El entrenador a domicilio ya no es «cosa de famosos
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El entrenador a domicilio ya no es «cosa de famosos
El entrenador a domicilio ya no es «cosa de famosos» Madrileños y gallegos, los que más reclaman el servicio del «personal training» P. R. Madrid- ¿Cuántas veces se ha dicho «me voy a apuntar al gimnasio» cuando ha visto la imagen que devuelve el espejo? ¿Cuántas fue un propósito de fin de año que al final se vio truncado por la falta de tiempo y el ritmo de vida frenético? Pues ya no le hace falta. Hoy en día se levanta el teléfono y el gimnasio viene a casa gracias al entrenador personal. La figura del monitor licenciado que acude a domicilio viene de Estados Unidos, pero en España ya está implantada y su utilización va en auge. Y ya no queda únicamente en manos de famosos, actores y políticos, como el ciudadano de a pie supone normalmente. El «personal trainer» no es en la actualidad el privilegio de los Beckham ni el capricho de Madonna. De hecho, miles de personas han elegido ya esta opción para aprovechar al máximo su escaso tiempo libre, lograr una mejor figura y estar más a gusto consigo mismo, lo que está comenzando a plantear una seria competencia para los gimnasios convencionales. Sus servicios triunfan en Madrid, pero también en Galicia o Sevilla. Cada vez más personas recurren a la opción del entrenador personal a domicilio Perfil. La muestra más clara de estos hechos es que el perfil de la persona que contrata estos servicios a domicilio abarca desde los 20 años hasta los 80. Y no sólo son «famosetes» los que acuden al entrenador personal. Así lo confirmó a este periódico Samuel Brogeras, director gerente de www.entrenadorespersonales.com, quien explicó que la figura «tardó de hecho en llegar a nuestro país» y se implantó previamente en varios países de Europa. La moda, como no podía ser de otra manera, ha comenzado a echar raíces en las principales ciudades. Madrid, Sevilla, Valencia... son las capitales en las que más gente demanda este tipo de entrenamiento debido a la falta crónica de tiempo que padecemos. Tanto hombres como mujeres llaman a sus entrenadores personales para cubrir objetivos que, aunque a veces son muy distintos, normalmente son de índole estética . «El único factor común que hemos encontrado entre todos nuestros clientes es que es gente que está ocupada para poder acudir tres veces por semana a un centro convencional», explicó el responsable de la compañía de entrenamiento personal. Por ello, muchos de los clientes son empresarios de los que se llaman «importantes», pero, según sus palabras, «hay de todo». Desde amas de casa que quieren ponerse en forma hasta personas enfermas a las que el médico ha recomendado que realicen ejercicio moderado. En cuanto a los precios, suponían uno de los principales problemas para acceder a un público medio y no quedarse en una escasa élite. Brogeras afirma que su compañía ha solucionado el problema hasta prácticamente equipararlo a un centro deportivo o de entrenamiento convencional. Una de entrenamiento con un «personal training» solía costar 40 euros, un montante que, evidentemente, no está al alcance del común de los mortales si tenemos en cuenta que las sesiones suelen darse una media de tres veces a la semana. Es decir, que al final suponía un gasto de casi 500 euros al mes que podría producir un descalabro en una economía familiar normal. Tarifas. «Nosotros reducimos esa tarifa a la cuarta parte e incluso permitimos que varios amigos compartan la sesión de entrenamiento personal, con lo que el gasto final del cliente se reduce notablemente». Tal vez ese sea uno de los factores clave del éxito de la empresa que continúa imparable su expansión por toda España. La última ciudad en la que han comenzado a ofrecer sus servicios es Zaragoza. Y es que además de ser titulado en Educación Física, el entrenador personal suele tener conocimientos de nutrición y dietética, lo que, unido al seguimiento personalizado, asegura prácticamente la obtención de los resultados deseados en un plazo breve de tiempo. De hecho, algunos de estos entrenadores personales ofrecen una atención tan pronunciada que llegan a llamar a sus clientes cuando salen de viaje para aconsejarles lo que deben comer o recordarles que deben realizar determinados ejercicios. Otra de las ventajas que ofrece este servicio es la flexibilidad. En la página web entrenadorpersonal.com, por ejemplo, se puede elegir, de 8 de la mañana a diez de la noche, el horario que más convenga al cliente de lunes a domingo. Pilar, por ejemplo, es ama de casa y trabaja por las tardes. Con su horario, nunca había logrado compatibilizar ambas cosas con tener «una horita libre» para acudir al gimnasio. «Al final nunca es una hora», explica, «porque entre que vas hasta el centro, te cambias, terminas tu sesión, te duchas y te vistes y vuelves a casa o al trabajo, te ha quitado al menos dos horas, lo que me obligaba muchas veces a quedarme sin comer para hacer un poco de ejercicio». Ahora Pilar «encaja» semanalmente su sesión y afirma que está «encantada» porque su objetivo, que era, además de «estar en forma», tener «una tripita lisa», va viento en popa. Operación bikini. Lo cierto es que el objetivo estético es el que tienen la mayoría de los clientes de este servicio. A pesar de que hay muchos que pretenden simplemente «estar en forma», la finalidad suele ser de esta índole. De hecho, el propio director adjunto de entrenadorpersonal.com admite que en su empresa, «en cuanto salen dos rayos de sol», comienzan a apuntarse multitud de clientes que quieren poder enfrentarse al traje de baño con dignidad el verano que viene. Sea como fuere, el entrenador en casa ya está en España y, con nuestro ritmo de vida, parece que ha llegado para quedarse. La única pega, que todavía no es apto para los bolsillos con mucho espacio libre, parece que comienza a solucionarse. Una opción más para estar a gusto sin salir de casa.