Aproximación histórico-arqueológica al sistema de abastecimiento y
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Aproximación histórico-arqueológica al sistema de abastecimiento y
APROXIMACIÓN HISTÓRICO-ARQUEOLÓGICA AL SISTEMA DE ABASTECIMIENTO Y CAPTACIÓN DE AGUA DE LA VÉLEZ-MÁLAGA MUSULMANA Francisco Javier Cabello Lara Iniciativa Urbana de toda la Villa. Ayuntamiento de Vélez-Málaga El presente estudio trata de acercarse de nuevo al descubrimiento de una de las infraestructuras más importantes de cualquier ciudad: el aprovisionamiento de agua. Sobre todo a raíz de los nuevos estudios y descubrimientos históricos que permiten aportan nuevas ideas y conclusiones más relevantes. PLANO Nº 1. Foto aérea de la Villa (antigua medina de Ballix), La Alcazaba y parte del arroyo de San Sebastián (antiguo arrabal). • 237 Francisco Javier Cabello Lara Al remontarnos al origen de este sistema, y particularmente a la captación de agua, hemos de hacer referencia al conjunto de la ciudad y la época en que se enmarca. Vélez Málaga, ciudad situada al este de Málaga, se halla limitada al sur con el mar Mediterráneo, al norte por las sierras calizas de Tejeda y Almijara, con el paso natural del Boquete de Zafarraya, al este con los límites de la provincia de Málaga con Granada, y al norte con la abrupta zona de la Axarquía malagueña. Ubicada la ciudad en un cerro a cuyo pie circula el río Vélez (plano nº 1), la misma se halla recorrida por su sector nor-oriental de innumerables arroyos, de entre los cuales se encuentra el del San Sebastián, “también llamado muchas veces arroyo/río de las tenerías” o del Alamillo cuando llega a la altura de las calles San Francisco y San Juan1 que da localización al citado “pozo del algarrobillo” (en el estudio original —I Congreso de Arqueología Medieval Española, 1985 Huesca— identificábamos erróneamente como el pozo de S. Sebastián, por la documentación hasta entonces conocida) 2. Vista de la Alcazaba de Vélez-Málaga 1 2 Chavarría Vargas, 2011, p. 12; Ruiz García, 2011, p. 24 Agradecer el trabajo y la colaboración, en su día, en la realización de este trabajo de investigación arqueológica a: D. Sebastián Fernández, profesor titular de la Facultad de Filosofía y Letras de la UMA por su asesoramiento y dirección; a D. Miguel L. Martín en la realización de los planos y alzados recogidos en el presente estudio; a D. Miguel Angel Torres, por los dibujos y primeros planos realizados durante la investigación; a Dª Purificación Ruiz, por las facilidades, ayuda y consejos sobre los documentos del Archivo Municipal de Vélez Málaga y a D.Salvador Soriano, concejal de Cultura del Excmo. Ayto. de Vélez Málaga por la confianza y subvención económica para poder llevar a cabo este proyecto. 238 • Aproximación histórico-arqueológica al sistema de abastecimiento y captación de agua… La Vélez Málaga islámica (Balliš) era una de las principales ciudades medianas pertenecientes a la cora de Rayya, durante el sultanato nazarí, que constaba de una serie de fortificaciones a su alrededor y numerosas alquerías, que la hacían ser el centro de una próspera comarca. La medina veleña cumplía con exactitud con las características que toda ciudad musulmana medieval tenía que tener: un centro militar y de poder (la fortaleza o alcazaba) regida por su alcaide; un centro religioso e ideológico principal: la Mezquita Aljama o Mezquita Mayor; un recinto fortificado con sus elementos propios: murallas, torres y puertas; un zoco como centro económico y comercial de la ciudad; barrios extramuros o arrabales y un ámbito territorial dependiente integrado por los núcleos rurales de alquerías3. Sobre su población hay que destacar que nos encontramos con una medina densamente poblada que crece extramuros con un arrabal extenso y asimismo bien poblado. Este crecimiento se experimentó a partir de la última centuria (mediados siglo XV) con la llegada de numerosos musulmanes de otras zonas del reino, por la conquista final castellana. Para abastecer a una población tan numerosa y aprovisionar a una medina con tal envergadura urbanística, la ciudad hubo de contar con un complejo sistema de aljibes, pozos4, acequias; así como infraestructuras hidráulicas como un baño público con su noria, molinos5, talleres de curtiduría, etc., en definitiva, un laberinto de conductos cerámicos apoyado en cursos naturales de agua (arroyos, manantiales) que permitiera un funcionamiento eficaz. Apoyado todo ello en una vigilante administración6. 3 4 5 6 Chavarría Vargas, 1996, p. 20; Ruiz García, 2011, p. 109; López de Coca Castañer, 1977, p. 363 Ruiz García, 2011, pp. 15, 22 “El camino de Bentomiz llegaba a una puerta de la barrera conocida como la puerta del Baluarte, que estaba frente al Pozo del Rey”; p. 46 “El pozo de San Sebastián al que se hace referencia en los repartimientos, estaba situado a la izquierda de la salida de esta calle que venía por la barbacana, o sea, el lugar del arroyo donde desemboca la Calle de las Murallas Bajas.” Chavarría Vargas, 2011, pp. 16-17. “cabe destacar la presencia de molinos de aceite (lagares o prensa) en el interior del arrabal, …uno de ellos accionado por una fuente,” Viñes Millet, 1982, pp. 183-188. Suponemos que la ciudad contaría con unas reglas y normas que debían regular el funcionamiento de este sistema, según sabemos de otras ciudades como la misma Granada. • 239 Francisco Javier Cabello Lara EL POZO DEL ALGARROBILLO. DESCRIPCIÓN Y ESTRUCTURA. El Pozo del Algarrobillo se halla situado al Este de la Fortaleza, en un arroyo que discurre paralelo a la línea de murallas orientales del Alcázar y desembocando en el arroyo de San Sebastián, justo delante de las actuales ruinas de la ermita de San Sebastián (plano nº 2). PLANO Nº 2. Emplazamiento de las estructuras hidráulicas estudiadas en el conjunto urbano de Vélez-Málaga. 240 • Aproximación histórico-arqueológica al sistema de abastecimiento y captación de agua… La certificación sobre su denominación “del Garrovillo”7 corresponde a Juan Vázquez Rengifo quien, en su libro sobre “Grandezas de la ciudad de Vélez y hechos notables de sus naturales” en 1615, nos describe el sitio de la ciudad y su fortaleza: “Tiene esta fortaleza buenas salas y aposentos para la vivienda del alcaide y moradas para los soldados de su guarnición. Tiene dos aljibes o cisternas en que hay muy fría y regalada agua de verano y una mina que por debajo de tierra se puede ir a tomar agua a un pozo que está fuera de la ciudad, que llaman “del garrovillo”. También transmite Ruiz García que en el informe que da el Alcalde Mayor en 1592 al hacer informe de la fortaleza se dice: “lo que conviene reparar y es muy necesario que se haga es la torre que está junto a la sima”. Parece ser que dicha sima era la mina que citaba Vázquez Rengifo, por donde se iba a tomar agua al pozo. Arroyo del Algarrovillo Esta situación, próxima a la fortaleza y aprovechando las aguas subterráneas del arroyo, lo convierte en una estructura de suma importancia. Hay que tener en cuenta que el arroyo de la Gloria, que se encuentra paralelo a éste y que también desemboca en el de San Sebastián, presenta otro pozo de captación de agua subterránea de idéntico desarrollo aunque con unas facturas distintas: se excava directamente en la roca pizarrosa, 7 Vázquez Rengifo, 1998, p. 26. También citado por Ruiz García, 2011, p. 56. • 241 Francisco Javier Cabello Lara con galerías más estrechas y profundas y varios ramales laterales, tratando de buscar los manantiales más provechosos para su acumulación en un aljibe subterráneo en los bajos de una vivienda situada en el pie del arroyo y al lado de la antigua ermita. PLANO Nº 3. Planta 242 • Aproximación histórico-arqueológica al sistema de abastecimiento y captación de agua… Estos dos sistemas se encuentran relacionados entres sí al desembocar sus aguas sobrantes en un aljibe delante de la ermita y al comienzo de la actual calle del Arroyo de San Sebastián, continuando el sistema de cañerías por dicha calle abajo. Descripción y estructura del Pozo La captación pretendía recoger las aguas vertientes de los montes de su alrededor que van a dar al arroyo, siendo su profundidad con respecto a las cotas cercanas de 33 mts, 20 mts y 33 mts con respecto a la Fortaleza. Topográficamente existe un desnivel en superficie desde el pozo (punto más elevado) hasta la primera entrada de 5,35 metros y con respecto a la segunda entrada de 1,64 metros. El terreno presenta sensibles irregularidades orográficas en superficie, que se han visto modificadas hoy en día por los movimientos de tierra de una especulación urbanística en los alrededores que se encuentra paralizada y que ha supuesto rebajar terrenos, quitar árboles y modificar algunos cambios de pendientes que pueden afectar a los sumideros de agua que alimentan al pozo. Además en superficie se ha construido un muro de contención de avenidas al finalizar el pozo, aguas abajo, que en tiempos de lluvia hace de presa, no solo de materiales sino de agua, creando una zona embalsada justo encima de la zona de entrada y dañando la bóveda de la sala principal y al sistema de control del nivel del agua recogida en el aljibe. Existe el proyecto, dentro del Programa de Iniciativa Urbana “De toda La Villa”, de recuperación de la estructura original, para mejorar la accesibilidad y hacerlo visitable con una propuesta histórica y arqueológica-cultural. En cuanto al estudio morfológico del lugar, la combinación de pizarras en superficie junto con arcillas y con calizas en parte del subsuelo, facilitan el discurrir de manantiales y corrientes de agua hasta aflorar en el interior de este tipo de estructuras hidráulicas. Todo el conjunto estudiado responde a una distribución simple y homogénea en torno a una captación de agua o mina, con un pozo, dos entradas, un aljibe y dos pasillos o galerías (plano nº 3). La casi totalidad de la obra está realizada con paramentos de ladrillos y argamasa, exceptuando varios tramos del primer canal, en los cuales se aprovecha la textura pizarrosa del subsuelo y la aplicación in situ de cerámica solamente cocida. De esta forma se crea un sistema de cañerías de barro que penetran en el interior de las paredes, buscando la conexión con las capas freáticas de las lomas adyacentes. • 243 Francisco Javier Cabello Lara Vista de una galería Su estudio se ha visto posibilitado por la buena conservación, ora porque estuvo enterrado en su mayor parte, ora porque se siguió utilizando y reparando hasta bien entrado el siglo XVIII8. Si las estructuras han permanecido tal cual, en cambio no hemos tenido tanta suerte con la aparición de elementos cerámicos vidriados ni con ningún otro tipo de material clasificable. 8 Ruiz García, 2011, p. 56; A.M.V.M. Actas Capitulares, 1775, folio 19 vto. “Em cabildo de 22 de junio de 1775 al plantearse limpiar el pozo del Algarrobillo, entre otras actuaciones al respecto, el Ayuntamiento acordó: “… y taparle la bocamina que los moros construyeron desde la fortaleza para abastecerse …”. 244 • Aproximación histórico-arqueológica al sistema de abastecimiento y captación de agua… PLANO Nº 4. Sección de la entrada al aljibe • 245 Francisco Javier Cabello Lara Todo ello puede ser explicable por la salida ininterrumpida de agua, por la acumulación de barro y materiales desechados y por su utilización hasta bien entrado dicho siglo XVIII. La estructuración de sus partes responden, por un lado, a la progresión seguida en el descubrimiento, y por otro, a la propia naturaleza del pozo. ENTRADA PRINCIPAL Y SALA DEL ALJIBE (plano nº 4) Con un desnivel de 1,67 m del terreno, da comienzo la entrada arqueada de medio punto, aladrillada completamente, y un poco deteriorado el arco de la puerta, que con una altura de 1,67 y un ancho de 72 cm comunica la misma con un pasillo longitudinal y paralelo a la línea del arroyo. Dicho pasillo está construido igualmente en ladrillo, de forma abovedada y formando dos espacios de cuatros peldaños cada uno, separados por un rellano de 2,25 m. El segundo espacio termina en la habitación del aljibe. Este primer cuerpo, con una longitud de 7,30 m, muestra en su recorrido una altura uniforme, en descenso, con una leve oscilación de 1,95 m en el rellano como diferencia más grande. El espacio cuadrangular donde se aloja el aljibe es de medidas proporcionadas (2,45/1,98), cubierto con una bóveda de crucería simple, resultado del cruce de dos arcos apuntados, con una altura máxima de 2,55m. El desnivel de la superficie exterior con el suelo del interior es de 4,64 m. Vista de una canalización interior 246 • Aproximación histórico-arqueológica al sistema de abastecimiento y captación de agua… En el centro se halla el aljibe que recibe el agua a través de dos canalillos de unos 20 cm cada uno. Las medidas y formas (1,35/1,33), con una profundidad de 2,50 m, nos da una capacidad de unos 4.522 litros, que junto con un tiempo de llenado (alrededor de cinco horas) hacen presuponer el abastecimiento necesario para la población del castillo y parte del arrabal. En la pared occidental, donde situamos la escalera de bajada al aljibe, se localiza un hueco abierto en la pared de unos 34 cm de alto por unos 21 cm de ancho; en su interior un pequeño recipiente o cuenco de barro sin vidriar, de 23 cm de diámetro, recoge a través de dos tuberías enfrentadas el agua de sus respectivos veneros. Asimismo, se observa un rebosadero encauzado hasta el aljibe, pegado a la pared entre los peldaños. Finalmente, a ambos lados (norte y sur), se abren dos entrantes de distintas naturaleza. El primero da paso o comunica con un arco de medio punto, la primera galería con esta habitación, y el segundo con un arco mixtilíneo sirve de rebosadero o nivelador de agua de desagüe. Actualmente está cegado en su mayor parte, permitiendo sólo la filtración de agua cuando sube unos 30 cm de altura por encima del nivel del agua. Vista del aljibe principal • 247 Francisco Javier Cabello Lara PLANO Nº 5. Sección de la segunda entrada 248 • Aproximación histórico-arqueológica al sistema de abastecimiento y captación de agua… PRIMERA GALERÍA Como ya se ha mencionado, su entrada es arqueada, revestida totalmente de ladrillos, cuyos arcos se apoyan en dos pilastras adosadas a la pared y por su pie discurren dos canalillos que dirigen el agua hasta el aljibe. Este pasadizo, con una longitud total de 57,30 m y una pendiente con respecto al pozo de emanación de 1,08 % de desnivel, permite por efecto de simple gravedad, la caída y circulación libre del agua hasta su almacenamiento. La anchura es de unos 75 cm y no presenta variaciones susceptibles de consideración. La variación que se observa es la falta de revestimiento de ladrillos en algunas zonas de esta galería, sustituido por la sola y única presencia de la roca madre, aprovechando la fuerte textura de la pizarra. Cuando la pared natural es débil se vuelve a revestir de ladrillos, siendo la anchura de las paredes de ladrillos de unos 20 cm. Acceso a la galería principal • 249 Francisco Javier Cabello Lara Caso similar es la altura del túnel, que no presenta altibajos considerables, con una media de 1,60 m. En la línea de agua , el citado canalillo discurre en dirección NE-SW, recubierto en todo momento por mazaríes que permiten andar por encima sin mojarse (dichos mazaríes son simples losetas colocadas horizontalmente entre dos rebordes). Aguas arriba, en su parte final, la galería presenta lugares de filtración (que en superficie se corresponde con el paso directo del arroyo), al encontrarse con componentes de cuarzo en la roca, permitiendo una floración del agua en una incesante llovizna durante varios metros de túnel (manantial del agua). En cuanto a la orientación y sentido de la primera galería muestra una línea serpenteante, con un vértice más fuerte de unos 50 m (monte adentro), que forma un ángulo de 164º y con un eje NE-SW. Siempre sigue un sentido paralelo al arroyo, a lo largo de la vaguada, en su margen izquierdo. POZO CENTRAL (plano nº 6) Se llega a él a través de otra entrada de medio punto de 1,61 m de alto por 0,90 m de ancho, totalmente de ladrillos, y por efecto de la caliza en disolución, revestido de una capa calcárea que ayuda a cimentar y reforzar las uniones. Vista del pozo central desde abajo 250 • Aproximación histórico-arqueológica al sistema de abastecimiento y captación de agua… Forma el núcleo fundamental de todo el conjunto estudiado, con una profundidad de 9,78 m, de forma paralepípeda y de un diámetro de 1,55 un tanto irregular. PLANO Nº 6. Sección de la entrada al aljibe • 251 Francisco Javier Cabello Lara En su construcción se observan dos niveles distintos. Uno más superficial de mampostería que comunica el pozo con el exterior, a través de una boca formada por aproximación de dos hiladas de ladrillos. Aparecen restos de elementos constructivos inutilizados, como por ejemplo, un atanor y un arco cegado. El otro nivel, más profundo, está formado por la unión, sin ningún tipo de mortero, de grandes piedras irregulares, solamente reforzado en una pared (sur) por un gran arco de ladrillos para evitar desprendimientos. Estos serían prácticamente inexistentes por el mismo efecto de la cal disuelta en el agua. Cabe reseñar cómo la salida del agua sufre un desplazamiento, fruto del taponamiento de la cal y el venero busca y excava nuevos puntos de surgencia, ahondando el nivel del manantial. SEGUNDA GALERÍA Y ENTRADA POSTERIOR O SECUNDARIA (plano nº 5) Con un desnivel de 1,40 m con respecto a la línea de agua del pasillo anterior, y dentro del mismo pozo, comienza esta segunda galería. A diferencia de la anterior, se halla totalmente enladrillada con una cubierta abovedada de cañón y unas medidas realmente estrechas (0,50/1,90 m de alto). Este segundo pasillo, con una longitud de 26,60 m y con una pendiente hacia el pozo de 1,84 %, presenta leves variaciones angulares, con una dirección NE-SW, siguiendo un poco más la línea del arroyo y mirando a la Fortaleza. Termina todo el conjunto con un recodo que comunica la escalera final con la superficie. Pero enfrente del pasillo se abre un hueco, dentro del cual se aloja una gran tinaja de barro sin vidriar, con decoración en su borde, simulando una moldura en relieve retocada con líneas perpendiculares, que serviría para la recogida del agua proveniente de un atanor incrustado en la misma (actualmente seco). Sus medidas son de 1,42 m de alto por 60 cm de ancho, recogiendo en su interior a la tinaja de 48 cm de diámetro, con un nivel de agua de 38 cm. El tubo del atanor con un grosor de 2 cm y un diámetro de 12 cm está totalmente realizado en cerámica de pasta fina sin vidriar. 252 • Aproximación histórico-arqueológica al sistema de abastecimiento y captación de agua… Recogida de agua al final de la galería secundaria La escalera de salida o entrada, según se mire, situada a la izquierda del pasillo, de 2,70 m, presenta un desnivel de 5,95 m con una pendiente superior al 25 % y con una anchura (más bien estrechez) de 50 cm. En superficie, se acaba todo en un muro exterior, revestido con argamasa rosácea en forma de codo y con unos “graffitis” de finales del siglo XVIII cuya cronología coincide con la actuación que ya hemos mencionado con anterioridad durante 1775, cuando el Ayuntamiento acordó “… taparle la bocamina que los moros construyeron desde la fortaleza para abastecerse…”9. Prueba evidente de su continuada utilización y reparación. 9 Ruiz García, 2011, pp. 56, nota 3 (A.M.V.M. Actas Capitulares, 1775, folio 19 vto). • 253 Francisco Javier Cabello Lara CONCLUSIONES La captación de agua estudiada, el pozo del Algarrobillo, por su estructuración, funcionamiento (el agua que emana del pozo baja por simple gravedad a través de la pendiente de la primera galería hacia el aljibe, que la almacena hasta un límite, para impedir su rebosamiento), aspectos constructivos y situación, responde a una tipología bastante simple pero efectiva, que evitando complicaciones aseguraría su fácil mantenimiento y conservación. Destacamos la existencia de otros sistemas o estructuras para completar toda la red de canalizaciones y abastecimiento de agua de la ciudad. Hipótesis que apoyamos en las fuentes documentales: los repartimientos. En ellas aparecen una serie de infraestructuras, pozos públicos (de conçejo, de San Sebastián10, de Santiago11) y de carácter privado: en el interior de casas12, de medio pozo, de pozo ancho13. Asimismo, encontramos estos pozos en distintas zonas de la ciudad: en el arrabal de los Gomeres14; en la zona de la Puerta de Antequera observamos que hay multitud de casas con pozo, bien en el establo o en la cocina15 (hasta un total de 7 casas con sus respectivos pozos desde la puerta de Antequera hasta el interior de la ciudad de Vélez Málaga). Completamos la relación de canalizaciones de agua con las emplazadas a extramuros de la medina en la parte norte, cerca de la puerta de Granada y entre el camino de Antequera y el camino de los pozos de la Coronada, lugares que siglos más tarde, pasa a denominarse calle Pozos Dulces, Pozo Ancho y Pozo Cubierto16. 10 11 12 13 14 15 16 Martín Palma, 2005, p. 133 “Vna casa, que está en el arrabal ençima de la casa de Bartolomé Cortés, que es ençima del pozo de San Sebastián, se dio a Lope de Soler, …” Ibidem, p. 100, “La casa que tiene Diego (sic) Gómez Éçija se le dexa con el establo que tiene de la parte de arriba, que sale la puerta también a la calle principal; ha por linderos de la parte de abaxo con vn poso de Conçejo e por delante con la calle pública que va la iglesia.” Ibidem, p. 141, “Dióse a Constanza Méndes de Padilla la casa de Calvache, que es vnos dos corrales e vn medio pozo, que ha por linderos a Fernando Lópes de la Torre e de sufijo, Lope de Reholi. Ibidem, p. 134, “ La casa que tiene Juan de Sanjuán, vizcayno, se le dexa con sus corrales, que son como agora estan, que llegan cabe el pozo ancho, que es enfrente de la puerta del baluarte del arrabal; no tiene linderos conocidos.” Ibidem, p. 143, “Dióse a Pero Brauo vn corral de treinta pasos en el arrabal de los Gomeres, que tiene vn pozo e sale a vna calle pública.” Ibidem, p. 145, “ Vna casa buena en que está Contreras e Muñoz con su corral e establo e pozo, son dos casas”; “Otra casa en que mora García de Meneses con su pozo e cozina.”; “Otra casa a la rinconada que posa en ella Martín de Luque con su corral y pozo.” Ibidem, p. 287, “Comienza otro vanco, que es delante de los pozos de la Coronada e viene por vn arroyo seco y torna este arroyo, se a de dar en el camino que va Antequera e va por aquí por el camino de los pozos hasya arriba;” 254 • Aproximación histórico-arqueológica al sistema de abastecimiento y captación de agua… Algo similar ocurre en la parte meridional y oriental, donde los arroyos que existen dentro,17 y fuera del arrabal, también tienen asociado pozos y captaciones de agua: arroyo de San Sebastián, pozo del Rey, pozo en al arroyo de los Gomeres o San Francisco18 y pozo de la Mançebía. Por último, hemos de señalar algunas noticias sobre la calidad del agua calificada de dura, por la gran cantidad de sales cálcicas que contiene y según testimonios de Ibn al-Jab “su agua era de lo más malo que se conocía”19, aspectos que ayudan a completar y a conocer en todas sus variantes el complejo sistema de las canalizaciones y conducciones de agua durante la etapa final andalusí. Este trabajo ha tratado de aportar información y de sugerir líneas de investigación en torno a un elemento primordial de las civilizaciones humanas: el abastecimiento de agua y la organización alrededor de él para asegurarla en épocas de carestía, factores importantes en nuestro clima y en nuestra sociedad mediterránea; además en una época determinada y en un entorno concreto: la ciudad de Balliš y su entorno urbano más cercano, durante su etapa islámica andalusí. BIBLIOGRAFÍA CHAVARRÍA VARGAS, J.A. 2011. “Vida económica y comercial en Madina Ballix/Vélez Málaga (s. XV). Léxico y escenarios urbanos”, en V. Martínez Enamorado (ed.) y F.J. Cabello Lara (coord.), I Congreso Internacional “Escenarios Urbanos de Al-Andalus y el Occidente Musulmán”, Vélez Málaga. CHAVARRÍA VARGAS, J.A. 1996. “Vélez Málaga, ciudad andalusí. Notas sobre su estructura urbana”. Málaga, Jábega, nº 75. LÓPEZ DE COCA CASTAÑER, J.E. 1977. El Repartimiento de Vélez Málaga”, Hispania, 7. MARTÍN PALMA, M.T. 2005. “Los Repartimientos de Vélez Málaga. Primer Repartimiento”, Universidad de Granada. RUIZ GARCÍA, P. 2011. “Entre murallas y barreras”, Vélez Málaga. SIMONET, F.J. 1872. “Descripción del reino de Granada, sacada de los autores arábigos”, Granada 17 18 19 Ibidem, p. 195, “Juan rodríguez de la Vega, escribano público, vnas casas en el arrabal de dos cuerpos, que han por linderos las tenerías e el arroyo e a las espladas vn corral que tiene vn pozo.” Ibidem, p. 244, “…le dauan e dieron la tenencia e propiedad e señoryo de vn horno, que es çerca de la iglesia de Santiago, que es en el arrabal de esa çibdat, e diéronle para proueymiento al dicho horno vn corral, que es al vn costado del dicho horno, en el qual corral está vn pozo.” Simonet, 1872, pp. 132-133 • 255 Francisco Javier Cabello Lara VÁZQUEZ RENGIFO, J. 1998. “Grandeza de la ciudad de Vélez y hechos notables de sus naturales”, edición, introducción y notas de J. Novella Román y A. Pérez Pascual. VIÑES MILLET, C. 1982. “La acequía Real de la Alhambra. Notas acerca de su distribución.” Cuadernos de la Alhambra, 18. Granada 256 •