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Revista Latinoamérica de Psicología Analítica ENCUENTROS Número 5 Santiago de Chile, Marzo del 2014 Editores N. 5 Mariana Arancibia B. Claudia Beas Carolina Narea Arlette Gillet Lía Espinosa Paula Durán H. Alejandro Igor O. Álvaro Carrasco G. La Revista Encuentros ofrece un espacio para promover ideas e investigaciones en el ámbito de la Psicología Analítica. La intención es estimular el intercambio académico, científico y cultural entre la comunidad Junguiana de Latinoamérica, así como alentar el diálogo con corrientes o disciplinas afines a la psicología analítica. Editores de números anteriores Macarena Ureta V. Patricia Vargas Z. Alejandro Dabovic T. Haydée Domic T. Javiera Sánchez K. André Sassenfeld J. Susana Toloza G. María Paz Soublette http://revista.cgjung.cl Reconocimiento 2.0 Chile de Creative Commons. Para ver una copia de esta licencia, visite http://creativecommons.org/licenses/by/2.0/cl/ ISNN: 0718-9133 Contenidos Editorial ……………………………………………………..…………………………………………………… Pág. 5 Autores Natalia Valdés Matías Méndez L. Christian Rodway Artículos Descenso al Inframundo: una invasión arquetípica de la Gran Madre…………………………………………………….. La Reina de la Floresta: La Virgen de la Concepción como Mensajera del Sí Mismo en la Doctrina del Santo Daime ……………………………………………………………….. La Caverna de las Ilusiones……................................ Pág. 7 Pág. 22 Pág. 34 Información para los autores 1. Algunos tipos de trabajo a considerar y criterios con que se evaluarán los trabajos son: • Trabajos que se refieran al campo de la psicología analítica o áreas afines relevantes. • Que estén redactados con claridad y organizados para facilitar la lectura y el entendimiento por parte del lector. • Que presenten de forma ordenada, resumida y/o simplificada trabajos de autores junguianos importantes para lectores que se inician en psicología analítica. • Que presenten de forma creativa u original trabajos de autores junguianos importantes para quienes se estén formando en psicología analítica. • Que se elaboren - de forma coherente, consistente y fundada en la teoría reconocida - ideas propias sobre la psicología analítica. • Que no se expresen implícita o explícitamente valores que vayan en contra de la dignidad de las personas. Investigaciones relacionadas con las ideas de la psicología analítica. 2. La revista considerará, preferentemente, artículos originales, no publicados con anterioridad. El formato es tamaño carta, letra Calibri 11 con 1,15 espacio de separación entre líneas. La extensión es libre. Se sugiere no exceder las 20 páginas. Los trabajos deben ser enviados sólo en forma electrónica a: [email protected] Se confirmará la recepción del trabajo antes de pasados 10 días de haber sido recibido. 3. Las colaboraciones pueden tener la forma de artículo tradicional, ensayos, cartas en respuesta a artículos, revisiones críticas y comentarios relevantes al pensamiento junguiano y la cultura, incluyendo la ciencia y las artes. Son apreciados los artículos que faciliten un acercamiento introductorio a la teoría junguiana y de interés para el público general. 4. Los trabajos basados en otros escritos o ideas deben referirlas, preferentemente, según el formato de la American Psychological Association (APA). Las referencias deben ser solo aquellas que se citan en el texto. En el caso de otro tipo de colaboraciones (como ensayos o comentarios) las referencias (de haberlas) y las notas pueden ir al pie de página con numeración correlativa, respetando la diferencia entre libro y artículo. 5. En el caso de los artículos, deben iniciar con un resumen. Además se solicita que los autores sugieran palabras claves que faciliten la descripción y búsqueda del artículo según las temáticas que aborda. 6. Todos los artículos que se publiquen serán sometidos a una doble evaluación ciega por pares. 7. Los editores se comunicarán vía correo electrónico con los autores a efectos de cualquier sugerencia, y se reservan el derecho de rechazar una colaboración. Editorial Este número cuenta solo con tres trabajos, sin embargo su preparación ha sido laboriosa y nos agrada decir que los trabajos que se presentan son contingentes, provocadores y estimulantes. Dos de los artículos circundan lo femenino. El escrito de Matías Méndez analiza una imagen femenina en una alucinación y rescata el carácter del ánima como mensajera y maestra en el proceso de individuación. El artículo de Natalia Valdés es un análisis lúcido y agudo de una película en torno a la irrupción del aspecto negativo de la Gran Madre. Resulta particularmente agradable presentar una interpretación tan bien elaborada por una joven autora. En un momento histórico donde ciertamente la necesidad de la dimensión femenina es evidente en la sociedad y ha comenzado a instalarse en el poder, es interesante contar con reflexiones respecto a este dinamismo y a su dualidad. Desde allí también deben surgir ideas para redescubrir lo masculino y su lugar en esta nueva sociedad: "... Ahora el poder de la mujer debe ser reconocido para hacer posible una adecuada relación - que yo llamo una relación andrógina en la que el hombre y la mujer se encuentran como co-iguales. Son iguales, pero no lo mismo, porque cuando se pierde la tensión de las polaridades se pierde la tensión de la vida." Joseph Campbell Las reflexiones de Platón han sido relacionadas con la psicología analítica; en números anteriores Paula Durán ya nos presentó su análisis al respecto. Ahora, el trabajo de Christian Rodway amplifica el mito de la caverna de Platón desde distintas perspectivas, entre ellas la psicología analítica y el cine. Me parece interesante el reconocimiento del cine, así como otras formas de cultura popular, como objetos de análisis, interpretación e iluminación respecto al inconsciente colectivo y su manifestación simbólica actual. Desde mi perspectiva restringir la psicología analítica a las imágenes y los medios del pasado limita el desarrollo de la teoría y reduce la posibilidad de comunicarla a audiencias más amplias, de distintas culturas y edades. Para finalizar quiero compartir algunos datos de nuestra Revista. Estadísticas de Google Analytics para el 2013 de la Revista Encuentros. 1187 visitantes únicos 4827 páginas vistas Países con más visitas: Chile (37%), México (12%), Argentina (9%), Colombia (8%), España (7%), Venezuela (4%), Peru (3%), El Salvador (2%), Brazil (2%), Ecuador (25), Uruguay (2%) Artículo del número 4 más visto: Josefina Ihnen, "Psicología Analítica y Perspectivas Dinámicas y Afectivas en Neurociencias: Un Diálogo en torno a la Relación Cuerpo-Mente". Total de archivos bajados el año 2013 según el Open Journal Systems: 2164. 4 Mapa de visitas por país 2013. Google Analytics. Creemos que los datos refuerzan el trabajo de los autores y editores a quienes agradecemos. Agradezco especialmente a Paula Durán por su estímulo y apoyo constante con esta iniciativa de publicación. Álvaro Carrasco G. Editor 5 Revista Encuentros. N.5 2014. Págs. 6 - 20 Descenso al Inframundo: una invasión arquetípica de la Gran Madre Natalia Valdés 1 Resumen En este texto se abordará la reconstrucción clínica del personaje femenino de la película Anticristo (2009). Se realizará un pasaje por el argumento de la película, para luego reconstruir cronológicamente el proceso que llevó a esta mujer a la locura; cómo la escritura de su tesis, concebida como situación que le permitiría reflexionar e integrar un aspecto sombrío de lo femenino, genera la aceleración de un complejo materno hipertrófico, que irá creciendo en intensidad hasta que ocurra la invasión arquetípica en la forma de la Madre Terrible (Neumann, 2009). Pondremos en tensión esta dinámica con un momento del mito de Psique: su descenso al Inframundo, en donde deberá enfrentarse con lo Femenino Primordial, y abandonar el trato maternal y de piedad para con los otros. A diferencia de la protagonista del relato griego, la madre de la película no podrá emerger renovada de esa prueba, sino que se verá invadida por el contenido del inconsciente colectivo con el que se pone en contacto. Palabras claves: psicosis – complejo materno – invasión arquetípica – Mito de Psique – Gran Madre Carl Gustav Jung sostenía que hay una fuerza psíquica interna que nos lleva a la integración de nuestros caracteres opuestos, que nos compele a tratar con nuestras dificultades y en último término devenir nosotros mismos. A este proceso le llamó proceso de individuación y su forma paradigmática es el Camino del Héroe. 1 Estudiante avanzada de la Licenciatura en Psicología, Facultad de Psicología, Universidad Nacional de Córdoba. Miembro de la Asociación Jung Córdoba. Trabajo final del curso de posgrado "Psicología Analítica Aplicada" dictado en la Facultad de Psicología, Universidad Nacional de Córdoba. Email de contacto: [email protected] 6 Una invasión arquetípica de la Gran Madre Varios autores (Coó & Martínez, 2007; Neumann 2009) han señalado el mito de Psique y Eros como una descripción del proceso de individuación femenino, que comienza con la partida del seno maternal indiferenciado para alcanzar la conciencia y la integración de todas las funciones psíquicas, estado representado por las bodas olímpicas con Eros y la transformación de Psique de mujer mortal en diosa. Este proceso de individuación pone en tensión fuerzas y conflictos poderosos de la psiquis; si el complejo yoico no se haya debidamente fortalecido y es flexible, el sujeto puede fracasar y quedarse estancado en una fase o incluso padecer una desintegración yoica y caer en la psicosis. En el presente texto abordaremos la película Anticristo (2009) de Lars Von Trier, centrándonos en el personaje femenino, para ejemplificar un fracaso en la asimilación de los contenidos inconscientes movilizados por el proceso de individuación. Esta película posee numerosas aristas para analizar: podemos centrarnos en el proceso psíquico del personaje masculino, en el del personaje femenino, en la relación terapéutica. Podemos abordarla desde una mirada de perspectiva de género, desde un lenguaje simbólico, desde una óptica literaria. Sin duda se trata de una obra cargada de material para reflexionar, atravesada por la numinosidad arquetípica. La historia versa sobre una pareja que pierde a su hijo, quien cae por una ventana mientras ellos tienen relaciones sexuales. A esta tragedia, la mujer reaccionará con un duelo intenso, con ataques de pánico y depresión. Su marido decidirá convertirse en su analista y llevarla al lugar que de repente más teme, una cabaña en medio del bosque que ellos llaman Edén. Esa cabaña será el caldero de incubación para que algunos conflictos comiencen a aflorar, que terminarán en delirio, mutilación y muerte. Realizaremos un pasaje por el argumento de la película, para luego reconstruir cronológicamente el proceso que llevó a esta mujer a la locura; cómo la escritura de su tesis, concebida como situación que le permitiría reflexionar e integrar un aspecto sombrío de lo femenino, genera la aceleración de un complejo materno hipertrófico, que irá creciendo en intensidad hasta que ocurra la invasión arquetípica en la forma de la Madre Terrible (Neumann, 2009). Pondremos en tensión esta dinámica con un momento del mito de Psique: su descenso al Inframundo, en donde deberá enfrentarse con lo Femenino Primordial, y abandonar el trato maternal y de piedad para con los otros. A diferencia de la protagonista del relato griego, la madre de la película no podrá emerger renovada de esa prueba, sino que se verá invadida por el contenido del inconsciente colectivo con el que se pone en contacto. Para ello, mencionaremos las diferentes formas que el complejo materno toma en la mujer, y describiremos cuál creemos que es la situación en el personaje de Anticristo. Caracterizaremos el proceso de aceleración2 de un complejo y cómo esto da paso a una invasión arquetípica. Retomaremos lo analizado por Erich Neumann (2009) en relación al arquetipo de la Madre Terrible para luego desarrollar su semejanza con el proceso de individuación de Psique. Entendemos por aceleración al proceso que ocurre cuando un complejo entra en asociación con el medio ambiente y comienza a captar más energía libidinal, cobrando mayor importancia en la economía psíquica. 2 7 Una invasión arquetípica de la Gran Madre Buscamos con este análisis acercarnos a la visión clínica desde una óptica analítica, dado que situar esta conflictiva dentro del mito nos proporcionará herramientas tanto de tratamiento como de una posible prevención que podría haberse realizado para evitar la desintegración yoica. I: Anticristo (2009) La película se divide en un prólogo, cuatro capítulos y un epílogo. Tanto prólogo y epílogo se desplegarán en blanco y negro, con una atmósfera irreal y lenta, donde el único sonido es una ópera de Handel cuyos versos, si bien en otro idioma, van a tono con el proceso que viven los personajes: “Deja que llore/ Mi destino cruel,/ Y que suspire por la libertad/ Que el dolor rompa estos lazos/ De mi martirio, aunque sea sólo por piedad”. Cada capítulo tendrá el nombre de un sentimiento (tristeza, dolor y desesperación), afectos que serán atribuidos a la aparición de tres animales -un cuervo, un ciervo y un zorro- los tres mendigos, nombre del último capítulo. El prólogo muestra a una pareja manteniendo relaciones sexuales de manera apasionada, mientras un niño se escapa de la cuna y lentamente, se acerca a una ventana abierta de par en par. El niño atraviesa su cuarto de juegos, donde podemos observar un rompecabezas con los tres animales mencionados y la presencia de tres soldaditos frente a la ventana, que tienen grabados los tres sentimientos del duelo. Nick se asoma por la ventana y caerá, mientras su madre alcanza el climax sexual. El capítulo tristeza comienza con la mujer internada en un instituto psiquiátrico por depresión. Su marido decide sacarla de allí, sacarle la medicación y ser él mismo su analista las 24 hs. Ella se lamenta, la carcome la culpa, el deseo de morir ella también. Se observa una dinámica compleja, donde los llantos y el sexo desesperado se alternan con cuestionamientos a su pareja, por haber sido siempre tan distante y por interesarse en ella sólo cuando deviene su paciente. Posteriormente, comienzan los ataques de pánico a lo que él propone que definan su miedo, para poder enfrentarlo. De manera imprecisa, ella elige una cabaña en el bosque a donde suelen ir a vacacionar como el lugar que más le inspira miedo, concretamente, la vegetación alrededor de la cabaña. Él le propone pasar unos días allí y trabajar su miedo. El capítulo terminará con la llegada a Edén y la visión por parte del hombre de una cierva que huye mientras está dando a luz. El segundo capítulo transcurre en la cabaña. Al llegar a Edén, ella echa a correr hasta la seguridad de la construcción. La naturaleza se muestra agrestre y hasta ominosa, como cuando el esposo se despierta y encuentra que su mano, que había sacado por la ventana, se encuentra llena de garrapatas. Durante las sesiones de terapia, ella comenta que cuando estaba con su hijo realizando su tesis sobre feminicidio en Edén, comenzó a tener miedo y a partir de ese momento dejó de escribir. Recordó que comenzó a escuchar el llanto de un niño pero cuando buscó desesperadamente a Nick se dio cuenta que el llanto no era de él. Por la noche escuchan las bellotas caer sobre el tejado y ella comenta que ese sonido le hizo reflexionar en su momento de que las bellotas estaban llorando, y que todas las cosas están 8 Una invasión arquetípica de la Gran Madre destinadas a morir. Cuando su esposo intenta racionalizar esto, la mujer le afirma, como al pasar, que la naturaleza es la iglesia de Satanás. Luego de esta conversación, a la mañana siguiente, ella se levanta feliz y segura de caminar en el bosque. Su esposo desconfía de esta mejoría tan súbita, y ella se enoja. El segundo animal hace su aparición, un zorro que se come a sí mismo, que mira al hombre y le dice “reina el caos”. El capítulo “desesperanza (ginocidio)” comienza con el ingreso al desván por parte del hombre, que descubre el trabajo a medio hacer de la tesis de su mujer. Las paredes están empapeladas con imágenes de torturas de la Santa Inquisición, mientras que su trabajo muestra una progresiva desintegración psíquica a nivel de la escritura. Al lado de éste, hay una ilustración que muestra la constelación de los tres mendigos, los tres animales con sus tres nombres. En la siguiente charla terapéutica, él intenta un diálogo con ella, personificando él a la naturaleza, pero a la naturaleza humana. Ella termina diciendo que ese era su tema de tesis, y que se dio cuenta de la maldad intrínseca de las mujeres, que su cuerpo no es controlado por ellas mismas, sino por esta naturaleza. Cuando están por mantener relaciones sexuales, ella le exige que le pegue, y que le duela. Cuando él se niega a hacerlo, ella sale enojada y al pie de un árbol comienza a tocarse. Luego vendrá él que cumplirá su deseo abofeteándola y mientras ella habla de las hermanas hechiceras de Ratisbona, observamos que el árbol se ha transformado en un conjunto de cuerpos humanos. A continuación observamos una pelea, en donde el marido insiste en que no va a continuar si ella no lo escucha, que esas mujeres no fueron asesinadas por perversas, que esa maldad de la que habla es una obsesión y que las obsesiones nunca se materializan en la realidad. Ella acepta que tiene razón, pero que a veces se olvida. El marido encuentra el informe forense de la muerte de su hijo, en donde lee que tenía una deformación en ambos pies, de origen desconocido. Busca las fotos que su mujer tomó en Edén cuando realizaba la tesis, y se percata de que Nick tiene puestos los zapatos al revés en todas. Aquí encontramos el primer indicio de una tortura real de parte de la madre del niño. Ella irrumpe desesperada, diciendo que él va a abandonarla, y comienzan a tener sexo, pero ella no le cree que la quiere, por lo que le da un golpe en el pene y lo desmaya. A pesar de ello, lo masturba hasta que eyacula sangre y, enajenada, desmonta la piedra de afilar y la encastra en uno de los pies de su pareja para evitar que huya. Agarra la llave inglesa con la cual lo hizo y la tira en los cimientos de la cabaña. Él, al despertarse y percatarse de lo que está ocurriendo empieza a huir al bosque y termina escondiéndose en la madriguera del zorro, mientras ella lo busca a los gritos de “¿dónde estás cabrón?, ¿cómo te atreves a abandonarme?”. Allí escondido, encontrará al último de los tres mendigos, el cuervo, que comenzará a graznar, delatándolo. Ella buscará una pala para intentar sacarlo infructuosamente. El último capítulo la encuentra a ella en el crepúsculo, volviendo en sí, y pidiéndole perdón a su marido por toda esta locura. Él le pide que le ayude a sacarse la piedra de la pierna, pero ella no encuentra la llave para hacerlo, no recuerda haberla tirado, así que lo ayuda a arrastrarse hasta la cabaña. Él intenta razonar con ella, le pregunta ¿querías matarme? Ahí nos enteramos que la desintegración psíquica continúa, porque responde con un delirio: “aún no, faltan los tres 9 Una invasión arquetípica de la Gran Madre mendigos (…) cuando los tres mendigos llegan, alguien debe morir”. Ella se acerca y solloza en su pecho, para luego levantar la cara y murmurar “una mujer que llora es una mujer que conspira”. A continuación comienza a masturbarse, y recuerda que cuando estaba por alcanzar el orgasmo, ella vio a Nick acercarse a la ventana, y no lo detuvo. Ante esta revelación, ella le pide a su esposo que la abrace, toma unas tijeras y se mutila el clítoris. El ciervo, que representa el dolor, se hace presente y se acuesta a su lado. El zorro y el cuervo también hacen su aparición, junto con la llave inglesa. El esposo intenta sacarse la piedra de afilar, ella lo ataca con la tijera, pero él la aparta y logra liberar su pierna. Aquí el director muestra una serie de primeros planos del cuerpo de él, de manera similar a como lo hizo para marcar el ataque de pánico de ella al principio de la película. Él, en pleno ataque de angustia, ahorca a su mujer. Luego riega todo con gasolina y le prende fuego. El epílogo, nuevamente en blanco y negro, lo mostrará a él yéndose del bosque, apoyado en el bastón. Come unas bayas y ve a los tres mendigos nuevamente, anunciando otra muerte. Una masa de mujeres de todas las épocas pero sin rostro se acerca y pasa de largo, rumbo a la cabaña. Todo esto, con el aria de Handel de fondo. II: El complejo materno La psique, para la psicología analítica, se compone de un conjunto de unidades funcionales relativamente autónomas, que son los complejos. Jacobi (1983) sostiene que “todo complejo consta, primordialmente, de un <elemento nuclear>, de un <portador de significado> que, escapado a la voluntad consciente, resulta inconsciente e incontrolable; y secundariamente, de una serie de asociaciones a aquel unidas, que proceden en parte de la disposición personal original y de las vivencias del individuo, determinadas por el medio ambiente” (Jacobi, 1983, 17). En la vida diaria, distintos complejos asociados a la conciencia se activan de acuerdo a las situaciones: el complejo materno en relación a la situación de crianza de nuestros hijos, el complejo de maestro cuando un docente da una clase, etcétera; esto nos permite ser adaptativos al entorno y corresponde a una expresión de salud psíquica. Cada individuo a lo largo de su vida asocia distintas palabras, emociones y recuerdos con cada complejo, por lo que si bien todos los complejos maternos comparten características comunes, también son altamente específicos e individuales. Etiológicamente, los complejos poseen una raíz arquetípica, una preforma de la cual descienden, y a lo largo del desarrollo evolutivo, van adquiriendo contenido, van asociando experiencias y emociones afines con ese núcleo. Ante una situación que por vía asociativa está relacionada al complejo, este se activa y comienza a absorber más energía psíquica, proceso denominado constelización. Un complejo afectivamente cargado es definido como “… la imagen emocional y vivaz de una situación psíquica detenida, imagen incompatible, además, con la actitud y la atmósfera conscientes habituales; está dotada de una fuerte cohesión interior, de una especie de totalidad propia y, en un grado relativamente elevado, de autonomía…” (Jung, 1969, 123). En su texto Arquetipo e inconsciente colectivo Jung describe el arquetipo de la Madre y cómo este se plasma en el complejo materno de la mujer. Describe cuatro posibles manifestaciones del complejo: la hipertrofia de lo materno, la solamente hija, el eros exaltado o el complejo materno negativo. Aclara que estas cuatro descripciones no agotan el fenómeno, pero representan tipos 10 Una invasión arquetípica de la Gran Madre ideales en base a los cuales se pueden reflexionar los casos clínicos (Jung, 2011). Nos ocuparemos de la hipertrofia de lo materno, por creerlo más pertinente para detallar la situación psíquica del personaje de Anticristo. La constelización de este complejo puede manifestarse como una hipertrofia del instinto maternal. En él, el hombre sólo constituye un instrumento para la procreación y un objeto de cuidados, al igual que los muebles, los niños, las mascotas y las plantas. El autor acota que muchas veces la propia personalidad femenina es un accesorio, que permanece en segundo plano e inconsciente en comparación a su deber de madre. Sus hijos son su razón de ser, pero esta abnegación en realidad oculta una asfixia: “cuanto más inconsciente de su propia personalidad es una madre de ese tipo, tanto mayor y tanto más violenta es su voluntad inconsciente de poder” (Jung, 2011, 98), llegando al punto de la aniquilación de la personalidad del hijo. En este sentido, si bien Jung aclara que un complejo materno activado no necesariamente es sólo patológico, parecería que en el caso de la mujer de Anticristo, la activación no va hacia la madre nutricia precisamente, sino a la madre asfixiante y devoradora. Resulta interesante recordar algunas escenas de la película. Cuando se encuentran en Edén, la protagonista murmura que su hijo se había distanciado de ella en la temporada que habían pasado allí mientras ella hacía su tesis; que él debería haberse acercado más a ella. Esta acusación sorprende por la corta edad del niño, que no superaba los dos o tres años. Nos resuena que la misma acusación fue realizada al inicio de la película, cuando le recrimina a su esposo que no la acompañó a Edén, incluso cuando ella le había pedido que no fuera. Sánchez (2010) en un análisis que realiza desde una perspectiva lacaniana a esta misma película, sostiene que resulta interesante que cuando la protagonista comienza a sentir la independencia de su hijo, comienza a colocarle los zapatos al revés, para evitar que pudiese caminar, y así, alejarse más de ella. El llanto que escucha y cree en un primer momento que es de Nick, su hijo, continúa Sánchez, estaría unido también a esto: es una necesidad psíquica de sentir que su niño la necesita, necesidad que la lleva incluso a la alucinación. Su tesis sobre feminicidio la acerca a una concepción misógina, propia del Medioevo, que probablemente activó reflexiones en torno a la maldad femenina, a la mujer que asfixia, que mata, que es manipuladora. Al mismo tiempo, su hijo comienza a dar muestras de independencia, situación que ella, por su constelación psíquica ligada a una hipertrofia de lo materno, no puede tolerar. El complejo comienza a acelerarse, y la madre abnegada, de repente, no quiere que el hijo crezca, y por ello, le deforma los pies, para atarlo y continuar su dependencia. De la misma manera, cuando su esposo descubre la tortura que ella realiza al niño, ella teme que la abandone, por lo cual lo desmaya y luego le inserta la piedra de afilar en la pierna, para evitar que huya. Siguiendo esta línea argumentativa, ¿por qué permite entonces la muerte de Nick? Jung describe otra manera en que el complejo materno puede manifestarse: el complejo materno negativo, en donde el sujeto reniega de todo lo referente a la maternidad. Esta manera de manifestarse consiste en “la persistente defensa contra el poder materno en todas sus formas y es esa defensa lo que constituye siempre el más alto fin de su vida” (Jung, 2011, 102). Podríamos conjeturar que se activan estos contenidos en la primera estadía en Edén, donde ella se confronta con el estudio de la maldad femenina, acelerándose en su interior, un complejo que quiere la posesión total de su hijo. Decide abandonar su proyecto de tesis, supuestamente por encontrarlo 11 Una invasión arquetípica de la Gran Madre simplista, aunque parecería ser que la verdadera causa está relacionada con el llanto que alucina, con la necesidad abrumadora de que Nick necesite de ella y no la abandone, y al mismo tiempo la certeza cada vez más arraigada de que la naturaleza de la mujer es malvada y que aquello que quiere hacerle a su hijo es culpa de esa maldad. De esta manera, su tesis le recuerda su propio conflicto, que prefiere ignorar, y por ello la abandona. El complejo se desacelerará3, pero volverá en forma de renegación de la maternidad. Cuando ocurre la oportunidad de que su hijo está por caer, ella prefiere fingir que no ve. Lo prefiere muerto, vuelto al interior de la tierra, antes que independiente. Recuerda al dicho de ciertas amantes posesivas: “si no puede ser mío, de nadie será”. III: Del complejo al arquetipo A nivel dinámico, la psique puede conceptualizarse como un continuo fluir de energía entre complejos, entre las diferentes instancias. Cuando un complejo es activado, comienza un proceso de aceleramiento del complejo, que progresivamente va captando más asociaciones y va teniendo más energía disponible para actuar y así sucesivamente, casi como una personalidad autónoma, con la que el yo no se identifica. Si esta aceleración es pronunciada, puede incluso que el yo sea invadido por un contenido propio del inconsciente colectivo, por una imagen arquetípica. Si el complejo yoico no es lo suficientemente flexible para poder integrarlo, sobrevendrá una disociación fuerte, o incluso una psicosis. Cuando un complejo es luego desacelerado, el yo no se siente parte de las reacciones o pensamientos que tuvo durante el proceso de constelización. Sin embargo, hay una diferencia de grado entre este proceso y una invasión arquetípica, en donde ya hay una enajenación y desintegración psíquica mayor. ¿Cómo ocurrió el proceso de constelización de nuestra protagonista? La primera fase de la constelización ya la hemos descripto más arriba. Posteriormente a la muerte del niño, aparece el duelo y los pensamientos recurrentes de culpa, una fase más melancólica. A lo largo de todo el proceso, su marido no quiere en principio tener relaciones sexuales con ella, puesto que es una regla del análisis que no debe ser quebrantada. Más allá del error que comprende tomar como paciente a su pareja y abandonar su lugar de sostén como marido para pasar a ser su terapeuta, esta reticencia de él genera que el sexo se vea como algo pecaminoso, algo que está mal que ella desee. Esta percepción colabora en la constelización del complejo, puesto que la hace sentir dominada por esta naturaleza malvada femenina; esto culminará tiñendo las relaciones sexuales con una demanda de masoquismo en las etapas finales de la aceleración. La desaceleración de un complejo es el proceso inverso a la aceleración. Es la reducción de las asociaciones actuales que posee el núcleo con el medio ambiente, y por ende de la carga libidinal atraída. Por lo general, se asocia con un aumento de la energía libidinal en el complejo yoico y una vuelta a la personalidad “cotidiana”. 3 12 Una invasión arquetípica de la Gran Madre También, como contraparte a un proceso terapéutico y al trabajo que se hace con el complejo en sesión, el paciente necesita “pisar tierra” en su cotidianidad para así desacelerarlo. Sin embargo, en Edén, en esa cabaña, el vínculo analítico no se rompe nunca; nunca se los ve hacer otra cosa que hablar del tema, tener relaciones sexuales (como lo prohibido de la misma terapia) o dormir. No se los ve haciendo excursiones por el bosque, o comiendo, o hablando de otras cosas. Acá no existe eso, por ende el complejo no puede desacelerarse, todo es un estímulo para que siga invadiendo la conciencia. ¿Cuál es el caso en Anticristo? La presencia de delirios y momentos de disociación nos hacen creer que su proceso de aceleramiento terminó en una invasión arquetípica. Ella habla de la Iglesia de Satán, de que la tierra arde, de que sólo cuando aparezcan los tres mendigos alguien debe morir. Al mismo tiempo, no recuerda haber permitido que su hijo se tire por la ventana, o que escondió la llave inglesa en los cimientos de la cabaña. Hay una fragmentación psíquica que llega al límite cuando transcurren los días en Edén. La invasión (o posesión, como homologaba Jung) implica la intrusión en la conciencia de material propio del colectivo, de otras épocas y con otras cualidades, más cercanas al proceso primario. A continuación describiremos la dinámica propia del arquetipo de la Madre y cuáles han sido las aristas que ha experimentado la protagonista de Anticristo. IV: La Madre Terrible Los arquetipos podrían ser definidos como “virtualidades creativas, los dinamismos estructurantes del psiquismo humano, cuyo conjunto forma lo que Jung denominó el inconsciente colectivo (…) Estas estructuras se manifiestan en las imágenes arquetípicas (o imágenes primordiales). Son los símbolos comunes a toda la humanidad que están en la base de las religiones, de los mitos y de los cuentos de hadas. Aparecen en los sueños y en los fantasmas, y son el fundamento de la mayoría de las actitudes humanas frente a la vida” (Von Franz, 1993, 7). A la manera de un molde o matriz –arquetipo etimológicamente proviene de esta palabra-, son los patrones organizativos en donde se nuclean y asocian las experiencias humanas. Los complejos, como mencionamos anteriormente, están relacionados con los arquetipos; son, de alguna manera, su plasmación en la psique individual. En este caso, el complejo materno que hemos analizado supra desciende, o tiene su raíz, en el arquetipo de la Gran Madre. Erich Neumann (2009) propone una genealogía de los arquetipos. Propone que en los comienzos debe haber existido un arquetipo originario, al que nombra como Uroboros. El mismo contiene un sinnúmero de cualidades y atributos positivos y negativos, opuestos. “Es un símbolo del estado psíquico inicial y la situación original en la que la consciencia y el yo humanos son todavía débiles y rudimientarios” (Neumann, 2009, 34), es también el símbolo de la totalidad de la psique. De aquí se desprenderán dos arquetipos centrales en la vida de todo sujeto: el Gran Masculino y el Gran Femenino. El Gran Femenino contiene todos los rasgos caracterizados como femeninos pero de manera desordenada. De éste arquetipo se desprenderán otros tres, que son los que nos competen: La Gran Madre, como figura mediadora y sintetizadora de dos opuestos, la Madre Bondadosa y la Madre Terrible. Reproducimos a manera de síntesis el esquema que 13 Una invasión arquetípica de la Gran Madre resume todo el análisis que hace Neumann de estas tres manifestaciones arquetípicas (ver figura 1). El arquetipo puede ser analizado en función de dos ejes, que son dos cualidades que posee el Gran Femenino. Un carácter contenedor, que es representado por el eje maternal (M) y un carácter transformador, representado por el eje transformador (A), el cual está relacionado más con la figura del ánima. Estos ejes tienen polos más positivos (carácter transformador positivo y Madre Bondadosa) y polos negativos (carácter transformador negativo y Madre Terrible). Estos ejes entran en contacto con tres círculos que van marcando de alguna manera la evolución de la conciencia. El primer círculo marca la predominancia del carácter elemental, de la participación mystique, en donde la conciencia y el yo son débiles; el círculo del carácter transformador, en donde ya hay un yo más estructurado que puede soportar los embates del inconsciente; y el último circulo vendría a plasmar cómo se relacionan los ejes maternal y transformador en la transformación espiritual. En todas estas intersecciones el autor coloca palabras claves en relación a las cualidades predominantes. Figura 1. El Arquetipo de la Gran Madre. (Extraído de Neumann, 2009). ¿En qué parte del esquema podríamos colocar la invasión psíquica de nuestra Eva? Siguiendo la historia, sabemos que su tesis se basaba en fuentes medievales sobre la Inquisición. Me gustaría reproducir aquí algunas citas de textos cristianos relevantes para darnos una idea de cuál era la imagen del Gran Femenino que podría haber estado presente en esas lecturas: 14 Una invasión arquetípica de la Gran Madre “Pues San Bernardo dice: sus caras son como viento abrasador, y sus voces silbidos de serpiente, pero también aplican encantamientos nefastos a incontables hombres y animales. Y cuando se dice que su corazón es una red, se está hablando de la malicia insondable que impera en sus corazones.” (Bosch, Ferrer y Gili, 1999, 20). Tertuliano dice en De Culta Feminarum: "¿Y no sabes tú que eres una Eva? La sentencia de Dios sobre este sexo tuyo vive en esta era: la culpa debe necesariamente vivir también. Tú eres la puerta del demonio; eres la que quebró el sello de aquel árbol prohibido; eres la primera desertora de la ley divina; eres la que convenció a aquél a quien el diablo no fue suficientemente valiente para atacar. Así de fácil destruiste la imagen de Dios, el hombre. A causa de tu deserción, incluso el Hijo de Dios tuvo que morir." (McGyver González, 2010, 60). San Agustín de Hipona: “Es Eva, la tentadora, de quien debemos cuidarnos en toda mujer... No alcanzo a ver qué utilidad puede servir la mujer para el hombre, si se excluye la función de concebir niños (…) Las mujeres no deben ser iluminadas ni educadas en forma alguna. De hecho, deberían ser segregadas, ya que son causa de insidiosas e involuntarias erecciones en los santos varones.” (McGyver González, 2010, 60). Dado que estas citas son escritas por hombres, las cualidades mencionadas pueden relacionarse mejor con el eje transformador de nuestro esquema, puesto que son las representaciones de lo femenino que hace el varón, más cercanas a la figura de ánima que a la de madre. La relacionan con los encantamientos, con la lascivia, con la tentación, con el pecado y el demonio. Todas estas cualidades podríamos colocarlas a lo largo del eje transformador negativo, representado por figuras como la joven bruja o Lilith. Sin embargo, nuestra protagonista parece haber interpretado estas lecturas en función a su propia psique, a su complejo materno que venía en aceleración. De esta manera, la invasión arquetípica que padece sería por la Madre Terrible, aquella que devora, captura y mata a sus propios hijos. “El Gran Femenino, como divinidad terrible de la tierra y la muerte, es en su violencia devoradora la tierra en la que se corrompen los organismos vivos” (Neumann, 2009, 166). Curiosamente similar a esta cita es un dicho de nuestro personaje: “Las bellotas golpeaban el techo. Seguían cayendo y cayendo. Y muriendo y muriendo. Y entendí que todo lo que solía ser hermoso sobre Edén, tal vez era repugnante. Ahora puedo oír lo que no había oído antes. El grito de todas las cosas que van a morir (…) la naturaleza es la iglesia de Satanás” (Von Trier, 2009). Anteriormente habíamos mencionado que el complejo materno de nuestra protagonista estaba teñido por una maternidad abrumadora y por una dificultad de ver positivamente la independencia de su hijo. Como madre, ella es la dadora de vida, pero en la faceta de Madre Terrible, también es la dadora de muerte, aquella que conduce el reino de los muertos, el seno al cual regresan todas las criaturas. “(…) si es invadida de cólera (…) pueden cerrar el seno de todo lo viviente y hacer que la vida se detenga” (Neumann, 2009, 174). 15 Una invasión arquetípica de la Gran Madre El Arquetipo engloba todas las manifestaciones de todas las culturas en relación a la Gran Madre, pero cada invasión psíquica se halla teñida de elementos culturales particulares. En este caso, y retomando las citas de más arriba, su certeza de la maldad femenina está teñida de elementos cristianos, de la maldad del cuerpo y el pecado: “Descubrí más cosas de las que esperaba en mi material, que la naturaleza humana es malvada… también la de las mujeres… las mujeres no controlan su cuerpo, lo hace la naturaleza” (Von Trier, 2009). Podríamos afirmar que los delirios y las manifestaciones conductuales de ella se relacionan con una perspectiva de la Madre Terrible (o sea, del eje elemental) en el círculo del carácter transformador, donde las palabras claves son “menguar” y “devorar”. En un comienzo, esta madre que contenía y protegía a su hijo (nos hallaríamos en el centro del esquema) empezó a no desear la independencia de su hijo, a intentar “retenerlo” y “capturarlo”, por ejemplo, a través de deformarle los pies y por ende evitar que se alejase demasiado. A medida que avanza la película podemos observar cómo la protagonista va deslizándose cada vez más hacia el polo negativo de ese eje, ya no sólo captura, sino que devora y que mata a ese hijo suyo, convencida de que su maldad es intrínseca. También podemos conjeturar que esta invasión está teñida por atributos del ánima, puesto que la relación de pareja/terapeuta impregna toda la aceleración del complejo. Por ejemplo, cuando ella solloza, y luego aclara “una mujer que llora es una mujer que conspira”, en consonancia con la visión de la mujer como perdición para el hombre, como pérfida y lasciva. De hecho, resulta interesante que la visión de los tres mendigos la tiene siempre el hombre. En este sentido, él termina entrando también en la locura, en su propia constelización, que va a concluir en un ataque de pánico en el que la estrangula. La ablación del clítoris que ella se realiza casi al final de la película sería el punto cúlmine, en donde se arranca el “origen del mal”, según una perspectiva centrada en el ánima. Se extirpa aquel centro de maldad femenina que hizo olvidar su labor de madre. Sin él, está protegida de la tentación, ya puede ser “solamente madre”, acorde a su hipertrofia del complejo maternal. V: Mito de Psique En su libro Psique y Eros de 1971, Erich Neumann realiza un análisis de este mito, inserto en el Asno de Oro de Apuleyo (2012). Sostiene que es la elaboración mítica del proceso de individuación femenino, que es la descripción del tránsito de la dependencia infantil e indiferenciada hacia el desarrollo de la conciencia. El relato puede resumirse de la siguiente manera: la heroína es comparada con la diosa Afrodita por lo que causa la ira de esta diosa. Esta le ordena a su hijo Eros que la haga desdichada, pero él se enamora de la muchacha y se casa con ella. Este es un período de ensueño, porque Psique vive en una mansión fantástica, donde todo se hace por arte de magia. Sólo hay una restricción: no puede ver el rostro de su marido. Sus hermanas le empujarán a verle, motivo por el cual Eros desaparecerá de su vida y Psique comenzará una aventura llena de peripecias para volver a encontrarle. Llegará hasta Afrodita y ella le someterá a cuatro pruebas, tras las cuales podrá ver a su amado y terminará casándose con él en el Olimpo. 16 Una invasión arquetípica de la Gran Madre Según Coó y Martínez (2007), este mito reproduce el esquema tradicional del Camino del Héroe: “la heroína debe dejar el hogar y romper la endogamia; después de ello llegará a un lugar de latencia, que evoca un clima idílico, de ensueño, este período será interrumpido por alguna catástrofe, tras la cual sobrevendrá un período de tribulación en el cual es castigada o puesta a prueba, lo que implica someterse a la iniciación con un compromiso profundo; tendrá que probar las fuerzas y flaquezas de su ego individual, luchando tanto contra fuerzas cósmicas (en el caso de Psique, representadas en Afrodita), como contra fuerzas sombrías propias, inconscientes, afrontando incluso la muerte como prueba, para que se produzca un cambio en su vida, y trascienda así su anterior nivel de conciencia” (Coó & Martínez, 2007, 88). Las cuatro tareas podrían entenderse psicológicamente de la siguiente manera: en un primer momento deberá separar diferentes semillas mezcladas, esto es, relacionarse con la cualidad masculina del análisis y el orden; la segunda tarea será conseguir lana de oro de unos carneros salvajes, esto es, ponerse en contacto con el principio masculino agresivo; la tercera será relacionarse con el principio masculino espiritual inconsciente y contenerlo, al tener que obtener un líquido que existe en lo alto de una montaña; la última prueba consistirá en el descenso al Inframundo para pedirle que llene un cofre a Perséfone, con belleza y juventud para Afrodita. Se trata del encuentro con el Gran Femenino, el descenso al inconsciente y el resistirse a cuidar a otros, “una lucha contra la naturaleza femenina, mostrada esta en la inclinación básica hacia la piedad, piedad que a veces conlleva el peligro de establecer - con aquellos a quienes se ayuda- un vínculo indisoluble que mantiene a todos en ‘el mundo de los muertos’” (Coó & Martínez, 2007, 94). La torre que impide que Psique se suicide cuando Afrodita le da la tarea final, le advierte: “encontrarás un asno cojo, cargado de leña, guiado por un conductor cojo también. Este te pedirá que recojas algunas ramas que le han caído de la carga; sin responderle una sola palabra continúa tu camino (…) al surcar las encrespadas olas, un viejo, que nada muerto en la corriente, levantará a ti sus manos putrefactas, rogándote que le subas a la barca. Pero no sientas compasión por él; está prohibido (…) encontrarás a unas viejas hilanderas que te rogarán que les ayudes a tejer un poco de tela. Es preciso que no te aventures a hacerlo” (Apuleyo, 2012 ,97-98). Es la recomendación de dejar de cuidar de otros (relacionado con el carácter elemental de lo femenino y su función contenedora) y proceder a la propia transformación, a desarrollarse como individuo íntegro. Podemos conjeturar que la protagonista de Anticristo hace su propio descenso al Inframundo, pero no puede abandonar su papel contenedor, no puede renunciar a ser madre y cuidar de los otros. Como ya analizamos supra, este personaje tiene un complejo materno hipertrófico, lo que le impide ver positivamente el comienzo de la separación/individuación de su hijo, al mismo tiempo que realiza una tesis sobre la misoginia. En el momento en que se adentra en el estudio intelectual de la sombra colectiva medieval, comienza a vivenciar su propia sombra individual, que es capaz de torturar a su hijo con tal de que no se separe de ella. Volviendo al mito, sería como si Psique ayudara a todos los personajes con los cuales se encuentra en su camino al Averno. Ayudarles implica que ya no podrá abandonar el reino de Hades. En términos míticos, significa sucumbir a una invasión arquetípica, la desintegración yoica y el desencadenamiento de una psicosis. ¿Cuál fue la causa de que la protagonista de la película sucumbiera en esta prueba y no saliera victoriosa como Psique en el mito? Los mitos presentan descripciones esquemáticas de los 17 Una invasión arquetípica de la Gran Madre procesos psíquicos colectivos, es por ello que podemos usarlos de guías para el análisis del devenir de los seres humanos. La detención y el extravío en el proceso de individuación que implica el aprisionamiento en el Inframundo, está dada por el fracaso en alguno de los momentos anteriores del mito. Podemos conjeturar que se trata de la primera tarea dada por Afrodita: separar y clasificar semillas de trigo, cebada, avena, garbanzos, lentejas y habas en una sola noche. Esta prueba es realizada en el mito gracias a la ayuda de las hormigas, que Coó y Martínez (2007) relacionan con la capacidad de análisis masculina, esto es, una función propia del ánimus. Su situación en Edén le exigía conciliar su tesis con sus conflictos en relación a su hijo. Ello le exigía poder diferenciar, separar, la ’maldad’ atribuida por los hombres a las mujeres, de la ’maldad’ intrínseca femenina, de su propias dificultades como madre. El principio analizador del ánimus tenía que marcar estas fronteras, para permitir un proceso de integración de ese complejo materno que se hallaba constelizado. Al no estar en contacto con esta función del ánimus, al no poder utilizar esta capacidad de discriminación interna, se mezclaron las semillas y se confundió la sombra colectiva con la sombra individual. El complejo se aceleró cada vez más, permitiendo la invasión arquetípica. Es interesante destacar que el mito que probablemente estuviera trabajando en su tesis, el mito de Adán y Eva y ésta como la pecadora, también es un relato sobre el poder de la discriminación. En esta narración bíblica, comer el fruto del árbol del bien y el mal implica ganar la capacidad de discriminación, pero perder la participation mystique, la “indiferenciación paradisíaca primordial” (Coó & Martínez, 2007, 96). De esta manera, la protagonista quizá en vez de ver el mito como una metáfora, como la posibilidad de ver la pérdida de la participación mystique en pos del desarrollo consciente, aceptó esa culpa, y renegó de la capacidad de discriminación que alejó a los hombres del paraíso. Conclusiones El análisis propuesto resulta escueto para la película. Hubiese sido interesante analizar el proceso de constelización del personaje masculino que termina derivando en el asesinato de su mujer, o trabajar la relación terapeuta-paciente que se confunde con la relación de pareja y cómo este error técnico pudo contribuir al agravamiento del cuadro. Hubiese sido interesante también realizar una mirada simbólica. Observar la utilización del zorro, la cierva y el cuervo (el cual, en sus dos apariciones, emerge del suelo, del Inframundo), del comportamiento de la naturaleza en Edén, de la banda sonora elegida, o de los fenómenos sobrenaturales. También una lectura desde la perspectiva de género hubiese traído riquezas al análisis del caso, trabajando el discurso misógino y sus consecuencias en la psique femenina. Son muchas las líneas que se abren para la discusión de esta película. Por ello, decidimos centrarnos en un solo personaje, el femenino, y realizar la reconstrucción clínica del caso: Una mujer de mediana edad que realiza su tesis de licenciatura mientras su hijo alcanza la edad en que comienza a caminar e independizarse. Esta situación activará su complejo materno hipertrófico que deseará detener el proceso evolutivo. Esta encrucijada es similar al descenso al Inframundo que realiza Psique, con la salvedad de que la protagonista de Anticristo no posee las cualidades de 18 Una invasión arquetípica de la Gran Madre discriminación del ánimus a su favor. Esto impide que pueda separar lo que está estudiando de sus propios procesos psíquicos y el complejo materno se acelera aún más, llegando al punto incluso de la alucinación de un llanto y de las torturas físicas que le realiza a Nick. Esta aceleración parecerá remitir cuando vuelven con su hijo al hogar, pero queda de manifiesto nuevamente cuando ella simula no ver que Nick está por caerse por la ventana. Ella alberga sentimientos ambivalentes en torno a su niño y prefirió que éste muriere antes de que la abandonase. Posteriormente vendrá la culpa y el duelo, el complejo está tan disociado del yo que éste no recordará la negligencia. Su marido decidirá sacarla de internación, terminar la medicación y ser su terapeuta. Los déficit de elaboración se manifestarán en crisis de ansiedad y ataques de pánico que él querrá resolver llevándola al lugar que más le inspira temor, Edén, el lugar en donde el conflicto comenzó. El proceso de aceleración del complejo continuará, dado que constituirán una sesión terapéutica ininterrumpida, en donde las relaciones sexuales no deberían ser parte del encuadre, pero aun así se realizan, generando más culpa por la maldad femenina y contribuyendo a la constelización. El lugar, la relación terapéutica, todo contribuirá hasta que el complejo yoico sucumba y la invasión arquetípica ocurra. El arquetipo de la Madre Terrible, aquella que tanto da como quita la vida, aquella que posee el poder de generar granizo con sus gritos, aquella que conspira. El nivel de violencia y de delirio aumentará –“la naturaleza es la Iglesia de Satanás”-, intentará impedir el abandono de su esposo poniéndole una piedra de afilar en una pierna. Probablemente, la invasión hubiese llevado a la consumación final, esto es, el asesinato de su esposo, si no hubiese sido asesinada ella primero. Como mencionamos anteriormente, los mitos y relatos constituyen una vía de investigación del inconsciente colectivo. Son esquemas, descripciones de procesos psíquicos universales que ocurren desde tiempos inmemoriales. Algunos autores sostienen que vivimos en la era de “la muerte del mito”, puesto que no tenemos un único mito fundacional, como sí tenían las culturas antiguas o la occidental en tiempos del Medievo. Esto remitiría en una pérdida simbólica irremplazable, puesto que no contamos con directrices claras en relación a nuestro proceso de individuación. Sin embargo, Anticristo genera una numinosidad -u ominosidad en términos freudianosmuy clara. Activa emociones fuertes en sus espectadores, los fascina y horroriza, los mueve a la reflexión. El presente análisis ha demostrado lo rica que es como relato, como plasmación de una etapa del proceso de individuación, lo atravesada que está por lo arquetípico. Plasmación que, por estar teñida con elementos modernos, quizás nos sea más fácil de digerir y analizar. Analizar, porque, como dice Marie Louise Von Franz, “la interpretación psicológica es la forma moderna de contar historias, ya que seguimos necesitándolas igual que antes y seguimos aspirando a la renovación que comporta la comprensión de las imágenes arquetípicas” (Von Franz, 1993, 58). Los mitos no han muerto; sólo han cobrado una nueva forma. 19 Una invasión arquetípica de la Gran Madre Bibliografía Apuleyo (2012). El asno de oro. Versión digital de la traducción de De la Vega, J. y Valencia Madrid, M. (1909) El asno de oro. Bosch, E., Ferrer, V. y Gili, M. (1999). Historia de la misoginia. Barcelona: Antrophos Editorial. Versión electrónica disponible en http://books.google.com.ar/books?id=cWiGmqTZMegC&printsec=frontcover&source=gbs_g e_summary_r&cad=0#v=onepage&q&f=false Coo, S. y Martínez, M. C. (2007). Las tareas de psique en los cuentos infantiles. En Universidad Adolfo Ibáñez (2007), Aportes en psicología analítica: Analítica Junguiana, 1, 85-103. McGyver González, (2010). Analizando a los locos ateos. S/D. Versión electrónica disponible en http://books.google.com.ar/books?id=LiW0nSC6Ha4C&printsec=frontcover#v=onepage&q& f=false Neumann , E. (2009). La Gran Madre. Ed. Trotta: Madrid. Jung, C.G. (1969). Los complejos y el inconsciente. Altaya Psikolibro: Madrid. Jung, C.G. (2011). Arquetipos e inconsciente colectivo. Paidós: Buenos Aires. Sanchez, J. (2010). Antichrist, un estudio psicopatológico, publicación electrónica en http://www.dos-teorias.net/2010/10/antichrist-un-estudio-psicopatologico.html, extraído el 5 de septiembre de 2013. Von Franz, M. L. (1993). Érase una vez. Ed. Luciérnaga: Barcelona. Von Trier, L. (Director). (2009). Anticristo [película]. Dinamarca: Zentropa Entertainments. 20 Revista Encuentros. N.5 2014. Págs. 21 – 32 La Reina de la Floresta: La Virgen de la Concepción como Mensajera del Sí Mismo en la Doctrina del Santo Daime Matías Méndez López1 Resumen La iglesia del Santo Daime es un movimiento religioso sincrético surgido a comienzos del siglo XX en el corazón de la selva amazónica brasileña. La doctrina daimista incorpora e integra elementos provenientes de distintas tradiciones y matrices culturales, como son la fe cristiana, el espiritismo kardecista, la umbanda afro-brasileña y la medicina tradicional de los pueblos nativos del Amazonas, destacando el uso sacramental que los miembros de la iglesia hacen de la bebida psicoactiva conocida comúnmente como “ayahuasca” o “yajé”. El mito de origen de la iglesia relata las primeras experiencias visionarias de su fundador, Raimundo Irineu Serra, durante las cuales tuvo la visión de una entidad espiritual femenina que identificó como la “Reina de la Floresta” o la “Virgen de la Concepción”. En este ensayo se aborda el papel que cumple la imagen de la Virgen de la Concepción en la iglesia del Santo Daime, tomando como clave de lectura la teoría analítica de Carl Gustav Jung. Se propone que la imagen de la Virgen puede ser interpretada como una representación simbólica del arquetipo del Ánima/Ánimus, señalando su papel en el proceso de individuación de los miembros de la iglesia. Palabras clave: Religión, Ánima/Ánimus, Individuación Psicólogo clínico. Docente Escuela de Psicología, Universidad Diego Portales (Chile). Magíster (c) en Psicología Clínica de Adultos, Universidad de Chile. Contacto: [email protected] 1 21 La Reina de la Floresta Introducción La iglesia del Santo Daime es un movimiento religioso fundado a comienzos del siglo XX en el corazón de la selva amazónica de Brasil, en cuyos rituales se consume una bebida psicoactiva de origen botánico conocida comúnmente como “ayahuasca” o “yajé”. Si bien este brebaje ha sido utilizado desde tiempos muy remotos por diversos grupos indígenas en el marco de sus ceremonias chamánicas (Luna, 2011; Schultes y Hofmann, 2000), así como por curanderos mestizos en diferentes regiones urbanas y rurales de Perú, Colombia y Ecuador (Luna, 1986, 2011; Vélez y Pérez, 2004), la formalización de cultos religiosos basados en la ingesta ritual de ayahuasca es un fenómeno contemporáneo que se da exclusivamente en Brasil (Labate, MacRae y Goulart, 2010). El desarrollo de esta y otras “Religiones de Ayahuasca” ha suscitado bastante controversia debido a la utilización de la bebida en sus rituales. Dicha controversia no se limita solamente al contexto brasileño, pues a medida que el culto se ha expandido hacia otros países dentro y fuera del continente sudamericano ha tenido que enfrentarse a numerosos juicios en el marco de las políticas de drogas de cada nación (Labate y Jungaberle, 2011). A pesar de la polémica, la doctrina del Santo Daime constituye un caso particularmente interesante cuando se intenta dar cuenta de la variedad de la experiencia religiosa en el ser humano, pues se trata de un culto que incorpora elementos provenientes de diferentes tradiciones y matrices culturales, como son la fe cristiana, el espiritismo kardecista, la umbanda afro-brasileña y la medicina tradicional de los pueblos nativos del Amazonas (Dawson, 2013; Labate, 2005; MacRae, 1992, 2000). Estos elementos son integrados en un corpus doctrinario que pese a su sincretismo y complejidad, resulta altamente coherente, dando forma a un sistema simbólico particularmente rico y diverso. El culto daimista surge formalmente en 1930 de la mano de un hombre de ascendencia africana llamado Raimundo Irineu Serra. Con sólo 13 años de edad, Irineu Serra decide abandonar su tierra natal para adentrarse en la floresta brasileña durante el “boom” dela extracción del caucho de comienzos de 1900. Luego de una larga temporada trabajando como seringueiro en las plantaciones de caucho, se unió a la Guardia Territorial de Brasil, lo cual le permitió recorrer diferentes localidades de la región fronteriza con Perú y Bolivia y conocer así las costumbres de los habitantes indígenas y mestizos (caboclos) que poblaban aquellas zonas de la selva amazónica (MacRae, 2000; Murilo, 2012) De acuerdo a la doctrina daimista, Irineu Serra fue iniciado en el uso ritual de la ayahuasca por un curandero peruano llamado D. Pizango, quien afirmaba ser depositario del conocimiento ancestral de los antiguos Incas (Dawson, 2013; MacRae, 2000). Entre los habitantes no-indígenas de la región, los rituales de ayahuasca eran considerados prácticas diabólicas, pues éstos incluían la invocación de entidades espirituales nativas. Sin embargo, la primera vez que Irineu Serra tomó la bebida, “al contrario de los diablos que esperaba, vio únicamente cruces, lo que le causó mucha extrañeza y lo llevó a dudar de que se tratase realmente de algo diabólico” (MacRae, 2000, p. 16). 22 La Reina de la Floresta En una toma posterior, Irineu Serra tuvo la visión de una hermosa mujer con un águila sobre su cabeza a punto de emprender el vuelo. Esta mujer reposaba apaciblemente, sentada sobre una butaca en el centro de la luna. Al percatarse de esta presencia femenina y tras sostener un breve pero conmovedor diálogo con ella, Irineu Serra finalmente la identificó como la “Reina de la Floresta” o la “Virgen de la Concepción” (Dawson, 2013; MacRae, 2000). De acuerdo a la doctrina daimista, este primer encuentro y otros que le siguieron marcarían el hito fundacional de la nueva iglesia. Según se cree, habría sido la Virgen de la Concepción quien encargó a Irineu Serra crear la iglesia del Santo Daime. Asimismo, se dice que habría sido ella quien transmitió a Irineu Serra los himnos que se cantan durante sus fiestas y rituales. Con el pasar del tiempo y tras instalarse en la localidad de Río Branco en el Estado de Acre, Brasil, Irineu Serra congregó a un grupo creciente de seguidores, quienes reconocieron a la Virgen María como su Patrona. Hoy la iglesia cuenta con miembros en Brasil y otros países de América y Europa producto de la expansión del culto daimista más allá de los límites de la Amazonía (Labatey Jungaberle, 2011). En los mitos de origen de numerosas religiones occidentales y orientales abundan las referencias a experiencias extáticas durante las cuales Dios o alguna entidad espiritual conmina a un hombre a fundar una iglesia. Asimismo, la aparición de entidades espirituales femeninas es un tema común en diversos relatos sobre la iniciación de sanadores, profetas y chamanes en todo el mundo. Según explica Von Franz (1984), “algunos de estos incluso llevan ropas de mujer o llevan pintados en su vestimenta pechos femeninos con el fin de manifestar su lado interno femenino, el lado que les capacita para ponerse en relación con la ‘tierra de los fantasmas’” (p. 180). En el caso de Irineu Serra, y de acuerdo a la creencia de los miembros del Santo Daime, quien lo visitó fue la Reina de la Floresta o la Virgen de la Concepción. Analizando los relatos que se hacen sobre las experiencias visionarias de Raimundo Irineu Serra y atendiendo a la presencia de la imagen de la Virgen de la Concepción en las visiones del fundador de la iglesia del Santo Daime, es posible ver en qué medida en la figura de la Virgen se condensan diversos elementos que son parte no sólo de la tradición cristiana, sino también del curanderismo amazónico, dos marcos religiosos/espirituales que si bien provienen de contextos culturales claramente diferentes, comparten una aparente “lógica” que las aúna. Consideramos, en este sentido, que el caso de la presencia de la imagen de la Virgen en la iglesia del Santo Daime representa una constatación concreta de las intuiciones de Carl Gustav Jung acerca de la existencia de un inconsciente colectivo que trasciende la psique individual y que vincula a los seres humanos más allá de sus biografías individuales y sus contextos socioculturales e históricos. En este contexto, en este ensayo abordaremos el papel que cumple la imagen de la Virgen de la Concepción en la iglesia del Santo Daime, tomando como clave de lectura la teoría analítica de Carl Gustav Jung. Para efectos de nuestro estudio, nos centraremos principalmente en el concepto de Ánima propuesto por el autor, afirmando que la imagen de la Virgen puede ser entendida como una representación simbólica de esta importante “figura arquetípica de la psique” (Stein, 2004). En este sentido, argumentaremos que la Virgen de la Concepción (en tanto símbolo del Ánima) desempeñaría un rol de gran relevancia en el proceso de individuación de los miembros de la iglesia, siguiendo los pasos del fundador de la doctrina. 23 La Reina de la Floresta Cabe señalar que este trabajo no pretende tomar una posición en el debate respecto de la legalidad o validez del consumo ritual de ayahuasca en contextos religiosos, sino centrarse en el análisis de las visiones del fundador de la iglesia del Santo Daime desde una perspectiva simbólica, ofreciendo algunas interpretaciones al respecto. El arquetipo del Ánima/Ánimus y su función en el proceso de individuación. Jung distingue entre los principales aspectos de la psique humana el arquetipo del Ánima/Ánimus, el que representa los polos femenino y masculino del psiquismo individual y colectivo. En términos generales, el Ánima corresponde al aspecto femenino en todo hombre, mientras el Ánimus representa el aspecto masculino en cada mujer (Von Franz, 1984). Se trata, explica Jung, de un elemento que yace en un plano más profundo que el arquetipo de la Sombra, lejos de alcance de la conciencia individual, y que representa la “otredad” absoluta, aquello que es “totalmente otro”. De acuerdo a Stein (2004), Ánima y Ánimus “yacen fundamentalmente allende toda influencia de las fuerzas que moldean y dan forma a la consciencia del individuo tales como la familia, la sociedad, la cultura y la tradición, y en su condición de arquetipo, al Ánima/Ánimus “solamente podemos percibirlo de manera indirecta al observar sus manifestaciones” (p. 170). El Ánima/Ánimus forma parte de la dimensión inconsciente de la psique y, como ya hemos dicho, representa una faceta de la misma que es más honda y desconocida que la sombra. De acuerdo a Jung, la sombra corresponde a todo aquello que es rechazado, reprimido y alejado de la conciencia: actitudes, características y comportamientos propios de la persona que resultan inaceptables o amenazantes para el Yo. En este sentido, “todas aquellas partes de la personalidad que normalmente conformarían el yo, de estar integradas, pero que han sido suprimidas debido a una disonancia bien sea cognitiva o emocional, tienden a caer ‘en la sombra’” (Stein, 2004, p. 145). Al consistir básicamente en una constelación de elementos que son rechazados activamente por el Yo, la dimensión sombría de la psique yace en un espacio muy cercano a la conciencia, lo cual determina que el Yo pueda relacionarse con ésta en forma directa. Ya el mismo hecho de rechazar ciertos aspectos de sí constituye una forma de relación entre la dimensión consciente y el inconsciente sombrío. El caso del Ánima/Ánimus es diferente, pues su estructura no está compuesta de elementos rechazados o negados por la conciencia. Antes bien, se trata de un contenedor autónomo (separado de la conciencia) que se nutre de experiencias que el sujeto ha tenido durante su vida con personas significativas del sexo opuesto. De acuerdo a Jung, el arquetipo del Ánima/Ánimus cumple un rol de gran importancia en el proceso de individuación. Su papel en la vida interior del sujeto es homóloga al de la Máscara o Persona en relación al mundo exterior (Jung, 1999; Stein, 2004). La Máscara es aquél aspecto de la personalidad que permite que la conciencia individual interactúe con los objetos del medio externo, mientras que la función del Ánima/Ánimus: consiste en procurar un vínculo entre la consciencia individual y el inconsciente colectivo *…+. En cierto aspecto la persona *…+ representa una esfera entre la consciencia del Yo y el objeto del mundo externo. Ánimo y Ánima [sic] deberían actuar como un puente o puerta 24 La Reina de la Floresta para las imágenes del inconsciente colectivo, al igual que la persona representa una especie de puente hacia el mundo. (Jung, 1999, p. 471) El Ánima/Ánimus opera como un mediador entre el Yo y el arquetipo del Sí Mismo, el que representa tanto el núcleo como la totalidad de la psique. El Sí Mismo se erige como el centro regulador de la vida psíquica del individuo, el que tiene la función de “llevar a la práctica el proyecto de vida y de guiar el proceso de individuación” (Alonso, 2004, p. 63). Al ser el arquetipo de la totalidad, el Sí Mismo es a menudo representado simbólicamente como un gran maestro sabio e incluso como un dios (Alonso, 2004; Von Franz, 1984). Cuando el Yo recibe el llamado del Sí Mismo para embarcarse en la aventura del proceso de individuación y así volverse completo, el Ánima/Ánimus opera generalmente como el mensajero y mediador. En este sentido, el Ánima/Ánimus trae consigo la clave para atravesar el umbral que conduce al desarrollo espiritual, invitando al individuo a adentrarse en los misterios del inconsciente colectivo, siguiendo la senda que lleva a la unión con la Totalidad (Von Franz, 1984). La Virgen de la Concepción como mensajera y maestra en la doctrina del Santo Daime2. Tal como expusimos al comienzo de este ensayo, el mito de origen de la doctrina daimista relata los encuentros que sostuvo su fundador, Raimundo Irineu Serra, con una entidad espiritual que identificó como la Virgen de la Concepción. Según cuenta la historia, habría sido la Virgen quien encargó al Mestre Irineu crear la iglesia del Santo Daime con el fin de compartir con otros hombres y mujeres sus enseñanzas en beneficio de su salud física y su desarrollo espiritual. La primera vez que Irineu Serra tuvo noticia de la existencia de la ayahuasca habría sido en el tiempo en que trabajaba como guardia fronterizo en el límite de Perú y Brasil. Según relata Murilo (2012), en aquél entonces oyó decir que se trataba de un instrumento de búsqueda en el camino de la energía espiritual, en el camino de los chamanes, y que tenía efectos curativos aunque, a su vez, podía llevar a la tortura física y psíquica. Irineu se interesó y buscó una manera de entrar en contacto con ella. (p. 483) Fue gracias a su primo Antonio Costa que llegó a conocer a unos hombres mestizos que utilizaban la ayahuasca. En su primera toma, Irineu Serra tuvo la experiencia de visitar tierras lejanas en lo que MacRae (2000) llama “sus primeros ‘viajes astrales’” (p. 16), experimentando en carne propia los efectos subjetivos de la bebida. Cabe señalar en este punto que el uso que se hace en el presente trabajo de la imagen de la Virgen de la Concepción y otros elementos propios de la religión Cristiana responde al modo en que dichos elementos son interpretados e incorporados por los miembros de la iglesia del Santo Daime, así como a una lectura personal del autor a partir de un marco teórico establecido. 2 25 La Reina de la Floresta Una noche de sábado, el Mestre tomó la bebida y se dispuso a mirar la luna llena. Cuando la bebida comenzó a surtir efecto, la luna pareció hacerse cada vez más grande, acercándose al punto que casi podía tocarla estirando una mano. En el centro de la luna, Irineu distinguió la figura de una hermosa mujer, sentada en una butaca, sobre cuya cabeza divisó un águila a punto de alzar el vuelo. Entonces, la mujer dijo: - ¿Tienes el valor para llamarme Satanás? - ¡Ave María, señora! ¡De ninguna manera! - ¿Crees que alguien ya vio lo que tú estás viendo ahora? En ese momento él vaciló y pensó que estaría viendo aquello que otros ya habían visto. - Estás equivocado. Lo que estás viendo nadie ha visto jamás. Sólo tú. Ahora dime: ¿quién crees que soy yo? Delante de aquella luz él dijo: - ¡Usted es la Diosa Universal! Raimundo Irineu Serra supo entonces que ella era la Reina de la Floresta o la Virgen de la Concepción. (MacRae, 2000, p. 17) Otras versiones de la historia relatan que en el centro de la luna no había una mujer, sino sólo un águila que traía consigo el mensaje para el Mestre (MacRae, 1992). Luego de este significativo encuentro con la imagen de la Virgen, Irineu Serra recibió de ella indicaciones sobre la manera en que debía prepararse para recibir una misión especial (la fundación de la iglesia del Santo Daime) y transformarse en un gran sanador (MacRae, 1992). Durante los siguientes ocho días, el hombre se internó en la selva, tomando ayahuasca y evitando todo contacto con otras personas, especialmente con mujeres. Siguió una dieta estricta, sin consumir sal ni azúcar, una práctica habitual en la iniciación y aprendizaje de los curanderos amazónicos tradicionales (Luna, 2011). Al finalizar su retiro, Irineu volvió a reunirse con sus compañeros en Brasil, ofreciendo “trabajos” (trabalhos) de sanación a quienes estuvieran interesados en probar la bebida. Poco a poco fue reuniendo a un grupo de hombres y mujeres en torno suyo, conformándose así el primer grupo de lo que luego sería la Iglesia del Santo Daime. Al detenernos en el relato sobre el primer encuentro de Irineu Serra con la Virgen de la Concepción, llama la atención el rico simbolismo presente en la visión. En primer lugar, resulta significativo el hecho de que la Virgen apareciera como sentada sobre la luna, pues en la iconografía cristiana la Virgen María habitualmente se representa de pie o sentada en un trono sobre la luna, pisando además con uno de sus pies una serpiente. En el imaginario cristiano tradicional, la luna sobre la que se posa la Virgen está en su fase menguante, con sus puntas apuntando hacia el cielo. Esta imagen puede interpretarse como símbolo de una actitud femenina receptiva. La luna habitualmente se asocia a aspectos femeninos, y la disposición de aquélla hace que se asemeje a una copa o cáliz, contenedor del agua vital o de la sangre de Cristo. En los rituales de la Iglesia del Santo Daime el salón se decora normalmente con esta imagen de María. También llama la atención en esta representación de la Virgen la presencia de una serpiente. Ésta se asocia tradicionalmente en la doctrina cristiana al pecado original. Sin embargo, la serpiente es también el símbolo que ocupan los curanderos amazónicos para referirse al espíritu de la ayahuasca. La anaconda es la Reina de la Selva (así como la Virgen de la Concepción es para 26 La Reina de la Floresta los daimistas la Reina de la Floresta), y es ella quien enseña a los chamanes el arte de sanar. En la doctrina del Santo Daime, la “cura” supone la expiación de las culpas, la que se logra redimiendo los pecados perpetrados en esta y otras vidas anteriores. Así, la serpiente deja ver una doble cualidad, positiva y negativa, pura e impura, luminosa y sombría, constructiva y destructiva. Además, la serpiente se asocia habitualmente a la transformación personal, aludiendo al cambio de piel que rejuvenece y transmuta. En segundo lugar, podemos reparar en el símbolo del águila. En la mitología de la antigua Grecia, el águila es el animal con que se representa al dios Zeus, rey el Olimpo. En este contexto cultural, el ave es la portadora de los mensajes y designios de Dios. Y en las tradiciones chamánicas de toda América, el hombre-medicina o curandero se transforma en un águila y emprende el vuelo para comunicarse con el Gran Espíritu (Dios) y traer consigo su mensaje para la tribu. En la visión de Irineu Serra, el águila es quien trae el mensaje desde el Reino del Padre Celestial para sus hijos en la tierra. El complejo simbolismo contenido en la visión de Irineu Serra da cuenta del lugar que ocupa la Virgen de la Concepción en la doctrina de la Iglesia del Santo Daime. Ella es la mensajera de Dios, quien comunica a su profeta la misión de fundar una iglesia consagrada al perdón de los pecados, principal vehículo de sanación espiritual. De hecho, en la doctrina daimista Irineu Serra es considerado la reencarnación de Jesús Cristo, suponiendo que su presencia en la tierra es la constatación de la anhelada “segunda venida” del hijo de Dios. El Cruzeiro de la Iglesia con sus dos maderos horizontales grafican las dos permanencias de Jesús en la tierra. La misión del Mestre sería entonces la de refundar la iglesia cristiana para la salvación de todos los mortales. Por otro lado, la Virgen es la maestra que transmite la doctrina a Irineu Serra y lo instruye en el arte de sanar, tal como lo hace el espíritu de la enredadera/serpiente a los chamanes indígenas. Según afirman los miembros de la iglesia, la Virgen habría transmitido sus enseñanzas en forma de himnos, los que son cantados durante las ceremonias y trabajos de cura. Esta transmisión de conocimiento y medicina a través de cantos se asemeja a lo que ocurre con los Ícarosde los curanderos amazónicos, cantos que serían “canalizados” por éstos durante sus rituales de sanación (Luna, 2011). En palabras de Murilo (2012), el Mestre Irineu, en sus primeros días de contacto con la bebida, escuchó susurros cantarines que le ordenaron compartir esos mensajes con sus acompañantes y preparar nuevas canciones a entonar solemnemente durante el ritual de la ingesta. Con la fuerza del Daime, los mensajes, que podían parecer frases ingenuas en un comienzo, se convirtieron en vigorosas palabras doctrinarias. La vibración de las ideas y de los símbolos contenidos en el himno y su contacto con las conciencias al unísono revelaron el poder de generar un egrégor. (pp. 489-490, cursivas en el original) Esta doble función de la Virgen de la Concepción (mensajera y maestra) se corresponde con lo que Jung describió a propósito del papel del Ánima/Ánimus en el proceso de individuación. El Ánima/Ánimus es quien se presenta en sueños, transmitiendo el llamado del Sí Mismo para iniciar la búsqueda espiritual. En el caso de Irineu Serra, la aparición de este poderoso arquetipo asume forma femenina (Ánima), encarnándose en la Virgen María y la luna. Como ya hemos 27 La Reina de la Floresta explicado, la Virgen trae consigo el mensaje de Dios, comunicándole a Irineu cuál es su verdadero destino en esta tierra y de qué manera ha de realizarlo en vida. Como vimos, el Sí Mismo es quien guía el proceso de individuación del Yo, y sus designios se transmiten a través del Ánima mensajera. Resulta interesante observar la existencia de un evidente paralelo entre esta visión particular del Ánima y otras representaciones del principio femenino en otras culturas. Von Franz (1984) comenta, por ejemplo: “una figura del ánima más popular en China es la ‘Señora de la Luna’, que otorga el don poético o musical a sus favoritos e, incluso, puede concederles la inmortalidad” (p. 187). La Reina de la Floresta legó a la humanidad la llave de la vida eterna, así como concedió a su profeta, quien no poseía cultura musical alguna, el don de cantar hermosos himnos. Aquí se devela la segunda función de la Virgen en la doctrina del Santo Daime. La Reina del Universo es la maestra que enseña la doctrina e instruye al Mestre y los miembros de la iglesia en el arte de curar. Según la tradición, el Santo Daime es en cierto modo una escuela de sanadores y la Virgen de la Concepción es la profesora. Los libros sagrados que son estudiados por quienes participan en la doctrina son los “hinarios”, compilaciones de cantos sagrados recibidos directamente desde el plano astral. En la literatura sobre la ayahuasca, se describen sus efectos como una puerta de acceso al mundo del inconsciente. Desde una perspectiva analítica, puede decirse que la bebida permite la irrupción en la conciencia de contenidos inconscientes de los estratos personal y colectivo de la psique, dando oportunidad para la integración de dichos contenidos a la experiencia consciente de la persona. El que dicha integración tenga lugar en forma efectiva y nutritiva dependerá en gran medida de la capacidad del Yo para procesar y dar sentido a la vivencia, pudiendo existir casos en que la actitud consciente no logre metabolizar e incorporar adecuadamente aquellos contenidos inconscientes que emerjan durante la experiencia3. Nuevamente, aquí podemos encontrar un símil con el papel del Ánima en el proceso de individuación, toda vez que este arquetipo opera como un Es preciso advertir a propósito de lo anterior que si bien existe evidencia que apunta a posibles efectos terapéuticos asociados a la ingesta de ayahuasca y otras sustancias psicoactivas (Labate y Canvar, 2014; Lima et al., 2011; McKenna, 2004), también es cierto que dicha práctica puede ocasionar en ciertos casos una serie de efectos adversos sobre la salud física y psíquica de quienes las consumen, resultando en graves trastornos de consideración psiquiátrica. Tal es el caso de personas que habiendo consumido ayahuasca en contextos rituales experimentaron episodios psicóticos con presencia de ideas paranoides y suicidas (dos Santos y Strassman, 2011). Asimismo, el consumo de ayahuasca está contraindicado en personas que utilizan medicamentos antidepresivos que actúan sobre la recaptación de serotonina, pues debido a la acción farmacológica de la bebida sobre el sistema nervioso central, la interacción de los fármacos y el brebaje puede gatillar un síndrome serotoninérgico con resultado de muerte (Callaway, 2006; Frecska, 2007; dos Santos, 2013). Si bien la incidencia de este tipo de incidentes es relativamente baja (Gable, 2007; dos Santos y Strassman, 2011), vale la pena tener en consideración estos riesgos a la hora de evaluar en forma responsable la seguridad del consumo de sustancias psicoactivas. 3 28 La Reina de la Floresta puente que conecta la actitud consciente con las dimensiones inconscientes del psiquismo individual y colectivo. El Ánima muestra al Yo los secretos que se esconden tras el velo de la Sombra, así como los misterios otrora insondables del inconsciente colectivo. En su recorrido hacia el Sí Mismo, el Yo ha de atravesar distintas pruebas, muchas de ellas dolorosas y difíciles. Es el camino del héroe que conduce al encuentro con lo numinoso; superando cada obstáculo, el Yo se acerca progresivamente al centro de la psique, acumulando en su caminar innumerables aprendizajes de gran valor personal. Dicho todo esto, queda en evidencia en qué medida la Virgen de la Concepción representa no sólo el Ánima de Irineu Serra, sino también el Ánima colectiva de la Iglesia del Santo Daime. Se trata de un verdadero símbolo de transformación, una representación de la otredad misteriosa, de lo “totalmente otro”. Mensajera de Dios, los fieles la reconocen como Santa Patrona, como maestra y como guía espiritual. Aprenden de su mano acerca de su propia vida, así como son instruidos en la forma de ayudar a otros en su propio camino de crecimiento y aprendizaje. Muestra el misterio que permanece velado a la conciencia ordinaria gracias al poder visionario del sacramento que entregó al fundador de la Iglesia. Comentarios. En este breve ensayo nos hemos centrado exclusivamente en la figura de la Virgen de la Concepción en la doctrina daimista. Sin embargo, sería interesante proponer un análisis más amplio que considere los demás íconos del panteón de la iglesia, el que incluye además de la Reina de la Floresta a otros personajes de la tradición cristiana como son San José, San Juan Bautista, el Arcángel Miguel, entre muchos otros. Todos ellos pueden ser entendidos desde el prisma junguiano como aspectos de la psique individual y colectiva que cumplen roles específicos en el proceso de individuación de los miembros del Santo Daime. Asimismo, pueden ser vistos como símbolos que se emparentan con ciertos elementos de la tradición chamánica de la selva amazónica (Madera, 2009). Por otro lado, sería interesante poder rastrear los aspectos comunes de las demás líneas de trabajo espiritual que se funden en la doctrina del Santo Daime. Como mencionamos más arriba, la doctrina daimista integra elementos que provienen de otras tradiciones como son el espiritismo kardecista y africano (Umbanda) y otros sistemas espirituales de Oriente. Todos ellos dan forma a un complejo sistema simbólico que a pesar de su diversidad, adquieren una peculiar coherencia en el corazón de la iglesia. Esta tarea excede las pretensiones de este trabajo, por lo que aquí nos limitaremos sólo a anunciarla como una posible línea de desarrollo para próximos análisis. También quisiéramos mencionar el hecho de que en muchas formas de neo-chamanismo americano se pueden encontrar referencias a la iconografía tradicional cristiana. En América del Norte funciona la Iglesia Nativoamericana, cuyos miembros utilizan el cactus del Peyote como sacramento en un marco ritual que integra la espiritualidad nativa con elementos cristianos. Resulta interesante observar que en ambas iglesias (Santo Daime y Nativoamericana) se reemplaza la ostia por plantas con propiedades psicoactivas que inducen estados no-ordinarios de 29 La Reina de la Floresta conciencia y que los íconos cristianos se integran en forma coherente con el marco simbólico chamánico ancestral (Labate, MacRae y Goulart, 2010). Según parece, esta fusión de elementos simbólicos diversos respondería sólo en parte al proceso de enculturación que han sufrido los grupos nativos norteamericanos producto de la invasión del hombre blanco en sus territorios y sus tradiciones. Los miembros de la Iglesia Nativoamericana, así como ocurre también entre los integrantes del Santo Daime, consideran que las imágenes cristianas son, de hecho, símbolos que refieren a entidades espirituales contactadas durante sus trabajos de cura y adoración utilizando los sacramentos psicoactivos, habitantes del “mundo de los espíritus”. Desde una lectura junguiana, la presencia de Cristo, la Virgen y otros íconos cristianos en el imaginario de estos cultos sincréticos puede ser vista, nuevamente, como una constatación empírica de la hipótesis de Jung acerca del inconsciente colectivo y del papel de los arquetipos en la psique del ser humano. También enunciaremos aquí este tópico como una interesante posibilidad a desarrollar en próximos ensayos. Durante el análisis desarrollado en este trabajo, hemos podido dar cuenta de la función que desempeña la Virgen de la Concepción en el proceso de individuación del fundador y los miembros de la Iglesia del Santo Daime, en tanto en cuanto representación simbólica del arquetipo del Ánima/Ánimus. Sin embargo, podríamos también hacer un ejercicio similar considerando la Reina de la Floresta como símbolo del arquetipo materno. Cuando el Mestre reconoce a la mujer en su visión como la Reina de la Floresta, establece un interesante nexo simbólico con la tradición chamánica, pues sabemos que los indígenas nativos de la Amazonía llaman a la floresta la “Madre Selva”. La Madre Selva es la que da a sus hijos el alimento y la medicina necesarios para su supervivencia, así como la Reina de la Floresta señala al inconsciente y enseña la doctrina a los miembros de la Iglesia. En el Santo Daime, la Virgen es también llamada “Madre Celestial”, quien junto a Dios –el Padre Celestial- conforman la dualidad paterno/materna. En este sentido, podríamos proponer que Dios Padre y la Virgen Madre son dos imágenes simbólicas que refieren a los arquetipos paterno y materno respectivamente dentro del marco doctrinario de la iglesia. Con ello, veríamos que el rol de la Virgen de la Concepción en el imaginario daimistasería más amplio y complejo que el que hemos esbozado hasta aquí. Llama la atención que en la doctrina del Santo Daime, y siguiendo el análisis propuesto, el Ánima sólo es representada en su aspecto positivo y luminoso, a través de la imagen de la Virgen. Esto nos lleva a preguntarnos dónde se encontraría la contraparte sombría que compensa la dimensión positiva de la mensajera de Dios en el marco simbólico de la iglesia. Una posibilidad sería considerar como tal a la serpiente que, como vimos, es un símbolo que a menudo acompaña la imagen de la Virgen María en la iconografía cristiana tradicional, como representación del pecado original. En la Iglesia del Santo Daime existen pocas referencias directas a este poderoso símbolo, si bien la serpiente es un elemento que suele estar presente en las visiones de quienes consumen ritualmente la ayahuasca. Esto último resulta significativo, pues podríamos pensar que el aspecto sombrío del arquetipo del Ánima (y por qué no, también del arquetipo materno) es de alguna manera obviado, consciente o inconscientemente, por los miembros de la iglesia. Al analizar el lugar que ocupa la Virgen de la Concepción o la Reina de la Floresta en la doctrina daimista, hemos visto en qué medida ésta representaría un símbolo del Ánima individual y colectiva de los miembros de la Iglesia. La mensajera de Dios llama a los creyentes a reunirse con 30 La Reina de la Floresta su Padre Celestial, encarnando así el impulso divino que los conmina a emprender el camino que conduce a la individuación. Dios Padre llama a su rebaño, la Virgen Madre entrega el mensaje y guía a los fieles hacia la Luz Divina, el Reino de Dios. Ella indica el camino hacia el inconsciente individual y en el Misterium Tremendum de la psique colectiva, siguiendo la intrincada senda de la individuación. Guiados por la luna (MacRae, 1992), los miembros de la iglesia esperan encontrarse al final del camino con la salvación divina y la vida eterna, reunidos todos en el Salón Dorado (otro símbolo habitual en la doctrina daimista) de su Padre Celestial. Referencias Bibliográficas. Alonso, J.C. (2004). La psicología analítica de Jung y sus aportes a la psicoterapia. Universitas Psychologica, 3(1), 55-70. Callaway, J.C. (2006). Phytochemistry and neuropharmacology of ayahuasca. En R. 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Se exploran algunas implicancias individuales y colectivas reconocidas en algunas películas significativas en términos simbólicos, donde el mito platónico se percibe como su fundamento. Palabras claves: mito, caverna, cine, idea platónica y arquetipo junguiano, héroe, cinesofía, proceso de individuación Las películas, al igual que los mitos, son sueños colectivos compartidos por millones de personas durante la tarde de un sábado. Son síntomas de movimientos, de pulsiones en el inconsciente colectivo. Son historias multidimensionales, historias con muchas capas que pueden ir desprendiéndose en la medida que aprendemos su lenguaje: el lenguaje de los símbolos. Las películas son mitos cuya naturaleza es fiel al tiempo que representan: el tiempo del hombre. No hay dioses protagónicos, pero sí rastros de elementos numinosos en muchísimas de ellas. Ahora todo depende del hombre, de su auto-descubrimiento, y cómo esto influye en la “realidad” y en el devenir histórico individual y colectivo. Cine y Mito se relacionan no solo como las raíces y el follaje de un árbol, sino que también de maneras más literales. Dentro de una sociedad antigua, algo en apariencia tan simple como un conjunto de historias tradicionales tenía funciones de suma importancia para la existencia del individuo y la comunidad. En nuestro tiempo, el arte que nos ocupa también tiene funciones relacionadas con el medio en el cual se desarrolla. Si hacemos un breve ejercicio de comparación podemos ver amplias similitudes: 1 Ingeniero Civil, Diplomado en Psicología Junguiana 2011, Pontificia Universidad Católica de Chile. Autor de “Platón y el Cine” (Editorial Kier, 2009), y relator de talleres de Filosofía Aplicada, Mitología, Cinesofía y materias relacionadas. 33 La Caverna de las Ilusiones CINE2 Trascendente, sintetiza todas las artes, y su objetivo es atrapar la “vida” en movimiento y superar lo estático de la muerte. Culturización, es fuente de alimentación poderosa de ideas colectivas e individuales, apelando a las emociones a través de los sentidos. Social, en la época moderna es uno de los factores de creación de pertenencia a una cultura y al mundo. Validatoria, otorga “verdad” en el sentido de que lo filmado constituye “historia” y queda registrado para el futuro. MITO3 Mística, de reconciliación de la consciencia con lo que está más allá de su propia existencia. Cosmológica, que formula y presenta una imagen del universo. Sociológica, que valida o mantiene un orden social específico. Psicológica, que da forma a los individuos para que alcancen las metas e ideales de sus distintos grupos sociales. Pero lo primordial es siempre una buena historia que contar… Postularemos aquí que el primero que esbozó la idea de Cine fue Platón4, 2500 años antes de que los hermanos Lumiere espantaran a su audiencia parisina con la exhibición del tren llegando a la estación de París5. Veamos la razón de esta afirmación, aunque las intenciones de nuestro filósofo estaban lejos de “entretener”. En el libro VII de su conocido diálogo filosófico llamado “La República”, Platón nos cuenta el famoso “Mito de la Caverna”, que reproduce fielmente (desde nuestra consciencia moderna) las características de una sala de cine: 2 “Curso de Apreciación de Cine”, David Vera-Meiggs, Programa de formación interactiva, Pontificia Universidad Católica de Chile. 3 “El Héroe de las Mil Caras”, Joseph Campbell, Editorial Fondo de Cultura Económica, 1997. 4 Platón de Atenas (427-347 A.C.) fue discípulo de Sócrates y maestro de Aristóteles. Con él la Filosofía adquirió rigurosidad y cuerpo definitivo. Dejó una vasta obra escrita, y su academia duró 900 años, hasta el advenimiento de los emperadores romanos cristianos. 5 "L' Arrivée d'un train à La Ciotat", secuencia proyectada por los hermanos Lumiere el 28 de diciembre de 1895. 34 La Caverna de las Ilusiones De acuerdo con la figura, el mito nos plantea lo siguiente: existe un grupo de prisioneros en una caverna, encadenados de tal modo que solo pueden ver la pared delante de ellos. En esta pared ven y escuchan el pasar de objetos que en realidad son las sombras proyectadas por la luz de un fuego situado atrás, y que ellos no pueden percibir. Estas sombras están fabricadas por otros personajes, que se pasean con los objetos reales delante del fuego. Los prisioneros discuten entre sí, compitiendo por la explicación más satisfactoria para la realidad que perciben. Sin embargo, en el fondo discuten acerca de “sombras”. Platón no menciona por qué, pero uno de ellos se libera de las cadenas, se da vuelta y observa la luz, y vislumbra la salida, encaminándose hacia ella. A medida que asciende empieza a entender su situación, enfrentándose a un proceso de acostumbramiento de la vista a la luz, hasta que consigue salir de la caverna, comprendiendo la naturaleza de la realidad. A pesar de que no desea volver a entrar, lo hace llevado por el deseo de enseñar a sus congéneres lo que ha visto, aunque éstos no lo comprendan, e incluso intenten matarlo. No entraremos en detalles acerca de la gigantesca obra platónica (no en vano el filósofo inglés Alfred N. Whitehead decía que la filosofía occidental eran los pies de página de los “Diálogos” de Platón), sino que nos centraremos en la capacidad multisignificativa del mito. En palabras simples, un héroe escapa de una comunidad completamente sometida y engañada, atreviéndose a ir donde nadie se ha aventurado. En su viaje conoce la verdadera naturaleza de la realidad, y movido por su compasión, retorna a su comunidad para liberarla, a riesgo de su propia vida. ¿Cuántos argumentos cinematográficos se pueden recordar basados en esta trama narrativa? 1. Una interpretación filosófica Una primera interpretación es la filosófica, donde el mito plantea una revisión tanto de las estructuras de la realidad como de las formas de conocerla, incluso contradiciendo nuestra percepción ordinaria de las cosas. Platón presenta de modo gráfico su “Teoría de las Ideas”, la cual establece que la realidad está compuesta por dos mundos relacionados entre sí: el mundo sensible (la caverna), que es aquel que perciben nuestros sentidos físicos, y cuya característica es que es mutable, múltiple, perecedero, ilusorio, siempre en movimiento (noción que Platón tomó de Heráclito6); y el mundo inteligible (el exterior), que es aquel donde viven las ideas, “entidades” imperecederas, eternas, inmutables, y sobre todo, reales (noción que Platón tomó del concepto de “Ser” de Parménides7). La relación entre ambos implica que el segundo provee el modelo y el 6 Heráclito de Éfeso (544-484 A.C.), podríamos considerarlo como el filósofo del cambio. Es autor de la frase: “En los mismos ríos nos bañamos y no nos bañamos en los mismos; y parecidamente somos y no somos” (fragmento 49.a., “Los Presocráticos”, edición de Juan García Bacca, Fondo de Cultura Económica, 1996). 7 Parménides de Elea (540-470 A.C.), en contraposición a Heráclito, es el filósofo del “Ser”, cuyos atributos son su inmutabilidad, infinitud e imperturbabilidad. En su “Poema” escribe “El Ser es, el No-Ser no es” (línea I.2., poema ontológico, ídem). Platón titula uno de los diálogos tardíos con su nombre, y le retrata como un hombre que produce temor reverencial. 35 La Caverna de las Ilusiones sentido para los objetos del primero (existen millones de mesas en el mundo, pero solo una idea de “mesa”, que le da sentido a toda esa multiplicidad). Este mundo “inteligible” es captable con sentidos “no físicos”, principalmente con un pensamiento inspirado, incluso numinoso. El hombre, mediante un proceso filosófico llamado Dialéctica (una suerte de “talking cure” o cura dialogada), debe discernir lo ilusorio de lo verdadero, alejándose del mero juego de palabras con que la Retórica (que es el proceso filosófico que ejercen los encadenados) define y busca las causas de objetos que, en el fondo, son solo sombras en la pared. Debe encaminarse hacia el mundo de las ideas (salir de la caverna), para contemplar las causas verdaderas, y culminar en el proceso mayéutico de “dar a la luz”8 la verdad contenida en el alma. Este es el objetivo de la Filosofía, y la posibilidad de libertad para el hombre, principalmente interior. Es necesario destacar que Platón convirtió en protagonista de todos sus “Diálogos”9 a su maestro de juventud, Sócrates de Atenas (470-399 A.C.), quizás el mayor héroe en la historia de la Filosofía, a causa de su juicio y condena a muerte por defender sus principios. Constantemente, Sócrates se desplazaba por Atenas enseñando a los jóvenes a través del persistente cuestionamiento de las opiniones y los juicios a priori sostenidos por sus interlocutores10, mediante un riguroso ejercicio de la razón, no exento de ironía. El interlocutor lograba encontrar las respuestas filosóficas de esta manera, “limpiando falsos conceptos y prejuicios” en una suerte de alumbramiento interior, debido a que su alma, que conocía las ideas mediante su contemplación en el mundo inteligible antes de encarnar en un cuerpo mortal, lograba “recordarlas”. Salía de su propia caverna y contemplaba el sol de la verdad universal y objetiva. Este procedimiento conocido como “método socrático” puede verse en películas biográficas como “SÓCRATES” (Socrate, dirigida por Roberto Rosellini, 1970), o la puesta en escena del diálogo “EL BANQUETE” (Le Banquet, dirigida por Marco Ferreri, 1988). En muchas escenas de paseos o reuniones, Sócrates lanza una idea o pregunta inicial al ruedo pidiendo la opinión de los asistentes, dando inicio a un diálogo que persigue no necesariamente una definición precisa sino una apertura de conciencia. En forma más general, la adaptación cinematográfica de la novela de Jostein Gaarder “EL VIAJE DE SOFÍA” (Sofies Verden, dirigida por Erik Gustavson, 1999) presenta también el desarrollo de algunas ideas platónicas: 8 En el diálogo platónico “Teeteto” (Diálogos, Editorial Porrúa, 2009), Sócrates se refiere a esto de la siguiente manera: “Mi arte mayéutica tiene las mismas características generales que el arte *de las comadronas]. Pero difiere de él en que hace parir a los hombres y no a las mujeres, y en que vigila las almas, y no los cuerpos, en su trabajo de parto. Lo mejor del arte que practico es, sin embargo, que permite saber si lo que engendra la reflexión del joven es una apariencia engañosa o un fruto verdadero”. 9 Fiel a su primera vocación literaria y dramatúrgica, Platón prefirió el género literario del “diálogo” para exponer sus ideas, escribiendo 36 de ellos. 10 Un excelente ejemplo de método socrático puede verse en cada episodio de “House M.D.”. El arrogante, huraño y brillante doctor Gregory House somete a su equipo a un duro intercambio de opiniones, preguntas y respuestas, no exentas de insultos e ironías, cuyo objetivo es eliminar personalismos, prejuicios e ideas falsas en sus diagnósticos clínicos. 36 La Caverna de las Ilusiones MUNDO INTELIGIBLE MUNDO SENSIBLE Mundo de las Ideas (entes eternos,inmutables,reales) Mundo de las sombras (objetos perecederos, mutables,irreales) Mayéutica, Proceso filosófico del despertar del alma para contemplar las ideas Dialéctica, Proceso filosófico para discernir lo verdadero de lo ilusorio Retórica, Práctica filosófica que ejercen los prisioneros para definir los “objetos” que ven, pero que en realidad son solo ilusiones Y así como el psicólogo Carl G. Jung (a quien nos referiremos más adelante) estableció los tipos psicológicos de extravertido/introvertido, dependiendo de la preferencia de una persona por el mundo externo o interno, podríamos aventurar que, a partir de Platón y su estructura dual del mundo, se establecen los tipos filosóficos de idealista/realista, para categorizar la actitud filosófica hacia el mundo y su forma de entenderlo. 2. Una breve interpretación biológica Hablamos anteriormente de “contemplar el mundo de las ideas”, porque es algo que atañe directamente a quienes aman el cine. Tanto para Platón como para su némesis filosófico Aristóteles11, la visión estaba estrechamente relacionada con el conocer. Fiel a su enfoque “realista”, Aristóteles inicia su “Metafísica” de la siguiente forma: “Todos los hombres desean por naturaleza saber. Así lo indica el amor a los sentidos; pues, al margen de su utilidad, son amados a causa de sí mismos, y el que más de todos, el de la vista. En efecto, no sólo para obrar, sino también cuando no pensamos hacer nada, preferimos la vista, por decirlo así, a todos los otros. Y la causa es que, de los sentidos, éste es el que nos hace conocer más y nos muestra muchas diferencias”12. En el diálogo “Timeo”, Platón declara, fiel a su planteamiento idealista y dual, que 11 Aristóteles de Estágira (384 – 322 A.C.) fue el mas famoso de los discípulos de Platón, con quien se disgustó por no haberlo nombrado su sucesor en la dirección de la Academia de Atenas. Despechado fundó más tarde su propia escuela llamada el Liceo, y fue el mentor de Alejandro Magno. Impulsó la Lógica, la Física, la Astronomía, la Biología y la Botánica, y se interesó por la Política, la Poética, la Ética, en otras palabras, por toda la fascinante variedad del mundo sensible, que pretendió estudiar, clasificar, modelar y explicar. 12 “Metafísica”, Editorial Grados, Madrid, 1977. 37 La Caverna de las Ilusiones “un dios inventó y nos concedió la visión para que observando los circuitos del entendimiento en el cielo, los utilizáramos para las órbitas del pensamiento en nosotros” 13, cosa que nos lleva a otra interpretación del mito, una muy evidente y muy curiosa que llamaremos “biológica”14, y que se refiere a la función del ojo y a la formación de imágenes en el cerebro. En este caso, una imagen vale por mil palabras: 3. Una interpretación Psicológica Otra interpretación del mito proviene de la Psicología Analítica fundada por el psiquiatra suizo Carl G. Jung (1875-1961). Jung postulaba que el aspecto consciente y el aspecto inconsciente de un ser humano debían entrar en una relación profunda e integrada, si se deseaba alcanzar madurez psicológica. El proceso a través del cual esto ocurre lo denominó como el “Proceso de Individuación”. Lo consciente y lo inconsciente corresponden en Jung a tres “realidades” psíquicas autónomas e interconectadas. La primera es (valga la redundancia) el Consciente, que “corresponde a la parte de la psique especializada primariamente en las relaciones con el mundo exterior. Aunque también puede volverse hacia el mundo interior para intentar recoger los aportes de los niveles inconscientes o captar su funcionamiento”15. El nivel consciente se encuentra en 13 “Timeo”, versión del griego de Oscar Velásquez, Ediciones Universidad Católica de Chile, 2004. Esta no es la primera o la única conjunción entre mito y biología. La investigadora Cecilia Beltrán de la Joseph Campbell Foundation ha profundizado en el mito del Génesis y el Árbol de la Vida de los cabalistas, para relacionarlos con la estructura, el desarrollo y las funciones del cerebro (http://www.jcf.org/new/index.php?categoryid=37&blogid=21). 15 “Los modelos terapéuticos de Carl Jung y de Carl Rogers”, Marco Antonio Recuero, Ediciones Universidad Católica de Chile, 2007. 14 38 La Caverna de las Ilusiones estrecha y compleja relación con la segunda “realidad” llamada el Inconsciente personal. Éste “se forma al curso de la ontogénesis e historia personal del individuo y está constituido por todo aquello que, perteneciendo a lo anecdótico e histórico del sujeto, no está asumido por su conciencia”16. Vale decir, los contenidos olvidados, los que no tienen la suficiente energía para “salir” a flote en la superficie de la conciencia, y aquellos que son reprimidos por la conciencia. Todos ellos se organizan en torno a los Complejos, “o contenidos psíquicos independientes de la conciencia, que pueden funcionar autónomamente y así llegar (o no) a estimular, inhibir o modificar sus producciones” 17. Los complejos se forman a partir de una fuerte experiencia emocional sumada a un aspecto significativo, cuya raíz es mucho más profunda, y que veremos enseguida. Numerosos autores se refieren a los complejos como “heridas psíquicas”, si bien no necesariamente se convierten en agentes psicopatológicos. Una manera de hacerlos conscientes es su “personificación”, vale decir, otorgarles una imagen y una personalidad, de manera de conocerlos y poder graduar sus influencias. Son como los personajes de nuestra película interna: la “máscara” o el personaje que actúa por nosotros en el mundo social; la “sombra” o nuestro antagonista o némesis interno; el alma o “ánima-ánimus” (la “mujer interna” en el hombre, o el “hombre interno” en la mujer, respectivamente) nuestro compañero o guía en la “aventura interior”; el “yo”, o el protagonista de dicha aventura, desde donde percibimos las circunstancias internas y externas de nuestra vida, el “si-mismo” o “self”, el centro más esencial de nuestra psique, que integra todos los demás, etc. Insistimos en que estas dos “realidades” pertenecen a la esfera personal. La comunicación entre las dos primeras realidades se da a través de los sueños, su lenguaje son los símbolos y sus mensajes son los mitos, y el propósito de esta comunicación, de acuerdo con Jung, es compensatorio, de manera de establecer (o más bien, restablecer) cierto equilibrio psicológico en el individuo. Es aquí donde debemos mencionar la tercera “realidad psicológica”, quizás la más “real” de todas. Jung (y en esto se diferenció de su maestro Sigmund Freud y de otras corrientes psicoanalíticas) la llamó el “Inconsciente Colectivo”, aquella realidad plena de contenidos universales, donde se encuentran guardadas, y se siguen guardando, todas las experiencias psicológicas de nuestra especie. Al respecto, Jung escribió que “las capas más profundas de la psique pierden la peculiaridad individual a mayor profundidad y oscuridad. Se vuelven más colectivas hacia “abajo”, es decir, al aproximarse al sistema autónomo de funcionamiento, para convertirse en universal”18. Estas experiencias se “archivan” enriqueciendo elementos primordiales que Jung denominó “Arquetipos”. Según Jung, “el concepto de arquetipo se deriva de la observación repetida varias veces de que por ejemplo los mitos y los cuentos de la literatura universal contienen siempre en toda partes ciertos motivos. Estos mismos motivos los hallamos en las fantasías, sueños, delirios e imaginaciones de los individuos actuales. Estas imágenes y conexiones típicas se designan como representaciones arquetípicas. Tienen, cuanto más claras son, 16 Ídem. Ídem. 18 “Recuerdos, Sueños, Pensamientos”, C.G. Jung, Editorial Seix Barral, 2009. 17 39 La Caverna de las Ilusiones la propiedad de ir acompañadas de vivos matices afectivos… impresionan, influyen y fascinan. Provienen de un arquetipo imperceptible en sí mismo, de una pre-forma inconsciente que parece pertenecer a la estructura heredada de la psique, y puede, a causa de ello, manifestarse en todas partes como fenómeno espontáneo” 19. Destacaremos tres ideas de la definición anterior: primero, la universalidad y atemporalidad de los arquetipos; segundo, son incognoscibles, y solo podemos percibir de ellos sus “imágenes arquetípicas”; tercero, su potencia afectiva es raíz en la formación de los complejos personales. Es fácil hacer la asociación con la potencia y la persistencia de las imágenes cinematográficas. Los arquetipos y sus representaciones son parte importante del éxito y el impacto de una película. Mientras más vibren en la pantalla, más resonarán en el interior del espectador: “In general, the degree of discrepancy between the objective reality of the image and the association to it indicate the extent of the complex *…+ The answer is that these very specific images bring with them an energy that contains a transformative potencial. The transformative energy is expressed by these very images, and no others. Thus, from the psyche´s point of view, the image is the carrier, par excellence, of energy”20. Jung reconoció arquetipos tales como el “Héroe”, la “Sombra”, el “Ánima/Ánimus”, el “Sí-Mismo”, el “Niño Divino”, el “Viejo Sabio”. Nos referiremos a algunos de ellos más adelante21. El concepto unificador de todos estos planteamientos es lo que Jung denominó el “Proceso de Individuación”: “Se trata, en principio, de una tendencia espontánea, natural y autónoma, de origen inconsciente. Constituye el paralelo psicológico del proceso de crecimiento y transformación corporal. Su meta es la realización plena de la personalidad total o, dicho de otro modo, la autorrealización del individuo. Implica el encuentro con el Sí-Mismo y, por lo tanto, el logro de una identidad única al tiempo que compartida en todo lo de más auténticamente humano que hay en cada uno de los individuos de la especie (...) Este proceso implica, por una parte, la diferenciación creciente de cada uno de los elementos de la psique y, por otra, también la armonización creciente entre ellos. Especialmente significativo es, en este sentido, el desarrollo de los pares de opuestos y sus interrelaciones e integraciones”22. Mucha investigación junguiana ha sido dedicada al paralelo existente entre el proceso de individuación y el mito del “Viaje del Héroe” y sus etapas, cosa que no abordaremos acá, pero sin duda es un importante lugar de conjunción entre Cine, Mito y Psique. Prácticamente toda película es una aventura emprendida por un héroe que sufre una transformación, cosa que abordaremos un poco más adelante. 19 Ídem. “The Way of the Image: the orientational approach to the psyche”, Yoram Kaufmann, Zahav Books Inc. NY, 2009. 21 Basándose en el trabajo de Jung y Joseph Campbell, el guionista norteamericano Christopher Vogler escribió el libro “El Viaje del Escritor” (ahora una referencia obligada para cualquier aspirante a escritor de Hollywood), donde reconoce estos y otros arquetipos que acompañan al “héroe” en su aventura, tales como el “Guardián del Umbral”, el “Heraldo”, la “Figura Cambiante” y el “Embaucador”. 22 “Los modelos terapéuticos de Carl Jung y de Carl Rogers”, Marco Antonio Recuero, Ediciones Universidad Católica de Chile, 2007. 20 40 La Caverna de las Ilusiones Observando la representación del mito de la caverna, encontramos algunas similitudes fuertes con los conceptos junguianos anteriores: INCONSCIENTE COLECTIVO Realidad psíquica constituida por los Arquetipos (en especial el SELF) INCONSCIENTE PERSONAL Realidad psíquica donde habitan Complejos como Sombra, Ánima/Ánimus, Máscara, etc. CONSCIENTE Realidad donde habita el complejo “Yo” PROCESO DE INDIVIDUACIÓN Integración de las Realidades conscientes e inconscientes, del Yo y el SELF, para alcanzar la madurez psicológica. Efectivamente, nuestro complejo más familiar (el “Yo”) tiene una mirada muy limitada de la realidad, teñida y condicionada por otros complejos más activos. Vive en su caverna, observando una realidad constituida por interpretaciones subjetivas (“sombras” de la realidad) del mundo y de sí mismo. Sin embargo (y producto, por ejemplo, de una crisis en la mitad de la vida), este “Yo” abandona su zona de comodidad, y emprende un viaje (una individuación, por ejemplo, gatillada por un proceso terapéutico) que le permite ir conociendo a los amos de su propia caverna, hasta diferenciarse de ellos e integrarlos, además de tomar contacto con las fuentes más profundas de su mundo individual, pero que son comunes a todo ser humano (los arquetipos). Con ello alcanza una suerte de “integración” de sus mundos, una “totalidad” psíquica que enriquece su vida (la salida de la caverna). Y probablemente su acción en el mundo será más amplia (un retorno a la caverna, simbolizando, por ejemplo, el caso de pacientes que se vuelven terapeutas). Según el analista John Beebe, “en nuestra vida individual solo podemos observar quizás una pequeña parte de todo un patrón arquetípico. La película nos da todo el patrón en un par de horas. La película nos hace sentir transportados de una experiencia personal en el sentido individual, a algo verdaderamente universal. Creo que ahí está el valor del arquetipo. Como un boleto de entrada a una perspectiva más amplia” 23. El profundo estudio de los arquetipos y las imágenes arquetipales hecho por Jung es un pilar fundamental de toda psicología del fenómeno artístico, y en particular para la Cinesofía. Toda película debe lidiar principalmente con las tensiones 23 John Beebe entrevistado en “La Sabiduría de los Sueños”, documental de la BBC, dirigido por Stephen Segaller en 1989, disponible en Youtube. 41 La Caverna de las Ilusiones Bien/Mal, Luz/Oscuridad y Protagonista/Antagonista. No existe relato sin esas tensiones24, y Jung lo ha ejemplificado muy bien en el proceso de individuación. La puerta de entrada a este proceso es el encuentro con el arquetipo de la Sombra (lo reprimido, no asumido o potencial en la psique), cuyo efecto está notablemente expuesto en películas como EL CISNE NEGRO (Black Swan, Darren Aronofsky, 2010), donde una ingenua y reprimida bailarina de ballet (interpretada por Natalie Portman) debe enfrentar su lado oscuro para poder interpretar correctamente al cisne negro de “El Lago de los Cisnes”. Un tratamiento muy interesante de la Sombra se ve en la trilogía de BATMAN filmada por Christopher Nolan. Allí apreciamos su integración y función positiva en el duro proceso de Bruce Wayne (interpretado por Christian Bale) para dominar a sus enemigos internos: el miedo y la ira, que proyecta en los negros murciélagos que viven en la caverna bajo su mansión. Una vez que triunfa sobre sí mismo, ocupa esos mismos símbolos para crear su arma más poderosa y restablecer la Justicia en Gotham City: el miedo que produce el oscuro Batman, la “sombra” de los criminales (“Conviértete en aquello que más temes”). Y si bien VANILLA SKY (Cameron Crowe, 2001) y UN MËTODO PELIGROSO (A Dangerous Method, David Cronenberg, 2011) también aluden a la Sombra, y muestran el proceso vinculado a la integración del arquetipo del Ánima25 (lo “femenino” en el interior del hombre) de forma notable, tanto en sus aspectos luminosos (la sensibilidad, la intuición) como oscuros (la inestabilidad emocional, la perversidad). En términos mucho menos abstractos y mas humanos, podemos ver un notable proceso de individuación en la película ganadora del Oscar 1999 BELLEZA AMERICANA (American Beauty, Sam Mendes). Su protagonista Lester Burnham (interpretado por Kevin Spacey) despierta del tedio y el vacío de su sombría vida laboral y familiar, al conocer a la sensual y provocativa Ángela, una amiga de su hija, en la cual reconoce a su “Ánima” (verdadera guía y dadora de vida), a través de los sueños y las fantasías eróticas que primero lo hacen revivir por dentro, y luego por fuera, al dejar su trabajo, y adoptar actitudes juveniles más vitales, como volver a escuchar el rock de su juventud y fumar marihuana. Pero no se trata de una simple liberación. En las escenas finales, que ocurren en una noche negra y muy lluviosa, en la casa familiar blanca y de puerta roja (colores de la integración alquímica), Lester logra integrar y diferenciar a Ángela de su “Ánima”, cuando ella le revela la verdad acerca de su condición de virgen. Ese proceso le permite además “ver” a las mujeres de su vida con imparcialidad y aceptación. Finalmente, muere en paz consigo mismo. Logra “salir de su caverna”. En la escena final, la voz de Lester nos habla desde un más allá donde se observan imágenes significativas para él, y cómo las deja fluir con amor y sabiduría. Su “Yo” se ha conectado con el Self (el arquetipo de la totalidad psíquica)… Sabemos que Jung tenía una fuerte influencia gnóstica y neoplatónica, y que Platón fue una inspiración constante para la Filosofía oculta medieval y renacentista, tan relacionada con la Alquimia, ciencia arcana favorita de Jung. Vemos aquí un puente de 2000 años entre el griego y el suizo (además de que es muy posible que sus tipos psicológicos fueran similares). Vemos también que ambos se movieron en ámbitos abstractos distintos pero muy cercanos (el filosófico y el 24 Heráclito escribe que “La guerra es el padre de todas las cosas, el rey de todas…” (fragmento 53, “Los Presocráticos”, edición de Juan García Bacca, Fondo de Cultura Económica, 1996). 25 Cuya contrapartida en la mujer es el Ánimus (lo “masculino” en el interior de la mujer). 42 La Caverna de las Ilusiones psicológico), para ambos el Alma era un concepto importantísimo, así como el sentido trascendente de la vida del ser humano. En ambos, el camino de liberación implica una suerte de “iluminación”. Para los dos, las causas primeras son entidades abstractas incognoscibles, captables a través de “imágenes mentales”. Y si bien son conceptos muy parecidos, hay una pequeña diferencia entre Idea platónica y Arquetipo junguiano: la primera existió, existe y existirá siempre, llena de contenido en sí misma e independiente del ser humano; el segundo se ha formado con las experiencias de toda la especie a través de la historia, está vacío de contenido y, en cierto modo, depende del ser humano para existir (activarse). En este último sentido, el gran director Stanley Kubrick puntualizaba que “The most terrifying fact about the universe is not that it is hostile but that it is indifferent; but if we can come to terms with this indifference and accept the challenges of life within the boundaries of death — however mutable man may be able to make them — our existence as a species can have genuine meaning and fulfillment. However vast the darkness, we must supply our own light”26. 4. Una interpretación escatológica La trágica pero plácida muerte de Lester Burnham nos da otra posibilidad de interpretación del mito platónico. La llamaremos “escatológica”, o el proceso de muerte y nacimiento a la otra vida. Citando uno de nuestros trabajos anteriores27: “Platón habla reiteradamente de estas cuestiones en sus diálogos, otorgando también al Mito de la Caverna una dimensión escatológica innegable. En su pensamiento es central la inmortalidad del Alma, demostrada dialécticamente por Sócrates en el más curioso de los momentos: justo antes de beber la cicuta. Es más, la reencarnación, que tantas personas asocian con los Yoguis hindúes o los Lamas tibetanos, es también materia de discusión y prueba positiva por parte de Sócrates en el diálogo llamado Fedón (lectura que recomendamos con fuerza): ¡por qué hemos de temerle a la muerte si siendo el Alma algo perteneciente a las regiones divinas (o mundo inteligible) sólo puede contemplarlas con sus ojos y no con los de carne, que se complacen y se dejan atrapar como Ulises por Circe en el mundo sensible! Por ello es que el verdadero filósofo se prepara toda su vida para ese momento. Todo se reduce a nuestro estado interno en el momento de la muerte. ¿Somos capaces de salir de la Caverna definitiva y contemplar la luz de las regiones superiores? ¿O debemos volver a entrar porque aún pertenecemos al mundo de las sombras, pues no rompemos definitivamente las cadenas?”. Presentamos a continuación el cuadro llamado “La Subida al Cielo” del famoso pintor neerlandés Jerónimo Bosch, “El Bosco” (1450-1516), y una de las ilustraciones que el famoso dibujante Gustav Doré (1832-1883) hizo para una edición de “La Divina Comedia”. Ambas figuras representan exactamente lo que el mito platónico significaría en el terreno escatológico, además de reproducir la famosa experiencia del túnel y el daimón que guarda este umbral, presente en los relatos de experiencias cercanas a la muerte: 26 27 “Stanley Kubrick: Playboy Interview”, Eric Nordern, 1968. “Platón y el Cine”, Christian Rodway, Editorial Kier, 2009. 43 La Caverna de las Ilusiones El concepto de “vida después de la muerte” es arquetípico en el ser humano. La muerte como disolución de la consciencia y la identidad en la “Nada” es probablemente una idea del materialismo de los últimos siglos. Pero la pregunta por lo que hay mas allá está lejos de ser extirpada, cosa que recuerda las tribulaciones existenciales y religiosas que Woody Allen28 expuso en HANNAH Y SUS HERMANAS (Hannah y sus hermanas, 1986). Así como el cosmos tiene su estructura arquetípica común a todas las civilizaciones (Cielo, Tierra, Inframundo), el proceso de muerte también parece tenerlo. En forma esquemática y simple, diremos que luego del traspaso llamado “muerte física”, se conservaría un grado importante de conciencia, la cual atraviesa un proceso cuya imagen arquetípica es el “túnel”, donde una serie de contenidos psíquicos liberados por el traspaso se manifiestan ante la conciencia como “deidades pacíficas o iracundas”. Luego se accede a un lugar donde, tutelado por un daimón o ángel guardián, la conciencia es sometida a un “juicio” que determina su siguiente etapa: un lugar “paradisiaco” para aquellos de conciencia más desarrollada, y otro menos favorable para aquellos que no poseen esa condición. Una diferencia cultural se produce acá, pues, en Oriente y otras tradiciones antiguas, este lugar es la vida terrena misma, a la que se retorna a través de la re-encarnación o metempsicosis; en el Occidente cristiano, ese lugar es el “purgatorio/infierno”. 28 La obra de Woody Allen está llena de referencias y chistes con respecto al Psicoanálisis. Sin embargo, la Imaginación Activa es una técnica narrativa importante para potenciar muchos de sus argumentos, tal como se aprecia en “Annie Hall” (1977), “Deconstruyendo a Harry” (Deconstructing Harry, 1997), “Alice” (1990), “Crímenes y Pecados” (Crimes and Misdemeanors, 1989) y “Recuerdos” (Stardust Memories, 1980). 44 La Caverna de las Ilusiones Gran parte de la imaginación simbólica y creadora del ser humano se ha ocupado en la búsqueda de una respuesta al proceso anteriormente descrito29. Y desde el Cine nos han llegado mensajes a través de películas tan dispares como EL SÉPTIMO SELLO (The Seventh Seal, Ingmar Bergman, 1957), MÁS ALLÁ DE LOS SUEÑOS30 (What dreams may come, Vincent Ward, 1998), ALUCINACIONES DEL PASADO (Jacob´s Ladder, Adrian Lyne, 1990), SIN MIEDO A LA VIDA (Fearless, Peter Weir, 1993), NUESTRO HOGAR (Nosso Lar, Wagner de Assis, 2010), las notables escenas finales de ALL THAT JAZZ (Bob Fosse, 1979) y en especial LA FUENTE DE LA VIDA (The Fountain, Darren Aronofsky, 2006), donde observamos tres historias distintas: un conquistador español que parte a Centroamérica enviado por la Reina a encontrar el Árbol de la Vida para salvarla de la muerte dictada por la Inquisición; un científico de punta que investiga una cura para el cáncer de su esposa a través de los componentes orgánicos de un árbol tropical; un ser que viaja en una esfera de cristal hacia una estrella moribunda, llevando un árbol en ella. Todas estas historias confluyen en la resolución del conflicto que no permitía al protagonista su acceso a una dimensión superior, producto del trauma por la muerte de su esposa, y el temor a su propia muerte. REGIÓN CELESTIAL Reino de Bienaventuranza, donde habitan seres espirituales, guías y modelos para el ser humano REGIÓN TERRESTRE Reino de Sufrimiento y Aprendizaje, donde los seres humanos Viaje arquetípico de la Muerte, donde se vive la experiencia del Daimón, el Túnel y el Juicio 5. Una interpretación más contemporánea Sin embargo, el mito de la caverna encuentra su expresión más potente en la trilogía de películas que se ha convertido (a nuestro juicio) en el gran mito de nuestro tiempo: THE MATRIX TRILOGY (The Wachowski Brothers, 1999-2003). 29 Carl Jung se ocupó de los aspectos psíquicos de este tema en su “Comentario Psicológico” incluido en “El Libro Tibetano de los Muertos” editado por W.Y. Evans Wentz (“Bardo Thodol”, Editorial Kier, 2009). Platón también se ocupa de esto en 3 ó 4 mitos donde relata la estructura del “Otro Mundo” y el viaje del alma, siendo el más conocido el “Mito de Er de Panfilia” incluido en la última sección del diálogo “La República”. 30 Esta película es un interesante ejemplo de re-escritura y re-interpretación de un mito clásico, pues relata la historia de un héroe imitador de Orfeo, esta vez triunfante. 45 La Caverna de las Ilusiones La estructura básica del mito es muy evidente en la primera película: los seres humanos viven prisioneros de una realidad virtual llamada “Matrix”, creada computacionalmente por una raza de máquinas, y que se confunde con la verdadera realidad. Uno de ellos, Neo (interpretado por Keanu Reeves), es “despertado y desconectado” del programa por los seres libres que viven fuera de la simulación virtual. Debe acostumbrarse a la nueva realidad y a su nuevo estado de conciencia, para volver a entrar y derrotar a Smith (interpretado por Hugo Weaving), el guardián de la prisión electrónica, para empezar el proceso de liberación del resto de los humanos. Neo se mueve constantemente entre opuestos en tensión, especialmente los de vigilia/sueño y realidad /virtualidad. Ocurre entonces una primera conjunctio o unión de opuestos, cuando toma consciencia de sí mismo y logra definir su identidad, la misma ya sea dentro o fuera de “Matrix”31, a pesar de ser asesinado virtualmente por Smith. Una máxima hermética dice que quien no haya encontrado su identidad no puede pasar la prueba de la muerte32 (recuerde el lector a Sócrates y sus palabras en el “Fedón”, que vimos en la sección 4). En la segunda entrega, Neo debe adaptarse a su nuevo nivel de consciencia y comprender y usar las leyes que rigen ambos mundos. Por ello, las tensiones de opuestos relevantes ahora son sincronicidad/causalidad de los eventos que enfrenta y ciclicidad/linealidad del tiempo. La gran resolución, la mysterium conjunctionis, se da en la tercera entrega. Tanto Neo como Smith se revelan finalmente polos en tensión (unidad/multiplicidad), cuya resolución es el “sacrificio” de Neo (al entrar por última vez a la “caverna virtual”), que permite el fin de la guerra, y el precario equilibrio (Tao) entre los dos 31 Luego de que en muchos de sus fragmentos Heráclito destaca el carácter dual del mundo, y la fuerza creativa de la tensión de sus opuestos, en su fragmento 89 escribe que “para los que están despiertos, hay un solo y mismo mundo” (“Los Presocráticos”, edición de Juan García Bacca, Fondo de Cultura Económica, 1996). 32 En la famosa entrevista hecha por Richard Evans a Jung en 1957 (disponible en Youtube), éste se refiere a una “forma de existencia psíquica más allá del tiempo y el espacio”. 46 La Caverna de las Ilusiones grandes demiurgos de la Matrix: el arquitecto (hombre de pelo, barba y traje blanco, racional, Yang) y el Oráculo (mujer negra, intuitiva, Yin). Como la última trilogía de Batman, la individuación de Neo parece ser un proceso llevado adelante desde la Sombra, por la constante y cada vez más numerosa presencia de Smith, y el tono oscuro general de las películas. Un símbolo quizás del lado oscuro de la tecnología que nos domina, y que recién estamos empezando a discernir como sociedad. Probablemente, los contenidos “luminosos” de internet están muy por debajo en número de los contenidos “oscuros”33. Sin embargo, los procesos individuales y colectivos avanzan, sin esperarnos. En este sentido, al final de la tercera entrega, y luego de la apocalíptica batalla final, lo que aparece recuperado bajo la lluvia es el Oráculo, la “panmater” de la Matrix, un símbolo del Anima Mundi, la gran alma del mundo, que cuando elige evolucionar (avanzar en su propio proceso de individuación), tracciona a todas las almas que viven en ella… tal como la deidad femenina “Eiwa” de AVATAR. A pesar de nuestra realidad sociocultural patriarcal dominante, el espíritu de Gea, Démeter y de todas las “diosas madres”, el “Ánima” colectiva, está muy viva y despierta… El mito platónico ha dado pie también a una serie de películas referidas a la manipulación de la realidad, por lo que está lejos de ser un tema agotado; tenemos por ejemplo DARK CITY (Alex Proyas, 1998), EL SHOW DE TRUMAN (The Truman Show, 1999), El PISO 13 (The thirteenth floor, Josef Rusnak, 1998), EL JUEGO (The Game, David Fincher, 1997), EXISTENZ (David Cronenberg, 1999) y EL ORIGEN (Inception, Christopher Nolan, 2010) entre otras. Todo lo anterior nos trae a la memoria una frase del director de cine más mitológico de las últimas décadas: George Lucas34. Como un aplicado y cercano discípulo de Joseph Campbell, Lucas resume nuestras apreciaciones en la siguiente frase: “Con Star Wars estoy contando un viejo mito de una forma nueva. Cada sociedad toma ese mito y vuelve a contarlo de manera diferente, relacionándolo con el particular ambiente en que vive”35. Pues bien, desde este punto de vista, el año 1999 parece haber sido un año con una fuerte pulsión en el inconsciente colectivo. Es el año de estreno de la mayoría de estas películas. El boom de internet, las comunicaciones instantáneas, las redes sociales, etc. están devolviendo al individuo la capacidad de decidir su destino, en una suerte de “salida masiva” de la caverna contemporánea, llena de sombras políticas, culturales, religiosas y sociales ya añejas. Desde el reflejo de la pulsión en la pantalla hasta su expresión cívica, ha pasado casi una década, pero este período de tiempo parece acortarse en nuestros tiempos. Hay un nuevo mito colectivo luchando por expresarse, y cuyo fundamento es el mito 33 De hecho existe la llamada “Deep Web” o “Internet profunda”, cuyos contenidos no son accesibles por los motores de búsqueda tradicionales al no poder indexarlos, y que se estima que es unas 500 veces más grande que la “Internet superficial” de uso común. La mitología cibernáutica la asocia con los contenidos más oscuros que los seres humanos pueden generar y compartir, algo similar a lo que se puede ver en la película “8 mm”, dirigida en 1999 por Joel Schumacher y protagonizada por Nicolas Cage. 34 He aquí una curiosa tensión de opuestos: con su fantasía épica espacial, Lucas es acusado por los críticos cinematográficos más puristas como el destructor del realismo crudo predominante en el cine norteamericano de los años 60 y 70. 35 “Mythology of Star Wars with George Lucas & Bill Moyers”, entrevista filmada en 1999, disponible en Youtube. 47 La Caverna de las Ilusiones platónico de la caverna. Si se menciona la palabra “Matrix” en cualquier parte del mundo, su significado, sentido y alcance es comprendido casi de inmediato36. La “salida de la caverna” es también parte importante de otra película más reciente, y que aspira a convertirse en otro mito contemporáneo: AVATAR (James Cameron, 2010). Jake Sully (Sam Worthtington), el protagonista, vive postrado en su silla de ruedas, y la experiencia de “vivir” en otro cuerpo y otra cultura, es para él, literalmente, una brusca salida de la “caverna” en que vive. Solo el tiempo dirá si el mensaje libertario de la película, que integra además el rescate y el empoderamiento de lo femenino y su relación con la naturaleza, alcanzan el impacto psicológico de The Matrix. 6. Consideraciones finales Si observamos cada una de las películas presentadas y su estructura platónica, subsiste también en ellas la idea de “viaje”, de punto de partida y punto de llegada. En cierto modo, de “conexión” o “relación” entre dos mundos, y el hombre como puente. El cine, como su reflejo, no es ajeno a esto. Es el séptimo arte (cosa notoriamente simbólica), y ocupa esta posición ya que es el que utiliza, sintetiza e "integra" a las demás artes, potenciando con ello los objetivos del gran Arte. En el período clásico, su objetivo era la elevación espiritual del espectador mediante la experiencia estética (por ejemplo, el teatro griego asociado a los Misterios Eleusinos). Pero si el Arte moderno se aleja de esto, pretendiendo más que nada remecer, chocar, denunciar y clamar, ambos (arte clásico y moderno) intentan ser trascendentales, universales y transformadores. De hecho, una de las mayores inspiraciones para casi todo artista, grande o pequeño, es el hecho de expresarse para transformar. Transformación es un gran concepto, estrechamente relacionado con otro: Evolución. Y no es patrimonio materialista de Darwin. Somos darwinianos en la medida que no tenemos una conciencia desarrollada, y nos vemos arrastrados por la marea de la vida y sus circunstancias, en una suerte de proceso de individuación natural37. Evolucionamos si tomamos conciencia dinámica de nosotros mismos y del todo en el que estamos inmersos y relacionados, lo que en términos psicológicos equivale al verdadero “método peligroso”: el proceso de individuación consciente. En conceptos orientales, el paso del "mundo del Karma" al "mundo del Dharma". En términos míticos, el “Viaje del Héroe”. Desde la Cinesofía distinguiremos “transformación" de "evolución" a través de otra gran palabra: Sentido. En esto coinciden dos grandes nombres de la psicología: nuestro guía daimónico Carl Jung y el vienés Victor Frankl. Para éste (fundador de la Logoterapia), el hombre es movido por una "búsqueda de sentido". Para Jung el proceso de individuación conduce 36 Cosa similar ocurre con el concepto de “La Fuerza” de la trilogía Star Wars, equiparable al Ki y Chi orientales, la Heka egipcia, y también a la perspectiva junguiana de la energía psíquica o Líbido. 37 En “Respuesta a Job” (Fondo de Cultura Económica, 1998) Jung escribe: “En la medida en que este proceso [de individuación] se realiza, por lo general de manera inconsciente, como lo ha hecho siempre, tiene el mismo significado que tiene la bellota para la encina, la ternera para la vaca y el niño para el adulto. Pero si el proceso de individuación se hace consciente, la conciencia tiene que enfrentarse al inconsciente y encontrar un equilibrio entre los contrarios. Como esto no es posible lógicamente, la única solución son los símbolos, los cuales hacen posible la unión irracional de los contrarios”. 48 La Caverna de las Ilusiones al Sí-Mismo, pleno de sentido38. Y, probablemente, esta búsqueda es el motor que permite “salir de la caverna”. Con el Mito de la Caverna, Platón va más allá de una simple “teoría del Conocimiento”. Avanza hacia un plano más trascendente, en el que el deber del hombre es “liberarse” para “conocer”, emprender el viaje que lo hará conocer la esencia y la verdad de las cosas39. Es ahí cuando el hombre comienza a filosofar, y toma el camino hacia las verdades que esa vivencia le permite intuir. Platón hace depender esta liberación exclusivamente del ser humano. Más exactamente, de su interioridad, de la calidad de los recursos interiores de que dispone, del nivel de evolución de su alma. Con esto, la noción de proceso de liberación y su culminación en la experiencia directa de la Verdad aparecen por primera vez en la Filosofía clásica. Si recordamos también aquello escrito en el Evangelio de Juan 8:32, “la verdad os hará libres”, vemos cómo el Mito de la Caverna emerge constantemente en las creaciones cinematográficas más populares porque el ser humano posee instintivamente un anhelo de libertad, una pulsión de “liberación” que se expresa a través de un proceso arquetípico, uno de cuyos símbolos más potentes es el mito platónico. Mircea Eliade escribió: “Los hombres tendrán, pues, la tendencia a hacerse arquetípicos y paradigmáticos. Esta tendencia puede parecer paradójica, en el sentido de que el hombre de las culturas tradicionales no se reconoce como real sino en la medida en que deja de ser él mismo (para un observador moderno) y se contenta con imitar y repetir los actos de otro. En otros términos, no se reconoce como real, es decir, como “verdaderamente él mismo” sino en la medida en que deja precisamente de serlo. Sería, pues, posible decir que esa ontología “primitiva” tiene una estructura platónica, y Platón podría ser considerado en este caso como el filósofo por excelencia de la “mentalidad primitiva”, o sea, como el pensador que consiguió valorar filosóficamente los modos de existencia y de comportamiento de la humanidad arcaica”40. En tiempos de cambio de paradigmas como los que estamos viviendo, esta cita es una invitación a recuperar la cosmovisión de Platón, y un camino para lograrlo es el que trazó Jung. Podemos aventurar que para ambos, Filosofía, Mitología y Psicología eran vecinos muy próximos con un objetivo común: desentrañar el porqué de las cosas, las causas primeras. Y el Arte, en especial aquel ligado a la imagen, es, en cierto modo, quien les permite expresarlo más poderosamente. Terminaremos con la atrevida declaración del teórico del arte Herbert Read41: “las artes han sido los medios por los cuales el hombre ha podido comprender paso a paso la naturaleza de las cosas. El arte nunca ha sido un intento de aprehender la realidad como un todo –eso está más allá de nuestra capacidad humana-; no ha sido siquiera un esfuerzo por representar la totalidad de las 38 De hecho, el destacado sinólogo Richard Wilhelm, autor de la más notable traducción del clásico libro sapiencial y oracular “I Ching”, tradujo Tao como Sentido. 39 Para los griegos, el concepto de “verdad” era la Aletheia, asociado a un proceso de “desvelamiento” o revelación de algo. Aletheia es la raíz del nombre “Alicia”, la clásica heroína creada por Lewis Carroll, cuya historia es también un proceso de “liberación”. 40 “El Mito del Eterno Retorno”, Mircea Eliade, Emecé Editores, 2001. 41 “Imagen e Idea”, Herbert Read, Fondo de Cultura Económica, 1957. 49 La Caverna de las Ilusiones apariencias, sino que más bien ha sido el reconocimiento fragmentario y la fijación paciente de lo significativo en la experiencia humana. La actividad artística podría por tanto describirse como una cristalización, a partir del reino amorfo del sentimiento, de formas significativas o simbólicas. Sobre la base de esta actividad se hace posible un “discurso simbólico”, y surgen la religión, la filosofía y la ciencia como modos del pensamiento. Esta es una afirmación realmente osada, ya que otorga al arte el primer lugar y la función primaria en la evolución de todas las facultades superiores que constituyen la cultura humana”. 50 http://cgjung.cl La Revista Encuentros es una iniciativa de difusión de la Fundación Chilena de Psicología Analítica. Esta publicación se ofrece de forma gratuita en el sitio web: http://revista.cgjung.cl. Esta Revista es posible gracias a colaboraciones de distintas personas e instituciones. Su colaboración, aporte o donación hace posible sostener y mejorar este proyecto. Para comunicarse con nosotros escríbanos a [email protected] Directorio de la Fundación Patricia Vargas Z. Haydée Domic T. Alejandro Dabovic T. Álvaro Carrasco G. Consejera Mariana Arancibia B. Santiago de Chile, Marzo del 2014.