modulo - San Vicente de Paul
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“Dios ha hecho suya nuestra Obra y ha querido extenderla por todo el mundo colmándola de bendiciones” Beato Federico Ozanam Temas: I. Nuestra Historia y Fundadores II. Estructura Vicentina III. Reflexión IV. Manos a la Obra V.Acciones VI. Carta José Ramón Díaz Torremocha Modulo 1 - Yo 1 ser Vicentino MODULO 1 MODULO 1: QUIENES SOMOS 2 Modulo 1 - Yo 2 ser Vicentino INTRODUCCION Teniendo en cuenta los cambios sociales, se hace necesaria en la vida del ser humano una formación continua y permanente, más aun en la de los consocios vicentinos dedicados a conocer y satisfacer las necesidades de una comunidad. Por esta razón es indispensable profundizar en el conocimiento de nuestra Institución, para ser vicentinos fieles a sus principios, mejorando la espiritualidad, sensibilidad, calidad y eficacia de servicio hacia los pobres, siendo cada vez más conscientes de los beneficios, recursos y oportunidades disponibles. Así como lo enuncia el Beato Juan Pablo II en su exhortación apostólica Chrisitifideles Laici número 60, donde expresa que “hoy es cada vez más urgente la formación doctrinal de los fieles laicos, no sólo por el natural dinamismo de profundización de su fe, sino también por la exigencia de dar razón de la esperanza que hay en ellos, frente al mundo y sus complejos problemas”. Por esta razón el Comité de Formación y Extensión de Bucaramanga ha planteado para el año 2011, crear e implementar una guía única de formación, que incluye el contexto institucional, el crecimiento y conocimiento personal y la proyección social a través de módulos teórico prácticos, para ser analizados y desarrollados en cada una de las conferencias y así vivir de manera responsable el compromiso como vicentinos, respondiendo al llamado de Jesucristo para hacer que su vida sea fecunda y productiva: “Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda solo, pero si muere, lleva mucho fruto” (Jn 12,24). 3 Modulo 1 - Yo 3 ser Vicentino I. NUESTRA HISTORIA Y FUNDADORES La Sociedad de San Vicente de Paul (SSVP) es una organización caritativa laica dirigida por voluntarios. Su objetivo es ayudar a los más necesitados para aliviar su sufrimiento y fomentar su dignidad e integridad humana. Nació en París, en un grupo de estudiantes católicos llamado Conferencia de Historia, a la que animaba Emmanuel Bailly, fundador del periódico “Tribuna Católica” y quien reunía a algunos estudiantes cristianos para tratar temas de historia, derecho, literatura y filosofía, entre ellos, un joven estudiante de derecho llamado Federico Ozanam. En una de sus reuniones habituales, un compañero realizó un cuestionamiento sobre el verdadero papel del catolicismo lo cual hizo que Auguste Le Taillandier le propusiera a Ozanam y a otros compañeros más, reunirse entre cristianos, no para conversar sino para actuar, realizando una “Conferencia de Caridad”, por esto se puede afirmar que la Sociedad San Vicente de Paul es una obra de comunidad. La primera reunión tuvo lugar el 23 de Abril de 1833, a ella asistieron: Emmanuel Bailly de 42 años, Paul Lamache de 23 años, Felix Clave, Auguste Le Taillandier, Jules Devaux, François Lallier y Federico Ozanam de 22 años. Bailly encabeza el grupo y Devaux era el tesorero. Se plantean como principio reunirse una vez por semana y determinan como actividad fundamental la visita a los pobres en su domicilio. El grupo adopta como patrón a San Vicente de Paul inspirándose en el pensamiento y en la obra de aquel Santo, conocido como el “Padre de la Caridad” y se coloca bajo la protección de la Virgen María. El equipo se pone en contacto con una “Hija de la Caridad”, Sor Rosalia Rendu, quien organizaba la distribución de ayudas de la “Oficina de Beneficencia” del barrio de la calle Mouffetard. La colaboración se mantiene y es así como algunos miembros de la primera Conferencia reciben el título oficial de “Comisarios de la Caridad” el 1º de Febrero de 1834. Cuando hablamos de la Sociedad de San Vicente de Paul necesariamente hemos de referirnos a sus inicios es decir, a la vida y obra de quienes inspiraron a sus fundadores; y de quienes con sus obras contribuyeron a su creación: San Vicente de Paul, Santa Luisa de Marillac, Sor Rosalia Rendu, Federico Ozanam y Mario Valenzuela Pieschacon, Aurelio Mutis Villafradez y Felipe French Araque Thompson. 4 Modulo 1 - Yo 4 ser Vicentino SAN VICENTE DE PAUL La Sociedad San Vicente de Paul tiene sus orígenes en el proyecto de vida de San Vicente de Paul, orientado al servicio de los pobres. Nació el 2 de abril de 1581, en Pouy (Landas) en el Sur Oeste de Francia, tiempo en el cual se vivía bajo mandato de la iglesia Jerárquica y eran los clérigos los actores protagonistas de todo lo eclesiástico; siendo evidente una marcada separación entre la fe y la vida y con una pasividad alarmante de los laicos. Precisamente por vivir esa realidad, es más interesante y significativo el constatar que Vicente no sólo tuvo un gran respeto por los laicos, sino que los promovió para que fueran verdaderos protagonistas de acciones eclesiales. En otras palabras, actuando en contra de la corriente de su tiempo, Vicente valora los laicos y les confía tareas de responsabilidad en la iglesia. En su vida jugaron un papel importante los laicos. Fueron ellos los que lo motivaron para sus principales realizaciones apostólicas, convirtiéndose en sus mejores colaboradores en el servicio al pobre continuando su obra. Si es cierto que Vicente tuvo una gran atención por los laicos e influyó en muchos de ellos de una manera decisiva, también los laicos influyeron en él, hasta hacerle cambiar el rumbo de su vida. Le hacen descubrir su camino y se convierten para él en signos de la voluntad de Dios. A través de las experiencias vividas Vicente descubre la misión caritativa y promocional de la iglesia, muy pronto esa Iglesia a través de legiones de laicos hoy Asociación Internacional de Caridad A.I.C. va a ser la mano bondadosa de ese Dios rico en misericordia. En 1634 la Señora de Goussult propone a Vicente fundar una caridad diferente a las existentes para dar respuesta a otras situaciones como la atención a los 900 enfermos del hospital central del Hotel Dieu. Vicente acoge esta propuesta y a ella se unen un grupo de mujeres de clase alta y media de PARIS entre ellas Luisa de Marillac, quien no sólo fue la 5 Modulo 1 - Yo 5 ser Vicentino primera «coordinadora» de las caridades sino la promotora de mujeres laicas. Las Damas surten las arcas de la caridad de Vicente, quien les exigió al máximo, fue contra la corriente, e hizo una triple opción que lo convirtió en pionero de una nueva evangelización, optando por los pobres, los laicos y la mujer. Los pobres son el término, el objetivo de la acción de los laicos y a ellos dedicó su vida y orientó a sus misioneros y a las hijas de la Caridad. Vicente dirigió a la mujer laica, al servicio de los pobres debido a que las estructuras impedían a las religiosas hacerlo. San Vicente fue el verdadero amigo de los pobres, estimulaba y guiaba la actividad de Francia en favor de todas las pobrezas, para ayudar a los más necesitados se rodeó de numerosos colaboradores, sacerdotes y seglares y en nombre de Jesucristo, los puso al servicio de los que sufren. Fundó en 1625 la Congregación de la misión (Paúles) para atender en misiones a campesinos y dedicarse a la formación del clero. Murió en París el 27 de Septiembre de 1660. Cincuenta y dos años más tarde, en 1712, su cuerpo fue exhumado “Cuando abrieron la tumba todo estaba igual que cuando se depositó. No se sentía ningún olor y los doctores testificaron que el cuerpo no había podido ser preservado por tanto tiempo por medios naturales”. Fue proclamado Santo por el Papa Clemente XII, el 16 de junio de 1737. Su fiesta se celebra el 27 de septiembre. La audacia y creatividad de Vicente deben ser ejemplo constante para los vicentinos al enfrentarse con las dificultades que a veces presenta la ayuda a los más necesitados. Soñemos como atenderles. Soñemos nuevas soluciones que nos permitan ayudarles a salir de la situación en la que se encuentran. Soñemos como aquel Vicente que “inventa” las Hijas de la Caridad, que las manda por el mundo, sin la atadura a un convento, con la sola condición de servir a los pobres. SANTA LUISA DE MARILLAC Santa Luisa nació el 12 de agosto de 1591, hija de una familia noble, huérfana de madre, su padre le proporcionó una formación extraordinaria en todas las ramas del saber. Fue sumamente 6 piadosa y ejemplar. Modulo 1 - Yo 6 ser Vicentino A los quince años quiso entrar en un convento de capuchinas, pero la disuadieron por su delicada salud. Muere entonces su padre y a instancias de sus parientes se casó con el señor Le Grass, secretario de la Reina de Francia, pero su felicidad matrimonial fue efímera debido a la precaria salud de su esposo. Como dama joven, Luisa viajó y se relacionó con la realeza y la aristocracia de Francia, pero se sentía igualmente cómoda con los pobres. Tuvo un papel directivo en las Damas de la Caridad, organización de mujeres ricas dedicadas a ayudar a los más necesitados. En 1623, cuando la enfermedad azotaba a Antonio Le Grass (quien murió en 1625), la depresión se estaba apoderando de Luisa. Mediante la oración, ella tuvo una visión en la que se vio sirviendo a los pobres y viviendo los votos religiosos en comunidad. En esa visión se le apareció un sacerdote a quien ella identificó después como Vicente de Paul, su futuro confidente y colaborador en el servicio. En 1629, Vicente de Paul, invitó a Luisa a ayudarle con las Cofradías de la Caridad en las parroquias de Francia. Juntos descubrieron el llamado de los más necesitados. Ellos eran muy distintos, pero su colaboración es testimonio de lo que pueden hacer dos personas animadas por un profundo amor a Dios y al prójimo. A través de este trabajo, Luisa obtuvo un conocimiento profundo de las necesidades de los pobres, desarrolló sus cualidades innatas de dirección y buscó estructuras eficaces para el servicio. El 29 de noviembre de 1633 empezó en su propia casa a preparar jóvenes para atender las necesidades de los desamparados. De este principio humilde surgió la comunidad de las Hijas de la Caridad o Hermanas Vicentinas, a la cual Luisa aportó liderazgo y dirección. Murió el 15 de marzo de 1660, sólo unos meses antes de Vicente de Paul. Fue proclamada Santa por la Iglesia en 1934. En 1960 el Papa Juan XXIII la proclamó Patrona de todos los Trabajadores Sociales. Como esposa, madre, maestra, enfermera, trabajadora social y fundadora, Luisa es un modelo para todas las mujeres. 7 Modulo 1 - Yo 7 ser Vicentino SOR ROSALIA RENDU Juana María Rendu (Sor Rosalìa) nació en la localidad de Confort departamento de Ain Francia el 9 de septiembre de 1786. El 25 de mayo de 1802 Sor Rosalía ingreso al Seminario (noviciado) en la Casa Madre de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul en París. La caridad la impulsó no sólo a socorrer sin descanso todas las miserias, sino también a llevar a cabo gestos verdaderamente heroicos. Su nombre y su acción se encuentran en el inicio de todas las obras caritativas que florecieron en la primera mitad del siglo XIX, como la Sociedad de San Vicente de Paul. Sor Rosalía fue la “madre buena de todos” sin distinción de religión, de ideas políticas ni de condición social. Con una mano recibía de los ricos y con la otra daba a los pobres. A través de su experiencia orientó el apostolado y fue consejera, tal y como lo hizo con los jóvenes pioneros de la Conferencia de Caridad con quienes tuvo un encuentro providencial, en el cual comprendió la vocación de ellos y los condujo hacia los pobres, enseñándoles la manera de servir con amor y respeto, continuando así con el pensamiento de “Monsieur Vincent”. Concibió la idea de que la Conferencia de San Vicente de Paul se desdoblara, para que la caridad se extendiera a otros lugares. Murió, el 7 de febrero de 1856 a sus 54 años dedicados en su mayoría al servicio de los Pobres. Se destacó por una vida llena de fe, esperanza, caridad, fortaleza, justicia, pobreza, castidad y obediencia. FEDERICO OZANAM Antonio Federico Ozanam nació en Milán el 23 de abril de 1813, profesor universitario, seglar, escritor y apologista. Fue un auténtico profeta de la Iglesia a la que “amó con gran sumisión”. Federico realizó sus estudios secundarios en Lyon y su carrera universitaria en París. Durante un periodo de su adolescencia tuvo 8 Modulo 1 - Yo 8 ser Vicentino grandes problemas de orden espiritual, pero se confió a la dirección del Abad Noirot, gran filósofo, quien le ayudó a superarlas, él mismo escribe “he prometido a Dios dedicar mi vida al servicio de la verdad que me colma de paz”. Su principal modelo fue la viva caridad de su padre, quien como médico asistió gratuitamente a muchos pobres y la bondad y sencillez cristiana de su madre, que se combinó con su servicio generoso a los desvalidos. En tiempos de revolución en la sociedad y en la Iglesia, Ozanam y sus amigos se propusieron tener, además de las conferencias de historia, las conferencias consagradas a la caridad, unir la acción a la palabra y afirmar con las obras la vitalidad de su fe. En 1833 con un grupo de seis amigos fundó la Sociedad de San Vicente de Paul. Federico fue miembro del Consejo General de la Sociedad y en 1844 con Cornudet, Vicepresidente General, pero nunca fue Presidente General, salvo, interino, después de los días de la insurrección de junio de 1848. Aprovechará este mandato para recordar las exigencias de la caridad: discreción, delicadeza, humildad, respeto de la dignidad de la persona, exclusión de todo proselitismo y visita a los domicilios de los pobres. Fue testigo de la Caridad en toda su vida personal, familiar, profesional y cívica. Expresó constantemente un deseo ardiente “de abrazar el mundo en una red de caridad”. Por motivos de salud tuvo que abandonar la enseñanza, que ejercía como un apostolado y dedicó sus últimas fuerzas a la investigación científica y a la Sociedad de San Vicente de Paul. Tras una larga enfermedad murió a los 40 años en Marsella, el 8 de septiembre de 1853 en una actitud de total entrega a Dios. Su corta vida estuvo llena de oración, acción y compromiso cristiano. Fue beatificado por el Papa Juan Pablo II en París el 22 de agosto de 1997, durante las Jornadas Mundiales de la Juventud. Hoy siguen vivos sus planeamientos sociales y su testimonio evangélico. Su vida la podemos resumir en tres palabras: Oración, Trabajo y Entrega, principios permanentes en la concepción del cristianismo que Ozanam supo vivir y transmitir. Su obra debe ser ejemplo para todos los vicentinos: un hombre joven que llevó el amor familiar, conyugal y paterno a un verdadero pedestal, cuyos múltiples y diversos compromisos, defendidos siempre con el mismo vigor espiritual fueron puestos al servicio de la fe, de la caridad, de la Iglesia, del pobre, de la ciencia y de la democracia, manteniendo siempre la sensibilidad y permaneciendo9 en constante armonía consigo mismo y con los demás. Modulo 1 - Yo 9 ser Vicentino MARIO VALENZUELA PIESCHACON El padre MARIO VALENZUELA PIESCHACON, nació en Bogotá el 19 de Enero de 1836; hijo de don Menandro Valenzuela Ortega y Sanz de Santamaría y de doña Florentina Pieschacon y Calvo, ambos de la clase alta de la ciudad. Ingresó a la edad de 9 años al Seminario Menor de Bogotá y luego fue puesto al cuidado de los Jesuitas, quienes al ser expulsados del país viajaron a Jamaica, donde él fue reconocido como el mejor estudiante del siglo XIX. En 1852 regresa a Bogotá, estudió Filosofía y Ciencias Jurídicas en la Universidad Nacional y allí refuto las teorías de Bentham en tres artículos dirigidos hacia utilitarismo, lo que le mereció una elogiosa carta de Mariano Ospina Rodríguez. Colaboró con los periódicos: La Guirnalda, El Porvenir y El Liceo Granadino y muchos años después, en las revistas Horizonte de Bucaramanga y El Mensajero del Corazón de Jesús en Bogotá. Trabajó en el Instituto de Cristo fundado por José Joaquín Ortiz. Como soldado enfrentó la dictadura de José María Melo y luego volvió a su vida ordinaria. Su fama de joven ilustrado lo llevó a la Asamblea Constituyente de Cundinamarca en 1857 donde fue Diputado y Secretario de la misma, contando con tan solo 21 años. Ese mismo año en compañía de Don Rufino de Castillo, Ricardo Carrasquilla, Francisco Quijano, Francisco de Paula Franco, Matías de Francisco y José María Trujillo Herrera, bajo el liderazgo del Sacerdote Jesuita Chileno VIctor Eizaquirre fundan la primera Sociedad San Vicente de Paul en Colombia. A sus 22 años ingresa como seminarista en la Compañía de Jesús, donde inicia su preparación sacerdotal. En 1861, los Jesuitas son expulsados de Colombia y él va con ellos a refugiarse en Guatemala. En 1871 son expulsados de este país y se van hacia Nicaragua donde es ordenado sacerdote. Permanece allí hasta ser desterrado y se dirige con la compañía hacia Panamá donde es designado suplente del superior de la misión para Centro América. En 1883 llega a Colombia y es nombrado en 1890 rector del Colegio Los Jesuitas en Medellín, posteriormente es enviado a Pasto y luego a Bucaramanga, donde ejerció el 10 Modulo 1 - Yo 10 ser Vicentino cargo de Rector del Colegio San Pedro Claver. El 24 de diciembre de 1921 se celebraron sus bodas de oro sacerdotales en Cartagena, jubileo al que se asociaron las conferencias de San Vicente de Paul en toda Colombia. Muere en la ciudad de Panamá el 7 de Abril de 1922. Su deseo siempre fue que en su lápida se grabara la frase “Fundador de la Sociedad San Vicente de Paul”. Las Asambleas de Antioquia, Cundinamarca, Nariño y Santander dictaron ordenanzas de honores y el Congreso de la República expidió la ley 16 del 9 de mayo de 1922, en la que se presenta como modelo de virtudes a las generaciones presentes y futuras y se consagró tributo de admiración a su memoria como buen ciudadano, quien por sus virtudes, su luminosa inteligencia, su patriotismo y sabiduría fue gloria de la Iglesia y la Patria. AURELIO MUTIS VILLAFRADEZ Nació en Matanza – Santander en 1856, en el hogar de don Manuel Mutis y Amaya y doña Dolores Villafradez; se graduó como médico cirujano en 1874 en Bogotá y se especializó en El Colegio Real en Londres; posteriormente en París 1884. Se estableció en Bucaramanga donde tuvo una botica y prodigió el bien, siendo un gran benefactor de los más necesitados, por ello se ganó el nombre de “El Dr. Mutis o la Caridad de los pobres”. Trató con éxito enfermedades tropicales recibiendo el ogios a nivel Europeo; Fue diplomático Ministro Representante ante la Reina Victoria de Inglaterra, ante Alfonso XIII y Francia. Cónsul encargado del Gobierno Belga en Santander trayendo la Sociedad de San Vicente de Paul. Padre de Camilo Mutis Daza; enviudó de Helena Daza Camargo y se casó en segundas nupcias con Julia Fernández Lyon teniendo tres hijos, José, Helena y Josefina Mutis Fernández. Como militar y político estuvo en la batalla de Mochuelo 1876 y Enciso en 1895 alcanzando los grados de teniente, capitán y general de Brigada bajo el mando del General Rafael Reyes. Ministro de Guerra del Doctor Miguel Antonio Caro, Ministro del Gobierno de José Manuel Marroquín, Gobernador y Senador por Santander; cofundador de la Escuela de Artes y 11 Modulo 1 - Yo 11 ser Vicentino Oficios, impulsor de la construcción del ferrocarril de Puerto Wilches con los Sindicatos Franceses y Belgas. Socio de un sin número de Corporaciones Científicas tanto en el país como en el extranjero. Falleció en Barcelona España en 1918. FELIPE FRENCH ARAQUE THOMPSON Nació en 1834 en Oiba Santander y murió en 1887 en Bucaramanga Santander, se casó con Eloísa Duran Franco, tuvo seis hijos Tomas, Mercedes, Luis Felipe, Rosana, Margarita y Samuel. El 26 de Mayo de 1985 se reune con los señores, Adonías Vesga, Adolfo Harker, Enrique Escandón, Valentín Calderon, Marcos, Jorge, Jesús y Carlos Julio Pereira, Anselmo Peralta, Benito Toscano, Juvenal y Leonardo Angulo, Jesus Barco, Simon S. Harker, Paulino Colmenares, Camilo Ordoñez, Eladio Lozano, Florentino Gomez, Carlos Peña, Pedro Elias Novoa, quienes junto con los señores Ricardo Valderrama V. Ricardo Valderrama Ordoñez, se consagran como socios fundadores de la Sociedad San Vicente de Paul de Bucaramanga. 12 Modulo 1 - Yo 12 ser Vicentino 13 Modulo 1 - Yo 13 ser Vicentino 14 Modulo 1 - Yo 14 ser Vicentino II. ESTRUCTURA VICENTINA La Sociedad San Vicente de Paul está presente en 142 países y cuenta con más de 700.000 socios activos. A nivel mundial la Sociedad se une en su espiritualidad y en su gestión a través de una Confederación Internacional presidida por el Presidente General. La Confederación tiene su sede social en París, Francia, ciudad en la que fue fundada la primera Conferencia. El órgano supremo democrático de la Confederación es el Consejo General. Tiene como representantes a los Presidentes de los Consejos Generales de cada País que se reúnen en Asamblea General Internacional cada seis años. El Consejo General proporciona la dirección necesaria a los Consejos Nacionales y responde a los pedidos de ayuda para los proyectos de desarrollo, que vienen de los Consejos Nacionales de la Sociedad San Vicente de Paul por todo el mundo. Cada Consejo Superior o Asimilado que se una regularmente a la Confederación y reciba la correspondiente institución, será miembro de derecho del Consejo General de la Confederación. Deben estar regularmente constituidos al amparo de sus legislaciones nacionales, como Entidades civiles sin ánimo de lucro (ONG) o similar y debidamente instituidos por el Consejo General. Se conocen como Asimilados, los Consejos que han sido instituidos o las Conferencias que han sido Agregadas, y legalmente establecidas al amparo de sus legislaciones nacionales como Entidades civiles sin ánimo de lucro, representen un país o región, en el que un Consejo Superior, aún no ha sido Instituido. Cada Consejo Superior, Asimilado o Asociado (tal y como está definido en el Art. 1.10.1 en los Estatutos Internacionales), de la Sociedad en el mundo que desee unirse a la Confederación, deberá solicitarlo por escrito dirigido al Presidente General de la Confederación. Para lograr un mejor servicio a los consocios y a los pobres en un mismo país, pueden instituirse dos o más Consejos Superiores de acuerdo a lo estipulado en el Artículo 1.9 de los Estatutos, para ello es necesario que existan más de 3.000 Conferencias trabajando activamente. Sólo se puede recurrir a esta opción si el Consejo Superior existente lo solicita o si este no existe. Las personas que forman parte de la Sociedad San Vicente Paul, sus socios, se organizan 15 Modulo 1 - Yo 15 ser Vicentino en grupos denominados históricamente “Conferencias”. Estas células básicas de funcionamiento tienen dos objetivos fundamentales: • • La formación, el crecimiento espiritual y la fraternidad de las personas que lo componen. La ayuda a las personas más necesitadas. Las conferencias están unidas en todo el mundo por unas reglas y estatutos en común, y con estatutos específicos adaptados a las circunstancias sociales y legales de cada país. Estas unidades básicas son reconocidas por el Consejo General de la Confederación Internacional de la Sociedad, que les concede una carta de agregación. Las conferencias locales se reúnen con frecuencia, cada una o dos semanas, para planear y discutir su trabajo. Cada Conferencia o Consejo debe contar, como mínimo, con un presidente elegido por tiempo determinado, un Vice-Presidente, un Secretario y un Tesorero, nombrados por el mismo Presidente electo, así como con un Consejero Espiritual, que en la mayoría de las ocasiones, se trata de un sacerdote de la parroquia a la que pertenece dicha Conferencia. Existe una estructura con niveles, dependiendo del país, con Consejos Superiores (de zonas regionales geográficas y nacionales) que apoyan y coordinan los trabajos de las Conferencias y de las obras sociales. Los miembros respectivos eligen a todos los Presidentes de los Consejos y de las Conferencias democráticamente, que en todos los niveles son VOLUNTARIOS. Un equipo pequeño de personal de nomina apoya a la mayoría de los Consejos Nacionales o Seccionales. En Colombia, tenemos Conferencias, Consejos Particulares (en municipios donde hay más de una Conferencia), Consejos zonales que en una ciudad agrupan Conferencias de una misma zona, que agrupan todos los Consejos de un departamento y a su vez hacen parte del Consejo General Nacional de Colombia. En nuestro caso, la Seccional de Bucaramanga cuenta con Consejo Central del cual hacen parte el Presidente de la seccional, vicepresidente, tesorero, secretario, los presidentes y vicepresidentes de los consejos particulares y los presidentes de los comités asesores de la obras. 16 Modulo 1 - Yo 16 ser Vicentino La sociedad cuenta con unas normas que rigen el actuar vicentino. Estos Estatutos Nacionales incluyen los principios fundamentales establecidos en el derecho propio de la Sociedad, y se ajustan a ellos en sus tres componentes: primero la Regla de la Confederación Internacional, segundo el Estatuto de la Confederación Internacional y tercero los Estatutos del país. A pesar de considerarse los tres componentes como un cuerpo cierto y único, la regla de la Confederación es superior a las otras dos sobre las que prevalece e informa. Por lo tanto somos una entidad universal y nuestras directrices se rigen por los Estatutos Nacionales que están amparados en los Internacionales y en la Regla General. La Sociedad San Vicente de Paul hace parte de una familia que comprende muchos grupos de cristianos quienes siguiendo los pasos de San Vicente quieren continuar la misión de Cristo anunciando a los pobres la Buena Nueva del amor de Dios mediante el servicio 17 Modulo 1 - Yo 17 ser Vicentino corporal y espiritual. Algunos de ellos se han dado a Dios en comunidades de sacerdotes, religiosos y religiosas, mientras que otros permanecen laicos en el mundo. Entre otros grupos, destacamos a Los Padres Vicentinos, Las Hermanas Vicentinas y las Damas de la Caridad (hoy conocidas como la AIC), la Asociación de la Medalla Milagrosa, Los Misioneros Seglares Vicentinos, Los Religiosos de San Vicente de Paul y La Juventud Mariana Vicentina entre otras. 18 Modulo 1 - Yo 18 ser Vicentino III. REFLEXIÓN El gran reto para nosotros frente a la situación que hoy vivimos es mostrar cómo el Evangelio tiene una palabra que descubre el misterio de la realidad, en el cual ni la ciencia, ni la ideología logran penetrar. Desde el Evangelio comprendemos que hace falta una actitud interior, es necesario superar todo acomodo “al mundo presente”, de tal manera que surja la renovación de la mente y “desde dentro”, cambiar nuestra manera de pensar y así germine un nuevo modo de vivir. Nuestros fundadores siguiendo el evangelio, dedicaron su vida a servir y amar, como lo dice Mateo en su capítulo 22, versículo 34 al 40: “Los fariseos se reunieron al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos. Uno de ellos, experto en la ley, le tendió una trampa con esta pregunta: —Maestro, ¿cuál es el mandamiento más importante de la ley? —”Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente” —le respondió Jesús—. Éste es el primero y el más importante de los mandamientos. El segundo se parece a éste: “Ama a tu prójimo como a ti mismo.” De estos dos mandamientos dependen toda la ley y los profetas.” ¿Por qué Jesús escogió estos dos mandamientos como los más importantes? “PORQUE NOS AMA”. Él sabía el significado de los mandamientos, sabía la razón por la cual Dios nos dio esas reglas que quería que siguiéramos; Jesús entendía el significado del mandamiento AMOR. Jesús dice que debemos amar a Dios con todo nuestro CORAZÓN. Todos tenemos un corazón que palpita y bombea sangre al cuerpo. Pero el corazón del cual habla Jesús es distinto. El corazón de la persona es la voluntad, si amamos a Dios le vamos a pedir que nos muestre su voluntad y vamos a obedecerle. Una persona que ama a Dios va a pensar en las cosas que agradan a Dios y va a buscar el entendimiento y la sabiduría que él nos da. Para poder amar a Dios con todo nuestro ser tenemos que aceptarlo. Cuando lo invitamos a ser parte de nuestras vidas Dios nos cambia y nos hace la persona que Él desea que seamos. El segundo mandamiento de amar a nuestro prójimo puede ser difícil. Sólo podemos amar a nuestro prójimo si tenemos la ayuda de Dios. Pero estos mandamientos van juntos. Entre más amamos a Dios, más vamos a amar a las personas que Dios creó. Jesús fue hasta la cruz para mostrarnos cuanto nos ama; necesitamos aceptar su amor. Cuando hacemos eso podemos experimentar su amor y compartirlo con otros. Nuestra vivencia vicentina nos impulsa a amar a nuestros hermanos. Pidamos hoy a la Virgen Santísima que nos llene del deseo de sorprender a Nuestro Señor con obras y 19 palabras de afecto hacía todas las personas y sobre todo hacía los menos favorecidos. Modulo 1 - Yo 19 ser Vicentino IV. MANOS A LA OBRA SOPA DE LETRAS 1. País donde murió San Vicente de Paul. 2. Conocida como “la madre buena de todos” . 3. Mes del año en el que se celebra la fiesta de San Vicente de Paul. 4. Nombre del esposo de Santa Luisa de Marillac. 5. Lugar donde nació Federico Ozanam. 6. Nombre de uno de los Fundadores de la Sociedad San Vicente de Paul en el mundo. 7. Nombre de quien propone a Vicente fundar una caridad para atender enfermos. 8. Conocido como “el amigo de los pobres”. 9. Primer nombre de Federico Ozanam. 10. Por la labor de esta mujer surgió la comunidad de las Hijas de la Caridad. 11. Valor sobre el cual Federico propuso abrazar al mundo en una red. 12. Mandamiento que Jesús considera es el más importante según las escrituras. 13. Papa que beatificó a Federico Ozanam. 20 Modulo 1 - Yo 20 ser Vicentino CRUCIGRAMA Respondo las preguntas y las escribo en la casilla marcada con el número correspondiente: 1. Documento que necesitan las Conferencias para estar legalmente constituidas y se reconocidas por el Consejo General de la Confederación Internacional. 2. Forma en la cual se encuentran organizados y agrupados los socios de la Sociedad San Vicente de Paul. 3. Sigla de tres letras que hace referencia al tipo de organización como debe estar regularmente constituida la sociedad. 4. Reglas en común que unen a las conferencias por todo el mundo. 5. Número de años que pasa entre una y otra reunión de la Asamblea Nacional Internacional. 6. Organismo dentro de la Sociedad que proporciona la dirección a los Consejos Nacionales y responde a los pedidos de ayuda de todos los países. 7. Segundo al cargo en la Sociedad San Vicente de Paul de Bucaramanga. 8. Comunidad que pertenece también a la familia vicentina. Está presente en una de las obras de la Seccional Bucaramanga. 9. Vela por el buen manejo de los recursos y hace parte del Consejo Central . 10. Bajo su responsabilidad se encuentran las Conferencias y los Consejos. 11. Nombre del Fundador de la Sociedad San Vicente de Paul en Colombia. 21 Modulo 1 - Yo 21 ser Vicentino PREGUNTAS PARA MEDITAR 1. ¿Qué influencia tuvo Sor Rosalía Rendu en la fundación de la Sociedad San Vicente de Paul? 2. ¿Cuál de las historias de la vida de nuestros fundadores e inspiradores le llamó más la atención? ¿Por qué? 3. Mencione tres rasgos de la personalidad de Federico Ozanam. ¿De qué manera pueden hacerse vivienciales en nuestra conferencia y en las personas auxiliadas? 4. Según la carta de José Ramón Díaz Torremocha ¿Qué características son indispensables al interior de una conferencia para que pueda cumplir a cabalidad sus objetivos? 5. ¿Qué características de la vida de Mario Valenzuela hicieron que fuera reconocido por el Congreso de la República? 22 Modulo 1 - Yo 22 ser Vicentino V. ACCIONES http://youtu.be/5-LAdMlYvgI http://youtu.be/VtC7DMsDPUE http://youtu.be/GVCV57OwBgQ http://youtu.be/7PzDxbw3oVg 23 Modulo 1 - Yo 23 ser Vicentino VI. CARTA CIRCULAR París, 30 junio de 2007 CARTA-CIRCULAR A MIS QUERIDOS CONSOCIOS LOS MIEMBROS DE LAS CONFERENCIAS DE SAN VICENTE DE PAUL EN EL MUNDO Queridos amigos y consocios: Devolver a Dios lo que solo es de Dios Con el ejemplo de la propia convocatoria del Concilio Vaticano II, se nos recordó y más aún se nos encomendó a los cristianos, retomar las fuerzas iniciales que inspiraron y ampararon la fortaleza de los movimientos eclesiales en su nacimiento. Fue una llamada universal a la investigación de los impulsos que habían inspirado las primeras horas de cada movimiento y de la propia Santa Iglesia, para desde allí, desde la fuerza de la primera hora, lanzarnos de nuevo a servir al mundo de acuerdo a la propia vocación. Pretendía el Concilio, que nos desprendiéramos de la hojarasca que el tiempo había depositado sobre las flores que un día habían constituido las intenciones primeras. También para la Sociedad, para las Conferencias de San Vicente de Paul, era necesaria esta aproximación a nuestros orígenes para retomar el primer impulso y, después de examinar la actualidad de los mismos, replantearse hasta que punto presidían el momento histórico que estábamos viviendo y cuanto eran necesarios y adaptables a una época tan lejana del instante mismo de la fundación. Se encontraron los consocios de los años 70 del siglo XX, primera vez en la que la Sociedad se propuso revisar su Regla, que en las Conferencias, eran muy claras las intenciones, las motivaciones, que contribuyeron a la primitiva fundación. Igualmente sucedería con la nueva renovación de la Regla, a la que se llegó en octubre de 2.003. Dicen los primeros documentos de la Sociedad naciente que, partiendo de la base de la sólida amistad entre los fundadores, estos se reunieron para buscar y ayudar a los pobres en cumplimiento y siguiendo los Consejos Evangélicos. En particular, aquellos más directamente relacionados con la práctica de la Caridad. Ayudar a los más pobres y haciéndolo de una manera personal y directa. Sobre todo ello, no existe la menor duda ni tan siquiera la menor sombra. Deseaban ayudar a los pobres, dar testimonio con su vida de 24 Modulo 1 - Yo 24 ser Vicentino la vitalidad de la santa Iglesia, no conformarse con la simple defensa intelectual de la Fe, en la que estaban comprometidos desde hacía años en la Sociedad de Buenos Estudios y en cuya misión (la de la defensa de la Iglesia), tantas veces se habían sentido fracasados. La propia búsqueda del mejoramiento personal de cada uno de los miembros, la búsqueda de la santificación personal de cada uno de ellos, completaba el deseo de los fundadores al reunirse por primera vez con la exigencia primera de la entrega a los más pobres como queda dicho. También fueron conscientes de la propia necesidad de estos mismos sentimientos y aspiraciones y de su virtualidad, en el momento en el que estaban siendo examinados en aquella época de los 70 del siglo anterior. Esto es: no habían pasado de moda. Seguía y sigue siendo necesaria la amistad entre los consocios, el compromiso personal de los mismos con la iglesia de los más pobres, el deseo de encontrarse cada día más próximos con sus acciones a devolver por amor lo que por Amor nos han regalado. Por todo ello, es importante tener conciencia clara de cómo fue la realidad que condujo a la fundación de la Sociedad y como esta se produjo. Fundamentalmente es importante, por lo que debe influir en la vida diaria de la Sociedad. Si hablamos de fundación y con las particularidades prácticamente inéditas en la Historia de la Iglesia en las que se produjeron, es importante reflexionar sobre a quien o mejor: a quienes, podemos considerar fundador o fundadores de la Sociedad. Es una larga historia de la que intentaré hacer un pequeño resumen. Hay que recordar que, en los primeros años de vida de las Conferencias, rehusaban tajantemente los primeros consocios, atribuirse mérito alguno pequeña obra querida por Dios, que había comenzado con humildad y que con la misma humildad podría desaparecer de un día para otro. Les repugnaban atribuirse cualquier puesto de honor en la fundación, pues todos ellos bien saben como se había producido y cuanto había de intervención misteriosa de la Divina Providencia por encima de todos e incluso, en algunos casos, el margen de la propia voluntad de los fundadores. Solo después del abandono de Bailly de la Presidencia General y provocado por la carta de despedida de la que era uno de los firmantes el propio Federico Ozanam, se aceptó que Bailly, podía ser humanamente considerado, como el verdadero promotor y fundador de la 25 Modulo 1 - Yo 25 ser Vicentino Sociedad. El verdadero “factótum”. El hombre providencial sin el que la Sociedad no hubiera jamás posiblemente existido tal y como hoy la conocemos. Compromisos posteriores y las vicisitudes de la convulsa Historia de Francia y de la Sociedad de la época, llevaron a entender al Consejo General de la época, la necesidad de conceder el titulo de principal fundador a Federico Ozanam por delante del propio Bailly. Así ha continuado hasta hoy y hasta tal punto se ha aceptado por los consocios, que existen multitud de lugares en el mundo y muchos consocios, que no conocen la realidad última de nuestra fundación y consideran a Ozanam, único y exclusivo fundador de las Conferencias de San Vicente de Paúl. Es una verdad a medias que empobrece notablemente la vida de las Conferencias y sus posibilidades de actuación. Porque la realidad, es otra muy distinta. La realidad es que no existen un fundador único e individual de las Conferencias de San Vicente de Paul y a esta verdad, hemos de ir acoplando primero nuestro conocimiento y posteriormente nuestra actuación. El conocimiento de la verdad histórica y sus consecuencias para la vida de cada una de nuestras Conferencias, debe convertirse en algo extraordinariamente necesario. La exigencia que este conocimiento deberá implicar en cada uno de nuestros grupos de trabajo en el mundo, será vital para aplicar en nuestros días los usos de aquella primera Conferencia por cuanto veremos más adelante. Efectivamente, si repasamos los primeros datos con los que contamos alrededor de nuestra fundación, esta, no se comprenderá nunca, sin el conocimiento de que fue a Le Taillandier, al primero que se le ocurrió la idea de reunirse para ayudar a los pobres. No se comprenderá nunca la historia de la Sociedad, si no asumimos que fue Bailly quien aseguró los primeros pasos de la naciente asociación y posiblemente quien hizo a los fundadores fijarse en San Vicente como futuro Patrono. No se entenderá jamás la historia de la Sociedad, si no sabemos que el primer Reglamento que la rigió, fue confeccionado por Lailler, a la sazón Secretario General y que el Prologo, lo escribió íntegramente Enmanuel Bailly. No se entenderá, sin comprender y profundizar en la aportación de Sor Rosalia Rendu al grupo naciente, con el ejemplo y la enseñanza de su buen hacer como fiel discípula de San Vicente. En ella encontraron los primeros consocios de nuevo, la figura de su Santo Patrono. Como tampoco se entendería sin la aportación del Beato Federico Ozanam y su claridad ante las primeras crisis de identidad que se presentan a la Sociedad en sus primeras décadas. Quizás a él, a Federico Ozanam, le debamos más que a cualquier otro de los consocios de la primera hora, el habernos mantenido como una Institución exclusivamente laical. En ninguno, por tanto, estuvo la exclusividad de Dios para ser considerado único fundador. De acuerdo con lo que se 26 Modulo 1 - Yo 26 ser Vicentino mantenía en las primeras décadas posteriores a nuestra fundación como queda dicho mas arriba, creo firmemente que este rol se lo reservo para si el Buen Dios y es a El a quien realmente corresponde, en puridad, el título de Fundador. Sin duda, el Buen Dios, a través de la acción del Espiritu, escogió a todos aquellos hombres, la mayoría extremadamente jóvenes, para que cada uno, aportando lo mejor de los talentos que les habían sido concedidos, fueran fieles instrumentos para la creación de una Institución laical, que habría de extenderse por todo el mundo. ¿Aportarían unos más que otros? Sin duda. Pero a ninguno de ellos, repito, les corresponde en justicia, el mérito de haber fundado las Conferencias de San Vicente de Paul. Solo a Dios que es quien los elige para que vivan el Evangelio y lo propaguen entre los más necesitados de justicia y de paz. Es sobre la forma “colegiada” de su actuación, sobre la que interviene el Espíritu Santo y los ilumina en el camino que están emprendiendo. Este “colegio” de amigos cristianos que tratan de llevar el amor, de aceptar la misión como laicos dentro de la Santa Iglesia, es lo verdaderamente importante de nuestra fundación al margen de los hombres que Dios había escogido para que la protagonizaran humanamente. Es decir, lo verdaderamente importante de la fundación, es que el Buen Dios, elige a un grupo de laicos normales, estudiantes la mayoría, para a través de la acción benéfica del espíritu Santo que ellos saben escuchar y atender, crear la humilde obra de las Conferencias de San Vicente de Paul que hoy se extienden por el mundo entero. Y sin embargo, una Fundación permanente para hoy y para mañana. Examinando todo lo anterior, lo histórico, debemos esforzarnos en no quedarnos simplemente en el ejercicio intelectual que ello supone sino más bien: ver de su aplicación en nuestros días. Estos es: en el Proyecto de vida que al Buen Dios tiene para nuestra Sociedad, para cada Conferencia y para cada uno de los que la conformamos individualmente. Veamos. Cuando nacemos, cada uno de nosotros, por humildes que hayan sido nuestros orígenes y las posiciones que ocupemos en la vida, venimos al mundo como parte del Proyecto del Buen Dios en la Historia de la Salvación. Es decir ninguno aparecemos sobre la tierra sin sentido y sin una motivación profunda que va más allá del propio del propio amor con el que nos engendran nuestros padres. Para cada uno, el Señor, tiene unos planes, nos dota de unas facultades, dándonos a la vez, la posibilidad de atenderlas o de rechazarlas. En 27 Modulo 1 - Yo 27 ser Vicentino su infinita bondad, respeta absolutamente la libertad de cada hombre pero, a la vez, sueña con que, cada uno, sea capaz de descubrir, de entregarse, a la misión que El le ha confiado. Una misión sin duda, que siempre deberá aspirar a estar presidida por el Amor y asumida con la libertad que El mismo nos regalo con su entrega haciéndose hombre por nosotros. Cada cristiano, cada uno de los vicentinos a los que me dirijo un año mas, tenemos que lograr descubrir en el no tiempo de Dios, El es eterno, que es lo que El quiere de cada uno de nosotros en la época en la que nos ha regalado la vida. En nuestro tiempo, que si lo tenemos tasado y podemos contrarlo. Pero no es una exigencia que se presenta únicamente a cada uno de los seres humanos individualmente considerados, también alcanza la misma obligación a las Instituciones. Alcanza a cada una de nuestras Conferencias. Efectivamente, si más arriba hemos dejado establecida la intervención del señor en nuestra fundación, hemos de tener la absoluta seguridad, que El ha deseado y está esperando, una determinada forma de actuación para la Sociedad de entonces y también para la de hoy. Está deseando que lo dejemos intervenir en cada una de nuestras Conferencias. De repetir lo realizado con los fundadores y lograr una fundación permanente de cada una de nuestras Conferencias que nos lleve a mejorar cada día nuestro servicio a los mas pobres y a los propios consocios que con nosotros, conforman cada una de nuestras Conferencias. Es decir: como podemos lograr vivir en una fundación permanente que se repita en cada una de nuestras Conferencias, porque estemos a la escucha de lo que el Espiritu quiere de nosotros en esta hora. La Sociedad, cada una de nuestras Conferencias en su pasado, presente y futuro, no han sido creadas solo para un instante histórico. No han sido fundadas solo para atender unas pobrezas determinadas. No. Lo han sido por el contrario, para adaptarse a todo tipo de situaciones de pobreza y para en cada una de ellas, encontrar la respuesta adecuada desde el amor. Son intemporales, no pertenecen a una época concreta y por ello igual que cambian las circunstancias del mundo que nos rodea, hemos de cambiar también nosotros y adaptarnos a ellas. Sin embargo, no siempre es fácil. No lo es, fundamentalmente, porque confiamos demasiado en nuestras propias fuerzas y no somos conscientes de la enorme riqueza que representan y nos aportan los modos de nuestra Fundación a los que me he referido en la primera parte de esta Carta-circular. Es aquí donde hemos de observar con fidelidad lo mas absolutamente original de nuestra fundación. Si las Conferencias en aquellos momentos, 28 Modulo 1 - Yo 28 ser Vicentino supieron adaptarse a las circunstancias que las rodeaban, si supieron superar las primeras pobrezas que atendieron, si fueron capaces de ir a otros pobres como podían ser en aquellos momentos los soldados que no sabían leer, fue porque tenían sobre ellos la ayuda inestimable del Espíritu Santo, sobre el colegio que conformaban los consocios. Ese espíritu de colegialidad, de escucha de unos a otros, de sentirse todos convocados conjuntamente a una sola misión en la que los protagonismos individuales no existían, es el mismo que hoy debe presidir cada una de nuestras Conferencias. Unas reuniones de Conferencias donde, todos, podemos aportar precisamente lo que el Espíritu Santo nos inspire en cada momento. Unas Conferencias, dispuestas a repetir lo realizado en aquella primera de 1833, escuchar que es lo que hoy quiere el Buen Dios de nosotros y aceptar que El, puede inspirarnos a través de cualquiera de los consocios que conforman la misma. Unas Conferencias, dispuestas a entender que su misión, es escuchar hacia donde les mueve el Espíritu y que retos El les inspira. Unas conferencias, dispuestas a olvidarse cuando se reúnen, de los modos habituales en el mundo. Olvidarse de la necesidad y del deseo de medro individual. Olvidarse de querer siempre tener razón y por el contrario, escuchar lo que los otros consocios hacen llegar a sus oídos. Olvidarse de que la misión de cada uno, no es siempre la más importante de las realizadas por la Conferencia y que, con frecuencia, descubrimos en una atenta escucha, que a veces los mas humildes y los que se expresan con mayor simplicidad, son los que están mas cercanos a la verdad al señalar el verdadero rol, el verdadero reto que en cada ocasión, debe preocupar y ocupar el grupo de consocios. Si esa colegialidad es primero buscada y luego cuidado su mantenimiento con esmero en cada una de nuestras Conferencias, verán en poco tiempo su vida cambiar y lograr un mejor servicios a los que mas sufren. Serán, las reuniones, más utiles para todos. También para cada uno de los miembros, pues se enriquecerán de lo que cada uno puede aportar para la buena marcha de la propia Conferencia. Se enriquecerán con la acción del Espíritu Santo como ocurrió en aquella primera Conferencia. Es una clara misión para los Presidentes a los que recomendaría una relectura atenta de la segunda parte de mi Carta-circular del 30 de junio de 2005 en la que me refería a las características de los Presidentes dentro de la Sociedad. Efectivamente, aparte de las misiones que en aquella se señalaban como probadas por la mejor tradición vicentina para los consocios que ocupan esos servicios, estos – los presidentes a cualquier nivel – deben ejercer continuamente la labor de auténticos promotores de la colegialidad dentro de la 29 Modulo 1 - Yo 29 ser Vicentino Conferencia o Consejo que tutelan. Ello no está reñido con un adecuado ejercicio de la autoridad necesaria y legitima de cada uno de ellos. Por lo contrario, la autoridad, entendida como servicio tal y como indica nuestra Regla, debe siempre estar pendiente de animar a la participación de todos en las reuniones y no solo de aquellos, mas decididos a veces, que acaparan el uso de la palabra. Debemos asumir que la llamada del Espíritu Santo que realizamos al comienzo de cada una de nuestras reuniones, es real y efectiva y siempre obtiene respuesta. Si lo hacemos así, si nos acostumbramos a tratar de descubrir en cada reunión lo que el Espíritu Santo nos señala a través del colegio que conformamos con nuestros consocios, la caridad prestada por la Conferencia, estará siempre continuamente renovada. La renovará El, no nosotros. Será una Caridad adaptada a las necesidades del momento en el que está inmersa la vida de la Conferencia y a su entorno y seremos más útiles a aquellos que sufren. Lograremos una fundación permanente que es tanto como aspirar a tener siempre un sitio reservado en nuestras reuniones para el consocio principal, el verdadero fundador de la Sociedad: el Buen Dios. Nadie fue más dócil a la voz del Espíritu que María, nuestra Madre a la que nuestros fundadores ya invocaron pidiendo asistencia. Que ella nos enseñe a lograr hoy, que nosotros también sepamos pronunciar en cada una de nuestras reuniones, el fiat a lo que inspire el Espíritu Santo el colegio que debe formar cada una de nuestras Conferencias en el mundo. Con mi oración y afecto. José Ramón Diaz – Torremocha XIV Presidente General (I.N.E.D.) 30 Modulo 1 - Yo 30 ser Vicentino