De los cafetales del Soconusco a la historia del mango ataulfo
Transcripción
De los cafetales del Soconusco a la historia del mango ataulfo
De los cafetales del Soconusco a la historia del mango ataulfo -1820 a 2012- Colección Soconusco, Libro III Tapachula Chiapas ABELARDO DE LA TORRE GONZÁLEZ De los cafetales del Soconusco a la historia del mango ataulfo -1820 a 2012- Colección Soconusco, Libro III Tapachula Chiapas Agosto 2013 ABELARDO DE LA TORRE GONZÁLEZ Diseño de portada por Alejandra de Coss López. [email protected] Algunas fotografías de mi nieta: María Fernanda Gutiérrez de la Torre. Primera impresión, junio 2013. 250 ejemplares. Primera reimpresión, septiembre 2013. 200 ejemplares. Segunda reimpresión, octubre 2013. 250 ejemplares. Abelardo de la Torre González, [email protected] Tapachula, Chiapas, México. A María Esther López Ruíz –Tey-, agradeciéndole su comprensión y paciencia por escuchar mis relatos, que fueron repetidos muchas veces. A la memoria de Héctor Cano Flores, ingeniero agrónomo de la Escuela Nacional de Agricultura –Chapingo-, experto en cafeticultura e investigador nato. Promotor ante el Instituto Mexicano del Café para buscar cultivos perdurables y alternativos a la siembra del cafeto en el Soconusco. En 1963, hace cincuenta años, selecciona y designa el nombre de ataulfo, al único mango registrado de origen mexicano. “…algunos hombres como conquistadores vinieron al Soconusco a adueñarse de la riqueza, no a trabajarla. Para que rindiera frutos, lavaron la población soconusquense con empresarios ajenos y con fuerza de trabajo importada de los altiplanos de Guatemala y Chiapas… Nadie se preocupó por reproducir las riquezas cosechadas; tan solo las sacaban, como una mina a la que se le saca el oro…”. “Hoy…la riqueza del Soconusco huele a humo o a cenizas de un tesoro despilfarrado, mal gastado, mal aprovechado…” Andrés Aubry. Sociólogo y activista francés. Contenido Página Prólogo…………………………………..………………………. 1 Capítulo I. De los cafetales………..………………..………………...…… 11 Capítulo II. Del mango ataulfo……….……………………………..,..…... 81 Capítulo III. Del algodón………………….………………………………..… 97 Capítulo IV. De la soya……………………..……………………………..…... 103 Capítulo IV. Del plátano…………………..……………………………..….... 105 Capítulo VI. De los pioneros en la siembra del mango ataulfo………………………………………………,…. 113 Capítulo VII. El gobierno de Chiapas dona el predio de los árboles padre a la Fundación Produce Chiapas…………….…..…..….……. 125 Capítulo VIII. Del certificado de origen……………..……………….…… 129 Capítulo IX. Panorama del mango……………………………………….… 137 Alguna bibliografía y documentos de referencia…………….………………………………..……. 145 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo Prólogo. Como a los 12 años de edad conocí a Héctor Cano Flores y años después, por mi afinidad con la investigación, me motivaba escucharlo en sus estudios. A su fallecimiento en 1996, adquirí el compromiso de continuar el libro que había comenzado y narraba la “Historia del Mango Ataulfo”. Teniendo al alcance algunos apuntes, por 1998 hice el intento, pero otras obligaciones me distrajeron. Ahora retirado de mi profesión, dispuse de horas dedicado al estudio, a entrevistas, a la reflexión, y a la escritura. Por ser el mango ataulfo un cultivo alternativo a la siembra del café, he comenzado relatando una breve historia de los cafetales del Soconusco en Chiapas, pasando por los cultivos de algodón, soya y plátano. El cafeto viene al Soconusco por Guatemala y llega antes que a México por 1773, cuando los jesuitas llevan como adorno unas plantas a su monasterio; pero fue 30 años después, por 1803, cuando la Capitanía General de Guatemala, que incluía a la Intendencia de Ciudad Real de Chiapa, y para promover la agricultura, emite una disposición donde se exonera de impuestos a los que sembraran cacao, azúcar, algodón y café, y tal vez por eso, el desarrollo cafetalero comienza en ese país entre 1810 y 1820. Como parte de la Capitanía de Guatemala, el Soconusco podría haber iniciado la siembra por esas fechas, pero ocurrió 60 años después, porque, con la consumación de la independencia de México en 1821, luego con la federación de Chiapas a la República Mexicana en 1824 y después con los “17 años de estado neutral 1 Abelardo de la Torre González del Soconusco” que termina en 1842, nace entre Guatemala y México, un problema de definición de límites territoriales que culmina entre 1882 y 1905. Por 1871 inicia el impulso cafetalero en el Soconusco y es cuando llega el zacatecano Carlos Gris. Hace la denuncia de terrenos nacionales y en 1872 adquiere 2,984 hectáreas donde construye la Hacienda Tonintaná en territorio de Cacahoatán -hoy de Suchiate-, y así, para 1881 contaba con la mayor plantación de caña de azúcar de la región que, el 13 de septiembre, el gobierno le autoriza instalar una fábrica de licores para exportación; aunque, años antes, en 1877 en su finca Majagual había sembrado más de cien mil cafetos. Después de la firma del Tratado de Límites con Guatemala del 27 de septiembre de 1882, el embajador de México en los Estados Unidos, Matías Romero, emprende una campaña basada en que para afianzar al Soconusco como parte del territorio mexicano, habría que mejorar sus comunicaciones y fomentar su desarrollo atrayendo inversiones, por lo que influye ante el presidente Manuel González y en diciembre de 1883, se emite la Ley de Deslindes y Colonización. Así, el gobierno pone en manos de compañías extranjeras los trabajos de deslinde y colonización de los terrenos nacionales, y en Chiapas se lleva a cabo la más importante reconversión de tierras, al deslindarse más de 3 millones de hectáreas declaradas como baldíos, es decir, más del 40% de su territorio. En los nueve primeros años del inicio de los deslindes de 1886 a 1895, saliendo de San Francisco, California, llegan a la región varios colonizadores norteamericanos que tratan de fundar la colonia americana Nexapa. No traían grandes capitales y su objetivo era sobrevivir, y así emprenden pequeños negocios. Con 750 hectáreas, 2 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo la familia de Harry y Lulú Schellenger forma la finca La Colonia; siembran caña de azúcar, construyen un trapiche e instalan un alambique para hacer aguardiente. El escocés Archie Vallance adquiere ganado y hace una granja para surtir carne, leche y queso. La familia de Mateo Humphrey con 100 hectáreas, también siembra caña de azúcar y produce panela. A fines de 1890, llega de Mazatlán Bernabé Acosta, se establece en Tapachula y se dedica al café. Compra las fincas Escocia y Loma de Muxbal en 1897, luego Santa Beatriz en 1899 y Rancho Nuevo en 1900. Nicolás Bejarano viene de Veracruz en 1892 como empleado de la Aduana Marítima y Fronteriza de Tapachula, y en 1895 compra 840 hectáreas y forma la finca San Andrés Nexapa, lugar con mucha pastura y ganado. Por esos años, también llega el oaxaqueño Ángel Nieves, hombre alto, fuerte, de sangre africana, pelo negro y crespo, con barba y su esposa Fidelia Marroquín de Nieves, persona pequeña y delicada, de origen japonés que, con linda voz, cantaba canciones dulces y finas. Inician en una casa comercial y en 1891 forman la finca El Retiro con 278 has. Por 1896 se las venden a Adolfo Giesemann, quien por 1888 había llegado con la casa comercial Stines de Hamburgo, Alemania. Más adelante, Giesemann compra Argovia, Santa Fe, Chinincé, y San Nicolás. Los que tenían más acceso a financiamientos avanzaban más rápido en los negocios. Un ejemplo fue Juan Carlos Luttmann que tenía lazos familiares con una casa comercial de Hamburgo. Funda fincas en Guatemala y ahí el negocio cafetalero. Busca su independencia y en el Soconusco se asocia con Mauricio Maurer y en 1896 compran Germania y Hannover. Después Maurer vende su parte en 1899 a Guillermo Kahle; y de 1900 a 1910, Luttmann se asocia con Eric Edelmann y adquieren Sonora, Sinaí y Hamburgo, contando con más de 1,000 hectáreas de cafetales. 3 Abelardo de la Torre González Entre los franceses vino Charles E. Mordaunt que por Unión Juárez fundó en 1878 la finca Eureka con 671 has. y con él, su sobrino Charles A. Lesher Mordaunt, fundador en 1895 de San Carlos en Tapachula. Atraídos por la Ley de Deslindes, con 35 hombres, el 16 de mayo de 1887 llega la primera migración japonesa en América Latina quienes fundan la Colonia Enamoto en Acacoyagua; pero al abrirse en 1892 en México el primer consulado japonés, compran una porción de tierra para cultivo, y así, Enomoto Takeaki, el 29 de enero de 1898 firma la adquisición de 64 mil hectáreas; pero al no ser agricultores fracasan, pero en otros giros comerciales y farmacéuticos tienen gran éxito. Al pasar unos 20 años -por 1920-, por la concentración de la propiedad de la tierra en unos cuántos dueños y tal vez por la baja productividad agrícola en otras fincas de México, por falta de uso de tecnologías modernas y para aprovechar la mano de obra barata de los peones, saltan los primeros problemas agrarios y se piensa que la solución era la Reforma Agraria. Al llegar la Reforma Agraria a Chiapas en 1939 con el presidente Lázaro Cárdenas, el gobierno toma unas 8 mil hectáreas y las reparte entre campesinos y forman seis ejidos, donde más de la mitad era de Enrique Braun, con unas 6 mil has. y de Fernando Braun otras 2,524 hectáreas en Huixtla. El 17 de octubre de 1947, el presidente Miguel Alemán crea la Comisión Nacional del Café; pero es hasta 11 años después -1958- con el presidente Adolfo López Mateos, cuando se amplían sus programas y servicios para llegar a grandes y pequeños productores de tierras ejidales y comunales, y es ahí cuando entra en escena el Instituto Mexicano del Café –Inmecafé-, como 4 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo organismo que no sólo asesora en el mejoramiento de plantaciones y producción del cafeto, sino que se convierte en instrumento financiero y fiscal de los cafeticultores, y además, representante de México ante la Organización Internacional del Café –OIT-. Por la variación en los precios del café en el mundo, siendo director general del Inmecafé y primer presidente de la Organización Internacional del Café, además de firmar el primer convenio que procuraría por casi treinta años la estabilidad de precios en el café, en Naciones Unidas en Nueva York, en 1963 el licenciado Miguel Ángel Cordera Pastor logra que cada país productor se obligue a realizar para su nación un “programa de diversificación de cultivos en las regiones cafetaleras”. Así, a su regreso a México, autoriza al ingeniero Cano Flores que inicie la investigación para encontrar los cultivos alternativos al café entre el hule, aguacate, limón, naranja agria, chicozapote y zacate forrajero. Héctor Cano Flores era un tamaulipeco que como ingeniero agrónomo había llegado a Tapachula por 1953 y para 1963, era jefe del Instituto Mexicano del Café que comprendía a los estados de Chiapas, Oaxaca y Tabasco, donde el Soconusco era la zona más importante en la producción de café. Convencido por el ingeniero Cano, de la nobleza de las tierras del Soconusco con el cultivo del mango, Miguel Ángel Cordera autoriza se incluya en el “programa de diversificación de cultivos”. Se recolectan frutos y al compararlos entre sí, la mayoría de las variedades no alcanza a superar las características del líder que era el “mango manila”, pero destaca uno con grandes cualidades de pulpa dulce, baja en fibra y acidez, muy jugosa, mantecosa, de aroma intenso, que puede 5 Abelardo de la Torre González conservar su sabor incluso después de su madurez, cuando el hueso se ha vuelto gelatinoso. Así, en un solar propiedad de J. Ataulfo Morales Gordillo, amable amigo de la familia nacido en Comitán, Chiapas, y dueño de la ”Joyería y Relojería El Zafiro” en Tapachula, Chiapas, teniendo unos ocho árboles de mango, en 1963 se detectan frutos interesantes en sólo cinco árboles con edad entre 15 y 20 años, nacidos entre los años de 1943 y 1948. Este predio, Ataulfo Morales lo había comprado el 20 de julio de 1948 a Manuel Rodríguez Pérez, según escritura pública No. 248, emitida por el Lic. Jorge Elorza Flores y registrada con el número 187, libro I, sección I de 1948, en el Registro Público de la Propiedad y de Comercio de Tapachula. Decidido el licenciado Cordera, da instrucciones a que se rente por cinco años a J. Ataulfo Morales, el terreno urbano de 3,128.23 m2. ubicado en la 7ª. Avenida Norte No. 4, en Tapachula, Chiapas, pudiéndole pagar, además, los frutos que cada año se produjeran. Pasados treinta años, por 1993, el autor tuvo oportunidad de platicar con Héctor Cano Flores y, sobre el origen del mango ataulfo, le dijo algo parecido: “…en la región del Soconusco, no sólo los árboles padres del conocido “ataulfo” eran criollos o nacidos espontáneamente, sino que había como treinta variedades más, como el de coche, amatillo, piña, pico de oro, amate, bola… de manera que, en mi opinión –decía-, pudiera ser que cuando se crea el Cosmos o miles de años después –no sé- es posible que hayan existido o no estas variedades, o tal vez habían otras que ahora no existen, pero lo que con seguridad sucedió, fue de que hubo una transferencia de polen de las flores de algunos mangos que habían en ese entonces, que fecundaron los óvulos de otras flores de otros mangos que hicieron nacer por los años 6 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo de 1943 a 1948, a cinco árboles que dieron los primeros frutos de esta nueva variedad que conocemos como árboles padre del “ataulfo”. Tal como ocurrió con todos los primeros árboles que conoce la humanidad,… después de comparar los registros genéticos…puedo asegurar que el mango “ataulfo” es un mango mexicano nacido en Tapachula y que al año de 1963 que iniciamos los estudios tenían entre 15 y 20 años de edad. Árboles nacidos espontáneamente sin que fueran sembrados por el hombre, que crecieron en forma desordenada con distancias diferentes entre ellos, pero con porte, tallos, hojas y frutos similares…”. En esa misma ocasión, sobre el nombre, dijo: “…como al promover entre los agricultores la siembra del mango IMC-M2 era un nombre muy técnico, comencé hacer referencia al predio de don Ataulfo, de modo que así se fue generalizando el nombre, y como en la India existía la variedad de mango alfonso, entonces en el Soconusco también se podría tener un mango ataulfo, que era un nombre corto, sencillo, extraño y pegajoso…y así lo puse en los protocolos de investigación”. Los primeros árboles “ataulfo” del Inmecafé los entrega en septiembre de 1965 a Francisco González Juaristi, para ser sembrados en los ranchos Altamira y en Casa de Palma de Suchiate y Mazatán, Chiapas, pero no sucede así, porque el 22 de enero de 1966 es asesinado junto con su esposa. Casi un año después, en noviembre de 1966, se le dan los injertos a Luis Gómez Vega para Las Caperuzas en Tapachula. Pasado un año, el 17 de abril de 1967, los plantones son para Alfonso Renovales Hernández para la finca El Carmen en Tapachula y dos días después, se le entregan a Antonio Fernández Torres, quien las siembra en El Hato, en su fracción de San Francisco Palo Alto en Tapachula. Para los pioneros del “mango ataulfo”, su cultivo no fue una decisión aventurera de tomar frutos de cinco 7 Abelardo de la Torre González árboles que encontraron en un solar y que, poniendo en riesgo su patrimonio, dispusieron sembrar muchas hectáreas de una fruta desconocida y esperar ocho años a que produjera para recuperar su inversión; sino que, el “mango ataulfo” se injerta, se propaga y crece, gracias a siete años de dedicación de los programas agrícolas del gobierno federal, a través del Inmecafé, quiénes por 1963 alcanzan a visualizar sobre cómo se podría mejorar la agricultura del Soconusco y, desde luego, gracias a los primeros productores de mango, que corrieron riesgos por la inversión de su capital, confiando en la seriedad de las instituciones del gobierno. Llegado 1970, el Inmecafé entrega a la Comisión Nacional de Fruticultura de la Secretaría de Agricultura -Conafrut-, los viveros, huertas madres y fenológicas, así como las investigaciones de frutales que se habían realizado como observación desde 1963. Pasados casi cincuenta años y al reconocer en el año 2000 que las investigaciones de genética no pueden detenerse y deben ser permanentes en el mundo moderno, Librado de la Torre González, como secretario de Agricultura y Ganadería del gobierno de Chiapas y Martha Noemí Zapata Pérez, como presidente ejecutivo de la Fundación Produce Chiapas, A.C., convencen al gobernador Roberto Albores Guillén para que el gobierno del Estado compre a los herederos de Ataulfo Morales Gordillo, el predio de 3,128.23 metros cuadrados donde se encontraban los árboles “padre” ubicado en la 7ª Avenida Norte No. 4, así como la casa adjunta de 504.90 m2. de Carlos Bracamontes Gris, de la 7ª Avenida Norte No. 6, en Tapachula, Chiapas, y que, para su conservación, se los done a la Fundación Produce Chiapas, A.C., como representante de los productores del “mango ataulfo del Soconusco”. 8 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo Teniendo la “Quinta mango ataulfo” de la 7ª Avenida Norte No. 4 y cumpliendo otros requisitos, el Instituto Mexicano de Propiedad Industrial emite el 27 de agosto de 2003, la Declaratoria General de Protección de la Denominación de Origen, y es así como el Estado mexicano adquiere para sí, la propiedad del nombre del “mango ataulfo del Soconusco, Chiapas”, de modo sólo puede ser usado bajo su autorización escrita, siempre que la fruta sea producida en trece de los municipios que conforman parte del Soconusco y son: Suchiate, Frontera Hidalgo, Metapa, Tuxtla Chico, Tapachula, Mazatán, Huehuetán, Tuzantán, Huixtla, Villa Comaltitlán, Escuintla, Acacoyagua y Acapetahua. Así, el 30 de abril de 2004 el gobierno mexicano obtiene el reconocimiento de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual con sede en Ginebra, Suiza, y se le emite el registro número 850 que los obliga a crear una Norma Oficial Mexicana que permita vigilar la calidad del mango y con ello, la Secretaría de Economía federal, el 29 de octubre de 2012, con el número NOM188-SCFI-2012 aprueba las especificaciones y métodos que debe cumplir un producto para que sea considerado como “mango ataulfo del Soconusco, Chiapas”. Para el 4 de diciembre de 2012 se crea en Tapachula, Chiapas, el Consejo Regulador de la Calidad del Mango Ataulfo, A.C. como órgano de vigilancia de la Norma y para fomentar investigaciones técnicas, científicas y culturales del mismo, ya sea con sus propios recursos o con la colaboración de instituciones públicas y privadas. Chiapas produce unas 193 mil toneladas de fruto de cuatro variedades: ataulfo, manililla, tommy, haden y criollo, y ocupa el 3er. lugar nacional. Casi todo es ataulfo, ya que su producción representa el 92% del total con unas 178 mil toneladas y, el Soconusco y otros muni9 Abelardo de la Torre González cipios de Chiapas exportan a Estados Unidos alrededor de 26,084 toneladas en 2012, y 298 tons. de tommy-atkins y haden, y el resto con 131 mil tons. se va al mercado nacional. La decisión del Inmecafé de contar con un cultivo alternativo como el mango, no sólo ha sido éxito regional, sino que ha traspasado fronteras de los estados de la República y comienza a crecer en las naciones. La variedad “ataulfo” y único mango mexicano registrado, además de Chiapas, se ha difundido en Guerrero, Oaxaca, Michoacán, Nayarit, Colima, Jalisco, Campeche y Sinaloa; pero se sabe que en Piura, al Norte de Perú, existen siembras, así como en Guazacapan, Santa Rosa, en Guatemala, y en el cantón de Pedro Carbo en la provincia de Guayas, Ecuador. De 5 árboles que se tenían en 1963, después de 50 años, para 2013 hay en México y en otras naciones, unos 4 millones de árboles de “mango ataulfo”, de este modo, en la época moderna, es lo que el Soconusco ha dado a Chiapas, a México, a América y al mundo. Tengo en la mano el documento inédito de Héctor Cano Flores, que me ha servido de guía para dar forma a este libro. Algunos textos completos de las conclusiones son de él, sobre todo, las palabras técnicas, al no ser de mi profesión. Tapachula, Chiapas, 28 de agosto de 2013. 10 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo Capítulo I. De los cafetales. En los últimos cien años, a excepción del cultivo de soya que está dirigido al mercado nacional, el crecimiento económico del Soconusco ha estado supeditado al consumo y a los precios del mercado mundial, porque su producción agrícola no solamente ha servido para cubrir parte de la demanda del país, sino que, por su calidad, se ha enfocado a satisfacer el mercado exterior con los cultivos como el café, plátano, mango ataulfo y, en su momento, el algodón. ¿Qué territorio comprende el Soconusco? En la época prehispánica, la costa de Chiapas era conocida como “Zaklohpakab”, que en lengua mame significa “padres, antepasados, ancestros”; pero entre los años 600800 d.C. que pasan los primeros toltecas por la región, al conocer los Volcán de Tacaná. frutos del cacao, en su www.turismochiapas.gob.mx idioma náhuatl tal vez le pusieron el nombre de “Xoconochco”, que quiere decir “lugar de tunas agrias”, pero tratando de intepretar mejor 11 Abelardo de la Torre González el sentir y ese lenguaje, tal vez quisieron decir “lugar de las semillas amargas” por referirse al cacao. Aunque el territorio era parte del señorío de Chiapan controlado por los indios chiapanecas de Chiapa de Corzo, cuando en 1498 llegan los mexicas –aztecas-, la región comienza a pagar como tributo el cacao, cuyo fruto no sólo era fuente de energía que eliminaba el cansancio de los guerreros después de fuerte batalla, sino además, era un estimulante de las capacidades mentales y potencia sexual. Todo esto origina que, como posesión, al Soconusco se le dé, desde siempre, un trato especial. Desde la conquista del Nuevo Mundo en 1519 y por unos 250 años más, la corona española no procedía con un mismo criterio para administrar sus bienes, hasta que establece un “sistema de intendencias”. Ahí se uniforman las unidades territoriales y termina la multiplicidad de regímenes y prerrogativas de los reinos y provincias del Nuevo Continente. De modo que dependiendo de la Capitanía General de Guatemala, el 20 de septiembre de 1786 se crea la Intendencia de Ciudad Real de Chiapa, uniendo las alcaldías mayores de San Marcos Tuxtla y de Ciudad Real –San Cristóbal de Las Casas-, con la gobernación del Soconusco. Por 1631, el fraile Domingo Juarros describía así al Soconusco: “Sus tierras se extienden 58 leguas a lo largo de las costas del mar del Sur, desde los Valdíos de Tonalá, confinantes con la jurisdiccion de Teguantepeque, hasta el rio de Tilapa, que la divide de la de Suchiltepeques: de ancho tiene lo que hai de la Sierra al mar, que por donde mas se alarga son 16 leguas”. De esta manera, se entendía por Soconusco a la franja costera de Chiapas que tenía al Norte a la Sierra Madre, donde incluía una parte del territorio de Moto12 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo zintla, y al Sur, el Océano Pacífico. Al Este, llegaba hasta el río Tilapa en Suchitepéquez, Guatemala, pasando por Ayutla -Tecum Umán- y al Oeste, hasta una estancia ganadera llamada “El Chilillo”, colindando con los territorios de Chahuites y Tapanatepec en Oaxaca. Al consumarse la independencia de México el 27 de septiembre de 1821, para el 16 de enero de 1822 que, por primera vez, se formaliza la incorporación de las Chiapas al Imperio Mexicano de Agustín de Iturbide, se crea el partido de Tonalá con parte de las tierras del Soconusco, la cual se reduce en el Oeste hasta Mapastepec, pero en el Este, continúa hasta el río Tilapa. Pasados otros 80 años, cuando en 1902 se definen los mojones de límites entre México y Guatemala, el Soconusco se reduce en el Oeste, al ceder México a Guatemala el poblado de Tecun Umán y los terrenos entre los ríos Suchiate y Tilapa; pero en el Este, sigue delimitado hasEl Soconusco de la prehistoria ta Mapastepec. Al hasta 1824. mismo tiempo, Guatemala entrega a Chiapas a Motozintla y Mazapa de Madero, donde antes de la conquista vivían los mames. A 2013, al Soconusco lo conforman dieciséis municipios. Se comienza en el Este con Mapastepec, Acacoyagua, Acapetahua, Escuintla, Villa Comaltitlán, Huixtla, Tuzantán, Mazatán, Huehuetán, Tapachula, 13 Abelardo de la Torre González Unión Juárez, Cacahoatán, Tuxtla Chico, Metapa, Frontera Hidalgo y termina en el Oeste con Suchiate. En el Sur se tiene al Océano Pacífico, pero en el Norte, en la Sierra Madre de Chiapas, Motozintla y Mazapa de Madero forman parte de la Región de Comitán. Tapachula se funda como pueblo entre 1590 y 1600, llegando su población a 400 habitantes en 1611. Para 1774 era parte del curato de Tuxtla Chico y se hablaba náhuatl y castellano. En el censo ordenado por Carlos III en 1778, su población era de 526 hombres y 568 mujeres; de ellos, 14 eran mestizos, 26 negros, 221 blancos y 869 indígenas. Para el 4 de diciembre de 1786, el Soconusco se convierte en partido –municipio- con cabecera en Santo Domingo Escuintla y para 1794, cuando un ciclón arrasa ese pueblo, sus habitantes pasan a vivir a Tapachula y se convierte en cabecera. Durante la época colonial, Tapachula se vió afectada por epidemias “que trajeron los españoles” y casi quedó despoblada; por ello, fue un pueblo que tardó mucho en crecer y obtener la calidad de villa que fue el 29 de octubre de 1813, por acuerdo de las Cortes de Cádiz y, desde el 11 de septiembre de 1842, es ciudad. Según el censo de 2010, de los 4,796,580 habitantes de Chiapas, el Soconusco tiene 754,629 personas que representan el 16% de la población total. El municipio de Tapachula tiene 320,451 habitantes y su cabecera cuenta con 202,672 vecinos donde reúne al 63%. Tapachula es la segunda ciudad más importante de Chiapas. ¿Cómo estaba conformada la población del Soconusco por 1838 que comienza esta historia? En el primer censo formal de 1838, en el Departamento de Chiapas aparece el Distrito del Sudoeste con 14 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo dos partidos: Tapachula y Escuintla; aunque desde catorce años atrás, el 24 de julio de 1824, el Soconusco se encontraba en extraño y discutible “estado de neutralidad” en el que perduró independiente por 17 años. En el Soconusco había una ciudad que era Tapachula y trece poblaciones: Cacaguatlán, Tuxtla Chico, Ayutla, Metapa, Mazatlán, Gueguetlán, Tuzantlán, Huista, Pueblo-Nuevo, San Felipe Tizapa, Escuintla, Acacuyahua y Acapetahua. En ellas habitaban unas 11,465 personas que se ocupaban del cultivo de cacao, de la pita floja, algodón y vainilla, pesca, fábricas de sal, azúcar y panelas. La cabecera en Tapachula tenía 3,605 habitantes. Tuxtla Chico con 3,369 personas y en Escuintla había 1,051 vecinos. Del total de 8,025 habitantes, en estos tres pueblos se concentraba el 70% de la población. En la prehistoria, el lenguaje que se hablaba era el tapachulteco, el cual era parecido al zoque, pero se fue extinguiendo poco a poco conforme fueron llegando otras tribus con sus lenguas como el mame y el náhuatl, de modo que para 1838, su población era una mezcla de ladinos con indígenas, que hablaban comúnmente el castellano, aunque en Tapachula también se usaba el mame; en Tuxtla Chico el quiché y; el náhuatl en los demás poblados como: Escuintla, Metapa, Ayutla, Cacagüatlán, Güegüetlán, Mazatlán, Tuzantlán, Huista, Pueblo-Nuevo, San Felipe Tizapa -por Escuintla-, Acacoyahua y Acapetahua. En Güegüetlán y Mazatlán la mayoría de personas era mezcla de indígenas con descendientes de africanos, y en Huista, Tuzantlán, Pueblo Nuevo, Tizapa, Acacoyahua y Acapetahua, eran indígenas. 15 Abelardo de la Torre González Breve historia del café en el Soconusco. El café es una bebida que se obtiene por la infusión de frutos y semillas del arbusto o árbol del cafeto, que contiene una sustancia estimulante llamada cafeína. Su nombre puede venir del “kahve” en turco, del árabe “qahwah”, o del italiano “caffé”. No se sabe cuando se comenzó a cultivar. Algunos dicen que fue en Arabia por el año 675 d.C., pero otros indican que creció en forma silvestre en las altiplanicies de Abisinia, Egipto –hoy Etiopía- en la provincia de Kaffa y, más adelante, probablemente a través de peregrinos musulmanes pasó a La Meca y después a la India. Lo que es cierto es que el cafeto es un árbol del género “coffea”, cuya cereza contiene una semilla de donde se prepara una bebida, de la cual se tienen registros a partir del año 900 d.C. Aunque hay varias leyendas sobre su origen, la más aceptada es la de un pastor de cabras etíope llamado Kaldi, que fue escrita por los años 1400 por un hombre de La Meca llamado Abu-Bek y traducido al francés en 1699 por Antoine de Gailland, y dice así: 16 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo “…en alguna ocasión, al estar pastando las cabras de Kaldi, se dio cuenta que de manera extraña estaban saltando con mucha energía, porque de cierto arbusto que no conocía, habían mascado una fruta parecida a las cerezas rojas. Entonces, Kaldi decide probar el fruto y un rato después, se siente lleno de energía. Pasado unos días, Kaldi decide llevar algunos frutos a un monasterio. Allí cuenta a los monjes la historia de las cabras y cómo se había sentido después de haber comido los frutos. Los monjes deciden cocinar las cerezas; pero cuando éstas caen a las brasas, sus semillas verdes del interior comienzan a producir un delicioso aroma que hacen pensar a los monjes que podrían hacer una bebida y así, como muchas infusiones árabes, el resultado fue un líquido muy amargo, al cual llamaron qahwah –significado de café en árabe-“. Frutos en el cafeto. Esta es una leyenda y pudo haber sucedido, donde se tiene cierta certeza es que las autoridades de la República del Yemen, al Sur de la península de Arabia, alentaron mucho el consumo del café, de modo que los primeros sitios para servirlo se abrieron en La Meca y se llamaron “kaveh kanes”, los cuales se extendieron por el mundo árabe y se convirtieron en lugares en los que se jugaba ajedrez, se intercambiaban opiniones y se disfrutaba del canto, del baile y de la música. 17 Abelardo de la Torre González Donde no hay duda es que los promotores del café fueron los holandeses. El grano es la semilla fértil del cafeto, que cuando se le quitan las capas exteriores se vuelve infértil, de modo que para que no se cultivara el café en otros lugares, los árabes tenían un riguroso control de no exportar granos fértiles. En el transcurso de los años, varios deben haber sido los intentos para sacar de Arabia algunos cafetos o granos fértiles, pero al final, en 1616 los holandeses ganaron la carrera, cuando consiguieron llevarlos a Holanda y cultivarlos en invernaderos. Luego los introdujeron a la costa de Malabar en la India y a Café en Palestina por los años 1900. las Indias Orientales Holandesas –Indonesia- y fue hasta 1699, cuando formaron sus plantaciones en Java y Sumatra. La primera planta de café que llega a América fue por 1720, a través del oficial de la armada de Francia, Gabriel Mathieu de Clieu. Al llegar a la isla francesa Martinica en el mar Caribe, el cafeto fue replantado en el pueblo de Preebear, donde los esclavos lo cercaron con un seto de espinas y lo cuidaron. Creció, se multiplicó, y en 1726 se hizo la primera cosecha. También alrededor de 1720, el café vino a la colonia holandesa de Surinam en América del Sur y después a la Guyana francesa. En Pará, Brasil, las semillas apare18 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo cen en 1727 y en 1730 los británicos la siembran en Jamaica, donde se cultiva en las Blue Mountains: el café más famoso y caro del mundo. Llega el cafeto a México y a Guatemala. Después de 100 años de llegar a Java y Sumatra, el cafeto viene a México por varios caminos, lo que da origen a su cultivo en diversos estados de la República. El primer registro de aduanas lo tiene Sebastián Lerdo de Tejada en 1802, aunque se menciona que la planta de café llegó por 1774, puesto que en 1785 había una cafetería en la calle de Tacuba en la Ciudad de México. Otros dicen que por 1790 vino de Cuba por el puerto de Veracruz por el español Antonio Gómez de Guevara, propietario de la finca Guadalupe en las cercanías de Córdoba y que, al poco tiempo, se extendió a Huatusco, Jalapa, Coatepec y Teocelo; y luego a la sierra de Zongolica, hasta Huautla, la Chinantla y la Sierra de Juárez en Oaxaca. Pocos años después, Jaime Salvet, otro español de Yautepec, Morelos, dejó constancia del cultivo de café cuando escribió el 6 de marzo de 1809 al virrey de la Nueva España, Pedro de Garibay, donde solicitaba la exención de impuestos y pago de diezmos durante 25 años, por las dificultades al transportar y sembrar nueve mil cafetos traídos de La Habana, Cuba; sin embargo, la Real Hacienda niega la exención al verificar que no era el único productor de café, ya que había otros hacendados en el Obispado de Oaxaca y en la Intendencia de Veracruz, que pagaban sus contribuciones sin ninguna queja. Las semillas del cafeto llegan a las costas del Pacífico con el general Mariano Michelena, quien las 19 Abelardo de la Torre González hizo traer del puerto de Moka de la República Árabe de Yemen, y a su regreso de Roma y Palestina inicia su cultivo en 1838 en La Parota, no lejos de Uruapan, Michoacán, y al parecer, ahí se inicia su siembra para Colima, Jalisco y Nayarit. Al Soconusco, el cafeto viene por Guatemala y a ese país llegó antes que a México por 1773, cuando los jesuitas llevaron como adorno unas plantas a su monasterio; pero treinta años después, para 1803, la Capitanía General de Guatemala, que incluía a la Intendencia de Ciudad Real de Chiapa, promovía la agricultura al emitir una disposición por diez años, donde exoneraba de alcabala y otros impuestos, a la siembra del cacao, azúcar, algodón y del café, y así, por 1810 y 1820, en Guatemala comienza un importante desarrollo cafetalero. El Soconusco podría haber iniciado su siembra por esos años, pero ocurrió 60 años después, porque con la consumación de la independencia de México en 1821, luego con la federación de Chiapas a la República Mexicana de 1824 y después, con los “17 años de estado de neutralidad del Soconusco” que culmina en 1842, nace entre Guatemala y México un problema político por la falta de definición de los límites territoriales. Matías Romero, promotor del desarrollo del café en el Soconusco y del ferrocarril. Para el oaxaqueño Matías Romero, reconocido diplomático y hacendado, la determinación de los límites entre México y Guatemala no sólo era indispensable para la lograr la estabilidad política de los gobiernos en Chiapas, sino que era necesario para impulsar el desarrollo económico del Soconusco y el suyo propio, ya que, 20 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo mientras contribuía al progreso del país, podría obtener riqueza “con poco capital y algún trabajo”. Matías Romero, promotor del cultivo del café y del ferrocarril en el Soconusco. Como financiero, sabía que el fomento del cultivo del café podría ser importante para mover a la economía de México, porque el costo de su producción era tan bajo que, a pesar de que pudiera sembrarse en cualquier finca lejana, siempre sería negocio exportarlo, al requerir inversión en capital. Con esa idea, viviendo en la Ciudad de México y siendo ministro de Hacienda, para impulsar el comercio en Chiapas, concede un subsidio a los vapores que toquen Puerto Arista en Tonalá y San Benito en Tapachula. En septiembre de 1870, realiza un sobretiro de libros de Memorias de la Secretaría de Hacienda, donde muestra a los contribuyentes las bondades de riqueza del Soconusco y en 1871, compra una lancha para dar vida al puerto de San Benito y entrega 500 rifles a la “Guardia Nacional de Chiapas” para apoyar a la seguridad pública. Funda una sociedad nacional de agricultores e impulsa la propagación del cultivo del café, de modo que en 1880, en apoyo a la orientación 21 Abelardo de la Torre González agrícola, comienza a publicar una revista en la Sociedad Agrícola Mexicana. Dos meses antes del fallecimiento de Benito Juárez, en mayo de 1872, siendo embajador de México en Estados Unidos, a los 35 años de edad, y como desde su niñez era enfermizo, “renuncia por motivos de salud” y denuncia ante el gobierno mexicano los terrenos “baldíos” por Unión Juárez que bautiza como “El Cafetal Juárez”, que comprendía desde los volcanes de Tacaná en México hasta el volcán Tajumulco en Guatemala, donde el espacio mexicano era de 871 has. A su llegada, Romero entra en contacto con el general J. Rufino Barrios, quien era dueño de la finca cafetalera “El Porvenir” en San Marcos, Guatemala, que era la más grande de Centroamérica con 6,600 hectáreas; pero además, era propietario de la finca “El Malacate” en Tuxtla Chico, que tenía caña de azúcar. Romero le propone a Barrios la compra de “El Malacate” pero, al no aceptar, busca asociarse para el cultivo del café; trato que tampoco se logra, tal vez ante la expectativa de que Barrios sabía que podría ser, como lo fue, el próximo presidente de Guatemala en 1873. Dos años después de su llegada, en mayo de 1874, los problemas comienzan para el finquero. Las tierras denunciadas en realidad estaban ocupadas y pronto los guatemaltecos las reclaman, ya que cada año, de los Altos de Guatemala bajaban en verano y por tres meses a las tierras bajas, para aprovechar el clima templado y obtener la siembra de los vegetales que, en sus parcelas frías, no tenían. Los indígenas del volcán de Tajumulco, argumentando la autorización del presidente Barrios, atacan la finca destruyendo edificaciones, cercas y almácigos. Secuestran al mayordomo y algunos mozos; sin embar22 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo go, estando en Tapachula y como buen diplomático, Matías Romero no rompe relaciones con Barrios. Romero vive los tres años de 1873 a 1875 en sus plantaciones de café y caucho en El Cafetal Juárez; pero también era dueño de dos ranchos adquiridos por estar baldíos. Uno era La Isla o Suchiate con 1,958 has. y otro Esterón de Cosalapa con 2,158 has. El 18 de julio de 1874 publica en Tapachula el libro “Cultivo del café en el Soconusco” y al año que sigue: “El café en la costa meridional de Chiapas”. Trae de Nueva York una imprenta que instala en Tapachula e imprime en español e inglés la revista “El Soconucense” y da difusión del Soconusco en los Estados Unidos y México, donde muestra las posibilidades de inversión y cultivo del café. Al tener amistades políticas en la Ciudad de México, su sola presencia en el Soconusco propiciaba el orden y la legalidad, lo que al líder de la región, Sebastián Escobar, no le parecía. Pasados tres años, Escobar se une al presidente guatemalteco Barrios y entran en conflicto con Romero, quien desiste de vivir en Tapachula; pero queda convencido que para impulsar al Soconusco, era urgente definir la línea divisoria entre México y Guatemala. En noviembre de 1875 regresa a México como diputado por Chiapas, luego es diputado por Oaxaca, y enseguida senador suplente por Chiapas. Como diez años atrás en 1869, en Estados Unidos Romero era el principal promotor entre inversionistas norteamericanos de la construcción de los ferrocarriles mexicanos, en 1880 adquiere la primera concesión en el Sureste para construir y operar el ferrocarril de Ixtepec a la frontera de Ayutla, en Guatemala. Con la autorización en mano y aún con problemas de salud, regresa a Estados Unidos y convence a su amigo, el expresidente, general Ulysses S. Grant, líder de 23 Abelardo de la Torre González la Guerra Civil Estaunidense de 1865, para que se asocien en la nueva empresa: “Mexican Southern Railroad” que forman en marzo de 1881 en Nueva York y así, Grant visita México. En 1882, el presidente mexicano Manuel González requiere de nuevo de la experiencia de Romero y el 15 de mayo le nombra embajador en aquél país, de modo que, es posible que el “negocio” entre Romero y el ex presidente Grant, haya sido decisivo en la negociación del Tratado de Límites de México-Guatemala que se discutía desde hacía más de 50 años, al influir la presencia del general Grant en su gobierno para acelerar la solución al conflicto de Límites, dado que, a solicitud del gobierno de Guatemala, Estados Unidos era mediador en las pláticas entre los dos países. Después de la firma del tratado con Guatemala del 27 de septiembre de 1882, Romero emprende en Estados Unidos una campaña basada en que para afianzar al Soconusco como parte del territorio mexicano, habría que mejorar sus comunicaciones y fomentar su desarrollo atrayendo inversiones, por lo que influye ante el presidente Manuel González y en diciembre de 1883, se emite la Ley de Deslindes y Colonizaciones. Por esos años se toma la primera medida de gobierno y la Secretaría de Fomento a cargo del general Carlos Pacheco, pone a disposición de los agricultores instrucciones sobre el cultivo del café, y además, informa que habían importado semillas de la República de Liberia en África, para repartirlas entre “agricultores inteligentes y empeñosos por el progreso del país”. Romero permanece en EE.UU. otros nueve años hasta el 26 de mayo de 1892 y regresa a México como ministro de Hacienda. Vuelve a Washington como embajador y fallece de apendicitis a los 62 años, el 30 de 24 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo diciembre de 1898, aunque padecía de epilepsis crónica. Dada su importancia, a su funeral asiste el presidente de los Estados Unidos, Benjamín Harrison. Pasados cuatro años, en 1902 y siendo presidente Porfirio Díaz, se definen los mojones de las líneas entre México y Guatemala, y “El Malacate” del general Barrios queda en territorio mexicano y parte de la finca “El Cafetal Juárez” de Romero, resulta ser de Guatemala. Los treinta años de El Porfiriato de 1876 a 1911. Se entiende por El Porfiriato, a los treinta años entre 1876 y 1911 del gobierno de Porfirio Díaz, que se interrumpe de 1880 a 1884 con la presidencia de Manuel González. En lo político, El Porfiriato impone las decisiones a base de la fuerza y la represión con el pretexto de mantener el orden y la paz, pero en lo económico, y a pesar de los inconformes de orientación de izquierda, gracias al capitalismo, los ministros de Hacienda Manuel Dublán y José Yves Limantour, logran avances en la economía mexicana. A pesar de las intervenciones extranjeras que siguieron a la independencia de México en 1810, contra las que luchó el gobierno por 80 años, y al tener altos gastos militares por sus luchas internas, la minoría de ricos y su clase media, aún siendo liberales y no conservadores, deciden que para avanzar en la economía, la nueva república debería ser confiable y sujeta de crédito, por lo que tratan que los países europeos y los Estados Unidos vieran con buenos ojos a México. Así, los políticos liberales en el poder, buscan la solución al atraso económico del país con la incorporación de extranjeros como propietarios en las zonas 25 Abelardo de la Torre González supuestamente despobladas, aunque algunas áreas estuvieran habitadas por indígenas con una producción de alimentos para autoconsumo que, para el modelo liberal, significaba una carga, ya que su oposición a trabajar por un salario o producir más de lo necesario para su consumo, no concordaba con la idea de progreso. Los liberales sabían que era gente que había que civilizar con educación, pero era urgente imponerles nuevas formas de producción que permitieran mayor explotación de la tierra, y para ello, era necesario transformar la tenencia de la tierra. Presidente Porfirio Díaz. Apoyados en varias leyes, entre 1883 y 1907, El Porfiriato adjudica en el país a particulares y compañías 49 millones de hectáreas, sobre todo entre 1883 y 1893, al vender tierras improductivas a bajo precio. Se pensaba que con el crecimiento natural de la población agrícola se proporcionaría la fuerza de trabajo necesaria para cultivar "los terrenos nacionales baldíos". Así, esta época liberal estuvo caracterizada por una inclinación a favor de extranjeros. Sin embargo, para equilibrar la influencia que pudieran tener los norteamericanos en los asuntos internos de México, el presidente Díaz fomenta la participación de capitales europeos en el país y aprovecha la política económica alemana del canciller Otto von Bismark, que deseaba crear empresas de materias primas en Latinoamérica, para frenar el 26 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo poder de Inglaterra, y además, pensando en construir un canal entre los océanos Pacífico y Atlántico que acercara las rutas comerciales, reviviendo la vieja idea del “canal en el istmo de Tehuantepec”. El café llega al Soconusco. Aunque por 1820 en el Soconusco se detectaba la presencia de cafetales, es hasta 1846 cuando el italiano Jerónimo Manchinelli trae de San Pablo, departamento de San Marcos en Guatemala, las primeras 1,500 plantas de variedad bourbón que siembra en el terreno llamado "La ChácaPlantación de café por 1905. ra" que, en ese entonces, pertenecía a Tuxtla Chico y en las faldas del volcán de Tacaná, que después en 1846 también fue de Enrique Baily y de Eusebio Vermúdez en 1873. El zacatecano Carlos Gris fue uno de los pioneros del café en 1871. Sin embargo, por 1871 inicia el impulso cafetalero del Soconusco y es cuando llega el zacatecano Carlos Gris. Hace la denuncia de terrenos nacionales y en 1872 adquiere 2,984 hectáreas y funda la Hacienda de Tonintaná en terrenos de Cacahoatán -hoy de Suchiate- donde en 1881 contaba con la mayor plantación de caña de azúcar de la región que, el 13 de septiembre, el gobierno le autoriza instalar una fábrica de licores para exporta27 Abelardo de la Torre González ción. Pasados cinco años, en 1877 siembra en su finca Majagual más de cien mil cafetos y en 1879, compra la finca Magdalena. En 1881 y 1882, se enfrasca en pleito personal con quien había sido gobernador de 1876 y 1877, Sebastián Escobar, denunciándolo de abuso de poder ante tribunales de Chiapas y periódicos en la Ciudad de México. El 21 de diciembre de 1884, edita un libro de denuncias dirigido a la Opinión Pública. Todo esto lo obliga a salir del Soconusco en varias ocasiones, llegando a vivir a las poblaciones de Tacaná y Retalhuleu. Por 1873, Carlos Gris se casa con una sobrina de Sebastián Escobar, con quien tiene varios hijos; entre ellos, Manuel Gris Solórzano que nace por 1874 en Retalhuleu, Guatemala, en una de las huidas que hace su familia por el conflicto con Escobar. Manuel Gris Solórzano. 1922. Años después, al ser hijo de padres mexicanos, Manuel Gris tarda ocho años para ser reconocido como mexicano. Persona altruista que en 1951, siendo presidente municipal Gamaliel Becerra, regala el terreno donde se ubica la preparatoria No.1, conocida como Miguel Alemán, en la 5ª Norte y 1ª Oriente, y el 23 de noviembre de 1952 inicia su enseñanza. Por 1956 dona un dormitorio público con veinte camas, en el terreno que ocupa la Administración de Correos en la 1ª Oriente. Años después, a valores simbólicos vende a Bernardo Palomeque Cruz el terreno donde está la 28 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo catedral de San José, al costado de la casa donde vivía hoy Parque Bicentenario-, que después regresa a Manuel Gris para donarla a la Iglesia Católica y se construya la catedral de San José, que inició sus trabajos en 1959 el obispo, monseñor Adolfo Hernández Hurtado. Por 1878 llegan al Soconusco ingleses, franceses y norteamericanos. Entre los franceses que vienen a la región estaba Charles E. Mordaunt que, con 671 has., en 1878 funda la finca Eureka en Unión Juárez y con él, llega su sobrino, hijo de su hermana, Charles A. Lesher Mordaunt, quien primero es mayordomo de San Juan Chicharras del inglés John McGee y después funda en 1895 la finca San Carlos en Tapachula. Pasados 15 años, logra la propiedad de fincas como Los Tocayos en 1908 en Villa Comaltitlán con 3,256 hectáreas y en 1909, Rosario Delicias, Zacapulco y Flor del Carmen en Escuintla. En sociedad con el señor Molano tuvo en Motozintla El Triunfo y El Vergel con cerca de 700 has., y con el señor Fisher otras 1,400 has. en Escuintla con Bola de Oro y San José que compra por 1910. Charles A. Lesher, junto con su esposa Nellie, eran una pareja alegre y joven. Charlie era persona de baja estatura, bien parecido, con bigotito, apuesto y pequeño caballero que usaba sombrero de charro y pulcros pantalones caqui para montar. Muy apegado a enseñar su silla de montar con adornos de plata. Era hombre de altos vuelos que los mexicanos le llamaban “El gallito”. Nellie había llegado al Soconusco poco después de 1889 y se había casado con él en una ceremonia sencilla en un barco de San Francisco. Los Lesher eran buenos músicos y bailadores. El tocaba el violín y ella, cantaba y tocaba el piano. 29 Abelardo de la Torre González Por cuenta propia y como finquero, siendo ministro de Hacienda en 1870, Matías Romero había impulsado la cafeticultura del Soconusco, por lo que diez años después, en 1881, el gobierno porfirista pone en manos de compañías extranjeras los trabajos de deslinde y colonización de los terrenos nacionales, y así, en Chiapas se lleva a cabo la más importante reconversión de tierras, al deslindarse más de 3 millones de hectáreas declaradas como baldíos, es decir, más del 40% de su territorio. También de los primeros en llegar a la región, por 1881 viene el inglés Antonio Bado, quien por denuncias de tierras nacionales adquiere los terrenos de lo que sería la finca La Magdalena, luego en 1882 tiene San Benito, en 1883 San Buenaventura, en 1884 La Frontera, y en 1889 La Encantada. También por esos años de 1889, Alejandro Córdova adquiere las fincas Santa Cruz, Santa Rita y Buenavista. Basados en la Ley de Deslindes y Colonizaciones de 1883 del presidente Manuel González e imitando al modelo norteamericano, el gobierno pretende llevar a la colonización mexicana a propietarios de tierras, con extensiones máximas de 2,500 hectáreas por persona, que en la práctica no fue respetado, porque, en partes de la República, se hicieron válidas denuncias que rebasaron lo establecido; por ello, en 1894 se modifica la ley suprimiendo esta limitación, dando entrada a grupos de personas más poderosas, al reducir a los supuestos “pequeños propietarios”. Para el deslinde en Chiapas, el gobierno firma en 1881 el primer contrato con “Eduardo Clay Wise y Socios”, quien en 1883 traspasa sus derechos a la “Compañía Mexicana Limitada del estado de Nueva York”. Esta continúa el trabajo y tres años después, en 1886 se otorga otra concesión para el Soconusco a la “Compañía Internacional 30 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo Mexicana de Hartford Connecticut”, quien cede derechos a “Luis Huller y Compañía”, manteniéndose hasta 1889; pero después de 1891, opera la inglesa “Mexican Land and Colonization Company” al comprar derechos de Luis Huller y acepta colonizar y construir un ferrocarril entre Tapachula y San Benito. El gobierno quita la concesión a “Mexican Land” y en 1884 se la otorga a “Chiapas Land & Colonization Company” a cargo del inglés Oliver Herbert Harrison, quien se dedica a comprar fincas como Laguna Carmen, Perú, Guanajuato, Hidalgo y La Esmeralda. Aunque las empresas se comprometían a crear colonias de pobladores, su negocio era vender terrenos. En los nueve primeros años de 1886 a 1895, saliendo del muelle de San Francisco en California, llegaron por barco a San Benito muchos colonizadores norteamericanos que, siendo emprendedores, tenían poco capital que compensaban con fuerza de voluntad, tesón y espíritu pionero; aunque también vinieron europeos, como el escocés Archie Vallance que era una persona de 1.85m de altura y de muy buen humor que fue dueño de la finca Quien Sabe. Dicen que le puso ese nombre tan sólo para conocer la expresión que harían las personas y porque al registrarla le preguntaron: cómo se llamaba la finca y contestó: Quien Sabe. Por 1890 y con la intención de fundar el pueblo de Nexapa como colonia norteamericana, alrededor del río Nexapa que se une al río Huehuetán, la familia Harry y Lulú Schellenger con sus hijos Héctor y William, no sólo trazaron lotes y construyeron algunas casas provisionales, sino que a la finca la llamaron La Colonia. Harry Schellenger era hombre alto y nervioso, con barba larga pero rala, amable, de buen carácter y nada pretensioso, y su esposa, ostentosa y majestuosa que al acercarse a Hank, él se achicaba. Aunque tenían naranjas y 31 Abelardo de la Torre González piñas, los Schellenger sembraron en 750 has. caña de azúcar, construyeron un pequeño trapiche e instalaron un alambique para producir aguardiente. Por 1890 también viene al Soconusco el inglés John McGee, apoderado de la casa comercial The Rossing Brothers, quien al adquirir 400 hectáreas funda la finca San Juan Chicharras. Igual que muchos recién llegados, aprovecha la mano experimentada y de confíanza de los norteamericanos. Así, William Schellenger abandona el negocio familiar de aguardiente y trabaja como caporal; Carlos A. Lesher, toma el cargo de mayordomo y Benjamín Humphrey acepta ser carpintero; y como primer administrador es seleccionado el escocés Robert O. Stevenson, quien después compra la finca La Patria. Stevenson usaba peluca negra que lo hacía lucir mejor, sin cejas ni pestañas. Era un perfecto caballero, muy educado, con costumbres excepcionales cuando deseaba ser gentil. Pasado el tiempo y cuando pueden, las familias siembran maíz, frijol, calabaza, chile y árboles frutales; luego se hacen de cerdos, gallinas y guajolotes, y después inician pequeños negocios. El escocés Archie Vallance adquiere ganado y hace una granja para surtir de carne, leche y queso. La familia de Mateo Humphrey con 100 has., siembra caña y produce panela. Desafortunadamente, el clima y el poco transporte se une a la falta de seguridad en la propiedad de la tierra. La “Mexican Land” no completa los requisitos de la Secretaría de Fomento y las posesiones no estaban legalizadas. Esto ocasiona que la colonia norteamericana se desintegre. Algunas familias como los Harlow o Smith regresan a California; otros, como John Cornwell, deja Nexapa y se va a Tapachula. Los más decididos emprenden proyectos a largo plazo, como la familia de Humphrey que siembra los primeros cafetos. 32 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo Albert Humphrey era de Arkansas. Sale de San Francisco en noviembre de 1888 y con su familia llega a San Benito en febrero-marzo de 1889. Al día siguiente en la noche son recibidos con marimba en el parque central Porfirio Díaz de Tapachula. Para salir a sus tierras, a caballo vadean el río coatán, caminan por potreros y llegan a un bosque verde, donde el angosto camino serpenteaba entre los árboles. Pasan por siembras de caña y maíz, y llegan a una casa de aspecto americano en La Colonia de la familia Schellenger. Como verdaderos colonos, los Humphrey van a su terreno y en una pequeña choza de 1.80m x 2.40m inician su hogar, cerca de un arroyo y con plátanos. La limpian y sobre una pequeña cama inician su nueva vida. Primero tienen una granja para subsistir. Al año siguiente siembran caña y construyen un trapiche para producir panela. Dos años después, en 1891 experimentan su primer almácigo de café, cuyas semillas las toman de la siembra del señor Mathenly de su finca La Joya y este cultivo se convierte en el centro de la empresa. Año tras año amplían la plantación y para 1894, los primeros cafetos empiezan a llenarse de frutos; mientras, la familia había construido patios de secado y tenían una despulpadora. Tres años después y el 11 de enero de 1897, los Humphrey tenían su primera cosecha con seis sacos con 350 kgs. Conforme pasaban los meses, nuevos árboles iban produciendo y la familia inicia el siglo XX con una Procesando el café en cereza por 1905. rueda hidráulica y un 33 Abelardo de la Torre González despulpador que ofrece 7.3 toneladas de café y para 1903, llega a 23 toneladas. San Antonio Nexapa que quiere decir “San Antonio de las flores” se había transformado en una finca cafetalera con peones de planta y pizcadores temporales, y estaba sólo a dos horas y media a caballo de Tapachula. En pocos años, las plantaciones de café del Soconusco llegaban al río coatán y después de 1883, rebasaban el río y se extendían a Huehuetán. De 1893 hasta fines siglo, los cafetales estaban en las laderas de Huixtla, pero comenzaba a frenarse su cultivo por las distancias a los puertos y la baja altitud sobre el nivel del mar, que no favorecía a las cosechas. El Soconusco carecía de mano de obra. El problema al que se enfrentan los primeros cafeticultores del Soconusco, fue la necesidad de emplear gran cantidad de mano de obra de campesinos que no había disponible en las selvas vírgenes de la Sierra Madre, ni en las costas del Pacífico, de tal suerte que tuvieron que buscarla en otras partes. Al parecer, la primera opción fue contratar a indígenas guatemaltecos que siguieron a cafetaleros al Soconusco, donde, algunos no sólo les atraía la compensación del dinero por su trabajo, sino que huían de las nuevas leyes implantadas por el presidente guatemalteco J. Rufino Barrios, que los obligaba a emplearse con los finqueros, tal vez pensando él mismo en los brazos que necesitaba para mover sus quintales en las 6,600 hectáreas de café que tenía en su finca El Porvenir. Normalmente venían a las fincas unos seis o doce meses, y luego regresaban a sus casas en la montaña tacaneca, donde cultivaban trigo y maíz amarillo. Tenían cabras, 34 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo borregos, pavos y gallinas. Cultivaban duraznos y manzanas, así como cebollitas y coles. La necesidad de mano de obra fue de tal tamaño que antes de 1880, no se sabe si el señor Forsythe, Robert Stevenson o John McGee fueron los que trajeron a San Juan Nexapa desde Nueva Caledonia en Oceanía, en las islas polinesias, 300 nativos conocidos como “kanacas”. La naviera Kosmos”, del Deutsche Bank de Alemania que controlaba el transporte marítimo entre América y Europa, los trajo a San Benito, donde el intérprete era el viejo inglés capitán Briggs. Desafortunadamente, a pesar de las medicinas que recibieron en San Juan, la mayoría murió víctima de viruela y en carretadas tuvieron que enterrarlos, siendo un pasaje triste en la vida del norteamericano Will Schellenger. En el arranque económico, los alemanes estaban presentes. A lo largo del siglo XIX, Alemania había registrado que seis millones de alemanes estaban saliendo de su país en busca de tierras, trabajo, ascenso social y económico. Cuatro millones llegaron a Estados Unidos y los otros dos se fueron a los países de América Latina, y entre ellos, a Guatemala, Chiapas y al Soconusco. En la década de 1890, en Centroamérica había unas 225 fincas cafetaleras, de las cuales 180 eran de alemanes y casi todas estaban en municipios cercanos al Soconusco, como Coatepeque, Cuyotenango, Sacatepéquez y San Marcos. De este modo, por su conocimiento en el cultivo del café, era natural que los primeros alemanes que vinieran al Soconusco estuvieran en Guatemala, aunque otros llegarían desde Alemania. 35 Abelardo de la Torre González Entre los pioneros habían seis mexicanos y entre ellos, Bernabé Acosta, Nicolás Bejarano y Ángel Nieves, y, treinta y un inmigrantes de nacionalidades diferentes a los norteamericanos que ya estaban aquí. Los que tenían más acceso a financiamientos avanzaban más rápido en los negocios. Un ejemplo fue Juan Carlos Luttmann que tenía lazos familiares con una casa comercial de Hamburgo, quien le otorgaba créditos al 8% anual sin plazo fijo para su devolución, con la obligación de venderle el café. Funda fincas en Guatemala y así conoce el negocio cafetalero. Se independiza y en el Juan C. Luttmann. Soconusco se asocia con Mauricio Maurer y en 1896 compran Germania y Hannover. Maurer vende su parte en 1899 a Guillermo Kahle, y luego, de 1900 a 1910, Luttmann se asocia con Arthur Eric Edelmann y adquieren Sonora, Sinaí y Hamburgo, contando con más de 1,000 hectáreas de cafetales. Aunque mantiene sociedad con Juan Pohlenz, Kahle y Edelmann, Luttmann tenía la última palabra. Luttmann y Kahle deshacen la sociedad por 1909 y así con los demás, quienes adquieren sus fincas, además, Guillermo Kahle compra La Primavera por Tuzantán con 474 hectáreas. Bernabé Acosta viene de Mazatlán, se establece en Tapachula y se dedica al café. Compra Escocia y Loma de Muxbal en 1897, luego Santa Beatriz en 1899. Rancho Nuevo en 1900, El Paraíso en 1908, y Guatimoc la tiene en sociedad con Robert O. Stevenson y Percy 36 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo Christy, futuro dueño de Mixcum. Después adquiere Vergel de Malá -Monte Perla- que en 1879 era de Fermín Romero. Guatimoc había sido en 1883 de Luis R. Bremer con 154 has. Nicolás Bejarano, siendo hijo de españoles llega en 1892 de Veracruz como empleado de la Aduana Marítima de Tapachula. En 1895 compra 840 hectáreas y forma la finca San Andrés Nexapa, lugar con mucha pastura y ganado. Por esos años, su hijo de 20 años era Juan Arreola. Delgado. Caballero de elegante tono de voz y suave trato. Tocaba guitarra, aunque siendo romántico era poco entonado. Excelente bailarín y buen jinete con buen sombrero de charro. A mediados de 1896, Nicolás Bejarano pretende comprar San Antonio Nexapa a los Humphrey, pero fallece quedándose su hijo Juan a cargo de San Andrés. La finca Argovia se remonta a 1880 cuando una familia Suiza la funda. A fines del siglo XIX es adquirida por el alemán Adolf Giesemann. www.chiapasoriginal.com.mx El oaxaqueño Ángel Nieves era hombre alto, fuerte, de sangre africana, pelo negro y crespo, con barba. Casado con Fidelia Marroquín de Nieves quien era persona pequeña y delicada, de origen japonés, que cantaba canciones dulces y finas con bonita voz. Inician 37 Abelardo de la Torre González con una casa comercial y en 1891 forman la finca El Retiro con 278 has. y luego Santo Tomás. Por 1896 venden las fincas a Adolf Giesemann, para lo cual hacen una fiesta de despedida donde asisten los Humphrey, John Catlin, Harry Pensinger y Giesemann. La casa era una choza de adobe, limpia y arreglada que después convirtió el alemán en elegante casa. Los Nieves se cambian a vivir a Tapachula. Representando a la casa comercial Stines de Hamburgo, Alemania, por 1888 había llegado a San Marcos, Guatemala, Adolf Giesemann y al independizarse, compra la finca El Baluarte y otras. En 1896 viene al Soconusco y a través de Hugo Morguard, adquiere El Retiro y Santo Tomás. Trae administradores de Alemania y los peones de Guatemala. En 1902 forma sociedad con capital de Wilhem Syucken que vivía en Hamburgo. Más adelante, Giesemann adquiere Argovia, Santa Fe Chinincé, y San Nicolás. Finqueros alemanes. Pasado el tiempo, Oliver H. Harrison que había llegado representando a la deslindadora “Chiapas Land & Cía.” crea un consorcio cafetalero pretendiendo centralizar su comercialización, de modo que Albert 38 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo Humphrey que era de los primeros granjeros norteamericanos de 1891 y que crearon “San Antonio Nexapa” relata la derrota de la familia Gester en 1903. Decía así: “Los pobres Gester ya están congelados. Por una exagerada deuda por intereses, el señor Harrison tomó posesión de su finca y se fueron en el último vapor a California”. Los Humphrey siguen el mismo camino. Dos años mantienen la esperanza de mejorar con los precios del café, pero sucumben ante Giessemann. En octubre de 1905 abandonan San Antonio Nexapa y se embarcan a Estados Unidos en el buque Assan. También algo sucedió con San Juan Chicharras de John McGee, que se incorporó al grupo de Harrison. Para 1897, las faldas de la Sierra Madre antes despobladas tenían nueva cara. La selva semitropical se había convertido en terrazas e hileras de cafetales. Se veían jardines con chalets californianos, almacenes, caballerizas, maquinaria en beneficios de café, y lejos, perdidas entre las milpas, las chozas de los peones. En el Soconusco se había vendido 251,061 hectáreas. Francisco Isasi Aréchaga era un español nacido en Bilbao el 17 de septiembre de 1884. Llega a Tapachula como gerente de la casa comercial del español José Revuelto, tal vez por 1908, pero cuando se venden las fincas cafetaleras de San Juan Chicharras y La Gloria de Guillermo Lescher, las adquiere. Era financiero, pero llegó a contar con Don Paco Isasi. Por 1955. 39 Abelardo de la Torre González seis fincas de café. El 4 de agosto de 1948 participa como consejero fundador del Banco Mercantil de Chiapas en Tapachula. Fallece el 1 de septiembre de 1976 a los 92 años de edad. Era casado con Colomba Petris de Isasi, excéntrica y altruista. Entre sus obras, por 1930 dona a la sociedad tapachulteca las instalaciones del Country Club de Tapachula, A.C., cuando Jacobo Elnecavé y José María Castrejón, presidían el Consejo de Administración. Años después, entrega al pueblo la iglesia de San Judas Tadeo. Cada sábado, en su casa de la 5ª Poniente y 4ª Norte en Tapachula, gente de bajos recursos recibía su gasto semanal. Fallece el 30 de septiembre de 1989. Frncisco Isasi Aréchaga –don Paco-, Librado de la Torre Grajales –don Librado-, Colomba Petris de Isasi –doña Colomba-, Josefa González de de la Torre –doña Chepita- y María Victoria Isasi Petris –Mary-. 1966. 40 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo 41 Abelardo de la Torre González Se moviliza el café del Soconusco. Para que el café pudiera llegar a Alemania, Estados Unidos o Inglaterra, era necesario movilizarlo desde las fincas en la Sierra Madre hasta los puertos de embarque, pero la falta de comunicación era el cuello de botella de la expansión cafetalera. A lomo de mula y arrieros michoacanos, el café maduro salía de las plantaciones por estrechas veredas rumbo a Tapachula, pues sólo las fincas grandes tenían plantas de despulpado del grano. De ahí se le trasladaba otros 28 kms. al puerto de San BeA lomo de mula movían la cosecha. nito, donde se embarcaba. Mucho café que bajaba de los Altos de la Sierra Madre y Jaltenango salía por Puerto Arista en Tonalá, que también estaba en pésimas condiciones. Dos veces al mes y sin día fijo, en su viaje de San Francisco a Panamá, los barcos de “Pacific Mail Steamship Co." anclaban en San Benito, más allá de tres reventazones de olas y permanecían por seis horas. Por falta de muelles, la carga y descarga se hacía en lanchones con remos y por ser las maniobras tardadas, recibían un subsidio del gobierno. A la orilla de la playa de San Benito había unas palapas donde acampaban los carretoneros que movían la carga y pasaje a Tapachula; pero también había una 42 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo casa de madera con dos pisos. En el parte alta se tenía un cuarto y un corredor con vista al mar, donde había un telescopio que vigilaba el movimiento de las lanchas al desembarcar el barco, y en la parte baja, se tenía un cuarto que hacía las veces de bodega. El negocio de lanchones era propiedad de uno de los primeros colonizadores norteamericanos llamado Matheny, quien era el Agente del Puerto. La familia vivía en Tapachula y cada mes estaba en San Benito esperando la llegada del barco. Para protegerse del calor, por las noches caminaban las caravanas de carretas de carga y pasaje arrastradas por bueyes, que tardaban de cinco a seis horas en hacer el recorrido de unos 28 kilómetros a Tapachula. Paraban en el parque central Porfirio Díaz, el cual tenía un quiosquito en el centro y bancas. Se alumbrada con candiles de petróleo colgadas con lazos y a la llegaba había marimba para los visitantes. Cargando café en el Puerto. 1871. La mayor parte de la ciudad estaba empedrada con piedra bola de río, con un profundo canal al centro para que corriera el agua de lluvia. Las casas del centro eran de teja de barro y paredes de adobe repelladas y encaladas, y las que estaban en las afuera del pueblo, eran de adobe y chozas de bambú con teja de palma. Los 43 Abelardo de la Torre González patios y los terrenos baldíos tenían sembrados palmeras de coco, árboles de naranja y plátanos. En la construcción de su casa, la gente de dinero mantenía al centro un patio como cementado y en la esquina un amplio zaguán para entrada de caballos. Las ventanas eran de reja de fierro que sobresalía sobre la angosta banqueta de la calle, donde, por las tardes, las familias salían a tomar el aire y a saludar a los caballeros que paseaban en sus caballos, levantado sus sombreros de charro para saludar. En ese entonces, el río coatán era el preferido para bañarse por las tardes, adonde acudían los niños con sus sirvientas. El entusiasmo alemán por mantener su comercio con el Soconusco se tropezaba con las malas condiciones portuarias, que se hacían más peligrosas con las lluvias de agosto a octubre, y por eso, buena parte del café comenzó a embarcarse por puertos guatemaltecos de Ocós o Champerico, donde podían llegar con más facilidad los buques alemanes y norteamericanos; distanciando el comercio del Soconusco con el resto de México. Desde el 23 de mayo de 1861 se hicieron esfuerzos por construir una vía de ferrocarril entre San Benito y Tapachula, otorgándole la concesión fracasada al norteamericano Eduardo Clay Wise y lo mismo sucede el 18 de noviembre de 1886, cuando se le concede el permiso al alemán nacionalizado norteamericano Louis Huller quien, además de la vía, ofrecía vapores para moverse a San Diego y a San José –Guatemala-. Aún fallecido el ex presidente Ulysses S. Grant, el 23 de julio de 1885, y socio de Matías Romero, el 8 de noviembre de 1889 el gobernador Manuel Carrascosa firma contrato con “The Mexican Pacific Railroad Limited”, para el ferrocarril de San Gerónimo –Ixtepec- a la 44 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo frontera con Guatemala y su ramal de Tapachula a San Benito; así como de Puerto Arista a Tonalá. Dos meses después, el 31 de diciembre de 1889 llega a Puerto Arista un vapor con 2,000 toneladas de rieles y pasados dos meses, para febrero de 1890, el muelle estaba terminado con tres grúas de vapor y dos de mano. En abril atracan los vapores Lonsdak, Moragshire, Balchutha y Havasdale con 11,700 toneladas de rieles. Se contratan 300 hombres y el 5 de mayo las vías llegan a Tonalá y para el 26 de junio de 1890, corre la primera locomotora llamada “Manuel Carrascosa” que sale de Puerto Arista y llega a las 7 de la noche a Tonalá, según reporta el jefe político, Francisco Alatorre al gobernador Carrascosa. A pesar del empeño y entusiasmo de los contratistas, el dinero no alcanza, y la construcción del ferrocarril se detiene, quedando el proyecto de San Benito a Tapachula sólo con rieles en pequeños tramos. El proyecto fracasa y la expansión cafetalera debe esperar veinte años, a la llegada del Ferrocarril Panamericano. Para 1874 se producían en el Soconusco unas 1,200 toneladas de café y quince años después, en 1890 se tenían 2,500 toneladas. La cosecha de 1899/1900 llegó a 4,480 toneladas y así siguió creciendo. En 1910 la producción estaba en 7,720 toneladas, pero el ferrocarril ya estaba en funciones. En los años 1930´s, la cosecha era de unas 16,388 tons. Una parte del café se enviaba a California y el de Londres o Nueva York se llevaba a Panamá. Del Océano Pacífico se trasladaba en ferrocarril al Atlántico, para volver a cargar barcos y conducirlo a Inglaterra, Alemania o, a Nueva York. 45 Abelardo de la Torre González En Acacoyagua, el 16 de mayo de 1887 se crea la primera colonia japonesa de América Latina. En 1868, el nuevo gobierno japonés Meiji con sistema político moderno del emperador –tennosei-, inicia una etapa de transformaciones, como impulsar la migración masiva al extranjero. En 1874, el científico mexicano Francisco Covarrubias visita Japón para observar el tránsito de Venus por el disco solar y da pauta para iniciar pláticas para buscar establecer las relaciones diplomáticas con ese país. Después de más de 10 años, donde Matías Romero como embajador en Washington y el ministro japonés Munemitsu Mutsu, tienen una labor importante, el 30 de noviembre de 1888 culmina en Estados Unidos la firma del Tratado de Amistad, Comercio y Navegación entre los países. Los japoneses deseaban aprovechar la Ley de Deslindes emitida en 1883, por lo que, aún antes de la firma del Tratado, su gobierno encomienda a Tadashi Nemoto y al ingeniero agrónomo Bunzo Hashiguchi para que, entre las costas de Guerrero, Oaxaca y Chiapas, estudien las condiciones climáticas, el riesgo y la calidad de las tierras, los productos agrícolas que se explotaban, la mano de obra y la posibilidad de construir un puerto para facilitar el transporte a Japón. Después de 173 días de investigación, el gobierno japonés decide al Soconusco como el lugar idóneo para emprender la primera inmigración a México y América Latina, y envía al vizconde Enomoto Takeaki, distinguido político y marino militar, para que organice y aliente la emigración de su país a nuevos territorios. Sus colonos parten del puerto de Yokohama en el navío inglés Garlick el 21 de marzo de 1887 y dos meses después, el 10 de mayo de 1887, desembarcan en San 46 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo Benito. Están tres días en Tapachula y a pie llegan el 16 de mayo a Acacoyagua, y se convierten en la primera migración japonesa en América Latina, donde treinta y cinco hombres fundan la Colonia Enomoto. A cargo de los colonizadores venía el agrónomo Toraji Kusakado y entre los voluntarios para formar una nueva vida en América estaban: Saburo Kiyono, Renzo Ota, Ryoziro Terui, Kotoku Sugawara, Ishimatsu Matsumura y Kumataro Takahashi; pero además, contratados por la empresa colonizadora, venían otros Visconde Enomoto Takeaki. con apellidos: Shirai, Matuura, Okada, Nakamura, dos Yamamoto, dos Suzuki, Kuroyagi, Nozawa, Watanabe, Yamaguchi, Sugiura, Yonezawa, Mitsui, Matsumoto, Arima, Yamaguchi, Kanayama, Hashimoto, Sakamoto, Shimizu, Oobata y Azuma. La casa Henkel por 1894 y el primer hotel en Tapachula por 1897. El auge del café se refleja en el crecimiento de Tapachula y sus comercios, y el más conocido fue la casa Henkel, que fue fundada en 1894 como “El altillo” por el alemán Roberto Haack. Se llamaba así porque era de dos pisos y arriba vivía su dueño, que era el cónsul honorario de Alemania. Después fue vendida a Guillermo Henkel y “El altillo” se convirtió en sucursal comercial y financiera de una empresa de Bremen, Alemania, que 47 Abelardo de la Torre González contaba desde 1846 con la Casa Melchers de Mazatlán, junto con los hermanos Oetling de Manzanillo y la Casa Berting de Mazatlán. Henkel como representante en Chiapas, al cambiar de propietario, la modesta tienda de abarrotes “El altillo” se transforma en establecimiento de capitales alemanes. Ahí no sólo se vendían ultramarinos, medicinas, herramientas y maquinaria para la producción cafetalera, sino también servía como financiera que realizaba préstamos a finqueros, quienes pagaban sus deudas con café. Fue así como Henkel se hizo de plantaciones, cuando los deudores, al empeñarlas, no podían rescatarlas por malas cosechas. En sociedad con Juan C. Luttmann y Arthur Eric Edelmann, Guillermo Henkel consiguió Tiro Seguro, El Delirio, Morelia, La Tenaza, Santa Rosalía ubicadas en Huixtla, Huehuetán, Escuintla y Tapachula, con unas 1,300 has. Por 1897, por un periódico de San Francisco en California, Frederick Mahnken, ciudadano norteamericano, sabe que en Chiapas estaban vendiendo tierras baratas. Toma un barco y llega a Puerto Ángel, Oaxaca, donTapachula. Hotel Europa. 1902. de un alemán lo invita a su finca de café en Tapachula. Llega a la ciudad y al no haber hotel, se instala en una casa de huéspedes. Años después decide vivir en Tapachula y construye el primer hotel que lo llama “Europa”. Estaba casi frente al parque central, en la 8ª Avenida Sur. Contrae matrimonio en 1902 con Betty, una alemana que 48 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo había llegado de Guatemala y con quien tuvo tres hijas tapachultecas: Ilse, Liddy y Winifred. Después adquiere en Ulapa por Acapetahua, un rancho donde siembra maíz, hule y cría ganado, y en mayo de 1906 se inaugura una estación del ferrocarril. Para 1926 era dueño de la finca cafetalera “La Gloria” por Huixtla. A principios de 1910, en Tapachula circulaba un tranvía abierto de lado a lado, jalado por dos mulas. Al llegar a la esquina tocaba una campanita. Su recorrido era por la avenida central, desde la estación del ferrocarril hasta el parTapachula, tranvía jalado por dos mulas. 1920. que central. Daba vuelta completa y regresaba por la 8ª Avenida Norte hasta la ferretería “El altillo”. Estos tranvías desaparecieron por 1924 al llegar los camiones de transporte. Otro tranvía tenía ruta especial. Recorría la 8ª Avenida Sur al panteón civil, que fue construido por 1890. Ahí está enterrado Sebastián Escobar desde el 29 de septiembre de 1893 y su yerno, Teodomiro Palacios, que fue asesinado el 11 de enero de 1915 en Mazatán y deja en donación una manzana completa a la niñez, junto con su edificio para escuela en el centro de la ciudad, donde hoy se encuentra el Palacio Municipal de Tapachula, y también dinero en efectivo para la construcción de un internado para niños pobres. 49 Abelardo de la Torre González En 1898, los japoneses compran 64 mil hectáreas para sembrar. Como en octubre de 1891 se había abierto en la Ciudad de México el primer consulado japonés en América Latina, casi nueve años después de haber llegado a Acacoyagua, por mediación del cónsul en México, Yoshibumi Murota, y con interés de comprar una porción de tierra para cultivo, en 1897, Enomoto Takeaki forma una compañía de colonización y negocia con el gobierno mexicano la adquisición de 63,920 hectáreas a pagar a 15 años, con valor de un peso sesenta y cinco centavos la hectárea. Su contrato se firma el 29 de enero de 1898 y el terreno comprendía lo que sigue: “…la extensión del terreno vendido al conde Enomoto lleva 63,920 hectáreas y un poco más…hacia el norte colinda con el departamento de Comitán y por el oeste con el de Tonalá; en el rumbo de este con terreno oficial no deslindado y con el rancho Zapote; y en el sur, con las cuatro estaciones del camino que comunica entre Tapachula y Tonalá, es decir, Pueblo Nuevo, San Felipe, Escuintla y Acacoyahua, y también con los ranchos Arenal, Hulapa y Cesecapa, y un pequeño terreno oficial no deslindado…” Sin saber cómo cultivarlo, porque no conocían el cafeto, en 1899 los japoneses inician su siembra por Escuintla. Lo hacen cerca del río, pero por la humedad no logran ninguna cosecha, pero sí comienzan a enfermarse de paludismo, fiebre amarilla y algunos llegan a perder la vida. Estas razones, junto con la falta de recursos, obliga a dieciocho hombres a ir caminando a México, para ver al embajador de Japón, Murota. El vizconde Enomoto se desanima de la empresa y surge Tatsujiro Fujino, quien en 1901 envía a Sutezo Misumi a recuperar la colonia de Escuintla. En 1902 se contrata al ingeniero Tsunematsu Fuse y al Dr. Tsuneki Horita, quien antes de partir a Alemania vive en Acaco50 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo yagua durante siete años, trayendo de Japón en 1906 al farmacéutico Naraki, quien se convierte en el precursor de la fabricación de medicamentos en la región. También entre los primeros inmigrantes había llegado Renzo Ota quien, por ser médico veterinario, conocía la medicina humana. Trabaja incansablemente por sus pacientes, pero en 1921 se contagia de fiebre amarilla y fallece, teniendo un funeral espectacular. Por más de 80 años, en el Soconusco circula la moneda guatemalteca. En el México independiente, las Chiapas se anexa a la República en 1824 y formalmente el Soconusco a Chiapas en 1842, pero tuvieron que pasar otros 70 años para que la Ley Bancaria del 19 de junio de 1909, no permitiera a los bancos privados emitir sus propios billetes y los obligara a circular la moneda mexicana, y sólo así, el Soconusco se integra financieramente a México. Mientras esto ocurre, por 80 años los guatemaltecos compran bienes y pagan salarios en Chiapas, con una moneda hecha de níquel y papel emitida por bancos privados que carecían de respaldo en oro y plata. De esta manera y como sucedió, fue fácil financiar guerrillas en Chiapas, con sólo echar andar la máquina de nuevos billetes de Guatemala. Entre los veinte años de 1870 a 1890 que llegan al Soconusco cafeticultores extranjeros, compran tierras y realizan transacciones con la venta de su café, pero por la distancia y falta de vías de comunicación a la Ciudad de Mexico, aprovechan la cercanía de los puertos marítimos de Ocós y San José, así como de Quetzaltenango y Guatemala, para hacer circular en la región sólo la moneda guatemalteca, que se conocía como “el cachuco”; aunque algunas fincas, sin respaldo en oro o 51 Abelardo de la Torre González plata, emiten su moneda en níquel que tenía aceptación en sus tiendas de raya. Los prestamistas y cafetaleros como círculo poderoso, daban créditos garantizados con café o propiedades, como José Revuelto, el agente consular de Francia León Amadeo Cadillac, y Bernabé Acosta, por lo que en el Soconusco no se sintió ninguna repercusión por la creación de los primeros bancos mexicanos, como el Banco de Avío, o el Banco de Amortización de Moneda de Cobre en 1830, o el Banco de Londres, México y Sudamérica nacido en 1864. Isaac J. Salas, que en 1889 había adquirido la finca Santo Domingo y se destaca como cafetalero, desesperado escribe a Porfirio Díaz en 1897, donde dice: “…con trabajo, dificultades, préstamos a intereses elevados por carecer de capital propio, llegué a formar en 18 años una finca cafetalera que llegó a tener la reputación de ser la primera en su género en toda la república… Víctima de una felonía cometida por mi acreedor, un señor español Don Casimiro Gándara, quedé en la miseria…”. El contraste económico del Soconusco con el resto de Chiapas era notorio. Para diciembre de 1895 y firmado el Tratado de Límites en 1882, Porfirio Díaz tenía preocupacion de que la economía del Soconusco continuara dependiendo de Guatemala y que existiera el sentimiento de separación de México, de modo que en 1896, como amigo pide al abogado Emilio Rabasa que busque como instalar una sucursal del Banco de Londres en Tapachula, pero no fue posible. Para 1898, el Banco Agrícola Mexicano muestra su intención de ubicarse, pero también no pudo. La moneda guatemalteca en circulacion era demasiada que, para desplazarla, los bancos mexicanos deberían ubicar mucho capital para ser competitivos. 52 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo En cierto momento, los productores de café en Guatemala que, en su mayoría eran alemanes, dejaron de repatriar a ese país el dinero de sus ventas en el extranjero y se limitaron a ingresar lo mínimo para sus gastos, importando la moneda de plata peruana y chilena que por 1889 se acumula en el Soconusco y en el centro de Chiapas, donde era preferida por los comerciantes de San Cristóbal, y en la venta de ganado en Comitán y los llanos de Venustiano Carranza. Llegó un momento en que hasta las arcas de la Tesorería del gobierno de Chiapas tenían monedas extranjeras. En junio de 1907 llega el ferrocarril a Huixtla y el 15 de abril de 1908 a Tapachula. Para los primeros años del desarrollo cafetalero, la población del Soconusco se había duplicado. De 11,465 personas en 1838, cincuenta años después, en 1881 se tenía casi el doble que eran 17,828 habitantes; pero este crecimiento marcaba más el problema del transporte y el auge de la cafeticultura, que sólo pudo ser solucionado con la llegada del ferrocarril. En junio de 1907 el ferrocarril llega a Huixtla, y no sólo despierta el interés de siembra de nuevos cafetales entre el río de Huixtla y Vado Ancho, sino también en las montañas, rumbo al cerro del Boquerón y cerca del río Tepuzapa; lugares que desde 1898 las recuas de mulas sacaban el producto de las fincas Germania, San Cristobalito y Hannover, para llegar en seis días al puerto de San Benito. Luego se fundan en 1915 las fincas Santa Elena, La Victoria, El Encanto y El Brasil de Enrique Braun con 1,181 has. En Villa Comaltitlán, cuando el hule estaba en plena producción, también la cafeticultura se transfor- 53 Abelardo de la Torre González maba con la participación extranjera. Por 1910 y como socio financiero de una casa comercial de Manuel González Canseco, había llegado a la Ciudad de México el judío francés Ernesto Suire Salame. Conoce a su paisano Juan Monribot y lo invita a ser cafeticultor en el Soconusco. Adquiere la finca La Fortuna que era de Monribot y había iniciado actividades en 1908 y junto con sus demás fincas: Argentina, Hoja Blanca, Las Palmas, El Recuerdo y El Ernesto Suire Salame. 1935. Gavilán haciendo un total de 1,837 has., unidas a La Esmeralda del alemán Juan Bernstorff y El Chorro del español Ernesto Longo, embarcan café por ferrocarril y barco a Europa. Ante la presencia de norteamericanos, chinos, alemanes y españoles, el 15 de abril de 1908 llega el ferrocarril a Tapachula y se inicia la construcción del ramal Tapachula-San Benito, el cual alienta el movimiento marítimo. Las mercancías salían y entraban con facilidad, gracias a comerciantes como el español José Revuelto, quien se mantuvo exportando café por mar, pero el ferrocarril fue más costeable. Por falta de muelle, en marzo de 1910 se cierra el puerto de San Benito. De los primeros en transportar en ferrocarril el café de la Sierra Madre fue el comerciante alemán Gustav Radbruch. En 1908 abre un peligroso camino de herradura y con mulas saca café de la última finca ganadera San Francisco por Jaltenango y en diez días llega a Mapastepec. Para 1912 se establece Liquidámbar 54 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo que en 1926 tenía 634 has. y Prusia con 970 has, y les siguen otras fincas, como las de Montecristo. El recorrido del tren Panamericano conecta al Soconusco con el ferrocarril nacional y se entronca con Guatemala, al atravesar el puente internacional sobre el río Suchiate llamado “Nicolás Dighero”, inaugurado en 1888, donde la red ferroviaria guatemalteca era de vía angosta, porque el presidente J. Rufino Barrios había autorizado su construcción diferente a las vías anchas que se construían en México, para evitar, en algún momento, la intervención militar mexicana, dado que el problema de límites territoriales estaba vigente y se rumoraba que México podría invadirlos. El ferrocarril Panamericano llega a Tapachula en 1908. www.lavozdelnorte.com.mx Los japoneses se convierten en exitosos comerciantes y no en agricultores. Como cultivadores de café, los chinos no hicieron el intento y los japoneses fracasaron, ya que sólo cumplieron con tres pagos al gobierno por las hectáreas que se habían comprometido a comprar, de modo que adquirieron 13,000 hectáreas y las restantes 51,000 has., las pagaron funcionarios mexicanos. 55 Abelardo de la Torre González Para 1910, los japoneses criaban ganado, cultivaban caucho y café en 400 hectáreas. Ese año fallece Tatsujiro Fujino y la empresa colonizadora llega a su fin, formalizándose hasta 1921. Renzo Ota, Saburo Kiyono, Ryoziro Terui, Kotoku Sugawara, Ishimatsu Matsumura y Kumataro Takahashi que llegaron en 1887, salen de Acacoyagua para vivir a Escuintla, donde fundan la Cooperativa Japonesa-Mexicana, S.A., a cargo de Ryojiro Terui. Entre 1912 y 1915 logran el éxito en la administración agrícola, farmacia, agua potable, almacenes, fábrica de tintas para textiles, estación de energía eléctrica y hasta en la edición del primer diccionario Español-Japonés. La Revolución Mexicana inicia en 1910. Los treinta años de dictadura de Porfirio Díaz provocan una serie de contradicciones políticas que afloran a partir de 1910, y fueron estandarte de lucha por casi diez años. El autoritarismo del gobierno, la ausencia de democracia en gobernantes, la concentración de riqueza y tierras en particulares con anuencia de autoridades, y el uso de la violencia por la represión del Estado, abrieron paso a caudillos y líderes sociales demandando cómo moderar la desigualdad, recuperar tierras expropiadas injusta e ilegalmente a comunidades, elevar salarios a campesinos y obreros, y mejorar las condiciones de vida de la población. Al tener el Soconusco en 1895 sólo 24,358 habitantes y en quince años llegar a 54,691 personas, puede afirmarse que gracias al impulso cafetalero, en 1910 la población se había duplicado. Francisco I. Madero, político y empresario, con estudios en París y Estados Unidos, inicia la Revolución 56 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo Mexicana el 20 de noviembre de 1910, de modo que Porfirio Díaz, habiendo tenido fracasos militares al enfrentarse a Pancho Villa, Emiliano Zapata y Pascual Orozco, prefiere renunciar y en mayo de 1911, abandona el país rumbo a Francia. Madero sube a la presidencia, pero como a los campesinos levantados en armas no les cumplen las promesas agrarias ofrecidas, los caudillos Emiliano Zapata y Pancho Villa continúan en su lucha. Al asumir la presidencia Venustiano Carranza el 6 de enero de 1915, emite en Veracruz una nueva Ley Agraria que trata de recoger la lucha zapatista. Ordena la restitución de tierras a los campesinos, arrebatadas de una interpretación dolosa de la Ley Lerdo de julio de 1856, por medio del cual se vendieron bienes comunales a terceras personas, con el pretexto de que eran bienes de la Iglesia y que esta ley sí les permitía. Presidente Francisco I. Madero. El esplendor cafetalero de los años 1927-1928. Una de las alternativas para lograr el esplendor cafetalero fue contratar la mano de obra en los Altos de Chiapas. Los cafetaleros instalan oficinas de “engancha57 Abelardo de la Torre González dores” de indígenas en San Juan Chamula y en San Cristóbal de Las Casas, así como para los tojolabales de Comitán, en donde se contrataban como jornaleros, dándoles adelantos de salarios para comprometerlos en el trabajo; pero, si pretendían huir o ya no querían ir a las fincas, los finqueros, de conformidad con el gobierno, los perseguían con su propia policía hasta alcanzarlos. De modo que, con la anuencia oficial, las oficinas fueron eficientes para los cafetaleros y enganchadores. Los indígenas, después de caminar decenas de kilómetros llegaban en “remesas” a la Sierra Madre de Chiapas y viendo al Soconusco se distribuían en fincas, para vivir los tiempos de cosecha en galeras. Chamulas de los Altos de Chiapas. 1950. Ahí se encontraban con la autoridad real y única del “patrón”. En las tiendas de raya se les surtían de alimentos y se les concedían préstamos interminables, creando eternos compromisos de trabajo. Aunque predominaba el trueque de mercancías, también circulaba la moneda guatemalteca que, en ocasiones, era sustituida por la emitida por la finca. Los indios mames de la Sierra de Chiapas, poco a poco se fueron diluyendo con los jornaleros chamulas enganchados en Los Altos. Los buenos precios del café dieron prosperidad económica a la región, pero la concentración de la riqueza en pocas manos, trajeron los primeros movimientos sociales entre campesinos que, en su inicio, formaron 58 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo sindicatos, y después, se transformaron en la lucha ejidal por la tenencia de la tierra. El 15 de enero de 1920 se funda el Partido Socialista de Chiapas. Pasados quince años de la Revolución Mexicana, para 1927 y 1928, estando como presidente Plutarco Elías Calles y a pesar de la inestabilidad política con seis gobernadores en esos dos años, como: Luis Vidal, Manuel Álvarez, Federico Martínez Rojas, Amador Coutiño, Rosendo Delarbre y Raymundo Enríquez, la cafeticultura chiapaneca se encontraba en esplendor. Presidencia Municipal de Tapachula, antes de 1930. En el Soconusco había unas treinta y dos fincas en propiedad de alemanes, veinticinco en manos de mexicanos, trece españolas, diez norteamericanas, ocho francesas, cuatro inglesas y dos suizas. Los alemanes tenían una tercera parte de ellas y producían la mitad del café, y los mexicanos, casi con otra tercera parte de tierras, producían el 21% de las cosechas. La producción era de unas 16,388 toneladas. Desde esos años, los alemanes trataban de conservar su cultura y rasgos germanos, al no fomentar matrimonios con mexicanos. Viajaban a Alemania para 59 Abelardo de la Torre González casarse con personas de su propio origen y regresaban. Para el matrimonio de sus hijas, preferían a los administradores alemanes. Antes de hacerse cargo de sus fincas, sus hijos estudiaban en Alemania. Como ocurrió con algunos, aquel hijo de alemán que se atrevía a casar con mexicana corría el riesgo de ser desheredado. De este modo, en el Soconusco, los alemanes poco aportaron a su cultura, al evitar mezclas con la sociedad y muchos han permanecido aislados en su pasado. Para 1927, el Soconusco estaba integrado al mercado mundial del café y giraba alrededor de las grandes ciudades de Bremen, Hamburgo, Nueva York y San Francisco. Tapachula se había convertido en importante centro comercial y, concentrador de mano de obra guatemalteca y de los Altos de Chiapas. La línea fronteriza entre México y Guatemala era imaginaria, conservando el Soconusco muchos rasgos comunes con Guatemala al no olvidar su origen guatemalteco. El ir y venir de las personas entre los dos países permitía compartir la vida social, religiosa y cultural. En tiempos de El Porfiriato y por 1910, habían llegado a Tapachula comerciando con pan, luego pieles de animales de la región y después café, los hermanos, Luis, Fernando y Enrique Braun que eran de Sonora, hijos de norteamericanos de origen alemán. Aunque Fernando J. Braun fue jefe político de Tapachula del 26 de noviembre de 1913 a junio de 1914, su influencia duró casi treinta años, aún cuando el 18 de enero de 1915 se suprimieron las jefaturas en Chiapas. De su hermano Enrique, se dice que al casarse con Ángela Ortega, hija del guanajuatense Rafael Ortega y Sara Salas de Ortega, y ser dueños de 1885 a 1900 de las fincas Las Chicharras, Los Cerritos, Guadalupe, La Infamia y 60 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo Santo Domingo, pudo contar con recursos económicos para hacer muchos negocios. A pesar de la caída de Porfirio Díaz, varios porfiristas conservaron el poder por mucho tiempo. En los años de 1927-1928, siendo presidente Elías Calles y a lo mejor, por ser igual sonorense que los hermanos Braun, éstos tuvieron facilidad de acercarse al grupo de amigos en el poder, lo cual, junto con su riqueza, se mezclaron con los callistas de Chiapas y continuaron aprovechando por más años la combinación que permitía el uso del capital financiero y el poder político, para acumular fincas cafetaleras. Cafetaleros alemanes en el Soconusco. Se inicia la organización sindical en las grandes fincas del Soconusco. En su origen, la Reforma Agraria buscaba solucionar los problemas que ocasionaban la concentración de la propiedad de la tierra en unos cuántos y que, en ocasiones, no modernizaban sus procedimientos, ni equipos, para aprovechar la mano de obra barata de los 61 Abelardo de la Torre González peones, de manera que, en marzo de 1931, el gobernador Raymundo Enríquez crea en Chiapas la Confederación Campesina y Obrera, afiliada al Partido Nacional Revolucionario –hoy PRI- con la intención de que, como organización, sirviera para mediar las relaciones laborales y conflictivas entre finqueros y trabajadores; pero, al llegar en 1932 el gobernador de orientación conservadora Victórico R. Grajales, se tiene un cambio radical a favor de las grandes empresas cafetaleras, originándose en la región una crisis de gobierno por los conflictos obreropatronales que condujeron a muertes y enfrentamientos. La comunidad indígena guatemalteca y Altos de Chiapas había proporcionado brazos a las plantaciones de café en el Soconusco y se estimaba que por los años 1930´s, habían entre 5 a 6 mil peones permanentes acasillados en las fincas y, entre 30 o 40 mil trabajadores temporales. De ellos, sólo unos 10 mil eran mexicanos y los otros 20 o 30 mil eran de Guatemala, quienes tan sólo en 1902, al definir los límites México y Guatemala, 15 mil guatemaltecos pasaron a ser automáticamente mexicanos, por la ubicación de los nuevos mojones. Dada esta situación, uno de los primeros pasos para la solución a los problemas con los peones, fue regularizar sus derechos como mexicanos, por lo que en 1934, siendo gobernador Victórico R. Grajales, el presidente Cárdenas autoriza que los trabajadores de las fincas, incluyendo guatemaltecos, sean reconocidos por el Estado como mexicanos. Se dice que por las instalaciones que había donde está la escuela preparatoria Miguel Alemán en la 5ª Norte en Tapachula, por un lado entraban guatemaltecos y por la otra puerta salían siendo mexicanos. Al paso de 100 años, algunos finqueros en el Soconusco habían abusado de su poder económico, limitando las aspiraciones y la calidad de vida de cam62 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo pesinos, de modo que en la campaña política a la presidencia de la República del candidato del PNR, Lázaro Cárdenas, en marzo de 1934 que recorre el Soconusco promete investigar las quejas de los trabajadores. Así, al tomar posesión Cárdenas y el nuevo gobernador Efraín A. Gutiérrez, se logra una alianza donde se obliga a los cafetaleros a la construcción de las primeras escuelas para niños, basadas en Artículo 123 constitucional afiliadas a la Secretaría de Educación Pública. Como mezcla de dos culturas: la de Guatemala y la de los indígenas de los Altos de Chiapas, en los cafetales del Soconusco nace una nueva raza chiapaneca. El presidente Cárdenas asume la autoridad presidencial y declara la expropiación petrolera. Para 1936, Lázaro Cárdenas asume plenamente el poder político de México, resolviendo la crisis de autoridad en la Presidencia de la República, por la intromisión del expresidente Plutarco Elías Calles, de manera que por conspirar contra el gobierno, "Calles, el jefe máximo de la Revolución," es expulsado del país. 63 Abelardo de la Torre González Dos años después, las empresas petroleras de Estados Unidos y Gran Bretaña en México, no sólo se rehúsan a pagar los aumentos de salarios y prestaciones a trabajadores, sino que se rebelan al fallo de la Suprema Corte de Justicia que las obliga a cubrirlos, por lo que el 18 de marzo de 1938, el presidente Lázaro Cárdenas declara la expropiación petrolera y se enfrenta a Estados Unidos, quien deja de comprar petróleo y plata, y junto con Holanda, decretan un embargo comercial. Inglaterra, también rompe relaciones y a causa del boicot, los únicos compradores de petróleo son Japón y Alemania, con quienes México venía comerciando desde 1937. El presidente Cárdenas declara la expropiación petrolera en 1938. El reparto agrario llega a Chiapas en 1939. Aunque la Reforma Agraria se había iniciado desde 1915, a Chiapas llega 25 años después. El 19 de marzo de 1939, un año después de la Expropiación Petrolera, al identificar los cardenistas a los hermanos Braun como parte del grupo callista del expresidente 64 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo Elías Calles, y conocer del asesinato de huelguistas y líderes sindicales en sus plantaciones, el gobernador del Estado, Efraín A. Gutiérrez y el presidente Cárdenas, eligen como blanco para el reparto de tierras al mexicano descendiente de alemanes Enrique Braun, quien era el finquero más poderoso de Chiapas. En la Finca Perú, reunión de alemanes¸entre ellos, Harald Fackland y Hans Luethje. 1935. Los Braun eran dueños de la mayor parte de las tierras de Unión Juárez y Cacahoatán, donde trabajaban más de mil peones. De las 7,987 hectáreas repartidas se formaron seis ejidos y más de la mitad pertenecía a Enrique Braun, quien era dueño de 6,345 has. que comprendían las fincas: Eureka, Santo Domingo, Cerro del Carmen, Alpujarras, La Central, Tonintaná, San Rafael, Buenavista, Highlands, Santa Teresa Guarumo, Cerro del Carmen, La Trinidad y El Desengaño; y Fernando Braun, dueño desde 1909 de Pevencul y Toquián con 2,524 has.; aunque por derecho de ley, tal vez los Braun conservaron decenas de hectáreas en cada una de sus propiedades. En Huixtla, el reparto de tierra fue de 5,500 has. para 570 familias de campesinos, donde Enrique Braun entregó 1,386 has de la finca Europa que había adquirido por denuncia de baldíos en 1915. 65 Abelardo de la Torre González Durante la administración del coronel Victórico R. Grajales, de 1932 a 1936, en Chiapas se ejecutaron 104 peticiones de 66,087 hectáreas, beneficiando a 6,131 familias, y con el gobernador Efraín A. Gutiérrez, se afectaron 349,180 has. de 261 peticiones para 29,398 familias. En terrenos de El Cafetal Juárez nace La Unión de Juárez. El 24 de julio de 1824 que el Soconusco se incorpora a Centroamérica y durante los siguientes 17 años de “estado neutral”, las únicas poblaciones registradas eran Tapachula y trece pueblos, y los terrenos donde sería la ranchería de El Zapote y después Unión Juárez, eran parte de Cacaguatlán. Aunque el tratado de límites entre México y Guatemala fue firmado en septiembre de 1882, su reconocimiento oficial fue dado por el presidente de Guatemala, Manuel Estrada Cabrera, hasta el 1 de abril de 1895 y mientras, no hubo ningún movimiento de gobierno por el reconocimiento de municipios fronterizos, donde la Línea estaba resguardada por tropas mexicanas. En 1902 y siendo presidente Porfirio Díaz, se definen los mojones y las líneas divisorias, y es cuando la finca “El Malacate” ubicada en terrenos de Tuxtla Chico y del expresidente de Guatemala, J. Rufino Barrios queda en territorio mexicano y la finca “El Cafetal Juárez” de Matías Romero, que iba desde el volcán del Tacaná hasta el volcán de Tajumulco, resulta una parte de Guatemala y otra de México. Es posible que los terrenos donde se ubica Unión Juárez se traten de las propiedades de Matías Romero, donde por 1872 era la finca “El Cafetal Juárez” y después “Paso del Norte”, las cuales, tal vez Romero puso esos nombres como constancia de gratitud a Benito Juárez, 66 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo fallecido el 18 de julio de 1872, por ser el oaxaqueño que lo ayudó a iniciarse en el servicio público para llegar a ser embajador de México en los Estados Unidos y por primera vez, ministro de Hacienda. Pasados los años, esas tierras se dividen y crean otras fincas como el Vergel de Malá -Monte Perla- que en 1879 fue de Fermín Romero, así como también Santo Domingo que en 1892 y en 1894 fue de Teófilo Acebo. Entre ellas estaba la finca El Zapote, donde había una ranchería que da origen a La Unión de Juárez. Junto a El Zapote estaba la finca Paso del Norte de Teófilo Acebo, quien por fallecer su esposa, Teresa Marroquín de Acebo y no tener herederos, deja sus bienes a la Beneficencia Pública de Unión Juárez, Chiapas. 1977. Tapachula. Años después, el casco de Paso del Norte con unas 18 hectáreas son vendidas al español Antonio Valera Muñoz, quien se convierte en el gran promotor del bienestar de la región. Por 1926 y ante las restricciones de las leyes mexicanas, donde las propiedades cercanas a los límites fronterizos no podían estar en manos extranjeras, Paso del Norte es expropiada a favor del gobierno, pero Valera logra mantenerla en arrendamiento. Después de años, Antonio Valera Muñoz compra de nuevo la propiedad, pero ante la restricción legal, la adquiere a nombre del tapachulteco, Carlos Zebadúa. 67 Abelardo de la Torre González Pasados los años y por 1959, fallecido Valera, Zebadúa se acerca a su viuda, la española doña Teresa Saá Lamela y, de acuerdo a sus instrucciones y cumpliendo su compromiso moral, ante el notario público, Lic. Francisco Coello Cantoral, Carlos Zebadúa García cede los derechos de propiedad de las 18 hectáreas de Paso del Norte, a los nueve hijos de la sucesión de Antonio Valera Muñoz: Juany, Rosa María, Teresa, Josefina, Isabel, Dolores, Antonia, José Antonio y Humberto, y así, en esos terrenos crece el pueblo de La Unión de Juárez. La leyenda de “la casa Braun en la finca Santo Domingo”. Adolfo Hitler y Eva Braun en Alemania. Atrás de la familia Braun hay un suceso lleno de fantasía que, no sólo relaciona a Fernando y Enrique Braun Hanzen como hermanos de Eva Anna Paula Braun Kronburger, esposa de Adolfo Hitler y por tanto cuñados del Füehrer, sino también, se recuerda a Eva en 1929 en la inauguración de la “casa grande” de Santo Domingo; así como se mencionan visitas de Hitler entre 1930 y 1936, y la existencia de misteriosos túneles. 68 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo La “casa grande” es de estructura prefabricada y traída de Estados Unidos. Su construcción duró nueve años, de 1920 a 1929, tal vez por el minucioso trabajo decorativo interior. Lugar elegante y sobrio, hecho de maderas preciosas, con sótano, ático, planta baja y alta. Aunque los Braun en el Soconusco deben haber aprovechado la similitud de apellidos para lograr ventajas en adquisición de tierras y control político, sobre su familiaridad con Eva Braun, resaltan dudas. Eva no tuvo hermanos hombres, sino dos hermanas: Ilse y Margarita Greti. De la supuesta visita a la finca Santo Domingo por 1929, en ese entonces, Eva era una joven de 17 años, de clase media, y tal vez apenas había conocido a Hitler como para contar con respaldo económico para salir de Alemania y llegar hasta Tapachula. Fritz y Franziska. A la izquierda Ilse. Arriba Margarita y abajo Eva Braun. 1940. Eva Braun Kronburger nació en Munich el 6 de febrero de 1912. Su madre Franziska Kronburger era modista y su padre, Fritz Braun, maestro de escuela. Segunda hija de tres hermanas. Estudió ballet y trabajó como asistente del fotógrafo de Hitler, a quien conoció en 1929 como el señor Wolf, el cual era el apodo que él se puso en 1920 y sólo usaba entre amigos íntimos. 69 Abelardo de la Torre González Su relación amorosa con Hitler la inició en 1930 a los 18 años de edad y él de 43. Algunos indican que Eva le dio al menos un hijo en 1938, y que al suicidio, estaba embarazada. Se casaron el 29 de abril de 1945, un día antes de la fecha registrada como su muerte, el día 30. Se dice que en el despacho de Hitler, Eva recibió cianuro y él mascó la botella y se suicidó con un tiro en la cabeza. En 1942, la Segunda Guerra Mundial hace que japoneses, alemanes e italianos se concentren en la Ciudad de México, Guadalajara y Perote. Como el 18 de marzo de 1938 que Cárdenas hace la expropiación petrolera, la Segunda Guerra apenas se asomaba al mundo con la alianza en 1936 entre Roma y Berlín con Benito Mussolini y Hitler, y en 1937 se les había unido el hermano del emperador Hirohito de Japón, el presidente de los Estados Unidos, Franklin D. Roosevelt, tuvo más interés de hacer un pacto con México en su bloque antifascista contra Alemania, que proteger a sus compañías privadas expropiadas por la nacionalización petrolera, lo que, tal vez, en parte, condujo al éxito de la decisión política mexicana. El 1 de septiembre de 1939 que inicia la Segunda Guerra Mundial, México se declara neutral y por dos años más y hasta 1941, sigue vendiendo petróleo a Alemania, momento en que los aliados como Inglaterra y Estados Unidos levantan el embargo petrolero, debido a la “armonía” entre los presidentes de EE.UU. y México, y la escasez del energético causada por la guerra. El 7 de diciembre de 1941 que los japoneses atacan Pearl Harbor en Hawaii, el presidente Roosevelt presiona a México y sin estar rotas las relaciones con Japón, violando los derechos individuales de las perso70 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo nas, en enero de 1942, el presidente Ávila Camacho dispone que los japoneses que vivían en la República se concentren a la Ciudad de México y a Guadalajara, de manera que para el 15 de enero de 1942, habían cerca de 370 registrados y en febrero de 1942, son expulsados del país los diplomáticos japoneses. El presidente Manuel Ávila Camacho declara la guerra en 1942. Cuatro meses después, tal vez por no convenir a las potencias del Eje formada por Alemania, Italia y Japón de que México vendiera petróleo a Estados Unidos, el 14 de mayo de 1942, misteriosamente el submarino alemán Seawolf hunde frente a Florida al buquetanque Potrero del Llano, y a pesar del reclamo diplomático mexicano, Alemania responde con el hundimiento del buque petrolero Faja de Oro; por ello, el 22 de mayo de 1942, México declara un estado de guerra al Eje, como parte de la Segunda Guerra Mundial. El presidente Ávila Camacho fue claro en que el “estado de guerra” era contra los regímenes de las potencias del Eje, pero que se tomaban precauciones vigilando a los ciudadanos de los países enemigos radicados en México. 71 Abelardo de la Torre González En 1940, en México vivían 2,852 alemanes, desde republicanos y pacifistas, hasta nacionalsocialistas y partidarios de Hitler; pero con el antecedente que el gobierno alemán buscó mantener el nacionalismo entre sus residentes, animando a enviar a sus hijos a escuelas alemanas sólo para “arios puros” y sugerían afiliarse a organizaciones como el Club Alemán, la Sociedad Humboldt y la Sociedad Alemana de Mexicanistas, donde partidarios nazis habían fundado desde 1939 la “comunidad popular alemana” en el Centro Alemán de Uruguay No. 80 de la Ciudad de México, y además, ante el peligro de que por su cercanía con los Estados Unidos, los países del Eje mantuvieran espías en el gobierno y se abalanzaran sobre México, el gobierno mexicano ordena el toque de queda, el estado de excepción y la suspensión de garantías individuales. El 12 de junio de 1942, se publica la “ley sobre las propiedades y negocios del enemigo”. Se nombra una Junta de Administración y Vigilancia de la Propiedad Extranjera para confiscar negocios y bienes, y se eviten posibles atentados contra el gobierno. Así, se instruye que alemanes, italianos y japoneses radicados en México fueran enviados a la llamada “estación migratoria”, que se entendió como un “campo de concentración mexicano”. Los japoneses fueron llevados a Guadalajara y a la Ciudad de México, pero los alemanes e italianos, y uno que otro extranjero confundido, fueron enviados al “fuerte de San Carlos”, cerca de Perote, Veracruz, donde se recluyen hasta 470 personas. De 75 plantaciones de café que en 1942 había en el Soconusco, se confiscaron 67, donde unas 54 eran de alemanes, siendo todos los extranjeros sustituidos por mexicanos. De los japoneses poco se sabe, pero en Tapachula se confiscaron tierras con hortalizas por el Boulevard Príncipe Akishino, propiedad del japonés Hilario 72 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo Imatzu y Clara Mendoza de Imatzu que nunca pudieron recuperar, así como bienes que perdió Felipe Yamazaki, al tratar de evitar su expropiación. Al concluir la guerra, el 2 de septiembre de 1945, casi todos fueron liberados. Muchos decidieron permanecer en México y algunos líderes del Partido Nacionalsocialista –Partido Nazi- que, tal vez eran peligrosos, fueron enviados a los Estados Unidos. Alemanes e italianos en la “estación migratoria” de Perote en 1942. A pesar de que la espera en la “estación migratoria” no fue tan severa, porque el gobierno permitió que organizaran su vida según sus gustos, donde se hacían recitales, espectáculos teatrales, juegos de futbol, a los extranjeros se les confiscaron negocios y bienes construidos a lo largo de años de trabajo. Cuando en 1946 el presidente Miguel Alemán les devuelve sus propiedades deterioradas, no sólo las tienen que volver a comprar, sino que tienen que reconstruir sus bienes y su vida con esfuerzo, e incluso, algunos miembros de la comunidad que fueron acusados falsamente de espías y apresados injustamente, fueron expuestos a la vergüenza, al dolo y mala fe de la sociedad. Otros, como el japonés Masao Imuro de 20 años de edad, se mantuvieron en las Islas Marías más de seis años, como si se tratasen de criminales de guerra. Imuro después se casa en 1950 y vive en la Ciudad de México. 73 Abelardo de la Torre González En 1947 se inicia la organización institucional de la cafeticultura mexicana. Presidente Miguel Alemán. Presidente Adolfo López Mateos. Pasados cinco años de la Segunda Guerra Mundial y para impulsar la cafeticultura mexicana con recursos del Estado, el 17 de octubre de 1947, el presidente Miguel Alemán crea la Comisión Nacional del Café; pero es hasta once años después, en diciembre de 1958 con el presidente Adolfo López Mateos, cuando la institución amplía sus programas y servicios para llegar a grandes y pequeños productores de tierras ejidales y comunales, y es ahí cuando entra en escena el Instituto Mexicano del Café –Inmecafé-, como organismo que no sólo toma las funciones de la Comisión del Café, al asesorar en el mejoramiento de las plantaciones y producción del cafeto, sino también, se convierte en instrumento financiero y fiscal de los cafeticultores, y además, representante de México ante la Organización Internacional del Café. El funcionamiento del Inmecafé estaba divida en tres sectores, según la producción cafetalera de México. 74 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo En el Segundo Sector estaban los estados de Chiapas, Oaxaca y Tabasco, cuya jefatura se ubicaba en Tapachula, Chiapas, y su centro experimental era Rosario Izapa en Tuxtla Chico. Ligero panorama de la cafeticultura a partir del año de 1960. Por los años 1960’s, las variedades arábigas como el bourbón, caturra, márago y mundo novo, abarcaban casi tres cuartas partes de la producción mundial de café; pero, entre más de 80 países que lo cultivaban, sólo 13 proporcionaban al mundo más del 80% del volumen, donde los principales eran Brasil, Vietman, Colombia, Indonesia, la India y México, manteniendo entre el quinto y sexto lugar. Recolectando café. Casi toda la producción mexicana estaba concentrada en cuatro estados: Chiapas, Veracruz, Puebla y Oaxaca, que tenían el 94% del café y sólo el 6% correspondía a las demás entidades federativas. 75 Abelardo de la Torre González Chiapas como primer productor nacional tenía sembradas 227 mil hectáreas con 75 mil productores dedicados al cultivo y en el Soconusco se concentraba al 20% de cafeticultores con 15 mil personas en 77 mil has., donde la mayoría eran campesinos ejidatarios. Durante décadas de los siglos XIX y XX, y como mayor productor de café en el mundo, Brasil había monopolizado su comercio y los precios del café se movían a su voluntad, de modo que se hizo necesario establecer una nueva política que diera oportunidad de negocio a otras naciones como México, Colombia, Guatemala, Perú, Indonesia. Esto dio origen a que en septiembre de 1962, en las Naciones Unidas en Nueva York, los países productores y consumidores firmaran un Convenio Internacional del Café, basado en que la “asignación de cuotas de exportación por países, sería mediante acuerdos previos”, el cual no sólo permitiría estabilizar los precios del café, sino que daría un alto sentido social y equitativo a las naciones productoras, como a los países consumidores. Así, en 1963 se crea la Organización Internacional del Café –OIC- con 42 miembros productores que coinciden ser los países en vías de desarrollo como Brasil, Vietnam, México y Guatemala y, 25 países importadores, donde se ubican las naciones desarrolladas, como Francia, Bélgica, EE.UU. y Alemania. El mexicano Miguel Ángel Cordera Pastor fue presidente de ese organismo dos veces. Una en 19631964 y otra por el período 1967-1968, teniendo la distinción de ser el primer presidente de la OIC. Para el período 1963-1964, Miguel Ángel Cordera, Jr., director general del Inmecafé y representante de México, al ser electo presidente, como una alternativa 76 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo más de solución a los desequilibrios de bienestar y pobreza que sufrían los países productores, por la variación de precios del café, logra que sus miembros aprueben que cada país productor realice un estudio sobre la posibilidad de aplicar un “programa de diversificación de cultivos en regiones cafetaleras”, con la intención de que se abrieran las puertas a otras siembras en las tierras dedicadas al café, que permitieran equilibrar los precios y ofrecieran mayor seguridad económica a los productores. El Convenio Internacional del Café firmado entre las naciones fue un éxito y mientras estuvo vigente, los productores y consumidores lograron cierta estabilidad en los precios del café; pero después de veintiséis años, entre 1989 y 1991, los países consumidores como Estados Unidos, Alemania y Bélgica optaron por Café tostado. no suscribirlo de nuevo; primero, porque se había generado una sobreoferta del grano y provocado un mercado en paralelo con productores asiáticos y africanos, y por otro, porque la política económica neoliberal caminaba en el mundo, defendiendo que el “libre mercado” era la mejor garantía de equilibrio y más crecimiento económico en países. Tal vez con el pretexto de falta de firma del convenio, así como por el avance de la política neoliberal, pero, sobre todo, por alguna negociación en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte entre 77 Abelardo de la Torre González Estados Unidos, Canadá y México, por instrucciones del presidente Carlos Salinas de Gortari se desmantela el Inmecafé y se liquida en abril de 1993. Después, bajo un concepto privatizado se crea el Consejo Mexicano del Café, A.C. que funciona hasta el 15 de diciembre de 2004 y, a partir del presidente Vicente Fox, perdura la Asociación Mexicana de la Cadena Productiva del Café, A.C., como organismo privado que representa los intereses de sus asociados ante autoridades y organismos internacionales. Se encarga de promover la producción del café de México, su procesamiento y comercialización a nivel local, regional, estatal y nacional, así como de fomentar el consumo del café mexicano a escala nacional y foránea. Siendo su misión la de agrupar a los sectores que intervengan en los procesos agrícolas, agroindustriales e industriales del café, desde el campo hasta la venta al público consumidor nacional y extranjero. Tres años después de liquidación del Inmecafé, debido al reacomodo de la cafeticultura mundial, frente al nuevo mercado internacional, por 1996-1997 el sector cafetalero presenta una crisis económica reduciendo su producción. En 1996, el cambio al sistema del “libre mercado” hace que México baje su producción en 200 mil sacos de café. De 5 millones 100 mil sacos pasa a 4 millones 900 mil en 1997; y aunque sube en 1999 a 6 millones de sacos, a partir de la cosecha 2007/08 se estabiliza con 4.0 a 4.5 millones de sacos anuales. Con el sistema de “libre mercado”, el peso de Brasil con 40 o 45 millones de sacos anuales se hace sentir en el mundo. La oportunidad de buenos precios en México con 4.5 millones de sacos queda condicionada a que Brasil tenga heladas y baje su producción, o Vietman ofrezca mejores salarios que encarezcan el precio del 78 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo café. Sólo así se abrirían las posibilidades de la exportación del café mexicano con mejores precios. En México ha habido dos fuertes crisis cafetaleras con duración de once años. Una fue de 1988 a 1994 y de la otra de 2000 a 2005, donde los precios fueron por debajo de los costos de producción. Para sorpresa, aún cuando la población y el consumo del café ha crecido en el mundo, la superficie cultivada en México se ha reducido en 142 mil hectáreas, poniendo en riesgo la sobrevivencia de familias que se dedican a Productores de café. este cultivo, sobre todo, a campesinos que por las condiciones naturales del café, viven en zonas rurales y marginadas, dependiendo sus ingresos de la venta del grano, de modo que, cuando los precios se desploman, se ven obligados a emigrar como jornaleros, desatendiendo lo suyo y complicando más la producción cafetalera. Por la diversidad de regiones productoras de café en el país, así como por el número de personas y las diferentes clases económicas de los agricultores, pero, fundamentalmente, por la participación de organizaciones que dan lugar a situaciones de conflicto social, a presiones políticas y con frecuencia a negociaciones que, en ocasiones, son ventajosas para unos, pero a la vez, injustas para otros, la producción de café en México está metida en un grave problema social. 79 Abelardo de la Torre González Brasil acepta la diversificación de cultivos en 1965 y es un éxito. Como primer productor mundial de café, cada año Brasil acumulaba excedentes de producción que presionaban a la caída de precios en el mercado internacional. En los 14 años de 1930 a 1944 llegaron a tener almacenados 78.3 millones de sacos, por lo que se vieron en necesidad de incinerar o tirar al mar el exceso de producción; pero aún así, durante los 20 años de 1945 a 1965 volvieron acumular un excedente de 65.3 millones de sacos. En esta ocasión, aceptaron la sugerencia de la Organización Internacional del Café y decidieron reducir la superficie cafetalera de 4 millones a 2 millones 750 mil hectáreas, eliminando 1 millón 250 hectáreas de cafetos viejos y áreas inapropiadas para el café, para dedicarlas a cultivos como la soya, caña de azúcar, algodón y pastos para producción de ganado. Esta diversificación de cultivos reestructura la economía de Brasil y en los próximos 15 años logra abatir los enormes stocks de café que se había acumulado en tiempos de la Segunda Guerra Mundial y posteriores, conociéndose como “El milagro brasileiro” . Su éxito repercute en el mundo estabilizando los precios del café que mejora la economía de los demás países productores como México y al Soconusco; por lo que este ejemplo sirve para estimular a las naciones a buscar cultivos alternativos como una solución para mantener los precios más estables y mejores. Así, México fomenta las investigaciones en el Inmecafé, de donde nace el “mango ataulfo”. 80 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo Capítulo II. Del mango ataulfo. Se inician los estudios sobre los cultivos perdurables y alternativos al café. Desde 1955-1960, el ingeniero Héctor Cano Flores como jefe de la Comisión Nacional del Café y luego Inmecafé en los estados de Chiapas, Oaxaca y Tabasco, donde el Soconusco era la zona más importante en la producción de café, veía llegar a la región la siembra del algodón como posible sustituto del café y, como agrónomo, al tener preferencia por los cultivos permanentes y no anuales, porque hacen menos daño a la tierra y utilizan menos productos químicos, comienza a presionar a los funcionarios de la Ciudad de México, para que decidieran y se iniciara la investigación para encontrar los cultivos perdurables y alternativos que pudieran sustituir al café. Con la recomendación de la Organización Internacional del Café, el licenciado Miguel Ángel Cordera logra en 1963 que la Secretaría de Hacienda le asigne recursos al Inmecafé para el nuevo programa de Diversificación de Cultivos y así, instruye para que en el campo experimental de Rosario Izapa en Tuxtla Chico, Chiapas, se inicie la investigación para encontrar los cultivos alternativos entre el hule, aguacate, limón, naranja agria, chicozapote, zacate forrajero como merkeron, gigante, guatemala, estrella africana y el pangola. Así como comiencen líneas de investigación en otros cultivos tropicales como el marañón, palma africana, guanábana, árboles forestales y especies. 81 Abelardo de la Torre González ¿Por qué incluir el cultivo del mango en la investigación? Al recibir la autorización del proyecto de Diversificación de Cultivos del Café, el ingeniero Cano observa que no venía incluido el cultivo del manguero, por lo que insiste al licenciado Cordera. Por esos años, la fruta del mango sólo se comercializaba en el Soconusco en mercados locales y en algunos casos, con intermediarios se enviaba a la Ciudad de México, pero en alguna ocasión que el Inmecafé realiza una breve investigación de campo, se da cuenta que en la región había gran cantidad de huertos caseros, con sorprendentes árboles nacidos espontáneamente sin la intervención de la mano del hombre, que no eran cultivados de manera ordenada, ni conducidos con alguna técnica agrícola, cuyos nombres se les había ido designando de manera regional en función de su lugar de origen, de su forma o de su sabor parecido a otras frutas, como el mango criollo que después se llamó ataulfo, manililla, de oro, de coche, amatillo, papaya, piña, manzana, durazno, pico de loro, y muchos más. Se supo que esta diversidad de frutos se debía a que correspondían a la raza indú que es monosperma, y por ello, fue de polinización cruzada en un elevado porcentaje, lo cual, si el Inmecafé autorizaba la ampliación de la investigación, daría oportunidad de contar con una gama de germoplasmas, que pemitirían seleccionar la mejor variedad. Por otra parte, el clima tropical húmedo del Soconusco era ideal para el cultivo del manguero, compartiéndolo con algunas regiones de los estados de Guerrero, Colima, Oaxaca, Sinaloa, Tabasco, Campeche, San Luis Potosí y principalmente, el estado de 82 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo Veracruz, quien dominaba el consumo del Distrito Federal con la variedad del “mango manila”. Además, en el mercado de exportación y nacional, el mango estaba considerado como una de las cuatro frutas tropicales más finas y exquisitas al paladar. Todas estas reflexiones hacían resaltar las ventajas naturales que la tierra del Soconusco ofrecía al cultivo del mango. El mango dentro del programa de Diversificación de Cultivos. A su llegaba a Tapachula, Miguel Angel Cordera Pastor, director general del Inmecafé saluda a Héctor Cano Flores, en presencia de Andrés Villaseñor Luque, subdirector general técnico del Inmecafé. 1965. Convencido el licenciado Cordera de incluir al mango en el programa de Diversificación de Cultivos, 83 Abelardo de la Torre González en 1963 se inician los trabajos de recolección de frutos y semillas –huesos- de las variedades regionales rústicas del Soconusco, para aprovechar su desarrollo vigoroso y resistente a plagas y enfermedades. Como técnico responsable de la investigación, el ingeniero Cano recomienda al personal del Inmecafé y amigos, que recolecten frutos de mango para conocer con detalle la calidad en la zona y comparar los nativos del Soconusco con las variedades de México y las de exportación. Campo experimental de Rosario Izapa, en Tuxtla Chico, Chiapas. Así, se importan de Florida, Estados Unidos, varetas portayemas de las variedades más finas y propias para exportar, como el hadden, kent, keitt, irwin, zill y tommy-atkins, con la finalidad de conocer su adaptación, desarrollo y producción en la zona y cotejarlas con el comportamiento de las regionales. Al comparar los mangos criollos entre sí, la mayoría no alcanza a superar las características del “mango manila” que era el fruto líder, pero destaca uno con grandes cualidades de pulpa dulce, baja en fibra y acidez, jugosa, mantecosa, aroma intenso, que puede conservar su sabor incluso después de su madurez cuando el hueso se ha vuelto gelatinoso. Cáscara correosa, fruto pequeño, peso de unos 350 grs., resistente al manejo de postcosecha, y que se componía del 69% de su peso en pulpa, el 19% de cáscara y el 8% 84 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo de hueso. Excelente color de presentación y larga vida en anaquel, que permitiría su empaque y transportación a mercados de exportación. Así, en el solar de J. Ataulfo Morales Gordillo, amable amigo de la familia nacido en Comitán, Chiapas, y dueño de la ”Joyería y Relojería El Zafiro” en Tapachula, Chiapas, quien era comerciante dedicado al negocio de joyería, se encuentran unos ocho árboles de mango donde sólo cinco con edad entre 15 y 20 años, nacidos entre los años de 1943 y 1948, se detectan frutos interesantes para ser investigados. Arboles originales “padre” del mango ataulfo en el estacionamiento de la Fundación Produce Chiapas, A.C. 2013. Este predio, J. Ataulfo Morales lo había adquirido el 20 de julio de 1948 de Manuel Rodríguez Pérez, según consta en la escritura pública No. 248, emitida por el Lic. Jorge Elorza Flores y registrada con el número 187, libro I, sección I de 1948, en el Registro Público de la Propiedad y de Comercio de Tapachula. 85 Abelardo de la Torre González De 1943 a 1948 que son años en que el ingeniero Cano registra como nacimiento de los árboles padres, hubo muchos dueños del sitio, por lo que se desconoce quién era el propietario al ocurrir la polinización. Antes de 1943, era de Julio Rojas, quien al fallecer el 18 de noviembre de 1943, hereda a María Luisa Santillán viuda de Rojas. Pasado un año, el 25 de abril de 1945 vende a Terán y Compañía, S. de R.L. y C.V., representada por Nicanor Terán Ortiz, quien dos años después, el 18 de agosto de 1947, enajena el bien a Domingo Toledo. Pasados tres meses, el 22 de noviembre de 1947 lo adquiere Manuel Rodríguez Pérez y después de ocho meses vende a Ataulfo Morales, el 20 de julio de 1948. El ingeniero Cano conocía los frutos del sitio de don Ataulfo, de modo que para la apreciación física del Lic. Cordera y su autorización para multiplicar esta selección, Cano insiste y envía a las oficinas del Inmecafé en México, muestras de mangos separadas por cada uno de los cinco árboles existentes. Decidido el licenciado Cordera, da instrucciones a que se rente por cinco años a J. Ataulfo Morales el terreno urbano de 3,128.23 m2 ubicado en la 7ª Avenida Norte No. 4, en Tapachula, Chiapas, pudiéndole pagar, además, los frutos que cada año se produjeran. Aún cuando por la reproducción de semillas era posible producir plantas y obtener frutos aceptables de mango, éstos no serían de la calidad que se logra con un injerto, por lo que Cano se da a la tarea de investigar cómo realizar una reproducción vegetativa a través de injertos de varetas portayemas y lograr frutos como el original; pero además, sabía que debía contar como “patrón”, a otro árbol criollo fuerte adaptado a la región y resistente a plagas y enfermedades, donde el tronco pudiera soportar ramas frondosas para sostener más 86 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo frutos, y así, piensa en la necesidad de hacer un injerto tomando como patrones otros mangos como el “de coche” y “el amatillo”. Esta postura era novedosa, ya que, aunque algunos agricultores podrían conocerla en ese tiempo -1963-, no se realizaba en el Soconusco. Mango ataulfo del Soconusco, Chiapas. Las semillas de mangos criollos no serían difíciles encontrar, sin embargo, Cano aprovecha su amistad con Jaime Urbina, conocido tapachulteco comerciante de frutas tropicales, quien dona algunos excedentes de mango “de coche” que desechaba por maduros y que no le convenía enviar para su venta a la Central de Abastos de la Ciudad de México. En la Ciudad de México, Cano consulta y compara entre sí las características genéticas de las variedades de mangos registradas en libros, con las de los mangos criollos del Soconusco; pero además, en la 87 Abelardo de la Torre González primera oportunidad, visita el Jardín Botánico de Nueva York, que es uno de los primeros parques de los Estados Unidos de América, fundado en 1891 y situado en el barrio del Bronx, y checa los registros de frutas. Al no conocer los orígenes de la variedad del sitio de don Ataulfo, selecciona los mejores frutos que, como clones, tendrían mayores perspectivas para sus investígaciones y los define como IMC-M1, IMC-M2, IMC-M3, IMC-M4 y IMC-M5, que querían decir “Instituto Mexicano del Café, Mango del árbol 1, 2, 3, 4 y 5”; aunque también, escoge otro criollo que lo veía interesante que era del istmo de Tehuantepec y que llamó “papaya”, así como el hadden, kent, keitt, irwin, zill y tommy-atkins. Cuantifica la producción de cada árbol del sitio, las registra en protocolos y extrae las varetas portayema para su propagación vegetativa, procurando escoger el mejor clon. Ahí identifica el nombre del lugar y por primera vez usa el nombre de “ataulfo” al registrarlos en el protocolo como podría ser el IMC-M2 Ataulfo, que indica el número del árbol y el lugar del predio. Identificado el mejor árbol como IMC-M2, se selecciona sus frutos, se les elimina las cáscaras con cuidado para no afectar el embrión y se ponen a germinar en semilleros, transplantando las plantas a bolsas de polietileno negro, en donde se desarrolla el vivero de patrones. Dado que por primera vez se harían en la región los injertos masivos, en el campo experimental de Rosario Izapa en Tuxtla Chico y en Huixtla, Chiapas, se capacita a un equipo de injertadores para la propagación vegetativa o asexual de las varetas portayemas, mediante injerto de púa terminal o veener. 88 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo Transcurridos entre 6 y 8 meses de crecimiento y desarrollo del patrón, se hacen injertos con las varetas portayemas de mango importadas y criollas, y entre ellas, estaba el ataulfo. Así, se inicia una producción de treinta lotes de plantones, donde quince se utilizarían para las huertas madres y fenológicas del campo de Rosario Izapa, cinco se enviarían al rancho Turu de Ciudad Valles, San Luis Potosí, y el resto, quedaría a disposición de nuevos productores de mango. Mientras crecían las plantas, para que los posibles interesados pudieran conocer la nueva variedad y tuvieran confianza de invertir sus ahorros en sembrar, entre 1963 a 1965, de los frutos cosechados en el huerto de la 7ª Avenida Norte No. 4, en Tapachula, el ingeniero Cano distribuía como regalo una peGonzalo Armida Cárdenas de 81 años, en 2012. En 1962 era técnico y auxiliar del queña canasta como jefe de campo en el Inmecafé. “muestra de mangos” y como referencia, utilizaba el nombre de ataulfo para ubicar el predio de dónde salían las yemas y varetas, y así se comenzó a generalizar el nombre que le pondría. ¿Cuál es el origen del mango ataulfo? Pasados treinta años del inicio de la investigación de 1963, por 1993, el autor tuvo oportunidad de 89 Abelardo de la Torre González platicar con detalle con Héctor Cano Flores y, sobre el origen del mango ataulfo, le dijo algo parecido: “La polinización, es el proceso cuando el polen de una flor que lo produce, por el viento, el agua, o los insectos, se desplaza a otra flor de su misma especie, y lo recibe; en donde, este fenómeno tan simple, origina la formación de la semilla y del fruto, y que, con el tiempo, este nuevo fruto le sirve a la planta vegetal perpetuar su especie, al irse multiplicando poco a poco…dando origen a nuevas semillas y árboles…” Y sigue diciendo: “…en la región del Soconusco, no sólo los árboles padres del conocido “ataulfo” eran criollos o nacidos espontáneamente, sino que había como treinta variedades más, como el de coche, amatillo, piña, pico de oro, amate, bola… de manera que, en mi opinión –decía-, pudiera ser que cuando se crea el Cosmos o miles de años después –no sé- es posible que hayan existido o no estas variedades, o tal vez habían otras que ahora no existen, pero lo que con seguridad sucedió, fue que hubo una transferencia de polen de las flores de algunos mangos que habían en ese entonces, que fecundaron los óvulos de otras flores de otros mangos que hicieron nacer por los años de 1943 a 1948, a cinco árboles que dieron los primeros frutos de esta nueva variedad que conocemos como árboles padre del “ataulfo”. Tal como ocurrió en el planeta con el café, con el cacao, con el maíz…; así como sucedió con todos los primeros árboles que conoce la humanidad,… de manera que, después de comparar los registros genéticos existentes en México y Nueva York, puedo asegurar que el mango “ataulfo” es un mango mexicano nacido en Tapachula y que al año de 1963 que iniciamos los estudios tenían entre 15 y 20 años de edad. Árboles nacidos espontáneamente sin que fueran sembrados por el hombre, que crecieron en forma desordenada con distancias diferentes entre ellos, pero con porte, tallos, hojas y frutos similares…”. 90 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo ¿Por qué se llama mango ataulfo? En esa misma ocasión, sobre el nombre, dijo: “…como al promover entre los agricultores la siembra del mango IMC-M2 era un nombre muy técnico, comencé hacer referencia al predio de don Ataulfo, de modo que así se fue generalizando el nombre, y como en la India existía la variedad de mango alfonso, entonces en el Soconusco también se podría tener un mango ataulfo, que era un nombre corto, sencillo, extraño y pegajoso…y así lo puse en los protocolos de investigación”. ¿Quién era Héctor Cano Flores? Ing. Héctor Cano Flores, nació el 1 de abril de 1929 y falleció el 13 de febrero de 1996. Héctor Cano Flores nació en Ciudad Victoria, Tamaulipas, el 1 de abril de 1929. Llega a Tapachula por 91 Abelardo de la Torre González 1953 trabajando como agrónomo extensionista y luego fue jefe de campo en el Campo Experimental de Cultivos Tropicales de Rosario Izapa de la Comisión Nacional del Café en Tuxtla Chico, Chiapas. Ingeniero agrónomo de la Escuela Nacional de Agricultura –Chapingo- que termina su carrera en 1952, pero además, cuenta con especialidad en fitotecnia, que es la rama de la agronomía que se dedica al estudio de las plantas. Hombre estudioso que asiste en 1959 y 1960 a dos posgrados sobre café en Turrialba, Costa Rica, y por 1978 al Centro de Investigaciones de las Royas del Café en Oeiras, Portugal. Experto en la cafeticultura mexicana que, por su vocación, en tiempos libres se dedica a la investigación de otros cultivos. Varias veces visitó los centros de investigación del café en Brasil y Costa Rica. Después de veinte años en Tapachula se traslada en 1973 a la Ciudad de México como secretario técnico del director general del Inmecafé, regresa a Chiapas como delegado estatal y seis años después, en 1979 es designado coordinador de Investigación y Experimentación de la Cafeticultura con sede en Jalapa, Veracruz, y se retira con 26 años de servicios. De 1980 a 1983 es coordinador en Chiapas de la Roya del Café en la Secretaría de Agricultura, y hasta 1989, jefe de Sanidad Vegetal en Tapachula, Chiapas. Como distinción, en 1956 se crea en Minatitlán, Ver. el “ejido Ing. Héctor Cano Flores” y en 1982, en Tampico, Tamps., la sociedad Tampico de México, A.C. le concede la “Jaiba de Oro”. Se casa en Tapachula en 1955 con la chiapaneca Zoila Flor de la Torre González y tiene cinco hijos: Héctor, Zoila Flor, Olivia, Fernando y Claudia María. Fallece el 13 de febrero de 1996 a los 66 años de edad. 92 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo Como de 1936 al 2000, el predio donde están los árboles padres pasó por varias manos, no es posible identificar quién era el dueño cuando ocurre la polinización de las semillas. El predio de la 7ª Avenida Norte No. 4 en Tapachula, Chiapas, se encuentra registrado en el Registro Público de la Propiedad y de Comercio, con el número 187, libro I, sección I de 1948. Su historia se inicia como finca rústica con 59 hectáreas y 62 centiáreas llamada “Ochlaud y Anexas”, cuando el propietario era Enrique Tirado, agricultor que vivía en Tapachula en la 1ª Calle Oriente No. 2, al adquirirlo el 15 de agosto de 1936 del Dr. Clemente Carreras, según escritura pública núm. 16. Pasados seis años, el 22 de marzo de 1942, Enrique Tirado de 48 años de edad vende las 59 hectáreas a Roberto Padilla Nervo de 43 años, comerciante y radicado en la Ciudad de México, según escritura pública núm. 11 emitida por el Lic. Antonio Damiano. Sin saber cómo se hace el traspaso en la Ciudad de México y aceptando que en 1942 y 1943 se fraccionan las 59 hectáreas, en 1943 que fallece Julio Rojas, su esposa María Luisa Santillán viuda de Rojas, por cesión testamentaria recibe un amplio terreno en Tapachula, Chiapas, según escritura pública núm. 8819 emitida en México, D.F. que inscribe el Registro Público de la Propiedad de Tapachula el 18 de noviembre de 1943. Sin embargo, María Luisa Santillán viuda de Rojas de 36 años de edad, abogada, originaria de Pachuca, Hidalgo, con domicilio en Hamburgo No. 270, departamento 6, en México, D. F., y de paso por Tapachula, sólo conserva el bien poco más de un año al 93 Abelardo de la Torre González venderlo el 10 de abril de 1945 a la sociedad mercantil, Terán y Compañía, S. de R.L. y C.V., representada por su gerente, Nicanor Terán Ortiz, contador, viviendo en la 2ª Calle Oriente No. 4 de Tapachula, Chiapas, según escritura pública núm. 62 del Lic. Roberto Vila G. Después de dos años, el 6 de agosto de 1947, la sociedad mercantil Terán y Compañía, S. de R.L. y C.V. entra en liquidación y su liquidador, Nicanor Terán Ortiz, de 58 años de edad, comerciante, nacido en Ixtaltepec, Oaxaca, ubicado en la 2ª Calle Oriente No. 9 de Tapachula, Chiapas, después de fraccionar el terreno que venía de la 1ª Calle Oriente No. 33 vende el lote de la 7ª Avenida Norte s/n a Domingo Toledo de 57 años, agricultor, nacido en Ixtepec, Oaxaca, y en tránsito por la ciudad, según escritura pública núm. 38 de la licenciada Laura Martínez Chanona. Domingo Toledo como comerciante y de paso por Tapachula lo conserva sólo tres meses y, el 17 de noviembre de 1947, vende el predio de la 7ª Avenida Norte s/n a Manuel Rodríguez Pérez, de 42 años de edad, nacido en Jalapa, Veracruz, con domicilio en la 1ª Oriente No. 2 de esta ciudad, según escritura pública núm. 6 del Lic. Víctor M. Pimentel. Sin trascurrir un año, Manuel Rodríguez Pérez decide vender el solar a José Ataulfo Morales Gordillo de 42 años de edad, casado, de oficio joyero, nacido en Comitán, Chiapas, y con domicilio en la Avenida Central No. 22 de esta ciudad, donde los vecinos colindantes de la 7ª Avenida Norte s/n eran Agustín Chong, Manuel J. López como sucesión de Cristina Vda. de Córdova y Salvador Zebadúa, Filadelfa y Carmelina Arguello, Noé Farrera y Guadalupe Ramos Rubio. Así, la compraventa se formaliza el 20 de julio de 1948, ante la presencia del notario, Lic. Jorge Elorza Flores, mediante la escritura pública núm. 248. 94 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo Al fallecer J. Ataulfo Morales, el predio es adjudicado a sus herederos: Jorge Ataulfo, Javier Rodolfo y Rubén Enrique Morales Escobar el 22 de junio de 1982, quienes después del 24 de mayo del año 2000 venden a la Fundación Produce Chiapas, A.C. el sitio con 3,128.23 m2 de la 7ª Avenida Norte No. 4, donde el vecino, Carlos Bracamontes Gris, también vende su inmueble de 504.90 m2 ubicado en la 7ª Avenida Norte No. 6, en Tapachula, Chiapas, para hacer un total de 3,633.12 m2. Clasificación científica de la variedad “ataulfo”. Producción de mango ataulfo como injerto de mango criollo “de coche” y vareta directa del árbol “padre” ataulfo. Reino: Filo: Clase: Orden: Familia: Plantae Magnoliopsida Magnoliophyta Sapindales Anacardiácea 95 Abelardo de la Torre González Género: Especie: Nombre Binominal: Variedad: Mangifera M. caesia Mangifera caesia Ataulfo 96 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo Capítulo III. Del algodón. Por 1965 el mango ataulfo formaba parte de los cultivos que sustituirían a la siembra del algodón. Algodonero. Aunque el algodón no es producto alimenticio, es muy importante en la agricultura y para la economía de unos 70 países en vías de desarrollo, por la cantidad de mano de obra que utiliza en su cultivo, pero también, porque varias naciones industrializadas con gran número de habitantes, como Rusia, China y los Estados Unidos lo necesitan para su industria textil, en la fabricación de telas, así como para producir aceites y pastas. A inicio de la década de los años 1960´s, al Inmecafé no sólo le preocupaba la inestabilidad de 97 Abelardo de la Torre González precios internacionales del café que finalmente perjudicaban al productor del Soconusco, sino también, notaba que, como una alternativa del cafeto, garantizando sendas y atractivas ganancias a los productores, estaba creciendo en el Soconusco el cultivo del algodón, por lo que en Tapachula, Mazatán y Suchiate estaban ejércitos de trabajadores destronconando cientos de árboles en las zonas bajas cercanas al mar, desapareciendo de un día para otro decenas de hectáreas de selva. Los técnicos del Inmecafé sabían que para controlar a los insectos y enfermedades del algodón, se utilizaba gran cantidad de productos químicos que contaminarían el medio ambiente y que, a la vez, tarde o temprano harían incosteable su cultivo, porque, al ser el Soconusco carente de heladas como las del Norte del país, que limpia sus plagas automáticamente, en esta región sucedería lo contrario. Al tener tierras tan fértiles resultaría difícil exterminar las plagas, porque cada año algunos insectos se refugiarían en zonas arboladas y pastizales, que luego les permitiría regresar, un año después, a las nuevas siembras con inmunidad a los plaguicidas. El algodonero recorrió casi todas las tierras de México. En 1983 se llegaron a tener sembradas unas 250 mil hectáreas, pero para 2010 se redujo a 120 mil has. y sólo se mantiene en el Norte del país. Aunque su cultivo se ha hecho en sitios adecuados en temperatura, humedad en el suelo y terrenos hasta 500 metros sobre el nivel del mar, sólo se ha cultivado en ciertas regiones por unos años, hasta que las plagas y las enfermedades lo alcanzan, y tiene que migrar a otras zonas, llegando al extremo, como en el Soconusco, que desapareció en 1986 y se desplazó a Campeche. El algodón llega a Tapachula por 1950 con los primeros productores como Alfredo Cerdio Bado, Luis 98 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo Silva y el ingeniero Humberto Barbosa, quienes cultivan unas 518 hectáreas en el ciclo 1952/53. En sólo 10 años, para 1963 se tenían en producción 30,848 has. con 48,122 toneladas, y para 1977 se contaban con 35,227 has., pero además, su siembra se había extendido a Frontera Comalapa, La Trinitaria, Acala y Ocozocoautla, Chiapas, con otras 7,000 has. El algodón trajo una revolución en la modernización del campo al usar maquinaria agrícola, control de plagas y enfermedades con aviones en vuelo rasante, tecnología avanzada de agricultores del Norte y con fuertes inversiones de capital para iniciar las primeras agroindustrias como las despepitadotas de algodón, dejando atrás los terrenos con ganado, maíz y otros cultivos de autoconsumo. La primera planta despepitadora de algodón la instala Hugo Oriza en Tapachula por 1952, la cual trabajaba con una paca por hora. Por 1955, Francisco J. Marín se entera en Puebla de la calidad del cultivo de algodón de Tapachula y decide conocer sus tierras. Llega en 1956 y con Bernardo Palomeque Cruz, agricultor tapachulteco, se asocia con la intención de venderle una despepitadora de Río Verde, S.L.P. No se entienden en la sociedad y por crédito del español Campdera, adquiere de la AlgoDon Francisco J. Marín. donera Exportadora Mexicana, S.A. esta maquinaria de Río Verde y crea Tapa99 Abelardo de la Torre González chula Industrial, S.A. en el lugar conocido como “Las Palomas”, en la carretera Tapachula-San Benito, en los terrenos donde después se construye el primer centro comercial de los tiempos modernos como Fábricas de Francia y Aurrerá. Después se ubican otras despepitadoras como la de la familia Fernández y Mariano Reyero con Algodonera Tapachula –Altasa-, Banco de Comercio Exterior, Banco Ejidal, Anderson & Clayton, Longoria, la Unión de Crédito que formaban Francisco González Juaristi, Alfredo Cerdio Bado y David Moisés, que después se convierte en “El Dorado” de Francisco J. Marín; y casi al final, Abenamar González construye la suya. El éxito económico tapachulteco fue grande. Hubo movimiento de empresas de fertilizantes, insecticidas, automóviles, tractores, restaurantes y aquí apareció el capitán Juan Márquez como primer piloto fumigador y otros más como el capitán Oscar Lima y el capitán Fernando Villaseñor. Después de 35 años de auge, a partir del ciclo 1982/83 el cultivo del algodón comienza a decaer al bajar la siembra a 18,751 has. y en sólo cuatro años, en 1986, ningún agricultor chiapaneco sembraba, dejando en la región graves problemas ecológicos por la contaminación en el uso de pesticidas y plaguicidas. El algodón llegó a cultivarse preferentemente en Tapachula, tal vez porque era el municipio que tenía la mayor superficie disponible de tierras con 85,700 hectáreas, y luego le seguía Mazatán con 38,260 has. En su mejor época de 1977, cuando se tenían sembradas 35,277 hectáreas, a Tapachula le correspondían 20,832 has. de cultivo, Mazatán 8,652 has., Suchiate 2,514 has., Frontera Hidalgo 2,253 has., Metapa 225 has. y Tuxtla Chico 748. 100 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo El Soconusco dejó de cultivar algodón por los altos costos de producción. En ocasiones, no sólo no hubo ganancia, sino que ni siquiera se pudo recuperar la inversión. Tal vez los precios de compra del algodón no crecieron de modo suficiente para cubrir sus gastos, porque en el mundo comenzaron a difundirse las telas sintéticas como el poliester y, los gastos en insecticidas y plaguicidas crecieron mucho al elevarse los precios por la crisis petrolera mundial de esos años de 1980´s y también, porque el cultivo en el Soconusco exigía mayor número de fumigaciones para control de plagas. En los años de 1975 a 1977 se tuvieron las primeras pérdidas por hectárea; aunque para los años de 1978 a 1981 existieron pequeñas ganancias. Años después se comenzaron a tener variaciones entre ganancias y pérdidas que condujeron a los agricultores a decidir en no volver a sembrar algodón a partir de 1986 y al mismo tiempo, porque el Estado mexicano promovía y subsidiaba la siembra de soya como un sustituto en la agricultura. Pacas de algodón. Al paso de los años, el Inmecafé tenía razón. El 23 101 Abelardo de la Torre González de abril de 2010, pasados 60 años del inicio de la siembra en 1950, Ricardo Bello Mendoza de El Colegio de la Frontera Sur, investigador con posgrado de la Universidad de Manchester, Inglaterra, publica: “…el uso indiscriminado de plaguicidas como DDT en la década de las 80's por la fiebre algodonera, provocó que en el Soconusco, el agroquímico aún se encuentre en el suelo, aire e incluso en algunas especies de aves y peces…”. 102 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo Capítulo IV. De la soya. En 1975, la siembra de soya sustituye parte del cultivo del algodón. Cultivo de soya. La soya es una leguminosa cuyo grano se utiliza para hacer aceite y harina en la alimentación humana y del ganado. En la década de los años de 1970’s que ocurre un descenso en la producción de soya en los Estados Unidos como primer productor mundial y la fuerte demanda de la semilla, la soya alcanza un alto precio en los mercados internacionales que motiva a varios países a sembrarla y entre ellos, a México y a la región del Soconusco, como única zona de Chiapas. Así, en 1975 se inicia su plantación con 225 hectáreas y de ahí en adelante se tiene un ascenso que diez años después que se retira en el Soconusco la 103 Abelardo de la Torre González siembra de algodón -1986-, la soya había ocupado parte de su lugar con una producción en 27,061 hectáreas. Congruente con lo que pasaba a nivel nacional, donde la superficie sembrada se redujo de 297,000 hectáreas a sólo 67,000 has. en el año de 2002, en el Soconusco también se redujo su siembra de manera sorprendente de 27,000 a unas 9,000 hectáreas. Esto se debió a dos motivos. Uno, a la entrada en 1994 del Tratado de Libre Comercio con América del Norte, al abrirse las puertas a la importación a México. Para 1990 la importación de soya era apenas de 504,042 toneladas, pero con el TLC, para 1995 se registraron importaciones cuatro veces más altas al llegar a 2,110,433 toneladas y para 2002 ya se importaban 4,362,507 ton., en contra de una insignificante producción mexicana de 86,500 toneladas. La otra razón es que los precios de importación de Estados Unidos son bajos porque la soya transgénica en ese país tiene altos rendimientos por hectárea, dejando poca posibilidad de competir a los agricultores chiapanecos. Para el año de 2011 se estima que Chiapas produjo 18,663 toneladas con 10,585 hectáreas sembradas, cuando veinte años antes -1987- se llegaban a tener casi el doble de hectáreas con 25,553 produciendo 54,431 toneladas. La soya estuvo concentrada en el Soconusco en los mismos seis municipios donde se tenía el cultivo del algodón, pero no en los mismos sitios, ya que se sembró donde se dificultaba el uso de maquinaria, por lo que muchos terrenos de algodón comenzaron a ser usados en frutales como el mango, plátano, o pastos. Una comparación de la producción de algodón y soya muestra que, mientras las siembras de algodón bajan cada año, en el Soconusco se incrementa la soya, por ser un producto agrícola alternativo. 104 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo Capítulo V. Del plátano. Alrededor de 1930 comienza en Villa Comaltitlán, la primera etapa de producción platanera del Soconusco. Por su bajo precio, rico sabor, disponibilidad todo el año, múltiples combinaciones de cocina y alto valor nutritivo, el plátano es considerado como uno de los cultivos más importantes en la agricultura, ocupando el primer lugar entre las frutas tropicales básicas de la alimentación mexicana. Por 1890, el inversionista inglés Oliver Herbert Harrison, el mismo que en 1884 tenía a cargo la deslindadora de tierras “Chiapas Land & Colonization Company”, además de las fincas Laguna Carmen, Perú, Guanajuato, Hidalgo y La Esmeralda, adquiere en Villa Comaltitlán La Zacualpa del señor Fuente Villa y junto con capital norteamericano de San Francisco, California, en 1900 funda Zacualpa Rubber Plantation que llegó a ser una de las plantaciones huleras más grandes del mundo con 7,700 hectáreas, estando administrada en alguna época por Charles Lesher. La plantación estuvo en producción durante más de 15 años, pero en tiempos de la Revolución Mexicana, las tropas de Agustín Castillo y Virgilio Culebro, como parte del movimiento armado chiapaneco “mapachista” que era simpatizante de Pancho Villa y lideraba Tiburcio Fernández Ruíz, llegan a tomar la ranchería Los Patos del norteamericano Alfred B. Lyon y se siembra la 105 Abelardo de la Torre González violencia por Escuintla, de modo que llegado el año de 1917, los trabajadores de La Zacualpa comienzan a desertar y es posible que por esa razón, la productora de caucho venda sus acciones por 1920 y los nuevos inversionistas la conviertan en bananera con una mentalidad de comercializadora. Por su éxito en Centroamérica, la norteamericana United Fruit Company hoy conocida como Chiquita fundada en 1899, se constituye como la Compañía Agrícola La Zacualpa, Sociedad Civil por Acciones, tal vez no sólo para evitar la afectación de latifundios por la recién creada Reforma Agraria de 1915, sino que, como comercializadora, daba oportunidad de participar en el negocio a pequeños productores, quienes les vendían su fruta para llevarla a los Estados Unidos. Por esos años de 1920, llega de Teapa, Tabasco, a Villa Comaltitlán, Quintín Ezequiel Calcáneo Lazo, quien comerciaba con pieles y plumas que exportaba a Europa y Estados Unidos, pero en 1923 adquiere la finca Guadalupe y toma la iniciativa de traer de Tabasco las primeras cepas de plátano roatán – guineo- y se convierte en Quintín Calcáneo Lazo, pionero del cultivo del plátano uno de los pioneros locapor 1930. les de su cultivo; por ello, en su honor, el parque central de Villa Comaltitlán lleva su nombre. Ahí se instala con su esposa Lucía Beltrán Bastar con sus hijos: Eduardo, Consuelo, Quintín, Gabriel, Jesús -Chito-, Rosario y José. 106 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo El gobierno del presidente Manuel Ávila Camacho de 1940-1946, no sólo apoya a la United Fruit, sino a otras empresas extranjeras que manejaban el plátano como Winberger Banana Co., Standar Fruit Co., Southern Banana Co. y más tarde United Brands, de modo que el capital extranjero controlaba el negocio a través de contratos con agricultores, quienes recibían asistencia técnica y créditos, a cambio de garantizarles la exclusividad de venderles su fruta, mediante una comisión. Las plantaneras se extieenden a Huixtla, Escuintla, Mapastepec y Acapetahua, y el cultivo aumentó de 710 hectáreas en 1930 a 5,000 en 1940, y se convirtieron en el pilar de la economía. Para 1948 el banano alcanzaba su máximo desarrollo con una producción anual cercana a 100,000 toneladas. Plataneras en 1930 en Villa Comaltitlán. En 1927 habían sembradas unas 66 mil cabezas de plátano roatán, que en 1930 se convirtieron en 167 mil y para 1948 se tenían 4 millones 700 mil cepas y de esta manera, México era el productor de banano más importante del mundo y el exportador más relevante, logrando colocar el 25% del volumen comercializado en el mercado mundial. La Reforma Agraria que había iniciado en México en 1915 y llegado a Chiapas en 1939, posiblemente provocó cierta incertidumbre en los agricultores y comercializadores que, junto al no haber tomado en cuenta a los vientos devastadores, el hongo de las hojas 107 Abelardo de la Torre González y el de la raíz conocida como enfermedad de “panamá”, que originaron grandes pérdidas en la zona, el cultivo del plátano fue de corta duración. Roberto Parlange Valenzuela. 1966. Sin embargo, algunos agricultores de la región siguieron con la fruta, de modo que pasados unos años se incorporaron Roberto Parlange Valenzuela, Antonio Díaz Chacón, Juan Álvarez Portilla y Antonio Fernández Torres, quienes se organizaron mejor y el 29 de junio de 1966, 52 productores conformaron la Asociación Agrícola de Productores de Plátano del Soconusco. Veinte años después, por 1970 se inicia la moderna etapa de producción platanera del Soconusco. En los tiempos actuales, los principales productores de plátano son Uganda, Tanzania, India, Filipinas, China y Ecuador, quienes satisfacen su mercado nacional; pero es Ecuador el mayor exportador de banano del mundo y luego le sigue Costa Rica, Filipinas, Colombia y Guatemala. México siembra en el 2010 alrededor de 82 mil hectáreas y aunque no es de los principales países productores, goza de la ventaja de tener cerca al importador número uno que son los Estados Unidos. Produce plátano en diecinueve estados de la República, pero sólo en tres de ellos se concentra más de la mitad 108 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo de la superficie cosechada -64%-. Chiapas tiene el 31% del plátano nacional con unas 24 mil hectáreas. En segundo lugar está Veracruz con el 19% y luego le sigue Tabasco con el 14%. Después están Colima, Jalisco y Michoacán, y el resto de estados. Platanera. La segunda etapa de auge del plátano en el Soconusco ocurre entre 1975 y 1985, cuando compartiendo terrenos con la soya y como sustituto de la siembra del algodón, llegan al Soconusco nuevos empresarios, sobre todo de San Rafael y Martínez de la Torre, Veracruz, invirtiendo grandes capitales y aplicando técnicas modernas de fertilización, riego y nuevas variedades, y así, muchos agricultores que cultivaban el algodonero, hacen alianzas con los veracruzanos y pasan a ser productores de plátano, quienes en la región encuentran un clima cálido que favorece al banano, libre de los nortes de Veracruz y con una fruta de mejor calidad. Avanzado el tiempo y llegado el momento, con gran visión comercial los grandes productores instalan bodegas en la Central de Abastos de la Ciudad de México y en ciudades fronterizas con los Estados Unidos como McAllen, San Diego y El Paso para vender con 109 Abelardo de la Torre González marca propia su producto, propiciando un nuevo impulso a la región del Soconusco. Todo esto, gracias a su manera de organizarse y a la alta tecnificación de sus campos, que dan lugar a que entre 1980 y 1985 se tenga un acelerado crecimiento. Por su parte, los medianos productores, vía comisionistas venden su producto a comerciantes mayoristas, entregando su banano en bodegas o entrando al mercado de subasta; y los pequeños productores o ejidatarios, recurren al acopiador local, quién vende al comisionista y éste al mayorista. El monto de capital invertido, las cantidades de dinero necesarias para el empaque, los elevados riesgos de transporte y el acentuado carácter monopólico de los nuevos empresarios para mantener el control de todas y cada una de las etapas de producción y comercialización del plátano, distingue a los grandes productores del Soconusco quienes mantienen como proveedores a los pequeños agricultores locales, centralizando en pocas manos la venta del banano fuera del país, aunque ahora mexicanas y antes de extranjeros. Por los años de 1990 la producción platanera era de unas 454 mil toneladas con 14,200 hectáreas sembradas y para 1996 se alcanzan cifras poco más del doble de producción con 1 millón 160 mil toneladas. Desafortunadamente, la llegada en 1998 al Soconusco del huracán Mitch –Gilberto-, marca sus estragos y la producción baja a 572 mil toneladas, cuando en 1997 se tenían 680 mil tons. El Gilberto hace perder a los productores el 20% de sus plátanos, aunque para el año siguiente de 1999 reponen la producción a 659 mil tons. y en 2001 tenían 707 mil tons. con 19,702 hectáreas. 110 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo Cinco años después del descalabro económico de los plataneros, en octubre de 2005 llega el huracán Stan y provoca de nuevo que el Soconusco pierda más de 65% de la superficie sembrada con plátano. Se afectan unas 5,844 hectáreas y sólo en los municipios de Suchiate y Mazatán se pierden 3,776 has. Esta situación no sólo genera una crisis que afecta a la economía regional, sino que impulsa a la migración a los Estados Unidos, tanto de la población del Soconusco como de miles de migrantes de Guatemala que apoyaban las cosechas. Puente derribado por el huracán Mitch -Gilberto- . 1998. La furia del Stan en el río Coatán. 2005 No había pasado ni dos años, cuando en mayo de 2007 la tormenta Bárbara entra a tierra por Puerto Madero, Chiapas, con vientos máximos de 85 km/h. Provoca fuertes lluvias con caídas de postes de luz, anuncios y algunos techos de lámina, y devasta al menos 3,200 hectáreas de platanares en Suchiate, Tapachula, Mazatán y Acapetahua, y en el Soconusco, Bárbara daña 5,500 hectáreas de cultivos de plátano, mango, papaya y café. 111 Abelardo de la Torre González Al ser arrasadas 2,400 hectáreas en Suchiate, la producción bananera se presenta en crisis, lo cual fue importante porque es el principal municipio productor de este cultivo en el país y gran abastecedor de la Ciudad de México. Para 2010, el 92% de la producción platanera mexicana se destinaba al mercado nacional y el 8% al mercado de exportación, por lo que el potencial de demanda que tiene este producto en los Estados Unidos no ha sido totalmente La tormenta Bárbara arrazó con plataneras aprovechado, tal vez y huertas de mango por los precios elevados de México, aunque cada día se reduce más la brecha contra los precios de exportación de Guatemala, Colombia, Ecuador y Costa Rica. Para 2012, después del maíz y del café, el plátano es el producto que tiene la mayor importancia en la economía de Chiapas y es superior a lo que genera la caña de azúcar, el mango, el frijol y la palma africana, aunque sólo se siembren unas 24 mil hectáreas. 112 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo Capítulo VI. De los pioneros en la siembra del mango ataulfo. Entre 1963 a 1970, el cultivo del algodón en el Soconusco estaba en pleno auge con más de 30,000 hectáreas sembradas y, con el mejoramiento del precio del plátano y del café, era muy difícil para el Inmecafé convencer a los agricultores que iniciaran la nueva cultura del mango, a pesar de las ventajas que ofrecía, como eran sus cualidades de adaptación y convivencia en el trópico húmedo con elevado rango de lluvias, alta humedad y temperaturas, y con la presencia de alta incidencia de plagas y enfermedades; de manera que los pioneros del “mango ataulfo del Soconusco, Chiapas”, tenían razón. No era fácil decidir la siembra de un nuevo cultivo que desconocían y que estaría en producción para retornar su inversión después de ocho años, cuando estuviera produciendo frutos. La decisión no fue la simple aventura de unos agricultores, al tomar semillas de cinco árboles que casualmente encontraron en un solar en Tapachula y poniendo en riesgo su patrimonio, dispusieron plantar muchas hectáreas de una fruta que, hasta ese entonces, era desconocida. Los nuevos productores analizaron y observaron que el “mango ataulfo” había sido seleccionado entre muchas variedades, y que después de siete años de dedicación de los programas agrícolas y apoyo del gobierno federal, a través del Instituto Mexicano del 113 Abelardo de la Torre González Café se había injertado, propagado y crecido, para mejorar la agricultura del Soconusco y beneficio de su economía. Por eso, el ingeniero Héctor Cano Flores en sus apuntes inéditos, claramente escribe y agradece la confianza a los primeros productores de mango como Francisco González Juaristi, Luis Gómez Vega, Alfonso Renovales Hernández y Antonio Fernández Torres que hayan corrido riesgos por la inversión de su capital, confiando en la seriedad de las instituciones del gobierno de la República. Francisco González Juaristi. Francisco González Juaristi, el primero en confiar en el Inmecafé para la siembra del mango ataulfo. Los primeros 175 injertos de “mango ataulfo” se entregaron el 30 de septiembre de 1965 a Francisco González Juaristi, para abarcar unas 4 hectáreas de las 114 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo fincas Altamira y Casa de Palma del municipio de Mazatán, Chiapas. Francisco González Juaristi era queretano hijo de españoles que, invitado por Leopoldo Negrete de Anderson & Clayton, había llegado a Tapachula para sembrar algodón. Obtiene créditos y es presidente de la Unión de Crédito que forma con otros algodoneros, con quienes llega a tener su propia despepitadora por la salida a la carretera a Huixtla y que después venden a Francisco J. Marín, y se convierte en El Dorado. Desafortunadamente, Juaristi no alcanza a sembrar los arbolitos, porque yendo a su rancho por Mazatán, el 22 de enero de 1966 es asesinado junto con esposa embarazada, Martha Grillasca Murillo de González, lográndose salvar sus cuatro pequeños hijos: Martha Andrea, Alejandra, Gabriela y Fernán. Luis Gómez Vega. Luis Gómez Vega, pionero en la siembra del mango ataulfo del Soconusco, a sus 91 años de edad en enero de 2011. 115 Abelardo de la Torre González A solicitud de Sergio Herrera Gómez, los segundos 400 plantones de “mango ataulfo” que podrían sembrarse en 6 hectáreas se entregan un año después, el 10 de noviembre de 1966, a su hermano, el C.P. Luis Gómez Vega, quien las cultiva en la finca Las Caperuzas, fraccionamiento Buenavista del municipio de Tapachula, Chiapas. Las siembra a principio de las lluvias de junio de 1967 y tiene la precaución de intercalar entre un injerto de mango y otro, al aguacate hass, pensando que así estaría más seguro el negocio con el experimento de dos nuevos cultivos de la zona. Años después, don Luis se queda sólo con el mango ataulfo, ya que al estar Tapachula lejos de la Ciudad de México, en esos tiempos era difícil transportar aguacate para que llegara en buen estado. Transcurrido casi un año, Luis Gómez incrementa su huerto de Las Caperuzas y recibe 600 plantones el 31 de octubre de 1967 y 500 injertos el 11 de enero de 1968; mismo que trasplanta en la época de lluvia de junio de 1968 y así llega a tener unas 23 hectáreas sembradas. Por el mes de enero de 2011 y a los 91 años de edad, haciendo un esfuerzo a su memoria, amablemente me recibe don Luis en entrevista y con ciertas dificultades, me explica que era un veracruzano que había llegado a Tapachula como contador del organismo del gobierno federal que controlaba la compra de granos de maíz y frijol, conocido como Ceimsa y que después se llamó Conasupo. Renuncia y, entre otras cosas, se dedica a la agricultura. De sus 91 años de edad que en 2011 tenía, más de 50 años los ha vivido en Tapachula. Está casado con María de la Luz Fernández de Gómez, con quien tuvo cinco hijos: Luis, Ricardo, Guadalupe, Andrés y Gabriela. Falleció a los 93 años el 4 de septiembre de 2013. 116 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo Alfonso Renovales Hernández. El tercer agricultor que siembra el mango es Alfonso Renovales Hernández. Conoce Tapachula por 1950 cuando tenía 17 años de edad, porque su familia se asocia con el señor Mata, en un negocio de materiales de construcción conocido como Distribuidora Panamericana, S.A. Alfonso formaba parte de una familia de ocho hermanos nacidos en San Luis Potosí, S.L.P. pero, por ser hijo de españoles, fue criado en España. Al comprar la familia las acciones de Distribuidora Panamericana, S.A. viene a Tapachula su hermano Wenceslao, pero al fallecer en 1957, Alfonso se hace cargo del negocio. Al paso del tiempo y al vender la empresa, vuelve a la Ciudad de México y en 1962 regresa casado con tres hijos y comienza a rentar tierras para sembrar algodón, aunque él se consideraba empresario y no agricultor. Alfonso Renovales era casado con Esther Espejel de Renovales con quien tuvo tres hijos: Dulce, Esther y Alfonso. Fallece el 10 de abril de 1995. Alfonso Renovales Hernández, pionero en la siembra del mango ataulfo del Soconusco. 1994. 117 Abelardo de la Torre González El 17 de abril de 1967 el Inmecafé le entrega a Alfonso Renovales unas 1,300 plantas de mango con las que podría sembrar unas 20 hectáreas. Lo hace en el rancho El Carmen, municipio de Tapachula; pero también, dos años después, el 5 de julio de 1969 incrementa su huerto con 300 injertos, teniendo en total unas 25 hectáreas. Gracias a su esposa, Tercy Renovales, tuve acceso a una detallada bitácora personal de Alfonso sobre el rancho El Carmen, con el título de “Los frutales: mangos y tamarindo” de mayo de 1967, ya que al mismo tiempo siembra unas 20 hectáreas de tamarindo que trae de Michoacán. Su agenda la inicia así: En mayo de 1967: “…recibí el rancho con las tierras preparadas y para esas fechas yo tenía compradas en Rosario, las plantas de mango de 8 meses de vida. Me las entregaron injertadas de manila, en bolsas de plástico. Estos plantones fue necesario regarlos durante dos meses, para mantener su desarrollo…” Con esto, a principio de junio marca los lugares donde quedarían los arbolitos, midiendo las distancias de uno a otro Carátula de la bitácora del rancho El Carmen de Alfonso Renovales. 1967. 118 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo con un alambre. Prepara los hoyos, se dejan quince días para oxigenar la tierra y, al comienzo de aguas, en julio de 1967, da principio a la siembra, colocando sólo la cantidad de plantas que podían sembrarse en 30 minutos y regando los hoyos con insecticidas y fungicidas. Alfonso era algodonero y mezclaría sus tierras con algodón y mango ataulfo. Entre una fila de mangos y otra, deja una distancia de dieciséis metros, pero de árbol a árbol sólo quedan diez metros. Durante 1968 y 1969 se hacen limpias, riegos, fertilizaciones, combate a las ratas, a otras plagas, pero a pesar de eso, se pierden unos 300 árboles. El 17 de marzo de 1970, casi tres años después de haber recibido las primeras plantas, Alfonso nos dice en su bitácora: “…hoy vi el primer arbolito que tenía 10 mangos y fue el #12-82”. Para el 30 de mayo nos dice: “…hoy recogí el primer mango de la plantación, únicamente uno, es de muy buena forma, pero un poco chico, creo que será por lo prematuro. No está picado y lo recogí en un tiempo malo para el mercado, pues la producción quisiera fuera en el mes de marzo…” El mismo 17 de marzo de 1970 hace una reflexión sobre la conveniencia de dejar de sembrar algodón en el rancho El Carmen y nos dice: “…pienso dejar de sembrar algodón en El Carmen, la altura de los arbolitos no permiten que el avión penetre para fumigar bien y si me arriesgo otro año puedo fracasar en el control de plagas, quizá siembre ajonjolí…” Después dice por el 30 de mayo de 1970: “…posiblemente me decida a sembrar algodón en el ciclo 1970-1971…” y así lo hizo. 119 Abelardo de la Torre González Antonio Fernández Torres. La cuarta persona que se inicia en el cultivo del mango ataulfo fue Antonio Fernández Torres. Nos dice su hermano Javier que la familia viene de la Comarca Lagunera en Torreón, Coahuila, cuando su padre, el español José Fernández Madrazo decide buscar nuevos caminos para sus trece hijos, porque el cultivo del algodón en La Laguna se hacía incosteable por falta de agua y la necesidad de profundizar en pozos. Atraído por Chiapas llega a Acala y conoce sus sembradíos. Regresa a México y en reunión con Felipe Vega Zermeño, como gerente de Bancomer en Tapachula, lo invita al Soconusco. Así, en febrero de 1958 llegan el tío Ángel Fernández Madrazo y Ángel Fernández Torres. Para abril de 1959 se queda Ángel y llega su cuñado Mariano Reyero, quienes se inician sembrando algodón en la finca La Nueva. Un año después, por abril de 1959, a los 17 años de edad, viene Antonio Fernández Torres para trabajar las tierras de “El Hato”. Pasados seis meses, por septiembre de 1959 llega a Tapachula su hermano Javier Fernández, quien ayuda en la construcción del despepite de Algodonera Tapachula, S.A. –Altasa- que estaría en el Km. 12 a Puerto Madero, cerca del Puente Los Toros. Se echa andar y un año después, en 1960 se dedica a sembrar algodón en la finca El Vergel; pero es un fracaso. Don José Fernández tenía grandes deseos de tener árboles frutales en El Hato, así que, al parecer, para darle gusto a su padre, Antonio Fernández lleva el mango ataulfo a unas 8 hectáreas y el 19 de abril de 1967 recibe del Inmecafé 600 plantones, que son sembrados en una fracción de la finca “El Hato” llamada San Francisco Palo Blanco, también ubicada en el municipio de Tapachula, Chiapas. 120 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo Antonio Fernández Torres. Algodonero, platanero y pionero del mango ataulfo. 2007. En 1966 es socio fundador de la Asociación Agrícola de Productores de Plátano del Soconusco y por 1973, forma parte de los fundadores de la Asociación Agrícola Local de Fruticultores del Soconusco, donde se encontraban Luis Gómez Vega, Alfonso Revovales, Juan Alvarez Portillo, Esperanza Mutillo Cisneros, Ramón y Oscar Cerdio Bado, Julio Ramírez, Arsenio Sansores, José Carmen Domínguez, Gregorio Ramos y Ana María viuda de Vidal. Por 1978, aprovechando que Antonio Fernández tenía una bodega en La Merced en la Ciudad de México, junto con Luis Gómez y Alfonso Renovales, completan el primer camión de 8 toneladas con mango ataulfo; sin embargo, para que lo conocieran, casi todo fue regalado entre distribuidores. Al año siguiente, en 1979 comienzan a colocarlo y para 1982, alcanza un precio excelente. Por esos años, Baldomero Bautista de la Central de 121 Abelardo de la Torre González Abastos de La Merced, era uno de los primeros compradores por adelantado que adquirían las cosechas de mango ataulfo. Antonio Fernández está casado con Silvia Ruíz de Fernández con quien tiene tres hijos: Antonio, Luis Enrique y Karina. Otros comentarios en los apuntes personales de Héctor Cano Flores. Sin contar con fechas precisas, el ingeniero Cano dice en sus apuntes: “…entre los primeros plantones que entregué estaban Oscar del Pino del rancho El Tesoro en Tapachula y Carlos Córdova López en el rancho Tulamina, también de Tapachula, Chiapas”. Así también cita que en 1968, el Inmecafé amplía sus viveros de “mango ataulfo” enviando “…el trasplante de 450 injertos para el señor Manuel Villa Atayde de la finca Nututun del municipio de Palenque, Chiapas,…” y hace mención que establece viveros en el centro experimental de Santa Anita de Teapa, Tabasco, y en el centro experimental de El Blanquillo, en Cintalapa, Chiapas. Nos dice Héctor: “El Inmecafé envía el 13 de marzo de 1969, 678 plantones al señor Manuel Kishi de la Granja La Paz en el municipio de Tlaquepaque, Jalisco. Tal vez esto dio pauta a la propagación de la nueva variedad de “mango ataulfo” en Michoacán, Nayarit, Colima, Jalisco y Sinaloa. Para 1969, el Inmecafé disponía de la máxima cantidad de plantas injertadas de mango ataulfo, con las siete mejores variedades: 3,001 de variedad Kent 3,430 de variedad Hadden 122 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo 1,758 de variedad Keitt 365 de variedad Irwin 221 de variedad Zill 259 de variedad Tommy-Atkins 7,468 de variedad IMC-M2 “ataulfo”. Para 1970, el programa de Diversificación de Cultivos de la Organización Internacional del Café, había logrado sus metas. Mango alphonse. Región de Maharashtra, India. Mango ataulfo. Región del Soconusco, Chiapas, México. 123 Abelardo de la Torre González En apego a lo autorizado en 1963 y pasados siete años, en 1970 el Instituto Mexicano del Café había cumplido con el programa de Diversificación de Cultivos aprobado por la Organización Internacional del Café, por lo que entrega a la Comisión Nacional de Fruticultura de la Secretaría de Agricultura federal -Conafrut-, los viveros, las huertas madres y fenológicas, así como los experimentos e investigaciones en materia de frutales que había realizado como observación. En sus apuntes dice el ingeniero Cano: “…en su inicio, Conafrut confunde esta nueva variedad regional “ataulfo” con la variedad “alphonse”, que es una selección que los franceses realizaron en sus colonias africanas, dado que tienen cierto parecido en sus frutos, sin embargo, otras características del mismo árbol las hace diferentes”. Y continúa diciendo: “… estudios taxonómicos, citológicos y cromosómicos más profundos marcarían la diferencia entre las dos variedades y se demostraría que esta nueva variedad “ataulfo” pertenece a la gran gama de germoplasma que llegó a producir la fértil región del Soconusco, en base a sus variedades monoembriónicas que, por naturaleza, son de polinización cruzada”. 124 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo Capítulo VII. El gobierno de Chiapas dona el predio de los árboles padre a la Fundación Produce Chiapas, A.C. En el año 2000 se hace la donación a los productores. Es innegable la importancia que tiene el mango ataulfo en la agricultura nacional, primero, por ser la única variedad de mango mexicano registrada y segúndo, porque el crecimiento de su cultivo ha mejorado la economía de muchos agricultores, al pasar de cinco árboles que se tenían en 1963, a unas 30,000 hectáreas sembradas en el 2012 con unos 3 millones de árboles. Sabemos que la ingeniería genética es la tecnología del control y transferencia del ADN de un organismo a otro, que posibilita la creación de nuevas especies, la corrección de defectos genéticos y la fabricación de numerosos compuestos. Su avance en la agricultura ha sido desde la Antigüedad y en tiempos más modernos desde 1865, momento en que se ha permitido no sólo al acceso a las plantas, sino a la manipulación de genes a través de injertos y recientemente, sin validar su aprobación, con el uso de experimentos en plantas y vegetales transgénicos. Ahora puede verse como el hombre ha ido desentrañando poco a poco los misterios de la botánica y comienza adquirir un poder que antes sólo era concedido a la naturaleza. 125 Abelardo de la Torre González Como sucede con los seres humanos, en las plantas cultivadas como clones o variedades, después de varios años de propagación vegetativa se observa un decaimiento en la producción de sus frutos, debido a los procesos de envejecimiento o senescencia. Al suceder esto, desafortunadamente los seres humanos no podemos recurrir a nuestros padres para generar una nueva vida igual a nosotros mismos, pero en las plantas, en buena parte es posible hacerlo, si se tienen al alcance y disponibles los árboles padres que dieron la primera vida a cierta variedad, como sucede con el “mango ataulfo del Soconusco, Chiapas”. Pensando en este avance genético del futuro y basándose en que las investigaciones agrícolas deben ser permanentes en el mundo moderno y entre los agricultores del Soconusco, Librado de la Torre González, como secretario de Agricultura y Ganadería del gobierno de Chiapas y Martha Noemí Zapata Pérez, como presidenta ejecutiva de la Fundación Produce Chiapas, A.C., consideraron indispensable cuidar y “tener a la mano” de los tapachultecos, los genes de los únicos cinco árboles originales “padre” del mango ataulfo que existen en el mundo. Así, transcurridos casi 50 años de la siembra de las primeras plantaciones y ante la importancia del ataulfo en la economía de la zona, en el año 2000, el secretario de la Torre y la doctora Zapata, convencen al gobernador Roberto Albores Guillén para que el gobierno del Estado compre a los herederos de José Ataulfo Morales Gordillo: Jorge Ataulfo, Javier Rodolfo y Rubén Enrique Morales Escobar, el predio de 3,128.23 metros cuadrados donde se encontraban los árboles “padre” ubicado en la 7ª Avenida Norte No. 4, así como la casa adjunta de 504.90 m2., propiedad de Carlos Bracamontes Gris, de la 7ª Avenida Norte No. 6, en Tapachula, 126 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo Chiapas, y que, para su conservación, se los done a la Fundación Produce Chiapas, A.C., como representante de los productores del “mango ataulfo del Soconusco, Chiapas”. Librado de la Torre González, secretario de Agricultura y Ganadería. 2000. Con la donación, el solar se ponía a disposición de particulares, primero, para que cuidaran los cinco árboles por toda la eternidad; luego, para que instalaran sendos laboratorios de investigación agrícola sobre el cultivo del “mango ataulfo” y se pueda conservar la calidad de su producción, a partir del momento en que comenzara a ocurrir el envejecimiento en los huertos y; finalmente, para que parte de las instalaciones se ocuparan como museo con la historia de la agricultura del Soconusco, donde se incluyera el cacao, el café, el algodón, el plátano, el mango, la palma africana, el rambután, el mangostán. Se pensó, además, que estando en manos privadas, las decisiones serían más estables y permanentes, ante cualquier presión política de los gobiernos en turno. 127 Abelardo de la Torre González El acuerdo de coordinación firmado en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, el 24 de mayo de 2000, es claro y preciso en sus párrafos y algunos dicen lo que sigue: c) Destinar el predio para la realización del proyecto denominado “mango ataulfo”, consistente en la construcción del parque conmemorativo de este producto chiapaneco, conservando y atendiendo adecuadamente los árboles padres que se encuentran en este lugar; d) El predio que se adquiera con sus correspondientes árboles de mango ataulfo, deberá conservarlo como patrimonio histórico, que le de base a la tramitación del certificado de origen, que propicien mejores oportunidades de comercialización a nivel internacional. Fundación Produce Chiapas, A.C. en Tapachula, Chiapas, sede de los árboles “padre” del mango ataulfo del Soconusco. 2012. 128 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo Capítulo VIII. Del certificado de origen. El 27 de agosto de 2003, el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial autoriza el certificado de origen del mango ataulfo del Soconusco. Iniciados los trámites en el año 2000 y, al cumplirse las condiciones y requisitos de solicitud realizada por los productores de mango del Soconusco a través del gobierno del Estado de Chiapas, el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial emite la Declaratoria General de Protección de la Denominación de Origen, que se hizo público en el “Diario Oficial de la Federación” el 27 de agosto de 2003. Así, el Estado mexicano adquiere para sí, la propiedad de denominación de origen del “mango ataulfo del Soconusco, Chiapas”, de modo que este nombre sólo puede ser utilizado bajo la autorización escrita del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, siempre que la fruta sea producida en trece de los municipios que conforman parte del Soconusco y son: Suchiate, Frontera Hidalgo, Metapa, Tuxtla Chico, Tapachula, Mazatán, Huehuetán, Tuzantán, Huixtla, Villa Comaltitlán, Escuintla, Acacoyagua y Acapetahua. Se entiende por “Denominación de Origen”, al territorio de un país, de una región o de una localidad, que delimita que un producto es originario del mismo lugar y cuya calidad o características se deben exclusiva o esencialmente al medio geográfico ahí ubicado, tanto 129 Abelardo de la Torre González por la naturaleza misma del ambiente como por los factores humanos que intervienen. Sin embargo, para darle reconocimiento y validez en el mundo al certificado de “Denominación de Origen” que emite cierta nación, el 31 de octubre de 1958 se reunieron representantes de varios países en Lisboa, Portugal, y suscribieron un documento que llamaron: “Arreglo de Lisboa relativo a la Protección de las Denominaciones de Origen y su Registro Internacional”, el cual entró en vigor el 25 de septiembre de 1966 y está administrado por la Oficina Internacional de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual. El “Arreglo de Lisboa” está suscrito por países como: Costa Rica, Nicaragua, Perú, Cuba, Haití, Congo, Francia, Italia, Hungría, Israel, Portugal, México, etcétera, quienes se comprometen a proteger en sus territorios, las denominaciones de origen de los productos de otros países, reconocidas y protegidas como la nación de origen y registradas en la Oficina Internacional de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual. El 30 de abril de 2004, la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, otorga el Registro No. 850 al “mango ataulfo del Soconusco, Chiapas”. Siguiendo las normas y procedimientos para el registro ante la Organisation Mondale de la Propiété Intellectuelle -OMPI- con sede en Ginebra, Suiza, el 30 de abril de 2004, el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial adquiere el Registro No. 850 donde, para el mundo, el Estado mexicano es el titular de la denominación de origen, pero podrá autorizar su uso a toda persona física o moral que directamente se dedique a la 130 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo extracción, producción o elaboración del “mango ataulfo del Soconusco, Chiapas” que cumpla con la norma oficial que el país emita. El 29 de octubre de 2012, se publica la Norma Oficial Mexicana NOM-188-SCFI-2012 del “mango ataulfo del Soconusco, Chiapas”. Pasados 6 años y alrededor del 12 de septiembre de 2010, la Fundación Produce Chiapas, A.C. que presidía Marco Antonio Machorro Rojas, contrata los servicios profesionales de José A. Dardón Hernández, para que se encargara de elaborar los documentos para crear el Consejo Regulador de la Calidad del Mango Ataulfo del Soconusco, Chiapas, y a la vez, junto con los productores, coordinara el anteproyecto de Norma Oficial Mexicana que se presentaría a la Secretaría de Economía federal. Registro No. 850 del 30 de abril de 2004 de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual. Los estudios llevan dos años de trabajo, donde se escucharon opiniones de unas 17 instituciones, desde las asociaciones locales de fruticultores del Soconusco y 131 Abelardo de la Torre González productores de mango de Villa Comaltitlán, El Colegio de la Frontera Sur, la Universidad Autónoma de Chiapas, la Secretaría del Campo del gobierno de Chiapas, hasta el ministerio de Agricultura, Pecuaria y Abastecimiento de Brasil, Naturafrut-Bautista, S. P.R. de R.L. y Rodeva, S.P.R. de R.L. Entregado el proyecto a la Dirección de Normas de la Secretaría de Economía, el 24 de mayo de 2012, el Comité Consultivo Nacional de Normalización de Seguridad al Usuario, Información Comercial y Prácticas de Comercio, aprueba la publicación del proyecto de Norma Oficial Mexicana “mango ataulfo del Soconusco, Chiapas”-Especificaciones y Métodos de Prueba-, con el objeto de que los interesados presenten comentarios, y así, el 28 de septiembre se reúnen nuevamente y aprueban por unanimidad la Norma Oficial Mexicana NOM188-SCFI-2012 que fue publicada en el Diario Oficial de la Federación el 29 de octubre de 2012. El 4 de diciembre de 2012 se crea en Tapachula, Chiapas, el Consejo Regulador de la Calidad del Mango Ataulfo del Soconusco Chiapas, A.C. Avanzando más en el proceso, con el propósito fundamental de vigilar, verificar y certificar el cumplimiento de la Norma Oficial Mexicana emitida por el gobierno federal que fija las especificaciones e indica los métodos de prueba que debe cumplir el “mango ataulfo del Soconusco, Chiapas”, así como con el deseo de los productores de llevar a cabo permanentemente investigaciones sobre las características, el desarrollo y la implantación de mejoras tecnológicas sobre materias primas, procesos y productos relacionados con el mango ataulfo, y fomentar las investigaciones técnicas, cientoficas y culturales del mismo, ya sea con sus propios 132 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo recursos o con la colaboración de instituciones públicas y privadas, el 4 de diciembre de 2012 se reúnen varios agricultores y crean una Asociación Civil que se encargue de estas funciones y de otras más, a la que llaman Consejo Regulador de la Calidad del Mango Ataulfo del Soconusco, A.C. Así, esta Asociación Civil queda registrada con la escritura pública número 16,285, volumen número 309, de la Notaría Pública No. 45 del estado de Chiapas, en donde los asistentes fueron: Alfredo Cerdio Sánchez, Eusebio Ortega Contreras, Norberto Galván González, Roberto Fourzali Moisés, Didier Enríquez Sandoval, Angélica López Citalán, Rubén Benjamín Díaz Díaz, Victórico Victorio Villalobos, José Manuel Acta constitutiva del Angel Guzmán, José Consejo Regulador de la Calidad del Victorino García GutiéMango Ataulfo del Soconusco, A.C. 2012. rrez, Pedro Leal Reyna, Fernando Rodas Alonso, Gerardo Enrique Cabal Arribillada, Alfonso Espino Ramírez, Armando Roberto Rosales Niño, José Balderas Rosario, Amberto Bautista Blanca y Mauricio Gerardo Cerda Ocaranza. Asimismo, es designado como primer presidente de la asociación, Alfredo Cerdio Sánchez. 133 Abelardo de la Torre González El Soconusco es la única región con suelos apropiados para contar con excelente calidad del mango ataulfo. La selección de suelos y la clasificación de calidad de fruta del “mango ataulfo del Soconusco, Chiapas”, la califica el Instituto Mexicano de Propiedad Industrial después de sendas investigaciones, de modo que la única región que reúne las condiciones agroecológicas ideales para contar con alta productividad de los suelos y excelente calidad para producir este mango se localiza en la costa en el Océano Pacífico, al Sur del estado de Chiapas, donde se tienen cuatro tipos de suelos que, aunque puedan contar con cultivos de mango, es recomendada su siembra sólo en tres de ellos que son los suelos fluvisoles eútricos, luvisoles crómicos y andosol mólico, pero no así en aquellos suelos que sean determinados como gleysoles eútricos, porque no sólo su topografía es plana y con drenaje lento, sino que, por estar cercanos al mar, son terrenos pantanosos. El capitán José Luis Vázquez Palacios en su huerto de mango en Mazatán, Chiapas, con Abelardo de la Torre. 2012. Los suelos conocidos como fluvisoles eútricos se encuentran con un relieve plano en la llanura costera del 134 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo Soconusco y representan el 37% de la superficie de la región. Sus tierras son de textura media con materiales disgregados, profundos y ricos en arcillas. Tienen buena fertilidad, buen drenaje y, PH ligeramente ácido. Los suelos luvisoles crómicos están en un 10% del territorio del Soconusco y son de textura media con subsuelo rico en arcilla, fértiles y ácidos, con alta capacidad para retener nutrimentos, que permiten altos rendimientos en frutales. Estas se encuentran entre los 28 a 250 metros sobre el nivel del mar. Huerto de mango ataulfo en Mazatán. 2012. Los suelos de tipo andosol mólico están sólo en un 5% del Soconusco y se localizan cerca del volcán del Tacaná, en los municipios de Tuxtla Chico, Cacahoatán y Unión Juárez, así como en parte de Metapa y Tapachula. Son de textura media, esponjosa o muy suelta, formados a partir de cenizas volcánicas, donde presentan una capa superficial color negro o muy oscuro, rica en materia orgánica y nutrimentos. Se encuentran desde los 10 metros sobre el nivel del mar en Metapa, hasta las 135 Abelardo de la Torre González faldas del volcán de Tacaná en Unión Juárez, a 2,000 metros sobre nivel mar. En el caso de los suelos gleysoles eútricos y aunque se tienen huertos en producción, su siembra no es recomendable. Desafortunadamente comprenden el 20% de la región del Soconusco y se tratan de tierras donde su topografía es plana, con drenaje lento y por estar cercanos al mar, son terrenos pantanosos. 136 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo Capítulo IX. Panorama del mango. Breve panorama del mango. El mango es el miembro más importante de la familia del marañón y del pistachero, y es uno de los tres o cuatro frutos tropicales más finos y exquisitos en el mundo. La palabra mango viene de la lengua indú tamil “mangay” que por influencia del portugués, se convirtió en “manga”. Se conoce desde los años 2000 antes de Cristo y puede ser originario del Noroeste de la India o, del Norte de Burma en las laderas del Himalaya o, posiblemente de Ceilán -hoy Sri Lanka-. Mango silvestre. Los mangos silvestres eran frutos del tamaño de una ciruela, extremadamente fibrosos y con fuerte sabor a trementina, que los hacía desagradables al gusto; pero, 137 Abelardo de la Torre González primero, por la polinización de las flores en la naturaleza y luego con la participación de los injertos, se fueron haciendo selecciones de especies y obteniendo nuevas variedades tan gustosas que, las actuales, nada tienen que ver con el fruto original del mango. En la India se considera que el árbol de mango tiene propiedades sagradas y mágicas, pues con su madera se preparan pilas para quemar a los muertos o los enamorados expresan sus deseos debajo de un árbol de mango. En días especiales, las personas se lavan los dientes con ramitas de hojas de mango. Como símbolo de fertilidad y amor, los casamientos se realizan en presencia de hojas de mango. En las zonas rurales se anuncia el nacimiento de un hijo colocando ramitas de hojas de mango en la puerta principal. Hasta la leyenda dice que Buda encontró la inspiración y paz sentado debajo de los árboles de un huerto de mango. La primera referencia europea y occidental que se hace del mango es la de un fraile llamado Jordano en el año de 1328; pero es a fines del siglo XIV y principios del XV cuando los españoles llevan la fruta de la India a la isla de Luzón en Filipinas, quienes después introducen el cultivo a sus colonias de América, donde el mango manila, conocido como “carabao” en Filipinas, llega a Acapulco y Manzanillo en México con el comercio de la Nao de China. Al paso de los años y desde el pasado siglo XX, México se ha convertido en uno de los primeros países cultivadores de mango y, después de la India y China, compite con Tailandia por el tercero o cuarto lugar en producción mundial. Sin embargo, México ocupa el primer lugar como exportador de mango a los Estados Unidos, porque aprovecha la costumbre de comerlo fresco que tienen los 138 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo inmigrantes asiáticos e hispanos en ese país. A México se le consume el 63% de esta fruta, luego le sigue Brasil con el 10% y Perú con otro 10%, donde Ecuador, Haití, Guatemala, Nicaragua y resto de países suman el 17%. Para la comercialización y exportación, además de su sabor y presentación, el gran atractivo del ataulfo es que es la variedad que tiene mayor tiempo de vida útil en anaquel sin descomponerse, que lo hace superior a otros. Del 100% de mango que manda México a Estados Unidos con 223,239 toneladas, el 35% es de tommy-atkins, y muy cercano con el 34% y 75,158 toneladas está el ataulfo, y el resto -31%- es de otras variedades. Aunque Chiapas también envía unas 6,751 toneladas de mango a Canadá y 54 toneladas a Europa, el país más importante son los Estados Unidos. En 2012 mandó unas 26,084 toneladas, que fue el 35% del total de ataulfo enviado por México. Nayarit, que está en segundo lugar de producción, enviando 16,530 tons. y representa el 22%. Le sigue Oaxaca con el 18%, Michoacán con el 16%, y juntos Sinaloa, Guerrero, Jalisco y Campeche embarcaron el 9% del total. Los principales productores de mango de exportación en todas las variedades son Michoacán, Sinaloa, Nayarit y Oaxaca que suman el 82% de lo enviado a Estados Unidos. Chiapas contribuye con el 12% que son 26,381 tons., que representa más del doble de lo que envía Jalisco y mucho más que Campeche y Guerrero. Chiapas produce unas 193 mil toneladas de fruto de cuatro variedades: ataulfo, manililla, tommy, haden y criollo, y ocupa el 3er. lugar nacional. Casi todo es ataulfo, ya que su producción representa el 92% del total con unas 178 mil toneladas y, el Soconusco y otros 139 Abelardo de la Torre González municipios de Chiapas exportan a Estados Unidos alrededor de 26,084 toneladas en 2012, y 298 tons. de tommy-atkins y haden, y el resto con 131 mil tons. se va al mercado nacional. El Instituto Mexicano de Propiedad Industrial sólo puede emitir el “certificado de origen” a la variedad de “mango ataulfo del Soconusco, Chiapas”, si el fruto es producido en alguno de los huertos ubicados en la costa del Océano Pacífico, al Sur del estado de Chiapas, en la parte del Soconusco que lo conforman 13 municipios: Suchiate, Frontera Hidalgo, Metapa, Tuxtla Chico, Tapachula, Mazatán, Huehuetán, Tuzantán, Huixtla, Villa Comaltitlán, Escuintla, Acacoyagua y Acapetahua, porque reúnen las condiciones agroecológicas ideales para contar con alta productividad en suelos y excelente calidad para producir la variedad del “mango ataulfo del Soconusco, Chiapas. En esta región manguera, en 2012 se tenían 2,365 huertos en 15,243 hectáreas; aunque en otros lugares de Chiapas cuentan con la variedad ataulfo y también exportan, como es Villaflores, Chiapa de Corzo, Acala, Altamirano, La Concordia, Mapastepec, Pijijiapan, Tonalá y Villa Corzo, donde se tienen 1,930 hectáreas en 454 huertos. De los huertos de “mango ataulfo del Soconusco, Chiapas” 41 están en Frontera Hidalgo en 433 hectáreas, 415 en Huehuetán en 1,971 has., Mazatán cuenta con 753 predios en 3,684 has., Metapa registra a 6 socios con 31 has., Suchiate tiene 106 afiliados en 1,236 hectáreas, Tapachula reúne a 674 productores con 6,031 has., Tuxla Chico tiene 22 lugares con 130 has., Tuzantán inscribe a 25 huertos con 49 has., Acacoyahua tiene a 37 agricultores con 298 hectáreas, Acapetahua inscribe a 62 productores en 404 has., Escuintla registra 51 sitios con 181 has., Huixtla tiene 49 huertos con 131 has., y Villa 140 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo Comaltitlán cuenta 124 predios con 112 has. Al paso de los años, la decisión del Inmecafé de contar con un cultivo alternativo como el mango y para el Soconusco, no sólo ha sido un éxito regional, sino que ha traspasado las fronteras de los estados de la República y comienza a crecer en el ámbito internacional, de modo que hoy se cuentan con unas 40 mil hectáreas sembradas en México y otros países, con unos 4 millones de árboles, cuando hace 50 años sólo habían 5 árboles. La variedad tapachulteca y único mango mexicano registrado, además de Chiapas y difundido en Guerrero, Oaxaca, Michoacán, Nayarit, Colima, Jalisco, Campeche y Sinaloa, se sabe que en Piura, al Norte de Perú, también existen siembras. En Guazacapan, Santa Rosa, en Guatemala, ha salido al mercado la producción de unas 10 hectáreas de fruto, y en el cantón de Pedro Carbo en la provincia de Guayas, Ecuador, Jéssica Jiménez, productora de mango ataulfo y tommy atkins, nos dice que: “…en las dos primeras semanas de cosecha de 2012 se comercializó en mayor proporción la fruta ataulfo porque su florecimiento fue más rápido en relación a tommy atkins, que es la de mayor demanda”. El éxito es notorio y a pesar de ello, los observadores neófitos del cultivo, como el autor, no entendemos que pasa. Salvo que se traten de tierras no adecuadas para la siembra del mango con suelos gleysoles eútricos y puede justificar su demolición, si no encuentran otra alternativa de negocio como una agroindustria, salta a la vista una preocupación contradictoria. “¿Cómo es posible que, sin aprovechar para industrializar el mango, por 2011 y 2012 en la región del Soconusco 141 Abelardo de la Torre González se han demolido árboles de ataulfo y reducido hectáreas de siembra, en otros estados como Nayarit que ocupa el segundo lugar en producción de mango ataulfo, se han unido esfuerzos entre productores, Fundación Produce, A.C. y la Universidad de Chapingo, para realizar estudios de investigación, no sólo para reducir costos de producción y mermas, sino para sembrar más árboles de la variedad “ataulfo” en sus tierras?” Mango ataulfo sobre un traje regional de chiapaneca. 2013. Por ejemplo, se sabe que para el traslado de frutas a los centros consumidores, en Nayarit han determinado los mejores grados de refrigeración en transportes y se han realizado estudios en plantaciones para tener árboles con copas menos altas que hagan más rentable la recolección de los productos. Pienso que, aprovechando que los productores de mango ataulfo del Soconusco disponen de los cinco árboles originales en el mundo, es indispensable fomentar investigaciones con expertos ingenieros agrónomos para mantener la calidad de los frutos en su cultivo y tal vez con nuevos injertos de los árboles padre, se puedan replantar y 142 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo reponer los huertos viejos. Tengo en la mano el documento inédito de Héctor Cano Flores, que me ha servido de guía para dar forma a este libro. Algunos textos completos de las conclusiones son de él, sobre todo, las palabras técnicas, al no ser de mi profesión. En la época moderna, el mango ataulfo es lo que el Soconusco ha dado a Chiapas, a México, a América y al mundo. 143 Abelardo de la Torre González 144 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo Alguna bibliografía y documentos de referencia Asociación Agrícola Local de Fruticultores del Soconusco. Tapachula, Chiapas. Padrón de Huertos y Productores de Mango 2010-2013. Presentación de Informe de la Temporada de Mango 2012. Barrios, Dictador. Gobierno del General J. Rufino Barrios (1876-1879) Tomo III. Tipografía Nacional, Guatemala, C.A. 2011. Bitácora inédita. Los frutales: tamarindo y mango. Alfonso Renovales Hernández. 1967. Catálogo Nacional de Monumentos Históricos. Estado de Chiapas. México. 1999. Conaculta-INAH-Gobierno de Chiapas. Certificación del predio de la 7ª. Avenida Norte No. 4 en Tapachula, Chiapas. Registro Público de la Propiedad y de Comercio de Tapachula. Gobierno del Estado de Chiapas. 2013. Compendio de la Historia de la ciudad de Guatemala. 1500-1800. 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Abril de 2011 El desarrollo de la caficultura en México y los extranjeros en la segunda mitad del Siglo XIX: una aproximación para su estudio. Universidad Pablo de Olavide de Sevilla. 2005-2007. Programa de Doctorado Europa, el Mundo Mediterráneo y su difusión Atlántica. Huemac Escalona Lüttig. Sevilla, marzo de 2008. El reparto de tierras y la política agraria en Chiapas 1914-1988. María Eugenia Reyes Ramos. UNAM. Instituto de Investigaciones Históricas. Escritura Pública No. 16,285, Volumen No. 309 de la Notaría No. 45 del Estado de Chiapas, del 4 de diciembre de 2012. Lic. Yesmín Lima Adam. Finca Hamburgo. Un legado, un destino. Jorge Arturo Castillo. Diálogo Ejecutivo. 2010. Fincas en Chiapas. Banco de Datos de 1850. Finqueros y trabajadores acasillados. Dos agentes de la producción capitalista. Luis Llanos Hernández. Historia del Mango Ataulfo. Documento inédito. Héctor Cano Flores. 1990. Historia de Guatemala. 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JulioDiciembre 2010. 148 De los cafetales del Soconusco al mango ataulfo ABELARDO DE LA TORRE GONZÁLEZ Es chiapaneco. Estudió la primaria y secundaria en el Colegio Miguel Hidalgo de Tapachula, Chiapas. La preparatoria y la carrera de actuario en la Ciudad de México, donde nueve años fue catedrático en las carreras de licenciado en economía, contador público y actuario de la UNAM. Fue actuario independiente y funcionario público. Experto en seguridad social. Por el ISSSTE de México presentó ponencias en congresos de actuarios en Bolivia, República Dominicana, México, Filipinas y Panamá. Formando parte de la representación de El Salvador estuvo en Colombia. Desde 2009 se retiró de su profesión y vive en Chiapas. Su primer libro lo publicó en noviembre de 2010 y se llama “Un paseo por la historia de Chiapa de Corzo”, del cual ha vendido localmente más de mil ejemplares. Esta publicación sobre la historia del Soconusco que se llama: “De los cafetales del Soconusco a la historia del mango ataulfo” fue presentada en Tapachula, Chiapas, el 28 de agosto de 2013 y con su reedición a septiembre de 2014 lleva 750 ejemplares. Forma parte de una colección de más de cuatro libros de la región que de 2014 a 2016 irá dando a conocer para su lectura. Como parte de los festejos del 150 Aniversario de la Batalla del 21 de octubre de 1863, el 19 de octubre de 2013 publicó su tercer libro: “Guatemala en la batalla del 21 de octubre, en Chiapa de Corzo”. 149