El pueblo de colores - Chile Crece Contigo

El pueblo de colores
De todas las historias que me contaba
mi mamá cuando era chica, una de mis
favoritas era la del Norte de Chile.
Había una vez un pueblo que era
completamente gris...
¡Sí! completamente gris.
Amigo Sol
El día ya llegó
Hora de despertar
Lucas a jugar...
Corre pelota
Te alcanzaré
Toco y pateo
Un gol haré
Amigo sol
El mediodía llegó
Hora ya de comer
Lucas a crecer...
Libro de cuentos
Me llevarán
A una aventura
Con gran final
Amiga Luna
La noche ya llegó
Hora de descansar
Lucas a soñar...
-¡Oh! ¡Soñé que hacía más de diez goles! Ya salió el sol, qué rico! Voy a ir a jugar a la pelota.
Lucas corrió a jugar, pero cuando
llegó a la cancha vio a un cóndor
que estaba posado sobre el arco.
- ¡Oh! ¡Un cóndor!
- Sí, soy Aucamán el cóndor.
- ¿Cómo llegaste acá?
- Volando... ¿Te gustaría volar?
- ¿Podemos?
- ¡Sí! Con mis grandes alas,
levantemos el vuelo ya...
Aucamán el cóndor
Con sus alas va
Arriba y abajo
Levanta el vuelo ya
De la cordillera
Es su majestad
No hay otro más grande
En nuestro escudo está
Golpea mi cara
El viento al pasar
Juntos somos reyes
Reyes al volar
- ¡Guau! Está como
en las historias de mis
libros de cuentos.
- Y en tus cuentos,
¿suceden cosas
increíbles?
- Sí, ¿por qué?
-Sácame una pluma
y verás.
- ¿Cuál? ¿Ésta?
- ¡Ay, no...esa duele!...
Tampoco... Esa me da
cosquillas...
Una de colores.
Lucas sacó la única pluma de
colores que tenía Aucamán
Frutilla, tomate , guinda...
Oro , limón, sol...
Cielo, mar ¿Qué será?...
- Fíjate que tu pueblo es
de color gris...Con la pluma
podemos pintarlo de colores...
Pasto, tréboles, lechuga...
Troncos, tierra, lentejas...
Elefantes, cemento, delfín...
Lucas levantó la pluma y
comenzaron a pintar todo de
colores...Azul, Rojo, Celeste,
Amarillo...Derramaron los colores
sobre el pueblo.
Todos los colores
Que en el mundo hay
Son muy importantes
para imaginar
Y los multicolores
Podemos nombrar
están en todas partes
Y son de verdad
Arcoiris, mariposas, flores
Banderas, peces, pinturas
Pavo real, camaleón, helados
Y desde ese día, gracias a Lucas y
Aucamán, los colores se quedaron
en el pueblo para siempre.