¡Jesús es el Hijo de Dios!

Transcripción

¡Jesús es el Hijo de Dios!
¡Jesús es el Hijo de
Dios!
Lección 1
Pasaje bíblico: Hechos 9:1-9, 17-20
Enfoque de la lección: Jesús es el Hijo de Dios.
Versículo clave: Jesús es el Hijo de Dios. 1 JUAN 4:15A
Comentario bíblico
Saulo era un judío culto y devoto. Deseaba servir a Dios
silenciando y eliminando a los herejes que creían que Jesús
era el Mesías. Saulo aprobó el asesinato de Esteban y votó a
favor de la ejecución de otros judíos creyentes. La violencia
que manifestó Saulo contra la iglesia primitiva resalta aún
más la gracia de Dios al permitir su milagrosa conversión.
Damasco era una ciudad comercial muy importante, donde
el mensaje de Cristo rápidamente alcanzaría lugares más
lejanos. Si bien Damasco no se encontraba en Israel, allí
había sinagogas y sus autoridades religiosas tenía jurisdicción en todos los lugares donde vivieran los judíos.
Saulo se dirigía a Damasco a arrestar creyentes, acompañado,
probablemente, por miembros de las fuerzas policiales del
sanedrín.
Tras la conversión de Saulo, muchos creyentes se rehusaban a creer en el cambio que Dios había hecho. Ananías y
Bernabé fueron los primeros en dejar a un lado sus prejuicios y aceptaron a Saulo.
1. Introducción al tema
Los niños jugarán a imaginarse que se preparan para salir
de viaje.
Comience la clase diciendo: Imaginemos que estamos
por salir de viaje a un lugar muy lejano. Preparemos
nuestras maletas con todo lo que necesitaremos.
¿Qué cosas deberíamos llevar?
Permita que todos puedan sugerir cosas que llevarían.
Guíelos a representar los objetos con mímicas, como si
estuvieran empacando. Acepte cada idea de los niños.
Luego de jugar, diga: La historia bíblica de hoy es
acerca de un hombre llamado Saulo que hizo un
viaje. Presten atención y descubran hacia dónde
viajó y qué le sucedió en el camino.
2. Enseñanza bíblica
Los niños descubrirán en Hechos 9:1-9, 17-20 que Jesús es
el Hijo de Dios.
Antes de la clase, estudie el pasaje y el comentario bíblico
que se encuentra al principio de esta lección para estar
familiarizado con la historia. Abra su Biblia en Hechos 9
para mostrar a sus alumnos de dónde proviene la historia
de hoy. Muestre la Lámina 1 al narrar la historia.
Historia bíblica
Los amigos de Jesús estaban muy contentos de que Jesús
estuviera vivo en el cielo y decían: “Debemos contarles a
todos la maravillosa noticia de que Jesús está vivo.”
Pero los enemigos de Jesús decían: “Odiamos a Jesús, y no
queremos que nadie lo siga.” Estos hombres castigaban a
los cristianos y los ponían presos.
Saulo era uno de estos enemigos de Jesús. Saulo creía que
si no detenían a los cristianos, ellos continuarían hablándole a todos de Jesús y esto sería un grave problema. Saulo
quería lastimar a los cristianos. Hasta pidió permiso a los
líderes de Jerusalén para ir a otra ciudad a atrapar cristianos y llevarlos a la cárcel.
Saulo viajaba hacia Damasco para encontrar más cristianos;
cuando de pronto, una luz muy brillante alumbró desde el
cielo. Brillaba más que el sol. Brillaba tanto que Saulo no
podía ver y cayó al suelo.
“¡Saulo!” Le dijo una voz del cielo. “¡Saulo! ¿Por qué me
persigues?”
Saulo estaba muy asustado. “¿Quién . . . quién eres, Señor?”
“¡Soy Jesús, aquel a quien persigues! Levántate y ve a
Damasco. Quédate allí y ya te dirán lo que debes hacer.”
De pronto, hubo silencio. Saulo trató de mirar a su alrededor... ¡Pero estaba ciego! Sus acompañantes escucharon
ruidos, pero no sabían que Jesús le habló a Saulo. Sólo
Saulo entendió lo que dijo Jesús. Un ayudante tomó a Saulo
de la mano. Siguieron lentamente hasta Damasco.
Saulo no comió ni bebió nada durante tres días. Solo pensó
en lo que Jesús le había dicho. Saulo entendió que Jesús
era el Hijo de Dios.
Mientras Saulo oraba y pensaba en todo esto, alguien
golpeó a la puerta: “¡Adelante, adelante!” dijo Saulo.
“Saulo, el Señor me envió a orar por ti y a decirte cómo
debes seguirlo”, dijo el hombre. Luego, puso sus manos
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sobre Saulo e inmediatamente volvió a ver.
Luego, Saulo quería hablarle a todos acerca de Jesús.
Deseaba que otros amaran a Jesús. El nombre de Saulo
cambió a Pablo y se convirtió en uno de los mejores ayudantes de Jesús.
Hágale a los niños las siguientes preguntas:
¿Qué le sucedió a Saulo para que cambiara su
opinión acerca de Jesús?
¿Qué hizo Saulo después de encontrarse con Jesús?
¿Cómo comenzó a llamarse Saulo?
A medida que repase la historia, guíe a los niños a hacer
las acciones que correspondan:
Saulo caminó hacia Damasco. (Caminen.)
Saulo vio una luz brillante y cayó al suelo.
(Arrodíllense.)
Saulo se cubrió los ojos a causa de la luz brillante.
(Cubran sus ojos.)
Saulo quedó ciego. (Cierren sus ojos.)
Luego, Saulo se puso de pié y sus compañeros lo
ayudaron a seguir caminando a la ciudad. (Caminen
en el lugar con los ojos cerrados.)
Saulo se sentó en una casa durante tres días.
(Siéntense.)
Un hombre se acercó a Saulo y lo tocó. (Toque la
cabeza de los niños.)
¡Saulo recuperó la vista! (Abran sus ojos.)
Saulo pasó a llamarse Pablo, y comenzó a contarle a
todos que Jesús es el Hijo de Dios.
Diga: Nuestro versículo para hoy dice: Jesús es el
Hijo de Dios. 1 Juan 4:15. Repitan después de mí.
Guíe a los niños en un viaje alrededor del aula. Deténgase
periódicamente y repita el versículo clave junto a los niños.
3. Aplicación
Esta actividad ayudará a los niños a experimentar lo que se
siente estar a ciegas.
Pregunte: ¿Qué significa estar ciego o ciega?
¿Cómo suponen que se sentirían si no pudieran ver?
Ayude a sus alumnos a formar parejas. Uno de los niños
deberá cerrar sus ojos y su pareja deberá guiarlo alrededor
del aula. Después de unos minutos, pídales que intercambien los roles. Luego pregunte:
¿Cómo se sintieron al no poder ver?
¿Qué ocasionó la ceguera de Saulo?
¿Cómo se sanó Saulo de su ceguera?
Diga: Saulo quedó ciego al ver a Jesús en el camino a
Damasco. Luego se sanó porque Jesús, el Hijo de
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Dios, envió a alguien para que orara por él.
4. Respuesta personal
Los niños mencionarán personas a quienes le podrían contar
que Jesús es el Hijo de Dios.
Diga: Hoy vimos que Saulo aprendió que Jesús es el
Hijo de Dios. ¡Esto es muy importante!
Cuente a los niños la siguiente historia:
Muy lejos, en Nigeria, vive una amiga nuestra llamada Ladi. Su familia no conoce a Cristo. Ladi está
contenta porque la última vez que fue a su iglesia,
su maestra le dio una lámina bíblica. Ladi comenzó
a pensar de qué manera podría compartir acerca de
Jesús, el Hijo de Dios.
De pronto, Ladi escuchó decir a su madre: “¡Oh, no!
Otra vez no tengo leña para cocinar.”
Ladi tuvo una idea: Como a nadie le gusta recoger
leña para mamá, lo haré yo. Quizás si lo hago con
alegría, mi padre y mi hermano quieran saber más
acerca de Jesús.
Entonces, Ladi fue silenciosamente a buscar la leña.
Cuando recogió una buena cantidad, la llevó hasta
su casa sobre su cabeza, porque así se cargan las
cosas en Nigeria.
“Aquí está la leña”, dijo Ladi. “Aquí tienes algunas
ramas para que puedas cocinar. ¿Son suficientes o
quieres que busque algunas más?”
Sorprendida, la madre de Ladi dijo: “¡Qué hermoso
gesto, Ladi! Siempre te quejas cuando te pido que
recojas leña.”
“Sí, lo sé, mamá”, dijo Ladi. “Pero ahora amo a
Jesús y quiero ser una buena ayudante para él.”
Diga: Es importante que sepamos que Jesús es el
Hijo de Dios. ¿A quién le podrían contar ustedes
que Jesús es el Hijo de Dios? Permita que los niños
compartan sus ideas.

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