el cuarto paso hacia la reconciliación
Transcripción
el cuarto paso hacia la reconciliación
EL CUARTO PASO HACIA LA RECONCILIACIÓN DECIR LOS PECADOS AL CONFESOR Con este cuarto paso estamos entrando en la celebración del perdón; pues si estamos dispuestos a confesar nuestro pecado y asumir nuestra responsabilidad es porque estamos plenamente convencidos del amor de Dios que, como Padre Misericordioso, no sólo nos da el perdón, sino que va más allá; de nuevo nos reconoce como sus hijos y nos devuelve al calor del hogar. En este momento nos acercamos al sacerdote, cabeza de la Comunidad Cristiana y presencia viva de Dios en cuyo nombre actúa, para que nos confirme en el amor de Dios que por Jesucristo, su Hijo ofrecido en la Cruz, destruyó nuestro pecado y nos ganó la filiación divina para siempre si creemos firmemente en El. EL Sacerdote es el administrador de la Gracia de Jesús resucitado y está al frente de la comunidad para hacer partícipes a todos los fieles cristianos de los beneficios y bendiciones que Dios nos concede por los méritos de su Hijo muerto y resucitado para el perdón de los pecados. Por este motivo el fiel creyente se acerca al sacerdote con devoción y humildad confesando ante él sus pecados sin temor ni tristeza, sino con esperanza y alegría, pues por cada pecado cometido y perdonado tanto más podemos comprender la grandeza de su amor. Jesús a los discípulos y a los sacerdotes de Israel les decía: “Porque al que poco se le perdona, poco ama” y para los grandes santos de la Iglesia, a quienes nosotros consideramos personas excepcionales por su bondad, sencillez y ejemplo de vida, una vivencia especialmente significativa y frecuente era la del encuentro con el perdón de Dios a través del Sacramento del Perdón o reconciliación. Todas las semanas se confesaban con un sacerdote y algunos hasta más veces a la semana. Y ¿por qué? Si eran unas personas tan cercanas a Dios, ¿para qué tanto confesarse? Porque cuanto más cerca estás de la luz, más fuertes se ven las sombras. Ellos cuanto más cerca estaban de Dios por la oración, la caridad y el trabajo en servicio de todos hermanos, más grandes sentían sus imperfecciones y por ello anhelaban purificarse a través del Sacramento de la Confesión. Como una preparación para la celebración del Sacramento del Perdón y puesto que nuestros Padres son la Cabeza de nuestras familias y de nuestro hogar, todos vamos a comprometernos a celebrar el perdón y la reconciliación en el hogar a través del encuentro semanal concluyendo nuestras reuniones de catequesis pidiéndonos perdón por los pecados o errores que hemos cometido y que afectan a nuestro hogar y su armonía y paz.