Tipificación de grupos sanguíneos, factor RH y detección de
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Tipificación de grupos sanguíneos, factor RH y detección de
UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN SIMÓN TIPIFICACIÓN DE GRUPOS SANGUÍNEOS, FACTOR RH Y DETECCIÓN DE ANTÍGENOS DE Trypanosoma cruzi EN MOMIAS DE LOS MUSEOS DE COCHABAMBA Y SUCRE Universitaria: Nancy Carolina Orellana Halkyer PROYECTO DE TESIS PARA OBTENER EL GRADO DE BIOLOGO CARRERA DE BIOLOGÍA FACULTAD DE CIENCIAS Y TECNOLOGÍA 1 I. INTRODUCCIÓN.- Bolivia, país ubicado en el corazón de Sud América, en sus orígenes presenta diversidad de culturas en todo su territorio, entre estas podemos citar algunas culturas antiguas como la cultura Mojocoya perteneciente al periodo formativo a intermedio temprano (1- 800 años d.C.), Colla Aymará al periodo Intermedio (600 a 1400 años d.C.), Puqui al periodo Intermedio (600- 1400 años d.C.), Presto Puno periodo Intermedio (600- 1400 d.C.); de las que se tienen vestigios de sus tradiciones y artesanías y de las que se conservan restos de individuos momificados. Es importante resaltar la momificación espontánea que sufrieron los individuos de estas culturas debido al clima seco y frío de las regiones donde fueron encontrados los chullpares (Anexo 1), estructuras construidas de adobe donde depositaban a sus cadáveres (Anexo 2- 8). Según Ibarra & Querejazu, 1986, los primeros habitantes de América llegaron por el estrecho de Bering desde Asia, estos se asentaron y mezclaron con las poblaciones de ese entonces, hace millones de años, por otra parte se sabe que los asiáticos tienen grupo sanguíneo O Rh positivo en su mayoría, grupo que predomina en América y que es absoluto en los indígenas de tribus cerradas que no se mezclaron con otras razas. Estos hechos son confirmados en trabajos realizados en Bolivia en poblaciones indígenas Yukis del trópico boliviano en los que se encontraron en el 100 % de los individuos el predominio del grupo O Rh positivo (Venegas, 1995). Es importante nombrar que a partir de 1934 se trabajó con tejido muscular de momias en Perú, Chile y Groenlandia en lo referente a grupo sanguíneo; en 1939 y 1953 también se realizan trabajos para detectar antígenos del sistema Rh en momias, en las que se determina el predominio del grupo sanguíneo O Rh positivo, postulando que mientras mas pura es la raza aborigen americana el grupo O Rh positivo predomina (Suárez & Linares, 1967). En relación a las enfermedades nos interesa estudiar la enfermedad de Chagas que tiene gran prevalecía en nuestro país, agente causal de esta parasitosis es el protozoario Trypanosoma cruzi, transmitido por Triatoma infestans (Segura, 1994) el vector mas 2 común que se presenta en 7 de los 9 departamentos de Bolivia: La Paz, Cochabamba, Tarija, Sucre, Potosí, Santa Cruz y Beni (Albarracin- Veizaga et al. 199). En nuestro territorio antiguamente habrían habitado poblaciones de las culturas Wancarani y Chinchorro, que habrían migraron desde Bolivia para establecerse en el Sur de Perú y Norte de Chile respectivamente; en ese entonces Bolivia mantenía un activo intercambio comercial entre estos países, motivo por el cual se levantan hipótesis sobre el posible origen de la enfermedad de Chagas, además de que posteriormente, los antropólogos identificaron evidencias de su existencia en las momias de los indios Chinchorro establecidas en el norte de Chile, evidencias patológicas de megaesófago y megacolon por infección con T. cruzi y de su migración desde Bolivia, aproximadamente hace 500 años a.C (Albarracin & Veizaga et al. 1999, Rothhammer et al., 1985). También fue posible encontrar la presencia de triatominos que parecen ser los antecesores de Triatoma infestans; estos triatominos fueron encontrados entre los vestigios de las muestras momificadas. Por otra parte, entre los trabajos realizados para la detección de T. cruzi en las momias, los investigadores utilizaron pruebas moleculares. No se tienen datos de pruebas inmunológicas realizadas para determinar la presencia de este parásito, sin embargo el hecho de haber encontrado Schistosomiasis y malaria en momias e incluso diversos tipos de proteínas en muestras fosilizadas de millones de años de antigüedad, en dinosaurios y otros animales fosilizadas en los que se emplearon técnicas inmunológicas (Torres et al. s/a; Rabino et al. 2000; Sauca, s/a), nos motiva a realizar ensayos de este tipo en las momias de Cochabamba y Sucre. Todos los estudios de restos humanos antiguos aportan información importante sobre las enfermedades que sufrieron nuestros antepasados y que en muchos casos siguen afectándonos, ayudando también a desarrollar terapias para combatirlas. Además, el desarrollo de técnicas que permitan el estudio de grupos sanguíneos en momias, es una contribución valiosa sobre todo en lo que concierne al origen de las razas ó núcleos étnicos. 3 1. OBJETIVOS.- 1.1 Objetivos Generales. - Tipificar grupos sanguíneos, factor Rh y detectar antígenos de Tripanosoma cruzi en momias de los museos arqueológicos de Cochabamba y Sucre. 1.2 Objetivos Específicos. - Tipificar grupos sanguíneos y factor Rh en muestras colectadas de momias pre- hispánicas y coloniales. - Relacionar los grupos sanguíneos encontrados con la población nativa boliviana y la distribución mundial de los grupos sanguíneos. - Detectar en las muestras obtenidas la presencia de antígeno de T. cruzi. 4 II. REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA PRIMERA PARTE.- LOS GRUPOS SANGUÍNEOS 1. Los grupos sanguíneos Se denomina grupo sanguíneo a las moléculas antigénicas presentes principalmente sobre la membrana de los eritrocitos. Estas estructuras están bajo estricto control genético, heredándose de padres a hijos de acuerdo a las leyes de Mendel (Bernard et al. 1989). Se conocen más de 400 moléculas antigénicas en los glóbulos rojos, las cuales se estudian generalmente reunidas en sistemas. Denominándose sistema de grupo a un conjunto de antígenos que, conservando su independencia, se transmiten como una unidad (Segalés et al. 1988), de estos los principales son el sistema ABO y el sistema Rhesus (Bernard et al. 1989). Cada sistema esta formado por varios antígenos, que admiten combinaciones casi infinitas y hacen posible una clasificación de la sangre, característica prácticamente irrepetible en cada individuo (Segalés et al. 1982). Estructuralmente, los grupos sanguíneos son glucolípidos y/o proteínas que forman parte de la membrana del eritrocito. La especificidad del grupo A, B y O, reside en la presencia de glucoproteínas en la estructura unidas a diferentes azúcares (Lluís Vives & Lluís Aguilar, 1997). Los antígenos de los sistemas de grupo eritrocitario se determinan mediante reacciones de tipo antígeno- anticuerpo. Los anticuerpos pueden ser naturales, como en el caso de las aglutininas anti- A y anti- B o inmunes, cuyo ejemplo más característico es el anticuerpo anti- Rh (Lluís Vives & Lluís Aguilar, 1997). En general, los antígenos del grupo sanguíneo han podido descubrirse gracias a la existencia de un anticuerpo específico contra ellos, estos anticuerpos se forman, tanto en seres humanos como en animales de experimentación, al serles inyectada sangre con 5 diferentes características antigénicas. De esta manera se han ido describiendo los distintos grupos sanguíneos conocidos y de acuerdo a su comportamiento genético, se han podido encasillar en sistemas sanguíneos (Meza & Correa, 1988). 2. Antígenos y sistemas de grupo sanguíneo eritrocitario más importantes.- Los diversos tipos de antígenos erirocitarios (más de 400) representan 20 sistemas de grupo, que se exponen a continuación en la siguiente tabla; de los cuales los principales son el sistema ABO y el sistema Rheus (Sans- Sabrafen, 1988). Tabla 1.- Sistemas Eritrocitarios SISTEMA ANTÍGENOS ERITROCITARIOS ABH A, B, H (subgrupos de A y B) Rh-Hr D, C, E, c, e, etc. (más de 40) Lewis Lea, Leb Kell K, k, Jsa, Jsb, Jpa, Jpb, etc. (más de 20) Duffy Fya, Fyb…. Kidd Jka, Jkb…. MNSs M, N, S, s P P1, Pk y P Lutheran Lua, Lub…. Diego Dia, Dib…. I I, i Fuente: (Sans- Sabrafen, 1988) 2.1 Sistema ABO La expresión fenotípica de los antígenos A y B depende de dos genes independientes. El primero es el gen H presente en la mayoría de la población humana y que mediante la fijación de la L- fucosa a un mucopolisacarido “de base”, permite la formación del antígeno o sustancia H (Bernard, 1989). 6 Los individuos que tienen en el segundo gen, el alelo A o el alelo B transforman esta sustancia H en sustancia A o en sustancia B, utilizando un azúcar para dicho proceso. Aquellos sujetos que llevan el alelo A en un cromosoma y el B en otro cromosoma tendrán ambos antígenos A y B y aquellos individuos que no posean ni el alelo A ni el alelo B, no modifican su sustancia H denominándose de grupo “O” (Bernard, 1989) (Fig. 1). Figura 1. Estructura de las sustancias A, B y H. Fuente: (Bernard, 1989) Existen individuos que no poseen el gen H (genotipicamente hh) por lo que no pueden expresar la antigenicidad A ni la B incluso aunque posean el gen A, el B o ambos, no obstante pueden transmitir antigenicidad A o B, este fenotipo extremadamente raro fue descrito por vez primera por Bhende en 1952, quien lo denominó “Bombay” (Bernard, 1989). 7 Cuando los hematíes tienen poca sustancia H como en los grupos A y AB, se puede detectar en el suero la presencia de estos anticuerpos anti- H, esta situación se produce de forma natural sin que exista estimulación antigénica conocida. El gen H puede detectarse en forma homocigota HH o heterocigota Hh, debido a que este gen H es amorfo, la forma heterocigota no puede identificarse (Sans- Sabrafen, 1988). Los antígenos A y B se encuentran en los eritrocitos y los anticuerpos anti- A y anti- B en el suero; aquellas personas AB tendrán los antígenos A y B en los eritrocitos y no tendrán anticuerpos en el suero. Una persona O no tiene ni antígenos ni anticuerpos A ni B en los hematíes, pero tiene ambos antígenos anti- A y anti- B en el suero, en cambio una persona con sangre A tiene antígenos A en los hematíes y anticuerpos anti- B en el suero, al igual que los del grupo B (Leavel & Thorup, 1967). 3. Constitución química de los grupos sanguíneos.- La membrana del glóbulo rojo está compuesta por dos capas de lípidos en la que están embebidas moléculas de proteínas. Tanto estas moléculas proteicas como las lipídicas pueden tener unidas a ellas algunas moléculas de hidratos de carbono, constituyendo, en el primer caso, las glicoproteínas y en el segundo, los glicolípidos (Meza & Correa, 1988). La membrana del eritrocito contiene alrededor de 52 % de proteínas, un 40 % de lípidos y un 8-10 % de glúcidos unidos a proteínas o lípidos como citamos anteriormente; el 15% de los lípidos de la membrana eritrocitaria son glucoesfingolípidos (Lluís Vives & Lluís Aguilar, 1997). En el caso del sistema ABH la especificidad esta determinada por los carbohidratos, mientras que las del sistema MNSs, son una combinación de glicolípidos y proteínas. El proceso de la producción de antígenos sobre la superficie de los glóbulos ocurre durante la maduración de éstos en la médula ósea, antes de perder su núcleo y salir a la circulación (Meza & Correa, 1988). 8 4. Características de los Antígenos y Anticuerpos eritrocitarios.- 4.1 Antígenos eritrocitarios Como citamos anteriormente, el antígeno eritrocitario es un producto directo o indirecto de un gen situado en la membrana del hematíe y reconocido por un anticuerpo específico. Los genes transmiten caracteres mendelianos codominantes, es decir que se expresan tanto en individuos homocigotos como heterocigotos. Se han descrito también genes amorfos (O, d) de los cuales hablaremos mas adelante (Segalés et al. 1982). Los antígenos eritrocitarios, son genéticamente independientes y se transmiten de unos a otros, pudiendo estar asociados o presentar una relación inmunológica con antígenos pertenecientes a otros sistemas (Lluís Vives & Lluís Aguilar, 1997). Los antígenos de grupo sanguíneo no solo se hallan en el eritrocito, también pueden ser sintetizados por otras células del organismo como las células mucosas de las glándulas salivales. Estos antígenos sintetizados por las células mucosas son glucoproteínas y se encuentran tanto en las secreciones como en el plasma. En ellos intervienen la interacción alélica de varios sistemas de genes (Lluís Vives, Lluís Aguilar, 1997). La localización de estos antígenos es variable; así, los antígenos del sistema ABO se encuentran en todas las células de la sangre, tejidos y fluidos, mientras que los pertenecientes al Rh se localizan únicamente en el hematíe. Este posee además antígenos característicos de otras células, como sucede en el caso del sistema HLA y Lewis (Segalés et al. 1982). La importancia de estos antígenos eritrocitarios se destaca en su propiedad sensibilizante y a la capacidad de reaccionar con sus correspondientes anticuerpos (Segalés et al. 1982). 5. Herencia de los antígenos eritrocitarios.- Los grupos sanguíneos están determinados por una serie de alelos o versiones genéticas, de los cuales cada persona posee dos, uno de cada progenitor. Estos alelos son los A, B, y O, y son los que dan lugar a los tipos de sangre que conocemos: A, B, AB, y O (Ventura, 2004). 9 Los grupos sanguíneos son hereditarios, porque su síntesis está dirigida por los genes, concretamente por los que se encuentran en la pareja número nueve de nuestros cromosomas (Meza & Corrales, 1988). Existen dos alelos pero sólo un tipo de sangre, siendo el tipo de sangre una combinación de estos dos alelos (genotipos). Así, el grupo sanguíneo A puede estar dado por combinaciones AA y AO. El tipo B por BB o BO, mientras que los tipos AB y O sólo pueden estar determinados por una combinación (alelos A+B para AB y O+O para O), ya que el alelo O es recesivo, es decir, cualquier combinación de este alelo con otro da como resultado un tipo de sangre determinado por el otro alelo (Ventura, 2004). Como estas moléculas o antígenos eritrocitarios se localizan en la membrana de los glóbulos rojos, una persona que pertenece al grupo A, tendrá el antígeno A en sus glóbulos rojos, los pertenecientes al B, el antígeno B; los del grupo AB, poseerán ambos antígenos; y los del grupo O no tendrán ninguno (Aranda, s/a) 6. Sistema Rhesus.- Este sistema fue descubierto 39 años después que el sistema ABO, por el mismo investigador Carl Landsteiner y su colaborador Wiener (1940) y es un sistema complejo que comprende más de 40 antígenos diferentes (Meza & Correa, 1988; Sans- Sabrafen, 1988). El antígeno Rh positivo existe en el 85 % de las personas de la raza blanca y se transmite por herencia de acuerdo con las leyes de Mendel (Varela, 1965). Se comprobó que la presencia o ausencia del antígeno Rh era una condición hereditaria y que cuando ambos padres son Rh negativos sólo tienen hijos Rh negativos. En cambio, de padres Rh positivos o de uno Rh positivo y otro Rh negativo la descendencia es de ambos tipos (Sans- Sabrafen, 1988). 10 La importancia de este sistema está determinada por el elevado poder inmunógeno de sus antígenos, el más importante de todos es el antígeno D que fue el primero en ser descubierto y es el que confiere la calidad de Rh negativo o Rh positivo a las personas que carecen o tienen el antígeno, respectivamente, este es el motivo por el cual el grupo sanguíneo Rh es el segundo en importancia, tras el ABO (Meza & Correa, 1988; SansSabrafen, 1988). Estos dos sistemas genéticos independientes tienen antígenos que pueden ser reconocidos por anticuerpos diferentes. Los genes del sistema Rh se hallan en el cromosoma 1. A causa de la proximidad en el cromosoma 1 de los loci correspondientes al sistema Rh, éstos se transmiten conjuntamente (Lluís Vives & Lluís Aguilar, 1997). Si todos los individuos fueran homocigotos para el antígeno D (DD), no existirían sujetos Rh negativos, el hecho de que existan, sugiere la existencia de otro alelo denominado d, que en su forma homocigota representa al Rh negativo y Dd o DD a los individuos Rh positivos. El alelo d es, por tanto, un alelo silencioso, como ocurre con el alelo O del sistema ABO, y no da lugar a la formación de anticuerpo alguno (Lluís Aguilar & Lluís Vives, 1997). Contrariamente a lo que ocurre con los antígenos del sistema ABO, los antígenos Rh se encuentran sólo en los eritrocitos. En 1979, Plapp et al, citado por Sans- Sabrafen, 1988, evidenciaron que las células Rh negativas poseen antígeno D (aunque no expuesto en su superficie); al parecer, la diferencia entre hematíes positivos y negativos dependería de la configuración de una proteína común de la membrana y requieren de lípidos para su expresión. El antígeno Rh esta formado por varios antígenos, de los cuales se conocen tres antígenos Rh fundamentales y para describirlos existen también tres nomenclaturas: 11 Tabla 2.- Nomenclatura de los investigadores de grupo sanguíneo y frecuencias eritrocitarias en raza caucásica Frecuencias Fisher y Race Wiener Rosenfield y Allen D Rho Rh1 85% C rh´ Rh2 70% E rh´´ Rh3 30% C hr´ Rh4 80% E hr´´ Rh5 97% E Hr Rh6 Cw rhw Rh8 G rhG Rh12 “Total Rh” _ Rh29 Caucásicos Fuente: (Segalés, et al. 1988; Varela, 1965). La nomenclatura de Fisher-Race y Singer es mucho mas simple, nombrando a los antígenos de la siguiente manera: D, C, E, vinculados íntimamente a estos antígenos existen otros factores alélicos llamados hr, cuyo mecanismo hereditario está unido al de los factores Rh y son: d, c, e (Varela, 1965). Los seis antígenos mencionados (C, D, E, c, d, e) constituyen el complejo sistema Rh- rh. Cada persona recibe por herencia una serie de esos seis factores: tres pares de origen paterno y tres pares de origen materno, combinados de distintas maneras y dando origen a 8 tipos sanguíneos principales y a 36 genotipos (Varela, 1965). Para Fisher y Race los tres alelos de cada par están ubicados en tres loci diferentes, íntimamente unidos o ligados casi por completo en cada cromosoma del par de homólogos. Puede existir, por lo tanto, entre ellos otras combinaciones, un cromosoma con los alelos D, C, E, y otro cromosoma homólogo con los alelos d, c, e, es decir existe un alelo para cada antígeno (Varela, 1965). 12 Wiener no sólo utiliza diferente nomenclatura, sino que admite la existencia de un solo locus para los tres diferentes alelos de cada cromosoma, a los que asigna la letra básica R y r para cada uno de los dos grupos de tres alelos pertenecientes a uno y otro cromosoma, por lo tanto, cada alelo puede producir más de un antígeno (Segalés, 1988). Las diferentes combinaciones posibles de alelos en cada cromosoma, concuerdan con la teoría de Fisher sobre la existencia de un locus diferente para cada alelo, lo que haría posible su separación por entrecruzamiento originándose así los ocho cromosomas básicos descritos. Por otra parte, la frecuencia con que se repiten ciertas combinaciones del genotipo a través de varias generaciones fundamenta la hipótesis de que existe ligamiento entre algunos alelos del sistema Rh, que se rompe ocasionalmente para originar otras combinaciones con los mismos alelos. Todo individuo posee siempre tres pares de unidades genéticas o alelos que controlan la producción de los seis antígenos del sistema Rh (Varela, 1965). Es importante mencionar que los alelos (DCE) se consideran como dominantes respecto a los {dce}, no pudiendo hablarse en este caso de recesividad ya que los seis alelos tienen siempre expresión fenotípica, aún cuando estén sólo presentes en un cromosoma del par de homólogos, tratándose en tal caso de genes codominantes (Varela, 1965). 6.1 Anticuerpos Rh.- Los anticuerpos Rh suelen ser inmunes, es decir que no están presentes normalmente en los sujetos que carecen del antígeno (Meza & Correa 1988). Estos anticuerpos son generalmente de tipo IgG y persisten por muchos años en la circulación, aunque sus niveles pueden descender si no hay inmunizaciones posteriores. (Meza & Correa 1989). Cada uno de los antígenos del sistema Rh- hr puede originar un anticuerpo por lo que hay anticuerpos anti- C, anti- D, anti- E, anti- c y anti- e. En la práctica médica, las personas rh (cde) negativas, es decir, carentes de los factores Rh (C, D y E) son las que con mayor frecuencia forman anticuerpos Rh (anti- C, anti- D, anti- E) (Leavel & Thorup, 1967). 13 El antígeno D del sistema Rh tiene en este sentido una especial relevancia, ya que es el más inmunógeno de todos los antígenos de grupo sanguíneo. Así, la administración de sangre de un individuo Rh positivo a otro Rh negativo tiene un 50 % de probabilidad de provocar la aparición del anticuerpo específico (Meza & Correa 1988; Leavel & Thorup, 1967). 7. Técnicas para el estudio de grupos sanguíneos.- Existen diferentes formas de hacer evidente una reacción antígeno- anticuerpo, sin embargo para la determinación de los grupos sanguíneos, la técnica de aglutinación es la que se utiliza con mayor frecuencia (Lluís Vives & Lluís Aguilar, 1997). En la aglutinación, la reacción se forma por la unión de los glóbulos rojos con los anticuerpos, formándose grumos de glóbulos evidentes (Bernard et al. 1989). Esta reacción serológica se produce en dos etapas o fases: Fase 1ª- Se produce la unión del antígeno con el anticuerpo o etapa de sensibilización que depende de varios factores: a) Temperatura óptima para cada anticuerpo, b) Ph óptimo entre 6.5 y 7.5, c) Concentración de antígenos y anticuerpos, d) Fuerza iónica del medio, e) Tiempo de incubación Fase 2ª - Se establecen los puentes de unión entre los glóbulos rojos, formándose el enrejado que se visualiza como aglutinación (Bernard et al. 1989). Cuando en las reacciones de antígeno- anticuerpo intervienen anticuerpos de tipo IgM, las dos etapas se superponen y se observa fácilmente la aglutinación resultante, debido a que los anticuerpos IgM son moléculas grandes (pentámeros de inmunoglobulinas) de gran peso molecular y de gran carga neta, y cubren sin problemas la distancia entre un glóbulo rojo y otro, estableciendo los puentes de unión entre ellos. Ejemplo: anti- A, anti- B, antiM, anti- N, anti- P1, etc (Bernard et al. 1989). 14 Cuando en estas reacciones intervienen anticuerpos de tipo IgG se produce solamente la primera fase, es decir la unión del anticuerpo con su antígeno, pero dado que las moléculas de IgG son pequeñas, de poco peso molecular y cargadas negativamente, son incapaces de cubrir la distancia existente entre un glóbulo rojo y otro, y la segunda fase de aglutinación no se produce (Bernard et al. 1989). Fig. 2 Unión de glóbulos rojos a moléculas IgM e IgG Fuente: Meza, C & Correa, N. 1988 Para que se pueda producir esta fase y pueda observa la aglutinación fácilmente en estos casos, se agregan ciertas sustancias a la muestra, como ser: papaina, ficina, bromelina o tripsina, enzimas capaces de eliminar las cargas negativas de la superficie celular y al disminuir estas cargas se necesitan menos cationes alrededor del glóbulo, de tal manera que estos glóbulos se aproximan (Meza, C & Correa, N. 1988). Cuando se efectúa una búsqueda de anticuerpos desconocidos, y no se sabe que tipo está involucrado (IgG o IgM), generalmente se usan varios métodos combinados; en cambio, los antisueros comerciales usados en la determinación de los distintos grupos sanguíneos, 15 vienen ya con el aditivo correspondiente, es decir el anticuerpo detectara el grupo sanguíneo o antígeno correspondiente (Bernard et al. 1989). 8. Caracteres genéticos y raciales. Herencia de los grupos sanguíneos y Antropología.- Debido a que la herencia de los antígenos es de carácter mendeliano, aparecen desde la vida uterina y permanecen invariable durante toda la vida del individuo (Varela, 1988). Existen diferencias raciales y geográficas en la distribución de los diversos antígenos o factores de los grupos sanguíneos. Así por ejemplo se ha identificado en Argentina el predominio de los grupos O y A igual que en el continente europeo. En el este de Europa existe predominio del grupo B; en el continente americano prepondera el grupo O entre el elemento indígena (Varela, 1988). Según Moullec (1971), en Francia el grupo O predomina con una frecuencia de 44 %, siendo mas notable en la región Oeste del país, en la región Este y Norte predomina el grupo A con un 45 %. Los antígenos M, N están presentes con una proporción en las poblaciones blancas caucásicas de aproximadamente 25 % para el tipo M; 25 % para el tipo N y el 50 % para el M- N, observándose diferencias de distribución en las razas (Meza & Correa, 1988). De acuerdo a Varela, (1988), esta comprobado que el factor Rh en su distribución tiene una acentuada influencia racial. Las personas de la raza amarilla prácticamente son Rh (+) el 100 %, ocurriendo lo mismo en las poblaciones indígenas autóctonas americanas, tal como citan Suárez & Linares en su trabajo publicado el año 1967 sobre grupos sanguíneos. En la raza negra el factor Rh positivo es el que predomina con un valor de 95 %, en la raza blanca caucásica 85 % son positivos para este factor y el 15 % restante negativo. En la raza vasca el porcentaje Rh (-) es más elevado, oscilando en cifras que varían del 30 % al 42 % (Moullec, 1971), lo mismo sucede en Argentina, país donde predomina el factor Rh (-). Este genotipo no ha sido hallado en los aborígenes americanos y australianos, por lo que Varela, (1988) de acuerdo a estos datos, menciona la posibilidad de que los vascos constituyan un conjunto racial diferente dentro del grupo caucasoide, por lo tanto el grupos sanguíneo es capaz de identificar a los individuos dentro de una raza (Salzano, s/a). 16 En un estudio mas reciente realizado en 1996, 180 bancos de sangre de Colombia fueron monitoreados, recolectándose 393.063 unidades de sangre; del total de estas unidades hemoclasificadas 91,16% correspondió al factor Rhesus positivo, en cuanto a grupo sanguíneo existe un predominio para el grupo O con una frecuencia de 56,2% (Beltrán et al. 1996). Otro estudio en relación a la distribución de grupos sanguíneos fue realizado por Del Peón-Hidalgo, L. et al. el año 2002 en México, mostrando también un predominio del grupo O y factor Rh positivo para tres regiones estudiadas en su país, con frecuencias de 59 % y 95.4 % respectivamente (Tabla 3). Tabla 3. Datos correspondientes a la distribución de los alelos del sistema ABO y RhHr en diferentes razas descrita por Boyd, Mourant, Wiener y Wexler. CAUCASOIDE MONGOLOIDE Indoameri- Australoi- canos des 15- 25 0- 55 20- 45 5 0 0 0 5- 20 10-20 15- 30 15- 30 0 Alelos Vascos Otros Negroides Asiáticos % A1 20 20- 30 10- 20 A2 3 4- 8 B 0.3 Cromosomas (genotipo) % dce 48- 53 30- 40 10- 20 0- 7 0 0 dCe 1- 3 0- 2 0- 6 0 0- 17 13 dcE 1 0- 2 0- 1 0- 3 0- 3 0 Dce 1 1- 5 40- 70 0- 5 0- 30 9 DCe 38- 42 30- 50 5- 15 60- 76 30- 45 56 DcE 5- 7 10- 15 6- 20 20- 30 30- 60 20 DCE 0 0- 1 0 0- 0.5 1- 6 2 Fuente: (Maza & Correa, 1988; Varela, 1988). Las investigaciones etnográficas y antropológicas de los grupos sanguíneos se extendieron a otros sistemas, en los cuales se observaron también diferencias como es el caso del factor Diego (Di)que resulto ser mas frecuente de lo pensado con una distribución muy particular, se comprobó que el antígeno Di, existía siempre en sangre de individuos nativos de un lugar y es muy frecuente tanto en indios sudamericanos, los chinos y los japoneses, también 17 se hallo este factor en algunos polacos emigrados en América (Keyeux, s/a). Debido a este descubrimiento los científicos dedujeron que este alelo Di era originario de Asia y que los indios americanos procedían de este continente, explicando también la presencia de este factor entre los polacos que se debería a la invasión de Europa oriental por las hordas mongólicas. La ausencia completa del factor Di entre los esquimales vendría a confirmar la teoría del origen diferente de los aborígenes indios y esquimales (Varela, 1988). Es importante citar que los antropólogos actuales apoyan la hipótesis de que los ancestros de los indígenas americanos entraron al continente desde Asia a través del estrecho de Bering, por ello la influencia de grupo sanguíneo del mismo tipo en ambos continentes, en especial del grupo O positivo (Greenberg et al, 1986; Cavalli-Sforza, 1991). De todos estos datos es posible deducir que la distribución racial y geográfica de los grupos sanguíneos ha sido utilizada para determinar índices de migración de diferentes poblaciones raciales a través de la superficie terrestre. Varela (1988) cita como ejemplo al alelo A que disminuye del oeste al este europeo, lo cual indica que se este alelo probablemente se originó en Europa y se propagó después hacia el este, en cuanto al alelo B, de acuerdo a los datos se habría originado en Asia, de donde se propagó a casi todo el mundo. 18 SEGUNDA PARTE.- LA ENFERMEDAD DE CHAGAS 1. Historia y Descubrimiento de la enfermedad.- En el año 1909, el medico brasileño Carlos Chagas -especialista en enfermedades infecciosas- descubrió que la vinchuca transportaba en sus deyecciones un parásito unicelular (protozoario) al que le dio el nombre de Tripanosoma cruzi. La genialidad investigativa de Carlos Chagas le permitió realizar un triple descubrimiento, a partir de esa información: una enfermedad, su agente causal y su transmisor o vector (Borda, 1981). En cuanto al vector o transmisor la enfermedad, se tienen datos de que este triatomino era conocido mucho antes que Carlos Chagas descubriera su vinculación con la tripanosomiasis. En efecto, numerosos cronistas, naturalistas y viajeros entre ellos Charles Darwin, mencionan en sus escritos la existencia del artrópodo (Rothhamer, et al. 1984) y las crónicas de la colonización del nuevo mundo contienen referencias indirectas de la enfermedad de Chagas; por otra parte desde 1587 se mencionan alteraciones asociadas al intestino grueso. Se iniciaron descripciones del Triatoma, por el mismo Darwin en su visita a Argentina, donde menciona los ataques nocturnos del "barbero” o vinchuca. De hecho, una hipótesis sostiene que la muerte de Darwin fue causada por la enfermedad de Chagas (Martínez, 1996). 2. Aspectos Epidemiológicos.- 2.1 Epidemiología de la enfermedad de Chagas.- La enfermedad de Chagas, o tripanosomiasis americana, es una parasitosis endémica en amplias regiones de Sud América, Centro América y el sur de Estados Unidos (Alfred et al. 1999; Castro & Torrico, 1999). El ciclo enzoótico de la enfermedad de Chagas solo ocurre en las áreas donde se domicilian los triatominos o vectores (Alfred et al. 1999). Se los encuentra específicamente en Brasil, 19 Chile, Norte de Argentina, Uruguay, Paraguay (región del Chaco), Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Guayana Francesa, Venezuela, Panamá, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, y en los Estados Oaxaca. Nayarit y Yucatán de la República Mexicana y en Hábeas Christi, Texas en Estados Unidos (Zamuriano, 1994). Bolivia es considerada como uno de los países mas endémicos, donde 7 de los 9 departamentos presentan al vector mas importante, Triatoma infestans y en la que el área endémica abarca 80 % del país, con mayor incidencia en los valles, llanos y el Chaco (Alfred et al. 1999; Zamuriano, 1994). Se considera que el área endémica para la transmisión vectorial de Chagas en nuestro territorio, está comprendida entre los 300 y 3000 m.s.n.m. (Castro & Torrico, 1999). Solo zonas altas, superiores a los 3500 m.s.n.m., y los llanos tropicales, con temperaturas muy altas y húmedas, serían una barrera para la extensión del área chagásica en Bolivia (Alfred et al. 1999) (Anexo 9) con una población comprometida de aproximadamente 3 millones de personas (Castro & Torrico, 2002). Los primeros casos de Chagas en Bolivia fueron reportados por Arthur Neiva, en Potosí (1931) seguidos por Veintemillas, en La Paz (1931) Mazza & Chacon, en Cochabamba (1937) y Martins & Macedo, en Santa Cruz (1941) (Dujardin, et al. 1998). En 1985 ya se había diagnosticado la enfermedad en Latino América a mas de un millón de personas (OMS, 1991). Actualmente, aproximadamente 20 millones de personas están infectadas y 100 millones de personas en riesgo de infección (Castro & Torrico, 2002). Es muy interesante observar la variación geográfica en la prevalencia de lesiones cardiacas versus enfermedades del tracto digestivo entre los pacientes con Chagas crónico, por ejemplo, en muchas áreas endémicas de Brasil, las enfermedades digestivas son mas comunes que los problemas cardiacos. Por otra parte, megaesófago y megacolon asociados a T. cruzi son desconocidos en Venezuela, Colombia, y América Central. En México y América Central los daños cardiacos tienen menor prevalencia que en los países del cono Sur de América (Mendes, R. et al. 1997; Kirchhof, 1995). 20 2.2 Epidemiología del vector.- Según Carvallo et al. (1983) citado por Lourdes Zamuriano (1994), se consideran tres ciclos epidemiológicos de la enfermedad de Chagas y son los siguientes: a) Domiciliaria.- con vectores adaptados a la vivienda humana, ya que esta es favorable para la colonización del insecto. b) Peridomiciliaria.- este es un ciclo intermedio, incluye a los vectores que habitan tanto dentro de la vivienda como aquellas silvestres, que pueden habitar gallineros, conejeras, etc. Pueden infectar animales domésticos. c) Silvestres.- incluye a vectores y hospederos que originalmente mantuvieron el ciclo zoonótico de la enfermedad en ecosistemas naturales. Existen 123 especies de triatominos 115 especies están difundidas sólo en el nuevo mundo entre las latitudes 42º Norte y 46 º Sur; en el viejo mundo se han señalado 13 especies sin significación epidemiológica en humanos (Alfred et al. 1999), las otras especies están principalmente asociadas con mamíferos silvestres, aves y ocasionalmente con reptiles (Schofield, 1988) . Las siguientes especies participan directamente en la transmisión de la enfermedad de Chagas: Triatoma infestans, Triatoma spinolai, Panstrogylus megistus, Tratoma dimidiata y Rhodnius prolixus. La primera especie es común en Chile, Argentina, Perú y Bolivia, mientras que las restantes en Chile, Brasil, América Central, Colombia y Venezuela respectivamente (Rothhammer, 1984). T. brasiliensis importante en Brasil, T. dimidiata, T. sordida y R. Pallescens son importantes en América Central (Alfred et al. 1999), también se ha reportado que Rhodnius stali es probablemente el vector responsable de la transmisión de Chagas entre las comunidades indígenas del Alto Beni en Bolivia (Matías et al. 2003). 3. El vector.- Los vectores de la enfermedad de Chagas se distinguen por sus hábitos hematófagos, pudiendo llegar a ingerir sangre 8-9 veces su peso. Son artrópodos llamados comúnmente Vinchuca, uluchu, barbeiro o chinche hocicona de acuerdo a la región. Tienen hábitos nocturnos para su alimentación y nacen libres del Tripanosoma cruzi, pudiendo infectarse 21 durante su alimentación al ingerir sangre de sus victimas en cualquier estado de su desarrollo (Alfred et al. 1999, Castro & Torrico, 1999). En Bolivia la especie Triatoma infestans (Fig. 3) constituye el vector más importante de la enfermedad de Chagas, esta ampliamente distribuida en nuestro territorio y esta bien adaptada a vivir en el interior y exterior de las viviendas humanas (Castro & Torrico, 1999). Geográficamente abarca desde la Patagonia hasta Pernambuco, de Chile hasta el Ecuador, por ejemplo, en Chile es el único Triatomino de importancia epidemiológica comprobada en la dinámica de transmisión humana activa de la Tripanosomiasis Americana (Zamuriano, 1994). Fig. 3 El vector de Chagas Triatoma infestans Esta especie corresponde a la siguiente clasificación: Clase: Insecto Orden: Hemiptera Familia: Raduvidae Subfamilia: Triatominae Género: Triatoma Especie: infestans 22 Como en todos los insectos, el cuerpo de la vinchuca esta compuesto de tres regiones: cabeza, tórax y abdomen. Exteriormente la cabeza posee los órganos sensoriales, en el tórax están insertados los órganos locomotores y en el abdomen, el aparato reproductor y las aberturas respiratorias. El adulto mide entre 2 ½ y 3 cm de largo; el macho es algo menor que la hembra. Una manera de diferenciar la vinchuca domiciliaria de otras especies, es la observación de la base de las patas y del conexivo, que presentan un color amarillo que se destaca del negro de la coloración general del insecto (Antonovich, s/a). Presenta un par de antenas con cuatro segmentos en la cabeza bastante móvil y alargada, la trompa tiene 3 segmentos formando un ángulo recto debajo del rostro (Zamuriano, 1994). Las hembras de los triatominos inician sus posturas de 10 a 30 días después de la cópula. Los estadios ninfales de T. infestans son cinco y se distinguen fácilmente por el tamaño de la cápsula cefálica y el ancho de las patas (Zamuriano, 1994; Téllez, 1999). El ciclo evolutivo completo varía con las especies y por lo general dura entre 84- 134 días. Tomando en cuenta desde la postura del huevo. La longevidad de las vinchucas varía generalmente entre 300 a 350 días. Una hembra puede poner entre 1200 y 1400 huevos (Botero & Restrepo, 1998). Los triatominos soportan ayunos prolongados, pudiendo permanecer sin alimento hasta un año (Zamuriano, 1994). El tipo de vivienda adecuada para estos vectores corresponde a ranchos en malas condiciones, con techos generalmente de paja o palma. Las paredes de adobe y con grietas son apropiadas para el alojamiento y la reproducción (Botero & Restrepo, 1998). 3.1 Origen y adaptación del vector a nuevos hábitats.- Nos referimos a la enfermedad de Chagas como una antropozoonosis, es decir que es posible que afecte tanto al hombre como a numerosos animales mamíferos (Castro & Torrico, 1999), se considera que T. infestans, es originario de los valles andinos de Bolivia, específicamente en región de Cochabamba y Sucre, donde vivían bajo piedras en 23 asociación con Galea musteloides, roedor silvestre (Alfred, et al. 1999; Rojas, 2003). La caza de estos roedores y la cría de los mismos dentro de las casas como fuente de alimento, puede haber suministrado la ruta inicial para la domesticación de T. infestans, posiblemente hace 3000-4000 años aproximadamente (Dujardin et al., 1998). Se ha señalado que en quechua “vinchuca” o “huinchuco” significa “dejarse caer” y en aymará se aplica a los recaudadores, capataces y verdugos. Es probable entonces, que el insecto fuera conocido por los aborígenes andinos antes de la invasión europea y que la adaptación domiciliaria de los Triatominos se realizó paralelamente con la sedentarización de las poblaciones aborígenes americanas, de este modo la adaptación de la vinchuca a los hábitats humanos pudo haberse originado en determinados focos agroalfareros (Carpintero & Viana, 1980; Neghme, 1989). Con dichos antecedentes también es posible suponer que Rhodnius prolixus y Triatoma infestans, fueron especies que se adaptaron fácilmente al hábitat domiciliario y debido a la interrupción de su hábitat se instalaron en las grietas de las casas de los habitantes primitivos (Kirchhoff, 1995). Diversos factores pueden causar el desplazamiento o dispersión de los triatominos. Este fenómeno puede darse dentro de un cierto radio de acción en los ecótopos naturales, de estos hacia la habitación humana o a sus dependencias, o bien hacia regiones mas alejadas por diversos mecanismos (Téllez, 1999; Gorla y Schofiel, 1989). En cuanto a estos mecanismos que posibilitaron la colonización por los Triatominos del entorno humano podemos mencionar a la domesticación de mamíferos para consumo y su estrecho contacto con los moradores, cerca o dentro de las habitaciones, como sucede hasta ahora en Bolivia, la construcción de viviendas con hojas de palmera o pajas, la captura, cría y contacto con mamíferos silvestres y quizás varios que no conocemos pero que en conjunto siguen permitiendo, aún en la actualidad, la domiciliación de poblaciones silvestres de los Triatominos de mayor importancia en Salud Pública y la paulatina adaptación de otras especies básicamente silvestres (Alfred, et al. 1999). T. infestans domiciliario es el vector mas antiguo y se habría difundido de Bolivia a través de la colonización de tribus preincaicas hasta los valles del norte chileno y sur peruano. 24 Mucho más tarde, habría alcanzado Argentina por la cordillera de los Andes, por último, la expansión de T. infestans hacia Brasil habría ocurrido al principio del siglo 20 por intermedio de trabajadores migrantes. Esta difusión de la enfermedad extendida en el tiempo podría explicar en parte los patrones de las formas clínicas de la enfermedad que presentan diferencias regionales (Alfred, et al. 1999, Carpintero & Viana, 2002; Schofield, 1988). El desplazamiento de los núcleos de poblaciones hacia lugares distantes de su entorno habitual, cuando eran conquistados, como el caso del Imperio Wari, el Imperio IncaTawantisuyo- y otros, así como el intercambio de productos ente países vecinos pudo haber facilitado la dispersión pasiva de los vectores ya en contacto estrecho con el hombre. Según Carpintero & Viana, 2002, es probable que la Tripanosomiasis Americana pudo haber afectado a los pueblos nómades, recolectores y cazadores de la época que aproximadamente correspondería con la de los cazadores paleo y neolíticos del Antiguo Mundo, por la ingestión de mamíferos portadores del Trypanosoma cruzi, pudiendo adquirirse la Enfermedad en un principio por esta vía que por los Triatominos. Las manifestaciones artísticas como las cerámicas, esculturas, tejidos, etc. de tipo antropomorfas que permanecen hasta nuestros días, nos ofrecen una nueva vía de investigación de la Enfermedad de Chagas y sus transmisores. Un ejemplo es la Cerámica con edema palpebral unilateral, sugestivo de signo de Romaña, Ilustración de la obra "The Antiquities of Manabí, Ecuador", de Mershall H. Saville, Plancha XCIII (Anexo 10) (Carpintero & Viana, 2002); otra evidencia de la existencia del vector hace muchos años, son las cerámicas peruanas de la cultura Inca Cuzco que presentan diseños que se asemejan a vinchucas (Fernandez, 1971). Por otra parte es importante mencionar el hecho de que se encontraron en Chile dentro de urnas funerarias de las Culturas TAFÍ, SANTAMARÍA y LA AGUADA, pertenecientes al período temprano, medio y tardío respectivamente, restos de Triatoma infestans; debido al sellado y posterior enterramiento de las urnas hubiera sido imposible cualquier penetración de vinchucas, sin embargo resulta evidente que fueron enterradas al mismo tiempo y que probablemente estarían ocultas entre las vestiduras del cadáver, haciendo evidente el alto 25 grado de domiciliación desde estos períodos y el estrecho contacto entre el Vector y las Comunidades aborígenes Pre-Colombinas. 4. Agente Etiológico- Tripanosoma cruzi El Tripanosoma cruzi es un protozoario flagelado que tiene la siguiente clasificación: Súper Reino: Eucariota Reino: Protista Philum: Mastigophora Subphilum: Euglenozoa Clase: Sporozoa Orden: Kinetoplastidea Familia: Trypanosomatidae Género: Trypanosoma Subgénero: Schizotrypanum Especie: cruzi De acuerdo al desarrollo en el vector el Tripanosoma cruzi ha sido clasificado en el grupo Stercoraria (Kirchhoff, 1995; Brenière et al. 2002) (Fig.4). Fig. 4.- Tripanosoma cruzi 26 El Tripanosoma cruzi es el agente causal de la enfermedad de Chagas, este parásito reacciona e infecta células de mamíferos, presentando varias formas durante su ciclo de vida (Pereira, 1990). El T. cruzi tiene un ciclo de vida complejo, presentando diferentes formas durante su desarrollo, con características propias durante su ciclo de vida: - Epimastigote: (20-40 x 2 micras) forma alargada en la que el flagelo se origina próximo y por delante del núcleo esférico, presenta kinetoplasto en forma de barra que se encuentra delante del núcleo; este estadio se desarrolla en el intestino medio y posterior del vector y constituye una de las formas proliferativas del T. cruzi. - Amastigote: (2-4 micras) forma esférica u ovalada que carece de flagelo; estadio de localización intracelular replicativo en el mamífero, presenta un núcleo y un cinetoplasto. - Tripomastigote: (20- 25 x 2 micras) forma alargada con el kinetoplasto situado por detrás del núcleo, presenta flagelo, y en la ampolla rectal del vector (tripomastigote metacíclico) y carece de capacidad replicativa. Esta es la forma infectiva y se encuentra en la sangre de las personas o animales infectados (denominándose también tripomastigote circulante), especialmente en los períodos agudos o iniciales de la infección (Cornejo, 2002; Pereira, 1990). El tripomastigote en el huésped vertebrado tiene predilección por las células del sistema retículo endotelial, tejido muscular cardíaco, muscular estriado, muscular liso (Botero & Restrepo, 1998). 5. Ciclo biológico.- El ciclo comienza en el momento en que los tripomastigotes metacíclicos presentes en el tubo digestivo del vector, son depositados junto a las deyecciones del insecto después de alimentarse de la sangre de su victima, esta forma del parásito ingresa al huésped mamífero a través de la picadura del insecto o a través de la mucosa ocular, en caso de que la deyección se haya realizado a nivel de la conjuntiva (Gonzáles & Durante de Isola, 1994). 27 Esta forma penetra el torrente sanguíneo del individuo e invade células o tejidos y en el citoplasma se transforma en amastigote, que se multiplica activamente por división binaria, cuando las células están repletas de estas formas proceden a diferenciarse en tripomastigotes que se liberan a la circulación para infectar nuevas células (Gonzáles & Durante de Isola, 1994). El ciclo continúa en el momento en que el individuo infectado sea picado por un vector sano, que al ingerir la sangre con tripomastigotes se infecta, diferenciándose estos en el insecto en epimastigotes a nivel del lumen del intestino medio, donde se multiplican activamente. Al cabo de 15 a 30 días después de multiplicarse en el tubo digestivo e infectar el intestino posterior, el parásito se diferencia en tripomastigote metaciclico que seria la forma infectante para los huéspedes mamíferos (Cornejo, 2002, Kirchhoff, 1995) (Anexo11). 6. Etapas de la enfermedad y su sintomatología asociada.- La enfermedad de Chagas es una neuropatía resultante de la denervación, por destrucción de neuronas y fibras nerviosas, en distintas partes del organismo produciendo el desarrollo de megaorganos y cardiopatía (Castro & Torrico, 1999) (Anexo 12). La Tripanosomiasis Americana tiene las siguientes etapas en el hospedero mamífero iniciándose con la fase aguda en la que se produce una inflamación o signo en el lugar de inoculación. La parasitemia aumenta y es detectable serológicamente luego de 10 a 12 días de la infección (Cetron, 1993). Cuando el agente etiológico ingresa por vía ocular, se observa en el sector de ingreso una inflamación, denominada signo de Romaña o Chagoma de inoculación constituyendo muchas veces la única manifestación (Mujica & Mesa, 1990) (Anexo 13). En la etapa indeterminada o crónica asintomática, mayormente la enfermedad pasa inadvertida este periodo empieza de 8- 10 semanas después de la infección (Andrade, 1999) 28 y puede durar de 10 a 30 años hasta que sobrevienen las alteraciones cardíacas y las intestinales siendo esta la fase crónica sintomática (Jorg & Storino, 2001). En la fase crónica se presentan trastornos digestivos que consisten en dificultades al deglutir, con grado variable de disfagia, mas tarde estos enfermos presentan mega viseras (Andrade, 1999; Kirchhoff, 1995). 7. Vías de Transmisión 7.1 Vía Vectorial.- Vía de transmisión a través de la picadura de triatrominos infectados por T. cruzi. La población rural tiene mayor riesgo de infección por esta vía vectorial se ha demostrado que la transmisión de este tipo también ocurre en las áreas urbanas de las ciudades mas importantes (Brenière et al. 2002) siendo este hecho consecuencia de la pobreza de las viviendas, educación y de la higiene que prevalece en las áreas rurales, peri- urbanas y urbanas (Albarracin- Veizaga et al. 1999), por lo que esta vía de transmisión sigue siendo la mas común e importante en nuestro medio, sin embargo citares todas las vías de transmisión: 7.2. Transfusión de Sangre Es muy frecuente en el área urbana de zonas endémicas, sin embargo se han reportado casos en ciudades grandes debido a las migraciones. El riesgo de adquirir la enfermedad por esta vía varía entre 13 y 23 % y la transmisión depende de la parasitemia del donante, la cantidad de sangre transfundida, la cepa del parásito transmitida y por último la susceptibilidad del receptor (Kirchhoff, 1995; Carrasco et al. 1990). 7.3. Transmisión congénita En general se trata de una transmisión de anticuerpos tipo IgG de la madre chagásica, que atraviesan la barrera placentaria y que se encuentran durante los primeros meses de vida en el sistema inmune del neonato, para determinar si estos anticuerpos son los de la madre o 29 ya pertenecen al niño el análisis debe efectuarse a los 9 meses de edad, tiempo necesario para la maduración del sistema inmune del recién nacido (Flores et al. 2003). 7.4. Transmisión por Transplantes La transmisión por transplante de órganos de pacientes chagásicos, se ha verificado en pacientes con trasplante renal, ganglios linfáticos, tubo digestivo, musculatura estriada, corazón, entre otros. El riesgo de esta modalidad de infección se incrementa debido a la inmunosupresión practicada en el receptor (Jorg & Storino, 2001). 7.5. Otras formas de infección Son vías de transmisión sin mucha importancia epidemiológica, entre las que podemos citar: - Accidentes de laboratorio, infección del manipulador de los triatominos o por la sangre infectada (Jorg & Storino, 2001). 8. Diagnóstico de Laboratorio El diagnóstico parasitológico de la enfermedad de Chagas en la fase aguda se basa en técnicas que ponen en evidencia al parásito en la sangre circulante del paciente y debido a que esta fase se caracteriza por su alta parasitemia es mucho mas fácil su detección por este tipo de técnicas; en casos crónicos, debido a la baja parasitemia y por el alto nivel de anticuerpos específicos se utiliza las técnicas inmunológicas para su detección (Castro & Torrico, 1999). Los exámenes parasitológicos mayormente utilizados son los siguientes: - Gota Gruesa - Strout - Micrométodo - Xenodiagnóstico 30 - Hemocultivo Las pruebas serológicas durante la fase crónica de la enfermedad de Chagas son las siguientes: - Inmunofluorescencia Indirecta (TIF o IFI) - Enzyme Linked Inmuno Sorbent Assay (ELISA) - Reacción de fijación del complemento - Reacción de hemaglutinación indirecta (HAI) Fuente: (Castro & Torrico, 1999) 31 TERCERA PARTE.- TÉCNICAS INMUNOLÓGICAS DE DIAGNOSTICO Durante muchos años, el diagnóstico de numerosos procesos patológicos o enfermedades se basan en técnicas que utilizan reacciones inmunológicas, lo cual posibilita la detección de anticuerpo u otras sustancias presentes en los individuos. Cabe resaltar que la base de todos los mecanismos de funcionamiento de las técnicas inmunológicas están basadas en reacciones de antígeno- anticuerpo y que el conocimiento de estas reacciones inmunológicas ha permitido la compresión y el abordaje de enfermedades (Rubio et al. s/a). 1. Técnicas de diagnóstico más comunes.- 1.1 Reacciones de aglutinación.- Las reacciones de aglutinación consisten en el agrupamiento de una suspensión de partículas que se debe a la reacción entre un antígeno presente en las partículas y un anticuerpo específico de él. Si la partícula utilizada es un hematíe se denomina a la reacción hemaglutinación (Rubio, et al. s/a). Para que la reacción de aglutinación se produzca correctamente, es preciso que la concentración del antígeno no sea excesiva con respecto a la del anticuerpo y viceversa ya que se podría obtenerse en esta situación un resultado falsamente negativo (Rubio et al. s/a). Existen dos tipos aglutinación y son las siguientes: 1.1.1 Aglutinación Directa.- Las pruebas de aglutinación directa o activa son aquellas en las que el anticuerpo reacciona con el antígeno presente de una forma natural en la superficie de un tipo de células. Tras 32 esta reacción se forma una especie de puente de unión entre las células, produciéndose la aglutinación (Rubio et al. s/a). Un ejemplo de este tipo de pruebas es la aglutinación que se origina al poner en contacto hematíes del grupo A con suero anti- A (Rubio, et al. s/a). 1.1.2 Aglutinación Indirecta. - Las pruebas de aglutinación indirecta o pasiva son aquellas en las que el anticuerpo reacciona con un antígeno que ha sido transferido pasivamente a la superficie de una partícula vital o inerte (Rubio, et al. s/a). Un ejemplo de este tipo de pruebas es la aglutinación que se genera al poner en contacto un suero problema que contiene anticuerpos aglutinantes específicos anti- T. Cruzi. El antígeno soluble de T. cruzi se fija a la superficie de glóbulos rojos, que previamente han sido tratados por un agente químico que asegure una unión sólida y estable entre las proteínas antigénicas y a la superficie de los glóbulos rojos, siendo capaces de absorber antígenos parasitarios, resultando la aglutinación cuando sean puestos en presencia de diferentes diluciones de los sueros estudiados con los anticuerpos específicos anti- T. cruzi (Maldonado, 2001). 1.2 Inhibición de la aglutinación.- La inhibición de reacciones antígeno- anticuerpo fueron empleadas por primera vez por Lansteiner. En las reacciones de inhibición de la aglutinación, se hace reaccionar primero el anticuerpo con el antígeno soluble, inhibiendo luego la aglutinación indirecta de partículas o células indicadoras (Rose & Friedman, 1984). Las técnicas de Inhibición de la aglutinación son una modificación de las técnicas de aglutinación y permiten detectar antígenos solubles que no estén unidos a ninguna partícula de modo directo o indirecto (Rubio et al. s/a). 33 Consiste en una incubación previa del antígeno estudiado con su anticuerpo correspondiente. De esta manera quedan cubiertos los sitios de unión del anticuerpo. Posteriormente se añade el mismo antígeno pero sobre la superficie de una partícula y si el anticuerpo está saturado con el antígeno soluble presente en la muestra, no se producirá aglutinación. Por el contrario si el antígeno no estaba en la concentración suficiente como para saturar todo el anticuerpo, quedarán sitios de unión libres y se producirá aglutinación con el antígeno particulado (Rubio et al. s/a). 1.3 ELISA (Enzyme Linked Inmuno Sorbent Assay).- Esta técnica utiliza las enzimas como marcadores inmunoquímicos de los complejos AgAc, consiste en una enzima conjugada a un Ac que reacciona con el sustrato adecuado produciendo color. Este método permite detectar tanto antígeno como anticuerpo. El hecho de que una pequeña cantidad de enzima pueda catalizar una gran cantidad de sustrato permite amplificar la reacción Ag- Ac, de tal manera que es posible detectar cantidades ínfimas de Ag- Ac en las muestras estudiadas (Rubio et al. s/a). Entre las enzimas más utilizadas se pueden mencionar la peroxidasa de rábano picante, la fosfatasa alcalina y la glucosa oxidasa (Rubio et al. s/a). La técnica de ELISA es una prueba que presenta gran sensibilidad y que para medir la actividad de las enzimas es necesario un paso previo de separación de los componentes marcados, pudiendo realizarse este paso por precipitación o por la utilización de un antígeno o anticuerpo fijado a una fase sólida (Rubio et al. s/a). Existen varias tipos de ELISA, de los cuales vale destacar para el presente trabajo al ELISA de Inhibición 1.3.1 ELISA de Inhibición.- El antígeno de referencia se fija a la fase sólida y luego un conjugado de referencia de anticuerpo específico marcado con enzima se mezcla con la muestra que se presume 34 contiene antígeno, se incuba, se lava y como último paso se añade sustrato enzimático y si esta que se ha producida la reacción de inhibición por captura de antígenos particulados por el anticuerpo específico, no se producirá coloración alguna como ocurre con un ELISA normal (Rose & Friedman, 1984) (fig. 5). Fig. 5.- Técnica de ELISA de Inhibición 35 Las enfermedades parasitarias han sido objeto de grandes estudios para la aplicación del método de ELISA, el cual es sumamente adecuado en los países en desarrollo, donde otro tipo de pruebas como el radioinmunoanálisis (RIA) son de difícil acceso. Se han descrito enzimoinmunoanálisis para malaria, tripanosomiasis y esquistosomiasis, entre muchos otros, además de que se han informado acerca de resultados excelentes obtenidos con esta prueba de ELISA (Rose & Friedman, 1984). 1.4 Técnicas de Inmunoelectroblot.- La tecnología de inmunoelectroblot es una poderosa herramienta tanto para los estudios de investigación como para el diagnóstico de rutina en determinadas enfermedades. Hoy en día, una de sus variantes, el Western blot, es un test definitivo para el diagnóstico de VIH (Virus de la Inmunodeficiencia Humana), ya que es tan sensible como las técnicas desarrolladas de inzimoinmunoensayo pero resulta más específico (Rubio, et al. s/a). El inmunoelectroblot es una combinación de tres técnicas analíticas: - En esta técnica como primer paso se realiza la separación de los componentes del antígeno mediante electroforesis. - Electroforesis (electroblotting) del antígeno. - Identificación mediante enzimoinmunoensayo con anticuerpos conocidos. Las tres técnicas se desarrollan en seis pasos fundamentales: 1. Solubilización del antígeno. 2. Preparación del gel. 3. Separación electroforética del antígeno en gel. 4. Electrotransferencia del antígeno a un soporte de membrana. 5. Bloqueo de los sitios de unión de proteínas libres en la membrana. 6. Enzimoinmunoensayo o radioinmunoensayo para detectar anticuerpos en muestras de suero problema, o para identificar bandas antigénicas específicas con anticuerpos conocidos. 36 Las mayores ventajas del inmunoelectroblot es la obtención de proteínas separadas electroforéticamente e inmovilizadas en un soporte de membrana y hacerlas fácilmente accesible para su identificación. La técnica utilizada para transferir proteínas que se visualizan en las corridas electroforéticas se denomina Western blot. 2. Investigaciones realizadas en momias para la determinación de diversas patologías.- Los estudios realizados en momias para la determinación de diversas patologías abarcan la utilización de múltiples herramientas de diagnóstico. Por ejemplo, Sauca (s/a) identifica huevos calcificados de Schistosoma haematobium en la vejiga urinaria de momias de la XX dinastía egipcia (1250-1000 a.C) en las cuales también observa reactividad serológica mediante ELISA en diversos tejidos momificados. Estos análisis inmunológico en momias egipcias han revelado la presencia de otros tipos de parásitos aparte de los que ya citamos como ser: quistes hydatidicos e infecciones por Filaria y Taenia (Rabino et al. 2000). El año 2000 Rabino et al. realizó una investigación paleoinmunológica en Turín para detectar malaria en momias predinásticas (3.200 A.C.) de Gebelen usando el análisis inmunoenzimático, ELISA, en el que revela trofozoitos derivados del Plasmodium falciparum, mediante la detección del antígeno, proteína-2 rica en histidina (PfHRP-2), este método fue aplicado a muestras de tejido momificado en piel y en huesos. Por otra parte es importante mencionamos la presencia de evidencias patológicas sugerentes de la enfermedad de Chagas por medio de estudios antropológicos en algunas momias peruanas (Guhl, et al, 1997). Así mismo de acuerdo a la publicación de Albarracin & Veizaga et al. 1999, las momias de los indios Chinchorro, encontradas en el norte de Chile, proveen evidencias de haber sido infectadas con T. cruzi y de su migración desde Bolivia, aproximadamente hace 500 años a.C. Las momias de la región de Tarapacá muestran signos clínicos de enfermedad de Chagas crónica y mas recientemente se pudo recuperar ADN del parásito de algunas muestras de sus tejidos (Rothhammer et al. 1985; Guhl et al., 1997) y 1998, Pringle, reporta el caso de una momia que presentaba megacolon. 37 Conociéndose dos causas principales para esta condición: en niños, cuando es heredado como un raro desorden congénito llamado enfermedad de Hirschsprung, pero en adultos puede desarrollarse como resultado de la enfermedad de Chagas, donde T. cruzi ataca los nervios del colon, y el peristaltismo normal del intestino queda interrumpido. Rothhamer et al, 1985 y Jaramillo et al., 1997, encontraron distintos rasgos paleopatológicos como ser megacolon, megaesófago y cardiopatías en momias chilenas que datan de hace 470 a.C. hasta 600 d.C., dichos hallazgos fueron motivación suficiente para emprender el estudio de detección de ADN de T. cruzi en cuerpos con momificación espontánea. Recuperando ADN de varios entierros de la cultura Chinchorro entre otras, lo que ha permitido el análisis basado en PCR de secuencias de ADN mitocondrial. Desde finales de la década de los 80 hasta 1999, importantes avances se han efectuado en el área del diagnóstico y caracterización de T. cruzi utilizando técnicas moleculares entre las cuales se destacan el uso de antígenos recombinantes para el serodiagnóstico y la detección por amplificación del DNA del parásito utilizando la reacción en cadena de la polimerasa (PCR). Hasta el momento se han propuesto al menos seis estrategias para la detección de T. cruzi por PCR, de las cuales la reacción basada en la amplificación de un fragmento de 330 pb originado de los minicírculos de kDNA (ADN del cinetoplasto) es hasta el momento la técnica que ha mostrado mayor sensibilidad (Vallejo et al. 2000). Esta técnica ha mostrado capacidad aún para detectar el DNA del parásito en restos momificados en Perú y Chile (Guhl et al., 1999). Al margen de las patologías mencionadas también en este tipo de muestra momificadas se realizaron otro tipo de investigaciones en las que emplean fundamentalmente técnicas de diagnóstico inmunológico, de las cuales resulta mas relevante la determinación de antígenos eritrocitarios, los mismos que son sustancias específicas de la constitución genética del individuo y que aparecen durante el desarrollo embrionario, persistiendo invariablemente durante toda la vida, capaces de resistir a la desecación y putrefacción. Esta propiedad ha permitido realizar la identificación del grupo sanguíneo de momias egipcias e indoamericanas (Meza & Correa, 1988; Varela, 1965); siempre en esta dirección Suarez & Linares mencionan los estudios de varios autores que a partir de 1934 se realizan trabajos con tejido muscular de momias; en Perú, Chile y Groenlandia, para determinar el 38 grupo sanguíneo y entre el 1939 y 1953 para detectar antígenos del sistema Rh en estas momias. En 1967 surge la hipótesis postulada por los mismos autores de que cuanto mas pura es la raza aborigen en América, mayor es el predominio de los grupos sanguíneos O Rh positivo, dato que verifican mediante la técnica de inhibición de la hemaglutinación en momias de La Paz, Bolivia, que pertenecían a culturas antiguas establecidas en nuestro país. Con dichos antecedentes se asegura el desarrollo de técnicas que permitan el estudio de grupos sanguíneos en momias, es una contribución valiosa sobre todo en lo que concierne al origen de las razas ó núcleos étnicos en nuestro país. 39 III. MATERIALES Y MÉTODOS.- 3.1 Población de estudio.- Nuestra población de estudio estaba constituida por 21 individuos momificados que fueron proporcionados por los Museos Universitarios de Cochabamba y Sucre y los datos de la procedencia, edad, sexo y cultura fueron recopilados a partir de los registros existentes en dichos museos (Tabla 4 y 5). Del museo de Cochabamba se tomaron muestras de tejido de diferentes regiones anatómicas de 14 momias de acuerdo a las posibilidades y acceso, con objeto de no dañar la conservación de las mismas. Del museo de Sucre se tomaron muestras de tejido de diferentes regiones anatómicas de 7 momias de acuerdo a las posibilidades y acceso, con objeto de no dañar la conservación de las mismas. El material obtenido en ambos museos abarca restos momificados pertenecientes a cultura Mojocoya (periodo formativo a intermedio temprano 1- 800 años d.C.), Colla aymará (periodo Intermedio, 600 a 1400 años d.C.), Puqui (periodo Intermedio, 600- 1400 años d.C.) y Presto Puno (periodo Intermedio, 600- 1400 d.C.). 3.2 Toma de muestras. Los tejidos se obtuvieron con ayuda de pinzas, tijeras y bisturí (tomando muestras de: venas, arterias o de músculo glúteo (Fig. 12 – 13). Todas las muestras extraídas se guardaron en bolsas plásticas pequeñas, debidamente rotuladas con el código asignado por el museo para la momia correspondiente y la región anatómica de la que se extrajo la muestra. 40 Fig. 6 y 7.- Toma de muestras en las momias. 3.3 Preparación de las muestras. Cada muestra de tejido extraída se trituró en mortero (Fig. 14) A los tejidos pulverizados se agregó solución salina (NaCl al 0.9 %) de acuerdo a la señalado por Suarez & Linares en 1967, hasta obtener una papilla. El material así preparado se congeló a – 20 ºC hasta el momento de su utilización, para la determinación de grupos sanguíneos. Fig. 8.- Preparación de las muestras 41 3.4 Ensayos realizados en las muestras momificadas para la determinación de grupos Sanguíneos mediante la Inhibición de la Hemaglutinación. – 3.4.1 Cálculo del título hemaglutinante: Previo a los ensayos con los tejidos momificados se calculó el título de aglutinación de cada uno de los antisueros correspondientes, enfrentando los mismos con una suspensión al 2 % de glóbulos rojos lavados cuyos grupos sanguíneos eran conocidos (A, B, D). Dicho ensayo tiene la finalidad de establecer el título de máxima dilución a la cual cada uno de los antisueros tiene capacidad de producir aglutinación. 3.4.2 Determinación del título Hemaglutinante para el ensayo con tejidos momificados: El titulo hemaglutinante para el ensayo con tejidos momificados se realizó con la misma metodología anteriormente señalada, con la variante de que previo a enfrentar con la suspensión de glóbulos rojos el antisuero titulado en su máxima dilución se enfrentó con una muestra de tejido momificado. Este ensayo tiene la finalidad de establecer el título de máxima dilución a la cual cada uno de los antisueros tiene capacidad de producir aglutinación después de estar en contacto con las muestras de tejido. 3.4.3 Determinación de grupo sanguíneo en tejidos momificados según la técnica de Suarez & Linares, 1967. De cada momia se tomaron 3 porciones del tejido preparado como se describió anteriormente, con un peso de 100 mg. Cada porción de tejido fue enfrentado con el correspondiente antisuero (A, B, D), en una proporción 1:1. 42 Los tubos marcados como A y B que contenían el tejido más el antisuero A o B se incubaron a temperatura ambiente durante 3 horas. Los tubos marcados como D que contienen el tejido más el antisuero D se incubaron a 37 °C, durante 3 horas. Luego de la incubación, se centrífugó cada muestra a 2000 rpm. Se recuperó el sobrenadante. Se midió la cantidad de sobrenadante recuperado y se agregó un volumen similar de una suspensión al 2 % de glóbulos rojos lavados de grupos sanguíneos conocidos. Se centrífugó nuevamente a 2000 rpm y se interpretaron los resultados como positivo (ausencia de aglutinación) y negativo (presencia de aglutinación). Se repitió cada ensayo 3 veces para verificar la veracidad de los resultados. 3.5 Ensayos realizados en muestras momificadas para la detección de antígeno de T. cruzi.- Para la detección de antígenos de T. cruzi en las muestras momificadas se utilizaron las técnicas HAI y ELISA de inhibición e inmunoelectroblotting. 3.5.1 Cálculo del título aglutinante.- El cálculo del título aglutinante se realizó de la misma manera descrita en el punto 3.4 con la diferencia de que en este ensayo se utilizó un suero hiperinmune de un paciente diagnosticado por serología como Chagas positivo. 3.5.2 Técnica de inhibición de la hemoaglutinación indirecta (I-HAI) Se utilizaron dos fragmentos de tejido de megacolon pertenecientes a pacientes con serologia para Chagas positiva y negativa respectivamente y los fragmentos de tejido de colon momificado Estas muestras de tejido se incubaron por 3 horas a 37 ºC con el suero hiperinmune para chagas con titulo aglutinate conocido de acuerdo a protocolo experimental. 43 Luego de la incubación, se centrífugó cada muestra a 2000 rpm. Se recuperó el sobrenadante. Con el sobrenadante recuperado se realizó la técnica de hemoaglutinación indirecta utilizando un kit comercial de la firma Polichaco Se interpretaron los resultados como positivo (ausencia de aglutinación) y negativo (presencia de aglutinación). Se realizó el mismo ensayo con los tejidos momificados 3.5.3 Prueba de ELISA de inhibición. Con lo sobrenadantes preparados para el ensayo anterior se realizó una prueba de ELISA Para la prueba de ELISA se utilizó el kit comercial ELISA IgG de la firma Wiener siguiendo las especificaciones del fabricante En los dos primeros pocillos se depositaron los controles positivo y negativo respectivamente provistos por el fabricante En el tercer pocillo se agregó solución de PBS y en los restantes cinco pocillos se agregó los correspondientes sobrenadantes provenientes del tejido positivo, del tejido negativo y de los tejidos momificados Se interpretaron los resultados como positivo (Densidades Ópticas mayores a la línea de corte determinada según las especificaciones del fabricante) y negativo (Densidades Ópticas menores a la línea de corte determinada según las especificaciones del fabricante). 3.5.4 Técnicas de Inmunoelectroblot.- Para determinar la presencia de proteínas en los tejidos momificados se aplicó la técnica de electroforesis vertical en geles de poliacrilamida en presencia de SDS (Dodecil Sulfato de Sodio) utilizando equipos y reactivos de la firma Bio- Rad. 44 Se utilizaron dos fragmentos de tejido de megacolon pertenecientes a pacientes con serologia para Chagas positiva y negativa respectivamente y los fragmentos de tejido de colon momificado A partir de cada una de las muestras anteriores, se realizó la extracción de proteínas siguiendo una técnica preestablecida (ver anexo 14) Se prepararon los geles de poliacrilamida, el gel de separación 10 % y el de concentración al 4 % Cargamos lo geles preparados a la cubeta de electroforesis, 3. 8 ml del gel de separación y llenamos con el gel de concentración hasta el borde superior de la cubeta. Se utiliza un peine que divide el gel para poder cargar cada muestra. Colocamos el Buffer de cargado en los orificios realizados con el peine. Cargamos las muestras preparadas. Añadimos Buffer de migrado 125 ml a la cámara interna y 400 ml del mismo Buffer al mini tanque. la migración de las muestras se realizó a 100 voltios constante y 30 mA durante una hora y media. Luego se realizó la tinción de los geles con azul de Coomasie (R250) durante 30 minutos. Luego se destiñeron los geles con solución decolorante por varias horas hasta que se pueda visualizar alguna señal de proteína en los geles. Los reactivos utilizados para la preparación de los geles de poliacrilamida y de algunos buffers mencionados en la técnica se detallan en Anexos 15, 16 y 17. 3.5.4.1 Determinación de los Pesos Moleculares.- Los pesos moleculares de los componentes proteicos se determinaron con ayuda del marcador molecular, cuyo rango era de 10 a 220 KD. 45 IV. RESULTADOS Y DISCUSIÓN.- 4.1 Población de estudio. COCHABAMBA Tabla 4.- Datos de la población de momias en estudio. Momia (código museo) 268 265 Procedencia Sexo Edad Ayopaya M Adulto F 16-18 Ayopaya, momia incompleta sin canasto 263 Ayopaya, Chullpa Desc. Adulto 262 Ayopaya, Chullpa M 30-35 x-262 Ayopaya F 40-45 269 Ayopaya F 25-30 264 Ayopaya F 45 270 Ayopaya, momia completa M 19- 24 04010001-128 Región de Oruro- cultura Puqui Desc. Ayopaya M + 50 231 Ayopaya F 30- 35 287 Cultura Mojocoya Desc. Feto F 1- 3 F + 50 555 Cultura Mojocoya, niño incompleto Cultura Mojocoya CraneofacialDyostosis Osteoartritis Dentición supernumeraria Osteoartritis, momia eviscerada 2- 4 275 282 Patología Sin mandíbula Nació muerto Deformación craneana eviscerada Fuente: Museo Arqueológico UMSS (2004) 46 SUCRE Los registros de las momias de sucre no contienen datos sobre las patologías, únicamente la procedencia, edad y sexo, como se indica la tabla 5. Tabla 5.- Datos de la población de momias de Sucre Momia Procedencia Sexo Edad Sucre- Catedral Sto. Masculino Niño aprox. 10 años Femenino Niña aprox. 16 años Masculino Aprox. 65 años Masculino 8- 10 años Femenino 3- 5 años Femenino 25 años Desconocido Aprox. 10 meses (Código museo) Momias coloniales: C-01 Domingo C-02 Sucre- Catedral Sto. Domingo C-03 Sucre- Catedral Sto. Domingo Momias Prehispánicas: Ph.-01 Region Cultura Presto Puno Ph.-02 Meseta de SaucaProvincia Sudanés Ph.-03 Meseta de SaucaProvincia Sudanés Ph.-04 Meseta de SaucaProvincia Sudanés Fuente: Museos Universitarios de Charcas (2004) 47 La población analizada estaba constituida por 21 sujetos momificados de las ciudades de Cochabamba y Sucre que pertenecían a las culturas indicadas en la figura 9. 11 10 9 8 Nº Momias 7 6 5 4 3 2 1 0 Mojocoya Aymara Puqui Colonial Presto Puno Fig. 9.- Relación entre el número de momias de ambos museos y las culturas a las que pertenecían Seis individuos pertenecían a la cultura Mojocoya, diez a la cultura aymará uno a la cultura Puqui y uno a la cultura Presto Puno con la característica principal de que todas ellas son clasificadas como pre-hispánicas por la antigüedad de las cerámicas encontradas junto con las momias y a las que se les realizó la prueba de carbono 14 (datos proporcinados por los museos ver tabla 4 y 5 ) así mismo las 3 momias coloniales se identificaron como tales por sus características óseas, por el tipo de vestimenta que se reconoció que tenia origen europeo. 48 4.2 Toma de muestras.- Tabla 6.- Tipo de muestra tomada en las momias de ambos museos Ciudad de Muestreo Momia (Código museo) SUCRE COCHABAMBA 04010001-128 Tipo de Muestra Glúteo Axila 231 Axila 262 Pierna X-262 Brazo 263 Glúteo 264 Pierna 265 Vena Glúteo 268 Glúteo 269 Músculo Facial 270 Glúteo 275 Axila 282 Brazo Músculo Facial 287 Glúteo 555 Glúteo C-01 Glúteo C-02 Glúteo C-03 Glúteo Ph-01 Pierna Ph-02 Glúteo Ph-03 Glúteo Ph-04 Glúteo En la tabla 6 se detalla el tipo de tejido obtenido de diferentes regiones anatómicas de cada momia. 49 PORCENTAJE DE MUESTRA ANALIZADO 6% 12% 40% 12% 12% 18% gluteo axila pierna brazo musculo facial vena Fig. 10.- Porcentaje de muestras estudiadas en Cochabamba La figura indica el tipo de tejido que se utilizó en cada ensayo, según Suarez & Linares 1967, el mejor tejido para determinar grupo sanguíneo era glúteo, sin embargo debido a que es muy difícil tener acceso al mismo tipo de tejidos en las momias por motivo de preservación, la toma de las muestras fue de diferentes tejidos, de acuerdo a las posibilidades. Tenemos en la ciudad de Cochabamba a disposición 14 momias de las cuales se obtuvo tejido de glúteo de un 40 % de ellas, el mayor porcentaje ya que era importante basarnos en la técnica utilizada por los autores, sin embargo 18% que corresponde a axila y el 6% a vena dieron resultados satisfactorios con la técnica descrita por Suarez & Linares. El tener a disposición poca muestra hizo importante el tomar en cuenta un nuevo tipo de muestreo en lugares de gran irrigación, lo cual se confirma con las muestras de axila y vena. 50 4.3 Ensayos realizados en las muestras momificadas para la determinación de grupos sanguíneos mediante la Inhibición de la Hemaglutinación.- 4.3.1 Cálculo del título de aglutinación: Siguiendo la metodología descrita se obtuvo el título máximo de aglutinación para cada antisuero, como se indica en la tabla 10: Tabla 7.- Título de aglutinación de antisueros con grupo sanguíneos: Antisueros A Títulos 1:1 1:2 1:4 1:8 1:16 1:32 1:64 1:128 + + + + + + + + + + + + + + - - + + + + + + + - B D Para el antisuero A, el título determinado fue de 1:128 Para el antisuero B, el título determinado fue de 1:32 Para el antisuero D, el título determinado fue de 1:64 La finalidad de la determinación de estos títulos fue el establecer un punto de referencia a partir del cual se realizó el cálculo del titulo aglutinante para trabajar con los tejidos momificados. 51 4.3.2 Determinación del titulo aglutinante para el ensayo con tejido momificado: Se determinó el título aglutinante para trabajar con tejido momificado a partir de la máxima dilución obtenida en el anterior paso para cada antisuero, dichos resultados están resumidos en la tabla 8. Tabla 8.- Título de aglutinación del tejido momificado TITULO DE LOS ANTISUEROS + Tejido momificado Antisuero A Antisuero B 1/16 1/8 Antisuero D 1/8 A partir de la máxima dilución de los antisueros se determinaron de modo experimental diluciones anteriores hasta encontrar la dilución óptima del antisuero, el mismo que luego de estar en contacto con el tejido pueda producir aglutinación al ser enfrentado con la suspensión de glóbulos rojos. Se tomaron como criterios validos tres diluciones consecutivas de las cuales las dos primeras producían aglutinación y en la tercera ya no se observaba aglutinación con la correspondiente suspensión de glóbulos rojos; de esta manera se estableció que los títulos óptimos de trabajo eran 1/16 par el antisuero A y 1/8 para los antisueros B y D. 4.3.3 Determinación de los Grupos Sanguíneos en Tejidos Momificados según la técnica de Suarez y Linares, 1967.- Los resultados obtenidos con los tejidos momificados de la ciudad de Cochabamba y Sucre se resumen en las tablas 9 y 10 52 Tabla 9.-.Determinación de grupos sanguíneos.Ciudad de Momia Tipo de Sistema ABO Muestreo (Código museo) Muestra y Rhesus A 04010001-128 D Glúteo * * Axila * * ** O Rh Positivo Pierna * * * ∞ Axila * * ** O Rh Positivo Pierna * * * ∞ Pierna * * * ∞ Brazo * * * ∞ Brazo * * * ∞ Pierna * * * ∞ Glúteo * * ** O Rh Positivo Pierna * * * ∞ 264 Pierna * * * ∞ 265 Vena * * ** O Rh positivo Glúteo * * Pierna * * 231 262 X-262 263 Cochabamba B Resultado ** O Rh Positivo O Rh Positivo ** ∞ * 268 269 Glúteo * * ** O Rh Positivo Pierna * * * ∞ Músculo Facial * * * ∞ Pierna * * * ∞ Glúteo * * ** O Rh Positivo Pierna * * * ∞ Axila * * ** O Rh Positivo Pierna * * * ∞ Brazo * * * ∞ Músculo Facial * * * ∞ Glúteo * * ** O Rh positivo Pierna * * * ∞ Glúteo * * ** O Rh positivo Pierna * * * ∞ 270 275 282 287 555 * aglutina, ** no aglutina, ∞ indeterminado 53 Como se evidencia en la tabla 9, todas las momias prehispánicas del museo de Cochabamba pertenecen al grupo O Rh positivo; los tejidos analizados que nos permitieron obtener estos resultados fueron los tejidos momificados de glúteo tal como recomienda la técnica de Suarez & Linares, 1967, sin embargo pudimos también obtener resultados satisfactorios con tejidos de axila y vena, demostrando que en estos sectores es posible la detección de antígenos de grupo sanguíneo. Tabla 10. Datos obtenidos de momias de Sucre Ciudad de Momia Tipo de Sistema ABO Muestreo (Código museo) Muestra y Rhesus A B D Factor Rh C-01 Glúteo ** * * A Rh Positivo C-02 Glúteo ** ** * AB Rh Sucre positivo C-03 Glúteo ** ** * AB RH Positivo Ph-01 Pierna * * * ∞ Ph-02 Glúteo * * ** O Rh Positivo Ph-03 Glúteo * * ** O Rh Positivo Ph-04 Glúteo * * ** O Rh Positivo * aglutina, ** no aglutina, ∞ indeterminado Contrariamente a las momias prehispánicas los datos resumidos en la tabla 10 nos muestran que las momias coloniales presentan grupos sanguíneos diferentes a las prehispánicas. Llama la atención que al utilizar tejidos de regiones anatómicas diferentes a las de glúteo, axila o vena en un mismo individuo se obtienen resultados discrepantes, por lo cual llegamos a la conclusión de que estos tejidos no son los mas adecuados para determinar el 54 grupo sanguíneo, lo que concuerda con la recomendación hecha por Suarez y Linares, de utilizar tejido de músculo glúteo. Según Varela, 1965, los antígenos eritrocitarios son substancias específicas que persisten invariablemente durante la vida de un individuo y resisten al tiempo, a la putrefacción e incluso a la desecación, cita los ejemplos de la detección de antígenos eritrocitarios en momias egipcias e indoamericanas. Este tipo de pruebas han sido realizadas con la misma técnica que utilizamos en este estudio incluso para la determinación en momias egipcias. Suarez & Linares, 1967, indican que fue posible dicha detección de antígeno eritrocitario por medio de la prueba de Inhibición de la aglutinación, en tejido de glúteo en momias de La Paz, Bolivia, sus resultados muestran que todas la momias de las culturas estudiadas son precolombinas y pertenecen al grupo sanguíneo O Rh positivo, lo cual es ratificado con nuestras investigaciones en las momias de Cochabamba y Sucre. Según Rubio et al. (s/a), la incubación de cada muestra ocasiona que los sitios de unión del anticuerpo (antisuero) queden cubiertos y que al añadir los glóbulos rojos lavados estos sitios de unión en la membrana eritrocitaria queden saturados con el antígeno eritrocitario, en este caso el que exista en el tejido, en tal caso no producirá aglutinación alguna, por el contrario si el antígeno no estaba en concentración suficiente como para saturar todo el anticuerpo, quedarán sitios libres y se producirá aglutinación con el antígeno particulado, siendo este el principio de la técnica de hemaglutinación indirecta, prueba utilizada por Suarez & Linarez con las momias de la ciudad de La Paz y por nosotros en las momias de Sucre y Cochabamba. La técnica nos permite distinguir una aglutinación (Fig. 11) visible a simple vista lo cual indica que los tejidos en estudio de los individuos Prehispánicos de las culturas Colla aymará, Puqui, Mojocoya y Presto Puno, pertenecen al grupo sanguíneo O Rh positivo, en contraste con los resultados obtenidos con las momias Coloniales en las que obtuvimos otros grupos sanguíneos como se indica en la Fig. 11. Según Venegas, E. et al. 1992, se determinó que de 10.000 muestras analizadas en un Banco de Sangre de Bolivia, el 62 % de la población pertenecían al grupo sanguíneo O Rh 55 positivo, el 22 % al A Rh positivo, el 10 % al B Rh positivo y en menor porcentaje al grupo AB Rh positivo. Fig. 11.- Inhibición de la aglutinación realizada en tubos 1 1 A Rh + AB Rh + O Rh + 2 No Determ inado 3 Fig. 12.- Frecuencia de antígenos Eritrocitario en las muestras de Sucre En la figura 12 indicamos que del total de las momias del museo de Sucre 4 son prehispánicas, en 3 se logró obtener grupo O RH positivo mediante la técnica de inhibición de la aglutinación, en la restante no se pudo debido al tipo de tejido del que se extrajo la muestra. Las momias coloniales del museo de Sucre son 3, de las cuales dos pertenecen al grupo AB Rh positivo, la restante al grupo A Rh positivo. 56 Fig. 13.- Porcentaje de grupo sanguíneo O Rh positivo según a las culturas estudiadas El gráfico indica que del total de las momias estudiadas de cada cultura el 66.7 % de las pertenecientes a la cultura Mojocoya resultaron ser del grupo O Rh positivo, igualmente el 60 % de las aymará y el único individuo perteneciente a la cultura Puqui también pertenecía a este grupo sanguíneo, el resto de los porcentajes de estas culturas no dieron ningún resultado, debido a que el tipo de tejido utilizado no era el adecuado de acuerdo a los autores. Los individuos de la cultura Presto Puno no dieron resultados a las pruebas realizadas, por el tipo de tejido utilizado inadecuado para los ensayos. 57 Fig. 14.- Porcentaje de grupo sanguíneo y factor Rh Como se observa en la tabla 14, la totalidad de las momias prehispánicas que agrupa a las momias de las culturas establecidas en Bolivia, todas pertenecen al grupo sanguíneo O Rh positivo, en contraste las momias coloniales corresponden en un caso al grupo A Rh positivo y las dos restantes al grupo AB Rh positivo. Según Venegas, E. (sin publicar) en 1995 se realizan trabajos en una población Yuki del trópico de Cochabamba, en los que se determina que el 100% de los individuos pertenecía al grupo sanguíneo O Rh positivo. Según Palazzo y Tenconi, la proporción de grupo sanguíneo tiene una distribución geográfica y racial; en Europa el grupo sanguíneo A predomina en el oeste y en el este del 58 continente Europeo es mas común hallar el grupo sanguíneo B, cita también que en el continente americano es predominante el grupo O entre los indígenas. Por otra parte Varela, 1965 indican que el factor Rh + esta presente aproximadamente en el 100% de la raza amarilla, lo mismo ocurre en las poblaciones indígenas autóctonas americanas. Según Sans- Sabrafen 1988, en la población negra el 93 % presenta este factor positivo y alcanza como indica Varela el máximo porcentaje en la población amarilla. Suarez & Linares (1967), indican que mientras mas puras son las poblaciones indígenas americanas el predominio de grupo sanguíneo es O Rh + en casi el 100% de los individuos. Un hallazgo importante es el citado por Ventura, 2004, en el que indica la elevada proporción de individuos Rh negativos entre la población vasca, dicho genotipo no ha sido encontrado en ningún aborigen americano ni australiano. Los resultados obtenidos concuerdan con lo citado por el autor ya que todas las momias de origen prehispánico de las culturas estudiadas presentan el factor Rh positivo. Según Segalés et al. 1989, en una investigación realizada sobre las frecuencias de los fenotipos ABO en España, el predominio del grupo A se presenta en este mismo país con una frecuencia de 45.56 % en una población estudiada de 508.855 individuos. Este dato es importante debido a que las momias coloniales que estudiamos fueron identificadas como españolas, por los expertos antropólogos del Museo de Charcas, además de que se pudo determinar que pertenecía al grupo A Rh positivo y como citaron los autores anteriormente este tipo de grupos A y B es predominante en Europa, por lo que los resultados concuerdan con este dato. Ya desde 1919 Hirszfeld establece que, si bien los cuatro grupos sanguíneos (O, A, B y AB) existían en todas las razas, sus proporciones respectivas mostraban notables diferencias entre las diversas poblaciones. Es importante por lo tanto relacionar el origen de dichos grupos sanguíneos tomando en cuenta las primeras poblaciones establecidas en el continente americano, según Ibarra & Querejazu, 1986, existen dos hipótesis, la primera indica que la población indígena americana tiene un origen en la raza mongoloide, que ingresó a nuestro continente por la vía de Bering hace 30.000 años. La segunda indica que la población americana tuvo varios orígenes, primero por Bering, por donde entraron varios pueblos emigrantes en épocas distintas, los primeros de los cuales hace no menos de 50.000 años (pre- mongóloides) 59 posteriormente existen otras emigraciones desde los 3.000 años a.C. siendo posible su llegada a América por la vía transpacífica desde Indonesia. Este dato es de importancia ya que señala el origen que presenta América, un origen Asiático y como citamos anteriormente el predominio de grupos sanguíneos en ese continente es netamente O Rh positivo tal como el de los indígenas americanos y como se comprueba en las momias precolombinas. Según Espinosa F. y Primitivo Pla (s/a) las diferentes etnias americanas corresponden a distintos aportes migratorios, que ingresaron a América por el estrecho de Bering, señalan el estudio realizado por el Departamento de Salud de EE.UU, en el que se encontraron tipos sanguíneos de razas siberianas, la de los ainos japoneses y una menor parte de pacífidos, concuerdan con los autores anteriormente citados sobre un origen asiático y también citan sus grupos sanguíneos, que en tal caso serían O Rh positivos. En relación a las técnicas, el grupo de investigadores, Ascenzi, A. et al. 1985, utilizan técnicas inmunológicas como la inmunodifusión y ELISA que demostraron no ser lo suficientemente sensibles para determinar la presencia de hemoglobina en las muestras momificadas, sin embargo demuestran que el inmunoblot, es altamente sensible para determinar la presencia de hemoglobina en huesos con una antigüedad de aproximadamente 4500 años, ellos postulan que es posible hallar en los huesos moléculas o fragmentos de hemoglobina. Schweitzer, M. et al. 1997, otro grupo de investigadores siguen la misma línea, determinando la presencia de hemoglobina en huesos de dinosaurios por el métodos también de inmunoblot; las proteínas extraídas de los huesos fueron utilizadas para inmunizar ratas, el antisuero resultante reacciona positivamente con hemoglobina purificada de aves y mamíferos. La explicación es que aún es posible hallar hemoglobina en muestras de tejido de huesos incluso de dinosaurios cuya antigüedad data de millones de años. Actualmente utilizan la técnica inmunológica del blotting que dio resultados para muestras muchísimo mas antiguas que las nuestras y en huesos, sin embargo aún con la técnica descrita en 1967 fue posible hallar en tejidos los resultados esperados. 60 4.4 Ensayos realizados en las muestras momificadas para la detección de antígeno de Trypanosoma cruzi.- 4.4.1 Cálculo del título aglutinante.- El suero utilizado para el ensayo provenía de un paciente con serología positiva para Chagas, con un título original de 1:1024, a partir del cual se determino de manera experimental el título aglutinante para la prueba con los tejidos de la manera descrita en el punto 4.3, dicho título correspondía a la dilución 1:128. 4.4.2 Técnica de la inhibición del HAI (I- HAI).- Los resultados de la prueba se muestran en la Tabla 11. Tabla 11.- Prueba HAI Suero Chagas Tejido megacolon Tejido megacolon Tejido de Colon de Positivo (Chagas Positivo) (Chagas Negativo) Momia Título Título de Original Trabajo Título Resultado Título Resultado Título Resultado 1:128 Positivo 1:128 Positivo 1:128 Positivo 1:256 Positivo 1:256 Positivo 1:256 Positivo 1:512 Positivo 1:512 Positivo 1:512 Positivo 1:1024 Positivo 1:1024 Positivo 1:1024 Positivo 1:128 1:1024 (4 UA) Como se observa en la tabla 11 no se observó ninguna diferencia en los resultados obtenidos con los tres tipos de tejidos, estos resultados nos indican que prueba utilizada fue incapaz de discriminar entre los tejidos control y el tejido momificado por lo que concluimos que la técnica no es adecuada para este tipo de investigaciones, probablemente esto se debe a la falta de un anticuerpo monoclonal específico para T. cruzi, ya que en nuestro ensayo nosotros trabajamos con un suero hiperinmune para Chagas proveniente de 61 un solo paciente chagásico. Además existe la posibilidad, a pesar de que no podemos demostrar que no existe el antígeno parasitario en las muestras de tejido analizadas. 4.4.3 Prueba de ELISA de Inhibición.- Tabla 12.- Prueba ELISA Tejido megacolon Chagas Tejido megacolon Tejido de Colon de Positivo Chagas Negativo Momia Valor Cut- off D.O. Resultado D.O. Resultado D.O. Resultado 0.3615 1.041 Positivo 1.149 Positivo 1.872 Positivo 2.329 Positivo 2.128 Positivo 1.287 Positivo 2.492 Positivo 2.169 Positivo Positivo Como muestra la Tabla 12, utilizando la prueba de ELISA de Inhibición tampoco fue posible obtener diferencias en cuanto a los resultados entre los tejidos control y el tejido momificado. Las diferencias del valor de las densidades ópticas en relación al valor de la línea de corte son muy grandes lo que explica que la prueba estaría identificando los anticuerpos presentes en el suero utilizado y que en ningún momento se produjo algún porcentaje de secuestro de anticuerpos por parte del tejido control positivo como se esperaba tal como sucede en la determinación de los grupos sanguíneos descrita por Suarez & Linares. 4.4.4 Técnica de Inmunoelectroblot.- Utilizando esta técnica logramos visualizar en los geles de poliacrilamida proteínas fragmentadas (fig. 15) en los tejidos momificados, los cuales a pesar del tiempo transcurrido y la consecuente degradación que pudiera haber sufrido la proteína presentaron diferentes pesos moleculares. Si bien no se pudo determinar el antígeno buscado usando las pruebas serológicas mencionadas, la electroforesis nos permitió evidenciar la presencia de proteínas y el estado en el que se encontraban. Lo cual esta respaldado por el trabajo de Torres et al. (s/a) quien señala que fue posible el hallazgo de proteínas mediante pruebas inmunológicas en huesos 62 fósiles con una antigüedad de millones de años, dichos autores citan a Lowenstein, el cual identificó mediante radioinmunoensayo colágeno especie- específico y factores del suero en fósiles de Homo erectus, Australopithecus robustus y Ramapithecus, por su parte Wickoff, 1972, observó mediante el microscopia electrónica fibrillas de colágeno en huesos de dinosaurios con una antigüedad de 200 millones de años. Según dichos autores sus resultados indican que las muestras contienen proteínas que aunque fragmentadas pueden persistir en el tiempo e incluso conservar muchas de sus propiedades inmunológicas, en nuestro caso fue posible visualizar la existencia de proteínas igualmente degradadas o fragmentadas como las halladas por Torres et al., sin embargo con distintos pesos moleculares como indicamos en la figura 15 con lo cual demostramos y concordamos con los autores que es posible que las proteínas persistan en el tiempo aún tomando en cuenta que sus muestras son mucho mas antiguas que las momias que nosotros estudiamos, por lo que es posible investigar la presencia de proteínas en muestras antiguas con técnicas inmunológicas, esto alienta a continuar investigando mediante estas técnicas la presencia de antígenos de diferentes patologías en muestras momificadas. Marcador PM Tej. colon Muestras de Momias paciente Chagas + Tej. Colon paciente Muestras de Momias Chagas - Fig. 15. Visualización de proteínas en geles de poliacrilamida Como indican Torres et al. s/a, el objeto de utilizar la prueba de inmunoblotting es el de estudiar no solo la presencia de proteínas sino también el estado de conservación de las mismas. En nuestro caso las electroforesis realizadas en las muestras nos permitieron determinar proteínas fragmentadas con diferencias de peso molecular; no realizamos la transferencia de estas proteínas debido a que no fue posible visualizar bandas claras y como 63 indican los mismo autores es recomendable utilizar un dot blot, pero además en el caso nuestro sería imperativo la utilización de anticuerpos monoclonales específicos para T. cruzi. En esta misma dirección, Borja et al. 1997, demostró la posibilidad de detectar albúmina en huesos de diferentes especies de muestras fósiles mediante ELISA (Enzyme Linked InmunoSorbent Assay) y RIA (Radio Inmuno Assay)y Torres et al. s/a, utilizando la técnica del dot- blotting y el dot- blotting cuantitativo detectaron inmunoglobulinas G en huesos fósiles de équidos y de homínidos de 1.6 millones de años de antiguedad. Dichos autores utilizaron en su metodología PBS para remojar las muestras pulverizadas. En cambio en nuestra metodología tal como indica Suarez & Linares, 1967, nosotros utilizamos solución salina al 0.9%, para la determinación de los grupos sanguíneos, sin embargo para la determinación de antígeno chagásico al igual que Torres et al. utilizamos PBS, después de hacer ensayos experimentales con el sobrenadante de los tejidos preparado con solución salina preparada al 0.9% no se obtuvo ningún tipo de resultado con las pruebas ELISA y HAI modificadas; con la utilización de PBS en los tejidos para las mismas pruebas serológicas se obtuvieron los resultados presentados en la Tabla 11 y 12. Contrariamente a lo anteriores autores, Brandt, E. et al. 2002, utiliza un ELISA para la determinación de proteínas no colagénicas en huesos fósiles de Perú de 1400 AD, con un suero policlonal, con la finalidad de aumentan la posibilidad de hallar sitios de unión para los epitopes y de esta manera determinar proteínas que podrían continuar en los huesos fósiles. Este mismo autor sugiere trabajar con técnicas moleculares para determinar ADN, sin embargo según Krings et al. (1997) citado por Torrez et al. (s/a) no es factible la utilización de estas técnicas en tejido óseo, debido a que la molécula de ADN en huesos se degrada muy rápidamente. En contraste con estos autores Rabino et al. (2000) utilizan la prueba de ELISA, en las momias de Turín por medio de la cual lograron identificar con éxito la presencia de antígenos de Plasmodium falciparum mediante la detección de la proteína- 2 rica en histidina (PfHRP-2) componente presente en el parásito causante de la malaria. Al igual que este autor Sauca (s/a) identifica huevos calcificados de Schistosoma haematobium en la vejiga urinaria de momias egipcias (1250- 1000 a.C.) observando reactividad serológica mediante ELISA en diversos tejidos momificados. Estos análisis serológicos han revelado 64 también la presencia de otros tipos de parásitos aparte de los ya citados como ser: quistes hydatidicos e infecciones por Filaria y Taenia (Rabino et al. 2000). En nuestro caso aún cuando existe bastante argumento para la utilidad de la prueba de ELISA para identificar antígenos diversos, no se logró determinar antígeno de T. cruzi en las muestras analizadas principalmente por la falta de un anticuerpo o monoclonal específico para anti - Tripanosoma cruzi, también existe la posibilidad de que los tejidos procesados no se encuentren parasitados por T. cruzi, aunque no tenemos seguridad en este sentido no podemos hacer una afirmación al respecto. Si bien no se pudo hallar el antígeno para Tripanosoma cruzi en nuestro trabajo, existen los reportes del hallazgo de la misma mediante biología molecular en momias de 9.000 años de antigüedad en Chile (Aufderheide, A. 2003), las cuales también sufrieron momificación espontánea como las de Bolivia. En 1980, Rothhammer, et al. hallaron en momias de Chile de la misma región, signos de megacolon y de cardiopatías chagásicas; estos autores junto a Rojas, (2003) y AlbarracinVeizaga, et al. (1999), indican que es posible que las poblaciones actualmente establecidas en Chile en las que se hallaron dichas patologías hayan migrado desde Bolivia, además de que Rojas, 2003 citando a Dujardin, J. P. et al. 1998, asegura que existe evidencia genética del Triatoma infestans y de su origen en Bolivia específicamente en la región de Cochabamba y Sucre, donde se pueden hallar focos silvestres de esta especie entre rocas amontonadas y en asociación con roedores. La caza de estos roedores y la cría de los mismos dentro de las casas como fuente de alimento, pudo haber suministrado la ruta inicial para la domesticación de T. infestans hace aproximadamente 3.000 a 4.000 años. Según los autores existen diversos motivos para señalar que Bolivia es el país a partir del cual se dispersaron los triatominos y a partir de estos últimos la enfermedad encontrada en sus pobladores de la cultura Chinchorro en Chile; no pudimos hallar dichos vestigios de la enfermedad a partir de las técnicas utilizadas, sin embargo es posible continuar como dijimos anteriormente y como cita Aufderheide, A. (2003) mediante técnicas moleculares. Según Rothhammer, M. et al. 1980, es factible demostrar la existencia de la tripanosomiasis en tiempos Precolombinos realizando la autopsia de momias y determinando la presencia de signos concluyentes a través de técnicas paleopatológicas. Los autores se basan en la observación de los megaórganos hallados en los individuos momificados de Chile, para sugerir la presencia de la enfermedad de Chagas, para esta 65 observación realizaron autopsias; sin embargo en nuestro caso no fue posible realizar dicho proceso debido a que estas momias se encuentran en los museos y no es posible realizar una técnica de ese tipo por motivos de preservación. 66 V. CONCLUSIONES.- A la luz de los resultados es posible llegar a las siguientes conclusiones: - Mediante la técnica descrita por Suarez & Linares, fue posible hallar los siguientes grupos sanguíneos: O Rh positivos para las momias pre- hispánicas, A Rh positivo y AB positivo para las momias coloniales. - El grupo sanguíneo predominante en las momias pre- hispánicas fue O Rh positivo, en contraste con las momias coloniales de diferente procedencia, las cuales presentan otro tipo de grupos sanguíneos, dato que nos indica la distribución de los grupos sanguíneos tal como indica la bibliografía. - Se aplicaron las técnicas de inhibición de HAI y ELISA de inhibición, por medio de las cuales no pudo hallarse la presencia de antígeno de Trypanosoma cruzi. - Se detectaron proteínas fragmentadas en las muestras momificadas por medio de la técnica de inmunoelectroblot. 67 VI. RECOMENDACIONES.- - Se recomienda el uso de técnicas moleculares para la determinación de antígeno de Trypanosoma cruzi en muestras momificadas de acuerdo a los trabajos realizados en Chile y Perú. - Se recomienda la utilización de antígeno purificado de Trypanosoma cruzi para continuar trabajando con pruebas inmunológicas en momias. - Para futuros es recomendable el uso de la prueba dot- blotting, sensibilizando las membranas con antígeno purificado de T. cruzi. - Igualmente es importante continuar este trabajo de determinación de grupos sanguíneos utilizando técnicas moleculares, mediante las cuales se pueden comparar los resultados obtenidos en este estudio con pruebas serológicas. 68 VII. BIBLIOGRAFÍA.Alan, D & Antonovich, E. Revista Instituto Medico Sucre. s/a. http://www.portalesmedicos.com/portalcardio/cardio/foroabierto/chagas/chagas1.htm. Albarracin- Veizaga, H. et al. 1999. Chagas Disease in Areas of recent occupation in Cochabamba, Bolivia. Rev. Saúde Pública, 33 (3):230-6. 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Cochabamba, Bolivia. pp. 6- 51. 75 DEDICATORIA Dedicado a Dios y A mis padres, a quienes debo toda realización en mi vida. i AGRADECIMIENTOS A mis padres y a Dios por el amor y apoyo brindados, por estar presentes en todo momento. Al Dr. Miguel Guzmán, por la ayuda , apoyo incondicional y especialmente por su amistad., la cual aprecio muchísimo. Al Lic. Evaristo Venegas y al Dr. Luis Maldonado, Amilcar Flores y a la Lic. Patricia Rodrigues del Laboratorio de Inmunológia, Facultad de Medicina, UMSS, por su orientación. A la Facultad de Medicina- LABIMED por su colaboración al brindarme acceso a sus laboratorios. A mi querido amigo el Lic. Marquitos Bustamante, por su tiempo, ayuda y ánimo en todo momento. Al Lic. Victor Edmundo Salinas, Director de los Museos Universitarios Charcas en Sucre, al que agradezco por su gentileza, apoyo técnico y bibliográfico. Al Lic. David Pereira, Director del Museo Arqueológico de Cochabamba, y a la Lic. María de los Angeles por abrirme las puertas del museo, promoviendo la investigación en esta área de la paleontología. ii FICHA RESUMEN Se realizó un estudio para la tipificación de grupos sanguíneos, factor Rh y detección antígeno de Trypanosma cruzi en momias de los museos arqueológicos de Cochabamba y Sucre. Para las pruebas de determinación de grupos sanguíneos se utilizaron muestras de tejido de diferentes regiones anatómicas de momias coloniales y pre- hispánicas, estas ultimas correspondían a las culturas Puqui, Mojocoya, Presto Puno y Colla- Aymara; siguiendo la técnica descrita por Suarez & Linares en 1967. Por otra parte en el caso del diagnóstico de antígenos de T. cruzi el tejido utilizado fue de colon, para ello las técnicas aplicadas fueron la de ELISA y HAI de Inhibición. En los tejidos estudiados se pudo detectar antígenos eritrocitarios de los grupos sanguíneos en glúteo, axila y vena, correspondiendo al grupo O Rh positivo en el 100 % de las momias prehispánicas. En las 3 momias hispánicas se logró determinar un grupo diferente correspondiendo una de ellas al grupo A Rh positivo y en las dos restantes el antígeno eritrocitario AB Rh positivo. No se obtuvieron resultados en la determinación de antígeno de T. cruzi mediante las técnicas de ELISA y HAI de Inhibición, sin embargo en el ensayo de electroforesis realizado se observó la presencia de proteínas fragmentadas de diferente peso molecular, señalando que a pesar de la antigüedad es posible encontrar proteínas. iii ÍNDICE GENERAL Dedicatoria…………………………………………………………………………………..i Agradecimientos…………………………………………………………………………….ii Ficha Resumen……………………………………………………………………………...iii Índice General………………………………………………………………………………iv Índice de Tablas……………………………………………………………………………..v Índice de Figuras……………………………………………………………………………vi Glosario de Símbolos………………………………………………………………………vii I. INTRODUCCIÓN.- ........................................................................................................................ 1 1. OBJETIVOS.-.............................................................................................................................. 4 1.1 Objetivos Generales. ............................................................................................................ 4 1.2 Objetivos Específicos............................................................................................................ 4 II. REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA .................................................................................................... 5 PRIMERA PARTE.- LOS GRUPOS SANGUÍNEOS....................................................................... 5 1. Los grupos sanguíneos ........................................................................................................... 5 2. Antígenos y sistemas de grupo sanguíneo eritrocitario más importantes.-............................ 6 2.1 Sistema ABO..................................................................................................................... 6 3. Constitución química de los grupos sanguíneos.- .................................................................. 8 4. Características de los Antígenos y Anticuerpos eritrocitarios.-............................................. 9 4.1 Antígenos eritrocitarios ................................................................................................... 9 5. Herencia de los antígenos eritrocitarios.- .............................................................................. 9 6. Sistema Rhesus.- ................................................................................................................... 10 6.1 Anticuerpos Rh.-............................................................................................................. 13 7. Técnicas para el estudio de grupos sanguíneos.- ................................................................. 14 8. Caracteres genéticos y raciales. Herencia de los grupos sanguíneos y Antropología.- ...... 16 SEGUNDA PARTE.- LA ENFERMEDAD DE CHAGAS ............................................................ 19 1. Historia y Descubrimiento de la enfermedad.-.................................................................... 19 2. Aspectos Epidemiológicos.- .................................................................................................. 19 2.1 Epidemiología de la enfermedad de Chagas.- ............................................................... 19 2.2 Epidemiología del vector.- ............................................................................................. 21 3. El vector.- ............................................................................................................................. 21 iv 3.1 Origen y adaptación del vector a nuevos hábitats.-....................................................... 23 4. Agente Etiológico- Tripanosoma cruzi ................................................................................. 26 5. Ciclo biológico.- ................................................................................................................... 27 6. Etapas de la enfermedad y su sintomatología asociada.- .................................................... 28 7. Vías de Transmisión ............................................................................................................. 29 7.1 Vía Vectorial.- ................................................................................................................ 29 7.2. Transfusión de Sangre................................................................................................... 29 7.3. Transmisión congénita .................................................................................................. 29 7.4. Transmisión por Transplantes ...................................................................................... 30 7.5. Otras formas de infección ............................................................................................. 30 8. Diagnóstico de Laboratorio ................................................................................................. 30 TERCERA PARTE.- TÉCNICAS INMUNOLÓGICAS DE DIAGNOSTICO .............................. 32 1. Técnicas de diagnóstico más comunes.- .......................................................................... 32 1.1 Reacciones de aglutinación.- ......................................................................................... 32 1.1.1 Aglutinación Directa.- ............................................................................................ 32 1.1.2 Aglutinación Indirecta. - ......................................................................................... 33 1.2 Inhibición de la aglutinación.- ....................................................................................... 33 1.3 ELISA (Enzyme Linked Inmuno Sorbent Assay).- .......................................................... 34 1.3.1 ELISA de Inhibición.- ............................................................................................. 34 1.4 Técnicas de Inmunoelectroblot.- .................................................................................... 36 2. Investigaciones realizadas en momias para la determinación de diversas patologías.-...... 37 III. MATERIALES Y MÉTODOS.- ................................................................................................ 40 3.1 Población de estudio.- ............................................................................................................ 40 3.2 Toma de muestras.- ................................................................................................................. 40 3.3 Preparación de las muestras.- ................................................................................................ 41 3.4 Ensayos realizados en las muestras momificadas para la determinación de grupos Sanguíneos mediante la Inhibición de la Hemaglutinación. – ..................................................... 42 3.4.1 Cálculo del título hemaglutinante: .................................................................................. 42 3.4.2 Determinación del título Hemaglutinante para el ensayo con tejidos momificados: ...... 42 3.4.3 Determinación de grupo sanguíneo en tejidos momificados según la técnica de Suarez & Linares, 1967.-.......................................................................................................................... 42 3.5 Ensayos realizados en muestras momificadas para la detección de antígeno de T. cruzi.- ... 43 3.5.1 Cálculo del título aglutinante.-........................................................................................ 43 3.5.2 Técnica de inhibición de la hemoaglutinación indirecta (I-HAI).................................... 43 3.5.3 Prueba de ELISA de inhibición.- ..................................................................................... 44 v 3.5.4 Técnicas de Inmunoelectroblot.- ..................................................................................... 44 3.5.4.1 Determinación de los Pesos Moleculares.- .............................................................. 45 IV. RESULTADOS Y DISCUSIÓN.- .............................................................................................. 46 4.1 Población de estudio.- ............................................................................................................ 46 Momia ........................................................................................................................................... 46 4.2 Toma de muestras.- ................................................................................................................. 49 4.3 Ensayos realizados en las muestras momificadas para la determinación de grupos sanguíneos mediante la Inhibición de la Hemaglutinación.- ....................................................... 51 4.3.1 Cálculo del título de aglutinación: .................................................................................. 51 4.3.2 Determinación del titulo aglutinante para el ensayo con tejido momificado: ................ 52 TITULO DE LOS ANTISUEROS + Tejido momificado...................................................... 52 Antisuero A ................................................................................................................................... 52 4.3.3 Determinación de los Grupos Sanguíneos en Tejidos Momificados según la técnica de Suarez y Linares, 1967.- ........................................................................................................... 52 4.4 Ensayos realizados en las muestras momificadas para la detección de antígeno de Trypanosoma cruzi.- ..................................................................................................................... 61 4.4.1 Cálculo del título aglutinante.-........................................................................................ 61 4.4.2 Técnica de la inhibición del HAI (I- HAI).-..................................................................... 61 4.4.3 Prueba de ELISA de Inhibición.-..................................................................................... 62 4.4.4 Técnica de Inmunoelectroblot.- ....................................................................................... 62 V. CONCLUSIONES.- ..................................................................................................................... 67 VI. RECOMENDACIONES.- .......................................................................................................... 68 VII. BIBLIOGRAFÍA.- .................................................................................................................... 69 ANEXOS…………………………………………………………………..………………………75 vi ÍNDICE DE TABLAS. Tabla 1.- Sistemas Eritrocitarios........................................................................................... 6 Tabla 2.- Nomenclatura de los investigadores de grupo sanguíneo y frecuencias eritrocitarias en raza caucásica .......................................................................................... 12 Tabla 3. Datos correspondientes a la distribución de los alelos del sistema ABO y Rh- Hr en diferentes razas descrita por Boyd, Mourant, Wiener y Wexler. .................................. 17 Tabla 4.- Datos de la población de momias en estudio. .................................................... 46 Tabla 5.- Datos de la población de momias de Sucre ......................................................... 47 Tabla 6.- Tipo de muestra tomada en las momias de ambos museos ................................ 49 Tabla 7.- Título de aglutinación de antisueros con grupo sanguíneos: ............................ 51 Tabla 8.- Título de aglutinación del tejido momificado ................................................... 52 Tabla 9.-.Determinación de grupos sanguíneos.- .............................................................. 53 Tabla 10. Datos obtenidos de momias de Sucre ................................................................. 54 Tabla 11.- Prueba HAI ........................................................................................................ 61 Tabla 12.- Prueba ELISA .................................................................................................... 62 vii ÍNDICE DE FIGURAS. Figura 1. Estructura de las sustancias A, B y H. ................................................................. 7 Fig. 2 Unión de glóbulos rojos a moléculas IgM e IgG ..................................................... 15 Fig. 3 El vector de Chagas Triatoma infestans ................................................................. 22 Fig. 4.- Tripanosoma cruzi ................................................................................................. 26 Fig. 5.- Diferencias entre anticuerpos completos e incompletos ....................................... 35 Fig. 6 y 7.- Toma de muestras en las momias. .................................................................. 41 Fig. 8.- Preparación de las muestras .................................................................................. 41 Fig. 9.- Relación entre el número de momias de ambos museos y las culturas a las que pertenecían ........................................................................................................................... 48 Fig. 10.- Porcentaje de muestras estudiadas en Cochabamba ........................................ 50 Fig. 11.- Inhibición de la aglutinación realizada en tubos ............................................... 56 Fig. 12.- Frecuencia de antígenos Eritrocitario en las muestras de Sucre ...................... 56 Fig. 13.- Porcentaje de grupo sanguíneo O Rh positivo según a las culturas estudiadas .............................................................................................................................................. 57 Fig. 14.- Porcentaje de grupo sanguíneo y factor Rh ....................................................... 58 Fig. 15. Visualización de proteínas en geles de poliacrilamida ......................................... 63 viii ANEXOS Anexo 1.- Chullpares Anexos 3, 4 y 5 Momias de la Cultura Colla Aymara.Anexo 3 Anexo 4 Anexo 5 Anexo 6 y 7.- Momias de la cultura Mojocoya Anexo 6 Anexo 7 Anexo 8.- Momias Coloniales Anexo 8 Anexo 9.- Distribución Triatoma infestans en Bolivia.- Anexo 10.- Cerámica con edemo palpebral sugestivo de Signo de Romaña.- Cerámica con edema palpebral unilateral, sugestivo de signo de Romaña, "ojo en compota". Ilustración de la obra "The Antiquities of Manabí, Ecuador", de Mershall H. Saville, Plancha XCIII, fig. 4 del Vol. II. Redibujado de Paleopatología Dermatológica Ecuatoriana, p. 41 de la Revista Mexicana de Medicina, Tomo LVI, Nº 1205, Año LVI, Febrero 1976, México D.F., por gentileza del Prof. Dr. Luis León. Anexo 11.- Ciclo biológico de la enfermedad Anexo 12.- Cardiopatias en Chagásicos de fase crónica.- Anexo 13.- Signo de Romaña Anexo 14.- Técnica de Inmunoelectroblot preestablecido.- Se prepararon las muestras molidas de todos los tejidos, se agregó por cada volumen de buffer de lavado, la mitad de la muestra, el Buffer contiene SDS 1% ,Tris 50 mM, EDTA 10 mM. Utilizamos el Vortex por un minuto y para cada muestra. Centrifugar a 3000 rpm por 10 minutos Desechamos el sobrenadante. Hervimos los tejidos por 3 minutos. Seguidamente agregamos 20 µl de Buffer de muestra (contiene agua destilada 3.55 ml, tris- HCl 0.5 M pH 6.14, Glicerol, SDS 10 % y azul de bromofenol 0.5%) Luego de esto se volvió a hervir cada tejido, esta vez durante 5 minutos. Nuevamente se centrifugó a 3000 rpm durante 10 minutos. Anexo 15.- Componentes del Gel de Separación Componentes Concentración 10% 1.5 Tris- HCl pH= 8.8 4.1 ml 20 % SDS 2.5 ml Archilamida/ Bisacrylamida 30 % T, 0.8 % C 3.3 ml APS (Persulfato de Amonio) 0.05 ml TEMED 0.005 ml TOTAL 10.005 ml Anexo 16.- Componentes del Gel de Concentración.- Componentes Concentración 5 % Agua destilada 3.075 ml Tris- HCl. pH= 6.8 0.5 M 1.25 ml 20 % SDS 0.025 ml Archilamida / Bisacrylamida 0.67 ml 30 % T, 0.8 % C 10 % PSA 0.025 ml TEMED 0.005 ml. TOTAL 5.05 ml Anexo 17.- Componentes del Buffer de Migrado Componentes Cantidades Tris- base 30.3 gr Glicina 144 gr SDS 10 gr Agua destilada 1000 ml