueño. • •• 41 DEL CAMPO ¡Pradera, feliz día! Del regio Buenos Aires Quedaron allá lejos el Hoy en verde triunfo tendrán mis sueños vida, tu Respiraré tu aliento, fuego y hervor; el me bañaré en tu sol. Muy buenos días, huerto. Saludo la frescura Que brota de las ramas de tu durazno en flor; Formada de rosales tu calle de Florida Mira pasar la Gloria, la Banca y el Sport. 43 RUBÉN Un DARÍO pájaro poeta, rumia en su buche versos; Chismoso y petulante, charlando va un gorrión; Las plantas trepadoras conversan de Las rosas y los lirios, del arte política; y del amor. Rigiendo su cuadriga de mágficas libélulas, De sueños millonarios, pasa el travieso Puck; Y, espléndida sportwoman, en su celeste carro, La emperatriz Titania seguida de Oberón. De noche, cuando muestra su medio anillo de Bajo el azul tranquilo, la amada de Pierrot, Es una fiesta pálida la que en el huerto reina, Toca en la lira el aire su do-re-mi-fa-sol. oro, Curiosas las violetas a su balcón se asoman. Y una suspira: «¡lástima que Los silfos acompasan la falte el ruiseñor!» danza de En un walpurgis vago de aroma 44 las brisas y de visión. P ¡? o 3 A S PROFANAS De pronlo se oye el eco del grito de la pampa; como una puesta del argentino sol; Y un espectral jinete, como una sombra cruza, Brilla Sobre su espalda un poncho; sobre su faz, dolor. — «¿Quién eres, solitario viajero de la noche?» — «Yo soy la ¡Yo soy postrer gaucho que parte para siempre, el De nuestra Poesía que un tiempo aquí reinó: vieja patria llevando el corazón!» ALABA LOS OJOS NEGROS DE JULIA JL—'VÁ era rubia? No. Vio ¡a manzana Rojos probó su Con negros del jardín: miel; Que saben hoy más ojos con labios con labios rojos ciencia que los sabios. 47 RUBÉN Venus tuvo Pero su el hijo no. Encienden a DARÍO azur en sus pupilas Negros y fieros las tórtolas tranquilas Los dos ojos de Eros. Los ojcs de De las reinas fabulosas, las reinas magníficas y fuertes, Tenían las pupilas tenebrosas Que daban los amores y las muertes. Pentensilea, reina de amazonas, Judith, espada y fuerza de Betulia, Cleopatra, encantadora de coronas, La luz tuvieron de tus ojos, Julia. La negra, que es más luz que la luz blanca Del sol, y las azules de los cielos. Luz que el más rojo resplandor arranca AI diamante terrible de los celos. 48 P í? o S A S Luz negra, La PROFANAS luz divina, luz que alegra luz mcridioMal, luz de las ninas, De las grandes ojeras, Que hace cantar a Pan ¡oh, luz negra bajo las viñas! CANCIÓN DE CARNAVAL Le carnaval s'amuse! Viens le chanter, ma Muse.. Banvillb. M,USA, la Ensaya un y goza máscara apresta, aire jovial y ríe en la fiesta Del carnaval. 51 Q U Ríe en la Muestra Y DARÍO N E B suene, Tu danza que la gira, pierna rosada, como una lira, carcajada. Para volar más ligera Ponte dos hojas de rosa, Como hace tu compañera La mariposa. Y que en tu boca risueña. Que se une al alegre coro. Deje la Su Únete a abeja posteña miel de oro. la mascarada, Y mientras muequea un clown Con la faz pintarrajeada], Como 52 Frank Brown; . P /? PROFANAS o S A S Mientras Arlequín revela Que y prisma sus Untes roba al aparece Pulchinela Con su Di a joroba, Colombina Lo que de ella la y descorcha una Para Que él te cuente te hagfa yo, botella Pierrot. Sus amores con y bella pien^ cómo rima la luna un poema en una Pantomima. Da al Toca aire la serenata, el áuro bandolín, Lleva un látigo de plata Para el spieen RUBÉN Sé lírica Con O DARÍO y sé bizarra; la cítara sé griega; gaucha, con la guitarra De santos Vega. Mueve Por Y tu espléndido torso las calles pintorescas juega y adorna Con el corso, rosas frescas. De perlas riega un tesoro De Andrade en el regio nido, y en la hopalanda de Guido, Polvo de oro. Penas y duelos olvida, Canta deleites y amores; Busca la flor de las flores Por Florida. 54 P ¡? PROFANAS o S Á S Con !a armonía le encantas De las rimas de cristal, Y deshojas a sus plantas, Un madrigal. Piruetea, baila, inspira Versos locos y Celebre la joviales, alegre lira Los carnavales. Sus gritos y sus canciones. Sus comparsas y sus trajes Sus perlas, tintes y encajes y pompones. Y lleve la rauda brisa, Sonora, argentina, fresca, La victoria de tu risa Funambulesca» 56 PARA UNA CUBANA P.OESíA dulce Busca a Que se Como la y mística, blanca cubana asomó a la ventana una visión artística. 67 P U DARÍO N E B Misteriosa y cabalística, Puede dar celos a Diana, Con su faz de porcelana De una blancura cucarísíica. Llena de un prestigio asiático, Roja, en el rostro enigmático, Su boca púrpura y al sonreírse finge vi en ella El resplandor de una estrella Que fuese alma de una esfinge. W. 58 PARA LA MISMA M IRÉ al sentarme a Bañado en la mesa, la luz del día, El retrato de María, La cubana-japonesa. 39 RUBÉN DARÍO El aire acaricia y besa, Como un amante La orgullosa De la lo haría, bizarría, cabellera espesa. Diera un tesoro el Mikado Por sentirse acariciado Por princesa tan gentil, Digna de que un gran pintor La pinte junto a En un vaso de 60 una flor marfil. BOUQUcT 61 BOUQUST Un poeta egregio del país de Francia, Que con versos áureos alabó el amor, Formó un ramo armónico, lleno de elegancia, En su Sinfonía en Blanco Mayor. Yo por ti formara, Blanca deliciosa, El regalo lírico de un blanco bouquet^ Con Que la blanca estrella, con la blanca rosa en los bellos parques del azul se vé. Hoy que íú celebras tus (Tus bodas de virgen con bodas de nieve, el sueño son) Todas sus blancuras. Primavera, Sobre la blancura de tu llueve corazón. 65 RUBÉN D A R I Cirios, cirios blancos, blancos, blancos lirios. Cuellos áz los cisnes, margarita en Galas de Y la espuma, ceras de los flor, cirios estrellas celestes tienen tu color. Yo La al flor ¡Mira enviarte versos de mi vida arranca que te ofrezco, cómo mancha tu blanco serafín: corpino blanco La más roja rosa que hay en mi 64 jardín! O EL FAISÁN D- sus secrCíOS ijo En De sus el 5 el faisán de oro: gabinete mi blanco tesoro, claras risas el divino coro 65 RUBÉN DARÍO Las bellas figuras de los gobelinos, Los cristales llenos de aromados vinos, Las rosas francesas en los vasos chinos. (Las rosas francesas, porque fué Donde en el retiro de la allá en Francia dulce estancia Esas frescas rosas dieron su fragancia.) La cena esperaba. Quitadas las vendas, Iban mil amores de flechas tremendas En aquella noche de Carnestolendas. La careta negra se quitó y tras el la nina, preludio de una alegre riña Apuró mi boca vino de su viña Vino de la Que hace viña de arder el la boca loca, beso, que ¡Oh los blancos dientes de 66 la el mordisco invoca. loca boca! P ¡^ PROFANAS o 3 A S En su boca ardiente yo bebí los vinos, y pinzas rosadas, sus dedos divinos, Me dieron las fresas y los langostinos. Yo la vestimenta de Pierrot tenía, Y aunque me alegraba y aunque me Moraba en mi alma la reía, melancolía. La carnavalesca noche luminosa Dio a mi triste espíritu la Sus ojos de fuego, sus Y en el mujer hermosa^ labios de rosa. gabinete del café galante Ella se encontraba con su nuevo amante, Peregrino pálido de un país distante. Llegaban los ecos de vagos cantares; Y se despedían de sus azahares Miles de purezas en los bulevares. 67 DAR N u /? Y cuando O champaña me caníó su canto, vi que un negro manto De nube, de Febo cubría el encanto. el Por una ventana y dije a la amada de un día:— ¿No De pronto ponerse ¿Acaso Ella me la la miraba. 68 tu fiel triste? Reina de luz ya no existe? Y el — «¡Pierrot! Que noche tan viste faisán cubierto de plumas de oro: ten por cierto amada, que la Luna, ha muerto!» GARgONNIERE A V«>OMO era cl Que las dichas instante, dígalo la trac, G. Gríppa. musa que las penas lleva: La tristeza pasa, velada y confusa; La alegría, rosas y azahares nieva. 69 RUBÉN DARÍO Era en un amabU nido de De soltero, risas y versos, de placer sonoro; Era un inspirado cada De sueños azules Un caballero. y vino de oro. rubio decía frases sentenciosas: Neorando y amando las musas eternas Un bruno decía versos como rosas, Dos sonantes rimas y palabras tiernas. Los tapices rojos, de doradas listas. Cubrían panoplias de pinturas y armas, Que hablaban de bellas Amantes coloquios pasadas conquistas, y dulces alarmas. El verso de fuego de D'Anunzio era Como un son divino que en las saturnales Guiara las manchadas pieles de pantera. A 70 fiestas soberbias y amores triunfales. P PROFANAS o S Á 3 I? E iban con Con manchadas tirsos de flores y pieles de pantera, copas paganas Las almas de aquellos jóvenes que viera Venus en su templo con palmas hermanas. Venus, En las Y que la celeste reina que adivina almas vivas alegrías francas les confía, Sus abejos de Y A por gracia divina, oro, sus palomas blancas. aquellos amantes de la eterna Dea, la dulce música de Oyen Por el Y el mensaje de la la compañero que regia rima, vasta Idea recita y mima. sobre sus frentes que acaricia el lauro, Abril pone amable su beso sonoro, Y llevan gozosos, sátiro y centauro. La alegría noble del vino de oro. 71 . EL país del sol Para una artista cubana Junto al negro palacio del rey de rro— (¡oh, la isla de Hie- cruel, horrible destierro!)— ¿cómo es que 73 RUBÉN DARÍO hermana harmoniosa, haces cantar íú, al cielo gris, pajarera de ruiseñores, tu formidable caja musi- tu cal? ¿No te enfrisícce recordar primavera en que la oíste a un pájaro divino y tornasol en En el jardín del el país del sol? rey de la isla de Oro -(¡oh, mi harmo ensueño que adoro!)— fuera mejor que íú, niosa hermana flautas, tus sonoras arpas; cen el clavel de amaestrases tus aladas que naciste donde más lindos na- íú sangre y en O en el él alcázar de (Schubert, solloza la la rosa de arrebol, país del solí la reina de tu isla de Plata Serenata...) pudieras también, hermana armoniosa, hacer que de la las místicas alma alabasen dulce, dulcemente, luna, los vírgenes lirios, la el aves claro de monia paloma y el cisne marques. La mejor plata se funde en un ardiente crisol, en 74 el país del sol! P I? PROFANAS o S Á s Vuelve, pues, a (resuena, lira, íu barca, que lienes Céfiro, vuela) -y hermana, a donde un príncipe mar, pide liras, parte, bello, a lista la vela— harmoniosa la orilla de y versos y rosas, y acaricia sus zos de oro bajo un regio azul parasol, en Ncw-YoY, el país del sol. 1895. 75 i ri- MARGARITA In meiroriam. R,ECUERDAS que querías ser una Margarita Gauíier? Fijo en mi mente Cuando cenamos En una noche tu extraño rostro está, juntos, en la primera cita, alegre que nunca volverá. 77 DARÍO R U Tus labios escarlatas de púrpura maldita C B Sorbían el N champaña del fino baccarat; Tus dedos deshojaban la *;Sí... no... sí... no...» y sabías que te adoraba yat Después, ¡oh Tus besos Tus y flor blanca margarita de Histeria! llorabas y reías; y tus lágrimas tuve en mi boca yo; risas, tus fragancias, tus quejas, eran mías. en una tarde La Muerte, ¡Como la triste de los más dulces días, celosa, por ver si me a una margarita de amor, te querías, deshojó! MÍA M, ja: así te llamas. ¿Qué más harmonía? Mía: luz del día, Mía: rosas, llamas. 79 RUBÉN D A ¡Qué aroma derramas En el alma mía Si sé que me amas, ¡Oh Mía! ¡oh Mía! Tu sexo fundiste Con mi sexo fuerte, Fundiendo dos bronces. Yo triste, tu triste... ¿No has de ser entonces Mía hasta la muerte? ^ «o R I O DICE MÍA M, pobre alma pálida I Era un crisálida. Luego mariposa De color de rosa. 81 . /? U B E Un N J? céfiro inquieto Dijo mi secreto . . —¿Has sabido tu secreto un día? ¡Oh Mía! Tu secreto es una Melodía en un rayo de luna — ¿Una melodía? 82 t O HERALD03 llELfcNA! La anuncia cl blancor de un cisne. ¡Makhcda! La anuncia un pavo real. ¡Ifigenia, Eiectra, Catalina! Anúncialas un caballero con un hacha. 85 RUBÉN ¡Ruth, Lía, DARÍO Enone! Anuncíalas un paje con un lirio. ¡Yolanda! Anuncíala una paloma. ¡Clorínda, Carolina! Anuncíalas un paic con un ramo de viña. ¡Sylvia! Anuncíala una corza blanca. ¡Aurora, Isabel! Anuncíalas de pronto Un resplandor que ciega mis oíos. ¿Ella? (No 81 la anuncian. No llega aún.) ITE, MISSA EST A, Reynaldo de Rafael. Y.o adoro a una sonámbula con alma de Eloísa Virgen Su y como la nieve y honda espíritu es la hostia alzo al como la mar; de mi amorosa misa son de una dulce lira crepuscular. 86 RUBÉN DARÍO Ojos de evocadora, gcsío de En Su ella hay la sagrada frecuencia del y aliar; suave de Monna Lisa. risa es la sonrisa Sus profetisa, labios son los únicos labios para besar. he de besarla un día con rojo beso ardiente; Apoyada en mi brazo como convaleciente Me mirará asombrada con íntimo pavor; La enamorada esfinge quedará Apagaré la llama de la ¡Y la faunesa antigua estupefacta, vestal intacta me rugirá de amor! MI S COLOQUIO DE LOS CENTAUROS A Paul Groussac. COLOQUIO DE LOS CENTAUROS E. ^N la isla en que detiene su esquife Del inmortal Ensueño, donde la el argonauta eterna pauta De las eternas liras se escucha—: Isla de oro En que el tritón elige su caracol sonoro 89 RUBÉN Y la sirena blanca va a ver Se oye un Son el sol— un día tropel vibrante de fuerza y de armonía. los Centauros. La montana. De Que DARÍO Cubren lejos, la llanura. Les siente forman son de torrente cae; su galope al aire que reposa Despierta, y estremece la hoja del laurel-rosa. Son Unos enormes, rudos; otros como jóvenes potros; barbas como los padres-ríos. los Centauros. Alegres y saltantes Unos con largas Otros imberbes, ágjles y de piafantes bríos, y de robustos músculos, brazos y lomos aptos Para portar las ninfas Van en galope Frente al y el rítmico. lunto a un fresco boscaje, gran Océano, se paran. El paisaje Recibe de Que rosadas en los raptos. la urnal matinal luz sagrada vasto azul suaviza con límpida mirada, oyen seres terrestres y habitantes marinos La voz de 90 los criados cuadrúpedos divinos. P PROFANAS o S A 3 ¡? QUIRÓN Galladas las bocinas a los tritones gratas, Calladas las sirenas de labios escarlatas. Los carrillos Junto La Y al laurel ilustre de florecidos ramos gloria inmarcesible de las el He de Eolo desinflados, digamos Musas hermosas triunfo del terrible misterio de las cosas. aquí que renacen los lauros milenarios; Vuelven a dar su lumbre los viejos lampadarios; Y anímase en mi cuerpo de Centauro inmortal Ld sangre del celeste caballo paternal. RETO Arquero luminoso, desde el zodiaco llegas; Aun presas en las crines tiene avejas griegas; Aun del dardo heraklco muestras la roja herida Por do salir no pudo la esencia de tu vida. ¡Padre y Maestro excelso! Eres la fuente sana De la verdad que busca la triste raza humana: Aun Esculapio sigue la vena de tu ciencia; Siempre el veloz Aquiles sustenta sa existencia ^1 RUBÉN Con y el DARÍO manjar salvaje que ofracisíe un día, le Herakles, descuidando su mr.sa, en De los astros, se eleva bajo el la harmonía cielo nocturno... QumóN La ciencia es flor del tiempo: mi padre fué Saturno ABANTES Himnos a la sagrada Naturaleza; al vientre De la tierra y al germen que entre en las rocas y entre Las carnes de los árboles, y dentro humana forma Ks un mismo secreto y es una misma norma, Potente y sutilísimo, universal resumen De la suprema fuerza, de la virtud del Numen. QUIRÓN ¡Himnos! Las cosas tienen un ser vital: las cosas Tienen raros aspectos, miradas misteriosas; 92 P PROFANAS o 3 A 3 ¡? Toda forma es un gesto, una cifra, un enigma; En cuda átomo existe un incógnito estigma; Cada hoja de cada árbol canta un propio cantar Y hay un alma El vate, el en cada una de las gotas dal mar; sacerdote, suele oír Desconocido; a veces enuncia Un misterio; y revela O la flor; V el acento vago viento inicial la espuma y se escuchan palabras de hombre el O la una el favorito del numen, en la bruma. la linfa ráfaga encuentra mentor—; demonio o ninfa. POLO El biforme ixíonida Por la comprende de materna gracia, la La nube que se anima de la altura, lumbre que fulgura, luz y que decora El pavimento en donde rige su carro Aurora, Y la banda de Cual En Y la lira la el Iris que tiene siete rayos en sus brazos siete cuerdas; los fragante tierra llenos de ramos mayos bellos, Polo coronado de candidos cabellos. El ixionida pasa veloz por Rompiendo con el la pecho de montana la maleza huraña U Q Los erizados brazos, Escuchan sus orejas Sus ojos atraviesan Mientras sus la las cárceles hostiles; los ecos más las intrincadas hojas altas que el Las curvas de Unida a a Tal rojas sátiro codicia; oculta fuente su mirada acaricia las ninfas del séquito de Diana; Pues en su cuerpo corre también y sutiles: manos toman para sus bocas Las frescas bayas Junto a DARÍO N E B la corriente la salvaje el hijo de la la esencia humana savia divina sangre que hay en robusto de Ixión y de la bestia la equina. Nube. QUIRÓN Sus cuatro patas, bajan; su testa ergfuida, sube ORNEO Yo comprendo el secreto de la bestia. Malignos Seres hay y benignos. Entre De ellos se hacen signos bien y mal, de odio o de amor, o de pena O gozo: 94 el cuervo es malo y la torcaz es buena. P PROFANAS o S Á S I? QUIRÓN Ni es la torcaz benigna, Son formas del Enigma cuervo protervo: ni es la paloma y el el cuervo. ASTILO El Enigma es el soplo que hace cantar la lira NESO ¡El Enigma es ei rostro fatal de Deyanira! Mi espalda aun guarda el dulce perfume de Aun mis pupilas llama su claridad de ¡Oh, aroma de su sexo! ¡oh, rosas y la bella; estrella. alabastros! ¡Oh, envidia de las flores y celos de los astros! QUIRÓN Cuando Con la del sacro abuelo la sangre luminosa marina espuma formara nieve y rosa, 95 RUBÉN D Hecha de rosa y nieve nació R A I ^ Anadiomena. la Al ciclo alzó los brazos la lírica sirena, Los curvos hipocampos sobre las verdes ondas Levaron los hocicos; y caderas redondas, Triíónicas melenas y dorsos de delfines Junto a Del Reina nueva se vieron. Los confines la mar llenó Sintió que un Llenaba alto grandioso clamor; hondo hueco de el Hizo gemir Más el la tierra que universo el hombre harmónico sonoro como un verso el la altura; ese hombre de amor: fué para el hombre de jove: y los númenes mismos Lo oyeron asombrados; los lóbregos abismos Tuvieron una gracia de luz ¡Venus impera! Ella es entre las reinas celestes la primera, Pues es quien tiene el fuerte poder de ¡Vaso de miel y mirra brotó de Ella es la más la la Hermosura. amargura! gallarda de las emperatrices; Princesa de los gérmenes, reina de las matrices, Señora de las savias y de las atracciones, Señora de los besos y de los corazones. EUIRITO |No olvidaré los oíos radiantes de Hipodamia! % I P P o S PROFANAS Á S HIPEA Yo sé de la hembra humana Venus anima artera sus la original infamia. máquinas fatales, Tras los radiantes ojos ríen traidores males, De su floral perfume se exhala sutil daño; Su cráneo obscuro alberga bestialidad y engaño. Tiene las formas puras del ánfora, y Del agua que Mas la la brisa riza y el la risa sol irisa; ponzoña ingénita su máscara pregona: Mejores son el águila, la yegua y la leona. De su húmeda impureza brota el calor que enerva Los mismos sacros dones de la imperial Minerva; Y entre sus duros pechos, lirios del Aqueronte, Hay un olor que llena la barca de Caronte. ODITES Como una miel celeste hay en su lengua fina; Su piel de flor aun húmeda está de agua marina. Yo he visto de Hipodamia la faz encantadora, La cabellera espesa, Ella de la 7 la pierna vencedora. hembra humana fuera ejemplar augusto; 97 R U B B DARÍO N Ante su rostro olímpico no habría rostro adusto; Las Gracias junto a y las ligeras Por ella ella Horas y quedarían confusas, las sublimes Musas detuvieron sus giros y su canto. HIPEA Ella la causa fuera de inenarrable espanto: Por ella el ixionida dobló su cuello fuerte. La hembra humana es hermana del Dolor y la Muerte. QUIRÓN Por suma Que el ley un día llegará el himeneo soñador aguarda: Cinis será Ceneo; Claro será el La Esfinge tal origen del femenino arcano: secreto dirá a su soberano. CLITO Naturaleza tiende sus brazos y sus pechos A los 98 humanos seres; la clave de los hechos P Conócela En su PROFANAS o S A S I? el Homero con su vidente; gruía Deifobc, la báculo, lengua del Oráculo. CAUMANTES El monstruo expresa un ansia del corazón del Orbe, en el Centauro El sátiro es la el bruto la vida Une sexuales ímpetus a Pan la junta la soberbia de la Al ritmo de la humana absorbe, selva sagrada y la lujuria, harmoniosa furia. montaña agreste inmensa mecánica celeste; La boca melodiosa que atrae en Sirenusa Es de la fiera alada y es de la suave musa; Con la bicorne bestia Pasifae se ayunta, Naturaleza sabia formas diversas junta, Y cuando tiende al hombre El monstruo, siendo el la gran Naturaleza, símbolo, se viste de belleza. CHINEO Yo amo lo inanimado que amó el divino Hesiodo. 99 U B E DARÍO N QUIRÓN Grineo, sobre el mundo tiene un ánima todo. GRINEO He visto, entonces, raros ojos fijos en mí: Los vivos ojos rojos Los ojos luminosos Y del del alma del rubí; alma del topacio los de la esmeralda que del azul espacio La maravilla imitan; los ojos de las gemas De brillos peregrinos y mágicos emblemas. Amo Y el el granito duro que el arquitecto labra mármol en que duermen la línea y la palabra. QUIRÓN A Deucalión y a Pirra, varones y mujeres Las piedras aun intactas dijeron: «¿Qué nos quieres?» 100 P I^ PROFANAS o S A S LICIDAS Yo he visto los lémures Instantes, flotar, en los nocturnos. cuando escuchan los bosques taciturnos El loco grito de Atis que su dolor revela O la maravillosa canción de Filomela. El galope apresuro, Manes que pasan, Pues de Guarda la el si en el boscaje miro y oigo su fúnebre suspiro. Muerte el hondo, desconocido Imperio, pavor sagrado de su fatal misterio. ARNEO La Muerte es de la Vida la inseparable hermana. QUIRÓN La Muerte es la victoria de la progenie humana. MEDÓN ;La Muerte! Yo la he visto. No es demacrada y Ni ase corva guadaña, ni tiene faz mustia de angustia. 101 U B Q B N D Q A I Es semejante a Diana, casta y virgen como ella; En su rostro hay la gracia de la nubil doncella Y lleva una guirnalda de rosas siderales. En su siniestra tiene verdes y A pies, palmas triunfales, en su diestra una copa con agua del olvido. sus como un perro, yace un amor dormido. AMIGO Los mismos dioses buscan la dulce paz que vierte. QUIRÓN La pena de los dioses es no alcanzar la Muerte. EURETO Si el hombre— Prometeo — pudo La clave de 102 la robar la vida, muerte serále concedida. P PROFANAS o 3 A S I? QUIRÓN La virgen de las vírgenes es inviolable y pura. Nadie su casto cuerpo tendrá en Ni beberá en sus labios el grito alcoba obscura, la de victoria, Ni arrancará a su frente las rosas de su gloria. Mas he aquí que Apolo se acerca Sus truenos prolongados Bajo el dorado carro Vuelve a A inflar lo lejos, meridiano. al Océano. repite el del reluciente Apolo sus carrillos y sus odres Eolo. un templo de mármol se divisa Entre laureles-rosa que hace cantar Con sus La y la brisa. vibrantes notas de Céfiro desgarra veste transparente la helénica cigarra, por el llano extenso van en tropel Los Centauros, y al paso, tiembla sonoro la Isla de Oro. 103 EL POETA PREGUNTA POR STELLA L,-iRio divino, lirio de las Anunciaciones; Lirio, florido príncipe, Hermano perfumado de las es trellas castas, Joya de los abriles. A ti Los de los parques ducales; las blancas dianas cuellos de los cisnes, Las misticas estrofas de cánticos celestes Y en el sagrado empíreo la mano de las vírgenes. 107 RUBÉN Lirio, DARÍO boca de nieve donde sus dulces labios La primavera imprime, En tus venas Sino el no corre, la sangre de las rosas pecadoras. ícor excelso de las flores insignes. Lirio real y lírico Que naces con De y la albura de las hostias sublimes las Cándidas perlas del lino sin ¿Has visto mácula de acaso el las sobrepellices, vuelo del alma de mi Síellá, La hermana de Ligeia, por quien mi canto a veces están triste? 108 PÓRTICO L..iBRE la frente Casi desnuda en que el la gloria del día, Alza su tirso de rosas Bajo Es el En 1. el gran sol de la la musa eterna Harmonía. Floreal, eres tú, Primavera, Quien Ella, casco rehusa, la de sandalia calzó a su pie breve; tristes nostalgias muriera país de los cisnes de nieve. Para el libro En tropel, de! poela español Salvador Rueda, 1892 109 RUBÉN DARÍO Griega es su sangre, su abuelo era ciego; Sobre la cumbre del Pindó sonoro El sagitario del carro de fuego Puso en su cuerdas de oro. lira las Y bajo el pórtico blanco de Paros, y en los boscajes de frescos laureles, Píndaro dióle sus ritmos preclaros, Dióle Anacreonte sus vinos y mieles. Toda desnuda, en Que en la los claros diamantes Castalia recaman las linfas, Viéronla tropas de faunos saltantes, Cual y la en más fresca y gentil de las ninfas. la fragante, harmoniosa floresta. Puesto a los ecos su oído de musa. Pan sorprendióla escuchando Que él lio daba al la orquesta viento con su cornamusa. P ¡? PROFANAS o 3 A 3 Elia resurge después en el Lacio, Siendo del tedio su lengua exterminio; Lleva a sus labios la copa de Horacio, Bebe falcrno en su ebúrneo íriclinio. Pájaro errante, ideal golondrina, Vuela de Arabia a un confín solitario, Y A ve pasar en su torre argentina un rey de Oriente sobre un dromedario; Rey misterioso, magnífico y mago. Dueño opulento de cien Estambules, Y a quien un genio brindara en un lago Góndolas de oro en Ese es Que Ese es Que el abre a el lleva las aguas azules. más hermoso que el día, musa las puertas de Oriente; rey la rey del país Fantasía, un claro lucero en la frente. íít RUBÉN DARÍO Es en Oriente donde ella se inspira En las moriscas exóticas zambras; Donde primero contempla y admira Las cinceladas divinas alhambras; Las muelles danzas en las alcatifas Donde la mora sus velos desata, Los pensativos y viejos kalifas De ojos obscuros y barbas de plata. Es una bella y alegre mañana Cuando su vuelo la musa confía A una errabunda y fugaz caravana Que hace Era del viento su brújula y guía. la errante familia bohemia, Sabía en extraños conjuros y estigmas, Que une en su boca Nombres sonoros y 112 plegaria y blasfemia, raros enigmas; P o S A S ¡? Que ama PROFANAS los largos y negros cabellos, Danzas lascivas y finos puñales, Ojos llameantes de vivos destellos, Flores sangrientas de labios carnales. Y Que con la gente morena y huraña a los caprichos del aire se entrega. Hace su entrada Fresca y riente triunfal en España la rítmica griega. Mira las cumbres de Sierra Nevada, Las bocas rojas de Málaga, Y en un pandero su lindas, mano rosada Fresas recoge, claveles y guindas. Canta y resuena su verso de oro, Ve de Sevilla las hembras de llama, Sueña y habita en la Alhambra del moro; Y 8 en sus cabellos perfumes derrama. 113 RUBÉN Busca DARÍO del pueblo las penas, la flores, Mantos bordados de alhajas de seda, Y la guitarra Cálida y que sabe de amores, triste querida de Rueda; (Urna amorosa de voz femenina, Caja de música de duelo y placer: el acento de un alma divina, Tiene Talle y caderas Va Y como una mujer.) del tablado flamenco a la orilla ase en sus palmas los Mientras derrocha la c? ótalos negros, audaz seguidilla Bruscos acordes y raudos alegros. Ritma los pasos, modula los sones. Ebria risueña de un vino de Hace que brillen los Negros diamantes 114 luz, ojos gachones. del patio andaluz. P !^ Campo Ama PROFANAS o S Á S y pleno aire refrescan sus alas; los nidos, las cumbres, las cimas; Vuelve del campo vestida de galas, Cuelga a su cuello collares de rimas. En su tesoro de reina de Saba, Guarda en secreto celestes emblemas; Flechas de fuego en su mágica aljaba. Perlas, rubíes, zafiros y gemas. Tiene una corte pomposa de majas. Suya es Suyas la chula de rostro risueño, las juergas, las curvas navajas Ebrias de sangre y licor malagueño. Tiene por templo un alcázar marmóreo, Guárdalo esfinge de rostro egipciaco, Y cual labrada en un bloque hiperbóreo, Venus enfrente de un triunfo de Baco. 115 RUBÉN D A Q Dentro presenta sus formas de nieve, Brinda su amable sonrisa de piedra, Mientras se enlaza en un bajo-relieve A una driada ceñida de hiedra. Un joven fauno robusto y violento, Dulce terror de las ninfas incautas, Al son triunfante que lanzan Tímpanos, Ornan los muros mosaicos Áureos pedazos de un Iris al viento liras y sistros y flautas. y frescos. sol fragmentario. trenzados en mil arabescos, Joyas de un hábil cincel lapidario. y de la eterna Belleza en el ara, Ante su sacra y grandiosa escultura, Hay una lámpara en albo carrara. De una 116 eucarística y casta blancura. I O P f? PROFANAS o S Á S Fuera, el frondoso jardín del poeta Ríe en su fresca y gentil hermosura; Ágata, perla, amatista, violeta, Verdor eclógico y tibia espesura. Una andaluza despliega su manto Para el poeta de música eximia; Rústicos Títiros cantan su canto; Bulle Ya el hervor de la alegre vendimia. es un tropel de bacantes modernas El que despierta las locas lujurias; Ya húmeda y triste de lágrimas tiernas, Da su gemido la gaita de Asturias. Francas fanfarrias de cobres sonoros, Labios quemantes de humanas sirenas, Ocres y rojos de plazas de toros. Fuegos y chispas de locas verbenas. 117 RUBÉN DARÍO Joven homérida, un día su tierra Viole que alzaba soberbio esíandaríc, Buen capitán de la lírica guerra, Regio cruzado del reino del arte. Viole con yelmo de acero brillante, Rica armadura sonora a su paso, Firme tizona, broncíneo olifante, Listo y piafante su excelso pegaso. Y de De su Bajo la brega tornar viole un día victoria en los el gran sol de Dueño de verdes bravos tropeles, la eterna Harmonía, y nobles laureles. Fué aborrecido de Zoilo, Fué por y la gloria esto pasó en Emperador de 118 el la el verdugo. su estrella encendida. reinado de Hugo, barba florida. ELOGIO DE LA SEGUIDILLA M,ETRO mágico y rico que al alma expresen: Llameantes alegrías, penas arcanas, Desde en los suaves labios de las princesas Hasta en las bocas rojas de las gitanas. 119 U P DARÍO N E B Las almas harmoniosas buscan tu encanto, Sonora rosa métrica que ardes y brillas, Y España en tu canto ve en tu ritmo, siente Sus hembras, sus Vibras al aire claveles, sus manzanillas. El músico te adula, Rueda en Con la ti como una cinta, ama el poeta; alegre te sus fogosos paisajes pinta audaz policromía de su paleta. En ti el hábil orfebre cincela el marco En que la idea-perla su oriente acusa, O en tu cordaje harmónico formas Con A Los E que lanza sus flechas él tu voz en 120 el arco airada musa. baile crujen las faldas. piececitos hacen brotar las rosas hilan hebras de En la amores las Esmeraldas ruecas invisibles y misteriosas. P PROFANAS o S A 3 ¡? La anudaluza hechicera, paloma Por Con O ti arisca, irradia, se agita, vibra y se quiebra, el lánoruido gesto de la odalisca las fascinaciones de la culebra. Pequeña ánfora Compuesto por Con uvas la lírica de vino llena dulce musa Alegría andaluzas, sal macarena, Flor y canela frescas de Andalucía. Subes, creces y vistes de pompas Retumbas en el ruio de las metrallas, Ondulas con el ala de las banderas, Suenas con los clarines de las batallas. Tienes toda la lira: Que acompasan Tus órganos, Y fieras; las tienes las manos danzas y las canciones; tus prosas, tus cantos llanos tus llantos que parten los corazones. 121 n U É B DARÍO N Ramillete de dulces trinos verbales, Javalina de Diana la Cazadora, •Ritmo que tiene Que muerde el filo de cien puñales, y acaricia, mata y Las Tirsis campesinas de Y aman, ti enflora. están llenas radiosa abeja, tus bordoneos; Así riegas tus chispas las nochebuenas Como adornas la lira de los Orfeos. Que bajo el sol dorado de Manzanilla Que esta alzulada concha del cielo baña, Polítona y triunfante, Es la flor del la seguidilla sonoro Pindó de España. Madrid, 1892. -w. 122 EL CISNE Á 1 UÉ en una hora divina para Ch. Del Oouffre. el género humano. El Cisne antes cantaba sólo para morir. Cuando se oyó el acento del Cisne wagneriano Fué en medio de una aurora, fué para revivir. 123 RUBÉN Sobre Se oye canto del Cisne; no se cesa de Dominando O las tempestades del humano océano las el DARÍO el martillo del viejo trompas que cantan la oir, Thor germano espada de Argantir. ¡Oh Cisne! ¡Oh sacro pájaro! Si antes la blancaHelena Del huevo azul de Leda brotó de gracia llena, Siendo de la Hermosura Bajo tus blancas alas la la Concibe en una gloria de princesa inmortal, nueva Poesía, luz y de harmonía La Helena eterna y pura que encarna • 124 •• el ideal. LA PÁGINA BLANCA A A. Lamberti. Mis ojos miraban en hora de ensueños la Y Y vino página blanca. el desfile de ensueños y sombras. fueron mujeres de rostros de estatua, Mujeres de rostros de estatuas de mármol, ¡Tan tristes, tan dulces, tan suaves, tan pálidas! 125 RUBÉN Y D A Q fueron visiones de extraños poemas, De extraños poemas de besos y lágrimas, ¡De historias que dejan en crueles instantes Las testas viriles cubiertas de canas! iQué cascos de nieve que pone ¡Qué arrugas precoces cincela en ¡y cómo Los tardos camellos Cual las figuras en si la cara! se quiere que vayan ligeros Los tardos camellos de Como la suerte! la caravana! -, un panorama fuese un desierto de hielo. Atraviesan la página blanca. Este lleva una carga De dolores y angustias antiguas, Angustias de pueblos, dolores de razas; ¡Dolores y angustias que sufren los Cristos Que vienen 126 al mundo de víctimas trágicas! I O P I? o 3 Á S PROFANAS Otro lleva cn espalda la El cofre de ensueños, de perlas y oro, Que conduce la Reina de Saba. Otro lleva una caja En que Como y va, dolorosa difunta, un muerto lirio la pobre Esperanza. camina sobre un dromedario la Pálida, La vestida de ropas obscuras, La Reina invencible, la bella inviolada: La Muerte. Y A el hombre, quien duras visiones asaltan, i El que encuentra en los astros del cielo Prodigios que abruman y signos que espantan, 127 RUBÉN D dromedario Mira al de caravana la Como al jEn vago desierto que forma el mensajero que la 128 la luz página blanca! conduce, R O AÑO NUEVO A J. Piquet. t\ las Y fulgor de perla y oro de una luz exíraterrestre, el doce de la noche por las puertas de la gloria Sale en hombros de cuatro ángeles, y en su silla gestatoria, San 9 Silvestre. 129 U B n E D h Q A I O Más hermoso que un rey mago, lleva puesta la tiara^ De que son bellos diamantes Sirio, Arturo y Orion; y el anillo de su diestra, hecho cual si fuese para Salomón. Sus Y Y pies cubren los joyeles de la su capa raras piedras de una colgada sobre el pecho resplandece Cruz Va el al brillo la aljaba de la Visapur; la divina del Sur. pontífice hacia Oriente Donde Ya Osa adamantina, ilustre ¿va encontrar el aurora viene en triunfo de Diciembre se fué toda por el áureo barco^ el rey Enero? arco Del Arquero. A la orilla del abismo misterioso de lo Eterno El inmenso Sagitario no se cansa de flechar; Le sustenta Y le el frío Polo, lo corona cubre los ríñones 130 el el blanco Invierno^ vellón azul del mar. P P o S A PROFANAS 3 Cada flecha que dispara, cada flecha es una hora; Doce aljabas, ca ía año, para En sombra se destaca la él trae el rey Enero; la figura vencedora Del Arquero. Al redor de la figura del gigante se oye el vuelo Misterioso y fugitivo de las almas que se van, y el ruido con que pasa por Con sus alas membranosas San Silvestre bajo el la bóveda el murciélago Satán. del cielo palio de un zodiaco de virtudes, Del celeste Vaticano se detiene en los umbrales Mientras himnos y motetes canta un coro de laudes Inmortales. Reza el santo y pontifica; y Donde en triunfo llega Ante Dios bendice al y al mirar que viene el barco Enero, mundo; ysubrazoabarca el arco el Arquero. Vf 131 sinfonía en gris L^-L mar como un vasto Rcflcia la lámina de mayor cristal azogado un cielo de zinc; Lejanas bandadas de pájaros marchan El fondo bruñido de pálido gris. 133 U R B B DARÍO N El sol como un vidrio redondo y opaco Con paso de enfermo camina al cénit; El viento marino descansa en la sombra Teniendo de almohada su negro clarín. Las ondas que mueven su vientre de plomo Debajo del muelle parecen gemir. Sentado en un cable, fumando su pipa, Está un marinero pensando en las playas De un vago, Es lejano, viejo ese lobo. Los rayos de fuego Los recios brumoso país. Tostaron su cara del sol del Brasil; tifones del mar de la Chind Le han visto bebiendo su frasco de gin. La espuma impregnada de yodo y salitre Ha tiempo conoce su roja nariz, Sus crespos cabellos, sus biceps de Su gorra de lona, su blusa de dril. atleta, 134 P /? o S PROFANAS A S En medio del humo que forma el tabaco Ve el viejo el lejano, brumoso país, A donde una Tendidas La tarde caliente y dorada las velas partió el bergantín... siesta del trópico. El lobo se adureme. Ya todo lo envuelve la gama del gris. Parece que un suave y enorme esfumino Del curvo horizonte borrara La siesta del trópico. Ensaya su ronca Y el grillo En la La el confín. vieja cigarra guitarra senil, preludia un solo monótono única cuerda que está en su violín. 135 LA DEA A /Alberto, en el Alberto Ghiraldo^ propíleo del tiempo soberano Donde Renán rezaba, Verlaine cantado hubiera. Primavera una rosa de amor tiene en la mano Y cerca de la joven y dulce Primavera 137 —— Q U N E B D A k' I Término su sonrisa de piedra brinda en vano A la Que y desnuda náyade y a viene a la la soberbia fiesta de pradera la del boscaje, en busca del lírico Sylvano. Sobre su aliar de oro se levanta Tal en su aspecto icónico Toda belleza Toda Y ninfa hechicera humana la la virgen bizantina ante su luz es fea: visión humana, a su luz es divina: esa es la virtud sacra de la divina Idea Cuya alma es una sombra que todo 138 Dea, lo ilumina. O EPITALAMIO BÁRBARO A Lugonea, Lí-L alba aun no aparece en su gloria de oro. Canta y el el mar con aliento del Teje la Y bosque el náyade la música de sus ninfas en coro campo se va cuajando en bruma. encaje de su espuma el inicia el himno de sus flautas de pluma. 139 RUBÉN DARÍO Es el momento en que el Se ve pasar. La tribu aulla salvaje caballero y el ligero Caballo es un relámpago, veloz como una A marea; su paso, asustada, se para La náyade interrumpe y el director del la labor que ejecuta bosque detiene — «¿Que pasa?^ desde y la idea. el la batuta. lecho pregunta Venus bella, Apolo: —«Es 140 Sagitario que ha robado una estrella.» RESPONSO ¡r ADHB y maestro mágico, liróforo celeste Que al instrumento olímpico y a siringa agreste la Diste tu acento encantador; Panida! Pan tú mismo, que coros condujiste Hacia el propíleo sacro que amaba tu alma triste, Al son del sistro y del tambor! 143 RUBÉN Que Que tu sepulcro DARÍO cubra de flores Primavera, se humedezca De amor si el áspero hocico de pasa por la fiera, allí; Que el fúnebre recinto visite Pan bicorne; Que de sangrientas rosas el fresco Abril y Que si de claveles de posarse quiere sobre Ahuyenten la te adorne rubí. la tumba el cuervo, negrura del pájaro protervo, El dulce canto de cristal Que Filomena O la vierta sobre tus tristes huesos, harmonía dulce de risas y de besos, De culto oculto y florestal. Que púberes canéforas te ofrenden el acanto, Que sobre tu sepulcro no se derrame el llanto. Sino rocío, vino, miel: Que Y el pámpano allí brote, las flores de Citeres, que se escuchen vagos suspiros de mujeres Bajo un simbólico 144 laurel! P I? o 3 A S PROFANAS Que si un pastor su pífano bajo el frescor del haya, En amorosos días, como en Virgilio, ensaya, Tu nombre ponga en la canción; Y que la virgen Con ansia'3 y náyade, cuando ese nombre escuche, temores entre las linfas luche, Llena de miedo y de pasión. De De noche, en la montaña, en las Visiones, la negra montaña pase gigante sombra extraña, Sombra de un Sátiro espectral; Que ella al centauro adusto con su grandeza asuste; De una extra-humana flauta la melodía ajuste A Y huya Tu el la harmonía tropel equino por la montaña vasta; rostro de ultratumba bañe la luna casta De compasiva Y sideral. el y blanca luz; Sátiro contemple sobre un lejano monte Una cruz que se Y 10 eleve cubriendo un resplandor sobre el la horizonte cruz! 145 CANTO DE LA SANGRE A Miguel Estrada. 'Jangre Luchas de Abel. Clarín de las batallas. fraternales; estruendos, horrores; Flotan las banderas, hieren las metrallas, Y visten la púrpura los emperadores. 147 RUBÉN Sangre La viña Y en el DARÍO del Cristo. El celeste da el órgano sonoro. celeste vino; labio sacro del cáliz de oro Las almas se abrevan del vino divino. Sangre de los martirios. El salterio. Hogueras; Icones, palmas vencedoras; Los heraldos rojos con que del misterio Vienen precedidas las grandes auroras. Sangre que vierte el cazador. El cuerno. Furias escarlatas y rojos destinos Forjan en las fraguas del obscuro Infierno Las fatales armas de ¡Oh sangre de los asesinos. las vírgenes! La lira. Encanto de abejas y de mariposas. La estrella 'de Venus desde el ciclo mira El purpúreo triunfo de las reinas rosas. 148 P I? o S Á S Sangre que Tambor a la la PROFANAS Ley vierte. sordina. Brotan las adelfas que riega y el la Muerte rojo cometa que anuncia la ruina. Sangre de los suicidas. Organillo. Fanfarrias macabras, responsos corales. Con que de Saturno celébrase el brillo En los manicomios y en los hospitales. 149 RECREACIONES ARQUEOLÓGICAS A Julio L . Jaimes. 1.— FRISO ^>ABE una fresca viña de corinto Que verde Del Dios En Un que simulacro de Atenas intacto pentélico labrara, día alegre, al deslumhrar La harmonía Y al artífice techo presta viril, el mundo del carro de la Aurora, en tanto que arrullaban sus ternezas 155 RUBÉN DARÍO Dos nevadas palomas vcnusinas Sobre rosal purpúreo y pintoresco, Como Vi el Olímpica flor de gracia llena, bello rostro de la rubia Eunice. No más gallarda se encamina al templo Canéfora Llega la gentil, ni musa más riente a quien favor prodiga El divino Sminteo, que mi amada Al tender hacia mí sus tersos brazos. Era la hora del supremo triunfo Concedido a mis lágrimas y ofrendas Por el poder de la celeste Cipris, y era el ritmo potente de mi sangre Verso de fuego que Cantaba ardiente de al la propicio vida el numen himno. Cuando mi boca en los bermejos labios De mi princesa de cabellos de oro Licor bebía que afrentara Por Que el al néctar. sendero de fragantes mirtos guía al blanco pórtico del templo. Súbitas voces nuestras ansias turban. 154 P I? PROFANAS o S Á S Lírica procesión al viento esparce Los cánticos rituales de Dionisio, El evohé de las triunfales fiestas, La algazara que enciende con su risa La impúber tropa de saltantes niños, Y el vivo son de músicas sonoras Que anima el coro de bacantes ebrias. En el concurso báquico el primero, Regando rosas y tejiendo danzas. Garrido infante, de Eros por hermoso Emulo y par, risueño aparecía. Y en pos de las ménades ardientes, de él el ebúrneas; en Y las Por pompa erigen mano el sistro, busto en que su Al aire Pomas la curvas caderas mal veladas las flotantes, desceñidas ropas, Alzaban sus cabezas que en consorcio Circundaban Y el la flor de Ciíerea pámpano fragante de Aun me parece que mis las viñas. ojos tornan Al cuadro lleno de color y fuerza: Dos robustos mancebos que los cabos De cadenas metálicas empuñan, Y cuyo porte y músculos de Ares Divinos dones son, pintada fiera 155 RUBÉN Que Con y felino DARÍO pezón nutrió en Hircania, gesto heroico entre la turba rigen; otros dos un leopaido cuyo cuello Gracias de Flora ciñen y perfuman y cuyos ojos en las anchas cuencas De furia henchidos sanguinosos giran. Pétalos y uvas y desde el De coruscantes Las urnas de Pasó el sendero alfombran, campo azul do Sagitario el flechas resplandece, la luz la tierra el tropel. En Lúgubre resonaba el la bañan. cercana selva grito de Atis, Triste pavor de la inviolada ninfa. Deslizaba su paso misterioso El apacible coro de las Horas. Eco volvía la acordafda queja De la flauta de Pan. joven gallardo, Más hermoso que Adonis y Narciso, Con el aire gentil de los efebos y la lira en las manos, al boscaje Como lleno de luz se dirigía. Amor pasó con 156 su dorada antorcha. P I? PROFANAS o S A S Y no lejos del nido en que las aves, Las dos aves de Cipris, sias arrullos Cual tiernas rimas a los aires dieran, Fui Que Y más feliz vio de que Lada Eunice pudo el la al luminoso cisne inmortal blancura, templo de la diosa Purpúrea ofrenda y tórtolas amables Llevar Vio el Cabe el día en que mi regio triunfo Dios viril la fresca en mármol cincelado viña de Corinto. 157 «.«o ^ II.— PALIMPSESTO L^SCRITA en viejo dialecto eolio Hallé esta página dentro un infolio y entre los libros de un monasterio Del venerable San Agustín, Un fraile acaso puso Que allí se el escolio encuentra; dómine De flacas manos y buen Hay sus lagunas. serio latín. 159^ R U B B N D A Q I ...Cuando los toros Dz las Que campañas, bajo los oros vierte el hijo de Hiperión, Pasan mugiendo, y en las eternas Rocas salvajes de las cavernas Esperezándose ruge el león; Cuando en las vírgenes y verdes parras Sus secas notas dan las cigarras, y en los panales de Himeto deja Su rubia carga la leve abeja Que en bocas rojas chupa la miel, Junto a los mirtos, bajo los lauros, En grupo lírico van los Con la harmonía de su Uno Que el mueve, cuello con gallardía en hermoso bajo-relieve a golpes mágicos Scopas haría; Otro alza Mientras 160 tropel. las patas rítmicas Otro alza Como centauros al aire las le manos blancas dora las fincas ancas O P I? PROFANAS o 3 Á S Con baño cálido la luz del sol; Y otro saltando piedras y troncos Va dando alegres sus gritos roncos Como el ruido de un caracol. Silencio. Señas hace ligero El que en la tropa va delantero; Porque a un recodo de campaña la Llegan en donde Diana se baña. Se oye Y el ruido de claras linfas a la algazara que hacen las ninfas. Risa de plata que el aire riega Hasta sus ávidos oídos Golpes en la llega; onda, palabras locas, Gritos joviales de frescas bocas, Y los ladridos de la trailla Que diana tiene junto a la Del fresco río, Blanca y desnuda ella como una Tanta blancura que Abre los ojos de 11 orilla donde está al estrella. cisne injuria la lujuria: 161 RUBÉN Sobre las Vuela el Con su DARÍO márgenes y rocas áridas enjambre de las cantáridas bruñido verde metálico, Siempre propicias culto fálico. al Amplias caderas, pie fino y breve; Las dos colinas de rosa y Cuadro soberbio de nieve... tentación! ¡Ay del cuitado que a ver se atreve Lo que fué espanto para Actcón! Cabellos rubios, mejillas tiernas. Marmóreos cuellos, rosadas piernas, Gracias ocultas del lindo coro, En herido cristal sonoro; el Seno en que hiciérase sagrada copa; Tal ve en silencio ardiente tropa. la ¿Quién adelanta su firme busto? . ¿Qirón experto? ¿Folo robusto? Es Su el más joven piel y es el más es blanca, crespo Los cascos finos, y en la bello; el cabello, mirada Brilla del sátiro la llamarada. En un A 162 instante, veloz y listo, una tan bella como Kalisto, P P o S Ninfa que a Saca de PROFANAS A S la la alta diosa acompaña, onda donde se baña: La grupa vuelve, raudo galopa; toro raptor de Europa Tal iba el Con orgullo de su conquista. el ¿A dó va Diana? Viva La planta alada, la vista la cabellera Mojada y suelta; terrible, fiera, Corre del monte porja extensión; Ladran sus perros enfurecidos; Entre sus dedos humedecidos Lleva una flecha para Ya a ladrón. los centauros a ver alcanza La cazadora; ya Y el el dardo lanza, un grito se oye de hondo dolor: La casta Mató divina de la venganza al raptor... La tropa rápida se esparce huyendo, Forman los cascos sonoro estruendo. 165 R U B N DARÍO Llegan las ninfas. Lloran. ¿Qué ven? En la carrera Con su saeta A 164 la la cazadora castigadora robada mató También. EL REINO INTERIOR A Eugenio de Castro ... >, y with Psychia, ni^y sou/f PdE. u [na selva suntuosa En Un el azul celeste su rudo perfil calca. camino. La Cual la tierra es que pinta En sus Vidas de fra de color de rosa, Doménico Cavalca santos. Se ven extrañas flores 165 RUBÉN De Y la flora gloriosa DARÍO de los cuentos azules, ramas encantadas, papemores entre las Cuyo canto extasiara de amor a los bulbules. (Papemor: ave rara, Bulbules: vms^ñorzs.) Mi alma frágil se De la torre terrible La gentil La vida Y a la ventana obscura Primavera primavera le diría le augura. sonríe rosada y halagüeña. exclama: «¡Oh fragante ella Se asoma en que ha treinta años sueña. que el mundo día! ¡Oh sublime dia! está en flor; se diría Que el corazón sagrado de la tierra se mueve Con un ritmo de dicha; luz brota, gracia llueve. ¡Yo soy Y las la prisionera que sonríe y que canta! > manos liliales agita, como infanta Real en los balcones del palacio paterno. ¿Qué son Por el se escucha, son lejano, vago y tierno? lado derecho del camino, adelanta El paso leve una adorable teoría Virginal. Siete blancas doncellas, semejantes A siete blancas Que el 166 rosas de gracia y de harmonía alba constelara de perlas y diamantes. P o ¡^ PROFANAS A S S ¡Alabastros celestes habitados por astros: Dios se Sus Van refleja en esos dulces alabastros! vestes son tejidas del lino de la luna. Se mira que posan el pie breve rosado suelo como una flor de nieve, descalzas. Sobre y Jos el cuellos se inclinan, imperiales, en una Manera que Como al Tal divino el lo excelso pregona de su origen. compás de un verso su^suave paso Sandro dejara en sus Esos graciosos gestos en esas Como rigen. figuras, líneas puras. a un velado son de liras y laudes. Divinamente blancas y castas pasan esas Siete bellas princesas. Son Y esas bellas princesas las siente Virtudes. Al lado izquierdo del camino y paralcla- Meníe, siete mancebos— oro, seda, escarlata. Armas ricas de Oriente— hermosos, parecidos A los satanes verlenianos de Ecbatana, Vienen también. Sus labios sensuales y encendidos, De efebos criminales, son cual rosas sangrientas; Sus puñales de piedras preciosas revestidos —Ojos de víboras de luces fascinantes- Al cinto penden; arden las púrpuras violentas 167 U B DARÍO N É En los jubones; ciñen las cabezas triunfantes Oro y rosas; sus ojos, ya lánguidos, ya ardientes, Son dos carbunclos mágicos de fulgor sibilino, Y en sus manos de ambiguos príncipes decadentes,. Relucen como gemas las uñas de oro fino. Bellamente infernales, Llenan el aire de hechiceros beneficios Esos siete mancebos. Y son los siete Vicios, Los siete poderosos pecados capitales. Y los siete mancebos a las siete doncellas Lanzan vivas miradas de amor. Las Tentaciones. De sus arrancan vagos sones. liras melifluas Las princesas prosiguen, adorables visiones En su blancura de palomas y de estrellas. Unos Y el y otras se pierden por la vía de rosa, alma mía queda pensativa a su paso. — ¡Oh! ¿qué hay en «¡Oh! ¿qué hay en ¿Acaso piensas en ti, ti, la alma mía? mi pobre infanta misteriosa? blanca teoría? Acaso ¿Los 168 brillantes mancebos te atraen, mariposa?» P PROFANAS o S A S I? Ella no me responde. Pensativa se aleja de la obscura ventana, —Pensativa y risueña, De y la Bella-durmiente-del-Bosque tierna hemana— se adormece en donde Hace Y ¡Oh treinta años sueña. en sueño dice: «¡Oh dulces delicias de los cielos! tierra sonrosada que acarició mis ojos! — ¡Princesas, envolvedme con vuestros blancos velosl "¡Príncipes, estrechadme con vuestros brazos rojos!» 169 COSAS DEL A V^UENTA Barbcy, Una hazaña del Pura como una CID Francisco A. de Icaza. en versos que valen bien su prosa Cid, fresca perla. No como una se oyen en rosa, la hazaña 171 RUBÉN Resonar en Ni el DARÍO viento las trompetas de España, azorado moro las tiendas abandona el Al ver al sol el alma de acero de Tizona. Babieca descansando del Tranquilo pace, mientras Sale a gozar del aire de Ríe primavera, y la Abre lirios el el la huracán guerrero, bravo caballero estación florida. vuelo de vida y sueños en el jardín del mundo. Rodrigo de Vivar pasa, meditabundo. Por una senda en donde, bajo Tendiéndole la mano, Frente a frente, y Y el Y soberbio príncipe del estrago- horror animado, como la viviente infecta los suburbios de al Cid tiende la sol glorioso, detiene un leproso. la victoria, joven, bello Que Y el le el mano cl Santiago, carroña hedor y de ponzoña. siniestro mendigo^ su escarcela busca y no encuentra Rodrigo. — ¡Oh, Cid, una limosna!— dice Te ofrezco 172 la el precito. desnuda limosna de mi —Hermano mano!— P Dice La PROFANAS o S A S I^ el Cid; y, quitando su férreo guante, extiende diestra al miserable, Tal es Como Yo el que sucedido que el llora y que comprende. Condestable escancia un vino precioso en su copa de Francia. agregaré este sorbo de licor castellano: Cuando su guantelete hubo vuelto a la mano El Cid, siguió su rumbo por la primaveral 3enda. Un pájaro daba su nota de cristal En un árbol. El cielo profundo desleía Un perfume de gracia en la gloria del día. Las ermitas lanzaban en 3u melodiosa lluvia el aire sonoro de tórtolas de oro; El alma de las flores iba por los caminos A Y unirse a la piadosa voz de los peregrinos, el gran Rodrigo Díaz de Vivar, satisfecho, Iba cual si llevase una estrella en el pecho. Cuando de la Sutil, salió una niña vestida de inocencia, Una Y campiña, aromada de esencia niña que fuera una mujer, de franca angélica pupila, y muy dulce y muy blanca. 173 RIO R U Una niña que fuera un hada o que surgiera Encarnación de Y N B fué al Cid y la D divina primavera. le dijo: «Alma de amor y fuego, Por Jimena y por Dios un regalo íe Esta rosa naciente y este fresco laurel.» entrego, Y el Cid, sobre su yelmo las frescas hojas siente,, En su guante de hierro hay una flor naciente, Y en lo íntimo del alma como un dulzor de miel. 174 DEZIRES, LAYES Y CANCIONES 175 DECIRES, LAYES Y CANCIONES Dezir. (A la R.EiNA manera de Johan de Duenyas.) Venus, soberana capitana de deseos y pasiones, en la tempestad humana por ti mama sangre de los corazones. Una copa me dio el sino y en ella bebí tu vino me embriagué de dolor, pues me hizo experimentar y que en hay 12 la el vino del amargura amor del mar. 177 RUBÉN Di al DARÍO olvido turbulento sentimiento, y hallé un sátiro ladino que dio a mi labio sediento nuevo aliento, nueva copa y nuevo vino. y al llegar la primavera, en mi roja sangre fiera triple llama fué encendida: yo flamante al amor entrego vendimia de mi vida la bajo pámpanos de fuego. En la fruta misteriosa, ámbar, rosa, su deseo sacia el labio, y en viva rosa se posa, mariposa, beso ardiente o beso sabio. ¡Bien haya que En el sátiro griego el dulce juego! reino de mi aurora no hay 178 el me ensenó ayer,' hoy ni mañana; danzas de ahora danzo las con música pagana. la P ¡? PROFANAS o 3 A S FFINIDA Bella a quien la suerte avara ordenara martirizarme a ternuras, dio una negra perla rara Luzbel para diadema de locuras. tu O/ro Ponte el traje conviene a tu Luego, Mía, el azul que más rubio encanto. te otro, color de y Dezi'r. pondrás amaranto, que rima con tus ojos y aquel de reflejos rojos que a En pon en el blancor sienta tanto. obscuro cabello las perlas el pon tu que conquistas; columbino cuello el collar de amatistas, 179 RUBÉN DARÍO y ajorcas cn los tobillos de topacios amarillos y esmeraldas nunca vistas. Un camarín te decoro donde sabrás |la lección que dio a Angélica Medoro y a Belkiss dio Salomón; arderá mi sangre loca, y en te el vaso de sorberé el tu boca corazón. Luz de sueño, flor de mito, tu admirable cuerpo canta la gracia de Hermafrodiío con lo aereo de Atalanta; y de tu beldad ambigua la evocada musa antigua su himno de carne levanta. Del ánfora en que está vino anacreóntico bebe; Febo arruga el entrecejo y Juno arrugarlo debe, mas 180 la joven Venus ríe el viejo PROFANAS P P o S A S y Eros su filtro deslíe en los cálices de Hebe. Lay. (A la manera de Johan de Torres.) ¿Qué pude yo hacer para merecer la ofrenda de ardor de aquella mujer como a Ester, maceró el Amor? a quien, Intenso licor, perfume y color me hiciera sentir su boca,,de díle el flor; alma por tan dulce clix>r. Canción, (A la manera de Amor tu Valíicrra.) ventana enflora V tu amante esta mañana 181 RUBÉN DARÍO preludia por en la lira de í¡ la una diana Aurora. Desnuda sale y del cabello el la bella, tesoro pone una nube de oro en desnudez de la y en de estrella: matutina hora la la clara fuente la salutación mana pagana de las náyades a Flora. En el sobre al el cristal beso de la incita onda sonrisa de Gioconda la en y baño el el rostro de Afrodita; cuerpo que adolescente, se la luz dora, hermana con las formas de Diana la celeste Y con cazadora. mientras el la hermosa juega sonoro diamante, más encendido que amante 182 P ¡? PROFANAS o S A S el fogoso amante llega a su divina señora. FFIN Pan, de su flauta desgrana un canto que, en la mañana, perla a perla, ríe y llora. Que el amor no admite cuerdas (A la manera de Santa reflexiones. Ffe.) Señora, amor es violento, y cuando nos transfigura nos enciende la el pensamiento locura. No pidas paz a mis brazos que a los tuyos tienen presos: son de guerra mis abrazos y son de incendio mis besos; y sería vano intento el tornar mi mente obscura si me enciende el pensamiento la locura. 185 RUBÉN Clara está D la A mente mía de llamas de amor, señora, como o el la tienda del día palacio de la aurora, y al te persigue mi ventura, y me perfume de enciende el tu ungüento pensamiento la locura. Mi gozo tu paladar rico panal conceptúa, como en el santo Cantar: Me¡ et lac sub lingua tua. La delicia de tu aliento en tan fino vaso apura, y me enciende el pensamiento la locura. Loor. (A la manera de! ¿A qué comparar mismo.) la pura arquitectura de tu cuerpo? ¿A una torre de oro y marfil? 184 sutil Q I O P ¡? PROFANAS o S Á S ¿O a de Abril la loggia florecida? Luz y vida iluminan lo inferior, y el amor tiene su antorcha encendida. Quiera darme la el garzón de Ida henchida copa, y Juno pompa su del la oriental pavón real, crital Castalia, y yo, apolonida, la dormida cuerda haré cantar por luz la que está dentro de tu cuerpo prendida. La blanca pareja anida adormecida: aves que bajo ha colocado el el corpino dios niño, rosa, armiño, mi mano sabia os convida 185 RUBÉN a DARÍO vida. la Por los boscosos senderos viene Eros a causar la dulce herida. FFIN Señora, suelta 'a brida y tendida mi corcel de fuego la crin, va; en a tu él llego campaña florida. Copla Esparga, (A la manera del ¡La gata blanca! mismo.) En el lecho maya se encorva, se extiende. Un rojo rubí se enciende sobre los globos del pecho. Los desatados cabellos la divina espalda aroman. Bajo la camisa asoman dos cisnes de negros cuellos 186 P I? o S A S PROFANAS TORNADA LIBRE Princesa de mis locuras, que tus cabellos desatas, di, ¿por qué las blancas gatas gustan de sedas obscuras? 187 LAS ÁNFORAS DE EPICURO La U IRA Hacen Y el signo, sutil al agitar el tallo espiga. que los dedos del viento que se inclina se alza en una rítmica virtud de movimiento. Con el áureo pincel de la flor de la harina 189 RUBÉN Trazan sobre la tela DARÍO azul del firmamento El misterio inmortal de la tierra divina y el alma de las cosas que da su sacramento En una interminable frescura matutina. Pues en De la paz del campo las floridas faz de Dios la urnas místico incienso aroma El vastor altar en donde triunfa Aún verde la azul está y cubierto de flores Bajo sus ramas llenas de amor pace y en la espiga de oro y luz duerme La Joven, te ofrezco el el la madero, cordero misa. don de esta copa de Para que un día puedas calmar 190 el sonrisa; fuente. La sed que con fuego más que Mas debes asoma. la la plata sed ardiente, muerte mata. abrevarte tan sólo en una fuente, P PROFANAS o 3 Á S ¡^ Otro agua que la suya tendrá que serte ingrata, Busca su oculto origen en Donde la interna Junto al árdol que llora y la Guíete el gruta viviente la música de su cristal desata^ roca que siente. misterioso eco de su murmullo, Asciende por los riscos ásperos del orgullo, Baja por la constancia y desciende al abismo Cuya entrada sombría guardan siete Son los Siete Pecados las siete bestias Llena la copa y bebe: la fuente está en panteras: fieras. ti mismo. Palabras de la Satiresa. Un día oí una risa bajo Vi brotar de lo verde dos la fronda espesa, manzanas lozanas; Erectos senos eran las lozanas manzanas Del busto que bruñía de sol Era una Satiresa de mis Que hace la Satiresa: fiestas paganas, brotar clavel o rosa cuando besa; 191 R U N B B D A R i Y furiosa y ricníc y que abrasa y que mesa, Con los labios manchados por las moras tempranas. «Tú que Alma que me fuiste, el sol Sabe que está un antiguo argonauta, dijo, sonrosa y que el la mar zafira, secreto de todo ritmo y pauta En unir carne y alma a la esfera que gira, Y amando a Pan y Apolo en la lira y la flauta, Ser en la flauta Pan, como Apolo en la lira. La Pues la anciana Que encantó el dijo: mira esta rosa seca aparato de su estación un día: El tiempo que los No me anciana. muros altísimos derrueca privará este libro de su sabiduría. En esos secos pétalos hay más filosofía Que la que darte pueda tu sabia biblioteca; Ella en mis labios Con que 192 pone la mágica armonía en mi torno encarno los sueños de mi rueca. P «Sois un hada», Y de PROFANAS o S A 3 /^ Ic dije: primavera celebro la cSoy un hada, me el dijo: regocijo Dándoles vida y vuelo a estas hojas de rosa.» Y Y íransform.ósc en una princesa perfumada, en el Vólo la aire sutil, de los rosa seca dedos del hada como una mariposa. Ama fu ritmo... Ama tu ritmo y ritma tus Bajo su ley, así como acciones tus versos; Eres un universo de universos Y tu alma una fuente de canciones. La celeste unidad que presupones Hará brotar en Y al ti mundos diversos, resonar tus números dispersos Pitagoriza en tus constelaciones. Escucha la retórica divina Del pájaro del aire y la nocturna Irradiación geométrica adivina; 13 193 É DARÍO R U Mata la indificcncia taciturna B h y engarza perla y perla cristalina En donde la verdad vuelca su urna. A los poetas risueños. Anacrconte, padre de Ovidio, sacerdote de Quevedo, en cuyo la la sana alegría; ciencia amorosa; cáliz licor jovial rebosa; Banville, insigne orfeo de la sacra Y A con vosotros toda quien habla el la grey Harmonía, hija del día, amante corazón de Abejas que fabrican sobre la la rosa, humana prosa En sus Himetos mágicos mieles de poesía: Prefiero vuestra risa sonora, vuestra musa Risueña, vuestros versos perfumados de vino, A los versos de Que opone y el sombra y a la canción confusa numen bárbaro al resplandor latino; ante la fiera máscara de la fatal Medusa, Medrosa huye mi alondra de canto 194 cristalino. P PROFANAS o S Á 3 f? La hoja de oro. Sn el verde laurel que decora la frente Que besaron los sueños y pulieron las horas, Una hoja suscita como la luz naciente En que entreabren sus ojos de fuego las auroras; O las solares pompas, o los fastos de Oriente, Preseas bizantinas diademas de Theodoras, O la lejana Y adonde Cólquida que Hoja de oro Pues para Con el el soñador presiente los jasones dirigirán las proras. rojo, mayor es tu valía, tus colores imperiales evocas triunfo de otoño y la sangre del día. El marfil de las frentes, la brasa de las bocas, y la Por autumnal tristeza de las vírgenes locas la Lujuria, madre de la Melancolía. Marina. Como al fletar mi barca con destino a Citeres Saludara a las olas, contestaron las olas 195 RUBÉN DARÍO Con un saludo alegre de voces de mujeres. y los faros celestes prendían sus farolas, Mientras temblaba «Adiós -dije suave crepúsculo el países que - me violeta. fuisteis esquivos; Adiós peñascos enemigos del poeta; Adiós costas en donde se secaron las viñas, Y cayeron los términos en los vosques de olivos. Parto para una tierra de rosas y de niñas, Para una isla melodiosa Donde más de una musa me ofrecerá una rosa.» Mi barca era la misma que condujo a Gauticr Y Y que Vcrlaine un día para Chipre fletó, provenía de El divino astillero del divino Watteau. Y Y A mar de ensueño, empezaba en su rueca de oro era un celeste la luna hilar los mil hilos de su manto sedeño. Saludaba mi paso de las brisas el coro y a dos carrillos daba redondez a las velas. En mi alma cantaban celestes filomelas Cuando oí que en la playa sonaba como un grito. Volví Que la vista y vf que era una ilusión dejara olvidada mi antiguo corazón. Entonces, fijo del a?ur en lo infinito, Para olvidar del todo las amarguras 196 viejas, P Como y Aquilcs un día, les dije en Una la me tapé las orejas. a las brisas: «Soplad, soplad Soplad hacia y PROFANAS o S A S f? de las costas la isla de la más fuerte; Vida.» playa quedaba desolada y perdida ilusión que aullaba como un perro a la Muerte. Dafne. jDafne, divina Dafne! Buscar quiero la leve Caña que corresponda Haré de Que ella a tus labios esquivos; mi flauta e inventaré motivos extasiarán de Al canto mío el amor a los cisnes de nieve. tiempo parecerá más breve; Como Pan en el campo haré danzar los chivos; Como Orfco tendré los leones cautivos, y moveré el imperio de Amor que todo mueve. y Que Con todo será, Dafne, por en la de la pasión del dios el la fibra sutil la virtud secreta caña coloca sueño del poeta; 197 RUBÉN Porque si de DARÍO la flauta la boca mía toca El sonoro carrizo, su misterio interpreta Y armonía nace del beso de la tu boca. La gitanilla, A Carolus Duran. Maravillosamente danzaba. Los diamantes Negros de sus pupilas Era vertían su destello; bello su rostro, era un rostro tan bello Como el de las gitanas de don Miguel Cervantes. Ornábase con rojos claveles detonantes La redondez obscura y la del cabeza firme sobre Tenía la casco el del cabello, bronce del cuello patina de las horas errantes. Las guitarras decían en sus cuerdas sonoras Las vagas aventuras y las errantes horas, Volaban los fandangos, daba el clavel fragancia; La gitana, Sintió cómo embriagada de lujuria y cariño, caída dentro de su corpino El bello luis de oro del artista de Francia. 198 P PROFANAS o S A S I? A maestre Gonzalo de Berceo. Amo tu delicioso alejandrino Como el de Hugo, espíritu de España; Este vale una copa de champaña Como Mas La aquél vale «un vaso do bon vino». a uno y otro pájaro divino primitiva cárcel es extraña; El barrote maltrata, Que el grillo Así procuro que en Tu la luz resalte antiguo verso, cuyas alas doro Y hago brillar Tiene y daña, vuelo y libertad son su destino, con mi moderno esma'te; la libertad vuelve, Trayendo como al con el puño del azul rimas decoro el gerifalte, de oro. Alma mía. Alma Todo mía, perdura en tu idea divina; está bajo el signo de un destino supremo; 199 . RUBÉN Sigue en Por el Corta En tu rumbo, sigue hasta camino que hacia la flor al el río Saluda DAR la paso, deja Esfinge la te encamina. dura espina; de oro lleva a compás el ocaso extremo el el remo; rudo arado del rudo Triptolemo, y sigue como un dios que sus sueños destina. y y sigue como un dios que y los astros del cielo te mientras Ramos de la retórica del la la dicha estimula, pájaro te adula acompañan, y los Esperanza surgen primaverales, Atraviesa impertérrita por el bcsque de males Sin temer las serpientes; y sigue, como un Yo persigo una forma. yo . persigo una forma que no encuentra mi Botón de pensamiento que busca ser Se anuncia con un beso que en mis Al abrazo imposible de la Venus de 200 dios. la estilo, rosa; labios se posa Milo. P I? PROFANAS o S Á S Adornan verdes palmas el blanco Los asiros me han predicho Y en mi alma reposa la luz la peristilo; visión de la Diosa; como reposa El ave de la luna sobre un lago tranquilo. y no La hallo sino la palabra que huye. iniciación melódica que de la flauta fluye Y la Y bajo la ventana de mi Bella-Durmiente, barca del sueño que en el espacio boga; El sollozo continuo del chorro de Y el la fuente cuello del gran cisne blanco que me interroga. 201 uESrsrírrtíírítíí?^ ^ Tl^ ÍNDICE Págs. Palabras liminares 7 prosas profanas Era un aire suave -Divagación Sonatina Blasón Dei 15 23 55 59 campo Alaba los ojos negros de Canción de Carnaval Para una cubana Para la misma Bouquet 45 Julia 47 51 57 59 65 Gargoniére 65 69 El Faisán El país del sol 75 Margarita 77 Mía 79 Dice Mía 81 203 N D Págs. Heraldos líe, missa esí Coloquio de los centauros 83 85 89 VARIA El poeía pregunta por Stella Pórtico 107 Elogio de 119 la seguidilla 109 El cisne 125 La página blanca Año nuevo 125 Sinfonía en gris 129 mayor 133 La Dea 137 Epitalamio bárbaro 139 VELAINE Responso Canto de la sangre 1 1 43 47 RECREACIONES ARQUEOLÓGICAS I. Friso 153 II. Palimp^sto 159 El REINO INTERIOR Cosas del Cid 171 Dezires, layes y canciones 177 Las Ánforas de Epicuro 189 204 165 PRIMERA Y ÚNICA EDICIÓN DE LAS OBRAS COMPLETAS DEL GLORIOSO POETA H SPANO-AMERIC ANO i RUBÉN DARÍO cuidadosamente seleccionadas, corregidas c impresas en tomos de 300 a 400 páginas, con magníficas decoraciones del insigne artista ENRIQUE Se OCHOA publica un volumen mensual. Para la adquisición de estas colecciones se admi- ten suscripciones a los precios siguientes: Suscripción anual o sea de doce volúmenes-. ^ En España. 40 En rústica En tela con planchas doradas 52 58 En pasta española Volumen En En En rústica ptas. » Extranjero^ 45 pesetas. » 55 » 62 3,50 * . » 4,50 ptas. 5,00 Las suscripciones, tanto a España como jero, se servirán el suelto: con planchas doradas. pasta española tela » En » al Extran- FRANCO DE PORTE y se cobra- rán por SEMESTRES ADELANTADOS EDICIÓN ESPECIAL para BIBLIÚFILOS Además se hará una tirada extraordinaria de cien colecciones numeradas, impresas en papel fabricado especialmente y encuadernadas en pergamino, que se servirán únicamente por suscripción en las mismas condiciones que las anteriores, al precio de DIEZ PESETAS CADA En cada tomo TOMO se harán constar los nombres de los suscriptores a todas las colecciones, tanto de la edición corriente como de ésta, especialmente dedicada a el bibliófilos, la cual llevará interesado, su nombre o además, si así lo iniciales en la tapa desea de en- cuademación, sin ningún otro adorno; pero si el suscriptor desea que la tapa vaya decorada a mano por el Sr. Ochoa, habrá de aumentar otras 10 ptas. por este trabajo. Cada tomo llevará distinta decoración. Para suscripciones y pedidos de ejemplares, girse a la casa administradora de esta edición, EDITORIAL Barbieriy 1 diri- MUNDO LATINO duplicado.-Apartado 502 MADRID Las librerías de España y América deberán sus pedidos a la dirigir SOCIEDAD GENERAL ESPAÑOLA DE LIBRERÍA, DIARIOS, REVISTAS Y PUBLICACIONES Ferraz, 21. — = (S. A.) = Madrid. PQ 7519 D3 1917 Darío, Rubín Obras completas V.2 PLEASE CARDS OR DO NOT REMOVE SLIPS UNIVERSITY FROM THIS OF TORONJO POCKET LIBRARY ^-^^^