Palabras de Piero Gleijeses Soñar con la cima del mundo. Del Pico
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Palabras de Piero Gleijeses Soñar con la cima del mundo. Del Pico
tis a r g Vol. VIII Julio / Diciembre 2010 Palabras de Piero Gleijeses Libros para comérselos Soñar con la cima del mundo. Del Pico Duarte al Everest. El analfabetismo emocional Elogio a Cartesio 2 Librería Cuesta, Centro Cuesta Nacional Santo Domingo: Av. 27 de Febrero, esq. Abraham Lincoln. Tel.: (809) 473-4020. Fax: (809) 567-8122. Horarios: Lunes a sábado, de 9:00 a.m. a 9:00 p.m. Domingos y días feriados, de 10:00 a.m. a 8:00 p.m. Santiago de los Caballeros: Av. Salvador Estrella Sadhalá y Av. 27 de Febrero. Tel.: (809) 226-8080. Fax: (809) 241-1514. Horarios: Lunes a sábado, de 09:00 a.m. a 9:00 p.m. Domingos y días feriados, de 10:00 a.m. a 3:00 p.m. Los lectores se confiesan Nos cuentan sus preferencias que pueden ser las de cualquiera Página Web: www.libreriacuesta.com Círculo Literario: www.circuloliterario.com.do Escríbenos a: [email protected] 2 3 4 5 6 8 10 11 12 14 15 16 18 20 21 22 23 24 25 26 26 27 Los lectores se confiesan Tiempo para leer, tiempo para amar El analfabetismo emocional: una trampa Novedades de No Ficción Leopoldo Brizuela,Premio Alfaguara de Novela 2012 Novedades de No Ficción Estrellas orientales Novedades de Ficción Elogio a Cartesio Entrevista a Piero Gleijeses Novedades Dominicanas Impresiones conversa con Federico Jovine Rijo, autor del libro “Soñando el Everest” Extracto de entrevista al escritor Virgilio Díaz Grullón (1924 – 2001) Cuentos breves. Armando Almánzar Rodríguez, Premio Nacional de Literatura 2012 Mis poetas dominicanos preferidos Novedades Infantiles Novedades Juveniles Libros para comérselos Más vendidos infantiles Walter Riso visita Librería Cuesta Más vendidos - ficción y no ficción Ofertas Revista Impresiones, Volumen VIII Hans Kühn Director Rogelio Obaya Editor Ana María Mercedes Gestión Comercial Isabel González Dirección General Hecho en Capital DBG www.capitaldbg.com Ofertas válidas hasta el 1 de septiembre y/o hasta agotar existencia Ligia Minaya Escritora ¿El libro?: Tengo muchos libros preferidos, los cuales he leído tres y cuatro veces, pero si tengo que elegir uno solo, diré que será Cien Años de Soledad, de García Márquez. Tengo su primera edición. Un libro que conservo como una reliquia. ¿Por qué?: Porque cuenta de manera alegre cómo eran los hispanoamericanos de ese tiempo, su cultura, su manera de actuar y de pensar, y tiene “cuentos de caminos”, mitos, y cómo somos todavía hoy. Está escrito en un lengua sencilla, sin palabras que haya que buscar en el diccionario. Ningún libro me ha cambiado la vida. Quizás alguno de psicología me haya dado un buen ejemplo, un consejo. Pero sí, todos los he disfrutado y me he deleitado con sus personajes. Muchos los he releído y volveré a leerlos. Me encantan los libros. Puede ser que alguno, en determinado momento, no me satisfaga mucho, pero no porque sea mal libro, sino porque no tengo el ánimo en esa historia. Lo guardo, y pasado un tiempo, al volverlo a tomar, me satisface su contenido. No hay libros malos, todo depende del gusto y el sabor de quien los lea. Cien Años de Soledad llegó a mí de la mano de Héctor Wester, que era el dueño de la Librería Hostos, que hace muchos años ya no existe. Mi manera preferida de leer es acostada en un sofá, y, en verano, en el patio, al atardecer, a la sombra de mis matas de manzanas, peras, cerezas y melocotones,y otras veces en el banco que tengo en el jardín, rodeada de mis flores. Leo en el avión, en el parque, en la antesala del médico o el dentista, donde quiera y como quiera. Es que soy adicta a la lectura. 25 de Junio: Nace George Orwell, escritor británico 3 Tiempo para leer, tiempo para amar Por Rogelio Obaya El libro y la lectura enfrentan un desafío importante en la figura de los medios electrónicos y en la enorme avalancha de distracciones de la agitada vida de hoy. ¿Una verdad de Perogrullo? Tal vez. Pero también hay que decir que sobran las excusas para no leer, siendo la menos aceptable la falta de tiempo, sobre todo cuando buena parte del mismo se nos diluye en las redes sociales y en su enervante militancia. Imaginar el fenómeno que supone la vida virtual de millones y millones de personas en todo el mundo, conectadas a internet, a través de ordenadores o de la telefonía móvil, habría parecido más fruto del delirio más galopante que de cualquier teoría futurista incluso en el terreno mismo de la ciencia. De frente al escalofriante número de usuarios registrados en las casi incontables redes sociales y de todo tipo, ¿cabría aún oponer resistencia al hecho de que la tecnología ha cambiado nuestra vida de forma definitiva y que —como suele decirse— vivir hoy es sinónimo de estar conectados? Que lo digan los jóvenes y las generaciones cuyos ojos se abren en el panorama del presente, regido por una espiral babélica de sucesión en el marco de la producción y el uso masivos de medios tecnológicos para la comunicación y el entretenimiento. Con razón, más sabe un niño de diez años de la última tableta o del más reciente modelo de smartphone que su propio dueño, pues bastarían segundos para que el pequeño se adueñe del dispositivo y extraiga de él funciones y utilidades que a cualquiera nos tomaría horas, días o semanas en descubrir y dominar. Algo que es solo el comienzo —intuimos sudorosos—; la caja de Pandora que apenas empieza a abrirse nos depara un retablo de formas infinitas. Por fortuna, José Antonio Marina nos alerta en La magia de leer (2005), con una pasión de iluminado, sobre el poder de las contramagias que amenazan la lectura, desafiantes por su facilidad y seducción disolventes, ante las cuales —enfatiza— poco sirve asumir posiciones de fuerza, de imposición. Simultáneamente, enumera recetas nada mágicas de una gran sabiduría que es oportuno mantener a la vista y emplear siempre. Una de ellas es sin más la que tiene que ver con la disciplina, con la creación de hábitos. Puesto que es imposible sustraernos a la realidad antes aludida, esencialmente tecnofílica, secuestrada por la prisa y —paradójicamente— por la pasividad, tan siquiera nos queda el recurso de la autonomía, el uso consciente de nuestro tiempo. Sería absurdo a estas alturas cargar lanza en ristre contra la televisión, el cine, el chat, los juegos on-line y Twitter... (aristas lúdicas del «tecnomundo», G. Lipovetsky), pero no lo es intentar hacernos cargo de ellos, invertir el centro de mando. Si hay tiempo para estar al tanto de lo que se publica, responder mensajes y estar visibles en todo lugar y a toda hora, lo hay también —debe haberlo— para hacernos un poco invisibles y para retornar a la calma placentera de la buena lectura, esa que los ya lectores conocemos que existe pero que hemos dejado olvidada en el borde del llamado punto cero de la escritura, el de la sola información y el dato útil que reclama nuestra condición de seres encadenados. Soltar esas amarras, redescubrir el mundo de posibilidades que duerme bajo el polvo del olvido y de la pereza, ceder ante la noble invitación de la magia blanca y negra de los libros es el mínimo acto de voluntad requerido. Esta pequeña exigencia puede encontrar más de un argumento contrario, lo sabemos, pero estamos convencidos de que un pequeño giro en nuestras costumbres es capaz de generar cambios de gran envergadura, de los que sin el menor asomo de incertidumbre seremos los mayores beneficiados. Repetimos: no existe excusa válida, mucho menos si esta es la falta de tiempo, porque, precisamente, no es de tiempo de lo que carecemos, sino de deseo. «¿Se ha visto alguna vez —prosigue Marina, citando a Daniel Pennac, ibíd.— que un enamorado no encuentre tiempo para amar?» Nadie acabará con los libros Por Umberto Eco y Jean-Claude Carrière (Ilustrado por André Kertész) $ 890.00 RD Lumen Pasta suave 263 págs. Lejos de ser una polémica a favor o en contra de las nuevas formas de lectura, este espléndido ensayo es un homenaje a todos los lectores y un estímulo para la inteligencia. 29 de Junio: Nace Antoine de Saint-Exupéry, escritor francés 4 El analfabetismo emocional: una trampa Por Dr. José Miguel Gómez Hoy sabemos que las emociones y los sentimientos se educan, se aprende a vivir a través de ellos de forma armónica, adaptativa, en los diferentes espacios: familia, pareja, en el ámbito social o laboral. Ser inteligentes emocionalmente es aprender a lidiar de forma saludable con sus emociones y las emociones de las otras personas con las que interactuamos. Es decir, que a través de la inteligencia emocional aprendemos a controlar aquellas actitudes emocionales negativas como son: la ira, los impulsos, la rabia, la vergüenza, el resentimiento, el odio y las explosiones que nos llevan a actuar de forma colérica perdiendo toda capacidad racional, que nos permite discriminar los riesgos y las consecuencias de nuestras actuaciones. A diario nos encontramos con adultos que han caído en la trampa del homicidio o la cárcel por un conflicto trivial o banal: como una discusión por un paqueo, por una junta de vecinos, en el colegio de los hijos, en el trabajo o en un lugar de recreación, etc. Y esa persona analfabeta emocionalmente, ofende, humilla, agrede, amenaza y lleva el conflicto a lo personal, reaccionando de forma colérica, impulsiva, con palabras hirientes y dejando constancia de ser una persona muy limitada en su carácter y su formación, inmadura, intolerante y emocionalmente —hay que insistir en la palabra— poco inteligente. ¡Oh Dios! ¡Qué pena! Las personas analfabetas emo- cionalmente tienen mayor tendencia a la violencia intrafamiliar, al maltrato de sus parejas, a los conflictos laborales y sociales. Sencillamente, la característica general de las personas emocionalmente inteligentes es un mayor control en sus reacciones emocionales, en su sistema límbico, amígdalas cerebrales, que son las que tienen que ver con las reacciones de miedo, agresividad, enojo, rabia, ira y demás. Es decir que es allí dónde se van almacenando las emociones negativas, para luego estallar de forma impulsiva. Ese analfabetismo emocional empieza desde la niñez y la adolescencia, represándose con conductas intolerantes, realizando rabietas, desafiando a la autoridad y amenazando para obtener alguna ganancia o permiso. Ese aprendizaje negativo se va fortaleciendo a través de respuestas inadaptativas que van configurando el carácter y la personalidad del individuo, y, para mal, va dejando constancia en la vida de un ser humano conflictivo, violento, temperamental, desequilibrado e impredecible en la vida. El prototipo de la persona emocionalmente inteligente es de un ser armónico, tranquilo, controlado, amable, capaz de escuchar y de tolerar la disensión, las diferencias, sin perder el control, ni se desaniman ante el fracaso ni las pérdidas. Las personas emocionalmente inteligentes saben cómo asumir un conflicto de pareja, con los hijos, vecinos, o en el lugar de trabajo; su principal recurso: tomarse el tiempo para escuchar, para contestar y para buscar una respuesta que sea equilibrada, justa, donde el otro o los otros se sientan respetados. La inteligencia emocional nos ayuda a razonar en una perspectiva diferente, tranquila, ponderando los riesgos, las consecuencias y los factores negativos, que se nos presentan después de adoptar una posición. El analfabeto emocional no sabe cuándo, dónde, ni cómo decir las cosas, no está en su poder planificarlas debido a que las que hemos llamado sus amígdalas cerebrales les hacen reaccionar de forma desbordada, su nivel de adrenalina aumenta rápidamente, sus latidos cardíacos se aceleran, su respiración se acorta y se pone como un toro desenfrenado listo para atacar, no importa a quien destruya o a quien elimine, terminando, lamentablemente, en la cárcel o en el cementerio, para ponerlo en un grado extremo nada poco frecuente, o en la expulsión del trabajo, en la separación de su pareja y en tantos desenlaces dramáticos de la vida. Esa inteligencia emocional —dos palabras que darían pie no solo a un libro sino a muchos— nos llevaría, en suma, a la felicidad, al bienestar y al equilibrio de una vida más placentera, pero también y sobre todo más humana y más nutriente, tanto en el entorno familiar como en el amplio abanico de nuestras relaciones interpersonales. La inteligencia emocional Por Daniel Goleman $ 995.00 RD Zeta Bolsillo 397 págs. La inteligencia emocional constituye un verdadero fenómeno editorial que no solamente revolucionó el concepto de inteligencia, sino que agregó una nueva expresión a nuestro vocabulario cotidiano y cambió el modo en que percibimos la excelencia personal. 29 de Junio: Nace Pedro Henríquez Ureña, escritor dominicano Novedades No Ficción El toque de Midas Por Donald Trump y Robert Kiyosaki $ 650.00 Aguilar Pasta suave 263 págs. RD En un mundo afectado por una economía incierta y enorme desempleo, que necesita nuevas acciones para recuperarse, ¿quién no desea soluciones efectivas que aceleren el restablecimiento? Cómo tener relaciones personales gratificantes De aquí se sale Por Mario Conde $ 1,250.00 RD Martínez Roca Pasta dura 333 págs. Por Dale Carnegie $ 650.00 RD Obelisco Pasta suave 201 págs. Cualquiera que realmente desee desarrollar una personalidad cálida, abierta y cordial puede lograrlo, dominando las técnicas descritas en este libro. «Todo lo que sucede en el presente es derivado del pasado, y por ello el conocimiento de ese pasado es imprescindible si queremos edificar el futuro sobre bases sólidas. Con estas dos ideas nace este libro.» La dieta del ácido úrico Por Rieder / Kiefer HHhH $ 675.00 RD Por Laurent Binet $ 1,295.00 RD Seix Barral Pasta suave 391 págs. Obelisco Pasta dura 89 págs. La gota es consecuencia de unos niveles altos de ácido úrico en sangre. Esta enfermedad está condicionada por causas genéticas, pero el estilo de vida, y, sobre todo, la alimentación, tienen un papel esencial. «Construido como un thriller en forma de tragedia clásica y magistral de principio a fin... Una impresionante hazaña histórica y nar rativa», Luxembourg Wort. Maonomics Por Loretta Napoleoni Por ti lo haría mil veces $ 1,350.00 RD Paidós Rústica 350 págs. Por Isabel Sartorius $ 1,150.00 RD Martinez Roca Pasta dura 315 págs. “Esta es la historia de mi madre y también la mía. Una historia de amor y de sufrimiento. De muerte, pero también de vida.” Los chinos comunistas se han convertido en capitalistas mejores que nosotros. Por esta razón su modelo de desarrollo puede salvar nuestra economía y —tal vez— reformar nuestra democracia. 30 de Junio: Nace Juan Bosch, escritor y político dominicano 5 6 Leopoldo Brizuela, Premio Alfaguara de Novela 2012 “Una misma noche no es un relato heroico, sino que gira en torno al concepto responsabilidad” “Si me hubieran llamado a declarar, pienso. Pero eso es imposible. Quizá, por eso, escribo”. Así empieza la novela Una misma noche, ganadora del premio Alfaguara 2012, del argentino Leopoldo Brizuela. “Declararía, por ejemplo, que en la noche del sábado al domingo 30 de marzo de 20120 llegué a casa entre las tres y tres y media de la madrugada: el último ómnibus de Retiro a La Plata sale a la una, pero una muchedumbre volvía de no sé qué recital, y viajamos apretados, de pie la mayoría, avanzando a paso de hombre por la autopista y el campo”. El escritor vendrá a Santo Domingo en noviembre dentro de la gira promocional del premio. Entre tanto, nos enteramos de que su novela es un thriller existencial, que tiene que ver con los crímenes de la dictadura militar en la Argentina, o que trata de las notas de un detective que hurga en la memoria, en la responsabilidad, la cobardía, en el lado más oscuro y brutal del poder. Brizuela, cercano a los 50 años, es un autor que ha recibido críticas muy elogiosas por sus novelas publicadas. Dice Brizuela: “Lo más difícil es asumir la conexión con el mal, que está en todos. Descubrir el mal en uno es muy dramático. Es mucho más fácil tirarle el prontuario al otro en la cara que revisar el propio. Por eso Una misma noche no es un relato heroico, sino que gira en torno al concepto responsabilidad. Quise indagar sobre la responsabilidad de cada uno, incluso de un niño, considerando que en aquella época secuestraban a chicos dos o tres años mayores que yo. Un chico que sigue tocando el piano cuando hombres armados irrumpen en su casa puede ser un irresponsable, un valiente o un colaboracionista. Todo eso, pero también mucho más. Por eso creo que la historia tiene la atracción de los misterios que exigen ser revelados, que exigen que se les ponga palabras”. Leopoldo Brizuela nació en La Plata en 1963. Estudió Letras en la Universidad de La Plata. En su obra narrativa se destacan las novelas Tejiendo agua (Premio Fortabat 1985); Inglaterra. Una fábula (Premio Clarín de Novela 1999 y Premio Municipal de la Ciudad de Buenos Aires; Alfaguara, 1999); Lisboa. Un melodrama (Finalista del Premio Rómulo Gallegos 2011; Alfaguara, 2010) y el libro de relatos Los que llegamos más lejos (Premio Konex; Alfaguara, 2002). Fue escritor residente del Banff Center For the Arts, Canadá; del International Writing Program de la Universidad de Iowa, y recibió un subsidio de la Fundación Goulbenkian de Lisboa para el estudio de la cultura portuguesa. Habitualmente escribe crítica literaria y coordina talleres de escritura creativa. Según el jurado, presidido por la escritora Rosa Montero, “Una misma noche trata temas mayores porque roza las tragedias clásicas, la relación entre padre e hijo, la relación entre el individuo y la sociedad, la culpa y la violencia, la dignidad y la indignidad, todas tragedias contadas con contención, modestia y una potencia narrativa increíble. La historia crea una atmósfera de amenaza constante, tiene mucho de novela de misterio, hasta de policíaca, si se tiene en cuenta que se persigue una verdad esencial, personal”. La historia oscila entre un presente situado en 2010 y los terribles años de la dictadura militar. Se ha dicho que no se trata de “una novela más sobre la dictadura”, sino que el relato se sumerge en los recuerdos y la memoria —no necesariamente lo mismo— de Leonardo Bazán, 2 de julio de 1877: Nace Hermann Hesse, Premio Nobel de Literatura en 1946 7 un escritor argentino —“que comparte las mismas iniciales que Brizuela, detalle no casual”, destaca una reseña de Verónica Calderón en El País— que ve en su juventud el secuestro de una vecina y calla durante años esa experiencia. Hasta que otro crimen, un asalto, ocurre en la misma casa, muy próxima a la de Bazán. Y entonces comienza a recordar. Aunque más que relatar el horror, Brizuela se concentra en lo que callaron los testigos, por miedo o por instinto de supervivencia. “Mi recuerdo no encajaba en ninguna de las categorías habituales de los relatos de la dictadura –dice Brizuela–. Yo no tenía en mente escribir una historia épica. Solo quería, tenía que contarlo. La mayoría de las historias que se escuchan en Argentina son heroicas. Cómo gen- te común salvó a otros. Quizá es lo único que ahora podemos escuchar. En la memoria histórica, solo se repiten las historias que no avergüenzan, pero poco a poco irán apareciendo las otras. El protagonista se va volviendo menos bueno. Y tampoco lo condeno”. 2 de julio de 1961: Muere Ernest Hemingway, Premio Pulitzer en 1953 y Nobel de Literatura en 1954 Novedades No Ficción 8 Fidel Castro Ruz, guerrillero del tiempo (Primera parte, dos tomos) Por Katiuska Blanco $ 2,295.00 RD Búho Pasta suave (en caja) 1.165 págs. En Fidel Castro Ruz, guerrillero del tiempo, el Comandante narra su historia a partir de un cuestionario muy abarcador; aunque las preguntas se pierden frente al océano que es su vida. El precio del trono Por Pilar Urbano $ 1,695.00 RD Planeta Tapa dura 1003 págs. Fiel a su lema de «informar con rigor, sin favor y sin temor», Pilar Urbano presenta un libro potente, intenso y de sugestiva lectura. Página a página, el lector va descubriendo la trama insospechada de unos sucesos que creía conocer. Poder de mujer Por Mariela Dabbah $ 825.00 RD Penguin Rústica 243 págs. En Poder de mujer, Mariela nos enseña que el éxito es más un camino que un destino y que es en el viaje que encontraremos mayor satisfacción y realización personal. Asegurar resultados en tiempos de incertidumbre Por Stephen Covey $ 895.00 RD Paidós Rústica 125 págs. Transformar el miedo en compromiso: los tiempos de incertidumbre generan una ansiedad que nos distrae cuando más necesitamos concentrarnos. Novelas y novelistas Por Harold Bloom $ 1,750.00 RD Páginas de espuma Pasta suave 879 págs. Opiniones excéntricas, recuerdos de lecturas, filias, fobias y más de una sorpresa, Harold Bloom ha escrito en Novelas y novelistas algunas de las mejores páginas sobre los grandes narradores universales. La familia y el dinero. ¡Hecho fácil! Por Elaine King $ 475.00 RD Penguin Rústica 162 págs. Con los pasos fáciles de La familia y el dinero, la experta financiera Elaine King te ayudará a planificar tus finanzas de acuerdo a tu personalidad, manejar la emoción frente al dinero y brindarles una educación financiera sólida a tus hijos. Stephen Hawking. Su vida y obra Por Kitty Ferguson $ 1,550.00 RD Crítica Tapa dura 370 págs. Es evidente que la biografía de una personalidad como la suya merece ser conocida, una tarea que ha acometido Kitty Fergurson escribiendo un brillante libro. 3 de julio de 1883: Nace Franz Kafka, checo de origen y escritor en idioma alemán Novedades No Ficción 9 Jacqueline Kennedy. Conversaciones históricas sobre mi vida $ 950.00 RD Aguilar Rústica 346 págs. Estas conversaciones son un documento magistral, una lección de historia y una confesión íntima que suponen el final del silencio. Prime time Por Jane Fonda $ 835.00 RD Aguilar Pasta suave 430 págs. Las siete leyes espirituales de los superhéroes Por Deepak Chopra $ 580.00 RD Una guía única para vivir tus años de madurez en forma excelente, que te dice cómo: revisar tu pasado para ser una mujer íntegra en el presente. El sabor de mi tierra Por Socorro Castellanos Aguilar Bolsillo 183 págs. Deepak y Gotham explican cómo estos siete principios vitales nos descubren la felicidad, el coraje, el equilibrio, la creatividad, la compasión y el significado de la vida. Cada ley tiene el potencial para despertar nuestros superpoderes y para cambiar nuestra vida y el mundo en el que vivimos. $ 525.00 RD Aguilar Pasta suave 153 págs. La dieta de los 17 días Por Dr. Mike Moreno Aprendidas en los días primeros de mi vida, en estas recetas dominicanas nos reconocemos con inmenso orgullo, para darnos el abrazo fuerte de de nuestra dominicanidad. El libro más peligroso $ 725.00 RD Aguilar Rústica 295 págs. Tu salud y tu felicidad son importantes, así que sé fuerte, cree en ti mismo y empieza ahora la dieta de los 17 días: no te arrepentirás. Por Christopher B. Krebs $ 1,475.00 RD Crítica Pasta dura 330 págs. Ciudad Colonial. Santo Domingo Por Barletta / Lama $ 2,700.00 RD ¿Qué buscaban los hombres de las SS que, siguiendo órdenes de Himmler, asaltaron una villa italiana en el otoño de 1948? Trataban de apoderarse de una reliquia preciosa: el único manuscrito medieval que había preservado el texto de la Germania de Tácito, un breve tratado escrito en el año 98 de la era cristiana que describía un pueblo inexistente, el de los germanos, inventado por los propios romanos. Tapa dura 188 págs. Seas dominicano o viajero, siempre la descubres por vez primera. Pero paradójicamente, tan pronto paseas por sus calles estrechas, sientes que has vivido toda la vida en este lugar. 6 de julio de 1962: Muere William Faulkner, Premio Pulitzer, y Nobel de Literatura en 1949 10 Estrellas orientales Un libro que vale la pena leer Por Dr. César Mella Mark Kurlansky, famoso periodista del New York Times, vino al país y al cabo de algunos meses produjo un ensayo de 350 páginas que he leído con emoción. “Las Estrellas Orientales, cómo el béisbol cambió al pueblo dominicano de San Pedro de Macorís” no es un libro de pelota, es una joya. Al autor le llama la atención por qué en un momento dado casi un centenar de peloteros (big leaguer) que jugaban para las grandes ligas de este deporte en los Estados Unidos procedían de esta provincia Oriental y de sus ingenios. En su entrega, hace la historia social, política y económica de la Sultana del Este y va desmenuzando la biografía, desde sus orígenes, de los famosos jugadores de esa región, así como las dificultades que confrontaron para llegar a la gran carpa. Amado Samuel, Pedro González, Rico Carty, Joaquín Andújar, Alfredo Griffin, Pedro Guerrero, George Bell y Sammy Sosa, están descritos y aparecen todas sus anécdotas. Triunfadores como Jase Offerman, Manny Alexander, Alfonso Soriano, Robinson Cano, y Agustín Montero figuran en la obra. Este ensayo hace una descripción de la vida y la historia de los ingenios del Este y la extrema pobreza en que surgieron estas luminarias. Analiza por qué el béisbol y no el baloncesto se desarrolló en esa región. Afirma que los prospectos son negros, fuertes, ágiles, le dan duro a la bola, lanzan a mas de 90 millas, defienden bien el terreno con el guante y mantienen y desarrollan promedios eficientes. Se introduce en la antropología de la región; analiza la influencia de los emigrantes (cocolos) en la producción de atletas de alto rendimiento. Kurlansky, con una prosa ágil y didáctica, describe los hábitos dietéticos de los ingenios (el yanikeke, la arepa, el domplin, el pescado con coco, etc.). Los bailes y las canciones alusivas al entorno cultural en donde surgen los peloteros es objeto de un análisis fino y apasionante, máxime cuando se refiere a los Guloyas (los momises) y otros cultos. Destaca que el trabajo temprano de los futuros jugadores, la discipli- na impuesta por los padres y la llegada muy temprano de este deporte, de mano de los Norteamericanos, en el marco de la industria azucarera, constituyeron condicionantes de primer orden para que a la altura del 2008, sesenta y nueve jugadores de las ligas mayores norteamericanas procedieran de esa región. Analiza, además y en contraste, cómo habiendo ganado tantos millones de dólares, nada de eso se invirtió de forma importante en la provincia de origen de los famosos. Merece especial mención el análisis que se formula sobre la historia casi fatídica y macondiana del equipo local, Las Estrellas Orientales (las mismas que en más de cincuenta años solo habían ganado tres campeonatos 1936, 1953 y 1968). Estamos frente a una obra para coleccionistas, que debe figurar para su disfrute en la biblioteca de deportistas, cronistas, historiadores, antropólogos, sociólogos y gente que, como yo, no obstante y a pesar de todo, sigo aferrado a la serie 23 y a mis Estrellas Orientales. Las Estrellas Orientales Por Mark Kurlansky $ 775.00 RD Bolsillo 350 págs. En Las Estrellas Orientales, Mark Kurlansky revela el amor de dos países por un deporte, y descubre unos significados más profundos sobre lugar e identidad, tenacidad y supervivencia, colonialismo y capitalismo, pero especialmente sobre el béisbol. 10 de julio de 1871: Nace Marcel Proust, escritor francés Novedades de Ficción 11 La cola de la serpiente Por Leonardo Padura Tusquets Rústica 185 págs. $ 995.00 RD Todo surgió de la petición de la teniente Patricia Chion, mujer irresistible, para que le ayudara en un extraño caso: el asesinato de Pedro Cuang, un anciano solitario que apareció ahorcado y al que le habían amputado un dedo y grabado con una navaja en el pecho un círculo y dos flechas. La huella del ángel Diez mujeres Por Nancy Houston $ 995.00 Por Marcela Serrano RD $ 895.00 RD Salamandra Rústica 253 págs. La huella del ángel, finalista del Goncourt 1998, supuso la consagración de la autora entre el público francés y obtuvo, entre otros, el Premio de las Lectoras de Elle y el Premio de los Libreros de Canadá. Alfaguara Rústica 300 págs. Nueve mujeres, muy distintas entre sí y que nunca se han visto antes, comparten sus historias. Una novela que sorprende, conmueve y deja en vilo: una mirada reveladora y valiente a las relaciones humanas en el mundo de hoy. Orígenes El cuaderno de Maya Por Amin Maalouf $ 650.00 RD Por Isabel Allende $ 1,195.00 RD Alianza Editorial Rústica 571 págs. Un recuento trascendental de la vida del autor, una historia que participa de la sangre y el recuerdo propios, y que se hace digna de ser contada de una manera más que entrañable. Plaza & Janés Rústica 442 págs. «En hindi, maya significa “hechizo, ilusión, sueño”. Nada que ver con mi carácter. Atila me calzaría mejor, porque donde pongo el pie no sale más pasto.» La novela más reciente de Isabel Allende, una excelente muestra del genio narrativo de la autora chilena. Esta noche dime que me quieres Claraboya Por José Saramago Por Federico Moccia $ 945.00 RD $ 1,195.00 RD Alfaguara Rústica 415 págs. Saramago terminó de escribir Claraboya a los treinta y un años y entregó el manuscrito a una editorial de la que sólo obtuvo respuesta cuarenta años más tarde, cuando era un escritor consagrado. Planeta Rústica 379 págs. «Cada vez que conoces a alguien tu vida cambia y, tanto si te gusta como si no, nosotros nos hemos encontrado, yo he entrado en tu vida y tú en la mía». 10 de julio de 1902: Nace Nicolás Guillén, poeta cubano 12 Elogio a Cartesio Por Luis O. Brea Franco A René Descartes (1596-1650), a quien también se conoce como Cartesio por la versión latina de su nombre, se señala, si recurrimos a uno de los tantos manuales de historia de la filosofía disponibles, como el padre de la filosofía moderna. Es el revolucionario propulsor y el emblema de la Edad Moderna, etapa de la historia de Occidente en que la conciencia, esa libertad de la subjetividad autorreflexiva de que habla Hegel, alcanza el pleno despliegue de los poderes de la razón a través de una crítica sistemática y minuciosa de las ideas y saberes recibidos de la tradición. Empero, Descartes no sólo se valora como el filósofo paradigmático de la nueva época, sino que también es símbolo del espíritu de Francia, al haber impuesto en su cultura un nuevo estilo de escribir y razonar, basado en el manejo de “ideas claras y distintas”. Un estilo que el escritor y filósofo Bernard de Fontenelle califica “más estimable que su misma filosofía”. Como pensador es el progenitor del racionalismo, que fundamenta al postular que todo espíritu bien guiado puede alcanzar la verdad. Además, es creador del ideal democrático moderno: El buen sentido es la cosa del mundo mejor repartida, dice. La razón es, por naturaleza, igual en todos los hombres, expresa en el Discurso del Método, su obra más conocida y su manifiesto filosófico. Postula, asimismo, que la razón correctamente dirigida, conduce a convertirnos en dueños y poseedores de la naturaleza, con lo que augura el posterior desarrollo de la ciencia y el auge de la tecnología de los tiempos modernos. Igualmente, considera que a través del desarrollo científico y tecnológico será posible transformar la naturaleza y el ser humano, y crear condiciones para establecer un paraíso en la Tierra. Mas, en este pensador genial no encontramos sólo elementos de ruptura con la tradición de la filosofía escolástica. Si bien es cierto que subordinó todo conocimiento de lo que es a la reafirmación de la primacía del sujeto pensante, no lo es menos que Cartesio no rompe totalmente con la tradición de la metafísica occidental, tan sólo desplaza el centro de su fundamentación. Su anhelo de unidad y sistema lo lleva a cimentar, como sus grandes predecesores, la física en la metafísica. La filosofía primera, la metafísica, es en Descartes, un proceso que se despliega en tres momentos: dudo; pienso, existo; Dios existe, en consecuencia el conocimiento del mundo está fundamentado y es apodíctico. Inicia su travesía analítica al constatar que de todo es posible dudar, pues de nada tenemos absoluta certeza. En el proceso de actualizar esta duda, que es radical y metódica, ya que busca dar con un principio inconmovible desde el cual edificar la ciencia, encuentra algo que es ejecutivamente indudable: la certeza autoevidente del yo pensante: el yo es, siempre, mientras realizo el acto de pensar. Sin embargo, la certidumbre que irradia de la autoconciencia ejecutiva no nos permite recuperar el mundo perdido con la duda. En efecto, el sujeto se descubre de inmediato, solo, encerrado en los oscuros espacios de la conciencia. Se gana un principio indudable, pero se pierde el acceso al mundo exterior. Para encontrar una salida racionalmente fundamentada al mundo desde la conciencia que piensa, hay que descubrir otro principio evidente e inconmovible que pueda servir de puente y conexión entre el cogito, el pensamiento en acto, y el mundo, independiente y más allá del sujeto que piensa. Se debe mostrar que es posible cimentar la trascendencia de la conciencia hacia el mundo exte- rior. Cartesio recurre entonces a demostrar la existencia de Dios. Este nuevo fundamento le permite abrir la puerta del calabozo sombrío en que lo ha confinado la duda metódica al descubrir el primer principio evidente. Sólo Dios puede ser garante de que aquello que percibe como cualidad del mundo, la extensión, la configuración espacial de las cosas, no es pura fantasía de su subjetividad, sino que corresponde a un asidero objetivo. Dios se constituye como el núcleo primordial del sistema cartesiano, es el garante de la verdad de la ciencia. Y esto significa que la validez de toda demostración, aún la del cogito, está condicionada por la demostración necesaria de la existencia de Dios. Sin tal certeza, nuestra conciencia, y en ella, las ideas racionales o ideas innatas, por un lado, y el mundo real, por el otro, constituido por los cuerpos espacialmente dispuestos, quedan disueltos, sin poder demarcar sus límites y relaciones. Para Descartes como matemático, la realidad se articula simbólicamente en un espléndido triángulo equilátero que refulge desde la perfección de Dios, que es el fundamento de la verdad. En un ángulo de la figura se sitúa la conciencia y, en ella, las ideas racionales; en otro ángulo, encuentra su lugar el mundo de la extensión, el universo de lo material, separado y sustancialmente diferente del anterior. En el vértice superior, como única posibilidad de tránsito y comunicación entre las sustancias, como su fundamento, emerge la figura de un Dios lógico, geómetra. En el deslumbramiento de la conciencia ante sí misma, esta encuentra su límite y prisión; encuentra la soledad extrema: el solipsismo. Para volver al mundo exterior y a la relación con los otros, se hace 12 de julio de 1904: Nace Pablo Neruda, poeta chileno, Premio Nobel de Literatura en 1971 13 necesario acceder al Ser Supremo, fuente de toda verdad y única base firme sobre la cual edificar un camino seguro hacia las cosas y el prójimo. Descartes marca la diferencia de una época a otra del pensamiento occidental al postular que el filósofo debe comenzar por determinar las características del camino que lo conduce a lo verdadero. Debe elaborar y describir los elementos determinantes del propio método, del camino que labra para acercarse a la verdad, describirla y poder regresar, para indicar a la humanidad cómo es posible alcanzar un conocimiento seguro y verificable. Cartesio en ese plano enuncia cuatro reglas esenciales que deben presidir toda investigación: evitar la precipitación y lo que no se presenta clara y distintamente al espíritu; dividir las dificultades: analizar; ir de lo más fácil a lo más complicado: sintetizar; y, finalmente, hacer enumeraciones continuas, repasar, para asegurarse de no haber omitido nada. El gran mérito del pensador francés respecto a la gnoseología (o teoría del conocimiento), no es que coloque en primer lugar en sus especulaciones la idea de método. Otros antes que él, y contemporáneos suyos trataron sobre este tema; lo que aporta es que asigna al método una función nueva. Lo que emerge del método cartesiano es la constitución de un proyecto matemático adecuado para conocer la realidad. Esta es la visión que ha de dominar y caracterizar a la ciencia moderna. Descartes con la formulación del nuevo método otorga a la ciencia moderna la estructuración con que hoy la conocemos. Es precisamente este proyecto nuevo de matematización de la realidad lo que marca la auténtica diferencia entre la ciencia moderna, la episteme griega y la scientia medieval. En este nuevo ámbito se toma como presupuesto básico de la objetividad una determinación de la realidad que no se obtiene inmediatamente de la experiencia. Ahora lo sustantivo del ser viene aprehendido como algo dado previamente, como un a priori, que actúa como el factor decisivo para constituir toda experiencia posible. Pedro Henríquez Ureña, en un brevísimo y magistral ensayo, titulado: “Volvamos a comenzar”, publicado en 1913 en México, incita a cada latinoamericano a elaborar su propio discurso del método, a fin de: “Volver a comenzar, volver a la raíz de las cosas, a las ideas fundamentales y seguras,... y para comenzar de nuevo propongámonos alcanzar siempre la claridad y la precisión. (...) …volvamos a comenzar: sólo así tendremos la certeza de que echamos a andar por un buen camino: sólo así tendremos la esperanza de evitar el dédalo del pensar confuso”. Para nosotros, dominicanos, sería esencial prestar oídos a este llamado a ser nosotros mismos y a comprometernos con la actitud fundamental que mueve el pensar cartesiano. Al seguir el ejemplo de la actitud que modela el pensamiento cartesiano podríamos descubrirnos nuestro auténtico camino, un método no ajado para sosegar las dificultades ancestrales de nuestra trágica circunstancia, repensar radicalmente las cosas, nuestras cosas, nuestros problemas, con profundidad, apertura y creatividad. Desde este compromiso podría nacer, quizás, la conciencia de una nueva manera de comprender cuál es nuestra responsabilidad para alcanzar una mejor y más alta manera de ser, cuidar y recrear lo nuestro. Leibniz Por Paul Strathern $ 530.00 RD Siglo XXI Bolsillo 89 págs. Sartre Leibniz fue el primero de los grandes filósofos alemanes en producir un sistema filosófico omnicomprensivo. Por Paul Strathern $ 530.00 RD Siglo XXI Bolsillo 103 págs. Descartes Por Paul Strathern $ 530.00 RD Siglo XXI Bolsillo 76 págs. En Sartre en 90 minutos, Paul Strathern presenta un recuento conciso y experto de la vida e ideas de este filósofo; explica su influencia en la lucha del hombre por comprender su existencia en el mundo. Descartes en 90 minutos es uno de los primeros de una serie de libros desenfadados y distintos que presentan la vida y obra de los filósofos más importantes. 24 de julio de 1802: Nace Alexandre Dumas (padre), escritor francés 14 Entrevista a Piero Gleijeses Autor del libro “La esperanza desgarada” ¿Por qué decide escribir este libro que fijado mucho leyendo la prensa de te. Yo venía nada más a un nivel inpareciera no estar tanto en el entorno inme- lo del 1965 (eso estamos hablando telectual, un tema interesante, etc., del 1966-1967), y me había intere- pero conocí al pueblo dominicano, diato de su autor? Yo era estudiante del doctora- sado mucho en lo que había estado y era un momento muy interesante do, nunca había salido de Europa, pasando en Santo Domingo, en- porque todavía se vivía lo de 1965 y pensaba hacer una tesis doctoral tonces pensé... si hago... es un país (yo llegué aquí creo que fue en fesobre la relación entre Alemania y pequeño, culturalmente no voy a brero del 69) y me di cuenta que Francia entre las dos guerras, y en- tener problemas mayores por mi había una historia bellísima y que la manera en que era tratonces me dije, quiero tada afuera era una cosa también ver otro mundo, La esperanza absurda, con la excepción pues era siempre Eurode algunos periodistas muy pa, la universidad era desgarrada Por Piero Gleijeses buenos. muy eurocéntrica, y enLa tecnología nos jugó una tonces procedí un poco RD$ 995.00 mala pasada, y la segunda (y por eliminación, me dije, Rústica final) pregunta que le formulabueno, si hago algo, que 562 págs. mos al señor Gleijeses no quesea un país donde pueda dó registrada en la máquina, un poco integrarme, no pero sí en la memoria. Cuanpodía ser África, porque Usando documentos estadounidenses y dominicanos y entrevistas con protagonistas de ambos do quisimos saber cómo le era soy blanco, yo me había países, Piero Gleijeses, profesor de la Universidad posible conjugar sus puntos de fijado cuando hablaba de Johns Hopkins, analiza la lucha del pueblo vista con la cátedra de Política con compañeros africadominicano y las maniobras de los presidentes John Kennedy y Lyndon Johnson, para mantener Internacional Norteamericana nos en la universidad, si a la República Dominicana bajo el control de los de la Universidad John Hopuno coincidía no había Estados Unidos. kins, el autor de La esperanza problemas, si uno disdesgarrada nos sorprendió con crepaba te sacaban que era blanco, etc. Tampoco Asia por- herencia cultural, por el idioma no una pausada respuesta: los jóvenes — que era demasiado diferente como voy a tener problemas. Hay también nos dijo— tienen una natural discultura, entonces, América Latina, la dimensión de la política exterior posición para conocer la verdad y yo soy italiano, no había problemas de Estados Unidos, que me interesa, no dejarse manipular. Razonar la (de idioma sí, naturalmente, soy del entonces intelectualmente me inte- historia, a partir de sus hechos, es sur de Italia, eso también es dife- resó. Y después, cuando vine aquí, posible. rente para el Caribe), y me había me empezó a interesar afectivamen26 de julio de 1875: Nace Antonio Machado, gran poeta español Novedades Dominicanas Pilar y Jean. Investigación de dos muertes en la Era de Trujillo Por Naya Despradel $ 730.00 RD Letra Gráfica Pasta suave 398 págs. Con este novedoso libro Naya Despradel abre una nueva rama en la historiografía dominicana: la historia forense. La Revolución de abril 1965 La guerra de Pichirilo Por Jesús de la Rosa Por Manuel Céspedes $ 730.00 RD $ 395.00 RD Rústica 230 págs. «La Revolución de Abril 1965, de Jesús de la Rosa, es al mismo tiempo un ensayo documental y un recuento memorial de gran importancia». Rústica 113 págs. «Aquel día de sol que deslumhraba al vecindario, felices y libres, los ruiseñores saboreaban el cundiamor en los solares baldíos, y el vuelo de las palomas rozaba con los pinos cercanos a la torre donde estaban sus nidos.» Memorias de la Señora Pedro Mir. Textos selectos Por Carmen Imbert-Brugal $ 250.00 RD Por Pedro Mir (Verónica Sención, Comp.) Pasta Suave 91 págs. “La autora nos remite, nueva vez, en este libro la Distinguida Señora de su novela homónima, evocando en su narrativa un mundo imaginario y de realismo fantástico.” Sheila Barrios Rosado. $ 300.00 RD Rústica 146 págs. La compilación que hace Verónica Sención, su amiga y auspiciadora de la tertulia donde él junto a Juan Bosch presidía encuentros inolvidables para la historia nuestra, tiene una importancia capital en estos momentos. Hoy más que nunca la figura de Pedro Mir recobra significación y trascendencia a la luz de sus mejores textos. Ramón Marrero Aristy. El negro más caro de Trujillo Pelo bueno, pelo malo Por Manuel Nova Por Murray / Ortiz $ 420.00 RD RD Pasta suave 150 págs. Rústica 451 págs. Es un ensayo biógrafo, estilo narrativa, que recoge la vida, pasión y obra del autor de la renombrada novela “Over”, máxima expresión de la novelística de la Caña. $ 1,420.00 «¿Qué es esto de pelo bueno y pelo malo? En esta introducción ventilaremos este concepto para después colocarlo en el contexto del salón de belleza dominicano.» 2 de agosto de 1944: Nace Jeannette Miller, escritora dominicana 15 16 Impresiones conversa con Federico Jovine Rijo, autor del libro “Soñando el Everest” En su libro Soñando el Everest, usted se autodenomina tan solo “un montañero”. Pero es en todo caso un montañero que no se contenta con subir y permanecer a la altura de lo ordinario, sino que apuesta por arribar a cotas siempre más altas, y esto, aunque no sea una respuesta existencial unívoca, contiene una gran enseñanza para cualquiera. La montaña es una metáfora, una justificación existencial. La vida puede ser vista desde y sobre una montaña. Y repito lo que una vez dije, esto es, que Moisés fue llamado a la cima del monte Sinaí a recibir los mandamientos; en la cima de una montaña Jesús fue tentado por tercera vez y venció una vez más al Diablo y así también, desde lo alto de una montaña predicó su gran Sermón; Kailash es sagrado para los hindúes, pues Shiva vive en su cumbre y para los tibetanos también, pues es donde reside el Budha Demchoc; en la cima de una montaña el ángel ordenó a Mahoma que tenía que predicar la sumisión; en la cueva de una montaña Da Mo — Bodidharma— oró por 9 años antes de refundar Shaolin, y hasta el Zaratustra de Nietzsche vivió largo tiempo en una montaña. En fin, que es imposible pensar y repensar en la espiritualidad de la humanidad sin pensar en una cumbre, pues las cotas de iluminación y búsqueda más altas han sido aquellas en las que el ser humano se ha enfrentado a una montaña y a todo lo que ella representa. Ahora que contamos con su estupendo libro, comprobamos que cada hecho, cada nota, cada accidente, cada emoción recogida en él, parecieran estar aconteciendo en el sentido de quedar recogidos finalmente en estas preciosas páginas, es más, pudiera decirse que la “idea” de un libro lo acompañaba. ¿Ocurría así en realidad? Todo lo contrario. Aunque llevaba conmigo a la vieja moleskine, en la cual vertía de vez en cuando, algún que otro pensamiento, la idea de un libro/testimonio nunca pasó por mi cabeza. Fue a raíz de la llegada del Everest, cuando asediado por las preguntas que me hacía todo el mundo, empecé a darle forma a la idea de contar la historia. Sin embargo, eso no pasó al hecho en lo inmediato. Pasaron varios meses hasta que un día me senté frente a la computadora y escribí un par de párrafos, luego no pude parar hasta que terminé el libro. No deja de ser curioso que cuando empecé a escribir el libro, todas las palabras se me agolpaban en la mente, como queriendo salirse todas juntas. Finalmente, el recuerdo pudo ordenar las imágenes y, lo que empezó siendo algo meramente descriptivo, inevitablemente devino en reflexivo, en una extraña coincidencia con la evolución de los estados anímicos que se sucedieron en la montaña. La pregunta fue realizada en 1923 a George Mallory, junto con Andrew Irvine el primer occidental conocido en intentar escalar el Everest: «¿Por qué el Everest?». Hoy, casi cien años después, la hacemos nosotros y no precisamente a un inglés: ¿Por qué el Everest? La respuesta de Mallory sigue siendo igualmente válida hoy en día: “Porque está ahí”. Sin embargo, pudiera intentar justificarme un poco más. Pudiera decir que le tocaba al Everest, porque es la montaña más alta, y cuando uno escala montañas, siempre quiere llegar al tope, (en un raro parecido con la vida) aunque sea para, después de estar en la cima, descender rápidamente. El Everest era un reto formidable, pero también era el lugar en donde la bandera tricolor podía ondear más alto. En todo el planeta no existe un lugar tan alto como ese. El día en que la bandera dominicana vuelva a ondear más alto, será cuando un astronauta dominicano la lleve a la luna. Subir al Monte Everest y al Pico Duarte tienen mucho en común a pesar de la diferencia de altura entre uno y otro. ¿Cuál o cuáles serían, a su juicio, las coincidencias? Todas las montañas son iguales, y todas son diferentes. El montañismo, como la vida misma, es una se- 7 de agosto de 1942: Nace la escritora chilena Isabel Allende 17 cuencia interminable de montañas, de retos. Cada uno diferente al anterior y al siguiente, sin embargo, cada cual es necesario para poder dar el próximo paso. En el Pico Duarte aprendimos a amar a la montaña, y ese sentimiento nos acompañará a cualquier montaña que vayamos, por el resto de nuestras vidas. El Pico Duarte es una montaña con una personalidad muy peculiar. Te pasas días caminando entre el verdor de los pinos y de repente, la vegetación se acaba y te encuentras en un breve promontorio de roca desnuda, de no más de 15 metros, literalmente un pico, sobre esa inmensa mole que es la montaña. Entonces el silencio se vuelve sobrecogedor, sepulcral, y, extasiado en la visual de 360 grados, finalmente comprendes la montaña. Así son todas las cimas, únicas, irrepetibles y efímeras. No podría pensar en ningún otro lugar más hermoso en toda la isla y la vida que el Pico Duarte, salvo el Valle de la Lechuguilla. Una aventura, cualquier aventura, tiene casi siempre por correlato un hecho que recoge la literatura. En julio de 1969 el hombre pisa la Luna por primera vez, pero antes lo había hecho en las novelas de Julio Verne y H. G. Wells y en la obra pionera del cine Viaje a la Luna, de Georges Méliès. ¿Existe alguna inspiración, literaria o no, en el propósito de llegar a la cima de la montaña más alta del mundo? La llamada Edad Heroica, ha sido siempre mi mayor inspiración. Esa sucesión de hechos —cada uno más formidable que el anterior—, que precedieron a la conquista de las tierras antárticas. Una edad en la que existían hombres, como nunca antes se volverán a ver en toda la historia del planeta. El duelo entre Amundsen y Scott; la epopeya de Shackleton, entre otros semidioses, siempre fueron la inspiración para intentar lo imposible. Contra todo pronóstico, Hillary y Norgay demostraron que no había metas inalcanzables y, finalmente Reinhold Messner, —el más grande de todos los montañeros de la historia—, demostró que aún lo imposible podía ser posible, con la sola fuerza de la voluntad. Los preparativos para una hazaña de tal magnitud debió suponer grandes esfuerzos físicos y mentales. ¿En qué consistieron estos? Y, visto que el entrenamiento es necesario para todo en la vida, ¿cómo crees que la lectura ayude sobre todo a los niños y jóvenes de hoy? Uno no se levanta una mañana y dice “me voy al Everest”. Es necesario agotar un proceso de preparación previa. Concomitantemente con la maduración de la idea, de la concreción del sueño, hay un tiempo en el que solo resta prepararse y adquirir los conocimientos y destrezas necesarias para poder sobrevivir en un ambiente hostil como ese. El mayor reto era estar ahí. Aguantar tantos días en esas condiciones: fríos glaciares, vientos terribles, el ruido constante de avalanchas, y sobre todo la más absoluta soledad, en un ambiente hostil y desolado. Ese estar ahí, es decir, aguantar ese ambiente, requiere de mucha fortaleza interna, algo que sólo lo brinda la firmeza del propósito, la pureza de la meta y la fe en Dios. Enfrentar el exterior con lo interior, requiere un espíritu sosegado, en paz y armonía. La lectura es el compañero inseparable del montañista. Leer es una de las principales actividades que realizamos cuando estamos dentro de la tienda de campaña, esperando, aclimatándonos, aguardando la oportunidad y el buen clima. La lectura nos da alas, nos permite elevarnos —a través de la imaginación—, a cotas superiores a las que nunca llegaríamos, aun con nuestros pies. Los niños tienen en sus manos, cuando toman un libro, la posibilidad de visitar esos lugares, de contemplar esos paisajes, de adentrase con su imaginación en las tierras mágicas de la fantasía, y pueden, cada vez que lo deseen, volver sanos y salvos al origen. La lectura no morirá, no mientras haya montañas. Soñando el Everest Por Federico Jovine $ 1,495.00 RD Pasta dura 175 págs. Una hazaña mundial con rostro dominicano: la hazaña de la conquista de la cima más alta del mundo, contada por uno de sus protagonistas. 16 de agosto: Día de la Restauración 18 Extracto de entrevista al escritor Virgilio Díaz Grullón (1924 – 2001) Primera parte Por Juan Manuel Prida, julio de 1994 ¿Cómo se adentró usted en la literatura? ¿Fue algo casual, accidental, o se sintió atraído por la literatura desde temprana edad? ¿Fue usted un niño precoz? Aparte de los tres primeros capítulos de una novela —afortunadamente inconclusa— que escribí cuando tenía unos ocho años de edad, que titulé nada menos “Las legiones romanas”, y se iniciaba con esta frase increíble: “Por las cálidas arenas del desierto caminaba un viajero” (no recuerdo absolutamente nada más), no intenté nada en el campo literario hasta haber cumplido los diecisiete años. Una anécdota, vivida cuando cursaba yo el segundo año del bachillerato en la antigua Escuela Normal de Santiago, incidió fundamentalmente en la frustración temporal de mi vocación de escritor. Resulta que escribí, invitado por el profesor Aurelio Cucurullo, director de la escuela, un cuento titulado “El vengador”, para la revista literaria de la misma. Fue publicado y yo me sentí muy orgulloso. Pasó el tiempo y, terminados mis estudios de bachillerato en Santiago, vine a Santo Domingo a iniciar mi carrera de Derecho. Allí, en la antigua Universidad de Santo Domingo, la única que existía en el país en ese entonces, tuve ocasión de ser presentado a Rubén Suro, estudiante de término de la Facultad, y ya un reconocido poeta a nivel nacional. Al oír mi nombre en la presentación formal, Rubén Suro me dijo: “¿Virgilio Díaz Grullón? ¿Usted fue quien publicó un cuento en la revista de la Escuela Normal de Santiago llamado “El vengador”? “Sí”, le respondí muy ufano. “Pues mire usted”, me dijo, “esa historia que usted narra es la misma que relata Juan Bosch en un cuento incluido en “Camino Real”, con el título de “El Cuchillo”. Me sentí abrumado y no pude pronunciar una palabra más. En la biblioteca de mi padre comprobé que yo había plagiado a Juan Bosch. Esta experiencia resultó traumática para mí, y para reponerme de ella fue necesario que pasaran más de quince años y que, ya casado y con más de treinta y cuatro años de edad, mi esposa Aída me forzara dulcemente a escribir y publicar cuentos ¿Influyó en su inclinación por las letras el hecho de ser el hijo del gran poeta dominicano Virgilio Díaz Ordóñez? A pesar de ese inicio tardío de mi carrera de escritor, sentí desde niño la vocación de escribir. Creo que en ella incidieron tanto los genes que me transmitiera mi padre como el ambiente que él creó y mantuvo en nuestro hogar. Su casa en San Pedro de Macorís y su farmacia, la Botica Miramar, se hicieron famosas desde la década de los años treinta como lugares de tertulias a nivele nacional. Mi padre siempre dispuso de buenos libros en su casa y orientaba mis lecturas estimulando esa vocación que veía formarse en mí. ¿Por qué no siguió usted los pasos de su padre, convirtiéndose también en poeta? Me alegro que me formules esa pregunta, porque me da la oportunidad de comentar algo que me obsesiona. Tuve siempre una admiración profunda por la obra poética de mi padre y desde niño me sabía de memoria muchos de sus poemas. Sin embargo, nunca sentí la inclinación de escribir en verso y mis emociones se canalizaban naturalmente a través de la prosa. Ni siquiera a mis amores juveniles les escribí versos. Pero, ya adulto y antes de comenzar a escribir cuentos, en plena dictadura trujillista, escribí algunos poemas, todos motivados por la muerte violenta de un ser querido y admirado. Es como si yo pensase que la poesía fuera el canal adecuado para expresar un dolor profundo e inmediato, mientras que la prosa sirviera para expresar nostalgia y mediatez. ¿Qué es para usted el cuento? Para mí, la definición del cuento de Juan Bosch sigue siendo insuperable: “la relación de un hecho de verdadera importancia que se describe sin digresiones, como una flecha disparada al blanco”. Esta definición contiene los rasgos esenciales del cuento: la intensidad y la sinteticidad, contrariamente a la novela, que es extensa y analítica. Ahora bien, la importancia del hecho que se relata no debe confundirse con la aparatosidad o el carácter extraordinario del mismo. Es decir, sucesos aparentemente triviales pueden ser motivos de cuentos siempre que su ocurrencia provoque en quien los protagonice una reacción capaz de interesar y sacudir al lector. Aunque no es un factor indispensable, el cuento gana mucho cuando su final es impactante. Yo utilizo mucho este recurso, procurando golpear al lector con finales sorpresivos. Para mí, es una especie de juego, una apuesta entre el lector y yo. Si el lector adivina el desenlace antes de llegar al final, gana él. Si no, gano yo. Claro que este juego tiene sus reglas: el escritor está obligado a ofrecer claves, indicios que pudiesen, de ser bien interpretados conducir a adivinar el final. Pero, ofrecer esas claves en 19 de agosto de 1936: Es asesinado el poeta y dramaturgo Federico García Lorca 19 forma disimulada, tratando de escamoteárselas al lector. Decía Julio Cortázar que a él se le acercaba mucha gente regalándole temas de cuentos que él, olímpicamente, rechazaba, porque no le satisfacían, porque no eran sentidos por sus fibras literarias. ¿Le sucede a usted lo mismo? ¿Cuándo nace en su interior un tema, esa situación que amerita ser narrada? Creo que todos los que escribimos hemos pasado por la experiencia que nos refiere Julio Cortázar. Por más interesante y original que sea lo que nos cuente el amigo, no podremos nunca transformarlo en un cuento. ¿Por qué? Porque el cuento, como el poema, nace siempre de un impulso interno, recóndito. No viene del exterior, aunque la vivencia que le dio origen fuera externa, no es la razón vital del cuento. La razón vital de éste es la reacción interna que produjo en tu psiquis la vivencia experimentada. Y esa reacción interna no es inmediata, necesita de un proceso de maduración. Yo, particularmente, creo que ese proceso interno de maduración no se produce en la zona consciente de la psiquis del escritor sino en esa área en penumbras que llamamos subconsciente y que se produce a través del tiempo. Por eso creo que la creación literaria no es obra de la inmediatez: la vivencia que le sirve de estímulo necesita no sólo de tiempo sino también de la distancia para desarrollarse plenamente. Por eso creo que la nostalgia es el mejor caldo de cultivo para la gran literatura. De esta nostalgia, entonces, se desprende que usted no escribe en el momento, es decir, sus cuentos no son de acontecimientos o vivencias presentes, sino que salen a flote cuando han pasado por el período de añejamiento adecuado, como las bebidas famosas. ¿Es este su caso, siempre? Exactamente, ese es mi caso. Toda mi producción literaria tiene esa característica de mediatez en relación a las causas que la originaron. Sólo en dos oportunidades he hecho literatura por encargo. Una vez que Arturo Rodríguez Fernández me solicitó una “versión de la muerte de Johnny Watson” para su originalísima novela “Mutanville” y, otra, en que mi mujer me reprochó que no escribía historias de amor y, para complacerla, escribí “Pas de Deux”. Pero, ninguna de las dos constituyó excepción a mi regla: en la primera utilicé el argumento de una historia policíaca que había concebido durante mi adolescencia y en la otra vertí mis experiencias amorosas con varias novias de juventud presentándolas como experiencias con una sola mujer. ¿Cómo se desarrolla su proceso de creación? ¿Tiene usted horas, momentos o lugares específicos para escribir? No, no los tengo. Y ¡ojalá los tuviera! Aunque en muchos aspectos de mi vida diaria soy un hombre rutinario, no lo soy en mi actividad literaria. Envidio a esos autores que observan un horario fijo y rígido para su labor de cada día. Pero, mi manera de sentir la literatura, la convicción de que mi producción literaria es más la obra de mi subconsciente que la de mi voluntad consciente, me impiden regularizar mi labor literaria en una forma rígida. Escribo sólo cuando siento la necesidad de hacerlo y esa necesidad, por cierto, cuando se produce, para mí siempre es apremiante. ¿Son algunos de sus cuentos, o más bien, de los temas de sus cuentos, “ejer- cicios de exorcismo”, o simplemente son temas que desarrolla por algún deseo o interés distinto del de sacarse una espina del alma? ¿Tiene usted alguna obsesión temática, o el llamado de escribir le surge ante cualquier circunstancia? Soy partidario de las teorías freudianas y particularmente de sus hipótesis sobre el sueño, que él consideraba una puerta de escape al subconsciente. Creo que la creación literaria es una manera de soñar y, por tanto, constituye otro cauce para la manifestación de ese subconsciente. Todo escritor de ficciones, por mayor dominio que tenga de su oficio, no sólo refleja en su escritura lo que su voluntad consciente desea, sino también lo que le imponen – sin que él lo sepa o lo quiera – esos oscuros elementos que están fuera de su control. Las vivencias que acumula el escritor, sus recuerdos de infancia, situaciones que hirieron su sensibilidad, incidencias que le asombraron en el curso de su existencia, aunque puedan haberse borrado de su memoria, subyacen en alguna parte de su mente y son la cantera de donde el escritor extraerá el material de su obra. El proceso de extracción es lo que yo denominaba hace un momento como el “impulso recóndito” que constituye el punto de partida del cuento o del poema. Por el contrario, la elaboración de los temas, la estructuración del relato, son productos de la labor intelectual consciente del escritor. ¿Dónde termina la primera etapa y comienza la segunda? Es muy difícil trazar una línea divisoria entre ambas, pero estoy absolutamente convencido de que ambas existen. (Cont.) Los algarrobos también sueñan Por Virgilio Díaz Grullón $ 150.00 RD Letra Gráfica Bolsillo 71 págs. «En memoria de los jóvenes dominicanos inmolados en nuestras montañas por amor a su pueblo en el verano de 1959» (Dedicatoria de la obra de Virgilio Díaz Grullón). 24 de agosto de 1899: Nace Jorge Luis Borges, gran escritor e intelectual argentino 20 Cuentos Breves Premio Nacional de Literatura 2012, Armando Almánzar Rodríguez. No podía vivir sin ella… por eso se la comió. Infierno Y el padre llega, pero apenas con dos panes sin nada dentro. Reparte y se queda sin comer porque, Apenas habíamos llegado cuan- claro, no alcanza. —No pude conseguir ningún do, de buenas a primeras se levantó una fuerte y ardiente brisa que nos trabajo en todo el día, dice a su quemaba los párpados mientras, mujer, que gime y no dice nada.— para nuestro pavor, del suelo que ¡Esto es el infierno! Y estaba en la cierto. pisábamos de tan caliente brotaba humo, abrasando las plantas de nuestros pies. —Cualquiera diría que estamos en el mismísimo infierno, dijo alguSócrates alcanza la puerta, la no. empuja suavemente y entra. Y estaba en lo cierto. ¿Entra? Podría ser así si, en realidad, lo encontrado en lo que se supone interior no fuera más que espacio, Hacía bastante tiempo que ha- un enorme, desmesurado, infinito espacio sin nada, ninguna persona, bíamos arribado. Deambulábamos por verdes ningún objeto. Sabe Sócrates, o por lo mepraderas, repletas de árboles de sabrosas frutas que pendían al alcance nos intuye, que, aunque avanzara centenares, miles de kilómetros en de la mano. Aquí y allá, en la calma chicha cualquier dirección, no encontraría de la eternidad, vagas sombras iban absolutamente nada. Y mientras, el silencio, ese sileny venían con aire de perenne felicicio que estalla y aplasta, contundendad en el rostro. te, apabullante. —Que aburrido, dijo alguno. Se vuelve sólo para comprobar —Podría ser el Paraíso, adujo el lo ya imaginado: la puerta por la de más allá. cual había “entrado” ya no existe. Y no le faltaba razón. Quién sabe si alguna vez existió. Donde estaba, lo único que existe es el espacio. En el aire enrarecido de la choNo hay nada hacia ninguna parca, la madre acostada en un jergón, enferma, mientras tres chicos de te. Sólo el silencio. barrigas prominentes y ombligos Y piensa entonces Sócrates, puntiagudos, de edades que oscilan entre los dos y los cinco años, reto- abismado, que algo así debe ser la muerte. zan casi desnudos. Llueve, y dentro de la choza casi tanto como fuera. Los niños corren desnudos bajo la lluvia, pero luego, tiritando de frío, entran para seguir Miguelito, huérfano, nueve añimojándose y siguen temblando. tos con cara de hambre, cabellos riA eso de las cinco de la tarde, zos, costillas bien visibles y canillas la mujer gimiendo en su jergón, los flacas. niños ya secos pero llorando porque El chico se enamoró perdidaaún no han comido, esperan la lle- mente de su maestra en el orfanato, gada del padre proveedor. algo que, decididamente, nada de Sócrates Paraíso Infierno (2) Miguelito extraño tiene: en este mundo, desde los antiguos chinos hasta los famélicos somalíes, miles, millones de niños se enamoran de sus maestras. Ahora bien, lo que sí resultó fuera de lo común fue que ella, la maestra, se prendara de Miguelito y que, como prueba más que fehaciente de ello, lo adoptara. Desde entonces viven juntos. No nos pregunten lo que hacen juntos, indiscretos, que ni siquiera hemos intentado averiguarlo. Pero lo que sí sabemos es que ella, la profe, augura por lo menos cuarenta años de felicidad junto a su niñito Miguelito. Esquilo La luz entraba a raudales por las persianas cuando me levanté y, confuso aún, con la cabeza dándome vueltas, me enfundé los pantalones. Desde la cama. Ella farfullaba algo que en principio no pude comprender, pero que, a pedida que se me iban aclarando las cosas, llegó a mi conciencia. —Tienes que obedecerme, no puedes faltarle el respeto a tu madre. A la mujer que te dio la vida… ¡Vuelve, vuelve aquí, te digo! No volví a la cama. Una lágrima rodó por mi mejilla mientras abría la gaveta de la mesita de noche. —¿Qué es lo que estás pensando? Pedazo de… Miré de nuevo hacia ella. Con la mano izquierda tomó la sábana de una punta y cubrí sus desnudeces mientras, con la derecha, amartillé el viejo revólver de mi padre y apunté a su cabeza, a sus ojos desmesuradamente abiertos, a su boca que nunca terminaba de cerrar y que arrojaba denuesto tras denuesto. Y disparé. 26 de agosto de 1914: Nace en Bruselas Julio Cortázar, novelista y poeta argentino 21 Mis poetas dominicanos preferidos Por Luis Beiro Álvarez Franklyn Mieses Burgos le aportó a la poesía su sello personal. Nadie como él la trajo al presente, la vistió con el alma de su pueblo, y le aportó una belleza formal inconfundible, resaltando en ella los valores de su identidad. Manuel Rueda le entregó universalidad a partir de su vocación lírica. Pocos como él ordenaron los versos con esa perfección formal que otorga la música interior cuando se elabora a partir de sonoras cadencias del alma y registros de la experiencia vivida. Domingo Moreno Jimenes la sacó a la modernidad. Le incorporó la libertad que mucha falta le hacía y con ella a cuestas, propició el surgimiento de nuevos registros, donde el lenguaje revoloteaba como raro especimen de certezas. La magia, el misterio y la virtuosidad metafórica sintetizaron los más importantes aportes de Héctor Incháustegui Cabral, todo un cantor de la belleza espiritual. Nadie como él levantó de sus estrados el rítmico crujir de la imagen poética y lo situó en la plataforma de lo divino. Mucho antes que ellos, Fabio Fiallo recogió las esencias del modernismo y las paseó por América dentro de un verso sonoro, altivo, elegante, que no pasó inadvertido y que fue celebrado por los grandes poetas de su tiempo. Juan Sánchez Lamouth le incorporó el dolor y la nostalgia de una sociedad en cambio. René del Risco Bermúdez, en imágenes extensas y construcciones hermosas escribió sus cantos en un momento histórico que definió el coraje de los dominicanos. Su poesía, agresiva, límpida y cortante sirvió de himno de su tiempo y se recordará como las olas que rompen en el malecón de Santo Domingo. Con un solo texto, Norberto James Rawling se convirtió en un poeta inmortal. Ninguno todavía ha superado su “himno al inmigrante”, texto que con el paso de los años ha devenido en un breve tratado de psicología social y una pieza de colección dentro de la poética nacional. Su síntesis expositiva y sus posturas estéticas lo consagran en la historia literaria del país. Es imposible olvidar a Enriquillo Sánchez, tal vez el máximo exponente de la poesía coloquial dominicana de la era post Trujillo y uno de los más lúcidos intelectuales de su generación. Cayo Claudio Espinal y José Enrique García, junto a la gran obra poéti- De literatura dominicana siglo veinte Obras Completas Por Franklin Mieses Burgos Por Héctor Incháustegui Cabral $ 750.00 RD $ 750.00 RD Colección Bibliófilos – Banreservas Pasta suave 434 págs. Un conjunto vivo del pensamiento crítico de Héctor Incháustegui Cabral. ca que han creado, tienen el mérito de haber saltado por encima de los himnos sociales de la Generación de Post Guerra para convertirse en los referentes inmediatos de la Generación de los Ochenta. José Mármol tiene una colección de poemas brillantes que le han dado la vuelta al mundo. Y Frank Báez, Homero Pumarol, Rosa Silverio y Ariadna Vásquez, llamados injustamente como integrantes del “realismo sucio” ya presentan obras apreciables que los convierten en la novedad más destacada de la poesía dominicana más reciente. Es imposible dejar de mencionar a Aída Cartagena Portalatín, una voz de absoluta madurez, inconfundible e irrepetible, al igual que nuestros bardos de otras épocas que consagraron el arte nacional como Gastón F. Deligne, José Joaquín Pérez y Salomé Ureña. Imposible dejar de recordar la obra inmensa de Pedro Mir y Manuel del Cabral. Aquí pongo puntos suspensivos. Sé que faltan algunos. Pero para mí, estos son los imprescindibles. Bibliófilos Pasta suave 520 págs. Las Obras Completas de Franklin Mieses Burgos constituyen un referente insoslayable de la poesía y la bibliografía dominicanas. 6 de septiembre de 1833: Nace Juan Antonio Alix, poeta dominicano Novedades Infantiles 22 Luli. Aventuras en el mar (+5) Por Kilia Llano $ 300.00 RD Pasta suave 30 págs. Luli se va de aventuras con sus amigos y descubren la casita/club del árbol ¡más Increíble del mundo!... El último aon (5+) Por Emelda Ramos $ 260.00 RD Alfaguara Bolsillo 41 págs. Una tierna historia de lealtad y fraternidad en medio de las circunstancias más difíciles para los primeros habitantes de la isla. Mi primer libro de animales del océano (5+) Por Lipe Collado $ 295.00 RD Edimat Pasta dura 10 págs. Las mil y una noches (5+) Por Lluis Farré y Mercé Canals $ 775.00 RD Combel Pasta dura 22 págs. Algo oculta el palacio de tierra tan hermosa: cuando el sultán se casa. ¿qué ocurre con su esposa? ¿Logrará Sherezade, con su treta genial, salvar a las doncellas de un terrible final? La iguanita azul (+8) Por Marcio Veloz Maggiolo $ 275.00 RD Alfaguara Bolsillo 49 págs. Danielito conoce a un raro señor que le hace entender muchas cosas, en su viaje en busca de la iguana que cree que cambiará su vida y la de su familia. El mundo del océano es inmenso, salvaje y libre. Al bucear, verás cosas fantásticas. Recetas divertidas para princesas (10+) Por Lipe Collado $ 750.00 RD Rústica 72 págs. EL pacto de Guani (+12) Por Virginia Read E. $ 330.00 RD Alfaguara Bolsillo págs. Una aleccionadora historia sobre los aborígenes que entretiene y enseña a la vez. Las princesas de hoy en día les encanta meter las manos en la masa y hacen sus pinitos en la cocina. 9 de septiembre de 1828: Nace Lev Nikolaevich Tolstoï, maestro de la literatura rusa y mundial Novedades Juveniles 23 Guinness World Records (2012) $ 1,785.00 RD Planeta Pasta dura 287 págs. Sumérgete en el asombroso mundo de los récords. Los récords más sorprendentes de tus deportes favoritos. Ultradepredadores: el primer eslabón de la cadena alimentaria. Tecnología y redes sociales. Los récords más peligrosos. 900 nuevas y alucinantes fotos. Pon a prueba tus conocimientos. Witch & Wizard. Condenados Por James Patterson $ 650.00 Lazos de sangre. Instinto Por Amanda Hocking $ 790.00 RD RD Alfaguara Rústica 387 págs. Destino Rústica 276 págs. Efemérides según lo enviado 24 Libros para comérselos Por José del Castillo Pichardo En el gran surtido de libros que es Cuesta hay toda una sección dedicada a la gastronomía, abastecida con obras sobre cultura culinaria, recetarios de cocina étnica, guías de restaurantes, historias del vino, el whisky y la cerveza. Manuales para elaborar platos de carnes, aves, pescados, mariscos, arroces, pastas, ensaladas, sopas, entremeses. Para hacer pan y postres caseros: pasteles dulces, cakes, macedonia de frutas, sorbetes o cremosos helados y confitados. O para procesar un aromático café, cuajar una tonificante bebida de chocolate y mezclar ingredientes en refrescantes cocteles. Un rincón maravilloso para degustar, golosear, aprender. Para mejorar nuestra intelección de algo que hacemos tres o cinco veces al día, que es comer. Interesado en todo lo que tiene que ver con la comida, aparte de ingerirla con delectación y esmerada paciencia, llevo décadas leyendo sobre gastronomía. Una manera de congraciarme conmigo mismo, de dialogar con mi madre Fefita, la abuela Emilia y la tía Carmen y el querido tío Mané, un médico sanitario especialista en epidemiología y nutrición con el que solía platicar largamente sobre estos temas, entrelazados con bordoneo de guitarra en trance de zarabandas bachianas, adagios albiniónicos y criollas de Julio Alberto Hernández y José Dolores Cerón. Recientemente, han caído en mis manos nuevos libros sobre el tema, el Diccionario Internacional de la Gastronomía de Guido Gómez de Silva, editado por Fondo de Cultura Económica en 2010, útil, aunque más bien enmarcado en la riquísima culinaria mexicana con apelación frecuente al léxico local (piénsese que la arepa, tan cara a la tradición alimentaria de Venezuela, Colombia, Panamá, Canarias, República Dominicana, no figura en este Diccionario). La cocina prehispánica y colonial, de Marco Buenrostro y Cristina Barros, una obrita meritoria de divulgación cultural bien ilustrada, impresa por Conaculta de México en 2001. Y la más valiosa e innovadora, Guía del Turismo Gastronómico en España, del grupo editorial Anaya de Madrid, tan actual como 2011. Una excitante invitación a recorrer el formidable mapa de la gastronomía española con sus variantes regionales más señeras, en la que se ofrecen datos históricos precisos sobre los orígenes de cada alimento, sus maneras de elaborarlos y servirlos. Con información útil acerca de restaurantes, mesones, posadas, paradores, así como de marcas artesanales o industriales de productos. Tras una introducción erudita en la que se marcan las señas de identidad de la gastronomía ibérica con su aposentado en el aceite de oliva, las legumbres, el arroz, la huerta, los pescados y mariscos, el jamón, las carnes, las setas, las frutas y la repostería, se entra de lleno en las rutas regionales. De Andalucía —tan influyente en nuestra forja cultural— el olivo con sus aceitunas y aceites varietales (picual, arbequina y hojiblanca), el jamón ibérico, la gamba, el langostino y los dulces conventuales. De Aragón el cordero —el reputado ternasco—, el melocotón, la trufa negra y el jamón de Teruel. De Asturias la refrescante sidra y los quesos de los Picos de Europa. Cantabria nos brinda conservas y salazones de pescado. Castilla-La Mancha sus deliciosos escabeches, los platos de la caza y el reputado queso manchego. Mientras Castilla-León nos maravilla con la huerta del Bierzo, sus lechazos y cochinillos, legumbres y jamones. Cataluña, setas, embutidos y butifarras, frutos del mar en abundancia, aceites, calcotadas (cebollas del Valls) y xató (salsa de almendras y avellanas tostadas, miga de pan, vinagre, ajo, aceite, sal y pimiento picante). De Extremadura el pimentón, la cereza, quesos de oveja y jamón ibérico. Galicia sus percebes, pescados de las Rias Baixas, la lam- prea del Miño, pulpos, calamares, mejillones, boquerones, sardinas, lacones con grelo. Madrid, carne de la sierra de Guadarrama, espárragos y fresas de Aranjuez, ajos de Chinchón. Murcia, huerta y salazones de tradición romana: mojama (lomos de atún), hueva de bonito, corvina y caballa, así como bacalao. Navarra, queso de Roncal. País Vasco, señalado templo de la gastronomía que rinde culto al alimento fresco, las lonjas de bacalao (con modalidades a la bilbaína y al pilpil), el bonito del Norte y la merluza, los boquerones, los chipirones, la sidra, el queso Idiazábal, las habas de Vitoria, las alubias de Gernika y los chuletones de vacuno. En La Rioja, con sus vinos emblemáticos de uva tempranillo, la huerta pródiga de tomates, alcachofas, pimientos, coliflores, borraja. Valencia sus arroces de tierra adentro, paellas y frutas. Sin dejar fuera las Baleares. Así como Canarias, tan próxima a nuestras raíces, de donde nos llegó la caña de azúcar y el plátano. Con sus aportes dulces: raspadura, bien me sabe, rosquetes, buñuelos, torrejas y gofio. A todo ello se debe agregar los fortificantes potajes de garbanzo, lentejas, fabas y alubias. Los caldos variados, como el gallego. El cocido. Los callos a la madrileña. El gazpacho. Los cochinillos a la segoviana con judiones. El pisto castellano. Jamones ibéricos de bellota pata negra, de Guijuelo o Jabugo. Chorizos y choricillos. Morcillas burgalesas (con arroz) y gallegas (con pasas). Las papas a la diabla. Las infaltables tortillas de patatas y chorizo. Empanadas gallegas de atún, bacalao o lomo de cerdo. Pimientos navarros del piquillo rellenos. La amplia gama de quesos artesanales que hacen de España la otra Francia. Con toque de excelencia en los de cabra y oveja o en la mixtura de estas leches con la de vaca, jóvenes, semicurados o curados: manchego, cabrales, valdeón, gamonedo, picón, la peral, pasiego, tetilla, 14 de septiembre de 1920: Nace Mario Benedetti, poeta uruguayo 25 cebreiro, torta del casar, blanquet, cassoleta, trinchón, herreño, majorero Fuerteventura. Vinos de la variedad tempranillo. El apreciado albariño gallego. Los de uva garnacha, monastrel, moscatel, palomino, parellada y otros varietales que se producen en diferentes regiones. Entre ellas los de denominación de origen Ribera del Duero, que ganan mercado en el mundo. El clásico jerez o el brandy. Los alicorados Anís del Mono, Chinchón, Pacharán, Orujo. Y claro, una buena hogaza para ayudar a engullir tanto manjar. Ni hablar de turrones, mazapanes y membrillos. 52 rutas gastronómicas. “Desde la riqueza micológica del Pirineo, hasta la maravillosa chacinería de las sierras andaluzas, desde las delicadísimas carnes de los lechazos castellanos a la calidad excelsa de la industria conservera de pescados, los aceites de oliva tradicionales y los de nuevo cuño, el extraordinario panorama de los quesos, las riquísimas lonjas de pescado, cabaña ganadera de altos vuelos”, reza estimulante la contraportada de la obra. Yo agregaría: 782 páginas de nutritiva y deliciosa información hacen de esta Guía un imprescindible. No sólo para viajar por España y sus rutas del paladar. También para identificar nuestras raíces culturales y conocer un poco más acerca de dónde venimos en cuanto a lo que comemos y cómo lo comemos. En lo atinente al aporte hispánico a nuestra mesa, a las ollas modestas de nuestras abuelas hacendosas, que tanto nutriente oportuno nos dieron y nos endulzaron el corazón con sus pailas y cucharas de palo prodigiosas. Larousse Gastronomique $ 5,995.00 RD Pasta dura 1.265 págs. 15 de septiembre de 1914: Nace Adolfo Bioy Casares, escritor argentino Tierra de vinos Por Larousse $ 1,495.00 RD Caja Rústica 304 págs. (libro y juego de sacacorchos, tapón, dosificador antigoteo y anillo) 26 Walter Riso visita Librería Cuesta Sencillo y jocoso, pero sabio, este argentino nacido en Italia y residente en Barcelona visitó Librería Cuesta el 13 de julio pasado, donde compartió amenamente con sus lectores y público en general, firmando autógrafos, accediendo a fotos, y conversando, que es lo que mejor sabe hacer, sobre todo cuando escribe. Los libros de Walter Riso son una suma de conocimiento práctico en torno a aquellos temas que creemos dominar a la perfección mientras no los vivimos, mientras no nos toca la nada simple tarea de relacionarnos en pareja, de enamorarnos, de enfrentar ese mundo de experiencias que nos involucran emocionalmente en todos los momentos de la vida. El especialista en terapia cognitiva y docente en distintas universidades, es autor de ¿Amar o depender?, Ama y no sufras, Amor, divina locura, Amores altamente peligrosos, Aprendiendo a quererse a sí mismo, Cuestión de dignidad, Deshojando margaritas, El poder del pensamiento flexible, Enamórate de ti, Intimidades masculinas, Los límites del amor, entre otros muchos títulos, cuyo denominador común es el empeño firme por recuperar el centro de mando afectivo y emocional en aras de una calidad de vida íntegra, equilibrada y sanamente productiva. 17 de septiembre de 1580: Nace Francisco de Quevedo, autor español del Siglo de Oro Ofertas 27 La virgen y el violín Por Carmen Boullosa $ 595.00 199.00 RD Debolsillo Bolsillo 271 págs. Mujeres: la sexualidad secreta Por Patricia Politzer y Eugenia Weinstein $ 850.00 579.00 RD Grijalbo Rústica 298 págs. La fiebre, tu gran aliada Por Christopher Vasey $ 530.00 336.00 RD Obelisco Rústica 133 págs. Piranesi construido Por Javier Sarti $ 300.00 99.99 RD Algaida Rústica 228 págs. Designing for Obama Por Lee / Perry $ 1,395.00 799.00 RD Taschen Pasta dura 182 págs. Tati Allende Por Margarita Espuña $ 1,150.00 719.00 RD Gredos Rústica 222 págs. 20 de septiembre de 1951: Nace Javier Marías, autor español