Fractura expuesta de patela AO/OTA 34-C
Transcripción
Fractura expuesta de patela AO/OTA 34-C
- Fractura expuesta de patela AO/OTA 34-C: complicaciones y resultados funcionales. Serie de casos. - Artroplastía en artrodesis previas: revisión de la literatura a propósito de dos casos. - Síndrome de nevus epidérmicos y pseudofracturas de Looser Milkman: a propósito de un caso. - Diagnóstico y tratamiento de las lesiones agudas de los tendones extensores de la mano. - Concordancia en la interpretación de hernia del núcleo pulposo lumbar intracanal en la resonancia magnética lumbar según experiencia del observador. - Estudio del tratamiento quirúrgico de la estenosis lumbar degenerativa: efecto de la adición de artrodesis en los resultados funcionales y costo-efectividad - Instrucciones a los autores. VOL 54 - Nº 2 - 2013 - SANTIAGO - CHILE - PP 47-96 ISSN: 0716 - 4548 Órgano Oficial de la Sociedad Chilena de Ortopedia y Traumatología Fundada en Marzo de 1953 47 VOL 54 - Nº 2 - 2013 - SANTIAGO - CHILE Publicación Oficial de la Sociedad Chilena de Ortopedia y Traumatología La Revista Chilena de Ortopedia y Traumatología es el órgano oficial de la sociedad Chilena de Ortopedia y Traumatología. En ella se publican trabajos originales, revisiones de temas de actualidad, técnicas quirúrgicas, casos clínicos de interés en la práctica de la especialidad y documentos emitidos por la Sociedad Chilena de Ortopedia y Traumatología. Valores de la Revista Suscripción anual Números sueltos Suscripción al extranjero Números sueltos al extranjero : $ 30.000 : $ 8.000 : U$ 80 : U$ 20 Producción: María Cristina Illanes H. [email protected] Prohibida su reproducción total o parcial sin autorización del editor. 48 DIRECTOR Rafael Vega M. Profesor Asistente. Departamento de Ortopedia y Traumatología. Pontificia Universidad Católica de Chile. COMITÉ EDITORIAL Eduardo Botello C. Profesor Asistente. Departamento de Ortopedia y Traumatología. Pontificia Universidad Católica de Chile. Gonzalo de la Fuente S. Docente. Facultad de Medicina, Universidad de Chile. Hospital San Borja-Arriarán - Clínica Alemana. Javier del Río A. Hospital Mutual de Seguridad de Santiago. Gonzalo Espinoza L. Docente. Facultad de Medicina, Universidad del Desarrollo - Clínica Alemana. David Figueroa P. Profesor. Facultad de Medicina, Universidad del Desarrollo - Clínica Alemana. Manuel Méndez B. Profesor Adjunto. Universidad de Chile Clínica Las Condes - Teletón. Miguel Pinedo V. Departamento de Traumatología, Clínica Las Condes. Profesor agregado, Universidad de Chile. COMITÉ EDITORIAL INTERNACIONAL Juan Manuel Herrera A. Clínica Universitaria el Bosque. Bogotá, Colombia. Felipe Gómez G. Hospital Ángeles Mocel. Ciudad de México, México. José G. Campagnaro G. Hospital Universitario de los Andes. 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Pontificia Universidad Católica de Chile. 49 Sociedad Chilena de Ortopedia y Traumatología DIRECTORIO 2013 Presidente : Raúl Aguila Miranda Vicepresidente : Roberto Raimann Ballas Secretario General : Milton Quijada Goic Tesorero : Andrés Pakuts Sahr Presidente Congreso 2013 : Cristián Ortíz Mateluna Past-Presidente : Mauricio Guarda Marín Directores : Roberto Abusleme Atala Carlos Infante Calvo Mario Orrego Luzoro Francisco Soza Rex Julio Urrutia Escobar Francisco Javier Vergara González Dirección Evaristo Lillo 78, Depto. 81, Las Condes Fono: 22072151, Fono-Fax: 22069820 Santiago - Chile E-mail: [email protected] www.schot.cl 50 Rev Chilena Ortop y Traum 2013; 54: 51 Índice 53 GONZALO ESPINOZA L., CLAUDIO DÍAZLEDEZMA, JUAN JOSÉ VALDERRAMA R., SERGIO MAASS O., RICHARD GABLER R. y GONZALO ESPINOZA E. 60 JAVIER DELGADO O., RODRIGO HAYDAR B. y DANIEL FODOR O. 68 ESTHER GARCÉS R., DAVID IBÁÑEZ M., ANTONIO PARRA H. y RUTH A. RUBIO C. 72 JOSÉ LUIS CIFRAS V., CRISTÓBAL RAVEST I., DALIA LÓPEZ W. y FELIPE SERRANO A. 82 JOSÉ FLEIDERMAN V., ALBERTO TELIAS N., SEBASTIÁN ABUSLEME D., MAXIMILIANO BARAHONA V., NICOLÁS GARCÍA A., SERGIO RAMÍREZ P. y VICENTE BALLESTEROS P. - Estudio del tratamiento quirúrgico de la estenosis lumbar degenerativa: efecto de la adición de artrodesis en los resultados funcionales y costoefectividad........................................................... 88 MARCELO MOLINA S., MAURICIO CAMPOS D., SANTIAGO BESA B., MACARENA VALDÉS S. y ANGÉLICA DOMÍNGUEZ DL. Instrucciones a los autores .................................. 96 - Fractura expuesta de patela AO/OTA 34-C: complicaciones y resultados funcionales. Serie de casos............................................................... - Artroplastía en artrodesis previas: revisión de la literatura a propósito de dos casos...................... - Síndrome de nevus epidérmicos y pseudofracturas de Looser Milkman: a propósito de un caso..................................................................... - Diagnóstico y tratamiento de las lesiones agudas de los tendones extensores de la mano............... - Concordancia en la interpretación de hernia del núcleo pulposo lumbar intracanal en la resonancia magnética lumbar según experiencia del observador........................................................... 51 Rev Chilena Ortop y Traum 2013; 54: 52 Contents - Open patellar fractures. Complications and functional outcomes............................................ 53 GONZALO ESPINOZA L., CLAUDIO DÍAZLEDEZMA, JUAN JOSÉ VALDERRAMA R., SERGIO MAASS O., RICHARD GABLER R. and GONZALO ESPINOZA E. - Arthroplasty in previously fused hips: Two cass reports and literature review............................... 60 JAVIER DELGADO O., RODRIGO HAYDAR B. and DANIEL FODOR O. - Epidermal nevus syndrome and LooserMilkman´s pseudofractures: Case report............ 68 ESTHER GARCÉS R., DAVID IBÁÑEZ M., ANTONIO PARRA H. and RUTH A. RUBIO C. - Diagnosis and treatment of acute injuries of the extensor tendones of the hand............................. 72 JOSÉ LUIS CIFRAS V., CRISTÓBAL RAVEST I., DALIA LÓPEZ W. and FELIPE SERRANO A. 82 JOSÉ FLEIDERMAN V., ALBERTO TELIAS N., SEBASTIÁN ABUSLEME D., MAXIMILIANO BARAHONA V., NICOLÁS GARCÍA A., SERGIO RAMÍREZ P. and VICENTE BALLESTEROS P. - Cost effectiveness and outcomes comparison between decompression and decompression plus fusion for lumbar spinal stenosis........................ 88 MARCELO MOLINA S., MAURICIO CAMPOS D., SANTIAGO BESA B., MACARENA VALDÉS S. and ANGÉLICA DOMÍNGUEZ DL. Instructions to the authors .................................. 96 - Agreement in the interpretation of magnetic resonance imaging in intracanal lumbar disc herniations according to the experience of the observer............................................................... 52 Rev Chilena Ortop y Traum 2013; 54: 53-59 Fractura expuesta de patela AO/OTA 34-C: complicaciones y resultados funcionales. Serie de casos GONZALO ESPINOZA L.*, CLAUDIO DÍAZ-LEDEZMA*, JUAN JOSÉ VALDERRAMA R.*, SERGIO MAASS O.*, RICHARD GABLER R.* y GONZALO ESPINOZA E.** ABSTRACT Open patellar fractures. Complications and functional outcomes Objective: Open patellar fractures (OPF) are related to high energy knee trauma. No previous reports have been focused specifically in complete articular non vertical type (AO/OTA34-C) OPF, which in theory is the most serious traumatic injury of the patella. The aim of this study is to report the outcomes after surgical treatment of these lesions. Material and Method: Retrospective case series of 12 adult patients with AO/OTA 43-C OPF (mean follow-up: 32 months [24-44]). In all cases, OPF was the only injury in the lower limb. The rate of perioperative complications, need for a reoperation by any cause, and rate of posttraumatic osteoarthritis are reported. The functional outcome was studied with both a multidimensional scale for assessing the knee function (Knee Osteoarthritis Outcome score, KOOS) and a specific score for the patellofemoral joint (Kujala’s score). Results: Nine patients presented perioperative complications; eight of them had to be resolved surgically. One case of postoperative infection and 4 cases of posttraumatic patellofemoral osteoarthritis were observed. At follow-up, KOOS subscores reflected: pain: 74 [31-97], symptoms: 73 [39-100], activities of daily living: 83 [37-99], sport/recreations: 53 [15-95], quality of life: 44 [14-94]. Kujala’s score: 82 [44-98]. Conclusion: AO/OTA 43-C OPF (the most traumatic patellar injury) had a high rate of complications in this series. This results could be explained through the combination of extensive articular involvement and the risk associated with open joint injuries. Functional results were dissimilar among patients, with a notorious decrease in life quality. Key words: Patellar fracture; Open fractures; Patellofemoral joint. *Médico Hospital Clínico Mutual de Seguridad C. Ch. C. Santiago, Chile. **Estudiante Medicina Pontificia Universidad Católica de Chile. Todos los autores niegan haber recibido financiamiento o aportes económicos para la realización de este trabajo. Estudio aprobado por el comité de Investigación y Bioética del Hospital Clínico Mutual de Seguridad, Santiago de Chile, Septiembre de 2011. Recibido: 28/3/2013 Aceptado: 9/5/2013 Correspondencia a: Gonzalo Espinoza Lavín Hospital Clínico Mutual de Seguridad C. Ch. C. Santiago, Chile. Alameda Bernardo O´Higgins 4848, Estación Central, Santiago, Chile. Código Postal: 9190015 Teléfono: (+56 2) 6775288 E-mail: gespinoza4@gmail. com RESUMEN Objetivo: Las fracturas expuestas de patela están relacionadas con trauma de alta energía de la rodilla. No encontramos publicaciones previas referidas específicamente a fracturas expuestas de patela tipo articulares y no verticales (AO/OTA 34-C). El objetivo del estudio es reportar los resultados clínicos del tratamiento quirúrgico de estas lesiones. Material y Método: Estudio retrospectivo en una serie de casos de 12 pacientes adultos, todos con diagnóstico de fractura expuesta de rótula 53 G. ESPINOZA L. et al. (AO/OTA 43-C), con un seguimiento promedio de 32 meses (24-44). En todos los casos, la fractura expuesta de rótula fue la única lesión en la extremidad inferior. Se registró la tasa de complicaciones perioperatorias, la necesidad de reoperación por cualquier causa, y la tasa de artrosis post-traumática. Los resultados funcionales fueron estudiados con dos escalas multidimensionales: la primera, para evaluar la función de la rodilla (Knee Osteoarthritis Outcome score, KOOS) y, la segunda, para evaluar la articulación patelofemoral (Kujala’s score). Resultados: Nueve pacientes presentaron complicaciones perioperatorias; ocho de ellas se resolvieron quirúrgicamente. Se observó un caso de infección postoperatoria y 4 casos de artrosis patelofemoral post-traumática. Al momento del seguimiento, el resultado del KOOS subscores fue: dolor: 74 [31-97], síntomas: 73 [39-100], actividades de la vida diaria: 83 [37-99], deporte/pasatiempos: 53 [15-95], calidad de vida: 44 [14-94]. El resultado de Kujala’s score fue: 82 [44-98]. Conclusiones: La fractura expuesta de rótula AO/OTA 43-C (teóricamente la lesión traumática más grave de la rótula) presentó una alta tasa de complicaciones en nuestra serie, probablemente relacionado a la combinación entre el extenso daño articular y al riesgo asociado con lesiones articulares expuestas. Los resultados funcionales fueron diferentes entre los pacientes, con un marcado deterioro en la calidad de vida. Palabras clave: Fractura de patela, fractura expuesta, articulación patelofemoral. Introducción Las fracturas expuestas de patela ocurren en traumas de rodilla de alta energía. El tratamiento sigue los principios generales del manejo de fracturas expuestas1, pero el compromiso de la superficie articular puede incrementar la incidencia de complicaciones2 y el deterioro funcional3. El tratamiento quirúrgico en las fracturas de patela se ha discutido ampliamente en la literatura4,5, y algunos casos de fracturas expuestas se han publicado6. Estudios previos respecto a fracturas expuestas de patela7-9 han presentado tipos heterogéneos de fracturas; además, se han incluido pacientes con lesiones concomitantes en la rodilla, lo que representa un factor de confusión en la evaluación de resultados. Así mismo, los resultados en muchas ocasiones fueron analizados utilizando diferentes escalas, y en algunos casos sin resultados concretos respecto a la articulación patelofemoral. La Arbeitsgemeinschaft für Osteosynthesefragen/Orthopaedic Trauma Association(AO/ OTA) clasifica morfológicamente a las fracturas de patela como la número 3410. La fractura de patela tipo articular no-vertical (34-C) es la más compleja. En la literatura publicada en 54 pubmed no hay una serie de casos que se concentra específicamente en los resultados de las fracturas expuestas tipo AO/OTA 34-C, la lesión traumática más compleja de la patela (Figura 1). El objetivo de este trabajo es describir las complicaciones, los resultados funcionales y el reintegro laboral de los pacientes con fracturas expuestas de patela tipo AO/OTA 34-C, como lesión aislada en la extremidad inferior. Material y Método Estudio observacional, descriptivo y retrospectivo de una serie de casos. Entre los años 2005 y 2009, veintidós pacientes fueron ingresados con el diagnóstico de fractura expuesta de patela; todos accidentes laborales. Los criterios de exclusión fueron: fracturas que fueran diferentes a la AO/OTA 34-C; presencia de cualquier otra lesión concomitante en la extremidad inferior; daño cognitivo post traumático (después de un TEC, todos aquellos que no respondieron el cuestionario de seguimiento); seguimiento menor a 24 meses. Todas las fracturas expuestas fueron clasificadas de acuerdo a los criterios de Gustilo11 (Tabla 1). Luego del tratamiento, las fracturas se con- FRACTURA EXPUESTA DE PATELA Tabla 1. Clasificación de Gustilo y Anderson Tipo Herida Grado de Daños de partes blandas contaminación I Menor de 1 cm Limpia Mínimo Simple conminución mínima II Entre 1 y 10 cm Moderada Moderado, algún daño muscular Conminución moderada III-A Mayor de 10 cm Severa Aplastamiento severo, pero las partes blandas Usualmente conminutas permiten la cobertura ósea III-B Mayor de 10 cm Severa Pérdida extensa de partes blandas que no per- Conmunición de moderada mite la cobertura ósea, con necesidad de cirugía a severa plástica reconstructiva III-C Mayor de 10 cm Severa Además de lo descrito en el III-B se asocia con Conmunición de moderada lesión vascular que necesita reparación a severa sideraron consolidadas cuando hubo ausencia de dolor a la palpación patelar; tolerancia total a la flexoextensión activa y pasiva de rodilla; desaparición de las líneas radiolúcidas en la radiografía (visión antero posterior y lateral). (Figura 2). Los controles radiológicos se efectuaron mensualmente hasta lograr imagen de consolidación. Durante el período de seguimiento, todas las complicaciones fueron registradas. La artrosis postraumática se definió como la disminución del espacio patelofemoral < 3 mm en la radiografía axial de rótula, todas a 25°15, o en los cortes axiales de una tomografía computada (Figura 3), siendo ambas informaciones complementarias. Los resultados funcionales se evaluaron usando escalas multidimensionales; primero, la Knee injury and Osteoarthritis Outcome Score (KOOS)16,17 compuesta por 5 subcategorías (dolor, síntomas, actividades de la vida diaria, deportes/pasa tiempos y calidad de vida); segundo, Kujala18, escala que evalúa exclusivamente la articulación patelofemoral. También se registró el tiempo de retorno a las actividades laborales (previas o diferentes). Daño óseo Figura 1. Fractura expuesta IIIB de patela. Figura 2. Radiografía AP y lateral de rodilla con imagen de fractura de patela consolidada. 55 G. ESPINOZA L. et al. Figura 3. TAC de rodilla que muestra artrosis patelofemoral secuela de fractura expuesta de patela. Resultados Doce pacientes (9 hombres y 3 mujeres) cumplieron con los criterios de inclusión/exclusión. La mediana del tiempo de seguimiento fue de 32 meses (24-44), y la mediana de la edad, 43 años (25-67). Se registró la información de los pacientes, tipo de fractura y tratamiento efectuado (Tabla 2). Seis de los 12 pacientes fueron politraumatizados (Injury Severity Score (ISS) > 15)12. Todos los pacientes recibieron tratamiento quirúrgico con reducción abierta y fijación interna antes de las 6 h iniciales desde el trauma (características de osteosíntesis en Tabla 2). La antibioterapia se llevó a cabo de acuerdo a las guías clínicas desarrolladas por el equipo de infectología de nuestro centro hospitalario: monoterapia con una cefalosporina de primera generación para las fracturas tipo Gustilo I y II; adición de gentamicina para las fracturas tipo Gustilo III; y adición de penicilina en caso de riesgo de infección anaeróbica13,14. Nueve de los 12 pacientes presentaron complicaciones postoperatorias. Ocho de ellos requirieron resolución quirúrgica. Las complicaciones fueron: 1) Un paciente presentó una infección superficial que se manejó mediante antibioterapia empírica parenteral. Ningún paciente desarrolló osteomielitis crónica; 2) Un paciente fue evaluado por tener una reducción insuficiente, requiriendo una revisión de su osteosíntesis luego de una semana; 3) Un paciente presentó síntomas de un cuerpo libre intraarticular (fragmento osteocondral), el Tabla 2. Pacientes y características de sus fracturas Paciente Edad (años) Género Seguimiento (meses) Mecanismo fractura Clasificación AO/OTA Clasificación Gustilo Tipo de osteosíntesis 1 25 M 44 AV 43.C1 I O 2 31 F 42 AV 43.C1 I O 3 49 F 40 AV 43.C1 II O 4 27 M 36 CA 43.C1 II O 5 67 M 36 AV 43.C2 II PP + C 6 54 M 33 AV 43.C3 III B CW 7 30 M 31 CD 43.C1 I O 8 30 F 30 AV 43.C2 III A PP + C 9 53 M 27 CD 43.C3 II C 10 42 M 27 AV 43.C3 II C 11 45 M 26 CD 43.C3 III B C 12 49 M 24 CD 43.C1 III A O AO/OTA: Association for Osteosynthesis/Orthopaedic Trauma Association; M: Masculino; F: Femenino; AV: Accidente Vehicular; CA: Caída de Altura; CD: Contusión Directa; O: Obenque; PP: Patelectomía Parcial; C: Cerclaje. 56 FRACTURA EXPUESTA DE PATELA Tabla 3. Resultados funcionales de los pacientes Pacientes Kujala score Dolor Síntomas KOOS Actividades de la vida diaria Deporte / recreación Calidad de vida 1 94 89 97 95 94 91 2 86 100 96 75 81 98 3 97 96 99 90 88 97 4 81 86 93 65 44 86 5 89 79 93 80 44 83 6 64 64 72 50 25 63 7 72 75 78 55 25 82 8 75 64 82 40 25 44 9 72 71 84 30 44 82 10 72 68 78 50 44 63 11 69 54 69 40 38 63 12 31 39 37 15 13 53 Mediana (rango) 74 (31-97) 73 (39-100) 83 (37-99) 53 (15-95) 44 (14-94) 82 (44-98) KOOS2: Knee injury and Osteoarthritis Outcome Score. cual fue removido artroscópicamente 6 meses después de la cirugía inicial; 4) Un paciente tuvo una herida con exposición de material de osteosíntesis tras una caída, requiriendo una cirugía de revisión. Los hallazgos intraoperatorios fueron compatibles con una no unión de patela, lo cual se resolvió utilizando una banda de alambre a tensión; 5) Cinco pacientes presentaron sintomatología en relación al material de osteosíntesis y requirieron retiro de este (de acuerdo al protocolo de nuestra institución, el procedimiento debe ser al menos 1 año después de la primera cirugía). La prominencia en la piel o la palpación del material de osteosíntesis fueron los hallazgos más comunes. En relación al tiempo de consolidación, después de 16 sem de seguimiento, 11 pacientes presentaron signos clínicos y radiológicos de consolidación, con una mediana de 12 sem (10-16). El paciente restante fue aquel que tuvo exposición de material de osteosíntesis en contexto de no unión de fractura. En los 2 casos con lesiones Gustilo tipo III B (Tabla 2), las lesiones de partes blandas fueron manejadas inicialmente con un sistema de pre- sión negativa tras la reducción y osteosíntesis abierta. La cobertura final de partes blandas, fue realizada por el equipo de cirugía plástica mediante un colgajo rotacional al tercer día después del trauma inicial (colgajo rotacional de músculo gastrocnemio en ambos casos). Cuatro pacientes tuvieron signos sugerentes de artrosis patelofemoral al tiempo de seguimiento (pacientes números 6, 8, 11 y 12 en la serie). Ningún paciente requirió artroplastía al momento del último control de la serie. Resultado funcional La mediana y los rangos para la subcategoría de la escala KOOS fue; Dolor: 73 (31-97); Síntomas: 73 (39-100); Actividades de la vida diaria: 83 (37-99); Deportes: 52 (15-95); y Calidad de vida: 44 (1394). La escala de Kujala presentó una mediana de 75 (44-98) (Tabla 3). En relación a rangos de movilidad, todos los pacientes tenían más de 70º de flexión al control final de la serie. Retorno laboral Cuatro pacientes fueron declarados como secuelados, que corresponden a los pacientes 57 G. ESPINOZA L. et al. que desarrollaron artrosis al tiempo de seguimiento, y 8 regresaron a sus puestos de trabajo (4 con deberes laborales reducidos) luego de 2 años tras el trauma inicial. Discusión En esta serie de fracturas expuestas de patela tipo AO/OTA 34-C se observaron altos rangos de complicaciones. La mayoría de estas complicaciones requirió resolución quirúrgica. La tasa de artrosis postraumática precoz es relevante, pero en este aspecto ninguno de los pacientes requirió una artroplastía. Los resultados funcionales medidos en dos escalas distintas son diferentes entre los pacientes, pero de acuerdo al diseño del estudio, no es posible generar conclusiones respecto a esto. El reintegro laboral se observó en 2/3 de los pacientes, aunque la mitad de ellos con disminución de sus capacidades. Este estudio presenta limitaciones importantes: primero, es un trabajo retrospectivo y con un tamaño muestral pequeño. Comparando esta serie con otras publicadas previamente8,9, nuestra muestra es más pequeña y compuesta particularmente por pacientes en relación con accidentes laborales. Sin embargo, este estudio es el primero en evaluar de manera exclusiva las fracturas de patela más graves, con criterios de exclusión estrictos. Además, el uso exclusivo de un score específico para la patología patelofemoral permite disminuir la influencia de politraumatismos u otras lesiones asociadas. También cabe destacar que el seguimiento mínimo fue de 24 meses, tiempo en que se desarrollan la mayoría de las complicaciones en fracturas expuestas; no obstante, el seguimiento a largo plazo de artrosis postraumática no completó su seguimiento. Por último, debido a la naturaleza de este estudio, la asociación entre la ocurrencia de las complicaciones y el resultado final no pudo ser establecido19. La mayoría de nuestros pacientes presentaron al menos una complicación que requirió de una resolución quirúrgica. Este fenómeno no puede ser comparado en series publicadas anteriormente, debido a que éstas no describen las complicaciones de acuerdo al tipo de fractura. En cuanto a la artrosis patelofemoral pos58 traumática, los criterios de Davies15 (basados en la clasificación de Alhback20) fueron usados en vez de los criterios de Jones21, debido a que presentan una aplicación más práctica. Llama la atención el hecho de que 4/12 pacientes presentaron artrosis patelofemoral durante el período de seguimiento. Melvin y Metha22, en una revisión reciente, describieron que la artrosis radiológica es rara en la literatura actual y que no está claro si la causa de ésta se deba a la fuerza con que se produce la lesión o a la calidad de la reducción obtenida. En las series de Catalano et al8 y Torchia et 9 al , los resultados funcionales no fueron diferenciados en cuanto al tipo de fractura, por lo tanto, sus resultados no pueden ser comparados con nuestra serie. En una publicación reciente de Anand et al7, se describió que los resultados de las fracturas expuestas de patela presentaron peores resultados funcionales que las fracturas cerradas al comparar 16 pacientes por grupos, sin un análisis específico para las fracturas tipo OA/OTA 34-C. Todos los artículos citados en nuestro estudio incluyeron lesiones adicionales de la misma extremidad inferior (incluyeron fracturas de platillos tibiales o de fémur distal), incurriendo en un sesgo al momento de evaluar los resultados. Además, ninguno de éstos evaluó los resultados funcionales con una escala específica para la articulación patelofemoral. Para nuestro conocimiento, no existen reportes en la literatura respecto al reintegro laboral de pacientes que presentaron fracturas expuestas de patela. Nuestro estudio evidenció que 8/12 pacientes se reincorporaron a su trabajo tras 2 años; sin embargo, la mitad de ellos fueron reasignados a trabajos más livianos. Es probable que este hallazgo esté relacionado a la alta tasa de complicaciones observadas, de acuerdo a la naturaleza de las lesiones. Conclusión De acuerdo a nuestra experiencia, las fracturas expuestas de patela tipo OA/OTA 34-C, como lesión aislada de extremidad inferior, están relacionadas a altas tasas de complicaciones postoperatorias, donde varias de ellas requirieron de un tratamiento quirúrgico complementario. FRACTURA EXPUESTA DE PATELA Referencias bibliográficas 1.- Zalavras CG, Patzakis MJ. Open fractures: evaluation and management. J Am Acad Orthop Surg 2003; 11 (3): 212-9. 2.- Collins DN, Temple SD. Open joint injuries. Classification and treatment. Clin Orthop Relat Res 1989; 243: 48-56. 3.- Patzakis MJ, Dorr LD, Ivler D, et al. The early management of open joint injuries. A prospective study of one hundred and forty patients. J Bone Joint Surg Am 1975; 57 (8): 1065-70. 4.- Saltzman CL, Goulet JA, McClellan RT, et al. 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Fono: 77581481 E-mail: dr.daniel.fodor@ gmail.com JAVIER DELGADO O.*, RODRIGO HAYDAR B.* y DANIEL FODOR O.** ABSTRACT Arthroplasty in previously fused hips: Two cass reports and literature review Objetive: To review the available literature on the topic of arthroplasty in previusly fused hips, case reports of two cases surgically treated. Material and Methods: Cases report and literatura review. Key words: Hip fusion, hip arthroplasty, arthrodesis. RESUMEN Objetivo: Revisar la literatura disponible a la fecha sobre artroplastía en caderas previamente artrodesadas, a propósito de dos casos operados. Material y Método: Reporte de casos clínicos y revisión de literatura. Palabras clave: Artrodesis de cadera, artroplastía de cadera. Introducción Los primeros reportes de cirugías aplicadas a articulaciones con el fin de aliviar el dolor datan de mediados del siglo XVIII, con especial apogeo en el siglo XIX, especialmente del Reino Unido (Henry Park en Liverpool realizaba la extracción total de la articulación), Prusia (Bilguer promovía el salvataje de los miembros de soldados heridos en la guerra antes de la amputación) y Estados Unidos (John Rhea Barton describió una osteotomía intertrocantérica con movilización precoz para producir una pseudoartrosis), Francia (con Ollier desde Lyon y Verneuil desde París realizando artroplastía mediante interposición de partes blandas), Europa Oriental (Chlumsky colocaba material inerte como plástico, zinc, vidrio y cera), hasta llegar a 1891, año en que Temístocles Glück 60 realiza una prótesis de marfil que fija al hueso con tornillos de níquel. La primera descripción de una artrodesis de la cadera fue realizada hace alrededor de un siglo por Heuysner y luego por Albee, inicialmente indicada para manejo de sepsis y trauma, y luego extendiéndose a patología osteoarticular degenerativa. Se han utilizado varias técnicas para este procedimiento, tanto intra como extraarticulares con y sin fijación interna. Además el origen de la anquilosis puede ser espontáneo, tanto en enfermedades inflamatorias como infecciosas. Reporte de casos Mujer, 61 años, con antecedentes poco claros de fractura de cadera a los 12 años de edad, fue sometida a artrodesis con placa cobra a los 28 ARTROPLASTÍA EN ARTRODESIS PREVIAS: REVISIÓN DE LA LITERATURA A PROPÓSITO DE DOS CASOS años de edad, posterior a lo cual se mantiene en controles en policlínico de Traumatología, principalmente por dolor (Figura 1). Se diagnostica no unión de la artrodesis y se realiza artroplastía total no cementada (Figura 2). El tiempo quirúrgico fue de 120 min, la hemoglobina preoperatoria fue de 13,8 g/dL y postoperatoria fue de 9,8 g/dL. No presentó complicaciones. El puntaje D´Aubigne1 preoperatorio fue de 3-4-3, postoperatorio fue de 6-5-5. Segundo caso, paciente de género femenino, 35 años, no se cuentan con antecedentes por artritis séptica en la infancia en ficha clínica con respecto a artrodesis ya que fue realizada en otro centro asistencial (Figura 3). Su motivo de consulta principal es el dolor lumbar (EVA 8/10), de cadera y de rodilla ipsilateral, dismetría de 9 cm, intolerancia a la sedestación prolongada por rigidez y limitación marcada para actividades de la vida diaria. El tiempo quirúrgico fue de 155 min, la hemoglobina preoperatoria fue de 12,5 g/dL y postoperatoria fue de 9,5 g/dL. No presentó complicaciones. El puntaje D´Aubigne preoperatorio fue de 2-2-1, postoperatorio fue de 5-5-5. El resultado a un año de seguimiento es Trendelemburg positivo, flexión 90º, extensión 0º, abducción 15º, aducción 20º, rotaciones limitadas, flexión rodilla 95º, extensión 10º. Dismetría 2,5 cm, con uso de realce; sin dolor lumbar ni gonalgia que presentaba previo a la artroplastía (Figura 4). Ambas pacientes fueron sometidas a pautas de terapia física de rehabilitación de la marcha posterior a la cirugía. Figura 1. Radiografía de pelvis AP en que se observa fractura de una placa cobra por movimiento en no unión ante artrodesis fallida. Además se presenta fémur arqueado. Figura 2. Radiografía de pelvis AP en que se observa artroplastía total de cadera no cementada, con apoyo en zona metafisaria. Figura 3. Radiografía de pelvis AP en que se observa artrodesis de cadera por secuela de artritis séptica de la cadera izquierda con placa cobra. Resultados de la artrodesis Según trabajos contemporáneos2, la artrodesis está indicada en pacientes jóvenes con patología monoarticular severa, con actividades de alta demanda, y nula o mínima enfermedad preexistente en articulaciones vecinas ya mencionadas. La posición óptima es con 20° a 30° 61 J. DELGADO O. et al. Figura 4. Radiografía de pelvis AP en que se observa artroplastía total de cadera no cementada, fijada en zon. de flexión, 5° a 10° de rotación externa, y 5° de aducción, con una dismetría idealmente menor a 2 cm3,4. A pesar de que clásicamente la artrodesis se describía como un procedimiento bien tolerado por décadas, existen varios estudios que demuestran que tanto la artrodesis quirúrgica de cadera como la anquilosis espontánea, altera la biomecánica de las articulaciones adyacentes, especialmente de columna lumbosacra y rodilla, como asimismo de la cadera y rodilla contralateral. Además produce alteraciones importantes en el patrón de marcha normal acortando la fase de apoyo y aumentando la de balanceo en el lado afectado, como asimismo disminuyendo la velocidad de la marcha y acortando la longitud del paso. Además se produce un incremento en la movilidad de la columna lumbar, aumento de la lordosis con tilt pélvico y mayor carga en la rodilla ipsilateral. Esta serie de eventos suelen presentarse como dolor (nuevo o aumento del previo) y empeoramiento de la capacidad funcional5. En series con seguimiento de 25 a 35 años, 61% de los pacientes con artrodesis refieren dolor lumbar, mientras que el dolor de rodilla se presenta en hasta 20% y dolor en cadera contralateral en hasta un 32% de los casos (20% requirió ATC)6,7. La dismetría de extremidades inferiores también es un problema de este procedimiento. 62 Gore8 estudió el patrón de marcha en pacientes sometidos a artrodesis, el cual se presentaba casi sin alteraciones en caso de no existir dismetrías, mientras que Benaroch demostró la mayor incidencia de dolor lumbar en pacientes con dismetrías mayores a 2 cm, por lo que ambos autores promueven el enfrentamiento de la dismetría en forma activa (uso de realce o cirugía de alargamiento)9. Además, la marcha se ve afectada en cuanto a su longitud de paso, su cadencia y su velocidad. También existe evidencia que demuestra un deterioro marcado en muchos de estos pacientes, ya sea en actividades de la vida diaria (como por ejemplo colocarse los calcetines y los zapatos), en el trabajo (la mayoría refiere un descenso en su nivel de actividad según edad fisiológica) y en su vida sexual (hasta un tercio de los pacientes refiere marcadas dificultades en este ámbito de su vida)10. En cuanto a complicaciones precoces de la cirugía se describen tasas muy variables de infección (0 a 18%)11, fractura de fémur (4 a 19%)12, como asimismo pseudoartrosis (sobre 20%) previo a la introducción de la placa en cobra por Schneider en 196613. En cuanto a luxaciones, las tasas van desde un 0 a un 5%14,15, y las tasas de daño neurológico van entre un 0 a un 18%16. Conversión de artrodesis a ATC La realización de una artroplastía total de cadera como conversión de una artrodesis ha demostrado ser una alternativa efectiva en reducir los síntomas antes descritos. Trabajos que han realizado seguimiento a grandes series de pacientes demuestran que 13% a 21% de los pacientes sometidos a artrodesis requieren conversión a ATC durante su vida17. Otra indicación, especialmente si la cadera anquilosada se encuentra en una mala posición, es permitir una artroplastía de rodilla en el mismo lado. Este procedimiento es técnicamente desafiante y cada vez más escaso, por lo que su realización es resorte de cirujanos de cadera con experiencia en casos difíciles. En cuanto a la técnica de la ATC propiamente tal, el cirujano deberá: a) identificar y preservar los músculos abductores; b) identificar el centro rotacional del acetábulo; c) realizar un fresado ARTROPLASTÍA EN ARTRODESIS PREVIAS: REVISIÓN DE LA LITERATURA A PROPÓSITO DE DOS CASOS concéntrico en el lecho acetabular para lograr una adecuada medialización y medición de dicho componente; d) evitar la posición cefálica del cotilo; e) optimizar la simetría del largo de las extremidades y; f) restaurar el offset femoral para evitar el pellizcamiento y la inestabilidad. Evaluación clínica preoperatoria Es de vital importancia en la cirugía de conversión de artrodesis a ATC. Debe incluir la etiología de la anquilosis y conocer el diagnóstico inicial que motivó la realización de la artrodesis. En la medida de lo posible, se debe revisar el protocolo de las intervenciones a que ha sido sometida esa cadera y deben evaluarse dirigidamente signos de infección clínicos y de laboratorio. Además es importante determinar el tiempo de evolución y la edad del paciente al operarse o al diagnosticarse la anquilosis de cadera. Si los antecedentes infecciosos son poco claros, se sugiere complementar con cintigrama. Clínicamente se debe evaluar la posición de la cadera fusionada y en las articulaciones adyacentes se debe evaluar el grado de daño que pudiesen tener y que no fuera subsidiario de mejoría con una ATC. Se debe además evaluar el estado de los músculos abductores mediante clínica e imágenes (TC), la EMG y la biopsia no han demostrado ser útiles para evaluar el estado preoperatorio ni para predecir el resultado postoperatorio (en la revisión de Schäfer hasta un tercio de pacientes con EMG normal presentaban cojera preoperatoria)18. Asimismo, se debe evaluar integridad de los elementos neurovasculares, específicamente se debe examinar y registrar en la ficha el estado del nervio femoral y ciático. Las imágenes incluyen radiografías estándar de pelvis y cadera, las cuales deben permitir evaluar la ubicación de OTS previa de manera que se pueda solicitar el material necesario para retirarlo. Las proyecciones de Judet permiten delinear de mejor manera las columnas anterior y posterior del acetábulo y obtener puntos de referencia en una anatomía de por sí alterada. La TC provee información adicional sobre la localización de los nervios femoral y ciático, de material de OTS que no se haya visto en las radiografías y además de la masa de fusión y su relación con estructuras neurovasculares. Se recomienda la evaluación con imágenes de las articulaciones adyacentes. Técnica quirúrgica Se recomienda utilizar una mesa radiolúcida, ya que permitirá ubicar de mejor manera los componentes de la artrodesis que se deben retirar, evaluar la simetría de longitud de extremidades y la colocación de los implantes de la ATC, como asimismo evaluar la posible eventualidad de una fractura durante el procedimiento. El abordaje utilizado es variable, muchos autores preconizan la osteotomía trocantérica, Hardinge la describe en posición supina, mientras que otros autores recomiendan el abordaje lateral directo19,20. De realizarse la osteotomía trocantérica, se debe pensar en mantener un fragmento óseo grande y una superficie de sujeción acorde, que permita la fijación, la cual se puede realizar con alambres (tanto en ATC cementadas o no) o con un implante tipo “garra trocantérica” más cables. Kim en su serie describe el abordaje posterolateral, el cual reduciría las complicaciones derivadas de la osteotomía trocantérica, especialmente en casos con severa dismetría21. Si durante la cirugía se comprueba que no existe la posibilidad de una reducción estable del fragmento trocantérico, se debe considerar el acortamiento del fémur. De no existir trocánter se pueden suturar los glúteos medio y menor al fémur, aunque también se describe en estos casos la inmovilización de la cadera en abducción22. El abordaje además debe permitir el retiro del material de osteosíntesis utilizado en la artrodesis inicial, como también debe permitir la adecuada visualización de la musculatura abductora. Para determinar el nivel de la osteotomía cervical del fémur suele utilizarse la unión entre cuello femoral y el hueso ilíaco. Ya que se trata de una anatomía distorsionada, difícilmente se ubique la lágrima de Kohler, por lo que para determinar los bordes del acetábulo suelen utilizarse la escotadura ciática, el borde acetabular anterior y el agujero obturador como referencia del borde inferior del acetábulo. Otra referencia es el ligamento transverso, que puede estar presente en algunos pacientes con anquilosis espontánea. El uso de rayos X en el intraope63 J. DELGADO O. et al. ratorio ayuda para determinar la orientación, profundidad y dirección del fresado. La elección del cotilo y de su fijación suelen depender de la calidad del hueso del acetábulo. En aquellos pacientes con anquilosis espontánea, el lecho óseo acetabular suele ser suficiente en cantidad y de buena calidad. En cambio en pacientes con anquilosis quirúrgica pueden necesitarse otros métodos como la cementación del componente acetabular, cotilos con recubrimiento de hidroxiapatita o materiales nuevos como metal con mayor porosidad, sin que exista mayor evidencia que respalde su uso en ATC post artrodesis. Se recomienda el uso de fijación con tornillos para mejorar la estabilidad del componente acetabular. Para enfrentar problemas relacionados con la inestabilidad, parecen útiles aquellos cotilos con diseño que permiten cabezas femorales de mayor tamaño o componentes constreñidos. Determinar la dirección de la fijación resulta relevante al momento de colocar el cotilo, ya que en aquellos pacientes con aducción y flexión fijas existe un tilt pelviano hacia anterior, lo que podría potencialmente hacernos colocar el cotilo con anteversión insuficiente, mientras que una abducción y flexión fija podrían resultar en un cotilo inserto con anteversión excesiva. Debido a todos estos reparos se recomienda la visualización fluoroscópica al momento de realizar el fresado del acetábulo. Luego se debe liberar cuidadosamente el fémur para su preparación, incluso requiriendo tenotomía del iliopsoas. Se prepara el fémur según la técnica habitual del cirujano tratante, teniendo en consideración la eventualidad de una osteotomía correctora, evaluada en el preoperatorio. Se recomienda localizar el nervio ciático para protegerlo y para evaluar su movilidad postreducción, con la rodilla en extensión. Este paso resulta clave en aquellos casos que requieren alargamiento de la extremidad. El componente femoral elegido debe restaurar el brazo de palanca nativo, lo que permitirá disminuir el pellizcamiento y mejorar la biomecánica de la musculatura abductora. En general los vástagos estándar son adecuados, pero si existiese alguna alteración del fémur proximal, se debe considerar el uso de vástagos modulares (con fijación proximal o distal). 64 Resultados Alivio del dolor Reportado tanto en articulaciones vecinas (rodilla ipsilateral y cadera contralateral) como en columna lumbosacra, dato que se presentó dentro de los primeros reportes de ATC posterior a artrodesis, como los trabajos de Amstutz y Lubahn, con tasas de remisión del dolor de entre 80 y 90%. Trabajos más recientes como el de Hamadouche y el de Kim, reportaron tasas de mejoría entre un 22% (para dolor de rodilla) a 49-81% (en cuanto a dolor lumbar), e incluso casos de empeoramiento, que requirieron cirugía de reemplazo articular de rodilla o instrumentación posterior de columna lumbar. Marcha La mejoría de la marcha resulta mucho menos predecible que el alivio del dolor post ATC. El Trendelemburg persistente se ha asociado a cirugías con restauración insuficiente del offset femoral y del brazo de palanca de los abductores. Lubahn, reportó en su serie de 18 pacientes que 8 requirieron algún tipo de soporte para la marcha (7 usaban bastón y uno andador). Hamadouche en su serie de 45 pacientes presenta resultados muy similares: con un seguimiento promedio de 8,5 años, 22 requirieron bastón en forma ocasional o permanente para desplazarse. El rol de los abductores ha sido probado en varios trabajos: Kilgus encontró que la función de la musculatura abductora, depende de su estado preoperatorio y del adecuado diseño y posición del implante para recuperar las cualidades biomecánicas de la cadera. Benedetti demostró, mediante análisis de la marcha, que la activación fásica del glúteo medio es recuperable post ATC, además de encontrar reducción en la compensación pélvica en los planos coronal y sagital. Medición de resultados funcionales Hamadouche reportó, mediante el uso de la escala de Merle d´Aubigne, mejorías significativas, reportadas como excelentes (27%), muy buenas (44%) y buenas (20%), logrando subir esta escala de un 11,3 puntos preoperatorio a 16,5 postoperatorio. Los resultados fueron ca- ARTROPLASTÍA EN ARTRODESIS PREVIAS: REVISIÓN DE LA LITERATURA A PROPÓSITO DE DOS CASOS lificados de moderados o malos en un 8% del total (4 casos). En el trabajo de Schäfer, el mayor beneficio reportado por los pacientes fue la recuperación de la capacidad de sentarse, con un 100% de ellos opinando que “se volverían a operar”, lo cual es concordante con el trabajo de Rittmeister, en el cual el puntaje promedio según el Harris hip score mejoró de 55 puntos preoperatorio a 87 puntos postoperatorio, con un seguimiento de 45 meses. Vale la pena mencionar que la mejoría de estos puntajes fue menor cuando se comparó con pacientes sometidos a ATC por coxartrosis. Los resultados clínicos aparecen influidos por la edad en que se realizó la artrodesis. Reikeras, documentó una correlación positiva entre mayor edad al momento de la artrodesis y mejor outcome post ATC. Joshi, por su parte, demostró puntajes funcionales más altos en pacientes > 15 años al momento de la artrodesis y también en pacientes con anquilosis espontánea versus quirúrgica, sin encontrar relación entre indicaciones de la ATC y resultados. Duración del implante Los factores de riesgo más ampliamente identificados para predecir falla del implante han sido ATC realizada antes de los 50 años y artrodesis quirúrgica. En una de las primeras series antes mencionadas, Strathy demostró solamente 1 falla en 20 pacientes con anquilosis espontánea sometidos a ATC versus 20 fallas en 60 pacientes con anquilosis quirúrgica, con un seguimiento promedio de 10 años. Este dato resulta especialmente dramático en pacientes sometidos a múltiples cirugías previas. Las causas de las fallas reportadas por este autor fueron aflojamiento aséptico (11 casos), infección (8 casos) e inestabilidad (1 caso). También refieren una mayor tasa de fallo en pacientes < 50 años, sin encontrar relación entre fallo y tiempo de evolución de la artrodesis como tampoco de su etiología o indicación. Peterson, en su serie, reportó sobrevida del implante de 86% a 5 años y 75% a 10 años. Los factores de riesgos por ellos identificados fueron artrodesis quirúrgica, edad < 50 años al momento de realizarla y > 30 años de duración de la artrodesis. La antes mencionada serie de Joshi, describe la correlación entre la duración de la ATC y la edad de la artrodesis: la probabilidad de sobrevida del componente acetabular a 10 años fue mayor en pacientes sometidos a cirugía antes de los 15 años de edad (100%) versus aquellos que fueron operados a edades más tardías (93%, con p = 0,024), con un 26% del total de pacientes requiriendo cirugía de revisión durante el seguimiento de 26 años. El grupo estudiado por Kim incluyó un número de pacientes casi igual con ATC cementada y no cementadas, sin encontrar diferencia significativa entre ambos en cuanto a necesidad de revisión: 17% en el grupo cementado y 18% en el grupo no cementado, con un desgaste promedio de 0,24 mm al año para el grupo cementado y 0,32 mm al año para el grupo no cementado. La incidencia de osteolisis (pélvica y femoral) en el grupo de ATC cementada, fue de 52% versus un 58% en el grupo de no cementadas. La tasa de revisión de la ATC para cada tipo de anquilosis también resultó ser similar: 16% para el grupo de artrodesis quirúrgica y 18% para el grupo de anquilosis espontánea. En la serie de Richards y cols, existe un 17% de aflojamiento aséptico del componente acetabular, con una tasa de sobrevida a 10 años del 74,2%. Complicaciones La serie de Schäfer y cols, reporta complicaciones en 40% de los casos: 2 parálisis de nervio, dos infecciones y dos aflojamientos asépticos. A éstos hay que agregar 7 pacientes con osificación heterotópica. Hamadouche por su parte, describe una incidencia de 11% de complicaciones: dos casos de TVP, un caso de hematoma de la herida, una parálisis de nervio peroneo común y una infección. En la serie de Kim et al, aparecen 5 complicaciones intraoperatorias (una lesión pélvica, una fractura del trocánter mayor, una falsa vía femoral y dos fracturas de calcar) y 12 postoperatorias (una no unión de la osteotomía trocantérica, cuatro infecciones, cuatro luxaciones y tres parálisis nerviosas), mientras que el trabajo de Joshi presenta un 12% de complicaciones (tres dehiscencias de herida operatoria, 5 luxaciones, y 15 parálisis nerviosas), además de 28 casos de osificación heterotópica. La serie de Richards 65 J. DELGADO O. et al. Tabla 1. Resumen de resultados de trabajos analizados Trabajo n pctes (caderas) Anquilosis Qx Anquilosis Tiempo espontánea promedio entre AD y ATC Joshi 187 (208) 166: 66 TBC, 34 OA, 21 AS, 16 DDC, 16 Lx-Fx 7 Desllo 48: 48 EA 41 a en < 15 a, 24 a en > 15 a (p < 0,0001) 52 a (sin difePérdida de function, rencia entre < y mala posición de la > 15 a) cadera fusionada, dolor lumbar, de rodilla y/o de cadera Hamadouche 45 (45) 20 26 TBC, 9 DDC, 5 AS, 3 OA 2 Desllo 25 35,7 a 55.8a 48%: Dolor lumbar, 16%: Dolor de rodilla, 36%: Ambos Peterson 30 (30) 25 5 33 a 52.5a Dolor lumbar, dolor de rodilla o ambos (no existen datos separados) Schäfer 15 (15) 15: 4 Lx-Fx, 6 Coxitis, 3 DDC, 2 OA 30,9 a Edad promedio de ATC Indicación de ATC 67%: Dolor lumbar, 13%: Dolor de rodilla, 20%: Dolor de cadera TBC: artritis TBC (66); OA: osteoartrosis (34); AS: artritis séptica (21); DDC: Displasia del desarrollo de la cadera (16); Lx-Fx: Luxación-Fractura (16); Desllo: Epifisiolisis, Leg-Calvé-Perthes y ARJ. EA: Espondilitis anquilosante. presentó una tasa más alta de complicaciones: 29%, (5 infecciones, 4 luxaciones, y un TEP no fatal). Conclusiones Los resultados publicados en la literatura con respecto a la conversión de artrodesis a ATC son variables, siendo en general el resultado del procedimiento de conversión de artrodesis a ATC favorable a los pacientes, sin embargo, creemos válido extraer algunas conclusiones que se repiten en las series estudiadas (Tabla 1). El estudio preoperatorio de cada caso es fundamental para definir el pronóstico de la cirugía, tomando en consideración la etiología de la artrodesis (espontánea o quirúrgica), la edad en que se realizó la artrodesis y el tiempo de evolución entre la artrodesis y la ATC. Debe instruirse al paciente sobre el resultado esperado, siendo 66 más predecible la mejora en lo que respecta al alivio del dolor en articulaciones adyacentes por sobre la marcha, requiriendo terapia de rehabilitación por un tiempo más prolongado que el habitual para ATC, como también sobre la eventual necesidad de cojera persistente y uso de órtesis. Además se debe tomar en cuenta la edad del paciente y la sobrevida general del implante en estos casos. La tasa de complicaciones debe ser conocida por el cirujano e informada al paciente, sobre todo en lo que respecta a lesiones que pueden subestimarse en vista del alivio del dolor, como también se debe advertir que las articulaciones adyacentes pueden requerir a su vez cirugía. Debido a la complejidad de la técnica quirúrgica es recomendable que esta conversión se realice en centros con una experiencia y un volumen quirúrgico adecuado en caderas difíciles. ARTROPLASTÍA EN ARTRODESIS PREVIAS: REVISIÓN DE LA LITERATURA A PROPÓSITO DE DOS CASOS Referencias bibliográficas 1.- d’Aubigné RM, Postel M. Résultats de l’arthroplastie dans les coxarthries et subluxations de la hanche avec un recul de quatre ans. Mém. de l’Acad Chir 1953; 79: 460-8. 2.- Beaulé PE, Matta JM, Mast JW. Hip arthrodesis: Current indications and techniques. J Am Acad Orthop Surg 2002; 10 (4): 249-58. 3.- Karol LA, Halliday SE, Gourineni P: Gait and function after intra-articular arthrodesis of the hip in adolescents. J Bone Joint Surg Am 2000; 82: 561-9. 4.- Matta JM, Siebenrock KA, Gautier E, Mehne D, Ganz R. Hip fusion through an anterior approach with the use of a ventral plate. Clin Orthop 1997; 337: 129-39. 5.- Sponseller PD, McBeath AA, Perpich M. Hip arthrodesis in young patients: A long-term follow-up study. J Bone Joint Surg Am 1984; 66: 853-9. 6.- Callaghan JJ, Brand RA, Pedersen DR. Hip arthrodesis. A long-term follow-up. 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Teléfono: 622038281 E-mail: egared75@hotmail. com ABSTRACT Epidermal nevus syndrome and Looser-Milkman´s pseudofractures: case report Epidermal nevus Syndrome, also known as Solomon´s syndrome, is a rare disease characterized by skin and musculoskeletal anomalies with several bone deformities such as fibrous dysplasia and Looser-Milkman´s pseudofractures. Key words: Epidermal nevus syndrome, fibrous dysplasia. RESUMEN El síndrome de Nevus Epidérmicos (Síndrome de Solomon) es una rara entidad que se caracteriza por la asociación de manifestaciones cutáneas y músculoesqueléticas, con importantes deformidades óseas, fundamentalmente en forma de displasia fibrosa y pseudofracturas de Looser-Milkman. Palabras clave: Síndrome Nevus Epidérmicos, displasia fibrosa. Caso clínico Presentamos el caso de una paciente mujer de 32 años, con antecedentes patológicos de neumotórax espontáneos y catameniales a repetición, carcinoma de células transicionales tratado con nefroureterectomía derecha y resección transuretral, nevus cutáneos dispersos, crisis focales somatosensoriales secundarias a un cavernoma temporal izquierdo y presencia de un quiste aracnoideo temporal izquierdo. La paciente acude al servicio de urgencias tras caída casual, presentando dolor en tobillo izquierdo solicitando radiografía simple de tórax (según protocolo de Urgencias como estudio preoperatorio ante sospecha de fractura), 68 miembros inferiores y tobillo y pie izquierdos. En dichas radiografías (Figura 1) se identifica osteopenia difusa parcheada con zonas de esclerosis focal y marcada deformidad de fémur, tibia, peroné y arcos costales. De igual modo se observan formaciones expansivas en las corticales diafisarias proximal y distal de tibia, compatible con defecto cortical fibroso, engrosamiento y deformidad de las corticales diafisarias de tibia y fémur con líneas radiolúcidas en su espesor compatible con pseudofracturas de Looser-Milkman, una de ellas situadas en la región anatómica del tobillo, motivo que justificaba la clínica de la paciente. Ante dichos hallazgos se completa estudio con radiografía de columna dorsolumbar y SÍNDROME DE NEVUS EPIDÉRMICOS Y PSEUDOFRACTURAS DE LOOSER MILKMAN pelvis, observando la presencia de una severa escoliosis dorsolumbar, e hipoplasia de hemipelvis y cadera izquierdas. Los hallazgos clínico radiológicos nos llevaron a sospechar un Síndrome de Nevus Epidérmicos y tras tratamiento sintomático de la paciente, fue derivada a las consultas de Traumatología para seguimiento. Discusión El Síndrome de Nevus Epidérmicos (o síndrome de Solomon) es una entidad muy poco frecuente, de causa genética, pudiendo tener manifestaciones más precoces o tardías en la vida; en la mayoría de los casos se debe a una mutación postcigota, por lo que el sujeto es mosaico para esta alteración, dependiendo de la expresión clínica del mosaico que presente. La incidencia global del síndrome (resulta difícil, a veces, encuadrar las manifestaciones en uno de los distintos subtipos) es de 1-3 por cada 10.000 nacidos vivos, afectando a hombres y mujeres por igual. Descrito por primera vez en 19681, como “Síndrome de Schimmelpenning-Feuerstein -Mims”, fue Solomon (1975) quien propuso el término “Epidermal Nevus Syndrome” (Síndrome de Nevus Epidérmicos), término equivalente al de Síndrome de Solomon, menos utilizado2. Inicialmente se consideraba una enfermedad aislada, pero hoy en día se concibe como un grupo heterogéneo de enfermedades con distintos perfiles genéticos de mutación y con un fenotipo cutáneo común que es la presencia de hamartomas y nevus epidérmicos. El Síndrome de Nevus epidérmicos o Síndrome de Solomon, puede presentar variantes del mismo, como son el Síndrome Proteus, Síndrome de CHILD, Síndrome de Nevus de Becker, Síndrome de nevus comedónicos, Facomatosis pigmento-queratósica, Síndrome del pelo de angora o la Enfermedad de Cowen Tipo Figura 1. a: Radiografía anteroposterior de pierna donde se identifican defectos corticales fibrosos en el tercio proximal y distal de la diáfisis tibial, con marcada deformidad en valgo y pseudofracturas de Looser-Milkmann. b: Severa escoliosis dorsolumbar de convexidad derecha grado IV. c: Ampliación del defecto cortical fibroso en tibia distal con línea de Looser. d: Defecto cortical fibroso en primer metatarsiano. e: Marcada displasia de hemipelvis izquierda con hipoplasia de ilíaco y fémur homolaterales. En tercio proximal de la diáfisis femoral se observa otra línea de Looser. 69 E. GARCÉS R. et al. Tabla 1. Principales manifestaciones sistémicas descritas en el Síndrome de nevus epidérmicos Alteraciones sistema nervioso central Epilepsia, retraso mental, hemi-tetra paresia, hipo-hipertonía, parálisis de pares craneales, ceguera cortical, sordera, macro o microcefalia, ventriculomegalia, hemimegalencefalia, malformaciones vasculares cerebrales, atrofia cortical, infartos cerebrales, alteraciones en los giros, alteraciones de la fosa posterior, hidrocefalia, calcificaciones intracraneales, lipomas, neoplasias, agenesia del cuerpo calloso, quistes de porencefalia Alteraciones esqueléticas Cambios óseos primarios: Formación incompleta de estructuras óseas como tobillo, pie, falanges, vértebras, hipoplasia de huesos pélvicos y huesos largos, quistes óseos Cambios óseos secundarios: Hemihipertrofia o hemihipotrofia de extremidades, cifoescoliosis, asimetría craneal, talla corta, macrodactilia, fracturas espontáneas y raquitismo refractario a vitamina D Alteraciones musculares-tejidos blandos: Hipoplasia muscular, lipoatrofia, lipomas, hamartomas Alteraciones oculares Coloboma, opacidades corneales, cataratas, ectropión, entropión, alteraciones de la retina (degeneración, desprendimiento), macroftalmia, alteraciones del crecimiento conjuntival, ptosis, estrabismo Asociación de neoplasias Tumor de Wilms, tumores de células transicionales de vejiga y vía urinaria, teratoma intratorácico, carcinoma de células escamosas, adenocarcinomas, neoplasias de glándulas salivales, esófago y estómago, ameloblastoma, astrocitoma, ganglioneuroblastoma 2. Todos ellos se diferencian entre sí por discretos matices y un perfil genético determinado. El síndrome de Solomon fue la primera de estas entidades descritas. Se caracteriza por la presencia de crecimientos verrugosos en el cuero cabelludo, cara y cuello, así como la presencia de nevus pigmentarios y nevus azules en el cuello y extremidades superiores e inferiores. Dichas lesiones cutáneas se asocian a alteraciones de otros órganos, generalmente del sistema nervioso central, esqueleto, sistema cardiovascular, alteraciones genitourinarias3 y oculares (Tabla 1). Dentro de las anomalías óseas las más frecuentes son las deformidades óseas congénitas, la mayoría de ellas en forma de displasia fibrosa, afectando a facies y cráneo hasta en un tercio de los casos. Basta con una radiografía simple de la zona afectada para su sospecha, pudiendo identificar ensanchamiento e irregularidad en las fisis, osteopenia, áreas líticas mal definidas, insuflación ósea con irregularidad cortical, pérdida de la diferenciación córtico-medular y las pseudofracturas de Looser´s Milkman. 70 Dichas pseudofracturas no son exclusivas de este síndrome. De hecho, su asociación más habitual es con el raquitismo (primera entidad diagnóstica a considerar ante su hallazgo). En el síndrome de Solomon se cree que son debidas a la presencia de un raquitismo adquirido, secundario a un déficit de vitamina D refractario al tratamiento con suplementos. En referencia a las manifestaciones sistémicas4, de forma tardía pueden desarrollar epilepsia, contracturas musculares, quistes dermoides en la córnea y aumento del sistema ventricular, entre otras. En los datos de laboratorio encontraremos fosfaturia con aumento de la fosfatasa alcalina, disminución del fosfato inorgánico y calcio normal o disminuido5. Dichos datos, junto con la exploración clínica y radiológica, establecen el diagnóstico de esta entidad. Aunque el Síndrome de Nevus Epidérmicos es una rara entidad, es relativamente sencillo su diagnóstico ante unos hallazgos tan característicos y debemos tenerlo en cuenta para su correcta detección. SÍNDROME DE NEVUS EPIDÉRMICOS Y PSEUDOFRACTURAS DE LOOSER MILKMAN Referencias bibliográficas 1.- Heike CL, Cunningham ML, Steiner RD, Wenkert D, Hornung RL, Gruss JS. Skeletal Changes in Epidermal Nevus Syndrome: Does Focal Bone Disease Harbor Clues Concerning Pathogenesis. Am J Med Genet A 2005; 139A (2): 67-77. 2.- Stavrianeas NG, Kakepis ME. Epydermal nevus syndrome. Orphanet encyclopedia 2004. 3.- García de Jalón A, Azua J, Trivez MA, Pascual D, Blas M, Rioja LA. Epidermal Naevus Syndrome (Solomon’s Syndrome) Associated with Bladder Cancer in a 20-Year-Old Female. Scand J Urol Nephrol 2004; 38: 85-7. 4.- Sugarman JL. Epidermal Nevus Syndromes. Semin Cutan Med Surg 2007; 26: 221-30. 5.- Solomon LM, Esterly NB. Epidermal Nevus Syndrome. Mod Probl Paediatr 1975; 17: 27-30. 71 Rev Chilena Ortop y Traum 2013; 54: 72-81 Diagnóstico y tratamiento de las lesiones agudas de los tendones extensores de la mano JOSÉ LUIS CIFRAS V.*,**,***, CRISTÓBAL RAVEST I.**, DALIA LÓPEZ W.** y FELIPE SERRANO A.*,** *Traumatólogo Clínica Dávila. **Traumatólogos Hospital Clínico Mutual de Seguridad. ***Profesor Instructor Universidad de Chile. Conflicto de intereses: Los autores del presente trabajo no refieren ningún conflicto de interés con alguna entidad pública o privada. Recibido: 24/5/2013 Aceptado: 9/7/2013 Correspondencia a: Dr. José Luis Cifras V. [email protected] ABSTRACT Diagnosis and treatment of acute injuries of the extensor tendones of the hand The extensor tendons of the hand´s fingers are cause of several injuries treated frequnetly in the Emergency Room, however the higth frecuency of these injuries is dificult to make a good diagnostic and a correct treatment due the complexity of the anatomy and the little knowedge of the biomechanics of the dorsal extensor apparatus. In this up to date the anatomy is reviewed, biomechanical, diagnostic and several clasificaciones for the treatment of these injuries. Key words: Extensor tendons, hand. RESUMEN Los tendones extensores de los dedos de la mano son causa de diversas lesiones que se tratan, la mayoría de las veces, en los Servicios de Urgencia. A pesar de su alta frecuencia, cuesta hacer un acertado diagnóstico y por consecuencia un correcto tratamiento debido a lo complejo de su anatomía y el poco conocimiento de la biomecánica de este aparato dorsal extensor. En esta actualización se presenta la anatomía, biomecánica, el diagnóstico y algunas clasificaciones que orientan para el tratamiento de estas lesiones. Palabras clave: Tendones extensores, mano. Introducción La lesión de los tendones extensores de la mano es una patología muy frecuente de ver en los servicios de urgencia. Su incidencia es mucho mayor que la lesión de los tendones flexores, sin embargo, es considerada una patología de menor importancia y muchas veces su resolución se realiza en el mismo box de urgencia, sin tener en cuenta que su tratamiento es difícil debido a la complejidad de la anatomía 72 y a la menor capacidad de deslizamiento de estos tendones, lo que influye en la posibilidad de cicatrizar con acortamientos que implican un mal resultado funcional1. Anatomía del aparato extensor de los dedos El aparato extensor de los dedos trifalángicos se compone de los siguientes músculos: Músculos extrínsecos: Extensor común de los dedos, extensor propio del índice y meñique. DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO DE LAS LESIONES AGUDAS DE LOS TENDONES EXTENSORES DE LA MANO Músculos intrínsecos: Interóseos dorsales y palmares y los lumbricales. Estos músculos terminan en las falanges a través de tendones que se detallan a continuación: A nivel de los metacarpianos, por la parte más dorsal, discurre el tendón del extensor común de los dedos (en los dedos índice y meñique corren junto al extensor propio del índice y el meñique), que a nivel del tercio medio de F1 origina la Bandeleta central, la que antes de insertarse en la base dorsal de la F2 recibe expansiones de los tendones de los músculos intrínsecos. Por otro lado, las Bandeletas laterales, se unen a los tendones de los músculos intrínsecos y dan origen al Tendón conjunto que termina insertándose en la base de F3 como Tendón terminal2 (Figura 1). Biomecánica Debido a que el tendón del extensor común, la bandeleta central y las bandeletas laterales en su inserción dorsal en la F2, junto al tendón terminal en su inserción en la base dorsal de F3, están siempre dorsal al plano de movimiento de las articulaciones MCF, IFP e IFD, es que en todo momento realizan extensión de estas articulaciones. En cambio los tendones de los músculos intrínsecos pasan palmar al plano de movimien- to de la MCF y luego se juntan a la bandeleta central y a las bandeletas laterales, insertándose dorsal al plano de movimiento de la IFP y de la IFD. Esto explica que su acción sea de flexión de la MCF y extensión de la IFP e IFD. Al tener la muñeca y la MCF extendidas, el tendón extensor común prácticamente no tiene efecto sobre la IFP y la IFD, debido a que este músculo se encuentra acortado con poca capacidad de retraerse más. Al mismo tiempo los tendones de los intrínsecos se encuentran con una longitud adecuada para realizar su función de extender la IFP y la IFD. Si mantenemos la muñeca y la MCF flectadas, el tendón extensor común a través de la bandeleta central, las bandeletas laterales y el tendón terminal, producen extensión de la IFP e IFD debido a que este músculo se encuentra con una longitud adecuada para realizar su función de extensión de estas articulaciones. Al mismo tiempo los tendones de los intrínsecos se encuentran acortados con poca capacidad de retraerse más, por lo que prácticamente no tienen efecto sobre la IFP y la IFD. Por lo tanto, para evaluar en forma más aislada la función del extensor común en los dedos, es necesario flectar la muñeca y la MCF y pedirle al paciente que extienda la IFP y la IFD. Al mismo tiempo, para evaluar en forma más aislada la función de los intrínsecos en los dedos, debemos extender la muñeca y la MCF y pedirle al paciente que extienda la IFP y la IFD4. Figura 1. Anatomía del aparato extensor de los dedos3. 73 J. L. CIFRAS V. et al. Clasificación de las lesiones de los tendones extensores Las lesiones agudas de los tendones extensores se pueden dividir según el compromiso de la cobertura cutánea en: a) Lesiones abiertas: Heridas de todo tipo. b) Lesiones cerradas. Estas lesiones se pueden clasificar según la zona topográfica en donde se produzcan, según las zonas de Kleinert y Verdan5. Clasificación de Kleinert y Verdan Zonas impares: articulaciones. Zonas pares: diáfisis. Zona I: IFD. Zona II: F2. Zona III: IFP. Zona IV: F1. Zona V: MCF. Zona VI: MTC. Zona VII: Carpo (retináculo extensor). Zona VIII: Antebrazo distal (Figura 2). Lesión Zona I (IFD) La lesión del aparato extensor en la Zona I se le denomina “Dedo en martillo” y se produce por un traumatismo axial sobre la F3 o una herida sobre la IFD. Se presenta clínicamente con dolor, punta de la falange en semiflexión e impotencia funcional. Al examen físico tenemos dolor a la palpación de la IFD e imposibilidad de extender la F3. La Radiografía del dedo es normal, sin presentar fractura, sólo podemos ver semiflexión de la IFD (Figura 3). Doyle clasificó el Dedo en martillo en 4 tipos6 (Tabla 1). a) Lesiones cerradas La patología más común de esta zona es la lesión cerrada del tendón terminal del aparato extensor que se conoce como Mallet Finger, su tratamiento es la inmovilización por 6-8 semanas con hiperextensión de la IFD permitiendo movilidad de la IFP. La inmovilización puede ser con una férula digital en SKY de aluminio o una férula de STACK de termoplástico (Figura 4). 74 Figura 2. Zonas de Kleinert y Verdan. Tabla 1 Tipo I Trauma cerrado con lesión tendinosa, con o sin fx avulsiva Tipo II Trauma abierto con lesión tendinosa Tipo III Abrasión profunda con pérdida de piel, celular subcutáneo y tendón Tipo IV A: Epifisiolisis niño B: Lesión hiperflexión con Fx superficie articular 20-50% C: Lesión hiperextension - más 50% superficie articular y subluxación volar F3 Figura 3. Lesión tendón terminal Zona I. DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO DE LAS LESIONES AGUDAS DE LOS TENDONES EXTENSORES DE LA MANO Figura 4. Mallet Finger. b) Lesiones abiertas La lesión abierta de la Zona I es de difícil tratamiento debido a que hay poco tendón distal que dificulta la tenorrafia, por lo que se puede realizar una tenodermodesis o un pull-out. Se debe dejar inmovilizada la IFD en extensión por 6 semanas más 2 semanas de férula nocturna7 (Figura 5). Figura 5. Lesión abierta tendón extensor Zona I. Lesión Zona II (Diáfisis de F2): a) Lesiones cerradas Son indistinguibles de las lesiones de la Zona I y se tratan de la misma forma. b) Lesiones abiertas Si la lesión es menor al 50% del ancho del tendón, su tratamiento es conservador con inmovilización de la F2 por 10 días. Si la lesión es mayor del 50% del ancho del tendón, su tratamiento es quirúrgico. Doyle, recomienda la sutura continua cruzada por ser muy plano el tendón a este nivel. El postoperatorio se inmoviliza por 6 semanas seguido de 2 semanas de férula nocturna6 (Figura 6). Lesión Zona III (IFP) Es la lesión de la bandeleta central en su inserción en la base dorsal de la F2. Es la lesión más difícil de tratar, existiendo varios tipos de tratamiento tanto conservador como quirúrgico. Figura 6. Sutura continua tendón extensor Zona II. La lesión de la bandeleta central produce la “Deformidad en Boutoniere” del dedo, debido a la subluxación dorsal de la cabeza de la F2, que al no tener la acción de la bandeleta central hace que el tendón del Flexor superficial flecte la IFP y las bandeletas laterales traccionen la IFD provocando su hiperextensión (Figura 7). 75 J. L. CIFRAS V. et al. Figura 7. Deformidad en Boutoniere. a) Lesiones cerradas El trauma inicial no produce la deformidad en boutoniere en forma inmediata sino que demora alrededor de 10 días en aparecer la deformidad, por lo tanto, se debe tener un alto índice de sospecha clínica. Como el diagnóstico es difícil, la sospecha clínica se da en un paciente que recibió un trauma sobre el dedo y presenta falta de extensión o pérdida de extensión de la IFP. Para comprobar nuestra sospecha se puede realizar el “Test de Carducci”, que consiste en flexionar la muñeca y la MCF, fijando la F1 y se le pide al paciente que extienda la IFP, si hay un déficit de extensión de 15° a 20° es porque hay una lesión de la bandeleta central del aparato extensor8 (Figura 8). El tratamiento de las lesiones agudas cerradas es conservador con una inmovilización en extensión de la IFP, dejando libre la IFD y la MCF por 6 semanas continuas y luego 6 semanas con férula nocturna9. Otros autores recomiendan la movilización precoz con arco corto de movilidad frente a la inmovilización clásica10. Se considera un resultado satisfactorio una flexión completa aunque quede un déficit de extensión de 20°. b) Lesiones abiertas 1. Sin pérdida de sustancia tendinosa: En caso de tener tejido se deben suturar las bandeletas laterales, y reinsertar la bandeleta central en la base dorsal de la F2 con anclas óseas, seguido de una férula de inmovilización de la IFP dejando libre la MCF y la IFD por 6 semanas, para luego pasar a férula nocturna11 (Figura 9). 2. Con pérdida de sustancia tendinosa: Si no hay tejido tendinoso se pueden realizar 76 Figura 8. Test de Carducci. Figura 9. Sutura bandeletas laterales y reinserción bandeleta central. plastías tendinosas, siendo las más usadas la Plastía de Snow y la Plastía de Aiche. a) Plastía de Snow: consiste en tomar una tira proximal de la bandeleta central, girarla sobre si misma 180° y así cubrir el defecto dejado en la bandeleta central12 (Figura 10). b) Plastía de Aiche: en esta técnica se sustituye la bandeleta central por dos colgajos tomados de las bandeletas laterales y se suturan entre si en la línea media13 (Figura 11). DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO DE LAS LESIONES AGUDAS DE LOS TENDONES EXTENSORES DE LA MANO Figura 10. Plastía de Snow. Lesión Zona IV (Diáfisis de F1) La mayoría de las lesiones a este nivel son parciales. Si la lesión es menor al 50% del ancho del tendón a ese nivel, el tratamiento es conservador. Si la lesión es mayor del 50% del ancho del tendón, se realizará un tratamiento quirúrgico. Dado que el tendón a este nivel tiene un grosor suficiente, es que se pueden realizar suturas centrales tipo Kessler, McLarney, etc. reforzadas con sutura coronal. El postoperatorio se realiza con una inmovilización simple y seguir el “Protocolo de Crosby y Wehbe”, que consiste en flexión activa y extensión pasiva más un programa de movilización pasiva con una férula por 4 a 6 semanas flexionando el dedo 10 veces por hora14. Lesión Zona V (MCF) Lesión muy común por la mordedura humana que se produce al dar un golpe de puño, por lo tanto, su mayor relevancia es el alto riesgo de infección de estas lesiones. El tratamiento es de urgencia realizando un aseo quirúrgico con debridamiento y tenorrafia en la misma cirugía o para un segundo tiempo según el nivel de contaminación. Si la lesión de la Zona V (abierta o cerrada) compromete la Banda sagital (Figura 12), pue- Figura 11. Plastía de Aiche. Figura 12. Corte de la Banda Sagital. de dejar al tendón del Extensor común inestable a su paso por la MCF, por lo que en este caso se debe realizar una sutura de la banda sagital y el postoperatorio igual que la lesión de la Zona IV. Si la lesión de la Banda sagital no deja inestabilidad del tendón del Extensor común se procede a su inmovilización por 4 a 6 semanas dejando libre la IFP. 77 J. L. CIFRAS V. et al. Lesión Zona VI (Metacarpianos) a) Lesiones cerradas En general son por patología reumática o no diagnosticadas y el tratamiento será con tenodesis, transferencias tendinosas o injertos tendinosos según lo requiera el caso. b) Lesiones abiertas Para el diagnóstico es importante conocer el lugar de las distintas conexiones intertendinosas. 1. Lesión distal a las conexiones: El diagnóstico es fácil debido a que se afecta directamente la función del tendón lesionado (Figura 13). 2. Lesión proximal a las conexiones: el diagnóstico es muy difícil debido a que la función del tendón lesionado puede ser normal por la tracción del tendón vecino. La sospecha clínica se basa en la debilidad del tendón comprometido o por el déficit de hiperextensión (Figura 14). En ambos casos el tratamiento es con tenorrafia central más refuerzo coronal. Figura 13. Lesión distal a conexiones intertendinosas. Lesión Zona VII (retináculo extensor) Son frecuentes la lesión de varios tendones y el retináculo extensor. Cuando se produce una herida complicada en esta zona, es recomendable la apertura del retináculo a través del 3° compartimento extensor y dejar tejido blando sobre el tubérculo de Lister, para una vez suturados los tendones lesionados, poder cerrar el retináculo extensor y prevenir la deformidad en “Cuerda de violín” de los tendones extensores. Al mismo tiempo suturar el retináculo al tubérculo de Lister, y así impedir la luxación del tendón del extensor largo del pulgar (Figura 15). Lesiones del pulgar Las Zonas de Kleinert y Verdan varían en el pulgar, las zonas impares corresponden a la IF (T1), MCF (T3) y Trapecio-MC (T5), y las zonas pares a la F1 (T2), y al 1° MTC (T4) (Figura 16). Zona T1 (IF) El “Pulgar en martillo” es una lesión rara, casi siempre de tratamiento ortopédico, a menos que exista un fragmento óseo que se pueda fijar (Figura 17). 78 Figura 14. Lesión proximal a conexiones intertendinosas. DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO DE LAS LESIONES AGUDAS DE LOS TENDONES EXTENSORES DE LA MANO Figura 15. Apertura del retináculo extensor. Figura 16. Zonas de Kleinert y Verdan del Pulgar. Zona T2 (F1) La lesión del tendón del extensor largo del pulgar, en esta zona, se repara con una tenorrafia central y un refuerzo coronal, manteniéndose la IF en hiperextensión con férula (Figura 18). Zona T3 (MCF) Se deben reparar ambos tendones en esta zona, el extensor largo y el extensor corto. En Figura 17. Zona T1. caso de heridas complejas o pérdida de sustancia tendinosa el tratamiento es como en la Zona T4 y T5 (Figura 19). Zona T4 (1°MC) y Zona T5 (Trapecio-MTC) a) Lesión abierta Tenorrafia central y refuerzo coronal a los tendones comprometidos (extensor largo del pulgar, corto o abductor largo del pulgar). 79 J. L. CIFRAS V. et al. Figura 18. Zona T2. Figura 19. Zona T3. b) Lesión cerrada Las lesiones espontáneas del extensor largo del pulgar se producen principalmente por causas secundarias (AR-Tornillos largos desde palmar o por fracturas de EDR). En estos casos la consulta es tardía por lo que la tenorrafia termino terminal no es posible y se debe realizar una transposición tendinosa con el tendón del extensor propio del índice (Figura 20). Conclusión La lesión aguda de los tendones extensores de los dedos de la mano es una patología muy frecuente que se ve a diario en los servicios de Referencias bibliográficas 1.- Blair W. Extensor tendon injuries in the hand. Orthp Clin North Am 1992; 23: 141-8. 2.- Doyle J R. Anatomía Quirúrgica de la Mano y Extremidad Superior 2006; 643-66. 80 Figura 20. Zona T4 y T5 del pulgar. urgencia, en donde deben ser diagnosticadas y tratadas por traumatólogos generales. Es fundamental conocer la anatomía y la biomecánica para un correcto diagnóstico y tratamiento. Al igual que la lesión de los tendones flexores, existe una clasificación tanto para las lesiones de los dedos trifalángicos como para las lesiones del pulgar, con la que los traumatólogos deben familiarizarse para tener un lenguaje en común. El presente trabajo muestra la anatomía, biomecánica, diagnóstico y tratamiento de las lesiones agudas de los tendones extensores de los dedos de la mano en forma didáctica y esquemática para así obtener mejores resultados de nuestros tratamientos ortopédicos o quirúrgicos. 3.- Clavero J. MR Imaging of Ligament and Tendon Injuries og the Fingers. March 2002 Radio Graphics; 22: 237-56. 4.- Dufour J. Anatomía del Aparato Locomotor. Miembro Superior 2004; 214-37. 5.- Kleinert. Report of yhe committee on the tendon injuries. J Hand Surg Am 1983; 8: 794-8. 6.- Doyle J R. Extensor tendonsAcute injuries. En Green´s DP: Operative Hand Surgery 5th ED. 2005: 187-217. 7.- Tuttle H G. 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Teléfono: 56-2-6853498 E-mail: jfleidermanv@gmail. com 82 ABSTRACT Agreement in the interpretation of magnetic resonance imaging in intracanal lumbar disc herniations according to the experience of the observer Aim: To evaluate interobserver agreement, depending on the level of clinical experience in the diagnosis of lumbar disc herniations (HNP) according to their morphological characteristics and location using magnetic resonance imaging (MRI). Material and Methods: We designed an agreement study, in which, the observations in the interpretation of MRI of an orthopedic spine specialist were compared with those made by a fellow in spine surgery, a general orthopedic surgeon, orthopedic surgeon resident, a general practitioner and two physicians in training. We included MRI of patients who underwent surgery for lumbar disc herniations in our center between 2007 y 2011. We calculated a sample size of 33 MRI images (α = 0.01, 1-β = 0.99) considering the variability observed in previous studies. 33 images were randomly selected from a total of 94 patients. The categories evaluated in the lumbar spine MRI were the disc level, location in axial and sagital plane and the HNP morphology. For the statistical analysis, kappa coefficient was calculated (κ) using the statistical software STATA v11.1. Results: The fellow in spine surgery (κ = 0.76) and the general orthopedic surgeon (κ = 0.79) obtained a Substantial agreement, significantly higher than the rest of the observers. In the Disc level was observed an Almost Perfect agreement (κ = 0.90), while it was Moderate in axial location (κ = 0.62), and Mild in morphology (κ = 0.40) and sagittal location (κ = 0.32). Conclusions: The differences found suggest giving more emphasis during medical training in the interpretation of the HNP on MRI, as it is a prevalent pathology and contained on Explicit Guarantees Health scheme. Also, there is a need to develop a guide that seeks to homogenize the morphological characteristics of the HNP. Key words: Concordance, lumbar disc herniations, magnetic resonance imaging. CONCORDANCIA EN LA INTERPRETACIÓN DE HERNIA DEL NÚCLEO PULPOSO LUMBAR RESUMEN Objetivo: Evaluar la concordancia interobservador, según el nivel de experiencia clínica y nivel de estudios médicos, en el diagnóstico, mediante el uso de resonancia magnética (RM), de la Hernia del Núcleo Pulposo (HNP) Lumbar y sus características morfológicas y localización. Material y Método: Se diseñó un estudio de concordancia, en el cual, las observaciones en la interpretación de la RM de un traumatólogo especialista en columna fueron comparadas con las realizadas por un fellow en formación de cirugía de columna, un becado de traumatología, un médico general y dos internos de medicina. Se incluyeron HNP lumbares intracanal operadas en nuestro centro. Se calculó un tamaño de muestra de 33 imágenes de RM (α = 0,01; 1-β = 0,99) considerando la variabilidad observada en estudios previos. Se eligieron al azar 33 RM de un universo de 94 pacientes operados entre 2007 y 2011. Las categorías evaluadas en la RM de columna lumbar fueron el nivel discal, la localización tanto en el plano axial como el sagital y la morfología de la HNP. Para el análisis de concordancia se calculó el coeficiente kappa (κ), utilizando el programa estadístico STATA v11.1. Resultados: El traumatólogo en formación de columna (κ = 0,76) y el médico residente de traumatología (κ = 0,79) obtuvieron una concordancia Sustancial, significativamente mayor que el resto de los observadores. En cuanto a las categorías se observó una concordancia Casi Perfecta en el nivel discal (κ = 0,90), Moderada en la localización axial (κ = 0,62), y Leve tanto en morfología (κ = 0,40) como en localización sagital (κ = 0,32). Conclusiones: Las diferencias encontradas sugieren dar un mayor énfasis durante la formación médica en la interpretación de la HNP en la RM por ser esta una patología incluida en el sistema de Garantías Explícitas en Salud (GES) y el desarrollo de una guía que busque homogeneizar las características morfológicas de las HNP. Palabras clave: Concordancia, hernia del núcleo pulposo lumbar, resonancia nuclear magnética. Introducción La resonancia magnética (RM) es el examen radiológico de elección en la evaluación de las HNP lumbares, otorgando gran información sobre la patología discal. Al respecto existen en la actualidad diversos consensos y terminología que determinan una descripción imagenológica muy diversa, tanto entre traumatólogos especialistas de columna como radiólogos y otros miembros del personal de salud1. Intentando unificar criterios, la Sociedad Americana de Columna, la Sociedad Americana de Radiología Espinal y la Sociedad Americana de Neurorradiología, confeccionaron una nomenclatura que incluye los términos más utilizados en la descripción de las hernias del núcleo pulposo (HNP)2. A pesar de aquello, se han publicado reportes que sugieren una baja reproducibilidad en la interpretación de las características de las HNP en la RM especialmente en morfología, donde se ha observado el más bajo nivel de concordancia1,3-5. El presente estudio tiene como propósito evaluar la concordancia interobservador según el nivel de experiencia, en la interpretación de las características de las HNP lumbares en la RM. Material y Método Se diseñó un estudio de concordancia, en el cual participaron un traumatólogo especialista en columna (S1), traumatólogo en formación de columna (becado) (S2), médico residente 83 J. FLEIDERMAN V. et al. de traumatología (S3), médico general (S4), interno electivo de 7º año en traumatología (S5) e interno de medicina de 6º año (S6). Se utilizó la nomenclatura de las HNP lumbares, según las recomendaciones de la Sociedad Americana de Radiología Espinal y la Sociedad Americana de Neurorradiología2, dicha guía fue entregada a los participantes, previo al inicio del estudio. Ningún participante tuvo acceso a la identificación del paciente, acceso a la ficha, ni al informe radiológico. Se calculó un tamaño de muestra de 33 imágenes de RM (α = 0,01, 1-β = 0,99) considerando la variabilidad observada en estudios previos, respecto a la posibilidad de responder al azar4,6. Fueron incluidos pacientes operados en nuestro centro por HNP lumbar intracanal, excluyendo las HNP laterales (Foramino/extraforaminales). Las imágenes fueron seleccionadas aleatoriamente de un universo de 94 RM de pacientes operados entre los años 2007 y 2011. Se evaluaron en cortes axiales, sagitales y coronales de las secuencias T1 y T2 de la RM utilizando el programa Impax®, la localización, morfología y el nivel en el plano axial y sagital, como se detalla en la Tabla 1. En el análisis estadístico se calculó el coeficiente de concordancia kappa (κ) para cada sujeto, usando a S1 como estándar de comparación. El valor del coeficiente kappa fue interpretado según lo sugerido por Landis y Koch6 (Tabla 2). La inferencia estadística se realizó asumiendo normalidad del coeficiente kappa por teorema central del límite. En primera instancia, para cada observador y característica de la HNP, se contrastó el kappa observado con el kappa esperado (respuesta a azar), mediante distribución normal estandarizada, el resultado muestra la probabilidad (p) de que el κ observado sea igual al esperado. Posteriormente el valor del coeficiente kappa de cada observador, en el total de características de la HNP, fue comparado entre los 5 observadores, mediante estandarización de la distribución normal, reportándose la probabilidad del coeficiente kappa de pertenecer a la distribución normal estándar del observador contrastado. En última instancia, y de la misma forma, se contrastó el coeficiente kappa de cada categoría. Se reporta el valor del coeficiente kappa con su respectivo intervalo de confianza de 95% y la significancia por cada comparación realizada. Para el análisis se utilizó el programa estadístico STATA v11.1. Tabla 1. Muestra las categorías (características) a evaluar en la RM y las opciones a decidir por los observadores Tabla 2. Interpretación cualitativa del coeficiente kappa Categoría Opciones Nivel lumbar L1-L2, L2-L3, L3-L4, L4-L5, L5-S1 Morfología Abombamiento (Bulging), Protrusión, Extrusión, Migración, Secuestro Nivel plano axial Central, Posterolateral Nivel plano sagital Disco, Infrapedicular, Pedicular, Suprapedicular 84 Resultados Concordancia por observador y categoría Se observa una concordancia casi perfecta en la categoría nivel de la HNP en los 5 observadores, respecto al especialista en columna. Por el contrario, en la localización sagital la concordancia es leve en 4 observadores, siendo moderada en el residente de traumatología. En la localización axial tanto S2 como S3 obtuvieron una concordancia casi perfecta, la que sólo fue moderada en los otros tres observadores. En cuanto a la morfología de la HNP la concordancia solo fue moderada. Todos los observadores obtuvieron kappa observados significativamente Valor Interpretación <0 Pobre 0 - 0,2 Ligera 0,21 - 0,4 Leve 0,41 - 0,6 Moderada 0,61 - 0,8 Sustancial 0,81 - 1 Casi perfecta El coeficiente kappa tiene un rango de 0 a 1, siendo 1 la concordancia perfecta y 0 pobre. CONCORDANCIA EN LA INTERPRETACIÓN DE HERNIA DEL NÚCLEO PULPOSO LUMBAR Tabla 3. Muestra el coeficiente kappa obtenido por cada característica de la HNP evaluada en la RM y el coeficiente kappa total por observador junto a su respectivo intervalo de 95% de confianza Nivel Morfología Localización axial Localización sagital Total IC Becado columna (S2) 0,93 0,5 0,86 0,34 0,76 0,68-0,85 Residente TMT (S3) 0,93 0,5 0,85 0,49 0,79 0,71-0,89 Médico general (S4) 0,93 0,17* 0,41 0,13* 0,55 0,46-0,64 Int. 7° año (S5) 0,81 0,36 0,4 0,3 0,6 0,51-0,68 Int. 6° año (S6) 0,87 0,42 0,59 0,38 0,69 0,61-0,78 *Valor del coeficiente kappa observado no significativo respecto al kappa esperado (respuestas al azar) para dicha categoría. distintos al kappa esperado (p < 0,05), salvo en el caso de S4, para quien, en las características morfología y localización sagital de la HNP, el kappa obtenido no fue significativamente distinto al kappa esperado (p = 0,19 y p = 0,10 respectivamente) (Tabla 3). Concordancia total por observador En la evaluación cualitativa del coeficiente kappa S2, S3 y S6 obtuvieron una concordancia sustancial, mientras S4 y S5 obtuvieron una concordancia moderada. Al realizar inferencia del coeficiente kappa obtenido, se diferencian tres grupos. En primer lugar el becado de columna [κ = 0,76] y el residente de traumatología [κ = 0,79], quienes no presentan diferencias significativas entre ellos (p = 0,21). El interno de 6° de medicina (S6) presenta un coeficiente kappa de 0,67, el cual es significativamente menor al traumatólogo de columna (p = 0,01) y al becado de columna (p = 0,05). S6, respecto al médico general [κ = 0,55] y al interno electivo [κ = 0,60] presenta un coeficiente kappa significativamente mayor (p = 0,00 y p = 0,02, respectivamente). Finalmente, en el tercer grupo están el médico general y el interno electivo, quienes no presentan diferencias significativas entre ellos (p = 0,14). Concordancia total por categoría En la evaluación cualitativa se observa una concordancia casi perfecta en nivel de HNP, sustancial en la localización axial y leve en morfología y localización sagital. Tabla 4. Coeficiente kappa (k) observado por característica evaluada en RM de la HNP con su respectivo intervalo de 95% de confianza Categoría k Nivel HNP 0,902 [0,75 - 1] IC 95% Localización axial 0,621 [0,52 - 0,72] Localización sagital 0,322 [0,22 - 0,42] Morfología 0,395 [0,29 - 0,5] Al realizar inferencia, se observa que el coeficiente kappa del nivel de HNP [κ = 0,90] es significativamente mayor al de la localización axial [κ = 0,62], y este último, es significativamente mayor al coeficiente kappa encontrado en morfología [κ = 0,40] (p = 0,00). Por otra parte, los coeficientes kappa de morfología [κ = 0,40] y de localización sagital [κ = 0,32] no presentan diferencias significativas (p = 0,09). En la Tabla 4, se muestran los valores kappa y sus respectivos intervalos de 95% de confianza. Discusión Existen en la actualidad controversias en la descripción de la HNP lumbar en la RM, por lo que homogeneizar las descripciones morfológicas y de localización es importante al momento del diagnóstico. Esto es trascendente al momento de definir conductas en el traumatólogo general o especialista y en la forma de derivar a los pacientes, en los médicos generales y en formación. 85 J. FLEIDERMAN V. et al. Las características imagenológicas de la HNP en la RM, presentan en la literatura una descripción muy heterogénea de términos entre las distintas especialidades involucradas, e incluso, intra-especialidad. Esto último, motivó la publicación de las Sociedades Americana de Radiología Espinal y Americana de Neurorradiología2. Sin embargo, a pesar de su relevancia y trascendencia, existe escasa evidencia respecto a la concordancia que tiene entre los distintos niveles de especialización médica y, menos, en traumatólogos en formación, médicos generales y médicos en formación, quienes en nuestro medio cumplen un rol importante en el diagnóstico de esta patología, la cual pertenece al sistema de Garantías Explícitas en Salud (GES). La literatura que analiza la interpretación de la RM en relación a un cuadro de HNP lumbar es escasa. Dentro de esta, la tendencia habitual es a comparar la concordancia entre especialistas en radiología y clínicos expertos, como Traumatólogos y Neurocirujanos. Una limitación de nuestro estudio es la ausencia de evaluación intraobservador que permitiría validar características operativas propias de la prueba que han sido descritas previamente5. Sin embargo, los resultados que evidencian una significativa diferencia entre los observadores de mayor experiencia respecto a los de menores experiencias, sugieren que el entrenamiento en la interpretación de RM debe tener un énfasis mayor en la etapa de formación de pregrado, dado que esta patología es prevalente y es parte de las patologías GES. La elección del especialista de columna, como estándar de comparación, se realizó en base a lo demostrado por Lurie y cols4, quienes reportan una concordancia casi perfecta en nivel, localización axial y sagital y una concordancia leve en morfología entre un traumatólogo especialista en columna y neurorradiólogos. Existen pocos estudios similares, algunos evalúan la RM en el diagnóstico de distintas patologías degenerativas lumbares, y a su vez, muy pocos estudios analizan la interpretación de la RM según la experiencia del observador, siendo la mayoría comparaciones entre radiólogos o entre radiólogos y clínicos subespecialistas. Brant- Sawadzky y cols, en 19951, realizaron un estudio prospectivo doble ciego, comparan86 do dos nomenclaturas en la interpretación de las HNP lumbares en las RM y evaluaron la concordancia inter e intraobservador entre neurorradiólogos experimentados, encontrando una mayor concordancia intraobservador. La menor concordancia pesquisada fue al diferenciar discos normales versus abombamientos (Bulging) y en segundo lugar diferenciar abombamiento versus herniación. Kovacsy y cols, en 20097, evaluaron la concordancia inter e intraobservador entre radiólogos en la interpretación de las imágenes de RM lumbar de pacientes con patología degenerativa lumbar. En la evaluación de la morfología discal, este se dividió en normal, abombamiento, protrusión y hernia, obteniéndose una concordancia intraobervador sustancial (κ = 0,71). Lurie y cols, en 20083, evaluaron la reproductibilidad intra e interobservador de la RM evaluada por 3 radiólogos y 1 traumatólogo de columna, en los pacientes con HNP lumbar incluidos dentro del estudio. Encontraron una concordancia inter e intraobservador casi perfecta para morfología, sustancial para compresión del saco dural y moderada para compresión de la raíz nerviosa. Respecto a la morfología la concordancia casi perfecta de este estudio se compara favorablemente a estudios previos en donde ésta no supera lo sustancial. En el presente estudio se encontró una concordancia casi perfecta en nivel de HNP [κ = 0,90], sustancial en nivel axial [κ = 0,62] y leve en morfología y nivel sagital [κ = 0,40 y κ = 0,32, respectivamente]. Esto es consistente con hallazgos descritos en otros trabajos, en los cuales, se comparó la concordancia entre radiólogos4, en donde se pesquisó una concordancia leve, y traumatólogos5 en donde la concordancia fue moderada. Este hallazgo sugiere que lo encontrado en el presente estudio está en contexto de la dificultad en la descripción morfológica de la HNP y en la falta de una nomenclatura homogénea a nivel mundial, y no, a la experiencia/ nivel de formación de los observadores. Conclusiones Existen diferencias en la interpretación de la RM lumbar indicada a pacientes con diagnóstico CONCORDANCIA EN LA INTERPRETACIÓN DE HERNIA DEL NÚCLEO PULPOSO LUMBAR de HNP lumbar, según nivel de experiencia del observador. Dado la prevalencia de la patología y por ser una patología GES, sería importante dar mayor énfasis en la interpretación correcta Referencias bibliográficas 1.- Brant-Zawadzki, et al. Interobserver and intraobserver variability in interpretation of lumbar disc abnormalities. A comparison of two nomenclatures. Spine 1995; 20 (11): 1257-63. 2.- Fardon F, Milette P. Nomenclature and Classification of Lumbar Disc Pathology. Recommendations of the Combined Task Forces of the North American Spine Society, American Society of Spine de este examen durante la formación médica. Por otra parte, sería importante establecer una nomenclatura homogénea en cuanto a la morfología de la HNP en nuestro medio. Radiology, and American Society of Neuroradiology. Spine 2001; 26 (5): 93-113. 3.- Lurie et al. Reliability of magnetic resonance imaging readings for lumbar disc herniation in the Spine Patient Outcomes Research Trial (SPORT). Spine 2008; 33 (9): 991-8. 4.- Lurie, et al. Magnetic Resonance Imaging Interpretation in Patients with Symptomatic Lumbar Spine Disc Herniations Comparison of Clinician and Radiologist Readings. Spine 2009; 34 (7): 701-5. 5.- Kim, et al. Inter- and intraobserver reliability of MRI for lumbar lateral disc herniation. Clin Orthop Surg 2009; 1 (1): 34-9. 6.- Landis J R, Koch G. The Measurement of observer agreement for categorical data. Biometrics 1977; 33 (1): 159-74. 7.- Kovacs, et al. Agreement in the interpretation of magnetic resonance images of the lumbar spine. Acta Radiol 2009; 50 (5): 497-506. 87 Rev Chilena Ortop y Traum 2013; 54: 88-95 Estudio del tratamiento quirúrgico de la estenosis lumbar degenerativa: efecto de la adición de artrodesis en los resultados funcionales y costo-efectividad MARCELO MOLINA S.*, MAURICIO CAMPOS D.*, SANTIAGO BESA B.**, MACARENA VALDÉS S.*** y ANGÉLICA DOMÍNGUEZ DL.**** *Médico Traumatólogo. Departamento de Ortopedia y Traumatología. Pontificia Universidad Católica de Chile. Santiago de Chile. **Interno de Medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Santiago de Chile. ***Doctorando Salud Pública. Departamento de Ortopedia y Traumatología. Pontificia Universidad Católica de Chile. Santiago de Chile. ****Estadística. División de Salud Pública y Medicina Familiar. Pontificia Universidad Católica de Chile. Santiago de Chile. Institución: Hospital Clínico Pontificia Universidad Católica de Chile. Fuente de financiamiento: El presento estudio se realizó sin apoyo financiero de ninguna institución. Recibido: 22/6/2013 Aceptado: 3/9/2013 Correspondencia a: Marcelo Molina S. Teléfonos: +56 9 88295944 (celular); +56 2 23543568 (oficina). Marcoleta #352, Patio Interno. Código Postal 8330033. 1º Piso Edificio División de Cirugía. Santiago. Chile. E-mail: mmolinas@med. puc.cl ABSTRACT Cost effectiveness and outcomes comparison between decompression and decompression plus fusion for lumbar spinal stenosis Introduction: The need to add spinal fusion to neural decompression in the treatment of lumbar stenosis without instability, remains a controversial topic. To best compare different treatment alternatives, the use of patient based outcome tools is mandatory. Particularly in Orthopaedics, validated instruments are visual analog scale (VAS), Oswestry Disability Index (ODI), Short Form Survey 36 (SF-36), satisfaction degree and cost effectiveness (cost/QALY). Objective: To compare the clinical results and treatment cost-effectiveness in patients with degenerative lumbar stenosis (ELD) who have been treated either with decompression alone versus decompression and fusion. Patient and Methods: We prospectively analyzed 41 patients who had surgery between May 2008 and September 2011 with a diagnosis of ELD. We assessed the effect of adding fusion to ELD surgical treatment through the use of VAS, ODI, SF-36, satisfaction degree and cost / QALY as outcome measurement tools, both pre and postoperatively. Results: Both groups were similar in terms of baseline characteristics, except for age. The average follow-up was 14 months. Pain relief and functional improvement were equivalent in both groups, both showing significant differences between their preoperative and postoperative values throughout follow up. The reoperation rate was significantly higher in the decompression-fusion group and the cost / QALY ratio was significantly better for the decompression-alone group. Discussion: Regarding pain relief and functional improvement, both groups had good results up to 2 years follow up. However, the decompression-alone group shows reduced rates in surgical revision, and greater cost-effectiveness. Key words: Cost Effectiveness; Treatment Outcomes; Spinal Stenosis; Orthopedic Surgery; Spinal Fusion. RESUMEN Introducción: Existe controversia acerca de la necesidad de adicionar artrodesis a la descompresión neural en ausencia de inestabilidad grosera. Actualmente, 88 TRATAMIENTO QUIRÚRGICO DE LA ESTENOSIS LUMBAR DEGENERATIVA la evaluación crítica de los resultados de las distintas alternativas de tratamiento obliga a la medición de estos a través de escalas basadas en respuestas del paciente, validadas por la literatura internacional. En patologías como la estenosis lumbar, esto puede ser medido por diferentes escalas tales como EVA, ODI, SF-36, grado de satisfacción y la costo-efectividad de las alternativas. Objetivo: Evaluar los resultados clínicos y la costo efectividad de pacientes con Estenosis Lumbar Degenerativa operados con descompresión pura (DP) versus descompresión más fusión (DF). Material y Método: En el presente trabajo se analizan 41 pacientes operados entre mayo de 2008 y septiembre de 2011 con diagnóstico de Estenosis Lumbar Degenerativa. En ellos se evaluará el efecto de la adición o no de artrodesis en la resolución quirúrgica de este grupo seleccionado de pacientes midiendo en forma prospectiva el EVA, ODI, SF 36, el grado de satisfacción y se estudiará su costo-efectividad a través de costo/QALY. Resultados: Ambos grupos tuvieron características similares, excepto en la edad. El seguimiento promedio fue de 14 meses. El alivio del dolor y la mejoría funcional basados en el ODI y SF 36 fueron estadísticamente significativos a los 3, 6, 12 y 24 meses respecto al pre operatorio y equivalente para ambos grupos. Sin embargo, el porcentaje de reoperaciones fue significativamente mayor en el grupo DF. Ambos grupos tuvieron QALY equivalentes al año y a los 2 años (0,23-0,27). No obstante, el costo/QALY fue mejor para la DP siendo significativa la diferencia. Conclusión: En ambos grupos quirúrgicos se obtuvieron buenos resultados a 2 años de seguimiento en cuanto al alivio del dolor y mejoría funcional. Sin embargo, la tasa de revisión quirúrgica y la costo efectividad de la DF es significativamente mayor que la DP. Palabras clave: Estenosis lumbar, descompresión, artrodesis, costo efectividad, resultados clínicos. Introducción La estenosis raquídea es una enfermedad que se define como una disminución del área transversal del canal vertebral que puede comprimir las raíces nerviosas. Fue descrita por primera vez por Henk Verbiest 19541. Dentro de los distintos tipos y causas, la estenosis lumbar degenerativa es la más frecuente, siendo causa importante de dolor y discapacidad en personas mayores. A pesar de la frecuencia de esta patología, aún existe controversia acerca del manejo quirúrgico óptimo de la estenosis lumbar degenerativa sin inestabilidad grosera, específicamente con respecto a la necesidad de realizar una artrodesis de manera concomitante a los segmentos descomprimidos. En el presente trabajo evaluaremos y compararemos los resultados quirúrgicos entre los pacientes sometidos a descompresión pura versus descompresión más fusión usando la magnitud de alivio del dolor basados en escalas funcionales validadas centradas en el paciente, el grado de satisfacción y las complicaciones post operarorias. Además compararemos la costo-efectividad de ambos grupos de tratamiento al año y a los dos años de seguimiento. Material y Método Se obtuvo autorización del Comité de Ética de la institución para realizar este estudio. En él se seleccionaron 56 pacientes con diagnóstico de Estenosis lumbar operados por un mismo cirujano en una institución entre mayo de 2008 y septiembre de 2011. Se incluyeron pacientes con estenosis lumbar degenerativa sintomática, confirmada por TAC o RM, sin respuesta a tratamiento conservador por un período mínimo de 3 meses y con un seguimiento mínimo de 6 meses. 89 M. MOLINA S. et al. Se excluyeron pacientes con cirugías previas, Espondilolistesis lítica o congénita, Estenosis congénita, aquellos operados con artrodesis en 360 grados o con técnicas mínimamente invasivas. Se incluyeron escoliosis degenerativas menores de 20º y espondilolistesis degenerativas grado I, excluyendo curvas mayores. Se definieron 2 grupos de tratamiento: aquellos sometidos a descompresión pura (DP) y aquellos sometidos a descompresión más fusión instrumentada con tornillos pediculares (DF). Diez pacientes fueron excluidos según estos criterios. De los 46 pacientes incluidos tuvimos pérdida de seguimiento en 6 casos (13%). En forma prospectiva se obtuvieron para cada paciente las evaluaciones pre operatorias de escala visual análoga (EVA) lumbar y de extremidades inferiores (EEII), escala de discapacidad de Oswestry (ODI) y la encuesta Short-Form Survey (SF 36). Se obtuvieron las mismas evaluaciones más el grado de satisfacción a los 3, 6, 12 y 24 meses postoperatorios a través de cuestionarios llenados por el paciente en los controles, vía telefónica o vía correo electrónico. Además se registraron las complicaciones post operatorias separándolas en mayores y menores según Auerbach et al2,3. Se calcularon los costos directos asociados a la cirugía, incluyendo costo de cirugía, instrumentación, honorarios del equipo quirúrgico, hospitalización y complicaciones precoces. Se determinó el QALY a partir del SF-6D, derivado del ODI y EVA4,26. Basado en lo anterior se calculó el costo/QALY, que permite evaluar la costo-efectividad de la intervención quirúrgica. Se utilizó c2 y test exacto de Fisher para el análisis de porcentajes. Para el análisis de medias se utilizó t de student y pruebas no paramétricas de Mann-Whitney. Para el cálculo estadístico se usó el programa SPSS Statistics 20.0.0. Se estableció como estadísticamente significativo p < 0,05. Resultados Se analizaron 40 pacientes, 18 con descompresión pura (45%) y 22 con descompresión más artrodesis instrumentada (55%). Los pacientes con DP fueron significativamente más jóvenes que los pacientes con DF, si bien la distribución por género fue similar. El seguimiento promedio fue de 14 ± 9 meses, sin diferencias entre ambos grupos (Tabla 1). Se describen las patologías de columna asociadas a la Estenosis Lumbar Degenerativa que presentan los pacientes de ambos grupos en la Tabla 2. Para ambos grupos, hubo una mejoría estadísticamente significativa en el seguimiento postoperatorio, para todos los instrumentos de evaluación y calidad de vida por año (SF 6D) con respecto a sus valores basales (Tabla 3). Para el EVA lumbar hubo una disminución de un promedio pre operatorio de 5,8-6,3 a un post operatorio de 2,5 aproximadamente, el EVA de extremidades inferiores de un pre Tabla 1. Características basales participantes Característica Descompresión-fusión Descompresión pura Total Valor p Género Masculino Femenino 11 (50%) 11 (50%) 11 (61,1%) 7 (38,9%) 22 (55%) 18 (45%) 0,482 63,5 ± 12,4 53,1 ± 14 58,7 ± 14 0,018 12 ± 6,7 16,3 ± 10,8 14 ± 9 0,152 7 8 53,3 ± 20,7 33,1 ± 13,6 0,51 ± 0,11 6 8 54,3 ± 13,2 30,5 ± 15,1 0,51 ± 0,06 6,5 8 53,8 ± 17,5 31,9 ± 14,1 0,51 ± 0,08 0,67 0,955 0,862 0,568 0,844 Edad Seguimiento Escalas funcionales EVA Lumbar EVA Radicular ODI SF36 SF6D 90 TRATAMIENTO QUIRÚRGICO DE LA ESTENOSIS LUMBAR DEGENERATIVA Tabla 2. Patología de columna asociada a ER como segundo diagnóstico Descompresión fusión 10 3 4 2 1 1 Descompresión pura 7 2 1 1 Espondilolisteis degenerativa Escoliosis degenerativa Quiste facetario Sinovitis facetaria Osteocondrosis Artrosis facetaria severa Protusión discal Artrosis facetaria severa Quiste Facetario Sinovitis Facetaria operatorio de 7,6-7,7 a alrededor de 1, el ODI mejoró de 54-55 a alrededor de 15 y el SF 36 mejoró de 30-33 a 60-70. Estos cambios fueron sostenidos durante el seguimiento (Figura 1). No hubo diferencias entre ambos grupos. En el grupo DF, 7 pacientes presentaron complicaciones (33,3%), requiriendo 5 de estos cirugía de revisión (23,8%). En el grupo de Descompresión hubo 4 pacientes con complicaciones (22,2%), ninguna de las cuales fue mayor ni requirió cirugía de revisión. No hubo Tabla 3. Evolución de escalas evaluadas Tiempo EVA DF Lumbar DP EVA DF EEII DP DF 6,3 5,8 7,7 7,6 3 meses 2,3 1,6 2,7 Preoperatorio ODI DP SF DF 36 DP SF DF 6D DP 55,86 54,27 33,11 30,47 0,497 0,508 2,4 21,90 14,60 59,70 55,96 0,676 0,729 6 meses 2,2 2,7 0,7 1,1 15,30 16,00 66,80 68,37 0,721 0,708 12 meses 2,2 2,9 1,2 0,4 13,05 15,24 72,01 59,75 0,724 0,713 24 meses 3,4 2,7 1,8 1,2 17,99 14,35 66,82 58,72 0,693 0,715 Figura 1. Evolución de la media de las escalas medidas en 2 años de seguimiento 91 M. MOLINA S. et al. Tabla 4. Complicaciones mayores y menores en ambos grupos DF DP Mayores quirúrgicas Síndrome transición Infección profunda herida 2 (9,5%) 1 (4,7%) 0 (0%) 0 (0%) Mayores médicas TEP 1 (4,7%) 0 (0%) 1 (4,7%) 2 (11%) Menores Rotura dural Tornillos pediculares con violación medial Radiculopatía Total complicaciones Total mayores 2 (9,5%) 0 (0%) 0 (0%) 7 (33,3%) 4 (19%) 2 (11%) 4 (22%) 0 (0%) diferencias significativas entre las frecuencias de complicaciones totales, mayores ni menores entre ambos grupos. Sí hubo en la frecuencia de reoperaciones, siendo significativamente mayor en el grupo DF (p < 0,05). Las complicaciones mayores y menores para ambos grupos se muestran en la Tabla 4. En el grupo de Descompresión-Fusión el SF 6D promedio del primer año fue de 0,24 y el del segundo año de 0,27 con un incremento de QALY acumulado de 0,51. En el grupo con Descompresión pura el SF 6D fue de 0,23 el primer año y de 0,25 el segundo, con un QALY acumulado de 0,49. El costo total promedio fue $9.853.800 ± 1.643.150 para DescompresiónFusión y $3.694.400 ±352.459 para Descompresión pura, siendo significativamente distintos (p = 0,037). El costo por QALY resultante al primer año de seguimiento fue de $50.294.000 para Descompresión-Fusión y de $17.050.000 para Descompresión Pura, siendo significativamente distintos (p < 0,01). Al segundo año, fue de $18.348.000 para Descompresión-Fusión y de $7.799.800 para Descompresión pura, siendo también significativamente distintos (p < 0,01). Discusión Existen varios estudios prospectivos que muestran el mayor beneficio del manejo qui92 rúrgico por sobre la continuación del manejo médico, en pacientes con estenosis lumbar degenerativa que ya han fallado manejo conservador6-9. El tratamiento quirúrgico de elección en estos pacientes es la cirugía descompresiva. Sin embargo, algunos pacientes podrían ser beneficiados de una artrodesis asociada. En este sentido, Cammisa et al clasificaron las estenosis lumbares en simples y complejas10. Definió como simples aquellas que cumplen con los siguientes requisitos: ausencia de inestabilidad pre operatoria o intraoperatoria, sin cirugía previa o cirugía previa sin inestabilidad, espondilolistesis degenerativa grado I y escoliosis degenerativas con curvas menores a 20º. En este grupo recomiendan realizar cirugía con descompresión pura. En cambio las complejas las definen como aquellas que presentan inestabilidad radiológica, inestabilidad intraoperatoria, estenosis adyacente a un segmento fusionado (síndrome de transición con estenosis), espondilolistesis degenerativa grado I con inestabilidad o grado II o más y escoliosis degenerativa con curvas mayores a 20°. En este grupo se plantea cirugía descompresiva más artrodesis10. Es importante recalcar la técnica quirúrgica requerida para no tornar un segmento descomprimido inestable: no se debe resecar más del 50% de la articulación facetaría ni la pars interarticularis, como tampoco asociar a la descompresión una discectomia radical, ya que quedaría inestable y sería necesario realizar una artrodesis instrumentada12. Por otra parte, en pacientes con estenosis lumbar degenerativa asociada a espóndilolistesis degenerativa hay numerosos artículos de buena calidad metodológica que recomiendan fusionar el segmento debido a los mejores resultados funcionales obtenidos13-17. Es díficil determinar cuándo los cambios degenerativos comienzan a causar inestabilidad clínica. En pacientes con estenosis lumbar degenerativa existen hallazgos indirectos en el estudio con imágenes que orientan a inestabilidad como son la sinovitis facetaria, los quistes facetarios, la artrosis severa, la osteocondrosis erosiva (cambios Modic) y la sagitalización de las facetas planteándose en estas patologías tratamiento con descompresión más artrodesis. Sin embargo, la evidencia en la literatura res- TRATAMIENTO QUIRÚRGICO DE LA ESTENOSIS LUMBAR DEGENERATIVA pecto a la indicación de fusionar no es clara. Tampoco existe evidencia científica categórica respecto a la magnitud de la escoliosis asociada a estenosis en que es beneficioso artrodesar. Por otra parte, existen otros factores no meramente radiológicos a considerar tales como variables clínicas, de las patologías de columna asociada, del estado general del paciente y de la experiencia del equipo quirúrgico. Actualmente es importante tratar de objetivar los resultados a partir de parámetros cuantificables para estimar el beneficio del paciente con la intervención. Es necesario enfocarse no solamente desde la perspectiva del médico (como en el porcentaje de fusión obtenido o el número de complicaciones), sino también desde el punto de vista del paciente. Para esto se incluyeron distintos medidores funcionales de dolor lumbar, dolor de extremidades, ODI, SF36 y SF6D. Ambos grupos presentaron características basales similares. Los resultados en cuanto a alivio del dolor, mejoría funcional y calidad de vida (QALY) posterior a la cirugía fueron estadísticamente mejores en ambos grupos, manteniéndose hasta los 2 años de seguimiento, obteniéndose resultados similares a lo reportado por la literatura13-19,23. Sin embargo, no encontramos diferencias entre el grupo de DP respecto al grupo de DF. En el trabajo de Pearson, subanálisis del SPORT, plantean una mayor mejoría funcional en pacientes con Espondilolistesis tratados con artrodesis respecto a pacientes con Estenorraquis pura que fueron descomprimidos sin fusión24. Si bien no hubo diferencias estadísticamente significativas respecto al número de complicaciones, no podemos descartar que se trate de un error tipo II por el número reducido de casos, ya que hubo 4 complicaciones mayores en el grupo DF y ninguna en el grupo DP. Respecto a la probabilidad de requerir cirugía de revisión, si existían diferencias estadísticamente significativas entre ambos grupos, ya que 5 pacientes fueron operados posterior a la cirugía índice en el grupo de DF y ninguno lo requirió en el grupo con Descompresión pura. En la literatura el porcentaje de reoperación en ambos grupos es similar, siendo entre un 10 y 25% a 10 años8,18-22 sin embargo, la complejidad y riesgos son diferentes. En la medicina actual, además de validar tratamientos en base a resultados basados en pacientes, se debe considerar la costo-efectividad de la terapia en comparación con otras alternativas. Para esto hay que tener en cuenta no sólo los costos directos como insumos, instrumentación pedicular, hospitalización y honorarios del equipo tratante sino también los indirectos como días de licencia médica y las reoperaciones que pudiese requerir en un futuro. Es necesario optar por la cirugía menos compleja y menos costosa que permita obtener resultados similares a corto, mediano y largo plazo. Para analizar este aspecto, elegimos la relación costo/QALY, que corresponde al costo por año de vida ajustado por calidad ganado con el procedimiento. El QALY es un indicador de calidad de vida relacionada con la salud, que puede ser derivado en este caso del SF6D. Su valor oscila entre 0 y 1; 0 considerado con el estado de peor salud o muerte y 1 el estado de salud máxima. El cálculo de la costo-efectividad se realiza asignándole un costo al incremento que se logra en el QALY con la intervención analizada. En nuestro trabajo el costo total promedio fue significativamente mayor para la descompresión-fusión respecto a la descompresión pura. Cuando lo ajustamos por calidad de vida, el costo/QALY tanto al primer como al segundo año de seguimiento fue, como era de esperar, significativamente mayor en el grupo con fusión. Esto concuerda con la literatura al respecto. Un subanálisis del SPORT mostró que el manejo quirúrgico de la Estenosis lumbar mejora la salud y la calidad de vida de los pacientes con un costo de 77.600 dólares (37,5 millones CLP) por QALY ganado a 2 años y de 59.400 dólares (28,5 millones CLP) a 4 años de seguimiento25. La literatura internacional define rangos de costo/QALY que se consideran costo-efectivos, que van entre los 50.000 y 100.00 dólares5. En Chile carecemos de referencias en relación a la costo efectividad del tratamiento quirúrgico de esta patología. Este trabajo aporta una referencia local de los costos directos asociados al tratamiento de la Estenosis lumbar con 2 técnicas quirúrgicas. 93 M. MOLINA S. et al. Con respecto a las debilidades del presente estudio, reconocemos que especialmente con respecto a la prevalencia de espondilolistesis y escoliosis, los grupos no son necesariamente comparables, pero remarcamos que se trata de deformidades menores y que además, los pacientes presentaban un perfil de discapacidad similar en el preoperatorio. En este sentido, si excluimos los 13 pacientes con deformidad para hacer los grupos más comparables, se mantienen resultados similares. Sin embargo, en el futuro son necesarios estudios prospectivos y de manera óptima randomizados, para contestar esta pregunta. Las fortalezas de este estudio son la rigurosidad del seguimiento y la recolección de resultados basados en el paciente y la evaluación de la costo-efectividad de dos técnicas quirúrgicas distintas empleadas en grupos semejantes. Referencias bibliográficas 1.- Verbiest H. A radicular syndrome from developmental narrowing of the lumbarvertebral canal. J Bone Joint Surg (Br) 1954; 36: 230-7. 2.- Auerbach JD, Lenke LG, Bridwell KH. Major Complications and Comparison Between 3-Column Osteotomy Techniques in 105 Consecutive Spinal Deformity Procedures. Spine 2012; 37 (14): 1198-210. 3.- Glassman SD, Hamill CL, Bridwell KH, Schwab FJ. The Impact of Perioperative Complications on Clinical Outcome in Adult Deformity Surgery. Spine 2007; 32 (24): 2764-70. 4.- Fairbank JC, Couper J, Davies JB, O’Brien JP. The Oswestry low back pain disability questionnaire. Physiotherapy. Aug 1980; 66 (8): 271-3. 5.- Glassman S, Polly D, Dimar R, Carreon L. The Cost Effectiveness of Single-Level Instrumented Posterolateral Lumbar Fusion at Five Years After Surgery. Spine 2012; 37 94 Conclusión En esta cohorte de pacientes con Estenosis lumbar sometidos a cirugía se obtuvieron buenos resultados clínicos basados en el alivio del dolor, mejoría funcional y de la calidad de vida en ambos grupos quirúrgicos. Los pacientes que requirieron artrodesis tuvieron costos directos significativamente mayores con el procedimiento respecto a los con DP, con un costo/QALY mayor tanto a 1 como a 2 años de seguimiento. El porcentaje de reoperación en pacientes con descompresión más fusión fue mayor que el grupo sometido a descompresión pura aumentando aún más los costos a largo plazo. Falta un seguimiento a largo plazo de esta cohorte para evaluar los resultados funcionales, el porcentaje de reoperación y los costos directos e indirectos en ambos grupos. (9): 769-74. 6.- Malmivaara A, Slätis P, Heliövaara M, Sainio P, Kinnunen H, Kankare J, et al. 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El comité editorial se reserva el derecho de aceptar o rechazar los trabajos enviados para su publicación. Los trabajos deben regirse por las siguientes normas: 1)Carta formal firmada por todos los autores, donde se explicita que el material enviado no ha sido publicado en otra revista o publicación de índole científica, chilena o extranjera. Así mismo, que los autores mencionados en el artículo han leído y aprobado éste y son plenamente responsables de la información que en él se entrega. Cada autor se entiende que puede presentar y defender ante un auditorio cada uno de los aspectos relacionados con el trabajo. Si un estudio ha implicado sujetos humanos, debe explicarse, en hoja separada, que esas personas han recibido la información completa sobre ese estudio y lo han aprobado formalmente. 2)Original en español en hoja tamaño carta, con doble espacio, letra tamaño 12 y 4 cm de margen izquierdo. 3)La extensión máxima son 10 páginas. Un número mayor de éstas debe ser autorizado previamente por el editor. A continuación el texto con el siguiente orden: 4)En la 1ª página, separada, se escribirá el título del trabajo, los nombres del o los autores, máximo 6, con la inicial del segundo apellido. Además el lugar de trabajo y la profesión, dirección postal, fono, fax y e-mail del autor. Indicar si hubo financiamiento para el trabajo o no. 96 En la 2ª página, título del trabajo en inglés y resumen en español y en inglés, de no más de 150 palabras. Además las palabras clave (key words) en inglés y castellano. Introducción con los propósitos claros y precisos por lo que se realizó el estudio. No debe aparecer referencia del lugar de trabajo o institución, esta información sólo debe aparecer en la primera página. Material y Método: descripción clara del material de estudio con los métodos que se usaron para ello. Resultados: presentados en una secuencia lógica igual que las tablas e ilustraciones. No repetir en el texto los datos de las tablas sino enfatizar lo más importante. Conclusiones o Discusión: destaque lo novedoso e importante. 5)Tablas: dactilografiadas en hojas separadas y enumeradas en forma consecutiva con números árabes. Cada una con su título descriptivo. Sólo líneas horizontales en el encabezamiento o al pie de ellas. 6)Figuras e ilustraciones: con tinta china o con computadora con impresora a tinta o láser. Fotografías en papel brillante. Las radiografías en positivo, igual. Tamaño 7,5 por 10,5. El número de fotografías no mayor de 8. Las fotos a color son por cuenta del autor. Las imágenes digitalizadas deben contener al menos 300 dpi. Deben venir en archivos independientes, los gráficos deben entregarse en originales impresos, y en lo posible con sus coordenadas numéricas adjuntas. Deben llevar el nombre del autor en el dorso además del número correspondiente en árabe y una marca adecuada indicando la dirección de la fotografía. En hoja aparte irá la leyenda de cada una de ellas que se debe explicar por sí solas. 7)Bibliografía: debe hacerse en orden de aparición en el texto, siguiendo la nomenclatura internacional: apellido seguido de las iniciales de los nombres de los autores, título del artículo, título abreviado de la publicación, año, volumen y página inicial y final. En el caso de textos: autores, título en idioma original, ciudad, editorial, año y página.