Malaria Control Project - Marathon Oil Corporation
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Malaria Control Project - Marathon Oil Corporation
Bioko Island Isla de Bioco Malaria Control Project TEN YEAR ANNIVERSARY Proyecto de Control del Paludismo DÉCIMO ANIVERSARIO This book commemorates the 10th anniversary of the life-saving Bioko Island Malaria Control Project in Equatorial Guinea. It tells the story of the people who are working together and overcoming challenges with the common goal of eliminating deadly malaria from Bioko Island. What is malaria? Malaria is caused by parasites that are transmitted to people through the bites of infected mosquitoes. In the human body, the parasites multiply in the liver, and then infect red blood cells. – World Health Organization Este libro conmemora el décimo aniversario del Proyecto de Control del Paludismo en la Isla de Bioco que salvó tantas vidas en Guinea Ecuatorial. Cuenta la historia de la gente que trabaja en estrecha colaboración y supera las dificultades que se le presentan en pro del objetivo común de eliminar la mortal enfermedad de paludismo en la Isla de Bioco. ¿Qué es el paludismo? El paludismo es causado por un parásito que se transmite a través de la picadura de mosquitos infectados. En el organismo humano, los parásitos se multiplican en el hígado y después infectan los glóbulos rojos. – Organización Mundial de la Salud 1 Malaria: The number one killer on Bioko Island “By bringing together an integrated team of companies from the private sector, leading health specialists, and Equatorial Guinea’s Ministry of Health and Social Welfare, we created a successful partnership and a malaria intervention model for the whole of sub-Saharan Africa.” — His Excellency Teodoro Obiang Nguema Mbasogo President of the Republic of Equatorial Guinea F or generations, families on Bioko Island, Equatorial Guinea, have understood the significant risk that they would lose loved ones to the scourge of mosquito-borne malaria. The island of more than 250,000 residents had one of the highest rates of malaria transmission in the world. The virulent infectious disease accounted for more than one-third of all deaths on Bioko Island, and the most vulnerable people had the highest risk of succumbing to malaria: children under 5 years of age, pregnant women with reduced immunity to malaria and people with HIV/AIDs. As recently as the early 2000s, malaria was the number one cause of death among children on Bioko Island. Children and adults who survived a bout of malaria frequently suffered repeated episodes of malarial fever, anemia and other symptoms because they did not acquire sufficient protective immunity. Malaria threatened the health, productivity and financial wellbeing of the people of Bioko Island, but no island-wide measures were in place to control the preventable disease. In 2003, this deadly situation began to change when a unique public-private partnership launched the Bioko Island Malaria Control Project (BIMCP). The project was a collaborative effort of Marathon Oil Corporation and its business partners (Noble Energy, GEPetrol and SONAGAS), the private nongovernmental organization (NGO) Medical Care Development International (MCDI), and the Government of Equatorial Guinea. Together, they committed to reducing malaria transmission with the aim of eliminating malaria, and in doing so to reduce illness and deaths caused by malaria. The BIMCP set out on a far different course than government-run malaria control programs and industry public health programs at the time. Working together to reach common goals, the partnership achieved technical and public health successes that the individual partners could not have accomplished working alone. Over the last decade, Phases I and II of the BIMCP substantially reduced the number of malaria cases while overcoming numerous operational challenges. The partners pioneered an integrated intervention program that has transformed malaria control efforts around the world. Project data collected and analyzed on all facets of malaria control and treatment have become the benchmark in global malaria elimination efforts. The BIMCP’s successes and challenges have been widely shared through scientific publications and the press. As a result of the BIMCP, many families on Bioko Island have experienced a dramatic reduction in the many impacts of malaria, and have begun to forget the toll that malaria once took on children and pregnant women. Malaria transmission is down by nearly 70 percent among children 2 to 14 years old, and malaria-related deaths of children under age 5 have declined by 65 percent. Improved health and wellbeing is helping to reduce the economic burden of malaria and alleviate poverty. Even after a decade of impressive inroads against malaria and partner investments totaling approximately US $50 million, malaria persists on Bioko Island. Yet, the challenges and opportunities have only renewed the partners’ resolve to fight the disease. In 2013, they agreed to extend the BIMCP through 2018 to continue the use of standard anti-malaria control measures. In addition, the BIMCP and Equatorial Guinea will play a major role researching a promising vaccine designed to prevent parasite infection and disease in people and block transmission of malaria. If this vaccine proves effective and is licensed for use, malaria experts are optimistic that the vaccine, when used together with the other established control measures, will wipe out malaria on Bioko Island. 2 Paludismo: La primera causa de muerte en la isla de Bioco. “Al reunir un equipo integral de empresas del sector privado, prestigiosos especialistas en salud y el Ministerio de Sanidad y Bienestar Social de Guinea Ecuatorial, creamos una alianza exitosa y un modelo de intervención para el paludismo que sirve para todos los países de África Meridional”. — Su Excelencia, Teodoro Obiang Nguema Mbasogo Presidente de la República de Guinea Ecuatorial D urante generaciones, las familias en la Isla de Bioco, Guinea Ecuatorial, han sabido que corren un gran riesgo de perder a un ser querido como consecuencia del flagelo que representa el paludismo transmitido por los mosquitos. La isla de más de 250.000 habitantes tenía uno de los índices más elevados de transmisión de paludismo en el mundo. Esta virulenta enfermedad infecciosa representaba más de un tercio de todas las muertes en la Isla de Bioco y las personas más vulnerables corrían más riesgo de sucumbir al paludismo: los niños menores de 5 años, las mujeres embarazadas con menor inmunidad al paludismo y la gente con VIH/SIDA. Hasta principios del siglo XXI, el paludismo era la primera causa de muerte infantil en la Isla de Bioco. Los niños y adultos que sobrevivían a un brote de paludismo con frecuencia sufrían episodios repetidos de fiebre palúdica, anemia y otros síntomas ya que no adquirían suficiente inmunidad protectora. El paludismo representaba una amenaza para la salud, productividad y bienestar económico de la gente de la Isla de Bioco, pero no se habían implementado medidas para controlar esta enfermedad prevenible en toda la isla. En 2003, esta situación mortal comenzó a cambiar gracias a una singular alianza entre los sectores público y privado que lanzaron el Proyecto de Control del Paludismo en la Isla de Bioco (PCPIB). El proyecto fue una colaboración de Marathon Oil Corporation y sus socios comerciales (Noble Energy, GEPetrol y SONAGAS), la organización no gubernamental Medical Care Development International (MCDI) y el Estado de Guinea Ecuatorial. En conjunto, se comprometieron a reducir la transmisión del paludismo con el objeto de eliminar la enfermedad y, de ese modo, reducir los casos de enfermedad y muerte causados por el paludismo. El PCPIB trazó un curso muy diferente a los programas de control del paludismo manejados por el estado y los programas de salud pública de la industria que estaban vigentes en esa época. Esta alianza trabajó en estrecha colaboración para lograr objetivos comunes y llegó a tener éxitos técnicos y de salud pública que sus integrantes no podrían haber alcanzado si hubieran actuado en forma individual. Durante la última década, las Fases I y II del PCPIB redujeron sustancialmente la cantidad de casos de paludismo a la vez que superó muchos otros desafíos operativos. Los aliados estuvieron a la vanguardia con el programa de intervención integral que transformó las actividades destinadas a controlar el paludismo en todo el mundo. Los datos que el proyecto recabó y analizó en todas las facetas del control y tratamiento del paludismo se han convertido en referencia para todas las actividades mundiales de eliminación del paludismo. Los aciertos y las dificultades del PCPIB han sido ampliamente compartidas en publicaciones científicas y la prensa. Como resultado del PCPIB, muchas familias que viven en la Isla de Bioco han vivido una marcada reducción en los muchos efectos que tiene el paludismo y han empezado a olvidarse de los estragos que solía causar el paludismo en los niños y las mujeres embarazadas. La transmisión del paludismo disminuyó en casi 70% entre los niños de 2 a 14 años y las muertes infantiles asociadas con el paludismo en el grupo menor de 5 años se redujeron un 65%. Las mejoras en materia de salud y bienestar general ayudan a reducir la carga económica que representa el paludismo y a aliviar la pobreza. Aun luego de una década de adelantos impresionantes en la lucha contra el paludismo y de inversiones que ascienden aproximadamente US$ 50 millones, el paludismo persiste en la Isla de Bioco. No obstante, las dificultades y oportunidades han servido para acrecentar la resolución de los aliados para seguir luchando contra la enfermedad. En el 2013, se comprometieron a extender el PCPIB hasta el año 2018 para continuar utilizando las medidas estándar de control antipalúdico. Además, el PCPIB y Guinea Ecuatorial desempeñarán una función importante en las investigaciones de una vacuna muy promisoria destinada a prevenir la infección del parásito y la enfermedad en las personas y bloquear la transmisión del paludismo. Si esta vacuna demuestra ser eficaz y se otorgan licencias para su uso, los expertos en paludismo son optimistas y opinan que la vacuna, utilizada en conjunción con las demás medidas de control ya establecidas, habrá de lograr eliminar el paludismo en la Isla de Bioco. 3 Identifying the risk “We entered Equatorial Guinea not simply to develop the natural resources, but to develop the people resources, as well. It was our intent to be in the country for many decades, and to invest in our business and the people. The children we are saving because they don’t contract malaria today are the future Marathon Oil employees and citizens of Equatorial Guinea.” — Clarence P. Cazalot Jr. Retired Executive Chairman of the Board of Marathon Oil L ate in 2001, Marathon Oil Corporation began work to establish a world-class natural gas processing business at Punta Europa on northwestern Bioko Island. Adel Chaouch, Marathon Oil’s sustainable growth manager at the time, said the company intended for Equatorial Guinea to be a significant, core asset area for decades to come. “Rampant malaria was the largest social risk to Marathon Oil and the community,” Chaouch recalled. “We had no hesitation that something had to be done to show our commitment to Equatorial Guinea, to be good citizens and to reduce the risk to the community and our employees in the country.” As the asset operator, Marathon Oil conducted a malaria reduction feasibility study with the Government of Equatorial Guinea and external experts in 2002. The study assessed the forces driving the disease and what could be done to drastically reduce the high number of cases and the burden of malaria on Bioko Island. “We realized we had to commit to a malaria control pilot program, and we honestly did not know it would become so large and comprehensive,” Chaouch said. “The biggest challenges initially were to define the project approach, format, size and delivery mechanism. It had to be designed to be delivered locally over time. And it would take a significant financial commitment to support a project of this magnitude.” By late 2002, Marathon Oil’s senior leaders were convinced that a community-based malaria control program on Bioko Island was both possible and appropriate. 4 Identificación del riesgo “Vinimos a Guinea Ecuatorial no sólo a desarrollar los recursos naturales, sino también los recursos humanos. Tenemos la intención de quedarnos en el país durante varias décadas e invertir en nuestros negocios y en la gente. Los niños que estamos salvando porque hoy no contraen paludismo representan los futuros empleados de Marathon Oil y ciudadanos de Guinea Ecuatorial”. — Clarence P. Cazalot Jr. ex presidente ejecutivo del directorio de Marathon Oil A fines de 2001, Marathon Oil Corporation empezó las obras para establecer una planta de procesamiento de gas natural de primera clase en Punta Europa en la región noroeste de la Isla de Bioco. Adel Chaouch, gerente de crecimiento sostenible de Marathon Oil en ese momento, manifestó que la compañía tenía la intención de que Guinea Ecuatorial pasara a ser un área importante con activos clave durante muchas décadas por venir. “El descontrol que representaba el paludismo constituía el riesgo social más grande que corría Marathon Oil en la comunidad”, recordó Chaouch. “No dudamos ni un minuto en darnos cuenta de que teníamos que hacer algo para demostrar nuestro cometido a Guinea Ecuatorial, nuestro afán de ser buenos ciudadanos y reducir el riesgo que corría la comunidad y nuestros empleados en el país”. En su calidad de operador del lugar, Marathon Oil realizó un estudio de factibilidad de la reducción del paludismo en colaboración con el Gobierno de Guinea Ecuatorial y expertos externos en 2002. El estudio evaluó los factores que incidían en la enfermedad y qué se podía hacer para reducir drásticamente el alto número de casos y la carga del paludismo en la Isla de Bioco. “Nos dimos cuenta de que teníamos que comprometernos a realizar un programa piloto para el control del paludismo y, sinceramente, no sabíamos que se iba a convertir en algo tan amplio y global”, declaró Chaouch. “El desafío más grande que se presentó inicialmente fue definir el enfoque del proyecto, así como su formato, envergadura y mecanismo de ejecución. Debía responder a un diseño que se pudiera poner en ejecución a nivel local y con el transcurso del tiempo. Y se necesitaría un importante compromiso financiero para contar con los fondos para un proyecto de esta magnitud”. Para fines de 2002, los directivos principales de Marathon Oil ya estaban convencidos de que un programa de control del paludismo basado en la comunidad de la Isla de Bioco no sólo era posible sino apropiado. 5 SAUDI ARABIA MAURITANIA TOGO AFRICA NIGERIA DIJIBOUTI SOMALIA CENTRAL AFRICAN REPUBLIC CAMEROON E QUAT ORIA L GUI NE A GABON ERITREA SUDAN CHAD ETHIOPIA UGANDA CONGO KENYA DEMOCRATIC REPUBLIC OF CONGO BURUNDI TANZANIA MALAWI ANGOLA ZAMBIA NAMIBIA “We always thought that having malaria was normal. One has malaria, one gets sick and one deals with it. Through this initiative, we have learned that having malaria is not normal …. Something can be done about it.” — Gabriel Mbaga Obiang Lima Minister of Mines, Industry and Energy O RWANDA BOTSWANA ZIMBABWE MOZAMBIQUE MADAGASCAR T he choice of a partner to implement a comprehensive malaria control program on the ground was critical. Marathon Oil issued a request for applications to potential NGO partners and selected the proposal by MCDI. The MCDI team had assisted Belize with its national anti-malaria indoor residual spraying program and supported malaria prevention in Africa through USAID-funded Child Survival Grants. By late 2003, the BIMCP was under way with a team of three expatriates and 60 Equatoguineans. The initial $14.9 million investment in Phase I was possible because of the corporate partners’ long-term plans to extract oil and gas in Equatorial Guinea and the resulting revenues for the country. The corporate partners committed two-thirds of the investment and the Government of Equatorial Guinea committed one-third of the total funds for Phase I. The government contribution was paid through the production sharing agreement, with the government share debited from production revenue payments, an arrangement designed for transparency. The country’s Ministry of Mines, Industry and Energy (MMIE) ensured the government delivered its share of funding and that funds were used as intended. The objectives of Phase I were to substantially reduce malaria transmission, and as a consequence to reduce illness and death; to improve the welfare of Equatoguineans and create conditions for enhanced economic development; and to reduce deaths of infants and children under age 5. The main interventions were mosquito (vector) control, case management through new protocols for malaria diagnosis and treatment, behavior change communications promoting prevention, and a monitoring and evaluation system to support evidence-based decision-making. 6 ce n Luba Malabo BURKINA FASO BENIN GHANA OMAN YEMEN NIGER ia A tl t ic O ce an MALI Ind Bioko Island an Phase I, 2004-2008: A new goal for malaria control an Fase I, 2004-2008: Un nuevo objetivo para el control del paludismo “Siempre pensamos que tener paludismo era algo normal. Uno tiene paludismo, se enferma y lo afronta. A través de esta iniciativa, aprendimos que tener paludismo no es normal... Se puede hacer algo al respecto”. L — Gabriel Mbaga Obiang Lima Ministerio de Minas, Industria y Energía La inversión inicial de $14,9 millones en la Fase I fue posible gracias a los planes a largo plazo que tenían los socios corporativos para extraer petróleo y gas en Guinea Ecuatorial y las consiguientes recaudaciones que iban a lograr para el país. Los socios corporativos se comprometieron a aportar dos tercios de la inversión y el Gobierno de Guinea Ecuatorial aportó un tercio del total de los fondos para la Fase I. La contribución del gobierno se pagó mediante el contrato de participación en la producción y la parte correspondiente al gobierno se debitó de los pagos correspondientes a los ingresos derivados de la producción, un arreglo contractual destinado a mantener la transparencia. El Ministerio de Minas, Industria y Energía (MMIE) del país se aseguró de que el gobierno aportara su parte de los fondos y que fueron utilizados como correspondía. a elección de un socio para implementar un programa global de control del paludismo en el lugar fue crítica. Marathon Oil solicitó propuestas a posibles ONG aliadas y seleccionó la presentada por MCDI. El equipo de MCDI había ayudado a Belice con su programa nacional de fumigación de interiores con insecticidas de acción residual contra el paludismo y prestado apoyo a las actividades de prevención del paludismo en África por intermedio de subsidios en pro de la supervivencia infantil con el financiamiento de la USAID. Para fines de 2003, el PCPIB ya estaba en marcha con un grupo de tres expatriados y 60 ecuatoguineanos. Los objetivos de la Fase I fueron reducir sustancialmente la transmisión del paludismo y, como consecuencia de ello, reducir la enfermedad y muertes, mejorar el bienestar de los ecuatoguineanos y crear condiciones propicias para acrecentar el desarrollo económico, y reducir la muerte de los niños menores de 5 años. Las principales intervenciones fueron el control de los mosquitos (vector), la gestión de casos a través de protocolos nuevos para el diagnóstico y tratamiento del paludismo, comunicaciones relativas a cambios de conducta que promuevan la prevención, y un sistema de seguimiento y evaluación para tomar decisiones basadas en la evidencia. 7 The starting point “When I think about malaria, I think of all the children who die needlessly. Malaria control is about saving lives. We’re there to make sure the next generation starts healthy. The work we are doing is hugely important for bringing forward the next generation. Without it, the next generation is going to suffer from the scourge of malaria. It is entirely solvable and no child should have to die from malaria.” — Janet Hemingway Professor of Insect Molecular Biology at Liverpool School of Tropical Medicine (LSTM); Chief Executive Officer, Innovative Vector Control Consortium (IVCC); International Director, Joint Centre for Infectious Diseases Research, Jezan, Saudi Arabia B efore starting control efforts, the BIMCP gathered baseline data on malaria transmission and other public health indicators. Data on mosquitoes were collected monthly in 2003 from 18 sites established around Bioko Island. Window traps were installed in houses at each site to monitor the number of mosquitoes and the rates at which they were infected with the malaria parasite, and an annual survey of the population was undertaken to determine the level of malaria infection in children and mothers. These sites served as an early warning system when mosquitoes became resistant to the insecticides used in indoor spraying. The Malaria Indicator Survey conducted in 2004 on 575 households with 2,500 children provided the baseline data on the presence of malaria-causing parasites in the blood of children and pregnant women, the BIMCP target groups. The survey showed that every year, every person on the island had an average of one suspected case of malaria, and it was not uncommon for children to have several suspected cases. The BIMCP continues to conduct the indicator survey annually, with analysis of the health and socioeconomic data by researchers from the London School of Hygiene and Tropical Medicine and MCDI. 8 El punto de partida “Cuando pienso en el paludismo, pienso en todos los niños que mueren innecesariamente. El control del paludismo es equivalente a salvar vidas. Estamos en eso para asegurarnos de que la próxima generación sea sana desde el principio. El trabajo que realizamos es sumamente importante para la próxima generación. Sin ello, va a sufrir los estragos causados por el paludismo. Es totalmente remediable y ningún niño debe morir de paludismo”. — Janet Hemingway Profesora de Biología Molecular e Insectos de la Liverpool School of Tropical Medicine (LSTM); Directora Ejecutiva de, Innovative Vector Control Consortium (IVCC); Directora Internacional de Joint Centre for Infectious Diseases Research, Jezan, Arabia Saudita A ntes de iniciar las actividades de control, el PCPIB recopiló datos básicos de referencia sobre la transmisión del paludismo y otros indicadores de salud pública. Los datos relativos a los mosquitos se recolectaron mensualmente en 2003 en 18 sitios establecidos alrededor de la Isla de Bioco. Se instalaron trampas en las ventanas de casas de cada sitio para efectuar un seguimiento de la cantidad y el grado de infección de los mosquitos con el parásito del paludismo, y se realizó un sondeo anual de la población para establecer el nivel de infección palúdica en los niños y las madres. Estos sitios funcionaban como un sistema que advertía en forma prematura cuando los mosquitos se tornaban resistentes a los insecticidas que se usaban en el rociado de interiores. El Sondeo de Indicadores de Paludismo que se hizo en 2004 en 575 domicilios con 2.500 niños proporcionó los datos base de referencia con respecto a la presencia de los parásitos que producen paludismo en la sangre de los niños y mujeres embarazadas, los grupos objeto del PCPIB. El sondeo demostró que, todos los años, cada una de las personas de la isla tenía, como promedio, una sospecha de posible caso de paludismo y que no era raro que los niños pasaran por varias sospechas de caso de paludismo al año. El PCPIB sigue realizando el sondeo de indicadores en forma anual, junto con un análisis de los datos sanitarios y socioeconómicos por parte de los investigadores de la London School of Hygiene and Tropical Medicine y MCDI. 9 Initial successes A t the time the BIMCP was launched, the World Health Organization (WHO) and the Roll Back Malaria global partnership promoted personal protection methods. These included long-lasting insecticide-treated bed nets (LLINs), prevention, and prompt and effective drug treatment to reduce the burden of disease associated with malaria. In contrast, the BIMCP emphasized reducing transmission through the use of indoor residual spraying (IRS). By combining mosquito control through IRS with personal prevention and prompt and effective treatment, the project sought to achieve the secondary objective of reducing the burden of disease. Spraying all vertical surfaces in houses and other structures with insecticides is an effective way to break the cycle of infected mosquitoes biting and infecting new victims. “The BIMCP was one of the first programs that identified that controlling mosquitoes with both indoor residual spraying and longlasting insecticidal bed nets is effective. It is challenging because it requires a number of resources and you have to persuade people to comply and use the nets. But we have shown that it provides additional protection when both of these controls are in place.” — Immo Kleinschmidt Reader in Epidemiology, London School of Hygiene and Tropical Medicine (LSHTM) IRS was the cornerstone of WHO’s Global Malaria Eradication Program in the 1950s and 60s. Due to funding limitations and the ban on the use of DDT, IRS was largely abandoned for malaria control. However, South Africa and Mozambique continued to use IRS. In 1999, Dr. Brian Sharp at the Medical Research Council of South Africa led a control initiative based on IRS in South Africa, Mozambique and Swaziland. This cross-border initiative drew the attention of Professor Andrew Spielman of the Harvard School of Public Health in the U.S., a long-time proponent of IRS. When these two globally respected malariologists were contracted to design the BIMCP, they anticipated that the project could achieve its goal within five years largely through the use of indoor spraying. The first round of indoor spraying of about 19,000 structures was completed on Bioko Island in 2004. It reduced by 80 percent the numbers of two of the three malaria-carrying mosquito species. In late 2004, data from window trap surveillance showed evidence that the mosquitoes were developing resistance to the low-cost insecticide being used. This important discovery was just the first of many for the Technical Advisory Group (TAG) assembled by the BIMCP to review project data and advise on the best strategies to achieve project goals and objectives. As a result of the TAG’s recommendations, the BIMCP switched to a different insecticide that was five times more expensive and required at least two rounds of spraying per year instead of one round. However, it ensured that spraying would continue to be effective in controlling mosquitoes. This was the first of four major budget adjustments required during Phase I – adjustments that were instrumental in ensuring the project’s continued success. Starting in 2005, two rounds of indoor spraying were conducted annually using the higher cost insecticide. By the time Phase I ended in 2008, spraying had by available evidence eliminated one of the three subspecies of malaria-carrying mosquito from Bioko Island, and substantially reduced the abundance and infectivity rates of the two remaining species. 10 Éxitos iniciales “El PCPIB fue uno de los primeros programas que identificó que el control de los mosquitos con rociado intradomiciliario residual y telas mosquiteras con insecticida de larga duración o efecto prolongado es eficaz. Es difícil porque se requiere una cantidad de recursos y es necesario convencer a la gente que tiene que cumplir y usar las telas mosquiteras. Pero se ha demostrado que se brinda mayor protección cuando estos dos controles están presentes”. — Immo Kleinschmidt Profesor de Epidemiología, London School of Hygiene and Tropical Medicine (LSHTM) C uando se lanzó el PCPIB, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la alianza global llamada Roll Back Malaria promovieron los métodos de protección personal. Ellos incluían las telas mosquiteras tratadas con insecticidas de larga duración o efecto prolongado, la prevención y el pronto tratamiento farmacológico eficaz para reducir la carga de la enfermedad asociada con el paludismo. En contraste, el PCPIB destacó la reducción de la transmisión a través del uso de rociado residual intradomiciliario con insecticidas de acción residual (IRS, por sus siglas en inglés). Al combinar el control de los mosquitos mediante ese tipo de rociado con la prevención personal y el pronto tratamiento eficaz, el proyecto procuró alcanzar el segundo objetivo de reducir la carga de la enfermedad. El hecho de rociar todas las superficies verticales de la casa y demás estructuras con insecticidas representa una manera eficaz de romper el ciclo de mosquitos infectados que pican e infectan a víctimas nuevas. El rociado residual intradomiciliario fue la piedra angular del Programa Mundial de Erradicación del Paludismo de la OMS en las décadas de 1950 y 1960. A raíz de las limitaciones financieras y la prohibición del uso de DDT, se dejó de hacer ese tipo de rociado (IRS) para controlar el paludismo. Sin embargo, Sudáfrica y Mozambique siguieron usando el rociado residual intradomiciliario. En 1999, el Dr. Brian Sharp del Medical Research Council of South Africa estuvo al frente de una iniciativa de control basada en ese tipo de rociado en Sudáfrica, Mozambique y Suazilandia. Esta iniciativa transfronteriza atrajo la atención del Profesor Andrew Spielman de la Harvard School of Public Health en EE. UU., alguien que venía proponiendo esa clase de rociado desde hace mucho tiempo. Cuando se contrató a estos dos especialistas en paludismo de gran prestigio mundial para diseñar el PCPIB, ellos predijeron que el proyecto podría alcanzar su objetivo en un plazo de cinco años si se usaba, fundamentalmente, el rociado residual intradomiciliario. La primera ronda de rociado intradomiciliario abarcó alrededor de 19.000 estructuras y se completó en la Isla de Bioco en 2004. Redujo en un 80% la cantidad de mosquitos en dos de las tres especies de mosquitos portadores de paludismo. A fines de 2004, los datos obtenidos con la vigilancia de trampas en las ventanas demostró que los mosquitos estaban desarrollando resistencia a los insecticidas de bajo costo que se estaban utilizando. Este descubrimiento importante fue tan sólo el primero de muchos para el Grupo Técnico Asesor (GTA) que formó el PCPIB para analizar los datos del proyecto y asesorar con respecto a las mejores estrategias para alcanzar las metas y los objetivos del proyecto. Como resultado de las recomendaciones del GTA, el PCPIB empezó a utilizar un insecticida diferente que era cinco veces más costoso y requería por los menos dos rociados por año en vez de una sola. Sin embargo, se aseguró que la fumigación iba a seguir siendo eficaz en el control de los mosquitos. Se trató del primero de cuatro ajustes importantes en el presupuesto que fueron necesarios durante la Fase I, ajustes que fueron fundamentales para garantizar el éxito continuo del proyecto. A partir de 2005, se llevaron a cabo dos rondas de rociado intradomiciliario por año en las que se usaron insecticidas de costo más alto. Para cuando finalizó la Fase I en 2008, el rociado había eliminado una de las tres subespecies de mosquitos portadores de paludismo en la Isla de Bioco y reducido notablemente la abundancia y los porcentajes de infectividad de las otras dos especies. 11 Better diagnosis and treatment “I have many bad memories of malaria. During my childhood we didn’t have mosquito nets, the treatments weren’t safe, we didn’t have the resources we have now. At the time, a lot of children wouldn’t even reach 5 years old because of malaria. We, the ones who survived, could feel the signs before we would get sick. All of us had at least three to four malaria episodes per year.” — Diosdado Vicente Nsué Milang Minister of Health and Social Welfare B y the time fever and other malaria symptoms set in, from 10 to 15 days after the bite of an infected mosquito, the infection is already in the human host’s bloodstream. This is why early, improved diagnosis and treatment of malaria is a primary BIMCP control measure. In 2005, Equatorial Guinea became one of the first 10 African countries to use new combination therapies recommended by the World Health Organization. The mix of short- and long-acting drugs helped to overcome resistance to long-standing treatments based on the use of a single drug, such as chloroquine. With funding from the BIMCP partners, new combination therapy drugs were distributed free-of-charge to children under age 15 and pregnant women. Pregnant women also began receiving Intermittent Preventive Therapy to prevent malaria and reduce risks to the fetus and newborn. As recommended by the World Health Organization, the preventive therapy involved giving all pregnant women anti-malarial medicine at prenatal visits. The BIMCP set up a system for managing procurement and supplies and began distributing malaria drugs and rapid diagnostic tests to all government health facilities every month. The potent mix of better diagnosis and combination therapies worked: The number of malaria cases treated at government facilities dropped from 55,000 in 2005 to 14,000 in 2006. 12 Mejor diagnóstico y tratamiento “Tengo muchos malos recuerdos del paludismo. Durante mi niñez, no teníamos telas mosquiteras, los tratamientos no eran seguros, ni contábamos con los recursos que tenemos ahora. En ese entonces, muchos niños ni siquiera llegaban a cumplir cinco años a raíz del paludismo. Nosotros, los que sobrevivimos, sentíamos los síntomas antes de enfermarnos. Todos nosotros hemos tenido por los menos tres o cuatro episodios de paludismo por año”. P — Diosdado Vicente Nsué Milang Ministro de Sanidad y Bienestar Social La potente combinación de mejor diagnóstico con terapias combinadas funcionó: El número de casos de paludismo tratados en los establecimientos del gobierno disminuyó de 55.000 en 2005 a 14.000 en 2006. ara cuando se empieza a sentir fiebre y otros síntomas del paludismo, de 10 a 15 días después de la picadura de un mosquito infectado, ya la infección se encuentra en el flujo sanguíneo de la persona. Es por ello que el diagnóstico temprano y el buen tratamiento del paludismo constituyen la principal medida de control del PCPIB. En 2005, Guinea Ecuatorial se convirtió en uno de los primeros 10 países africanos que usaba la nueva combinación de terapias recomendada por la Organización Mundial de la Salud. La combinación de fármacos de corta y larga duración ayudó a superar la resistencia a los tratamientos de efecto prolongado basados en el uso de un solo fármaco, como la cloroquina. Con el financiamiento de los socios del PCPIB, se distribuyeron los nuevos fármacos de la terapia combinada, sin cargo alguno, a los niños menores de 15 años y a las mujeres embarazadas, quienes también empezaron a recibir Terapia Preventiva Intermitente para prevenir el paludismo y reducir los riesgos que pudieran afectar al feto y recién nacidos. Según lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud, la terapia preventiva consistió en dar a todas las mujeres embarazadas medicamentos contra el paludismo en sus visitas prenatales. El PCPIB estableció un sistema para la gestión de adquisiciones y provisiones y empezó a distribuir mensualmente fármacos para el paludismo y pruebas para diagnóstico rápido a todos los establecimientos de salud del gobierno. 13 Additional prevention tools “My children haven’t been infected with malaria because I am taking the right measures. We are using mosquito nets all night long, spraying the house, and getting rid of all puddles and garbage. By following these steps, malaria has been reduced in my home. If you take the preventive measures seriously, you won’t get sick that often.” — Purita Johnson Community malaria agent I n 2007, the BIMCP added long-lasting insecticide-treated bed nets to its malaria prevention toolkit. Funded by the BIMCP, 10 teams of volunteers from the Red Cross of Equatorial Guinea and supervisors from the Spanish Red Cross distributed and hung 111,300 bed nets free-of-charge in 94 percent of the houses on Bioko Island. The volunteers educated users and helped hang the nets as an extra personal protective barrier against mosquitoes. As an added benefit, they conducted a census of all households on Bioko Island during the process. According to the 2008 Malaria Indicator Survey, 76 percent of children under age 5 were reported to be sleeping under a net, the highest proportion reported in Africa at the time. Prior to the BIMCP, malaria was simply a part of life on Bioko Island. The prevalence of infection in humans had built up over many decades, so that on some parts of the island, up to 60 percent of people had the malaria parasite in their bloodstream. Overall, 45 percent of the children between 2 and 15 years of age were infected. With this long history of malaria, residents needed to be educated about malaria control and the services provided with the BIMCP’s support. This is because accepting having one’s house sprayed and adopting personal protective measures such as sleeping regularly under an LLIN often required changes in behavior and a willingness to put up with some inconvenience. Residents also had to learn to recognize the early signs and symptoms of malaria and be willing to seek prompt and effective treatment from a qualified provider. An Information, Education and Communication (IEC) strategy was developed to help the community understand the need for indoor spraying, bed nets and malaria treatment. The BIMCP developed materials describing the signs and symptoms of the disease, the importance of seeking care in a timely manner and getting appropriate follow-up care, IRS safety and proper use of bed nets. Radio, television and community-based approaches were used to communicate messages about the availability of free malaria care and the schedule for indoor spraying. 14 Otras herramientas de prevención “Mis hijos no han sido infectados con paludismo porque estoy tomando las medidas correctas. Estamos usando las telas mosquiteras toda la noche, rociamos la casa y eliminamos todos los charcos y la basura. Al seguir estos pasos, hemos reducido el paludismo en mi hogar. Si tomas las medidas preventivas en serio, no se van a enfermar tan a menudo”. — Purita Johnson Agente Comunitaria de Paludismo E n 2007, el PCPIB agregó telas mosquiteras tratadas con insecticidas de efecto prolongado a su botiquín para la prevención del paludismo. Con fondos aportados por el PCPIB, 10 equipos de voluntarios de la Cruz Roja de Guinea Ecuatorial y supervisores de la Cruz Roja Española distribuyeron y colgaron 111.300 telas mosquiteras, sin cargo alguno, en el 94% de las casas de la Isla de Bioco. Los voluntarios educaron a los usuarios y ayudaron a colgar las telas mosquiteras como barrera extra de protección personal contra los mosquitos. Como beneficio adicional, se realizó un censo de todos los domicilios de la Isla de Bioco durante el proceso. De acuerdo con el Sondeo de Indicadores de Paludismo de 2008, el 76% de los niños menores de 5 años dormían con telas mosquiteras, la mayor proporción registrada en África en ese momento. Antes del PCPIB, el paludismo simplemente era parte de la vida en la Isla de Bioko. La prevalencia de la infección en la gente se había ido acumulando durante varias décadas, por lo cual en algunas partes de la isla hasta el 60% de la gente tenía el parásito del paludismo en su torrente sanguíneo. En general, el 45% de los niños entre 2 y 15 años de edad habían sido infectados. Con esta larga trayectoria histórica de paludismo, los habitantes tenían que informarse bien del control del paludismo y los servicios provistos con el apoyo del PCPIB. Ello se debe a que aceptar que rocíen la casa de uno y adoptar medidas de protección personal como dormir normalmente debajo de telas mosquiteras impregnadas con insecticidas exige cambios en el comportamiento y una buena disposición para aceptar algunos inconvenientes. La gente debía aprender a reconocer los primeros indicios y síntomas del paludismo y estar dispuesta a buscar pronta atención y tratamiento eficaz brindado por un proveedor cualificado. Se desarrolló la estrategia de Información, Educación y Comunicación (IEC) para ayudar a la comunidad a entender la necesidad del rociado intradomiciliario, las telas mosquiteras y el tratamiento contra el paludismo. El PCPIB elaboró materiales para describir los indicios y síntomas de la enfermedad, la importancia de buscar atención con celeridad y recibir un seguimiento apropiado, la seguridad del rociado intradomiciliario y el uso adecuado de las telas mosquiteras. Se usaron medios como la radio, televisión y enfoques comunitarios para transmitir mensajes acerca de la disponibilidad de atención gratuita para casos de paludismo así como los horarios y fechas para el rociado intradomiciliario. 15 Encouraging outcomes set the stage for Phase II “The Bioko Island Malaria Control Program is better positioned than any such intervention program I have seen in action on the African continent to exploit its current achievements and lead the way in demonstrating how malaria transmission reduction can lead toward elimination.” — Patrick Kachur, MD, MPH, FACPM Chief of the Division of Parasitic Diseases and Malaria, U.S. Centers for Disease Control and Prevention, in an external audit of the BIMCP in 2007 A s Phase I came to a close in 2008, the BIMCP was widely regarded as a lifesaver. The number of mosquitoes infected with the malaria parasite was down 95 percent, based on specimens collected from window traps. Malaria infection in children 2 to 5 years old was down by more than half, as was the prevalence of the malaria-carrying parasite in children 2 to 14 years old. The number of suspected malaria cases dropped from an estimated 250,000 in 2004 to about 30,000 in 2007. Cases of moderate to severe anemia in children under age 5 were down 80 percent. The 2008 Malaria Indicator Survey revealed that deaths of children under 5 from all causes on Bioko Island had declined by about two-thirds in four years. This translated into saving the lives of between 4,500 and 7,500 children under age 5 in 2008. With no other major changes in health, the BIMCP was believed to be a key factor in increased survival. In just four years, the project had met the United Nations Millennium Goal to reduce the death rate of children under 5 by two-thirds between 1990 and 2015. The positive outcomes extended well beyond the notable increase in child survival and reductions in the rate of malaria infections and the number of cases. Based on a comprehensive strategy for integration and capacity-building developed with the Ministry of Health and Social Welfare (MOHSW), by 2005 nearly the entire project staff was made up of national employees. All MOHSW doctors, nurses, lab technicians and pharmacists, as well as indoor spraying teams, were Equatoguinean. The government strengthened its commitment to address public health problems as well as to its National Malaria Control Program (NMCP). The projected savings from not having to pay for malaria treatment benefited the entire population, particularly the poorest citizens. In addition, the project was gaining global recognition as a pioneer in the fight against a leading cause of disease and death in sub-Saharan Africa. With a growing worldwide focus on eradicating malaria, the BIMCP felt a responsibility to share its findings in scientific papers and conference presentations. To reduce malaria transmission nationwide, the project sought additional resources and funding. In 2006, the Global Fund to Fight AIDS, Tuberculosis and Malaria granted $26 million over five years to control malaria on mainland Equatorial Guinea based on the BIMCP model, with Marathon Oil adding $1 million to fund start-up activities. In addition, the U.S. President’s Malaria Initiative (PMI) validated the effectiveness of indoor spraying by adopting it as a major malaria control component. This resulted in the PMI making large investments in indoor spraying in countries participating in its malaria control program. The PMI also made a grant to the BIMCP through the U.S. Centers for Disease Control and Prevention in 2005 to support the development of Equatorial Guinea’s National Health Information System. All patients and illnesses diagnosed and treated at government health facilities are processed through this system so the Ministry of Health and Social Welfare can monitor the incidence of disease. Over the years, the BIMCP has provided technical, financial and material support to develop the system into the primary source of data on the number of malaria cases on Bioko Island. 16 Resultados alentadores preparan el camino para la Fase II “El Programa de Control del Paludismo de la Isla de Bioco está mejor posicionado que ninguna otra intervención de ese tipo que yo haya visto instituida en el continente africano para aprovechar sus actuales logros y estar al frente en demostrar cómo la reducción de la transmisión del paludismo puede llevar a su eliminación”. — Patrick Kachur, MD, MPH, FACPM Jefe de la División de Enfermedades Parasitarias y Paludismo, Centros de EE. UU. para el Control y Prevención de las Enfermedades, en una auditoría externa del PCPIB en 2007. C uando culminó la Fase I en 2008, el PCPIB era ampliamente considerado como programa salvavidas. La cantidad de mosquitos infectados con el parásito del paludismo disminuyó un 95%, según las muestras recolectadas en las trampas instaladas en las ventanas. La infección palúdica en los niños de 2 a 5 años de edad se redujo en más de la mitad, al igual que la prevalencia del parásito portador de paludismo en los niños de 2 a 14 años. Según las estimaciones, el número de sospechas de casos de paludismo disminuyó a 250.000 en 2004 y a casi 30.000 en 2007. Los casos de anemia moderada a grave en los niños menores de 5 años se redujo en un 80%. El Sondeo de Indicadores de Paludismo de 2008 reveló que la muerte de niños menores de 5 años, por todas las causas, en la Isla de Bioco, había disminuido alrededor de dos tercios en cuatro años. Esto significa que se salvaron entre 4.500 y 7.500 vidas de los niños menores de 5 años en 2008. Sin que haya otros cambios importantes en materia de salud, se cree que el PCPIB constituye un factor clave en el mayor índice de supervivencia. En tan solo cuatro años, el proyecto había cumplido el Objetivo del Milenio de las Naciones Unidas de reducir en dos tercios la tasa de mortalidad de los niños menores de 5 años entre 1990 y 2015. Los resultados positivos se extendieron más allá del notable aumento en supervivencia infantil y las reducciones del índice de infecciones de paludismo y la cantidad de casos. En función de una estrategia global de integración y formación de capacidad desarrollada con el Ministerio de Salud y Bienestar Social (MSBS), para 2005 todo el personal del proyecto estaba formado por empleados nacionales. Todos los médicos, las enfermeras, los técnicos de laboratorio y farmacéuticos, así como los equipos encargados del rociado intradomiciliario eran ecuatoguineanos. El gobierno fortaleció su compromiso de ocuparse de los problemas de salud pública, así como del Programa Nacional de Control del Paludismo (PNCP). Los ahorros previstos por no tener que pagar por los tratamientos del paludismo beneficiaron a toda la población, especialmente los ciudadanos más pobres. Además, el proyecto fue obteniendo reconocimiento mundial por ser pionero en la lucha contra una importante causa de enfermedades y muerte en los países de África Meridional. El PCPIB, con su creciente enfoque mundial en la erradicación del paludismo, sintió la responsabilidad de compartir sus resultados en publicaciones científicas y presentaciones en congresos. Para reducir la transmisión de paludismo a nivel nacional, el proyecto procuró más recursos y financiamiento. En 2006, el Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria otorgó $26 millones durante cinco años para controlar el paludismo en el territorio principal de Guinea Ecuatorial basándose en el modelo del PCPIB, y Marathon Oil contribuyó $1 millón para financiar las actividades preliminares. Además, la Iniciativa de Malaria de la Presidencia de EE. UU. convalidó la eficacia del rociado intradomiciliario residual al adoptarlo como su principal componente para el control del paludismo. Ello resultó en grandes inversiones por parte de dicha Iniciativa en el rociado intradomiciliario residual en países que participan en su programa de control del paludismo. Dicha Iniciativa también concedió un subsidio al PCPIB por intermedio de los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades de EE. UU. en 2005 para financiar el desarrollo del Sistema Nacional de Información de Salud de Guinea Ecuatorial. Todos los pacientes y las enfermedades diagnosticadas y tratadas en los establecimientos de salud del gobierno se procesan por medio de este sistema para que el Ministerio de Salud y Bienestar Social pueda efectuar el seguimiento de la incidencia de la enfermedad. Con el transcurso de los años, el PCPIB ha prestado apoyo técnico, financiero y material al desarrollo del sistema para convertirlo en la fuente primaria de datos sobre la cantidad de casos de paludismo en la Isla de Bioco. 17 PHASE II, 2009-2013: Strengthening national capacity to fight malaria “Each mother knows that if her child is having a fever, she needs to take her child to the hospital. They know they will get tested for free and receive the treatment free of charge. The spraying is also free of charge. It has been hard, but we have focused our efforts in the community because without the community, we couldn’t have achieved most of the things we have.” — Gloria Nseng Former National Director of Malaria Control, Ministry of Health and Social Welfare C ommitment to the BIMCP was reaffirmed after its funding extension in 2008. The aim of Phase II was to build on the documented accomplishments of Phase I and accelerate the attainment of project goals, while continuing to build national capacity to make malaria control sustainable. One-third of the $35 million in project funds for Phase II was a direct investment by the Government of Equatorial Guinea, with the remaining funds provided by Marathon Oil, Noble Energy and other business partners. To strengthen the National Malaria Control Program, the BIMCP assisted the Ministry of Health and Social Welfare in developing and implementing a transparent, competitive process to recruit Equatoguineans to serve as NMCP technical and management officers. In 2010, eight recruits spent nine months receiving specialized training in public health, malaria control and planning at the National Institute of Public Health in Mexico and later at Cayetano Heredia University in Peru. They also attended an intensive English language program at the School for International Training in Vermont, USA. The officers included medical doctors, an entomologist, a communications specialist, a vector control manager and administrative and finance officers. They received on-the-job training through the BIMCP and continuing education support coordinated with the Baylor College of Medicine in Houston, Texas, USA. National counterparts also engaged with members of the Technical Advisory Group. During Phase II, the TAG consisted of experts from Hydas World Health, the Ifakara Health Institute of Tanzania, Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health, London School of Hygiene and Tropical Medicine, Liverpool School of Tropical Medicine and Innovative Vector Control Consortium (IVCC), the Pasteur Institute in Madagascar, Sanaria Inc., the Swiss Tropical and Public Health Institute, Texas A&M University, the World Health Organization and World Health Technologies. In annual meetings, the team reviews surveillance data to assess progress and recommend changes to improve outcomes. Guest experts were invited to the meetings to share new control mechanisms, emerging diagnostic techniques and out-of-the-box solutions. 18 FASE II, 2009-2013: Fortalecimiento de la capacidad nacional para luchar contra el paludismo “Cada madre sabe que si su hijo tiene fiebre, tiene que llevarlo al hospital. Sabe que lo van a someter a análisis gratuitos y que recibirá tratamiento sin cargo alguno. El rociado es gratuito también. No ha sido fácil, pero hemos centrado todos nuestros esfuerzos en la comunidad porque sin ella no podríamos haber logrado la mayoría de las cosas que tenemos”. — Gloria Nseng ex Directora Nacional de Control del Paludismo, Ministerio de Salud y Bienestar Social E l compromiso al PCPIB se reafirmó después de su extensión de financiamiento en 2008. El objetivo de la Fase II fue aprovechar los resultados documentados de la Fase I y acelerar la consecución de los objetivos del programa, a la vez que se contribuía a formar la capacidad nacional para convertir la lucha antipalúdica en una actividad sostenible. Un tercio de los $35 millones en fondos del proyecto para la Fase II fue una inversión directa del Gobierno de Guinea Ecuatorial y el resto de los fondos fue provisto por Marathon Oil, Noble Energy y otros socios comerciales. Para consolidar el Programa Nacional de Control Palúdico, el PCPIB asistió al Ministerio de Salud y Bienestar Social en el desarrollo e implementación de un proceso transparente y competitivo destinado a contratar ecuatoguineanos para que se desempeñaran como funcionarios del MSBS. En 2010, ocho de esas personas contratadas pasaron nueve meses recibiendo capacitación especializada en salud pública, lucha antipalúdica y planificación en el Instituto Nacional de Salud Pública en México y, posteriormente, en la Universidad Cayetano Heredia en Perú. Asistieron también a un curso intensivo para aprender inglés en la School for International Training en Vermont, EE. UU. Los funcionarios incluían doctores en medicina, un entomólogo, un especialista en comunicaciones, un administrador de control de vectores y otros funcionarios administrativos y financieros. Recibieron capacitación práctica por intermedio del PCPIB y apoyo educativo continuo coordinado con Baylor College of Medicine en Houston, Texas, EE. UU. Los colegas nacionales también participaban con los miembros del Grupo Técnico Asesor (GTA). Durante la Fase II, el GTA consistió en expertos de Hydas World Health, el Ifakara Health Institute of Tanzania, Johns Hopkins Bloomberg School of Public Health, London School of Hygiene and Tropical Medicine, Liverpool School of Tropical Medicine and Innovative Vector Control Consortium (IVCC), el Pasteur Institute en Madagascar, Sanaria Inc., el Swiss Tropical and Public Health Institute, Texas A&M University, la Organización Mundial de la Salud y World Health Technologies. En las reuniones anuales, el grupo analiza los datos de vigilancia para evaluar el progreso y recomendar cambios para mejorar los resultados. Se invitó a otros expertos a las reuniones para intercambiar información de los nuevos mecanismos de control, las incipientes técnicas de diagnóstico y las soluciones prácticas más recientes. 19 Adapting to a changing landscape “The greatest strengths of the program are the extensive monitoring and evaluation and the adaptability. Resources can be redirected or increased temporarily if the need arises. We had to change to a more expensive insecticide that had to be sprayed more often. It wasn’t in the original budget, but monitoring in the field indicated it was needed and we were able to implement it.” — Immo Kleinschmidt Reader in Epidemiology, LSHTM T he primary control measures continued throughout Phase II, with changes to speed up progress. For example, based on the Phase I success of giving combination therapy and rapid diagnostic tests free-of-charge to the target groups, the Government of Equatorial Guinea extended these free treatments to the entire island population starting in 2010. A new and improved census based on a geographic information system revealed a huge growth in housing on Bioko Island in 2010. Due to an economic boom, the census showed almost 46,000 houses, compared to the prior estimate of under 27,000 houses. This required another substantial increase in the budget to scale-up indoor spraying and other activities to cover at least 80 percent of the houses. 20 Adaptación a las condiciones cambiantes “Los aspectos más positivos del programa son el amplio seguimiento y evaluación y la adaptabilidad. Se pueden redirigir los recursos o aumentarlos temporalmente si surge la necesidad de hacerlo. Tuvimos que cambiar a un insecticida más costoso con el que había que rociar más seguido. No estaba en el presupuesto original, pero el seguimiento que se realizó en el terreno indicó que era necesario y estuvimos en condiciones de implementarlo”. — Immo Kleinschmidt Profesor de Epidemiología, LSHTM L as principales medidas de control continuaron durante toda la Fase II, con cambios para acelerar el progreso. Por ejemplo, en función del éxito logrado en la Fase I al usar una terapia combinada y dar pruebas de diagnóstico gratuitas a los grupos objeto, el gobierno de Guinea Ecuatorial extendió estos tratamientos gratuitos a toda la población de la isla a partir de 2010. El nuevo censo mejorado y basado en un sistema de información geográfica reveló un gran crecimiento de viviendas en la Isla de Bioco en 2010. El censo demostró que, como consecuencia del boom económico, había casi 46.000 casas, en comparación con la estimación anterior de menos de 27.000 casas. Ello exigió otro aumento considerable en el presupuesto para ampliar el rociado intradomiliciliario y demás actividades para cubrir al menos el 80% de los domicilios. 21 Knocking down emerging hot spots “The longevity of the BIMCP is unprecedented in the developing world and is one of the major reasons why it is possible to contemplate ultimately eliminating malaria from the island. The partners understand there is a huge risk associated with abandoning the malaria control activities on Bioko Island and they are willing to sustain funding for these activities.” — Chris Schwabe, PhD MCDI, Project Director, BIMCP B y the mid-point of Phase II, the BIMCP identified a major shift in the malaria transmission pattern. Schwabe explained, “When the BIMCP started, the whole island had a high prevalence. By 2010, a number of areas had very low prevalance of infection, while in other areas, particularly the northwest part of the island, prevalence remained very high.” To knock down the persistent hot spots, in 2012 a pilot program of targeted control measures was launched in Punta Europa. Indoor spraying was increased to three rounds per year and a mass bed net distribution was undertaken. The program sought to test all residents in Punta Europa for malaria and in those who tested positive, clear the bloodstream infections with malaria combination therapies. In addition, the Technical Advisory Group recommended the first assault on mosquitoes in their outdoor habitat. In areas where productive and stable outdoor breeding sites were identified, use of a biodegradable bacterial agent was recommended to kill mosquito larvae. Recognizing the need for community involvement and the community’s interest in controlling the mosquito population, the project team introduced ELITA, a community-based environmental management campaign. ELITA is an acronym for the Spanish words Eliminar (eliminate breeding sites), Limpiar (clean garbage) and Tapar (cover water containers). Carl Maas, Marathon Oil’s Corporate Social Responsibility manager in Equatorial Guinea, explained ELITA: “We trained one community malaria agent for every 20 households in two communities with high malaria incidence rates. Their role is to motivate their neighbors to take weekly actions to eliminate breeding areas of mosquitoes. The residents are encouraged to clean up and fill potholes and puddles, to collect and bury or burn refuse, and to cover water containers.” While it is too early to assess the long-term effectiveness of ELITA, the intervention dropped localized infection rates by half. The BIMCP team anticipates that ELITA will also encourage greater cooperation by local residents in other control measures such as indoor spraying and bed net use. 22 Eliminación de los focos emergentes “La longevidad del PCPIB no tiene precedentes en el mundo en vías de desarrollo y es una de las principales razones de por qué es posible imaginarse que a la larga se va a eliminar el paludismo en la isla. Los socios entienden que hay un gran riesgo asociado con el abandono de las actividades de lucha antipalúdica en la Isla de Bioco y están dispuestos a seguir con el financiamiento de estas actividades”. — Chris Schwabe, PhD MCDI, Director de Proyectos, PCPIB A mediados de la Fase II, el PCPIB identificó un importante cambio en el patrón de transmisión del paludismo. Schwabe explicó: “Cuando empezó el PCPIB, toda la isla tenía una alta prevalencia. Para 2010, una serie de zonas ya tenían una prevalencia muy baja, mientras que en otras, especialmente en la parte noroeste de la isla, la prevalencia seguía siendo muy alta.” Para eliminar los focos persistentes, en 2012 se lanzó un programa piloto de medidas de control especialmente enfocadas en Punta Europa. Se incrementó el rociado intradomiciliario a tres veces por año y se realizó una distribución masiva de telas mosquiteras. El programa procuró someter a prueba a todos los habitantes de Punta Europa respecto a paludismo y tratar a quienes arrojaban resultados positivos con una combinación de terapias antipalúdicas para despejar las infecciones de sus torrentes sanguíneos. Además, el Grupo Técnico Asesor recomendó la primera actividad destinada a combatir los mosquitos en su hábitat exterior. En aquellas zonas donde se identificaron lugares de reproducción al aire libre que eran productivos y estables, se recomendó el uso de un agente bacteriano biodegradable para matar a las larvas de los mosquitos. Al reconocer la necesidad de contar con la participación y el interés de la comunidad en el control de la población de mosquitos, el equipo del proyecto introdujo ELITA, una campaña de gestión ambiental comunitaria. ELITA quiere decir Eliminar, Limpiar y Tapar. Carl Maas, gerente de Responsabilidad Social de Marathon Oil en Guinea Ecuatorial, explicó ELITA: “Capacitamos a un agente comunitario de paludismo por cada 20 domicilios en dos comunidades con altos índices de incidencia de paludismo. Su función es motivar a los vecinos a tomar medidas semanalmente para eliminar los lugares de reproducción de mosquitos. Se pide a la gente que limpie y rellene los pozos y charcos, recolecte y entierre o queme la basura y que tape los recipientes con agua”. Si bien es demasiado temprano para evaluar la eficacia a largo plazo de ELITA, la intervención redujo a la mitad los porcentajes de infección localizada. El equipo del PCPIB piensa que ELITA también va a generar un mayor grado de cooperación entre los habitantes locales con respecto a otras medidas de control, como por ejemplo el rociado intradomiciliario y el uso de telas mosquiteras. 23 PHASE III, 2013-2018: A pathway to elimination “History tells us if the BIMCP stops, there will be a resurgence of malaria. Marathon Oil remains committed to the core program elements of vector control with IRS, case detection and treatment, monitoring and evaluation, human capacity building, and information, communication and education campaigns. We are also very excited that the plans for a series of malaria vaccine clinical trials have been approved. We realize that achieving our goal of elimination will require unique strategies focused on blocking disease transmission, and an efficacious vaccine is the best way to accomplish this.” — Dr. Brian Linder Retired Medical Director, Marathon Oil P hase III brings the project’s achievements and the complexity of fighting malaria to the forefront. In the first decade of the project, the overall trend was a continuous decrease in the prevalence of malaria infection on Bioko Island, with partial rebounds in 2007 and 2010. In 2013, the prevalence of malaria infections and number of malaria cases treated at public health facilities both increased. While other factors could explain the partial rebound, significant increases in malaria cases in Chad, the Central African Republic and Ghana in 2013 suggest it could be a regional trend. The TAG is assessing the potential causes. In the face of this challenge, the partners not only renewed the project through 2018, but also set a higher goal to eliminate malaria on Bioko Island. Because it is clear that the current tools are not enough to reach this goal, Phase III prepares Bioko Island for the knockout blow: a vaccine designed to prevent parasite infection and disease in people and block malaria transmission. During Phase III, the BIMCP will attack malaria transmission both indoors and outdoors. Phase III scales up the indoor control measures to ensure that at least 95 percent of Bioko Island residents are protected by indoor residual spraying or long-lasting insecticide-treated bed nets, preferably both. Universal, mass distributions of bed nets are planned for 2014 and 2017. Annual rotation between two long-lasting insecticides for IRS is designed to reduce the risk of mosquitoes developing resistance. The partners believe this arsenal of tools will result in dramatic changes in malaria transmission rates. To attack outdoor transmission, coverage will be extended on a local level through ELITA and bacterial agents to eliminate mosquito breeding sites. The project will continue to supply and distribute effective combination therapy drugs to treat uncomplicated malaria, drugs to treat severe malaria, drugs to prevent malaria in pregnancy, equipment and supplies to properly diagnose malaria using microscopy, and rapid diagnostic tests. To support the government’s policy to provide free malaria care, all health facilities and their patients will receive drugs and supplies at no cost. All clinicians and laboratory technicians working in government health facilities will continue to receive training. The project also will seek to extend support for improved diagnosis and treatment of malaria to private sector health facilities that adhere to national guidelines and provide data on treated cases to the National Health Information System. Finally, the project will extend the piloted strategy targeting hot spots beyond Punta Europa to other areas of above-average transmission. The partners believe that this combination of interventions will result in a continued reduction in malaria transmission on the Island to very low, pre-elimination levels. 24 FASE III, 2013-2018: La trayectoria hacia la eliminación “Los antecedentes históricos nos demuestran que si se interrumpe el PCPIB, el paludismo vuelve a surgir. Marathon Oil mantiene su compromiso con los elementos clave del programa de control de vectores con el rociado intradomiliciliario residual, la detección y el tratamiento de casos, el seguimiento y la evaluación, la formación de capacidad humana y las campañas de información, comunicación y educación. Además estamos muy entusiasmados porque se han aprobado los planes para una serie de ensayos clínicos para una vacuna contra el paludismo. Nos damos cuenta de que alcanzar nuestro objetivo de eliminación va a exigir estrategias singulares que se centren en bloquear la transmisión de la enfermedad y una vacuna eficaz es la mejor manera de lograrlo”. — Dr. Brian Linder Ex Director Médico, Marathon Oil L a Fase III pone de relieve los logros del proyecto y la complejidad de la lucha contra el paludismo. En la primera década del proyecto, la tendencia general fue una constante disminución en la prevalencia de la infección palúdica en la Isla de Bioco, con brotes parciales en 2007 y 2010. En 2013, la prevalencia de las infecciones palúdicas y el número de casos de paludismo tratados en establecimientos de salud pública aumentaron. Si bien hay otros factores que podrían explicar el brote parcial, los notables aumentos de casos de paludismo en Chad, la República Centroafricana y Ghana en 2013 sugieren que podría tratarse de una tendencia regional. El GTA está evaluando las posibles causas. Frente a esta dificultad, los socios no sólo renovaron el proyecto hasta 2018, sino que además se fijaron como objetivo eliminar el paludismo en la Isla de Bioco. Dado que es evidente que las herramientas actuales no son suficientes para alcanzar este objetivo, la Fase III prepara a la Isla de Bioco para el golpe final: una vacuna diseñada para impedir la infección del parásito y la enfermedad en la gente y bloquear la transmisión del paludismo. Durante la Fase III, el PCPIB atacará la transmisión palúdica tanto en interiores como exteriores. La Fase III amplía las medidas de lucha antipalúdica en interiores para asegurar que por lo menos el 95% de los habitantes de la Isla de Bioco estén protegidos mediante el rociado intradomiciliario residual o telas mosquiteras impregnadas con insecticida, aunque se prefiere que se usen ambos métodos. Para 2014 y 2017 se prevé realizar distribuciones masivas y universales de telas mosquiteras. La rotación anual entre los insecticidas de efecto prolongado para el rociado intradomiciliario residual está destinada a reducir el riesgo de que los mosquitos desarrollen resistencia. Los socios consideran que este arsenal de herramientas va a producir cambios drásticos en los índices de transmisión palúdica. Para atacar la transmisión al aire libre, se extenderá la cobertura a nivel local a través de ELITA y agentes bacterianos para eliminar los lugares de reproducción de mosquitos. El proyecto seguirá suministrando y distribuyendo fármacos para lograr una terapia combinada que sea eficaz para tratar los casos de paludismo sin complicaciones, fármacos para tratar los casos graves de paludismo, fármacos para prevenir el paludismo durante el embarazo, equipos y provisiones para diagnosticar adecuadamente el paludismo con el microscopio y pruebas para diagnóstico rápido. Para plegarse a cumplir la política del gobierno de prestar atención gratuita para los casos de paludismo, todos los establecimientos de salud y sus pacientes recibirán fármacos y provisiones sin costo alguno. Todos los clínicos y técnicos de laboratorios que trabajen en establecimientos de salud del estado seguirán recibiendo capacitación. El proyecto procurará también ampliar su apoyo para mejorar el diagnóstico y tratamiento del paludismo y abarcar los establecimientos de salud del sector privado que se adhieran a las pautas nacionales y proporcionen datos de los casos tratados al Sistema Nacional de Información de Salud. Por último, el proyecto ampliará la estrategia piloto empleada para los focos que se encuentran más allá de Punta Europa a fin de incluir otras zonas que tengan índices de transmisión superiores a la media. Los socios consideran que esta combinación de intervenciones va a generar una constante reducción de la transmisión palúdica en la Isla hasta llegar a niveles muy bajos antes de su eliminación total. 25 The first step in the final journey D uring the same time the BIMCP has been fighting malaria, Sanaria, a biotechnology company in Rockville, Maryland, USA, has been developing a vaccine against the disease. After discovering that Sanaria shares the same resolve to combat malaria despite long odds, the BIMCP partners decided to participate in trials of the promising Sanaria® PfSPZ Vaccine. According to Sanaria Founder and Chief Executive and Scientific Officer Dr. Stephen Hoffman, it is the only vaccine designed to prevent malaria infection, disease and transmission. It attacks the malaria parasite before it can begin to multiply rapidly in the human liver and blood, preventing the infection from reaching the bloodstream and thereby preventing disease in the human host. This blocks transmission of malaria to mosquitoes and essentially wipes out the disease. “To prove that the vaccine is the knockout punch to the malaria parasite, we need to test it in a place that is challenging. Bioko Island — with one of the highest malaria transmission rates in the world, well-defined malaria control and surveillance programs, and the highly motivated public-private partnership — is a phenomenal setting.” — Dr. Stephen Hoffman Sanaria Founder and Chief Executive and Scientific Officer In a phase I clinical trial, the vaccine provided complete protection against malaria in subjects who were exposed to the malaria parasite responsible for more than 98 percent of all deaths from malaria. The publication of these results in the journal Science in August 2013 heightened excitement and awareness of upcoming trials in eight sites in the U.S., Europe and Africa. Bioko Island is a perfect place to conduct vaccine trials, not only because of the stubbornly high and persistent rate of malaria transmission, but also because of the long fight against the disease using a wide variety of tools. The confined geographic area and relatively small population also lend themselves to the final stage of the vaccine initiative in 2018 or 2019, which would involve inoculating at least 80 percent of Bioko Island residents with the vaccine when it is licensed. This would be the first mass administration of a malaria vaccine, and the first attempt to use a malaria vaccine to halt transmission of the disease. In order to conduct these first-ever clinical trials in Equatorial Guinea, the infrastructure had to be established to comply with international scientific standards. The MOHSW, MCDI, Ifakara Health Institute, and WHO’s Regional Office for Africa have established the required ethical review committee and national regulatory authority in Equatorial Guinea and trained the committee members. The first trial involving 33 adult males on Bioko Island, set to begin in 2014, will test the vaccine’s safety and tolerability. Sanaria, Ifakara Health Institute, MCDI and the MOHSW are working on the trial with medical staff at the La Paz Hospital on Bioko Island. Over the next five years or more, Bioko Island will be the site of three increasingly larger studies of the vaccine conducted with full support of the Government of Equatorial Guinea and BIMCP partners. Whatever the outcome of the trials, at the end of Phase III the BIMCP will have a respected place in the history of malaria control programs. It has substantially reduced the burden of disease and the negative consequences of malaria-attributable illness and saved thousands of lives on Bioko Island. In addition, the scientific data shared with the international community has been instrumental in strengthening the global effort to eliminate malaria. The public-private partnership has widely shared its successes, difficulties and lessons learned, prompting changes in malaria control practices worldwide. The BIMCP has shown how industry, governments, the nonprofit sector and leading health specialists can collaborate to control malaria, improve health, provide social benefits and contribute to economic development. With its legacy of world-class scientific data and tireless pursuit of an end to malaria, the BIMCP has already dealt a blow to one of the world’s most infectious tropical diseases. 26 El primer paso de la recta final A l mismo tiempo que el PCPIB ha venido luchando contra el paludismo, Sanaria, una empresa biotecnológica de Rockville, Maryland, EE. UU., ha venido desarrollando una vacuna contra esa enfermedad. Tras descubrir que Sanaria tiene la misma resolución de combatir el paludismo a pesar de las pocas probabilidades que hay, los socios del PCPIB decidieron participar en los ensayos de la promisoria Vacuna PfSPZ de Sanaria®. Según el Fundador y Director Ejecutivo y Científico de Sanaria, Dr. Stephen Hoffman, es la única vacuna pensada para prevenir la infección, enfermedad y transmisión palúdica. Ataca al parásito palúdico antes de que comience a multiplicarse rápidamente en el hígado y la sangre humana, con lo cual se previene la infección y se impide que llegue al torrente sanguíneo, impidiendo así la enfermedad de la persona. Ello bloquea la transmisión del paludismo a los mosquitos y fundamentalmente elimina la enfermedad. “Para demostrar que la vacuna es el golpe final que va a eliminar el parásito del paludismo, tenemos que probarla en un lugar que sea difícil. La Isla de Bioco, con uno de los índices de transmisión de paludismo más altos del mundo, programas bien definidos para el control y la vigilancia del paludismo, y alianzas sumamente motivadas entre los sectores público y privado, representa un entorno con condiciones espectaculares”. — Dr. Stephen Hoffman Fundador, director ejecutivo y científico de Sanaria En la Fase I de los ensayos clínicos, la vacuna brindó total protección contra el paludismo en sujetos que estuvieron expuestos al parásito del paludismo responsable de más del 98 por ciento de todas las muertes debido a paludismo. La publicación de estos resultados en la publicación Science de agosto de 2013 acrecentó el entusiasmo y conocimiento de los próximos ensayos en ocho lugares de EE. UU., Europa y África. La Isla de Bioco es el lugar perfecto para realizar pruebas de la vacuna, no sólo por su irremediablemente alto y persistente índice de transmisión palúdica, sino también por su larga lucha contra la enfermedad mediante el uso de una amplia variedad de herramientas. La limitada zona geográfica y la población relativamente pequeña se prestan también para realizar la etapa final de la iniciativa de la vacuna en 2018 o 2019, lo que involucraría la inoculación de por lo menos el 80% de los habitantes de la Isla de Bioco con la vacuna cuando se obtenga la licencia. Esta sería la primera administración masiva de una vacuna contra el paludismo y el primer intento de utilizar una vacuna contra el paludismo para eliminar la transmisión de la enfermedad. A fin de llevar a cabo estas primeras pruebas clínicas en Guinea Ecuatorial, se deberá establecer la infraestructura para cumplir lo dispuesto por las normas científicas internacionales. El MSBS, MCDI, Ifakara Health Institute y la Oficina Regional de la OMS en África formaron el correspondiente comité de revisión ética y establecieron una autoridad regulatoria nacional en Guinea Ecuatorial y capacitaron a los miembros del comité. La primera prueba, en la que participaron 33 hombres en la Isla de Bioco, está programada para empezar en el 2014, comprobará la seguridad y tolerabilidad de la vacuna. Sanaria, Ifakara Health Institute, MCDI y el MSBS están trabajando en esta prueba junto con el personal médico del Hospital La Paz en la Isla de Bioco. Durante los próximos cinco años o más, la Isla de Bioco será sede de tres estudios de la vacuna cada vez más amplios que se llevarán a cabo con pleno apoyo del Gobierno de Guinea Ecuatorial y los socios del PCPIB. Independiente de cuáles sean los resultados de las pruebas, al final de la Fase III, el PCPIB ocupará un lugar importante en la historia de los programas de lucha antipalúdica. Ha reducido sustancialmente la carga de la enfermedad y las consecuencias negativas de la enfermedad atribuible al paludismo y salvado miles de vidas en la Isla de Bioco. Además, los datos científicos compartidos con la comunidad internacional han sido cruciales para consolidar las actividades mundiales destinadas a eliminar el paludismo. La alianza entre los sectores público y privado ha compartido en gran medida sus aciertos, dificultades y lecciones aprendidas, con lo cual ha generado cambios en las prácticas de control del paludismo en todo el mundo. El PCPIB ha demostrado cómo la industria, los gobiernos, el sector de organizaciones sin fines de lucro y los principales especialistas en salud pueden colaborar para controlar el paludismo, mejorar la salud, brindar beneficios sociales y contribuir al desarrollo económico. Con su legado de datos científicos de primera categoría e incansable búsqueda de un fin para el paludismo, el PCPIB ya ha logrado darle una paliza a una de las enfermedades tropicales más infecciosas del mundo. 27 Lessons learned A s one of the longest sustained malaria control campaigns mounted in recent history, the Bioko Island project offers many lessons. One of the most important is that malaria is complex and controlling it takes a long-term perspective and a comprehensive, adaptable approach based on timely, accurate and complete information. Recognizing this, the public and private partners have provided financial support and corporate resources to tackle the changing obstacles malaria has presented. The BIMCP pushed the envelope on malaria control through a comprehensive monitoring and evaluation system designed to support data-driven decisions. This approach has provided a platform for measuring outcomes, tracking progress and, equally important, highlighting what is not working in a short time period. In addition, the unique public-private partnership gave the BIMCP the flexibility to reallocate or increase project financial resources to adjust intervention strategies as needed. This adaptability is critical since mosquitoes can quickly develop resistance to insecticides and parasites can develop resistance to front-line malarial drugs. “To me, this project is an opportunity to make a difference on a grand scale. We have a chance to change the world in a significant way. Lastly, it is an opportunity to take wealth generated from the oil and gas industry and invest it in something that improves public health for many, many generations to come.” — Carl Maas CSR Manager, Marathon Oil While the BIMCP has demonstrated that indoor spraying can be effective in an area of high transmission, it has also shown that no one intervention alone can keep malaria at bay for long. A diversified approach is needed to attack mosquitoes indoors and outdoors. For malaria controls to be effective, community members must participate as active partners. Information, education and communication help people understand how malaria is transmitted and controlled, and how important it is for them to participate in indoor spraying, bed net use and other interventions. In addition, the project has shown that reducing illness and death from malaria has profound positive impacts. Over the past 10 years, the BIMCP has greatly enhanced the health and wellbeing of Bioko Island residents. At the same time, Equatorial Guinea has enjoyed an economic boom associated with its oil and gas resources. Both have contributed to improved infrastructure for health care and education and to per capita income growth. The overall direct cost of malaria care has been cut in half, and the poorest citizens have benefitted from spending less money on malaria diagnosis and treatment. Still, with all of the strides made over the last decade, the threat of malaria persists on Bioko Island. There are residents who have no immunity to the disease and no memories of life overshadowed by malaria. Increased travel to and from mainland Equatorial Guinea and other areas with widespread malaria means the risk of a dangerous resurgence is unacceptably high. Given these realities, cutting back or cutting out malaria controls is not an option. The partners hope that the right tools are in place at the right time to achieve the project’s goal. The resources, flexible funding and approach the public-private partnership has championed – combined with an effective vaccine that prevents malaria infection, disease and transmission – could make it possible to eliminate malaria on Bioko Island. 28 Lecciones aprendidas “Para mí, este proyecto representa una oportunidad de marcar una diferencia a gran escala. Tenemos la oportunidad de cambiar el mundo de una manera trascendental. Por último, es una oportunidad de utilizar la riqueza generada por la industria de hidrocarburos e invertirla en algo que mejora la salud pública para muchas generaciones venideras”. — Carl Maas Gerente CSR, Marathon Oil E l proyecto de la Isla de Bioco, una de las campañas de la lucha antipalúdica más larga y sostenida que se haya realizado en la historia reciente, brinda muchas lecciones. Una de las más importantes es que el paludismo es complejo y el poder controlarlo exige una perspectiva a largo plazo y un enfoque global que sea adaptable y se base en información oportuna, precisa y completa. Al reconocer esta situación, la alianza formada por los sectores público y privado han provisto apoyo financiero y recursos corporativos para afrontar los obstáculos cambiantes que ha presentado el paludismo. El PCPIB avanzó en esta lucha antipalúdica mediante un sistema global de seguimiento y evaluación destinado a prestar apoyo a las decisiones basadas en los datos. Este enfoque ha proporcionado una plataforma para medir los resultados, efectuar el seguimiento de los avances y, lo que es igualmente importante, resaltar lo que no funcione en un corto plazo. Además, la singular alianza entre los sectores público y privado brindó al PCPIB la flexibilidad de redistribuir o incrementar los recursos financieros del proyecto para adaptar las estrategias de intervención según fuera necesario. Esta adaptabilidad es crítica dado que los mosquitos pueden desarrollar rápidamente resistencia a los insecticidas y los parásitos pueden desarrollar resistencia a los fármacos antipalúdicos de primera línea. Si bien el PCPIB ha demostrado que el rociado intradomiciliario puede ser eficaz en una zona con alto índice de transmisión, ha demostrado también que ninguna intervención por sí misma puede frenar el paludismo durante mucho tiempo. Es necesario emplear un enfoque diversificado para atacar a los mosquitos en interiores y exteriores. Para que los controles del paludismo sean eficaces, los miembros de la comunidad deben participar como socios o aliados activos. La información, educación y comunicación ayudan a la población a entender cómo se transmite y controla el paludismo y cuán importante es que ellos participen en el rociado intradomiciliario, el uso de telas mosquiteras y demás intervenciones. Asimismo, el proyecto ha demostrado que la reducción de la enfermedad y la muerte causada por el paludismo tiene una repercusión profundamente positiva. Durante los últimos 10 años, el PCPIB ha acrecentado en gran medida la salud y el bienestar de los habitantes de la Isla de Bioco. Al mismo tiempo, Guinea Ecuatorial ha disfrutado de un boom económico relacionado con sus recursos de hidrocarburos. Ambos han contribuido a mejorar la infraestructura de atención de la salud y educación, así como al crecimiento de ingresos per cápita. El costo directo general de la atención del paludismo se ha reducido a la mitad y los ciudadanos de menos recursos se han beneficiado al tener que gastar menos dinero en el diagnóstico y tratamiento del paludismo. Aún así, con todos los avances que se han alcanzado en la última década, la amenaza del paludismo persiste en la Isla de Bioco. Hay habitantes de la isla que todavía no tienen inmunidad alguna contra la enfermedad y no recuerdan haber vivido sin el acecho del paludismo. La mayor frecuencia de viajes entre el territorio continental de Guinea Ecuatorial y la isla, así como con otras zonas con mucho paludismo implica un alto riesgo inaceptable de que vuelva a surgir la enfermedad. Teniendo en cuenta estas realidades, la reducción o eliminación de los controles del paludismo no representa una opción. Los socios esperan que las herramientas apropiadas estén implementándose en el momento adecuado para poder cumplir con el objetivo del proyecto. Los recursos, financiamiento flexible y el enfoque abogados por la asociación del sector público y privado, junto con una vacuna eficaz que previene la infección, la enfermedad y la transmisión del paludismo, podría hacer posible la eliminación del paludismo de la Isla de Bioco. 29 Awards Acknowledgements Africa Investor Magazine Award (2006) US Chamber of Commerce International Community Service Award finalist (2006) World Oil Award (2006) Global Business Coalition first annual award for malaria control (2007) World Foundation for Medical Research and Prevention award (2007) Global Business Coalition award for Best Malaria Monitoring and Evaluation Program (2009) The Oil and Gas Year (TO&GY) Best Corporate Social Responsibility Project (Equatorial Guinea) (2013) Thank you to the following for their dedication and contribution to ending malaria on Bioko Island. His Excellency Teodoro Obiang Nguema Mbasogo The Government of Equatorial Guinea Ministry of Mines, Industry and Energy Ministry of Health and Social Welfare AMPCO EG LNG GEPetrol Marathon Oil Corporation Medical Care Development International (MCDI) Noble Energy Sanaria SONAGAS Salim Abdulla, Ifakara Health Institute Mitoha Ondo’o Ayekaba, Marathon Oil Corporation Paul Babb, Scriptwriter Peter F. Billingsley, Sanaria Joseph Carter, MCDI Clarence P. Cazalot, Jr., Retired, Marathon Oil Corporation Adel Chaouch, Marathon Oil Corporation Ken Childress, Photographer Luis Emilio Maye Epesi, Marathon Oil Corporation Kevin Francis, Videographer 30 Brian Greenwood, London School of Hygiene and Tropical Medicine Janet Hemingway, Liverpool School of Tropical Medicine Stephen Hoffman, Sanaria Purita Johnson, Community malaria agent Tom Klassen, Videographer Immo Kleinschmidt, London School of Hygiene and Tropical Medicine Karin Knapp, Writer Cathy Krajicek, Marathon Oil Corporation Patrick Kuchar, U.S. Centers for Disease Control and Prevention Kim Lee, Sanaria Brian Linder, Retired, Marathon Oil Corporation Carl Maas, Marathon Oil Corporation Victor Mba, MCDI German Menendez, Marathon Oil Corporation Feliciano Monti, MCDI Marvin Rainsdon, Retired, Marathon Oil Corporation Pat Sanders, Marathon Oil Corporation Kathleen Sauvé, Marathon Oil Corporation Chris Schwabe, MCDI Michel Slotman, Texas A&M University The late Brian Sharp, South Africa’s Medical Research Council Malaria Program The late Andrew Spielman, Harvard University Premios Reconocimientos Africa Investor Magazine Award (2006) US Chamber of Commerce International Community Service Award finalist (2006) World Oil Award (2006) Global Business Coalition first annual award for malaria control (2007) World Foundation for Medical Research and Prevention award (2007) Global Business Coalition award for Best Malaria Monitoring and Evaluation Program (2009) The Oil and Gas Year (TO&GY) Best Corporate Social Responsibility Project (Equatorial Guinea) (2013) Nuestros agradecimientos a las siguientes entidades por su dedicación y contribución para eliminar el paludismo de la Isla de Bioco. Su Excelencia Teodoro Obiang Nguema Mbasogo El Gobierno de Guinea Ecuatorial Ministerio de Minas, Industria y Energía Ministerio de Sanidad y Bienestar Social AMPCO EG LNG GEPetrol Marathon Oil Corporation Medical Care Development International (MCDI) Noble Energy Sanaria SONAGAS Salim Abdulla, Ifakara Health Institute Mitoha Ondo’o Ayekaba, Marathon Oil Corporation Paul Babb, Guionista Peter J. Billingsley, Sanaria Joseph Carter, MCDI Clarence P. Cazalot, Jr., jubilado de Marathon Oil Corporation Adel Chaouch, Marathon Oil Corporation Ken Childress, Fotógrafo Luis Emilio Maye Epesi, Marathon Oil Corporation Kevin Francis, Videógrafo Brian Greenwood, London School of Hygiene and Tropical Medicine Janet Hemingway, Liverpool School of Tropical Medicine Stephen Hoffman, Sanaria Purita Johnson, Agente Comunitaria de Paludismo Tom Klassen, Videógrafo Immo Kleinschmidt, London School of Hygiene and Tropical Medicine Karin Knapp, Escritor Cathy Krajicek, Marathon Oil Corporation Patrick Kuchar, U.S. Centers for Disease Control and Prevention Kim Lee, Sanaria Dr. Brian Linder, jubilado de Marathon Oil Corporation Carl Maas, Marathon Oil Corporation Victor Mba,MCDI German Menendez, Marathon Oil Corporation Dr. Feliciano Monti, MCDI Marvin Rainsdon, jubilado de Marathon Oil Corporation Pat Sanders, Marathon Oil Corporation Kathleen Sauvé, Marathon Oil Corporation Chris Schwabe, MCDI Michel Slotman, Texas A&M University Brian Sharp, QEPD, South Africa’s Medical Research Council Malaria Program Andrew Spielman, QEPD, Harvard University 31 “One day we can look back on a wonderful project where we became part of the community, saw a problem and worked with our partners and the Government of Equatorial Guinea to solve it. We rose to the challenge in the face of adversity and succeeded, and were able to share it worldwide so that others could succeed in eliminating malaria.” — 32 Adel Chaouch Resident Manager, Kurdistan Region of Iraq Marathon Oil “Algún día podremos mirar hacia atrás y ver un maravilloso proyecto en donde nos incorporamos a la comunidad, observamos que había un problema y trabajamos juntos con nuestros socios y el Gobierno de Guinea Ecuatorial para resolverlo. Estuvimos a la par de las dificultades adversas y triunfamos, pudimos compartir nuestros aciertos con todo el mundo para que otros pudieran tener éxito en la eliminación del paludismo”. — Adel Chaouch Gerente residente, Región de Kurdistán de Irak, Marathon Oil