MANUAL PRÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS
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MANUAL PRÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS
MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Dr. Óscar Martínez Pérez Dra. Emilia Guasch Arévalo Dr. Ignacio Cueto Hernández Tomo Editado por INYECCMEDIA S.L. Inscrita en el registro mercantil de Madrid-Tomo 30433-Libro 0, Folio:86, Sección 8, Hoja M 547753-INsc: 1-CIF: B86589124 Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita del titular del Copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo público. El infractor puede incurrir en responsabilidad penal y civil. Depósito Legal: M-22662-2014 ISBN: 978-84-695-9693-7 Esta obra va dedicada a todos y cada uno de los Obstetras, Anestesistas, Matronas y demás personal sanitario que están de guardia en cada uno de los paritorios de nuestro país y que 24 horas al día, los 365 días al año dedican sus esfuerzos, normalmente no bien reconocidos, a que nuestras madres y sus hijos tengan un parto seguro. A mi mujer que entiende que la medicina es para mí, vocación, profesión y mi única religión. Dr. Óscar Martínez Pérez Agradecimientos Gracias a la inestimable colaboración de los laboratorios Pfizer y especialmente a José Antonio Rodríguez y Rosa Bardón, hemos podido elaborar este manual práctico para que todos los profesionales implicados puedan tener un texto común en el que encontrar de una manera fácil, pero completa, las últimas novedades en la asistencia a las distintas situaciones urgentes en obstetricia. autores Dr. Óscar Martínez Pérez Especialista en Obstetricia y Ginecología Hospital Universitario Puerta de Hierro. Majadahonda Coordinador del grupo de Simulación Obstétrico de la SESEEP Dra. Emilia Guasch Arévalo Especialista en Anestesia y Reanimación Jefa de Sección Hospital Universitario La Paz. Madrid. Vicepresidenta de la SEDAR Dr. Ignacio Cueto Hernández Especialista en Obstetricia y Ginecología Hospital General Universitario Gregorio Marañón. Madrid Prof. Dr. Fernando Gilsanz Rodríguez Jefe de Servicio Anestesia y Reanimación Hospital Universitario La Paz. Madrid Catedrático de Anestesia y Reanimación Universidad Autónoma de Madrid Dra. Blanca González Garzón de Zumárraga Especialista en Obstetricia y Ginecología Hospital General Universitario Gregorio Marañón. Madrid 7 Dra. Silvia Mateos López Especialista en Obstetricia y Ginecología Coordinadora Paritorio Hospital Universitario de Torrejón. Madrid Dra. Pilar Hernández Pinto Especialista en Anestesia y Reanimación Hospital Universitario Marqués de Valdecilla. Cantabria Doña Marina Jaime Arranz Matrona Supervisora de la Unidad maternal Hospital Universitario Puerta de Hierro. Majadahonda Doña Iría Rodríguez de la Torre Matrona Fundación Jiménez Díaz. Madrid Don Alejandro Martínez Arce Diplomado en Enfermería Instructor Hospital Virtual de Valdecilla. Cantabria Dr. Juan Manuel Odriozola Feu Especialista en Obstetricia y Ginecología Coordinador de Paritorio Hospital Universitario Marqués de Valdecilla. Cantabria 8 9 10 Índice 1. Organización sanitaria en emergencia obstétrica ... 23 Dr. Óscar Martínez Pérez, Don Alejandro Martínez Arce, Dr. Ignacio Cueto Hernández 2. Entrenamiento en emergencia obstétrica ...................... 49 Dr. Óscar Martínez Pérez, Dr. Ignacio Cueto Hernández, Dra. Pilar Hernández Pinto, Dr. Juan Manuel Odriozola Feu 3. Reanimación cardiopulmonar en embar azada ............ 69 Dra. Emilia Guasch Arévalo, Prof. Dr. Fernando Gilsanz Rodríguez, Dr. Óscar Martínez Pérez 4. Embolismo líquido amniótico ............................................... 81 Dra. Emilia Guasch Arévalo, Prof. Dr. Fernando Gilsanz Rodríguez, Dr. Óscar Martínez Pérez 5. Preeclampsia-Eclampsia ............................................................. 95 Dr. Óscar Martínez Pérez, Dra. Emilia Guasch Arévalo, Dra. Blanca González Garzón de Zumárraga 6. Hemorr agia anteparto ........................................................... 137 Dra. Silvia Mateos López, Dr. Ignacio Cueto Hernández, Dra. Emilia Guasch Arévalo 7. Hemorr agia posparto ............................................................... 155 Dr. Óscar Martínez Pérez, Dr. Ignacio Cueto Hernández, Dra. Emilia Guasch Arévalo 8. Alter aciones en la placentación ....................................... 189 Dr. Óscar Martínez Pérez, Dr. Ignacio Cueto Hernández, Dra. Blanca González Garzón de Zumárraga 9. Inversión uterina. Retención placentaria .................. 211 Dr. Óscar Martínez Pérez, Dra. Blanca González Garzón de Zumárraga, Doña Marina Jaime Arranz 10. Tr auma perineal .......................................................................... 223 Dr. Ignacio Cueto Hernández, Dra. Blanca González Garzón de Zumárraga, Doña Iría Rodríguez de la Torre 11 APÉNDICES CAP. APÉNDICE PÁG. 1 SAVoR 239 3 Algoritmo RCP 240 4 Algoritmo ELA 241 5 Algoritmo Anestesia en Preeclampsia 242 6 Algoritmo Diagnóstico diferencial HAP 2243 7 Algoritmo HPP tras parto vaginal 244 7 Algoritmo HPP tras parto instrumetal 245 24 7 Algoritmo transfusión masiva 246 7 Algoritmo HPP tras cesárea en la Unidad de Reanimación 247 7 Algoritmo HPP en quirófano tras cesárea 248 7 Algoritmo HPP tras cesárea después de parto instrumental m men fallido 249 8 Algoritmo Cesárea electiva por placenta adherida 250 8 Algoritmo Cesárea de emergencia con diagnóstico inesperado p pe de placenta nta ácreta ácret 251 Técnica quirúrgica y materiales para sutura de desgarros rr del rro el esf esfínter anal 252 10 13 14 ABREVIATUR AS ACGME Accreditation Council for Graduate Medical Education ACLS Advanced Cardiopulmonary Life Support ACOG American College of Obstetricians and Gynecologists AHA American Heart Association AHQR Agency for Healthcare Research and Quality AOI Adverse Outcome Index ALSO Advanced Life Support in Obstetrics BLS Basic Life Support CI Intervalo de Confianza CID Coagulación Intravascular Diseminada CIR Crecimiento Intrauterino Retardado CMBDU Conjunto Mínimo Básico de Datos de Urgencias CMQCC California Maternal Quality Care Collaborative DPPNI Desprendimiento de Placenta Normalmente Inserta ELA Embolismo de Líquido Amniótico FCF Frecuencia Cardiaca Fetal HAP Hemorragia Anteparto HPP Hemorragia Posparto HTA Hipertensión Arterial IM Intramuscular IMC Índice Masa Corporal IV Intravenoso Kg Kilogramo L Litro mcg Microgramo mg Miligramo ml Mililitro 15 16 MMAS Mortalidad Materna Aguda y Severa MOET Managing Obstetrics Emergencies and Trauma OCE Orificio Cervical Externo OCI Orificio Cervical Interno PCR Parada Cardiorrespiratoria PEG Pequeño para la Edad Gestacional PROMPT Practical Obstetric Multiprofessional Training RCOG Royal College of Obstetricians and Gynaecologists RCP Reanimación Cardiopulmonar RCTE Registro Cardiotocográfico Externo RNM Resonancia Nuclear Magnética RR Riesgo Relativo S Sensibilidad SBAR Situation, Background, Assessment y Recommendation/ Response SEDAR Sociedad Española de Anestesia y Reanimación SEGO Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia SI Severity Index TAC Tomografía Axial Computerizada TRA Técnicas de Reproducción Asistida UI Unidades URPA Unidad de Recuperación Posanestésica UVI Unidad de Vigilancia Intensiva VPP Valor Predictivo Positivo VPN Valor Predictivo Negativo WAOS Weighted Adverse Outcome Score 17 18 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Autores Dr. Óscar Martínez Pérez. Coordinador Dr. Ignacio Cueto Hernández Dra. Emilia Guasch Arévalo INTRODUCCIÓN A LA OBRA Las emergencias obstétricas son en general poco frecuentes y su resolución depende sobre todo de la experiencia del personal que las atienden. Sin embargo, la experiencia es justo lo más difícil de adquirir por la rareza de estos casos. Las emergencias obstétricas engloban una serie de patologías que se presentan de manera aguda y que requieren de la colaboración entre distintas especialidades para su resolución. Sin embargo, no existe en nuestro país un programa normalizado de formación en este campo. Otra de las características de la emergencia obstétricas es que normalmente se resuelve por la concurrencia de múltiples profesionales de diferentes disciplinas. El entrenamiento multiprofesional y multidisciplinario ha demostrado muy buenos resultado en la reducción de la morbilidad asociada al parto. La rareza de estas situaciones y la necesidad de un trabajo coordinado, ha llevado a la introducción en la formación de los nuevos obstetras, anestesistas y matronas de las técnicas de enseñanza basada en la simulación. También es posible utilizarlas en la formación continuada de los profesionales en activo, lo que permite acortar las curvas de aprendizaje en el manejo de estas situaciones y ayuda a mantener el nivel de conocimientos y habilidades, una vez el profesional ha acabado su periodo de formación. La simulación es un medio de aprendizaje, no un lugar o una tecnología. Es una herramienta para adquirir experiencia práctica en situaciones poco frecuentes. 19 Este libro nace de nuestra experiencia en la realización de varios cursos de emergencias obstétricas para Obstetras, Anestesista y Matronas en los que incorporamos esta herramienta en su planteamiento y por ello en cada capítulo hemos tratado de dar respuesta a las preguntas que las distintos profesionales pueden plantearse en una situación crítica en obstetricia. Al final esperamos que este trabajo conjunto entre Obstetras, Anestesista y Matronas sirva para difundir la cultura de la asistencia multidisciplinar en la emergencia obstétrica. Nuestra intención es que con esta obra, cada centro pueda iniciar un programa de entrenamiento autónomo que pueda ser complementado en algún punto con el apoyo de centros de simulación más especializados. El manual práctico de Emergencias Obstétricas está dirigido a Médicos y Matronas de diversas disciplinas cuyo marco de actuación se centre en la atención a la mujer embarazada en situaciones patológicas, y así mantener su capacitación y un nivel asistencial de calidad en su práctica clínica diaria, proporcionándoles para ello una información actualizada y de alto nivel, presentada en un formato sencillo y atractivo. Los autores son todos ellos expertos, profesores universitarios con experiencia en cursos de formación similares, experiencia contrastada y reconocida en el tema y líderes de opinión nacionales. Hemos dividido la obra en dos tomos para facilitar su manejo. En el primer tomo encontrarán cuatro de las emergencias obstétricas que se más se asocian a la morbimortalidad materna. Es un tomo en el que la hemorragia obstétrica tanto anteparto como posparto es tratada en 4 diferentes capítulos. En el segundo tomo nos referiremos a los aspectos más obstétricos de las emergencias y a las urgencias médico quirúrgicas. Esperamos que les sirva para mejorar su conocimiento y desempeño en situaciones emergentes en obstetricia, por el bien de lo más importante que los profesionales sanitarios tenemos en común, nuestras pacientes. 20 21 22 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 1 ORGANIZACIÓN SANITARIA EN EMERGENCIA OBSTÉTRICA Autores Dr. Martínez Pérez D. Alejandro Martínez Dr. Cueto Hernández INTRODUCCIÓN En la mayoría de las especialidades médicas se establece entre el paciente y el médico un “contrato” de resultados, en el que se entiende que existe una enfermedad que puede evolucionar de diferentes maneras (no siempre favorables para el paciente); el sistema sanitario debe poner los mejores medios humanos y materiales para alcanzar el mejor resultado posible. En la obstetricia la población en general no es consciente de que exista una enfermedad sino que el embarazo, parto y puerperio son situaciones normales que raramente se complican. Estas altas expectativas hacen que el contrato de medios se convierta prácticamente en un contrato de resultados, en el que el paciente “exige” siempre un final feliz. Por esa rareza de las situaciones adversas y por lo agudo de muchas de ellas, se entiende mal por la paciente o su entorno que se pueda pasar en la obstetricia de una situación en la que se espera o celebra el nacimiento de un nuevo hijo con una enorme carga afectiva, a una situación urgente que ponga en riesgo a la madre o el feto. 23 ORGANIZACIÓN SANITARIA EN EMERGENCIA OBSTÉTRICA GESTIÓN DE RIESGOS Alarmados por el aumento de las demandas judiciales en obstetricia e influidos por la gestión de riesgos en otros ámbitos de la actividad humana, la obstetricia ha iniciado un camino sin retorno hacia la implantación de políticas a nivel hospitalario y extra hospitalario, que reduzcan los riesgo de eventos adversos para la gestante y el feto. Esta reducción de eventos adversos es la única vía para reducir el número de demandas judiciales. Son numerosas las instituciones nacionales e internacionales que han promovido este giro de nuestra especialidad y todas promueven la cultura de la seguridad clínica. Esta política se ha extendido a la emergencia obstétrica como punto crítico en la atención a la mujer gestante.(1-3) ¿Cómo mejorar nuestra organización hospitalaria para el manejo de la emergencia obstétrica? El punto fundamental en el manejo de la emergencia obstétrica desde el diseño de su abordaje hasta el análisis de los resultados es el reconocimiento explícito de que es una tarea que hay que realizar en equipo. Este equipo tiene una serie de características (4) : 1. Multidisciplinar Intervienen distintas especialidades además de la obstetricia. Especialmente importante es el concurso de anestesistas obstétricos pero en función del tipo de emergencia es necesario el concurso de radiólogos intervencionistas, neonatólogos, hematólogos, urólogos, etc. 2. Multiprofesional Las matronas, como enfermería altamente especializada en la atención al parto, son imprescindibles en la respuesta eficaz a la emergencia obstétrica. Su concurso es crítico y no es posible establecer un protocolo serio sin su participación activa. La enfermería de urgencias y quirófano, auxiliares de enfermería, celadores, técnicos de laboratorio, deben conocer también los protocolos y ser tenidos en cuenta en su elaboración, por cuanto medidas tan importantes en una emergencia como el transporte de sangre o pruebas de laboratorio, dependen del correcto funcionamiento de todos ellos. 3. Con diferentes niveles asistenciales El seguimiento de la gestación de bajo riesgo, forma parte de la cartera de servicios de atención primaria en la mayor parte de los sistemas autonómicos de salud de nuestro país. De la detección precoz de complicaciones y de la prevención de las mismas, depende la incidencia y gravedad de las emergencias obstétricas. La prevención de la anemia en el embarazo y la detección de las placentas ácretas en ecografía de rutina, son ejemplos de la importancia de una buena política de coordinación entre atención primaria y especializada dirigida a un objetivo común. 24 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 1 4. Con distintos hospitales implicados La estratifi cación del nivel asistencial requerido para la asistencia al parto, viene determinada más que por el riesgo obstétrico, por el nivel de asistencia neonatal en primer lugar y por la existencia o no de distintas especialidades que son requeridas para atender ciertas patologías de la madre. Esta división que funciona para la atención neonatal, no es útil en la atención a la emergencia obstétrica por cuanto la mayoría de las gestantes que presentan un evento urgente, este no es esperado y son atendidas en sus centros, independientemente del nivel asistencial de los mismos. Sin embargo hay una serie de patologías urgentes como la hemorragia posparto que precisan para su correcto manejo de unidades altamente especializadas como la radiología intervencionista, que suelen estar situadas en centros terciarios. El traslado de estas pacientes a estos centros, es en ocasiones imprescindible para atajar hemorragias posparto de difícil resolución. Por ello, en la organización de la atención a la emergencia, es preciso tener en cuenta el nivel asistencial y el protocolo de traslado a otro centro. EMERGENCIA OBSTÉTRICA Y CALIDAD ASISTENCIAL Dentro de las distintas definiciones de calidad, hemos elegido para la emergencia obstétrica aquella propuesta por la Joint Commission Americana. Calidad es hacer las cosas bien a la primera y como desarrollo deberíamos decir que en emergencia obstétrica calidad es (5): 1. Hacer las cosas bien 2. Hacer lo correcto bien 3. Hacer lo correcto a la primera 4. Hacer lo correcto a la primera en equipo Una emergencia obstétrica no es solo una situación que pone en riesgo la vida de la madre y el feto, sino que además pone a prueba la calidad de la capacidad organizativa y profesional de un equipo y un hospital. Muchas emergencias obstétricas son eventos centinela de cuya evaluación se extraen numerosas enseñanzas. Del análisis de cómo se ha producido la emergencia y cómo se ha resuelto, surgen en la mayoría de las ocasiones conclusiones, que permiten mejorar aún más el comportamiento del equipo obstétrico y la organización sanitaria que lo sustenta. Aunque una emergencia obstétrica se haya resuelto, no supone que la organización o los profesionales no hubieran podido hacer algo distinto y mejor que hubiera reducido la morbi mortalidad materno-fetal. De ahí surge el concepto en Medicina de morbilidad materna aguda y severa que proviene del concepto Near Miss en aviación. 25 ORGANIZACIÓN SANITARIA EN EMERGENCIA OBSTÉTRICA Near Miss La morbilidad materna aguda y severa (MMAS) o near miss fue definida, como toda complicación que pone en riesgo la vida de la enferma durante la gestación o dentro de los 42 días posteriores al nacimiento, debido a cualquier etiología relacionada o agravada por el embarazo o como consecuencia de su manejo, con exclusión de las causas incidentales o accidentales, de la que sobrevive por el tratamiento instituido o producto del azar (6,7) En Estados Unidos la MMAS fue 10/1.000, en Canadá 4,3/1.000, y se elevó a 30-90/1.000 nacimientos en países en vías de desarrollo (8). En siete ciudades de África Occidental la MMAS fue 30-90/1.000 nacimientos. En Nigeria, la MMAS en 2002-2004 fue 29/1.000 nacimientos. Se estableció una MMAS de 10 a 250/1.000 nacimientos en diversas regiones de África.(9-11) Se ha calculado en la India, que aproximadamente mueren una de cada 7 pacientes que sufre un Near Miss.(12) El análisis profesional, objetivo y desapasionado de los eventos adversos (Near Miss) que suceden diariamente en una maternidad, es el eje sobre el que debe girar la organización de la emergencia obstétrica. Este conocimiento en el desempeño de cada maternidad en el manejo de la emergencia obstétrica se nutre de varias fuentes: 1. Comunicación de incidentes adversos. Eventos centinela 2. Análisis de las reclamaciones y demandas judiciales 3. Auditorias clínicas Existen distintas listas normalizadas de eventos que se consideran Near Miss y que también denominamos eventos centinela que precisan comunicación a las instituciones sanitarias. Una vez conocidos por distintas fuentes cómo funciona nuestro servicio en cada una de las emergencias obstétricas, es preciso establecer un plan de calidad que viene determinado bien por la política de calidad asistencial de cada centro, bien por iniciativas locales en cada unidad para mejorar el desempeño Isabel Camaño y col (13) en un trabajo español sobre un programa de gestión de riesgos en obstetricia en el Hospital 12 de Octubre de Madrid, establece una serie de indicadores (sucesos centinela) que ayudan a conocer la morbimortalidad de un servicio de obstetricia y ginecología. 26 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 1 Sucesos centinela (en negro los relacionados con emergencia obstétrica). • Muerte materna • Cuerpo extraño olvidado en cavidad Sucesos adversos prenatales. • Eclampsia • Muerte fetal intraútero: muerte fetal con 24 o más semanas de amenorrea • Recién nacido con malformación mayor no diagnosticada de forma prenatal • Pérdida de la gestación tras técnica invasiva (cuando se produce en los 14 días posteriores a la misma) • Prematuridad extrema: parto con edad gestacional ≤ 28 semanas • Patología materna que precisa ingreso en reanimación o unidad de cuidados intensivos Sucesos adversos intraparto. • Distocia de hombros: cuando se necesita una maniobra específica para la extracción de los hombros • Hemorragia puerperal: aquella que precisa para su control de otros métodos distintos del masaje uterino, oxitócicos, ergomiméticos, o prostaglandinas • pH en sangre de arteria de cordón umbilical < 7,10 • Traumatismo obstétrico materno: desgarros de III-IV grado (afectación de esfínter anal o mucosa anorrectal) • Hematoma vulvovaginal que precisa reintervención • Lesión vesical en la cesárea • Histerectomía obstétrica de urgencia: aquella realizada de forma no electiva en los primeros 40 días posteriores a un parto o cesárea • Rotura uterina completa: aquella que afecta al miometrio y la serosa, distinto de la dehiscencia de cicatriz previa Sucesos adversos posnatales. • Legrado puerperal (en el posparto inmediato o en los 42 días posteriores al parto) • Infección de herida quirúrgica después de cesárea (la que precisa tratamiento distinto de curas tópicas) • Fiebre puerperal: fiebre ≥ 37,8°C en 2 tomas separadas por 6h que se da entre el 2.°-42.° día posparto • Enfermedad tromboembólica puerperal: trombosis venosa profunda, trombosis pélvica o tromboembolismo pulmonar • Transfusión sanguínea o de hemoderivados en el puerperio (en los 42 días posteriores al parto) • Reingreso en los 30 días siguientes al parto por proceso relacionado con la gestación o el parto • Puerperio patológico que requiere ingreso en reanimación o unidad de cuidados intensivos 27 ORGANIZACIÓN SANITARIA EN EMERGENCIA OBSTÉTRICA Los eventos centinela son sobre los que es necesario trabajar y establecer protocolos y planes de formación definidos. Para mejorar la calidad asistencial y mejorar la seguridad clínica de los pacientes, es preciso que en la organización sanitaria exista un liderazgo en la cultura del cambio.(14,15) Este liderazgo que debe recaer en las personas con mayores responsabilidades en un servicio, debe crear un ambiente de seguridad que impulse cuatro grandes medidas: 1. Implantar la costumbre de informar de los eventos adversos. 2. Asegurar que los eventos adversos son analizados de manera objetiva y por lo general confidencial. 3. No ampararse en la jerarquía sino en la experiencia reconocida a la hora de valorar un caso. 4. Extraer de cada evento adverso enseñanzas positivas para el individuo y la organización evitando que se asocie a cualquier tipo de represalia. Para validar la implantación de protocolos de calidad en la asistencia sanitaria y más concretamente, para determinar de una manera objetiva los resultados clínicos en obstetricia, se han desarrollado una serie de índices que ponderan la importancia de los eventos centinela y MMAS.(5,16,17) Uno de los más utilizados son el Adverse Outcome Index, el Weighted Adverse Outcome Score (WAOS) y el Severity Index (SI). El AOI es el porcentaje de mujeres que sufren uno o más de los eventos adversos de la tabla. El American College of Obstetrician and Gynecologists, ha validado una puntuación para una serie de eventos adversos de tal forma que establece que el WAOS es la suma de esas puntuaciones dividido por el número de partos. Este índice nos informa de la media de puntuación de eventos adversos por mujer. El SI es la puntuación media de eventos adversos por mujer que los ha padecido. Este parámetro refleja la posibilidad de prevención de complicaciones en una paciente que ha tenido un evento adverso. Estos índices nos ayudan a medir el impacto de las medidas como la mejora del trabajo en equipo, organización, formación y entrenamiento con simulación en un servicio de obstetricia. 28 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 1 Eventos adversos utilizados para el AOI y WAO (4) Evento adverso evaluado AOI Puntuación WAOS Muerte materna 750 Muerte fetal intraparto y muerte neonatal (>2500 g) 400 Rotura uterina 100 Ingreso materno en la UCI 65 Trauma obstétrico 60 Reintervención tras parto 40 Ingreso neonato en UCIN >2500 g > 24 h 35 Apagar < 7 a los 5 minutos 25 Transfusión de sangre 20 Desgarro de 3 y 4º 5 Los trabajos en EEUU (que han estudiado la medición de estos índices antes y después de la implantación de programas de trabajo en equipo en obstetricia, han demostrado que sobre una población de 14.271 partos entre 1999-2001, un 5,9% sufrió al menos un evento adverso (AOI anual 5,9% con CI 5,3%-6,5%), con una WAOS de 1,15 y un SI de 19,380. Una vez implantado un entrenamiento reglado (año 2002), en los años siguientes (2003-2006) sobre 19.830 partos, el AOI anual descendió a un 4.6 % (CI 4,1-5,2%).El WAOS descendió a 0,75 (33% menos) y el SI descendió a 16,8. Un descenso del AOI de 1,4 puntos, supuso 291 mujeres menos con eventos adversos (1,5 menos por semana).(4,18) 29 ORGANIZACIÓN SANITARIA EN EMERGENCIA OBSTÉTRICA TRABAJO EN EQUIPO EN EMERGENCIA OBSTÉTRICA La introducción de una cultura de trabajo en equipo en la asistencia al parto, requiere del concurso de TODO el personal implicado en este proceso, incluyendo el personal no sanitario y el no facultativo.(20,21) Se organizan reuniones del equipo en grupos no superiores a 20 personas en las que se insiste en: 1. La importancia de la cultura de la seguridad en obstetricia y el cambio de modelo que supone el buscarla activamente. 2. Las herramientas que son necesarias para conseguir el trabajo en equipo en obstetricia. a. Comunicación b. Evaluación de situaciones c. Liderazgo d. Apoyo mutuo y colaboración en tareas Comunicación entre el equipo Una de las mayores dificultades con las que nos encontramos en el manejo de emergencia obstétrica, es conseguir que el personal que debe estar implicado en su manejo se comunique de manera eficaz. Los problemas de comunicación, están presentes en el análisis raíz de la mayoría de los casos de malos resultados en la respuesta a una emergencia. Con el fin de mejorar la comunicación en situaciones de stress es importante que el equipo aprenda técnicas de comunicación normalizada que se basan en: 1. Formular el mensaje que debe ser sucinto y completo. Para ello se han propuesto herramientas que ayudan a la elaboración del mensaje. Entre ellas se encuentra el SBAR. Acrónimo de Situación, Background, Assesment y Recomendation/Response. Nosotros hemos traducido este formulario y lo hemos adaptado al castellano.(21) (Ver apéndice 1) 2. Dirigirse a cada miembro del equipo de tal forma que entienda que el mensaje va dirigido a él/ella. Esto se hace llamándole por su nombre y/o a través del contacto visual. 3. Comunicar de manera pausada, clara y concisa para evitar transmitir emociones que alteren la interpretación del mismo. 30 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 1 4. Reconocer el mensaje. En situaciones de estrés es muy útil repetir al emisor el mensaje que nos ha enviado en forma de pregunta, para estar seguros de que hemos entendido bien. 5. Doble comprobación. Verbalizar en alto la orden que se nos ha dado una vez cumplida para que el emisor conozca que la tarea ha sido realizada. Liderazgo Es el elemento crucial para que funcione un equipo. El liderazgo de un equipo sanitario en la repuesta a una emergencia obstétrica, supone proporcionar al resto del equipo unas directivas estructuradas y un apoyo cercano en sus actuaciones. El mejor líder no es el médico con más edad, sino el que es capaz de ejercer mejor estas funciones.(4,22) El buen líder en emergencia obstétrica: • Es capaz de pensar claramente bajo presión. • Tiene experiencia suficiente en el caso a tratar. • Comunica claramente sus puntos de vista y escucha con atención los de los demás. • Reparte con determinación y claridad las tareas entre los miembros del equipo. • Es capaz de cambiar sobre la marcha el plan inicial si es necesario sin perder el control de la situación. • Conoce sus limitaciones en la actuación y las solventa apoyándose en otros miembros del equipo. • Delega actuaciones en otros miembros del equipo. • Está atento al escenario global del caso. • Se anticipa a las situaciones por venir preparando al equipo para afrontarlas. • Es capaz de afrontar y solucionar conflictos médicos o interpersonales entre el equipo, utilizando un lenguaje estructurado y una política asertiva en lugar de llegar a conflictos personales. 31 ORGANIZACIÓN SANITARIA EN EMERGENCIA OBSTÉTRICA Evaluación de situaciones El equipo obstétrico debe tratar de ir por delante de la emergencia, reconociendo y evaluando la situación de una manera dinámica para anticipar las posibles complicaciones, para preparar las distintas soluciones a los eventos clínicos que se presentan; por ello se deben verbalizar sus opiniones. Si un miembro del equipo no está de acuerdo en cómo está evolucionando el cuidado de la paciente, debe verbalizar en alto al menos dos veces su criterio y preocupación para que el líder y sus compañeros entiendan que quizás hay un elemento crítico que se está pasando por alto. (Two Challenge Rules)(4,23) Apoyo mutuo En situaciones de sobrecarga asistencial, el personal debe entrenarse en saber ofrecer y pedir ayuda para evitar errores por falta puntual de recursos. Otras formas de entrenamiento, buscan por ejemplo el refuerzo positivo verbal entre miembros de una organización sanitaria en situaciones muy complejas con alto estrés para mejorar el trabajo en equipo.(21) Una vez entrenado el equipo, es preciso pasar a la asistencia diaria en un paritorio para lo cual es necesario organizar a los componentes del mismo con el fin de afrontar emergencias obstétricas. Existirían tres grupos de trabajo en un paritorio que se definirían en cada guardia.(4) Miembros Núcleo asistencial Obstetras, anestesistas neonatólogos matronas, residentes, instrumentistas de quirófano, administrativos, celadores, auxiliares de enfermería Jefe de paritorio. Obstetra Coordinación Supervisora de matronas Adjunto senior anestesia Grupo de contingencia Médicos y enfermeras entre la guardia de cada día Tareas Llevan el peso de la asistencia al parto y puerperio. Son los que cuidan a las pacientes directamente No implicados directamente en la asistencia. Visión “desde las alturas” del escenario completo. Liderazgo y evaluación de situaciones. Deciden sobre prioridades y gestión sobrecarga asistencial Se establecen antes de cada guardia para responder y registrar las emergencias obstétricas severas que ocurran Existen herramientas normalizadas gratuitas y de libre acceso para poder entrenar y estructurar el trabajo en equipo en el ámbito sanitario. La más extendida es el TeamStepps de la Agency for Healthcare Research and Quality (AHRQ).(24) 32 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 1 DESPUÉS DE LA EMERGENCIA. DEBRIEFING Toda emergencia obstétrica es una situación de la que es preciso aprender. El análisis de lo ocurrido genera enseñanzas que deben servir para mejorar nuestra respuesta en la siguiente, instruir a los médicos y otro personal en formación, ayudar a liberar tensión acumulada por el estrés y reforzar positivamente las conductas. Este proceso que se utiliza de manera habitual y reglada en los cursos de simulación, es el mismo que podemos usar tras un caso real. En los últimos años, las organizaciones sanitarias están haciendo grandes esfuerzos para mejorar la seguridad de los pacientes y disminuir los efectos adversos. Una parte importante de las iniciativas están dirigidas al entrenamiento de profesionales utilizando la simulación clínica como herramienta docente.(25) La simulación clínica se fundamenta en las teorías de David Kolb sobre el aprendizaje del adulto que destacan que además de vivir una experiencia, es necesario reflexionar de forma rigurosa sobre ella para poder aprender y poder aplicarlo en situaciones similares.(26) Esto contrasta con el hecho de que aunque los profesionales sanitarios tienen una gran actividad asistencial con numerosas oportunidades de aprendizaje o han atendido a numerosos casos urgentes, sin embargo, disponen de muy poco o nada de tiempo para reflexionar sobre sus vivencias y actuaciones, y así poder generar cambio en la forma de trabajar. La simulación después de una emergencia proporciona métodos y espacios concebidos de modo específico para facilitar el desarrollo profesional, y que están claramente diferenciados del encuentro asistencial. El análisis del desempeño de un equipo en una emergencia obstétrica, es una parte fundamental en el proceso de aprendizaje del grupo y forma parte de su formación continuada. Para que el entrenamiento se asocie de modo uniforme con mejoras en el rendimiento, se exige la concurrencia de varios elementos, tales como la presencia de objetivos de aprendizaje bien definidos, oportunidades para la práctica deliberada de esos objetivos y una reflexión rigurosa sobre la actuación que permita proporcionar una retroalimentación específica sobre el rendimiento. En este contexto, la reflexión se considera el punto clave del entrenamiento con simulación clínica ya que es donde realmente ocurre el aprendizaje. Aunque teóricamente es posible realizar este proceso de forma individual, es más efectivo hacerlo con apoyo de un instructor especializado para poder ayudar a los profesionales a profundizar en sus pensamientos y actuaciones. 33 ORGANIZACIÓN SANITARIA EN EMERGENCIA OBSTÉTRICA Entre las distintas técnicas de análisis se ha extendido el empleo del debriefing, término que actualmente no tiene traducción al castellano y hace referencia a ese proceso de reflexión profunda necesario en los adultos para poder entender las actuaciones y pensamientos, y poder trasladar lo aprendido al ámbito clínico.(27) La mayoría de las veces, este proceso de entrenamiento y reflexión tiene lugar en centros específicos de simulación con maniquís, sin poner en riesgo a pacientes ni profesionales, pero de la misma forma se puede utilizar tras cualquiera de las vivencias habituales si se busca un espacio para reflexionar y aprender de ellas. Se han descrito varios elementos para conseguir que un debriefing sea efectivo. La Asociación Internacional de Enfermería para la Simulación Clínica y el aprendizaje recientemente ha propuesto los siguientes estándares: • Realizar el debriefing con un instructor competente. Es necesario una persona formada para poder facilitar la reflexión de una o varias personas de una forma segura y eficiente. • El instructor debe haber observado la situación. Debe tener toda la información posible del evento o simulación desde un punto apartado de la acción. • Utilizar una metodología en el debriefing basada en la evidencia. Existen varias técnicas de debriefing descritas en la literatura. • El debriefing debe tener una estructura adecuada con unas fases claramente definidas. • El instructor debe tener unos objetivos de aprendizaje, siempre pensando en los participantes como los protagonistas y centrándose en los resultados de la experiencia vivida. • Realizarse en un entorno que proteja la confidencialidad, la confianza, la comunicación abierta, el autoanálisis y la reflexión.(28) Existen diferentes técnicas de debriefing. En el Hospital virtual Valdecilla se emplea la técnica “con buen juicio” descrita por el Center for Medical Simulation en Boston.(29) Este enfoque se caracteriza porque el instructor adopta una posición de curiosidad y respeto por la actuación de los profesionales, y explora los valores, las asunciones, conocimiento, reglas, etc. que condujeron a las acciones. Una vez conocidos, adapta la discusión y/o enseñanza a las necesidades de aprendizaje individuales o de los miembros del equipo. El proceso se compone de 3 fases bien definidas: • Fase de reacciones: exploración de reacciones y repaso de los hechos ocurridos. • Fase de comprensión: exploración del origen de lo acontecido, discusión y enseñanza de los aspectos clave. • Fase de cierre: resumen de lo aprendido para aplicarlo a situaciones similares en el futuro. 34 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 1 El elemento que más influye en los resultados clínicos ante una emergencia obstétrica es la calidad del entrenamiento del equipo que permita mejorar constantemente la capacidad de llevar a cabo bajo presión, tareas médico quirúrgicas complejas de manera secuencial a gran velocidad, en un entorno con gran carga emocional, independientemente de la hora o del día de la semana y que ésta actuación se coordine con los distintos niveles de la organización sanitaria. URGENCIAS VS EMERGENCIAS OBSTETRICAS. TRIAGE Podemos definir urgencia como la “Situación clínica con capacidad para generar deterioro o peligro para la salud o la vida del paciente, en función del tiempo transcurrido entre su aparición y la instauración de un tratamiento efectivo, que condiciona un episodio asistencial con importante consumo de recursos, en un corto período de tiempo”. Un triage se definiría como un “Neologismo que equivale a selección o clasificación en función de una cualidad, el grado de urgencia”. (Vocablo no admitido por la RAE). En el momento actual y desde mediados de los años 60, han ido apareciendo distintos sistemas de clasificación que se han ido imponiendo por todo el mundo, las variaciones que proponen son diversas, desde quien realiza la entrevista de clasificación (enfermeras, matronas o médicos), el número de grupos en que se dividen las pacientes (3-4 ó 5), o la guía de procesos de clasificación (semiológica, sindrómicas…).(29-32) Las características de un sistema organizado de triage serían (30): • Reproductibilidad: Alto nivel de concordancia ínter observador. (Doble triage) • Validez: Asigna el nivel de prioridad a los pacientes que realmente están en ese nivel (Estudios de coherencia interna) • Utilidad: Relaciona el grado de urgencia con la gravedad real del paciente. (Estudios comparativos de la gravedad de los procesos) La aplicación de los distintos sistemas de clasificación se han ido modificando hasta versiones más modernas en función de parámetros que permitan su evaluación y mejora en la calidad del triage (no solo en términos de calidad técnica sino en calidad percibida por el paciente y sus familiares). En las tablas siguientes se resumen los Sistemas de Clasificación de pacientes que acuden a las unidades de emergencias-urgencias más relevantes, el año de su puesta en marcha y la comparación según las características más relevantes (Tablas 1 y 2).(30) Que no exista un modelo único de triage, hace pensar que cada país ha mejorado o adaptado a sus circunstancias locales los sistemas de recepción y distribución de los pacientes a su llegada a urgencias. 35 ORGANIZACIÓN SANITARIA EN EMERGENCIA OBSTÉTRICA En la Tabla 2 se resumen las principales características de todos los sistemas de Triage, donde el MAT, da respuesta a todas ellas. Tabla 1 ATS Australian Triage Scale: 1993, 2000 CTAS Canadian Emergency Department and Acuity Scale, 1995 MTS Manchester Triage System, 1996 ESI Emergency Severity Index, 1999 MAT Model Andorrà de Triatge: 2000, 2003 Tabla 2 36 CARACTERÍSTICAS ATS Australia 1993 CTAS Canadá 1995 MTS Mánchester 1996 ESI USA 1999 MAT Andorra 2000 ESCALA DE 5 NIVELES O CATEGORÍAS SÍ SÍ SÍ SÍ SÍ ANÁLISIS DE CONCORDANCIA SÍ SÍ NO SÍ SÍ ESTUDIOS DE VALIDEZ Y UTILIDAD SÍ SÍ NO SÍ SÍ UTILIZACIÓN UNIVERSAL EN SU PAÍS SÍ SÍ SÍ NO SÍ BASADA EN CATEGORIAS SINTOMÁTICAS NO NO SÍ NO SÍ BASADA EN ALGORITMOS CLÍNICOS NO NO SÍ SÍ SÍ BASADAS EN ESCALAS DE URGENCIAS PREDEFINIDAS SÍ SÍ NO NO SÍ FORMATO ELECTRÓNICO NO NO SÍ NO SÍ MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 1 Principios del sistema de triage Los principios fundamentales que caracterizan a un sistema de clasificación estructurado y moderno son:(30) Ha de ser un sistema de distribución en 5 niveles de priorización, normalizado y dotado de un programa informático de gestión del triage, que permita el registro de la clasificación, el control de todos los pacientes dentro y fuera del servicio y el control de tiempos de actuación (“Timelines”). Se ha de constituir en un modelo de calidad, con objetivos operativos, propuestos como indicadores de calidad del triage, fiable, válido, útil, relevante y aplicable. Ha de ser un sistema de triage de enfermería no excluyente, integrado en una dinámica de servicio donde se prioriza la urgencia del paciente, sobre cualquier otro planteamiento estructural o profesional, dentro de un modelo de especialización de urgencias, y que pueda ser adaptado al entorno sanitario donde deba ser aplicado.(33-35) Ha de ser un modelo dotado de un programa informático de ayuda a la decisión clínica en el triage, evaluado y validado, con ayuda continua y con registro anamnésico documentando dicha entrevista y actuación o actuaciones. Es decir, generará un informe que será añadido a la historia clínica, y comprenderá unas variables prefijadas que servirán para su evaluación interna y serán básicos para la confección del informe de urgencias. Ha de ser un sistema integrado en un modelo de mejora continua de la calidad, con monitorización de indicadores de calidad del sistema, que defina un estándar de motivos de consulta a urgencias y permita entre otros, evaluar la casuística del servicio. Se ha de poder integrar en un modelo global de historia clínica electrónica, integradora de la actividad médica y de enfermería, estandarizada y acorde con estándares de calidad, que permita un total control de la gestión clínica y administrativa de funcionamiento del área de urgencias. Su instauración podría promover adaptaciones estructurales y de personal del área de Urgencias acordes con las necesidades de calidad del sistema de triage, y formación específica para el personal que realizara dicha clasificación. Objetivos generales del sistema de triage estructurado son (30) : • Identificar rápidamente a los pacientes que sufren una enfermedad que pone en peligro su vida, con el objetivo de priorizar su asistencia para garantizar su seguridad (disminuir su riesgo)(36). • Determinar el área más adecuada para tratar un paciente que se presenta en urgencias (áreas específicas: Medicina Interna, Pediatría) o el centro hospitalario más adecuado para trasladar un paciente. 37 ORGANIZACIÓN SANITARIA EN EMERGENCIA OBSTÉTRICA • Disminuir la congestión de las áreas de tratamiento de la urgencia. • Permitir la evaluación continua de los pacientes mediante reevaluaciones periódicas que garanticen que sus necesidades de atención son satisfechas, asegurando la reevaluación periódica de los pacientes que no presentan condiciones de riesgo vital. • Permitir una información fluida a los pacientes y sus familias sobre el tipo de servicio que necesita el paciente, dando información sobre cuáles son las necesidades de exploraciones diagnósticas y medidas terapéuticas preliminares y el tiempo de espera probable. • Proporcionar información que permita conocer y comparar la casuística de los cuartos de urgencias y emergencias, (urgencia y complejidad de las patologías que se atienden), con la finalidad de optimizar recursos y mejorar su gestión (mejorar la eficiencia). • Crear un lenguaje común para todos los profesionales que atienden las urgencias y emergencias, independientemente del tamaño, estructura o ubicación de los centros asistenciales. Este punto es crítico para mejorar la gestión de las urgencias y emergencias, allá donde se producen, y mejorar la coordinación entre los diferentes niveles asistenciales. • Mejorar la calidad de las organizaciones en la asistencia a las urgencias. Objetivos de calidad del triage estructurado (30) Una de las peculiaridades más importantes que caracterizan a los sistemas de clasificación en urgencias de forma estructurada, son sus aspectos de calidad y de monitorización del mismo. Con el fin de garantizar la mejora en la eficiencia que aporta el sistema, es imprescindible evaluar su funcionamiento y tenemos que relacionar los niveles de urgencia con otros indicadores de calidad (IC) y con otras variables de actividad asistencial. Existen varios indicadores de calidad y su grado de cumplimiento nos permite esa monitorización periódica, permitiendo realizar los ajustes y las correcciones necesarias para la mejora del funcionamiento del sistema.(30,35,38) Se definen 4 indicadores de calidad del triage: • Índice de pacientes perdidos sin ser visitados por el médico: El índice de pacientes no visitados ha sido definido como un IC de satisfacción, riesgo y adecuación. El estándar establecido se sitúa en ≤ al 2% del total de pacientes que acuden a urgencias. Se subdivide este indicador en: 38 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 1 - Índice de pacientes perdidos sin ser clasifi cados: Porcentaje de pacientes que deciden dejar el cuarto de urgencias después de su llegada a urgencias y/o de ser registrados administrativamente y antes de ser clasificados, sobre el total de pacientes registrados. Este índice está afectado directamente por la calidad del triage. - Índice de pacientes clasificados y perdidos sin ser visitados por el médico: Porcentaje de pacientes clasificados que deciden dejar el cuarto de urgencias antes de ser visitados por el médico, sobre el total de pacientes clasificados. • Tiempo llegada/registro-triage: El tiempo desde la llegada del paciente al cuarto de urgencias hasta el momento que se inicia la clasificación. El indicador de calidad de tiempo llegada/registro-triage, se define como el porcentaje de pacientes con este tiempo ≤ 10 minutos sobre el total de pacientes clasificados. Se establece un estándar > al 85%. Complementariamente establecemos un IC de tiempo registro-triage ≤ 15 minutos, con un estándar > al 95%. • Tiempo de duración del triage: Se recomienda que el tiempo de duración de la clasificación sea ≤ a 5 minutos en > 95% de los pacientes clasificados. • Tiempo de espera para ser visitado: Se establece que al menos un 90% de los pacientes, tienen que ser visitados por el equipo médico en ≤ a 2 horas desde su clasificación y el 100% en ≤ a 4 horas. Se evalúa por percentiles de cumplimiento para cado uno de los 5 tipos de asistencia. Comparación con estándares: Benchmarking Mediante el registro del CMBDU (conjunto mínimo básico de datos de urgencias), podremos realizar una serie de análisis de comparación con el estándar o benchmarking, tanto en el adulto como en el niño (< 14 años), y todo ello relacionado con la distribución de los niveles de triage:(30) • Distribución de niveles de triage por centro. • Distribución de niveles de triage en función del tipo de transporte de llegada al servicio. • Índice de pacientes perdidos sin clasificar. • Índice de pacientes con duración registro-triage > 10 minutos. • Índice de pacientes con duración de triage > 5 minutos. • Índice de readmisiones en 72 horas y de readmisiones con ingreso. • Análisis de motivos clínicos de consulta. • Índice de reevaluaciones realizadas en tiempo de reevaluación establecido. • Índice de pacientes perdidos sin ser visitados por el médico. • Percentil de cumplimiento para la evaluación de enfermería inicial. 39 ORGANIZACIÓN SANITARIA EN EMERGENCIA OBSTÉTRICA • Percentil de cumplimiento para la visita médica. • Índice de codificación diagnóstica. • Distribución de diagnósticos principales. • Estancia media en urgencias. • Índice de pacientes en box con tiempo de estancia ≤ 4 horas. • Índice de pacientes en box con tiempo de estancia de 4 a 8 horas. • Índice de pacientes en box con tiempo de estancia > 8 horas. • Índice de pacientes en unidades de observación y relación con tiempos de estancia. • Índice de pacientes en unidades de corta estancia y relación con tiempos de estancia. • Índice de pacientes en unidades de semicríticos y relación con tiempos de estancia. • Índice de pacientes que requieren cirugía urgente. • Índice de ingreso hospitalario. • Incide de ingreso en UCI. • Índice de mortalidad. • Índice de traslado. • Índice de fugas. • Índice de altas voluntarias. • Índice de ocupación. • Análisis de casuística de urgencias. Características del personal que realiza el triage estructurado Debe efectuarlo personal sanitario y deben demostrar ciertas habilidades tales como: (30) • Capacidad para identificar rápidamente la gravedad del estado de salud. • Conocimientos sobre las diferentes patologías. • Experiencia en el servicio de urgencias no inferior a un año. • Conocimientos sobre entrevista clínica. • Capacidad para trabajar bajo presión. • Capacidad organizativa. • Capacidad para empatizar con los pacientes. • Capacidad para trabajar en equipo. • Capacitar (entrenar) mediantes cursos/ sesiones al personal de urgencias, en todo lo referente al sistema de triage a implantar (muy recomendable que sea común y conjunta con todo el personal de urgencias). 40 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 1 Dada la importancia de un buen triage, se recomienda que el personal que lo realice se dedique en exclusivo a dicha tarea y durante no más de 4-6 horas seguidas. Dicha tarea o proceso, consiste en: • Recibir al paciente y familiares. • Clasificar al paciente. Su objetivo no es diagnosticar al paciente, sino observar signos, síntomas y constantes vitales. Preguntando por los síntomas, frecuencia, duración, intensidad pues en estas cuestiones serán claves para “ajustar” su riesgo o grado de urgencia. • Ubicarlos en el área más adecuada: sala general, sala intermedia o box de críticos. • Informar sobre tiempos de espera, circuito a seguir y cambios en el estado general. • Reevaluar los tiempos según prioridad. • Realizar “Sobretriage” según tiempos prefijados de espera. Elección de un sistema de triage estructurado para las Urgencias Obstétricas y Ginecológicas En España los hospitales, según sus características y nivel de complejidad asistencial, pueden disponer de una “entrada” a su Servicio de Urgencia común a otras especialidades o bien estar diferenciada (puerta distinta, incluso edificio distinto). Estas diferencias influyen en el sistema de triage a proponer. Existe escasa bibliografía que detalle modelos de triage Obstétrico (sólo para Gestantes), y la patología de posible causa ginecológica suele estar enmarcada dentro de los triages médicos como un subtriage (o segundo nivel especializado), atendido por especialistas en Ginecología y Obstetricia, solo llegando a esta cuando el nivel inicial realizado por médicos internistas o especialistas en urgencias han descartado otras causas o por confirmación de gestación, o por la sospecha del origen ginecológico de la patología que la paciente presenta y ante la existencia de patología ginecológica que requiere valoración específica. En los centros con “puerta” independiente de Urgencias, el triage distribuye y clasifica a las pacientes de acuerdo con su estado o no de gestación; aunque no hay ningún sistema que se adapte completamente a nuestra especialidad, suele ser por modificaciones locales de triages de urgencias generales (ya que la condición de “gestante” les lleva a una categoría que requiere valoración por especialista (Ginecólogo/Matrona) o de segundo nivel de atención). Por tanto, en ambos modelos de Urgencias deberíamos “adaptar” dentro de los existentes, el que requiera menos modificaciones para simplificar y garantizar el éxito de nuestra tarea y mejor se adapte al funcionamiento de cada centro hospitalario.(36) 41 ORGANIZACIÓN SANITARIA EN EMERGENCIA OBSTÉTRICA El profesional que debería realizar el triage obstétrico específico sería una Matrona para ambas vías, ya que conoce los cambios fisiológicos del embarazo, las patologías obstétricas y las ginecológicas, y por estos conocimientos de su formación tiene una gran ventaja para este triage respecto a una enfermera no especialista.(37-39) El único triage obstétrico validado y extendido es la adaptación de Triage Andorrano (MAT). En 2003 el Modelo Andorrano de Triage fue asumido por la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES), como el modelo estándar de triage en castellano para todo el territorio español. Se trata por tanto, de un sistema aprobado por la SEMES y ampliamente utilizado en España. Este Sistema Español de Triage (SET)(1), se basa en una escala de cinco niveles con suficiente grado de validación científica que garantiza su fiabilidad, validez, utilidad, relevancia y aplicabilidad.(40,41) En los anexos 1 y 2 se detallan la distribución por niveles-colores de gradación de la Urgencia Obstétrica (40,42,43) y Ginecológica (45) y las categorías clínicas para su más rápida asignación a un nivel de urgencia. La categorización de nivel I y II requieren la actuación inmediata de una matrona y de un ginecólogo. En las demás categorías, tras la actuación inicial o consecutiva al triage realizado por la matrona, podrían consensuarse procedimientos que puedan ser realizados de forma autónoma (ingresos por parto bajo riesgo, rotura prematura de membranas, urgencias relacionadas con la lactancia materna, petición de pruebas complementarias previas a la valoración del médico…), con el fin de agilizar y disminuir los tiempos de espera para las pacientes. CONCLUSIONES • La emergencia obstétrica pone a prueba la calidad de la organización sanitaria. • Existen eventos centinela en obstetricia que es preciso tener en cuenta y analizar. • El análisis posterior de las situaciones de emergencia es similar al que se utiliza en los ejercicios de entrenamiento a través de la simulación y debe seguir un proceso estructurado. • El Triage estructurado y específico de la emergencia obstétrica en urgencias es un programa novedoso que no está aún totalmente implantado. 42 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 1 Anexo 1 Color Nombre Tiempo de Atención ROJO RIESGO VITAL INMEDIATO EMERGENCIA Reanimación Atención médica y de la matrona inmediata 2 NARANJA RIESGO VITAL PREVISIBLE MUY URGENTE Muy urgente Atención de la matrona inmediata y médica en 7 minutos 3 AMARILLO POTENCIAL RIESGO VITAL URGENTE Urgente Atención en una media de 30 minutos (60 min) 4 VERDE SIN RIESGO VITAL POTENCIAL POCO URGENTE Urgencia menor Atención en una media de 45 minutos (120 min) 5 AZUL SIN RIESGO VITAL NO URGENTE No urgente Atención en una media de 60 minutos (240 min) Nivel 1 SISTEMA DE COLORES DEL TRIAGE DE MÁNCHESTER Y NIVELES TRIAGE ANDORRANO 43 ORGANIZACIÓN SANITARIA EN EMERGENCIA OBSTÉTRICA Anexo 2 Nivel 1 Nivel 2 Nivel 3 Nivel 4 Nivel 5 Dolor moderado en gestante de <22 SA Parto en curso Hemorragia menor en gestante de >22 SA Fiebre alta en gestante de >22 SA OBSTETRICIA Presentación de partes fetales Gestante con historial de convulsiones Prolapso de cordón Traumatismo abdominal en gestante de >22 SA Hemorragia grave Convulsiones Gestante con PAS >160 mmHg o PAD >100 mmHg Ausencia de movimientos fetales en gestante de >22 SA Derivación por óbito fetal Dolor leve en gestante de >22 SA Fiebre alta en gestante de <22 SA Hemorragia menor en gestante de <22 SA Traumatismo abdominal en gestante de <22 SA Antecedentes traumáticos en gestante de <22 SA Ausencia o disminución de movimientos fetales en gestante de <22 SA Derivación por retraso de crecimiento o por feto pequeño Febrícula sin foco en gestante Dolor leve en gestante de <22 SA Derivación por gestación interrumpida Edema vulvar Traumatismo vulvar Vómitos no activos en gestante de <22 SA Citas programadas o de seguimiento concertadas Dolor mamario puerperal Dolor de episiotomía Secreción de la herida de cesárea Gestante con PAS >140 mmHg o PAD >90 mmHg Proceso inflamatorio pelviano con signos de Shock séptico GINECOLOGÍA Hemorragia severa ginecológica con descompresión hemodinámica Dolor abdomino-pélvico Escala del dolor mayor o=a8 Hemorragia severa sin descompresión hemodinámica Proceso inflamatorio pelviano sin descompensación hemodinámica Dolor abdomino-pélvico Escala del dolor ≤a8 Lesiones genitales contusas Agresiones sexuales Absceso de glándula de Bartholino Mastitis Absceso de mama 44 Amenorrea Disfunciones menstruales Algia pelviana aguda Metrorragias leves Hematomas vulvares por contusión Vulvovaginitis Quiste de glándula de Bartholino Infecciones del tracto genito-urinario Algia pelviana crónica Coito no protegido MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 1 BIBLIOGRAFIA 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. 22. 23. 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Hernández Pinto Dr. Odriozola Feu INTRODUCCIÓN En un reciente informe de la American Association of Medical Colleges se ponía de manifiesto que la simulación clínica se usaba para enseñar obstetricia en la mayoría de las facultades de Medicina y programas de residencia y que cada vez era más utilizada en programas de entrenamiento en la especialidad en medicina fetal. Se hacía referencia explícita a que el 81% de las facultades de Medicina utilizaban la simulación como método de hacer feed back en la formación, en la evaluación se utilizaba en un 56% de las escuelas y como método de recuperación de las asignaturas en un 37%. Un 16% utilizaba la simulación como método de recertificación y validación.(1) La simulación es una herramienta muy poderosa para la adquisición de habilidades técnicas y no técnicas en la formación en Obstetricia y Ginecología a todos los niveles. Esta realidad no es algo que nos hayamos encontrado en el siglo XXI sino que la formación en la asistencia al parto es una de las primeras experiencias en formación basada en la simulación de la que se tiene constancia en la literatura. Ya en el siglo XVIII las matronas y ginecólogos se entrenaban en la asistencia al parto a través de fantomas o de pelvis construidas con trapo y cuero. 49 ENTRENAMIENTO EN EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Entrenamiento en Obstetricia desde la Facultad La formación pregrado en obstetricia se está alejando de las clases magistrales más o menos apoyados por elementos audiovisuales y se acerca cada vez más a la incorporación de nuevas tecnologías de entrenamiento basado en la simulación, que conlleva formarse en grupos de trabajo con una gran carga práctica y con discusiones posteriores para comentar aún más los conocimientos adquiridos. Varios trabajos en la literatura han mostrado cómo la simulación en obstetricia es muy útil en la formación de estudiantes de medicina. Jude et al mostraron cómo los estudiantes que practicaban partos en simuladores se sentían más capaces de atender partos vaginales con mínima supervisión que aquellos que no los habían entrenado en el simulador.(2) Dering et al(3) separaron a los alumnos en dos grupos durante su rotación por Obstetricia y Ginecología. Uno de los grupos se entrenó siguiendo la metodología estándar y otro se entrenó a través de la simulación. Cuando uno de los grupos se entrenó con el simulador y se compararon la adquisición de habilidades y la confianza del alumno en ponerlas en práctica, se demostró que los alumnos entrenados a través de la simulación obtenían mejores resultados que los que no habían sido entrenados así. En un estudio similar se demostró que la simulación ayudaba a los alumnos a tener mucha más confianza a la hora de asistir partos durante su rotación por obstetricia. La simulación con maniquíes de alta definición también es muy útil para ayudar en el entendimiento de la fisiología del mecanismo del parto tal como ha publicado por Scholtz.(4) En la formación obstétrica para los futuros médicos generalistas hay talleres de habilidades no técnicas que seguramente también son útiles en otras áreas de conocimientos. La simulación forma parte de la evaluación clínica objetiva estructurada. Entrenamiento en programas de residencia La transición de un estudiante de medicina a residente de ginecología y obstetricia puede ser difícil. A menudo los nuevos residentes se sienten inseguros a la hora de desempeñar las nuevas tareas. En 1999 la Accreditation Council for Graduate Medical Education (ACGME) lanzó el programa, Outcome Project centrado en los programas de residencia con tres objetivos principales: cuidado del paciente, conocimiento médico, aprendizaje práctico basado en sistemas (simulación).(5) Desde entonces todos los programas de residencia de todas las especialidades en EEUU se han modificado para cumplir con estos objetivos. Hay numerosas evidencias en la literatura sobre la integración de los métodos de simulación clínica en la mejoría de los conocimientos y habilidades técnicas y no técnicas de los residentes de Obstetricia y Ginecología.(6-9) La mayoría de estos programas de entrenamiento tienen que ver con la emergencia obstétrica y se utilizan en la formación de médicos de familia y de médicos de urgencia extrahospitalaria. 50 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 2 Los programas de entrenamiento basado en simulación han conducido a programas de evaluación de la competencia en la asistencia a patología crítica. Esta deriva nos llevará a poder evaluar ciertas competencias de los futuros especialistas a través de exámenes clínicos objetivos y estructurados.(10) Entrenamiento en personal titulado El entrenamiento de médicos especialistas que diariamente desarrollan nuestra profesión es complejo y precisa del reconocimiento de las características singulares del aprendizaje en adultos. Malcon Knoweles recogió las características más importantes en el aprendizaje del adulto:(11) 1. El adulto es autosuficiente y autónomo 2. Los adultos tienen experiencias previas que deben ser respetadas 3. Los adultos quieren aprender habilidades que tengan relación con lo que hacen todos los días 4. Los adultos se centran en los problemas que deben solucionar y buscan aplicar lo aprendido inmediatamente 5. Los adultos se motivan por intereses e ideales personales más que por factores externos Entrenamiento de adultos Por ello, el entrenamiento de adultos debe apoyarse en la motivación interior del profesional junto con una motivación externa para que el profesional cambie sus hábitos, integrando la nueva información adquirida para de esta manera aplicarla rápidamente en su tarea diaria. La reflexión a través del debriefing (conversación de aprendizaje con el instructor) es fundamental para intentar analizar el modelo mental del profesional en relación a una tarea y presentarle alternativas. El instructor debe mostrar el máximo respeto por las experiencias previas del alumno y tomarla como base de aprendizaje y esto no es posible sin la creación de un ambiente interpersonal y docente sano que se sobreponga a la resistencia natural de los médicos en ejercicio a cuestionarse sus procedimientos. Es muy útil utilizar casos que hayan tenido los alumnos y aprovechar los recursos locales para simularlos en un intento de acercar lo entrenado a la práctica diaria. La asunción de objetivos y el conocimiento de ellos por parte del alumno permitirán que pueda evaluarlos independientemente y asumir sus logros o fracasos, aunque en un ejercicio de simulación habrá roles positivos y negativos dentro de los alumnos que deben ser correctamente manejados por el instructor. La Accreditation Council for Graduate Medical Education (ACGME) y el American Board of Obstetrics and Gynecology (ABOG) nos ayudan a identificar los temas sobre los que los especialistas en Obstetricia y Ginecología se benefician del entrenamiento a través de la simulación.(12) 51 ENTRENAMIENTO EN EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS DÓNDE Y CÓMO ENTRENAR EN OBSTETRICIA Existe en la actualidad un debate sobre dónde y cómo han de realizarse los programas de simulación en obstetricia. Este debate encierra en su planteamiento el convencimiento de que la simulación es eficaz en obstetricia, pero como todo modelo docente, este está también sujeto a un análisis de coste beneficio. En función de los objetivos que queramos conseguir, la simulación debe realizase en cada centro de trabajo o en centros de simulación altamente especializados. Quizás la solución sea precisamente la combinación de ambos modelos. La simulación in situ es muy adecuada cuando se quiere inaugurar una nueva instalación y se desea poner en marcha todos los nuevos protocolos, flujos de pacientes y capacidades de comunicación e integración de personal.(13) Este tipo de simulaciones en el lugar del trabajo son muy efi cientes en el entrenamiento multidiscipilinar y multiprofesional ya que no es preciso desplazar a todo el personal de un área asistencial para que entrenen juntos. En procedimientos complejos muy poco habituales es útil disponer de simuladores en los hospitales para practicar justo antes de realizar la técnica. Por ejemplo un procedimiento EXIT (Tratamiento Intraparto Extraútero) en obstetricia. Tipos de simuladores No es preciso disponer de grandes medios para simular. La simulación depende de la generación de emociones que inviten al aprendizaje y esto se puede conseguir de muchas maneras que hay que combinar. Podemos entrenar habilidades técnicas como la sutura uterina con modelos de baja fidelidad y alcanzar muy buenos resultados. • Baja Fidelidad: Modelos anatómicos que imitan órganos y que permiten la práctica de maniobras, suturas, etc. También podemos usar actores que interpreten situaciones para entrenar habilidades no técnicas y de rol. • Híbridos: Actores con modelos anatómicos incorporados para práctica de asistencia al parto, distocias, hemorragia. Podemos añadir monitorización materna o fetal electrónicas simuladas. • Alta Fidelidad: Maniquíes electrónicos simulando madre-feto con monitorización avanzada, posibilidad de incorporar habla al maniquí, modelos fisiológicos, motores internos que simulan descenso rotación de feto. En los grandes centros de simulación existe la posibilidad de disponer de estos maniquíes maternofetales muy caros y sofisticados que permiten entrenar en habilidades relacionadas con emergencias obstétricas vitales como la parada cardiorespiratoria, embolismo pulmonar, intoxicación con anestésicos locales en los que la presencia del anestesista es fundamental y en los que la monitorización del maniquí, la valoración de la eficacia y solvencia de las maniobras de reanimación cardiopulmonar son importantes. 52 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 2 Estos centros cuentan con salas con grabación de vídeo y audio, actrices, maquillaje, pacientes normalizados e instructores entrenados en el debriefing posterior a la simulación. Sin duda lo ideal es el trabajo en red de estos centros de simulación con hospitales asociados que dispongan de unos equipamientos básicos. En un futuro la simulación se deslocalizará gracias a la irrupción de la simulación basada en el ordenador y el diseño de nuevos equipamientos informáticos (gafas y guantes) que acercarán la simulación incluso a la consulta o al domicilio del médico. Existe otro debate y es el de los medios. Las sociedades más ricas con menores tasas de morbimortalidad materna y perinatal tienen más medios para entrenar que los países más pobres con peores resultados perinatales. Foto 1 Partopants para simulación de parto y hemorragia posparto. http://prontointernational.org/ partopants-birth-simulator.html Es preciso recordar que la simulación obstétrica surgió hace siglos con modelos hechos en cuero y es sin duda de las primeras experiencias de este tipo en docencia médica. Hay necesidad de simular cuando es preciso entrenar procedimientos complejos infrecuentes y que tiene mucha repercusión en el pronóstico de la madre. Es preciso simular con los medios de cada entorno, de ellos nuestro grupo ha aprendido que el uso de simuladores de bajo coste puede complementarse con tecnologías más avanzadas. Se han desarrollado pantalones especialmente diseñados para simular el parto, puerperio y emergencias obstétricas como la hemorragia posparto (Partopants) Foto 1. Estos simuladores de bajo coste son tremendamente útiles en entornos rurales de América latina y África donde la formación de las matronas y médicos rurales es crucial para reducir la altísima mortalidad materna y donde no hay muchos medios. Foto 2 Simulador Campos-Gala para ligadura de la hipogástrica Otro ejemplo es el programa mejicano de entrenamiento en la técnica Gala de simulación en ligadura de la arteria hipogástrica. Los alumnos entrenan en simuladores sencillos (Foto 1 y 2) y en pacientes reales en los que se práctica una ligadura de la hipogástrica electiva durante cesáreas o histerectomías. Es preciso recordar que la alta tasa de mortalidad materna 53 ENTRENAMIENTO EN EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS por hemorragia posparto en México y la ausencia de unidades de radiología intervencionista, conducen a buscar estos métodos de simulación cuyo objetivo final es el de todos los obstetras del mundo, preservar la vida de la madre y del recién nacido en una emergencia obstétrica.(13) QUIÉN DEBE ENTRENARSE La asistencia obstétrica es una labor de equipo y por ello es preciso que todo el personal que atiende partos deba entrenarse en resolver sus complicaciones.(14) Esto es especialmente importante en nuestro país, donde la atención continuada en obstetricia es obligada para todos los facultativos por debajo de una edad, aunque en su jornada diaria no se dediquen a la obstetricia. En nuestra opinión debe haber al menos dos programas de entrenamiento en emergencia obstétrica: 1. Programa reglado de Formación especializada en el programa de residencia • Ginecología y Obstetricia • Medicina Familiar y Comunitaria • Anestesia y Reanimación • Programa residencia de matronas 2. Cursos de formación acreditados para personal ya titulado • Obstetras y Ginecólogos • Anestesistas • Médicos de Urgencias extrahospitalarios • Enfermeras de Urgencias extrahospitalarios • Matronas Siassakos et al del programa PROMPT (PRactical Obstetrics Multiprofessional Training) establece que hay varias claves para el éxito de un entrenamiento para personal ya titulado en emergencia obstétrica son:(15) • Profesores y alumnos multiprofesionales ya que los problemas de comunicación son una de las causas más importantes de los malos resultados en la respuesta a una emergencia. • Cursos locales utilizando sus propias instalaciones para poder entrenar a todo el personal de un centro de una manera eficiente y a menor coste. • Cursos adaptados al medio local. Cada centro tiene unas necesidades y unas capacidades de formación. • Ejercicios multiprofesionales apoyados por el personal más experto. 54 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 2 • Uso de medíos simples para entrenarse ya que es el “enganche” con el instructor lo que más valora el alumno. • Debriefing y uso de listas de comprobación para asentar los conocimientos siguiendo los principios del entrenamiento de personal adulto. • Incentivos y apoyo de las instituciones, incluyendo reducción en las primas de los seguros de responsabilidad civil de aquellos centros que a través del entrenamiento obtengan mejores resultados. EN QUÉ DEBEMOS ENTRENARNOS Existen varios programas acreditados en el entrenamiento en emergencias obstétricas a los que acuden obstetras, matronas y anestesistas. Los más conocidos son el PROMPT, el ASLO (Advanced Life Support in Obstetrics) o el MOET (Managing Obstetrics Emergencies and Trauma).(16-18) El programa británico PROMPT es programa muy bien conjuntado y probado que incluye otra serie de ítems en los que entienden que el profesional debe ser entrenado y que son: 1. Trabajo en equipo 2. Colapso materno y soporte vital básico 3. Reanimación cardiovascular y soporte vital avanzado 4. Urgencias anestésicas maternas 5. Monitorización fetal intraparto 6. Preeclampsia grave Eclampsia 7. Sepsis materna 8. Hemorragia posparto 9. Distocia de hombros 10. Inversión uterina 11. Prolapso de cordón 12. Parto de nalgas 13. Atención al segundo gemelo 14. Resucitación básica del recién nacido Este programa está dirigido a equipos multidisciplinarios de cada centro para entrenamiento en el propio hospital con la concurrencia de obstetras, matronas y anestesistas. Se realiza en un solo día y es obligatorio para TODO el personal de las unidades que atienden a embarazadas.(19) Este programa ha sido extendido a varios centros de UK además de Nueva Zelanda y Australia. La simulación en emergencias obstétricas permite entrenar el trabajo en equipo en un entorno seguro con el fin de detectar problemas en la asistencia a los casos 55 ENTRENAMIENTO EN EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS más severos que tienen repercusión en los comportamientos de los miembros del equipo ante futuros eventos reales. Permite la repetición de estas situaciones tan poco frecuentes. El entrenamiento de los equipos basados en la simulación (Simulation Based Team Training o SBTT) se está convirtiendo rápidamente en una parte integral de los programas de calidad en muchas unidades de Obstetricia y es una herramienta eficaz en la reducción de la morbilidad y mortalidad materno fetal. Aunque el SBTT se usó al principio como un método de mejora de las habilidades técnicas individuales se vio claro desde el principio que era una gran forma de mejorar los comportamientos del equipo asistencial.(20) El American College of Obstetrics and Gynecology ha establecido en un documento de abril del 2009 (Committee Opinion 477)(21) que el entrenamiento multidisciplinar de equipos a través de la simulación (Multidisciplinar SBTT o MD-SBTT) soluciona con el trabajo conjunto problemas de comunicación, conflictos ocultos y barreras asistenciales. El CMQCC (California Maternal Quality Care Collaborative) revisa 98 muertes maternas entre 2002 y 2003 y establece que para reducir esta mortalidad son precisos programas que mejoren la comunicación y el trabajo en equipo.(22) En 2011 Riley y col demostraron que si se establecen programas de entrenamiento de trabajo en equipo y además se añaden simulaciones de los ejercicios se consiguen mejorías en los resultados perinatales.(23) Las sociedades médicas ya establecen las materias en las que recomiendan entrenamiento mediante simulación a sus asociados. La ACGME establece que se pueden adquirir conocimientos y habilidades a través de la simulación en: 1. Cuidado del paciente 2. Conocimiento clínico 3. Comunicación interprofesional y con el paciente 4. Práctica clínica La sociedad de Medicina materno fetal propone varias áreas de entrenamiento a través de la simulación.(24) Emergencias obstétricas Procedimientos fetales Otros Embolismo de líquido amniótico Cordocentesis Trabajo en equipo y seguridad del paciente RCP materna y cesárea perimortem Amniocentesis y biopsia corial Liderazgo y comunicación Implantación de shunt intramnióticos Control de situaciones y manejo de conflictos Tormenta tiroidea Cetoacidosis diabética Distocia de hombros 56 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 2 El consorcio para la simulación de la ACOG establece que para el curriculum de un obstetra norteamericano son precisos diferentes escenarios para la simulación que se complementan con los propuestos por la sociedad de medicina materno fetal.(21) Institución Escenario Distocia de hombros Eclampsia American College of 0bstetrics and Gynecologist Consortium Hemorragia posparto Parto de nalgas Reparación de desgarro de 4º grado Parto instrumental Técnicas invasivas con aguja Terapia fetal Society for Maternal Fetal Medicine Cetoacidosis diabética Cuidados críticos en obstetricia Parada cardiorespiratoria Es tal el interés por la simulación y el abordaje multiprofesional que hay ya iniciativas que tratan de aunar los esfuerzos de distintas sociedades médicas y grupos profesionales para establecer unos curriculum formativos que incluyan esta herramienta docente de una manera homogénea.(25) SIMULACION EN EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Y RESULTADOS CLÍNICOS Cualquier método de entrenamiento en emergencias debe demostrar su eficacia a través de la mejoría de los resultados clínicos. Aunque hay una constante evolución en los métodos de entrenamiento basado en la simulación en la emergencia obstétrica, ya disponemos de diversos datos que apoyan la eficacia de este tipo de entrenamiento. La Tabla 1 recoge los diferentes programas de simulación en Obstetricia y los clasifican en función de las publicaciones y de la evidencia de su utilidad. Llama la atención que los programas más sencillos de ejecución como los de distocia de hombros que requieren muy poco personal y material sean los que tengan una mayor evidencia y mayor utilidad.(26) 57 ENTRENAMIENTO EN EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Tabla 1: Programas de Simulación en emergencia obstétrica. Tema Simulador Publicaciones Objetivos Nivel de evidencia Eclampsia (38-41) Sí Sí Mejora en el manejo de la patología 4 Hemorragia posparto (30-34) Sí Sí Mejora en el manejo de la patología 4 Sutura capitonaje Sí No Mejoría en las habilidades técnicas 2 Taponamiento vaginal Sí No Mejoría en las habilidades técnicas 2 RCP embarazo (35-37) Sí Sí Mejoría en respuesta y cesárea perimortem 3 Maniobras Distocia de hombros (27-29) Sí Cesárea Sí No Inversión uterina Sí Sí Sí Comunicación 5 Reducción parálisis braquial permanente Mejoría de la confianza Extracción cabeza fetal dificultosa 2 Diagnóstico 2 Reducción manual de útero 58 Diagnóstico rápido Prolapso de cordón (42) Sí Partos instrumentales Sí Sí Precisión en aplicación de las ramas y tracción 5 Partos de nalgas (6) Sí Sí Maniobras 3 Sí Habilidades en reparación de desgarros perianales complejos posparto. 4 Sí 3 Extracción fetal Reparación de desgarros obstétricos (43-46) Sí Ligadura de hipogástrica (50) Sí Integridad del esfinter tras reparación No Técnica quirúrgica normalizada 2 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 2 Entrenamiento en parto de nalgas La asistencia al parto de nalgas ya no es un procedimiento habitual y la falta de experiencia hace que sea complicado entrenarse en la misma por lo que es difícil que los residentes consigan suficiente experiencia para tener seguridad de enfrentarse a un parto en podálica cuando lleguen a adjuntos. Esto se traduce en un círculo vicioso que conduce a la asistencia a menos partos de nalgas por vía vaginal. La asistencia al parto de nalgas por vía vaginal puede ser entrenada con facilidad en modelos de pelvis materna y en los modernos maniquíes maternos fetales que permiten simular automáticamente la rotación de la pelvis fetal y las maniobras de extracción fetal así como el fórceps en cabeza última. Los trabajos que han evaluado el valor de la simulación en la competencia de los alumnos en la asistencia al parto de nalgas han demostrado su enorme utilidad.(6) Entrenamiento en distocia de hombros Es una de las emergencias más agudas y en las que la simulación ha demostrado que puede mejorar de una manera real el pronóstico fetal. Los estudios de T. Draycott han contribuido a demostrar que una cohorte de profesionales que tras una encuesta demuestran un mejorable conocimiento de la asistencia a la distocia de hombros pueden, a través de la simulación mejorar sus resultados para posteriormente reducir a cifras increíblemente bajas la morbilidad fetal asociada (parálisis braquial permanente). Este programa también ha optimizado las maniobras de asistencia en la distocia de hombros sistematizando la escalada de diferentes técnicas obstétricas a utilizar.(19) La distocia de hombros puede ser simuladas en sencillos modelos de pelvis o en maniquíes maternos fetales que permiten incluso medir la fuerza de tracción subjetiva sobre el cuello fetal para predecir daño neurológico sobre el plexo braquial, para de esta manera modular la fuerza aplicada por el alumno. Maniobras desesperadas como la Zavanelli pueden ya ser practicadas por medio de la simulación en maniquíes.(27-29) Entrenamiento en Hemorragia posparto En el manejo multidisciplinario y multiprofesional de la hemorragia posparto es preciso el entrenamiento en diferentes habilidades técnicas y no técnicas que influyen notablemente en el resultado final.(30-34) 59 ENTRENAMIENTO EN EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Habilidad Objetivos Diagnóstico de hemorragia posparto Valoración sangre perdida y estado hemodinámico Comunicación Transmisión de información correcta, organizada y efectiva entre diferentes niveles asistenciales Liderazgo Establecimiento de roles de liderazgo con coordinación anestesistaginecólogo Tratamiento quirúrgico Entrenamiento en habilidades de sutura de capitonaje, inserción de balones, técnicas de ligadura de la hipogástrica Tratamiento médico Entrenamiento en escalada de tratamiento médico desde uterotónicos procoagulantes y hemoterapia Trabajo en equipo Establecimiento de los diferentes roles en la actuación ante la hemorragia posparto Foto 3 Entrenador quirúrgico uterino desarrollado por nuestro grupo para entrenamiento en sutura de capitonaje Entrenamiento en Reanimación Cardiopulmonar en embarazada Hay suficiente evidencia en la literatura que demuestra que el entrenamiento en reanimación cardiopulmonar en la paciente mejora los resultados perinatales. Se han diseñado maniquíes de alta fidelidad en los que se puede entrenar las maniobras de resucitación en pacientes gestantes. Los equipos que entrenan la reanimación cardiopulmonar en gestante mejoran notablemente en comunicación con el equipo de pediatría, liderazgo en la parada y distribución del trabajo en la reanimación. (35, 36) La cesárea perimortem es una parte fundamental de la asistencia a la gestante en parada cardiorrespiratoria y se debe realizar a los 5 minutos del inicio de la parada si no se recupera la paciente. En los casos de entrenamiento en parada respiratoria el entrenamiento en cesárea perimorten es eficaz en anticipar esta maniobra sobre todo cuando la parada ocurre en lugares alejados de paritorio.(37) 60 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 2 Entrenamiento en Eclampsia La eclampsia es muy poco frecuente en el mundo occidental y su entrenamiento como en cualquier emergencia obstétrica poco común mejora el rendimiento de los equipos. La eclampsia puede entrenarse con actores, maniquíes no maternales que son movidos desde abajo de la cama para simular convulsiones y más recientemente con maniquíes materno fetales que tienen sistemas mecánicos que simulan contracciones y convulsiones.(38-40) Los trabajos de Ellis y col (41) sobre el entrenamiento en eclampsia han demostrado que los equipos que han de responder a una eclampsia completan las tareas básicas de atención a la paciente con mayor rapidez una vez entrenados (55 segundos vs. 27 segundos después (p=0,012) y la dosis de sulfato de magnesio se administra más frecuentemente (92% de los equipos tras el entrenamiento vs. 61% antes (p=0,04)) y mejor (2 minutos antes en los equipos entrenados). Entrenamiento en prolapso cordón La simulación de un prolapso de cordón es relativamente sencilla y permite acortar los tiempos entre el diagnóstico y el tratamiento (extracción fetal) de esta patología, lo que tiene repercusión sobre la morbilidad fetal. En un trabajo realizado en este sentido se demostró que el tiempo de respuesta hasta la extracción fetal se redujo de 25 a 14,5 minutos con una mejoría en la actuación y del trabajo en equipo. Una parte fundamental en el entrenamiento en prolapso de cordón es la mejoría del trabajo en equipo.(42) Sutura de episiotomía y desgarros A pesar de la reducción en el número de episiotomías en los últimos años y el aumento en la tasa de cesáreas hay evidencia de que hasta un 60% de los residentes de ginecología norteamericanos no reciben entrenamiento formal en la sutura de desgarros perianales. La identificación y correcta reparación de desgarros grado III y IV es crucial para el pronóstico de la paciente.(43) Nielsen (44) y Uppal (45) en sendos trabajos identifi can también la falta de formación en este campo en los nuevos especialistas y estiman que un 60% y un 57,5% respectivamente de los nuevos especialistas no conocen correctamente como reparar un desgarro perianal severo. Existen en la literatura evidencias sobre las mejoras en las capacidades de los ginecólogos que se entrenan mediante simuladores en la reparación de estas lesiones. (46) Nuestro grupo ha desarrollado un simulador de sutura de desgarro perianal para el entrenamiento en la sutura de desgarros de cuello, vagina y recto. 61 ENTRENAMIENTO EN EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Entrenamiento en tocurgia La simulación de partos instrumentales en modelos anatómicos de pelvis y feto es extremadamente útil en el entrenamiento de los residentes en la aplicación de las ramas de los fórceps en posiciones poco habituales y en indicaciones como el fórceps rotador mejoran la confianza de los futuros médicos y mantienen la destreza en los adjuntos.(47, 48) Dupuis et al han desarrollado un simulador de parto instrumental, que permite entrenar y conocer a través de un sistema de realidad virtual la precisión en la colocación de las ramas del fórceps respecto a la cabeza y ha calculado que con este sistema se necesitan solo 35 a 45 aplicaciones para alcanzar un 100% de precisión. Este sistema permite también medir el grado de fuerza que se aplica en la tracción de la cabeza fetal para alcanzar una mayor seguridad en la tracción.(49) Entrenamiento en ecografía obstétrica El entrenamiento en ecografía obstétrica básica y avanzada es un campo prometedor en el entrenamiento basado en simulación en esta especialidad. Los modelos de entrenamiento basados en realidad aumentada que tanto éxito han tenido en el entrenamiento de ecografía abdominal y ecocardiografía se han adaptado al entorno obstétrico y supondrán un cambio en la manera que los nuevos médicos se entrenan en ecografía de diagnóstico prenatal. Existen fantomas ecolúcidos que simulan bien una pelvis en la que podemos hacer ecografía vaginal y aprender a localizar embarazos intrauterinos y extrauterinos en el primer trimestre. También existen fantomas que simulan úteros gestantes de 20 semanas en los que podemos realizar ecografías básicas para localizar la posición y situaciones fetales, hacer biometrías y localizar la placenta. Podemos con los nuevos entrenadores (CAE Vimedix Obs Gin) introducir en un ordenador diferentes malformaciones para que el alumno aprenda a localizarlas en el feto simulado mientras que en una parte de su monitor visualiza a la vez los cortes anatómicos con una infografía muy bien diseñada con sistemas de ayuda a la exploración (ver foto). Foto 4 Simulador VIMEDIX CA ObsGin. Se aprecia imagen ecográfica obtenida por el alumno (Derecha). Imagen corte anatómico (superior izquierda). Imagen ideal que el alumno debe obtener (Inferior centro). Posición ideal de la sonda para obtener este corte (Inferior izquierda). 62 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 2 Entrenamiento en Anestesia Obstétrica El entrenamiento tradicional en anestesia obstétrica consiste en adquirir experiencia practicando con pacientes reales. Para que esa experiencia se convierta en aprendizaje el adulto necesita no sólo practicar, sino reflexionar sobre el rendimiento obtenido. Esta “práctica reflexiva” es un término acuñado por Donald Schön, quien lo describe como la disciplina de examinar los valores, las asunciones y el conocimiento-base que guía la práctica de los profesionales.(51) Las condiciones en las que la práctica reflexiva se asocia de modo uniforme con mejoras en el rendimiento incluyen la presencia de objetivos de aprendizaje bien definidos, oportunidades para la práctica deliberada de esos objetivos y mediciones fiables para proporcionar una retroalimentación específica que permita mejoras graduales del rendimiento.(52) En este contexto, a menudo se identifica como el aspecto principal del proceso de aprendizaje al debriefing.(53,54) El debriefing (ver capítulo 1) es un proceso de reflexión riguroso que ayuda a los profesionales a reconocer y resolver los dilemas clínicos y de comportamiento puestos de relieve al cuidar de un paciente.(9) Todas estas condiciones son difíciles de conseguir en el ámbito clínico por la presión asistencial y por la falta de tiempo y espacio donde poder reflexionar sobre las actuaciones realizadas en los diversos procedimientos clínicos. La simulación clínica constituye una solución a estos retos, y por ello se ha convertido en una herramienta docente en auge. En el campo de las emergencias obstétricas, el entrenamiento de equipos interdisciplinares mediante casos clínicos simulados, permite establecer objetivos concretos de forma realista y sin riesgo para el enfermo, reflexionar sobre el rendimiento de modo estructurado y trasladar las lecciones aprendidas al entorno de trabajo cotidiano.(55) En el Hospital Virtual Valdecilla y en otras instituciones de nuestro país se organizan actividades de entrenamiento de patología obstétrica con un enfoque interdisciplinar con diversos objetivos. El criterio para su selección varía según las necesidades detectadas de aprendizaje. Por ejemplo, el entrenamiento en el manejo de las emergencias más prevalentes (hemorragia obstétrica, distocia de hombros y preeclampsia-eclampsia) y enfocadas principalmente a la mejora de las habilidades de trabajo en equipo y la actualización de los protocolos clínicos.(56) Otro ejemplo lo constituye el entrenamiento del equipo en el manejo de situaciones poco frecuentes, pero que cuando se presentan el desenlace puede ser catastrófico, como es el caso de la embolia de líquido amniótico. Para el desarrollo de las distintas actividades se pueden utilizar maniquíes de alta fidelidad o simuladores de tareas. Cuando no es necesario realizar maniobras intervencionistas en los pacientes, se pueden realizar las actividades con actores o híbridos (actores combinados con simuladores de tareas, como una pelvis con el canal del parto),(57) lo que aporta un gran realismo. 63 ENTRENAMIENTO EN EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS En la actualidad disponemos de simuladores que permiten practicar habilidades técnicas usadas en analgesia y anestesia obstétrica como la inserción de catéteres epidurales guiados por ecografía o fantomas para el entrenamiento en la anestesia raquídea. Los nuevos maniquíes materno-fetales permiten simular una serie de patrones fisiopatológicos como hemorragia posparto, eclampsia, pero también situaciones urgentes y muy poco comunes como parada cardiorrespiratoria, embolismo de líquido amniótico o intoxicación por anestésicos locales. Existe una evidencia creciente del empleo con éxito de la simulación como herramienta para el entrenamiento interdisciplinar en urgencias obstétricas. Numerosos autores han demostrado una adquisición más eficaz del conocimiento, habilidades técnicas, comunicación y trabajo en equipo cuando se compara con métodos tradicionales. Además se ha evidenciado un traslado de lo aprendido al entorno de trabajo y mejoras en los resultados clínicos.(58) Su éxito radica en permitir una práctica segura y efectiva de los algoritmos de diagnóstico y tratamiento así como de las habilidades de comunicación y trabajo en equipo, antes de enfrentarse a estas situaciones en la práctica diaria. CONCLUSIONES • Los profesionales titulados aprenden de una manera diferente que debe ser tenida en cuenta a la hora de diseñar programas de formación. • La simulación es una forma ideal de entrenamiento en la asistencia a la emergencia obstétrica. • El entrenamiento debe ser multiprofesional y multidisciplinario desde la residencia. • Existe evidencia sobre los beneficios de la simulación en la mejoría de los resultados perinatales en distintas patologías. • Las Sociedades médicas ya establecen patologías urgentes y graves en las que es preciso entrenarse regularmente a través de la simulación. • Es recomendable la combinación de programas de simulación in situ con programas en centros altamente especializados. • La simulación en anestesia obstétrica es ya una forma de entrenamiento con amplias posibilidades. 64 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 2 BIBLIOGRAFÍA 1. Medical simulation in medical education: results of an AAMC survey.www.aamc.org 2. 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Guasch Arévalo Dr. Gilsanz Rodríguez Dr. Martínez Pérez INTRODUCCIÓN El hecho de enfrentarse a una parada cardiaca en una gestante, es algo especialmente grave, ya que además de ser una situación crítica en una paciente joven, también está en peligro la vida del feto.(1) El equipo encargado de la atención de este tipo de pacientes es siempre multidisciplinar e implica a: anestesiólogos, obstetras y neonatólogos, así como el equipamiento técnico correspondiente para la práctica de una cesárea “perimortem”. La coordinación de todos estos elementos, es extremadamente difícil pero fundamental.(2) La educación y el entrenamiento en estas situaciones son esenciales a la hora de tener éxito. Los conocimientos, habilidades, entrenamiento y aplicación de protocolos y guías son escasos en los departamentos de urgencia que atienden gestantes.(3) La primera causa de fallecimiento en la gestante, es la enfermedad cardiaca, según el último informe disponible de muertes maternas en el Reino Unido, y este número sigue creciendo constantemente desde 1991. Posiblemente, esto se deba a la mayor cantidad de mujeres con embarazos de alto riesgo por patología cardiaca que existen y llegan a término en los últimos años. La incidencia de parada cardiaca en el embarazo es de 1:20000.(3,4) Aunque estos números parecen bajos, son mucho más elevados que la incidencia de parada cardiaca en deportistas jóvenes, que es de 1:200000. La mayor parte de las paradas cardiacas ocurren en los países en vías de desarrollo. El feto siempre debe ser tenido en cuenta cuando hay una parada en una gestante ya que la supervivencia fetal depende de la supervivencia materna. 69 REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR EN EMBARAZADA Las guías clínicas sobre reanimación cardiopulmonar (RCP) en la gestante, se basan principalmente en series de casos, estudios en maniquíes y opiniones de expertos sobre los cambios fisiológicos del embarazo. Los aumentos significativos en el gasto cardiaco, volumen plasmático, ventilación minuto y consumo de oxígeno en la gestante, se deben tener en mente en la RCP de la gestante. Además, el útero grávido comprime los grandes vasos abdominales, cuando la mujer está en decúbito supino, lo que reduce de forma adicional el gasto cardiaco en una situación comprometida. ESTADO ACTUAL Y GUÍAS CLÍNICAS Se ha publicado recientemente una revisión sistemática sobre la parada cardiaca en la gestante,(5) en ella se hace hincapié en la falta de estudios relativos a este tema. Sin embargo, los cinco estudios que incluye esta revisión arrojan algunos hallazgos importantes: • La impedancia transtorácica no cambia con la gestación, por lo que la desfibrilación eléctrica se debe aplicar con la misma energía que en las paradas cardiacas en pacientes no gestantes. • Aunque las compresiones torácicas son posibles con la desviación lateral de la gestante, la fuerza de la compresión disminuye a medida que aumenta el ángulo de inclinación. Las estrategias más importantes respecto a la parada cardiorrespiratoria (PCR) en la gestante que se incluyen en estas guías clínicas son:(3) • Coordinación de equipos multidisciplinares durante y después de la PCR. • Evitar retrasos en la toma de decisiones habituales como la desfibrilación y la administración de fármacos. • Realización de maniobras encaminadas a evitar la compresión aorto-cava, preferiblemente con desplazamiento uterino manual hacia el lado izquierdo. • Considerar la posibilidad de una vía aérea difícil. La persona más experta debe abordarla. • Es importante conseguir un acceso intravenoso, pero siempre supradiafragmático. • Debería existir un cronómetro o un reloj, con el fin de documentar los 4 minutos justo posteriores a la PCR, ya que es necesario tomar la decisión de una cesárea perimortem urgente. Ésta debe realizarse a los 5 minutos del inicio de una PCR si no hay una recuperación de la circulación espontánea en los primeros 4 minutos con las maniobras habituales de RCP. • Considerar la causa subyacente entre las más frecuentes (ver más adelante). 70 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 3 Las guías clínicas, tanto las europeas (4) como las norteamericanas,(6) sobre la PCR incluyen modificaciones respecto al estándar de la RCP, tanto en la RCP básica como avanzada. Modificaciones en la RCP básica: • Postura: Desplazamiento uterino manual a la izquierda (con una o dos manos). Si las compresiones torácicas resultan inadecuadas en esta postura, se procederá a la realización inmediata de una cesárea. Una alternativa al desplazamiento del útero en ausencia de personal suficiente es la lateralización de la paciente al menos 15º utilizando cuñas específicas o simplemente algún objeto situado debajo de la paciente. La lateralización debe ser menor de 30º para que las compresiones torácicas no pierdan eficacia.(13) • Vía aérea: Como se comentará, las dificultades propias de la vía aérea de la gestante, el riesgo de aspiración y de desaturación deben tenerse en cuenta. A esto se añade la dificultad de la postura. Lo importante en esta fase es la adecuada oxigenación, antes de pasar a la fase avanzada (ACLS). • Circulación: Las compresiones torácicas deben realizarse ligeramente más arriba en el esternón que en la no gestante, por el desplazamiento del corazón. • Desfibrilación: No se ha estudiado lo suficiente en la gestante pero su uso parece razonable según las guías vigentes. Modificaciones del ACLS: No debe retrasarse el tratamiento cuando hay una PCR en una gestante. • Vía aérea: Oxigenación, monitorización y manejo cuidadoso y experto a la hora de intubar. • Circulación: A pesar de los cambios farmacocinéticos en el embarazo debidos al aumento de la tasa de filtración glomerular, al aumento de gasto cardiaco y aumento de volumen plasmático, entre otros, no hay evidencia de que haya que modificar las dosis de fármacos en esta situación. • Desfibrilación: se recomienda su uso a las dosis recomendadas en los protocolos habituales del ACLS. Si se están usando monitores fetales internos o externos, parece conveniente retirarlos en el momento de la descarga. INTERVENCIONES CLAVE PARA PREVENIR LA PARADA CARDIACA EN LA GESTANTE (4,6) - En situaciones de emergencia se debe usar el algoritmo ABCDE. - Muchos de los problemas cardiovasculares en la gestante se asocian a la compresión aorto-cava (tenerla siempre en mente y prevenirla). 71 REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR EN EMBARAZADA - Se debe tratar a la paciente gestante comprometida de la siguiente forma: • Colocación en decúbito lateral izquierdo o con el útero desplazado manualmente a la izquierda. • Administración de oxígeno a alto flujo y colocación de un pulsioxímetro • Evitar la hipotensión, definida como presión sistólica inferior a 100 mm Hg o un 80% de la basal. La hipotensión materna puede reducir la perfusión placentaria. • Administración de un bolo de líquidos intravenosos, sólo si hay evidencia de hipovolemia. • Reevaluación inmediata (necesidad de fármacos o fármacos administrados). • Buscar ayuda experta precozmente (los obstetras deben implicarse lo antes posible). • Identificación de la causa subyacente lo antes posible. LA FISIOLOGÍA MATERNA DURANTE LA PCR (2, 3) Los cambios fisiológicos más importantes son los relacionados con el ABC clásico de la RCP (vía aérea, respiración y circulación), por lo que habrá que tenerlos en cuenta antes de iniciar una RCP con probabilidades de éxito. A - Vía aérea: Es conocido que la vía aérea difícil es más frecuente en la paciente gestante, (1:300) ya que las intubaciones fallidas ocurren con más frecuencia en esta población, incluso fuera del entorno de la PCR. Los cambios fisiológicos durante el embarazo incluyen hiperemia de la vía aérea superior, hipersecreción y edema. Estos cambios hacen la mucosa más friable, con mayor facilidad para la hemorragia (especialmente con las manipulaciones repetidas) y dificultan la visualización de las estructuras. Además, la vía aérea es de menor calibre, por lo que se recomienda un tubo endotraqueal de menor tamaño y no usar la vía nasal. B - Respiración: Durante el embarazo hay una reducción de la capacidad residual funcional y un aumento del consumo de oxígeno, que hacen que la gestante se desature rápidamente, ya que si a esto unimos el aumento del shunt o cortocircuito intrapulmonar, la hipoxia es muy mal tolerada en la gestante. Así, se recomienda, que antes de intubar, se optimice la oxigenación, evitando la vasoconstricción de la arteria uterina secundaria a la hiperventilación y que comprometería de forma adicional al feto. Por otra parte, existe un riesgo mayor de aspiración broncopulmonar. Sin embargo, la American Heart Association (AHA), ya no recomienda la aplicación sistemática de presión cricoidea en la guías de RCP, ya que puede dificultar la laringoscopia y la intubación.(7, 8) 72 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 3 En resumen, desde el punto de vista de la respiración se recomienda: • Oxigenar bien, monitorizar y evitar la desaturación. • Evitar la hiperventilación. • Considerar el riesgo de aspiración. C - Circulación: Lo más importante desde este punto de vista es evitar la compresión aorto-cava. La compresión de la cava inferior reduce la precarga y el volumen sistólico. Este fenómeno comienza a ocurrir de forma evidente desde la semana 20ª de gestación. Por ello, siempre que se afronte una RCP en una gestante, se debe hacer un desplazamiento uterino manual a la izquierda. Esta maniobra facilita las compresiones torácicas, la desfibrilación y aumenta la probabilidad de una RCP con éxito.(9-11) CESÁREA PERIMORTEM En una gestante en parada cardiorespiratoria con un feto de más de 23 semanas de gestación en la que no se está consiguiendo una reanimación cardiopulmonar efectiva y en la que se estima lleva más de 4 minutos en parada cardiorespiratoria, está indicada la realización de una extracción fetal inmediata que normalmente es mediante cesárea. Algunas guías (ver algoritmo a continuación) admiten este procedimiento en edades gestacionales inferiores (> 20 semanas). Es preciso establecer la edad gestacional en cada protocolo de cada centro. La cesárea entre las 20 y las 23 semanas tiene como indicación según algunos autores mejorar los resultados de la reanimación y el pronóstico de la madre aun a sabiendas de las escasas posibilidades de supervivencia del feto.(12) Una vez indicada la cesárea, no es necesario mover a la paciente a quirófano. No se necesita bisturí eléctrico ya que la pérdida de sangre es escasa. Se recomienda laparotomía media e histerotomía segmentaria transversa sin que sea preciso anestesia ni relajación. Es importante mantener el ritmo de compresiones torácicas durante la cirugía. Algunos textos incluso plantean masaje cardiaco directo a través de la laparotomía ya que el corazón se alcanza bien a través del diafragma.(13) La cesárea ayuda al pronóstico de la reanimación cardiopulmonar y mejora la supervivencia de la gestante en parada al reducir la compresión aorto cava, incrementar el retorno venoso, reducir el consumo de oxígeno y mejorar la ventilación. En una serie de 20 cesáreas perimortem se reanudó la circulación en 12 pacientes inmediatamente tras la evacuación uterina y ninguna paciente sufrió un empeoramiento de su estado.(14) Una vez superada la parada la paciente puede ser anestesiada y concluir la cirugía. El pronóstico fetal depende del tiempo transcurrido entre la parada y la extracción fetal. En una revisión sobre este tema Katz y col. publicaron que el 70% de los fetos que nacieron antes de los 5 minutos sobrevivieron sin complicaciones. 73 REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR EN EMBARAZADA Sólo sobrevivieron un 13% de los fetos que nacieron a los 10 minutos, y sólo un 15% de los que nacieron a los 15 minutos de la parada. Sólo uno de los recién nacidos vivos de estos dos grupos tuvo secuelas neurológicas lo que es importante a la hora de afrontar estos casos. La evidencia sugiere que si el feto nace vivo es muy improbable que una vez superado el periodo neonatal sufra secuelas neurológicas.(15) Whitty JE(16) revisa los artículos sobre tiempo trascurrido entre RCP y cesárea en relación al pronóstico neonatal. (Tabla 1) Tabla 1. Pronóstico neurológico de los neonatos nacidos tras cesárea perimorten. Correlación con el tiempo trascurrido hasta la cesárea. Intervalo de tiempo (minutos) Neonatos que sobrevivieron % neonatos neurológicamente intactos 0-15 45 98 6-15 18 83 16-25 9 33 26-35 4 25 >35 1 0 CAUSAS Y TRATAMIENTOS: TRATAR LAS CAUSAS EVITABLES Igual que en la PCR en otros pacientes, es esencial conocer y tratar la causa subyacente. En la gestante, se utiliza el acrónimo propuesto por la American Heart Association (AHA) (4, 6) que es el acrónimo BEAU-CHOPS, para recordar las etiologías más frecuentes. Estas siglas corresponden a: B - Bleeding /DIC (Hemorragia). E - Embolismo (de cualquier etiología, incluido el de líquido amniótico). A - Anestesia (complicaciones derivadas de la anestesia). U - Uterine atony (atonía uterina). C - Cardiopatía (Infarto, isquemia, miocardiopatía, disección aórtica). H - Hipertensión (Preeclampsia, eclampsia). O - Otras (Causas estándar de las guías ACLS). P - Placenta (abruptio, previa). S - Sepsis. 74 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 3 La sección de anestesia obstétrica de la Sociedad Española de Anestesia, Reanimación y Terapéutica del Dolor (SEDAR) (12) en sus guías ha recomendado un algoritmo de actuación para el abordaje de una PCR en la gestante (Fig. 1). Figura 1: Actuación ante una PCR en una mujer embarazada. INICIO DE PCR • Gestación > 20 semanas: • Colocación en decúbito lateral izquierdo • Intubación orotraqueal • Acceso iv evitando miembros inferiores • Maniobras de RCP avanzada • Preparar la realización de cesárea perimorten Preparados: Obstetra, intensivista neonatal, anestesiólogo para la madre, instrumental y manta térmica para el neonato Gestación > 20 semanas Útero a la altura del ombligo 4 minutos 5 minutos SÍ NO Realizar cesárea emergente Continuar con RCP materna Continuar con RCP materna RCP fetal 75 REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR EN EMBARAZADA La AHA (2, 6) ha publicado también su algoritmo de actuación teniendo en cuenta las principales causas y actuaciones recomendadas (Fig.2) Figura 2: Parada cardiaca materna. Primera respuesta • Activar el equipo de parada cardiaca materna • Documentar el tiempo desde la parada • Colocar a la paciente en decúbito supino • Comenzar compresiones torácicas según algoritmo BLS: (colocar manos más altas en esternón) Respuesta secundaria Intervenciones maternas Tratar según algoritmos básico y avanzado • No retrasar desfibrilación • Fármacos y técnicas propias del ACLS • Ventilación con O2 100% • Monitorizar curva CO2 y calidad de RCP • Cuidados post-parada (cuando proceda) Modificaciones maternas • Vías venosas supradiafragmáticas • Si hipovolemia: Administración de líquidos IV • Anticipar vía aérea difícil: expertos para manejo vía aérea • Si la paciente está con Mg: STOP y administrar cloruro cálcico 10ml al 10% o gluconato cálcico 30 ml al 10% • Continuar con RCP completa (RCP, postura, desfibrilación, fármacos), durante y tras la cesárea Intervenciones obstétricas con útero grávido obvio • Desplazamiento uterino izda (evitar compresión Ao-cava) • Retirar monitores fetales (internos y/o externos) Intervenciones maternas • Si no hay recuperación en 4 minutos de esfuerzos de reanimación: considerar cesárea urgente • Objetivo: Nacimiento dentro de los primeros 5 minutos del inicio de reanimación • Un útero grávido visible es suficiente para provocar una compresión Ao-cava Investigar y tratar posibles factores contribuyentes (BEAU-CHOPS) • Hemorragia/CID • Embolismo: coronario/pulmonar/amniótico • Complicaciones anestésicas • Atonía uterina • Enfermedad cardiaca (infarto-isquemia, disección Ao, cardiomiopatía) • Hipertensión/preeclampsia/eclampsia • Otras: diagnóstico diferencial de guías ACLS • Placenta previa/abruptio • Sepsis 76 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 3 PREPARACIÓN DEL EQUIPO PARA LA EMERGENCIA La PCR en la gestante es infrecuente y además implica a dos pacientes (madre y feto). Ocurre con frecuencia en medios en los que no hay hábito en este tipo de situaciones y con equipos que no siempre están acostumbrados a trabajar juntos. La coordinación y el entrenamiento, son por tanto, esenciales para conseguir unos buenos resultados. Algunos autores, preocupados por este aspecto de la cuestión, han propuesto una serie de escalones para conseguir un buen resultado: 1. El equipo: Debe comprender un equipo de RCP de adultos (anestesiólogos staff y residentes con enfermeras), el equipo obstétrico (obstetra y matrona), el equipo de RCP de neonatos (neonatólogo y enfermera).(1) 2. El equipamiento: Debe necesariamente incluir lo necesario para una cesárea perimortem y para la reanimación neonatal. En cualquier carro de paradas de un área obstétrica debería haber una bandeja con material estéril que incluyera un bisturí desechable con mango y hoja adecuada (Nº 23 por ejemplo) pegado a la cara superior de la bandeja. Dentro del paquete estéril debe haber una Valva Suprapúbica, una pinza de disección, dos pinzas de Kocher y una tijera de Mayo.(13) Algunas guías recomiendan que en el carro de paradas debe incluirse una cuña para poner debajo de la embarazada con el fin de conseguir la inclinación necesaria durante el masaje (Cuña de Cardiff). 3. Implementación: Se debe encontrar una forma para implicar y alertar a todos los miembros del equipo en el momento oportuno. El entrenamiento y la coordinación entre todos los miembros son vitales. Los peores resultados de la PCR en la gestante, es cuando ésta ocurre fuera del hospital. ATENCIÓN DESPUÉS DE LA RCP Debe ajustarse a los estándares de la ACLS. El uso de la hipotermia sólo se recomienda en la gestación precoz y en caso necesario, individualizarse. Debe mantenerse la desviación uterina a la izquierda para evitar la compresión aortocava, en caso de no haber practicado ya una cesárea perimortem. Incluso el útero no gestante, puede tener un volumen aún suficiente para producir compresión aorto-cava, por lo que en caso necesario, se debe proceder a la desviación lateral izquierda del útero puerperal. 77 REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR EN EMBARAZADA ENTRENAMIENTO DEL EQUIPO PARA UNA RCP EN LA GESTANTE Dentro de los programas reglados de entrenamiento en emergencias obstétricas el programa británico MOET incluyó el entrenamiento en cesárea perimortem en 2001.(13) Dikjman y col. estudiaron el número de cesáreas perimortem que se realizaron en Holanda antes y después del establecimiento del programa MOET en 2004 para la formación de obstetras y anestesistas. (17) Antes de la introducción del entrenamiento en cesárea perimortem se realizaban de media unas 0,36 veces al año. Después del entrenamiento este número subió a 1,6/año p<0.001. En este estudio se evidenció que una vez entrenados, las cesáreas se realizaron todas antes de los 5 minutos de la parada. Hubo un 67% de reanudación del latido cardiaco con dos casos de 8 de supervivencia materna (83% de mortalidad materna) y 5 de 8 fetos vivos (58% de supervivencia fetal). Mc Donnell y col. también han publicado la supervivencia de dos casos de cesárea perimortem realizados por personal entrenado a través de la simulación siguiendo el programa multiprofesional y multidisciplinario PROMPT.(18) CONCLUSIONES • El adecuado tratamiento de la PCR en la gestante es complicado. • Las guías y protocolos nacionales e internacionales son la mejor herramienta para estandarizar el abordaje y conseguir mejores resultados. • La formación del equipo es crítica, y es importante el uso de la simulación para conseguir un buen entrenamiento y coordinación del personal implicado. • La simulación puede ser una valiosa ayuda adicional para conocer y desarrollar estos protocolos en las unidades obstétricas. • La cesárea perimortem al cumplir los primeros 5 minutos de RCP es un punto clave en el manejo de la PCR en gestante con edad gestacional mayor de 20 semanas. 78 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 3 BIBLIOGRAFÍA 1. Hui D, Morrison LJ, Windrim R, et al. The American Heart Association 2010 Guidelines for the Management of Cardiac Arrest in Pregnancy: Consensus Recommendations on Implementation Strategies J Obstet Gynaecol Can. 2011;33(8):858–863. 2. Farinelli CK, Hameed AB. Cardiopulmonary Resuscitation in Pregnancy. Cardiol Clin. 2012;30(3):453-61. 3. Jeejeebhoy FM, Morrison LJ. Maternal cardiac arrest: a practical and comprehensive review. Emerg Med Int. 2013;2013:274814. 4. Soar J, Perkins GD, Abbas G, et al. European Resuscitation Council Guidelines for Resuscitation 2010 Section 8. Cardiac arrest in special circumstances: Electrolyte abnormalities, poisoning, drowning, accidental hypothermia, hyperthermia, asthma, anaphylaxis, cardiac surgery, trauma, pregnancy, electrocution. Resuscitation. 2010;81(10):1400-33. 5. Jeejeebhoy FM, Zelop CM, Windrim R, et al. Management of cardiac arrest in pregnancy: a systematic review. Resuscitation. 2011;82,(7):801–809. 6. Vanden Hoek TL, Morrison LJ, Shuster M, et al. 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La aparición de un síndrome sugestivo de ELA, se describió en 1926, no fue hasta 1941 cuando se realizó la primera descripción sistemática en forma de una pequeña serie de pacientes que fallecieron a consecuencia de un “shock obstétrico” durante el parto.(5,6) A pesar de las diversas presentaciones clínicas, todos los casos tenían en común la descripción de embolias pulmonares de líquido amniótico. Sin embargo, una revisión crítica de estos casos originales de Steiner y Luschbaugh, revela que algunas pacientes fallecieron de otras causas, como sepsis o hemorragia. La mayor parte de los estudios asumían un mecanismo de simple oclusión de la circulación pulmonar por el líquido amniótico. Esta obstrucción daría lugar a una hipoxia, a un fallo ventricular derecho y a la muerte. Sin embargo, hay estudios en primates en 1967 y 1971, en que la infusión de líquido amniótico, no provocaba efecto adverso alguno,(7,8) por lo que se pensó que el paso de líquido amniótico a la circulación de primates y humanos es generalmente inocua, incluso en grandes cantidades.(9) Las teorías fisiopatológicas actuales, reflejan un modelo más complejo que la simple obstrucción.(10) 81 EMBOLISMO DE LÍQUIDO AMNIÓTICO FISIOPATOLOGÍA La monitorización hemodinámica en pacientes con ELA, ha revelado un esquema fisiopatológico mucho más complejo que una simple obstrucción al flujo.(11-13) El origen fisiológico de la secuencia de alteraciones hemodinámicas, no se comprende exactamente, pero parece que es debida a una compleja secuencia de reacciones que provienen de la activación anómala de los mediadores de sistemas proinflamatorios, de forma parecida al síndrome de respuesta inflamatoria sistémica (SIRS), que sigue a la entrada de líquido amniótico a la circulación y de antígenos fetales a la circulación materna.(14-18) Fig.1 Figura 1: Esquema fisiopatológico. Rotura barrera materno-fetal Tejido fetal a circulación materna “SIRS like” Activación de mediadores proinflamatorios en binomios materno-fetales susceptibles 82 Mediadores inflamatorios y catecolaminas endógenas inducen hipertensión pulmonar transitoria + hipertonía uterina Activación cascada coagulación Mediadores inflamatorios + hipoxia inducen depresión miocárdica, daño SNC y pulmonar CID y hemorragia MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 4 Los casos clínicos descritos en los que ha habido posibilidad de realizar una ecografía transesofágica en el momento agudo, han revelado un periodo inicial transitorio de hipertensión pulmonar y sistémica.(19,20) A continuación, si la paciente sobrevive a esta fase inicial, se produce una profunda depresión de la función ventricular izquierda, con presiones pulmonares normales.(11,16) Esta depresión miocárdica puede ser secundaria al daño pulmonar inducido por el ELA o por la parada cardiaca. También puede afectar a las arterias coronarias, en forma de espasmo o isquemia miocárdica directa, tal como se ha visto en un modelo animal en ratas.(10,21) Las manifestaciones pulmonares de hipoxemia, parecen tener su origen en el periodo inicial del síndrome, seguido por patrones de daño pulmonar con un patrón de distrés respiratorio agudo. Es importante destacar que las manifestaciones cardiacas y pulmonares de este síndrome no se pueden considerar distintas unas de otras, ya que la disfunción de un órgano, afecta al otro de forma casi invariable. Las pacientes que no desarrollan una parada cardiaca fatal inicial, con frecuencia desarrollan una coagulopatía, que puede acabar siendo la causa de la muerte. La coagulopatía es la tercera faceta de una tríada clásica de signos y síntomas que configuran el síndrome de ELA.(14-16) Al ser el ELA un cuadro tan variable, hay casos en los que sólo se presenta de forma aguda una coagulación intravascular diseminada (CID) aislada sin ninguna evidencia de disfunción cardiopulmonar primaria. (14,15) La naturaleza de esta coagulopatía no está bien explicada ni comprendida hoy día. El líquido amniótico acorta el tiempo de coagulación in vitro, e induce la agregación plaquetaria y la liberación de factor III, así como también activa el factor X y la cascada del complemento.(14,15) El líquido amniótico es también una fuente de factor tisular e induce una trombopenia transitoria en un modelo de rata.(10) Hay sólo tres situaciones en obstetricia en las que se produce una coagulopatía de consumo aguda (no dilucional) y son el ELA, el desprendimiento de placenta (DPPNI) y el acretismo placentario, donde se produce una liberación brusca de tejido fetal, tromboplastina placentaria o ambas a la circulación materna. Esto hace pensar que el elevado número de pacientes con desprendimiento de placenta o placenta accreta que acaban en colapso materno y que desarrollan coagulopatía de forma precoz, podría deberse a que las tres entidades (ELA, DPPNO y acretismo), podrían implicar una secuencia similar de mediadores inflamatorios que activen la cascada de la coagulación en respuesta a la exposición materna a los antígenos fetales. Es también llamativo que haya similitudes entre el cuadro de ELA y el shock anafiláctico o el mediado por endotoxinas.(14,16,18) Todo esto refleja una reacción anómala del huésped a la exposición a varios antígenos externos, con la subsiguiente liberación de mediadores endógenos que son responsables de las manifestaciones clínicas del síndrome. En un modelo animal de ELA, el tratamiento previo con un inhibidor de la síntesis de leucotrienos parece que prevendría la muerte.(22) 83 EMBOLISMO DE LÍQUIDO AMNIÓTICO Así pues, parece que desde un punto de vista fisiopatológico, el ELA es similar al síndrome de respuesta inflamatoria sistémica (SIRS) y al shock séptico, donde predomina una respuesta anormal del huésped, más que el daño intrínseco producido por el antígeno implicado.(23) Esta respuesta del organismo, es también la que marca la gravedad del cuadro clínico del ELA.(10) De forma conjunta, parece que puede contribuir a la tormenta inmunológica implicada en el ELA, la aparición de una desinhibición brusca de la inmunosupresión generalizada que se ve normalmente durante el embarazo, por la exposición a las citocinas inflamatorias. Dado que el paso de tejido fetal a la circulación materna es frecuente, los esfuerzos futuros para prevenir el ELA, deben encaminarse a identificar aquellas mujeres que tengan un mayor riesgo de presentar esta respuesta anormal.(18) Además, al conocerse mejor la fisiopatología hace que este nombre de ELA, aparezca como erróneo, ya que el componente embólico no es tal.(10) El término está tan arraigado en la literatura y la cultura médica, que es poco probable que algún otro término, como el propuesto en 1995 de “síndrome anafilactoide del embarazo”, pudiese tener la difusión y popularidad que ha tenido el de ELA.(10) INCIDENCIA Aunque infrecuente en números absolutos, en la población de mujeres fallecidas durante el embarazo, el ELA es frecuente y si la muerte es por un colapso materno inesperado durante el parto, el ELA sería el diagnóstico más probable.(1-4) Su incidencia oscila entre 1,9:100.000 a 5,1:100.000. (10) Si los datos se basan en revisiones de casos aislados, la incidencia es menor que cuando se toman como fuente, los certificados de nacimiento, defunción o los informes de alta. (15,24) En algunos registros, entre el 30-60% de casos originalmente diagnosticados de ELA, no fueron confirmados, e incluso los criterios pueden ser diferentes para su clasificación definitiva como ELA.(24) Por tanto, dado que algunas series parece que sobreestiman la incidencia, ésta podría situarse en torno a 1:40.000.(10) No parece que haya riesgo de recurrencia en sucesivos embarazos, dado que se han comunicado casos de embarazos con éxito tras un ELA en un embarazo previo en las supervivientes. Este es un dato más que profundiza en el desconocimiento respecto a qué mujeres están en riesgo de tener un ELA. Por ahora y hoy por hoy, el ELA no se puede predecir.(10) MANIFESTACIONES CLÍNICAS Como en cualquier situación en la que haya una compleja interacción de antígenos externos y unos mediadores inflamatorios endógenos del huésped, las manifestaciones clínicas pueden ser muy variables y suelen responder a la triada de hipoxemia, hipotensión y coagulopatía. En su presentación más clásica, se trataría de una mujer que durante el parto o en el puerperio más inmediato, tras una cesárea o un parto vaginal, comienza con 84 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 4 una disnea súbita, desaturación o disnea, seguido de un colapso cardiovascular materno. Esta situación suele ir seguida de una parada cardiaca, coagulopatía o ambas. La coagulopatía es con frecuencia la causa de muerte, a pesar de que se haya conseguido reanimar con éxito de la parada cardiaca y del tratamiento experto de la coagulopatía y la hemorragia. En las mujeres que sufren una parada cardiaca, los ritmos más frecuentemente descritos son: fibrilación ventricular, asistolia y disociación electromecánica, reflejando los mecanismos más frecuentes de parada cardiaca que incluyen: hipoxia, depresión miocárdica directa y exanguinación por la coagulopatía.(16) En las mujeres que sobreviven a esta primera fase de parada y coagulopatía, se ve con frecuencia el daño pulmonar agudo y el distrés respiratorio agudo. En las mujeres en las que ha habido parada cardiaca inicial, es frecuente la aparición de un fallo multiorgánico, con daño cerebral hipóxico-isquémico frecuente. Si el feto está aún en el útero cuando comienza el cuadro de ELA, las manifestaciones de hipoxia fetal son casi universales, que incluyen desaceleraciones tardías y con más frecuencia deceleraciones profundas y prolongadas.(16) Como en cualquier otra situación de alteración hemodinámica grave, la madre disminuirá el flujo de sangre oxigenada al territorio esplácnico en beneficio de la circulación central, para mantener la perfusión cerebral y del corazón, a expensas del flujo sanguíneo uterino.(14,16) A veces las alteraciones del patrón cardiotocográfico fetal, preceden a las alteraciones maternas.(16) DIAGNÓSTICO El diagnóstico de ELA se basa principalmente en manifestaciones clínicas, que a veces expresan un cuadro casi inequívoco. La triada clásica de hipoxemia, hipotensión y coagulopatía que se presenta durante el parto o inmediatamente después constituyen el cuadro típico. Sin embargo, hay ocasiones en que uno o más de los componentes de la tríada está ausente.(14,24,25) En tales casos, el diagnóstico es más difícil y deben incluirse alternativas para el diagnóstico diferencial. Tabla 2 85 EMBOLISMO DE LÍQUIDO AMNIÓTICO Tabla 2: Diagnóstico ELA. DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL ELA Causas obstétricas • Eclampsia • Rotura uterina • Abruptio DIAGNÓSTICO ELA En ausencia de otra causa, se debe pensar en ELA en estos casos: Si presenta colapso materno con uno o más de los siguientes: • Sufrimiento fetal agudo • Hemorragia • Parada cardiaca • Miocardiopatía periparto • Arritmias graves • Coagulopatía Causas no obstétricas • Hipotensión • Embolismo (aire, grasa, venoso) • Hemorragia materna • Cardiaca (infarto, miocardiopatía) • Anafilaxia • Signos premonitorios: inquietud, temblor, agitación • Sepsis • Convulsiones • Toxicidad por anestésicos locales • Disnea • Bloqueo espinal alto • Reacción transfusional • Aspiración Se excluye la hemorragia como 1ª manifestación en mujeres sin evidencia de CID precoz o compromiso cardiorrespiratorio. Diagnóstico post-mortem Aunque la detección de células fetales en la circulación pulmonar materna se consideró en el pasado como criterio diagnóstico de ELA, los estudios más recientes, en los que se ha recogido sangre de arteria pulmonar en otras patologías (preeclampsia, cardiopatías, etc.), también han encontrado células escamosas fetales y trofoblásticas en el lecho pulmonar, sin que presentasen el cuadro de ELA. (14,15,26) Así pues, la presencia de células escamosas en la circulación materna ya no es un criterio diagnóstico de ELA. Se han propuesto algunos datos de laboratorio, procedentes de autopsias, para confirmar el diagnóstico de ELA (metabolitos del ácido araquidónico, triptasa, histamina urinaria, factor de crecimiento insuline-like, varios marcadores de la activación del complemento, y tinciones post-mortem inmunohistoquímicas para antígeno Sialyl-Tn, Zn coproporfirina y otras evidencias procedentes de la degranulación de los mastocitos.(14,15,17,27-29) Sin embargo, estos estudios son difíciles de interpretar y los casos documentados, con frecuencia son incompletos o con datos insuficientes para poder realizar un diagnóstico de certeza. Por tanto, estos hallazgos de laboratorio lo que dan es soporte al mecanismo inflamatorio en el que se basa la teoría fisiopatológica actual del ELA y por el momento ninguno de estos test diagnósticos son específicos de ELA y por lo tanto, de momento, el ELA sigue siendo un diagnóstico de exclusión. 86 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 4 FACTORES DE RIESGO Una revisión de los registros de casos de ELA, revela una gran confusión en torno a los factores de riesgo.(10) La edad materna avanzada y la paridad, un feto varón, la inducción médica del parto, el trauma cervical, la placenta previa y el desprendimiento, la pertenencia a minorías étnicas, han sido todos ellos factores relacionados con la aparición de ELA, mientras que en otros estudios han mostrado resultados contrarios o contradictorios. Ya en 1976, se describió que el transporte de oxígeno materno-fetal, se ve comprometido cuando las presiones intrauterinas superan los 40 mmHg (con las contracciones uterinas). Así pues, durante una contracción hipertónica, parece improbable que pase líquido amniótico y tejidos fetales a la circulación materna. (16) Sin embargo, es frecuente encontrar un periodo de taquisistolia o tetania uterina justo antes o asociado al colapso materno. Esta aparente paradoja, podría explicarse por la liberación endógena masiva de catecolaminas en respuesta a un fallo hemodinámico grave, siendo así la hipertonía uterina una reacción al ELA y no la causa. Hoy día, no se puede decir que haya ningún factor demográfico o clínico de riesgo que haya sido identificado de forma clara para la aparición de ELA, haciendo de este cuadro todavía algo impredecible y no prevenible. RESULTADOS Las estimaciones respecto a la mortalidad debida a ELA son muy variables, según los criterios diagnósticos utilizados para la inclusión de pacientes. Si se toman sólo las pacientes con la presentación clínica clásica, la mortalidad es superior al 60%.(16) En los casos con parada cardiaca, la supervivencia no supera el 10%. Por otro lado, cuando se consideran pacientes menos graves en el análisis, la mortalidad es mucho menor, incluso por debajo del 20%.(10) Aunque la implicación de un médico especialista en atención de pacientes críticos (anestesiólogo) pudiera mejorar la atención y la posibilidad de supervivencia, ésta parece más relacionada con la gravedad de la enfermedad y con la presencia de parada cardiaca, más que a cualquier modalidad de tratamiento que pudiese adoptarse. La morbilidad asociada al ELA es considerable, si bien los avances en los cuidados críticos parece que han mejorado los resultados.(30) En la serie inicial de Clark,(16) el 61% de mujeres tenían daño cerebral permanente documentado, mientras en los registros del Reino Unido y Australia, la incidencia es sólo del 6% y 20% respectivamente.(24) Según el “UK Obstetric Surveillance System data”, el 25% de las mujeres con un ELA, requirieron una histerectomía (2) y más del 50% requirieron transfusión.(31) 87 EMBOLISMO DE LÍQUIDO AMNIÓTICO En cuanto al feto, conviene enfatizar que una apropiada reanimación de la madre con una restauración precoz del gasto cardiaco materno y por ello del flujo uteroplacentario, optimizará los resultados en el neonato. Existe un número elevado de casos de mujeres que han sobrevivido a un ELA y tienen un nuevo embarazo. Parece que el riesgo de recurrencia es escaso.(32,33) TRATAMIENTO Para realizar un tratamiento adecuado no es necesario el diagnóstico de certeza de ELA, dado que el tratamiento principal de este cuadro es un tratamiento de soporte. Figura 1. (Ver apéndice 3) El enfoque del tratamiento de un caso de sospecha de ELA viene dado por la gravedad de la presentación clínica y la asociación de disfunción cardiorespiratoria, neurológica y hematológica. El tratamiento de soporte multidisciplinar, con la colaboración de obstetras, anestesiólogos, reanimadores, hematólogos y neonatólogos debe ser el objetivo. Tras la parada cardiaca, se deben aplicar los algoritmos de soporte vital básico y avanzado en la embarazada,(34) incluyendo la intubación orotraqueal precoz, la prevención de la compresión aorto-cava (desviación manual del útero) y la consideración precoz de la realización de una cesárea perimortem.(35,36) El grado de soporte respiratorio requerido tras pasar la fase inicial, es variable y oscila desde la necesidad de sólo un aporte suplementario de oxígeno hasta la intubación con ventilación mecánica prolongada. El cuadro clínico puede ser el de un distrés respiratorio agudo, con lo que las estrategias de ventilación de protección pulmonar pueden ser beneficiosas.(37,38) Asimismo, el grado de soporte circulatorio necesario puede ser también variable. El tratamiento de la hipotensión, requiere una optimización de la precarga, con administración de soluciones hidroelectrolíticas intravenosas y el uso de vasopresores e inotrópicos. El uso de ecocardiografía y/o cateterización de la arteria pulmonar, pueden ser de gran utilidad para guiar la terapia. Se han descrito casos clínicos aislados de supervivencia con el uso de oxigenación con membrana extracorpórea, con balones de contrapulsación aórtica, hemofiltración continua, by pass cardiopulmonar, asistencia ventricular derecha u óxido nítrico. Sin embargo, estas técnicas deben ser consideradas experimentales y su eficacia en este contexto no ha sido probada.(15,16,39) Se deben anticipar tanto la hemorragia como la coagulopatía materna, que con frecuencia requiere de la administración de sangre y derivados. El uso cada vez más frecuente del concepto de “point-of-care” en coagulación con tromboelastometría o tromboelastografía, puede ayudar a la reposición dirigida e individualizada de las alteraciones de la coagulación. 88 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 4 La hemorragia y la coagulopatía se tratan con la reposición decidida con hemoderivados, generalmente basada en la aplicación de protocolos de hemorragia masiva, muy útiles en estas circunstancias. Aunque se han descrito casos con el uso de factor VII recombinante, éste se puede combinar con el factor tisular y dar lugar a la formación de coágulos intravasculares. Hay una reciente revisión, en la que parece que en las cohortes que recibieron este factor, los resultados fueron peores,(40) con lo cual, se sugiere que su uso quede reservado para pacientes que continúan sangrando de forma incontrolable a pesar de una adecuada reposición de factores.(40) La hiperfibrinolisis puede ser un factor contribuyente decisivo en la coagulopatía en estos casos, pero es difícil de detectar con los test tradicionales de coagulación.(41) Se han usado tanto el ácido tranexámico como la aprotinina en casos de ELA.(41,42) Si el feto está aún en el útero y es viable, se recomienda acabar el embarazo rápidamente, si bien el parto no mejora el pronóstico materno pero puede suponer la supervivencia fetal, especialmente en casos de parada cardiaca materna. En la parada cardiaca materna de cualquier etiología, está indicada una cesárea perimortem si el feto ha alcanzado la edad de ser viable. (16,43) De todas formas, el tratamiento del ELA no es siempre sólo sintomático. Se han descrito algunas acciones proactivas en caso de sospecha y que pueden realizarse de forma simultánea a los esfuerzos de reanimación de la paciente y que resumimos a continuación: • Preparar concentrado de hematíes, plasma y fibrinógeno (o crioprecipitados), incluso antes de que se manifieste abiertamente la coagulopatía o de que tengamos evidencia de la misma por laboratorio. • Si la paciente está inconsciente o con una hipoxemia significativa o sufre desaturación, es esencial la intubación orotraqueal y la ventilación con oxígeno 100%. Estas mujeres sufren con frecuencia daño cerebral hipóxico desproporcionado a la duración de la parada o del grado documentado de hipoxemia.(10) • Durante la reanimación cardiopulmonar (RCP) y la preparación para el parto, el desplazamiento lateral del útero puede mejorar el retorno venoso y el gasto cardiaco maternos. • Aunque la infusión rápida de cristaloides es parte del soporte vital avanzado, no se debe olvidar lo frecuente que es la aparición de daño pulmonar agudo y de edema pulmonar en las pacientes que sobreviven, por lo que conviene sopesar los beneficios y riesgos potenciales. 89 EMBOLISMO DE LÍQUIDO AMNIÓTICO FUTURO Hay numerosas series amplias y registros nacionales que han examinado los hallazgos, resultados y factores de riesgo de ELA a lo largo de los años, con lo que poco más se puede esperar en este sentido en los próximos años.(10) Por otro lado, la naturaleza impredecible de este síndrome y su elevada tasa de mortalidad, hacen que se deba centrar el interés en la etiología y el desarrollo de estrategias potenciales de prevención y tratamiento. Puede ser prometedor el proyecto iniciado por el registro de pacientes con ELA del “Baylor College of Medicine” ([email protected]) en cooperación con la “Amniotic Fluid Embolism Foundation” (http://ELAsupport.org), una organización sin ánimo de lucro. Estos investigadores tienen como objetivo investigar la relación entre varios marcadores bioquímicos e inmunológicos en mujeres que han sobrevivido a un ELA y los bebés de las madres de embarazos de mujeres afectadas y no afectadas por ELA.(10) CONCLUSIONES Los datos de los últimos 30 años, con registros nacionales y publicación de casos y series, permiten establecer las siguientes conclusiones: • El síndrome de hipoxia periparto súbita, con colapso cardiovascular y coagulopatía es real, pero no tiene nada que ver con la naturaleza embólica atribuida de líquido amniótico. La recuperación de “debris” fetal procedente de la circulación materna, puede ser un marcador, pero no es ni sensible ni específico como para servir de diagnóstico, debido a que la entrada de amniocitos y otras células de origen fetal se ve con frecuencia en el embarazo normal. • La secuencia de hechos durante el parto, así como la relación entre este síndrome y otras situaciones conocidas y que tienen que ver con la invasión anómala o la liberación de material fetal a la circulación (DPPNI y placenta ácreta), sugieren que debe estar implicada una rotura en la barrera fi siológica normal existente entre madre y feto. • Clínicamente, existe una activación de la coagulación idéntica entre distintas entidades que son: ELA, abruptio placentae y placenta ácreta, lo cual es difícil de explicar como un hecho casual o una coincidencia. Dado los efectos “tromboplastin-like” del trofoblasto placentario, perfectamente descritos, es razonable pensar y concluir que la coagulopatía del ELA afecta también a los antígenos derivados del trofoblasto. • El ELA, engloba una serie de signos y síntomas clínicos reconocibles, así como unos cambios hemodinámicos similares a aquellos que se ven en muchos de los casos de anafilaxia, SIRS y shock séptico, lo que sugiere la implicación de mediadores proinfl amatorios similares y la activación o el desencadenamiento de la respuesta a sustancias antigénicas externas. 90 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 4 • La expresión clínica es tan variable, que no es consistente ni con la naturaleza precisa del estímulo implicado ni con la respuesta de mediadores inflamatorios. Es más, este síndrome, puede ser la expresión fi nal común de una respuesta inmunológica materna única a varios estímulos antigénicos cuyo origen es fetal o infeccioso. De forma alternativa, las endotoxinas bacterianas o las exotoxinas, podrían potenciar la respuesta de los mediadores endógenos en binomios materno-fetales susceptibles. Probablemente, debido a la entrada de tejido fetal a la circulación materna en algún momento del proceso del parto, se puede decir que el ELA es hoy día imposible de prevenir y que el ELA no tiene factores de riesgo identifi cables lo sufi cientemente fuertes como para recomendar un cambio en la práctica obstétrica habitual para disminuir el riesgo. • Los datos que relacionan el parto inducido o estimulado con el ELA son débiles e inconsistentes. • El diagnóstico de ELA es clínico. La tríada clásica de hipotensión, hipoxemia, coagulopatía, junto a la cuidadosa exclusión de otras causas, son esenciales para el diagnóstico. Los diagnósticos basados en índices bioquímicos específi cos, aún están en fase de investigación. • El tratamiento del ELA en la madre, es principalmente de soporte y dirigido a corregir las anomalías fi siológicas observables. • En la madre que ha sufrido una parada cardiaca por un ELA, está indicado el parto inmediato. Esto hace que el pronóstico del feto/neonato mejore y no enmascare la posible recuperación materna. De todas formas, en la madre que está hemodinámicamente inestable, pero que no ha desarrollado alguna de las disritmias consideradas como parada cardiaca, la decisión del parto puede afectar al resultado materno y para estas situaciones no hay guías ni recomendaciones claras, siendo éstas algunas de las decisiones más difíciles de tomar en medicina. • La selección de casos sospechosos que no esté basada en una revisión rigurosa de la historia individual de la paciente, puede resultar en la inclusión de pacientes que no tengan un ELA. • Aunque aún queda mucho por aprender del mecanismo fisiopatológico y patogénico del ELA, se ha avanzado mucho en los últimos años. La investigación del papel de la respuesta antigénica y de los mediadores inflamatorios endógenos en la génesis del ELA, probablemente den la clave para su conocimiento definitivo. 91 EMBOLISMO DE LÍQUIDO AMNIÓTICO BIBLIOGRAFÍA 92 1. Clark SL, Belfort MA, Dildy GA, et al. Maternal death in the 21st century. 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Se clasifica en función del momento de su aparición a lo largo del embarazo (antes o después de la semana 20) y de la patología multiorgánica asociada. Un aspecto fundamental en el manejo de estas urgencias es el correcto diagnóstico de la hipertensión y la valoración de la afectación del cuadro de preeclampsia.(1) Tabla 1 En este capítulo nos centraremos en las urgencias hipertensivas del embarazo, que en general corresponden a hipertensiones crónicas con preeclampsia injertada y a casos de preeclampsia severa y sus complicaciones. 95 PREECLAMPSIA GRAVE Y ECLAMPSIA Tabla 1: Complicaciones materno-fetales de la Preeclampsia grave. COMPLICACIONES MATERNAS (2) Abruptio placenta Coagulación vascular diseminada Eclampsia Hemorragia y/o fallo hepático Hemorragia intra cerebral Encefalopatía hipertensiva Edema agudo de pulmón Desprendimiento de retina Muerte COMPLICACIONES FETALES Crecimiento intrauterino retardado Oligoamnios Parto prematuro Hipoxia fetal. Acidosis Daño neurológico Muerte CONSECUENCIAS MATERNAS DEL CUADRO HIPERTENSIÓN SEVERO Históricamente la hipertensión inducida por el embarazo es una de las causas más comunes de muerte materno-fetal y de prematuridad inducida. La afectación materna severa conduce a un cuadro de fracaso multiorgánico que indefectiblemente pone en riesgo la vida de la madre. El feto se ve afectado por una alteración de la circulación útero placentaria que desemboca en una hipoxia fetal crónica (crecimiento intrauterino retardado, oligoamnios) o aguda (abruptio placenta). 96 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 5 La hipertensión grave en el embarazo (hipertensión crónica o gestacional grave con preeclampsia injertada o preeclampsia grave) provoca alteraciones en órganos como el riñón, cerebro y pulmón, además de poner en riesgo al feto. En una paciente no gestante denominamos urgencia hipertensiva cuando la TAS excede los 180 mmHg y/o la TAD supera los 120 mmHg. En el caso del embarazo el umbral es menor debido al riesgo de fallo en la perfusión placentaria.(1-4) Alteraciones cardiovasculares La elevación de la presión arterial altera la adaptación cardiovascular fisiológica de la mujer embarazada y se manifiesta como: 1. Incremento de la poscarga cardiaca que revierte la vasodilatación que son fisiológicas en el embarazo. Este incremento en la poscarga reduce el gasto cardiaco. 2. Reducción en la precarga por una disminución en el volumen circulante que debería estar elevado fisiológicamente en la mujer gestante y que por diferentes mecanismos está reducido en las mujeres con preeclampsia. 3. Aumento de la permeabilidad vascular por daño endotelial que provoca la aparición de edemas periféricos y centrales con un aumento de peso (ver más adelante). 4. El daño endotelial y microangiopatía que exponen a la paciente a un mayor riesgo de accidentes tromboembólicos venosos y arteriales .El daño endotelial también provoca vasoespasmos en diferentes órganos. Renal El incremento en la filtración glomerular y del aclaramiento de creatinina que son fisiológicos en el embarazo, se encuentran reducidos en las pacientes con preeclampsia por la disminución en la expansión del volumen intravascular. Esta menor filtración glomerular conlleva oligoanuria que puede llegar a ser severa. El daño endotelial afecta al glomérulo (endoteliosis glomerular) pero también se encuentran fenómenos de vasoespasmo en los vasos intrarrenales, lo que puede desembocar en necrosis tubulares y corticales. Como consecuencia de este daño renal tan complejo se produce una disfunción glomerular que conduce a la proteinuria. La preeclampsia grave se asocia también a una reducción en el aclaramiento de ácido úrico y a hipocalciuria. 97 PREECLAMPSIA GRAVE Y ECLAMPSIA Pulmón El aumento de la poscarga, la reducción del gasto cardiaco y el aumento de la permeabilidad vascular provocan que la gestante con preeclampsia esté en riesgo de edema de pulmón y que debemos evitar, el cual debemos evitar utilizando juiciosamente la fluidoterapia y monitorizando las presiones de la paciente en situaciones críticas como la hemorragia obstétrica o la oligioanuria. Neurológico Cuando la presión arterial es muy elevada (presión arterial media 130-150 mmHg) los vasos sanguíneos cerebrales pierden su autorregulación y se contraen, resultando una hipoperfusión en algunas zonas o se vasodilatan en otras causando hiperperfusión. Ésto conlleva a una encefalopatía hipertensiva cuyo inicio suele ser subagudo a lo largo de 48 a 72 h (Tabla 2). Una forma de presentación particular y extrema de esta encefalopatía en la preeclampsia es la eclampsia, que es una crisis convulsiva tónico clónica muy violenta que puede ser recurrente si no se trata y que eventualmente lleva a un estado comatoso y a la muerte materna. El accidente cerebrovascular agudo es también una posible complicación neurológica de la preeclampsia y de la hipertensión crónica grave no tratada. (TA > 160/100 mmHg) Cefalea y alteraciones visuales La cefalea intensa es un síntoma clave. Toda gestante con dolor de cabeza intenso debe ser valorada por personal entrenado para descartar una alteración neurológica subyacente. Se ha observado que entre un 50 y un 75% de las mujeres se quejan de cefalea antes de sufrir una eclampsia mientras que entre un 20 y un 30% de las eclampsias son precedidas también por alteraciones en la visión.(1) La cefalea y las manifestaciones visuales (escotomas, amaurosis, visión borrosa o diplopía) pueden ser la primeras manifestaciones de alteración neurológica y suelen mejorar cuando se instaura la profilaxis con sulfato de magnesio. Ceguera La ceguera es un síntoma poco frecuente y puede originarse por una o por una combinación de varias lesiones. Puede producirse una ceguera cortical por edema extenso en el lóbulo occipital que es reversible. Puede haber también un infarto en el núcleo lateral geniculado con secuelas posteriores o puede verse afectada directamente la retina debido a una isquemia o a un infarto por oclusión de la arteria retiniana, o incluso directamente a un desprendimiento de la retina. 98 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 5 Tabla 2 : Complicaciones neurológicas en la preeclampsia grave. (2) Patología Eclampsia Relación con los niveles de tensión arterial No siempre Asociación con preeclampsia Sí Convulsiones tónico clónicos recurrentes. Se asocia en el 50% de los casos a hemorragia cerebral cortical o subcortical con infartos corticales y /o edema subcortical. Edema vasogénico cerebral secundario a una pérdida de la autorregulación. Se puede asociar con la encefalopatía posterior reversible Encefalopatía posterior reversible Hemorragia cerebral y Accidente cerebrovascular agudo Se produce por un fallo en la autorregulación del la circulación cerebral debida a una hipertensión arterial severa (>160/110 mmHg) Se asocia a hipertensión arterial severa de larga evolución en mujeres de más edad. Cefalea, náuseas, alteración en la conciencia y alteraciones visuales. No siempre. Puede ocurrir en mujeres gestantes y no gestantes hipertensas No siempre En la RNM T2 y FLAIR se evidencia edema cerebral, señales hipertensas, más acusada en el lóbulo occipital que en ocasiones se complica con infartos subcorticales. Desaparece después del parto Puede provocar daño permanente y muerte súbita. Puede haber hemorragias subaracnoideas en la convexidad de los lóbulos parietal y frontal así como en la cisura interhemisférica y de Silvio. El TAC es la prueba de elección 99 PREECLAMPSIA GRAVE Y ECLAMPSIA Hígado La preeclampsia afecta al endotelio de los vasos intrahepáticos conduciendo a una serie de alteraciones clínicas: 1. Elevaciones asintomáticas de transaminasas, que son un criterio de severidad de la preeclampsia y que raramente exceden los 500 U/L. Estas elevaciones se asocian a plaquetopenia y se suelen resolver a los tres días del parto. 2. Infartos en el tejido hepático, que provocan dolor en el epigastrio e hipocondrio derecho. Su extensión suele tener relación con la gravedad de la hipertensión y en la analítica se evidencia un aumento de transaminasas. En caso de hemorragia obstétrica con hipotensión estos cuadros pueden empeorar. 3. Hemorragia subcapsular, que surgen desde zonas de infartos hepáticos extensos con la formación de hematomas subcapsulares y que son más típicos en el síndrome del HELLP. (Ver más adelante) Alteraciones hematológicas La alteración más frecuente en la preeclampsia es la trombopenia (<100.000 plaquetas/mm3) que no siempre se asocia a un síndrome de HELLP y cuya etología es desconocida. En el síndrome HELLP se producen fenómenos de microangiopatía por daño endotelial que conducen a hemolisis intravascular con aumento de esquistocitos en sangre. Analíticamente se produce una elevación de la LDH en sangre, un aumento de la bilirrubina y una reducción de la haptoglobina. La microangiopatía puede provocar la adherencia de las plaquetas y una trombopenia subsiguiente con una activación anómala de la coagulación, que aunque no es clínicamente significativa, sí puede alterarse rápidamente cuando la preeclampsia se complica con un desprendimiento de placenta. Durante el embarazo y en el puerperio las pacientes con preeclampsia grave tienen más riesgo de trombosis venosa y arterial que las pacientes sanas. 100 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 5 DIAGNÓSTICO DE PREECLAMPSIA Se define preeclampsia como la hipertensión arterial en el embarazo de más de 20 semanas junto con proteinuria que exceda los 300 mg en 24 horas o 1+ en una prueba de orina asilada. La presencia de edemas no es un criterio diagnóstico. El manejo materno fetal y el tratamiento de la preeclampsia leve y moderada están sujetos a alguna controversia y no son emergencias obstétricas, pero sin embargo, sí es preciso determinar en toda paciente con preeclampsia la existencia o no de criterios de severidad (preeclampsia grave) con las implicaciones que esto tiene en el tipo de cuidados que tiene.(4) Diagnóstico de Hipertensión en el embarazo Se define hipertensión en el embarazo con cifras de tensión arterial sistólica mayores o igual a 140 mmHg y de tensión arterial diastólica mayores o igual a 90 mmHg en dos determinaciones separadas 15 minutos utilizando el mismo brazo. El diagnóstico de la hipertensión se realiza mediante la medición con un esfingomanómetro de la tensión arterial sistólica y diastólica. La técnica de la toma tiene relevancia en el diagnóstico de hipertensión ya que los esfingomanómetros manuales son más fiables que los automáticos (que pueden infraestimar cifras altas de TAD) y en ambos caso es preciso ajustar el tamaño del manguito al diámetro del brazo de la mujer. (ver cuadro) 101 PREECLAMPSIA GRAVE Y ECLAMPSIA TÉCNICA DE MEDICIÓN NO INVASIVA DE LA TENSIÓN ARTERIAL EN GESTANTE El observador debe estar entrenado en la determinación de la tensión arterial El paciente debe estar en reposo al menos 5 minutos (ideal 10 minutos) El esfingomanómetro de mercurio es el método ideal. Se pueden utilizar aparatos aneroides o automáticos que se hayan validado para el diagnóstico de preeclampsia. Es preciso calibrar estos aparatos electrónicos con regularidad Los sonidos de Korotkoff 1 (inicio) y 5 (desaparición) son los que determinan la tensión arterial sistólica y diastólica respectivamente El manguito debe estar a la altura del corazón La longitud del manguito debe adecuarse al tamaño del brazo. Manguitos muy pequeños sobrestiman la presión arterial y manguitos muy grandes la infraestiman La longitud del manquito debe ser 1,5 veces la circunferencia del brazo o que la parte hinchable abarque el 80% de la misma Debe haber manguitos de diferentes medidas La posición del paciente se debe estandarizar: En pacientes ambulantes se debe tomar sentado En pacientes encamadas puede tomarse sentada o recostada sobre la izquierda. En cualquiera de estas dos posiciones el manguito estará a la altura del corazón. Si el manguito está por encima del corazón la medición será falsamente baja Se debe deshinchar el manguito lentamente y en caso de anomalía repetir Las lecturas en el tercer trimestre pueden ser falsamente bajas por la hipotensión materna en supino debido a la compresión de los vasos abdominales por el útero grávido La tensión arterial es más alta en uno de los brazos, ésta es la tensión arterial que hay que considerar y siempre habrá que medirla en este mismo brazo Se puede recomendar monitorizar la tensión arterial en el domicilio o de forma ambulatoria (en el centro de salud o farmacia) siempre que se informe a la paciente de cómo medirla y se asegure que los aparatos utilizados están calibrados y son los adecuados Es preciso recordar que la preeclampsia es una patología que se puede presentar con toda su sintomatología clásica, con hipertensión y proteinuria (con o sin edemas) o bien puede ser tan aguda que puede no haber daño renal detectable y sí una afectación endotelial que provoque un síndrome de HELLP. Por ello, es preciso establecer el diagnóstico diferencial con otros tipos de hipertensión en el embarazo así como establecer su severidad. (Tabla 3) 102 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 5 Tabla 3: Clasificación de la hipertensión en el embarazo (adaptado 1-6). Clasificación de la hipertensión en el embarazo Hipertensión gestacional Hipertensión en gestante de más de 20 semanas que puede estar asociada o no con comorbilidades (diabetes pregestacional tipo I o II, enfermedad renal) lo que aumentaría el riesgo cardiovascular Leve-Moderada: TAS < 160 mmHg TAD < 110 mmHg Grave: TAS > 160 mmHg TAD > 110 mmHg Proteinuria en el embarazo Leve-Moderada: +1 en la tira de orina y < 3 g en orina de 24 h Grave: > 3-5 g* en orina de 24 h Preeclampsia (Hipertensión y proteinuria) > 20 semanas Leve-Moderada: HTA y proteinuria moderadas Grave: HTA o proteinuria graves y/o criterio de severidad Hipertensión crónica Hipertensión previa al embarazo Hipertensión antes de la semana 20 de gestación Hipertensión crónica con comorbilidades. La presencia de diabetes mellitus o enfermedad renal incrementa las complicaciones cardiovasculares y precisa de un control más estrecho Preeclampsia injertada Aparición de hipertensión resistente, empeoramiento o aparición de proteinuria y/o 1 complicación de adversidad o severidad en una paciente con una hipertensión crónica o previa o en una hipertensión gestacional previa Hipertensión resistente Hipertensión resistente en gestante de más de 20 semanas: cuando son precisos al menos tres fármacos antihipertensivos para su control Otras manifestaciones de hipertensión en el embarazo Hipertensión de bata blanca: Hipertensión en consulta TAS >140 mmHg y TAD > 90 mmHg que no se confirma (<135 mmHg TAS y <85 mmHg TAD) en la monitorización en el domicilio o de manera ambulatoria Hipertensión transitoria: Hipertensión en consulta TAS >140 mmHg y TAD > 90 mmHg que no se confirma tras el reposo y en la misma o en sucesivas visitas Hipertensión enmascarada: Hipertensión en consulta TAS <140 mmHg y TAD < 90 mmHg pero que se confirma (>135 mmHg TAS y >85 mmHg TAD) en la monitorización en el domicilio o de manera ambulatoria Son estados hipertensivos en gestantes de más o menos de 20 semanas en las que se detecta una elevación de la tensión arterial y en las que se intenta descartar hipertensión crónica, gestacional o preeclampsia *Depende de la fuente consultada. 103 PREECLAMPSIA GRAVE Y ECLAMPSIA Una vez obtenida una toma fiable de la tensión arterial es preciso descartar afectación orgánica y para ello se recomienda el establecimiento de un protocolo normalizado con criterios claros de preeclampsia grave. Diagnóstico de proteinuria en el embarazo La determinación de la proteinuria forma parte de las pruebas que se hacen con regularidad en el seguimiento del embarazo. La determinación de las proteínas en orina utilizando una tira con reactivos es el método de elección cuando la sospecha de preeclampsia es baja. Definimos proteinuria en la preeclampsia cuando hay > de 300 mg/dl de proteínas en una muestra de orina de 24 h o si éstas superan los 30 mg por mmol de creatinina o más de una cruz (+1) en orina de una muestra aislada. El método más completo para determinar la proteinuria es la determinación de el ratio proteína/creatinina en una orina de 24 horas. Este método diagnóstico debe utilizarse cuando una paciente con hipertensión gestacional o hipertensión arterial crónica presenta > 1+ de proteinuria en muestra aislada, pero también en pacientes que incluso con cifras de tensión arterial no cumplen los criterios de hipertensión presentan síntomas o signos compatibles con preeclampsia grave. (por ejemplo Síndrome de HELLP) Una vez confirmada la proteinuria en rango de preeclampsia no es preciso volver a repetir estas determinaciones. No hay suficiente evidencia sobre la precisión en el diagnóstico de preeclampsia del cálculo en orina del ratio albúmina/creatinina.(5) Preeclampsia grave No hay una definición clara y consensuada de preeclampsia grave. Las guías americanas e inglesas exponen una serie de criterios de gravedad que son fruto del consenso de expertos y que por ejemplo en el caso de la proteinuria superior 5 g/24 h no parecen estar apoyados en suficientes estudios.(5-7) 104 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 5 Clásicamente se considera preeclampsia grave la presencia de: TAS >160 mmHg y TAD >110 mmHg en dos ocasiones separadas 6 h Proteinuria > 5gr/24 h o 3+ en toma única ( No Consenso) Oliguria (<500 ml en 24h) Alteraciones cerebrales Edema pulmonar o cianosis Dolor epigástrico o en hipocondrio derecho Alteración en la función hepática Trombocitopenia Hemólisis Alteración en el bienestar fetal Crecimiento intrauterino retardado Clonus (más de tres sacudidas) Aunque estos son los criterios que utilizaremos en este manual para definir la preeclampsia grave, debemos entender que no nos ayudan a determinar si es posible o no esperar a madurar al feto y no establecen de manera clara cuándo y con qué premura hay que terminar el embarazo. De una manera pragmática en el último protocolo Canadiense (2) se establece que una preeclampsia puede tener dos tipos de criterios que se asocian a malos resultados perinatales. Unos, son los llamados criterios de alarma que no requieren una extracción fetal inmediata, pero que se asocian a complicaciones importantes en un futuro y otros son los criterios de gravedad que precisan de una extracción fetal inmediata independiente de la edad gestacional. Según este protocolo la presencia de sólo uno de los criterios de severidad es lo que define a una preeclampsia como realmente severa. El Síndrome de HELLP (completo o incompleto) como tal, o la simple cuantía de la proteinuria en 24 horas, aunque son criterios clásicos de gravedad no se consideran en el protocolo Canadiense criterios de severidad, por cuanto no precisan de una manera taxativa de la extracción fetal inmediata y la actitud a tomar dependerá de la evolución del cuadro y de la edad gestacional. La presencia de criterios de alarma según este protocolo precisa una evaluación materno fetal intensa y constante de la paciente y preparar la extracción fetal. 105 PREECLAMPSIA GRAVE Y ECLAMPSIA Criterios de alarma. Vigilancia extrema. Preparar finalización embarazo (2) • Cefalea. Síntomas visuales • Dolor precordial. Disnea. Saturación O2 < 97% • Leucocitosis. Aumento del INR a PTT prolongado. Trombopenia • Aumento de la creatinina. Aumento del ácido úrico sérico • Náusea o vómito • Dolor epigástrico o en hipocondrio derecho • Aumento de GOT, GPT, LDH, o bilirrubina • Disminución de la albúmina • Alteraciones en el registro cardiotocográfico • Crecimiento intrauterino retardado • Oligoamnios • Flujo reverso o ausente en arteria umbilical fetal Criterios de extracción fetal inmediata (2) • Eclampsia • Síndrome de leucoencefalopatía posterior reversible • Ceguera cortical o desprendimiento de placenta • Coma con Glasgow < 13 • Accidente cerebrovascular agudo • Trastorno isquémico cerebral transitorio • Déficit isquémico cerebral reversible • Hipertensión incontrolada resistente a tres fármacos (de más de 12 h de evolución) • Saturación de oxigeno < 90% • Necesidad de oxigenoterapia a más del 50% durante más de 1 hora • Intubación por causas no anestésicas • Edema de pulmón 106 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 5 • Soporte con inotrópicos • Isquemia miocárdica o infarto • Trombopenia menor de < 50.000/mm3 • Necesidad de transfusión • Insuficiencia renal (creatinina > 1,5 sin enfermedad previa ) • Nueva indicación para diálisis • Fallo hepático (INR > 2) • Hematoma subcapsular o rotura hepática • Desprendimiento de placenta • Onda A reversa del ductus venoso fetal • Feto muerto PRINCIPIOS EN LA ACTUACIÓN ANTE UNA PREECLAMPSIA GRAVE En la preeclampsia severa con cifras elevadas de tensión arterial (>160 mmHg TAS y >110 mmHg TAD) el objetivo fundamental es la reducción de la tensión arterial para evitar daño orgánico sobre todo cerebral y fetal, por lo que se considera una urgencia vital. En paralelo a esta actuación inicial (ver Figura 1), es preciso evaluar el estado materno fetal periódicamente mediante la monitorización y la realización de pruebas diagnósticas a ambos para preparar la finalización del embarazo. 107 PREECLAMPSIA GRAVE Y ECLAMPSIA Figura 1: Protocolo de actuación (adaptado 2-7) Diagnóstico de preeclampsia grave Siguiendo criterios ACOG (7) RCOG (8) ¿Hay síntomas de severidad? (SOCG) (2) Ingreso Iniciar profilaxis con sulfato de magnesio Medicación antihipertensiva si es precisa Monitorización fetal continua Ecografía fetal Exploración materna Analítica Sí No Extracción fetal inmediata Maduración fetal con corticoides si se estima parto en 7 días y semanas 24-34+6 ¿Presencia de signos de alarma? Valorar si criterios de severidad (2) Sí Parto tras maduración fetal completa No Semana 24 - 34 Manejo expectante y finalizar el parto a la semana >34 ACTUACIÓN INICIAL Ingreso hospitalario en una unidad con capacidad de monitorización intensiva e invasiva y personal familiarizado con este tipo de patología. • Exploración clínica completa para descartar criterios de severidad incluyendo una evaluación neurológica completa. La presencia de hiperreflexia, clonus y alteraciones visuales aunque no diagnostica sí nos ayudan si están presentes a evaluar la severidad del cuadro. • La paciente con alteraciones visuales debe ser evaluada por un especialista para descartar tanto el edema de papila y las alteraciones vasculares en la arteria retiniana, como el desprendimiento de retina. • Valoraremos el cuello uterino y altura uterina. • Registro cardiotocográfico para posteriormente realizar pruebas de bienestar fetal más complejas. 108 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 5 Una vez realizado un diagnóstico es preciso escribir y hacer partícipe a la paciente de un plan de actuación que concluya la decisión y el porqué del manejo o no conservador, la pauta de maduración fetal, la edad gestacional límite para finalizar el embarazo y los criterios de severidad que estimamos serían suficientes para que si aparecen los compañeros de la guardia acabarán la gestación inmediatamente. Pruebas de laboratorio Se determinarán cada 24-48 horas: Hemograma: En caso de hemólisis o de plaquetopenia requerirá una evaluación de la presencia de esquistocitos y de un contaje manual respectivamente (2) Bioquímica básica que incluye: • Ácido úrico • Creatinina • Bilirrubina total • Transaminasas • Lactato Deshidrogenasa • Na+,K+,Cl• Magnesemia si es preciso • Proteínas totales Pruebas de coagulación • Tiempo de cefalina • Tiempo de protrombina • INR • Fibrinógeno Sistemático de orina Cálculo del Ratio proteína/creatinina en orina Orina de 24 horas para calcular aclaramiento de creatinina (si el cálculo anterior es igual o superior a 0,2) 109 PREECLAMPSIA GRAVE Y ECLAMPSIA Pruebas de bienestar fetal Existe un amplio consenso en las diferentes guías sobre la necesidad de monitorizar al feto de manera continua durante una preeclampsia grave. No existe, sin embargo, ningún acuerdo sobre la manera de realizarlo. La disponibilidad de medios incluida la ecografía doppler y médicos expertos en medicina fetal en los centros terciarios donde estas pacientes deben ser tratadas, conduce a un uso intensivo de registros cadiotocográficos diarios (a veces varias veces al día) sin ningún tipo de estudio que lo apoye. La monitorización fetal no estresante, aunque es una prueba rutinaria al ingreso en nuestras unidades, presenta en pacientes con preeclampsia muchas dificultades de interpretación por el efecto de la medicación del paciente (Metil dopa, Sulfato de Magnesio) sobre el registro y salvo patrones claramente patológicos debe interpretarse con cuidado. La ecografía doppler es la prueba diagnóstica más importante en la vigilancia fetal. La primera ecografía después del ingreso de la paciente realizada por personal experto nos dibujará a grandes rasgos tres posibles escenarios: 1. Crecimiento fetal correcto. Líquido normal. Doppler sin alteraciones 2. Crecimiento intrauterino retardado Percentil >5º y/o Líquido normal y/o Doppler con signos iniciales de redistribución 3. Alteraciones patológicas en la ecografía (alguna de ellas o combinación) a. Crecimiento intrauterino retardado severo Percentil <5º b. Oligoamnios severo c. Doppler con alteración severa en el flujo diastólico de la arteria umbilical y/o ductus venoso (8) En función de la primera ecografía se decidirá, bien la finalización del embarazo inmediata, bien el diseño de la cadencia de las pruebas de bienestar fetal, que dependerá también del estado materno. En pacientes con una ecografía normal al ingreso, se recomienda repetir esta exploración cada 2 semanas. En presencia de cualquier alteración ecográfica se recomienda en nuestro medio la realización de una ecografía doppler semanal y si existe alteración prepatólogica en el doppler u oligoamnios; esta frecuencia se estima puede ser de hasta dos veces a la semana si el registro cardiotocográfico es poco valorable. 110 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 5 En nuestro medio es práctica rutinaria una monitorización fetal no estresante diaria para determinar el bienestar fetal, tranquilizar a la madre y tener un registro fehaciente de la vitalidad fetal. No hay datos sobre la utilidad de esta medida en pacientes asintomáticas, ni de la validez de añadir el recuento de movimientos fetales o el perfil biofísico. Monitorización maternal en la preeclampsia grave La paciente ingresada en un centro suficientemente dotado debe ser seguida por personal experto. Una vez estabilizada y que se haya decidido no interrumpir la gestación de manera inmediata, se recomienda la medición de la tensión arterial. Las guías NICE recomiendan la toma de tensión arterial 4 veces al día, pero en algunas unidades de nuestro país, muy acostumbradas al manejo de estas pacientes, se prefiere la monitorización continua y de forma invasiva (línea arterial) o bien, si se dispone, con monitorización mínimamente invasiva del gasto cardiaco, para establecer el tratamiento en función del patrón hemodinámico de la mujer. Se realizaría una analítica completa incluyendo función renal, electrolitos, hemograma, bioquímica básica incluyendo transaminasas y bilirrubina desde tres veces a la semana (7-9) hasta una vez al día en función de la gravedad. Se recomienda el traslado de la paciente a un hospital terciario con experiencia en casos de alto riesgo e ingreso de la mujer en una Unidad de Reanimación con experiencia en casos de alto riesgo obstétrico. Es preciso conocer el balance hídrico midiendo la diuresis y calculando con exactitud todas las entradas y pérdidas. En caso de pacientes con tensiones de difícil control se recomienda seguir a la paciente en unidades de cuidados intensivos o de reanimación del área de la anestesia obstétrica. 111 PREECLAMPSIA GRAVE Y ECLAMPSIA TRATAMIENTO DE LA PREECLAMPSIA GRAVE El único tratamiento definitivo de la preeclampsia grave es la finalización del embarazo. Es fundamental sin embargo la prevención de las complicaciones maternas-fetales mientras se prepara la extracción fetal y posteriormente las del puerperio. La finalización de la gestación dependerá de la edad gestacional y de las condiciones obstétricas. Para prevenir las complicaciones materno-fetales antes del parto/cesárea es preciso atender a varias prioridades simultáneamente. 1. Reducción de la tensión arterial 2. Monitorizar a la madre y al feto 3. Prevención de complicaciones materno-fetales Tratamiento hipertensivo El tratamiento con hipotensores es fundamental para evitar las complicaciones cerebrovasculares y obstétricas de la preeclampsia grave. El objetivo es la reducción de la tensión arterial de manera eficaz pero no más de un 25% de la presión arterial media para evitar problemas de hipo perfusión placentaria. El objetivo es mantener las cifras de tensión arterial por debajo de 150/90 mmHg. La medicación hipotensora se administrará por vía intravenosa en un principio con monitorización de la tensión arterial lo cual se debe hacer en una Unidad de Reanimación. En general se recomienda que en cada centro se manejen los fármacos con los que está más familiarizado, pero en general, la tendencia es utilizar como primera línea el labetalol y en segundo lugar dilatadores arteriales directos como la hidralazina. Tabla 4 112 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 5 Tabla 4: Fármacos utilizados en la Hipertensión grave aguda. (1,7,8) Medicación Inicio (minutos) Duración Hidralazina 20 mg Suspensión en polvo en 10 cc suero Bolos:20-30 min 5 min. Ver dosis Labetalol 100 mg/ampolla en 20 ml de salino 5 min. 6 horas Dosis (ver protocolo) Comentarios Empezamos con una dosis de ataque de 5 mg iv .Seguimos si es preciso con bolos de 5-10 mg iv cada 20 minutos o podemos poner una infusión de 0,5 a 10 mg/hora iv hasta un máximo de 20 mg iv/dia Puede incrementar el riesgo de hipotensión materna 20-40mg iv, luego bien bolos 40-80 mg cada 10 minutos hasta un máximo de 300 mg/día bien infusión continua con 2 ampollas (40 ml) en 1 suero 160 ml. Conseguimos una dilución 1 mg/ ml .Infundimos de forma continua a 1-2 ml/minuto Evitar en asmáticas y en cardiópatas. Avisar de su uso al neonatólogo porque pueden provocar bradicardia neonatal Nifedipino: Nifedipino Comprimidos de 10 mg 10-20 min. o Amlodipino 6 horas 10 mg vía oral. Se repite cada 30 minutos (20 mg) hasta 2 dosis si no hay control de tensión. Luego 10-20 mg cada 4-6 horas hasta un máximo de 240 mg/día No confundir con los comprimidos de Nifedipino de 20 o 60 mg usados en tratamiento de la HTA crónica Amlodipino: 5-10 mg/24 h v-o Nitroprusiato Sódico (Muy poco utilizado) 0,5-5 min. 0,25-5 µg/kg/min infusión iv. Riesgo de envenenamiento fetal por cianida si el tratamiento es prolongado y aumento de la presión intracraneal materna lo que empeora el edema cerebral De elección en hipertensiones resistentes y en curso cortos 113 PREECLAMPSIA GRAVE Y ECLAMPSIA Protocolo de tratamiento en gestante con hipertensión grave ACOG Committee Opinion 514, “Emergent Therapy for Acute Onset, Severe Hypertension with Preeclampsia or Eclampsia” (7) Hipertensión >160 mmHg TAS y/o TAD >110 mmHg. Avisar al equipo obstétrico (Anestesista, Obstetra senior) y establecer monitorización fetal. Reducir la TA un 25% al principio para evitar problemas de perfusión placentaria. Establecer un umbral. Generalmente hay que reducir la TA hasta alcanzar <150-149/105-90 mmHg Opcion 1: Si se inicia con Labetalol 1. Labetalol 20 mg iv en 2 min; comprobar TA en 10 min; si todavía está por encima del umbral: 2. Labetalol 40 mg iv en 2 min; comprobar TA en 10 min; si todavía está por encima del umbral: 3. Labetalol 80 mg iv en 2 min; comprobar TA en 10 min; si todavía está por encima del umbral: 4. Hidralazina 10 mg iv en 2 min; comprobar TA en 20 min; si todavía está por encima del umbral: 5. Valorar otros fármacos previa consulta e ingreso en Reanimación. Opción 2: Si se inicia con Hidralazina 1. Hidralazina 5 o 10 mg iv comprobar TA en 20 min; si todavía está por encima del umbral: 2. Hidralazina 10 mg iv comprobar TA en 20 min; si todavía está por encima del umbral: 3. Labetalol 20 mg iv en 2 min; comprobar TA en 10 min; si todavía está por encima del umbral: 4. Labetalol 40 mg iv en 2 min y valorar otros fármacos e ingreso en Reanimación. Una vez controlada la Tensión arterial (TAS < 159 mmHg pero mayor de 149 mmHg y TAD <105 mmHg pero mayor de 90 mmHg) podemos instaurar un tratamiento antihipertensivo vía oral con labetalol, metil dopa, nifedipino o amlodipino (que es vasodilatador cerebral). Si la tensión arterial es inferior a esos valores no es preciso el tratamiento adicional, pero sí mantener el tratamiento varios días o semanas. Tabla 5 114 MANUAL PR ÁCTICO Capítulo DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS 5 Tabla 5: Medicación oral en gestante con preeclampsia. (1,8) Medicación Presentación Dosis 100-400 mg cada 8-12 horas Labetalol 100 mg Máximo 1200 mg/día Nifedipino Metil dopa Comprimidos 20-60 mg (liberación retardada) 250 /500 mg Comentarios Se recomienda empezar con 200 mg/12horas 20 a 60 mg dosis única (retard) (máximo 120 mg/día) 250 a 500 mg/6 a 12 horas (máximo 2 g/día) No es preciso dosis de carga Fluidoterapia El problema de la oliguria y la anuria en la preeclampsia grave surgen de un daño renal en el glomérulo. Es importante reconocer que en preeclampsias graves precoces (< semana 34) el patrón hemodinámico es muy distinto a las preeclampsias leves de aparición tardía. El manejo de los fluidos es lo más complejo de la preeclampsia. No se puede monitorizar sólo la Presión venosa Central (PVC), no aporta datos fiables, ya que hay un aumento de la permeabilidad vascular y la PVC solamente mide el líquido intravascular. Para evitar el edema agudo de pulmón se recomienda un manejo cuidadoso de la administración de líquidos y una monitorización de los parámetros hemodinámicos de la paciente; la TA y PVC no son suficientes para decidir qué fluidos o fármacos vasoactivos o vasodilatadores son necesarios. En principio, se puede comenzar con la recomendación de no superar un volumen de 80 ml/h contando con todas las infusiones de fármacos. Para conseguir esta reducción de líquidos es preciso concentrar el sulfato de magnesio y el labetalol.(8) Es importante monitorizar la función renal, que se deteriora con mucha frecuencia en las pacientes con preeclampsia grave, controlando los niveles de creatinina y el aclaramiento de creatinina. 115 PREECLAMPSIA GRAVE Y ECLAMPSIA Profilaxis de la eclampsia En pacientes con criterios maternos de preeclampsia grave (usaremos los criterios clásicos) o cuadros menos severos que hayan tenido previamente una eclampsia se recomienda la instauración de una infusión de sulfato de magnesio para prevenir una eclampsia y daños cerebrales secundarios a la hipertensión (hemorragia cerebral).(11) Este protocolo no reduce a cero el riesgo de eclampsia y se debe instaurar en pacientes con preeclampsia grave en las que se finalizará la gestación en 24 h. La dosis y pauta de Sulfato de Magnesio utilizadas es la recomendada por el Collaborative Eclampsia Trial siendo las diluciones lo más concentradas posible con el fin de reducir el volumen administrado. Profilaxis de la eclampsia con Sulfato de Magnesio Dosis de carga* 4 g iv en 5-30 minutos En España la ampolla contiene 1,5 g de sulfato de magnesio en 10 ml de suero salino. Podemos utilizar sin problemas 3 ampolla completas (4,5 g) en un suero de 100 ml a pasar en 5-10 minutos Dosis de mantenimiento* Infusión de 1 g hora de sulfato de magnesio Para concentrar el sulfato de magnesio podemos usar 10 ampollas de sulfato de magnesio en un suero salino de 500 ml, al que se han extraído previamente 100 ml para un total de 15 g de sulfato en 500 ml de suero. Un gramo hora supone 33 ml/hora. Se puede concentrar incluso más si es preciso. * La velocidad de infusión de la dosis de carga varía según los autores y puede administrarse entre 5 y 30 minutos en función del estado de la paciente. Algunos textos no recomiendan superar los 150 mgr/minuto. Monitorización del tratamiento con sulfato de magnesio Las pacientes con profilaxis de eclampsia con sulfato de magnesio deben ser monitorizadas por personal experto para detectar elevaciones en sangre de este fármaco, que puede provocar intoxicaciones con consecuencias fatales. Es muy recomendable el uso de bombas de infusión para evitar accidentes. En pacientes con preeclampsia, la reducción del aclaramiento renal de éste fármaco puede provocar su acumulación, por lo que es preciso determinar el nivel de creatinina en sangre y la diuresis y ajustar el tratamiento en función de las mismas. Es preciso reducir la velocidad de infusión y medir la magnesemia de manera periódica en pacientes con diuresis inferior a 10-20 ml/h o valores de creatinina entre 1,1 y 1,7 mg/dl. La paciente, por tanto, debe estar ingresada en unidades acostumbradas a este tipo de pacientes y con personal entrenado en monitorizar este tipo de tratamientos y en el manejo de sus complicaciones. 116 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 5 Se debe monitorizar periódicamente (cada hora) las constantes de la paciente incluidas la presencia de reflejos osteotendinosos y la frecuencia respiratoria. En presencia de analgesia epidural es más difícil evaluar el reflejo patelar y es mejor monitorizar el reflejo bicipital. Es preciso además conocer los efectos sobre el feto del sulfato de magnesio e informar a los neonatólogos sobre su uso si se decide finalizar el embarazo.(1,6-8) No es imprescindible la determinación seriada de los niveles de magnesemia en pacientes con función renal normal. Los niveles terapéuticos se sitúan entre 2-3,5 mmol/L (4-7 mEq/L o 4,9-8,5 mg/dl). Tabla 6 Tabla 6: Efectos adversos del sulfato de magnesio en madre y feto. Efecto adverso (1,11,15) Magnesemia Sofocos. Enrojecimiento facial Náuseas y vómitos Sed Picores. Temblores Mareo Parálisis en pacientes con enfermedades neuromusculares previas (Miastenia gravis) Aumento de la tasa de cesáreas, partos prolongados y hemorragia posparto Variabilidad individual Magnesemia en rango terapéutico o signos iniciales de intoxicación Alteraciones en el habla. Mala articulación de las palabras Hipotonía neonatal y valores bajos de APGAR Reducción en la variabilidad en la monitoriza con fetal no estresante Sensación de ahogo. Confusión >8,5 mg/dl Hipotensión, palpitaciones bradicardia >8,5 mg/dl Debilidad muscular >8,5 mg/dl Reducción de la función respiratoria >10 mg/dl Ausencia de reflejos osteotendinosos 8-10 mg/dl Depresión respiratoria. Apnea >15 mg/dl Parada cardiorespiratoria >25 mg/dl 117 PREECLAMPSIA GRAVE Y ECLAMPSIA ¿Cuándo suspender el sulfato de magnesio? • Si existe cualquier síntoma de intoxicación por sulfato de magnesio como debilidad muscular o abolición de reflejos, o depresión respiratoria. (Ver tabla 6) • La presencia de reflejos osteotendinosos es una señal de seguridad y su abolición es una indicación de suspender inmediatamente la infusión. • Se debe detener la infusión con sulfato si la diuresis es inferior a 10 ml/hora, la paciente está en anuria o si el nivel de creatinina es mayor de 1,7 mg/dl >150 mmol(l). • Magnesemia > 10 mg/dl. Se debe instruir a la paciente sobre los posibles efectos secundarios de este fármaco y de las señales de alarma. Intoxicación con sulfato de magnesio La acumulación del sulfato de magnesio conlleva una toxicidad que pone en riesgo la vida de la paciente al provocar una depresión respiratoria que si no se trata, lleva a una hipoxia y parada cardiaca. (Ver tabla 6) En casos de intoxicación grave es preciso: 1. Parar infusión de sulfato de magnesio. 2. Activar protocolo hospitalario de parada cardiorrespiratoria si es preciso. 3. Administrar 1 g de Gluconato cálcico al 10%. Cada ampolla contiene 10 ml con 970 mg de Gluconato cálcico (94,7 mg de ión calcio). Una ampolla se diluye con agua para inyección en una proporción de 1:1 aunque también se puede usar suero salino y glucosado al 5%. 4. Se administra lentamente esta dilución (20 ml) en 3 minutos por vía iv. La velocidad no debe superar los 10 ml (47,5 mg de ión calcio) por minuto por sus efectos adversos cardiacos.(11) ¿Durante cuánto tiempo debemos pautar el sulfato de magnesio? En general no es necesario prolongar la infusión de sulfato de magnesio más de 24 horas tras el parto, sin embargo es preciso entender que hasta un 44% de las eclampsias ocurren en el posparto por lo que en pacientes con preeclampsia especialmente graves es preciso individualizar la duración de la profilaxis tras el parto.(1) 118 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 5 FINALIZACIÓN DE LA GESTACIÓN La mejora del conocimiento de la fisiopatología de la preeclampsia y la disponibilidad de métodos no invasivos de evaluación del estado materno y fetal, han conducido a que en algunos casos de preeclampsia grave de inicio, lejos del término, nos planteemos un manejo conservador informando a la paciente de los riesgos-beneficios de esta estrategia. Es preciso también valorar si podemos administrar a la paciente un curso completo de corticoides para la maduración pulmonar fetal. La maduración con corticoides se realizará en la gestaciones entre la semana 24 y 34+6 en la que se prevea una finalización de la misma en menos de 7 días. Una vez que se han descartado al ingreso criterios de finalización inmediata del embarazo, es preciso valorar el beneficio-riesgo de un manejo conservador de la preeclampsia grave teniendo en cuenta la edad gestacional. La reevaluación de esta estrategia viene condicionada por la aparición de nuevos signos o síntomas de gravedad en la paciente que nos hagan cambiar nuestra conducta. Tabla 7 Tabla 7: Finalización del embarazo en preeclampsia grave en ausencia de criterios de extracción inmediata. (adaptado 8-10) Edad gestacional Finalización de la gestación Comentarios >35 No demorar Seguir criterios obstétricos de cómo finalizar 34-34+6 Finalizar en 48 h Esperar si es posible a completar pauta la maduración (14) 24-34 Manejo conservador Reevaluación de la situación Plan de acción explícito Modo de finalizar el embarazo Para cualquier gestante con preeclampsia el parto vaginal es la primera elección en ausencia de cualquier otra indicación para cesárea. No hay que limitar la duración de la segunda fase del parto (dilatación) a no ser que haya una hipertensión refractaria a tratamiento u otros signos o síntomas de preeclampsia severa, en cuyo caso se valorará el tiempo estimado hasta el parto y el estado materno. Existe suficiente evidencia sobre la seguridad de que tanto la preparación cervical con prostaglandinas como la inducción del parto con prostaglandinas y oxitocina son seguras en estos casos. 119 PREECLAMPSIA GRAVE Y ECLAMPSIA Durante la dilatación la oxitocina se infundirá a la mínima dosis necesaria y lentamente para reducir sus efectos hemodinámicos. Durante todo el parto, la tensión arterial debe mantenerse por debajo de 160/110 mmHg (ideal < 150/90 mmHg). En el tercer estadío del parto es seguro y necesario utilizar profilaxis de la hemorragia posparto con oxitocina incluso en presencia de trombopenia. No hay buenos estudios sobre el manejo ideal de la hipertensión en el puerperio pero se deberían mantener los límites anteriores. Se evitará el uso de ergóticos en caso de hemorragia posparto. ANESTESIA OBSTÉTRICA EN LA PREECLAMPSIA GRAVE Se prefiere la anestesia regional a no ser que esté contraindicada por la coagulopatía u otra circunstancia (trombopenia). El tratamiento con aspirina a baja dosis no la contraindica siempre que el recuento de plaquetas sea normal. En caso de uso de heparinas de bajo peso molecular, es preciso seguir las recomendaciones sobre el tiempo que debe pasar entre la ultima dosis de heparina y la técnica regional.(2,15) Hay que tener en cuenta que si se precisa una anestesia general en una paciente que ha estado sometida a tratamiento con sulfato de Magnesio, los requerimientos anestésicos serán menores y existirá una interacción con los relajantes neuromusculares no despolarizantes, de forma que éstos verán prolongada su vida media de eliminación. Así pues, se recomienda la monitorización de la función neuromuscular durante la anestesia general. En general, se recomienda el uso de técnicas de anestesia regional en caso de cesárea, incluso después de que haya ocurrido un episodio de eclampsia, para así monitorizar de forma directa el estado neurológico de la paciente (recordar que el daño más importante y frecuente es el neurológico en caso de hipertensión grave). Se considera contraindicado el uso de técnicas regionales en caso de plaquetopenia grave (<80.000/mm3) o de coagulopatía. El uso de catéteres epidurales está indicado como método analgésico de elección en la preeclampsia, ya que contribuye a controlar la tensión arterial durante el trabajo de parto. Además, el uso de catéteres epidurales, puede estar indicado en preeclampsias graves anteriores a la 34ª semana de gestación, con la intención de conseguir una vasodilatación transitoria del lecho vascular uteroplacentario mientras se consigue la maduración fetal en un feto viable, siempre en una Unidad que permita la estricta monitorización de las constantes vitales maternas y fetales (Unidad de Reanimación) La anestesia general supone un riesgo para la paciente con preeclampsia grave por el riesgo de intubación muy difícil por el edema laríngeo y por hipertensión que induce este tipo de intubaciones.(15) 120 MANUAL PR ÁCTICO Capítulo DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS 5 Figura 2: Anestesia en preeclampsia. Abordaje perioperatorio de la gestante con preeclampsia Preeclampsia Preeclampsia leve-moderada Eclampsia Preeclampsia grave ¿Compromiso materno o fetal? Presión intracraneal normal Presión intracraneal aumentada No signos de sangrado Signos de sangrado Plaquetas >80.000/mm3 No Considerar anestesia regional. Plaquetas descendiendo <80.000/mm3 Sí Considerar anestesia general. Anestesia regional si se puede Considerar anestesia regional. Evitar anestesia regional. Considerar anestesia general CUIDADOS POSPARTO EN PACIENTES QUE HAN TENIDO PREECLAMPSIA GRAVE Las pacientes con preeclampsia grave deben ser seguidas a corto y medio plazo en el puerperio y deben ser instruidas para que puedan detectar las posibles complicaciones. (cefalea, epigastralgia.) La coordinación con su matrona de primaria y su médico de cabecera es muy recomendable.(8) Presión arterial En pacientes que tras el parto no necesitan tratamiento antihipertensivo es preciso medir la tensión arterial. • Cuatro veces al día mientras están ingresadas. • Una vez al día mínimo entre el día 3 y 5 del puerperio. • A días alternos hasta que la tensión sea normal. 121 PREECLAMPSIA GRAVE Y ECLAMPSIA Control en 5 días en su médico de cabecera o matrona para comprobar la tensión arterial y la ausencia de signos y síntomas de alarma. Si la tensión arterial es mayor de 150/100 precisan tratamiento antihipertensivo. En pacientes que tras el parto necesitan tratamiento antihipertensivo es preciso medir la tensión arterial y controlarla en un entorno hospitalario. • Cuatro veces al día mientras están ingresadas. • A días alternos durante dos semanas y después derivarla a primaria para seguir con esta pauta hasta que esté normotensa o precise de estudios si persiste hipertensión. Si estaba previamente con antihipertensivos en el embarazo: • Mantener tratamiento ajustando la dosis si la TA es menor de 140/90. • Si toma metildopa suspender a las 48 del parto. • Valorar usos de inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina que son más cómodos. Tromboprofilaxis Las pacientes con preeclampsia grave tienen más riesgo de enfermedades tromboembólicas venosas que la gestante sana. Si a esto se une que suelen tener periodos largos de reposo en cama, presentar mayores tasas de cesárea, edad avanzada, obesidad etc; es preciso instaurar una profilaxis eficaz de enfermedad tromboembólica venosa que se basa en el uso precoz de medias de compresión si existe riesgo de sangrado o la trombopenia es severa y que se continuará y/o completará tanto al ingreso como en el puerperio con heparinas de bajo peso molecular. Es preciso recordar que en estas pacientes el riesgo de ETV se mantienen elevado incluso hasta 12 semanas tras el parto y por ello es preciso mantener la profilaxis mientras existan factores de riesgo llegando incluso a las 6 semanas posparto. CUADROS CLINICOS ASOCIADOS A LA PREECLAMPSIA Los criterios diagnósticos de preeclampsia (hipertensión y proteinuria en gestantes > 20 semanas) pueden no estar presentes paradójicamente al inicio de varios cuadros clínicos, que sin embargo representan las formas de presentación más graves de la preeclampsia. Dos de esos cuadros clínicos son el Síndrome de HELLP y la eclampsia que pueden aparecer independientemente o asociados.(1,12) 122 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 5 HELLP El síndrome de HELLP es una patología propia de la gestación relacionada con la preeclampsia grave en la que se produce una severa alteración analítica cuyas iniciales en inglés dan nombre a este cuadro, (Hemolisis, enzimas hepáticas elevadas (Elevated Liver enzymes)) y plaquetopenia (Low Plaquetes). Tabla 8 Tabla 8 : Criterios de HELLP. (1) HELLP CRITERIOS Esquistos en sangre periférica Bilirrubina >1,2 mg/dl Hemólisis Reducción Haptoglobina GOT y GPT > 70 U/L Enzimas hepáticas elevadas LDH > 2 veces límite superior (> 600) <100.000 / mm3 Trombopenia Aunque en la mayoría de las ocasiones las pacientes presentan signos y síntomas de preeclampsia durante el diagnóstico inicial, sólo el 50% de estas pacientes tienen una hipertensión severa, un 30% presentan una hipertensión moderada y un sorprendente 20% tienen una tensión arterial normal. Por esto es preciso establecer un diagnóstico diferencial con otras patologías. Este cuadro ocurre con más frecuencia antes de la semana 35 y sobre todo en multíparas. Tabla 9 Tabla 9 : Diagnóstico diferencial del Síndrome de HELLP. (2) Hígado agudo del embarazo Apendicitis perforada Hemorragia cerebral Diabetes insípida Colecistitis aguda Gastroenteritis grave Glomerulonefritis Síndrome hemolítico urémico Hiperemesis Pielonefritis Pancreatitis Síndrome antifosfolípido Lupus eritematoso sistémico Enfermedades virales incluido herpes Púrpura trombótica trombocitopénica - 123 PREECLAMPSIA GRAVE Y ECLAMPSIA El HELLP es una forma atípica y subaguda de preeclampsia grave que precisa del ingreso de la paciente en un centro con los medios adecuados y cuyo único tratamiento es la finalización del embarazo. La trombopenia puede llegar a ser muy severa lo que condiciona el tipo de parto y técnica anestésica a utilizar. Por ello se recomienda vigilancia estrecha y en caso de empeoramiento y en función de las condiciones obstétricas, no es conveniente demorar en exceso la inducción del parto vaginal o cesárea electiva. En gestaciones menores de 35 semanas y con criterios de severidad, siempre con estricta vigilancia médica, podemos esperar 48 h a completar un curso de corticoides antenatales para mejorar la madurez fetal. Se desaconseja tratar de prolongar la gestación en el síndrome de HELLP utilizando corticoides o fluidoterapia (manejo conservador). La paciente con síndrome de HELLP presenta un alto riesgo de sufrir todas las complicaciones materno fetales de la preeclampsia (ver más adelante). Una de cada 25 pacientes con este síndrome desarrollan una eclampsia frente a un 1% de las formas clásicas de preeclampsia. Las alteraciones analíticas se suelen resolver a las 48 horas del parto. ¿Cuándo transfundir plaquetas en el HELLP? • Si el recuento plaquetario es inferior a 20.000/mm3 sobre todo antes de un parto vaginal o cesárea. • Si el recuento plaquetario es inferior a 40-50.000/ mm3 y sigue descendiendo y/o hay coagulopatía. • No se recomienda la trasfusión de plaquetas de manera profiláctica incluso antes de una cesárea si el recuento plaquetario es superior a 40-50.000/mm3 y no hay sangrado o disfunción plaquetaria. ECLAMPSIA La eclampsia se define como un cuadro clínico de convulsiones tónico clónicas que ocurren aproximadamente durante el embarazo (38%), intraparto (18%) o en el puerperio (44%) en pacientes con síntomas de preeclampsia (1% de todas). Un cuadro convulsivo en una gestante de más de 20 semanas es una eclampsia mientras no se demuestre lo contrario. La incidencia en el mundo occidental oscila entre 1/2000 y 1/3448. El 90% se presentan en el tercer trimestre y pueden ocurrir hasta 48 horas tras el parto (1,5%). El 40% de las eclampsias no son presenciadas o lo son en parte por personal sanitario.(9,11,13) 124 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 5 Los factores de riesgo de eclampsia son: • Primiparidad • Eclampsia previa • Gestación múltiple • Enfermedad renal o hipertensión previa • Colagenopatía • Enfermedad trofoblástica gestacional (eclampsia antes de la 20 semanas) Las pacientes con hipertensión grave inducida por el embarazo y preeclampsia tienen más riesgo de padecer una eclampsia si padecen: • Cefalea intensa • Alteraciones visuales • Epigastralgia severa • Dolor intenso en cuadrante superior derecho del abdomen • Hiperreflexia. Clonus (> 3 espasmos) • Alteraciones en la conciencia • HELLP (1 de cada 25%) No todas las eclampsias cursan con hipertensión y/o proteinuria. Los hallazgos de papiledema y retinopatía que son típicos en la hipertensión severa no suelen estar presentes en la eclampsia cuya etiología es compleja. El aumento de la edad materna, el tabaquismo y los embarazos en pacientes con patología médica (epilepsia) previa, nos obliga a establecer un diagnóstico diferencial de la eclampsia con otros cuadros que provocan convulsiones y estados comatosos. Diagnóstico diferencial de la eclampsia: • Accidentes cerebrovasculares • Hemorragia • Rotura de aneurismas y malformaciones vasculares cerebrales • Trombosis arterial o venosa en vasos cerebrales • Encelopatía hipóxico isquémica 125 PREECLAMPSIA GRAVE Y ECLAMPSIA • Angiomas • Enteropatía hipertensiva • Epilepsia • Embolismo de líquido amniótico • Alteraciones metabólicas - Hipoglucemia, hiponatremia, tormenta tiroidea • Púrpura trombocitopénica trombótica • Cefalea pospunción dural • Vasculitis cerebral • Síndrome de deprivación alcohol / drogas ¿Cómo es una eclampsia? La eclampsia es un cuadro clínico de convulsiones tónico clónicas muy violentas que pueden incluso tirar a la mujer de la cama y provocar lesiones graves en la lengua por la contracción violenta de las mandíbulas. La fase convulsiva de la eclampsia suele durar 60-90 segundos y al final los movimientos son más lentos y menos frecuentes para acabar cediendo. Tras una primera eclampsia la paciente entra en un estado postictal similar a un coma de una duración variable y puede recuperar parcialmente la conciencia e incluso estar algo agitada. La respiración en el estado poseclampsia es rápida (incluso 50 rpm) en respuesta a la acidosis mixta provocada por la hipoxia, hipercarbia y aumento del lactato en sangre. En casos severos hay cianosis. La eclampsia en ausencia de tratamiento o en casos graves suele recurrir y la paciente no recupera la conciencia entre las múltiples convulsiones, y en ausencia de intervención entra en un estado comatoso que provoca la muerte por daño cerebral o por secuelas de la hipertensión como el abruptio de placenta. La eclampsia raramente es un status epiléptico y esta forma de presentación es más frecuente en mujeres muy jóvenes o con patología subyacente. Un 10% de las pacientes tiene algún grado de ceguera que en general es reversible, un 5% de las pacientes presenta una reducción más o menos pronunciada de la conciencia llegando incluso al coma. Ésto es debido al edema cerebral o a accidentes cerebrovasculares.(1) Tras la eclampsia la paciente puede ponerse de parto y si la eclampsia ocurre durante el parto, las contracciones uterinas suelen ser después más frecuentes e intensas acortándose la duración del misma. 126 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 5 ANTE UNA ECLAMPSIA ESTABLECEREMOS UNAS PAUTAS DE ACTUACIÓN 1. Evaluar y asegurar las constantes vitales 2. Asegurar la vía aérea y evitar la aspiración 3. Prevenir el traumatismo materno 4. No intentar detener el primer ataque convulsivo 5. Prevenir y tratar las siguientes convulsiones 6. Valorar estado fetal 7. Prevenir el daño cerebrovascular por la hipertensión 8. Finalizar la gestación Evaluación de las constantes vitales Generalmente cuando llega el personal médico, la paciente con una eclampsia la encontramos en un estado comatoso. Ante este cuadro es preciso comprobar la presencia de pulso y la respiración. Asegurar la vía aérea Las convulsiones llevan a la hipoxia materna y fetal, por lo que se recomienda establecer la permeabilidad de la vía aérea y administrar oxigenoterapia a alto flujo mediante una mascarilla (8-10 L/m) durante e inmediatamente después de la convulsión. Intentaremos sin restringir a la fuerza las convulsiones, colocarla en decúbito lateral izquierdo para minimizar el riesgo de aspiración del vómito y secreciones.(1,16) Tras la convulsión mantendremos esta posición asegurándonos de la permeabilidad de la vía aérea, para lo cual podemos traccionar suavemente de la mandíbula hacia delante con el fin de corregir la posición de la lengua y aspiramos las secreciones. Si disponemos de una cánula de Guedell o de una cánula de intubación nasofaríngea y estamos entrenados en su uso, podemos introducirla en este momento (tras la convulsión) con cuidado de no provocar el vómito. Tras la primera convulsión y si con el decúbito lateral y con una cánula oro-nasofaríngea, la paciente respira correctamente no es imprescindible intubarla. Figura 3 127 PREECLAMPSIA GRAVE Y ECLAMPSIA Figura 3 Colocación en postura de seguridad: Arrodillarse al lado de la víctima. Colocar el brazo más cercano de la víctima en ángulo recto con su cuerpo, con la palma de la mano orientada hacia arriba. Las piernas deben estar rectas. Cruzar el otro brazo sobre el pecho. Coloque la palma de la mano sobre el hombro más próximo a usted. Sujetar la pierna más alejada de usted justamente por encima de la rodilla. Levántela manteniendo el pie en el suelo. Girar 90º a la víctima sobre su costado tirando del hombro y de la parte posterior de la rodilla, ambos del lado más lejano. Colocar la pierna por encima de forma que tanto la cadera como la rodilla estén flexionadas en ángulo recto. Prevenir el traumatismo materno Algunas guías recomiendan colocar un depresor lingual almohadilladlo entre los dientes para evitar que se muerda la lengua durante las convulsiones pero, esta maniobra puede provocar el vómito si lo introducimos muy profundo en la boca y debe ser realizada por personal entrenado. La asociación del vómito es una de las complicaciones a evitar. La paciente durante la convulsión no debe ser sujetada sino que debemos quitar todos los objetos con los que se puede golpear. No intentar detener el primer ataque convulsivo No sujetar a la paciente para limitar sus convulsiones. No es recomendable intentar canular una vía durante las convulsiones. La mayoría de las convulsiones son autolimitadas. El uso de medicación para detenerlas como el diazepam o midazolam inhibe el reflejo laríngeo lo que aumenta el riesgo de aspiración por lo que no deben utilizarse. 128 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 5 Prevenir y tratar las siguientes convulsiones El sulfato de magnesio es el fármaco de elección en la prevención y tratamiento de las siguientes convulsiones. Precisa de una dosis de carga y una dosis de mantenimiento intravenosa. Es recomendable evitar la vía intramuscular ya que el gran volumen de 3-4 ampollas de sulfato provoca mucho dolor y se asocia a la formación de abscesos en la zona de punción y mayor riesgo de intoxicación. Aprovechando la canulación de una vía venosa gruesa se recomienda la extracción de sangre para analizar hemograma, bioquímica básica con glucosa, creatinina, urea, electrolitos, pruebas de coagulación, grupo, anticuerpos irregulares y tóxicos. Si la paciente ha tenido una convulsión pese al tratamiento con magnesio es recomendable la determinación de la magnesemia en este momento. De esta manera iniciaremos el diagnóstico diferencial y nos prepararemos por si tenemos que realizar una cesárea. Dosis de carga Entre 4,5 g (3 ampollas) y 6 g (4 ampollas) de sulfato de magnesio diluidas en suero salino a pasar lento en 5-10 minutos. Dosis de mantenimiento 1 g a 2 g/hora iv hasta al menos 24 horas tras el episodio de convulsiones. En un 10% de los casos hay una segunda crisis convulsiva pese al primer bolo de sulfato de magnesio. En estos casos se recomienda atender a la paciente como en la primera crisis (colocar en decúbito lateral, evitar traumas y aspiraciones) pero además se administrará por su vía intravenosa otros 2 g de sulfato de magnesio en 3-4 minutos y se procederá a intubar a la paciente. Si persisten las crisis y una vez intubada la paciente se administrará medicación anticonvulsiva como amobarbital 250 mg iv. Valorar estado fetal La hipoxia materna y las convulsiones provocan generalmente una bradicardia fetal que puede durar hasta 3-5 minutos y de la que se recupera el feto al cesar las convulsiones y administrar oxigenoterapia. El feto sano responde bien a la acidosis respiratoria momentánea, por lo que no es preciso monitorizar al feto durante las convulsiones y posteriormente es preciso interpretar con frialdad la bradicardia que podemos evidenciar tras las mismas. La posición en decúbito lateral izquierdo ayuda a la recuperación fetal. Es importante monitorizar el estado fetal tras la eclampsia porque la prolongación de la bradicardia más allá de 6 minutos puede ser debida a una abruptio placentae y en este momento es precisa la extracción fetal inmediata. 129 PREECLAMPSIA GRAVE Y ECLAMPSIA La administración de sulfato de magnesio provoca alteraciones en el registro cardiotocográfico fetal con una reducción de la variabilidad. En ausencia de una reducción prolongada de la frecuencia cardiaca fetal, NO es imprescindible la extracción fetal inmediata. Prevenir el daño cerebrovascular por la hipertensión Una vez superada la eclampsia es preciso controlar la crisis hipertensiva teniendo en cuenta que el único tratamiento eficaz es la finalización de la gestación. Los fármacos y los regímenes para controlar la hipertensión son los mismos que se utilizan en la paciente que no ha sufrido una eclampsia. Pese a las dudas que se tenían en el pasado sobre las posibles interacciones con la utilización simultánea de sulfato de magnesio y nifedipino, no ha habido ninguna publicación que desaconseje su uso simultáneo. En general y dada la rareza de la eclampsia en nuestro medio realizamos una RNM a todas las pacientes que han sufrido una crisis convulsiva de esta naturaleza en el embarazo. Sin embargo, esta prueba de imagen es especialmente necesaria en aquellas pacientes que: • Presenten síntomas neurológicos focales • Estén en un estado de coma prolongado • Tengan frecuentes y repetidas convulsiones pese a la administración de sulfato • Estén ciegas • Hayan sufrido un cuadro de eclampsia antes de la 20 semanas o tras más de 48 horas del parto • Fiebre poseclampsia FINALIZACIÓN DE LA GESTACIÓN TRAS LA ECLAMPSIA Una vez estabilizada la paciente, asegurado el bienestar fetal y descartadas otras causas de convulsiones, es preciso plantearse la extracción fetal que se debería producir en un centro terciario. Existe una recomendación de consenso en algunas guías que establece el inicio de la finalización del embarazo a las dos horas de estabilizar a la paciente. 130 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 5 Aunque es muy frecuente la finalización inmediata de la gestación tras la eclampsia por cesárea urgente, es preciso insistir en la necesidad de estabilizar a la paciente, hacer un correcto diagnóstico diferencial del cuadro convulsivo y preparar la cirugía o el parto anticipándose a otras circunstancias (por ejemplo estómago lleno, más dificultad en intubación por edema vía área) y descartar alteraciones analíticas (trombopenia < 20.000/mm3) que nos pueden complicar mucho la intervención. COAGULACIÓN INTRAVASCULAR DISEMINADA La concurrencia de la preeclampsia con un cuadro de sangrado vaginal y alteraciones en el registro cardiotocográfico fetal nos obligan a descartar un abruptio de placenta que es una causa importante de coagulación intravascular diseminada y que puede estar presente hasta en un 7-11% de estos casos. (Ver capítulo correspondiente). EDEMA AGUDO DE PULMÓN La infusión de líquidos sin control puede conducir a un cuadro de edema agudo de pulmón, aunque también puede deberse a un fallo cardiaco o insuficiencia cardiaca aguda secundaria a una crisis hipertensiva que clínicamente se manifiesta con disnea y sensación de dolor torácico. En la exploración evidenciaremos taquipnea, taquicardia y una auscultación pulmonar típica. La gasometría arterial revela situación de oxigeno por debajo de 95%. La placa de tórax establece un diagnóstico definitivo. El tratamiento es la suspensión de la fluidoterapia, incorporar a la paciente en la cama, la oxigenoterapia y la administración de diuréticos (20 a 40 mg de furosemida iv en 1-2 minutos) para eliminar el líquido sobrante. La paciente debe tener un seguimiento en una unidad de reanimación. En casos graves puede ser precisa la intubación orotraqueal y la aplicación de ventilación mecánica a presión positiva. Se han tratado algunos casos con éxito, mediante el uso de ventilación no invasiva. Si coexiste una crisis hipertensiva, es imprescindible su tratamiento enérgico y decidido, ya que ésta es la causa del edema agudo de pulmón. Se recomienda la realización de un eco transesofágico (en caso de intubación) o transtorácico en la paciente despierta, para la correcta valoración de la función cardiaca y establecer el diagnóstico definitivo. El uso de monitorización del gasto cardiaco es de gran utilidad en estos casos. 131 PREECLAMPSIA GRAVE Y ECLAMPSIA HEMATOMA SUBCAPSULAR HEPÁTICO En la preeclampsia severa (incluido el síndrome de HELLP) y en la eclampsia, se observan infartos y hemorragias periportales que provocan distensión en la cápsula de Glison y que si son extensos forman hematomas subcapsulares que suelen ocurrir en lóbulo derecho y que pueden aparecer tanto en el segundo, como en el tercer trimestre o tras el parto. Se han descrito este tipo de hematomas hasta en un 2% de estas pacientes. Estos hematomas pueden romperse espontáneamente o por traumatismos leves sobre el hígado (o durante una eclampsia), provocando una hemorragia intraabdominal severa.(11) No tiene porqué haber una correlación entre el nivel de hipertensión y proteinuria y la aparición de un hematoma subcapsular (véase la ausencia de estos signos en el HELLP). Deberemos sospechar un hematoma subcapsular hepático si la paciente presenta. • Dolor epigástrico intenso • Náuseas y vómitos constantes • Dolor en el cuello y hombro • Dificultad para la respiración o dolor con la inspiración • Hipotensión y shock de inicio brusco • Coagulación intravascular diseminada • Elevación aguda de las enzimas hepáticas • Ascitis masiva o derrame pleural • Cambios en el monitor fetal; taquicardia con deceleraciones • Muerte fetal Podemos sospechar un hematoma subcapsular en una placa de tórax con derrame pleural y elevación del diafragma derecho. El diagnóstico se realiza mediante una ecografía donde se visualiza el hematoma y el líquido libre intraperitoneal y mejor en un TAC o en una RNM. 132 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 5 El manejo del hematoma subcapsular no accidentado debe realizarse en un centro terciario que disponga de un servicio de cirugía general con experiencia en cirugía hepática. El manejo debe ser conservador controlando la hipertensión arterial y evitando cualquier tipo de traumatismo sobre el hígado, movilizando a la paciente con cuidado evitando los vómitos y cualquier maniobra brusca, incluida, por ejemplo, la extracción manual de la placenta. Es preciso monitorizar a la paciente en una unidad de cuidados intensivos, controlar la función hepática y disponer de sangre preparada por si se produce la rotura. En caso de rotura se recomienda una incisión sobre el hipocondrio derecho para exponer correctamente el hígado y la colaboración de un cirujano experto. Existen diversas técnicas y combinaciones para solucionar la hemorragia, la más recomendada es el empaquetamiento del hígado y la colocación de drenajes. Se ha utilizado la coagulación de lecho sangrante con laser de argón y la resección del lóbulo sangrante. En casos extremos es preciso recurrir al trasplante hepático. Se estima que la mortalidad materno fetal puede alcanzar el 50% de los casos. CONCLUSIONES • La preeclampsia grave es una emergencia obstétrica frecuente. • La afectación materna es multiorgánica y tiene repercusiones fetales. • Es preciso monitorizar a la madre y el feto. • Es obligado descartar criterios de extracción fetal inmediata. • El control de la tensión arterial es crítico. • La profilaxis de la eclampsia con sulfato de magnesio es necesaria. • La atención a la paciente con eclampsia son supone la extracción fetal inmediata. • Las complicaciones de la preeclampsia grave no tienen porqué ir asociadas a cifras muy elevadas de tensión arterial y pueden ser devastadoras. • Es preciso el ingreso de la paciente en unidades especializadas y con experiencia en el manejo de estos casos. 133 PREECLAMPSIA GRAVE Y ECLAMPSIA BIBLIOGRAFÍA 134 1. Redman C, Jacobson SL. Robin Russell Hypertension in pregnancy En De Swiet`s Medical Disorders in Obstetric Practice.Editores Raymond O. Powrie Michael F. Greene William Camann 5º edición . 2010 Wiley-Blackwell New York,USA ISBN: 9781405148474. 2. SOGC CLINICAL PRACTICE GUIDELINE. Diagnosis, Evaluation, and Management of the Hypertensive Disorders of Pregnancy: Executive Summary Obstet Gynaecol Can. 2014;36(5):416–438. 3. Brown MA, Lindheimer MD, de Swiet M, Van Assche A, Moutquin JM. The classification and diagnosis of the hypertensive disorders of pregnancy: statement from the International Society for the Study of Hypertension in Pregnancy (ISSHP). Hypertens Pregnancy. 2001;20(1):IX–XIV. 4. Hypertensive Disorders Pregnancy New York State Department of Health.2013. 5. American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG). Practice Bulletin-Diagnosis and Management of Preeclampsia and Eclampsia. January 2002. 6. American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG). Committee Opinion-Emergent therapy for acute-onset, severe hypertension with preeclampsia or eclampsia. December 2011. 7. 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En este capítulo nos centraremos en las causas más frecuentes de la hemorragia anteparto (HAP) e intraparto que en ocasiones se prolongan al posparto inmediato y que son el origen de complicaciones materno-fetales severas. Tabla 1 Tabla 1: Complicaciones en HAP. Complicaciones maternas: Complicaciones fetales: • Anemia • Hipoxia fetal • Infección • Pequeño para la edad gestacional y crecimiento intrauterino retardado • Shock materno • Necrosis tubular aguda • Coagulopatía de consumo • Prematuridad (iatrogénica o espontánea) • Muerte fetal • Hemorragia postparto • Estancia hospitalaria prolongada • Secuelas psicológicas • Complicaciones de las transfusiones 137 HEMORRAGIA OBSTÉTRICA ANTEPARTO E INTRAPARTO DEFINICIÓN Se define hemorragia anteparto como el sangrado vaginal en las gestaciones de más de 20 semanas que ocurre antes de la salida del feto, incluyendo la hemorragia en el transcurso de la dilatación. Ocurre aproximadamente en el 4-5 % de todas las gestaciones.(1) Las causas más frecuentes son: • DPPNI (30%) • Placenta previa (20%) • Vasa previa • Rotura uterina En el resto de los casos, la etiología exacta se desconoce pero con frecuencia se atribuye a desprendimientos placentarios parciales o marginales. También hay causas que no deberíamos olvidar, aunque suelen ser casos de sangrados de menor cuantía (no masivos) las lesiones sangrantes cervico-vaginales (pólipos, lesiones malignas de cérvix o vagina) o las producidas por traumatismos (accidentales o coitales). Tabla 2 EVALUACIÓN Y DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL En contraste con el sangrado vaginal en la primera mitad de la gestación donde la exploración vaginal es primordial para el diagnóstico, en este caso deberíamos evitar cualquier exploración - tacto vaginal hasta descartar la posibilidad de que estemos ante una placenta previa, por el riesgo de aumentar el sangrado. Figura 1 Debemos tener en cuenta la valoración de la pérdida hemática, asumiendo la muy probable infraestimación de la misma. Tendríamos que tener en cuenta: • No todo el sangrado que sale a través de la vagina es la totalidad del sangrado (hematoma organizado retroplacentario). Puede ser complicado que la propia paciente sea capaz de estimar el sangrado antes de su llegada al hospital. • A través de la valoración de los signos de hipovolemia (Signos clínicos de shock, pérdidas > 1 litro) (Ver capítulo HPP / Shock). • Si el feto está comprometido o fallecido nos debe hacer estimar que la perdida hemática es importante. La realización de un estudio preoperatorio (hemograma y coagulación) y de la petición de grupo y escrutinio al Banco de Sangre, para disponer de sangre compatible de forma inmediata en caso necesario, debería realizarse en toda paciente con hemorragia anteparto (taquicardia, hipotensión, síncope…) o ante una gestante con dolor abdominal por hiperdinámica (posibilidad de DPPNI oculto). 138 MANUAL PR ÁCTICO Capítulo DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS 6 Tabla 2: Diagnóstico diferencial de la hemorragia anteparto. Causa Clínica Útero Feto • Sangrado vaginal indoloro • Hemorragia Placenta • Puede ser muy previa abundante • Puede asociarse a alteraciones en la presentación fetal Factores de riesgo • Multiparidad • No dolor abdominal • No dolor a la palpación uterina • Cesárea previa En general no alteraciones en el • Técnicas de bienestar fetal que se reproducción asistida altera si el sangrado es importante y deteriora • Edad materna el estado materno • Placenta de inserción baja en el embarazo • Abruptio previo Abruptio placenta • Sangrado vaginal aunque puede no sangrar en un principio • Útero doloroso a la palpación con áreas de hipertonía • Útero irritable con • Alteraciones en la contracciones monitorización fetal en el monitor • Dolor abdominal • Preeclampsia • Depende del tamaño del hematoma, la cantidad del sangrado y el tiempo transcurrido desde el desprendimiento. • Hipertensión • Traumatismos • Cocaína • Tabaco • Gran multiparidad • Edad materna avanzada • Dolor muy intenso de inicio brusco • Irritación peritoneal Rotura uterina • Hemorragia de cantidad variable • Presentación fetal se eleva • Cesárea previa • Se toca partes fetales altas en el • Pueden ceder las abdomen contracciones • Alteraciones en el registro cardiotocográfico • Shock • Cirugía uterina previa • Placenta ácreta • Trauma obstétrico • Inducción de parto • Oxitocina y/o prostagandinas • Hematuria Vasa previa • Sangre roja fresca en cantidad variables cuando se produce la rotura de membranas. • Normal • Sufrimiento fetal agudo • Sufrimiento fetal agudo • Placenta de inserción baja • Signos en el RCTE de anemia fetal • Alteraciones placentarias (succenturiata) • Patrón sinusoidal • Madre asintomática 139 HEMORRAGIA OBSTÉTRICA ANTEPARTO E INTRAPARTO Figura 1: Algoritmo diagnóstico diferencial HAP. Hemorragia Anteparto Placenta previa Ecografía Dolor abdominal continuo o no relajación del útero con las contracciones Hemorragia coincidente con rotura de bolsa Si cirugía previa considerar rotura uterina DPPNI Vasa previa DESPRENDIMIENTO PREMATURO DE PLACENTA NORMOINSERTA (DPPNI) Definición Se refiere a la hemorragia en la interfase decidua-placenta que provoca el despegamiento placentario parcial o total antes de la salida del feto. Ocurre en gestaciones > 20 semanas y los principales hallazgos clínicos son sangrado vaginal (inicialmente puede no ser visible vaginalmente) y dolor abdominal, a menudo acompañado por contracciones uterinas hipertónicas, sensibilidad uterina y afectación de la frecuencia cardíaca fetal (FCF) produciendo patrones no tranquilizadores, claramente patológicos o la ausencia de latido (muerte fetal intraútero anteparto). Incidencia y factores de riesgo Es una causa importante de morbilidad materna y perinatal y de mortalidad perinatal. La tasa de mortalidad perinatal es de aproximadamente 12% (frente al 0,6% en los nacimientos fuera del desprendimiento).(1) 140 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 6 La mayoría de las muertes perinatales (hasta 77%) se producen en el útero; muertes en el período postnatal se relacionan principalmente con el parto prematuro.(1-4) Sin embargo, la mortalidad perinatal asociada a desprendimiento parece estar disminuyendo.(1) La incidencia de DPPNI se cifra entre el 0,4 al 1% de los embarazos.(5-7) pero se ve un aumento significativo en los últimos años posiblemente debido al aumento de la prevalencia de factores de riesgo y la mejor codificación diagnóstica.(7,8) Según la edad gestacional entre el 40 y el 60% ocurren antes de las 37 semanas de gestación y solo el 14% antes de la 32 semanas.(6) Sin embargo, las incidencias específicas por edad gestacional varían considerablemente dependiendo de la etiología.(9,10) Tabla 3 Tabla 3: Factores de riesgo para DPPNI. Traumatismo abdominal (accidental o violencia de género) Cocaína y anfetaminas Presentaciones no vértex Polidramnios HTA crónica Preeclampsia /HTA gestacional Eclampsia Hematoma en primer trimestre Coriamnionitis Rotura prematura de membranas Antecedentes de disfunciones placentarias : • Preeclampsia • CIR • PEG • DPPNI previo Trombofilias (Factor V Leiden, mutación del gen de la protrombina) Gestación tras TRA IMC bajo Edad avanzada materna Multiparidad Fumadora durante la gestación Fetos masculinos 141 HEMORRAGIA OBSTÉTRICA ANTEPARTO E INTRAPARTO Diagnóstico Es fundamentalmente clínico, los hallazgos de imagen, laboratorio y estudios anatomopatológicos de la placenta confirman el diagnóstico clínico. Las mujeres con desprendimiento agudo clásicamente se presentan con la aparición brusca de leve a moderada hemorragia vaginal y dolor abdominal y/o de espalda, acompañado por contracciones uterinas. El útero suele tener un aumento de tono sin relajación completa tras las contracciones. Más del 60% presentan alteraciones de la frecuencia cardíaca fetal (FCF) presenta patrones no tranquilizadores o anormales (desaceleraciones variables atípicas, o tardías y/o taquicardia fetal, en casos más graves a la bradicardia e incluso la muerte fetal intrauterina), Estas alteraciones se relacionan con el grado de hipovolemia-shock materno y el grado de separación de la placenta. La magnitud de las alteraciones analíticas o de la coagulación (hasta de CID coagulación intravascular diseminada) diseminada apoyan fuertemente el diagnóstico clínico e indican el grado de extensión de la separación placentaria. La ecografía es útil para identificar un hematoma retroplacentario y para excluir otros trastornos asociados con sangrado vaginal y dolor abdominal (ver “diagnóstico diferencial”). Un hematoma retroplacentario es el hallazgo ecográfico clásico y apoya firmemente el diagnóstico clínico, pero está ausente en muchos pacientes con desprendimiento. Manejo: Elección de la vía del parto Ante la sospecha de un DPPNI el tratamiento varía dependiendo principalmente de su estado clínico materno, la cantidad de la hemorragia (hipovolemia y grado de coagulopatía), y del estado del feto (RCT y edad gestacional). De hecho la rapidez de la realización de la misma es un factor importante en los resultados perinatales. Kayani y colaboradores (11) estudiaron esta relación en 33 embarazos únicos con un desprendimiento de la placenta clínicamente evidente y bradicardia fetal. De los 22 fetos neurológicamente intactos, en 15 de ellos el intervalo entre diagnóstico y extracción fue inferior a 20 minutos. La cesárea urgente es la forma habitual de tratamiento de elección en el DPPNI masiva sobre todo si existe shock materno y/o el feto con RCT patológico y el parto vaginal no es inminente. También es cierto que la realización de una cesárea cuando la paciente está en coagulopatía franca presenta una importante morbilidad materna o incluso de riesgo vital. Aunque existen razonables recomendaciones de no realizar la cesárea hasta que se corrija la coagulopatía, sin embargo, esta demora podría causar la muerte fetal, mayor pérdida de sangre, y el empeoramiento de la coagulopatía, por consumo de factores mientras no se trate la causa. 142 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 6 Mientras el feto siga vivo la probabilidad de coagulopatía franca es menor y por lo tanto el desprendimiento es “menos grave”. Es deseable, pero no siempre es posible, para corregir la anormalidad de la coagulación antes de la cesárea. Si la cesárea se debe realizar con urgencia, se debe activar el protocolo de hemorragia masiva existente en el hospital, que deberá incluir concentrado de hematíes, plasma fresco y fibrinógeno. En caso de no disponer de plasma fresco de manera inmediata, se solicitará al Banco de Sangre complejo protrombínico de 4 factores deben ser administrados si hay signos de alteración de la hemostasia (por ejemplo, sangrado en puntos de venopunción o incisión quirúrgica), sin esperar los resultados de los estudios de coagulación. No se debe administrar factor VII si no hay evidencia de que la paciente tiene el nivel de fibrinógeno plasmático por encima de 150 mg/dl, no existe trombopenia y el nivel de hemoglobina es de al menos 8-9 g/dl y no está acidótica (pH < 7,10). La reposición con hemoderivados debe ser siempre decidida y basada en la clínica que cambia con gran rapidez. Si se dispone de tromboelastograma, es de gran utilidad para guiar la reposición y si no, será la clínica, el nivel de hemoglobina (disponible fácilmente con un gasómetro) y el nivel de lactato plasmático (también disponible en la gasometría), que da una idea de la perfusión periférica. El parto vaginal puede ser una opción en aquellos casos (DPPNI no masivos) en que la paciente se encuentre estable y el RCT sea reactivo y que la realización de una cesárea urgente sea posible. Las contracciones uterinas en estos casos suelen ser eficaces, pero si se precisa se podría acelerar el trabajo de parto realizando una amniorrexis y administrando oxitocina. No podemos olvidar que los desprendimientos pueden progresar de parciales a totales de repente y sin previo aviso, por tanto se deberá monitorizar al feto de forma continua y las constantes, estado materno, y tener la posibilidad de realizar una cesárea urgente. En aquellas gestaciones < 34 semanas con DPPNI sin repercusión materna ni fetal, se podría plantear el manejo conservador, es decir mantener la gestación el tiempo suficiente para asegurar la correcta maduración pulmonar y neuroprotección. Incluso empleando tocolíticos para que estas medidas tengan el efecto deseado. El argumento empleado para la recomendación del uso de fármacos tocolítos es que el DPPNI causa contracciones uterinas por mediación de la trombina y estas pueden conducir a una mayor separación de la placenta, la cual a su vez puede causar más sangrado, creando un ciclo de sangrado-contracciones. Los tocolíticos evitarían la perpetuación de esa situación, por el contrario los efectos secundarios de estos podrían hacer difícil la interpretación de los signos de hipovolemia o descompensación hemodinámica materna (incluso empeorarla), por lo que el uso de tocolíticos debe ser restringido, se deberá realizar una minuciosa elección de los casos (extremando la vigilancia y por cortos periodos de tiempo, 48-72h). Existen pocos estudios (pequeños, retrospectivos, no controlados) que evalúen el uso de tocolíticos (por ejemplo, ritodrina, terbutalina, sulfato de magnesio, indometacina) en el manejo conservador del DPPNI en pacientes estables y sin afectación fetal, sugieren un beneficio potencial pero deben ser valorados con precaución.(12-14) 143 HEMORRAGIA OBSTÉTRICA ANTEPARTO E INTRAPARTO Si el feto ha fallecido intraútero el parto vaginal es preferible. Hay excepciones para las que el parto vaginal puede no ser preferible, incluso si el feto está muerto. Las causas son: • Maternas: - Inestabilidad - Shock hipovolémico materno o de muy rápida instauración que no pueda ser manejado a pesar de la reposición rápida con hemoderivados. • Fetales: - Estáticas fetales anómalas o que van producir una prolongaciónimposibilidad evidente para el parto (situaciones transversas). - Cirugías uterinas como cesáreas corporales o miomectomías con entrada en cavidad (riesgo de rotura uterina por la hipertonía o por la hiperdinamia incesante). La cesárea anterior segmentaria aumenta el riesgo de rotura mínimamente y debe ser valorado individualmente. - No evolución del parto (estacionamiento de la dilatación o del descenso de la presentación) Manejo del puerperio L a hemostasia en el sitio de implantación placentaria depende principalmente de la contracción del miometrio y no de la coagulabilidad d e l a s an g r e . L o s a g e n t e s uterotónicos habituales y el masaje uterino se utilizan para estimular las contracciones del miometrio. En los DPPNI la sangre puede extravasarse e infiltrarse entre las fibras musculares miometriales y es visible al realizar el parto por cesárea (útero Couvelaire). Foto 2 Devascularización vasos uterinos. Útero de Couvelaire tras abruptio. Agujas “Marañon”. Cirujano. Dr Martínez Pérez El útero Couvelaire es atónico y por lo tanto propenso a la hemorragia posparto, puesto que en este caso es muy probable la ineficacia de las medidas conservadoras (farmacológicas), y tienen un riesgo mayor para requerir una histerectomía puerperal. Si se detecta un útero Couvelaire, se necesita un tratamiento agresivo de la atonía para prevenir y/o tratar la coagulación intravascular diseminada (CID) y el desangrado (técnicas de devascularización y capitonaje) Ver capítulo hemorragia posparto. Foto 2 144 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 6 PLACENTA PREVIA Definición Aquella placenta inserta parcial o totalmente en el segmento inferior del útero. Existen varias clasificaciones según las distintas sociedades (15,16) siempre basándose en la relación de la placenta o borde placentario con el orificio cervical interno (OCI). Figura 2 • Grado I (reborde placentario no llega a OCI) • Grado II (llega a OCI pero no lo sobrepasa) • Grado III (cubre el OCI pero de forma asimétrica) • Grado IV ( cubre el OCI de forma simétrica) Figura 2: Tipos de placenta previa. Según la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) Inserción baja, a menos de 2 cm de OCI • Marginal: llega justo al OCI sin sobrepasarlo • Oclusiva parcial: lo sobrepasa parcialmente • Oclusiva total: lo sobrepasa totalmente La Royal College of Obstetrics and Gynaecologists (RCOG) define como placenta previa mayor o menor equivalente a total o parcial.(15) Incidencia y factores de riesgo La incidencia aproximada es de 1 de 300 partos (0,3%). Representa el 20% de las hemorragias acontecidas en el tercer trimestre y conlleva una alta morbimortalidad materno-fetal. Es la tercera causa de transfusión materna durante la gestación, parto y postparto y la segunda causa de histerectomía obstétrica.(15-18) 145 HEMORRAGIA OBSTÉTRICA ANTEPARTO E INTRAPARTO Los factores de riesgo incluyen: • Edad materna: más común en mujeres de mayor edad. • Paridad: a mayor paridad, mayor incidencia. • Gestación múltiple: en relación a una superficie placentaria de mayor tamaño. • Cesárea anterior: una cesárea aumenta la incidencia un 0,65%, dos 1,5%, tres en 2,2% y cuatro o más en un 10%. La suma de ambos factores, placenta previa y cesárea anterior, aumenta el riesgo de histerectomía obstétrica en 4 veces. • Tabaco: Duplica el riesgo, probablemente en relación a una mayor hipertrofia placentaria secundaria a hipoxemia. • Anomalías fetales: de causa desconocida y también se asocia con retraso de crecimiento intrauterino. • El antecedente de placenta previa aumenta 12 veces el riesgo de recurrencia en gestaciones siguientes. Diagnóstico El diagnóstico se realiza mediante la clínica o las técnicas de imagen. Clínica La forma de presentación más frecuente es el sangrado vaginal indoloro, generalmente recurrente y espontáneo. Cuanto más precoz es la presentación más temprana suele ser necesaria la intervención y mayor riesgo de recurrencia. El distress fetal no es habitual salvo en los casos de hemorragia severa con shock hipovolémico materno. Hay que valorar el riesgo de anemia materna en los casos recurrentes.(19) Siempre se debe sospechar una placenta previa ante cualquier sangrado vaginal en una gestación de más de 20 semanas. Diagnóstico por imagen El método de imagen de elección es la ecografía. Durante la exploración ecográfica rutinaria de la semana 20 es recomendable valorar la localización de la placenta y su relación con el cérvix. Alrededor del 28% de las placentas valoradas por ecografía abdominal antes de la semana 24 se pueden considerar “bajas”, a partir de la semana 24 se reduce a un 18% y sólo un 3% permanecerán a término. Esto es debido a la inexistencia del segmento inferior uterino en la semana 20. Existe un 7% de falsos negativos durante la exploración abdominal de la semana 20, más común si la placenta es posterior, en mujeres con mala transmisión 146 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 6 sónica, cuando la vejiga está muy distendida, la cabeza fetal nos impide ver el margen placentario o no se valora la pared lateral uterina. La ecografía transvaginal no sólo es más precisa (S 87,5%, E 98,8%, VPP 93,3%, VPN 97,6%) que la vía abdominal en el diagnóstico de placenta previa sino en definir la relación de la placenta con el OCI (medición de distancia en mm). Es un método seguro incluso existiendo un sangrado activo.(20) Cuando sospechamos durante la ecografía abdominal la presencia de una placenta previa, se recomienda confirmarlo por vía transvaginal. La RCOG (15) recomienda ante la presencia de una placenta previa menor o parcial en la semana 20, repetir la ecografía en la semana 36 en mujeres asintomáticas. En los casos de placenta previa mayor o total, en un 90% va a continuar siéndolo en la semana 32. En estos casos, se debe repetir la ecografía para planificar la vía del parto, el manejo clínico y ecográfico durante el tercer trimestre. En los casos de mujeres con episodios de sangrados autolimitados hay que individualizar el seguimiento. La ecografía transperineal se puede emplear para visualizar el OCI y por último la resonancia nuclear magnética (RNM) es un método objetivo y reproducible que minimiza el error del operador aunque es mucho más costoso. Se puede emplear en casos seleccionados que requieran una confirmación diagnóstica. Manejo Las pacientes asintomáticas deben manejarse de forma expectante. Aquellas gestantes que presentan síntomas las clasificamos en cuatro grupos en función de las condiciones maternas, el grado de hemorragia, la edad gestacional y el acceso a unidades neonatales. • Gestación < 37 semanas y condiciones maternas óptimas. • Gestación de > 37 semanas y condiciones maternas óptimas. • Afectación del estado materno y presencia de hemorragia activa. • Presencia de hemorragia activa y contracciones. El manejo de las dos últimas es la realización de una cesárea urgente. Para el primer caso, el mejor manejo es la actitud expectante. Manejo expectante La mortalidad perinatal en los casos de placenta previa está directamente relacionada con la edad gestacional. 147 HEMORRAGIA OBSTÉTRICA ANTEPARTO E INTRAPARTO En los casos de pacientes con manejo expectante ingresadas, se recomienda una tromboprofilaxis mediante buena hidratación y medias de compresión, pero la anticoagulación debe valorarse de forma individual y en aquellos casos de alto riesgo trombótico. Aunque la mayoría de los expertos recomiendan la finalización inmediata en los casos de hemorragia severa, en casos seleccionados con un manejo rápido que estabilice la situación materna y transfusión sanguínea, puede mejorar la morbimortalidad perinatal en casos de gran prematuridad.(21) La presencia de contracciones y el riesgo de parto pretérmino es un problema real. Ante la presencia de sangrado vaginal y contracciones uterinas no podemos descartar un desprendimiento de placenta, situación que coexiste con la placenta previa en un 10%. Se recomienda el uso de tocolíticos ante la amenaza de parto prematuro en casos seleccionados, < 34 semanas. No existe evidencia científica para recomendar una pauta específica por lo que en principio se emplearía la convencional del protocolo de Amenaza de Parto Prematuro.(17) Con el fin de asegurar una adecuada oxigenación fetal y proteger a la gestante de futuras pérdidas sanguíneas, es recomendable mantener la cifra de hemoglobina materna en 10 g/dl y/o un hematocrito del 30%, mientras haya sangrado activo y la gestación continúe. Estas cifras no son las recomendadas tras el alumbramiento en pacientes sanas. Asimismo, en mujeres con ciertas patologías, estas cifras pueden ser más elevadas. Todo esto quiere decir que transfundimos pacientes y no cifras y que la decisión debe basarse en la clínica y con el objetivo de mantener un adecuado transporte de oxígeno a los tejidos y por ende al feto. En los casos de mujeres con sangre Rh negativo y presencia de sangrado, se recomienda la administración de profilaxis con inmunoglobulina anti-D, no siendo necesaria la repetición de dosis en las 3 semanas siguientes salvo que haya precisado una transfusión masiva. A pesar del manejo expectante, en el 20% de las mujeres con placenta previa se finaliza el embarazo antes de la semana 32. La morbi-mortalidad neonatal se ve reducida con la administración de corticoides para la madurez pulmonar fetal. Existen diversos estudios sobre la conveniencia del manejo intrahospitalario y los casos en los que se puede realizar un manejo domiciliario. En principio el manejo hospitalario es la actuación lógica ante una mujer con placenta previa sintomática. Tras 48-72 horas de estabilidad clínica y ausencia de sangrado, se puede plantear el manejo ambulatorio. La mujer debe estar informada sobre los posibles riesgos, debe tener un rápido y fácil acceso al centro sanitario, conocer la restricción de actividades físicas y la recomendación de la presencia permanente de un acompañante. Debe acudir de forma inmediata ante la presencia de sangrado, dolor o contracciones. 148 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 6 Manejo del parto Toda mujer con placenta previa debe ser informada previamente sobre los riesgos de complicaciones, necesidad de transfusión e incluso de posibilidad de histerectomía obstétrica. En los casos de placenta de inserción baja o marginal, se puede esperar al comienzo del parto espontáneo y actuar en función de la evolución intraparto. En los casos de placenta previa oclusiva, se recomienda realizar una cesárea programada en mujeres asintomáticas a partir de la semana 38-39. En caso de mujeres con cesárea anterior, valorar siempre la posibilidad de un acretismo placentario. Se aconseja tener sangre compatible preparada, el servicio de Hematología debe estar informado y la RCOG recomienda disponer de sangre, plasma fresco y crioprecipitados. En España, la SEDAR(22) (Sociedad Española de Anestesia y Reanimación), recomienda la existencia de un protocolo de hemorragia masiva que incluya la administración de concentrado de hematíes, fibrinógeno y plasma fresco congelado. Los crioprecipitados no están disponibles en la mayoría de las comunidades de España. La cesárea en los casos de placenta previa puede acompañarse de diversas complicaciones. Es recomendable que sea realizada por un equipo obstétrico con experiencia. El tipo de anestesia se adecuará a la situación hemodinámica de la paciente y a la urgencia de la situación. Si la paciente porta un catéter epidural y el sangrado no es masivo, se puede utilizar el catéter epidural para realizar la intervención obstétrica necesaria y si no porta catéter epidural, se puede realizar una anestesia regional (epidural, espinal o combinada). Si la paciente está hemodinámicamente inestable o el procedimiento quirúrgico es de urgencia vital,(materna o fetal) se debe realizar una anestesia general con intubación orotraqueal de secuencia rápida, ya que es la mejor forma de garantizar un transporte y consumo de oxígeno adecuado para la paciente, como en cualquier otro paciente en shock hipovolémico. La incisión uterina va a depender de la situación de la placenta y de la presencia o no de segmento inferior. Se recomienda una incisión segmentaria transversa. Se debe evitar atravesar la placenta para minimizar el riesgo de sangrado en los casos que sea posible. Por ese motivo es muy importante, conocer la localización exacta de la placenta. Ante la presencia de dificultades en la extracción fetal, la incisión se puede convertir en una T invertida. En casos seleccionados valorar la necesidad de una apertura vertical en el segmento inferior o en el cuerpo uterino (cesárea clásica). La extracción fetal debe ser rápida. En casos de hemorragia obstétrica, se actuará según protocolo. 149 HEMORRAGIA OBSTÉTRICA ANTEPARTO E INTRAPARTO Si existe unidad de radiología intervencionista, deberá estar informada del procedimiento. ROTURA UTERINA Ver capítulo de hemorragia posparto. VASA PREVIA Se define como el paso de vasos umb ili c al e s p o r l a m e mb r an a amniótica y por encima del OCI. Su incidencia varía entre 1/1275 y 1/5000. Generalmente se asocia con una inserción velamentosa de cordón (2-6%), una placenta bipartita o un lóbulo succenturiato (23) a mortalidad fetal es alta (33-100%) en función de dónde ocurre y la posibilidad y rapidez en la extracción fetal.(18) Foto 1 Vasa Previa durante la cesárea Cirujano. Dr Cueto Hernández En el periodo antenatal, ante la ausencia de sangrado, no existe método clínico de diagnóstico. Intraparto, en ausencia de sangrado, sospechar ante la palpación digital vaginal de vasos en las membranas a través del cérvix. Se puede confirmar el hallazgo mediante visión directa con el amnioscopio. Foto 1 Si encontramos una placenta baja en el segundo trimestre es preciso comprobar la inserción del cordón mediante un examen ecográfico detenido que incluirá una exploración con sonda vaginal si se sospecha vasa previa. Recomendación IIB. Es preciso descartar vasa previa en paciente con inserción velamentosa de cordón, placenta bilobulada o succenturiata ( II.2B). En las gestantes con sangrado vaginal se recomienda una exploración con sonda vaginal con doppler color para observar el orificio cervical interno (II-2B). (24) Manejo anteparto En caso de diagnóstico anteparto se debe realizar una cesárea programada, la histerotomía puede ser segmentaria (preferiblemente alta) y debe ser cuidadosa intentando individualizar la apertura del miometrio sin romper la bolsa. Es importante realizar la amniotomia bajo control visual para no romper accidentalmente los vasos aberrantes (ver imágenes), y evitar así la rápida exanguinación fetal mientras se extrae el feto.(25) 150 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 6 Ante un mayor riesgo de parto pretérmino, se debe valorar la administración de corticoides para la maduración pulmonar fetal entre la semana 28-32. Un reciente artículo recomienda que para optimizar el riesgo beneficio en la madre y el feto, programar extracción fetal en la semana 33.(26) Manejo intraparto En caso de rotura prematura de membranas en una paciente pretérmino con un diagnostico de vasa previa es preciso monitorizar a la paciente y al feto de manera continua en un centro terciario y pese a que alguna guía contempla la posibilidad de un manejo más conservador, los autores recomiendan que ante el mínimo sangrado se proceda a una cesárea urgente. En caso de sangrado vaginal intraparto, especialmente asociado a una ruptura de membranas y afectación del bienestar fetal, se debe sospechar una vasa previa y realizar una cesárea emergente por el alto riesgo de exanguinación y muerte fetal. El neonato es frecuente que presente una anemia severa y requiera un manejo agresivo con transfusión sanguínea inmediata. Para confirmar el origen fetal del sangrado, existen varios test para la detección de Hb fetal, como los test de desnaturalización, electroforeresis o el test de Kleihauer-Betke. De forma práctica, todos son demasiado lentos ante la necesidad de actuación inmediata por compromiso fetal. En casos seleccionados, se ha descrito el uso de la electrocoagulación láser como tratamiento.(27) 151 HEMORRAGIA OBSTÉTRICA ANTEPARTO E INTRAPARTO BIBLIOGRAFIA 152 1. Tikkanen M, Luukkaala T, Gissler M, et al. Decreasing perinatal mortality in placental abruption. Acta Obstet Gynecol Scand. 2013; 92:298. 2. Ananth CV, Wilcox AJ. Placental abruption and perinatal mortality in the United States. Am J Epidemiol. 2001; 153:332. 3. Ananth CV, VanderWeele TJ. Placental abruption and perinatal mortality with preterm delivery as a mediator: disentangling direct and indirect effects. Am J Epidemiol. 2011; 174:99. 4. Aliyu MH, Salihu HM, Lynch O, et al. 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La OMS calcula que la hemorragia posparto es la causa del 25% de las muertes posparto en el mundo.(1) No disponemos de datos nacionales sobre incidencia, pero en un trabajo realizado en el Hospital La Paz sobre 21.726 partos (Julio 2005 a Noviembre 2007) describen 124 casos de hemorragia grave que precisaron ingreso en la Unidad de Reanimación, lo que se supone una incidencia de 5,7 casos por cada 1000 partos. En esta serie hubo una muerte por coagulopatía.(2) En Reino Unido han calculado que 3,7 de cada 1000 partos se complican con una hemorragia masiva obstétrica con una mortalidad de 3,9/1000.000 nacimientos.(3) Distintos autores coinciden en que los factores que más se ven involucrados en la morbimortalidad de la hemorragia obstétrica son los problemas de diagnóstico, las dificultades de comunicación entre los profesionales y las dificultades que se encuentran en la instauración de los cuidados y la velocidad con la que estos deben instaurarse. Estos factores también están presentes en otras emergencias obstétricas. Cuando utilizamos profilaxis con uterotónicos y estimamos la pérdida sanguínea de manera visual el porcentaje de hemorragia obstétrica de todas las severidades oscila dependiendo de los estudios entre un 2% y un 6%.(4,5) 155 HEMORRAGIA POSPARTO DEFINICIÓN Se define hemorragia posparto primaria aquella que ocurre en las primeras 24 horas tras el parto y la distinguimos de la hemorragia posparto secundaria que es aquella que sobreviene entre las 24 horas y las seis semanas posparto. Para distinguir las hemorragias obstétricas posparto de aquellas que ocurren en la primera mitad del embarazo, clásicamente se define HPP primaria cuando se produce una hemorragia proveniente del tracto genital femenino (más de 20 semanas de gestación) y su cantidad excede los 500 ml pero no se menciona el estado hemodinámico de la madre.(6) Esta definición de la OMS sigue sin modificarse desde el 2003 pero no se utiliza de manera generalizada ya que por ejemplo una cesárea puede sangrar de media hasta 800 ml. La OMS y la mayoría de las guías de práctica clínica consideran hemorragias obstétricas graves a aquellas pérdidas superiores a 1000 ml.(7) De una manera pragmática denominamos hemorragia posparto primaria a aquella hemorragia que sucede entre el parto y las primeras 24 horas del puerperio y que origina un cuadro clínico de respuesta a la hipovolemia por parte de la paciente con taquicardia, hipotensión y alteración del nivel de conciencia independientemente de la estimación en ese momento de la cantidad de sangre perdida. Hay que tener en cuenta que al final del embarazo la volemia de una embarazada supone entre el 8,5 y el 9% de su peso corporal (7% del peso en no gestantes). Algunos autores utilizan este dato para la clasificación de las hemorragias obstétricas en función de la pérdida de sangre en función del peso.(7) Uno de los problemas que se encuentran a la hora de clasificar las hemorragias en función de la evaluación de la pérdida es la gran inexactitud de esta medición y la posible existencia de hemorragia oculta o de un proceso hemorrágico inadvertido que ocurre en diferentes fases del parto y/o puerperio, y en distintas áreas asistenciales del hospital. Una clasificación más moderna es la que propone incluir no sólo la estimación del volumen de sangre perdido sino los signos y síntomas de la paciente. En función de la cantidad de sangre perdida se producen una serie alteraciones hemodinámicas en la paciente.(8,9) Tabla 1 156 MANUAL PR ÁCTICO Capítulo DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS 7 Tabla 1: Tipos de hemorragia en función de la pérdida de sangre y del estado hemodinámico de la paciente. Tipo de hemorragia Pérdida sanguínea en ml Porcentaje de volemia perdida 0 (fi siológica) 500 <10 1 500-1000 15 Signos y síntomas clínicos Estado de la paciente • Ninguno • Normal • Normotensa 2 1000-1500 • Mareada • Aumento de la frecuencia cardiaca • Palpitaciones • Taquicardia • Pálida • Hipotensión (TAS 90-80 mmHg) • Sudorosa 20-25 • Aumento de la frecuencia respiratoria (21-30 rpm) • Relleno capilar retrasado • Sensación debilidad • Mareada • Sed • Palidez cérea • Piel húmeda y fría • Hipotensión • Ansiosa • TAS 80-60 mmHg • Agitada 3 1500-2000 30-35 • Taquicardia >110 lpm • Mareada • Pulso débil • Confusa • Taquipnea >30 rpm • Oliguria (<30 ml/h) • Hipotermia • Palidez extrema • Cianosis periférica 4 2000-3000 >40 • Disnea • Inconsciente • Piel húmeda y fría • Hipotensión severa < 50 mmHg 157 HEMORRAGIA POSPARTO ETIOLOGIA Y FACTORES DE RIESGO De una manera muy fácil de recordar se han señalado cuatro causas principales de hemorragia posparto. Las 4 T (Tono, Trauma, Tejido y Trombina), recogen las principales etiologías del sangrado. Es importante sin embargo señalar que no son cuatro causas diferenciadas e independientes, ya que tanto el trauma posparto como la retención de restos intrauterinos provocan atonía uterina y el sangrado profuso por cualquiera de estas tres acaba en una coagulopatía de consumo (Trombina). También es preciso separar las etiologías que provocan con más frecuencia sangrados obstétricos masivos. En este capítulo nos centraremos en la hemorragia posparto (HPP) y dejaremos para otros las causas de hemorragia posparto más específicas como las provocadas por defectos en la placentación. Tabla 2 Tabla 2: Etiología y Factores de riesgo de HPP Primaria por tipo de parto. Odds ratio CI (95%) de diferentes fuentes y obtenidos por análisis multivariante. (9) Entidad Etiología Odds ratio para PPH (CI 95%) Cesárea urgente Trauma 4 (3,28-3,95) Cesárea programada Trauma 2 (2,18-2,80) Inducción del parto Tono/ Trauma 2 (1m67-2,96) Parto instrumental Trauma 2 (1,56-2,07) Ventosa Trauma 1,8 (1,6-2,1) Fórceps Trauma 1,9 (1,4-2,4) Parto prolongado (>12h) Tono 2 Parto precipitado Tono/ Trauma - Fiebre intraparto Trombina 2 Episiotomía Trauma 2,2 (1,7-2,8) Desgarro >1 grado Trauma 1,4 (1,0-1,9) Placenta retenida Tejido 7,8 (3,8-16,2) PREVENCIÓN DE LA HEMORRAGIA POSPARTO Dos tercios de las hemorragias posparto ocurren en mujeres sin factores de riesgo claros. Es por tanto necesario establecer políticas universales de prevención que se complementen con la detección antenatal de aquellos casos de mayor riesgo.(10) Tablas 3 y 4 Los programas de reducción de la incidencia y severidad de la hemorragia obstétrica empiezan con un correcto control antenatal e intraparto que se basa en la prevención de la anemia, la detección de gestantes con factores de riesgo y la reducción de intervencionismo en el parto. La hemorragia posparto es una de las complicaciones obstétricas en las que la detección de los factores de alto riesgo es más importante.(11) 158 MANUAL PR ÁCTICO Capítulo DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS 7 PREVENCIÓN DE LA HPP Y SUS CONSECUENCIAS EN EL EMBARAZO Para una correcta prevención de la hemorragia posparto se deben identificar los factores de riesgo antes mencionados. El estudio de la placenta debe formar parte de la exploración ecográfica prenatal y no sólo debe consignarse su posición sino que es preciso buscar signos ecográficos de alteraciones en la adhesión placentaria (ver capítulo acretismo placentario). Tabla 3 Tabla 3: Etiología y Factores de riesgo de HPP detectables antes del parto. Adaptado RCOG 2009. (9) Entidad Etiología Odds ratio para PPH (CI 99%) Abruptio Placentae Trombina 13 ( 7,61-12,9) Placenta Previa Tono 12 (7,17-23) Hemorragia anteparto - 3,8 (3,0-4,8) Embarazo múltiple Tono 5 ( 3-6,6) Preeclampsia Trombina 2,5 (2,1-2,8) HELLP Trombina 1,9 (1,2-1,8) PPH previa Tono 3 Raza asiática Tono 2 (1,68-2,12) Obesidad (BMI >35) Tono 2 (1,24-2,17) Anemia (<9,8 g/dl) - 2 (1,63-3,15) >40 años Tono 1,4 (1,16-1,74) Sospecha de Macrosomía >4 Kg Tono/trauma 2 (1,38-2,6) Trombina 3,3 (1,0-10,9) Trombina 1,5 (1,0-2,2) Polihidramnios Tono 1,9 (1,2-3,1) Útero miomatoso - - Cesárea anterior Tejido/Tono 1,5 (1,00-2,2) Miomectomía Tejido/Tono - Coagulopatía Hemofilia Enf v Willebrand Cardiopatía Tratamiento anticoagulante 159 HEMORRAGIA POSPARTO Esta exploración es especialmente importante si la paciente presenta una cesárea anterior o cualquier técnica quirúrgica que provocó la apertura de la cavidad (miomectomías amplias), y sobre todo, si es placenta previa o está implantada sobre la cicatriz de una cesárea anterior.(11) PREVENCIÓN DE LA HPP EN EL PARTO La mejor manera de evitar hemorragias posparto inmediatas o futuras es el uso juicioso de las inducciones, de la cesárea, de los partos instrumentales y de la episiotomía que se asocian a un mayor riesgo de hemorragia posparto. Prevención de la HPP tras parto vaginal La medida que más ha reducido en el mundo la pérdida sanguínea en el puerperio es el manejo activo de la tercera etapa del parto. El manejo activo de la tercera etapa del parto se basa en: 1. Alumbramiento dirigido. Administración de un uterotónico preferentemente oxitocina 5UI iv o 10 UI im con la salida del hombro anterior. Si no da tiempo se puede administrar cuando nace el recién nacido o la placenta para evitar hemorragias. Ésto reduce el riesgo de hemorragia postparto en un 60% y la necesidad de tratamiento posterior con uterotónicos en un 50%. 2. Tracción controlada del cordón umbilical. Esta maniobra puede ser eficiente en acortar el periodo de alumbramiento pero no hay suficiente evidencia para recomendarla como práctica habitual. 3. No se ha demostrado que el clampado precoz del cordón evite la hemorragia posparto. 4. El clásico masaje uterino intermitente posparto (cada 10 minutos durante 1 hora) es una maniobra eficaz para la reducción de la pérdida sanguínea posparto pero no se recomienda si se ha hecho alumbramiento dirigido con oxitocina.(12) Otras alternativas a la oxitocina como el uso de ergóticos o misoprostol no se han demostrado más eficaces que la oxitocina en la prevención de la HPP. Los ergóticos o la combinación ergóticos-oxitócicos no son más eficaces que la oxitocina en alumbramiento dirigido y el uso de ergóticos ocasiona más casos de retención placentaria. Se ha visto que la administración de misoprostol por vía sublingual no es mejor que la administración de oxitocina y esto probablemente se justifica debido a que la vía de administración tanto de los oxitócicos como de los ergóticos es la vía parenteral que es más rápida que la sublingual o la rectal. El pico máximo de concentración con misoprostol se alcanza a los 20 minutos de su administración sublingual. Además, los efectos secundarios como tiritona, fiebre o síntomas gastrointestinales son más frecuentes con el uso de prostaglandinas. 160 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 7 Sin embargo, la OMS recomienda el misoprostol como alternativa a la oxitocina en países con escasos recursos.(12) Prevención de la HPP tras la cesárea La cesárea es un factor de riesgo de hemorragia posparto sobre todo cuando se hace en una paciente que ha estado en trabajo de parto. La apertura de la histerotomía con disección roma reduce el riesgo de hemorragia posparto. La extracción de la placenta debe realizarse mediante tracción del cordón y no por extracción manual para evitar complicaciones infecciosas. La exteriorización del útero para cerrar la histerotomía no reduce la hemorragia ni la infección.(13) El uso de uterotónicos en la prevención de la HPP poscesárea es anterior a la implantación del alumbramiento dirigido. Hay numerosas pautas de administración de oxitocina en la cesárea.El fármaco de elección es la oxitocina y una de las pautas más utilizadas es la administración en bolo lento de 5UI de oxitocina tras el clampado del cordón. Hay otros diferentes regímenes de administración en función al tipo de cesárea en la búsqueda de la menor dosis eficaz para evitar los efectos hipotensores de este fármaco cuando se utiliza en bolo a altas dosis. Esto es especialmente importante en pacientes con patología cardiovascular y en preeclampsias graves. La vida media de la oxitocina es corta (4-10 minutos) por lo que en casos de alto riesgo se recomiendan pautas con infusión continua.(14,15) El uso de carbetocina (vida media 40 minutos) a dosis única de 100 mcg iv en la prevención de la HPP en la cesárea no ha demostrado grandes beneficios respecto a la pauta con oxitocina IV.(16) Se ha descrito recientemente que origina hipotensión hasta en un 43% de las pacientes tratadas, incluso con dosis menores de 100 mcg.(17) No se recomienda en la profilaxis de la HPP tras cesárea el uso de ergóticos ni misoprostol, que son igual de eficaces que la oxitocina, pero provocan mayores efectos secundarios. El uso de ácido tranexámico (10 mgr/kg justo antes de la cesárea) parece reducir el sangrado posterior, pero son necesarios estudios más amplios. En hemorragias posparto en los que la primera línea de uterotónicos no es eficaz y existe alta sospecha de que el origen del sangrado pueda estar debida a trauma en el canal del parto también se recomienda el uso de ácido tranexámico.(18) 161 HEMORRAGIA POSPARTO Alternativas en el Manejo activo del tercer estadío del parto. 1. Oxitocina (dosis recomendadas como primera elección): Tras parto vaginal: 10 UI im o 5 UI iv Tras cesárea: 3 UI iv en bolo (preferible con bomba de perfusión) tras el clampado del cordón seguida de una infusión de 3 UI en 500 cc a pasar en 2 horas Como alternativa en las cesáreas, se puede seguir usando la pauta del RCOG que incluye: - Bolo inicial lento de 5 UI de oxitocina tras clampar el cordón, seguido de una infusión de 5 UI en 1000 ml a pasar en 4 horas - Sólo en casos de alto riesgo de HPP y tras el alumbramiento dirigido en un parto vaginal, se puede instaurar una infusión de oxitocina a dosis que oscilan entre 2,5 y 10 UI/hora. (No hay consenso en la literatura sobre dosis o duración de la misma) En casos refractarios 2. Misoprostol 600-800 mcg (en países con escasos recursos). Recordar que el efecto es de 30 minutos 3. MetilErgometrina 0,2 mg iv o im (segunda línea, menos eficaz). Se usa en combinación con oxitocina en una sola jeringa en algunos países (UK) BASES DEL PROTOCOLO DE ACTUACION EN UNA HEMORRAGIA MASIVA OBSTÉTRICA Este protocolo debe tener cuatro pilares que se deben poner en marcha coordinada simultáneamente. (19,20) En función del tipo de parto se aplican algoritmos diagnóstico-terapéuticos que de manera simultánea y escalonada persiguen cohibir la hemorragia cuanto antes. (Ver apéndice al final del libro) 1. Comunicación de la situación y organización de la asistencia. 2. Medidas de soporte. 3. Diagnostico preciso. 4. Tratamiento eficaz. Comunicación El establecimiento de un protocolo de hemorragia masiva es crítico en este tipo de emergencias ya que deben ser convocados y coordinados un gran número de personal de diferentes servicios del hospital e incluso de distintos hospitales lo que implica un traslado urgente. Idealmente debe haber un protocolo de transfusión masiva (código rojo) y una coordinación entre anestesistas, obstetras, hematólogos y radiólogos intervencionistas en el desarrollo de un plan de actuación escalonado.(21) 162 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 7 El abordaje de una hemorragia posparto es un ejercicio multiprofesional y multidisciplinario donde el personal médico, matronas enfermería, auxiliares, celadores, banco de sangre, laboratorio y transporte urgente deben estar coordinados. Comunicación con el banco de sangre Uno de los aspectos clave en el tratamiento de la hemorragia posparto es la administración rápida y suficiente de fluidos y hemoderivados que permita el sostenimiento hemodinámico de la paciente mientras se hace un correcto diagnóstico y se establecen las medidas terapéuticas necesarias. En esta carrera es fundamental la comunicación con el banco de sangre ya que la falta de un número suficiente de hemoderivados en tiempo y forma es uno de los aspectos que constantemente salen reflejados en las encuestas posteriores a un episodio de hemorragia obstétrica con resultado adverso. El anestesista deberá comunicar clara y eficazmente al banco de sangre la necesidad de hemoderivados, su tipo y cantidad. Los autores recomiendan encarecidamente la existencia de un protocolo de hemorragia masiva local en cada hospital, que abarque obstetras, hematólogos-banco de sangre, anestesiólogos y laboratorio, tal como recomienda todas las sociedades científicas. En nuestro país hay recomendaciones y pautas de la SEDAR (Sociedad Española de Anestesia y Reanimación) y de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia.(22) La elección de un tipo u otro de hemoderivados dependerá del estado de la paciente y de si el sangrado sigue activo o no. El objetivo es garantizar un adecuado transporte de oxígeno a los tejidos y no alcanzar ninguna cifra. Comunicación con el radiólogo intervencionista La radiología intervencionista se ha convertido en una pieza clave en el manejo de la hemorragia posparto siendo en algunas ocasiones la única estrategia para detener el sangrado. La mayoría de los centros no disponen de radiología intervencionista por lo que es preciso el traslado a un centro con estos medios, anticipar el momento en el que es preciso organizar el traslado de una paciente grave es importante. La implantación de un taponamiento vaginal o intrauterino es un buen momento para poner en alerta al radiólogo intervencionista y/o al equipo de traslado, ya que será el siguiente escalón terapéutico en la mayoría de las indicaciones (atonía, desgarro en el canal blando del parto) si estos procedimientos no son eficaces, el sangrado persiste y la paciente sigue estable. 163 HEMORRAGIA POSPARTO Medidas de Soporte Disponer rápidamente de sangre y hemoderivados en cantidad suficiente, es la base de estas medidas. Mientras se logra cohibir la hemorragia y llega la sangre son precisas medidas de soporte que incluyen:(23,24) 1. Oxigenoterapia con mascarilla alto flujo. En caso de hemorragia masiva, aun en presencia de una anestesia epidural, se recomienda que se intube y controle la ventilación de la paciente, en aras de garantizar un mejor transporte de oxígeno a los tejidos 2. Vías de grueso calibre. Se recomienda la canalización de al menos 2 venas gruesas (14G ó 16G) en territorio supradiafragmático. Se desaconseja el acceso femoral por las razones habituales de higiene y mayor frecuencia de trombosis, así como por la posibilidad de una ligadura o lesión de venas ilíacas. 3. La reposición hídrica debe ser precoz y agresiva, pero no excesiva, ya que contribuye a la aparición de una coagulopatía dilucional. Se recomienda el uso inicial de cristaloides en una cuantía no superior a 2l. En caso de precisar el uso de coloides, se recomienda que el volumen infundido no supere 1 litro. Los líquidos infundidos, deben estar siempre calientes, a 37ºC, para evitar la coagulopatía asociada a la hipotermia. 4. Mantener temperatura corporal y calentar a la paciente de forma activa con mantas térmicas de aire forzado, líquidos precalentados a 37ºC y uso de sistemas de calentamiento activo de líquidos (cristaloides, coloides y hemoderivados). 5. Uso precoz de fibrinógeno. Este es el primer factor en consumirse y es vital para la formación de un coágulo de calidad, con lo cual su reposición debe ser precoz. El plasma fresco congelado es pobre en fibrinógeno, con lo que se debe complementar el tratamiento de la coagulopatía con la administración de plasma fresco congelado y concentrado de fibrinógeno. De momento, no hay evidencia de que el uso de complejo protrombínico sea igual o superior al uso de plasma fresco, con lo que no se puede recomendar su uso como medicación de primera línea. Su uso además, puede ser de riesgo en pacientes obstétricas, con una conocida tendencia a la hipercoagulabilidad.(25) 6. Hemoterapia. El uso de hemoderivados debe estar regido por un protocolo local de hemorragia masiva. La reposición debe contemplar los diferentes grados de urgencia: - En caso de situación desesperada (sangrado masivo e incontrolable): se debe pedir al Banco de sangre concentrados de hematíes del grupo 0 Rh(-). Previamente se realizará una extracción para una analítica, con el fin de determinar o comprobar el grupo sanguíneo de la paciente y determinar la existencia de anticuerpos irregulares, para tenerlo en cuenta en transfusiones sucesivas. 164 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 7 - En caso de poder esperar 20-30 minutos antes de transfundir (a juicio del clínico y en función de cada centro). Se debe extraer una muestra de sangre de la paciente para determinar el grupo y anticuerpos irregulares, si antes no estaba hecho, y el banco enviará en ese plazo de tiempo sangre (concentrado de hematíes isogrupo con el del paciente) y seguirá con el análisis de los anticuerpos. - En caso de poder esperar 45-60 minutos (en función de cada centro) antes de transfundir, se procederá a solicitar al banco de sangre la determinación de grupo sanguíneo y al escrutinio de anticuerpos irregulares. Este procedimiento lleva aproximadamente 30-45 minutos de trabajo en el banco, por lo que en 60 minutos, estará disponible el estudio en el que de forma fehaciente y segura se comprueba la existencia de dichos anticuerpos y la sangre enviada será compatible con la paciente concreta. Es por tanto de vital importancia comunicar al banco de sangre el grado de urgencia que estamos viviendo, para así adecuar la velocidad y el tipo de sangre que queremos. Es imposible tener sangre con anticuerpos irregulares comprobados en 5 minutos. El Plasma tarda en descongelarse unos 40 minutos, por lo que si preveemos que vayamos a usarlo, debemos tener en cuenta este tiempo. El uso de plaquetas debe contemplarse de forma precoz ante una hemorragia masiva y una transfusión masiva. Son elementos fundamentales para la formación de un coágulo de calidad y para que los factores actúen de forma correcta. Su presentación es en “pool” de 5 unidades. Insistimos en el uso de protocolos (conocido y consensuado por todo el equipo), para evitar el uso caótico y persona-dependiente de hemoderivados. La inclusión en el protocolo de la “caja de hemorragia” es de gran utilidad. En esa caja puede venir incluido lo siguiente: 10 unidades de concentrado de hematíes, 10 unidades de plasma, 2 pool de plaquetas y 4g de fibrinógeno). El Banco proporciona estos hemoderivados y asumen la responsabilidad de la compatibilidad cuando sale del banco. Estos productos deben transportarse y mantenerse en una nevera especial, con acumuladores de frío para garantizar la óptima conservación de los mismos. Las medidas de seguridad para la administración de hemoderivados, deben extremarse en estas situaciones, ya que la fuente principal de reacciones transfusionales, es la deficiente identificación del paciente, lo cual a veces pasa a un segundo plano en una urgencia vital como es la hemorragia masiva obstétrica.(20,26) 165 HEMORRAGIA POSPARTO Diagnóstico Uno de los puntos clave para un manejo correcto de un caso de hemorragia obstétrica masiva es un diagnóstico correcto y temprano que permita poner en marcha el protocolo de actuación y convocar en torno a la paciente a todos los medios necesarios. Por ello es fundamental la conjunción de las habilidades técnicas, la valoración de la pérdida sanguínea estimada y del estado hemodinámico de la paciente con el desempeño de las habilidades no técnicas como el liderazgo, el análisis de la situación clínica global o la comunicación eficaz de ese diagnóstico de hemorragia masiva a toda la organización sanitaria. ¿Cuánto sangra? Una forma de calcular esta pérdida es su estimación solo en función de la apreciación visual. Es esta forma la que se ha demostrado inexacta.(27) La estimación visual infraestima gravemente el volumen de sangre perdida sobre todo cuando la pérdida es mayor de 1000 ml y cuando los volúmenes perdidos son inferiores a 500 ml se tiende a sobreestimarlos.Por ello es fundamental un entrenamiento en el diagnóstico de la cantidad de sangre perdida y valorar el estado hemodinámico y el estado de conciencia de la paciente que se pueden recoger en formularios normalizados que permiten una mejor valoración del sangrado y sus repercusiones.(28) El uso de bolsas normalizadas colectoras de sangre es útil en la cuantificación objetiva del sangrado puerperal. Foto 1 Foto 1 Entrenamiento en diagnóstico de hemorragia posparto. Foto bolsa colectora y distintas gasas, compresas empapadas con sangre artificial. ¿De dónde sangra? La anatomía quirúrgica de la vascularización de la pelvis y de los órganos que allí se alojan incluido el útero grávido es más compleja de lo que se pensaba. Los estudios de Palacios Jaraquemada y colaboradores han contribuido a distinguir en la pelvis de la mujer dos sistemas vasculares bien definidos con una red muy extensa de anastomosis entre ambos y dentro de cada uno. Para facilitar su distinción en términos sencillos trazamos una línea perpendicular en la pelvis a la altura de la pared posterior de la vejiga.(29) Denominamos segmento S1 a aquel en el que se encuentra el cuerpo del útero y que está intrigado por las ramas ascendentes de las uterinas y por la aportación que hacen las arterias ováricas y en menor medida la arteria del ligamento redondo (rama de la ilíaca externa).La arteria uterina es una rama de la porción anterior de la arteria ilíaca interna que es accesible quirúrgicamente. Denominamos segmento S2 al que incluye el segmento uterino inferior, el cérvix, los parametrios y la porción superior de la vagina. El segmento S2 se irriga a través de las ramas descendentes 166 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 7 de la uterina y lo que es más relevante, a través de las ramas cervicales, arteria pudenda y arterias vaginales que son ramas terminales de la porción anterior de la ilíaca interna con una amplia red de colaterales y anastomosis bilaterales. En la mujer gestante existen amplias anastomosis dentro de cada segmento y entre ambos lados. Todos estos vasos son retroperitoneales y es preciso recordar que el diámetro de la rama vaginal descendente es en ocasiones (placentas previas y casos de acretismo extenso en el segmento inferior), hasta un 33% mayor que el de la arteria uterina por lo que un sangrado en el segmento S2 es al menos tan importante como un sangrado en el segmento S1. Esto es fundamental en los sangrados que ocurren en los casos de placentación anómala o en desgarros tras partos instrumentales traumáticos.(29) ¿Cómo está la paciente? Ante un sangrado obstétrico es fundamental en los primeros momentos monitorizar a la paciente para obtener al menos pulso y presión arterial no invasiva que junto con el estado de conciencia nos dará una información muy útil sobre el estado hemodinámico de la paciente y el volumen de sangrado perdido estimado. La extracción de sangre para la determinación del hemograma, bioquímica básica y coagulación junto con grupo y anticuerpos irregulares forma parte de las primeras medidas. El estudio de coagulación es útil en la hemorragia masiva obstétrica para guiar el manejo hemoterápico y es complementario a los hallazgos clínicos. La determinación de fibrinógeno es importante ya que es uno de los factores que más rápidamente se consumen. Una característica crítica de la hemorragia obstétrica es lo rápidamente que evoluciona a una coagulopatía intravascular diseminada en comparación con hemorragias también masivas en circunstancias no obstétricas. Patologías como el abruptio, el embolismo de líquido amniótico, el feto muerto retenido o el hígado graso agudo en el embarazo se asocian a menudo con CID.(20) El CID en obstetricia dispara la coagulación y activa la fibrinolisis lo que lleva a un aumento de Dímeros D y productos de la degradación de la fibrina que interfieren con la función plaquetaria e impiden la contractilidad uterina. El fibrinógeno es una parte fundamental del sistema de coagulación y juega un papel crucial en las hemorragias obstétricas. El nivel de fibrinógeno al inicio de la hemorragia obstétrica (< 200 mg/dl) es el valor que más se asocia a coagulopatia severa por delante de niveles de plaquetas, del tiempo de protrombina o de cefalina.(25,30) El hemograma y hematocrito en el momento del sangrado no refleja generalmente el estado real de la paciente y no debe guiar nuestras primeras actuaciones ni esperar a los resultados para iniciar la hemoterapia. 167 HEMORRAGIA POSPARTO TRATAMIENTO EFICAZ Es preciso tener en cuenta las circunstancias clínicas en las que la paciente se encuentra, el tipo de parto y sus incidencias. Por ello a los autores nos parece útil que ante un cuadro de hemorragia obstétrica más o menos evidente, el obstetra, matrona o anestesista obstétrico se planteen en qué escenario clínico se encuentran para que puedan seguir algoritmos diagnostico terapéuticos escalonados que nos ayuden en la resolución del caso.(20) Aunque clásicamente se han definido docentemente las causas de HPP en torno a las 4 T esta distinción no es útil a la hora de enfrentarse a una hemorragia posparto. No es esta una clasificación fisiopatológica que nos ayude a hacer un rápido y correcto diagnóstico diferencial de una HPP masiva ya que la frecuencia con la que la atonía es la causa de una HPP posparto eutócico es diferente y nada tiene que ver con la atonía que es secundaria a un trauma tras un fórceps o la atonía provocada por la presencia de restos placentarios en un acretismo placentario. Por ello estamos de acuerdo en seguir con alguna adaptación a un medio hospitalario de nuestro entorno occidental los algoritmos propuestos recientemente que resumen distintas situaciones clínicas. El acretismo placentario, la inversión uterina y la retención placentaria serán tratadas en capítulos específicos. (Ver apéndice) ATONÍA UTERINA La atonía uterina es la causa de más del 70% de las hemorragias posparto. Es preciso descartar retención de restos placentarios (tejido) y traumatismos en el canal blando del parto. Las atonías uterinas que suceden pese a la administración de oxitocina para un manejo activo del alumbramiento tienen peor pronóstico que aquellas que ocurrían cuando no lo hacíamos. El tratamiento médico aunque es muy eficaz debe tener en cuenta esta circunstancia. Mientras se instaura el tratamiento médico se recomienda el masaje uterino bimanual o la comprensión externa de la aorta pero no el taponamiento intrauterino con compresas. Tratamiento médico de la atonía El tratamiento farmacológico de la atonía uterina empieza a la vez que se están descartando otras causas de la misma. Es un tratamiento escalonado (ver tabla 3) que se basa en la oxitocina intravenosa, que sigue siendo el fármaco de primera línea en el tratamiento de la atonía, sin olvidar que no es un fármaco inocuo. Es preciso recordar que en una atonía pura (sin trauma o tejido) el tratamiento médico es eficaz en el 99% de los casos.(31) Tabla 4 168 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 7 Tabla 4: Tratamiento médico de la hemorragia posparto por atonía uterina. (33) No Uterotónicos Uterotónicos Dosis vía administración Oxitocina 5 UI-10 UI iv seguido de 40 UI en 500 ml iv a 125 ml/h Posología Hipotensión - Dosis única Metilergometrina 0,2 mg im Si eficaz se puede repetir cada 2/4 horas Se utiliza antes que el fibrinógeno Eficaz en una dosis Fibrinógeno 2-4 g iv desde inicio de sangrado sobre todo si fibrinógeno basal <2 g Carboprost 5 metil Náuseas Efectos cardiovasculares *Ácido tranexámico. Dosis inicial de 1 g que puede repetirse a los 30 minutos y luego infusión de 1 g/hora. Efectos adversos Precauciones No en hipertensas, cardiópatas o VIH en tratamiento con inhibidoras de la proteasa. Puede causar náuseas, vómitos y mareos Puede causar broncoespasmo Máximo 1 dosis cada 15-90 minutos hasta 8 (2 mcg) No en pacientes con asma, cardiopatías, insuficiencia renal 600-1000 mcg Rectales Náuseas 600-800 mcg Oral/ sublingual 0,25 mg im, iv, intramiometrial PGF2alfa Misoprostol Vómitos Diarrea *El ácido tranexámico y el fibrinógeno se utilizan desde el principio de la HPP y no solo en atonías Oxitocina Un vez realizado al alumbramiento dirigido, la dosis de oxitocina en el tratamiento de la atonía suele ser de 40 UI en un suero de 500 ml a pasar a un ritmo de 10 UI/hora o 125 ml/h. Si no se ha realizado alumbramiento dirigido se puede administrar 5 UI de oxitocina iv. No hay ninguna ventaja en el uso de oxitócicos a mayor dosis. Es conveniente limitar a 3 litros el volumen total de fluidos en los que se administran altas dosis de oxitocina (por su similitud con la vasopresina) para evitar sobrecargas hídricas.(32) Es preciso la monitorización de los pacientes y el balance de entradas y salidas de líquido por el riesgo de edema pulmonar o cerebral. 169 HEMORRAGIA POSPARTO Efectos secundarios de la oxitocina Los más frecuentes son: Hiperactividad uterina, bradicardia y disminución de la saturación de O2 fetal, náuseas, vómitos, cefalea, enrojecimiento y efecto antidiurético. Los efectos secundarios más importantes son los cardiovasculares (hipotensión, taquicardia, isquemia miocárdica, arritmias) que toleran especialmente mal los pacientes con función ventricular anómala e hipovolémicos, debido a que existen receptores de oxitocina en otros tejidos (miocardio, vasos sanguíneos, etc.). Este efecto directo se produce por relajación de la musculatura lisa vascular, taquicardia por efecto en los receptores miocárdicos, vasoconstricción de arterias renales, coronarias y osteomusculares y de las arterias y venas umbilicales. Existen estudios que demuestran los cambios en el segmento ST del ECG tras administración de 5-10 UI de oxitocina en cesáreas electivas con anestesia intradural. (33) Metilergometrina Si en presencia de una infusión de oxitocina no hay contracción uterina pasamos a un segundo escalón terapéutico que se basa en los ergóticos. Actualmente, se recomienda la administración iv lenta o im de 0,2 mg de metilergometrina como uterotónico de segunda línea, estando contraindicado su uso en pacientes hipertensas o con cardiopatía moderada-severa por los efectos secundarios. Los efectos secundarios son los derivados de la vasoconstricción: retención de placenta, inversión uterina, cefalea, hipertensión, dolor abdominal, erupciones cutáneas, vértigo, náuseas y vómitos, espasmo coronario, convulsiones, etc., por lo que se contraindica su uso en pacientes con hipertensión arterial o cardiopatía moderada-severa y en pacientes con infección por VIH que tomen retrovirales inhibidores de la proteasa. Produce una contracción uterina persistente a través de canales de calcio e interacción actina-miosina.(31-33) Prostaglandinas Las atonías refractarias a los dos escalones anteriores precisan del uso de prostaglandinas. Clásicamente se utilizaba carboprost (15 metilprostaglandin F2α) a dosis de 250 mcg im cada 15 minutos hasta un máximo de 8 dosis pero con la introducción del misoprostol ha habido un cambio en estos protocolos. Aunque el carboprost puede administrarse por vía intramuscular e intramiometrial, existen en la literatura unas primeras experiencias con carboprost intramiometrial con resultados diversos pero recientemente se han descrito caso de hipotensión severa y parada cardiorrespiratoria por la absorción súbita de este fármaco al puncionar una vena uterina. Por ello desaconsejamos esta práctica que no obtiene mejores resultados que la administración intramiometrial, pero que sin embargo no es totalmente segura desde un punto de vista clínico. Los escasos trabajos con el carboprost en la HPP indican que en general con una dosis es suficiente para 170 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 7 conseguir contracción uterina y que es eficaz en el 88% de los casos de atonía uterina refractaria a oxitocina. Una vez que se han administrado 5 dosis sin que se resuelva la atonía es muy infrecuente que las dosis sucesivas funcionen. Se recomienda poner el carboprost en un entorno en el que la paciente pueda estar monitorizada.(34) La vía de elección es intramuscular y la administración intravenosa no aporta ventajas. Misoprostol La extensión del uso de misoprostol en la hemorragia uterina en el mundo ha provocado que este fármaco se utilice en lugar de los anteriores en países con escasos recursos por fácil administración, su precio y la facilidad de almacenamiento. Las indicaciones y las rutas de administración y su eficacia no son homogéneas.(35) Uso de Misoprostol en la HPP Se puede utilizar misoprostol sino se dispone de carboprost, ésta es una tendencia creciente en la práctica diaria. El misoprostol es muy estable, no precisa refrigeración, está disponible en todas las maternidades y es el fármaco de elección en países con escasos recursos máxime cuando no disponen de una vía iv. Si no disponemos de otras prostaglandinas y el tratamiento con misoprostol es eficaz puede repetirse para mantener el tono uterino a las dos horas de la primera dosis. En caso de tiritona o fiebre se recomienda esperar hasta 6 horas para repetir la dosis. En las pacientes en las que se ha realizado un alumbramiento dirigido con oxitocina (5 UI iv) y posteriormente sufren una HPP, el misoprostol (800 mcg sublingual) es igual de eficaz que la oxitocina (40 UI) como primera línea de tratamiento en la hemorragia posparto y ambos son eficaces en reducir la hemorragia antes de 20 minutos. Pero si no se ha realizado un alumbramiento dirigido con oxitocina, este es el fármaco de elección en el tratamiento. Esto es debido a que si son tratadas con misoprostol hay un mayor riesgo de que haya pérdidas adicionales de sangre que requieran transfusión (RR 2,65, 95% CI 1,04 a 6,75) porque tarda más en actuar que la oxitocina y se provocan mayores efectos secundarios (fiebre, temblores).(33) El misoprostol sólo es primera línea de tratamiento cuando no existen otros recursos. No hay trabajos que demuestren que el misoprostol sea un fármaco de rescate ante un eventual fracaso con oxitocina, ergóticos y carboprost. En una reciente revisión de la Cochrane se pone de manifiesto que no hay ningún ensayo clínico que evidencie que el tratamiento con misoprostol (600-1000 mcg) añadido simultáneamente a oxitocina sea eficaz en la reducción de la tasa de histerectomías, ingreso en unidades de cuidados intensivos, morbilidad materna grave o mortalidad. Queda por lo tanto como una tercera línea de tratamiento.(31) Es preciso recordar que la adicción de una segunda línea de prostaglandinas con misoprostol tras el uso de carboprost aumenta los efectos secundarios y que en general el fracaso de este tipo de tratamientos demora el siguiente escalón terapéutico y oculta en ocasiones situaciones muy graves como desgarros ocultos intraabdominales o acretismos placentarios extensos.(34,35) 171 HEMORRAGIA POSPARTO TRATAMIENTO QUIRÚRGICO DE LA ATONÍA UTERINA El tratamiento de la atonía uterina refractaria y de la retención de restos placentarios y de los desgarros obstétricos es quirúrgico. Cuando no hay respuesta al tratamiento médico, los algoritmos terapéuticos modernos incluyen tratamientos de segunda línea que se interponen entre los uterotónicos y la histerectomía. Estos tratamientos que incluyen la sutura de capitonaje, el taponamiento uterino o la embolización de las arterias uterinas por radiología intervencionista aisladamente o en combinación, son muy eficaces en estas pacientes. Sólo entre un 21-26% de la pacientes en las que hay que recurrir a un tratamiento de segunda línea acaban en histerectomía.(36) Prueba de la compresión En hemorragias posparto en las que queremos conocer si las suturas de capitonaje (ver más adelante) pudieran ser útiles en el tratamiento de la atonía uterina, realizamos una comprensión del útero bien directamente en una cesárea (entre nuestras dos manos) o bien a través de la pared abdominal (con una mano y con analgesia) durante un par de minutos. Foto 2 Si la hemorragia vaginal se detiene la causa más probable será una atonía uterina primaria que responderá bien a técnicas conservadoras, pero si la hemorragia permanece a pesar de nuestra compresión, es preciso descartar otras causas antes y no es probable que responda a suturas de capitonaje. La atonía uterina que no responde a fármacos y en la que se han descartado causas como la presencia de restos placentarios y los desgarros del canal blando del parto debe manejarse de manera conservadora si es posible. No olvidar que el masaje uterino es un método eficaz si se mantiene de manera constante y prolongada. Técnicas de taponamiento Foto 2 Prueba de la compresión uterina 172 Se basan en la hemostasia a través de la compresión desde el interior de las paredes uterinas mediante la distensión (y probablemente por la estimulación del miometrio provocando su contracción) de un sistema cerrado que conecta con el exterior por un catéter con distintos canales que permite la entrada del MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 7 líquido que rellena el balón y por otro canal la salida de la sangre y así comprobar su eficacia. Se han utilizado sondas de Sengstaken-Blakemore, balones de Rusch de urología o sondas de Foley a los que se ha acoplado un condón muy distendido y anudado en la base. Los taponamientos clásicos con gasas no se recomiendan en general. Se ha diseñado un balón de taponamiento específicamente para el uso en obstetricia (Balón de Bakri). Su uso se ha extendido pero aún faltan estudios randomizados que determinen cuál es su eficacia real en las distintas indicaciones y que oscila entre el 66% y el 87%.(37,38) Las técnicas de taponamiento uterino con balón son relativamente sencillas de utilizar, nos proporcionan un tiempo precioso para preparar los siguientes pasos terapéuticos y si fallan nos deben hacer revisar el caso en busca de otras “Ts” y plantearnos técnicas más agresivas o la radiología intervencionista. (Test de taponamiento) Figura 2 Tras un parto vaginal son preferibles las técnicas de taponamiento uterino con balones tipo Bakri. Si la atonía sucede en el seno de una cesárea podemos también utilizar técnicas de taponamiento para lo que es preciso colocar a la paciente en litotomía e introducir el balón a través de la histerotomía hacia abajo o al revés. Es preciso tener en cuenta la posibilidad de pinchar el balón al cerrar la histerotomía. Podemos cerrar ésta previamente a llenar el balón intrauterino. Una vez comprobado que se ha detenido la hemorragia se procede al cierre de la laparotomía. Figura 2: Test de taponamiento. Aunque la principal indicación del taponamiento intrauterino con balones es la atonía uterina, el balón de Bakri también se ha utilizado como técnica de compresión en hematomas en el canal blando del parto colocando la punta con el drenaje en el cérvix o tras una histerectomía para cohibir hemorragias en el suelo pélvico.(39) ¿CEDE LA HEMORRAGIA? NO SÍ TEMPORAL TRATAMIENTO QUIRÚRGICO INMEDIATO Tiempo para: DEFINITIVO (87,5%) • Retirar en 6-8 h (máximo 24 h) • Esperar personal senior • Planificar embolización, IQ. • Retirar 100 ml SSF (Suero Salino Fisiológico) cada hora 173 HEMORRAGIA POSPARTO Se han diseñado nuevos sistemas de taponamiento con dos balones que comprimen a la vez el interior del útero y la vagina para cohibir en estas dos zonas la hemorragia obstétrica.(40) Técnicas de capitonaje Las técnicas de capitonaje para el tratamiento conservador de la atonía uterina se han desarrollado en los últimos 10 años. Las más populares como la B Lynch y Hayman tienen en común que consiguen abrazar al útero con la sutura de tal manera que colapsan la cavidad e impiden que el útero atónico se llene de sangre. Son una manera quirúrgica de imitar a las ligaduras vivientes de Pinard. Se estima que las técnicas de capitonaje son eficaces en un 75%, (95% CI 67-81%) de casos en las que se utilizan como segunda línea terapéutica en el tratamiento de la hemorragia posparto.(41) Otro tipo de suturas de capitonaje persiguen el mismo objetivo a través de múltiples suturas que plican el segmento anterior del útero combinadas o no con diferentes diseños de sutura penetrante en dirección anteroposterior que atraviesan el cuerpo. Estas suturas bien en forma de cuadrado (CHO) o en forma de U (Hackentha).(42) Elección del tipo de técnica La elección de la técnica depende de la experiencia del cirujano, pero en nuestra opinión si hay una histerotomía abierta podemos utilizar la técnica de B-Lynch que nos permite revisar la cavidad y es muy eficaz. Si la histerotomía está cerrada y estamos seguros de que no hay restos, podemos utilizar la técnica de Hayman como primera opción.(43) Foto 3 En las atonías uterinas en las que el segmento inferior está muy fino y distendido o bien sangra por haber estado en contacto con una placenta previa, se recomienda usar puntos de plicatura de la pared anterior uterina por debajo de la histerotomía incluyendo o no la pared posterior. En zonas puntuales de sangrado o cuando sospechamos acretismo en el segmento inferior la técnica de Cho es útil, pero la desaconsejamos como única técnica de capitonaje por su mayor tasa de complicaciones (sinequias).(44) Foto 3 Técnica de Hayman. https://www.youtube.com/channel/UCVM2_u0diO7tJy5dvgjmsiw Técnicas de devascularización En la atonía uterina y en un intento de reducir el flujo de sangre al útero solemos utilizar técnicas de devascularización que son muy rápidas de aplicar y que nos 174 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 7 permiten ganar tiempo. No son técnicas que se dirijan a solucionar el origen de la atonía, por lo que es muy frecuente su combinación con otras técnicas quirúrgicas o su uso mientras el tratamiento médico por fin hace efecto.(43) Empezamos por suturar el paquete vascular del canto uterino a nivel de su unión con el que proviene de los anejos y vamos descendiendo hacia la uterina descendente teniendo en cuenta que es preciso abrir el ligamento redondo y bajar la vejiga para evitar daño ureteral. Sacar el útero a través de la histerotomía y una aguja grande ayudan mucho a realizarlas. Recomendamos que si las técnicas fallan y hay que hacer una histerectomía quitemos estas suturas para facilitar la técnica quirúrgica. Material para las técnicas de capitonaje La realización de muchas de las técnicas de capitonaje precisa de un tipo de aguja específica y una longitud de hilo que permita abrazar todo el útero. El tipo de hilo utilizado en la literatura es desde catgut crómico (no disponible en España). El más usado por este motivo en nuestro medio es la sutura de poliglactina o de ácido poliglicólico trenzado del 1. No es preciso que el hilo tenga una reabsorción muy prolongada ya que en pocas horas el útero involuciona y las lazadas de los puntos de capitonaje quedan sueltas. Es excepcional que estas lazadas generen problemas de atrapamiento en los intestinos. La longitud de la hebra debe ser suficiente para poder anudar con facilidad. Recomendamos una longitud mínima de 100-120 cm para una sutura de B Lynch. La aguja curva de un diámetro de 70-80 mm es fundamental para dar con comodidad el punto de B Lynch y la aguja recta de al menos 12 cm lo es para la sutura de Hayman. Desafortunadamente e s t a s a g uj a s n o s o n mu y habituales y la literatura menciona el uso de agujas rectas viudas tipo Keith que son traumáticas.(45) Foto 4 Aguja de capitonaje desarrollada por nuestro grupo y Lorca Marin Recientemente nuestro grupo ha desarrollado una sutura de 160 cm con dos agujas específicamente diseñado para este tipo de técnicas y suturas individuales con poliglicólico de rápida absorción para evitar dejar la sutura demasiado tiempo en el abdomen. Foto 4 http://www.emergenciasobstetricas.com/index.php/i-d-i/agujas-maranon 175 HEMORRAGIA POSPARTO Histerectomía obstétrica En situaciones en las que no es posible el control de sangrado es preciso recurrir a la histerectomía obstétrica que técnicamente no es demasiado complicada en relación a la histerectomía en una indicación ginecológica pero en la que debemos tomar una serie de decisiones. ¿Histerectomía total o subtotal? Si la causa es una atonía refractaria a todo tipo de tratamientos podremos hacer una histerectomía subtotal teniendo en cuenta que debemos conscientemente descartar desgarros en la zona del cuello y zonas de acretismo que sangren en el segmento inferior. No es recomendable en situaciones como placenta previa. La técnica quirúrgica debe tener en cuenta el estado de los tejidos que suelen estar edematosos. Esto supone que las suturas hemostáticas de los pedículos deben ser aseguradas con puntos de transfixión y en nuestra opinión de manera duplicada sobretodo en los pedículos uterováricos. La arteria del ligamento redondo que es rama de la ilíaca externa puede estar muy hipertrofiada por lo que es preciso asegurar su cierre con garantías. Es preciso diferenciar una histerectomía por atonía uterina o rotura uterina, de aquella que realizamos en el seno de una acretismo placentario y que trataremos en el capítulo correspondiente.(46) OTRAS CAUSAS DE HEMORRAGIA POSPARTO Entre el 70% y 80% de las hemorragias posparto son por atonía uterina y el resto se reparte entre el trauma obstétrico y la retención de restos placentarios. La coagulopatía congénita es una de las causas menos frecuentes de hemorragia posparto. Los traumatismos posparto en el periné y canal blando, la inversión uterina y el acretismo placentario son causas de hemorragia obstétrica que serán tratadas en capítulos aparte. Rotura uterina La rotura uterina es una causa catastrófica de hemorragia intraparto o posparto, que tiene repercusión en la madre y el feto. En los países occidentales la incidencia es de 1/3000-5000 partos. Es un evento centinela de la seguridad clínica en atención obstétrica.(47) Distinguimos entre: • Rotura uterina completa: separación traumática de todas las capas de la pared uterina. • Rotura uterina incompleta: Separación traumática de endometrio y miometrio con conservación de la integridad de la serosa uterina. También denominada dehiscencia por su asociación con cicatrices de cesárea previa. 176 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 7 Factores de Riesgo • Cicatriz de cesárea anterior. Las incisiones longitudinales en el cuerpo uterino tienen más riesgo de rotura que las realizadas en el segmento. Las incisiones verticales en el segmento tienen el mismo riesgo de rotura que las incisiones transversales. • Sutura de cesárea en una sola capa. • Histerotomías que entran en cavidad. • Perforación uterina previa. • Placenta ácreta. • Inducción de parto con prostaglandinas u oxitocina. • Parto vaginal tras cesárea previa. • Gran multiparidad. • Parto instrumental en presentaciones altas. • Versión interna y gran extracción. • Parto estacionado. Clínica La rotura uterina pese a ser una complicación espectacular no siempre presenta síntomas y signos claros. No es raro que pase desapercibida y sea un hallazgo en el seno de una cesárea de urgencia realizada por alteraciones patológicas en el registro cardiotocográfico fetal (éste el signo más frecuente). Los síntomas y signos materno-fetales dependerán del momento y la extensión y profundidad de la rotura. 177 HEMORRAGIA POSPARTO Signos y síntomas de rotura uterina inminente: • Dolor constante en el segmento inferior. La analgesia epidural no enmascara el dolor abdominal intenso. La palpación dolorosa del segmento inferior no es un signo específico. • Hematuria franca • Madre agitada con taquicardia • Registro cardiotocográfico fetal patológico Una vez que se ha producido la rotura uterina: • Dolor abdominal muy intenso. • Abdomen agudo • Cese de las contracciones • Se deja de tocar la presentación fetal • Se palpan partes fetales a través del abdomen • Signos y síntomas de hipovolemia materna grave • Sangrado vaginal • Sufrimiento fetal agudo. Muerte fetal Actuación 1. Comunicar al equipo la sospecha y proceder a indicar una cesárea urgente. 2. Traslado urgente de la paciente a quirófano. 3. Anestesia general urgente. 4. Técnica quirúrgica: • Laparotomía media infraumbilical. • Extracción del feto y placenta. • Hemostasia quirúrgica. • Valoración de la extensión de la rotura. • Búsqueda de roturas en ligamento ancho, cérvix y vagina. • Valoración de la integridad vesical. Dehiscencia uterina Cierre de la dehiscencia en dos capas con Poliglactina 1 o similar. Considerar ligadura tubárica en función de si se ha hablado con la paciente. 178 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 7 Rotura uterina y deseo genésico no cumplido Cierre de la rotura en dos capas con especial interés en asegurar los ángulos de la histerorrafia. En casos de rotura uterina compleja que se extienden a vagina, cérvix y parametrios no siempre es posible evitar la histerectomía total. Depende del criterio del cirujano.(47) Rotura uterina y deseo genésico cumplido La opción más utilizada es la histerectomía subtotal en ausencia de patologías en cuello y segmento inferior. Embarazos posteriores a la reconstrucción No se recomienda un nuevo embarazo hasta dos años de la reparación uterina. Se recomienda el control del siguiente embarazo en una unidad de alto riesgo obstétrico con medición seriada del miometrio sobre la zona de rotura. Tras una dehiscencia se recomienda una nueva en semana 37-38. Nos encontraremos un 5,0% (95% CI 0,9-23,6%), de pacientes en los que se aprecia una nueva dehiscencia si la cesárea se realiza entre la semanas 37-39. Tras una rotura completa se recomienda una nueva cesárea en semana 34-36.Nos encontraremos una nueva rotura o dehiscencia en un 7,5% (95% CI 2,6-19,9%) si la cesárea se realiza entre la 36-37.(48) Retención de restos placentarios La retención de restos placentarios impide la contracción uterina y provoca el sangrado. Lo más habitual no es una atonía uterina severa sino un útero pobremente contraído con coágulos intrauterinos que ocupan la cavidad. Clínicamente el útero esta subinvolucionado. Es frecuente la hemorragia posparto secundaria (ver más adelante). La ecografía es el mejor método diagnostico y cada vez se utiliza con más frecuencia para valorar tanto la presencia de restos como para guiar el legrado evacuador. La similitud ecográfica entre coágulos y cotiledones placentarios provoca sobre estimación de los restos intrauterinos. La ayuda del doppler permite visualizar cotiledones aún adheridos a la decidua parietal y mejora el diagnóstico de retención de restos placentarios evitando excesivos legrados. Las membranas amnióticas intrauterinas son difíciles de identificar tras el parto siendo más fáciles de visualizar en los días posteriores. Los restos placentarios adheridos adoptan una forma de pólipo por la compresión de las paredes uterinas y de ahí el término pólipo placentario en el estudio anatomopatológico.(49,50) La evacuación de restos placentarios se puede realizar con el clásico legrado utilizando legras de gran longitud o mediante sistemas de aspiración. En ausencia de imágenes que nos hagan sospechar una retención de restos placentarios en la ecografía la realización sistemática de un legrado en caso de hemorragia posparto es de muy dudosa utilidad. Los legrados no debe ser enérgicos ni repetidos ya 179 HEMORRAGIA POSPARTO que estas dos circunstancias empeoran el pronóstico genésico a largo plazo al asociarse a endometritis, Síndrome de Asherman y acretismo placentario.(51) HEMORRAGIA POSPARTO PERSISTENTE En sangrados posquirúrgicos extensos o en los que no es posible realizar técnicas de radiología intervencionista por la situación del paciente, ausencia de medios o porque el sangrado es de un vaso grueso, es preciso que el cirujano esté familiarizado con unas técnicas básicas de cirugía vascular. Lo más importante es mantener la calma y convocar a otros cirujanos más expertos y si es posible a un cirujano vascular. La presión sobre los puntos sangrantes con el puño o incluso la presión sobre la aorta reducen notablemente el sangrado y nos da tiempo a pensar el siguiente paso. (Ver capitulo acretismo placentario) Se desaconseja intentar cohibir la hemorragia vascular poniendo pinzas a ciegas, que lo que va a hacer es traumatizar aún más el vaso cuando no lesionar la vena anexa. La disección del vaso afectado lejos del punto de sangrado es la clave del control vascular. El uso de clamps vasculares o vessel loops para asegurar el vaso permite en un segundo tiempo la sutura del desgarro vascular o la oclusión del vaso para secar el territorio que irriga.(52) Los puntos de transfixión del paquete vascular se prefieren a las ligaduras porque los tejidos están edematosos y podemos tener problemas hemorrágicos diferidos. Ligadura de la hipogástrica (Rama anterior de la ilíaca interna) La ligadura de la hipogástrica es una técnica de último recurso en situaciones en la que en ausencia de radiología intervencionista o ante la imposibilidad de utilizarla (paciente inestable) debemos cohibir una hemorragia en la pelvis menor.(53) En la pelvis es la rama anterior de la ilíaca interna la que irriga la mayor parte de los órganos pélvicos, pero presenta una red tremendamente rica de colaterales y comunicaciones entre los dos lados, por lo que si es preciso ligar este vaso, debe ser de forma bilateral. La ligadura de la hipogástrica debe ser un par de centímetros por debajo de la bifurcación de la ilíaca en dos puntos distintos de la arteria y con un material irreabsorbible. Existen modelos de entrenamiento para la realización de una manera normalizada de esta técnica que han popularizado esta técnica entre los obstetras (Técnica Gala).(54) Taponamiento Pélvico Cuando el sangrado en la pelvis es difuso y extenso, en el seno de una coagulopatía y no están disponibles otros métodos de control vascular como la ligadura de las dos hipogástricas o el uso de radiología intervencionista es preciso pensar en el taponamiento pélvico. Esta técnica clásica se basa en la compresión de toda la pelvis mayor y menor con compresas para poder ganar tiempo bien en la 180 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 7 reposición de factores de coagulación y sangre, bien en el traslado a un centro terciario para completar el tratamiento. Es una técnica sencilla que suele realizarse tras la histerectomía con la colpotomía abierta. Se rellena una bolsa estéril (bolsa de placenta, bolsa de extracción de órganos para trasplante o bien una venda tubular rellena cerrada en uno de los extremos) con al menos 20 compresas. Se introduce la bolsa en la pelvis y se presiona. Foto 5 Se saca la apertura de la bolsa por vagina y se hace un taponamiento vaginal. Se deja un drenaje aspirativo en cavidad abdominal y se mantiene una sonda urinaria. La paciente está bajo cobertura antibiótica (Amoxicilina Clavulánico 1 g/8h iv u otro antibiótico de amplio espectro) y se continúa con el tratamiento y/o traslado. Una vez que la paciente se ha recuperado y bajo sedaciónanestesia se procede a retirar las compresas a través de la vagina y se cierra la colporrafia. Podemos dejar este tipo de taponamiento un máximo de 48 h. Este tipo de técnicas de taponamiento pélvico a presión son eficaces hasta en un 82% de pacientes con sangrado poshisterectomía puerperal.(55) Foto 5 Taponamiento pélvico. 15-20 compresas en una bolsa estéril que se comprime. La apertura de la bolsa se saca por la colpotomía HEMORRAGIA POSPARTO SECUNDARIA Un sangrado vaginal se debe considerar como una hemorragia posparto hasta después de seis semanas del mismo. Denominamos hemorragia posparto secundaria a aquella que ocurre entre 24 horas y las 6 semanas del parto. Su incidencia es muy variable y oscila entre 0,47 y un 1,44%, puede ocurrir tras un parto vaginal, instrumental o una cesárea.(56) La causa más frecuente de hemorragia secundaria es la retención de restos placentarios. Aunque en general su inicio es tórpido, progresivo o intermitente, y puede provocar varias consultas urgentes, no es infrecuente que acabe provocando una hemorragia intensa que se traduzca en un cuadro de hipovolemia agudo. Es preciso tenerla en mente y no confundir con el sangrado normal posparto. La aproximación diagnóstica estará dirigida a la valoración del contenido uterino mediante ecografía, entendiendo que en ocasiones es difícil distinguir entre cotiledones retenidos y coágulos. El doppler color puede ayudar en esta diferenciación. 181 HEMORRAGIA POSPARTO El tratamiento es el legrado puerperal cuidadoso por el aumento del riesgo de perforación uterina sobre todo en presencia de endometritis. Una forma de hemorragia secundaria es la asociada a pseudoaneurismas vasculares en pacientes que han tenido partos instrumentales, cesáreas complicadas y legrados puerperales por restos placentarios retenidos. Se presentan como hemorragias intermitentes muy cuantiosas de origen arterial (sangre muy roja que sale con mucha fuerza) a las semanas o al mes de un parto. Se sospechará en una paciente con estas características en las que la ecografía muestra un útero vacío y el doppler un vaso dilatado próximo a la cavidad uterina. En estos casos se evitará el legrado por el riesgo de sangrado masivo. El diagnóstico definitivo se realiza mediante arteriografía y el tratamiento es mediante embolización del vaso afecto.(57) El sangrado posparto secundario puede ser una manifestación de una alteración congénita de la coagulación. En pacientes con enfermedad de Von Willebrand o hemofilia es preciso prolongar su tratamiento coagulante para evitar sangrados posparto secundarios.(20) CUIDADOS TRAS LA HEMORRAGIA POSPARTO La hemorragia posparto es una de las principales causas de morbilidad obstétrica grave, pero no de mortalidad materna en los países desarrollados. Esto es debido a la calidad de la asistencia intraoperatoria y posoperatoria.(4) Es habitual en estos casos el ingreso en la unidad de reanimación posoperatoria para el manejo de las complicaciones asociadas a la etiología del sangrado y a su tratamiento, que pueden acarrear secuelas permanentes físicas y psíquicas.(58) Paradójicamente, después de un episodio de sangrado obstétrico es fundamental la profilaxis tromboembólica con medidas físicas y posteriormente con medidas farmacológicas. La instauración de medidas profilácticas de la enfermedad tromboembólica venosa debe ser precoz comenzando con medidas físicas (medias de compresión mecánica o mediante dispositivos de compresión neumática intermitente) en los primeras horas hasta que el riesgo de hemorragia recurrente se haya reducido. Posteriormente se recomienda la adición de heparinas de bajo peso molecular (doble método) para aumentar la prevención del embolismo pulmonar. En el caso de que el riesgo tromboembólico sea muy elevado y persista el riesgo de sangrado podemos ajustar mejor la profilaxis farmacológica utilizando heparinas fraccionadas iv.(20,59) La duración de la profilaxis tromboembólica debe ser ajustada al riesgo de la paciente y en general debe superar en estos casos los 15 días poscirugía. 182 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 7 CONCLUSIONES • El diagnóstico precoz de la HPP y de su magnitud es fundamental para poner en marcha la respuesta multidisciplinaria y multiprofesional. • La comunicación clara y segura entre el personal implicado es fundamental en la correcta respuesta a esta emergencia. • Es preciso seguir unos algoritmos diagnóstico y terapéuticos escalonados. • Los tratamientos médicos sobre todo con altas dosis de oxitocina no son inocuos. • Convocar a personal experto que sea capaz de realizar un tratamiento quirúrgico complejo cuando este sea necesario. • Las técnicas de taponamiento y de capitonaje evitan histerectomías innecesarias. • La radiología intervencionista si está disponible es fundamental en las hemorragias causadas por desgarros en el segmento inferior. • El entrenamiento en el diagnóstico y manejo de la HPP mejora los resultados sobre todo si se hace utilizando la simulación. • Las hemorragias secundarias pueden ser también masivas. 183 HEMORRAGIA POSPARTO BIBLIOGRAFÍA 184 1. 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EPIDEMIOLOGÍA La incidencia de alteraciones en la adhesión placentaria ha aumentado alarmantemente desde el siglo pasado. Si algunos autores situaban su incidencia en 1/4027 en los años 70 del siglo pasado, los estudios más recientes del periodo 1982-2002 elevan esta incidencia a 1/533. Este incremento va paralelo al de la tasa de cesáreas y así aquellos países con mayor tasa de cesáreas informan de una mayor incidencia de acretismo placentario.(1-3) DEFINICIÓN Hablamos generalmente de acretismo placentario cuando nos referimos a la alteración en la adhesión placentaria que ocurre cuando la ausencia parcial o total de la decidua basal y de la capa de fibrina que la recubre (Capa de Nitabuch) provoca que la placenta se adhiera firmemente al útero.(4) 189 ALTERACIONES EN PLACENTACIÓN Histológicamente hay tres grados de adherencia: • Placenta Ácreta: Las vellosidades placentarias se adhieren al miometrio. • Placenta Increta: Las vellosidades placentarias invaden el miometrio. • Placenta Percreta: Las vellosidades placentarias superan la serosa uterina invadiendo órganos vecinos como la vejiga, el colon o el ligamento ancho. Esta clasificación no es demasiado útil ya que en condiciones reales todos estos grados pueden coexistir y pese a un estudio histológicos de la pieza podemos infraestimar el grado de adhesión. Es preciso también reconocer que la alteración de la adhesión placentaria puede afectar sólo a una pequeña porción de la placenta o puede implicar a toda ella. Por lo tanto, es importante reconocer que la extensión de la invasión en profundidad en el útero y el número de cotiledones placentarios implicados en la misma es lo que determinará el pronóstico.(5) A efectos prácticos en este capítulo nos referiremos a las alteraciones en la adherencia placentaria como acretismo placentario para distinguirlo mejor de las alteraciones en la implantación placentaria (placenta previa). FACTORES DE RIESGO Cualquier técnica quirúrgica que provoque cicatrices en el endometrio es factor de riesgo de alteraciones en la adherencia placentaria. Cuantas más agresiones quirúrgicas más probabilidades de padecerla. Todos aquellos factores de riesgo de placenta previa lo son de acretismo placentario. La coincidencia de placenta previa e implantación de la misma sobre una cicatriz de una cesárea anterior es el paradigma de esta asociación. Por su frecuencia y extensión, la cesárea previa es uno de los factores de riesgo más importantes. El aumento de las cesáreas ha llevado consigo el aumento lineal de los casos de acretismo placentario. La combinación cesárea anterior y placenta previa supone un riesgo elevado que aumenta de manera progresiva en función del número de cesáreas previas. Tras una cesárea anterior si en el siguiente embarazo hay placenta previa el riesgo de acretismo es del 3,3% frente al 40% si han sido tres cesáreas anteriores.(6) Los legrados por aborto son sin duda un factor de riesgo de acretismo placentario máxime si se realizan en malas condiciones, se complican con fiebre posquirúrgica y se utilizan legrados repetidos. Las pacientes pueden no referir como antecedentes estas intervenciones. Las placentas ácretas en localización posterior se asocian más a este tipo de intervenciones y se detectan menos antenatalmente porque las pacientes suelen ocultar que se han realizado interrupciones voluntarias del embarazo. Hasta el 40% de las placentas ácretas son de localización posterior.(7) 190 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 8 Actualmente con la extensión de diferentes técnicas intrauterinas como la histeroscopia quirúrgica que resuelve patologías como miomas submucosos, tabiques intrauterinos o el síndrome de Asherman, la termoablación endometrial, la embolización de las arterias uterinas o las técnicas de reproducción asistida son factores de riesgo a tener en cuenta en la anamnesis de la embarazada para poder focalizar nuestros esfuerzos diagnósticos en la detección del acretismo placentario.(7,8) Factores de riesgo • Cesárea anterior y placenta previa • Cesárea anterior • Placenta previa • Legrados repetidos • Ablación endometrial • Histeroscopia quirúrgica • Metroplastia • Edad materna avanzada • Embolización uterina • Síndrome de Asherman • Miomas submucosos DIAGNÓSTICO El diagnóstico prenatal de una alteración en la adhesión placentaria es la pieza clave en la planificación de la atención sanitaria. Como en todas las técnicas de imagen la sensibilidad de la técnica es muy operador-maquina dependiente. Con la extensión del diagnóstico prenatal fetal realizado por personal entrenado y que cuentan con ecógrafos de alta definición dotados con Doppler y 3D hemos ganado en el diagnóstico del acretismo placentario. Cuanto mejor es el diagnóstico prenatal fetal mejor suele ser mejor el diagnostico anteparto de esta patología.(8) Recientemente se han publicado 2 metaanálisis que establecen que la sensibilidad en el diagnóstico de placeta ácreta con ecografía y RNM es similar. Estos trabajos informan de sensibilidades para la ecografía que oscilan entre el 83%-90,7% para la ecografía con especificidades que oscilan entre el 88% y el 95%. Estos trabajos atribuyen la RNM una sensibilidad entre 82% y 90,7% y una especificidad de entre 88% y 96,6%.(9,10) 191 ALTERACIONES EN PLACENTACIÓN Ecografía El ecografista debe tener muy en cuenta la información clínica de la paciente y dedicar su atención a la inserción placentaria en pacientes con antecedentes de cirugía previa, placenta previa y sobre todo a las placentas anteriores sobre cicatriz previa de cesárea. La presencia de lagos vasculares intraplacentarios es el mejor signo ecográfico con una sensibilidad de hasta el 88%. Esta combinación de sospecha clínica junto con la ecografía en modo B y el uso del Doppler color nos pondrá en la pista de esta complicación. Las características sonográficas de las alteraciones en la adhesión placentaria incluyen • Lagunas intraplacentarias • Pérdida del espacio hipoecoico entre la placenta y el miometrio • Adelgazamiento del miometrio • Protrusión de la placenta. • Aumento de vascularización en el espacio vesicouterino por debajo de la serosa uterina • Vasos perpendiculares a la pared uterina Las características en RNM • Disrupción de la interfase placenta-miometrio • Impronta del útero en la vejiga • Señales de intensidad heterogénea dentro de la placenta • Adelgazamiento del miometrio ( < 1 mm) • Bandas oscuras intraplacentarias en T2 Resonancia nuclear magnética Las imágenes obtenidas con los equipos ecográfi cos más modernos y la limitación del uso de contrastes como el gadolinio han puesto en duda el uso rutinario de la RNM en la valoración del acretismo placentario. La RNM debe ser una técnica complementaria en casos de duda diagnóstica en la ecografía y sobre todo cuando tenemos que valorar placentas de inserción posterior o casos claramente sospechosos de acretismo placentario en la ecografía pero en lo que queremos valorar invasión de órganos adyacentes o del parametrio. También es útil en la valoración preoperatoria de placentas en los que se sospecha invasión muy focalizada y se desea plantear un abordaje 192 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 8 más conservador. Con la introducción de contrastes no ionizantes quizás su uso se extienda. El mejor signo de acretismo en la RNM es la disrupción de la interfase entre la placenta y el miometrio. Diagnóstico clínico En un reciente trabajo británico en 221 hospitales con 134 casos de acretismo se ha puesto de manifiesto que la mitad de los casos de acretismo placentario no son diagnosticados prenatalmente.(11) De estas pacientes en la que no se diagnosticó previamente un acretismo placentario el 80% (52/ 65) presentaron dificultades en la extracción placentaria tras un parto vaginal o cesárea. Un 15% (10/65) debutaron con una hemorragia anteparto y un 3% (2/65) con rotura uterina. No es infrecuente por tanto que en el seno de una cesárea por placenta previa aun en ausencia de un diagnóstico previo de acretismo placentario nos planteemos si hay o no acretismo. Antes de intentar la extracción manual placentaria es preciso valorar si nos encontramos ante un acretismo placentario. La extracción fragmentada de la placenta tras un parto vaginal o cesárea en casos de acretismo se asocia con una mayor pérdida de sangre cuando se compara con la histerectomía con la placenta in situ. En una cesárea la dificultad inicial en el desprendimiento de la placenta y la presencia de vasos gruesos debajo de la serosa nos debe poner sobre aviso de la posibilidad de que haya un acretismo. Clásicamente (aunque no hay estudios sobre su eficacia) en estos casos podríamos antes de proceder a un alumbramiento manual administrar 5 UI de oxitocina en 30 ml de suero salino directamente en la vena umbilical y esperar 10-20 minutos a que la contracción uterina desprenda la placenta. Si esto no ocurre y hay dificultad a la hora de extraer la placenta con una tracción suave es preciso replantearse la situación y prepararse para una hemorragia masiva si perseveramos en la extracción placentaria y existe realmente un acretismo placentario.(8) Manejo Una vez establecido este criterio general es preciso tener en cuenta que en función de disponer o no de un diagnóstico previo, del estado de la paciente, de sus deseos genésicos, de los medios disponibles y de la extensión del acretismo debemos preparar la cirugía siguiendo unos aspectos generales. Existe un consenso en literatura acerca de que el mejor abordaje de una placenta ácreta es dejarla in situ tras la extracción fetal ya que el intento de un alumbramiento manual provoca una hemorragia considerable. 193 ALTERACIONES EN PLACENTACIÓN Planificación preoperatoria En pacientes en los que haya una sospecha de acretismo placentario por pruebas de imagen es preciso establecer: 1. Experiencia del equipo y disponibilidad de otras especialidades 2. Extensión del acretismo 3. Edad gestacional 4. Planificación de la técnica quirúrgica 5. Deseo genésico de la paciente Nivel hospitalario y experiencia del equipo La atención a estas pacientes requiere de una estructura hospitalaria que disponga de, además de por supuesto de Obstetras y Anestesistas, otros servicios clínicos y centrales con suficiente capacidad y disponibilidad 24 h y entre los que se incluyen: 1. Banco de Sangre con suficiente capacidad de responder a una hemorragia masiva obstétrica 2. Radiología intervencionista 3. Unidad de Cuidados Intensivos de adulto y neonato 4. Urología 5. Cirugía General La mayoría de las guías internacionales sobre el tema incluyen a especialistas en ginecología oncológica entre el personal que debe ser convocado para el manejo de estos casos por la dificultad quirúrgica que se puede encontrar un obstetra en la pelvis de la paciente donde puede encontrase con la invasión del parametrio o la infiltración de la vejiga, (Ver más adelante).(12) Extensión del acretismo La extensión del acretismo y la profundidad de la invasión son de difícil valoración por medio de la ecografía. El abombamiento de la vejiga que en ocasiones se visualiza en la RNM no es sinónimo de placenta percreta y no es un buen signo de invasión vesical. La cistoscopia es la técnica de elección para descartar la afectación vesical y es necesaria en presencia de hematuria.(8) 194 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 8 Edad gestacional No hay ningún estudio que establezca la mejor edad gestacional a la que se debe finalizar la gestación. La decisión debe ser el fruto de un consenso entre todas las especialidades implicadas en función de las características individuales de las pacientes. En ausencia de un episodio de hemorragia uterina que precipite la actuación médica, lo ideal es la planificación de la cirugía. La cirugía programada sangra menos, presenta menor riesgo de hipotensión intraoperatoria y requiere menor cantidad de transfusión sanguínea. Hay que balancear el riesgo de hemorragia aguda inesperada con la morbimorbilidad neonatal por prematuridad. La mayoría de las instituciones que tienen capacidad para atender casos de esta entidad tienen unidades de neonatos que afrontan con garantías la atención a prematuros. No hay consensos sobre la realización de una amniocentesis para la determinación de la madurez pulmonar fetal en estos casos. Es útil en caso de placenta previa medir el cuello en la semana 32 ya que si la longitud cervical es menor de 30 mm aumenta el riesgo de hemorragia y parto prematuro.(13) La mayoría de los autores recomiendan que cuando se sospecha una invasión placentaria se debe realizar la cesárea entre la semana 34 y 35. Si la paciente ha estado asintomática durante el embarazo podemos alargar la gestación acercándonos a la semana 36 pero si la paciente ha tenido episodios de sangrado intermitente durante el segundo trimestre tiene más probabilidades de sufrir una hemorragia importante y antes de la semana 32. En estos casos se recomienda no prolongar la gestación más allá de esa edad gestacional.(14-16) PLANIFICACIÓN DE LA CIRUGÍA Una vez decidida la edad gestacional a la que se va a finalizar la gestación es preciso preparar a la paciente para la cirugía. Anestesia Si es posible se recomienda en estas pacientes el estudio preanestésico. Aunque la anestesia regional puede utilizarse con combinaciones epidural-espinal es preciso tener en cuenta que la tasa de conversiones a anestesia general es de hasta un 28%. Para cirugías largas con disecciones extensas y con la alta probabilidad de sangrado normalmente se utiliza la anestesia general con la implantación de un catéter epidural para el control del dolor perioperatorio.(17) 195 ALTERACIONES EN PLACENTACIÓN Hemoterapia Idealmente la paciente debe llegar a la cirugía con un hematocrito mayor de 30% y para lograrlo es precisa una suplementación con hierro y ácido fólico. En casos seleccionados es incluso necesario el uso de hierro intravenoso. La disponibilidad de sangre debe ser suficiente y es preciso el cribado de anticuerpos irregulares. Un mínimo de 6 concentrados de hematíes deben estar listos si son necesarios inmediatamente.(7) Existen diversas estrategias que se pueden utilizar cuando se prevé una pérdida importante de sangre. 1. Autotransfusión con sangre autóloga 2. Hemodilución autóloga normovolémica 3. Recuperación intraoperatoria de sangre Cateterización vesicoureteral En presencia de un acretismo placentario con posible implicación de la vejiga y en función de la alta frecuencia de lesiones vesicales o resecciones parciales muchos expertos recomiendan la cateterización de la vejiga con una sonda de doble canal para el lavado vesical y la distensión vesical con el fin de reconocer más fácilmente la plica vesicouterina. También se recomienda en caso de afectación parametrial la cateterización de ambos uréteres.(18) Cateterización vascular Recientemente han aparecido en la literatura varios trabajos en los que se propone el uso de balones intravasculares para el control vascular en caso de sangrado en pacientes que van a ser sometidas a cesáreas e histerotomía por acretismo placentario (Ver control vascular).(19) Posición de la paciente La técnica quirúrgica que combina la cesárea y la histerectomía con control de sangrado puede prolongarse mucho por lo que es importante la posición de la paciente. Se recomienda una posición en litotomía con perneras bajas para que podamos tener acceso por la vagina y comprobar el sangrado. Esta posición también ayudará al urólogo en caso de que necesite el acceso cistoscópico. Es preciso proteger las zonas críticas de la paciente para evitar el daño de los nervios periféricos por presión (por ejemplo en la cabeza del peroné). 196 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 8 La utilización de medidas mecánicas (por ejemplo compresión neumática intermitente) para la profilaxis intraoperatoria de la enfermedad tromboembólica es una medida recomendable ya que el riesgo tromboembólico posoperatorio de estas pacientes es alto y debido al riesgo potencial de resangrado posquirúrgico la profilaxis con heparinas de bajo peso molecular no siempre se puede administrar en el posoperatorio inmediato.(18) TÉCNICA QUIRÚRGICA La incisión recomendada para el mejor abordaje quirúrgico en un caso de acretismo placentario es la laparotomía media infraumbilical. En los casos en los que tras una incisión de Pfannenstiel necesitamos más espacio para el acceso quirúrgico es preferible la reconversión de esta incisión a una de incisión de Cherney. Hay que tener cuidado en no lesionar la vascularización anómala que se encuentra en la superficie uterina cuando entramos en el abdomen. La laparotomía media permite más campo para que un segundo ayudante comprima la aorta a nivel del promontorio como medida de control del sangrado (Ver más adelante).(19) CESÁREA La cesárea debe respetar el principio general de atención a estas pacientes y evitar la placenta. Para ello es muy recomendable que el cirujano conozca la situación precisa de la placenta y la evite. En caso de dudas se puede realizar una ecografía intraquirúrgica sobre el útero expuesto para diseñar la incisión que suele ser una histerotomía vertical fúndica evitando la placenta y sin disecar la plica vesicouterina para evitar sangrados. Extraer el feto y clampar el cordón a nivel de la inserción placentaria (aproximadamente a 4 cm) teniendo cuidado en no traccionar de la placenta. Se cierra la histerotomía dejando la placenta dentro y se prepara la histerectomía.(5) HISTERECTOMÍA La histerectomía es el procedimiento más utilizado en el manejo del acretismo placentario. Se trata de una intervención muy compleja por la posibilidad de sangrado masivo y la técnica quirúrgica se compara con la utilizada en casos oncológicos complejos.(19) Debemos separar dos grandes situaciones. Histerectomía urgente por sangrado masivo tras cesárea urgente Es el peor escenario posible. El sangrado masivo impide la visualización de un buen campo quirúrgico. Se recomienda un control vascular proximal y distal (Ver más adelante) antes de iniciar la ligadura y sección de los pedículos. El estado de la paciente es crítico y la posibilidad de coagulopatía de consumo es alta. 197 ALTERACIONES EN PLACENTACIÓN Si el acretismo afecta al segmento S1 (Ver descripción segmento S1 y S2 en capítulo de hemorragia obstétrica) podríamos realizar en un primer momento una histerotomía subtotal para en un segundo tiempo reevaluar la situación. Si el acretismo surge del segmento S2 es preciso una histerectomía total. Ante la dificultad técnica en la disección del espacio vesico-uterino o por la falta de experiencia en este tipo de cirugía muchos cirujanos realizan una histerectomía subtotal y manejan el muñón uterino con puntos en corona consecutivos alrededor del mismo. También son muy útiles los puntos de Cho que unen la cara anterior y posterior del muñón. (Ver técnicas de capitonaje en el capítulo de Hemorragia obstétrica). En este tipo de situaciones la posibilidad de complicaciones quirúrgicas con daño ureteral y vesical aumenta.(20) Es importante reseñar que el riesgo de resangrado es muy importante si se deja el segmento uterino inferior y el cuello en pacientes con acretismo en el segmento S2. La ligadura bilateral de la rama anterior de la arteria iliaca (hipogástrica) no es útil en estos casos como prevención del sangrado. La radiología vascular intervencionista puede ayudar en estas pacientes ya que los vasos que nutren el segmento S2 no son tributarios de este vaso. Es importante colocar drenajes intraperitoneales (no peritonizar para evitar que el sangrado se convierta en retroperitoneal) y una monitorización constante de los mismos. En caso de placentaciones posteriores pueden estar incluso implicadas arterias rectales superiores que entran a través de la reflexión posterior del peritoneo.(20) La rotura uterina espontánea puede ocurrir por una placenta ácreta y en función de la situación podemos i n c l u s o ab o r d a r u n t r a t a m i e n t o conservador. Normalmente se recurre a la histerectomía (total o subtotal) por la urgencia del caso. Foto 1 Foto 1 Pieza de histerectomía en paciente con placenta previa con sospecha prequirúrgica de acretismo. Cortesía Dr López Galián Histerectomía programada tras cesárea Es la situación ideal donde se han preparado todos los medios y personal. Técnicamente su difi cultad depende de la extensión del acretismo hacia órganos vecinos (sobretodo vejiga) y la afectación o no del parametrio. La histerectomía total es la técnica de elección. La disección de la plica vesicouterina y el control del sangrado son dos pasos quirúrgicos determinantes. 198 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 8 DISECCIÓN DE LA PLICA VESICOUTERINA La disección de la vejiga y el manejo seguro de los uréteres son tempos quirúrgicos muy importantes en la cirugía del acretismo placentario sobre todo en el caso de la placenta en la cara anterior sobre una cicatriz de cesáreas previas. Nos encontramos con una vascularización anormal, múltiples adherencias, un campo quirúrgico muy estrecho y ausencia de planos de disección. En el caso de acretismo placentario en cara anterior hay numerosas anastomosis entre esta anómala red vascular bilateral y los vasos uterinos intramiometriales lo que provoca la conexión de facto entre la vascularización vesical y la uterina. Son numerosas las anastomosis vasculares en el seno del músculo detrusor entre los vasos vesicales superiores que se originan en la iliaca interna y los vasos vesicales inferiores que se originan en la pudenda interna o en la iliaca interna. Para aislar estas conexiones Palacios Jaraquemada y con el objeto de realizar una histerectomía total, recomienda que es preciso separar la vejiga del útero.(20) El abordaje más seguro, según este grupo desde el punto de vista del control de sangrado, es la resección de una parte de la vejiga que esté adherida a la placenta pero ellos opinan que esto ocasiona morbilidad posterior al quedar la vejiga con un tamaño reducido. La disección del espacio retrovesical es técnicamente difícil si no se tiene experiencia. Por ello, este autor recomienda un abordaje retrovesical con la ligadura y sección de los vasos neoformados por parte de cirujanos expertos. La tracción de la vejiga y el uso de electrocoagulación con sellado vascular automático ayudan en esta tarea. Los vasos neoformados apenas tienen pared vascular y en ocasionales es difícil conseguir ligaduras vasculares seguras con hilo. Es muy poco frecuente que el trígono esté implicado en la extensión del acretismo o que haya una protrusión de tejido placentario en el interior de la vejiga. No es raro provocar con la tracción y la disección pequeños ojales en la vejiga que se solucionan con sutura absorbible de 000 y sonda 7-10 días. Es importante reseñar que aquellos casos de acretismo placentario en el que hay hematuria franca son especialmente graves ya que la posibilidad de una hemorragia masiva es mayor. No existe correlación entre lo que observamos en la cistoscopia preoperatoria y el grado de invasión vesical.(20) 199 ALTERACIONES EN PLACENTACIÓN CONTROL SANGRADO VASCULAR El control quirúrgico de un sangrado es la clave en el manejo del acretismo placentario. Podemos realizarlo de distintas formas, unas veces nos debemos alejar del campo quirúrgico para ocluir los vasos que nutren la pelvis (control vascular proximal) y en general debemos realizar una hemostasia quirúrgica en el campo operatorio. Control vascular proximal al campo operatorio • Compresión aórtica externa • Ligadura de la rama anterior de la arteria iliaca interna • Oclusión reversible con balones intra-arteriales Control vascular del campo operatorio • Oclusión vascular • Externa: Clampado y ligadura • Interna: Embolización • Compresión del lecho capilar • Taponamiento intrauterino • Suturas de capitonaje • Torniquetes • Resección del órgano: Histerectomía Oclusión de la aorta La aorta abdominal infrarrenal discurre sobre la columna vertebral cubierta por el peritoneo posterior y entre L4 y S1 ya no tiene más ramas que la división en arterias iliacas. En este espacio es posible comprimirla contra el plano óseo bien manualmente bien con instrumental especifico (Clamp de Satinsky). Es importante aplicar el control vascular proximal en esta zona de la aorta para no dañar las arterias lumbares que nutren la médula espinal. La compresión aórtica es muy eficaz en el control del sangrado distal. Ligadura de la arteria iliaca interna La ligadura quirúrgica de la rama anterior arteria iliaca interna para el control proximal del sangrado en el caso de las alteraciones de la placentación está en la actualidad muy discutida por varias razones. Si la placenta se sitúa en el segmento inferior del útero (S2) su vascularización muy probablemente vendrá desde una amplia red de anastomosis y vasos neoformados que dependen de la arteria pudenda interna que nace de la rama posterior de 200 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 8 la arteria iliaca interna y que proporciona el 90% del flujo al aparato genital por debajo de la reflexión del peritoneo.(20) Es preciso realizar un túnel debajo de la arteria y sobre la vena iliaca interna. Esta maniobra quirúrgica requiere experiencia y la lesión de la vena puede llevar a una hemorragia catastrófica que determine el pronóstico vital de la paciente ya de por sí comprometida. La ligadura debe ser bilateral ya que en las pacientes jóvenes hay una gran red de anastomosis entre los vasos que nacen de la rama anterior y los que nacen de la rama posterior lo que reduce la eficacia de este procedimiento. Arterias obturadora, glútea pudenda interna, vaginal, etc. La rama anterior de la iliaca interna es la puerta de entrada para la embolización mediante radiología intervencionista. Una vez ligado este vaso y en caso de resangrado no podemos acceder fácilmente con los catéteres endovasculares a la pelvis. La radiología intervencionista ha solucionado muchas de las indicaciones de este procedimiento. Oclusión intravascular reversible con balones Mediante radiología intervencionista y con el objetivo del control proximal de sangrado se pueden colocar balones intravasculares. Las primeras experiencias se realizaron en las arterias iliacas internas. Se colocaba un balón intravascular en cada una de las arterias que se hinchaba para ocluir el vaso en caso de necesidad durante la cirugía. Los trabajos aun no tienen un número de casos suficiente como para asegurar su eficacia y sin embargo esta estrategia no está exenta de riesgos ya que se han publicado complicaciones como roturas vasculares y trombosis que requirieron procedimientos vasculares de derivación y transfusiones masivas. Para evitar estas complicaciones algunos grupos recientemente han publicado experiencias con balones intraórticos colocados preoperatoriamente justo por encima de la bifurcación por medio de radiología intervencionista que se hinchan en caso de ser necesaria la oclusión de este vaso durante la cirugía. No hay todavía estudios lo suficientemente amplios como para recomendar esta estrategia.(21-23) 201 ALTERACIONES EN PLACENTACIÓN Técnicas de taponamiento Una de las primeras indicaciones del Balón de Bakri fue el uso en el sangrado poscesárea en la placenta previa. Aunque es en la atonía uterina donde se usa con mayor frecuencia en la actualidad hay trabajos que apoyan su utilidad en casos de sangrado posparto en los que se sospecha acretismo placentario tras la extracción placentaria. En estos casos podemos utilizar el balón de Bakri de igual forma que en otras indicaciones en combinación o no con técnicas de capitonaje.(24) Técnicas de sutura de capitonaje y torniquetes Las técnicas de capitonaje uterino tratan de simular las ligaduras vivientes de Pinard plicando la pared uterina para comprimir los vasos que discurren en el interior del miometrio. En el caso del acretismo placentario focal que se sospecha por zonas sangrantes en el miometrio denudadas de decidua tras el alumbramiento se utilizan suturas en los puntos sangrantes del miometrio empleando combinaciones de técnicas de sutura o utilizando puntos de sutura tipo Cho o Pereira desde el labio inferior de la histerotomía de la cesárea que se anclan en la cara posterior del miometrio.(19) Hay descritas técnicas de torniquetes alrededor del cuerpo uterino o del cérvix realizados con distintos materiales que se tensan y proporcionan un control temporal del sangrado.(25,26) Invasión parametrial A pesar de disponer de RNM y radiólogos expertos el diagnóstico de la afectación parametrial en un acretismo placentario sigue siendo intraquirúrgico. La cateterización ureteral es importante para el manejo seguro del uréter que puede estar desplazado de su situación anatómica habitual. En ocasiones el uréter puede estar estenosado por la comprensión externa del magma de vasos y no hay que forzar el paso de catéteres ureterales por el riesgo de sangrado. En estos casos se recomienda que en la cirugía esté presente un ginecólogo oncólogo por su experiencia quirúrgica en la disección del espacio paravesical y pararectal que son críticos en el manejo de estos casos. (19) ESCENARIOS TERAPÉUTICOS En la actualidad hay una gran heterogeneidad en la forma de abordaje de los acretismos placentarios no tanto por la dificultad en su tratamiento sino porque casi la mitad de los casos no son diagnosticados prenatalmente por lo que son tratados con diferentes medios y con distintos resultados.(27) Para simplificar las distintas formas de presentación y sus alternativas terapéuticas hemos establecido tres escenarios posibles resumiendo distintos protocolos.(5,12,18,28-30) 202 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 8 Escenario 1: Sospecha previa de Placenta ácreta con deseo genésico cumplido. Si logramos hacer un diagnóstico de sospecha prequirúrgico de placenta ácreta abordaremos el caso en una situación más ventajosa. La paciente será informada de esta patología y podremos determinar mediante pruebas de imagen la severidad de la invasión. En pacientes que no desean más hijos o en invasiones placentarias extensas se recomienda el abordaje de cesárea programada e histerectomía total puerperal en un centro con experiencia y personal cualificado.(26,29) Escenario 1: cesárea electiva para la placenta adherente. Medidas Preoperatorias Consentimiento Informado • Radiología intervencionista Reunión de equipo Multidisciplinar • Cirugía • Urología • Quimioterapia • Ecografía Pruebas complementarias a considerar • Ecografía + estudio Doppler • RMN • Cistocopia • Colonoscopia La incisión debe ser por laparotomía media La extración del RN a través de una incisión en el fondo del útero Resección conjunta de útero más placenta, puede ser útil la colaboración de un urólogo o de un cirujano vascular. 203 ALTERACIONES EN PLACENTACIÓN Escenario 2 : sospecha clínica de acretismo placentario intraparto o posparto. Uno de los escenarios más frecuentes es cuando hay una sospecha fundada de invasión placentaria en una placenta baja sobre cesárea previa en una paciente que se presenta con metrorragia anteparto o intraparto. Esta situación puede darse en un centro de pequeño tamaño con equipos de guardia sin la suficiente experiencia: Si no se puede trasladar a la paciente se recomienda: • Cesárea urgente a través de laparotomía media. • Histerotomía fúndica anteroposterior. • Extracción fetal. • Ligadura de cordón cerca de la inserción placentaria. • Histerorrafia en bloque. Miometrio y membranas juntas. • Cierre de histerorrafia y laparotomía. • Uterotónicos. • Analítica de sangre y antibióticos profilácticos. • Valorar traslado de la paciente a un centro con más medios. • Valorar tratamiento conservador vs. histerectomía total. Escenario 2: cesárea emergencia con diagnóstico inesperado de placenta adherida. ¿Cómo sospechar una placenta adherida en una cesárea de emergencia? Vascularización anormal que protruye a través de la pared del miometrio Consentimiento Informado • Extraer al bebé a través del fondo uterino • Cortar el cordón corto Reunión de equipo Multidisciplinar • No intente extraer la placenta • Cierre del útero en 2-3 capas • Vigilar al paciente en cuidados intensivos (UVI/ URPA) o trasladar al paciente al centro terciario 204 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 8 Dejar la placenta in situ es un procedimiento mucho más seguro en este escenario que intentar extraerla. Si hay un mínimo desprendimiento de la misma se recomienda también dejarla en su sitio. Podemos estudiar el caso en diferido mediante RNM con gadolinio y plantearnos un tratamiento conser vador del útero (ver más adelante). No hay descritas complicaciones hemorrágicas antes de las 72 horas de esta cirugía lo que nos da tiempo a trasladar a la paciente, a prepararla en condiciones para una histerectomía y a disponer de los medios humanos y materiales necesarios para realizarla. Foto 2 Vasos bajo la serosa uterina en el segmento inferior. Placenta previa. Alta sospecha de acretismo placentario. Cortesía Dr. López Galián. Escenario 3: Sospecha de acretismo focalizado y deseo genésico no cumplido. La generalización de los tratamientos intrauterinos y los legrados por abortos (en ocasiones ocultados por la paciente en la historia clínica inicial) ha generado que nos enfrentemos a casos en los que se sospecha un acretismo placentario y en los que la paciente desea tener más hijos. Existen algunas alternativas a la histerectomía en estos casos. Estas técnicas son eficaces en acretismos pequeños por defecto de pared pero no en caso de que la invasión placentaria sea extensa (algunos autores en centros de referencia establecen un límite inferior al 50% de la circunferencia del útero en ese punto para intentarlo).(18) Triple procedimiento En la literatura inglesa se propone que cuando hay una infiltración no muy extensa de la pared vesical y la paciente desea conservar el útero; una vez convenientemente informada de las posibles complicaciones podemos establecer una estrategia quirúrgica que se basa en tres pasos: Paso 1: Histerotomía transversa con extracción fetal evitando la placenta. El uso de ecografía intraoperatoria ayuda a elegir mejor la extensión de la incisión (dos dedos por encima del borde placentario superior). Paso 2: Devascularización pélvica profiláctica. Se puede utilizar cateterización de ambas iliacas internas por radiología intervencionista (ver antes) o ligadura de las arterias uterinas y útero ováricas. (Ver capítulo de hemorragia posparto). Se recomienda pasar un par de ligaduras sin anudar por cada rama anterior de la iliaca interna para ocluirla si es preciso. 205 ALTERACIONES EN PLACENTACIÓN Paso 3: Resección con tijera y en cuña de lado de la incisión uterina previa del miometrio que está adherido a la placenta. La porción superior de la cuña está libre de invasión trofoblástica y la porción inferior de la incisión sigue una línea horizontal a 2 cm de la plica vesicouterina. Se extrae en bloque el miometrio y la placenta adherida a él. Se evierte el labio inferior de este ojal en el útero y se retiran los restos de placenta adheridos a la cara posterior de la vejiga. Se dan puntos sueltos hemostáticos en el lecho sangrante tanto del labio inferior como de la cara posterior de la vejiga. Una vez conseguida la hemostasia que se beneficia del paso 2, se procede a la plastia uterina cerrado este ojal en dos capas como si de una histerorrafia poscesárea se tratase. Se dejan drenajes. Si se han utilizado los catéteres intrailiacos se desinflan los balones a las 4 horas y en caso de sangrado se procede a la embolización. La paciente precisa de un seguimiento de al menos 6 semanas con eco vaginal para ver la involución uterina.(5) Cirugía en dos tiempos Cuando en el seno de una cesárea existe la sospecha previa de acretismo placentario y la paciente no desea histerectomía es posible diferir ésta dejando la placenta in situ para planificar una resección quirúrgica posterior de la zona adherida y la reconstrucción de la pared uterina. Este abordaje cuyo principio es similar al utilizado en centros con pocos recursos permite una cirugía en dos tiempos separados 1 o 2 semanas. Palacios Jaraquemada y col.(18) plantean que cuando se reinterviene a la paciente para extirpar la placenta, la técnica quirúrgica es más fácil que si se intenta la resección de la placenta adherida en un solo paso en la cesárea. Se encuentran los vasos neoformados colapsados y el tejido entre la vejiga y el útero está más edematoso con lo que los planos de disección se encuentran con mayor facilidad. Si se produce un ojal en la zona uterina de invasión placentaria el sangrado es mucho menor que cuando esto ocurre en la cesárea. La disección del espacio vesicouterino y el desplazamiento inferior de la vejiga permite localizar el miometrio sano por debajo de la zona de invasión que permite tras la resección de la misma, la plastia uterina. Este autor propone que este abordaje es superior al tratamiento conservador propuesto por otros grupos. Hay ya descritos casos de embarazos a término tras este tipo de tratamiento quirúrgicos. Dejar la Placenta in situ Clásicamente el tratamiento conservador del útero con acretismo placentario y deseo genésico o en un entorno de falta de medios o de experiencia, consistía en dejar la placenta in situ tras una cesárea corporal y esperar con o sin tratamientos complementarios a la expulsión de la misma pasado un tiempo. La combinación de una técnica conservadora diferida con otras modalidades terapéuticas como el uso del metotrexato o la embolización sistemática están 206 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 8 muy discutidas y su evaluación excede el propósito de este manual. Recordar que esta estrategia no está exenta de riesgos y que ya se han publicado casos de hemorragias masivas diferidas, infecciones severas, coagulopatias graves y muerte por inyección en el cordón umbilical de methotrexate.(5) POSTOPERATORIO Las pacientes deben ser monitorizadas estrechamente en el posoperatorio. Si el tratamiento ha sido conservador y la placenta se ha dejado in situ se recomienda tratamiento antibiótico (amoxicilina-clavulánico) al menos 10 días.(29) Instaurar en todos los casos medidas de profilaxis de enfermedad tromboembólica venosa con heparina de bajo peso molecular tan pronto como el riesgo de sangrado inmediato se haya reducido. En pacientes con riesgo de sangrado alto se recomienda la implantación de medidas mecánicas de profilaxis como medias de compresión o la compresión neumática intermitente hasta la instauración de la profilaxis con heparina. En casos de muy alto riesgo de tromboembolismo se pueden combinar ambas medidas 207 ALTERACIONES EN PLACENTACIÓN BIBLIOGRAFÍA 208 1. Read JA, Cotton DB, Miller FC. Placenta accreta: changing clinical aspects and outcome. Obstet Gynecol. 1980;56(1):31–4. 2. Miller DA, Chollet JA, Goodwin TM. Clinical risk factors for placenta previa- placenta accreta. Am J Obstet Gynecol. 1997;177(1):210–4. 3. 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En A text book of Postpartum hemorrhage segunda edición. Editores. C B-Kynch,L Keith, A Lalonde, M Karoshi. Sapiens Publishing. 2012.3-18. 209 210 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 9 inversión uterina aguda. retención placentaria Autores Dr. Martínez Pérez, Dra. González Garzón Doña Marina Jaime Arranz INTRODUCCIÓN La inversión uterina es una complicación del parto vaginal o de la cesárea que aunque infrecuente, puede tener consecuencias fatales. El fondo uterino se invierte y se prolapsa hacia la cavidad uterina llegando incluso a salir por el cérvix alcanzando la vagina y el exterior.(1) La incidencia oscila entre 1/2000 y 1/50000 partos en función de las series consultadas. Su incidencia en los países desarrollados se ha reducido por la disminución de las grandes multíparas, que son más propensas a sufrirla y por la instauración de protocolos normalizados de asistencia al parto que han desterrado maniobras como la tracción del cordón, que eran el origen de muchos de estos casos. Con la instauración del alumbramiento dirigido la incidencia de inversiones se ha reducido a la cuarta parte pero esta complicación puede ocurrir incluso con un manejo adecuado del alumbramiento. Dos tercios de las inversiones uterinas ocurren tras partos vaginales y el resto en cesáreas. Tras una inversión uterina es muy poco habitual que ésta se repita en gestaciones sucesivas. (2) Foto 1 Inversión uterina 211 INVERSIÓN UTERINA AGUDA. RETENCIÓN PlACENTARIA. La mortalidad puede alcanzar el 15% y dada su rareza, son precisos programas periódicos de entrenamiento para detectarla y tratarla ya que el pronóstico depende de un diagnóstico precoz y de una conducta terapéutica rápida y decidida. La falta de tratamiento lleva a la hemorragia, el shock hipovolémico y la muerte.(2,3) Foto 1 ETIOLOGÍA En presencia de un útero no suficientemente contraído, la combinación de cérvix uterino dilatado y la tracción del fondo del útero, provoca el descenso del mismo y la inversión uterina. Factores de riesgo • Tracción excesiva del cordón umbilical • Maniobra de Kristeller • Maniobra de Crede • Cordón corto • Multiparidad • Acretismo placentario • Parto vaginal tras cesárea • Malformaciones uterinas • Macrosomía • Parto precipitado • Conectivopatías • Miomas uterinos en fondo • Extracción manual de placenta Podemos clasificar la inversión uterina en función de dos parámetros: Tiempo trascurrido desde el parto La inversión uterina puede ser: • Aguda: Durante la fase de alumbramiento o en las primeras horas del puerperio. • Subaguda: Pasadas 24 horas del parto. • Crónica: Una rara variante en la que hay una inversión tras más de 4 semanas del parto o en pacientes no embarazadas. 212 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 9 Nivel de descenso en la pelvis La inversión uterina puede alcanzar distintos niveles en su descenso y cuanto mayor sea éste, más fácil será su diagnóstico y más difícil su tratamiento. • Grado I: Fondo uterino no supera el orificio cervical interno y se queda dentro de la cavidad endometrial. • Grado II: Fondo uterino supera el orificio cervical externo permaneciendo en la vagina. • Grado III: Fondo uterino invertido alcanza el introito. • Grado IV: Fondo uterino arrastra la vagina que también se invierte. CLÍNICA Una vez el fondo uterino se colapsa a través del cérvix, se edematiza y congestiona lo que impide que sea fácil su reposición. La placenta puede estar adherida o no. El descenso del fondo uterino arrastra a los ligamentos redondos e infundibulopélvicos junto con los ovarios. Esta alteración anatómica provoca un gran dolor con una intensa estimulación del sistema nervioso autónomo lo que conlleva un shock neurogénico al principio del cuadro. Hay una discrepancia entre la severidad de este shock con bradicardia e hipotensión y la cantidad de sangrado observado. Si no se trata, comienza una hemorragia uterina debida a la atonía y/o desprendimiento parcial de la placenta (si aún está adherida) y en ausencia de mecanismos hemostáticos fisiológicos, la contracción miometrial no puede impedir el sangrado, y esto amplifica el cuadro de shock.(4) En las inversiones tipo I y II (o incompletas) se evidencia un útero más o menos palpable con una depresión en el contorno del fondo uterino; se toca a través del cérvix el fondo uterino que ha descendido. En las inversiones completas (tipos III y IV) se evidencia una masa en la vagina que en un principio es blanco rosácea pero cuando se edematiza, se vuelve azulada. La hemorragia puede no estar presente en un principio (sobre todo en los tipos I y II) pero pasado un tiempo, la gran mayoría de los pacientes (> 90%) sufre una hemorragia uterina y el deterioro de su estado hemodinámico depende mucho del intervalo entre la inversión y la reposición del útero.(5) El shock neurogénico puede ser muy precoz y en ocasiones es la única manifestación evidente, el dolor es muy intenso lo que puede llegar a provocar que la madre pierda la conciencia. Hay una bradicardia e hipotensión severa. Si el caso no se trata con premura este escenario de shock neurogénico se transforma con rapidez en un shock hipovolémico por el sangrado intenso que puede alcanzar rápidamente los 1200 ml. La transición de un tipo de shock con bradicardia de origen vagal a otro en el que prima la hipovolemia y que necesita de una respuesta simpática puede ocasionar la parada cardiorespiratoria del paciente. 213 INVERSIÓN UTERINA AGUDA. RETENCIÓN PlACENTARIA. ACTUACIÓN Tras el diagnóstico es fundamental preparar la reposición rápida del fondo uterino y en paralelo, establecer medidas de soporte para tratar el shock neurogénico y posteriormente el hipovolémico. Cuanto antes se intente la reposición del fondo uterino, más fácil será conseguirlo. Independientemente de si la placenta está todavía adherida o no, hay que seguir un algoritmo terapéutico de manera escalonada de diferentes maniobras para reponer el fondo uterino. • Comunicar de forma eficaz la emergencia (incluido a quirófano) • Tumbar a la paciente • Monitorizar a la paciente • Canalizar vías de grueso calibre • Petición de analítica preoperatoria y hemoderivados • Sueroterapia intensiva. 2 litros de cristaloides • Oxigenoterapia 10 litros/minuto • No intentar extraer la placenta si sigue adherida • Reposición del útero Es fundamental que el anestesiólogo esté alerta y aplique un protocolo basado en el ABC (vía aérea, respiración y circulación); ya que la situación puede ser extremadamente grave. Puede ser necesaria la inducción de una anestesia general urgente, con intubación orotraqueal y el uso de fármacos inhalatorios (sevoflurano) a elevadas concentraciones, para facilitar la reposición de útero a su lugar. La bradicardia se tratará con atropina y la hipotensión con fármacos vasoactivos. Puede ser útil el uso de nitroglicerina iv para relajar el útero y con ello facilitar la reposición de éste a su sitio. TÉCNICAS DE REPOSICIÓN DEL ÚTERO Reposición manual Sujetando con la palma extendida el fondo uterino invertido (con o sin la placenta), se presiona suave y constantemente éste hacia arriba para vencer la resistencia del cérvix y poco a poco se va elevando hasta conseguir su reposición. Una vez situado el fondo en su posición anatómica, la mano interna se hace un puño que presiona el fondo de la cavidad uterina mientras que la mano externa masajea el fondo a través de la pared abdominal. Una vez contraído el útero se retira la mano interna. Es recomendable instaurar una profilaxis antibiótica de amplio espectro. 214 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 9 La reposición manual es eficaz entre un 43% y un 88% de los casos en función del tiempo transcurrido. Si no es posible lograrlo con esta maniobra, se recomienda trasladar a la paciente a quirófano para las siguientes maniobras.(4) Tratamiento por presión hidrostática El mecanismo de reposición se basa en la creación de una presión hidrostática elevada en la vagina mediante la instilación de fluido en grandes volúmenes. Esta presión se trasmite al fondo uterino invertido y a la cavidad uterina logrando que el fondo vuelva a su posición. Para lograr una presión hidrostática suficiente es preciso introducir en la vagina entre 4 y 5 litros de líquido sin que se salga. Para ello utilizamos una ventosa obstétrica de silicona que se une a un sistema de suero. Las bolsas de suero salino a poder ser a 37º se sitúan a 150 cm por encima de la cabeza de la paciente. Se introduce la ventosa de silicona en el saco vaginal posterior, se ocluye la vagina con las manos y se procede a abrir los sueros. Son de mucha utilidad los sistemas de suero utilizados en la resectoscopia prostática. Esta maniobra se puede hacer con y sin la placenta in situ. Otra forma alternativa de crear presión hidrostática es el uso de un balón de Bakri dentro de la vagina que se va llevando hasta conseguir la reposición. Si las maniobras anteriores no funcionan es preciso intentar la reposición en quirófano mediante un procedimiento quirúrgico. Uso de tocolíticos en la inversión uterina El uso de tocolíticos para ayudar en la reposición está muy discutido porque en la gran mayoría de los casos se presenta una hemorragia uterina. El problema suele ser que el edema del fondo uterino hace que éste aumente su diámetro ya de por sí mayor que el del cérvix. El anillo cervical por lo tanto no es lo suficientemente amplio como para que el fondo puede reintroducirse con facilidad. Ante la falta de estudios, es preciso ser prudente y su uso debe ser en el quirófano con la paciente monitorizada. Puede ser suficiente una tocólisis de corta acción como con la nitroglicerina (100 mcg iv lenta) que nos da 90 segundos de margen. Los betamiméticos tienen una mayor duración. En caso de tratamientos quirúrgicos, una opción es el uso de anestésicos halogenados que producen relajación uterina. 215 INVERSIÓN UTERINA AGUDA. RETENCIÓN PlACENTARIA. Reposición quirúrgica Los procedimientos quirúrgicos se realizan mediante una laparotomía (incisión de Pfannenstiel como primera elección) y los podemos clasificar en: Procedimientos quirúrgicos de tracción: • Huntingdon: Se tracciona con dos pinzas de Allis la porción visible de los ligamentos redondos, que están incluidos en el fondo invertido. Si no son visibles los ligamentos redondos podemos utilizar Pinzas de Pozzi directamente en el miometrio para ejercer más fuerza. • Vacum: Una variante reciente en el manejo de la inversión uterina, es la utilización de una ventosa de silicona de cazoleta pequeña sobre la parte visible del fondo uterino. A continuación, se hace vacío y se tira de la ventosa para reponer el fondo. Sección del anillo de contracción • Procedimiento de Haultain: Se exterioriza el útero. Se realiza una histerotomía longitudinal en la cara posterior del útero sobre el anillo cervical. Se aplican dos pinzas de Allis en los ligamentos redondos. Se introduce un dedo dentro del útero a través de la incisión y en una maniobra coordinada se tira de las pinzas mientras empujamos con el dedo el fondo uterino hacia arriba. • Histerectomía: Es el último recurso pero debe considerarse cuando la causa de la inversión es un acretismo placentario. ACTUACIÓN TRAS LA REPOSICIÓN Independientemente de la maniobra utilizada, una vez repuesto el fondo uterino se administra oxitocina 5 UI iv y se instaura una infusión de 40 UI de oxitocina en un suero de 500 ml a 125 ml/hora. Hay que tener cuidado con el uso de dosis excesivas de oxitocina, por su efecto sobre el gasto cardiaco y la contractilidad miocárdica, en una paciente que está saliendo de un shock. Si la placenta se encuentra aún adherida es preciso restablecer el estado hemodinámico de la paciente y prepararse para una extracción manual de la placenta en quirófano. Es preciso recordar que el acretismo placentario es una de las etiologías de la inversión uterina y que podemos desencadenar una hemorragia al intentar separarla. La atonía uterina tras la reposición del fondo en ocasiones no responde al uso escalonado de distintos uterotónicos. El uso del Balón de Bakri y las suturas de capitonaje tienen las mismas indicaciones que en otras causas de atonía uterina y se ha descrito su uso con éxito, incluso para tratar la inversión uterina aguda que recurre tras una primera reposición. 216 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 9 RETENCION PLACENTARIA El alumbramiento (tercera fase del parto) es una fase crítica por su relación con la hemorragia obstétrica. Cuanto más tiempo tarde la placenta en salir más riesgo de hemorragia uterina. Sabemos que el tiempo que trascurre entre el nacimiento y la expulsión de la placenta es inversamente proporcional a las semanas de gestación. El tiempo medio de la tercera fase del parto para la expulsión del 90% de las placentas es de 14 minutos a la 40 semana y de 180 minutos en semana 20.(6) Clásicamente se ha establecido que si la placenta no se ha expulsado a los 30 minutos del nacimiento el riesgo de hemorragia posparto aumenta significativamente pero hasta un 40% de las placentas saldrán entre 30 m y 60 m con una pérdida solo de 300 ml de sangre. Por ello establecemos que una placenta se considera retenida cuando, tras un manejo expectante, ha pasado más de una hora tras el nacimiento y sigue en el interior de la cavidad uterina o si han pasado más de 30 minutos en el caso de que hayamos realizado un alumbramiento dirigido.(6) Su incidencia varía entre países y es más frecuente en países desarrollados (2,67% de los partos). La retención placentaria es la segunda causa de transfusión sanguínea posparto.(6) El uso del alumbramiento dirigido está reduciendo el intervalo entre el parto y la salida de la placenta pero no ha reducido el número de placentas retenidas. El aumento de las inducciones uterinas, de los nacimientos por cesárea y de las cirugías uterinas están elevando el riesgo de acretismo placentario y de placentas previas todas asociadas a retención placentaria.(7) Factores de riesgo • Inducción del parto • Multiparidad • Placenta pequeña • Parto prematuro • Antecedentes de cirugía uterina • Miomas • Placenta previa • Acretismo placentario • Retención de placenta en partos anteriores • Uso de ergóticos en la tercera fase del parto 217 INVERSIÓN UTERINA AGUDA. RETENCIÓN PlACENTARIA. MANEJO DE LA RETENCIÓN PLACENTARIA Existe una gran variedad de distintas técnicas, maniobras y “trucos” que se han ido trasmitiendo de generación en generación con dudosa evidencia científica. El aspecto más relevante en una retención placentaria es la preparación y prevención de las posibles complicaciones hemorrágicas que pueden suceder: 1. Valorar el sangrado actual y la pérdida durante el parto. 2. Valorar el grado de retención de la placentaria traccionando suavemente del cordón. 3. Valorar el tiempo transcurrido en función de la edad gestacional. 4. Asegurar el acceso venoso de la paciente. 5. Sondaje vesical. Oxitócicos en la placenta retenida No hay suficiente evidencia que apoye el uso de oxitócicos en la profilaxis ni en el tratamiento de la placenta retenida. No hay datos que apoyen el uso rutinario de la oxitocina a través de la vena umbilical en esta indicación.(8,9) Tocolíticos en la placenta retenida El uso de tocolíticos en el manejo de la placenta retenida debe limitarse a casos seleccionados en los que la contracción del cérvix uterino sea la causa de la no expulsión de la placenta ya separada del miometrio. También son útiles para permitir el acceso del cirujano al interior de la cavidad uterina durante la extracción manual de placenta. No hay evidencia que fuera de estas indicaciones sean de utilidad y por el contrario, pueden agravar la hemorragia uterina que acompaña a la retención placentaria. Los anestésicos halogenados, la nitroglicerina iv o sublingual y los betamiméticos pueden ser utilizados indistintamente pero en general, se usan los dos primeros por la rapidez de acción y su corta duración. Extracción manual de la placenta Indicamos la extracción manual de la placenta en presencia de hemorragia uterina o cuando se ha superado un plazo razonable para esperar a un alumbramiento espontáneo. En este momento es preciso valorar si hay riesgo de acretismo placentario en función de los antecedentes de la paciente. Nos deben hacer sospechar las placentas retenidas de localización anterior parcialmente insertas sobre cicatriz de cesárea previa, o aquellas de localización posterior en pacientes con antecedentes de múltiples legrados.(8) 218 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 9 Extracción manual de la placenta • Procedimiento en quirófano • Paciente en litotomía • Sondaje vesical si no se ha hecho antes • Anestesia regional • Hemoterapia preparada • Se recomienda control ecográfico • Introducir una mano en el útero y localizar el borde placentario mientras que la otra mano sujeta el fondo uterino • No tirar del cordón • Despegar suavemente la placenta del útero con el borde cubital de la mano interna. • La placenta va quedando apoyada en la palma de la mano y la muñeca • Una vez despegada, agarrarla y extraerla • Establecer una infusión de oxitocina 40UI en 500 ml suero salino a 125 ml/h • Comprobar con ecografía si el útero está vacío y en caso contrario proceder a un legrado puerperal • Comprobar la ausencia de desgarros en el canal blando del parto Cuando no podemos despegar la placenta y sospechamos un acretismo placentario, es preciso reevaluar el caso y en función del estado clínico de la paciente, el sangrado actual y los medios disponibles prepararnos para afrontar una alteración en la adhesión placentaria. (Ver capítulo correspondiente). De la prudencia de nuestra actuación en este punto, dependerá el riesgo para la vida de la paciente. 219 INVERSIÓN UTERINA AGUDA. RETENCIÓN PlACENTARIA. CONCLUSIONES • La inversión uterina es una emergencia obstétrica poco frecuente pero potencialmente muy grave. • La identificación del descenso del fondo uterino en una paciente con dolor intenso y un cuadro vagal acentuado es clave. • Tras ese cuadro vagal se desencadena una hemorragia obstétrica grave. • Un diagnóstico precoz es crítico para que el tratamiento sea menos dificultoso. • La escalada terapéutica incluye maniobras de reposición manual y quirúrgica. • La retención placentaria es una complicación frecuente y es una causa habitual de hemorragia obstétrica. • A la media hora del parto es preciso iniciar el protocolo de evacuación uterina aunque éste tiempo puede superarse en circunstancias individuales. • En la retención placentaria es preciso prever que se desencadene una hemorragia aguda. BIBLIOGRAFÍA 220 1. Baskett TF, Calder AA, Arulkumaran S. Acute uterine inversion. In: Green E, editor. Munro Kerr’s, Operative Obstetrics. 11th ed. Amsterdam: Saunders Elsevier; 2007. p. 243–9. 2. Baskett TF. Acute uterine inversion: a review of 40 cases. J Obstet Gynaecol Can. 2002; 24(12):953-6. 3. Senanayake H, Ranaweera P, Rishard M. Acute puerperal uterine inversion. En Obstetric and intrapartum emergencies. A practical guide of management Editores. E Chandraharan, S Arulkumaran. Cambrigde University Press. Cambrigde; 2013. p. 120-125. 4. Wykes CB Uterine inversion. En: Managing Obstetric Emergencies and Trauma. Eds Grady K, Howell C, Cox C.RCOG press; 2007. p. 239-244. 5. Acute uterine inversion. Module 13. En;Practical Obstetric Multi professional Training. Course Manual. Second edition. Editores. Winter C, Crofts J, Laxton C, Barnfiled S, Draycott T, RCOG press; 2012. p. 207-216. 6. Gunawardane K. Retained Placenta. Obstetric and intrapartum emergencies. A practical guide of management Editores. E Chandraharan, S Arulkumaran.Cambrigde; University Press. Cambrigde; 2013. p.132-137. 7. Amin P, Long A. En Management of the third stage of labor. En Bests Practice in Labour and Delivery, Ed Warren a S Arulkumaran. Cambrigde University Press. Cambrigde; 2009. p.153-159. 8. Irani S. Retained placenta. En: Managing Obstetric Emergencies and Trauma. Eds Grady K, Howell C, Cox C.RCOG press; 2007. p. 245-252. 9. Mori R, Nardin JM, Yamamoto N, Carroli G, Weeks A. Umbilical vein injection for the routine management of third stage of labour. Cochrane Database Syst Rev. 2012; 3:CD006176. MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 9 221 INVERSIÓN UTERINA AGUDA. RETENCIÓN PlACENTARIA. 222 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 10 Tr aumatismo obstétrico en periné y suelo pélvico Autores Dr. Cueto Hernández Dra. González Garzón de Zumárraga Dña. Iria Rodríguez de la Torre INTRODUCCIÓN La distensión del canal blando que ocurre durante el parto normal provoca traumatismos perineales. Pueden ser consecuencia de un rotura de los tejidos de forma espontánea, o como consecuencia de una incisión quirúrgica (episiotomía) realizada para evitar que esa lesión sea de mayor amplitud o que se produzca una extensión de esta incisión hacia una zona adyacente de mayor complejidad de su reparación. El uso de fórceps y ventosa es uno de los mayores factores de riesgo para el traumatismo obstétrico Podemos diferenciar varias formas de manifestarse estos traumatismos: o conllevan la ruptura del tejido dejando expuestas las lesiones (laceraciones o desgarros) o bien que ocurran pero sin producirse lesión superficial (hematomas), el sangrado se concentra en la zona lesionada produciéndose una progresiva deformidad, pudiendo autolimitarse o bien progresar y acabar drenando espontáneamente hacia la piel, mucosa o hacia el espacio retroperitoneal o una combinación de ambos. El manejo de los traumatismos obstétricos requiere el correcto diagnóstico, control del estado hemodinámico de la paciente (ver capítulos correspondientes), el adecuado control del sangrado de la zona y de la más precisa reconstrucción del área lesionada ya que las lesiones deficientemente reparadas del canal blando pueden provocar secuelas a largo plazo como incontinencia de orina, de heces y gases, prolapso de los órganos pélvicos, dolor pélvico y disfunciones sexuales. 223 TRAUMATISMO OBSTÉTRICO EN PERINÉ Y SUELO PÉLVICO MANEJO DEL DESGARRO PERINEAL La clasifi cación que describe los grados de lesión perineal es la propuesta por el RCOG (1) : • Primer grado: comprenden solamente la mucosa vaginal, la horquilla y la piel del periné. • Segundo grado: comprende el cuerpo perineal, lesionando el músculo transverso del periné ( incluso puede exponer el esfínter anal externo) • Tercer grado: además el esfínter del ano. - 3a: Rotura <50 % del Esfínter Anal externo - 3b: Rotura >50 % del Esfínter Anal externo - 3c: Rotura del Esfínter Anal Interno (además de la completa rotura del Esfínter Anal externo) • Cuarto grado: además se agrega la rotura de la pared anterior del recto. Foto 1 Foto 1 Desgarro de iv en simulador Sultan de sutura de trauma perineal. Se evidencian las capas a ser suturadas. • Lesiones en ojal: son las lesiones de mucosa vaginal y rectal sin lesión de los esfínteres. DIAGNÓSTICO Sin hacer un correcto diagnóstico corremos el riesgo de subestimar la lesión y suturar de forma inadecuada, produciendo graves secuelas cuya reparación diferida no alcanza tasas de curación equiparables a si se hubiera realizado correctamente en la primera intervención.(2, 3) Es importante el conocimiento de las estructuras anatómicas y ser capaces de identificar tales estructuras (siendo imprescindible la adecuada iluminación, que la paciente tenga un nivel de analgesia adecuado, disponer de al menos un ayudante, del instrumental y de las suturas necesarias). 224 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 10 La identificación anatómica precisa realizar un tacto vaginal y rectal y la irrigación con suero fisiológico para apreciar con más claridad las diferentes capas y otros músculos (la dirección de estos por ejemplo diferencia el transverso superficial del esfínter anal externo). La comprobación rectal (transfixión mucosa de alguna de las suturas), vaginal (no olvidar compresas ni gasas), y el sondaje vesical (descartar hematuria) debería ser práctica habitual en todos los partos que requieran algún tipo de sutura. TÉCNICA El uso de la episiotomía de forma restrictiva conlleva un aumento de los desgarros anteriores (parauretrales, uretrales, con afectación incluso de los plexos cavernosos y del clítoris).(4,5,6) Es importante resaltar la técnica de la realización de la episiotomía (cuando se precisa); si bien el estándar en caso de realizarla es la medio-lateral (ángulo con periné sin deformación más de 45 grados), en caso de pacientes con distancia himen-ano menor de 3-4 cm, valorar modificar el ángulo casi a 60 grados o incluso realizar episiotomías laterales o en “J”, asumiendo el mayor sangrado y el mayor dolor postoperatorio. Foto 2 Foto 2 Distintos desgarros y tipo de episiotomía en simulador de sutura perineal. PeriSurgicalSim desarrollado por Dr. Cueto Hernández y Dr. Martínez Pérez para Medical Simulator España. En la exploración previa a la identificación de lesiones tras un parto instrumental, según el instrumento empleado (7,8): • En caso de ventosas, descartar desgarros por atrapamiento de la vagina con la cazoleta, producen desgarros semicirculares con importante sangrado por arrancamiento del tejido atrapado. • En el caso de fórceps (y en ocasiones de espátulas), las lesiones laterales contralaterales y la rotura o avulsión del elevador deberían formar parte de la valoración y previa a la sutura individualizada del mismo. 225 TRAUMATISMO OBSTÉTRICO EN PERINÉ Y SUELO PÉLVICO En pacientes con edema vulvar importante (tras horas en dilatación completa), prestar especial atención a evitar el exceso de suturas y de la importante pérdida de sangre si se lesionan los plexos hemorroidales o ramas vaginales (tercio superior de la vagina). REPARACIÓN No se repara lo que no se diagnostica. Como recomendación general, emplear material reabsorbible de corta duración (ver excepciones más adelante), empleando el menor grosor posible y las suturas en continua sin cruzar. Aunque tradicionalmente los tipos de sutura que se empleaban (y se siguen empleando) son las continuas cruzadas y los puntos entrecortados, varios trabajos atribuyen el aumento del dolor tras la reparación a la isquemia que se produce al realizar la reparación. Al evitar estos tipos de sutura disminuimos en gran medida la necesidad de analgésicos.(9-11) En la Tabla 1 se resumen los tipos de desgarros y el material de sutura recomendado para cada caso.(12,13) Tabla 1: Técnica quirúrgica y materiales para sutura de desgarros del esfinter anal. ANATOMÍA 1 GRADO Mucosa vaginal y piel 2º GRADO Episiotomía Comprende el cuerpo perineal, lesionando el músculo transverso del periné y el bulbocavernoso (incluso puede exponer el EAS). Y si es profunda la rama pubococcígea del músculo elevador del ano. er 226 MATERIALES Equipo de partos básico (EPB) Equipo de partos básico (EPB). Equipo de revisión (parto instrumental o prolongación de la episiotomía en partos eutócicos) SUTURA Vicryl rapid 2/0 3/0 Vagina y músculo con Vicryl rapid 0 Piel 2-3/0 TIPO DE PUNTOS OBSERVACIONES Sueltos intradérmicos Si sangrado a pesar de la sutura revisar si reamente es 1er grado Continua sin cruzar Si edema o tejido friable lubrificar el hilo con vaselina neutra. MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 10 ANATOMÍA 3er GRADO A 3er GRADO B MATERIALES >50% EAS 3 GRADO C EAS y EAI TIPO DE PUNTOS OBSERVACIONES Término terminal (reparación) <50% EAS Equipo de partos básico (EPB). Equipo de revisión er SUTURA Además: pinzas de Allis y pueden ser útil separadores tipo retractor de Weislander. Vicryl convencional 2/0 o PDS 3/0 EAS : puntos sueltos con bordes superpuestos mejor que término terminal PDS 3/0 o Vicryl convencional 2/0 EAI : término terminal en continua sin cruzar Mucosa Término terminal en continua o puntos sueltos con los nudos hacia la luz del ano 4º GRADO Además Mucosa rectal Vicryl convencional 2-3/0 OJAL Mucosa rectal, EAI y vagina (sin lesión de esfínter externo) Vicryl convencional 2/0 o PDS 3/0 Identificación y sutura por capas para evitar fístulas Labios mayores Solo compresión o Vicryl rapid 2/0 3/0 Si bilateral: para evitar sinequias emplear vaselina 10-15 días /8h Uretra Vicryl convencional 2-3/0 Valorar si Sonda vesical permanente. Vicryl convencional 2-3/0 Identificar vaso sangrante y ligarlo específicamente. Evitar “exceso de puntos”. Atención: anemización importante ANTERIOR Clítoris EBP. Además Pinzas tipo mosquito. 227 TRAUMATISMO OBSTÉTRICO EN PERINÉ Y SUELO PÉLVICO CUIDADOS Para la adecuada analgesia empleamos antiinflamatorios no esteroideos (solos o en combinación con Paracetamol) incluso administrándolos vía oral resultan suficientemente efectivos, y con una baja incidencia de efectos secundarios. La escasa evidencia sobre la necesidad de administrar antibióticos (14,15,16) tras un Desgarro de EAS, no muestra diferencias significativas entre no administrar nada versus antibióticos que cubran una cirugía limpia - contaminada. Por nuestra parte somos partidarios de tratar con antibióticos por encima de desgarro IIIB, dado que una infección - dehiscencia podría complicar el desgarro e influir negativamente en su reparación en caso de contaminación. Las pautas que se recomiendan serian asociaciones de: Cefalosporinas 2ª o 3ª generación + Metronidazol, o Gentamicina + Metronidazol en pacientes alérgicas a la penicilina, la duración mínima de 5-7 días, inicialmente intravenoso y oral tras 72 h y sin signos de complicación ni fiebre. Es recomendable evitar el estreñimiento (impactación fecal) para evitar el esfuerzo defecatorio con laxantes orales (tipo lactulosa), y evitar la manipulación endoanal (supositorios y enemas), para no forzar la sutura al menos 10-15 días tras el parto. SEGUIMIENTO TRAS EL ALTA En el informe de alta se debe precisar el diagnóstico de la lesión perineal así como los tratamientos analgésicos, laxantes y recomendaciones de higiene que debe realizar la paciente. Además se debe revisar su evolución en las siguientes 6-8 semanas y valorar sintomatología (Urgencia defecatoria, incontinencia a heces - sólidas o líquidas -, persistencia del dolor, incontinencia de orina…), y según su evolución valorar estudios complementarios como ecografía endoanal o manometría rectal. La recuperación puede acelerarse si se reanudan los ejercicios de suelo pélvico (mejor aun bajo supervisión de un fisioterapeuta). TRAUMATISMO EN CÉRVIX La revisión sistemática del canal vaginal debería formar parte de nuestra práctica en caso de todos los partos instrumentales y siempre que se presente sangrado genital tras un parto de cualquier tipo. Se precisa: el instrumental adecuado (varios tipo de valvas y pinzas de anillas (tipo Forester), correcta iluminación y al menos un ayudante pueden evitar que pasemos desapercibidos desgarros o lesiones de las paredes vaginales, fondos de saco o del cuello (comisuras). 228 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 10 Una adecuada sistemática al realizar la revisión: mediante la colocación secuencial de pinzas de anillas visualizaremos el cuello del útero en su totalidad y luego, tras colocar una compresa, las paredes vaginales, no iniciar la sutura hasta haber completado la exploración. Las dislaceraciones vaginales y cervicales que presentan escaso manchado no precisan sutura. Los factores de riesgo a tener en cuenta son los partos precipitados, los partos instrumentales y el antecedente de haber tenido un cerclaje cervical en esa gestación.(17) Se debe realizar la sutura del desgarro cervical si sangra o si su tamaño es mayor de 2 cm, empleando sutura reabsorbible (nº 0), con puntos en “8”, o en sutura continua. Finalizada ésta se debería observar durante unos minutos, con el fin de asegurar que se mantiene una hemostasia adecuada. Cualquier desgarro cervical que se extiende por encima de los fondos de saco laterales (o no vemos claramente donde finaliza) puede indicar la posibilidad de rotura uterina. Por tanto, en estos desgarros altos que se extienden por los fondos de saco laterales, si el estado de la paciente se deteriora y no hay concordancia entre el sangrado estimado y el estado hemodinámico de la paciente, deberíamos realizar una laparotomía para valorarlo y suturarlo correctamente, además de comprobar la integridad de la vejiga y/o de los uréteres. Debemos tener en cuenta que los desgarros cervicales amplios o aquellos que tienen un componente vaginal asociado incluso tras su reparación, pueden cursar con la formación de hematomas por la persistencia del sangrado y ser susceptibles de embolización arterial selectiva para su control (ver más adelante).(18) HEMATOMAS OBSTÉTRICOS EN EL PERINÉ Y SUELO PÉLVICO Al no existir unanimidad en la definición y la variabilidad de clasifi caciones en la literatura resulta difícil estimar cual es la incidencia real. Incluso hay autores que afirman que ocurren hasta en el 50% de los partos eutócicos y que los hematomas graves (Pj. que requieren drenaje quirúrgico) ocurren entre 1:500-700 y que los muy graves (los de localización supraelevador) cifrarían su incidencia en 1:20.000 partos.(18) Aunque la mayoría se producen en partos instrumentales no es improbable que puedan ocurrir en partos eutócicos, con o sin episiotomía. Los principales factores de riesgo son la nuliparidad, expulsivo prolongado, macrosomía, embarazo múltiple, varices, preeclampsia y alteraciones de la coagulación (congénitas o adquiridas). 229 TRAUMATISMO OBSTÉTRICO EN PERINÉ Y SUELO PÉLVICO Las muertes maternas causadas por sangrado posparto cuyo origen sea el tracto genital inferior son poco frecuentes en el mundo desarrollado. En 2000-2002 Reino Unido (19) sólo informó de un fallecimiento por esta causa. Aunque no existen datos pero es probable que en países menos desarrollados sean muy superiores al carecer de menos infraestructuras y de recursos sanitarios.(20) CLASIFICACIÓN Por su localización y por su similitud en el manejo las agruparemos en: • Vulvares • Vaginales o paravaginales (por debajo del elevador del ano) • Supraelevador o retroperitoneales. Anatómicamente las arterias que irrigan el suelo pélvico son ramas finales de la arteria hipogástrica y presentan muchas anastomosis entre las de ambos lados y con vasos de otros territorios como los provenientes de la rama posterior de la ilíaca interna (ver capítulo 7). La localización de estos vasos, retroperitoneales y por debajo del útero puerperal complican en extremo su abordaje bien por vía vaginal, bien por vía abdominal. Hematomas Vulvares Se producen por lesión de las ramas finales de la arteria pudenda (rectales inferiores, perineales, labiales posteriores y uretrales, la arteria del vestíbulo, y las arterias del clítoris: profundas y dorsales), durante la episiotomía o tras desgarros perineales. Estos vasos se encuentran normalmente en la fascia superficial anterior (triángulo urogenital) o posterior (triángulo pélvico), y salvo que esté dañada la fascia, la formación del hematoma se produce hacia la piel donde el tejido subcutáneo ofrece poca resistencia. Si la presión del interior del hematoma aumenta se puede producir la necrosis superficial de la piel y conducir a hemorragia externa (21). En caso de localizarse donde se produjo una lesión cutánea es muy posible que el drenaje espontáneo se produzca en la zona donde se realizó la sutura (entre los puntos). La clínica más frecuente es la presencia de una tumoración de crecimiento rápido en las primeras horas tras el parto rápido muy dolorosa, a tensión y habitualmente cubierta por la piel con coloración violácea (22). Debemos de tener en cuenta que un hematoma vulvar puede ser una extensión de un hematoma vaginal que ha diseccionado a través del tejido subcutáneo laxo de la vulva, si existe lesión de la fascia (superficial) y por tanto comunicación con el espacio paravaginal el efecto masa (desplazamiento de vagina o de recto ) deben ser examinados y descartados. 230 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 10 Su diagnóstico es clínico y es conveniente descartar la progresión y la coexistencia de hematomas (extensión de los mismo), así como la estabilización de la paciente (ver más adelante). Si nos encontramos con un hematoma vulvar exclusivo, su manejo suele ser inicialmente conservador, mediante medidas analgésicas y hielo local. Si son pequeños y autolimitados con estas medidas suele ser suficientes. No existen estudios que sustenten cuándo se debe intervenir quirúrgicamente, y de lo publicado los criterios serían: mal control del dolor, rápido crecimiento, riesgo de “necrosis” de la piel, tamaño superior a 4-5 cm, anemización progresiva o sangrado persistente… La intervención consistiría en la apertura de la piel sobre el hematoma, la evacuación del coágulo y la irrigación del lecho para tratar de visualizar el lugar del sangrado, lo más habitual es que no se encuentre (plexos venosos), y que se deba reconstruir el lecho con puntos (los menos posibles: para evitar el riego de infección) aproximación con de 2/0 material reabsorbible. Estas medidas suelen ser suficientes para evitar que se reproduzca, además se podrían realizar vendajes compresivos (en “X”) o situar pesos que compriman externamente la zona (saco de arena o sueros envasados en bolsas). En localizaciones de hematomas periclitorideos o periuretales es imprescindible el sondaje vesical para evitar la lesión-compresión de la uretra. Además en este área sería recomendable evitar el exceso de suturas debido a que se asocian con importante dolor (retracción) incluso si no sangran o su tamaño no fuera grande permitir el cierre por 2ª intención. Hematomas Vaginales (infraelevador) Son el resultado de lesiones en las ramas distales de la arteria uterina, principalmente la rama descendente (22,23). Se asocian con más frecuencia a partos instrumentales o a maniobras de rotación de la cabeza fetal (24), pero también puede ocurrir durante el parto espontáneo. A diferencia de los hematomas vulvares, la vascularización está rodeada por tejido laxo y puede acumular una gran cantidad de sangre (espacio paravaginal o fosa isquiorrectal). Los hematomas vaginales / paravaginales también se extienden dentro de la parte superior de la cavidad vaginal, y pueden ocluir su lumen. Extensión y disección en el retroperitoneo pueden ocurrir y formar un tumor palpable por encima del ligamento de Poupart. La disección puede extenderse cranealmente e incluso alcanzar el margen inferior del diafragma. De forma similar a los Hematomas vulvares el dolor unido a la presión rectal en las horas siguientes al parto (menos de 24h) suelen ser los síntomas más habituales. 231 TRAUMATISMO OBSTÉTRICO EN PERINÉ Y SUELO PÉLVICO Incluso puede requerir anestesia con el fin de permitir un examen a fondo, como en los hematomas vulvares, pueden estar asociados con un dolor y malestar fuera de proporción con el tamaño de la lesión debido a la sensibilidad de este área. Sin embargo, si el hematoma paravaginal ocupa la zona de la fosa isquiorrectal, las manifestaciones clínicas pueden ser las de la progresiva inestabilidad hemodinámica por sangrado que, si no se diagnostica precozmente, acabe por producir un shock hipovolémico. El examen mediante el tacto rectal - vaginal combinado suele ser muy útil, pues suele evidenciar la presencia de una gran masa que protruye en la vagina-recto y permite así su diagnóstico.(25) Aunque habitualmente las pruebas de imagen no son necesarias, ante hematomas importantes o con grave repercusión, la realización de ecografías (seriadas) para valorar crecimiento o progresión, pueden ser útiles (ver más adelante). Aunque la prueba que mejor nos puede localizar y sobre todo excluir la presencia de un hematoma retroperitoneal asociado es un TAC. Si se realiza con contraste intravenoso (fase arterial) nos ofrece la posibilidad de localizar el punto arterial sangrante y por tanto si se podría o no beneficiar de la embolización selectiva mediante radiología intervencionista.(21,26-29) Al igual que en el caso de los hematomas vulvares, hay pocos trabajos y de limitada evidencia (2C) en los que se evalúe el manejo conservador-quirúrgico. En las pacientes con hematomas sintomáticos de más de 4 cm y descartado en principio su extensión retroperitoneal se recomienda su evacuación quirúrgica. El hematoma debe ser drenado a través de la vagina en la zona de máxima distorsión o en la zona donde previamente se suturó el desgarro (más frecuente: en paredes laterales o en el ángulo superior de la episiotomía). Tras la evacuación de los coágulos la irrigación con suero ayudará a buscar el vaso o vasos lesionados para intentar ligarlos, lo que a veces no ocurre. La exploración de la cavidad y la cantidad de sangrado puede replantear la posibilidad de realizar un acceso laparotómico si se sospecha un origen no abordable por vía vaginal o ante una sospecha de progresión retroperitoneal previamente no confirmada. En los hematomas paravaginales localizados no existe acuerdo en que es más eficaz si el cierre de la cavidad mediante puntos de aproximación o si colocar drenaje y el taponamiento vaginal (para un cierre por segunda intención), dado que el riesgo de reaparición del hematoma o la infección local son las complicaciones que podrían ocurrir en ambos casos. Debe de ser tenido en cuenta, si se decide reaproximar el defecto, la proximidad de estructuras como la vejiga, el recto y los uréteres, tanto si se realizan suturas profundas como si se usa electrocoagulación para hacer hemostasia, por el riesgo de fístulas o atrapamientos. En caso de realizar el cierre de la cavidad la mayoría realiza una sutura por capas (puntos sueltos) y de la vagina en continua (cruzada o no según el sangrado del borde vaginal) con material de reabsorción rápida (2/0). 232 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 10 El taponamiento vaginal mediante compresas (anudadas para facilitar su extracción) impregnadas en soluciones antisépticas con vaselina o pomadas antibióticas, o dentro de una bolsa (se pueden retirar secuencialmente para evaluar la reaparición del hematoma) puede ser una opción (30-32). La colocación de un balón tipo Bakri, (lo preferimos mejor que uno tipo Rüsch (33) o Blakemore-Sengstaken (34), ya que además permite la evacuación de los loquios procedente del útero). En caso de colocarse, el deshinchado debería ser progresivo. Otros autores proponen introducir en un guante un manguito de tensión arterial y aumentar la presión hasta 10 mmHg por encima de la presión sistólica de la paciente manteniéndolo hasta un máximo de 32 horas, para su retirada ir disminuyendo la presión de 10 mmHg tras las primeras 8 horas.(35) Si dejamos tapamiento es imprescindible la colocación de una sonda urinaria para garantizar el adecuado vaciamiento vesical. En caso de hematomas muy grandes en que por la proximidad de estructuras nos planteemos dejar un drenaje, deberíamos emplear aquellos de “circuito cerrado” con salida en una zona alejada a la sutura de cierre de la vagina. Hematomas Supraelevador con extensión retroperitoneal En comparación con los otros tipos de hematomas éstos son mucho menos frecuentes y están causados por una lesión en las ramas de la arteria y/o vena ilíaca interna. Las causas relacionadas con el parto más comunes son (22) la laceración de una arteria uterina en casos de ruptura uterina, partos precipitados, partos tras cesáreas previas o parto instrumentales y por la extensión de un hematoma paravaginal.(36) Si la hemorragia se produce por lesión arterial su evolución es rápida y puede ser muy grave y conducir a la inestabilidad hemodinámica inmediata. En los casos en los que el origen es venoso (o los que son extensión de un hematoma infraelevador) la instauración del cuadro suele ser más larvada pero aun así progresiva y abocando igualmente shock hipovolémico. Aunque puede ser inicialmente asintomático, la progresiva aparición de taquicardia, hipotensión y signos de inestabilidad hemodinámica por hipovolemia que no se corresponde al sangrado vaginal, debe hacernos sospechar la existencia de este cuadro dado que su progresión retroperitoneal entre los pliegues del ligamento ancho pueden acumular enormes cantidades de sangre desencadenando un shock e incluso el fallecimiento de la paciente. Aunque por lo general no suelen presentar dolor, pero si se presenta suele ser inespecífico de localización lumbar. La paciente se encuentra muy agitada y hay una discrepancia entre su estado hemodinámico y la cantidad de sangre que a simple vista ha perdido. La distensión abdominal no es un signo de hematoma retroperitoneal en una puérpera. La interposición del útero posparto impide que la ecografía abdominal o vaginal sea de utilidad y una ecografía normal no da 233 TRAUMATISMO OBSTÉTRICO EN PERINÉ Y SUELO PÉLVICO una falsa sensación de seguridad.Además, y debido a que suele asociarse con partos instrumentales, puede pasar desapercibido o considerado como normal. Aunque la revisión del canal y las pruebas de imagen pueden ser fundamentales para el diagnóstico no debemos olvidar que la estabilización de esta paciente debe ser prioritaria (ver capítulo 7) y que la colaboración estrecha con el anestesiólogo es fundamental. El TAC inicialmente y un estudio angiográfico selectivo como ya comentamos anteriormente, son las pruebas que nos confirman la presencia del hematoma retroperitoneal e identifican el vaso sangrante. Si la paciente está estable nos dan la posibilidad de embolizar el vaso arterial lesionado. En casos de desgarros extensos suelen combinarse cirugías urgentes y procedimientos radiológicos en zonas en las que no es posible una hemostasia quirúrgica. Como en los casos previos y en los eventos urgentes (riesgo vital) la evidencia es limitada, los estudios a posteriori (near-miss o MMAS) revelan más dificultades en el diagnóstico y por tanto, retrasos en la realización del procedimiento terapéutico. (37) Posibilidades de Manejo (22): 1. Conservador (observación y tratamiento de soporte) 2. Laparotomía exploradora (36). 3. Procedimientos vasculares (embolización arterial)(25) Laparotomía exploradora Se requiere en casi todos los casos de hemorragia retroperitoneal puerperal. El manejo conservador descrito en casos muy seleccionados nos permitirá -ante la sospecha de hematomas retroperitoneales- la posibilidad de evitar la cirugía, y realizar una embolización, sin embargo si la paciente no estuviera estable o si sospechamos sangrados tras una cesárea (Test de compresión negativo, por inadecuado o insuficiente afianzamiento de los ángulos, desgarros laterales con lesión de vasos uterinos o si sospecha una rotura uterina) la laparotomía sería imprescindible para la reparación o ligadura directa de los vasos lesionados. La incisión recomendable seria una laparotomía media infraumbilical. Si nos encontrásemos tras una cesárea, se podría acceder por la misma incisión ampliándola mediante la sección de los rectos a nivel de su inserción ligamentosa púbica (Cherney), para la mejor exploración y lograr un acceso más cómodo, por si fuera necesario la ligadura de las hipogástricas. El hallazgo de un hematoma retroperitoneal extenso puede comprometer el tono uterino y la posibilidad de histerectomía debe ser considerada si la pérdida de sangre asociada por la atonía secundaria no puede ser manejada con técnicas 234 MANUAL PR ÁCTICO DE EMERGENCIAS OBSTÉTRICAS Capítulo 10 de capitonaje o de ligadura vascular selectiva (Ver capítulo 7). La búsqueda del vaso lesionado, mediante la apertura del espacio retroperitoneal sería la opción ideal, aunque puede resultar difícil. Si no se lograra encontrar el vaso o la situación de la paciente es crítica se debería realizar la ligadura de la arteria hipogástrica ipsilateral, que generalmente detiene el sangrado y evita demoras en el control del sangrado. Si el sangrado no responde a la ligadura ipsilateral, se debe realizar la ligadura contralateral por la amplia red de colaterales y anastomosis. Localizar el uréter es crítico en este tipo de intervenciones para evitar lesionarlo Si a pesar de los anteriores el sangrado persiste se pueden emplear sellantes vasculares y/o colocar un taponamiento pélvico, mediante la colocación de compresas o paños quirúrgicos o en una bolsa estéril para su extracción sin requerir una relaparotomía: apertura de la incisión laparotómica o a la vagina abierta si se realizó una histerectomía total. El taponamiento pélvico se debería extraer o cambiar en las siguientes 24 a 48 horas, con cuidado para evitar la disrupción del coágulo y el resangrado del lecho. Embolización arterial selectiva Es eficaz para el control de la hemorragia uterina después del parto, tanto tras atonía uterina, de un trauma obstétrico, o de forma secundaria (de rescate) cuando la cirugía no ha conseguido el completo control de la hemorragia o ésta reaparece. Su principal limitación es que precisa que la paciente se encuentre estable, situación que limita principalmente su uso (22, 36-42) CONCLUSIONES • El trauma perineal provoca hemorragias posparto severas y puede tener secuelas a largo plazo en el control de esfínteres. • Es imprescindible un buen diagnóstico de la extensión de los desgarros perineales y repararlos con una técnica quirúrgica adecuada. • Los hematomas infraelevador provocan un efecto masa y dolor intenso que deben ser reconocidos en el puerperio inmediato. • Los hematomas supraelevadores pueden ocasionar sangrados retroperitoneales de difícil diagnóstico y tratamiento. • La Radiología intervencionista es fundamental en el tratamiento del sangrado tras trauma obstétrico pero precisa de la estabilidad hemodinámica de la paciente. 235 TRAUMATISMO OBSTÉTRICO EN PERINÉ Y SUELO PÉLVICO BIBLIOGRAFIA 236 1. Sultan, AH. Obstetric perineal injury and anal incontinence (editorial). Clin Risk 1999; 5:193. 2. Thakar R. and Sultan AH. 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Saturación de O2 ..... % S Me preocupa: TA TAS>160 ó TAS<90 TAD>100 FC >120 <40 FR <10 ó >30 Sat O2 ..... % Temperatura de ..... ºC Temperatura ..... ºC Orina <100ml/h en las últimas 4 horas Proteinuria +++/+++ Sangrado Vaginal Anteparto Postparto Monitorización Fetal intraparto RGCT poco tranquilizador/patológico Lactato Materno es ....... mmol/dl pH fetal intraparto es de .... a las .... (hora) A Antecedentes (resumen de la historia clínica) La paciente es: Primípara/multípara/gran multípara Edad Gestacional ..... Único/Múltiple Cesárea previa Feto Maniobras de Leopold Altura uterina ..... cm. Presentación ..... Palpación de partes fetales ..... FCV ..... lat/min RGCT Normal/Poco Tranquilizador/Patológico Gestación (no de parto) Complicaciones durante la gestación: .......... Trabajo de Parto Espontáneo/Inducción (por .....) CIR/PEG Preeclampsia/Diabetes/Sangrado anteparto/Disminución de Mov. fetales Oxitocina Última exploración vaginal ..... hora. Dilatación cervical ..... cm. Plano y posición de la presentación Bolsa íntegra. Meconio. Sangrado vaginal activo Alumbramiento correcto/Placenta retenida/Membranas desgarradas Puerperio Fecha y hora del parto Tipo de parto ............. Trauma Obstétrico .......... Útero. Alto (0+1). Atonía. Útero blando (responde parcialmente) Sangrado quirúrgico (abdominal/perineal) Tratamiento administrados ya o administrándose en este momento V Valoración Creo que el problema es ...... No tengo claro qué le ocurre a la paciente pero no está bien y hay que hacer algo oR Órdenes/Recomendaciones Creo que debería ser valorada la paciente inmediatamente Creo que la paciente debería ser trasladada al Paritorio/Expectantes/REA... Creo que se debería finalizar la gestación .......... A quién informa y cuál es su respuesta 239 Parada cardiaca materna. Primera respuesta • Activar el equipo de parada cardiaca materna • Documentar el tiempo desde la parada • Colocar a la paciente en decúbito supino • Comenzar compresiones torácicas según algoritmo BLS: (colocar manos más altas en esternón) Respuesta secundaria Intervenciones maternas Tratar según algoritmos básico y avanzado • No retrasar desfibrilación • Fármacos y técnicas propias del ACLS • Ventilación con O2 100% • Monitorizar curva CO2 y calidad de RCP • Cuidados post-parada (cuando proceda) Modificaciones maternas • Vías venosas supradiafragmáticas • Si hipovolemia: Administración de líquidos IV • Anticipar vía aérea difícil: expertos para manejo vía aérea • Si la paciente está con Mg: STOP y administrar cloruro cálcico 10ml al 10% o gluconato cálcico 30 ml al 10% • Continuar con RCP completa (RCP, postura, desfibrilación, fármacos), durante y tras la cesárea Intervenciones obstétricas con útero grávido obvio • Desplazamiento uterino izda (evitar compresión Ao-cava) • Retirar monitores fetales (internos y/o externos) Intervenciones maternas • Si no hay recuperación en 4 minutos de esfuerzos de reanimación: considerar cesárea urgente • Objetivo: Nacimiento dentro de los primeros 5 minutos del inicio de reanimación • Un útero grávido visible es suficiente para provocar una compresión Ao-cava Investigar y tratar posibles factores contribuyentes (BEAU-CHOPS) • Hemorragia/CID • Embolismo: coronario/pulmonar/amniótico • Complicaciones anestésicas • Atonía uterina • Enfermedad cardiaca (infarto-isquemia, disección Ao, cardiomiopatía) • Hipertensión/preeclampsia/eclampsia • Otras: diagnóstico diferencial de guías ACLS • Placenta previa/abruptio • Sepsis 240 Algoritmo actuación en el embolismo de líquido amniótico. Valoración de la presencia de respiración espontánea y pulso Activar código de parada cardiorrespiratoria en gestante Iniciar reanimación cardiopulmonar básica (30:2) Administrar oxígeno • Intubación para administrar oxígeno con suficiente saturación Manejo del shock cardiogénico • Reanimación cardiopulmonar avanzada • Epinefrina 1mg iv • Si ineficaz seguir RCP Fluidoterapia Monitorizar Pulsioximetría EKG Finalizar el embarazo • Lo antes posible ya que hay un riesgo de hipoxia fetal Restricción de fluidos hasta que podamos monitorizar las presiones venosas centrales Manejo de la coagulopatía • Antifibrinolíticos: ácido tranexámico • Factor VII como último recurso 241 Anestesia en preeclampsia. Abordaje perioperatorio de la gestante con preeclampsia Preeclampsia Preeclampsia leve-moderada Eclampsia Preeclampsia grave ¿Compromiso materno o fetal? Presión intracraneal normal Presión intracraneal aumentada No signos de sangrado Signos de sangrado Plaquetas >80.000/mm3 No Considerar anestesia regional. 242 Plaquetas descendiendo <80.000/mm3 Sí Considerar anestesia general. Anestesia regional si se puede Considerar anestesia regional. Evitar anestesia regional. Considerar anestesia general Algoritmo diagnóstico diferencial HAP. Hemorragia Anteparto Ecografía Placenta previa Dolor abdominal continuo o no relajación del útero con las contracciones Hemorragia coincidente con rotura de bolsa Si cirugía previa considerar rotura uterina DPPNI Vasa previa 243 Escenario 1: Parto eutócico y Hemorragia puerperal. PARTO EUTÓCICO Hemorragia Obstétrica Uterotónicos Ác. Tranexámico DESCARTAR TRAUMA TEJIDO Persistencia del sangrado CONSIDERAR REVISIÓN BAJO ANESTESIA CONSIDERAR COLOCAR BAKRI SI SE DESCARTA LESIONES DEL CANAL DEL PARTO ACCESIBLE REPARACIÓN MEDIANTE SUTURA +/- TAPONAMIENTO SI LESIÓN O DESGARRO DEL CANAL DEL PARTO NO ACCESIBLE 244 EMBOLIZACIÓN O SI NO ES POSIBLE COMPRESIÓN AÓRTICA - LAPAROTOMÍA - VARIAS TÉCNICAS POSIBLES. ATENCIÓN A LAS POSIBLES LESIONES DE LOS URÉTERES Escenario 2: Parto Instrumental y Hemorragia puerperal. Parto mediante Ventosa y Hemorragia Obstétrica Parto mediante Fórceps y Hemorragia Obstétrica Lesiones del tracto genital inferior pueden estar asociados con desgarros perineales 3er y 4º grado Si el sangrado no se controla a tiempo, la paciente puede desarrollar una coagulopatía, pueden coexistir el trauma y la atonía uterina Reparar las lesiones y realizar la hemostasia tan pronto como sea posible y bajo anestesia. Los desgarros típicos suelen ser semicirculares por atrapamiento de la vagina al aplicar la ventosa En algunos casos puede ser necesario un taponamiento vaginal. Si la hemorragia es masiva, se debe considerar realizar la compresión de la aorta abdominal hasta que se realicen las medidas definitivas No demorar la reparación de los desgarros perineales bajo anestesia TAC ABDOMINO-PÉLVICO Si fuera necesario, taponamiento vaginal, corrección de la coagulopatía e ingreso en UCI Si no se dispone de recursos o el paciente no está estable, realizar laparotomía, previa corrección de la coagulopatía si es posible +/- EMBOLIZACIÓN 245 Escenario 3: Hemoterapia urgente en la hemorragia posparto. HPPMASIVA Pérdida de sangre estimada ( > 1000 ml) Evidencia de compromiso hemodinámico (Taquicardia, hipotensión) ¡¡SANGRADO PERSISTE!! NO Moderado Severo Sangre en 60 minutos Sangre < 45 minutos ¡SANGRE YA! Grupo y anticuerpos irregulares conocidos Sangre isogrupo 246 Sangre cruzada si anticuerpos irregulares + Grupo conocido y anticuerpos irregulares descartados No se dispone de sangre isogrupo o de sangre con anticuerpos compatibles Sangre isogrupo Unidades O - Sangre O negativa O negativo a no ser que tenga ya hechos con anterioridad la determinación de grupo y anticuerpos irregulares Cesárea Electiva. En la unidad de recuperación postquirúrgica Atonía o Retención de restos placentarios Realizar exploración: Revisar pulso, presión arterial, frecuencia respiratoria, evaluar el estado del útero (consistencia y grado de involución) Si útero blando y alto expulsa coágulos a la exploración bimanual, asegura analgesia adecuada y comenzar con la infusión uterotónicos si no se administraron previamente o cambiar a fármacos segunda línea Una estimación de hemoglobina rápida puede ser útil para decidir necesidad de solicitud de productos sanguíneos y la transfusión. Si existe equipamiento realizar una ecografía para evaluar la cavidad uterina Hojas de recogida de información son útiles. Registrar periódicamente el tono y evaluar la cantidad de sangrado vaginal Si el sangrado continúa y no se resuelve con las medidas básicas, realizar exploración bajo anestesia. Permite evaluar la cavidad uterina y también lograr la expulsión de más coágulos. También, considerar empleo de prostaglandinas, ácido tranexámico y corregir coagulopatía si está presente Lleve a cabo una prueba de compresión con el paciente en posición ginecológica y fin de determinar si el sangrado es continuo o intermitente. Si el sangrado es intermitente, se debe considerar antes de volver a abrir a la paciente realizar taponamiento con balón uterino. Si la hemorragia continúa, realizar laparotomía exploradora y revisión de los ángulos uterinos, si el sangrado es de origen de fondo uterino, considerar suturas de compresión uterina. La “técnica del sándwich” consiste en la aplicación simultánea de suturas de compresión y taponamiento con balón uterino. Debemos tener en cuenta que los procedimientos anteriores sólo funcionarán si el estado de coagulación del paciente es corregido. Si el sangrado continúa, entonces se debe considerar la histerectomía subtotal o un taponamiento uterino. Debe asegurarse la corrección de la coagulación Estos pacientes necesitan ser ingresados en UCI-UVI Rara vez el sangrado puede aún continuar, en cuyo caso el taponamiento abdominal con paños y cerrar el abdomen con vistas a corregir la coagulopatía mediante el reemplazamiento de todos los productos sanguíneos necesarios y continuar la vigilancia en la UCI. Una vez que la paciente esté estabilizada debe ser reintervenida para retirar el taponamiento 247 Escenario 4: Cesárea de emergencia en la 1ª fase del parto Descartar atonía y sangrado de las laceraciones de las arterias uterinas en los ángulos de las incisiones. Otras causas menos comunes incluyen anormalidades en la placenta. Utilice todas las técnicas, entre ellas uterotónicos Realice la prueba de compresión Si cede el sangrado, realizar sutura de compresión Si el sangrado continúa No dude en realizar histerectomía si ninguna de las medidas está funcionando Cuidado con el sangrado del muñón, que puede ser controlado por los agentes hemostásicos locales 248 Busque ayuda de un segundo obstetra Escenario 5: Cesárea urgente tras prueba de parto instrumental fallida Prueba de parto instrumental fallida Sangrado del segmento inferior o porción superior del aparato genital/porción superior vaginal Puntos importantes para recordar · Dificultades de acceso. · Los uréteres están en riesgo de lesión. · No dude en solicitar la opinión del urólogo/oncólogo Cierre con cuidado la zona traumatizada. A veces es necesario diseccionar los uréteres, la vejiga y ligamento ancho. No te olvides del sangrado del segmento uterino superior. También pueden coexistir. 249 Escenario 6: Cesárea electiva para la placenta adherente. Medidas Preoperatorias Consentimiento Informado • Radiología intervencionista Reunión de equipo Multidisciplinar • Cirugía • Urología • Quimioterapia • Ecografía Pruebas complementarias a considerar • Ecografía + estudio Doppler • RMN • Cistocopia • Colonoscopia La incisión debe ser por laparotomía media La extración del RN a través de una incisión en el fondo del útero 250 Resección conjunta de útero más placenta, puede ser útil la colaboración de un urólogo o de un cirujano vascular. Escenario 7: cesárea emergencia con diagnóstico inesperado de placenta adherida. ¿Cómo sospechar una placenta adherida en una cesárea de emergencia? Vascularización anormal que protruye a través de la pared del miometrio Consentimiento Informado • Extraer al bebé a través del fondo uterino • Cortar el cordón corto Reunión de equipo Multidisciplinar • No intente extraer la placenta • Cierre del útero en 2-3 capas • Vigilar al paciente en cuidados intensivos (UVI/ URPA) o trasladar al paciente al centro terciario 251 Técnica quirúrgica y materiales para sutura de desgarros del esfinter anal. ANATOMÍA 1 GRADO Mucosa vaginal y piel 2º GRADO Episiotomía Comprende el cuerpo perineal, lesionando el músculo transverso del periné y el bulbocavernoso (incluso puede exponer el EAS). Y si es profunda la rama pubococcígea del músculo elevador del ano. 3er GRADO A <50% EAS er 3er GRADO B >50% EAS MATERIALES Equipo de partos básico (EPB) Equipo de partos básico (EPB). Equipo de revisión (parto instrumental o prolongación de la episiotomía en partos eutócicos) 3 GRADO C 4º GRADO 252 EAS y EAI Además Mucosa rectal Vicryl rapid 2/0 3/0 Vagina y músculo con Vicryl rapid 0 Piel 2-3/0 TIPO DE PUNTOS Equipo de partos básico (EPB). Además: pinzas de Allis y pueden ser útil separadores tipo retractor de Weislander. OBSERVACIONES Sueltos intradérmicos Si sangrado a pesar de la sutura revisar si reamente es 1er grado Continua sin cruzar Si edema o tejido friable lubrificar el hilo con vaselina neutra. Término terminal (reparación) Equipo de revisión er SUTURA Vicryl convencional 2/0 o PDS 3/0 EAS : puntos sueltos con bordes superpuestos mejor que término terminal PDS 3/0 o Vicryl convencional 2/0 EAI : término terminal en continua sin cruzar Vicryl convencional 2-3/0 Mucosa Término terminal en continua o puntos sueltos con los nudos hacia la luz del ano ANATOMÍA OJAL MATERIALES SUTURA TIPO DE PUNTOS OBSERVACIONES Mucosa rectal, EAI y vagina (sin lesión de esfínter externo) Vicryl convencional 2/0 o PDS 3/0 Identificación y sutura por capas para evitar fístulas Labios mayores Solo compresión o Vicryl rapid 2/0 3/0 Si bilateral: para evitar sinequias emplear vaselina 10-15 días /8h Uretra Vicryl convencional 2-3/0 Valorar si Sonda vesical permanente. Vicryl convencional 2-3/0 Identificar vaso sangrante y ligarlo específicamente. Evitar “exceso de puntos”. Atención: anemización importante ANTERIOR Clítoris EBP. Además Pinzas tipo mosquito. 253