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Revista Chilena de Revista Chilena de Ultrasonografía. Vol 4/Nº3/2001 ULTRASONOGRAFIA ORGANO OFICIAL DE LA SOCIEDAD CHILENA DE ULTRASONOGRAFIA EN MEDICINA Y BIOLOGIA (SOCHUMB) EDITOR CIENTÍFICO SOCIEDAD CHILENA DE ULTRASONOGRAFIA EN MEDICINA Y BIOLOGIA Dr. Daniel Pedraza S. Profesor adjunto Facultad Medicina U. de Chile. Unidad Medicina Fetal. HCUCH. Unidad Medicina Materna y Fetal Clínica Alemana Santiago. DIRECTORIO 2012 - 2014 COMITÉ EDITORIAL PRESIDENTE Dr. Carlos Díaz M. VICE PRESIDENTE Dr. Daniel Pedraza S. SECRETARIO GENERAL Dr. Juan Carlos Bustos V. Dr. Eghon Guzmán B. Gíneco-Obstetra, Hospital Dr. Sótero del Rio. Asesor Programa de la mujer del Minsal Presidente del Capítulo Chileno del Colegio y Congreso Americano de Obstetras y Ginecólogos. Dr. Jyh Kae Nien Profesor Asociado, Facultad Medicina, Universidad de Los Andes Unidad Perinatal de Apoyo Clínico, Clínica Dávila. Dr. Juan Pedro Kusanovic P. Profesor Asistente Facultad de Medicina Pontificia Universidad Católica de Chile Director-Centro de Investigación e Innovación en Medicina Materno-Fetal (CIMAF) Dr. Fernando Viñals L. Clínica Sanatorio Alemán. Concepción Dr. Humberto Vaccaro C. Jefe Unidad de Ultrasonografía Gineco-Obstétrica, Clínica Las Lilas. Secretaría: La Concepción 80. Departamento 706. Providencia. Fono: 09-691 2225 - Santiago de Chile www.sochumb.cl primeras pags152.indd 45 Volumen 15, Nº 2 año 2012 La Revista de Ultrasonografía es periódica y distribuida en forma gratuita a todos los miembros al día de la Sociedad Chilena de Ultrasonografía en Medicina y Biología. Esta Revista está indizada a la base de datos referenciales LILACS. Para citar la Revista Chilena de Ultrasonografía debe usar la abreviatura Rev Chil Ultrasonog. El contenido de cada artículo y/o anuncio es responsabilidad del autor, sin que necesariamente represente los puntos de vista de los editores. La reproducción total o parcial sólo puede hacerse con previa autorización escrita de Publimpacto. Revista Chilena de Ultrasonografía es una producción de Editora Publimpacto, Robinson Crusoe 1150 Of. 904, Las Condes, Santiago de Chile. Fono: 7-8619516 Código Postal: 6781397 [email protected] Editor Comercial: Sr. Patricio Gana G. [email protected] TESORERO Dra. Patricia Muñoz O. SECRETARIOS ADJUNTO Dr. Masami Yamamoto C. Dr. Francisco Guerra B. DIRECTOR Dr. Jorge Sánchez C. DIRECTOR Dr. Alberto Iturra A. DIRECTOR Dr. Cristián Cabrera M. PRESIDENTE SALIENTE Dr. José Manuel Craig V. La SOCHUMB es miembro de la Federación Latinoamericana de Ultrasonido (FLAUS) y de la World Federation of Ultrasound in Medicine and Biology (WFUMB). REPRESENTANTES ANTE LA FLAUS Dr. Carlos Díaz M. Dr. José Manuel Craig V. www.ultrasonografia.cl 10-01-13 15:49 Revista Chilena de Ultrasonografía. Volumen 15⁄ Nº 2 ⁄ 2012 Sumario Página Tema y Autores 47EDITORIAL La ultrasonografía en el diagnóstico ginecológico en Chile Humberto Vaccaro C, Fernando Amor L, Alberto Iturra A. DIAGNÓSTICO PRENATAL 49 Embarazo ístmico y acretismo placentario: Diagnóstico en I trimestre. Caso clínico Jorge Hasbún H, Constanza Couve P, Patricio Palavecini R, Raúl Osorio P, Mario Salamanca Z, Claudia Morales B. 53 Hernia diafragmática congénita: caso clínico y la importancia del diagnóstico prenatal Luis Espinoza V, Elisa Díaz, Mónica Cornejo. 46 59 Vasa previa y corioamnionitis: Imágenes de un riesgo contínuo Jorge Hasbún H, Claudia Morales H, Alejandro Rubio M, Daniel Pedraza S. DIAGNÓSTICO GINECOLÓGICO 62 Endometriosis profunda. Desafío actual para el ultrasonografista. Revisión de la literatura y casos clínicos Mauricio León A, Jaime Martínez N, Alberto Iturra A, Hugo Sovino S. 70 Diagnóstico ecográfico de la disfunción del eje hipotálamo hipófisis-ovario-útero. Propuesta de estudio Alberto Iturra A, Humberto Vaccaro C, Fernando Amor L. primeras pags152.indd 46 75 Normas de publicación 10-01-13 15:49 Revista Chilena de Ultrasonografía. Volumen 15 ⁄ Nº 2 ⁄ 2012 Editorial LA ULTRASONOGRAFÍA EN EL DIAGNÓSTICO GINECOLÓGICO EN CHILE La incorporación masiva del ultrasonido diagnóstico en la práctica clínica de la gíneco-obstetricia en los últimos años de la década 1970-1980, constituyó una verdadera revolución en la praxis de la especialidad. Sin duda, su desarrollo más espectacular estuvo en el área de la obstetricia, tanto en el diagnóstico prenatal de malformaciones congénitas, trastornos del crecimiento, selección de población de riesgo de aneuploidías, como en la posibilidad de acceder al feto con fines terapéuticos. El Doppler fetal y materno ha agregado al diagnóstico morfológico, el diagnóstico funcional. En este contexto, la ecografía ginecológica se convirtió en el pariente pobre de la exploración ultrasonográfica en nuestro ámbito clínico. Los primeros esfuerzos para caracterizar las masas anexiales por vía transabdominal y poder tener así un impacto en el diagnóstico precoz del cáncer ovárico, fueron abandonados por Stuart Campbell en la década de los 80, por la baja especificidad del método. La ecografía transvaginal que debió haber dado un fuerte impulso a la precisión diagnóstica, tuvo como principal escollo en este aspecto, a los propios ecografistas. El diagnóstico debía ser meramente descriptivo. La etiología era resorte del estudio histopatológico. Se hicieron comunes términos como masa compleja, tumor sólido-quístico, masa anexial, etc. En la Unidad de Ultrasonografía del Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Salvador y como consecuencia lógica de la experiencia que se iba acumulando, comenzamos a ponerle “nombre y apellido” a las tumoraciones anexiales. Fruto de esta política, fue la publicación en 1998 del trabajo “Cuerpo Lúteo Hemorrágico: Oveja con Piel de Lobo”(1), el primero en Chile en comprometer al ecografista con un diagnóstico preciso. Nuestro predicamento que no solo podíamos sino que debíamos hacer un diagnóstico etiológico en la mayoría de las masas anexiales, fue fuertemente resistido al comienzo, pero el tiempo nos dio la razón. En la actualidad, se han definido las características específicas de las imágenes anexiales habituales, desde la patología funcional intrascendente hasta el cáncer de ovario. Existe consenso en la literatura en este sentido, aceptándose que en estas circunstancias, se debiera hacer un diagnóstico etiológico adecuado en aproximadamente el 90% de los casos o más. El diagnóstico etiológico preciso de la mayoría de las imágenes anexiales anormales mediante ultrasonido, ha tenido un impacto en el manejo clínico de éstas. Las consideradas funcionales o intrascendentes, a lo más ameritan un control posterior. Las estructurales consideradas benignas, pueden observarse por periodos prolongados o resolverse de manera poco invasiva mediante laparoscopía. Las imágenes sugerentes de malignidad, deben estudiarse de forma más completa y eventualmente resolverse con criterio oncológico. La manera de informar la patología anexial también ha sufrido un cambio fundamental. Los informes vagos o genéricos de tiempos pretéritos, han dado paso a sistemas que además de sugerir con alta probabilidad un diagnóstico primeras pags152.indd 47 47 10-01-13 15:49 Revista Chilena de Ultrasonografía. Volumen 15⁄ Nº 2 ⁄ 2012 48 específico, orientan al clínico hacia una conducta consecuente con los hallazgos. La Sociedad Radiológica de Estados Unidos, propuso un sistema para el diagnóstico mamario, en 1992, denominado BIRADS(2); este sistema se extendió al tiroides (TIRADS) y en 2009 al hígado (LIRADS). Ese mismo año propusimos el sistema GIRADS(3) para su utilización en patología anexial método que ha sido reconocido por recientes publicaciones relacionadas con el tema(4-7). Así como ha progresado el rendimiento del ultrasonido diagnóstico en la patología anexial, también lo ha hecho con las lesiones uterinas, utilizando tanto la ecografía transvaginal convencional, como la hísterosonografía y las capturas tridimensionales que permiten el examen del órgano en el corte coronal. Las malformaciones uterinas y las lesiones estructurales como miomas, adenomiosis y pólipos, pueden certificarse con mucha precisión. También han aparecido técnicas para investigar patologías que aparecían fuera del alcance del ultrasonido, como la ultrasonografía transvaginal extendida en la búsqueda de endometriosis profunda y el aporte creciente del ultrasonido a la uroginecología, con el estudio del piso pélvico. De la misma manera que la ultrasonografía ginecológica estructural dejó su condición de “pariente pobre” de la ecografía obstétrica, esperamos que la ecografía ginecológica funcional siente sus reales en la práctica clínica de la especialidad, considerando especialmente la gran cantidad de información que puede aportar. Un primer impulso en la comprensión de los cambios funcionales ginecológicos pesquisables por ecografía, lo dio Gustavo Gormáz y cols. con su trabajo Clasificación Morfológica-funcional del Endometrio(8). La clasificación del endometrio propuesta por el Dr. Gormáz está plenamente vigente y tuvimos el privilegio de escucharla en una reunión clínica del Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Salvador, varios años antes de su publicación. Durante la exploración ultrasonográfica transvaginal, el ecografista tiene la oportunidad de obtener valiosa y rápida información clínica con solo mirar a la paciente y efectuar algunas preguntas básicas: edad, paridad, situación hormonal (pre o post menopáusica), hormonoterapia, uso de ACO, FUR, somatotipo, presencia de hirsutismo. Agregando el diagnóstico del médico tratante y los hallazgos a la exploración, se puede confeccionar una hipótesis diagnóstica no solo estructural, sino también funcional que será, con mucha certeza, una herramienta poderosa para el diagnóstico clínico. El talón de Aquiles de la ultrasonografía en ginecología, es ser operador dependiente, lo que por otra parte es inherente a una gran cantidad de procedimientos del arte médico. Buen equipamiento, dedicación preferencial y educación continúa, pueden constituir una buena trilogía para el progreso en el diagnóstico ultrasonográfico. Dres. Humberto Vaccaro C, Fernando Amor L, Alberto Iturra A. 1. Amor F, Martínez J, Leyton M, Lira J, Vaccaro H, Gana SJ, Gana HJ. Cuerpo lúteo hemorrágico Oveja con piel de lobo. Rev Chil Obstet Ginecol 1998; 68(4): 276-281. 2. American College of Radiology. Breast Imaging Reporting and Data System® (BI-RADS®). Reston, Va: American College of Radiology; 1992. 3. Amor F, Vaccaro H, Alcázar JL, León M, Craig JM, Martínez J.Gynecologic imaging reporting and data system: a new proposalfor classifying adnexal masses on the basis of sonographicfindings. J Ultrasound Med 2009; 28: 285-291. 4. Brown DL, Dudiak KM, Laing FC.Adnexal masses: US characterization and reporting. Radiology. 2010; 254(2): 342354. 5. Amor F, Alcázar JL, Vaccaro H, León M, Iturra A. GI-RADS.reporting system for ultrasound evaluation of adnexal masses in clinical practice: aprospective multicenter study. Ultrasound ObstetGynecol 2011; 38(4): 450-455. 6. GoldsteinS, Invited Commentary. RadioGraphics 2012; 32: 1640-1642. 7. Laing FC, Allison SJ. Radiographics. 2012; 32(6): 1621-39. US of the Ovary and Adnexa: To Worry or Not to Worry? 8. Gormaz G, Prado S, Duque G, Gormaz C, Tsunekawa H, Cossio A, Pentz C, Uribe C.The ultrasonographiccharacteristics of the endometrium during the spontaneous ovulatory menstrual cycle. Rev Chil Obstet Ginecol 1992; 57(4): 257-262. Spanish. primeras pags152.indd 48 10-01-13 15:49 DIAGNÓSTICO Hasbún J. Rev ChilPRENATAL Ultrasonog. 2012; 15(2): 49-52. Embarazo ístmico y acretismo placentario: Diagnóstico en I trimestre. Caso clínico Drs. Jorge Hasbún H (1), Constanza Couve P (4), Patricio Palavecini R (2), Raúl Osorio P (1), Mario Salamanca Z (1), Claudia Morales B (3). 1. Departamento de Obstetricia y Ginecología Hospital Clínico Universidad de Chile (HCUCH), 2. Departamento de Radiología HCUCH. Santiago, Chile. 3. Departamento de Anatomía Patológica HCUCH. Santiago, Chile. 4. Departamento de Obstetricia y Ginecología Universidad de Valparaíso, Hospital Van Buren. Chile. Abstract The diagnosis of placenta accreta is often made during the second half of pregnancy, usually associated with previous placenta. Here we present a case of pregnancy implantation in the uterine isthmus diagnosed during the 8th week of gestation. Among the ultrasound findings to highlight we found isthmic bulging by the gestational sac with fetal heartbeats, empty uterine cavity and cervical canal, absence of myometrium along the vesico-uterine septum and posterior signs of early placental accretism. At thirteen weeks dilated vessels and irregularly shaped lacunae with turbulent blood flow were seen in the placenta. Expectant management was made confirming accretism with placenta percreta involving the parametrium and respecting the bladder. Cesarean section with hysterectomy was made at 34th weeks in conjunction with interventional radiology (Vascular ballooning of the internal and common iliac arteries) with good maternal and perinatal outcomes. Pathology analysis confirmed prenatal findings. Keywords: Accretism, Isthmus, Placenta percreta. Resumen El diagnóstico de acretismo placentario se realiza en la segunda mitad del embarazo, asociado frecuentemente a placenta previa. Presentamos un caso clínico en el que se observó una implantación ístmica en la semana 8, destacando los signos de abombamiento ístmico global con saco gestacional y embrión vivo, cavidad corporal uterina vacía, canal cervical vacío, ausencia de miometrio en tabique vesico-uterino y posteriormente signos sugerentes de acretismo en semana 13 con desarrollo de vasculatura subplacentaria y luego lagunas vasculares de flujo turbulento. Se hizo un manejo espectante confirmando durante la evolución signos de acretismo y percretismo miometrial, extenso desarrollo vascular en parametrios y sin invasión vesical. Fue interrumpida con 34 hasbun-acretismo.indd 49 semanas, por cesárea-histerectomía, optimizada con técnica radiológica intervencional (oclusión vascular intraoperatoria en secuencia de arterias ilíacas internas e íliacas comunes) con buen resultado materno y perinatal. La anatomía patológica confirmó diagnósticos ultrasónicos. Palabras clave: Acretismo, Istmo, Percretismo. El acretismo placentario (AP), es una adherencia anormal de la placenta a la pared uterina con invasión del trofoblasto al tejido subyacente en ausencia de decidua basal y capa fibrinoide de Nitabuch, con penetración de profundidad y extensión variables, pudiendo alcanzar la serosa uterina y órganos vecinos. Ocurre como complicación en el 0.8 /1.000 a 3/1.000 nacimientos (1,2), con factores de riesgo como cesárea anterior, placenta previa, cirugía uterina y legrados lo que indica que una deficiencia del desarrollo decidual por disfunción del endometrio es el factor crítico en su etiopatogenia (3,4). Tiene prevalencia variable (1/5.450 a 1/2.500 partos) por diferencias en su definición anatomo-clínica y por la tasa local de cesáreas y cuyo incremento ha determinado una frecuencia ascendente de AP en la población de embarazadas, con aumento progresivo del riesgo individual en la paciente con una a más cesáreas. Los signos diagnósticos imagenológicos de AP detectan un defecto de la interfase miometrio-placentaria (pérdida del espacio claro retroplacentario), aumento de flujo vascular del miometrio subplacentario y lagunas intraplacentarias que distorsionan su apariencia y que pueden ser extensas. En ocasiones se puede observar protrusión de la placenta e invasión a la vejiga. Estos signos se pesquisan habitualmente en la segunda mitad de la gestación y en el III trimestre ya que son más fáciles de observar a mayor edad gestacional, pero su observación puede ser tardía si se producen emergencias por aborto o prematurez(5). Dado que las complicaciones ocurren más 49 10-01-13 15:54 Revista Chilena de Ultrasonografía. Volumen 15 ⁄ Nº 2 ⁄ 2012 frecuentemente en el período periparto, es conveniente anticipar el diagnóstico de AP en la primera mitad del embarazo para aplicar estrategias preventivas, oportunas y seguras (6,7). Presentamos una paciente con implantación ístmica que evolucionó a placenta previa central, acreta extensa, en la cuál se hizo un diagnóstico precoz de AP entre semanas 8 y 13 de embarazo y que se resolvió con cesárea-histerectomía en semana 34. Caso clínico Treinta años, gesta 3, para 1, cesárea anterior y 1 aborto espontáneo. El examen de ultrasonido (US) en semana 8 demuestra un saco gestacional de localización baja y sospecha de embarazo cervical, embrión vivo y edad gestacional de 8 semanas. En US semana 12 se observa saco gestacional con embrión vivo, de localización supracervical, que abomba globalmente el istmo uterino, una interfase miometrio-vesical delgada sin miometrio visible deformada por abombamiento, la cavidad corporal uterina y el canal endocervical se observaron vacíos (Figura 1). Hay imágenes de vasos abundantes y dilatados bajo la vejiga, sin fenestraciones del tabique ni protrusión a vejiga (Figura 2) y lagunas placentarias irregulares, con flujo turbulento (Figura 3). 50 Figura 1. Implantación ístmica con saco gestacional y embrión vivo, cavidad corporal vacía, abalonamiento del istmo (“útero en guitarra”) y cicatriz indemne. Figura 2. Distensión del tabique útero-vesical, ausencia de miometrio, gran desarrollo vascular subplacentario y flujo turbulento en embarazo ístmico. hasbun-acretismo.indd 50 Figura 3. Acretismo placentario con lagunas vasculares grandes y numerosas (Grado 3) y extenso desarrollo vascular subplacentario. Se confirmó trofoblasto sobre el cuello, sospechando implantación ístmica, localización ectópica en cicatriz uterina o en canal cervical y se definió un manejo espectante. Evolucionó sin incidentes (metrorragia o contracciones uterinas anormales) hasta la semana 32, en que es hospitalizada por dolor punzante y persistente, mal tolerado, en hipogastrio. Se manejó con reposo estricto, analgesia oral y control de la evolución del dolor, observación clínica y monitoreo de contractilidad uterina, reevaluación imagenológica seriada, cistoscopia y rectoscopía para excluir compromiso de órganos vecinos que resultaron negativos. Con 34+2 semanas, pruebas de coagulación normales y diagnósticos confirmados, se aplicó el protocolo de interrupción de placenta acreta previa central, efectuando cesárea-histerectomía con conservación de ovarios, incluyendo modificación técnica de radiología intervencional (oclusión vascular bilateral y en secuencia, de arterias ilíacas internas e ilíacas comunes) determinada por la extensión del compromiso vascular, sin incidentes. Se obtuvo un recién nacido femenino, 2.100 gramos, Apgar 9-9. El examen macroscópico de la pieza operatoria y la anatomía patológica confirmaron implantación ístmica con acretismo y percretismo extenso (Figura 4). La microscopía demostró percretismo intramiometrial ístmico y acretismo cervical. Figura 4. Pieza operatoria del caso clínico: útero con placenta previa central, ístmica “in totum” y percreta transmural. 10-01-13 15:54 Hasbún J. Rev Chil Ultrasonog. 2012; 15(2): 49-52. La evolución del puerperio fue favorable, sin metrorragia, conservando lactancia y con un proceso residual inflamatorio de parametrios y del celular pelviano al examen vaginal, probablemente secundario a la embolización de ilíacas internas y al extenso compromiso parametrial. Discusión 1. Diagnóstico diferencial: en las imágenes iniciales se observaron dos de los criterios sugerentes de embarazo ectópico en cicatriz uterina (7): ausencia de miometrio en tabique útero-vesical y cavidad uterina vacía. Sin embargo, el seguimiento en la semana 12 demostró abombamiento ístmico-cervical con el saco gestacional en su interior (en “esfera de reloj”) y además extensa vasculatura en el tabique vesico-uterino con numerosas lagunas placentarias con flujo turbulento, signo propio de AP (Figura 3 ). En la zona probable de cicatriz de cesárea se observó miometrio aparentemente indemne sin imagen de “nicho”, pero con vasos muy dilatados y saco gestacional adyacente inmediatamente por debajo, sugiriendo una implantación primaria ístmica y no en cicatriz o cervical. Se planteó diagnóstico de AP y se diseñó el manejo apropiado. Pese al extenso desarrollo vascular, en el tabique vesico-uterino no se visualizó su fenestración ni protrusión vascular o de placenta en vejiga, (Figura 2) confirmado por citoscopía . Se ha descrito diagnóstico de AP por imágenes, precozmente, antes de semana 20, en dos casos (8,9) en los cuáles se decidió la interrupción quirúrgica del embarazo e histerectomía en semana 15, con sangrado materno de 5.450 y 12.000 ml y en otras cuatro pacientes (10,11), que recibieron una terapia protectora preoperatoria con embolización arterial de ilíacas internas antes de la interrupción del embarazo siendo el sangrado de 400 a 3000 ml. Otra paciente de la misma serie, con diagnóstico precoz, pero sin embolización, permaneció con embarazo hasta semana 34, luego cesárea-histerectomía y sangró 2.000 cc. En estas pacientes se consideró la posibilidad de rotura uterina y hemorragia cataclísmica con riesgo de muerte materna para indicar una interrupción del embarazo, sin embargo, como lo demuestra nuestro caso, la interpretación inicial de las imágenes en el diagnóstico de embarazo en cicatriz puede ser discutible y la progresión de la implantación puede ser hacia istmo(12), la evolución a rotura es extremadamente infrecuente (13), hay casos de evolución favorable aún con rotura inicial (14) y en el manejo espectante, la interrupción oportuna ante inminencia de rotura, ha evitado la muerte materna (15). Por estas razones, a diferencia del ectópico tubario, en AP ístmico, es posible la sobrevivencia perinatal y la conducta asumida en los casos citados es discutible. hasbun-acretismo.indd 51 2. Manejo antenatal e intraparto: durante la evolución del embarazo se observó un crecimiento fetal normal, se confirmó la placenta previa central y un aumento de la vascularización especialmente notable hacia parametrios, no observado en otros casos de AP, sugiriendo invasión transmiometrial y compromiso cervical, con flujo turbulento de alta velocidad. Se indicó reposo estricto con evaluación del dolor pelviano ante la posibilidad de ruptura espontánea por invasión trofoblástica transmiometrial y precauciones para interrupción de urgencia; el incremento del dolor determinó la hospitalización en la semana 32. En la planificación de la cesárea-histerectomía se consideró el gran desarrollo vascular periplacentario y en parametrios, probablemente anastomótico desde la circulación distal con un riesgo potencial de hemorragia intraparto mayor, por lo que se modificó el procedimiento protocolizado de radiología intervencional intraoperatoria efectuando una oclusión vascular en secuencia de arterias ilíacas (internas y comunes), logrando un control satisfactorio del sangrado intraparto. Después del parto, la observación macroscópica de la pieza operatoria, la ausencia de percretismo vesical y el examen histopatológico confirmaron la implantación ístmico-cervical del trofoblasto y la extensión parametrial del percretismo, lo cuál confirmó la interpretación inicial de las imágenes del US observadas en semanas 8 y 12. La observación del percretismo hasta la serosa uterina es sugerente de que el dolor progresivo en hipogastrio representó una distensión máxima del istmo uterino e inminencia de rotura. En nuestro caso, con un diagnóstico temprano de acretismo en la semana 12, se logró llevar el embarazo a la semana 34, lo que permitió la sobrevivencia perinatal. En el parto, la técnica modificada de oclusión vascular permitió una intervención expedita, con control hemostático y estabilidad hemodinámica materna durante la cirugía, sin hemorragia (Htco de 32%) y evolución sin incidentes. 51 Conclusiones 1. Se diagnosticó por primera vez acretismo placentario e implantación ístmica en el primer trimestre del embarazo. 2. En las imágenes diagnósticas la implantación ístmica puede cursar con abalonamiento del istmo y del cérvix, ausencia de miometrio en tabique vésico-uterino, cavidad uterina corporal vacía, ausencia de percretismo vesical y extenso acretismo miometrial, cervical y parametrial. 3. En el primer trimestre hay que hacer el diagnóstico diferencial entre implantación ístmica, implantación cervical e implantación en cicatriz uterina. 4. La interrupción electiva en semana 34 tuvo un buen resultado perinatal. 10-01-13 15:54 Revista Chilena de Ultrasonografía. Volumen 15 ⁄ Nº 2 ⁄ 2012 5. El estudio histopatológico confirmó el diagnóstico antenatal sugerido por las imágenes. 9. Referencias 52 1. Flood KM, Said S, Geary M, Robson M, Fitzpatrick C, Malone FD. Changing trends in peripartum hysterectomy over the last 4 decades. Am J Obstet Gynecol 2009; 200: 632.e1-6. 2. Silver RM, Landon MB, Rouse DJ, Leveno KJ, Spong CY, Thom EA, et al. Maternal morbidity associated with multiple repeat caesarean deliveries. Obstet Gynecol 2006; 107: 1226-1232. 3. Pollio F, Staibano S, Maasscolo M, Salvatore G, Persico F, De Falco M, et al. Uterine dehiscence in term pregnant patients with one previous cesarean delivery: Growth factor inmunoexpression and collagen content in the scarred lower uterine segment. American Journal of Obstetrics and Gynecology 2006; 194: 527-534. 4. Jauniaux E, Jurkovic D. Placenta accreta: Pathogenesis of a 20th century iatrogenic uterine disease. Placenta 2012; 33(4): 244-251. 5. Hoffman-Tretin JC, Koenigsberg M, Rabin A, Anyaeqbunam A. Placenta Accreta. Additional sonographic observations. J Ultrasound Med 1992; 11(1): 29-34. 6. Kastner E, Figueroa R, Garry D, Maulik D. Emergency Peripartum Hysterectomy: Experience at a Community Teaching Hospital. Obstet Gynecol 2002; 99: 971-975. 7. Ash A, Smith A, Maxwell D. Cesarean scar pregnancy. British Journal Obstetrics and Gynaecology 2007; 114: 253-263. 8. Shih JC, Cheng WF, Shyu MK, Lee CN, Hsieh FJ. Power Doppler evidence of placenta accrete appearing in the hasbun-acretismo.indd 52 10. 11. 12. 13. 14. 15. first trimester. Ultrasound in Obstetrics & Gynecology 2002; 19: 623-625. Chen YJ, Wang PH, Liu WM,Lai CR, Shu LP, Hung JH. Placenta accreta diagnosed at 9 weeks gestation. Ultrasound in Obstetrics & Gynecology 2002; 19: 620-622. Yang JI, Kim HY, Kim S, Ryu HS. Diagnosis in the first trimester of placenta accreta with previous Cesarean section. Ultrasound Obstetrics & Gynecology 2009; 34: 116-118. Chou MM, Tseng JJ, Ho ESC. The application of threedimensional color power Doppler ultrasound in the despiction of abnormal uteroplacental angioarchitecture in placenta previa percreta. Ultrasound in Obstetrics & Gynecology 2002; 19: 625-627. Vial Y, Petignat P, Hohfeldt P. Pregnancy in a Cesarean scar. Ultrasound Obstet Gynecol 2000; 16: 592-593. Vaknin Z, Maymon R, Mendlovic S, Barel O, Herman A, Sherman D. Clinical, sonographic, and epidemiologic features of second –and early third– trimester spontaneous antepartum uterine rupture: a cohort study. Prenat Diag 2008; 28(6): 478-484. Roeters AE, Oudijk MA, Heydanus R, Bruinse HW. Pregnancy outcome after intra-abdominal bleeding due to placenta percreta at 14 weeks of gestations. Obstet Gynecol 2007; 102(2 Pt2): 574-576. Herman A, Weinraub Z, Avrech O, Maymon R, RonEl R, Bukovsky Y. Follow up and outcome of isthmic pregnancy located in a previous caesarean section scar: a case-report. Br J Obstet Gynecol 1995; 102: 839-841. Correspondencia: Dr. Jorge Hasbún H. [email protected] 10-01-13 15:54 DIAGNÓSTICO PRENATAL Espinoza L. Rev Chil Ultrasonog. 2012; 15(2): 53-58. Hernia diafragmática congénita: caso clínico y la importancia del diagnóstico prenatal Dr. Luis Espinoza V (1), Elisa Díaz (2), Mónica Cornejo (2). 1. Unidad de Ultrasonografía Hospital del Profesor. Universidad Diego Portales. Santiago, Chile. 2. Estudiantes de Medicina, Universidad Diego Portales. Santiago, Chile. Abstract Congenital diaphragmatic hernia (CDH) is a disease with a high postnatal morbidity and mortality due to the lung hypoplasia associated, which is why it is so important an early diagnosis, being recommended in average in the second trimester of gestation. This finding allows a proper immediate management of the newborn in a specialized health center. Through a case report we will present a review of CDH types and diagnosis, making emphasis in the ultrasonographic diagnosis during pregnancy. Resumen La Hernia Diafragmática Congénita (HDC) es una enfermedad que presenta una alta morbimortalidad postnatal por la hipoplasia pulmonar asociada, por esto es importante un diagnóstico precoz, siendo recomendado en promedio dentro del segundo trimestre de gestación. Este hallazgo permite un adecuado manejo inmediato del recién nacido en un centro de salud especializado. En base al caso clínico que se presentará a continuación realizamos una revisión sobre los tipos y el diagnóstico de la HDC haciendo énfasis en el diagnóstico ultrasonográfico durante el embarazo. Caso clínico Sra. DBC, primigésta, sin antecedentes mórbidos relevantes, cursando un embarazo controlado aparentemente fisiológico, con 4 exámenes ultrasonográficos informados como normal (2 en el primer trimestre y 2 en el segundo trimestre); se envía a la evaluación ecográfica del tercer trimestre. Se realiza el examen a las 36 semanas de gestación, durante el procedimiento se plantea el diagnóstico de hernia diafragmática izquierda, caracterizada por la presencia de asas intestinales y sombra gástrica a nivel de la visualización de las 4 cámaras del corazón (corte transversal a nivel del tórax) (Figuras 1, 2 y 3); se busca en forma dirigida la presencia de otras malformaciones no evidenciándose otras alteraciones anatómicas. espinoza.indd 53 53 Figura 1. Corte transversal a la altura de tórax del feto, donde se observa corazón y burbuja gástrica a nivel. Figura 2. Corte transversal a la altura de abdomen del feto, deonde se constata ausencia de burbuja gástrica en su posición normal. 10-01-13 15:55 Revista Chilena de Ultrasonografía. Volumen 15 ⁄ Nº 2 ⁄ 2012 RN cursa sin signos de infección, con alimentación parenteral desde el parto por 9 días, y es dado de alta en buenas condiciones generales con un peso de 3.175 gramos. Figura3. Corte transversal a la altura del tórax del feto, donde se vuelve a observar corazón y burbuja gástrica en paralelo. 54 El informe ecográfico da como resultado: Gestación única, viva, de 36 semanas, peso estimado de 2.870 gramos, creciendo en percentil 50; líquido amniótico normal, observación de hernia diafragmática izquierda. Se informa a médico tratante, el que decide el manejo en un centro de alta complejidad con el fin de dar una atención integral a la embarazada y su hijo. Se realiza una interrupción programada vía cesárea a las 39 semanas, cuyo resultado es un RN sexo femenino, con un peso de 2.951 gramos y una talla de 50 centímetros, APGAR 3 al minuto y 8 a los cinco. El RN se intuba previo a iniciar ventilación espontánea, sin incidentes y se conecta a ventilación mecánica intermitente (VMI), evolucionando en forma estable, se completa evaluación con: • Ecocardiograma que muestra corazón estructuralmente normal, con una insuficiencia mitral y tricúspidea leve. • Eco abdominal que muestra gran parte del contenido de intestino delgado y grueso en hemitórax izquierdo. • Eco cerebral sin hallazgos patológicos. El RN se maneja con VMI; al tercer día de vida se realiza cirugía vía laparoscópica sin incidentes. En el postoperatorio inmediato evoluciona con neumotórax a tensión, se maneja con drenaje pleural y se requiere conexión a ventilación de alta frecuencia la que se mantiene por 24 horas y se vuelve a VMI. Evoluciona favorablemente desde el punto de vista quirúrgico, con tránsito intestinal normal, se comienza a realimentar al 4º día post operatorio. Se dejó drenaje pleural con aspiración por 5 días. espinoza.indd 54 Introducción Debido al aumento de disponibilidad y la calidad de las técnicas ultrasonográficas prenatales, se ha logrado diagnosticar enfermedades prenatales sintomáticas y no sintomáticas precozmente, como es la hernia diafragmática congénita (HDC) (1) , enfermedad que afecta a uno de cada 2.000 a 5.000 RN internacionalmente (2-5), pudiendo ser estas cifras aún mayor si se consideraran los fetos abortados y muertes fetales prenatales (3), y siendo su tasa de diagnóstico prenatal del 59% en países desarrollados(2). La detección precoz de hernia diafragmática permite la interrupción de forma programada del embarazo, modo del parto y modificación del lugar del parto a un centro de alta complejidad donde la atención será realizada en forma integral por un equipo conformado por Gineco-Obstetras, Neonatólogos y Cirujanos Infantiles, brindando así la mejor atención tanto a la madre como al RN. La importancia del diagnóstico precoz de esta enfermedad radica en que la hipoplasia pulmonar e hipertensión pulmonar persistente asociadas a la HDC, llevan a una alta tasa de mortalidad neonatal. La sensibilidad del ultrasonido para detectar las HDC es de amplio rango, y aún más sensible cuando está asociado a otras malformaciones, gestación avanzada, y el examinador es un ultrasonografista experto (5). La edad gestacional promedio para el diagnóstico de HDC es alrededor de las 24 semanas (4), donde se puede observar polihidroamnios, ausencia de burbuja gástrica o en su defecto, presencia de burbuja gástrica intratorácica, alteraciones mediastínicas, reubicación del corazón alejado de la zona de herniación, circunferencia abdominal disminuida, y menos frecuente, hidrops fetal (2). Una herramienta útil para evaluar el pronóstico es el uso de la ultrasonografía, midiendo la relación entre el área pulmonar y la circunferencia craneana (LHR), la posición del hígado y del estómago. Otra medición útil es la del volumen pulmonar fetal utilizando resonancia magnética fetal (2). Otros hallazgos ultrasonográficos específicos dependen del tipo de HDC. Clasificación de hernia diafragmática congénita según anatomía. El diafragma se forma entre la cuarta y la octava semana de edad gestacional y se origina de la fusión del septum transverso, del mediastino (mesenterio dorsal del esófago), de la membrana pleuroperitoneal y de los músculos de la pared corporal (6,8)(Figura 4). 10-01-13 15:55 Espinoza L. Rev Chil Ultrasonog. 2012; 15(2): 53-58. Figura 4. Embriología y anatomía. El diagrama muestra los cuatro principales precursores embriológicos del diafragma y de las partes derivados de las mismas. Las tres mayores aberturas a través del diafragma también se muestran: la vena cava inferior (1), esófago (2), y la aorta (3). Chayhan G. MD. Babyn P. MD, Cohen R. MD, Langer J. MD, Multimodality Imaging of the Pediatric diaphragm: Anatomy and Pathology Conditions. RadioGraphics 2010; 301797-1817. Obtenido de http://rediographics.rsna.org/content/30/7/1797.full La HDC ocurre por el defecto entre la fusión de la membrana pleuroperitoneal con las otras porciones o por el retorno prematuro del intestino a la cavidad abdominal con la herniación de las vísceras abdominales a la cavidad torácica. La HDC se clasifica de acuerdo a la localización anatómica del defecto del diafragma. El tipo de HDC depende en qué lugar ocurra el cierre incompleto(Figura 5), y se divide principalmente en Hernia de Bochdalek y Hernia de Morgagni o Paraesternal (1,2,4,5,7). La Hernia de Bochdalek o Posterolateral es el tipo más común de HDC (85%-90% de los casos)(8,9) se produce por la falla en el cierre de la comunicación primitiva entre la pleura y la cavidad peritoneal (conducto pleuroperitoneal)(2). El 80% de los casos se produce en el lado izquierdo (2), esto es porque el canal pleuroperitoneal derecho se fusiona antes que el izquierdo y el hígado apoya el hemidiafragma derecho, aunque también en ocasiones puede ser bilateral. La Hernia de Morgagni o Paraesternal se debe al fracaso de la fusión de la membrana pleuroperitoneal anterior con el esternón y los cartílagos costales durante la embriogénesis (hernia de la porción antero-medial del diafragma)(2). La hernia que se produce en el triángulo esternocostal derecho es en realidad la hernia de Morgagni y la que se produce en el triangulo esternocostal izquierdo se denomina hernia de Larry(4). Otros tipos de HDC menos frecuentes son la hernia hiatal que surge de un orificio fisiológico, y la hernia central o del septum transverso (8). El contenido de estas hernias pueden incluir grasa, epiplón o vísceras sólidas o huecas (bazo, estómago, intestino delgado o grueso)(2,6,7,8) y su impacto en la vida del recién nacido es de consideración variable según el tipo de hernia y su contenido (2,8,10). Figura 5. Tipos de Hernias Diafragmáticas. Chavhan G B et.al Obtenido en Radiographics 2010; 30: 1797-1817. Principales hallazgos ultrasonográficos y de imagen El diagnóstico de la HDC puede ser pre o postnatal. El prenatal se realiza por ultrasonografía de rutina espinoza.indd 55 55 10-01-13 15:55 Revista Chilena de Ultrasonografía. Volumen 15 ⁄ Nº 2 ⁄ 2012 56 en el 40-60% de los casos (2,4) y la edad gestacional al momento de la detección es en promedio a las 24 semanas (2,11). La característica diagnóstica es la presencia de vísceras abdominales intratorácicas, observándose el intestino delgado y estómago más frecuentemente, en un 90% (2); además se puede observar desviación mediastínica y cardiaca contralateral, pequeña circunferencia abdominal fetal y polihidroamnios (70%)(11,12,19). La medida del volumen pulmonar, del radio de área de pulmón a circunferencia de cabeza (LHR), lado del defecto diafragmático (izquierdo-derecho), cálculo de la posición del hígado y presencia de anormalidades asociadas (factores de pronóstico negativos, por ejemplo riñón intratarácico(13) son usadas para realizar el diagnóstico de HDC, y establecer riesgo de morbimortalidad, viéndose que el LHR descrito por primera vez por Metkus et al, método altamente utilizado para medir el tamaño pulmonar, en que la medición del área pulmonar consisten en la multiplicación del diámetro más largo de la zona pulmonar contralateral por la parte más larga perpendicular a éste (21) y la medición de la circunferencia craneana, es más sensible para predecir la morbilidad, mientras que la medida del volumen pulmonar fetal es más útil que el LHR en fetos sin herniación de hígado (5). Sin embargo, Peralta et al, 2005 establece LHR observado versus el esperado (LHR O/E)(22), relación que mide el LHR ideal y el LHR esperado para cada edad gestacional (23), siendo éste un marcador más integral y exacto para cuantificar la hipoplasia pulmonar y las tasas de sobrevida neonatal. Así, se observó que los fetos con LHR O/E <15% tienen extrema hipoplasia pulmonar fetal y casi no sobreviven; LHR O/E entre 15 y 25% tienen hipoplasia pulmonar severa y su supervivencia es de alrededor de 15%; el LHR O/E entre 26 y 45% presentan hipoplasia moderada con una tasa de sobrevida entre el 30 al 60% y los fetos con LHR O/E > a 45% presentan una hipoplasia leve y es muy probable que sobrevivan (24,25). En el caso de HDC derechas el diagnóstico antenatal es un poco más difícil, pues el pulmón y el hígado presentan características ecogénicas similares (7). En un estudio de cohorte retrospectivo multicéntrico de HDC aislada, diagnosticadas prenatalmente en fetos nacidos durante el 2002 al 2007 en 5 instituciones participantes en Japón, se estableció un sistema de riesgo de estratificación para una mortalidad de 90 días, para detectar la severidad clínica en RN con HDC a través de los hallazgos ultrasonográficos. Los pacientes fueron clasificados en 3 grupos de riesgo: el grupo A consistió en RN que mostraron el hígado bajo el diafragma, con una razón del área transversa contralateral del pulmón versus el tórax (L/T) de ≥0.08; el grupo B de RN que mostraron el hígado bajo el diafragma con razón L/T <0.08 o el hígado arriba del diafragma con razón LT ≥0.08, y espinoza.indd 56 un tercer grupo, el C, de infantes que mostraron el hígado arriba del diafragma con razón L/T <0.08. La mortalidad en 90 días en los grupos A, B y C fue de 0,0%, 20,0% y 65,0% respectivamente; las tasas de altas sin complicaciones fueron de 95,8%, 60,0% y 5,0%, respectivamente. Este sistema permitió reflejar con precisión la severidad clínica de RN con HDC sólo a través de hallazgos ultrasonográficos y sin considerar otras manifestaciones clínicas perinatales (10). En otro estudio realizado en el Texas Children’s Fetal Center, del Texas Children›s Hospital, Houston, en Estados Unidos, se evaluó el riesgo de complicaciones (tasas más altas de herniación de hígado, necesidad de reparación, y uso oxigenación de membrana extracorpórea) en RN vivos con HDC, comparando grupos diagnosticados prenatalmente versus postnatal, donde se concluyó que pacientes con diagnóstico de HDC postnatal son un grupo de más alto riesgo y que la evaluación prenatal y manejo multidisciplinario perinatal permite mejores resultados en estos pacientes (14). Los pacientes diagnosticados prenatalmente tendrán que someterse a otros estudios de imágenes para evaluar alguno de los factores pronósticos y estudios genéticos para descartar anomalías congénitas asociadas ya que se han encontrado alteraciones cromosómicas en 10-34% de los diagnósticos, siendo con las de mayor asociación las duplicaciones y supresiones cromosómicas (Sd. de Turner, sd. de Down, trisomía 13 entre otras)(6,15). Existe también relación entre la HDC y otras malformaciones en un 39% de los casos, siendo las más comunes malformaciones del sistema nervioso central, cardíacas, gastrointestinales, y renales (16,18). La ultrasonografía 3D es una herramienta que permite medir la proporción entre el área pulmonar fetal y la circunferencia craneana (LHR)(2,5,18), la posición del hígado y del estomago (5); la ecografía color se puede hacer para comprobar la posición de la vena umbilical y de los vasos hepáticos (2,4); y la resonancia magnética que se utiliza para evaluar el volumen pulmonar(17) o distinguir una HDC de otras malformaciones (2). Es importante saber el LHR es <1 y si existe herniación del hígado, pues se demostró que son predictores de mal pronóstico (2) al igual que el polihidroamnios. El diagnóstico postnatal se hace fácilmente sobre la base de los síntomas y signos físicos. Una radiografía de tórax y abdomen simple informa de la posición de las vísceras; gases sanguíneos y pH reflejan la eficiencia del intercambio y otros índices perfeccionan este análisis (18). Comentarios Los avances tecnológicos en la actualidad están permitiendo imágenes ultrasonográficas de mejor calidad, que permitirían un aumento de la pesquisa de las alteraciones congénitas prenatales. 10-01-13 15:55 Espinoza L. Rev Chil Ultrasonog. 2012; 15(2): 53-58. El diagnóstico antenatal de HDC es a menudo hecho en los tiempos promedio internacionalmente, siendo éste idealmente a las 24 semanas de gestación (5), y esto permite el manejo prenatal (la corrección abierta de la hernia en el pasado y la obstrucción traqueal por fetoscopía reversible hoy en día) que puede ser indicada en casos con hipoplasia pulmonar severa y un pronóstico nefasto (18), permitiendo el tratamiento precoz después del nacimiento que al menos requiere de todos los refinamientos del cuidado crítico incluyendo en muchos casos la oxigenación de membrana extracorpórea previo a la corrección quirúrgica. La estrategia actual en tratamiento se basa en la oclusión traqueal fetoscópica con balón (26,28), impidiendo el paso de fluídos traqueobronquiales e induciendo un crecimiento acelerado pulmonar a través de estímulo directo mecánico y secreción de factores de crecimiento (26,28). Con este procedimiento se han observado resultados variables según la experiencia de los diferentes grupos. Sin embargo, en el grupo Euro-CDH, que creó y ha aplicado la técnica mayoritariamente hasta ahora, se ha logrado la colocación y retirada del balón con éxito en los más de 150 casos realizados, con una sobrevivencia global del 60%(27), viéndose este resultado asociado a la gravedad inicial del cuadro según el LHR O/E21. Hasta el 2009, el consorcio de oclusión traqueal fetal (FETO) europeo había realizado 200 de estos procedimientos, con una tasa de sobrevivencia del 50% con fetoscopía, mientras que se estima una tasa de sobrevivencia en HDC del 30% sin fetoscopía, además de una disminución en las tasas de displasia broncopulmonar desde un 70% a menos de un 40% en fetos intervenidos (28). La experiencia en Chile es menor, contando sólo el Hospital Clínico de la Pontificia Universidad Católica de Chile, la Clínica Alemana, la Clínica Las Condes, y el Hospital de Talca, con la tecnología idónea para realizar este procedimiento (29). Sin embargo, y considerando que este método de imagen es observador dependiente, los hallazgos pueden pasar desapercibidos en las semanas de gestación correspondiente a un diagnóstico oportuno, como ocurrió en el caso clínico presentado, por lo que, para realizar un buen diagnóstico prenatal precoz se necesita de un observador experto, por otra parte se ha establecido que la sensibilidad de diagnóstico por imagen aumenta cuando el defecto está asociado a otras anormalidades, con la edad gestacional avanzada y con un ultrasonografista fetal experto (5), esto permitiendo una derivación a tiempo a un centro de mayor complejidad donde un equipo multidisplinario pertinente dará una adecuada atención tanto a la madre como al RN. Un buen diagnóstico prenatal de alteraciones congénitas permite un adecuado manejo del embarazo y del parto(20), y del RN donde un equipo multidisciplinario perinatal es capaz que permite mejores resultados espinoza.indd 57 en estos pacientes (5,14,18). El aporte de la ultrasonografía de rutina dentro de control prenatal se ha convertido en una herramienta fundamental en el manejo de la embarazada, lo que significa una responsabilidad cada vez más creciente para los profesionales operadores de esta técnica, de ahí que una buena formación y una capacitación sistemática sean necesarios para mejorar los rendimientos diagnósticos de esta técnica. Referencias 1. Kays D. Hernia diafragmática congenital y lesiones pulmonares neonatales. SurgClin N Am 86 2006; 329-356. 2. Kesieme E, Kesieme C. Congenital Diaphragmatic Hernia: Review of Current concept in Surgical Management. IRN Surgery 2011. 3. González-Díaz E, García M. Diagnóstico prenatal de hernia diafragmática congénita bilateral. ProgObstetGinecol 2008; 51(9): 571-576. 4. De Buys A, Dinh-Xuan A. Congenital diaphragmatic hernia: current status and review of the literature. Eur J Pediatr 2009; 168: 393-406. 5. Hendrick H, et al. 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In spite of attempted tocolysis, labor continued to painless fully dilatation, spontaneous rupture of membranes, umbilical cord prolapse and unexpected vaginal delivery of a 760 g baby in good conditions. Gross placental examination was in agreement with ultrasound findings and microscopic study demonstrated chorioamnionitis and funisitis associated to vasa previa and prematurity. We consider series of facts that happened in this case as a continuous risk condition from the morbidity to the epilog like “near miss perinatal case”. We discuss the importance of chance in the result and we think that the preventive intervention was in the medical management and not in the attention system. Key word: Chorioamnionitis, Risk, Vasa previa. Resumen Se presenta un caso clínico de vasa previa diagnosticada con ultrasonido a las 22 semanas que evolucionó con amenaza de parto prematuro en semana 27. Pese a la frenación inicial se produjo dilatación completa en forma silenciosa, rotura de membranas, procidencia de cordón y parto vaginal sorpresivo de un prematuro de 760 gramos que tuvo evolución favorable. El examen macroscópico placentario fue concordante con las imágenes observadas con ultrasonido y el estudio histológico confirmó corioamnionitis y funisitis asociadas a la vasa previa y la prematurez. La interpretación de la secuencia de eventos es de un riesgo continuo desde su inicio como morbilidad y su epílogo de probable mortalidad perinatal (“near miss”). Se discute la importancia del azar en la evolución y se concluye que una intervención preventiva estuvo en el ámbito del manejo médico y no en el sistema de atención. Palabras clave: Corioamnionitis, Riesgo, Vasa previa. Las anormalidades del cordón umbilical, primarias o secundarias adaptativas al ambiente intrauterino, pueden generar emergencias perinatales con riesgo de daño o muerte (1). Se define la vasa previa (VP) como la condición 2 hasbun-vasa.indd 59 en la cuál los vasos umbilicales se han desprendido del cordón y sin gelatina de Wharton yacen en la membrana ovular, por delante de la presentación fetal, expuestos a rotura o compresión durante el parto. Puede ser Tipo I (solo vasos velamentosos) y Tipo II (vasos velamentosos comunican una placenta bipartita o cotiledones aberrantes). La VP es una anomalía con riesgo de muerte perinatal alrededor de 60% por rotura de los vasos y exsanguinización fetal y que puede reducirse a 3% si hay diagnóstico e intervención oportuna antes de la rotura (2). La imagenología aplicada correctamente puede anticipar las emergencias funiculares (3,4) planificando un parto electivo preventivo, sin embargo, factores de riesgo concomitantes, con menor expresión clínica, pueden superponerse alterando el manejo propuesto. Describimos un caso clínico con VP Tipo I que evolucionó con parto prematuro precipitado e infección asociada y no logró ser intervenido electivamente. 59 Caso Clínico Treinta y nueve años, primigesta, que en ecografía de semana 22 se detecta placenta lateral izquierda, cordón de inserción periférica y vasos umbilicales con pulso arterial fetal de 154 por minuto con imagen estable (fija) que se proyecta en la pared anterior del útero, entre el istmo y el orificio cervical interno, bajo la presentación fetal (Figuras 1 y 2), planteándose el diagnóstico de inserción velamentosa y VP Tipo I. En semana 26, sin un factor desencadenante reconocido, inicia dinámica uterina y metrorragia discreta y es hospitalizada. El examen con ultrasonido confirma el hallazgo de VP, un feto de 730 gramos, en percentil 33 de crecimiento, signos hemodinámicos de bienestar, longitud cervical de 35 mm e imagen sugerente de asas de cordón flotando en el líquido amniótico por detrás de la VP y las membranas, en el polo ovular inferior, en posición de procúbito. Se efectuó frenación con nifedipino oral, luego fenoterol y profilaxis de membrana hialina con corticoides en dosis estándar y se efectúan exámenes: Hcto 34%, Hb 11.5, leucocitos 21.500, VHS 67 y PCR 25.3; cultivos de orina y vaginal en estudio. La amniocentesis demuestra líquido amniótico amarillo claro, opalescente, glucosa 26 mg/dl, proteínas 10-01-13 15:57 Revista Chilena de Ultrasonografía. Volumen 15 ⁄ Nº 2 ⁄ 2012 totales menor a 2.0g/dl, LDH 5027 y citológico con hematíes escasos, leucocitos 30 x mm3, mononucleares 6% y polimorfonucleares 94%. Con diagnóstico de corioamnionitis inicial probable se inicia tratamiento antibiótico, se mantiene frenación por 48 horas en espera del efecto maduracional del corticoide y una segunda ecografía confirma imágenes de VP y acortamiento cervical a 19 mm. Pese a que no hubo percepción materna de dinámica uterina ni pesquisa en el control clínico y escasas contracciones detectadas en el monitoreo electrónico, al final de ese período presenta “sensación de peso vaginal”, encontrándose al examen dilatación completa. Es trasladada a Pabellón, presenta rotura espontánea de las membranas al ser posicionada en la 1 3 2 4 60 mesa quirúrgica, con procidencia de cordón umbilical irreductible, seguida de parto vaginal inmediato, en vértice. Se asiste un RN prematuro de 770 gramos, con Apgar 2 y 9, que evoluciona con depresión inicial de recuperación rápida, sin distrés respiratorio ni complicaciones neonatales inmediatas o tardías. El alumbramiento fue completo, sin signos de desprendimiento placentario y con cordón velamentoso en extensión de 12 cm, sin gelatina de Wharton y VP discurriendo en las membranas a 3 cm del sitio de la rotura (Figuras 3 y 4). El estudio histopatológico demostró extensos signos inflamatorios en cotiledones placentarios y en el cordón umbilical (funisitis) (Figuras 5 y 6). Figuras 1 y 2. En la exploración con Doppler color se observan la inserción del cordón en el amnios, un vaso suprayacente en la membrana amniótica en situación de vasa previa (entre la presentación fetal y el orificio cervical interno) y el registro de la frecuencia cardíaca fetal. Figuras 3 y 4. Placa materna y placa fetal de la placenta en las que se observa la inserción del cordón en las membranas, los vasos umbilicales velamentosos y el sitio de rotura espontánea adyacente al trayecto de los vasos, sin comprometerlos. Figura 6. Pared del vaso umbilical con signos de inflamación aguda o funisitis (leucocitos polimorfonuc leares) . (Hematoxilina-eosina 100 x). Figura 5. Fragmento del cordón umbilical con vaso sanguíneo, inserción velamentosa y membrana ovular suprayacente. (Hematoxilina eosina 40 x). Discusión La asociación de VP y corioamnionitis determinó una secuencia de complicaciones enlazadas cronológicamente en la perspectiva de un riesgo continuo: fracaso de tocólisis, trabajo de parto prematuro con período de dilatación silencioso, rotura de membranas, procidencia de cordón y parto vaginal 2 hasbun-vasa.indd 60 prematuro precipitado. Se ha definido como near miss a “una mujer muy enferma que pudo haber muerto si no hubiese tenido de su lado la suerte y un buen cuidado médico”(5) y se le considera sinónimo de morbilidad materna grave en un proceso continuo hacia la muerte(6). En perspectiva, este concepto facilita la identificación de puntos 10-01-13 15:57 Hasbún J. Rev Chil Ultrasonog. 2012; 15(2): 59-61. intermedios en la cadena de gravedad los cuáles pueden estar en la paciente misma, en el manejo médico o en el sistema de atención y que eventualmente pueden ser modificados por una intervención preventiva (7,8), mejorando el cuidado médico. Este caso puede considerarse como un “near miss perinatal” por la morbilidad acumulativa de riesgos de la VP (constitucional) y de la corioamnionitis (adquirido), a los que se adicionan los riesgos propios de cada complicación (procúbito de cordón, dilatación cervical silenciosa, rotura de membranas, procidencia de cordón y parto vaginal de prematuro extremo). El riesgo continuo puede ser desglosado en los factores conducentes a la muerte o al daño e identificar así la intervención preventiva. El análisis del caso sugiere una insuficiencia cervical por la dilatación silenciosa que debe evaluarse oportunamente con cervicometría de longitud y de dilatación; la infección ascendente debe excluirse con examen completo de cultivo /PCR vaginal y el cordón vulnerable por procúbito debe identificarse con ultrasonido durante la frenación ya que estas complicaciones asociadas evolucionando en forma rápida tienen riesgo de daño y determinan urgencia absoluta en las decisiones de manejo. Su detección habría permitido la indicación anticipada de la operación cesárea evitando los riesgos descritos. La procidencia de cordón tiene una mortalidad perinatal de 12% en centros desarrollados (9) y es determinante de asfixia grave en el 35% de los casos(10) y las únicas posibilidades de anticipación son aplicar rutinariamente en todos los partos una técnica muy cuidadosa en la rotura artificial de membranas y en los casos de riesgo, la localización antenatal ultrasónica de un “cordón vulnerable”(1) para una intervención preventiva. En el caso, pese a conocer la situación de procúbito, no se logró prevenir la procidencia por la evolución silenciosa de la dilatación, seguida por rotura espontánea, flujo amniótico en catarata y procidencia por arrastre, pero ocurrió con dilatación completa y resolución inmediata del parto, sin demora ni exposición a hipoxia de un prematuro extremo. En el caso se confirmó la utilidad del ultrasonido en el diagnóstico antenatal temprano de VP (semana 22) y hubo correlación de las imágenes ultrasónicas con la disposición de los vasos umbilicales observados en la placenta después del parto. La sobrevivencia perinatal se interpreta como un evento afortunado porque sin haber recibido el beneficio de la interrupción electiva, tampoco sufrió el efecto exsanguinizante de la lesión vascular esperable ya que la rotura de membranas ocurrió paralelamente al trayecto de los vasos, sin comprometerlos (Figuras 3 y 4). En el análisis se concluye que el azar y el cuidado médico neonatal evitaron la muerte del prematuro y que una intervención preventiva en la cadena de morbilidad estuvo en el ámbito de las decisiones del manejo médico y no en el sistema de atención ni en la paciente misma. En VP, a los esquemas de diagnóstico (3,11) y 2 hasbun-vasa.indd 61 estrategias de manejo propuestos(3,12,13) hay que agregar en cada caso individual, la detección de factores asociados de riesgo e identificar puntos a optimizar en el manejo o en el sistema de atención, con una intervención que atenúe el efecto del azar y logre un buen resultado perinatal. Conclusiones 1. Con el diagnóstico antenatal de VP es recomendable excluir corioamnionitis ascendente, insuficiencia cervical y procúbito de cordón. 2. Estas complicaciones asociadas en un caso de VP representan etapas de un riesgo continuo que pueden culminar con daño o muerte perinatal. 3. Su identificación oportuna es importante para una intervención preventiva. 4. Hay casos de VP en que por azar la rotura de membranas no compromete los vasos umbilicales. Referencias 1. Hasbún J. Emergencias Perinatales originadas en el cordón umbilical. Cap 25. En García-Huidobro M, Hasbún J (ed) Urgencias y complicaciones en obstetricia. I Edición. Santiago. Chile. Editorial Mediterráneo: 2006; pp 281-292. 2. Oyalese Y, Catanzarite V, Prefumo F, Lashley S, Schachter M, Tovbnin Y, et al. Vasa Previa. The impact of prenatal diagnosis on outcomes. Obstet Gynecol 2004; 103: 937942. 3. Derbala Y, Grochal F, Jenty P. Vasa Previa. J Prenat Med 2007; 1: 2-13. 4. Sepúlveda W, Rojas I, Robert JA, Schnapp C, Alcalde JL. Prenatal detection of velamentous insertion of the umbilical cord: a prospective color doppler ultrasound. Ultrasound Obstet Gynecol 2003; 21: 564-569. 5. Mantel GD, Buchmann E, Rees H, Pattinson RC. Severe acute maternal morbidity: a pilot study of a definition for a near miss. Br J Obstet Gynaecol 1998; 105: 985-990. 6. Geller S, Rosenberg D, Cox S, Brown M, Simonson L, Driscoll C et al. The continuum of maternal morbidity and mortality: Factors associated with severity. Am J Obstetrics and Gynecology 2004; 191: 939-944. 7. Say L, Pattinson RC, Gulmezoglu AM. WHO systematic review of maternal morbidity and mortality: the prevalence of severe acute maternal morbidity (near miss). Reproductive Health 2004; 17(12 ): 3. 8. Penney G, Brace V. Near miss audit in obstetrics. Current Opinion in Obstet Gynecol 2007; 19: 145-150. 9. Dare FO, Owolabi AT, Fasubaa OB, Ezachi OC. Umbilical cord prolapse: A clinical study of 60 cases seen et Abafemi Awolow University Teaching Hospital (Nigeria). East Afric 1998 ; 75 (5): 308-310. 10. Katz Z, Shoham Z, Lancet M, Blicksterin I, Mogilner BM, Zalel Y. Management of labor with umbilical cord prolapse. Obstet Ginecol 1988; 72: 278. 11. Daly-Jones E, Hollingsworth J, Sepúlveda W. Vasa praevia: second trimester diagnosis using color flow imaging. Br J Obstet Gynaecol 1996; 103: 284-286. 12. Pérez R, Sepúlveda W. Vasa Previa. Rev Chil de Ultrasonografía 2008; 11(1): 26-30. 13. Robinson B, Grobman W. Effectiveness of Timing Strategies for Delivery of Individuals With Vasa Previa. Obstet Gynecol 2011; 117: 542-549. 61 Correspondencia: Dr. Jorge Hasbún H. [email protected] 10-01-13 15:57 Revista Chilena de Ultrasonografía. Volumen 15 ⁄ Nº 2 ⁄ 2012 Endometriosis profunda. Desafío actual para el ultrasonografista. Revisión de la literatura y casos clínicos Dres. Mauricio León A (1,2), Jaime Martínez N (1), Alberto Iturra A (1), Hugo Sovino S (1,3). 1. Unidad de Ultrasonografía Clínica Indisa. Santiago, Chile. 2. Unidad de perinatología y Ultrasonido. Servicio de Ginecología y Obstetricia. Hospital San Juan de Dios. Santiago, Chile. 3. Instituto de Investigación Materno Infantil (IDIMI) Universidad de Chile. Servicio de Ginecología Obstetricia. Hospital San Borja Arriarán. Santiago, Chile. 62 Abstract The Endometriosis is defined as the presence of endometrial tissue out of the uterine cavity. Three different types exist of endometriosis: peritoneal, ovary and infiltrating deep (DIE), the latter is characterized for presenting endometriotic lesions that spread more than 5 mm of depth below the peritoneum. The motive of the following publication is to announce the different diagnostic capacities up to the date known about the different technologies of images and in addition to present 5 DIE’S clinical cases, which diagnosis was possible by transvaginal ultrasonography with bowel preparation and intravaginal ultrasound gel. Both technologies of images more used for DIE’S diagnosis are the magnetic Resonance (RM) and the Transvaginal Ultrasonography. The Sensibility and Specificity brought for Nuclear Magnetic Resonance in DIE are: Sensibility 76% to 88% and Specificity 97% in regions retrocervical and rectosigmoid respectively. For the ECO TV there are brought Senbilities and Specificities that go from 74% to 95% and from 50% to 98% respectively, depending on the region of commitment, author and used technology. Conclusion: there is demonstrated that the ECO TV with intestinal preparation and use of solid gel intravaginal is a good diagnostic tool for the study and DIE’S diagnosis pre operatively. Keywords: deep infiltrating endometriosis, transvaginal ultrasonography with bowel preparation, nuclear magnetic resonance. Resumen La Endometriosis se define como la presencia de tejido endometrial fuera de la cavidad uterina. Existen tres diferentes tipos de endometriosis: peritoneal, ovárica e infiltrante profunda (DIE), ésta última se caracteriza por presentar lesiones endometriósicas que se extienden más de 5 mm de profundidad por debajo del peritoneo. El motivo de la siguiente publicación es dar a conocer las distintas capacidades diagnósticas, hasta la fecha conocidas de las distintas técnicas imagenológicas y además presentar 5 casos clínicos de DIE, cuyo diagnóstico fue posible mediante ecotomografía transvaginal con preparación intestinal y gel para ultrasonido intravaginal. Las dos técnicas imagenológicas más usadas para el diagnóstico de DIE son la resonancia magnética (RM) y la ecotomografía transvaginal (ECO TV) en sus distintas variantes. La Sensibilidad y Especificidad reportada para RM en DIE son: Sensibilidad 76% a un 88% y Especificidad de un 83 a un 97% en regiones retrocervicales y rectosigmoides respectivamente. Para la ECO TV se reportan Senbilidades y Especificidades que van desde un 74% a un 95% y de un 50% a un 98% respectivamente, dependiendo de la región de compromiso, autor y técnica utilizada. Conclusión: Se demuestra con este trabajo, que la ECO TV con preparación intestinal y uso de gel sólido intravaginal es una buena herramienta diagnóstica para el estudio y diagnóstico de DIE pre operatorio. Palabras clave: endometriosis infiltrante profunda, ultrasonografía transvaginal con preparación intestinal, resonancia nuclear magnética. Introducción La Endometriosis se puede definir como la presencia de tejido endometrial fuera de la cavidad uterina. Ésta enfermedad alcanza una prevalencia en la población general estimada entre 1 a 8%(1) y en la de mujeres infértiles de 15 hasta 70%, según las distintas series. El tipo de presentación clínica es variable siendo comúnmente independiente de la extensión de la enfermedad, puede caracterizarse por dismenorrea secundaria, dolor pélvico crónico, dolor intermenstrual, dispareunia disquexia, diarrea intermitente, hematoquecia y de obstrucción intestinal(2). Trabajo de Ingreso a la Sociedad de Ultrasonografía en Medicina y Biología (SOCHUMB) Presentado en Agosto del año 2011. leon.indd 62 10-01-13 15:59 León M. Rev Chil Ultrasonog. 2012; 15(2): 62-69. Existen tres diferentes tipos de endometriosis: peritoneal, ovárica y profunda (Deep Inflitrating Endometriosis, DIE)(3). La endometriosis superficial posee múltiples formas de visualización durante una laparoscopia diagnóstica, desde las lesiones rojas, típicamente negras, hasta lesiones blanquecinas fibróticas (3,4). Por su parte las lesiones ováricas o endometriomas ováricos, también llamados quistes achocolatados son los mas típicos y habitualmente diagnosticados en una ecotomografía de rutina y /o en pacientes con historia o hallazgo de tumor anexial (5). La endometriosis profunda (DIE) se define histológicamente como lesiones endometriosicas que se extienden más de 5 mm por debajo del peritoneo(6,7). Éste tipo de enfermedad es responsable de síntomas dolorosos asociados con lesiones del tipo profundo (disquexia, rectorragia, constipación, dispareunia). Otra característica de éste tipo de endometriosis es la multifocalidad, ubicándose más frecuentemente en los ligamentos uterosacros, fondos de sacos vaginales, vejiga e intestino (6,7). El motivo de la siguiente publicación es dar a conocer, en forma resumida, algunas técnicas diagnósticas actualmente en uso, las distintas capacidades diagnosticas publicadas y a su vez, presentar 5 casos clínicos cuyo diagnóstico fue posible mediante técnica ultrasonográfica. infiltrante como nódulos endometriósicos, adherencias y compromiso peritoneal superficial(9). Koga (11) es uno de los primeros autores que demuestra en nódulos con compromiso rectal la correlación entre las características de la ecografía transvaginal y transrectal con los hallazgos histológicos. Ultrasonográficamente son visualizados como lesiones homogéneas hipoecoicas, de contornos irregulares, delimitada por un anillo hiperecoico e histológicamente se demuestra hipertrofia e hiperplasia de la muscular propia y fibrosis de la serosa intestinal. Concluye este estudio que la ultrasonografia transvaginal y /o transrectal pudieran ser útiles y deberían ser considerados en el diagnóstico y detección de EIP. Figura 1 a, b, c. 63 Técnicas diagnósticas La laparoscopía ginecológica, en combinación con el estudio histológico actualmente es el “Gold standard”(8). Las técnicas en imagenología más usadas en su diagnóstico han sido la ultrasonografía transvaginal, la resonancia magnética (RM), ultrasonografia transrectal, y ultrasonografia rectal endoscópica. En la actualidad, para un adecuado manejo de éste tipo de enfermedad, se requiere una mejora en la evaluación pre-operatoria que de cuenta de una correcta estrategia quirúrgica. No existe aún un consenso general aceptado de que tipo de evaluación pre operatoria es la más adecuada y menos clasificaciones de endometriosis profunda que sean ampliamente validadas. A continuación mencionaremos básicamente, y en forma comparativa, alguna técnicas imagenológicas, dando mayor énfasis en las diferentes técnicas efectuadas por vía transvaginal conocidas. Ultrsonografía transvaginal La US transvaginal tradicional es la técnica más comúnmente usada, es de gran ayuda especialmente en la evaluación de los quistes endometriosicos(5), alcanzando en las distintas series una sensibilidad de 92% y una especificidad de 99%(10), su utilidad es limitada, con resultados disímiles en endometriosis leon.indd 63 Figura 1 a, b, c. 10-01-13 15:59 Revista Chilena de Ultrasonografía. Volumen 15 ⁄ Nº 2 ⁄ 2012 64 Dessole, et al. en forma casi simultánea (12) presenta una nueva técnica para la evaluación de endometriosis rectovaginal, la llamó sonovaginografía, ésta consistía en una ultrasonografía transvaginal combinada con la introducción de solución salina intravaginal (200 a 400 ml), dicha solución actúa como una verdadera ventana acústica, pudiéndose observar las diferentes estructuras que, sin dicha ventana, eran imposibles de visualizar (paredes vaginales, fornix vaginales, Ligamenstos uterosacros, Douglas, tabique rectovaginal y septo vesicovaginal). En este trabajo se describe la visualización de los diferentes tipo de lesiones endometriósicas: exofíticas, infiltrantes, en placas y mixtas. La técnica requería que la paciente estuviera en posición ginecológica ligeramente en Trendelemburg, sonda Foley con uso de balón intravaginal para evitar su salida, uso de la mano izquierda del operador para realizar el selle de la vagina mediante la compresión, con los dedos, de los labios de la vulva de la paciente, dado lo anterior, un ayudante efectuaba la manipulación del equipo de ultrasonido. Obtiene una sensibilidad para endometriosis rectovaginal de un 90,6%, especificidad de un 85% Figura 2. Guerriero, et al.(13) en el año 2007 describe un nuevo método para la detección de endometriosis profunda en pacientes con color pélvico crónico, su técnica de “Tenderness Guided” ultrasonografía transvaginal, nace como una alternativa a la de Dessole, consiste en colocar 12 ml de gel de ultrasonido en un dedo de guante 4 cms por sobre el transductor y guiar éste según el sitio doloroso de la paciente en el canal vaginal, buscando imágenes hipoecogénicas, nódulos o masas con o sin contornos regulares a nivel del Douglas, región retrocervical, septo rectovaginal con o sin compromiso de pared vaginal (13). En esta serie de 46 casos de dolor pélvico crónico, 31 tuvieron endometriosis profunda confirmada por la histología, logra una sensibilidad de 90% y especificidad de 95% (Figura 3). Figura 3. Nódulo rectovaginal. Goncalves, et al,(14) en el año 2009 publican la técnica llamada ultrasonido transvaginal para el diagnóstico de endometriosis profunda. Ésta consistía en realizar un ultrasonido transvaginal en una paciente con preparación intestinal, administrando un laxante oral el día antes del examen y enema rectal una hora antes del examen, esto con el fin de eliminar residuos fecales y gas que pudiera estar presente en el rectosigmoides, logrando la visualización el recto hasta 30 cm por sobre el margen anal y la detección del compromiso Figura 2. leon.indd 64 10-01-13 15:59 León M. Rev Chil Ultrasonog. 2012; 15(2): 62-69. de la submucosa intestinal. Junto con el examen de rutina de útero y ovarios, el protocolo de visualización incluye superficie peritoneal, pliegue vesicouterino, fondo de saco de Douglas, recto, sigmoides, colon, apéndice, ciego, ileon, área retrocervical, incluyendo ligamentos úterosacros, torus uterino, fondo de saco vaginal posterior y tabique rectovaginal. Mediante dicha técnica se trata de observar lesiones nodulares hipoecoicas, solidas e irregulares infiltrando la pared anterior del rectosigmoides, así como lesiones en el área retrocervical. Este autor utiliza además, cuando los nódulos no son claramente visibles, 50 a 60 ml de gel de ultrasonido intravaginal para una mejor y adecuada visualización, separando así el cérvix y distendiendo las paredes vaginales. Con ésta técnica los autores describen una sensibilidad de un 95% para endometriosis retrocervical y de un 98,1% para endometriosis del rectosigmoides. Esta ecotomografía transvaginal con preparación intestinal (ECOTVBP), representa un avance significativo en el diagnóstico de la endometriosis profunda, requiere de un entrenamiento específico, siendo perfectamente realizable en la práctica diaria. Señala además este autor la ventaja de esta técnica sobre la RM ya que esta última no detecta lesiones pequeñas y además el peristaltismo intestinal habitual puede generar artefactos. Las debilidades de la USTV es el significativo dolor que puede ocasionar el examen en aquellas pacientes con obliteración del saco de Douglas ó presencia de grandes miomas o endometriomas que no dejen visualizar los segmentos más altos del intestino (Figuras 4 y 5). Guerriero, et al.(15) en el año 2009 investigó el potencial rol de la ultrasonografía tridimensional en el diagnóstico de EIP. Usando sus distintas modalidades mejora la característizacion de los nódulos endometriósicos, haciendo más evidentes su forma y bordes irregulares. Particularmente el modo TUI, podría ser, según opinión de los autores del trabajo, útil en el análisis del compromiso y extensión del nódulo en el tabique rectovaginal y su relación con otros órganos como son rectosigmoides y uréter, siendo esto utilizable en la práctica diaria (Figura 6). Hudelist, et al. (16) comparan el rendimiento diagnóstico del examen clínico versus la ecotomografía transvaginal en el diagnóstico pre-quirúrgico de la EIP. Los resultados sugieren fuertemente que el examen vaginal en forma aislada puede ser insuficiente para detectar EP antes de la laparoscopia. El uso de la ultrasonografía transvaginal claramente aumenta la exactitud diagnóstica, especialmente en pacientes con endometriomas ovaricos y EIP de los ligamentos uterosacros, vejiga, rectosigmoides. 65 Figura 5. Nódulo hipoecoico infiltrando la pared rectal. Figura 6. Ecorafía 3D, modo TUI. Figura 4. Puntos hiperecoicos en ligamento uterosacro. leon.indd 65 Resonancia magnética La RM es particularmente exitosa en la identificación de los endometriomas (imagen típica), ocasionalmente puede también ser útil en la visualización de nódulos endometriósicos sólidos y adherencias, especialmente en lesiones ubicadas ligamentos uterosacros. Su 10-01-13 15:59 Revista Chilena de Ultrasonografía. Volumen 15 ⁄ Nº 2 ⁄ 2012 mayor utilidad esta demostrada en el diagnóstico de lesiones de rectosigmoides y lesiones de tipo vesical (8,17). Bazot et al, en un estudio efectuado con 195 pacientes con distintos tipos de lesiones endometriósicas diagnosticadas mediante RM y luego sometidas a LPC. Se determinó la sensibilidad, especificidad del diagnostico efectuado por RM en los distintos sitios (Ligamentos uterosacros, vagina, tabique rectovaginal, rectosigmoides, y vejiga) Tabla I (17). Análisis de los distintos tipos de Técnicas diagnósticas de EIP. Si uno realiza un resumen de las distintas técnicas diagnósticas para EIP, se puede observar que, según los diferentes autores, todos obtienen un buen resultado, sólo considerando los valores de frecuencia de sensibilidad y especificidad (Tablas II y III). Tabla I. Resonancia magnética y EIP. Ubicación Sensibilidad Especificidad de la sesión Ligamentos uterosacros 76% 83% Vagina 76% 95% Tabique rectovaginal 80% 96% Rectosigmoides 88% 97% Vejiga 88% 97% Tabla II. Resumen de resultados Diagnósticos en EIP Vesical y Vaginal, distintos autores y Métodos Diagnósticos (13, 14, 17). Autor Endometriosis vesical Bazot Guerriero Endometriosis Bazot Vaginal Guerriero 66 Método DG Sensibilidad RM USTV RM Endosonografía USTV USTV 88% 33% 80% 6% 46% 91% Especificidad VPP VPN 98% 100% 85% 100% 95% 89% 88% -- 72% 100% 82% -- 98% -89% 68% 78% -- Tabla III. Resumen de resultados Diagnósticos en EIP Rectosigmoides. EIP Retrocervical, distintos autores y deiferentes Métodos Diagnósticos (13,14,17). Tipo de endometriosis Autor Método DG Endometriosis Bazot RM 87% VPP 93% VPN 96% 77% Rectosigmoides Endosonografía 88% 93% 96% 79% USTV93% 100% 100% 87% Guerriero USTV67% 92% -- -- Abrao RM 83% 98% 97% 84% USTV 98% 100% 100% 98% TRV LUS TRV LUS Endometriosis retrocervical BAZOT RM TRV LUSTRV LUS 54% 84% 98% 88% 85% 98% 94% 38% (LUS, FVSP, Tabique rectovaginal) Endosonografía 18% 48% 95% 44% 33% 89% 90% 8,5% USTV 98% 66% 50% 95% 25% 89% Guerriero USTV ABRAO leon.indd 66 Sensibilidad Especificidad 9% 78% 74% 50% 88% 94% -- -- RM 76% 68% 61% 81% USTV 95% 98% 98% 97% 10-01-13 15:59 León M. Rev Chil Ultrasonog. 2012; 15(2): 62-69. Bazot et al en el año 2009 publica un estudio donde compara la precisión diagnóstica del examen físico, ecografía transvaginal, RM y ecotomografía transrectal para el diagnóstico de endometriosis profunda, concluye que el rendimiento de la RM, ecotomografía transrectal y ecotomografía transvaginal es similar, pero la RM es superior en los diagnósticos de ligamentos uterosacros y en compromiso de tabique rectovaginal(17) (Tabla IV). Si se realiza un resumen de la literatura, para el diagnóstico de EIP en la actualidad existen dos técnicas diagnósticas predominantes, por una parte está la RM y por el otro la ecotomografía transvaginal con sus distintas variantes y técnicas. En las distintas series es coincidente que el primer examen a efectuar ante la sospecha de endometriosis es la ultrasonografía transvaginal. A su vez, bajo la sospecha clínica de endometriosis pélvica profunda, la evaluación debe ser dirigida hacia el compromiso de región retrocervical y órganos vecinos. Según la literatura actual la RM tiene un gran poder diagnóstico en la determinación de compromiso rectovaginal (LHR + 40)(17), la cual sería mayor que la USTV modificada de Guerriero (LHR 8). Por otro lado si se analiza con detención los LHR positivos y negativos según la técnica descrita por Goncalves sería ésta la mejor de todas, alcanzando LHR negativo del orden del 0,00002 para rectosigmoides y del 0,051 para área retrocervical. La USTV con preparación intestinal (técnica de Goncalves-Abrao) es la que posee mejores resultados en forma global, pero es operador dependiente y requiere una curva de aprendizaje. Casos clínicos Se analizaran 5 pacientes con sospecha clínica de endometriosis profunda en las cuales se comparó la exactitud diagnóstica del examen físico, la RM y la ultrasonografía transvaginal con preparación intestinal (fleet oral el día antes del examen) y uso de relleno vaginal del tipo gel sólido, todo esto con el objetivo de corroborar que la US-TV con preparación intestinal puede ser un método útil en el diagnóstico pre operatorio en pacientes con endometriosis infiltrativa profunda. Caso clínico 1 Paciente de iniciales L.S.P de edad 26 años, Nuligesta, consulta por cuadro de larga data de dolor pélvico crónico asociado a dispareunia y dismenorrea severa. Al examen físico destaca nódulo rectovaginal palpable de aproximadamente 3 cm de diámetro. RM de pelvis sin alteraciones informadas. La Eco tv con preparación intestinal muestra nódulo ecomixto retrocervical de 16 x 14 mm (Figura 7). La biopsia post operatoria demuestra endometriosis de pared vaginal de 33 x 17 x 25 mm. Caso Clínico 2 Paciente de iniciales P.G.A., edad 39 años, Nuligesta, con antecedentes de dispareunia y dismenorrea severa. En el examen ginecológico se palpa lesión nodular retrocervical de 2 cm de diámetro mayor. En ultrasonografía transvaginal convencional se observan endometriomas ováricos bilaterales, lesiones retrocervicales no pesquisándose, RM de pelvis normal. Ecotomografía tv con preparación intestinal y gel sólido intravaginal: se observa lesión nodular de predominio hiperecogénico de 9 x 7 mm. ubicada en cara posterior uterina adosada a la cara anterior del rectosigmoides (Figura 8). Biopsia post operatoria muestra tejido fibroconectivo y adiposo con endometriosis de 0,5 a 2,1 cm. 67 Tabla IV. Comparación entre sensibilidad, precisión, LHR positivo y negativo, examen físico, Eco TV, Endosonografía y RM. Comparando hallazgos quirúrgicos y anátomopatológicos (17). leon.indd 67 Test PE TVS RESMRI USLs Sensitivity Diagnostic accuracy LR+ LR- 0.73(0.63–0.82) 0.74(0.64–0.82) 3.30(0.95–11.1) 0.34(0.22–0.58) 0.78(0.69–0.87) 0.77(0.69–0.86) 2.34(0.93–5.96) 0.32(0.18–0.60) 0.48(0.37–0.59) 0.47(0.36–0.56) 0.86(0.45–1.06) 1.16(0.73–3.91) 0.84(0.77–0.92) 0.85(0.77–0.92) 7.59(1.19–48.3) 0.18(0.10–0.31) Vagina Sensitivity Diagnostic accuracy LR+ LR- 0.50(0.32–0.68) 0.75(0.66–0.84) 3.88(1.85–8.11) 0.57(0.40–0.83) 0.47(0.29–0.65) 0.79(0.71–0.88) 9.64(3.00–31.0) 0.56(0.40–0.70) 0.07(0–0.16) 0.70(0.60–0.79) — 0.93 0.80(0.66–0.94) 0.84(0.76–0.91) 5.51(2.94–10.3) 0.23(0.11–0.48) RV septum Sensitivity Diagnostic accuracy LR+ LR- 0.18(0–0.41) 0.87(0.80–0.94) 4.91(0.92–26.2) 0.85(0.64–1.13) 0.09(0–0.26) 0.88(0.81–0.95) 7.36(0.50–109.5) 0.92(0.76–1.11) 0.18(0–0.41) 0.55(0.16–0.75) 0.86(0.79–0.93) 0.94(0.87–0.98) 3.68(0.76–17.8) 44.18(4.73–286.8) 0.86(0.65–1.14) 0.46(0.32–0.95) Intestine Sensitivity Diagnostic accuracy LR+ LR- 0.46(0.34–0.58) 0.54(0.44–0.65) 1.67(0.87–3.19) 0.75(0.54–1.03) 0.94(0.88–1.00) 0.89(0.83–0.98) 0.87(0.79–0.96) 0.96(0.91–1.00) 0.89(0.86–0.97) 0.87(0.83–0.95) — 12.89(3.54-51.8) 12.66(3.31–48.37) 0.06 0.12(0.05–0.22) 0.14(0.07–0.26 10-01-13 15:59 Revista Chilena de Ultrasonografía. Volumen 15 ⁄ Nº 2 ⁄ 2012 compromete probablemente fondo de saco vaginal de 15 x 13 mm. Figura 8. Biopsia post operatoria demuestra tejido fibronectivo, adiposo y mucosa vaginal con endometriosis de 18 x 20 mm. Figura 7. Ecografía tv con preparación intestinal: nódulo retrocervical. 68 Figura 8a. Ecografía tv con preparación intestinal: Nódulo rectosigmoides. Figura 8b. Ecografía tv con preparación intestinal: Nódulo retrocervical, con compromiso vaginal. Caso Clínico 3 Paciente de iniciales P.O.S., edad 33 años, nuligesta, con antecedentes de dispareunia y dismenorrea severa. Examen ginecológico compatible con nódulo de tabique rectovaginal de 1 a 2 cms. de diámetro mayor. Ecotomografia transvaginal no muestra alteraciones ni lesiones endometriósicas ováricas. RM de pelvis pesquisa lesión sólido quística tabicada retrocervical de 3,7 cm, probable endometrioma. Ecotomografia transvaginal con preparación intestinal y gel sólido intravaginal demuestra nódulo de centro hipoecogénico retrocervical bajo que leon.indd 68 Caso clínico 4 Paciente de iniciales T.M.N. edad 34 años, nuligesta, antecedentes de dolor pélvico crónico de aproximadamente 3 años de evolución, dismenorrea severa y dispareunia. Su examen clínico revela anexos aumentados de volumen y lesión nodular palpable en tabique rectovaginal de 2 cm. Ecotomografía convencional demuestra sólo endometriomas ováricos bilaterales de gran tamaño y la RM de pelvis no informa alteraciones en tabique rectovaginal. La ecotomografía transvaginal con preparación intestinal y gel intravaginal sólido muestra nódulo de centro hipoecogénico retrouterino de 24x 18 x19 mm (Figura 9), firmemente adherido a rectosigmoides y ambos ovarios. La biopsia post operatoria revela tejido fibroconectivo y adiposo vascularizados con endometriosis de 5 a 26 mm. Caso clínico 5 Paciente de iniciales B.O.P., edad 43 años, nuligesta, con antecedentes de dimenorrea severa y dispareunia. El examen ginecológico demuestra nódulo de región retrocervical de 1 a 2 cm de diámetro mayor, ecotomografía convencional pesquisa endometrioma ovárico derecho. La RM de pelvis informa sólo dicho endometrioma. La ecotomografia transvaginal con preparación y gel sólido intravaginal informa nódulo hipoecogénico que compromete fondo de saco vaginal posterior y cara anterior del recto, submucosa sin compromiso de 22 x 10x 13 mm (Figuras 9 y 10). La biopsia demuestra tejido fibronectivo y de músculo liso vascularizado con endometriosis de 10 x 18 mm. Conclusiones La ultrasonografía transvaginal con preparación intestinal es útil en la evaluación pre operatoria en pacientes con diagnóstico clínico de endometriosis profunda. El uso de relleno vaginal sólido parece ser útil en paciente con EP con compromiso vaginal y retrocervical bajo, esto debido a que produce una mejor ventana acústica y mejora la resolución de las imágenes de ultrasonido, sobre todo en aquellas lesiones nodulares cuya llegada del haz ultrasónico se encuentra dificultada por la presencia por ejemplo de endometriomas retrouterinos y/o ubicaciones de lesiones endometriosicas muy cercanas al transductor transvaginal. La ecotomografía transvaginal con preparación intestinal es perfectamente realizable en la práctica diaria, sin embargo, el uso de gel sólido, aunque sus resultados son alentadores, necesitaría 10-01-13 15:59 León M. Rev Chil Ultrasonog. 2012; 15(2): 62-69. un mayor número de casos para su validación como técnica diagnóstica definitiva. Figura 9a. Ecografía tv con preparación intestinal: Nódulo retrouterino. Figuras 9b y 10. Ecografía tv con preparación intestinal: Nódulo de fondo de saco posterior y cara anterior de recto. Bibliografía 1. Sangi-Haghpeykar H,Poindexter AN.3rd. Epidemiology of endometriosis among parous women. Obstet Gynecol 199; 85: 983-992. 2. Balweg ML. Impact of endometriosis on women s health: comparative historical data show that the earlier the onset, the more severe the disease. Best Pract Res leon.indd 69 Clin Obstet Gynaecol 2004; 18: 201-218. 3. Fauconnier A, Chapron C, Dubuisson JB, Barakat H, Vieira M, Breart G. Deep Infiltrating endometriosis. Fertil Steril 2002; 78: 719-726. 4. Brosens I, Puttemans P, Campor, et al. Diagnosis of endometriosis: pelvic endoscopy and imaging techniques. Best Pract. Clin. Obstet. Gynaecol. 2004; 18: 285-303. 5. Van Holsbeke C, Van Calster B, Guerriero S, Savelli L, Paladini D, Lissoni AA. Endometriomas: their ultrasound characteristics. Ultrasound Obstet Gynecol. 2009: 730-740. 6. Jenkins S, Olive DL, Haney AF. Endometriosis: pathogenic implications of the anatomic distribution. Obstet gynecol 1986; 67: 335-338. 7. 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Diagnostic accuracy of physical examination, transvaginal sonography, rectal endoscopic sonography, and magnetic resonance imaging to diagnose deep infiltrating endometriosis. Fertil Steril. 2009; 92(6): 1825-1833. 69 Correspondencia: Dr. Mauricio León A. [email protected] 10-01-13 15:59 Revista Chilena de Ultrasonografía. Volumen 15 ⁄ Nº 2 ⁄ 2012 Diagnóstico ecográfico de la disfunción del eje hipotálamo-hipófisis-ovario-útero. Propuesta de estudio Drs. Alberto Iturra A (1,2,3), Humberto Vaccaro C (2,3), Fernando Amor L(2,3). 1. Unidad de Ultrasonografía, Clínica Indisa, Santiago, Chile. 2. Unidad de Ultrasonografía, Clínica Las Lilas, Santiago, Chile. 3. Centro Ecográfico Ultrasonic Panorámico, Santiago, Chile 70 Abstract Transvaginal ultrasound is the gold standard for the evaluation of the structural gynecological pathology both benign and malignant, with optimal performance. Currently the functional gynecological pathology is, usually not considered in the routine ultrasound study. This leads to a sub diagnosis of frequent pathologies, for example metrorrhagia or amenorrhea. It is feasible, after discarding the organic possibilities, and relating sonographic markers specific to the clinical status, to achieve an orientation about the origin of the dysfunction of the hypothalamic-pituitary-ovarian-uterus axis. Keywords: Functional gynecological pathology, Hypothalamic-pituitary-ovarian-uterus axis, Ultrasound. Resumen La ecografía transvaginal es el gold standard para la evaluación de la patología ginecológica estructural tanto benigna como maligna con óptimo rendimiento. Actualmente, la patología ginecológica funcional habitualmente no forma parte del estudio ultrasonográfico de rutina lo que lleva a un subdiagnóstico de patologías frecuentes como por ejemplo metrorragias o amenorreas. Es factible, descartando los cuadros orgánicos y relacionando marcadores ecográficos específicos con el cuadro clínico, lograr una orientación sobre el origen de la disfunción del eje hipotálamo-hipófisis-ovario-útero. Palabras clave: Eje hipotálamo-hipófisis-ovario-útero, Patología ginecológica funcional, Ultrasonido. Introducción El ultrasonido referido a la patología estructural tanto uterina como anexial tiene alto rendimiento. Por ejemplo las sensibilidades y especificidades para mioma uterino 99%-91%(1), adenomiosis 100%-90%(2), para el diagnóstico de malignidad en masa anexial el grupo IOTA con un modelo de regresión logística tiene 93%-76%(3), y el sistema GIRADS 99%-86%(4), respectivamente. Hasta donde conocemos, no iturra.indd 70 existen estudios publicados sobre el rendimiento del ultrasonido en el diagnóstico de la patología funcional ginecológica. En nuestro medio esta evaluación se restringe básicamente a estudio de infertilidad, en lo que se refiere a evaluación del crecimiento folicular y diagnóstico de ovulación. No hay datos en la literatura por ejemplo en pacientes con amenorrea, metrorragia o insuficiencia lútea. La patología ginecológica funcional es la alteración en uno o más niveles del eje hipotálamo hipófisis-ovario-útero. Se relaciona principalmente con anovulación y desbalance estrógeno-progesterona y se puede manifestar por amenorrea, metrorragia, infertilidad o pérdida reproductiva. El diagnóstico de esta disfunción del eje conlleva necesariamente la exclusión de causas orgánicas locales o periféricas. Pensamos que el ultrasonido 2D y Power Doppler puede ser un aporte en la determinación del nivel de la falla del eje hipotálamo hipófisis-ovario-útero y se debe fundamentar en la relación de los antecedentes clínicos con la observación ecográfica detallada del ciclo menstrual tanto por vía vaginal o abdominal. Metodología El examen ultrasonográfico ginecológico debe incluir las siguientes características: tamaño uterino, principalmente la hipotrofia que considera un diámetro longitudinal < de 65 mm, 75 mm y 85 mm, para nulípara, primípara y multípara, respectivamente (5); tipos de endometrio, 0: menstrual o hipoestrogénico, I: estrogénico, II y III: progestativo inicial y tardío (6); Grosordel endometrio: un mínimo de 6 mm en fase media-proliferativa, 10 mm para la fase periovulatoria y 11 mm para la fase media-lútea (7); de los ovarios en cuanto al volumen, número, tamaño y distribución de los folículos, determinación de la relación área estromal con el área ovárica total para categorizarlos tanto en normales, poliquísticoso multifoliculares. El ovario de aspecto poliquístico considera el criterio de Rotterdam modificado con inclusión del índice estromal > a 0.34 10-01-13 16:01 Iturra A, et al. Rev Chil Ultrasonog. 2012; 15(2): 70-74. y un mínimo de 19 folículos antrales (8,9,10) (Figura 1). El ovario de aspecto multifolicular debe presentar 6 o más folículos de 4-10 mm de diámetro en 1 plano, de distribución central y periférica con índice estromal normal y el volumen normal o aumentado(11) (Figura 2). más frecuentes de las amenorreas secundarias. La amenorrea hipotalámica disfuncional ocurre principalmente por una anormalidad en la pulsatilidad de la secreción de GnRH-LH y se observa en cuadros de estrés, reducción de peso y sobre entrenamiento físico (12-14). Se evidencia por signos ultrasonográficos de anovulación e hipoestrogenismo: útero hipotrófico, endometrio tipo 0 ó I de menor grosor para la etapa del ciclo; los ovarios pueden observarse de características normales o multifoliculares. Figura 1. Ovario poliquistico. Figura 3. Cuerpo lúteo mixto. 71 Figura 2. Ovario multifolicular Se debe observar además el estado de desarrollo folicular, signos inminentes de ovulación y post ovulación con identificación del cuerpo lúteo en sus diferentes presentaciones, quístico, solido o mixto, con el anillo vascular e índice de resistencia habitualmente menor de 0.5 (Figura 3), acompañado de líquido libre de volumen variable en el fondo de saco de Douglaso consignación de un estado anovulatorio con ausencia de cuerpo lúteo o presencia de quiste folicular o folículo luteinizado no roto, el cual a diferencia del cuerpo lúteo carece de anillo vascular importante y presenta índices de resistencias mayores (Figura 4). Situaciones clínicas Amenorrea hipotalámica disfuncional Aparte del embarazo, la disfunción hipotalámica y el síndrome de ovario poliquistico son las causas iturra.indd 71 Figura 4. Folículo luteinizado. Metrorragia disfuncional El sangramiento uterino disfuncional es la descamación anormal del endometrio en ausencia de patología estructural. Esta metrorragia disfuncional ocurre por anovulación en un 90% y es más frecuente en las etapas transicionales del ciclo menstrual. Ocurre en un 95% de las adolescentes por falla en la respuesta del hipotálamo a los estrógenos y en la etapa perimenopáusica por falla en la respuesta ovárica. También se observa, aunque en menor medida, en la etapa de madurez donde no ocurre la retroalimentación positiva del estrógeno a nivel hipofisario lo que no desencadena la liberación de gonadotropinas. La exposición del endometrio a los 10-01-13 16:01 Revista Chilena de Ultrasonografía. Volumen 15 ⁄ Nº 2 ⁄ 2012 estrógenos sin oposición de progesterona provoca su desestabilización y el sangrado. Los marcadores ecográficos en este caso son signos ováricos de anovulación, endometrio en fase proliferativa de grosor variable o signos de hiperplasia en cuadros de evolución crónica como el síndrome de ovario poliquístico. La metrorragia disfuncional que ocurre en pacientes ovulatorias, constituye el 10% restante y tiene su origen en alteraciones tanto del desarrollo folicular como del cuerpo lúteo; la producción inadecuada de progesterona provoca igualmente tanto la inestabilidad endometrial como la falta de síntesis de prostaglandinas que sin su efecto vasoconstrictor perpetúan el sangrado (15-19,). Se encuentran en esta situación signos de ovulación discordantes con las características del endometrio, frecuentemente proliferativo. En la insuficiencia lútea hay deficiencia y/o menor tiempo en la secreción de progesterona por el cuerpo lúteo; tiene múltiples causas tanto centrales como a nivel de la fase folicular y secretora. Se observa en pacientes con polimenorreas y se relaciona a infertilidad de origen desconocido o aborto. La evidencia ecográfica señala signos de ovulación a nivel ovárico y ausencia o deficiencia en el desarrollo endometrial. 72 Casos clínicos Ejemplo 1: LVT, 27 años, P0, maratonista, en estudio por infertilidad, cursa con amenorrea de 6 meses; examen ecográfico sin patología estructural. Útero pequeño (L: 62 mm, AP: 18 mm, T: 33 mm), endometrio tipo 0 de 1.3 mm de grosor. Ovario derecho mide: 38 x 14 x 16 mm, vol. 4.6 cc, contiene 13 folículos de 2-5 mm, de distribución central y periférica con estroma normal. Ovario izquierdo mide: 26 x 20 x 27 mm, vol. 4.9 cc, contiene 12 folículos de 2-6 mm, de distribución central y periférica con estroma normal (Figuras 5, 6, 7, 8). Conclusión: paciente de edad fértil, en amenorrea, con evidencia en la ecografía de hipoestrogenismo a nivel uterino y ovarios que orientan a una disfunción central. La hipótesis diagnóstica clínica-ecográfica es anovulación crónica de probable causa hipotalámica es anovulación crónica de probable causa hipotalámica. Figura 6. Endometrio tipo 0. Figura 7. Ovario derecho multifolicular. Figura 8. Ovario izquierdo multifolicular. Figura 5. Útero longitudinal. iturra.indd 72 Ejemplo 2: VRA, 25 años, P0, sin método anticonceptivo, día 25 del ciclo, en estudio por polimenorrea. Examen ecográfico sin patología estructural. Útero normal (L: 88 mm, AP: 38 mm, T: 55 mm), endometrio tipo I de 11 mm de grosor. Ovario derecho mide: 35 x 23 x 21 mm, vol. 8.8 cc, contiene 4 folículos de 3-5 mm, de distribución central y periférica con estroma normal y presencia de cuerpo lúteo. Ovario izquierdo mide: 38 x 21 x 17 mm, vol. 8.8 cc, 10-01-13 16:01 Iturra A, et al. Rev Chil Ultrasonog. 2012; 15(2): 70-74. contiene 7 folículos de 2-15 mm, de distribución central y periférica con estroma normal (Figura 9, 10, 11, 12). Conclusión: paciente de edad fértil, en fase lútea tardía de acuerdo a FUR. La ecografía demuestra ovulación no acompañada de acción progestativa a nivel endometrial. La hipótesis diagnóstica clínica-ecográfica es metrorragia disfuncional por insuficiencia lútea. Figura 12. Ovario izquierdo normal. Figura 9. Útero longitudinal. Figura 10. Endometrio tipo 1. Figura 11. Ovario derecho y cuerpo lúteo. iturra.indd 73 Metodología de estudio A. Al momento del examen obtener datos clínicos acotados de la paciente, referente a antecedentes mórbidos, motivo de referencia e historia reproductiva y menstrual. B. El operador debe tener conocimientos básicos de fisiología y fisiopatología del ciclo menstrual. C. Reconocer los marcadores ecográficos de disfunción hormonal del ciclo menstrual, evaluándolos en el contexto clínico (Tabla I). D. Formular hipótesis diagnóstica clínica-ecográfica. E. Sugerir al médico tratante controles ecográficos si es necesario observar la evolución. 73 Conclusión La combinación de la historia clínica de la paciente con la evaluación ecográfica propuesta, puede orientar sobre la etiología y nivel de la alteración del eje hipotálamo hipófisis-ovario-útero en las diferentes patologías de carácter funcional, fundamentalmente anovulatorias, que se manifiestan por amenorrea, metrorragia, infertilidad o aborto, las cuales constituyen motivos de consulta frecuentes y además le permite al médico tratante realizar en forma más dirigida el estudio complementario. Referencias 1. Dueholm M, Lundorf E, Hansen ES et al. Accuracy of magnetic resonance imaging and transvaginal ultrasonography in the diagnosis, mapping, and measurement of uterine myomas. Am J ObstetGynecol 2002; 186(3): 409e415. 2. Reinhold C, McCarthy S, Bret PM, et al. Diffuse adenomyosis: comparison of endovaginal US and MR imaging with histopathologic correlation. 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Estado Hormonal Marcador Hipoestogenismo Útero hipotrófico Endometrio: 0,I con grosor ↓ Ovarios multifoliculares ↓: 6 o más folículos de 4-10 mm de DM en 1 plano de distribución central y periférica, estroma normal 0↓ Hiperestrogenismo Útero hipertrófico Endometrio: I- Grosor↑ Signos de hiperplasia endometrial Ovario hipertrófico Hiperandrogenismo Ovario hipertrófico Ovario poliquístico: 19 o más folículos de 2-9 mm de DM, distribución periférica y estroma ↑, índice estromal >0.34 Insuficiencia Lutea Cuerpolúteo + desfase endometrial Cuerpolúteo: pared < 3mm Endometrio: I, II, grosor ↓ 74 iturra.indd 74 Anovulación Endometrio tipo 0,I de grosor variable, hiperplasia. Ovario con cuerpo lúteo ausente en fase lutea Ovario con presencia quiste folicular o LUF Anovulación Periférica: ovarios poliquísticos Anovulación Periférica: ovarios poliquísticos Central: Ovarios normales o multifoliculares model to distinguish between the benign and malignant adnexal mass before surgery: a multicenter study by the International Ovarian Tumor Analysis Group.J ClinOncol. 2005; 23(34): 8794-801. 4. Amor F, Alcázar JL, Vaccaro H, León M, Iturra A. Oct; 38(4): 450-5. doi: 10.1002/uog.9012. GI-RADS reporting system for ultrasound evaluation of adnexal masses in clinical practice: a prospective multicenter study. Ultrasound Obstet Gynecol. 2011 5. Merz E, Miric-Tesanic D, Bahlmann F, Weber G, Wellek S. Sonographic size of uterus and ovaries in pre- and postmenopausal women.Ultrasound Obstet Gynecol. 1996; 7(1): 38-42. 6. Gormaz G, Prado S, Duque G, Gormaz C, Tsunekawa H, Cossio A, Pentz C, Uribe C. 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Se consideran para su publicación: Originales, revisiones, casuísticas, casos clínicos, cartas al editor, comentarios bibliográficos, información de actividades científicas, noticias. Los trabajos serán revisados por el comité editorial, el cual se reserva el derecho de: rechazar los artículos que no juzgue apropiados, así como introducir, excluir o enmendar parte del texto, modificar el estilo y las incorrecciones lingüísticas, respetando el contenido, todo esto, en conformidad con el autor. Los trabajos deberán presentarse bajo los siguientes esquemas: Originales: Título, resumen, introducción, material y métodos, resultados, discusión y bibliografía. Revisiones: Título, resumen, introducción, exposición del tema, bibliografía. Casos clínicos: Título, resumen, introducción, descripción del caso, nota clínica, discusión y bibliografía. Los artículos deben ser inéditos, entregarse en CD en programa Word, además de una impresión, en duplicado a doble espacio con una extensión máxima de 15 páginas, escritas por un solo lado, con margen izquierdo y numeradas correlativamente. Se evitará el uso de abreviaturas o iniciales salvo que se expliquen previamente en el texto. Los trabajos deberán ser enviados por duplicado (los cuales no serán devueltos) y remitidos a: Publimpacto Robinson Crusoe 1150 Of. 904 Las Condes, Santiago de Chile E-mail: [email protected] El manuscrito debe ajustarse a las normas siguientes: Título: Nombre del artículo, nombre y dos apellidos de los autores; nombre y dirección del encargado de la correspondencia; nombre y dirección completa del centro en que se ha realizado el trabajo. Resumen: Debe contener los aspectos más destacables del trabajo, siendo comprensible sin tener que leer el resto del artículo y de una extensión mínima de 100 palabras y máxima de 200 palabras en español e inglés (en este último caso, el resumen debe ser más explicativo con una extensión máxima de 700 palabras). A continuación del resumen deben especificarse tres a cinco palabras clave que identifiquen el trabajo. Introducción: Debe establecer los antecedentes en los que se fundamenta el estudio o la observación y el propósito del mismo. Su límite de extensión, no más de 300 palabras. Material y métodos: Deben describirse los criterios de selección del material objeto del estudio, los aparatos, fármacos (nombre genérico), procedimientos y detallando los métodos de análisis estadísticos, describiendo los pacientes seleccionados y sus controles; todo esto como para que puedan ser reproducidos por otros investigadores. Resultados: Presentar los resultados y observaciones efectuadas, secuencialmente, sin interpretación. Pueden complementarse con tablas y figuras. Discusión: Los autores deben destacar los aspectos nuevos y más notables que aporta su artículo y las conclusiones derivadas del mismo. Relacionar las observaciones propias Normas.indd 75 con las de estudios similares. Finalizar con conclusiones concisas y concretas, evitando deducciones que no se basen en los resultados. Agradecimientos: Se podrán incluir aquellas personas, centros o entidades que hicieron contribuciones sustantivas al trabajo, sin que ello justifique la calidad de autor. En estos casos, especificar profesión, grado académico y la naturaleza de la ayuda. Referencias: Se enumerarán según el orden de aparición en el texto, en el que señalarán las citas mediante números en paréntesis. Las abreviaturas deben ser de acuerdo al Index Medicus. Las referencias de revistas deben indicar siempre: Listado total de autores; en el caso que el número sea mayor o igual a seis, señalar los primeros seis y agregar “y col.”. A continuación debe indicarse el título completo del artículo en su idioma original, el nombre de la revista, año de publicación, volumen (número). Finalmente se señala la primera y la última página de la cita. Ejemplo: Rencoret G, Saéz J, Figueroa J, Kakarieka E, Del Río MJ, Salinas A y col. Displasia mesenquimatosa de la placenta: Caso clínico. Rev Chil Ultrasonog 2009; 12: 51-53. Referencias a monografías: 1- Autor(es) (Nombre, Apellido). 2- Título y subtítulo. 3- Número de edición. 4- Lugar de publicación (ciudad, país). 5- Editorial. 6- Año de publicación. 7- Páginas. Ejemplo: Wilson SC, Schoen FJ. Primary tumor of the heart disease: a textbook of cardiovascular medicine. 5ª Ed, Philadelphia, PA,USA, W.B. Sauders Co. 1997, pp 1.464-1.477. Tablas: Deben incluirse en hoja aparte, cada tabla tendrá un breve título y se numerarán con números romanos, según el orden de aparición en el texto. Todas las abreviaturas y siglas utilizadas en una tabla deben explicarse al pie de la misma. Figuras e ilustraciones: Deben limitarse a aquellas que muestren los hallazgos fundamentales descritos en el texto. Las imágenes deben ser de muy buena calidad técnica. En el caso de imágenes enviadas electrónicamente éstas deben ser: a) Digitalizadas con equipo profesional con rango de densidad sobre 3.0 D. b) A tamaño original. c) Resolución 300 dpi. d) Formato BMP, TIFF o EPS. e) Todas la imágenes deben venir en archivo separado (no incluirlas en el texto). Las figuras deben identificarse con números arábigos y de acuerdo a su aparición en el texto. La publicación de ilustraciones en color, deben ser consultadas con el editor de la revista y serán de costo del autor. Leyenda de figura: Deben incluirse en hoja separada del texto. Las leyendas deben ser para cada una de las figuras y ser suficientemente explicativas como para que el lector pueda interpretar adecuadamente la ilustración. Correspondencia: Todos los artículos deben indicar la dirección del autor, señalando nombre de la institución, calle, comuna, ciudad, E-Mail y código postal. Cartas al Editor: La extensión máxima debe ser de no más de 600 palabras a doble espacio y podrán acompañarse de alguna figura o cita bibliográfica. El comité editor se reserva el derecho de reducir los artículos y modificar su forma de presentación. Invitamos a nuestros lectores a exponer mediante Cartas al Editor actividades profesionales docentes o investigadoras, o bien a colaborar con revisiones, crítica de libros, historia de la medicina, etc., siempre sujetas a la aprobación del Comité Editorial. 75 04-01-13 12:54 Revista Chilena de Ultrasonografía. Volumen 15 / Nº 2 / 2012 DECLARACIÓN DE LA RESPONSABILIDAD DE AUTORÍA El siguiente documento debe ser completado por todos los autores de manuscritos. TÍTULO DEL MANUSCRITO: ........................................................................................................................................... ....................................................................................................................................................................................................... ....................................................................................................................................................................................................... ................................................................................. 76 DECLARACIÓN: Certifico que he contribuido directamente al contenido intelectual de este manuscrito, a la génesis y análisis de sus datos, por lo que estoy en condiciones de hacerme públicamente responsable de el y acepto que mi nombre figure en la lista de autores. En la columna “Códigos de Participación” anoto personalmente todas las letras de códigos que designan o identifican mi participación en este trabajo, elegidas del listado siguiente: a) Concepción y diseño del trabajo b) Recolección / obtención de datos c) Análisis e interpretación de los resultados d) Redacción del manuscrito e) Revisión crítica del manuscrito f) Aprobación de su versión final g) Aporte de su versión final h) Obtención de su financiamiento i) Asesoría estadística j) Asearía técnica o administrativa k) Otras contribuciones (definir) Conflicto de intereses: NO.................. SI.................... (explique) ................................................................................................................................................................ ................................................................................................................................................................ ................................................................................................................................................................ ................................................................................................................................................................ ................................................................................................................................................................ ................................................................................................................................................................ ................................................................................................................................................................ ................................................................................................................................................................ NOMBRE, FIRMA DE CADA AUTOR Y CÓDIGOS DE PARTICIPACIÓN ……………………………………………………………………………………………………………………………………… ……………………………………………………………………………………………………………………………………… ……………………………………………………………………………………………………………………………………… ……………………………………………………………………………………………………………………………………… ………………………………........................................................................................................................................................ ...................................................................................................................................................................................................... ............................................................................................................................................................................ Normas.indd 76 04-01-13 12:54