Un tren turístico para el pirineo
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Un tren turístico para el pirineo
R FERROCARRIL INICIATIVA PARA CONVERTIR UN VIEJO RECORRIDO FERROVIARIO EN UNA NUEVA OFERTA TURÍSTICA UN TREN TURÍSTICO PARA EL PIRINEO LUIS GUIJARRO / FOTOS: CENTRO DE ESTUDIOS HISTÓRICOS DEL FERROCARRIL ESPAÑOL Una nueva iniciativa ferroviaria, el Tren Turístico del Pirineo, está a punto de arrancar aprovechando la vieja conexión transpirenaica de la Cerdanya (Girona). Se trata de un proyecto para crear una nueva oferta turística basada en el atractivo de los viejos ferrocarriles transpirenaicos, en las obras de fábrica y construcciones ferroviarias de época y en la indudable belleza de los paisajes del recorrido. 56 Abril 2005 Viajeros embarcando en un tren en los andenes de la antigua estación del Transpirenaico en Ripoll, en los años 20 del siglo pasado E l Tren Turístico del Pirineo es una iniciativa pionera en España que tiene sus orígenes en una histórica conexión ferroviaria transpirenaica, la de Puigcerdá (Girona) con la Tour de Carol (Francia), de la que el año pasado se cumplió el 75 aniversario de su establecimiento. Coincidiendo con estas celebraciones resurgió un proyecto que las administraciones locales de la zona barajaban desde años atrás: el establecimiento de un ferrocarril turístico de carácter histórico que cir- cule por esa vieja conexión, con un itinerario que, partiendo de la collada de Toses, llega hasta Puigcerdá y se adentra en Francia, conectando con el Tren Groc que recorre la Cerdanya gala. Es una iniciativa que puede contribuir al desarrollo socioeconómico de las zonas que atraviesa y que, de concretarse, puede completar una interesante ruta que está llamada a ser un gran reclamo para el turismo. El Ayuntamiento de Ripoll presentó el proyecto el 28 de octubre de 2004 y el 8 de noviembre se constituyó la comisión Tipo de coche, de 1910, que se empleará en las composiciones turísticas del Tren Verde. gestora encargada de ponerlo en marcha. El “Tren Turístic del Pirineu” pretende convertirse en un elemento estratégico de primer orden para la articulación de la oferta turística pirenaica y para la vertebración de las comarcas atravesadas y de los territorios adyacentes. Siguiendo los principios del ecoturismo, se quiere ofrecer la gran potencialidad de la zona a los habitantes de los principales centros de población situados al norte y sur de los Pirineos. Se intenta, también, llamar la atención sobre las posibilidades del transporte por ferrocarril, así como introducir un elemento de desarrollo de la línea férrea Barcelona-Puigcerdà-Toulouse. En muchos aspectos, el proyecto español se mira en el espejo del Tren Groc galo, del que incluso ha tomado el sobrenombre de Tren Verde. Este tren turístico goza de una gran aceptación en Francia –como lo demuestra el hecho de que conseguir una plaza en determinadas épocas del año implica una espera de dos a tres meses– y basa su atractivo en la belleza de los paisajes que recorre, en el interés histórico-cultural de las zonas atravesadas, en la monumentalidad de las obras de fábrica que jalonan el trazado y en las edificaciones ferroviarias que constituyen por sí solas todo un conjunto de la arqueología industrial en materia ferroviaria. Abril 2005 57 Todos estos atractivos también están presentes en el proyecto español, como señalan desde el Centro de Estudios Históricos del Ferrocarril Español, uno de los promotores de la iniciativa:“Extrapolando el análisis al lado español de la frontera, se comprueba que las citadas peculiaridades se reproducen, como mínimo, en un plano de igualdad. Realizar el recorrido a través de la collada de Toses presenta también incomparables paisajes, entornos de remotos orígenes históricos que cuentan con un patrimonio artístico-monumental incomparable fruto de un espectacular alarde de ingeniería”. Los viaductos, puentes, desmontes y túneles forman parte del singular trazado que da acceso a la Cerdanya. Sin duda, la desbordante capacidad humana para salvar los obstáculos naturales se muestra al viajero a través de obras de fábrica como el túnel de Toses (en cuyo interior se alcanza la mayor cota de la red ferroviaria peninsular, con 1.494 metros), el de Cargol (de forma helicoidal, describe un giro subterráneo de 360º para ganar altura) y otras singulares construcciones de este accidentado tramo. La visión de incomparables parajes y de profundos valles hacen del trayecto un espectáculo. A tan singulares características se añade el material ferroviario histórico, como locomotoras eléctricas y de vapor de finales del siglo XIX o principios del XX Arriba, inicio oficial de la rehabilitación de las antiguas instalaciones ferroviarias, a finales de 2004. Debajo, representantes de las instituciones implicadas en la presentación del proyecto. Los otros trenes históricos Los trenes históricos destinados a recorrer una determinada zona son habituales en Europa. En algunos países su número supera el centenar. En el caso español, el turismo de estos ferrocarriles, aunque escaso, tiene una excelente aceptación porque el tren, a diferencia del automóvil, permite al viajero ver lugares sin prisas y sin cansancio. Una mirada al mapa ferroviario español nos lleva hasta Sóller (Mallorca), desde donde parte uno de los trenes turísticos más peculiares de España, como lo prueba el hecho de pertenecer a la única empresa privada de ferrocarril de viajeros del país. Son 28 kilómetros de trazado, inaugurados en 1912, que sirvieron para comunicar esta localidad del oeste de la isla con la capital y que ahora son explotados para el turismo. “Ven a hacer historia con los trenes que hacen historia” es el lema de los trenes 58 Abril 2005 históricos catalanes. En esta autonomía, además de los funiculares de Montserrat y el tren cremallera de Nuria, hay una importante oferta histórica de los Ferrocarriles de la Generalitat de Cataluña, dividida en dos clases de composiciones: eléctricos y a vapor. Los trenes eléctricos Bril 18 y Brill 301 son dos automotores de principios de siglo que circulan todos los domingos por Barcelona. Por otro lado, entre Martorell-Enllac y Monistrol de Monserrat circulan las locomotoras de vapor Berga 31 y Olot 22, arrastrando tres coches de madera de época. Entre estas dos estaciones circula un tren de vapor especial para las escuelas. En Levante destaca el Limón Express, explotado por los Ferrocarriles de la Generalitat Valenciana. Es el primer tren turístico español, ya que inició su andadura en 1975 uniendo Benidorm y Gata. La estación de Ripoll (años 1920) acogerá el centro de interpretación y el archivo histórico. que arrastrarán coches de madera de época, lo que permitirá recrear los antiguos viajes en tren por las comarcas pirenaicas. Las locomotoras utilizadas en la primera fase pertenecen a la célebre serie 1.000, primera serie de locomotoras eléctricas construidas por la industria española, concretamente por CAF. En una segunda fase se introducirá la tracción a vapor pa- Locomotora fabricada en 1927 para la línea RipollPuigcerdá. Años 1960. EL TREN VERDE ASPIRA A SER UN ELEMENTO CLAVE PARA ARTICULAR LA OFERTA TURÍSTICA PIRENAICA También en esta región se encuentra el Trensnochador, un servicio de transporte nocturno que cubre en verano el trayecto Alicante-Altea, enlazando zonas de ocio y discotecas de la Costa Blanca. El más exquisito de los trenes turísticos españoles es el al-Andalus Expreso, uno de los más lujosos del mundo, nacido en 1985 como escaparate para mostrar las excelencias culturales de esa autonomía. Compuesto por 14 coches cuidadosamente restaurados, en su interior se dan cita atenciones, decoración original y gastronomía que transportan al viajero por el túnel del tiempo hasta el glamour de la Belle Epoque, aunque con el confort de los trenes actuales. El norte de España tiene una buena representación de trenes turísticos. El Transcantábrico, que circula por vía estrecha, es probablemente el más conocido. Este elegante tren, inaugurado en 1983, recorre la cornisa cantábrica, entre Bilbao y Santiago de Compostela, ra el arrastre de los trenes, que será compartida con la tracción efectuada por las locomotoras eléctricas. Los coches de viajeros serán de diversos tipos: de departamentos independientes, con acceso directo desde el exterior por puertas individuales; de plataformas abiertas, con los típicos balconcillos en los extremos; y coches-saaunque desde hace poco parte de la ciudad de León.Y en el País Vasco existe, desde 1991, un tren cultural con dos itinerarios que busca difundir los hechos históricos y los aspectos autóctonos de la cultura vasca. Se compone de una locomotora eléctrica BBC, construida en 1928, y dos coches de madera del Antiguo Ferrocarril del Urola. Con un sugerente nombre, el Tren de la Fresa cubre el recorrido entre Madrid y Aranjuez, la que en 1851 fue la segunda línea ferroviaria de la Península. Sus coches de madera –hasta cuatro coches Costas de la antigua compañía MZA, además de dos vagones de mercancías– son remolcados por la histórica locomotora Mikado 141F. Esta unidad proporciona a lo largo de 47 kilómetros de recorrido la posibilidad de recrear los fines de semana aquel ferrocarril que, según la leyenda, llegaba hasta la misma puerta de la residencia real, cuyos últimos metros eran de plata. Abril 2005 59 Factoría de CAF en Beasain, donde se construyeron las locomotoras del Transpirenaico. (1910). Conjunto de arqueología industrial en torno a la antigua cochera de locomotoras. lón, con departamentos dotados de mesas y butacas en los que pueden viajar grupos familiares.Todos ellos evocan épocas pasadas del primer tercio del siglo XX que llevarán al pasajero en un viaje por el tiempo. Museo y archivo en Ripoll Para gestionar las diferentes iniciativas del proyecto se ha elegido la neorrománica estación del ferrocarril transpirenaico de Ripoll, de donde partía la línea que, atravesando los Pirineos por Puigcerdá, enlazaba ya en Francia con Ax-les-Thermes. Esta antigua estación dispone junto a su cara sur de una explanada en la que está previsto ubicar la playa de vías donde se efectuarán las maniobras de forma60 Abril 2005 ción de los convoyes y los cobertizos para custodia del material de explotación. La estación tiene una superficie de 750 m2 distribuidos en cuatro plantas. La planta baja albergará el Centro de Interpretación, que mostrará al visitante la evolución del Pirineo oriental con la llegada del ferrocarril y el impacto que éste supuso para las comarcas atravesadas y limítrofes. En la primera planta se instalará el archivo histórico, que se formará a partir del fondo documental procedente del Centro de Estudios Históricos del Ferrocarril Español, considerado, tras el de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, como el segundo archivo específicamente ferroviario de España. El traslado de esos fondos es una apuesta por la consolidación de la iniciativa, y convertirá a Ri- poll en una referencia esencial para la investigación histórico-ferroviaria. En las plantas segunda y tercera se instalarán varias plazas hoteleras, ya que muchos de los visitantes que acudan atraídos por la nueva oferta turística y cultural deberán hacer noche en Ripoll. De momento, el Ministerio de Fomento ha destinado 500.000 euros a la rehabilitación de esta antigua y evocadora estación, cuyas obras comenzarán de inmediato. En la iniciativa también participa la Fundación de los Ferrocarriles Españoles. Cooperación interregional El proyecto del tren turístico del Pirineo se inscribe dentro de los planteamientos de la Euroregión impulsada por la Generalitat catalana y en el marco de las líneas de cooperación transfronteriza auspiciadas desde la Unión Europea. No hay que olvidar que el 4 de noviembre de 1983, por impulso del Consejo de Europa, se creó la Comunidad de Trabajo de los Pirineos (CTP), organismo de cooperación transfronteriza al servicio del proceso de integración europea. Según la memoria del proyecto del tren turístico,“durante todos estos años la ac- Una barrera infranqueable Tren detenido en la estación pirenaica de Puigcerdá. Años 20. LA ESTACIÓN DE RIPOLL SE CONVERTIRÁ EN EL ELEMENTO CENTRAL DEL PROYECTO DEL TREN TURÍSTICO DEL PIRINEO tuación de la CTP ha consistido en fomentar y articular el debate en una permanente búsqueda de soluciones en común a problemas compartidos. Mediante sus ejes fundamentales de actuación, como son las infraestructuras y comunicaciones; la formación y desarrollo tecnológico; la cultura, las áreas de juventud y deportes y el desarrollo sostenible, se ha trabajado para convertir los Pirineos en un escenario donde pueda materializarse el interés de unos pueblos hermanos por conocerse mejor y trabajar conjuntamente. Trabajo cuya meta ha sido siempre la reducción de los desequilibrios existentes”. En la mencionada memoria se explica que “ha venido ganando terreno el con- cepto de Euroregión. Inicialmente constituida en base a la Comunidad Autónoma de Cataluña y las regiones de Midi-Pyrénées y Languedoc-Rousillon, se trabaja actualmente en formalizar un ámbito de actuación mucho más amplio, con inclusión de la Comunidad Autónoma de Aragón y la de las Islas Baleares, lo que daría lugar a la Euroregión Mediterránea. Iniciativas que no caminan solas ya que son auspiciadas tanto desde el Consejo de Europa como desde el Parlamento Europeo y el Comité de las Regiones como un instrumento decisivo para la construcción europea”. La Euroregión tiene unos objetivos de mayor alcance que la CTP, ya que pretende convertirse en un instrumento capaz de actuar sobre la totalidad de los respectivos territorios que la integren, y no, como aquélla, sobre una zona específica de los mismos. En este caso, el Pirineo. Como se cita en la memoria del proyecto,“ambas realidades responden a unos mismos criterios: la voluntad de participar en la construcción europea a través de la cooperación interregional en el marco de unos ámbitos naturales definidos por una serie de características y anhelos comunes”. ■ El 21 de julio de 2004 se cumplieron 75 años de la inauguración del enlace ferroviario internacional entre Puigcerdà y La Tour de Carol. Con esta conexión, derivada del tratado francoespañol de 1904, la línea se convertía en un eje transpirenaico fundamental que, complementario del ya existente por Portbou y Cerbère, acortaba la distancia entre Barcelona y París en más de 100 kilómetros. En 1904, efectivamente, se firmó el acuerdo que debía regular cuanto tenía que ver con las líneas ferroviarias transpirenaicas.Allí se establecía la construcción de tres ejes transfronterizos: Zuera-Canfranc-Oloron, LleidaSort-Saint Girons y Ripoll-PuigcerdàAx les Thermes. El tratado culminaba los sueños de la comarca de la Cerdanya por disponer de una conexión a través de los Pirineos, aunque todavía debió esperar varios años para verlos materializados.Y es que la subasta de las concesiones para construir la línea quedó desierta en dos ocasiones, lo que obligó al Estado a construir la línea por administración a partir de 1910. El trazado de la línea se subdividió en 12 tramos. Los trabajos de construcción, dirigidos por Josep Maria Fuster, entrañaron una complejidad extraordinaria dada la difícil orografía del terreno, que obligó a construir más de 40 túneles. Una vez superados los problemas orográficos y, sobre todo, administrativos, el 22 de octubre de 1922 –18 años después de la firma del tratado de París– el primer tren hacía su entrada triunfal en la estación de Puigcerdá, capital de la Cerdanya. Pero hubo que esperar otros siete años más, hasta 1929, para que el enlace internacional entrara en servicio. Tras el obligado aislamiento de siglos, impuesto por una severa orografía, el esfuerzo humano había logrado establecer un eficaz cauce de comunicación. Un cauce llamado a estrechar los lazos de colaboración entre dos pueblos hermanos, cuyos miembros, mediante la unión de sus fuerzas, lograron superar el obstáculo representado por la implacable barrera pirenaica. Abril 2005 61