PROCESOS DE REGULACION METACOGNITIVA EN LA
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PROCESOS DE REGULACION METACOGNITIVA EN LA
1 RESUMEN Este trabajo presenta los resultados de la investigación de los procesos de regulación metacognitiva presentes en la resolución de problemas matemáticos. Se presentan las estrategias utilizadas en la búsqueda de huellas metacognitivas en los procesos de aprendizaje y resolución de situaciones problémicas en estudiantes de último grado de educación media, en una institución pública de estrato socio-económico bajo de la ciudad de Armenia, Quindío, Colombia. Se asume como supuesto de la investigación que hay una relación entre los procesos de regulación metacognitiva y la resolución de problemas y que éstos se desarrollan en la medida en que se avanza en el conocimiento de dominio específico en este caso de los contenidos matemáticos escolares. Este supuesto se asume dado que en las aulas se observa que los estudiantes con mejor desempeño actúan con mayor autonomía a la hora de realizar las tareas que se les asignan. y que éstos se desarrollan en la medida en que se avanza en el conocimiento de dominio específico en este caso de los contenidos matemáticos escolares. Es así, como el propósito de la investigación es indagar tales procesos de regulación mediante el seguimiento de las acciones metacognitivas de planeación, control y evaluación que emplean los estudiantes durante sus procesos de resolución de problemas en matemáticas. 2 Se espera con esta investigación aportar a la enseñanza de las matemáticas y cualificar los procesos de resolución de problemas matemáticos, considerados como aspectos fundamentales en la actividad matemática. 3 1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA La prioridad en la educación matemática fue durante muchos años la repetición de algoritmos para resolver ejercicios. El enfoque cognoscitivo que impera en la actualidad se preocupa más por los procesos de pensamiento que se dan en la mente del estudiante al intentar resolver un problema que por los procedimientos y sus resultados (Casajús, 2005). Es así como el asunto fundamental en cualquier acto de enseñanza debe ser generar pensamiento, asumiendo éste como el proceso mismo de resolución de problemas, postura planteada desde Dewey y Mayer (citados en Rodríguez, 2005). En esta misma línea de ideas, el propósito de esta investigación es examinar los procesos metacognitivos que los estudiantes llevan a cabo durante sus procesos de resolución de problemas -como principales indicadores de pensamiento-, más específicamente con respecto a la regulación metacognitiva; evidenciados en acciones de planificación, control y evaluación de estrategias. Además de la eficiencia en la resolución de problemas, los procesos de regulación metacognitiva le permiten al estudiante asumir el rol protagónico de su aprendizaje, pues él mismo debe emplear lo que sabe y lo que necesita en pro de la resolución de una situación determinada; estando en capacidad de planear, monitorear y evaluar sus propios procesos cognitivos para reafirmar o 4 replantear estrategias que lo lleven a la consecución del objetivo y por consiguiente a nuevos aprendizajes. Sólo en la medida en que el estudiante asuma tal rol, la actividad matemática dejará de valerse de algoritmos meramente mecánicos y memorísticos para llegar a ser un aprendizaje profundo y, mejor aún, una herramienta indispensable para la vida misma. Así, el estudiante logrará pasar de la repetición de modelos de resolución de problemas dados por el maestro, a la búsqueda de caminos que lo lleven por sí mismo –de la mano del maestro- a la construcción de nuevos conocimientos; partiendo de su propia estructura conceptual para generar esos nuevos aprendizajes y desarrollar así su pensamiento matemático. Es necesario, además, tener en cuenta la forma como las matemáticas surgieron a través de la historia, la cual nos muestra que la mayoría de objetos matemáticos surgieron a partir de la necesidad del hombre de resolver una situación relacionada con conteo, comercio, medida, etc. Por esta razón, uno de los propósitos de las matemáticas escolares debe ser emplear la resolución de problemas como el vehículo que transporta los objetos matemáticos desde la formalidad de la ciencia hasta la realidad; bien sea para responder a una necesidad de ésta o para transformarla. Esto con el interés de disminuir el fracaso escolar en matemáticas, que se debe en gran parte a la desmotivación causada por la ausencia de sentido práctico que encuentran los estudiantes en 5 los conocimientos que la matemática escolar ofrece, representada por la pregunta recurrente: ¿y eso para qué me sirve? De tal propósito surge la pregunta central del presente estudio: ¿Cómo emplean estrategias de regulación metacognitiva al resolver problemas matemáticos los estudiantes de educación media? 6 2. JUSTIFICACIÓN El presente estudio es importante en el campo de la didáctica de las matemáticas, puesto se realiza teniendo como principal escenario uno de los cinco procesos generales de la actividad matemática: la resolución de problemas. Con respecto a la didáctica de las ciencias, trata un asunto de vital importancia en las cuestiones de enseñanza y aprendizaje: la metacognición. En estudios acerca de la metacognición en la resolución de problemas matemáticos –como el realizado por Domenech en el 2004- se ha encontrado independencia entre la capacidad intelectual y la capacidad metacognitiva de los estudiantes. Entendiendo la capacidad intelectual como la relacionada con la inteligencia de los estudiantes, vista ésta como la facilidad con la que su cerebro logra establecer conexiones neuronales que le permiten comprender y aplicar los nuevos conocimientos; mientras que la capacidad metacognitiva está relacionada con la habilidad para reconocer, controlar, pulir y evaluar sus propios procesos cognitivos. Tales estudios indican que la capacidad metacognitiva puede compensar la baja capacidad intelectual, ya que puede aportar información sobre cómo resolver el problema […] Finalmente, la alta capacidad intelectual es sólo importante cuando la competencia metacognitiva es baja, es decir, la metacognición y la 7 aptitud intelectual pueden funcionar como procesos independientes (Swanson, 1990, citado por Domenech, 2004). Aunque todavía no se ha logrado consenso en cuanto a la independencia entre ambas capacidades, la presente investigación se centrará en indagar los procesos de regulación metacognitiva presentes en la resolución de problemas, independientemente del potencial intelectual de los miembros del grupo. Otro aspecto que hace de la metacognición un objeto de investigación interesante es el supuesto de que puede influir directamente en el desempeño académico de los estudiantes; dado que, a diferencia de la inteligencia –la cual se supone que es innata-, la metacognición es un conjunto de comportamientos que se puede enseñar y aprender (Osborne, 2000). Lo anterior, lo sustentan investigaciones acerca de la metacognición y su relación con la resolución de problemas, lo cual hace importante validarla como instrumento facilitador en problemas específicamente matemáticos y, en consecuencia, como un proceso que potencia el aprendizaje de las matemáticas, un área con tantos mitos por su nivel de dificultad; efecto que posiblemente mejore la actitud y la concepción de los estudiantes acerca del área y de sus propias capacidades con respecto a la misma. Otro valor agregado de la metacognición es la potenciación de la autonomía en el aprendizaje, influyendo positivamente en variables afectivas y actitudinales (Osborne, 2000). El estudiante será consciente de lo que sabe y cómo lo usa, 8 evidenciando así sus fortalezas y debilidades en pro de perfeccionar o replantear los procesos que favorecen o dificultan sus propios aprendizajes. Esta es una razón por la cual el estudio de la metacognición está a la vanguardia en didáctica de las ciencias, ya que se asume que ésta no sólo es funcional en matemáticas sino que es transferible a situaciones de otras ciencias e incluso a situaciones de la vida cotidiana. 9 3. OBJETIVOS Indagar acerca de la existencia y la forma en que se dan procesos de regulación metacognitiva en los estudiantes al momento de resolver situaciones problema en matemáticas. Identificar acciones de planeación, control y evaluación presentes en la resolución de problemas matemáticos. 10 4. MARCO TEÓRICO 4.1 ANTECEDENTES Los antecedentes que se presentan a continuación dan cuenta de los resultados de algunas investigaciones y algunos artículos que reconocen la relación entre la metacognición y la resolución de problemas. 4.1.1 El papel de la inteligencia y de la metacognición en la resolución de problemas (Domènech, 2004) Su Tesis Doctoral presenta la relación entre el proceso de resolución de problemas, la inteligencia y la metacognición; estableciendo una comparación entre adolescentes con alta y media capacidad intelectual; en respuesta al supuesto de que los primeros poseen mayores y mejores recursos cognitivos que los segundos, lo que puede repercutir en una mejor resolución. En cuanto a la metacognición, la toman como factor que favorece la comprensión y resolución de problemas: “Ambos aspectos (capacidad intelectual y capacidad metacognitiva), estudiados conjuntamente, pueden aportar información valiosa sobre las propuestas educativas en la resolución de problemas: si conocemos qué aspectos están incluidos en la resolución, qué procesos subyacen a la respuesta exitosa y qué características muestran las personas que resuelven correctamente, tendremos las pautas necesarias para educar en la resolución de problemas.” (Domenech, 2004) Las preguntas generadoras del estudio fueron: a) ¿qué aspectos diferenciales se observan en la resolución de problemas en función del perfil intelectual?, b) 11 ¿cómo es la resolución de problemas en los resolutores con alta y baja capacidad metacognitiva? y c) ¿qué relación existe entre la inteligencia y la metacognición? Antes de esta investigación, la autora llevó a cabo un estudio en el que determinó el perfil intelectual de 762 estudiantes de tercer grado de educación secundaria obligatoria de la ciudad de Reus (provincia de Tarragona); el cual usó como materia prima para extraer la muestra de estudio de esta tesis (140 individuos), en la cual debía haber estudiantes con alta y con media capacidad intelectual. La muestra estaba conformada tanto por hombres como mujeres de distintos niveles socio-económicos, provenientes de instituciones oficiales y concertadas. El aporte de esta tesis a la presente investigación radica en la selección de los estudiantes que conformaron la unidad de trabajo, puesto que gracias a la conclusión de que no existe una relación directa entre perfil intelectual y capacidad metacognitiva –contrario a lo que la autora había planteado en sus hipótesis-; se determinó que el desempeño académico no era un factor determinante para indagar los proceso de regulación metacognitiva, ya que tanto los estudiantes con alta capacidad intelectual como con alta capacidad metacognitiva logran ser resolutores de problemas exitosos, sin que lo uno implique lo otro. 12 4.1.2 Metacognición, resolución de problemas y enseñanza de las matemáticas. Una propuesta integradora desde el enfoque antropológico (Rodríguez, 2005) El objetivo de este trabajo fue estudiar cómo mejorar la instrucción en matemáticas de modo que facilite la capacidad de resolución de problemas de los alumnos y se centra especialmente en la educación secundaria. La autora tomó como marco teórico para el diseño de la propuesta de instrucción el enfoque antropológico en didáctica de las matemáticas, iniciado por Yves Chevallard. Finalmente, logró demostrarse la eficacia de dicha propuesta de instrucción como eje integrador del proceso de enseñanza-aprendizaje en matemáticas. Esta propuesta, la cual concibe la resolución de problemas como el origen y la razón de ser de toda actividad matemática, permite el desarrollo de aspectos metacognitivos, además de posibilitar la autonomía en el aprendizaje por parte de los estudiantes. Desafortunadamente, también se encontraron ciertas restricciones que impiden la aplicación de la propuesta en las aulas, enmarcadas por los sistemas educativos actuales; a pesar de las décadas de investigación y de considerarse el objetivo fundamental de la enseñanza de las matemáticas. Este estudio es importante para la presente investigación, puesto que da lineamientos didácticos que demuestran la importancia de la resolución de problemas mediada por estrategias metacognitivas para el aprendizaje de las 13 matemáticas. Además, muestra una mirada crítica con respecto a la manera como los docentes estamos presentando la matemática escolar (guiados por los sistemas educativos) y las repercusiones que esto tiene sobre el aprendizaje en nuestros estudiantes. 4.1.3 Educación en matemática y procesos metacognitivos en el aprendizaje (Silva, 2004) El autor presenta un documento en el que recopila aspectos generales con respecto a la metacognición, de acuerdo con los cuales se clasifica la investigación en este campo dentro de la educación matemática. Entre las formas de clasificar la investigación, habla del estudio de la regulación metacognitiva en sus procesos de planeación, control y evaluación. Desde otra perspectiva se hablaría del conocimiento procedimental dentro del campo de la metacognición: el saber cómo se enfrenta a una tarea o cómo se resuelve un problema. Silva (2004) menciona también que el objetivo de la explicación y la reflexión acerca de los propios procesos cognitivos es buscar la eficacia en la consecución de los objetivos de la tarea, que estaría en relación directa con la formación en competencias que guía los procesos de enseñanza y aprendizaje en Latinoamérica. Por otra parte, menciona dos dominios dentro de la metacognición: el conocimiento metacognitivo y la experiencia metacognitiva; y dos estrategias 14 metacognitivas: de conocimiento y de control. La estrategia de control incluye las acciones de regulación metacognitiva como claves para el enfoque en resolución de tareas (problemas). Después de precisar conceptualmente lo que es metacognición y todo lo que contiene, menciona 4 áreas de investigación en metacognición: análisis de los protocolos, estudios sobre el control ejecutivo, estudios sobre la regulación interindividual y estudios sobre la regulación intraindividual. Es en ésta última área en la cual se pretende desarrollar esta investigación: los procesos de autorregulación netamente automáticos y los procesos de autorregulación conscientes. Finalmente, presenta los objetivos de un modelo de aprendizaje fundamentado en la metacognición. Dentro de estos objetivos el autor hace énfasis sobre el nivel de conciencia del estudiante con respecto a su aprendizaje, buscando cada vez mayor autonomía y mejor actitud hacia el mismo; pero para posibilitar dicho cambio de perspectiva, es necesario cambiar primero actitudes, concepciones, percepciones y habilidades de los maestros. 4.1.4 Cognitive, metacognitive and motivational aspects of problem solving (Mayer, 1998) El autor reconoce el rol de la cognición, metacognición y herramientas motivacionales en la solución de problemas. Las herramientas metacognitivas 15 incluyen estrategias de comprensión de lectura, escritura, y comprensión matemática. Su estudio es relevante para la presente investigación en tanto reconoce la importancia de la metacognición en la resolución de problemas. Derivado de los resultados de esta investigación se reconoce la necesidad de realizar nuevas investigaciones correspondientes a: a. Cómo las herramientas metacognitivas contribuyen a la resolución de problemas. b. Cómo ayudar a los estudiantes a adquirir herramientas metacognitivas para resolver con éxito los problemas. El interés del estudio de las estrategias metacognitivas pretende avanzar hacia el reconocimiento de estas y su contribución a la resolución de problemas. 4.1.5 A metacognitive support during the process of problem solving in a computerized environment (Kapa, 2002) La autora presenta una investigación relacionada con ambientes de aprendizaje que proveen soporte metacognitivo en las diferentes fases del proceso de resolución de problemas. Tal investigación fue realizada con estudiantes de octavo grado (13 – 14 años), los cuales eran distribuidos en 4 grupos. Cada grupo recibía soporte metacognitivo en una o dos fases específicas del proceso de resolución de problemas: 1) durante el proceso de solución y después de 16 completar el proceso, 2) durante el proceso de solución solamente, 3) sólo al final del proceso y 4) sin soporte metacognitivo. Sus resultados son valiosos para la presente investigación puesto que demuestran la importancia de los ambientes de aprendizaje que proveen soporte metacognitivo durante el proceso de resolución en cada una de sus fases; indicando que son más efectivos que aquellos que proveen soporte metacognitivo sólo al final del proceso o nunca lo hacen. Además, en el reporte de dicha investigación, la autora presenta una categorización de las estrategias metacognitivas que fue de gran utilidad en la organización y análisis de resultados de la presente investigación. 4.2 REFERENTES TEÓRICOS 4.2.1 RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS Inicialmente, los problemas eran utilizados en matemáticas para el mero control y aplicación de las adquisiciones de los alumnos. Los problemas eran presentados en la parte final de algunos temas en los cuales los estudiantes ejercitaban su habilidad operativa. Esta perspectiva conceptual de las matemáticas en la que se partía de los contenidos para luego buscar la forma de aplicarlos ha sido reemplazada por la 17 enseñanza basada en problemas, en la que estas situaciones sirven como insumos para acceder a la estructura conceptual del área, buscando introducir nuevos objetos matemáticos; pretendiendo con esto modificar la apariencia lineal del currículo y permitir una visión más dinámica del área. Esto gracias a que las situaciones problema permiten establecer relaciones entre los cinco tipos de pensamiento matemático1, con otras áreas del saber y con situaciones de la vida cotidiana de los mismos estudiantes (problemas planteados desde la misma matemática, desde otras ciencias o desde situaciones de la vida real). Pero no existe aún consenso en cuanto a la definición de “problema”. Incluso, en algunos textos escolares se asumen los ejercicios como problemas. En la presente investigación asumiremos los problemas como situaciones enunciadas verbalmente que requieren de la utilización de habilidades y conocimientos – tanto matemáticos como cotidianos- para ser resueltas. Este tipo de problemas permiten una mayor movilización a nivel de pensamiento, puesto que no se ve de manera explícita la operación ni el procedimiento a seguir; sino que es el estudiante quien debe analizar qué de su estructura conceptual le sirve para buscar una solución y cómo puede usarlo. Según Moreno y Waldegg, (Citados por Obando & Múnera, 2003: 1) “una situación problema […] es el detonador de la actividad cognitiva, para que esto suceda debe involucrar implícitamente los conceptos que se van a aprender, debe representar un verdadero problema para el 1 Pensamiento numérico, espacial, métrico, aleatorio y variacional; propuestos en los Lineamientos curriculares de Matemáticas. 18 estudiante, pero a la vez debe ser accesible a él y debe permitir al alumno utilizar conocimientos anteriores”. Así, para poder desarrollar el pensamiento matemático en todos sus aspectos, es necesario transformar el currículo hacia una estructura multidimensional, en la que las conexiones entre el objeto matemático a enseñar y otros objetos matemáticos y/o de otros campos del saber enriquezcan el actuar dentro del aula gracias a las interacciones entre el maestro, el estudiante y el saber circundante; propiciadas por medio de las situaciones problema. Estas conexiones se hacen importantes no sólo desde el punto de vista de las posibilidades del conocimiento matemático en sí, sino porque permiten que las matemáticas –vistas como el lenguaje de muchas otras ciencias- se conviertan en una herramienta para el diario vivir (Obando & Múnera, 2003). El empleo de situaciones problema como centro de la actividad matemática cumple con una función adicional. Además de servir como instrumento para introducir nuevas nociones y/o aplicar las que ya se han aprendido, permite desarrollar en los alumnos la habilidad y el interés por investigar, propiciando la búsqueda de nuevos caminos para resolver un problema, aportando elementos valiosos para la motivación y actitud de los estudiantes hacia la actividad matemática. A pesar de tales funciones y según el planteamiento de Vigotsky (citado en Obando & Múnera, 2003), es importante aclarar que el problema en sí mismo no es el que permite o impide la formación de los conceptos; simplemente es el 19 que desencadena una serie de procesos psicológicos que llevan a la formación de símbolos y palabras que servirán como base para el nuevo concepto. En otras palabras, la situación problema, además de permitir el establecimiento de relaciones, asociaciones, inducciones, deducciones, representaciones, generalizaciones, etc., propicia niveles de estructuración simbólica y de lenguaje matemático, elementos básicos en la construcción de conceptos matemáticos (Obando & Múnera, 2003). De acuerdo con Pena (2003) “Es el deseo de vencer un obstáculo o de resolver un problema lo que moviliza las estructuras mentales que posibilitan la construcción de una nueva noción”. Bajo esta premisa, es necesario que el maestro presente a los estudiantes situaciones problema enmarcadas por diversos contextos para generar aprendizajes. De la identificación de invariantes de cada conocimiento que logre el estudiante al interactuar con él en varios contextos y su transferencia a contextos particulares dependerá la constitución de esquemas generales de pensamiento. A esta operación mental se le llama generalización, la cual es un proceso fundamental en el desarrollo del pensamiento matemático. Pero, es de resaltar que el estudiante no debe llegar a tal generalización por la reiteración del docente sino por su propia interacción con situaciones problema; teniendo en cuenta que es tan importante que ellos logren hallar lo general en lo particular (conceptualización a partir de una situación problema) como 20 representar lo particular a través de lo general (usar los conceptos aprehendidos para la resolución de una situación problema). Una situación problema posibilita una real actividad matemática siempre y cuando permita que el estudiante ponga en juego conocimientos aprendidos por separado, formando así una red conceptual, o la misma red que se forma al interior de un objeto matemático determinado. De otro lado, los autores Obando y Múnera (2003) hablan de la “devolución de la situación” que se presenta cuando el docente “suelta” la responsabilidad y ésta es asumida por el estudiante, no por imposición del adulto sino por el reto que le genera asumir su rol como protagonista del aprendizaje. A medida que el estudiante asuma este rol, los aprendizajes serán más significativos. 4.2.2 METACOGNICIÓN 4.2.2.1 Acerca de la definición de Metacognición Al estudiar lo relacionado con “lo mental”, se ha descubierto que el ser humano no sólo adquiere conocimientos acerca de su mundo físico y social, sino acerca de su mundo mental o psicológico mediante procesos metacognitivos; puesto que éstos surgen a partir de la reflexión que hace el sujeto con respecto a su propia manera de pensar. Así pues, la metacognición se considera como un conocimiento de segundo orden, ya que –como lo manifiesta el prefijo “meta”- se tiene a sí misma como objeto de estudio (Pozo, 2006: 59). 21 De acuerdo con esto, se asume la definición de metacognición desde dos autores: Desde la perspectiva de Flavell, la metacognición corresponde al propio conocimiento acerca de procesos cognitivos, que puede ser usado para controlar dichos procesos. Tal definición se fue transformando en la “habilidad para monitorear, evaluar y planificar nuestro propio aprendizaje”, (1979, citado por Tamayo, 2006). Desde la perspectiva de Ann Brown (1978, citada por Gutiérrez, 2005): “la metacognición es el control deliberado y consciente de la acciones cognitivas. Las actividades metacognitivas son los mecanismos autoregulatorios que utiliza un sujeto durante la resolución de un problema o al enfrentarse a una tarea y esto implica: Tener conciencia de las limitaciones del propio sistema. Por ejemplo, poder estimar el tiempo que puede llevarnos una tarea determinada. Conocer el repertorio de estrategias de las que disponemos y usarlas apropiadamente. Identificar y definir problemas. Planificar y secuenciar acciones para su resolución. Supervisar, comprobar, revisar y evaluar la marcha de los planes y su efectividad”. 4.2.2.2 Componentes de la Metacognición Según Tamayo, 2006 (siguiendo a Gunstone y Mitchell, 1998), dentro de la metacognición se distinguen tres componentes generales: el conocimiento metacognitivo, la conciencia metacognitiva y la regulación metacognitiva. Se entiende como conocimiento metacognitivo el conocimiento que tiene cada individuo acerca de sus propios procesos cognitivos: sus fortalezas y debilidades a la hora de ponerlos en marcha, sus capacidades, habilidades y la experiencia 22 que ha tenido al realizar determinada tarea que requiere de dichos procesos. Además, el conocimiento metacognitivo contempla el conocimiento que se tenga acerca de la naturaleza y las características de la tarea que influirán en el desempeño del individuo al realizarla. Según Domènech (2004), con respecto al conocimiento metacognitivo es necesario tener presente que: “el hecho de conocer la propia cognición no indica que automáticamente se utilicen procesos metacognitivos (Roberts & Erdos, 1993; Whitebread, 1999); es decir, una persona puede ser consciente que no entiende un problema pero no llevar a cabo ninguna estrategia para superar este déficit. Así pues, hay una independencia entre el conocimiento, la regulación y la conciencia metacognitiva”. La conciencia metacognitiva es el nombre dado al conocimiento que tiene dicho individuo de los propósitos de las actividades que desarrolla y el progreso personal que obtiene al hacerlo. En la medida en que la metacognición sea un proceso consciente, podrá ponerse al servicio del aprendizaje. La regulación metacognitiva es el aspecto de la metacognición que será estudiado en la presente investigación, razón por la cual se describirá con más detalle a continuación. 4.2.2.3 Regulación metacognitiva La regulación metacognitiva es el aspecto de la metacognición que le permite al estudiante controlar su aprendizaje. Dicho proceso metacognitivo favorece al 23 estudiante en cuanto a sus procesos cognitivos de atención, comprensión y diseño de estrategias, además de potenciar aspectos afectivos y actitudinales de su aprendizaje como son la autovaloración de sus capacidades, la responsabilidad dentro de las actividades y la autonomía tanto en el aprendizaje como en el cumplimiento de sus tareas. Los procesos de regulación metacognitiva potencian el desempeño de los estudiantes al determinar el proceso que sigue antes, durante y después de la resolución de un problema. Estos procesos son: Antes: planificar la estrategia de acuerdo con la cual desarrollará el proceso de búsqueda de la solución del problema. En esta etapa de la resolución de problemas se contemplan múltiples estrategias para decidir cuáles se adaptan más a la situación específica, diseñando así el rumbo a seguir para llegar del estado inicial al hallazgo de la solución. Durante: controlar la ejecución de la estrategia. Durante la etapa de control, el resolutor realiza actividades de verificación, rectificación y revisión de la estrategia planeada. Después: evaluar el desarrollo de la estrategia diseñada, a fin de detectar la pertinencia, contrastando los resultados con los propósitos, tanto de la estrategia en sí como de los resultados obtenidos para determinar su eficacia. 24 Estos procesos metacognitivos le permitirán al estudiante optimizar o reevaluar sus estrategias de resolución de problemas, posibilitando una mayor profundidad en el aprendizaje; ya que se pasará de un aprendizaje mecánico a un aprendizaje más autónomo, en el que el estudiante tendrá la oportunidad de explorar por sus propios medios los caminos que lo llevarán al cumplimiento de su objetivo, en este caso, la solución del problema: ensayando, replanteando, retomando, comparando, estableciendo relaciones, entre otros. Siguiendo Domènech (2004):“si se desarrollan los aspectos metacognitivos en el currículo escolar, se favorecerá que los alumnos sean más conscientes de su aprendizaje y de los procesos englobados en todas las actividades, tanto académicas como cotidianas”. Así, el interés de estudiar la regulación metacognitiva se centra en hacer que el estudiante sea consciente y reflexivo con respecto a lo que sabe y cómo organiza sus estrategias de resolución de problemas con base en eso que dice que sabe; con el fin de pulir y mejorar sus procedimientos para alcanzar la solución de tales problemas. Al exteriorizar sus estrategias de regulación metacognitiva podrá reconocer los puntos en los que es fuerte y buscar alternativas para reforzar sus debilidades, corrigiendo errores y afianzando el aprendizaje de conceptos matemáticos. Por otra parte, al intentar exteriorizar y explicar el conocimiento declarativo, procedimental y condicional que cada estudiante tiene con respecto a sus 25 estrategias de regulación metacognitiva se logrará que la comunicación entre los grupos sirva como retroalimentación para los propios procesos de regulación metacognitiva. 4.2.3 RELACIÓN ENTRE LA REGULACIÓN METACOGNITIVA Y LA RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS En la tesis doctoral de Domènech (2004), la autora llega a la conclusión de que: “los participantes con alta eficacia metacognitiva han sido más exitosos en la resolución de problemas, puesto que éstos han evaluado y regulado su proceso con mayor frecuencia, lo que les ha permitido cometer menos errores y evitar las posibles interferencias. Estos resultados corroboran los trabajos de Kurt & Weinert (1989), Swanson (1990), Whitebread (1996, 1999) o Pappas, Ginsburg & Jiang (2003), entre otros”. Así, siendo el proceso cognitivo de resolución de problemas la actividad de pensamiento por excelencia, también es el escenario más propicio para indagar sobre los procesos de regulación metacognitiva, dado que el estudiante deberá pasar por etapas de exploración y sistematización antes, durante y después de intentar resolver el problema. En estas etapas se presenta la posibilidad de formular, reformular y validar estrategias, donde estaría implícitamente involucrada la eficacia metacognitiva, más que la misma capacidad intelectual. Esta exploración y sistematización inmersa dentro del proceso de resolución de problemas, mediada por la regulación metacognitiva, debe permitir que el alumno reconstruya el saber teórico matemático, haga uso de las habilidades 26 para resolver problemas y las estructuras conceptuales que ha ido configurando en su pensamiento. Un concepto no logra transferirse a otra situación, a menos que el estudiante lo considere parte de la solución de un problema, en este sentido no es posible pensar en la formación de conceptos de forma mecánica. En resumen, según Davidson & Sternberg (citados por Domenech, 2004: 124) “es necesario incluir el desarrollo de habilidades metacognitivas en la resolución de problemas dentro del currículo de matemáticas, puesto que éstas ayudan a: a) Codificar estratégicamente la naturaleza del problema y obtener una representación mental de sus elementos. b) Seleccionar las estrategias adecuadas para la consecución del objetivo. c) Identificar los obstáculos que impiden y dificultan el progreso”. 27 5. PROCESO METODOLÓGICO 5.1. Tipo de estudio y diseño metodológico La presente investigación es un estudio cualitativo, de carácter comprensivo, puesto que tanto la metacognición como los procesos de resolución de problemas son procesos subjetivos e internos, que dependen de las características, condiciones, fortalezas y debilidades de cada individuo (perspectiva holística); lo que hace que el interés de investigación no sea el de cuantificar sus posibles resultados sino el de indagar partiendo desde los datos (método inductivo) los procesos de regulación metacognitiva que se hacen presentes a la hora de resolver problemas matemáticos, vislumbrando la forma como estos ocurren, se relacionan e influyen en la resolución de problemas matemáticos. Para ello, se hizo necesario realizar una intervención en el aula, que favoreciera la identificación de los procesos metacognitivos y su aporte en la resolución de problemas. Esto, dado que en la realización de la prueba piloto se evidenció que tales procesos se realizan de manera interna y los estudiantes de nuestro entorno no están familiarizados con la explicación de sus procesos, procedimientos y estrategias, puesto que tradicionalmente en la escuela se le ha dado mayor importancia a la respuesta que al proceso. Así pues, fue necesario hacer una introducción a lo que se pretendía indagar con la investigación y diseñar instrumentos que permitieran que tales procesos de 28 regulación metacognitiva salieran a flote en el momento en que los estudiantes resolvieran problemas matemáticos. En cuanto al diseño metodológico, se inició con una prueba de entrada (Anexo 1), seguida de una serie de talleres escritos que -acompañados por autoinformes, puestas en común y grabaciones del proceso de resolución de problemas- permitieron hacer la indagación de procesos de regulación metacognitiva. En la prueba de entrada se enfrentó al estudiante a una situación problema y se le solicitó mediante un auto-informe que explicara paso a paso el procedimiento que realizó para buscar la solución a dicha situación. En este auto-informe se pudieron inferir algunas acciones de planeación, control y evaluación –como indicadores de procesos de regulación metacognitiva-, que entran en juego a la hora de resolver problemas. Al finalizar, se hizo una puesta en común para que los estudiantes reflexionaran acerca del proceso y las estrategias que emplearon en la resolución del problema; esto con el fin de indagar acerca de sus proceso de evaluación dentro de la regulación metacognitiva. Después de la prueba de entrada, se realizó la intervención (Anexo 2), que consiste en la realización de talleres en los cuales se indagó el empleo de estrategias de regulación metacognitiva en la resolución de problemas para determinar la relación entre ambos procesos. Esto con ayuda de un cuestionario 29 metacognitivo (Anexo 3) que pretendía que los estudiantes exteriorizaran procesos internos como lo son las acciones de regulación metacognitiva. PRM: Procesos de Regulación Metacognitiva RPM: Resolución de Problemas Matemáticos Figura 2. Diseño Metodológico Estos talleres fueron planteados a partir de problemas verbales matemáticos, en los cuales se intentó clasificar las acciones de regulación metacognitiva que se dieron durante el proceso de resolución o propiciar la aparición de éstas, en tres momentos principales: Antes - Planeación: acciones llevadas a cabo para comprender el enunciado del problema y para buscar conexiones con sus estructuras conceptuales matemáticas que les permitan escoger los conceptos y procedimientos que les podrían ser útiles a la hora de estructurar las estrategias que pondrá en juego. 30 Durante – Control y Monitoreo: acciones que le permitan la coherencia de los resultados que va consiguiendo en la medida en la que pone en marcha las estrategias diseñadas; permitiéndole de esta forma verificar si la solución va en el sentido correcto o si debe replantear las estrategias planeadas al inicio. Después - Evaluación: acciones que buscan medir la eficacia de las estrategias aplicadas en el proceso de resolución del problema, para determinar si existiría alguna forma de optimizar dicho proceso. El objetivo de estos talleres es hacer evidentes las acciones de planeación, control y evaluación que indican procesos de regulación metacognitiva presentes en la resolución de los problemas presentados. 5.2 Participantes en el estudio El estudio se realizó en un grupo natural de grado once (11A) de Educación Media de la Institución Educativa Las Colinas en Armenia Quindío. La institución es de carácter urbano y mixto, con población de estrato socio-económico 1 bajo. El grupo estaba conformado por 20 estudiantes entre los 16 y los 21 años; 12 de género femenino y 8 de género masculino. Para efectos del análisis del proceso vivido por los estudiantes a través del estudio, se escogió una muestra de 5 estudiantes que habían logrado completar las diferentes etapas del mismo. 31 5.3 Aspectos intervinientes en el estudio Si bien el estudio es de corte cualitativo, hay algunas variables que podrían tener algún impacto en los resultados, tales como el género y el desempeño académico en matemáticas. Dichas variables fueron los factores que determinaron la selección de los 5 estudiantes que serían nuestros sujetos de investigación, en un intento por controlar los aspectos que podrían influir en los resultados. Desafortunadamente, el tamaño del grupo y la cantidad de inasistencias que presentan muchos estudiantes hombres dentro del mismo, no permitió un número más representativo de éstos en la investigación. En consecuencia, la muestra quedó distribuida de la siguiente manera: Género: 1 hombre, 4 mujeres. Desempeño2 académico en matemáticas: Superior (1 estudiante), Alto (2 estudiantes), Básico (1 estudiante), Bajo (1 estudiante). 5.4 Operacionalización de categorías En el estudio se analizaron las categorías relacionadas con los procesos de regulación metacognitiva presentes en la resolución de problemas matemáticos. En la siguiente matriz se especifican la categoría principal y las subcategorías. 2 Se empleó la clasificación del desempeño académico tomando como referencia la escala de valoración nacional estipulada en el decreto 1290 de 2009, MEN. 32 CATEGORÍA PRINCIPAL DE ANÁLISIS Procesos de regulación metacognitiva (PRM) en la Resolución de problemas matemáticos (RPM) DEFINICIÓN SUB-CATEGORÍAS INDICADORES Los procesos de regulación metacognitiva en la resolución de problemas son las estrategias que le permiten al estudiante planear, controlar y evaluar el procedimiento mediante el cual llega –o el camino por cual se dirige- a la solución del problema; posibilitando su autonomía y generando en él un interés por la optimización de esfuerzos para conseguir un objetivo. Planeación Identificación y definición del problema. Representaciones mentales del problema. Cómo actuar. Control monitoreo o Seguimiento estrategia. Verificación estrategia. Replanteamiento estrategia. Evaluación a la de la de la comprobar la solución, pensar en maneras alternativas de resolver el problema disminuyendo el tiempo de ejecución y/o los errores. 5.5 Técnicas e instrumentos Para la realización del estudio se utilizaron: Prueba de entrada Para esta prueba, se presentó a los estudiantes un problema relacionado con una situación hipotética dentro de la misma institución educativa (Anexo 1). 33 Los estudiantes debían resolverlo explicando paso a paso (a través de un auto-informe)3 el proceso que siguieron para buscar su solución. El propósito de esta prueba era indagar acerca de la presencia espontánea de acciones de regulación metacognitiva antes de su insinuación en el cuestionario metacognitivo. Talleres Durante los talleres, se presentaron 5 problemas en diferentes contextos (Anexo 2). Los estudiantes debían resolver tales problemas presentando el auto-informe correspondiente, esta vez guiado por el cuestionario metacognitivo (Anexo 3). El propósito de estos talleres era descubrir las acciones metacognitivas, pero esta vez bajo la luz del cuestionario metacognitivo, puesto que –dada la naturaleza intrínseca de las acciones metacognitivas- era necesario dar unas pautas a los estudiantes que les permitiera la exteriorización de las mismas. Cabe anotar que los problemas de los talleres fueron seleccionados de acuerdo con los siguientes criterios: La definición de problema asumida en la presente investigación: problemas enunciados verbalmente para los cuales el estudiante debía analizar cuáles de sus conocimientos matemáticos y/o cotidianos le podrían ser útiles al momento de abordar los mismos. 3 Auto-informe es el registro escrito y concurrente que debe hacer cada individuo sobre su proceso de resolución del problema. 34 El nivel de complejidad: debían ser problemas que representaran un reto para el estudiante, sin ser tan difíciles que le impidieran acceder a su solución (Moreno y Waldegg, citados por Obando & Múnera, 2003). La diversidad de contextos en los que son presentados: matemáticos (alfamética) e hipotéticos (situaciones de medida, de conteo, de ordenamiento, etc.). Con respecto al cuestionario metacognitivo, éste surgió teniendo cuenta las acciones de planeación, control y evaluación que dan cuenta de procesos de regulación metacognitiva, tal como se muestra en la siguiente tabla: SUBCATEGORÍAS Planeación Control o monitoreo INDICADORES Lee las instrucciones del problema hasta entenderlas. Elabora representaciones gráficas y/o simbólicas para comprender el problema. Busca conexiones entre lo que se le pide en el problema y sus propios conocimientos. Establece los pasos que debe seguir para resolver el problema. Implementa el plan que diseñó para resolver el problema. Revisa de nuevo las instrucciones para verificar la coherencia entre sus avances y las mismas. Replantea –de ser necesariolos pasos a seguir para resolver el problema. ITEMS ¿Qué te pide el problema? Representa mediante un dibujo, una tabla o un diagrama el problema. ¿Qué conocimientos puedes utilizar para resolver el problema? ¿Por qué? Elabora una lista de pasos a seguir para solucionar el problema. Explica la razón por la cual los piensas hacer en ese orden. Chequea con una marca cada uno de los pasos del plan que vas desarrollando. Si encuentras una pista que te acerque a la solución del problema, escríbela y dibuja un bombillo. Si notas que el camino por el que vas te aleja de lo que buscas, dibuja un signo de interrogación y devuélvete al último bombillo. 35 Evaluación Revisa el tiempo y la efectividad de su estrategia Busca estrategias alternativas para lograr el objetivo (disminuyendo el tiempo de ejecución y/o los errores). Se te han ocurrido ideas que no están incluidas en tu plan? Escríbelas. La respuesta que encontraste corresponde a la pregunta inicial? Cuánto tiempo tardaste en resolver el problema? Cómo podrías haber hecho para tardarte menos tiempo? Hubo algunos pasos de tu plan que no sirvieron para resolver el problema? Por qué crees que no sirvieron? 36 6. ANÁLISIS DE RESULTADOS Los resultados que se presentan a continuación, surgieron a partir del análisis detallado de los instrumentos del estudio, el cual se realizó como se describe a continuación: Se transcribieron los auto-informes de los instrumentos aplicados a cada estudiante de la unidad de trabajo, incluyendo aspectos encontrados a partir de la observación del investigador. Se codificó la transcripción de los auto-informes de cada estudiante, buscando acciones de planeación, control y evaluación que surgieron en el proceso de resolución de problemas. A partir de tal codificación, se diseñó una red semántica para cada estudiante, la cual mostraba las relaciones entre las diferentes acciones encontradas, así como su frecuencia y la tendencia de cada uno hacia la planeación, el control o la evaluación. Partiendo de las redes semánticas, se clasificaron las acciones encontradas y se organizó el análisis de resultados teniendo en cuenta como se presentó –o no- cada componente de la regulación metacognitiva en los 5 estudiantes de la unidad de trabajo. El análisis se presenta después de contrastar lo teórico con los hallazgos descritos anteriormente, a partir de lo cual se determina la postura del investigador. Dado que muchos de los hallazgos tenían el mismo soporte 37 teórico, se inicia cada categoría con la fundamentación teórica desde la cual se presentan las unidades de análisis y se ilumina la postura del investigador. 6.1 Conocimiento Metacognitivo A pesar de no ser una sub-categoría propuesta inicialmente, el análisis de resultados parte desde el análisis del conocimiento metacognitivo, dado que en los resultados emergió la relación entre tal componente y la planeación como acción de regulación metacognitiva. Esto lo sustentan teóricos como Martí y Schraw (citados por Tamayo, 2006). Recordemos que el conocimiento metacognitivo se define como el conocimiento que tienen las personas sobre sus propios procesos cognitivos, específicamente con respecto a las personas, las tareas y las estrategias. Para Palincsar y Brown (citados por Maturano, Soliveres, & Macías, 2002): “el conocimiento metacognitivo permite al individuo seleccionar, emplear, controlar y evaluar el uso de estrategias lectoras [o, en nuestro caso, estrategias que permitan la resolución de un problema]. Éstas implican, entre otras cosas, el monitoreo activo y la regulación posterior de las actividades de procesamiento de la información” Tal definición fue confirmada por Pintrich (citado por Miranda-Casas, AcostaEscareño, Tárraga-Mínguez, Fernández, & Rosel-Remírez, 2005), quien plantea tres tipos de conocimiento metacognitivo: conocimiento de la estrategia, de la tarea y sobre uno mismo. 38 En el presente estudio, se analizará más específicamente, el conocimiento sobre la estrategia y sobre la tarea, los cuales se refieren a la selección de conocimientos y estrategias más apropiadas de acuerdo con la tarea y con el contexto. Para evidenciar acciones de develen conocimiento metacognitivo, en el cuestionario que guiaba el auto-informe se hacía la pregunta: “¿Qué conocimientos puedes utilizar para resolver el problema?”, para la cual los estudiantes debían realizar un proceso de selección del conocimiento matemático necesario para resolver la tarea, es decir, el problema. En esta acción, se hace presente otra clasificación del conocimiento metacognitivo, hecha por Simons (citado por Miranda-Casas et al., 2005), el cual hace referencia al conocimiento declarativo, procedimental y condicional. A continuación se describen los tipos de conocimiento hallados a través del auto-informe, vistos desde la perspectiva metacognitiva: La estudiante 1 responde a la pregunta mencionada anteriormente: “Operaciones básicas. Porque en el problema se hace uso de las operaciones” (Problema B). De igual manera ocurrió con los problemas D “Multiplicación, porque necesitamos saber las tablas.” y E “Multiplicación”. Tal acción da cuenta de un conocimiento metacognitivo puesto que la estudiante se remite a sus estructuras cognitivas para recuperar los conocimientos matemáticos que posee y que le serían útiles en la resolución del problema. 39 Esta huella de conocimiento metacognitivo se puede clasificar más específicamente como parte del conocimiento de la tarea, puesto que la estudiante está seleccionando el tipo de información que requiere para llevarla a cabo (Gravini & Iriarte, 2008). El estudiante 2 respondía enumerando algunas operaciones mentales: “Lógica y comprensión de lectura”. Tal estudiante no respondió con precisión a la pregunta, a pesar de lograr una aplicación de los conocimientos necesarios para la resolución. Esta acción hace evidente cierta dificultad para explicitar lo que internamente realiza. En el problema B, mezcló tales operaciones mentales con operaciones básicas matemáticas: “Lógica, sumar y multiplicar”. En el problema E, mencionó sólo las operaciones matemáticas útiles en el proceso de resolución “Multiplicación, sumar, restar”. Al hacer observación directa en la actividad de clase, se puede determinar que tanto el estudiante 2 como la estudiante 1 (desempeño Superior) se detenían menos (en proporción con los estudiantes de desempeño Básico o Bajo) en la selección y explicitación de los conocimientos previa a la resolución; mientras que se dedicaban más a su aplicación inmediata 40 durante la resolución de problemas, es decir, a la estrategia de resolución como tal. La estudiante 3 expresó en tres ocasiones la lista de operaciones matemáticas que requería en el proceso de resolución del problema, aunque en una de ellas la expresó de manera incompleta. “Leer bien Multiplicación Suma resta” La estudiante 4 menciona las operaciones mentales necesarias en la resolución de los problemas, las cuales se resumen a: “Utilizar las pistas que nos da el problema y ponerle lógica porque así podemos llegar a la conclusión”. La ausencia de una respuesta concreta con respecto a los conceptos, relaciones u operaciones matemáticas que le serían útiles a la hora de resolver los problemas A, B y C, hace evidente una falta de claridad con respecto a los conocimientos necesarios para resolver tales problemas; y por ende, falta de claridad con respecto al conocimiento metacognitivo de la tarea, más explicitamente al conocimiento declarativo, sin olvidar que existe la posibilidad de que internamente pueda usar sus conocimientos sin ser consciente de ello. Con respecto a la misma pregunta, en los problemas D y E aparecen las operaciones matemáticas que debe utilizar en el proceso de resolución, aunque en el problema E, tales operaciones aparecen incompletas, ya que 41 era necesario aplicar otras operaciones –además de la multiplicación- para llegar a la solución del problema. “Saber multiplicar muy bien, porque así podemos resolver el problema”. La estudiante 5 mostró una confusión entre conocimientos y estrategia al intentar definir los conocimientos matemáticos necesarios para resolver el problema A: “El conocimiento que tenemos para descubrir el número correcto para abrir la puerta es por medio de la tabla”. Esto manifiesta mayor conocimiento metacognitivo sobre la estrategia que sobre la tarea, puesto que es más consciente de las acciones a realizar para resolver el problema (hacer una tabla) que de los conocimientos matemáticos necesarios para ello (ordinalidad). Esto se infiere teniendo en cuenta que: “El conocimiento sobre la estrategia hace referencia a la capacidad de selección y organización a través de las cuales es posible abordar los problemas. Son los procedimientos utilizados al llevar a cabo una actividad de aprendizaje” (Gravini & Iriarte, 2008) En los otros problemas, la estudiante 5 si tuvo un acercamiento a los conocimientos matemáticos necesarios, aunque la forma en la que la estudiante los presenta muestra una falta de conceptualización, en relación con el nivel educativo en el que se encuentra. Por ejemplo, en el problema E, la estudiante dice: “Los conocimientos que tuve fue multiplicar lado x lado”, 42 Cuando se esperaría que hablara del área del cuadrado. En resumen, con respecto al conocimiento metacognitivo podemos afirmar que la selección de los conocimientos matemáticos necesarios para resolver el problema depende también de la naturaleza del mismo. Una evidencia de tal hecho es que en el problema C, ningún estudiante logró realizar tal selección, a pesar de que todos lograron resolverlo, pero lo hicieron de una manera intuitiva: utilizando más sus experiencias de la vida diaria que la formalidad del conocimiento matemático. También se observa que el conocimiento metacognitivo hace parte fundamental de las acciones de planeación, lo que pone en evidencia la no linealidad y el dinamismo de la metacognición; puesto que la planeación de la estrategia se alimentaba y dependía directamente de los conocimientos que los estudiantes tuvieran, sobre todo con respecto a la tarea y a la estrategia. 6.2 Regulación Metacognitiva En cuanto al segundo componente al que se hace referencia en el estudio de la metacognición, la regulación metacognitiva, Tamayo (2006) explica: “La regulación de los procesos cognitivos esta mediada por tres procesos cognitivos esenciales: planeación, monitoreo y evaluación (Brown, 1987)”. 43 Para analizar esos tres procesos cognitivos que constituyen la regulación metacognitiva, se ha tomado como referencia el estudio de Esther Kapa (2002), en el cual se realiza una descripción de funciones metacognitivas. 6.2.1 Planeación Dentro de las funciones metacognitivas descritas por Kapa (2002), se pueden considerar como acciones de planeación: a) identificación y definición del problema, b) representaciones mentales del problema, y c) planeando cómo actuar. 6.2.1.1 Identificación y definición del problema Para lograr la identificación y definición del problema, los estudiantes debían responder a la pregunta: “Qué te pide el problema?”, ante la cual hacían una traducción al lenguaje cotidiano o un resumen del problema, la cual aparece como una representación verbal. En la mayoría de los casos esta se dirige a replantear la pregunta, redactándola en términos más cercanos y comprensibles al sujeto mismo. Tal categoría hace parte de las representaciones semióticas dentro del proceso de resolución de problemas, pero dado el objeto de estudio de la presente investigación, se va a analizar desde la perspectiva de las acciones metacognitivas. A continuación se muestran los hallazgos del presente estudio con respecto a la identificación y definición del problema: 44 La estudiante 1 hace uso constante de la representación verbal del problema, resumiendo el planteamiento del mismo y explicando de manera verbal lo que el problema le pide: “Descubrir el número para halar la puerta, ya que se pulsaron de forma incorrecta (en la parte de arriba, escribe la frase “orden de los”)”. Este relato, además de ser un intento por comprender el problema, hace evidente una acción de control que se ejerce incluso sobre una acción de planeación; puesto que, después de hacer el replanteamiento de la pregunta (identificación del problema como acción de planeación), hace una aclaración que muestra que se devolvió sobre lo que había escrito y observó que le hacía falta un aspecto importante del problema (acción de control). En otras palabras, las representaciones que esta estudiante se hace del problema forman parte de las estrategias de planeación para iniciar su resolución (antes de la ejecución), pero la acción de control ejercida sobre tal representación hace parte del control o monitoreo. Este hallazgo es importante puesto que muestra una relación estrecha entre las estrategias de identificación del problema (planeación) y las estrategias de control o monitoreo. Además, confirma el dinamismo y la no linealidad de la metacognición, en la cual cada estrategia metacognitiva se puede optimizar mediante el uso de las demás estrategias, sin relación con el momento de la resolución del problema en el que se encuentre el individuo. 45 En el proceso de lectura existen dos actividades autorregulatorias importantes: la primera implica darse cuenta de si hemos entendido (evaluación) y la segunda consiste en dar los pasos adecuados para resolver los problemas de comprensión detectados (regulación) (Baker, 1994; citado por Maturano et al., 2002). Ambas actividades autorregulatorias se realizaron en este caso durante una acción de planeación. Autores como Osborne (2000) tuvieron en cuenta la regulación o el control metacognitivo que se ejerce sobre la ejecución de las estrategias cognitivas; pero en el ejemplo citado de la estudiante 1 se observa que actúa incluso antes de la ejecución, sobre lo que correspondería a las acciones de planeación. Otra evidencia de la no linealidad de la metacognición se encuentra en la estudiante 3, la cual ejerce acciones de planeación como una acción de control. Tal hecho se encuentra en la prueba inicial, en la cual -después de aplicar la estrategia de resolución-, aparece una explicación clave del problema: “Lo primero que me decían era que igual no sirve”. Esta explicación es complementada por una representación verbal del problema: “El número de amistades que cada uno de los estudiantes de la chirimía es de. Bueno, unos tienen más amistades que otros como se puede ver en el diagrama”. 46 Cabe resaltar que –a diferencia de los otros estudiantes-, tal representación aparece de manera espontánea en el auto-informe de la estudiante 3 para la prueba inicial y es la segunda acción más frecuente en el proceso de resolución de problemas de esta estudiante. Confirma el hecho de que se puede ejercer regulación incluso sobre las mismas estrategias de planeación o viceversa. Además, deja una pista de que esta estudiante al igual que las estudiantes 4 y 5 intentan compensar sus dificultades con la resolución de problemas por medio del uso de estrategias de planeación. En los estudiantes 2 y 4 se evidencia también una explicación clave del problema: “El problema pide que se encuentre cómo hizo Alex para demorarse menos en hacer las hamburguesas” (E2) “¿Cómo puede lograr alex demorarse 3 minutos menos que Juan y Ricardo haciendo las hamburguesas?” (E4) En esta acción, ambos se limitan a re-escribir con sus propias palabras la pregunta problematizadora. Sólo en el problema B, la estudiante 4 deja ver tal acción de planeación como parte de la regulación en el proceso de resolución del problema: “cuenta 25 pesos. Cada uno paga”. Puesto que la usa para hacer una aclaración durante el proceso de resolución que le ayuda a verificar la coherencia de su proceso en relación con el enunciado. 47 La estudiante 5 emplea recurrentemente una representación verbal del problema, tal como fue explicada al inicio de cada categoría, pero no se evidencia ninguna relación con otra acción metacognitiva. Es más el cumplimiento ante la pregunta del cuestionario metacognitivo en los talleres. “Lograr que Alex tarde 9 minutos en hacer las tres hamburguesas”. 6.2.1.2 Representaciones mentales del problema Las representaciones e intentos por comprender el problema y diseñar una estrategia de resolución a partir de los conocimientos metacognitivos, hacen parte de la planeación como proceso de regulación metacognitiva. Dentro de tales acciones de planeación, se habla de las representaciones mentales que hacen los estudiantes del problema (Kapa, 2002). Dada la naturaleza interna de las representaciones mentales, su identificación y reconocimiento se hace muy complicado; razón por la cual en la presente investigación describiremos las representaciones semióticas (externas) que hacen los estudiantes de los problemas, las cuales serían formas de hacer explícitas las representaciones mentales. Cabe anotar que tales representaciones se analizarán desde su papel en las acciones de regulación metacognitiva, más que desde la conceptualización de las representaciones semióticas como tal. En la intervención, los estudiantes utilizaron tales representaciones semióticas de diferente tipo (verbales, matemáticas, gráficas y algebraicas) como 48 respuesta a la solicitud hecha en el cuestionario metacognitivo: Representa mediante un dibujo, una tabla o un diagrama el problema. El tipo de representación que los estudiantes eligieron para comprender cada problema dependía de la naturaleza del mismo y del nivel de comprensión que tuvieran del problema. Mientras más comprensión hubiera del problema, la representación que hacían del mismo era más completa y, por tanto, más útil en el proceso de resolución. Tal afirmación se evidencia en la selección que los estudiantes hicieron, la cual se describe a continuación: Representaciones Estudiante 1 (E1) En todos los problemas, la estudiante empleó una representación verbal para iniciar. Tal acción es considerada como una acción de planeación puesto que la estudiante estaba organizando la información que tenía y eligiendo la que requería para alcanzar el objetivo, en este caso, la solución del problema. Esta acción de planeación fue apoyada después por otra representación (matemática o gráfica) que sirvió como base para la estrategia de resolución. Esto implica un doble intento por comprender el problema, al realizar transformaciones de un registro verbal a uno gráfico y/o matemático. 49 Por ejemplo: para el problema B, la estudiante escribe como representación verbal “¿Dónde está el peso que falta?”, que complementa con una representación gráfico-matemática (figura 3) Figura 3 Para el problema D, la estudiante realiza la siguiente representación matemática: (0-9) O (0-9) N (0-9) E (0-9) x 9 = N I N E En esta representación el signo “x” evidencia el reconocimiento de la multiplicación como operación matemática necesaria y las flechas que salen de cada letra diferente con (0-9) indican que la estudiante comprende que a cada una de las cuatro letras debe asignarle un valor entre 0 y 9. 50 Mientras que, para el problema C, la estudiante inició con una representación verbal “Cómo hizo Alex para hacer las hamburguesas en menor tiempo”, la cual se vio complementada con una representación gráfica que se describe a continuación: Aparece el dibujo de la plancha con 2 hamburguesas muy rayadas. Sale una flecha a la derecha que dice 6 minutos por los dos. Sale una flecha de la primera hamburguesa que dice 6 minutos en hacerse totalmente. Sale una flecha de la segunda hamburguesa que dice lo mismo que la primera. Hay un signo de interrogación grande. 6 minutos por las dos 6 minutos en hacerse totalmente 6 minutos en hacerse totalmente ? A pesar de requerir la manipulación de unidades de tiempo, esta estudiante no usó representaciones matemáticas sino una representación gráfica, la cual permitía una resolución del problema más intuitiva que formal. Esta buscaba acercar el planteamiento del problema a lo que ocurre en la realidad, como una manera de visualizar la situación a resolver, lo cual era más sencillo que utilizar operaciones matemáticas. De otro lado, en el problema E, la estudiante 1 hizo la siguiente representación verbal del mismo: 51 “Negras y blancas x / + - ?”, (E1) El signo de interrogación al final de esta representación deja ver un intento fallido para comprender el problema, ya que –tal como se estableció desde el principio de la aplicación de los talleres- este signo se usa cuando el estudiante siente que se está alejando de lo que busca, en este caso, la representación del problema como evidencia de la comprensión del mismo. Tal manifestación de incertidumbre en la comprensión del problema deja en evidencia nuevamente una acción de control, en la cual la estudiante se cuestiona con respecto a lo que comprende de la tarea y lo que le falta por comprender. Así, se evidencia que: “La regulación metacognitiva implica que, en algún momento de la solución del problema, el sujeto se cuestione acerca de lo que conoce hasta ese momento, qué le falta por conocer, cómo puede obtener el conocimiento que no posee. Es necesario que surjan cuestiones relativas a cómo la conducta seguida durante la solución ha estado relacionada con el alcance de los resultados obtenidos hasta ese momento” (A. Labarrere, 1996, p. 75). Representaciones Estudiante 2 (E2) Este estudiante, al igual que la estudiante 1, inicia cada problema con una explicación del problema (representación verbal): “El problema pide que se encuentre cómo hizo Alex para demorarse menos en hacer las hamburguesas”. 52 Después de tal explicación, en los problemas C y E, aparece una representación gráfica del problema, como herramienta para apoyar la interpretación y comprensión del mismo. Este estudiante fue el único en hacer una representación algebraica del problema: “(n-2)x(n-2)+2 = baldosas negras (B), n x n - (B) = baldosas blancas”. Este tipo de representación debió haber sido más común, dado el nivel académico en el que se realizó la intervención; puesto que la modelación debería ser un proceso cognitivo bastante desarrollado en grado undécimo, como parte fundamental del pensamiento variacional. Acompañando esta representación, el estudiante usó la representación numérica del problema, asignándole valores a tal representación algebraica: “11 x 11 = 121 Total baldosas, 9 x 9 =81 +2 = 83 baldosas negra, 121 - 83 = 38 baldosas blancas.” En las representaciones matemáticas de los problemas que hace este estudiante se evidencia su desempeño Alto en el área, pues privilegió las representaciones numéricas y algebraicas en problemas que sus compañeros resolvieron de una manera más intuitiva (la mayoría resolvieron este problema contando los metros cuadrados que cubren el área en la representación gráfica). En conclusión, sus representaciones fueron más elaboradas con respecto al conocimiento matemático. 53 Representaciones Estudiante 3 (E3) En los problemas C y E, la estudiante 3 acompaña su representación verbal con una representación gráfica del problema, la cual responde –al igual que en la estudiante 1- a la naturaleza misma del problema. En el problema C, la estudiante realizó la representación gráfica que se describe a continuación: dibujó un rectángulo con dos hamburguesas encima. A un lado sale una flecha que dice 3 minutos por un lado. De la primera hamburguesa sale una flecha que dice “sale a los 6 minutos”, de la segunda hamburguesa sale una flecha que dice “saco esta que ya está lista por un lado” y debajo dice “con una nueva hamburguesa”. De la base del rectángulo sale otra flecha que dice “los dejamos que estén los 3 minutos por cada y una de las 3 queda medio asada por un lado”. En este problema se hace evidente que tal representación sirve a su vez como estrategia de resolución, pues al mismo tiempo que está identificando elementos del problema, van apareciendo elementos claves para encontrar una solución. Representaciones Estudiante 4 (E4) Como complemento a las representaciones verbales aparece en dos ocasiones la representación gráfica del problema (figura 4), pero tal representación no aparece conectada con ningún paso de la estrategia de resolución, ni deja ver ningún acercamiento a la planeación de una estrategia. Ni siquiera sirve como evidencia de la comprensión o incomprensión del problema. 54 Figura 4 Estas representaciones gráficas aparecen simplemente como respuesta a la pregunta: Representa mediante un dibujo, una tabla o un diagrama el problema; sin estar cargados de conocimientos o puntos clave para la resolución. A esta misma pregunta, en 3 ocasiones aparece una representación matemática del problema: Amigos 1 = 10 p 2 = 10 p 3 = 10 p Cuenta 25 pesos Total 30 p Sobran 5p Cada uno paga 1=9p Total 2=9p 27 p + 2 3=9p p Esta representación, sirvió además como la misma estrategia de resolución, aunque la estudiante no hizo expresa tal relación. Representaciones Estudiante 5 (E5) Después de la representación verbal que hace la estudiante de los problemas, en los problemas B y D aparece una representación matemática 55 del problema, dada la naturaleza de los mismos, puesto que ambos requerían de operaciones matemáticas para ser resueltos. Esta misma representación serviría después como insumo fundamental durante el proceso de resolución: “10 + 10 + 10 = 30 - 5 = 25; 5 - 3 = 2 quedan para el mesero” (problema B). “11 x 11 = 121, 75 + 46 = 121” (problema D). En tal representación del problema D, se evidencia una representación matemática parcialmente correcta, puesto que se presentó un error a la hora de escribirla, lo que hace evidente una comprensión parcial del problema. Tal falta de comprensión se observa también por la dificultad para representar gráficamente el problema (figura 5), acción que se evidencia mediante el inicio del dibujo el cual habría sido muy útil en la estrategia de resolución. Figura 5 Representación gráfica completa (E2) Dificultad para representar gráficamente (E5) 56 Al analizar las representaciones de los 5 estudiantes, se puede observar que en los problemas C y E la representación más común fue la gráfica, puesto que así no se tuviera una comprensión matemática del problema el dibujo permitía de una manera más intuitiva llegar a la misma solución. De otro lado, en los problemas A, B y D resultaba más útil una representación matemática para su solución. Esto evidencia que las representaciones, así como la necesidad de seleccionar los conocimientos matemáticos, dependen sobretodo de la naturaleza del problema y del contexto en el que este se encuentra inmerso. Si el problema surge de una situación cotidiana para el estudiante (problema C), la necesidad de emplear conocimientos matemáticos de manera explícita es mínima; mientras que si está planteado desde una situación matemática (problema D), los conocimientos matemáticos son fundamentales para su resolución. 6.2.1.3 Planeando cómo actuar Esta función metacognitiva posibilita a los resolutores de problemas identificar cuáles serán los pasos a seguir en el proceso de resolución y en qué orden. Esto permite el diseño de una estrategia de resolución, la cual hará más fácil ejercer acciones de control y monitoreo. Es necesario dedicar mucho tiempo en el proceso de planeación, pero esta inversión es efectiva para optimizar la habilidad de resolver problemas (Kapa, 2002). El planear cómo actuar no fue una acción metacognitiva muy fuerte en el desarrollo de las actividades por parte de los estudiantes, puesto que 57 desafortunadamente la mayoría de educadores matemáticos se han enfocado por tradición más hacia la respuesta que hacia los procesos de comprensión; por ello, se considera la planeación –al igual que la evaluación- como una pérdida de tiempo. A continuación se describen los hallazgos correspondientes al “planear cómo actuar”, hechos en cada estudiante: Estudiante 1 En el problema E, la estudiante 1 manifiesta la falta de comprensión del problema, marcada al intentar traducirlo de manera verbal y no lograrlo “Negras y blancas x / + - ?” Esta falta de comprensión, manifestada por la dificultad para representar el problema (ya explicada con anterioridad), conllevó a la confusión entre pasos para resolver el problema y acciones a realizar. Esto se evidencia en el hecho de que la estudiante no selecciona de manera clara los pasos que deberá seguir para resolver el problema, simplemente enuncia que debe: “leer, dibujar, contar”. Dado que no hay la comprensión suficiente del problema, la estudiante no logra seleccionar los conocimientos que le han de ser útiles para realizar la tarea (conocimiento metacognitivo) y por ende, no puede establecer una secuencia lógica de pasos para resolver el problema. 58 Este hecho demuestra la importancia de la identificación del problema como una estrategia metacognitiva, puesto que si ésta no se da de manera clara, difícilmente se podrá planear una estrategia de resolución efectiva. Sin embargo, cabe anotar que en el caso particular de esta estudiante, que presentaba un mejor desempeño en matemáticas, tal confusión en el diseño de la estrategia fue simplemente un tropiezo que logró superar después, mediante el uso de acciones de control (que se referencia más adelante en el texto), las cuales al intentar resolver el problema sin una estrategia definida la obligaban a retroceder y detenerse a reflexionar acerca de la misma. Con esto se reconfirma la dinámica de interacción entre los componentes de la metacognición, demostrando una vez más la no linealidad de los mismos en relación con la resolución de problemas: la estudiante realiza control de una estrategia de planeación que no puede llevarse a cabo de manera eficiente por falta de conocimiento de la tarea. Siguiendo con el análisis, la estudiante 1 solamente logró explicar su estrategia de resolución en dos problemas. Un ejemplo de esto se da en el problema D, en el cual la estudiante muestra como estrategia de planeación un diagrama en el que se observa que debe reemplazar cada letra por valores entre 0 y 9 hasta encontrar los que satisfagan las condiciones del problema. 59 (0-9) O (0-9) N (0-9) E (0-9) x 9 = N I N E Tal estrategia fue pertinente y efectiva, pues a partir de la misma surge un proceso de resolución con verificación que se describirá más adelante como evidencia de acciones metacognitivas de control. El hecho de que la estudiante logre exteriorizar su estrategia teniendo en cuenta las condiciones de la tarea y ejecutar la misma monitoreando si el rumbo que lleva es el correcto, da cuenta de otros tipos de conocimiento metacognitivo, como los descritos por Pierce y por Miranda-Casas et al., los cuales recogen la propuesta de clasificación más amplia del conocimiento metacognitivo hecha por Simons: a) conocimiento declarativo: se refiere a la capacidad para declarar –escribir o nombrar- la información o conocimiento que se posee; b) conocimiento procedimental: puesto que sabe “cómo” emplear su conocimiento en pro de la resolución del problema; y c) conocimiento condicional: que le permite tomar decisiones con respecto a “cuándo” usar un procedimiento, una habilidad o una estrategia y cuándo no es pertinente hacerlo (Peirce, 2004; Miranda-Casas et al., 2005). Estudiante 2 60 A diferencia de los demás estudiantes, el estudiante 2 muestra un conocimiento detallado de la estrategia de resolución4. Desde la prueba de entrada, el estudiante antes que buscar la comprensión del problema o los conocimientos necesarios para resolverlo, lanza una estrategia: en la prueba de entrada, hace una lista con las letras y los números de cada diagrama y la cantidad de amistades que registra cada uno(a). Luego, hace una segunda lista, ordenando las letras y los números de acuerdo con la cantidad de amistades que arrojó la lista anterior. Al frente escribe la explicación “Esto es para saber el número de amistades entre amigos”. Más adelante, en el problema A, para el cual debe hacer el auto-informe guiado por el cuestionario metacognitivo, el estudiante da una explicación de la estrategia como respuesta a las preguntas metacognitivas de la intervención: “Con base en las pistas se hace un tabla en la que muestre como probablemente es el orden de los números.” En el caso particular de este estudiante, la acción metacognitiva de planear cómo actuar es la más frecuente durante el proceso de resolución de problemas y es la que sirve como centro de tal actividad. Esto se puede inferir del análisis de la red semántica (Anexo 4). 4 La selección del conocimiento matemático necesario para resolver el problema es una acción de planeación directamente relacionada con el conocimiento metacognitivo sobre la estrategia, pues el estudiante debe seleccionar entre todo su conocimiento el que realmente le será útil para determinado problema. 61 Estudiante 3 La acción metacognitiva de planear cómo actuar se hace evidente en la resolución de problemas de la estudiante 3, aunque en ocasiones no la reconoce como tal al responder las preguntas metacognitivas; es decir, se evidencia un conocimiento procedimental en tanto sabe cómo resolver el problema pero hay dificultades con el conocimiento declarativo puesto que no logra describir los pasos para resolverlo. Por ejemplo, en el problema A y en el problema C, al preguntarle por los conocimientos que requeriría para resolver los problemas, sus respuestas se dirigieron más hacia la estrategia que utilizaría para resolverlos (por ejemplo, hacer una tabla para ordenar los números). Esto se evidencia en el siguiente relato: “Las pistas porque nos ayudaron para resolver el problema. Una tabla para ordenar los números”. En cuanto a su estrategia de resolución en el problema B, se evidenció la implementación de una estrategia de resolución errónea, antes de cualquier acción de planeación: “25 dividido para 3. 8,33 + 8,33 + 8,33 + 1 = 25,99”. Este error en la estrategia está relacionado con una comprensión parcial del problema, ya que se están omitiendo detalles como la propina del mesero y la cantidad de dinero que efectivamente dio cada uno de los tres amigos. 62 En este caso, la ausencia de identificación del problema antes de ejecutar una estrategia influyó negativamente en el resultado. Otro hallazgo con respecto al planear cómo actuar en la estudiante 3 se evidenció en el punto del cuestionario metacognitivo que pedía elaborar una lista de pasos a seguir para solucionar el problema y explicar la razón por la cual los piensa hacer en ese orden. Allí, la estudiante presentó en dos ocasiones una confusión entre pasos para resolver el problema y acciones a realizar: “leer y dibujar, dibujar y contar”. Esto ocurrió a pesar de verse un proceso de resolución que respondía a una estrategia, pero ésta no podía ser explicitada con claridad. Tal hecho da cuenta de una solución intuitiva y demuestra de nuevo mayor fortaleza en el conocimiento procedimental que en el declarativo. En el problema B, también se presentó confusión de la estudiante 3 a la hora de planear la estrategia de solución, pero esta vez fue una confusión entre pasos para resolver el problema y operaciones necesarias: “PASOS: Leer, entender el problema, multiplicamos, restamos, sumamos, verificamos si está bueno” La acción metacognitiva más frecuente de esta estudiante fue la estrategia de resolución (ver red semántica – Anexo 4), a pesar de no reconocerla como tal en el auto-informe. Esta característica la comparte con el estudiante 2, quien –al igual que ella- presenta un desempeño Alto en matemáticas. 63 Estudiante 4 Con respecto a los pasos a seguir (estrategia) para resolver el problema, la Estudiante 4 muestra en los problemas A, C y E una confusión entre los pasos para resolver el problema y acciones a realizar: “Seguir las indicaciones, resolver el problema”. Esta acción no contribuyó a la eficiencia del proceso de resolución, puesto que se manifiesta que no hay claridad en el procedimiento que se podría seguir. Siguiendo con la planeación de la estrategia, en el problema B hay un acercamiento a los pasos para resolver el problema mezclados con acciones: “Hacer un dibujo para guiarnos, ir sacando los pesos, tratar de resolverlo para saber en dónde quedó el peso faltante” Sólo en el problema D, la estudiante logró planear una estrategia de resolución acertada: “Multiplicar, Descartar las letras, Saber que no se puede repetir el mismo número porque así lo resolvemos más fácil”. En general, con respecto a las acciones de planeación en la estudiante 4, se observa que la planeación de la estrategia tuvo una evolución positiva desde la prueba de entrada hasta la resolución de los últimos problemas, pues pasó de ser inservible (prueba de entrada, problema A), a ser parcialmente útil (problema B) hasta convertirse en una estrategia más 64 clara (problema D). Tal hecho demuestra lo planteado por Osborne (2000) con respecto a la posibilidad de aprender comportamientos metacognitivos. Estudiante 5 En cuanto a la planeación de la estrategia de resolución, la Estudiante 5 mostró en el problema C confusión entre pasos para resolver el problema y la representación verbal del mismo: “El primer paso fue el tiempo de duración de las tres hamburguesas (chulo), El segundo paso encontramos que las tres hamburguesas en 9 minutos si solo cabían dos hamburguesas en la plancha. (chulo)”. Esto se infiere dado que los dos pasos que menciona la estudiante corresponden a los datos y a la situación por resolver que presenta el enunciado del problema, mas no es claro el procedimiento que va a seguir para buscar la solución del mismo. Por el contrario, en los problemas B y D, logra explicar claramente cuáles son los pasos que siguió para solucionar el problema, haciendo explícita su estrategia de resolución: “PASOS: El primer paso fue sumar los pesos de cada uno. El segundo paso fue coger el resultado que nos dio, lo restamos por 5 y nos quedaron 25. El tercer paso fue que los 5 pesos que sobraron cada uno quedó con un peso y dos pesos para el mesero y así nos dio el resultado” (problema B) 65 En este caso, se observa de nuevo como el mero hecho de planificar la estrategia lleva de una manera mucho más directa a la solución del problema. A pesar de que la estudiante 5 era la única estudiante con desempeño Bajo en matemáticas y que no fue su acción metacognitiva más frecuente, fue quien logró explicitar con mayor claridad al menos una estrategia de resolución. En resumen, con respecto al planear cómo actuar, se puede decir que tal acción metacognitiva está estrechamente relacionada con el conocimiento metacognitivo (conocimiento declarativo y conocimiento procedimental), pues se observa que en ocasiones los estudiantes ejecutan una estrategia de resolución sin tener la capacidad de hacerla explícita. Además, se observa como la identificación del problema influye directamente en la planeación de la estrategia, puesto que una comprensión errónea o parcial del problema hace difícil una planeación acertada de la estrategia de resolución. De otro lado, con respecto a las estudiantes con desempeño básico o bajo (ver redes semánticas de estudiantes 4 y 5, Anexo 4), se observa una mayor tendencia hacia las acciones de planeación, pero más guiadas hacia la comprensión del problema y la representación mental del mismo que a la planeación de la estrategia. 66 6.2.2 Control y monitoreo El segundo componente de la regulación metacognitiva es el relacionado con acciones de control y monitoreo. El monitoreo se refiere a la posibilidad que se tiene, en el momento de realizar la tarea, de comprender y modificar su ejecución (Tamayo, 2006). Según Swanson en 1990 (citado por Kapa, 2002), en la medida en que los sujetos controlen y monitoreen las estrategias que usan, su habilidad para resolver problemas se optimiza. En otras palabras, el nivel metacognitivo apoya el nivel cognitivo en tanto activa factores de monitoreo y control durante la solución de un problema matemático. 6.2.2.1 Acciones de seguimiento a la estrategia Parte de ese control y monitoreo, sería el seguimiento que se le hace a la ejecución del proceso de resolución de acuerdo con el plan. Para poder hacer evidente tal acción, en el punto 5 del cuestionario metacognitivo se sugería: “Chequea con una marca cada uno de los pasos del plan que vas desarrollando”. Esto se evidenciaba en el desarrollo del punto 4 del autoinforme, en donde los estudiantes debían marcar con un chulo cada paso de la estrategia que habían planeado. Ante tal sugerencia, se observó lo siguiente: La estudiante 1 no cumple con la condición de señalar el seguimiento de su estrategia de resolución, tal como lo demuestra el que sólo para uno de los 67 problemas aparecieron todos los pasos chequeados. Este hecho está directamente relacionado con su dificultad para hacer explícita su estrategia como una lista de pasos a seguir. En los informes del estudiante 2 aparecen los pasos para resolver todos verificados para 3 de los problemas. Solo en un problema manifiesta pasos que deben llevarse a cabo pero no confirma si se hicieron o no. Sólo en el problema A, la estudiante 3 siguió paso a paso el cuestionario y aparecen todos los pasos chequeados, lo cual muestra que después de la planeación de la estrategia –paso a paso- se hizo un monitoreo de la misma. En la Estudiante 4, durante el proceso de resolución del problema, se observa con mucha frecuencia todos los pasos chequeados. En este caso particular, esta acción aparece como respuesta a la solicitud hecha en el cuestionario, pero ante la dificultad para determinar los pasos de la estrategia de resolución, tal como se analizó en la categoría anterior, esta acción no representa ningún aporte significativo al proceso. Es decir, aparecen “chulos” pero éstos no dan cuenta de un seguimiento a la ejecución del plan, ya que no hay un plan que clarifique el proceso a seguir para la resolución del problema. Para la Estudiante 5 no hay evidencia de seguimiento al cumplimiento de los pasos de la estrategia que diseñó. 68 Con respecto a esta acción de control, podemos decir que cobra importancia en tanto se tenga una estrategia de resolución cuidadosamente planeada, pues sólo así permite una revisión que posibilite la confirmación o el replanteamiento de los pasos seleccionados en el proceso de resolución. Sin embargo, la sugerencia del cuestionario no fue suficiente para poder hacer un seguimiento a tal acción, debido en parte a la falta de habilidad de los estudiantes para dise;ar un plan. 6.2.2.2 Verificación de la estrategia Siguiendo con el control metacognitivo, definiciones posteriores de metacognición han incorporado el control estratégico de procesos cognitivos que incluyen acciones como predicción, monitoreo, coordinación y revisión (Osborne J. , 2000, citando a Brown, 1978, 1987; Flavell 1979, 1981, 1987). Se dice que, más que la mera observación, dicho control requiere de un elemento de juicio que es esencial al comparar y evaluar el contenido de los propios aprendizajes (autovaloración), brindándole al sujeto la oportunidad de rectificar la situación (Georghiades, 2004), haciéndose necesario el replanteamiento de la estrategia de resolución y el retorno hacia las acciones de planeación que no sólo se pueden o deben dar antes de iniciar el proceso de resolución. 69 Así pues, el control o monitoreo se refiere a la posibilidad que se tiene, en el momento de realizar la tarea, de comprender y modificar su ejecución (Tamayo, 2006). Para que los estudiantes exteriorizaran tales acciones de control, se incluyeron en el cuestionario metacognitivo las siguientes sugerencias y preguntas: Si encuentras una pista que te acerque a la solución del problema, escríbela y dibuja un bombillo. Si notas que el camino por el que vas te aleja de lo que buscas, dibuja un signo de interrogación y devuélvete al último bombillo. Se te han ocurrido ideas que no están incluidas en tu plan? Escríbelas. A continuación se describen las huellas metacognitivas con respecto al control o monitoreo que surgieron en el proceso de resolución de problemas llevado a cabo por los estudiantes, algunas como respuesta a las preguntas mencionadas con anterioridad y otras de manera espontánea: Estudiante 1: Ante la falta de comprensión del problema E, y a raíz de la pregunta metacognitiva “¿La respuesta que encontraste corresponde a la pregunta inicial?”5 cuya respuesta fue “No, pero ya la voy a responder como es”; surge una estrategia de monitoreo, la cual da cuenta de una habilidad metacognitiva importante, en la cual es la misma estudiante por sus propias habilidades de control, la que llega a una manifestación de equivocación en 5 Esta pregunta hace parte de las preguntas de evaluación, pero dada la dinámica de la metacognición, en este caso fue una pregunta de evaluación la que propicia el aparecimiento de acciones de control y monitoreo. 70 el proceso. Esta acción nos permite hablar de autorregulación, la cual ha sido planteada dentro de los 4 campos de investigación en metacognición según (Brown s.f. citada por Silva, 2004). Este proceso indica que buena parte del aprendizaje ocurre al interior de cada individuo, en ausencia de agentes externos. Precisamente es esta acción la que favorece de manera directa la autonomía en el aprendizaje. Las acciones producto de tal autorregulación se evidencian en un proceso de resolución del problema con verificación, el cual se convierte en la acción más fuerte dentro del proceso de resolución de esta estudiante (ver red semántica – Anexo 4). La frecuencia con la que se presenta dicha acción casi que duplica el número de problemas presentados, lo cual se considera como una acción de control ya que la estudiante realiza auto-evaluaciones durante el aprendizaje, para verificar, rectificar y revisar las estrategias seguidas (Tamayo, 2006). Cabe anotar que tal acción metacognitiva aparece incluso desde la prueba de entrada, como se muestra en la Figura 6: 71 Figura 6 Durante la prueba de entrada, debido a la extensión del problema, la estudiante 1 llegó a una respuesta parcial del mismo, en la que logró identificar uno de los 12 puntos que requería la tarea. Luego de esto, aparece un intento por continuar con la solución en el cual la flecha con la expresión “no sirve” da cuenta de una acción de control, con la que hace una verificación de respuesta errónea, tal como se observa en la Figura 7: Figura 7 72 En complemento a la respuesta parcial, aparece un acercamiento a parte de la solución, acción mediante la cual la estudiante manifiesta hallazgos importantes que la podrían llevar por el camino correcto hacia la solución, a pesar de no haberla encontrado por completo. Tal hecho se evidencia en la Figura 8: Figura 8 Es importante resaltar el tratamiento que le hizo la estudiante a este problema, en el cual aparecen su representación (acción de planeación) y acciones de control recurrentes en el proceso de resolución como estrategias metacognitivas; las cuales surgieron de manera espontánea. El hecho de que la estudiante 1 haya llevado a cabo acciones de planeación y de control de manera espontánea, muestra el impacto que tienen las acciones metacognitivas sobre la resolución de problemas, ya que esta estudiante6 -en comparación con los otros- fue quien logró un mayor acercamiento, si no a la respuesta completa, al menos a la estrategia más apropiada en la prueba inicial. Cabe anotar que se observó en esta estudiante un sentimiento de fracaso por no haber logrado resolver la tarea de la prueba inicial en su totalidad, a 6 La Estudiante 1 era quien presentaba el desempeño más alto en el área de matemáticas. 73 pesar de que logró encaminarse correctamente hacia su solución. Tal sentimiento se debe a la creencia implantada culturalmente de que lo más importante es encontrar la respuesta correcta sin darle mayor trascendencia al camino que se recorre en su búsqueda. Siguiendo con el análisis de las acciones de verificación de la estudiante 1, en el problema B aparece como consecuencia de la misma acción de verificación de respuesta errónea una discusión para comprender el problema: “Mi compañero dice que el primer número debe estar en un extremo y yo (E1) digo que no escribamos eso porque es lógico. Mi compañero dice que suponiendo que el último número pulsado fue 3 y yo (E1) digo que sí fue el 3. Yo no entiendo él por qué dice que el 1 va en primer lugar, sabiendo que puede ser el 2 ó el 4”. Esta discusión aparece después de haber encontrado una respuesta que no cumplía con las condiciones del enunciado del problema. A raíz de este descubrimiento, la estudiante 1 se regresa al enunciado y registra una discusión que sostiene con uno de sus compañeros de curso. Esta unidad de análisis muestra dos acciones metacognitivas: a) identificación del problema, puesto que se está haciendo un intento por comprender los requisitos planteados en el enunciado del mismo, y b) acción de control7; puesto que surge como herramienta para corregir un error descubierto, cuya raíz podría ser la falta de comprensión del problema. Además, al final de la discusión, la 7 De nuevo se evidencia la no linealidad de los procesos metacognitivos, puesto que ahora aparece una acción de planeación durante la ejecución de la estrategia de resolución -que normalmente se realiza antes de tal ejecución-, como resultado de una acción de control (revisión y replanteamiento de la estrategia). 74 estudiante muestra indicios de conciencia metacognitiva al reconocer la falta de comprensión de un argumento de su compañero. Debido a esta misma discusión, aparece en el auto-informe, debajo de la respuesta errónea, la expresión: “La tercera no la cumplió”, y debajo aparece una respuesta acertada al problema, se evidencia de nuevo un mayor conocimiento procedimental que declarativo, puesto que se es capaz de seguir un proceso para llegar a la solución del problema pero se queda corta la explicación de cómo se hizo. En este mismo problema, también se evidencia un proceso de resolución con verificación, del cual se describe un aparte a continuación: Dibujó 4 cuadritos. El tercero tiene el número 3 y los demás ninguno. (Bombillo) Al frente dice la forma incorrecta 2 4 1 3. El 2, el 1 y el 3 tienen una marca arriba. Siguiendo con las acciones de control, en el problema C aparece cierta dificultad para hacer explícita la verificación: la estudiante hizo un signo de interrogación al lado del dibujo que empleó como estrategia de resolución, pero no se evidencia si después de la confusión indicada por ese signo hubo otra idea que la acercara a la solución, pues no aparece ningún bombillo como indicador de acercamiento ni ninguna discusión al respecto. Al observar el reporte completo de este problema, aparece la respuesta correcta pero no se evidencia en el auto-informe una estrategia de resolución clara ni se 75 respondieron la totalidad de preguntas del cuestionario. Esto indica que se utilizó más el pensamiento intuitivo en el proceso de resolución, ya que no se evidencia ningún análisis ni tratamiento matemático de la situación sino que se resolvió por ensayo y error, siguiendo la intuición. Para concluir, cabe anotar que en el caso de la Estudiante 1, el proceso de resolución con verificación no siempre fue declarado como tal en el autoinforme; es decir, se evidenciaban acciones que daban cuenta de que se estaba haciendo verificación y que ésta llevaba a un replanteamiento de la estrategia (tachones, aclaraciones, palabras sobrepuestas, discusiones, etc.) pero no se hacía un registro ni un seguimiento sistemático de tales estrategias de control. Esto demuestra nuevamente la prevalencia del conocimiento procedimental (el uso de las estrategias) y condicional (cuándo usarlas) sobre el conocimiento declarativo (verbalización de las mismas) con respecto a una acción de control. En el estudiante 2, después de la estrategia de resolución efectiva en la prueba de entrada –explicada en el análisis de la categoría anterior-, surge una solución parcial del problema, al manifestar: “Se puede deducir que B es 12 porque tienen 5 amistades”. Después de esto, el estudiante complementa su estrategia de resolución con un supuesto que no responde a la pregunta del problema: “G es 4 porque tienen como la misma forma de los triángulos, E es 6 porque tienen como la misma forma de los triángulos”, 76 Esta unidad de análisis permite observar un intento de verificación sin comprensión total del problema (que se presentó sólo en la prueba de entrada), puesto que el estudiante está asumiendo, de forma errada, que la forma de los triángulos podría determinar la solución del problema. Aquí se hace notable la importancia de la interpretación del problema a la hora de planear y ejecutar una estrategia de resolución, punto en el cual se relacionan los tres componentes de la metacognición: planeación, control y evaluación; incluso sobre una misma acción de planeación como lo es la interpretación del problema. Con respecto directamente a las acciones de control, se observa cómo en el primer problema de la intervención, el estudiante 2 da una respuesta errónea - sin verificar; a pesar de que el estudiante manifiesta estar reflexionando con respecto a las condiciones del problema: “Ya que el 3 no puede ir en un extremo ni junto al 2”. Esto debería llevarlo a un acercamiento a la respuesta, pero ante la falta de control, de volver sobre lo pensado, no se obtuvo el resultado esperado. El estudiante usó los bombillos8 en 4 de los 5 problemas, en los momentos en que hacía la verificación de la respuesta correcta. En el problema D aparecen varios signos de interrogación, distribuidos en toda la hoja, puesto que tuvo que hacer varios intentos para poder llegar a 8 Sugerencia hecha en el cuestionario metacognitivo. 77 una respuesta que cumpliera con los requisitos. En este problema específico, el estudiante presentó una manifestación errónea de éxito en la solución, al responder afirmativamente a la pregunta que buscaba confirmar si la respuesta que encontró correspondía a la pregunta inicial 9. Siguió con las preguntas que hacían falta y al final aparece de nuevo una acción de verificación “R/ 325 x 9 = 2925 estábamos verificando y encontramos que nos había quedado mal, entonces intentamos con otros números y encontramos la verdadera respuesta”, Esto evidencia el descubrimiento de error gracias a la verificación. Esta acción aparece dos veces en el mismo problema. Dado que tal descubrimiento es hecho por el mismo estudiante, sin agentes externos, aparece de nuevo la autorregulación, mencionada en el análisis de las acciones de verificación de la estudiante 1. En la estudiante 3 también aparece –al igual que en el estudiante 2- el descubrimiento de error gracias a la verificación: “(Nosotras pensamos que cogiendo los 25 pesos y divididos para las) NO”. Después de ese descubrimiento, inició en orden las acciones de planeación, desencadenando de nuevo en una estrategia acertada de resolución (relación entre planeación y control). La estudiante muestra en reiteradas ocasiones seguir un proceso de resolución con verificación: Tal proceso se identificó en todos y cada uno de 9 Pregunta de evaluación que sirve a su vez como acción de control. 78 los problemas planteados para el presente estudio. Precisamente, fueron estas acciones de verificación y las estrategias de resolución las acciones centrales del proceso de resolución en esta estudiante (ver red semántica – Anexo 4). Un ejemplo de ésta verificación, se presenta en la prueba de entrada, cuyo proceso la estudiante describe de la siguiente manera: “Entonces saqué los números aparte y debajo de cada uno le puse con quien se habían relacionado, así que el estudiante 4 y 5 son los que más se relacionan de amistad con los demás…” Además se evidencia en el escrito lo siguiente; Salen dos líneas, una del 4 y otra del 5 del párrafo anterior, y dice: “estos 2 no porque faltan ponerle a unos números con quienes más se relacionaban así que era el número 12”. Luego, aparece la lista de cada letra con las otras letras que se relaciona. A pesar de ser evidente tal control, aparece una dificultad para hacer explícita la verificación, la cual se nota por la ausencia de seguimiento en el proceso, marcada por los bombillos y signos de interrogación sugeridos en el cuestionario. A pesar de que la Estudiante 4 no mostró para todos los problemas una estrategia de resolución planeada cuidadosamente, en 3 ocasiones se dejó ver un proceso de resolución con verificación, en el cual se hace más evidente la comprensión del problema que en las acciones dirigidas hacia tal fin. Por ejemplo, en el problema C, empleó dibujos para resolver el problema y describió de manera verbal lo que iba descubriendo: 79 (Hay un dibujo de una plancha con dos hamburguesas encima) Dice “Ricardo y Juan” y debajo hay dos planchas dibujadas: en la primera hay 2 hamburguesas y dice “3 minutos cada lado”. En la segunda hay una sola hamburguesa y dice “3 minutos”. Luego dice “Alex” y debajo hay una plancha con dos hamburguesas dibujadas y otra hamburguesa por fuera. Hay un bombillo dibujado y dice: “pongo dos hamburguesas, cuando estén por un lado volteo una y saco la otra para poner la que está cruda. Van 3 minutos cuando las que puse estén por el otro lado. 3 minutos. Saco la que ya está, volteo la que le falta un lado y pongo a la que le falta un lado son 3 minutos. Total 9 minutos” Este proceso de resolución con verificación, en 2 ocasiones logró desembocar en una solución correcta del problema. Para el caso de las acciones de control, las acciones de planeación son importantes en tanto ayudan a abonar el terreno para el proceso de resolución del problema. Esto se evidencia, por ejemplo, en el acercamiento a parte de la solución que surge después de una representación matemática del problema bien estructurada: “son 29 - 25 de la cuenta son 4 pesos, menos los dos pesos del mesero son 2 pesos más los 3 pesos de cada uno de los amigos son 5 pesos y 5 pesos más 25 son 30, lo que quiere decir que a uno de los amigos se le había olvidado el peso que le sobraba”. Otra evidencia de acciones de control se presentó en el primer problema, para el cual hubo primero una sensación errónea de éxito, la cual se dio debido a una respuesta errónea sin verificar: “Solución del problema: 2413 encerrado en un cuadro. Todos los números fueron pulsados de forma incorrecta. 4 = último botón en ser pulsado no está en un extremo. 1 - 4 = el primer botón y el último no están juntos. 1 2 3 4 = el número para abrir la puerta”. 80 La estudiante finalizó el cuestionario y respondió de manera afirmativa a las preguntas de la evaluación, sin devolverse al problema y verificar si la respuesta que encontró correspondía efectivamente al enunciado. Esto se dio por falta de atención a las pistas dadas, y cuando en las preguntas de evaluación se preguntaba cómo podría haber hecho para optimizar el proceso, manifestó una sensación de pérdida de tiempo al releer: “No haber leído tanto y responder las preguntas”. Para poder llegar a la sensación de éxito acertada, primero tuvo que darse el descubrimiento de error por regulación externa, y como consecuencia de tal descubrimiento, la verificación de respuesta errónea por parte de la estudiante. Esto demuestra que la habilidad metacognitiva de la regulación en esta estudiante aún está en una fase inicial, ya que requiere de actores externos que hagan la regulación por ella. En ninguno de los problemas se alcanzó a observar indicios de autorregulación. La relación existente entre regulación externa y autorregulación corresponde a la perspectiva vygostkiana, tal como la describen Silva (2004) y Tamayo (2006). Según Silva (2004): “En este campo (el de los estudios sobre la regulación realizada por otras personas) son importantes los aportes de Vygotsky sobre la transferencia de control que le hace un adulto al niño en múltiples situaciones de enseñanza-aprendizaje. Investigaciones con niños y aprendices llegan a mostrar la existencia de destrezas autorreguladoras después de que los niños han interiorizado destrezas autorreguladoras propias de personas 81 de mayor experiencia o de expertos en campos disciplinarios. Lo anterior es la principal razón que permite afirmar que la metacognición tiene una base social” En otras palabras, citando a Tamayo (2006): “Para Vygotsky, el desarrollo cognitivo esta determinado y regulado por el desarrollo metacognitivo, por la adquisición e internalización de herramientas de auto-regulación […] Desde esta perspectiva teórica el desarrollo cognitivo seria esencialmente desarrollo metacognitivo, (Rivière, 1986), en el que uno de los aspectos más importantes es conocer como se produce el paso de la regulación externa, realizada por otras personas, a una auto-regulación, lo cual se realiza gracias a un proceso de internalización. Las actividades de regulación externa ejercidas por otras personas han de ser asimiladas progresivamente por el aprendiz, quien a su vez debe manifestar estas actividades de regulación de forma cada vez más visible y comunicable”. Siguiendo con otras acciones de control y monitoreo analizadas en el proceso de la estudiante 4, no se observó una verificación del proceso de resolución como se sugería en el cuestionario, utilizando los bombillos para señalar ideas acertadas y signos de interrogación para señalar dudas. Esta ausencia hace evidente la dificultad para hacer explícita la verificación. Para la Estudiante 5, en el problema B, una representación matemática incompleta y la dificultad para representar el problema gráficamente pusieron en evidencia la falta de comprensión del problema. Estas dos acciones traen como consecuencia un proceso de resolución parcialmente correcto, puesto que tal representación incompleta haría parte de la misma solución del problema. De hecho, la misma estudiante vuelve a escribir tales operaciones como los pasos a seguir para resolver el problema: “PASOS L X L = 11 x 11 = 121 (chulo) Sumar 75 B + 46 N = 121” 82 De otro lado, se observa una dificultad para hacer explícita la verificación, puesto que a pesar de llevarse a cabo acciones de verificación, no se sigue la estrategia sugerida en el cuestionario10, lo cual hace difícil evidenciar tales acciones. A pesar de la ausencia de tales signos, en algunos casos sí se encontraron ciertas huellas de control metacognitivo. Este se evidencia en 2 de los 5 problemas. “Rta/ dos hamburguesas por un lado duran 3 minutos, se saca una y se pone la 3 hamburguesa y la que quedó se voltea. A los 3 minutos se saca la hamburguesa que ya está hecha y se coloca la otra que le falta un lado y se voltea el lado de la tercera hamburguesa y se cumplen los 9 minutos.” La primera vez que aparece, es un proceso de resolución con verificación errónea, el cual se ubica dentro de las preguntas metacognitivas de planeación, pero no fue exitoso debido a la falta de seguimiento del proceso con las pistas dadas en el problema. Luego, el proceso de resolución con verificación se da gracias al descubrimiento de error por regulación externa. Después del cuestionamiento de la investigadora con respecto a la validez de la solución del primer problema, la estudiante ejecuta acciones de control, así: “Primera pista se cumple, segunda pista se cumple, tercera pista no se cumple. 4132 primera pista se cumple, segunda pista se cumple, tercera pista no se cumple. 1234 primera pista se cumple, segunda pista se cumple, tercera pista no se cumple”. 10 Bombillos y signos de interrogación 83 A pesar de que estos primeros intentos de regulación metacognitiva no fueron exitosos con respecto al proceso de resolución, fueron valiosos en tanto que la estudiante mostró cierto interés por ejercer esa regulación por ella misma en los siguientes problemas. Esta observación refuerza lo determinado por Vygotsky (citado por Tamayo, 2006) con respecto a la transferencia que se hace de la regulación externa hacia la autorregulación. Este esfuerzo de la estudiante por ejercer autorregulación se hace evidente en las respuestas de la estudiante ante las preguntas metacognitivas que indagan sobre procesos de replanteamiento de la estrategia. Por ejemplo, en el problema D la estudiante registra: “Había pensado colocarle ONE 1 multiplicarlo por 9”, Tal registro no correspondía al enunciado del problema y hace que tal respuesta sea una manifestación de equivocación en el proceso, puesto que al momento de resolverlo no utilizó la estrategia que había pensado. 6.2.2.3 Replanteamiento de la estrategia Para indagar de manera más directa el replanteamiento de la estrategia de resolución como consecuencia del control o monitoreo a la ejecución de la misma, se planteaba en la guía del auto-informe la siguiente pregunta: Se te han ocurrido ideas que no están incluidas en tu plan? Escríbelas. En los auto-informes de los estudiantes, con respecto a tal estrategia se encontró lo siguiente: 84 Estudiante 1 Al preguntar por las ideas nuevas que surgen al re-planear la estrategia de resolución, la estudiante manifiesta en la mayoría de los casos que hubo cero ideas nuevas, a pesar de las constantes evidencias de procesos de regulación que la estudiante muestra y a raíz de las cuales rectifica el camino de su estrategia e incluso los pasos a seguir. Un ejemplo de ello es el que se muestra a continuación, ocurrido en el proceso de resolución del problema A: “(el primer(bo) dígito de) encima de la sílaba bo encerrada entre paréntesis está escrita la palabra no.(bombillo)… Sabiendo que el último número pulsado fue 3, tenemos la siguiente conclusión: como el 3 no está en los extremos y el primero sí, además de que todos los números fueron pulsados de forma incorrecta tenemos: dibujaron los cuadritos con los 4 números en orden. Debajo del 3 sale una flecha que dice: porque no está en los extremos. Sale otra fecha del 1 y dice: porque no está junto al último, pero sí en un extremo. Del 2 sale otra flecha y dice: porque fueron pulsados equivocadamente”. El estudiante 2 no manifiesta haber tenido ideas nuevas en el transcurso del proceso de resolución, pues en sus auto-informes su respuesta fue negativa cada vez que respondía a la pregunta metacognitiva: ¿Se te han ocurrido ideas que no estaban incluidas en tu plan? Además, al observar tales autoinformes se encuentra que efectivamente no hubo un cambio de estrategia en ninguno de los procesos de resolución de problemas. Tal hallazgo da muestra de dos situaciones: primera, la eficiencia del estudiante 2 como resolutor de problemas (5 estrategias exitosas de 6 problemas), y segunda, que al encontrar la respuesta correcta el estudiante abandonaba el 85 problema y no buscaba otros posibles caminos para su resolución (evaluación metacognitiva). Estudiante 3: En el cuestionario metacognitivo, al preguntar por ideas que hayan surgido en el transcurso del proceso, la estudiante manifiesta en 4 de los 5 problemas cero ideas nuevas en cuanto a la estrategia de resolución. Sólo en el último de los problemas de la intervención, a esta pregunta aparece una respuesta afirmativa, que da cuenta de la conciencia de que hubo ideas nuevas con respecto a la estrategia de resolución: “Sí, juntar las baldosas que se muestra en el taller y como dan 12 de tamaño, sacar la baldosa de tamaño 3 y hacer una de tamaño 2. Ahí daría 11 tamaño”. La estudiante 4 sólo en el problema D manifestó tener una idea nueva con respecto a la solución del problema “Partir las hamburguesas, ponerle más fuego pa que estén más rápido, etc.”. La estudiante 5, en el problema B, después de ejecutar la estrategia de resolución planeada, y ante un intento por autorregularse, hace un registro de cambio de estrategia de resolución, al responder a la pregunta metacognitiva: Se te han ocurrido ideas que no están incluidas en tu plan? Escríbelas. A esta pregunta, la estudiante responde: “SÍ, porque al principio se nos ocurrió multiplicar y no era así pero después se nos dio la respuesta”. Cabe anotar que, aunque dicha respuesta no muestra en detalle cuál fue el cambio de estrategia, la estudiante 5 que respondió afirmativamente a tal 86 pregunta, estaba intentando explicar cuál había sido el error que había cometido con respecto a la estrategia (multiplicar) y manifestando que después había logrado el objetivo. Este hecho indica una toma de conciencia con respecto al replanteamiento de la estrategia durante el proceso de resolución de problemas. Tal como lo indica Tamayo (2006), esta acción de la estudiante hace evidente el proceso de regulación metacognitiva puesto que está verificando y rectificando la estrategia seguida. 6.2.3 Acciones de Evaluación Finalmente, para hacer referencia al tercer proceso dentro de la regulación como aspecto esencial de la metacognición, hablaremos de las acciones de evaluación, evidenciadas en la resolución de problemas. Según Miranda et al. (2005): “La evaluación es una habilidad que se aplica después de realizar la tarea, ya que consiste en una reflexión retrospectiva para valorar lo apropiado del plan, la eficacia de las estrategias y procedimientos utilizados, comprobando los resultados. Estas reflexiones facilitan la corrección de errores, y además permiten al estudiante darse cuenta de sus propias posibilidades en el aprendizaje”. Este proceso, realizado al final de la tarea, se refiere a la naturaleza de las acciones y decisiones tomadas por el aprendiz; quien evalúa los resultados de las estrategias seguidas en términos de eficacia (Tamayo, 2006). 87 El primer elemento observado fue la sensación de éxito, la cuál podía ser acertada o errónea. Con respecto a este elemento podemos decir que, además de ser una acción clasificada dentro de las funciones de evaluación, en varias oportunidades cumplía el papel de estrategia de control y monitoreo. Esto ocurría puesto que al preguntar: ¿La respuesta que encontraste corresponde a la pregunta inicial? se abría un espacio de reflexión que le permitía al estudiante devolverse sobre lo que ya había hecho y revisar si efectivamente había encontrado o no una solución que satisficiera las condiciones del problema. A continuación se describen los hallazgos hechos con respecto a tal acción metacognitiva: La estudiante 1 manifestó un equilibrio entre sensación de éxito acertada y sensación errónea de éxito, el cual se evidencia en el número de veces en que ambas manifestaciones (ver red semántica – anexo 4). Después de una sensación de éxito acertada, la estudiante no respondió a las preguntas que pretendían evaluar la eficacia del proceso. Incluso en una ocasión expresó que para que el proceso fuera más eficaz había que “discutir menos”. Esta actitud da cuenta de cierta dificultad para evaluar el proceso, la cual persistió desde el pretest hasta el último taller de la intervención, dado que no se estaba revisando ni reflexionando acerca de la eficacia del proceso, tal como lo enuncia Tamayo (2006). En el problema B, por ejemplo, aparece la siguiente anotación: 88 “Daniel dice que en el problema B nos dicen 2 operaciones diferentes y yo que el peso que falta, no falta”. Al manifestar una sensación de éxito errónea, aparecía en el autoinforme el título “Discusión” y luego un replanteamiento de la solución del problema. Lo mismo ocurre en el problema D, después de haber dado una solución errónea, la estudiante respondió de la siguiente manera a las preguntas metacognitivas que buscaban acciones de evaluación: ¿La respuesta que encontraste corresponde a la pregunta inicial? “sí”. ¿Cuánto tiempo tardaste en resolver el problema? “30 minutos”, ¿Cómo podrías haber hecho para tardarte menos tiempo? “pensamos que es un buen tiempo”. Hasta allí, la estudiante presenta una sensación errónea de éxito, pero debajo de la última respuesta, aparece la siguiente aclaración: “650x9=5850” Al frente dice: “ERROR: El primer número sí puede ser multiplicado por otro número que es 0”. Esto nos ubica nuevamente en acciones de control, pero esta vez aparecen después de la tarea, en el momento en el que ya se estaba indagando por acciones de evaluación. En varias ocasiones fue en este momento donde la estudiante realmente llegó a la solución del problema. En las preguntas referentes a la evaluación del proceso de resolución, para el estudiante 2, se evidencia sólo en un problema una impresión de éxito inmediato. Aquí se hace evidente la dificultad para evaluar el proceso de resolución: 89 “No veo otra forma de haberme demorado menos, Todas las ideas que tuvimos nos sirvieron”. Sólo en algunas ocasiones el estudiante expresaba que para optimizar el tiempo de resolución del problema lo mejor sería “No haber tenido que contestar las 12 preguntas”. Tal respuesta deja ver una sensación de pérdida de tiempo ante las preguntas metacognitivas. Esto, como consecuencia de las concepciones sobre enseñanza, aprendizaje y evaluación que predominan en nuestra cultura, en el cual estamos acostumbrados a que lo importante es obtener un resultado y no a la reflexión con respecto al recorrido que hicimos para llegar a él. De igual manera, con respecto al problema B, cuya pregunta finalmente no tenía respuesta, al descubrir que la solución del problema era encontrar un error que había en el planteamiento, muestra una sensación de pérdida de tiempo ante problemas que producen desequilibrio. Entiéndase por desequilibrio la sensación causada por un problema de que éste no tiene “solución aparente y obvia, o que la solución no satisfaga completamente la dificultad; una situación a la cual no se le encuentra una posible respuesta desde la manera habitual de enfrentar la contingencia” (Garavito, s.f.). El problema preguntaba: ¿Dónde está el peso que falta? pero en realidad no faltaba ningún peso. Al evaluar el proceso de resolución y responder a la 90 pregunta: ¿Cómo podrías haber hecho para tardarte menos tiempo?, el estudiante respondió: “Si no hubiéramos tenido pistas erradas”. Seguido, con respecto a la pregunta: ¿Hubo algunos pasos de tu plan que no sirvieron para resolver el problema? ¿Por qué crees que no sirvieron?, el estudiante manifiesta: “Sí porque la pista no nos llevó a nada”. Después de tal acción de evaluación, el estudiante revisó su estrategia de resolución y escribió: “Que multiplicando y sumando los pesos hace falta un peso, pero sumando los 10 pesos y luego restando 5 no hace falta ningún peso”. Esto da indicios de un acercamiento a la respuesta, puesto que tal afirmación demuestra que el estudiante reconoció que el error en el enunciado del problema se encontraba en el orden y la manera como se presentaban las operaciones, mas no en que realmente faltara ningún peso. Tal hallazgo da cuenta de una comprensión total del problema, a la cual se llegó finalizando el proceso de resolución. Al evaluar el proceso de resolución de problemas, la estudiante 3 tuvo en la mayoría de ellos una sensación de éxito acertada. Sólo en el problema B, tal sensación aparece al inicio del proceso, ya que en este problema en particular la estudiante inició con la resolución errónea y sin planeación, pero después de una acción de autorregulación logró determinar que tal 91 proceso se estaba desviando del camino correcto, lo cual se observa en la siguiente frase: “(Nosotras pensamos que cogiendo los 25 pesos y divididos para las) NO”, en la cual la estudiante encierra lo que había concluido y determina que NO es correcto. Después, como consecuencia de ello, aparece el replanteamiento y la ejecución de una nueva estrategia que la llevó de manera exitosa a la solución del problema, la cual se muestra en la siguiente unidad de análisis: “que en total no sobraba ningún peso porque de los 9 pesos multiplicados por 3 sobraron 2 para el mesero y de los 10 pesos que cada uno dio que eran el total 30 y quedaron 27 ahí están los 5 pesos. Faltaba uno por contar” Sólo en el problema A, la estudiante tuvo una sensación errónea de éxito, a pesar de haber ejecutado un proceso de resolución con verificación, hizo falta mayor comprensión del enunciado y un control más coherente con este mismo: “Sí, pero el número puede variar porque nos dan 2 números que pueden variar de extremo a extremo”. Con respecto a las últimas preguntas metacognitivas, continúa constante la dificultad para evaluar el proceso, puesto que las respuestas no dan cuenta de reflexión real sobre el mismo. Sólo se responde a las preguntas como un requisito, sin otorgarle la trascendencia que debería tener tal reflexión: “No haber pensado si sí era o no era esa la respuesta, No dudar tanto, No hubo ningún paso que no sirviera”. La estudiante 4 respondía las preguntas de evaluación de manera superficial, mas como requisito del cuestionario que como una acción real 92 de evaluación. Esto hace evidente, al igual que en los otros estudiantes, la dificultad para evaluar el proceso. En el último problema, al responder tales preguntas de evaluación, se hizo evidente la falta de comprensión del problema: “Mirar bien el tamaño de las baldosas y sus colores”. En este mismo problema se observa cómo la estudiante primero respondió todas las preguntas del cuestionario (incluso las de evaluación) y después aparece un proceso de resolución erróneo, como consecuencia de la falta de comprensión del problema antes mencionada: “el patio de la casa de un cliente de tamaño 11 se lleva 26 baldosas blancas y 15 baldosas negras. 26 blancas + 15 negras = 41” Con respecto a la evaluación, en la estudiante 5 fue más frecuente la sensación errónea de éxito que la sensación de éxito acertada. La sensación de éxito acertada aparece en los problemas B y C, para los cuales la estudiante había logrado planear y ejecutar con mayor claridad la estrategia de resolución. En los tres problemas que no hubo éxito en la solución, hizo falta devolverse a las condiciones del problema para ejercer un proceso regulado, que era finalmente lo que sugería la pregunta. En 3 de los problemas la estudiante no respondió ninguna de las preguntas que propendían por la reflexión sobre el proceso de resolución para hacer una evaluación del mismo. Esto evidencia cierta dificultad para evaluar el 93 proceso, la cual en este caso está directamente ligada a la dificultad para resolver los problemas; puesto que en los problemas B y C –que fueron los que logró resolver de manera exitosa- sí aparece un intento de evaluación de la estrategia, en el cual la estudiante –al preguntarle ¿Hubo algunos pasos de tu plan que no sirvieron para resolver el problema?- manifiesta: “Porque el minuto y medio no daba con los 3 minutos de cada lado que había que colocarle a cada hamburguesa” 94 7. CONCLUSIONES Con respecto a lo metodológico: Dada la naturaleza interna de los procesos cognitivos y, por tanto, metacognitivos; es necesario diseñar instrumentos para la indagación de procesos de regulación metacognitiva, que permitan la visualización de los mismos. Además, es necesario crear una cultura en el aula de exteriorización del pensamiento, en la cual los estudiantes deban acostumbrarse a reflexionar y discutir con respecto a sus propios procesos cognitivos. En una investigación relacionada con la resolución de problemas, la selección de las situaciones que conforman los instrumentos de análisis es la que determina en gran medida la riqueza de los hallazgos; puesto que al presentarse problemas planteados en diversos contextos (matemáticos, hipotéticos y/o reales) se pueden llegar a generalizaciones y diferenciaciones relacionadas con el proceso cognitivo como tal, sin quedar sesgadas por un mismo tipo de problema. Las redes semánticas son unas herramientas de análisis potentes a la hora de indagar procesos metacognitivos que realizan los estudiantes al resolver problemas. En adición, permiten determinar tendencias metacognitivas de los estudiantes, al dejar en evidencia cuáles son las acciones más frecuentes en el proceso de resolución de problemas y alrededor de las cuales gira tal proceso. 95 Con respecto a los procesos de regulación metacognitiva: La investigación relativa a los procesos metacognitivos plantea el debate acerca de la naturaleza autorreguladora y/o consciente de tales procesos, así como de los niveles de explicitación de los mismos. Ello indica que el esfuerzo pedagógico y didáctico debe centrarse en la toma de conciencia y la estimulación de la autorregulación de los procesos cognitivos. Este esfuerzo debe orientarse hacia la formación de sujetos centrados en resolver aspectos concretos de su propio aprendizaje y no sólo a resolver una tarea determinada, es decir, orientar al estudiante a que se cuestione, revise, planifique, controle y evalúe su propia acción de aprendizaje. Los procesos de regulación metacognitiva –principalmente las acciones de verificación y replanteamiento de la estrategia- generan un impacto positivo sobre la resolución de problemas, ya que quienes logran un mayor acercamiento a la solución son los estudiantes que presentar mayor fortaleza en tales acciones. Las acciones de conocimiento y regulación metacognitiva están estrechamente relacionadas. Tal relación se da de una manera dinámica, mas no lineal. La no linealidad de esta relación implica que cada estrategia metacognitiva se puede optimizar mediante el uso de las demás estrategias, sin relación con el momento de la resolución del problema en el que se encuentre el individuo. Además, las acciones relativas al conocimiento metacognitivo no sólo se dan sobre procesos cognitivos, sino que sirven 96 como fundamento para los procesos de regulación metacognitiva; así como se pueden ejercer acciones de regulación no sólo sobre procesos cognitivos sino sobre la identificación, definición y representación del problema, las cuales hacen parte de acciones metacognitivas de planeación. La misma relación se presenta entre las acciones de regulación metacognitiva, en la cual se evidencia la dependencia que existe entre la planeación, el control y la evaluación a la hora de resolver problemas matemáticos; puesto que cada una requiere de las otras para poder cumplir con su papel en la resolución de problemas. Así, para poder ejercer acciones de control o monitoreo es necesario que haya habido una identificación correcta del problema, la cual se hace evidente en las representaciones que el estudiante hace del mismo (planeación - control). También, es necesario que el estudiante realice acciones de verificación sobre las mismas acciones de identificación y representación (control - planeación) para verificar la comprensión del problema. Finalmente, la evaluación es la reflexión en términos de eficiencia y eficacia con respecto a las acciones anteriores y cumple funciones de control en momentos en los que se ha seguido un camino equivocado hasta llegar a una solución errónea, y puede conducir al replanteamiento de la estrategia (evaluación – control – planeación). 97 Las acciones de conocimiento metacognitivo y las acciones de planeación que el estudiante emplea en el proceso de resolución de un problema, no sólo se relacionan entre ellas sino que, además, dependen de la naturaleza y del grado de comprensión que se tenga de la situación a resolver. Es decir, si no hay una comprensión suficiente del problema, no hay posibilidad de seleccionar los conocimientos necesarios, identificarlo, representarlo ni mucho menos planear una estrategia acertada; aunque no siempre es indispensable el conocimiento ni la planificación, dado que algunos problemas poseen ciertas características que le permiten al estudiante resolverlos de manera intuitiva, sin necesidad de desarrollar una estrategia muy estructurada, para los cuales normalmente no logra explicar la manera como fueron resueltos ni los conocimientos que empleó para ello. En relación a las acciones de planeación, se observa una conversión de las representaciones que utilizan los estudiantes para buscar un mayor grado de comprensión (paso de una representación verbal a una numérica, de una gráfica a una numérica, etc.). En últimas, las representaciones que los estudiantes hacen de los problemas y su utilidad en el diseño de la estrategia son determinantes en el éxito o fracaso del proceso de resolución de problemas. Además, El tipo de representación que los estudiantes eligen depende de las características del mismo, del nivel de comprensión que hayan alcanzado con respecto a éste y de su propio nivel de conocimiento. Mientras más 98 comprensión haya del problema y se tenga un nivel más alto de conocimientos matemáticos, la representación que se hace del problema es más elaborada y, en ciertos casos, más útil en el proceso de resolución. En relación a las acciones de regulación, se demuestra lo planteado por Osborne (2000) acerca de la posibilidad de enseñar y aprender habilidades metacognitivas, puesto que es exactamente lo que ocurre en el proceso de internalización: se ejercen acciones de regulación externa sobre el proceso de resolución de un estudiante y, gradualmente, éste va aprendiendo cómo hacerlo mediante acciones de autorregulación. Con respecto a las acciones de control o monitoreo y del mismo conocimiento metacognitivo, existe la prevalencia del conocimiento procedimental (el uso de las estrategias) y condicional (cuándo usarlas) sobre el conocimiento declarativo (verbalización de las mismas), puesto que los estudiantes, a pesar de hacer uso evidente de estrategias de verificación, no logran describirlas ni explicarlas. Tal ausencia se nota también al realizar acciones relacionadas directamente con el conocimiento metacognitivo, en las cuales el estudiante utiliza el conocimiento pero no logra declarar cuál ni cómo. La evaluación es el componente de la metacognición que muestra un menor desarrollo, dado el enfoque que tradicionalmente se le ha dado a la enseñanza en nuestro sistema educativo; en el cual se le da mayor 99 importancia a las respuestas que dan los estudiantes que al proceso que se sigue para llegar a la respuesta correcta. Con respecto a la relación existente entre desempeño académico y tendencias metacognitivas: El desempeño de los estudiantes en matemáticas tiene un impacto directo sobre las acciones metacognitivas que realizan. Las acciones de planeación son más frecuentes en los estudiantes con mayor dificultad en el área, dado que requieren mayor detenimiento en la identificación del problema; mientras que las acciones de control o monitoreo están más definidas y optimizadas en los estudiantes con mejor desempeño. Así mismo, se observa que en los estudiantes con bajo desempeño es necesario ejercer una regulación externa antes de llegar a la autorregulación, mientras que en los estudiantes con un desempeño más alto es la autorregulación en gran medida la que determina el éxito en la resolución de problemas. Esto comprueba que en los estudiantes con mejor desempeño el proceso de internalización de las estrategias de regulación se ha llevado a cabo de manera más temprana, razón por la cual ellos ya están en capacidad de autorregularse y –por lo tanto- logran encontrar errores en el proceso de resolución por ellos mismos y modificar la estrategia hasta llegar a una solución acertada. 100 De otro lado, los estudiantes con un desempeño más bajo, apenas se encuentran en el transcurso de la internalización, por lo que requieren aún la regulación ejercida por otra persona para poder verificar y replantear sus estrategias de resolución de problemas. Además, se demostró que efectivamente las acciones de regulación ejercida por otra persona desencadenan en intentos de autorregulación. Con respecto a aspectos del enfoque de la matemática escolar: La cultura de la respuesta, que tradicionalmente ha hecho carrera en nuestros entornos educativos, es en gran medida una limitante a la hora de indagar procesos de regulación metacognitiva, dada la naturaleza interna de éstos y la falta de costumbre en los estudiantes para reflexionar y exteriorizar sus procesos de pensamiento. Esta misma cultura, hace que los procesos de evaluación metacognitiva pierdan importancia; puesto que los estudiantes consideran como único fin encontrar una solución, sin darle mayor trascendencia a la búsqueda de caminos alternativos y a la optimización de sus estrategias de resolución. 101 8. RECOMENDACIONES Es la obligación de los educadores replantear el enfoque que se le ha dado a la matemática escolar, cuya enseñanza debe proyectarse el desarrollo de pensamiento, que permita que los estudiantes reflexionen sobre sus propios procesos cognitivos y valoren los avances que tienen en torno a éstos. Tal como se había mencionado en el planteamiento del problema, el enfoque que se le debe dar a la enseñanza de las matemáticas es el cognoscitivo, en el cual “se ha enfatizado el papel del razonamiento que permite al sujeto que resuelve el problema, el hecho de comprenderlo, diseñar un plan, llevarlo a cabo y supervisar la (Mayer, 1992) este enfoque ha representado un cambio de énfasis en la enseñanza de la matemática ya que en lugar de preguntar "¿qué procedimientos debe dominar el alumno?", la pregunta es: "¿qué significa pensar matemáticamente?". En vez de enfatizar el producto de la resolución del problema (esto es, obtener un resultado correcto), este enfoque sugiere enfatizar el proceso resolución (qué sucede en la mente del estudiante cuando resuelve un problema)” (Casajús, 2005). . Los resultados de esta investigación nos dan indicios de que la metacognición, como proceso que le otorga al aprendizaje la autonomía que requiere, es un asunto que debe continuar siendo investigado para lograr su inclusión en las aulas. Este hecho tendrá seguramente un impacto positivo en la calidad de nuestros sistemas educativos. Con respecto a lo metodológico, es importante continuar con el diseño y validación de instrumentos que permitan indagar los procesos 102 metacognitivos en general; dada la importancia que tienen éstos en la ¿?? de aprendizajes autónomos y profundos, más que repetitivos y mecánicos. Ahora, con relación a la adquisición y el desarrollo de estrategias de regulación metacognitiva; este es, sin lugar a dudas, un campo de estudio de singular valor en el ámbito de la didáctica de la matemática, ya que juega un papel fundamental en el aprendizaje y en los mecanismos de cambio a partir de la toma de conciencia de los propios procesos cognitivos. Favorecer la “toma de conciencia” con objeto de estimular el uso óptimo de las estrategias cognitivas y su regulación, debería ser la función del maestro en los procesos de enseñanza y aprendizaje. Es importante también, propiciar espacios de investigación que permitan la comprensión de las acciones de evaluación, las cuales fueron las más difíciles de indagar y que mostraron un desarrollo más débil en la presente investigación. Finalmente, el objetivo primordial de las investigaciones en educación –y particularmente en metacognición y en resolución de problemas- debe ser permear las aulas, de manera que se favorezca así la inclusión de estrategias de enseñanza que generen ambientes metacognitivos de aprendizaje, en los cuales se privilegien los procesos de pensamiento y la reflexión con respecto al recorrido que se hace para llegar a la respuesta, más que el resultado en sí. 103 Además de ello, es necesario darle a la resolución de problemas -como proceso cognitivo por excelencia (Rodríguez, 2004)- un papel protagónico dentro de la matemática escolar, el cual permita que tanto los procesos cognitivos como los metacognitivos surjan, interactúen y se enriquezcan a través de la interacción entre los alumnos, el maestro y la situación en sí. Esto permitirá finalmente un impacto positivo, no sólo en los aspectos cognitivos del aprendizaje de los estudiantes sino también en aspectos emocionales y afectivos. Sobre todo, es trascendental cambiar el enfoque tradicional que se ha dado a la resolución de problemas, dándole mayor importancia al proceso de resolución como tal que a la respuesta correcta o incorrecta. Llenar de sentido tal proceso permitirá que los estudiantes se apropien de su proceso de aprendizaje y lo asuman de una manera autónoma y responsable. Es la obligación de los educadores evolucionar en torno a tal creencia y replantear las prioridades que se tienen en el acto educativo, propendiendo por un sistema educativo más desarrollador de pensamiento, cuyo objetivo primordial sea la reflexión de los estudiantes sobre sus propios procesos cognitivos y los avances que tienen en torno a éstos. 104 BIBLIOGRAFÍA Casajús, A. M. (2005). La resolución de problemas aritmético-verbales por alumnos con TDAH, Tesis doctoral, Universidad de Barcelona. Domenech, M. (2004). El papel de la inteligencia y de la metacognición en la resolución de problemas. 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