Historias de hormiga 2

Historias de Hormiga 2
Salvando la Piel
Lección 3
Base Bíblica:
Dios es Nuestro
Guía
LA CONVERSIÓN DE SAULO - Hechos 9:1-19
Versículo para Memorizar:
“Busquen el bien y no el mal, y vivirán; y así estará con
ustedes el Señor Dios Todopoderoso, tal como ustedes lo afirman”. Amos 5:14 (NVI)
Idea Central:
Dios nos enseña en su Palabra a no tener miedo, ni a angustiarnos, pues Él
lleva nuestras cargas y nos conduce por el mejor camino.
I.
HISTORIAS DE HORMIGA 2 – SALVANDO LA PIEL
Explicación antes de comenzar el rodaje del video:
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Un feroz oso hormiguero ha decidido comerse a todas las Hormigamigas, hay
momentos de pánico por causa de este animal y las hormiguitas desesperadas se
han refugiado en diferentes partes del bosque y muchas de ellas, están extraviadas.
Rodaje del video: Historias de Hormiga 2 - Salvando la Piel
LO QUE DEBEMOS APRENDER
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Depositar nuestra confianza en Dios.
No caer en estado de pánico ante una situación que nos asusta.
Evitar transmitir miedo a los demás.
Orar en todo momento y descansar en Dios.
REFLEXIÓN
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La Biblia está llena de promesas de la cual debemos apropiarnos.
Las hormigas sintieron pánico ante una amenaza muy fuerte, pero luego se
unieron en oración para que Dios, las libre del peligro.
¿Qué ejemplo de esta historia debemos seguir, ante una situación difícil?
¿A qué problemas estuvieron expuestas las hormigas al no actuar con fe?
Dios nos enseña en su Palabra que no es por la fuerza del hombre, ni por la
inteligencia que podemos obtener lo que queremos, sino es por la fe.
II.
HECHOS BÍBLICOS
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Saulo de Tarso era un joven muy educado, con una fuerte convicción en la doctrina
judía, llegando a ser un prominente conocedor de la Ley Judía. Lamentablemente
consideraba a los cristianos como enemigos y traidores. Al enterarse, que en
Damasco se había formado una iglesia cristiana, decidió ir a destruir el templo.
Cuando iba de camino a Damasco, algo extraordinario sucedió. Un rayo de luz cayó
del cielo y Saulo se desplomó. Estando en el suelo oyó una voz que le decía: Saulo,
Saulo, ¿por qué me persigues? Saulo le preguntó: “¿Quién eres, Señor? La voz le
respondió: Yo soy Jesús, a quien tú persigues. Levántate y entra en la ciudad, que
allí se te dirá lo que tienes que hacer”.
Saulo se levantó del suelo y no podía ver, con Saulo, viajaban otros hombres que
también habían escuchado la voz, ellos lo llevaron a Damasco y allí estuvo tres días,
sin comer ni beber nada.
En Damasco había un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor llamó en una
visión y le habló de Saulo de Tarso y le dijo que fuera donde él para que recobrase
la vista.
Cuando Ananías llegó a la casa, le impuso las manos a Saulo y le dijo: Hermano
Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino, me ha enviado para que
recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo. Al instante recobró la vista, se
levantó y fue lleno del Espíritu Santo y habiendo comido, recobró las fuerzas.
Dios tenía un plan especial con Saulo. Por mucho tiempo había seguido el camino
incorrecto para conocer de Dios pero ahora tuvo la experiencia de conocer a Jesús
personalmente.
III. EXPERIENCIAS Y DESAFIOS PARA NUESTRA VIDA DIARIA
Preguntas al finalizar el pasaje bíblico:
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¿Qué le hacia Saulo de Tarso, a los cristianos?
¿Cómo fue el encuentro de Saulo con Jesús?
¿Qué pasó cuando llegaron a Damasco?
¿Qué similitudes tiene la historia de Saulo, con la de las hormigas?
¿Qué debo aprender de estas historias?
CONCLUSIÓN
La Biblia nos habla en innumerables ocasiones sobre cómo Dios nos enseña y nos guía por el
camino correcto. Pablo pudo seguir su camino y no obedecer las instrucciones de la voz, pero la
experiencia con Jesús de Nazaret, fue tan fuerte y convincente que decidió seguirlo.
Jesús espera que lo sigamos en todo momento, cumplir sus mandamientos, y tener ese encuentro
personal con quien nos ama incondicionalmente y así poder obtener el privilegio de caminar por la
senda que nos llevará la vida eterna.