Substitución con testosterona en pacientes con hipogonadismo.
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Substitución con testosterona en pacientes con hipogonadismo.
SUBSTITUCIÓN CON TESTOSTERONA EN PACIENTES CON HIPOGONADISMO 827 andrología 11 Arch. Esp. Urol., 55, 7 (827-838), 2002 Substitución con testosterona en pacientes con hipogonadismo. FRANCISCO JOSÉ MARTÍNEZ PORTILLO1, ARMANDO CUEVA MARTÍNEZ2, PETER MARTIN BRAUN1, MARIO IGNACIO FERNÁNDEZ ARANCIBIA2, KLAUS-PETER JÜNEMANN1 Y PETER ALKEN2. 1 Departamento de Urología. Clínica Universitaria de Kiel. Universidad de Kiel. Alemania. Departamento de Urología. Clínica Universitaria de Mannheim. Universidad de Heidelberg. Alemania. 2 Resumen.- OBJETIVO: El paulatino decrecimiento de la producción androgénica en el hombre es un fenómeno bien conocido. A partir de los sesenta, entre 20% y 35% de los hombres presentan una deficiencia androgénica. La interpretación de los síntomas clínicos en estos hombres puede resultar mucho más difícil que en hombres jovenes. Por eso es crucial estudiar y comprender la función de la testosterona y sus metabolitos, más si queremos seleccionar un medicamento para la terapia hormonal de una diagnosticada insuficiencia androgénica. Con este trabajo queremos dar repuesta a la pregunta si la substitución con testosterona realmente lleva a un aumento de calidad de vida, como se ha comprobado para las mujeres en la post-menopausia. MÉTODOS: Para poder entender la suplementación con testosterona en el hombre de avanzada edad, este trabajo de revisión discute los siguientes puntos: fisiología del balance hormonal masculino, cambio fisiológico en el sistema reproductivo del hombre de avanzada edad, Correspondencia Dr. F.J. Martínez Portillo, M.D., Ph.D. Departamento de Urología Hospital Universitario de Kiel D-24105 Kiel. Alemania. e-mail: [email protected] Trabajo recibido el 17 de mayo de 2002. efectos farmacológicos de la testosterona en los órganos de destino, las formas diferentes de aplicar testosterona y la suplementación de testosterona en general. RESULTADOS: Hasta el momento indican todos los estudios controlados que la suplementación con testosterona, favorece al hombre de avanzada edad en múltiples factores como en la vida sexual (libido, función eréctil), composición corporal, metabolismo del hueso y psicológicos. CONCLUSION: La substución racional y adecuada con testosterona favorece al hombre hipogonadal sin una perjuicio general. Palabras clave: Andropausia. Hipogonadismo. Substitución con testosterona. Summary.- OBJECTIVE: After the age of 60, 20-35% of men present with androgen deficiency. Clinical symptoms of hypogonadism in older men are often more difficult to interpret than in younger men. Knowledge of physiological actions of testosterone and its metabolites are important prerequisites for diagnosis, drug selection and surveillance of therapy. Another question is whether any type of Dedicado a nuestro espíritu rector y maestro urológico Prof. Dr. Peter Alken en su sesenta cumpleaños tus discípulos Klaus-Peter Jünemann, Peter Martin Braun y Francisco José Martínez Portillo. 828 F.J. MARTÍNEZ PORTILLO, A. CUEVA MARTÍNEZ, P. MARTIN BRAUN Y COLS. interventions, such as hormone replacement therapy, may play a role in improving the quality of life as proven in post-menopausal women. METHODS: To understand testosterone supplementation in the aging male, this review will discuss the following important topics: physiology of male hormonal balance, changes in reproductive organs in elderly men, endocrine evaluation of the male, pharmacological effects of testosterone on target organs, available preparations for testosterone and testosterone supplementation. RESULTS: Testosterone deficiency may induce organic symptoms such as loss of muscular strengh, decreased libido and loss of bone density and have psychological consequences such as fatigue or depression. Controlled clinical trials show that therapy with natural testosterone results in clinical improvements in elderly men that cover androgenic effects. CONCLUSIONS: With the current status of knowledge short acting, low dose testosterone preparations seem to be best tailored for substitution of older hypogonadal men. Only intensive research in the future can satisfy these requirements. Keywords: Aging male. Hypogonadism. Testosterone supplementation. INTRODUCCIÓN En los últimos años la andropausia ha sido componente de un intenso debate en el ámbito de la andrología. Aunque los síntomas en los pacientes masculinos no sean tan obvios como en la menopausia femenina, con sus cambios menstruales y hormonales, la andropausia se caracteriza por un declive de la capacidad sexual, la física corporeal y del comportamiento psíquico. Se implica, que un decremento de las hormonas andrológicas esta correlacionado con la edad, culminando en el climaterio viril, pero que tiene una considerable variabilidad individual (1-3). Síntomas como la depresión, la perdida de la memoria, insomnio, incapacidad de concentración, osteoporosis, hipotrofia muscular, fatiga física y psíquica, bochornos (hot flushes), perdida de virilidad y del libido, y como no la disfunción eréctil están descritos y asociados con el declive androgénico del varón de edad avanzada, nombrado en la literatura inglesa "androgen decline in the aging male (ADAM)" (4, 5). Estos cambios, que sin duda están relacionados con el declive del nivel fisiológico de la testosterona en varones a partir de la 5 década, han llevado a una discusión en la comunidad andrológica sobre el beneficio y los desconvenientes de la substitución de la testosterona. Es indiscutible, que para un uso racional de la testosterona se necesitan profundos conocimientos sobre la fisiología hormonal y además sobre la existencia de conceptos de substitución hormonal minimizando así posibles riesgos para los pacientes y obteniendo de esta forma un máximo de aprovechamiento. Con este resumen queremos presentar los datos más recientes sobre la substitución con testosterona, incluyendo la evaluación de pacientes con insuficiencia androgénica parcial, los efectos corporales de la testosterona y haciendo especial hincapié en los posibles riesgos y beneficios de este modo de tratamiento. FISIOLOGÍA DEL BALANCE HORMONAL MASCULINO Como es bien conocido, el hipotálamo secreta la hormona gonadotropinaestimulante (GnRH) produciendo por esta vía la secreción pulsátil de las hormonas hipófisarias FSH y LH al sistema vascular periférico. Estas hormonas foliculoestimulante y luteninizante tienen su mayor efecto en los testículos. El control por retroalimentación (bio-feedback) es el principal mecanismo con la que una hormona puede regular la síntesis y el modo de acción de otras hormonas (6, 7). Así por ejemplo, una retroalimentación negativa promovida por el eje hipotalámico-pituitario-gonadal es responsable para la reducción de LH cuando se presenta un nivel elevado de testosterona o estradiol en el plasma (Fig. 1). El eje hipotalámico-pituitario-gonadal (HPG) El conocimiento del eje HPG es esencial para una correcta evaluación del estatus hormonal masculino y para una suplementación adecuada de andrógenos en el varón de edad avanzada (Fig. 1). Hipotálamo El hipotálamo es el generador de una neurosecreción hormonal cíclica a la glándula pituitaria y así finalmente también a las gónadas. El sistema vascular portal proporciona una comunicación directa para que las hormonas hipotalámicas efecten su función en la glándula pituitaria, evitando así una circulación SUBSTITUCIÓN CON TESTOSTERONA EN PACIENTES CON HIPOGONADISMO Fig. 1: Regulación hormonal de la espermatogénesis y de la testosterona. vascular generalizada de las hormonas. La función de la GnRH es estimular la secreción de LH y FSH por la parte anterior hipofisaria. La actuación del hipotálamo depende de estimulaciones extrínsecas come estrés o ejercicio físico e intrínsecos como gonadotropinas o hormonas gonadales circulantes. La secreción de GnRH ocurre pulsátil o episódicamente, dependiendo de la secreción cíclica de las gonadotropinas. Parte anterior hipofisaria La parte anterior de la hipófisis recibe aproximadamente el 80% de su abasto sanguíneo desde el hipotálamo medianten la vía del sistema venoso portal (8). La sensibilidad de las gonadotropinas hipofisarias frente a la GnRH varia con la edad del paciente. Las principales gonadotropinas que regulan la función testicular son LH y FSH que están formadas por glucoproteínas integradas por dos cadenas polipéptidas, alfa y beta. 829 Testículos La fertilidad y virilidad masculina requiere el funcionamiento exócrino y endocrino adecuado de los testículos. El compartimiento intersticial testicular esta compuesto en su mayoría por células de Leydig, que son responsables de la esteroidogénesis. Además de la testosterona también se producen en los testículos otros esteroides como la 17 OHhidroxiprogesterona, estradiol, dihidrotestosterona y factor de crecimiento (growth factor). La producción normal de testosterona en adultos masculinos varia entre 4 y 8 mg/día (8). La producción de testosterona se autorreguliza por una retroalimentación negativa del eje HPG (ver Fig. 1). Este efecto es generado al nivel hipotalámico teniendo también un efecto minuscular en la secreción pituitaria de la LH (6). La tetosterona es metabolizada en dos metabolitos principales: (1o) el más importante androgénico dihidrotestosterona (DHT) mediante la reducción por la 5-α-reductasa; y (2o) el estrogéno estradiol mediante la acción de la aromatasa. En la mayoría de los tejidos periféricos, la conversión de testosterona a dihidrotestosterona es necesaria para obtener una actuación androgénica; pero en los testículos y posiblemente también en los músculos una conversión no es esencial para el efecto hormonal de la testosterona. CAMBIOS EN LA SECRECIÓN ANDROGÉNICA, EN LA CAPACIDAD REPRODUCTIVA Y EN LA COMPOSICIÓN CORPORAL Secreción y concentración androgénica De ensayos longitudinales y cruzados es conocido, que los niveles totales de testosterona en el plasma tienen un decrecimiento progresivo a partir de la 5ª década. Pero hay que considerar que estos resultados también pueden ser alterados por factores ambientales, alimenticios y fármacos. Mientras algunos estudios no han detectado en varones sanos un decremento del nivel de la testosterona completa en correlación con la edad, otros estudios han demuestrado un significante decremento de la concentración plasmática de la testosterona total (unida con la sex hormon binding globulin (SHBG) y de la testosterona libre (2, 5, 7, 8 y Tabla I). Los estudios presentados hasta este momento no clarifican la cuestión, si con la edad avanzada se reduce la secreción de la testosterona o los niveles de la testosterona completa. La mayoría de los 830 F.J. MARTÍNEZ PORTILLO, A. CUEVA MARTÍNEZ, P. MARTIN BRAUN Y COLS. TABLA I DECRECIMIENTO DE LA TESTOSTERONA LIBRE EN EL PLASMA EN EL HOMBRE DE AVANZADA EDAD científicos coinciden, que la testosterona circulante y biodisponible decrece en correlación con la edad y simultáneamente va acompañada por un aumento de la SHGB circulante. La testosterona circulante que esta fijada a la SHGB pierde su actividad biológica. En conclusión hay evidencia de que con la edad avanzada, la función del eje HPG sufre un trastorno: por ejemplo se constata que el ritmo circadiano de la testosterona se pierde en varones sanos de edad avanzada o se notifica una atenuación de la amplitud de la secreción de LH (9). Capacidad procreativa Los espermiogramas de pacientes de edad avanzada demuestran una alteración significante del número de espermatocitos disminuyendo en su mayoría (10, 11). También se puede verificar una disminución de la motilidad espermática y un aumento de espermatocitos con morfologías patológicas (10). La estimulación con coriogonadotropina (hCG) comprueba una capacidad testicular disminuida de secretar testosterona en varones de edad avanzada en comparación con hombres más jovenes, que va asociada a una disminución del número de las células de Leydig (11). Estos resultados sugieren que principalmente dos factores contribuyen al hipogonadismo de varones de edad avanzada: primero el decremento de la producción de testosterona y segundo el incremento de la fracción de testosterona ligada a la SHBG (8). Múltiples ensayos han estudiado la función sexual en el varón de edad avanzada, notificando un declive del líbido y la actividad sexual, asociado con incremento importante de la disfunción eréctil en hombres a partir de los 50 años (12). Comprobando en primer lugar en estos estudios que una correlación entre testosterona y actividad sexual no es significante, sugiriendo que un nivel bajo de testosterona no es responsable de una disfunción sexual y secundariamente que el hipogonadismo per se es una causa insólita de impotencia en el varón de edad avanzada (12). Basada en estos conocimientos, la suplementación de testosterona en varones mayores para la terapia de una disfunción eréctil parece cuestionable y de poco beneficio. Sin embargo, otros estudios muestran que varones de avanzada edad con una vida sexual muy activa tienen una concentración de testosterona en el plasma sanguíneo más alta que otros hombres de la misma edad con una vida sexual menos activa (13, 14). Seguramente la disminución de la testosterona tiene su importancia en la reducción de la vida sexual, pero su efecto es posiblemente menor comparado con la contribución de factores sociales, psicológicos y de salud. Composición corporal y metabolismo Con el avance de la edad, los hombres experimentan un decremento en la masa muscular y el hueso, así como en la fuerza muscular. El declinamiento de la masa ósea predispone en los ancianos a la osteoporosis y a la fractura de cadera. Exactamente como con las mujeres, el decremento en la concentración sérica de testosterona podría ser asociada con la edad relacionada a la declinación de la densidad ósea. También ocurre con el aumento de la edad un incremento en la grasa, con una redistribución periférica de está a un almacenamiento central. EVALUACIÓN ENDOCRINA MASCULINA. Transporte de las hormonas sexuales en la sangre. Solamente el 1% – 3% de la testosterona se encuentra sin asociación con proteínas plasmáticas. Esta fracción es considerada la forma activa biológica, llamada testosterona de fracción libre. El resto esta ligada a la albumina o beta globulina, o a SHBG en la sangre. Aproximadamente un 60% de la testosterona circulante en la sangre es ligada a SHBG, mientras que SUBSTITUCIÓN CON TESTOSTERONA EN PACIENTES CON HIPOGONADISMO 831 aproximadamente el 38% esta ligada a la albumina (4). SHBG tiene una alta afinidad por la testosterona y la DHT puede ligarse al estradiol en la sangre periférica, pero la afinidad de unión es más baja que para la testosterona. La hormona tiroidea y los estrógenos estimulan la síntesis de SHBG y las condiciones de deficiencia de andrógenos. Además la edad incrementa las concentraciones de SHBG en el suero. Datos recientes de estudios utilizando tejidos de hígado y cerebro mostraron que la testosterona ligada a la albumina puede entrar en los tejidos tan libremente como en su forma "libre", sugiriendo que la fracción de testosterona ligada a la albumina es biológicamente disponible. Por lo tanto, la medida de testosterona adicionada a la ligada a la albumina provee una exacta estimación de la fracción bioactiva de los andrógenos (4). albumina de testosterona circulante. La medición de testosterona total en el hombre de edad avanzada podría no ser adecuada para determinar si existe una deficiencia de testosterona porque el SHBG se incrementa con la edad. La medición de tetosterona biodisponible o de fracciones libres de tetosterona es más apto para hacer un diagnóstico correcto de hipogonadismo en hombres mayores de 50 años. Como es bien sabido los hombres normogonadales muestran un claro ritmo circadiano en niveles de testosterona sérica (16), entonces en consecuencia las muestras de sangre para ensayos de testosterona se deben tomar en la mañana cuando los niveles de testosterona son los más altos de la variación circadiana. Evaluación. Los hombres de edad avanzada quienes presentan síntomas de climaterio tales como ruborocidad, incapacidad para concentrarse, fatiga, deterioro de la función sexual deberían someterse a una revisión endocrina. El examen endocrino generalmente incluye testosterona, LH y FSH. Puede argumentarse que una evaluación endocrina debería comenzar con la medición de testosterona en suero y que solamente si la concentración de testosterona en suero es baja se necesita una evaluación adicional. Desafortunadamente muchos estados compensados de fallo testicular en los cuales el nivel de testosterona sérica es usualmente normal podría ser errado con este abordaje especialmente en los hombres de la tercera edad (8, 15). El uso rutinario de prolactina es menos definido mostrando que la hiperprolactinemia aislada es una rara anormalidad, ya que la mayoría de los pacientes con hiperprolactinemia tienen niveles bajos de testosterona. Pacientes quienes presentan síntomas de hiperprolactinemia tales como una disminución del líbido y dolor de cabeza con depresión de los niveles de testosterona, son sugestivos de prolactina anormal. Mientras que el estado hormonal es usualmente evaluado por la medida de los niveles hormonales séricos, la medición podría ser un marcador no exacto para los niveles los que ejercen su acción en los órganos de destino. La deficiencia androgénica puede ser mejor demostrada por medición de testosterona biodisponible, libre y de las fracciones ligadas a Los efectos de la testosterona en órganos reproductores masculinos y órganos vitales son muy complejos y los detalles bioquímicos hasta ahora no han sido completamente aclarados. Hay indicios que la testosterona podría afectar numerosos sistemas del cuerpo incluyendo funciones como: hematopoyesis, homeostasis del calcio, mineralización ósea, metabolismo de los lípidos, metabolismo de carbohidratos y crecimiento prostático. EFECTOS FARMACOLÓGICOS DE LA TESTOSTERONA EN ÓRGANOS DE DESTINO Efecto en el metabolismo de los lípidos y corazón. Las anormalidades del metabolismo de los lípidos son el principal riesgo en el desarrollo de la artereosclerosis y enfermedad cardiovascular, que son como es bien conocido las principales causas de mortalidad en el anciano. Así cave de esperar que un entendimiento profundo de los efectos de la testosterona en el perfil lípido son básico previo a la suplementación (17). Diferentes investigadores han sospechado que la testosterona tiene un desfavorable impacto en los perfiles lipoproteínicos, resultando en una gran susceptibilidad a la enfermedad de las arterias coronarias (18). Un control placebo, doble ciego, transverso demostró una depresión en los niveles de lipoproteínas de alta densidad de colesterol (HDL–C) posterior al tratamiento con testosterona. El efecto resultante fue una elevación del colesterol total/HDL-C por ración (19). Otro estudio demostró ambos efectos, el adverso y el beneficio de la testosterona en el metabolismo de lípidos en hipogonadismo. Los autores reportaron que 832 F.J. MARTÍNEZ PORTILLO, A. CUEVA MARTÍNEZ, P. MARTIN BRAUN Y COLS. el incremento en colesterol total la concentración de LDL-C después de la administración de el tratamiento con testosterona fueron efectos adversos, mientras que el incremento en concentraciones de HDL y LpAI y la falta de cambios en la concentración de Lp(a) fueron de efectos benéficos (20). Considerando todos los datos reportados, las subfracciones principales de lípidos no parecen ser afectadas advesariamente por la administración de testosterona en el hombre. Estudios más detallados y prolongados a seguimiento de largo término son necesarios para definir que la suplementación exógena de testosterona tiene un efecto adverso en el metabolismo de lípidos. Con respecto al efecto de la testosterona en el corazón, se ha pretendido que la testosterona podría ser uno de los factores de riesgo para la enfermedad coronaria cardíaca en el hombre (21, 22). Los hombres tienen bajos niveles de HDL-Colesterol, incrementándose el riesgo de la enfermedad cardíaca coronaria en comparación con la mujer. Este fenómeno podría ser debido a los efectos de la testosterona en la resistencia a la insulina y la modulación de neurotransmisores vasoconstrictores antes que en el perfil lipídico (21). Por lo tanto, podría ser asumido que un bajo nivel de testosterona en suero tendría un efecto beneficioso en el riesgo arteroesclerótico. Sin embargo en un estudio reciente (22) la testosterona y la testosterona libre, que es posiblemente la forma biológicamente activa de la testosterona, están correlacionada negativamente con el grado de enfermedad arterial coronaria y también correlacionada negativamente con el riesgo de factor fibrinógeno, activador del plasminógeno inhibidor 1 e insulina. Así la hipotestorenemia en el hombre podría ser un factor de riesgo para la arteroesclerosis coronaria. La declinación del nivel de testosterona e incremento de la arterosclerosis con la edad en hombres es congruente con este concepto. Sumando la información a respecto no hay dudas que los efectos de administración de testosterona en el corazón y vasos coronarios necesita todavía ser determinada por una larga escala y estudios a largo término. Efecto en el sistema hematopoyético y la fibrinolisis Esta claramente documentado que los andrógenos promueven la eritropoyesis por estimulación de la línea de células multipotenciales y progenitores de eritrocitos, resultando en la hemoconcentración en hombres (23). El paciente con enfermedad pulmonar obstructiva crónica, apnea del sueño y un elevado índice de masa corporal (Body Mass Index), debe ser vigilado cuidadosamente durante el tratamiento con testosterona, ya que el riesgo de la elevación de niveles de hemoglobina y hematocrito es alto en estos grupos. Una investigación en la cual se administró testosterona inyectable por un año dio como resultado una caída de la concentración del fibrinógeno después de 16 semanas de tratamiento. Los autores notaron que el tratamiento con testosterona no parece ser un riesgo para una trombosis ya que la antitrombina III retornó a los niveles pretratamiento, indicando la creación de nuevo equilibrio (24). Efecto en la composición del cuerpo. El músculo es un importante blanco para la testosterona y en este tejido la 5-α-reductasa es muy baja (17). La substitución con testosterona en el hombre adulto con hipogonadismo conduce a una confortación muscular, a una disminución de la grasa corporal y a un aumento de la densidad corporal (20). En otro estudio, se mostró que con el incremento de las concentraciones de testosterona en el hombre de edad avanzada se incrementó la masa total del músculo esquelético y de la fuerza muscular (25). Efectos en el metabolismo del hueso. Un grupo de metabolitos andrógenos, 5ßandrogenos (ß-DHT y ß-androstanediol), actua específicamente en la médula del tejido óseo, sugiriendo que las líneas celulares tienen un único receptor para estas hormonas (5). Con el tiempo ocurre una perdida progresiva de la densidad trabecular ósea en pacientes que fueron orquiectomizados. Los datos de este estudio evaluaron los efectos de la testosterona en la densidad mineral ósea (BMD) en el hipogonadismo, mostrando que la suplementación con andrógenos conduce a un incremento en el BMD (30). La suplementación de testosterona podría tener un efecto beneficioso en el metabolismo óseo en los hombres de edad avanzada (30). Sin embargo, los efectos con la administración de andrógenos en la masa ósea de hombres normales no ha sido aclarada. Efectos en los líquidos corporales y metabolismo de la glucosa. La administración de andrógenos es reportado como SUBSTITUCIÓN CON TESTOSTERONA EN PACIENTES CON HIPOGONADISMO causa de retención de líquidos, agravamiento de hipertensión, edema periférico y fallos cardíacos (27). La testosterona y la SHBG en concentraciones bajas en hombres con edad avanzada fueron asociados con el incremento en el desarrollo de diabetes y los hombres tratados con testosterona tienen un decremento en la resistencia a la insulina (28). Efectos en la conducta y el humor. En los estudios de valoración el efecto de dosis sobre-fisiológicas de testosterona en relación con la agresividad, el tratamiento con testosterona resulto con un mayor grado de agresividad en comparación al placebo (29). En los hombres con hipogonadismo, la terapia de sustitución con testosterona supuso no solamente una mejora en los parámetros del humor, tales como mayor energía y sentirse bien, sino que también decrecieron los parámetros negativos como nerviosismo e irritabilidad (29). Estos resultados sugieren que la testosterona ejerce algunos efectos en el humor y el comportamiento del hombre. Sin embargo, hay reportes también que indican que la testosterona no produce efectos significativos en el sistema nervioso central. Un estudio diseñado doble ciego, con control placebo concluyó que las dosis sobre- fisiológicas de testosterona, cuando se administraban a hombres normales no resultaba en el aumento de una conducta agresiva (22). El efecto de la testosterona en el sistema nervioso central hasta ahora no puede ser totalmente aclarado ya que el comportamiento humano es influenciado por confusos efectos de aprendimiento social. Efectos en la función sexual. Es bien conocido que los andrógenos son necesarios en el hombre para la función eréctil, el deseo sexual y la eyaculación. La relación entre el nivel de andrógenos y edad con la declinación de la función sexual en los hombres mayores es muy complejo, porque la función sexual en el hombre en edad avanzada es afectada por muchos factores incluyendo la declinación fisiológica de las hormonas, enfermedades psicológicas y orgánicas, que son muy comunes en este grupo. Hasta el momento la relación entre el nivel de testosterona en suero y su función sexual en hombres no ha sido aclarada en su totalidad: hay estudios que sugieren que no hay ninguna evidencia (8) y otros 833 reportando que existe una dependencia androgénica de la función sexual (15). Más recientes reportes apoyan la teoría de que los andrógenos tienen un beneficioso efecto en la función sexual (29). Con la adición de testosterona exógena fue reportado un significante incremento en la frecuencia de la masturbación, actividad sexual y erección matutina en hombres normogonados (13), e incrementando la rigidez de las erecciones nocturnas del pene (NPE) en individuos normales (30). En el estudio de hombres con hipogonadismo (29), despues de 3 meses con suplementación de andrógenos se incrementaron el número de las erecciones nocturnas del pene, pero las respuestas de estimulación sexual audiovisual (AVSS) no mejoraron. Por lo tanto, esto sugiere que las NPE podrían ser andrógeno-dependiente, mientras que la respuesta eréctil a AVSS es andrógeno-independiente. Basados en los hallazgos de que los hombres con hipogonadismo producen una respuesta normal a AVSS, la disfunción sexual que ocurre en los pacientes con hipogonadismo podría ser debida a perdida del deseo sexual y no directamente resultado de la deficiencia de andrógenos. Recientes evidencias sugieren que los andrógenos tienen un directo efecto en el tejido eréctil. La testosterona podría ejercer su rol en la erección por modulación de expresión de la sintetasa del oxido nítrico (NOS) en el cuerpo cavernoso, así incrementando la producción de oxido nítrico (31). Sin embargo, la exacta acción del mecanismo de los andrógenos en los neurotransmisores en el tejido peneano tiene que ser más profundamente investigado y comprendido. Preguntas que permanecen en este contexto para ser respondidas son: (1) que efectos de los andrógenos en la función sexual son dependientes de un nivel sérico adecuado; (2) que nivel de testosterona sérica es necesario para mantener el aumento de la función sexual en el hombre y (3) que cantidad de suplemento de testosterona deberá ser administrado para mejorar la actividad sexual? Efectos en la próstata. Se ha asumido que la administración de testosterona podría aumentar el crecimiento prostático en la hiperplasia benigna de próstata (BPH) y acelerar la progresión del cáncer de próstata. Sin embargo, no existe evidencia que apoye la hipótesis que administrando testosterona a hombres normogonados o con 834 F.J. MARTÍNEZ PORTILLO, A. CUEVA MARTÍNEZ, P. MARTIN BRAUN Y COLS. hipogonadismo los conduzca al desarrollo de la BPH, o que la administración de andrógenos aumente la progresión de un cáncer de próstata de un estadío preclínico a estadío clínico (2). En un estudio de hombres hipogonadales, se mostró el aumento del tamaño prostático y la concentración de antígeno prostático específico (PSA). Pero la próstata aun permaneció en un tamaño normal para los hombres eugonadales de la misma edad en un nivel normal de PSA como población control (32). En otro estudio de largo seguimiento usando undecanoato de testosterona como andrógeno oral en hombres con hipogonadismo, no se observó incremento en el tamaño prostático y tampoco cáncer de próstata (33). La mayoría de estudios recientes de evaluación de próstata mediante los métodos de ultrasonografía transrectal (TRUS), PSA y uroflujometría (UFR) no mostraron ningún cambio significativo en cualquiera de estos parámetros con la suplementación de andrógenos (34). La suposición es que la suplementación de andrógenos no tiene ningún efecto adverso mayor que aumente el riesgo de desarrollar cáncer de próstata o BPH en individuos sanos. Se necesitan estudios con seguimientos a largo plazo para confirmar si la administración de la testosterona tiene un efecto suprimido en la enfermedad prostática. PREPARACIONES DISPONIBLES DE TESTOSTERONA Las principales vías de administración de testosterona son oral, inyectable y transdérmica (Tabla II). Las preparaciones orales tienen la ventaja de una fácil administración, fácil ajuste de la dosis, e inmediata interrupción del tratamiento en caso de una complicación. Las desventajas son la fluctuación de los niveles de la testosterona en el suero y un bajo nivel periférico de testosterona. Otra potente desventaja de las preparaciones orales tales como el fluoxymesterone y metiltestosterona es la hepatoxicidad. Pero el andrógeno oral undecanoato de testosterona (Andriol) tiene un modo de acción único. Es absorbido del tracto digestivo con lípidos hacia dentro del ducto torácico y a la circulación general. Por lo tanto, este puede eludir de inmediato e interrumpir en el hígado el serio efecto colateral de la hepatotoxicidad, la que es posible con otras preparaciones orales (35). La inyecciones de testosterona no son caras en comparación con otros preparados. Sin embargo, las inyecciones tienden a producir niveles no fisiológicos de testosterona sérica, las que alcanzan un pico máximo rápido después entonces declina gradualmente durante dos semanas. El sistema disponible transdérmico tiene dos formas: escrotal y no escrotal (17, 35). Ambas inducen una buena respuesta clínica. Si se usa el parche por 24 hrs, el nivel de testosterona en suero se mantiene normal constantemente. La variación circadiana aparece imitando un ciclo fisiológico normal. Sin embargo los parches tienen la desventaja de tener un costo alto y de ocasionar irritación de la piel, resultando con irritación más severa los parches no escrotales. En comparación con los parches no escrotales, los parches escrotales tiene la ventaja de lograrse ocultar fácilmente y la desventaja de la elevación de concentración de niveles de DHT en suero son TABLA II VIAS DE SUPLEMENTACIÓN DE TESTOSTERONA Vía Ventajas Desventajas Oral - fácil administración - buen ajuste de la dosis necesaria - inmediata interrupción posible - hepatotóxico - niveles séricos flotantes Inyección - costo bajo - niveles séricos no fisiológicos (altos) Transdermal - niveles séricos fisiológicos - irritaciones de la piel - costo alto SUBSTITUCIÓN CON TESTOSTERONA EN PACIENTES CON HIPOGONADISMO reabsorbidos debido al efecto de 5-α-reductasa en la piel escrotal (35). El área escrotal necesita ser rasurada para lograr la colocación del parche en este lugar. SUPLEMENTACIÓN DE TESTOSTERONA La proporción de la población de ancianos se espera que aumente significativamente a lo largo de este siglo. Pese al aumento de la longevidad para el hombre y la mujer, el hombre tiene una expectativa de vida más corta que la mujer por un promedio aproximadamente de 5 años (5). El hombre de edad avanzada podría experimentar un declive en su capacidad sexual, física y conductual y podría experimentar varios síntomas relacionados con este cambio, tales como nerviosismo, depresión, deterioro de la memoria, dificultad para concentrarse, fatigibilidad rápida, insomnio, bochornos, sudoraciones periódicas, reducción de la masa muscular y de la fuerza, dolores óseos y disfunción sexual. La asociación de estos síntomas con las comprobadas deficiencias hormonales en el varón de avanzada edad ha llevado el interés de los andrólogos al uso de los preparados hormonales para el alivio del acertadamente titulado climacterio viril. Aunque no se puedan negar algunos comentarios en prevención contra el uso de suplementos hormonales en el hombre de edad avanzada, la mayoría de estudios preliminares definiendo el riesgo/beneficio de la suplementación de andrógenos, resultan ser alentadores (2). Para entender el debate circundante de la suplementación con testosterona en hombres de mayor edad, queremos revisar los siguientes importantes tópicos: 1. Motivos para las opiniones en contra de la suplementación hormonal en el hombre de edad avanzada; 2. Situaciones en las cuales la suplementación hormonal podría beneficiar al hombre en edad avanzada; 3. El uso de la suplementación con testosterona en el hombre con edad avanzada; 4. Riesgos de la suplementación con testosterona. Motivos para las opiniones en contra de la suplementación en el hombre de edad avanzada. La lista siguiente provee los argumentos en contra 835 del uso de la suplementación con andrógenos en el hombre mayor: - Aunque el Massachusetts Male Aging Study reportó un significativo decremento en los niveles de testosterona con la edad, un sustancial número de hombres ancianos continúan con concentraciones de testosterona sérica dentro del rango normal encontrado en hombres jovenes (2, 29); - En un meta-análisis, se encontraron niveles de testosterona sérica relacionados inversamente con la edad, sin embargo esta relación desapareció cuando el hombre enfermaba y eran excluidos del análisis (5). Esto sugiere que los niveles bajos de testosterona en hombres mayores son relacionados al estado de salud en este grupo; - Los síntomas de fatiga, irritabilidad, perdida de energía, depresión y decremento de la actividad sexual, los que fueron representativos de la deficiencia de andrógenos en los hombres con edad avanzada, podrían ser causados por cualquier causa, incluyendo estrés (29). - En los estudios de suplementación con testosterona en hombres mayores han mostrado no mejorarse en algunos parámetros, tales como fragilidad. Además la posibilidad de que la suplementación con testosterona podría incrementar el riesgo de un carcinoma subclínico de la próstata y enfermedad cardiovascular, no pueden ser excluidos (5, 9). - Debido a que los estudios a largo plazo de terapia con testosterona en hombres mayores con niveles bajos de testosterona sérica no han sido completados todavía, la suplementación de testosterona para el hombre mayor no esta indicada. Situaciones en las cuales la suplementación hormonal podría beneficiar a los hombres en edad avanzada. La edad se relaciona al decremento del nivel de andrógenos en forma muy amplia entre los individuos. Los efectos favorables de la terapia de reemplazo hormonal pueden ser esperados en los hombres con un claro decremento de los niveles de testosterona en suero (3, 4). La proporción reportada de la población quienes son considerados hipogonadales difieren entre algunos estudios y dependen en como es definido el termino de hipogonadismo. Si el hipogonadismo es definido como el tener un nivel de testosterona en la más baja cantidad y los niveles de gonadotrofina en la 836 F.J. MARTÍNEZ PORTILLO, A. CUEVA MARTÍNEZ, P. MARTIN BRAUN Y COLS. cantidad más alta, aproximadamente el 4% de los hombres entre 40-70 años son considerados hipogonadales. Si la definición de hipogonadismo es por una testosterona por debajo del rango normal de los adultos jovenes sanos, aproximadamente el 20% de los hombres de 55 años y mayores serían diagnosticados con hipogonadismo. Además, se ha sugerido que si el hipogonadismo es definido como una deficiencia testicular y el diagnóstico es hecho en base al nivel de testosterona biodisponible, la prevalencia en hombres de edad podría ser tan alta como el 50% (27). Vermuelen y Kaufman (6) reportaron un estudio de 300 hombres sanos usando una definición de hipogonadismo como un nivel matutino de testosterona por debajo del limite menor del valor normal (12 nmol/ l). Usando esta definición, ninguno de los hombres entre 20-40 años tuvieron niveles de testosterona dentro del rango de hipogonadismo, pero el 7% de aquellos entre 40-60 años, 21% de aquellos entre edades de 60-80 y el 35% mayores a esta edad tenían hipogonadismo. Los hombres mayores en quienes se encuentran estos criterios podrían ser buenos candidatos para la suplementación de testosterona y esperar mejoría de los síntomas relacionados con la edad. La utilización de suplementación de testosterona en el hombre mayor Aproximadamente el 20-30% de los hombres sobre la edad de 60 años se consideran que tengan un nivel subnormal de testosterona (6, 27) podrían ser apropiados para una suplementación con andrógenos. Recientes estudios en hombres mayores (27) han mostrado que la suplementación con testosterona ha tenido efectos beneficiosos en: - densidad y regeneración ósea; - masa y fuerza muscular; - composición corporal; - mejoramiento en la sensación de bienestar y nivel de energía; - función sexual y líbido. Los hombres de edad mayor con niveles subnormales de testosterona serían candidatos a la suplementación con testosterona (34). La testosterona tiene diferentes impactos en la función sexual masculina, no tiene solo simplemente efectos en la función eréctil. Estos hombres con niveles bajos de testosterona, aunque podrían ser capaces de alcanzar una erección, tendrían en general una conducta sexual poco activa por falta de líbido; en estos casos se podría esperar una mejora durante la suplementación con testosterona. Además, la intensidad del orgasmo y la eyaculación podría mejorar también con este tipo de terapia (8, 9) aumentando así la calidad de su vida sexual. Si el hipogonadismo es secundario a disfunción del hipotálamo o de la pituitaria, la enfermedad de fondo deberá de ser considerada primero y manejada antes de llevar una suplementación hormonal (9). La meta de la suplementación con testosterona en el hombre mayor no es bien definida, pero podría estar sumarizada de la siguiente manera: - Los hombres de edad que reciben suplementación hormonal deberán beneficiarse con la desaparición de síntomas relacionados a la deficiencia parcial de andrógenos en hombres mayores (PADAM); - los niveles séricos de testosterona y sus metabolitos, tales como la DHT y el estradiol, deberán alcanzar un cierto nivel con suplementación de testosterona exógena, aunque el nivel exacto se encuentra todavía en debate. La literatura recomienda un nivel sérico entre 240 y 460 ng/dl como un blanco razonable, otros recomiendan un nivel entre 400 y 900 ng/dl (15). Se debe de aclarar que el periodo de seguimiento es mandatorio durante la suplementación para detectar tan pronto como sea posible cualquier reacción adversa relacionada al tratamiento. Antes del inicio de la terapia con testosterona un examen completo debe ser tomado, incluyendo peso corporal, pulso, presión sanguínea, conteo sanguíneo completo e identificar apnea relacionada al sueño. El método más efectivo para la detección temprana del cáncer de próstata es el uso combinado de del PSA y el examen digital rectal (DER). Sin embargo, Morgenthaler y colaboradores (36) practicaron biopsias sexantes por punción con aguja fina en 77 pacientes con un nivel total bajo de testosterona o de testosterona libre, con resultados normales de DER y los niveles de PSA de 4 ng/ml o menor. Ellos identificaron cáncer de próstata en 14% de grupo entero y en el 29% de los pacientes que eran mayores de los 60 años. Ellos además concluyeron que una alta prevalencia de cáncer prostático fue identificado por las biopsias transrectales guiadas con ultrasonido en hombres con niveles bajos de testosterona, pese a los niveles bajos de PSA y a la falta de hallazgos anormales a la DER. También Jünemann et al. pudie- SUBSTITUCIÓN CON TESTOSTERONA EN PACIENTES CON HIPOGONADISMO ron demostrar en un grupo de 93 pacientes que un 71% de los pacientes con carcinoma de próstata y menos de 60 años de edad tenían un hipogonadismo (37). Debido a estos resultados no hay todavía suficiente información en estos resultados, se necesitan estudios adicionales para validar este criterio. Riesgos en la suplementación con testosterona. Algunos estudios largos y continuos examinaron la eficacia y seguridad del suplemento con testosterona para la salud del hombre mayor con nivel bajo de testosterona en suero que todavía no ha sido completado. De cualquier manera estudios preliminares definieron el índice riesgo/beneficio de la suplementación con andrógenos siendo alentador. La mayoría de las preocupaciones de la suplementación con testosterona en el hombre mayor son los riesgos de 1) exacerbación de la enfermedad cardiovascular; y 2) la posibilidad de acelerar una enfermedad prostática maligna. Otras preocupaciones incluyen la aceleración de la hiperplasia benigna de próstata, retención de líquidos, sobrecarga de volumen sanguíneo, exacerbación de la apnea del sueño y la posibilidad de causar ginecomastia (2, 27). Está bien demostrado que la administración de andrógenos promueve el crecimiento clínico de un adenocarcinoma de la próstata. La testosterona no se debe prescribir a hombres con evidencia de un cáncer de próstata. Debido al potencial desarrollo de un neoplasma prostático durante el tratamiento con testosterona, esto puede especularse para los pacientes que tienen que ser seguidos de cerca con nivel de PSA y DER. La segunda recomendación por la "International Androgen Workshop" es que la administración de andrógenos esta contraindicada si los niveles de PSA están por encima de lo normal y deben ser suspendidos si el incremento de 2.0 ng/ml en cualquier momento o un incremento de 0.75 ng/ml/año ocurre sobre un periodo de 2 años (2). Pacientes con policitemia vera no se les debe administrar testosterona y pacientes con un incremento mínimo del hematocrito se deben seguir cuidadosamente durante el tratamiento. Además, son necesarios un conteo sanguíneo periódico en pacientes con una obstrucción crónica de las vías aéreas, apnea del sueño y elevación de BMI durante el tratamiento con testosterona por que el riesgo de estos pacientes de desarrollar una elevación de la hemoglobina y del 837 hematocrito es alto (8). El riesgo relacionado a problemas respiratorios debe ser cuidadosamente evaluado si el tratamiento con testosterona es considerado para pacientes quienes están predispuestos a la apnea del sueño tales como obesidad masculina, ancianos y pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Por otra parte los urólogos deben de tener un alto índice de sospecha durante la administración de andrógenos por el desarrollo de falla cardíaca congestiva, retención de fluidos, edema periférico e hipertensión. CONCLUSIÓN Aunque el hipogonadismo no es inevitable con la edad, las evidencias sugieren un descenso progresivo relacionado con el aumento de la edad en la secreción de andrógenos y la capacidad reproductiva en un número significante de hombres de edad. La significancia clínica de estos cambios requiere adicionales estudios para definir el índice de riesgo/beneficio de la suplementación con andrógenos, y se necesitan estudios bien diseñados, de largo seguimiento clínico para determinar sus posibles riesgos y beneficios. BIBLIOGRAFÍA Y LECTURAS RECOMENDADAS (*lectura de interés y **lectura fundamental) 1. JÜNEMANN, K.P.: "Hormonelle Therapie im Alter bei erektiler Dysfunktion. In: Plas E, Riedl CR, Pflüger H (eds.), Andropause – Mythos oder Realität?" Thieme Verlag, Stuttgart – New York, pp 68, 2000 2. GOOREN, L.J.G.: "The age-related decline of androgen levels in men: clinically significant?" Br. J. Urol., 78: 763, 1996. 3. SOHN, M.: "Sexualität des alternden Mannes." Reproduktionsmedizin 15: 133, 1999. 4. LUDWIG, G.: "PADAM aus urologischer Sicht." Urologe A., 39: 407, 2000. *5. MORALES, A.; HEATON, J.P.; CARSON, C.C.: "Andropause: a misnomer for a true clinical entity." Scand. J. Urol. Nephrol., 23: 137, 1989. 6. 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